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Transcript
DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA
BOLETÍN OFICIAL DEL OBISPADO
AÑO CLII
Septiembre-Octubre 2006
Núm. 2560
SUMARIO
I. IGLESIA DIOCESANA
Del Obispo Diocesano
PASTORALES
El futuro de la humanidad se fragua en la familia.............................................711
Renovarse para evangelizar .............................................................................. 725
Domund 2006 ...................................................................................................733
HOMILÍAS
En la Coronación Canónica de la imagen de María
Santísima de Gracia y Esperanza.......................................................................737
En la V Asamblea diocesana de Catequesis ......................................................747
En la Eucaristía de inicio de curso pastoral de la Curia diocesana
y entrega de la medalla Pro Ecclesia et Pontífice a la Hna. Lourdes ................753
En el envío de los profesores de religión...........................................................759
OTRAS INTERVENCIONES
Nota del Obispo con motivo de los acontecimientos en torno
al discurso de Benedicto XVI en Ratisbona ......................................................765
Agenda de Sr. Obispo
Septiembre .........................................................................................................767
Octubre ..............................................................................................................768
De la Cancillería Secretaria General
DECRETOS
Por el que se erige la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y
Nuestra Señora de la Soledad, de Alcalá de los Gazules...................................771
Coronación canónica de la imagen María Santísima de Gracia
y Esperanza, de la Parroquia de La Divina Pastora,
en la ciudad de San Fernando ............................................................................773
Erección de la parroquia de Ntra. Sra. de la Oliva
en la ciudad y arciprestazgo de San Fernando...................................................777
Por el que se erige la Hermandad Sacramental, Esclavitud y
Venerable Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús
Cautivo y Rescatado, de Puerto Real.................................................................781
Por el que se fusionan las parroquias de El Divino Salvador y
Ntra. Sra. de los Dolores, de Castellar de la Frontera .......................................783
Por el que se convocan las elecciones de los representantes
en el Consejo Presbiteral ...................................................................................785
De aprobación del Reglamento del Secretariado Diocesano
de Pastoral Vocacional“.....................................................................................789
Nombramientos .................................................................................................799
Nombramientos de Hermandades y Cofradías ..................................................803
Ordenaciones .....................................................................................................805
Necrológicas
Rvdo. D. Manuel Caballero Gallego, S.D.B. ....................................................807
Rvdo. D. Francisco Vallejo Acosta ...................................................................809
Rvdo. D. Emilio González Amores ...................................................................810
Crónicas diocesanas
Plan Diocesano de Pastoral................................................................................811
Adiós a D. Manuel Caballero Gallego, S.D.B...................................................823
José María Ayerbe Mora ...................................................................................825
Emilio González Amores, un sacerdote bueno..................................................826
Palabras de Acción de Gracias de Sor Lourdes de Dueñas Pastor,
en la entrega de la Medalla Pro Ecclesia et Pontífice........................................827
II. INFORMACIÓN GENERAL
De la Santa Sede
Discurso de Su Santidad Benedicto XVI
en la Universidad de Ratisbona .........................................................................831
Intervención del Santo Padre Benedicto XVI al rezar
la oración mariana del Angelus .........................................................................843
Declaración del Emmo. Cardenal Tarsicio Bertone ..........................................845
De la Conferencia Episcopal Española
El Proyecto de Ley de Investigación Biomédica no protege
el derecho a la vida y permite la clonación de seres humanos ..........................847
Nota de Prensa de la CCIII Reunión de la Comisión Permanente ....................851
El nuevo sistema de Asignación Tributaria
en favor de la Iglesia Católica ...........................................................................857
De los Obispos del Sur de España
105 Asamblea de los Obispos del Sur ...............................................................861
106 Asamblea de los Obispos del Sur ...............................................................863
Nota de los Obispos de las diócesis de Andalucía acerca del
Proyecto de ley que regula la investigación en reprogramación
celular con finalidad exclusivamente terapéutica..............................................865
I. IGLESIA DIOCESANA
Del Obispo Diocesano
PASTORALES
EL FUTURO DE LA HUMANIDAD
SE FRAGUA EN LA FAMILIA
Introducción
Mis queridos diocesanos:
1. La presencia del Papa Benedicto XVI en Valencia, los días 8 y 9 de julio de 2006,
para clausurar los actos del V Encuentro Mundial de las Familias, ha sido un
extraordinario acontecimiento de gracia. Juan Pablo II en «Familiaris Consortio»
proféticamente dice: "¡El futuro de la Humanidad se fragua en la Familia!" (1)
2. Siempre ha sido relevante anunciar con esmero y vigor el Evangelio de la familia.
Hoy es más urgente. Nuestro pueblo aprecia mucho a la familia. Los jóvenes la
valoran y desean crear una familia, a pesar de las dificultades. Aunque hay voces
empeñadas en desfigurar la realidad misma del matrimonio, creemos que, ser esposo y
esposa, padre y madre, es algo imprescindible para formar un hogar sobre el quicio
del matrimonio.
"En un momento histórico en que la familia es objeto de muchas fuerzas que tratan
de destruirla o deformarla, la Iglesia, consciente de que el bien de la sociedad y de sí
misma está profundamente vinculada al bien de la familia, siente, de manera más viva
y acuciante, su misión de proclamar a todos el designio de Dios sobre el matrimonio y
la familia, asegurando su plena vitalidad, así como su promoción humana y cristiana,
contribuyendo de este modo a la renovación de la sociedad y del mismo pueblo de
Dios" (2). Y sabéis bien que existe una pastoral familiar en nuestra Diócesis, pero
tenemos que ir más adelante y exigimos más en favor de la familia.
1. La familia, transmisora de la fe.
3. Ya, en los primeros momentos del cristianismo, la familia aparece como
transmisora de la fe de los padres así como en algunos paises donde los sistemas de
ideología totalitaria prohibían toda creencia religiosa. De manera que la transmisión
de la fe se hacía en la familia, lugar idóneo e íntimo para acoger a los hijos, cuidar de
la salud corporal y espiritual, ámbito de la ecología humana, santuario de vida y
esperanza de la sociedad. Comparto con vosotros el hecho de que una comunidad
creyente y evangelizadora pasa por la familia como institución básica para transmitir
la fe. Como nos ha dicho el Papa Benedicto XVI, «la familia cristiana tiene, hoy mas
que nunca, una misión nobilísima e ineludible, como es trasmitir la fe, que implica la
entrega a Jesucristo, muerto y resucitado y la inserción en la comunidad eclesial».
4. Sí, la transmisión de la fe encuentra en la familia un entramado de comunicación y
afecto que permite hacerla vida; es ella el ámbito de relaciones personales donde se
produce el despertar religioso que tan difícilmente se logra en otros ámbitos. Es,
asimismo, lugar privilegiado para aprender la oración: en la familia, la plegaria se une
a los acontecimientos de la vida, ordinarios y especiales; la oración familiar representa
el germen del diálogo de cada persona con Dios; el seno de la familia es el primer
lugar natural para la preparación de los sacramentos. Por otro lado, la familia, como
"Iglesia doméstica", está indicando a todo el pueblo de Dios cómo debemos entender
la comunión eclesial que lo anima.
2. Acompañar a las familias cristianas para que, acogiendo el Evangelio, sean
transmisoras de la fe y de los valores cristianos en el mundo.
5. El Papa Benedicto XVI, en el V Encuentro Mundial de las familias en Valencia, ha
ensanchado las esperanzas y las demandas de nuestros corazones y, por otra parte, nos
ha dejado un mensaje que enriquece y orienta nuestros planteamientos pastorales para
estos próximos tres cursos. En la Vigilia de oración con las familias en la Ciudad de
las Artes y las Ciencias nos dijo que, ante los desafíos de la sociedad actual, «la
comunidad eclesial tiene la responsabilidad de ofrecer acompañamiento, estímulo y
alimento espiritual que fortalezca la cohesión familiar, sobre todo en las pruebas o
momentos críticos. En este sentido, es muy importante la labor de las parroquias, así
como de las diversas asociaciones eclesiales, llamadas a colaborar como redes de
apoyo y mano cercana de la Iglesia para el crecimiento de la familia en la fe».
6. También la Iglesia debe ser una familia: la familia de los hijos de Dios, donde nos
reúne una fraternidad que se basa en la paternidad divina y en la maternidad eclesial;
donde cada miembro es valorado por lo que es, no por lo que tiene. Vosotros,
ministros ordenados, religiosos, religiosas, familias de Cádiz y Ceuta, podéis
ayudarnos a poner los pies en la tierra cuando analizamos los problemas familiares y
buscamos soluciones realistas; podéis ayudarnos a ser tolerantes y condescendientes
sin renunciar a los principios evangélicos y a emitir, en estos momentos históricos,
corrientes de aire fresco de esperanza y sosiego.
7. Porque todo acompañamiento pastoral se desarrolla en varios niveles. Su marco es
el de la pastoral de conjunto, de "comunión para la acción", que integra todas las
dimensiones de la vida eclesial: fraternidad, celebración, anuncio, compromiso
evangelizador para llegar a todas las edades y ambientes socioreligiosos. Se trata de
una oportunidad pastoral de contar con la familia, comunidad de vida y amor.
Creemos y creamos una comunidad donde la fe no se imponga sino que se proponga,
donde la autenticidad del "hacer" muestre los rasgos de ser testigos de Jesucristo (3).
Se trata, lo decíamos en los objetivos de nuestro Sínodo diocesano del Año jubilar
2000, de "buscar juntos, en la escucha de la Palabra, en el diálogo con los hermanos,
los caminos de renovación que nuestra Iglesia está llamada a emprender para anunciar
aquí y ahora, con obras y palabras, el Evangelio de Jesucristo". ¿Cómo podríamos
hacer realidad, si no, la identidad laical sin la que la Iglesia diocesana no se tendría en
pie? Es la misma apremiante llamada que la Conferencia Episcopal Española diseñaba
con esmero a través de su Instrucción Pastoral: "La familia santuario de vida y
esperanza de la sociedad" (4) y el "Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en
España (5).
3. Posibles caminos para seguir y compartir.
8. Me parece oportuno compartir con vosotros un itinerario programado en tres
cursos, que a su vez da respuesta a la programación diocesana. ¡Qué bien se puede
aplicar a la familia cristiana el requiebro del Señor Jesús!: "Donde dos o tres están
reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18, 20).
Así que nos proponemos en el curso 2006-2007: Ver de manera evangélica y
realista la situación de las familias de nuestra Diócesis; en el curso 2007-2008:
Iluminar la realidad, vista anteriormente, por medio de la Palabra de Dios y la
Doctrina de la Iglesia; y en el curso 2008-2009: Construir la Pastoral Familiar que
nuestra Iglesia Diocesana necesita.
9. Para ello, contemplaremos con mirada evangélica la realidad de las familias de
nuestra Diócesis, tratando de descubrir los nuevos retos que se nos plantean para la
Pastoral Familiar. Y esa reflexión o mirada tendrá un espacio, básicamente, en los
Consejos Pastorales Parroquiales, en las distintas Delegaciones y en los Secretariados
Diocesanos y Movimientos apostólicos familiares. Es, con esas colaboraciones
imprescindibles, como recabaremos:
a) La situación social de las familias: trabajo, vivienda, enfermedad, la situación de
niños, jóvenes y mayores, dificultades específicas, descubriendo sus causas,
consecuencias y objetivos para subsanarlas, que vive la familia obrera, la
enseñanza, los posibles conflictos familiares y la atención a las familias de
inmigrantes (6).
b) La situación religiosa y pastoral de las familias, en todas las parroquias: la
implicación de los padres en la educación religiosa, o en los sacramentos de la
iniciación cristiana, o en los movimientos familiares, o en el COF y Escuela de
Padres, o en los movimientos familiares animados por las congregaciones
religiosas, o en los grupos de matrimonios sin apellidos y, en fin, en los cursillos
prematrimoniales.
10. Se trata de que la familia cristiana, núcleo vital de la sociedad, sea receptora de
derechos (7) y comprometida en sus deberes (8); que sea una comunidad creyente y
evangelizadora, destinataria primordial de la "nueva evangelización" o crecimiento y
conservación de la fe. Porque los "cónyuges cristianos son mutuamente para sí, para
sus hijos y demás familiares, cooperadores de la gracia, testigos de la fe y los
primeros educadores; los forman con su palabra y con su ejemplo para la vida
cristiana y apostólica" (9). De ellos debería declararse:
"Yo aprendí en el hogar en que se funda la dicha perfecta,
y para hacerla mía quise yo ser como mi padre era,
y busqué una mujer como mi madre entre los hijos de mi hidalga tierra...
¡Cómo la tradición y la honradez estaban unidas a ella!". (10)
4. Situación cultural: positivismo y relativismo de raíces nihilistas, acentuación
de la mentalidad laicista y también de la secularización interna de la Iglesia
11. En estos momentos es especialmente necesario mostrar la fe en el Dios de
Jesucristo como iluminación de la conciencia, sanación de la libertad humana,
principio de toda justicia por la fuerza de la caridad. El deterioro creciente de la vida
moral de muchas personas hace necesario el anuncio del Evangelio de la caridad y,
más comprensible, la necesidad de aceptar, en humildad y gratitud, los dones de Dios.
Es necesario que sepamos mostrar la persona y las enseñanzas de Jesucristo como
fuente de verdadera humanidad, de una vida personal, familiar y comunitaria
verdaderamente digna, serena y esperanzada...
No podemos alcanzar la credibilidad que necesitamos para evangelizar si antes no
renovamos el fervor, la unidad y el vigor apostólico de los cristianos.
Debéis saber que la transmisión de la fe en la familia ha sido ya asunto trabajado
por grupos diocesanos que han tenido en cuenta los siguientes elementos de análisis:
4.1. Dificultades halladas en las familias para transmitir la fe en el mundo de
hoy, de las que se señalaron las siguientes:
12. • El ambiente y la sociedad no potencian los valores cristianos sino todo lo
contrario.
• Existe falta de formación en la familia.
• No hay adecuación entre fe y vida.
• Se percibe una fe no bien construida sobre bases sólidas sino que queda en una
creencia a menudo superficial.
• Hay un aumento del materialismo: se crean necesidades artificialmente por lo que
necesitamos más ingresos económicos, para lo que hay que trabajar más tiempo,
lo que dificulta para conciliar horarios entre vida familiar y laboral, con el
resultado de que la familia no pasa suficiente tiempo junta; la falta de relaciones
entre los miembros de la familia provoca un individualismo que afecta a la
transmisión de valores entre padres e hijos.
• El nuevo modelo familiar que va apareciendo hace que los niños se relacionen
hacia fuera de la familia, hace que la casa sea un lugar de paso y no de encuentro.
• El poder de la televisión en sus vertientes de no transmisión de valores auténticos
y que se ha convertido casi como un "miembro de la familia" a la que hay que
prestar atención preferente (mientras está puesta la tele no se habla).
• Hay una incorrecta interpretación de lo que significa el "laicado", que se
confunde con el "laicismo", por lo que se pasa de una postura que da importancia
a los seglares a otra que separa la vida religiosa de la vida pública hasta llegar a
una postura contraria a la Iglesia.
4.2. Sus resultados son:
13. • Hay ausencia de compromiso, asusta la responsabilidad, preferimos que
otros tomen las decisiones "que piensen los otros, que para eso les pagan".
• Hay ausencia de valores cristianos vividos en familia; las relaciones familiares se
desarrollan según los valores de la sociedad y predomina el egoísmo; ignoramos
a Dios a quien canjeamos por otros ídolos al antojo de los del momento.
• Hay dejación de la responsabilidad educadora por parte de los padres quienes, a
menudo, recurren a dejar la educación de los hijos en manos de otros agentes:
escuela, actividades extraescolares, televisión, "la calle".
• Hay falta de protección a la familia por parte de las instituciones públicas.
• La familia, en general, no sabe vivir en un ambiente a menudo hostil hacia los
valores cristianos.
4.3. Son necesarias e improrrogables algunas pistas de actuación
14. • Vivir en cristiano con el ejemplo es lo que hace de cada familia una comunidad
de vida y amor.
• Mayor formación para las familias.
• Presencia en los medios de comunicación que ayuden a la transmisión de valores,
así como en los programas o publicaciones de otros medios adecuados a este fin.
• Redundar en la comunicación y el diálogo dentro de la familia, nada fácil si no se
enseña la teoría y la práctica.
• Participar, por ejemplo, en las instituciones que ayudan en la labor educativa:
APA, movimiento scout, parroquia, consejo escolar, etc.
• Participar en grupos de matrimonios y movimientos familiares.
• De nuevo tenemos que reconocer que la reacción contra estas desviaciones tiene
que venir de un anuncio vigoroso de la persona de Jesús como Salvador. Sólo la
fe intensamente vivida nos dará la claridad en la comprensión y valoración del
matrimonio y de la familia y el verdadero respeto a la persona como imagen de
Dios, objeto de un amor irrevocable que la hace sagrada.
• Sólo la fe viva y entusiasta, el amor apasionado a la persona y a la misión de
Nuestro Señor Jesucristo, nos permitirá vencer las dificultades y recuperar la
iniciativa y la fuerza misionera en las actuales circunstancias.
• Tomar plena conciencia de la labor evangelizadora de la familia. La fe no se
transmite sino desde la vivencia y la búsqueda diarias.
4.4. ¿Qué medios necesitamos para poder hacer frente a tan gran reto?
15. • Manifestamos como cristianos sin ocultamiento, sin miedo.
• Descubrir la comunidad eclesial como lugar de encuentro diferente y una acción
decidida a favor de la pastoral familiar.
• Formación de grupos de matrimonios en las parroquias, asumiendo lo que
conlleva de esfuerzo y de responsabilidad de los laicos.
• Adaptación y actualización de las catequesis a las nuevas tecnologías. Promoción
y divulgación de la información a través de internet. Apoyo de los movimientos,
grupos y parroquias, que ya lo utilizan.
• Mejoras en el conocimiento mutuo de los diversos movimientos con carácter
familiar de la Diócesis y celebración de actos conjuntos: convivencias,
celebraciones, encuentros, semana de la familia...
• Creación y participación en escuelas de padres, cursos de formación familiar.
• Denuncias de dichos y actuaciones contrarias a la fe cristiana y a la Iglesia,
comunidad de creyentes en Jesucristo.
• Implicarse más allá de las buenas intenciones por medio de Cáritas, oferta de
matrimonios para acompañar grupos de familias, etc.
16. El Papa Benedicto XVI, en la homilía, del V Encuentro Mundial de las familias en
Valencia, dijo: «la fe no es, pues, una mera herencia cultural, sino una acción
continua de la gracia de Dios que llama y de la libertad humana que puede o no
adherirse a esa llamada». Y en otro momento: «La Iglesia no cesa de recordar que la
verdadera libertad del ser humano proviene de haber sido creado a imagen y
semejanza de Dios. Por ello, la educación cristiana es educación de la libertad y para
la libertad».
5. Valores olvidados y a recuperar por la familia.
17. En nuestros días, ¿no se oye a menudo la queja de que estamos descristianizados?
Parece como si no existiera más la vida cristiana, esa historia maravillosa, única, que
inició una verdadera comunidad de creyentes en Jesucristo y que tenían todo en
común. Esa fue la gran novedad: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre. Esto es lo
que hay que recordar y anunciar para vivir en cristiano. Porque todo parece acristiano,
perfectamente descristianizado.
Ya lo veis: para muchos Dios es un ausente y lo más llamativo es que se pretende
disimularlo. No es tiempo de ateos sino de agnósticos e indiferentes. Ya no vivimos
en una atmósfera católica sino no-católica, no-cristiana, a esta situación nos quieren
llevar. Se está dando la deforestación de la memoria cristiana. Ya no existe
vocabulario cristiano. Los jóvenes ignoran, no sólo las oraciones sencillas cristianas,
sino las palabras cristianas, los símbolos cristianos, las imágenes cristianas. ¿No lo
veis? Apenas se sabe interpretar un cuadro, una poesía clásica, donde quiera que se
desprenda una brizna de cristianismo. Podemos preguntarnos: ¿el hombre sin el Dios
de Jesucristo, es más humano? Una sociedad, una familia que renuncia a buscar la
Verdad, el Camino y la Vida que es Jesucristo, ¿tiene fundamento real para la justicia
y para la defensa de los pobres y marginados?
18. ¿No veis que vivimos en un fuerte debilitamiento de la vida de fe en la sociedad y
en nuestra comunidad cristiana y en la misma familia? Sufrimos por ello desde la
mañana hasta la noche. Hay personas de buena voluntad y de buenas raíces familiares
que buscan no sin cierta ansiedad. Sí, hermanas y hermanos, la verdad está en
búsqueda. En una sociedad en la que existe una cultura laicista y nihilista, cuando la
Verdad ha venido, nos ha amado y ha quemado nuestros descalabros en su amor,
respiramos en profundidad. Experimentar esto interiormente es escuchar con alegría el
mensaje de la conciencia: cuando me levanto dudo y al acostarme creo. Dudar es
inteligente. Quienes creen y quienes dudan andan por el mismo camino, el de buscar
la Verdad. Pero pienso con el recordado Juan Pablo II que comienza ya una "nueva
evangelización". Con el siglo iniciado se vislumbra una nueva era, no cómoda sino
valiente, y la simiente ya está en la tierra. Es durante la noche cuando esperamos la
luz: "Qué bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche", decía el bendito
Juan de la Cruz.
6. La familia cristiana, esperanza de un mundo mejor.
19. Los grandes contenidos que, la Iglesia en general y la familia en particular, pueden
y deben tener presentes son la verdad, la libertad, la esperanza, la justicia, el amor y el
sentido de la vida; donde disciplina y esfuerzo no estén proscritos, donde cuente la
dignidad y grandeza del hombre, donde el ser humano pueda reencontrar la grandeza,
la dignidad y valor propios de la humanidad. Ese estupor de profundo respeto al valor
y dignidad del hombre se llama Evangelio, Buena Nueva. Se llama, también,
cristianismo y reclama la conversión de las mentalidades.
20. No, seguro que no avanzaremos en este camino de transformaciones de estructuras
de la vida personal comprometida si no se realiza una conversión de las mentalidades
y de los corazones. Si los derechos humanos son violados en tiempo de paz, esto es
particularmente doloroso y, desde el punto de vista del progreso, representa un
fenómeno incomprensible de lucha contra el hombre que no puede concordarse con
cualquier programa que se defina "humanístico". Frente a la llamada "existencia de la
muerte" buscamos la "humanidad" que se hace hermandad y fraternidad. Frente al
"pensamiento débil" que pulula, la verdadera cultura es el compromiso del hombre
con la cuestión del sentido profundo de su vida: un movimiento abierto que va de
hombre a hombre trascendente sin reducir la fe a cultura. (11)
El P. Ives Congar, viendo cómo se generalizaba la increencia por los años treinta,
daba un diagnóstico sobre su causa: "A una religión sin mundo, ha sucedido un
mundo sin religión". Él mismo añadiría más tarde: "lo he dicho a menudo, y lo repito
ahora, que estamos en uno de los siglos mas evangélicos de la historia. Sé que es el
siglo de la increencia y de la indiferencia religiosa... Pero ante la minoría de fieles que
verdaderamente cree estoy maravillado por ese gran número que se ocupa de los
drogados, de los delincuentes, de los emigrantes, de la catequesis". Pero "dígase lo
que se diga nuestro siglo es religioso,-más religioso probablemente que todos los
anteriores... sólo le falta encontrar al Dios que puede adorar" (12) Pero "la obra de
asimilación no cesa nunca en la Iglesia, y jamás es demasiado pronto para
emprenderla" (13)
21. La acción de la gracia nunca, o raramente, está preparada por discursos,
reflexiones o premisas culturales. La gracia es como una estrella del cielo que cae en
el alma de una persona. Así sucedió a San Pablo en el camino de Damasco, pero
también a San Agustín, a Charles de Foucauld y a tantos Santos con los que se adorna
la Iglesia. A la acción de la gracia no le resulta imprescindible una preparación
cultural, propedéutica, reflexiva para llevar a cabo la conversión; ahí tenemos a
Andrés, a Pedro, a Bartolomé, a todos los primeros seguidores de Jesús. La gracia
acontece. La gracia toca los corazones cuando uno menos lo espera.
¿No os dais cuenta de que las visiones más profundas del cristianismo están en las
oraciones básicas, que son un modelo y que se aprenden en familia? El credo, por
ejemplo, que hay que recitar despacio. La gente cree en el sentido de que no lo niega,
lo admite, pero no lo piensa ni lo saborea. Pero hay que pensar en cada palabra.
Saborear la fe cristiana, que no tiene como objeto una doctrina sino una persona,
Jesucristo, reconocido como Dios. Lo importante no es sólo lo que dijo, pues otros
habían dicho otras cosas excelentes,(14) sino lo que él hizo. El credo resume en que
"El Verbo se hizo carne y habita entre nosotros".
Una familia cristiana ha de estar siempre en pie de reformarse a sí misma. Toda la
verdad cristiana no basta para que brote ni siquiera la esperanza más pequeña. Veinte
siglos de caridad, santidad y teología no apartan un ápice de felicidad al corazón del
hombre si no sucede algo nuevo, el encuentro con un signo viviente y palpable en su
Presencia.
22. Nos quitan por doquier el misterio, olvidan que el manantial no es nuestro, que
brota del misterio o de la atracción de la persona de Jesús. Sin lo sensible de Jesús, "lo
que nuestros ojos vieron..." (1Jn 1,1), el hombre corre tras otras atracciones. Pero si
no se ve la gracia en lo humano, no se sabe lo que es, incluso si uno conoce las
palabras cristianas, pero no sabe el contenido de las palabras que dice. Si no existe
esta atracción, no queda nada real.
Y eso, hermanos y hermanas, empieza a vivirse en familia: "por la piedad mutua de
sus miembros y la oración dirigida a Dios en común, se presenta como un santuario
doméstico de la Iglesia. Si la familia entera toma parte en el culto litúrgico de la
Iglesia: si, por fin, la familia practica activamente la hospitalidad, promueve la justicia
y demás obras buenas al servicio de todos los hermanos que padecen necesidad...,
adoptando, como hijos, a niños abandonados, recibiendo con gusto a los forasteros,
prestando ayuda en el régimen de las escuelas, ayudando a los jóvenes con su consejo
y medios económicos; ayudando a los novios a prepararse mejor para el matrimonio,
prestando ayuda a la catequesis; sosteniendo a los cónyuges y familias que están en
peligro material o moral; proveer a los ancianos no sólo de lo indispensable, sino
procurarles los medios justos del progreso y dar respuesta a las situaciones de tipo
económico (15). En verdad, la familia es una realidad abierta a la evangelización (16)
y primer espacio de compromiso social (17). La fe nos proporciona el descubrimiento
y admiración del plan de Dios sobre -la familia (18).
Y, sin embargo, algo queda: porque dos mil años dejan huellas que no se borran en
un instante. Para nuestro tiempo de exilio nos queda la Palabra de Jesús, la oración en
fórmulas: "Guárdate de inventar oraciones, repetirás las palabras de los pobres de
espíritu". Urge, pues, "un cristiano de la parroquia" que se reúne, como en las
catacumbas, para orar, recibir el catecismo, compartir la fe en el Señor, luz que se
expande para que los hombres y mujeres vivamos en ella.
23. Un cristiano, desde el momento en que deja de sentirse iluminado, desconoce su
tarea. No es que se trate de cambiar por el prurito de cambiar, sino de expresar la
novedad de un Dios siempre por descubrir: revelado en su Palabra, desvelado en sus
seguidores. "Los cónyuges cristianos son mutuamente para sí, para sus hijos y demás
familiares, cooperadores de la gracia y testigos de la fe. Ellos son para sus hijos los
primeros predicadores de la fe y los primeros educadores; los forman con su palabra y
con su ejemplo para la vida cristiana y apostólica, los ayudan con mucha prudencia en
la elección de su vocación y cultivan con todo esmero la vocación sagrada que quizá
han descubierto en ellos" (19)
24. Frente a un mundo insatisfecho de sí, y supuestamente próspero, pero que queda
suspenso en una "globalización" del desarrollo y de la vida mejor; frente a una
tentación de convertir la fe en cultura y frente a una precaria conversión de las
mentalidades, en la Iglesia en general y en la familia en particular, debemos tratar la
educación como experiencia de vida, no sólo como información de contenidos, ni
como autoridad, ni como poder, ni como monólogos interminables sin esperanza de
sentido y sin sentido de esperanza.
7. He pretendido exhortaros con toda paciencia y doctrina
25. Pues no nos queda otra señal de identidad ni memoria que la de Jesucristo: "He
guardado a los que me diste" (Jn 17, 422); o en versión paulina: "He conservado la fe"
(2 Tm 4, 7). Y al lado, a cada uno de nosotros, miembros de familia, incumbe:
"Proclamar la Palabra, insiste a tiempo y destiempo... exhorta con toda paciencia y
doctrina" (2 Tm 2, 4). Es decir, educamos sin renunciar a la disciplina, al esfuerzo, a
la libertad, al sentido de culpa y de perdón, a los hechos más humanos y, por tanto,
más divinos, trasmitiendo la fe recibida. Este es el contenido y el sentido de la
invitación a cercenar las cepas -a todas horas, y también "a la undécima" (Mt 20, 6)del dueño de la viña, de la llamada de Jesús a quienes creemos en él.
26. Hermanos y hermanas diocesanos: "Amar a la familia significa saber estimar sus
valores y posibilidades, promoviéndolos siempre. Amar a la familia significa
individualizar los peligros y males que la amenazan, para poder superarlos. Amar la
familia significa esforzarse por crear un ambiente que favorezca su desarrollo" (20).
Intensificar y fortalecer la pastoral del matrimonio y la familia exige acompañar y
mejorar el trabajo pastoral en torno a la preparación y celebración de los matrimonios,
ayudar más y mejor a las familias jóvenes a vivir su vida matrimonial y familiar como
verdadero camino de santificación y de evangelización, de servicio al Reino de Dios y
de la sociedad, como células vivas y activas de la Iglesia. Los padres cristianos son los
primeros y los mejores evangelizadores y catequistas de sus hijos.
Os pido de nuevo vuestra valiosa colaboración, durante los tres próximos cursos,
para profundizar, valorar, ayudar, orientar, acompañar y animar a la familia que está
siendo maltratada. A vosotros me debo y en vosotros confío mientras nos
encomendamos mutuamente a la Sagrada Familia de Nazaret y os trasmito la
bendición del Señor.
Reza por vosotros, os quiere y bendice.
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 15 de agosto de 2006
Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora
NOTAS:
1.
2.
3.
3.
5.
6
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
19.
20.
Juan Pablo II: FC. 86
Juan Pablo II: FC. 3
Conc. Vat. II: LG. 11; AA. 11; GS. 52; Pablo VI: EN. 70-71; Juan Pablo II: FC. 51 y 54.
LXXVI Asamblea Plenaria: 27-IV-2001.
LXXXI Asamblea Plenaria: 21-XI-2003.
Para que no suceda como decía el escritor santanderino, José María Pereda, que "el hombre, abrumado
constantemente por los cargos de la familia, pierde hasta la libertad de ser honrado y el derecho de ser feliz".
(2006, primer centenario de su muerte). Pues "todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son
cada una a su manera" (L. Tolstoi. Ana Karenina. 11).
Conc. Vat. II: GS 65.52.2: CCE: 2210 y Juan Pablo II: FC. 46.
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica CCE: 2211.
Conc. Vat. II: AA. 11.
Gabriel y Galán. Extremeño, "El ama" 1902.
Sería provechoso desde una visión cultural, leer La mujer y la familia de Chesterton. Ed. Styria, 2006 p.128.:
muy adecuado para gente joven, a partir de los 15 años; llenos de ideas para padres y profesores, amor,
sexualidad, fidelidad. feminismo, hijos. Nada parecido en el mercado editorial español: argumentos
inspirados, frescos, llenos de humor, se lee de un tirón y se releerá muchas veces.
Chardin, Th. P. Carta del 10-XII-1952.
Lubac. H. de El drama del humanismo ateo. París. 1945, pág. 9.
Guardini, R. En su libro El Señor dice: Puede que Cristo no tuviera un solo precursor en el A.T., Juan el último
de los profetas, sino otro más en el corazón de la antigua civilización, Sócrates y un tercero en la Filosofía y
el ascetismo, Buda. Alsacia. Roma. 1946 Tomo I, pág. 436.
Conc. Vat. II: AA. Núm. 11.
Pablo VI. EN nns. 70-71.
Juan Pablo II: ChL n.40 y FC. nns. 99-52 18. Juan Pablo II: FC. n. 51.
Conc. Vat. II: AA. n. 11.
Juan Pablo II: FC n. 86.
RENOVARSE PARA EVANGELIZAR
1. Introducción
Mis queridos sacerdotes, amigos del alma:
Al comienzo de curso pastoral 2006-2007, y después de un merecido descanso, me
ha parecido bien entrar en comunicación con vosotros y recordaros algunos aspectos
esenciales a tener en cuenta en nuestra vida y ministerio de presbíteros.
Con el mayor aprecio y amor que os tengo a cada uno de vosotros, os escribo estas
líneas, en este momento actual y desafiante, en la sociedad y en la vida de la Iglesia,
que urge un gran impulso misionero y evangélico, así como una entrega revestida con
un espíritu valiente y humilde.
2. Dar las gracias a todos
Ante todo, doy gracias al Señor y a todos vosotros, queridos sacerdotes, por la gran
tarea pastoral que cada uno de vosotros estáis llevando a cabo en la misión apostólica
que tiene confiada durante este curso pastoral.
Doy gracias a todos los sacerdotes mayores, que sois un tesoro en nuestra Iglesia
de Cádiz y Ceuta por vuestro celo apostólico y por los trabajos pastorales realizados y
los que aún seguís realizando.
Agradezco vivamente vuestra entrega generosa a todos los sacerdotes de edad
intermedia, que actualmente lleváis el peso pastoral y apostólico en nuestra Iglesia en
estos tiempos difíciles y recios.
Estoy también muy agradecido a los sacerdotes jóvenes, que generosamente estáis
ilusionados con la misión apostólica que se os ha confiado en esta nueva singladura de
vuestra vida.
Muestro mi agradecimiento a los religiosos, religiosas, personas consagradas,
tanto de vida activa como contemplativa, que ocupáis un lugar apostólico
irreemplazable y testimonial en el corazón de la Iglesia diocesana.
Gracias a todos los laicos por el esfuerzo apostólico que vais realizando ya, desde
el mismo Sínodo diocesano, tanto en las parroquias como según el carisma o
movimiento que el Señor ha concedido a cada uno de vosotros para la edificación de
la Iglesia.
3. Renovarse para evangelizar
Todos juntos tenemos que hacer este camino apostólico, inspirados en el estilo de
vida que el Papa Juan Pablo II le gustaba repetir y que nos invitaba a vivir
permanentemente con ese volver al modelo apostólico primero (Apostolicam vivendi
formam).
Todos juntos, a la manera de los apóstoles, con este estilo de vida evangélica,
llevamos en lo más profundo de nuestro corazón sacerdotal, a todos los laicos y
consagrados, ya que sin ellos es imposible atender a todas y cada una de las
necesidades pastorales en esta nueva travesía evangelizadora.
Entremos más adentro, en la espesura de la nueva evangelización y en la hondura a
la que somos llamados. Considero que estamos viviendo uno de los momentos más
hermosos, evangélicamente hablando, que vive nuestra Iglesia; un momento de gracia
y de hondura, que con ilusión y entusiasmo desea renovarse continuamente a la luz
del Evangelio. Este momento de gracia exige el espíritu y la presencia del modelo
apostólico de San Pablo y su impulso misionero.
La vida y ministerio de los presbíteros se encuentra en estos momentos con serias
dificultades para transmitir la fe a quienes no tienen disposición ni, en ocasiones,
capacidad para recibirla. Esta situación produce efectos muy negativos en los agentes
de pastoral: catequistas y, muy particularmente, en los sacerdotes. A diario se
enfrentan con una tarea evangelizadora que supera sus fuerzas y les produce un
innegable cansancio.
El mundo, dirá el Papa Benedicto, tiene necesidad de Dios, no de un dios
cualquiera, sino del Dios de Jesucristo, del Dios que se hizo carne y sangre, que nos
amó hasta morir por nosotros, que resucitó y creó en sí mismo un espacio para el
hombre. Este Dios tiene que vivir en nosotros y nosotros en Él. Esta es nuestra
llamada sacerdotal: sólo así nuestra acción de sacerdotes puede dar fruto.
4. Algunos medios indispensables para el camino de la renovación para la misión
4.1. El Señor quiere ejercer su sacerdocio a través de nosotros
El estilo de vida del modelo apostólico primero exige que volvamos a considerar lo
maravilloso que es ser hoy sacerdote, tal y como nos lo ha mostrado el Papa
Benedicto XVI cuando dice: “El misterio del sacerdocio de la Iglesia está en el hecho
de que nosotros, míseros seres humanos, en virtud del sacramento del orden, podemos
hablar con su yo: in persona Christi”. Por eso, para que el ajetreo diario no marchite
lo que es grande y misterioso, necesitamos volver a aquella hora en la que Él puso
sus manos sobre nosotros y nos hizo partícipes de este misterio. El Señor quiere
ejercer su sacerdocio a través de nosotros. Esto hace que vivamos con ilusión,
humildad y valentía la misión que se nos ha confiado.
4.2. El mismo Señor es el que nos impuso las manos
Entremos en la hondura del misterio de nuestra vida y ministerio como sacerdote.
En este mismo sentido es impresionante recordar que en el gesto sacramental de la
imposición de manos por parte del obispo, es el mismo Señor el que nos impuso las
manos. Este signo sacramental resume todo un recorrido existencial y explica la
radicalidad y sencillez evangélica para ser transparencia de Jesús en el camino y en la
mesa.
Con este gesto el Señor toma posesión de nosotros diciéndonos: Tú me perteneces.
Tú estás bajo la protección de mis manos. Tú estás bajo la protección de mi corazón.
Tú estás protegido bajo el hueco de mis manos y te encuentras en la inmensidad de mi
amor. Estás en el espacio de mis manos, dame las tuyas (...) ¡No tengas miedo! Estoy
contigo. ¡No te dejo, y tú no me dejes!. La vivencia entrañable de esta realidad en
nuestra vida y ministerio hace que caminemos con esperanza.
4.3. Ser sacerdote es ser hombre de oración
El estilo de vida del modelo apostólico primero postula en la vida y ministerio del
sacerdote el ser hombre de oración. Ser sacerdote, ser amigo de Jesús, significa ser
hombre de oración.
Después de largos años de vida de ministerio, considero que un sacerdote, cada día,
debe dedicar la mañana a la oración apostólica y al estudio de la Palabra de Dios, y la
tarde a la acción pastoral. Jesús se retiraba durante muchas noches enteras a la
montaña para rezar a solas. También nosotros tenemos necesidad de retirarnos a esa
montaña de la oración para entrar en una relación íntima con Jesús.
Esto significa, como nos recuerda el Papa Benedicto XVI, que tenemos que
conocer a Jesús de una manera cada vez más personal, escuchándole, viviendo junto a
él, estando con él. Escucharlo en la “lectio divina”, es decir, leyendo la Sagrada
Escritura, pero no de una manera académica sino espiritual; de esta manera
aprendemos a encontrar a Jesús presente que nos habla (...). La lectura de la Sagrada
Escritura es oración, tiene que ser oración, tiene que surgir de la oración y llevar a la
oración. Es importantísimo en el sacerdote el rezo de la liturgia de la horas como
oración de la Iglesia, ya que es la oración de los sin voz y de los pobres. Es de sumo
interés recordar que el apóstol de Andalucía, San Juan de Ávila, en su tiempo,
dedicaba dos horas de oración por la mañana y dos horas de oración por la tarde.
Mis queridos sacerdotes, si estamos dedicados a la oración y contemplación y al
estudio de la Palabra, podremos ser creativos para estar hoy al lado del mundo de la
cultura y de los pobres; al lado de los inmigrantes y del mundo del trabajo, y también
de la nueva situación social y política; aprenderemos a estar al lado de los jóvenes y
de la familia, y en la formación de un catecumenado permanente de adultos.
Comprendo que para tener esta actitud contemplativa hay que educar ya, desde el
mismo Seminario, en los noviciados y lugares de formación, y en las parroquias, dado
que el creyente del siglo XXI o es un contemplativo o no tiene nada que hacer, como
decía el Papa Juan Pablo II. Esta actitud contemplativa no es exclusiva de los
monasterios de clausura, religiosos o presbíteros, sino que debe estar también al
alcance de todos los laicos, porque juntos tenemos que hacer este camino
evangelizador.
La contemplación apostólica hay que vivirla tal y como la vivió el apóstol San Juan
in sinu Jesu. El mismo Jesús ya vive in sinu Patris. El apóstol in sinu Jesu et in sinu
ecclesiae. El sacerdote debe permanentemente recostar su cabeza sobre el pecho de
Jesús, todos los días, con una actitud contemplativa para recoger los latidos del
corazón apostólico de Cristo y poder llevar esos mismos latidos a la tarea
evangelizadora.
4.4. Ser sacerdote es ser amigo de Jesús. Fraternidad sacerdotal y fraternidad
apostólica
El estilo de vida del modelo apostólico primero pide, en la vida y ministerio de los
presbíteros, ser amigos de Jesús. También hay que cuidar e intensificar la vida de
fraternidad íntima entre los presbíteros y la fraternidad apostólica con los laicos,
religiosos, religiosas y consagrados.
Los sacerdotes somos amigos de Jesús. Así nos lo recuerda el Papa Benedicto
cuando dice: No os llamo ya siervos, sino amigos (...) El Señor nos hace amigos
suyos: nos confía todo; se confía a sí mismo para que podamos hablar con su yo in
persona Christi capitis. ¡Qué confianza! Verdaderamente se ha puesto en nuestras
manos. Este es el significado profundo de ser sacerdote: ser amigo de Jesucristo.
Tenemos que comprometernos con esta amistad cada día. Amistad significa comunión
de pensamiento y de voluntad (...) La amistad con Jesús es siempre por antonomasia
amistad con los suyos. Sólo podemos ser amigos de Jesús en la comunión con Cristo
total, con la cabeza y el cuerpo; en la lozana vid de la Iglesia animada por su Señor.
El Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, subrayó la necesidad de hacer de la
Iglesia la casa y escuela de la comunión. Hace ya algunos años que venimos
promoviendo y animando una espiritualidad de comunión y fraternidad,
esforzándonos incansablemente, a fin de que este sea uno de los principios educativos
de fondo en todos los ámbitos: en la parroquia, asociaciones, hermandades y
movimientos eclesiales, en todos los organismos diocesanos y, sobre todo, en el
Seminario, en los noviciados de vida consagrada y entre los laicos. Hay que potenciar
los encuentros ordinarios, viviendo el misterio de comunión para la misión.
4.5. Disponibilidad interior para aprender para la vida: la formación
permanente
El estilo de vida del modelo apostólico primero exige, también, la formación
permanente, entendida como la docibilitas, es decir, disponibilidad interior para estar
siempre dispuestos a aprender para la vida.
San Pablo, en la segunda carta a los corintios, nos presenta un modelo de
actuación. Un modelo de vida de ministerio ejercido en circunstancias difíciles.
El apóstol, en el último tramo de su vida apostólica, en plena noche oscura del
alma, confiesa que todavía no está vuelto del todo al Señor, porque le molestan sus
flaquezas, aún no está reconciliado con sus flaquezas y debilidades y ruega al Señor
insistentemente que le libre de esa situación. Él afirma: Por tres veces rogué al Señor
que se alejase de mi. Pero él me dijo: Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra
perfecta en la flaqueza. Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome, sobre todo en
mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Por eso me complazco en mis
flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias
sufridas por Cristo; pues, cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte (2 Cor 12,
8-10).
El apóstol Pablo, una vez que escucha aquellas palabras de Jesús: mi gracia te
basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza, queda reconciliado con sus
flaquezas, entiende y acepta sufrir evangelizando en debilidad y fragilidad, como un
encargo que ha recibido del Señor Jesús. El Señor es la fuerza en la debilidad. El
Señor es la energía en la dulzura. El Señor es la medida, el canon, el camino de la vida
apostólica, por eso grita: por mi parte, muy gustosamente gastaré y me desgastaré
totalmente... (2 Cor 12, 15). Después de Cristo ha sido el apóstol Pablo el que mejor
ha vivido el misterio pascual.
Nuestro presbiterio diocesano durante este curso 2006-2007 va a estudiar, meditar
y orar en formación permanente in situ, y en los retiros de arciprestazgos, esta
situación descrita por el apóstol Pablo. De esta forma considero que encontraremos,
también, este estilo de formación permanente para la vida apostólica y la nueva
evangelización, con un nuevo ardor y nuevos métodos.
5. Llamados a ser santos en el camino ordinario de cada día
El estilo de vida del modelo apostólico primero exige, en la vida y ministerio de los
presbíteros, vivir la propia vocación a la santidad en el camino ordinario de cada día,
mediante la caridad pastoral.
El obispo y los presbíteros tenemos que vivir nuestra propia vocación a la santidad
en el ejercicio de la caridad pastoral, en un contexto cotidiano de dificultades externas
e internas, de debilidades y fragilidades propias y ajenas, de imprevistos cotidianos,
de problemas personales e institucionales.
Esta situación cotidiana debemos afrontarla con entrañas de misericordia, amor y
equilibrio, armonizando los múltiples compromisos entre sí y celebrando los divinos
misterios, la oración privada, el estudio personal, la programación pastoral, el
recogimiento y el descanso necesario.
Con la ayuda de estos medios y, sobre todo, en el ejercicio de la caridad pastoral y
la gracia que Dios concede, desempeñemos cada día nuestro ministerio como
verdaderos testigos de la esperanza, anunciando el Evangelio de la alegría y de la
esperanza.
6. Vivir en un cenáculo permanente
El estilo de vida del modelo apostólico primero exige, en la vida y ministerio del
presbítero, vivir en un permanente cenáculo, que la Iglesia lleva en su corazón, con
María, la madre de Jesús, en actitud de oración para recibir el Espíritu Santo y salir a
los caminos a anunciar el Evangelio de la esperanza.
Sin el Espíritu Santo no podemos hacer nada y menos evangelizar. Como aquellos
primeros apóstoles, en aquella primera hora de la Iglesia, los sacerdotes tenemos que
permanecer con María en una actitud de oración. La Virgen nos enseña a mirar a
Jesús, y nos enseñará a vivir en fraternidad. Ella nos alienta a recibir el Espíritu Santo
que nos estimula a anunciar el Evangelio del Reino con ilusión y esperanza.
Espero, mis queridos sacerdotes, que estas notas sencillas os puedan ayudar a la
reflexión y oración personal y para encontrarnos en fraternidad sacerdotal y
apostólica.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 14 de septiembre de 2006.
DOMUND 2006
San Francisco Javier, testigo y maestro de la misión
Mis queridos diocesanos:
Me es grato comunicaros que el día 22 de octubre celebra la Iglesia el Día del
Domund (Jornada Mundial de la Propagación de la fe) y el compromiso de todos para
anunciar el Evangelio de Jesús a todas las gentes.
1. San Francisco Javier
La figura de Francisco Javier, cuyo V Centenario de su nacimiento
conmemoramos, ha servido de lema para la Jornada de este año 2006. Reza así: San
Francisco Javier, testigo y maestro de la misión. La Iglesia ha propuesto a este santo
navarro junto con Santa Teresa del Niño Jesús, como intercesores de la acción
misionera de la Iglesia.
La vida de San Francisco Javier es una de las aventuras misioneras más atrayentes
de todos los tiempos. Como ha dicho el Papa Benedicto XVI, en su eslogan para estos
días: La caridad, alma de la misión. Francisco Javier tuvo un corazón eminentemente
misionero: su amor absoluto a Dios y su celo evangelizador hacen de él un apóstol
extraordinario, un verdadero testigo y maestro de la misión.
2. Testigo...
El testimonio de Javier aparece escrito, tal y como él mismo lo sintió al escribir a
sus compañeros de París: Muchas veces me mueven pensamientos de ir a los estudios
de esas partes, dando voces, como hombre que tiene perdido el juicio, y
principalmente a la Universidad de París, diciendo en la Soborna a los que tienen
más letras que voluntad para disponerse a fructificar con ellas: cuántas ánimas dejan
de ir a la gloria y van al infierno por la negligencia de ellos... Estas palabras reflejan
el ímpetu apostólico de Javier y su celo evangelizador, de ahí sus llamadas incesantes
y su insistencia en la responsabilidad misionera.
3. ... y Maestro
Su figura, su gran personalidad y su profunda espiritualidad, hacen de San
Francisco Javier un testigo y maestro de la misión. La mística de su espiritualidad
misionera es muy sencilla: Trabajar incansablemente por las almas, darse
generosamente a ellas conjugando maravillosamente la desconfianza en su nada, con
la prodigiosa confianza en el poder de Dios. Considero que su testimonio nos debe
animar hoy a vivir la misión con un impulso nuevo y renovado.
4. La misión
Es urgente, al estilo de Francisco Javier, llevar adelante la misión de Cristo de
predicar el Evangelio a todos los hombres (cf. Mt 28, 19-20), que nos lleva al
conocimiento de la verdad, convirtiendo nuestro corazón a la justicia, al amor de Dios
Padre. Esta ha de ser una preocupación insoslayable de toda la comunidad cristiana.
El Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, nos recordaba que la misión ad gentes es
aquella a la cual se dirige la actividad misionera de la Iglesia: pueblos, grupos
humanos, contextos socioculturales donde Cristo y su Evangelio no son conocidos.
Esta realidad del mundo reclama una actuación particular en la formación de cada
bautizado para que sienta el compromiso de la misión universal.
Debemos entender la misión de la Iglesia con respecto a la del mundo de forma
integral. La misión de la Iglesia, aunque es espiritual, implica también la promoción
humana incluso en el campo temporal. El amor que impulsa a la Iglesia a evangelizar
y comunicar la salvación, le hace también promover la liberación integral de todo lo
que impide el desarrollo de las personas.
Por eso, es mi deseo, como Pastor de esta Iglesia de Cádiz y Ceuta que todos,
iluminados como San Francisco Javier por la luz del Espíritu Santo, busquemos y
sepamos vivir y encaminar a nuestros hermanos a esta celebración del 2006.
5. El manantial
La Iglesia peregrina es misionera por naturaleza, puesto que toma su origen de la
misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre, pero este
designio dimana del amor fontal de la caridad de Dios Padre.
El manantial del amor, fundamento de cualquier otro amor, llega hasta nosotros. Es
la obra de Jesús de Nazaret hacer sensible el amor de Dios, de tal manera, que todos
nos sintamos verdaderamente llamados a compartir ese amor. El Papa Benedicto XVI
afirma que desde sus orígenes, el pueblo cristiano percibió con claridad la
importancia de comunicar, a través de una incesante acción misionera, la riqueza de
este amor a todos los que todavía no conocían a Cristo (Cfr. Discurso a los
participantes en un Congreso sobre el Decreto Ad gente, Roma, 11 de marzo de 2006).
Esta es la esencia de la misión.
6. Acción misionera en nuestra Diócesis
Esta acción misionera, desde el amor, a nuestra Iglesia de Cádiz y Ceuta, está
expresada en la presencia de paises de misión de muchos misioneros, religiosos,
religiosas y seglares y un sacerdote diocesano el P. Antonio Diufaín que hasta este
mes de septiembre ha estado en la República Dominicana, en la Parroquia de San
Pedro de Macorís, y este año ha venido para realizar un año sabático, y después
continuar en la misión, donde el Señor quiera.
Os invito a fomentar y animar el espíritu misionero en las familias, comunidades
cristianas, las parroquias, los centros docentes y los movimientos eclesiales, y así
fomentar las vocaciones misioneras.
7. Oración y colaboración económica
Dispongámonos por la oración, los sacrificios, el trabajo y la limosna, a hacer de
este día del Domund, un día especial, donde descubrir y reafirmar nuestra vocación
misionera, proclamando con María la liberación de Dios.
La Virgen María aliente, anime y sostenga la acción misionera en nuestra Iglesia
de Cádiz y Ceuta.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 2 de octubre de 2006.
HOMILÍAS
EN LA CORONACIÓN CANÓNICA DE LA IMAGEN DE
MARÍA SANTÍSIMA DE GRACIA Y ESPERANZA
San Fernando, Parroquia Divina Pastora,
16 de septiembre de 2006
Es para mi motivo de alegría y de acción de gracias el poder estar con vosotros, en
esta plaza pública, engalanada magníficamente, en este día inolvidable de la
celebración del primer centenario del tránsito a la gloria del Beato Marcelo Spínola, y
de la coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza.
Alegraos, queridos cofrades, isleños y peregrinos que, desde lejanos lugares, habéis
llegado hasta esta celebración. Vivamos este acontecimiento singular con ilusión,
entusiasmo y esperanza.
Esta efemérides es un momento especial de gracia y esperanza. Todo San
Fernando, todos los isleños, participan con agrado en esta coronación canónica de la
Virgen de Gracia y Esperanza.
1. Cantos de alegría
Durante estos días, los poetas y el pregonero han cantado la hermosura y la belleza
de la Virgen de Gracia y Esperanza. De ahí la preparación de actos referidos a la
coronación: ofrenda floral, conciertos y certámenes literarios y la obra de caridad y
solidaridad, sensibles a la situación que padecen tantos y tantos desfavorecidos y
necesitados.
Durante estos días, una nota de alegría y auténtica devoción a la Virgen de Gracia
y Esperanza ha salpicado nuestras calles y plazas. Toda esta corriente de vida y
alegría mana como de su fuente, en esta Parroquia de la Divina Pastora, y de esta
Hermandad de la Virgen de Gracia y Esperanza.
2. Un barrio humilde vive la Coronación
Hace dos años que en esta misma plaza vibrábamos ante la Coronación de la
Divina Pastora de la Almas, en la Solemnidad de Todos los Santos y en el
Cincuentenario de la Parroquia.
Hoy asistimos alegres a esta Coronación de la Santísima Virgen de Gracia y
Esperanza. Hoy tiene cumplimiento el deseo formulado hace más de quince años de
espera, el sueño de lo hermanos de la Sagrada Oración en el Huerto, se realiza en esta
celebración. La bellísima y antigua imagen de María Santísima de Gracia y Esperanza
es coronada canónicamente en el primer centenario del tránsito a la gloria del Beato
Marcelo Spínola ¡Enhorabuena, hermanos!
El pueblo cristiano de San Fernando invoca a la Virgen María y venera sus
imágenes, ora ante ellas, las adorna con flores, luces, mantos y joyas, las lleva en
procesión. y las corona con coronas de gloria, talladas y esculpidas en la imagen como
complemento necesario de especial significación.
La Iglesia saluda a la Virgen María como Señora y Reina. Para honrar tanta
dignidad y grandeza, los fieles han ido poniendo coronas a las imágenes de María, y la
Iglesia no sólo ha aprobado este proceder, sino que ella misma ha instituido un Rito
solemne de Coronación.
Y es que la corona no es un adorno caprichoso. La corona es traducción
iconográfica del mensaje evangélico, es un signo santo que tiene a Cristo por último
referente, es una catequesis y un estímulo para nuestra vida cristiana. La Iglesia
siempre ha mirado a la Virgen María como Virgen Coronada por Dios. Y así hemos
de mirar hoy nosotros esta coronación canónica de la Santísima Virgen de Gracia y
Esperanza.
3. Situación histórica de la Coronación
Celebramos al mismo tiempo que la deseada coronación, el primer centenario del
tránsito a la gloria del Beato Marcelo Spínola, Cardenal Arzobispo de Sevilla, nacido
en San Fernando.
El arzobispo mendigo se distinguió por su amor a la Eucaristía, por la caridad y su
profundo amor a Jesucristo y a la Santísima Virgen. Él decía: El trato con Jesucristo
Sacramentado es fuente de inagotables beneficios.
El arzobispo mendigo defendía con el mismo entusiasmo a esos pobres obreros,
como abogado laborista en Huelva, que se oponía con toda el alma a una ley injusta
en el senado de la Nación y estaba atento a las necesidades de los pobres de la calle.
La mariología del arzobispo mendigo fue una mariología de vanguardia
anticipándose en su época al Vaticano II: La religiosidad popular es la forma que
tiene el pueblo, es decir, la gente sencilla, de vivir y expresar su relación con Dios y
con María Santísima.
4. Un camino desconcertante
La Palabra de Dios que hemos escuchado nos ayuda a entender este camino de la
coronación canónica. Entender el camino de la cruz y entender el significado de la
coronación. Jesús le dice a Pedro: Tú piensas como los hombres, no como Dios.
Entender la coronación canónica y en el verdadero sentido cristiano y entender el
camino de la espera y de gracia y esperanza.
El Reino de Dios se construye con el sacrificio de la propia vida en favor de los
demás. Así lo proclama el siervo de Yavé y el mismo Jesús (Is 5, 5-10 y Mc 9, 27-35).
Sin embargo el apóstol Pedro no lo comprende. El cristiano debe reconocer el valor
del sufrimiento y de la cruz. Jesús después de escuchar la respuesta de Pedro indica
que va a padecer, y enseña a sus discípulos a perder la vida para salvarla. El Maestro
exige tres actitudes fundamentales para participar un día de su gloria: Que se niegue a
sí mismo, que cargue con la cruz y que le siga. Pedro al oír hablar de la pasión increpa
al mismo Jesús porque piensa según los criterios humanos y no como Dios. El
cristiano siente también la tentación, como Pedro, de seguir los sentimientos
puramente humanos, pero tiene que redescubrir el valor de la pasión que conduce a la
vida sin fin.
5. Una mujer... coronada con doce estrellas
La Palabra de Dios que es una historia de amor nos ha situado magníficamente en
esta celebración de la coronación canónica de la Virgen de Gracia y Esperanza.
Hemos escuchado hace unos momentos: Apareció una figura portentosa en el
cielo. Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas (Ap
12, 1-2). Esta portentosa mujer es figura de la Iglesia. La Iglesia ha llegado en la
Virgen María a su perfección. Lo que se dice de la Iglesia se dice, también, de María.
Ella, la mujer de Gracia y Esperanza esperó con inefable amor de Madre.
6. Virgen de Gracia y Esperanza Coronada
Larga fue tu espera, Santa María de la Esperanza. A nosotros, en cambio, ricos de
tiempo y sin suficiente aguante, nos cuesta trabajo esperar.
Larga fue tu espera, Santa María de Gracia y Esperanza, en tu silenciosa vida de
Nazaret, hasta que el Señor miró la pequeñez de su esclava (Lc 1, 48). Larga fue tu
espera desde la Anunciación hasta el nacimiento de Jesús. Larga fue tu espera en la
noche del destierro a Egipto, en Jerusalén, buscando al niño perdido; en Caná,
ignorando la hora de Dios; en el Calvario esperando amargamente la muerte de su
Hijo; en el Cenáculo, esperando la Resurrección, y más tarde, la venida del Espíritu
Santo. Larga ha sido, también, nuestra espera que hoy vemos cumplida con esta
coronación. De tí, Virgen de Gracia y Esperanza hemos aprendido a esperar.
7. Coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza
Una alegría indescriptible e inenarrable respiramos esta mañana radiante de luz y
alegría. Hoy eres aclamada como Reina, por estos hijos tuyos que sienten en sus vidas
tu amorosa intercesión. Ante ti, humilde Madre del Señor, Virgen de Gracia y
Esperanza, la Trinidad gloriosa te corona en el cielo y te venera, como Virgen de
Gracia y Esperanza. Y hoy, signo de filial devoción, nosotros colocamos en tu imagen
la corona de amor y de fe de esta parroquia y hermandad, y ciudad de San Fernando
que te aclama y venera como Reina y Madre de Gracia y Esperanza
8. Miremos y contemplemos a la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada
Contemplemos brevemente el significado de la Coronación de la Virgen de Gracia
y Esperanza.
Apareció una mujer.... coronada con doce estrellas (Ap 12,10). Coronar es signo
de realeza.
No andemos quitando a la Virgen ni ocultándole la corona de gloria con la que el
Señor la ha coronado. Algunos no han descubierto la verdadera imagen de María, ni
su lugar en los planes de Dios. No han entendido su verdadera misión y han sustituido
su verdadera imagen por caricaturas... descuidadas y ruínes en su veneración, no
acuden a Ella, prescinden de Ella. ¡Y no saben lo que se pierden!
María no es un estorbo para ir a Dios. María no es un lujo en la vida cristiana.
María no es una entrometida en vuestras relaciones con Dios... Todo en María
conduce a Dios, lleva a Dios.
María en su vida realizó la perfecta figura del discípulo de Cristo, espejo de todas
las virtudes y vivió las bienaventuranzas evangélicas predicadas por Cristo. Miremos
a María. Imitemos a María, la Virgen Coronada por Dios.
9. El Señor me ha coronado
El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado. La liturgia pone en
labios de la Virgen esta exclamación de clara resonancia bíblica: Me ha coronado.
Coronar es poner, con solemnidad y reverencia, una corona de gloria sobre la cabeza
del que la ha merecido. No existe ninguna persona más digna de ser coronada que la
Virgen María, Madre de Dios, la llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres, la
que llaman bienaventurada todas las generaciones, la Hija predilecta del Padre,
después del Hijo primogénito Jesucristo, la que es Madre del Hijo de Dios, Rey del
Universo, la más espléndida gloria del Espíritu Santo. Bien merece una corona. La
Virgen Santísima de Gracia y Esperanza merece esta corona.
Coronar es culminar una obra importante. La Virgen es la culminación feliz de la
obra grande de Dios en el mundo.
La corona en las sienes de María es la traducción iconográfica del Magnificat:
constantemente está proclamando la grandeza del Señor.
La coronación de Nuestra Señora ha provocado entusiasmo en el cielo y en la
tierra. Teólogos, místicos y poetas han estudiado, profundizado y cantado este
misterio.
Nosotros, al verla así coronada y exaltada, no podemos más que gritar con
entusiasmo: Más que tú, sólo Dios, sólo Dios. Alabando a la obra ensalzamos al autor.
9.1. La corona es premio. Cuando decimos coronación, queremos decir que María
ha recibido del Señor una gloria singular como galardón, premio y recompensa de su
fidelidad. Con qué gozo le diría el Señor cuando Ella se presentó a Jesús: Muy bien,
sierva buena, sierva fiel entra en el gozo....
9.2. La corona es signo de victoria. Dichoso el que soporta la prueba, porque una
vez aquilatado, recibirá la corona de la vida, que el Señor ha prometido a los que le
aman. San Pablo en medio de sus luchas y peligros exclamó: He combatido... ahora
me espera la corona merecida.
9.3. La corona es signo de esperanza. Confiad yo he vencido al mundo, dice el
Señor. El futuro es Cristo. Miremos a María, Madre de Gracia y de la Santa
Esperanza.
9.4. La corona es signo de honor, símbolo de dignidad. Todo ser humano es
coronado de gloria y dignidad. En la frente de María significa su excelsa dignidad de
Madre de Dios, su dignidad singular y trascendente, única e irrepetible. Todo ser
humano está coronado de gloria y dignidad.
9.5. La corona es signo de grandeza. Ante la Virgen coronada nos preguntamos:
¿Dónde está la grandeza de la persona humana? En el mundo hay tres grados de
grandeza: a) la grandeza de los cuerpos: belleza, vigor físico, poder; b) la grandeza de
la mente: intelectualidad, ciencia, técnica; c) la grandeza del amor.
La grandeza de Cristo es la grandeza del amor. Él no ha venido a hacer alarde de
intelectualidad. Él ha venido a amar.
9.6. La corona es signo de martirio. Los mártires son los coronados; son corona de
la Iglesia y gloria de la humanidad, no amaron tanto la vida que temieran la muerte.
Han llegado al Reino con la palma del martirio, y de la mano de Dios han recibido la
corona de gloria. Los mártires son creíbles porque se dejaron matar. Los cristianos
hemos de estar en permanente actitud martirial. La corona es símbolo de santidad de
vida. Todos estamos llamados a ser mártires, es decir testigos. La santidad de vida es
una victoria que tiene en el cielo reservada una corona.
9.7. La corona es símbolo de santidad de vida. Las vírgenes que son la flor de la
familia de la Iglesia, la parte más ilustre del rebaño de Cristo, son representados en el
arte sacro con coronas en la cabeza, como reinas, o en las manos en actitud de ofrenda
a Dios.
Los santos son corona de la Iglesia. Hay muchos santos y santas vivos entre
nosotros. El mundo necesita que haya santos, hombres y mujeres de esta clase que
devuelven la confianza en la humanidad, animan y estimulan. Son la perla más
brillante de la corona de María.
El brillo de la corona, símbolo de la santidad, nos tiene que interpelar fuertemente.
¿Por qué los santos? El secreto de María es Jesús. Esa corona brillante que lleva la
Virgen la hizo un artífice. También hay un artífice de la santidad que trabaja en
nosotros la imagen de Cristo. Dejémonos trabajar por el divino artista, que es el
Espíritu Santo, Señor y dador de vida. En la corona de la Virgen todos tenemos un
puesto reservado.
9.8. Hay coronas de luces. Las lámparas en forma de corona, que cuelgan de los
templos, realizadas en oro, plata, hierro, bronce.
9.9. Hay coronas de rosas. De rosas naturales o estilizados, que rodean la imagen de
la Virgen María como aureola o que, en forma de corona, adornan su cabeza. La rosa
es símbolo típico de María, Madre de Dios, "Rosa mística” brotada de los patriarcas
y reyes.
¡Tú, Virgen de Gracia y Esperanza, hoy eres coronada!
10. Invitación que nos hace la Virgen de Gracia y Esperanza en el día de su
Coronación Canónica
En este día de la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada, desde su trono nos dice:
Soy vuestra Madre, soy vuestra Reina. Estoy coronada, pero soy vuestra servidora,
porque servir es reinar. Ella nos dice: ¿en qué puedo serviros?
Ella nos invita en este momento histórico que estamos viviendo y nos señala el
camino a seguir y nos dice: Haced lo que Él os diga. Radicalidad evangélica.
En este día Jesús nos dice que tengamos los mismos sentimientos que Él tuvo, que
nos neguemos a nosotros mismos, que tomemos la cruz de cada día y le sigamos.
10.1. A purificar el polvo del camino. Es decir, hay que ahondar en los fundamentos
de esta auténtica devoción y amor a la Virgen de Gracia y Esperanza Coronada, y
estar capacitados para infundir en estas raíces la fe y plenitud evangélica.
Os invito a todos vosotros, a hacer de esta Hermandad, parroquia y barrio, un
verdadero lugar de devoción mariana, una verdadera escuela de vida cristiana en la
que crezca la fe y se fortalezca con la Palabra de Dios, con la conversión, con la
recepción frecuente de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y Penitencia, y,
de este modo, florezcan las obras de caridad, solidaridad y fraternidad, y las
vocaciones de especial consagración: vida consagrada y ministerio sacerdotal. En esta
parroquia de la Divina Pastora debéis conocer cada día más y mejor a Nuestro Señor
Jesucristo y lo deis a conocer a los demás.
10.2. A la transmisión de la fe desde la familia y en la familia, tal y como nos lo ha
recordado el Papa Benedicto XVI recientemente en Valencia: La familia cristiana
tiene hoy, más que nunca, una misión nobilísima e ineludible, como es transmitir la
fe, que implica la entrega a Jesucristo, muerto y resucitado y la inserción en la
comunidad eclesial, al mismo tiempo, llevar a cabo el mensaje de la defensa de la
vida y del respeto a la vida, ya desde el seno materno, en todo momento y hasta el
final de la vida. Nos invita también a ser constructores de paz. Es decir, a colaborar
para hacer crecer una convivencia fraterna en nuestra sociedad: una convivencia que
reclama la puesta en práctica de una verdadera justicia social, de una equitativa
distribución de las riquezas, con el fin de que se remedie la situación del trabajo en
nuestra sociedad.
10.3. A trabajar por la civilización del Amor. El Papa Benedicto al mundo entero lo
ha invitado a vivir en el amor, como nos dice en su Carta Encíclica Dios es Amor. Os
invito a superar el individualismo y egoísmo que destruye el tejido social del mundo
moderno. Hay que trabajar por la civilización del amor, del perdón y de la
reconciliación. Hay que tener entrañas de misericordia y amor con toda clase de
personas y situaciones: los enfermos, desfavorecidos de nuestra sociedad, los últimos
de los últimos, que son los enfermos terminales de Sida o la droga.
11. Eucaristía y acción de gracias
Un nuevo camino, una nueva senda aparece ante nosotros, en este día de la
coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza.
Aquí y ahora, queridos cofrades, isleños feligreses, la Virgen de Gracia y
Esperanza Coronada, nos invita a seguir sus huellas, que no son otras que las huellas
de su Hijo Jesucristo. Por eso, nuestra vida tenemos que concebirla como un tránsito,
como el del Beato Marcelo Spínola y la Virgen de Gracia y Esperanza.
Virgen de Gracia y Esperanza, sé tú nuestra compañera de camino siempre. Hoy
recordamos a nuestros queridos hermanos difuntos, que asisten a tu coronación desde
otro lugar en el que tú también habitas y estás coronada, llena de gracia y esperanza.
En esta Eucaristía, damos gracias a Dios y a todas aquellas personas que han hecho
posible esta coronación, en este primer centenario del tránsito a la gloria del Beato
Marcelo Spínola, arzobispo mendigo.
Todo el pueblo de San Fernando, todos los isleños y cofrades damos gracias a la
Virgen de Gracia y Esperanza y le decimos: Tú eres Señora del silencio y de la cruz.
Tú eres Señora del amor y de la entrega. Tú eres Señora de la alegría y de la Gracia
y la Esperanza Coronada.
EN LA V ASAMBLEA DIOCESANA DE CATEQUISTAS
Campano, 30 de septiembre de 2006
Esta tarde otoñal, amadísimos catequistas, en este clima de pequeño cenáculo y
dentro del marco celebrativo de la Eucaristía, expresáis vuestra disponibilidad y
compromiso en la tarea evangelizadora de la catequesis.
Siento un gran gozo y entusiasmo especial al poder estar con vosotros en esta V
Asamblea Diocesana de Catequesis. Aprovecho la ocasión para expresar mi
agradecimiento públicamente como obispo de todos los catequistas presentes y
ausentes, en nombre de la Iglesia.
1. Preciosa tarea de ser catequista
¡Catequistas! No olvidéis nunca la tarea tan preciosa que lleváis a cabo porque la
hacéis en nombre del Señor. Para eso habéis sido llamados y enviados. Vivid con
ilusión y entusiasmo esta tarea delicada de la transmisión de la fe, por medio de la
Palabra de Dios. Este es el compromiso sobre el cual habéis estado reflexionando y
orando.
La reflexión de todo este día nos ha ayudado magníficamente a situarnos en esta
celebración eucarística. Entre nosotros ha aparecido la Virgen María, como discípula,
como la gran oyente de la Palabra. Ella escuchó y guardó en su corazón de Madre la
Palabra, y el Verbo se hizo carne.
2. María, Madre y Modelo de catequistas
María, meditaba en su corazón, la Palabra de Dios: “María guardaba estas cosas y
las meditaba en su corazón”(Lc 2, 19). María es modelo destacadísimo de catequistas,
cuando acoge la Palabra, la guarda en el corazón y la hace vida. María es prototipo
acabadísimo de catequistas, cuando conoce al Señor y lo da a conocer. Ella camina
siempre con su Hijo, lo presenta, lo ofrece y se ofrece con Él.
María es también figura paradigmática de catequistas cuando no solamente da a
conocer a Jesús, sino que también es compañera de camino. Ella nos pasa a Jesús para
que hagamos lo que Él nos diga, y la que nos enseña en el cenáculo a que abramos
por entero las manos para acoger el fuego de su amor. Ella misma hace con Jesús la
travesía pascual y nos acompaña a nosotros en el camino pascual. Todo catequista
debe unirse a María. María se presenta así como la imagen viva del catequista.
3. Necesidad del estudio de la Palabra de Dios
El catequista necesita conocer la Palabra de Dios, para que su trabajo no resulte
vacío, ni superfluo; es más, debe conocer y vivir aquello que quiere comunicar: en
este caso, conocer a Jesucristo y conocer el Evangelio. Y este conocimiento de
Jesucristo hace, fragua, diseña al catequista.
Los padres conciliares decían en el Concilio Vaticano II: Es necesario.... que los
catequistas dedicados al oficio de la Palabra, han de leer y estudiar asiduamente la
Palabra de Dios (DV 25). Decían los padres conciliares: estudiar asiduamente, es
decir, a menudo, todos los días.
4. Releer la vida a la luz de la Palabra de Dios
La Biblia es la gran carta a través de la cual Dios Padre se dirige a sus hijos, que
peregrinan en el mundo, y habla con ellos (cf. DV 21). La Escritura nos hace
participar de la vida, voluntad y pensamiento del mismo Dios. San Jerónimo afirma:
Quien desconoce la Escritura ignora a Cristo.
5. La vida del verdadero catequista
La vida del verdadero catequista exige:
- Escuchar permanente de la Palabra de Dios. Hay que aprender a escuchar mejor.
- Releer la vida a la luz de la Palabra de Dios.
- Aceptar con ternura y misericordia nuestra propia identidad como catequistas.
- Redescubrir al Dios de nuestras llamadas.
- Ofrecer la oportunidad de que el catequista se encuentre consigo mismo a la luz
de la Palabra de Dios, se vaya conociendo, y busque los instrumentos adecuados
para seguir afrontando y dinamizando su vida como catequista.
- Centralizar su vida de catequista desde la centralidad de la Palabra de Dios, como
principio y eje de su vida.
- Sentirse caminante con los que caminan y buscador con los que buscan. De esa
forma vivirá la alegre sorpresa de ser evangelizado por aquellos a quienes desea
anunciar el Evangelio.
- Estar abierto a todos, pero, sobre todo, a los más pobres, los más pequeños,
tendiendo la mano y ofreciendo gestos de ternura.
6. Estudio personal de la Palabra de Dios
Métodos hay muchos. Son muchos los instrumentos que podemos usar. Os
propongo uno de ellos. Se trata de un estudio personal, y comprende tres pasos:
Me pongo en la presencia del Señor
Tomo una actitud de escucha a lo que Dios quiera decirme. Él sale a mi encuentro.
Me hago consciente de mi mismo, estoy con todos mis sentidos, vivo el momento
presente. Presto atención a Dios: Él está ante mi, yo estoy en su presencia. Puedo
repetir alguna de estas frases: Tú estás cerca... Tú estás aquí... Tú estás en mi... Tú
eres más interior a mí, que yo mismo... Señor, tu me sondeas y me conoces.
Escucho su Palabra
Leo con fe el texto evangélico, lentamente, prestando atención a cada frase. Me
dejo penetrar por lo que leo. Contemplo al Señor en lo que hace, qué dice, qué
sentimientos manifiesta, cuál es su actitud ante el Padre, ante las personas, ante los
acontecimientos, ante las cosas.
Le respondo
Me miro ahora a mí mismo con la conciencia de que el Señor está presente y me
dirige a mí sus palabras, como las dirigió a las personas con las que vivía. Le expreso
mis sentimientos de alabanza, de acción de gracias, de disponibilidad a su voluntad, le
pido ayuda. No se trata de hablar mucho. Hay que contemplar el silencio.
Expreso mi confianza, le pido perdón y de que su Reino se extienda cada vez más.
Y antes de terminar, le doy gracias porque ha sido el Espíritu de Jesús el que ha
estado alentándome y animando mi vida de catequista. Le doy gracias por quienes han
sabido ser fieles, como María.
7. Pequeños cenáculos
Os invito vivamente a crear pequeños cenáculos (Hch 1, 12-14), en las parroquias,
en los barrios y en las casas en donde se imparte la catequesis mediante el estudio de
la Palabra de Dios.
María, presente en el cenáculo, enseñó a los discípulos a mirar a Jesús y a acoger
la Palabra de Dios. Ella, presente en el cenáculo, enseña a los discípulos a abrir el
corazón al Espíritu. Ella, presente en el cenáculo, enseña a los discípulos a orar y a
permanecer en la oración. Ella presente en el cenáculo, enseña a los discípulos a
compartir el amor, teniendo un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4, 32), y a vivir
como verdaderos hermanos en fraternidad.
8. Eucaristía y acción de gracias
En esta Eucaristía demos gracias al Señor por la colaboración de los laicos
comprometidos como catequistas. Es una colaboración preciosa y muy necesaria. Los
catequistas sois los que desempeñáis una tarea muy importante en la transmisión de la
fe de las nuevas generaciones.
La Iglesia necesita de vosotros y como Pastor de esta Iglesia de Cádiz y Ceuta, os
aliento y animo a que continuéis, con generosidad y compromiso apostólico en esta
maravillosa tarea. El Señor que os da la capacidad de responder a la llamada de la
Iglesia como catequistas, también os dará aquel consuelo y aliento que sólo Él puede
dar, para llevar a cabo el compromiso de la misión recibida como verdaderos
catequistas.
EN LA EUCARISTÍA DE INICIO DE CURSO PASTORAL
DE LA CURIA DIOCESANA, Y ENTREGA
DE LA MEDALLA PRO ECCLESIA ET PONTÍFICE
A LA HERMANA LOURDES
Cádiz, Capilla del Obispado, 6 de octubre de 2006
Es tiempo de acción de gracias por las cosechas recogidas y de pedir perdón por las
faltas cometidas, y de petición para seguir con ilusión sembrando de nuevo.
1. Nuevo curso pastoral
Después de haber disfrutado de un merecido descanso, hemos reanudado la
actividad en todos los sectores de la vida, y, también en la marcha pastoral normal en
nuestra Iglesia diocesana de Cádiz y Ceuta y comunidades eclesiales. Os doy la
bienvenida a este nuevo curso 2006-2007.
Con el mes de octubre podemos decir que se inicia, también un nuevo curso
pastoral, en el que se pone de nuevo en movimiento las actividades de nuestras
parroquias, de nuestras comunidades y movimientos, y de toda la Iglesia diocesana.
Deseo, ante todo, invitaros a que iniciéis esta nueva andadura con ilusión y
esperanza. Tenemos ante nosotros un largo curso que nos permitirá realizar algunos
de los proyectos que hemos concebido, acabar o perfeccionar lo que ya pusimos en
marcha, consolidar cosas y realidades que todavía son incipientes o débiles. Para ello
es necesario poner enseguida manos a la obra y echar a andar.
2. Un nuevo curso cargado de esperanza
Un nuevo curso se abre siempre cargado de expectativas, pero también de
incógnitas. Hay aspectos, dimensiones del curso pastoral que ahora empezamos, que
se pueden prever, otros nos sorprenderán y serán como un desafío a nuestra capacidad
de respuesta ante lo incomprensible.
Para nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta este año debería suponer un nuevo esfuerzo
en la aplicación de las conclusiones de nuestro Sínodo Diocesano. Hay que evitar, a
toda costa, que esas conclusiones se queden en el campo de las buenas intenciones y
buenos deseos, que no llegan nunca a ponerse en obra. Todos somos responsables de
la recepción y aplicación de nuestro Sínodo, tal y como venimos haciéndolo. Este año
el objetivo prioritario es la familia.
3. Comunicación y acción coordinada
El trabajo que realizáis vosotros aquí, en la Curia diocesana, es de suma
importancia.
Os recuerdo lo que subrayó el Papa Pablo VI en su Exhortación Evangelii
Nuntiandi: Quien evangeliza es la Iglesia. Nadie es evangelizador si es un
francotirador, y trabaja a solas. Es necesario trabajar unidos.
El misterio de comunión que es la Iglesia se debe traducir y reflejar en una acción
coordinada y conjunta de las actividades eclesiales. La urgencia, además de la tarea
evangelizadora, obliga a no dispersar esfuerzos, sino unir todas nuestras energías en
orden a su mayor aprovechamiento. Por ello, a quienes trabajan en los servicios
pastorales diocesanos, les pido que estén atentos a las necesidades y a que mantengan
una relación fraterna con ellos, tal y como lo venís haciendo.
4. La Iglesia de Cádiz y Ceuta está viva
Ya hemos empezado las tareas pastorales de un nuevo curso. El Plan Pastoral ya lo
estamos presentando en todas las cabeceras de arciprestazgo. Las parroquias han
abierto sus locales para ofrecer sus servicios eclesiales de catequesis, de formación de
adultos, de atención y acogida, de acción caritativa o litúrgica, los consejos
parroquiales, arciprestales y la vicaría de pastoral ya están presentando los objetivos y
acciones para este curso pastoral.
Gracias a Dios hay vida, y vida abundante, en nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta y
de algún modo todo pasa por esta casa. Gracias a Dios sois muchos los que estáis
participando en la misión siempre ilusionante y nueva de la Iglesia: Anunciar el Reino
de Dios, que se hace presente en Jesucristo, con obras y con palabras, en un mundo
que necesita acciones múltiples de cristianos, guiados por el Espíritu de Dios.
5. Sincero agradecimiento
A todos los que colaboráis en esta misión, dentro de esta casa o fuera de la misma
os muestro mi agradecimiento, y también a todos aquellos que como agentes de
pastoral, bien como trabajadores contratados, quiero manifestaros, una vez más, mi
sincero agradecimiento.
Vuestro servicio es un magnífico testimonio de entrega y de fidelidad a la Iglesia.
La confianza que en vosotros deposita los pastores de la Iglesia es correspondida por
vuestra parte con una respuesta generosa y con una disponibilidad total para servir a
las personas y a las instituciones eclesiales.
Con mi agradecimiento, os ofrezco y también la ayuda de nuestros servicios
pastorales diocesanos. Porque todas y cada uno de las delegaciones diocesanas y
secretariados están erigidos para serviros en los sectores y ambientes donde trabajáis.
En esas delegaciones hay personas competentes y dedicadas, cuya misión es atender a
vuestras necesidades como agentes de pastoral y ofreceros las respuestas que traducen
el sentir de nuestra Iglesia.
Os reitero mi fraterno y cordial afecto, y mi agradecimiento a todos los que os
sentís llamados a participar más activamente en la misión de la Iglesia en esta
colaboración eficaz y generosa en esta Curia Diocesana.
6. Condecoración Pontificia a la Hermana Lourdes
Dentro del marco de esta Eucaristía de acción de gracias y de petición he querido
que la Hermana Lourdes, tan querida y valorada por todos, reciba la distinción que la
Iglesia le ha otorgado, titulada: Pro Ecclesia et PONTÍFICE. Se trata de la entrega de
un Diploma y Condecoración Pontificia.
¿Por qué Hermana Lourdes y cómo llega a ser secretaria particular?
Así lo narra ella misma: Fue en septiembre de 1983, hace ahora 23 años. Para mí
fue una llamada providencial. D. Antonio Dorado, el entonces Obispo de esta
Diócesis pidió, por carta, a la Superiora Provincial de la Congregación de Hermanas
Carmelitas de la Caridad si podía venir la Hermana Lourdes a este Obispado para
colaborar en la Delegación de Enseñanza, con el Padre Antonio Alcedo, que estaba al
frente de esta Delegación y de la de Catequesis.
Con la llegada del P. Marcos Díaz Bertrana, s.j. a esta Diócesis, se separan estas
dos Delegaciones: en la de Catequesis continúa el Padre Alcedo y en la de Enseñanza,
el Padre Marcos.
La Hermana Lourdes queda en la Vicaría General con el P. Ignacio Egurza y el P.
Enrique Arroyo, secretario. A la muerte inesperada del P. Ignacio Egurza, es
nombrado Vicario General el P. Enrique Arroyo y la Hermana Lourdes continúa en la
Vicaria General de secretaria.
A Don Antonio Dorado lo trasladan a la Diócesis de Málaga quedando de
Administrador Apostólico el P. Enrique Arroyo hasta la llegada de D. Antonio
Ceballos. Al no traer el nuevo Obispo un secretario el P. Enrique me envía
provisionalmente a la Secretaría Particular del Sr. Obispo hasta que él nombrara su
secretario. Y, desde entonces estoy en esta secretaría. Esta ha sido mi andadura
durante estos 23 años.
A mi me ha parecido bien, y al Consejo de Gobierno, solicitar a la Santa Sede esta
distinción y condecoración Pro Ecclesia et PONTÍFICE para la Hermana Lourdes que
ha llevado a cabo esta Secretaría particular con entrega y eficacia.
Públicamente, como Obispo de esta Iglesia de Cádiz y Ceuta, doy gracias a Dios
por el trabajo que ha realizado y seguirá realizando la Hermana Lourdes en esta
secretaría particular.
Gracias, Hermana Lourdes, por tu entrega generosa y eficaz en estos trabajos duros
que supone una secretaría particular de un Obispo.
Gracias, porque en este lugar cuyas paredes rezuman la caridad de Joaquina de
Vedruna, tú has realizado tu labor callada y ejemplar.
Gracias, por tu amor al Papa y por tu amor a la Iglesia.
Gracias, por tu gratuidad desde que viniste a esta casa, lo has hecho todo
gratuitamente, cuántas horas, cuántos días, cuántos años. Todos vividos en la
gratuidad, bien colgada al teléfono o al ordenador.... siempre atendiendo a las
personas....
Gracias por tu discreción, por tu silencio, por tu amor a todos los que se han
acercado a esta secretaría: obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, personas
consagradas y fieles cristianos laicos.
Gracias por tu acogida y sencillez, siempre alegre.
Gracias por tu disponibilidad permanente y por tu comunicación abierta al diálogo
y buen humor.
Gracias, por tu postura ante la vida de la Iglesia.
Gracias, porque ante el dolor y el sufrimiento, siempre tienes una actitud serena y
de profunda aceptación.
Gracias, por aceptar con normalidad las dificultades de cada día con elegancia y sin
dramatizar las situaciones.
Gracias, muchísimas gracias, Hermana Lourdes, por el trabajo sencillo, humilde,
amoroso que has realizado y seguirás haciendo hasta que el Señor quiera.
¡Gracias, mil gracias, Hermana Lourdes!
Que Santa María, bajo la advocación del Carmen, te siga protegiendo y te guarde
para que sigas haciendo mucho bien.
EN EL ENVÍO DE LOS PROFESORES DE RELIGIÓN
Bahía de Cádiz, Campo de Gibraltar y Ceuta,
septiembre y octubre de 2006
1. Palabras de saludo
Bienvenidos, queridos profesores. Esta tarde otoñal nos reunimos aquí todos los
que formamos la familia de los profesores de religión.Vosotros sois los educadores
cristianos que ocupáis un lugar insustituible en la Iglesia y en la sociedad. Siento una
especial satisfacción al recibiros y aprovechar la ocasión para mostraros mi
agradecimiento públicamente por vuestra entrega apostólica y por vuestra
colaboración eficaz en la edificación de la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Vosotros estáis
llamados y enviados hoy a participar en el envío misionero y educativo.
En esta Eucaristía tenemos presente a nuestro querido D. Manuel Caballero,
Delegado de Enseñanza durante 12 años, y dar gracias al Señor por el don que nos
otorgó en su persona, y elevar una oración por el eterno descanso de su alma.
La educación cristiana pretende conseguir el pleno desarrollo de la personalidad
humana, desarrollando una convivencia cada vez mayor del don recibido de la fe y
proporcionando un conocimiento gradual del misterio de la salvación y una visión
cristiana del hombre y del mundo.
La educación es la mejor herencia que transmitimos a las generaciones más
jóvenes, y sabemos bien que nuestra fe es la que da sentido a nuestra vida.
Los padres, profesores y alumnos sois, con distintas tareas y responsabilidades, los
protagonistas de la educación que se imparte.
Los profesores católicos tienen la obligación no sólo de impartir adecuadamente la
clase de Religión y Moral Católica, sino también educar desde los valores cristianos
con vuestro testimonio y palabra.
2. La Missio
Esta tarde, queridos profesores, en esta Eucaristía expresáis vuestra disponibilidad
y compromiso en la tarea educativa de la Religión y Moral Católica. Hoy se os da la
Missio, es decir, esta tarde os envío, como obispo, en nombre de Jesucristo y de la
Iglesia, y os confío la misión de llevar a cabo la educación religiosa católica en la
escuela.
3. Caminar con esperanza en medio de las dificultades
¡No tengáis miedo ante las dificultades del momento presente! ¡No estáis solos!
Esta tarde os invito a que abráis vuestros corazones al Espíritu Santo para que
penetre en vuestras vidas al comenzar este nuevo curso 2006-2007, un espíritu nuevo,
un aire nuevo, un estilo y pasión nuevos.
Os invito a penetrar en el Espíritu con el que Jesús llevó a cabo su misión. Decía
Jesús: Como el Padre me envió, también yo os envío (Jn 20, 21).
Jesús, apenas recibió la misión del Padre, se encuentra ante una opción de
encrucijada: ¿Qué camino toma para realizar la misión que el Padre le ha confiado?
¿Elegiría el camino del triunfalismo, del espectáculo, lleno de poder y de gloria para
realizar su misión o iría ,más bien, por el camino del siervo de Yavé, del amor
gratuito, de la cruz, de la mansedumbre y humildad de corazón?
4. Jesús prefirió el camino de la simplicidad, de la sencillez evangélica, de la
confianza en Dios y la humildad
Jesús huyó siempre de todo lo que era espectacular y grandioso. Esta opción fue
tan nueva, que desconcertó a sus discípulos y nos descoloca hoy a nosotros. Los
discípulos no le comprendieron y nosotros hoy tenemos serias dificultades para
comprenderla. Sólo al soplo del Espíritu Santo comprenderán esta manera nueva de
ser, pensar y actuar.
El camino que el Señor elije para llevar a cabo la misión que el Padre le ha
confiado es desconcertante: eligió un estilo sencillo, humilde y solidario. Se dejó
conducir por el Espíritu Santo. Este camino sólo se comprende al soplo del Espíritu
Santo: El Espíritu Santo sopla cuando quiere y como quiere (Jn 3, 8). Por este camino
considero que tiene que ir hoy el profesor de Religión y Moral Católica: sencillo,
humilde, solidario, y con la fuerza del Espíritu Santo.
5. La Iglesia necesita de los profesores de religión
Los profesores de religión que hoy sois enviados desempeñáis una tarea de primer
orden en la formación religiosa de las nuevas generaciones. La Iglesia necesita de
vosotros, y yo, como obispo y pastor de la Iglesia de Cádiz y Ceuta, os acojo con
cariño y os animo a que continuéis en esta tarea.
El Señor que os da la capacidad de responder a la llamada de la Iglesia, os dará
también aquel consuelo que sólo Él puede dar a la misión recibida.
6. Sin Espíritu Santo no es posible llevar a cabo la misión recibida
Hoy el profesor de religión necesita la fuerza del Espíritu Santo y el amor.
Sin el Espíritu Santo y el amor, al hablar de Cristo en vuestra clase de religión, se
queda solo en un personaje del pasado, la doctrina en letra muerta y la Iglesia en pura
organización.
Sin el Espíritu Santo y el amor, vuestras clases de religión se convierten fácilmente
en una actividad profesional más, o a lo sumo en propaganda religiosa.
Sin el Espíritu Santo y el amor, la vida del profesor de religión se congela, se
extingue y la audacia evangélica desaparece.
Sin el Espíritu Santo y el amor, la clase de religión se hace adoctrinamiento, la vida
del profesor se apaga en mediocridad, incapaz de irradiar y comunicar a Jesucristo y a
su evangelio a los jóvenes y adolescentes. Pretender impulsar unas clases de Religión
y Moral Católica hoy sin el impulso y la fuerza del Espíritu es privarlas desde el
principio de su verdadera eficacia y contenido.
Sin la fuerza del Espíritu Santo y el amor es difícil continuar haciendo frente al
grave problema planteado hoy en la enseñanza.
7. Testimonio del profesor de religión
Conozco muy bien las dificultades que encontráis y los desengaños que, a veces,
sufrís. No os desaniméis. El camino de la enseñanza religiosa hoy es un camino duro
y difícil que exige el aliento del Espíritu y mucho amor, sacrificio y paciencia.
Vosotros estáis llamados a vivir con alegría y esperanza.
La coherencia de la acción educativa del profesor de religión se manifiesten el
testimonio de vida, de tal manera que su conducta sea permanente interpelación para
quienes lo escuchan. Así se convierte en luz del mundo y en anuncio de Jesucristo,
pues, por el envío de la Iglesia queda constituido en pregonero de la fe. De este modo
la acción educativa del profesor de religión se convierte en signo de la Iglesia y
servicio de ella (cf. ChL n. 62).
El testimonio del profesor de religión se traduce en otras acciones, en la continua y
sincera cercanía a los alumnos y sensibilidad ante los problemas, de tal manera que
suscite en cada educando la actitud positiva de quien se siente amado a pesar de sus
debilidades, de quien se siente valorado y apreciado en su misma dignidad de persona
humana (cf. GS 22). Es decir, se trata del acompañamiento personal del alumno. Para
los alumnos, a través del profesor de religión, la Iglesia se hace Palabra, la Iglesia se
hace mensaje y la Iglesia se hace coloquio, como recordaba Pablo VI en la Ecclesiam
suam.
8. Identidad y misión
Los profesores de Religión y Moral Católica sabéis perfectamente que tenéis que
desarrollar, por tanto, una docencia ajustada a la Doctrina y Moral de la Iglesia
Católica, y que tenéis que mantener un comportamiento personal con ella.
Vosotros sois conscientes de que quienes enseñáis Religión y Moral Católica tenéis
que tener una vinculación constante con la Iglesia cuya fe enseñáis. Y tenéis que
impartirla desde una actitud de fe en comunión con la misma Iglesia. Así ha quedado
refrendado en el contrato laboral que vosotros libremente habéis suscrito y firmado.
La clase de religión se desvirtuaría si no fuera así.
9. Formación permanente y profundización de lo que se enseña
La deseada síntesis entre la fe y la cultura, que han de conseguir los alumnos,
dependerán en gran parte de la síntesis que posea el profesor. Muchos profesores en
las actuales circunstancias que nos ha tocado vivir dicen: Tiemblo cada vez que voy a
dar clase de religión. De ahí la necesidad de la formación permanente. Ya sé que la
estáis haciendo, pero hoy os lo recuerdo, a fin de que no lo olvidéis.
También os recuerdo que hay que preparar las clases. Me explico: Hay que conocer
muy bien lo que se va a comunicar. Para ello, hay que asumirlo e interiorizarlo
personalmente. No puede ser, por tanto, una comunicación fría y superficial. Esto
supone que hay que pensar, actualizar y estudiar lo que se va a decir, con todos los
medios que tengáis a vuestro alcance. Hay que comunicar lo que se vive, ya que no
siempre transmitimos bien lo que conocemos y vivimos. El profesor de Religión y
Moral Católica debe ser siempre un verdadero testigo.
10. Eucaristía y envío
Esta tarde escuchemos las palabras de Jesús: Como el Padre me envió, también yo
os envío (Jn 20, 21). Es el mismo Jesús, el que os envía y yo, como obispo, lo hago en
su nombre.
Vosotros, queridos profesores, no actuáis en nombre propio, sino en nombre de la
Iglesia que os envía, y tenéis una misión muy importante que cumplir. Sois los
comunicadores de la Religión y Moral Católica, es decir, de la doctrina y mensaje de
Jesús.
Pidamos al Señor, en esta Eucaristía, por todos los profesores de Religión y Moral
Católica, por los padres de todos los alumnos a los que vais acompañar en la tarea
educativa y por los mismos alumnos.
Que Santa María, trono de la Sabiduría, nos acompañe siempre.
OTRAS INTERVENCIONES
NOTA DEL OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA,
MONS. ANTONIO CEBALLOS
CON MOTIVO DE LOS ACONTECIMIENTOS
EN TORNO AL DISCURSO DE
BENEDICTO XVI EN RATISBONA
Cádiz, 20 de septiembre de 2006
Ante las reacciones suscitadas tras el discurso del Santo Padre en la universidad de
Ratisbona, como Obispo de Cádiz y Ceuta, junto con mi Consejo Episcopal, quiero
expresar mi dolor por la incorrecta interpretación que se ha hecho de sus palabras y
que contradice el verdadero sentido del discurso que precisamente alentaba a la recta
y concorde relación entre la religión y la razón.
Es sabido que, en relación al Islam, superadas antiguas tensiones, la Iglesia mira con
aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente,
misericordioso y todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los
hombres... aprecian la vida moral y honran a Dios sobre todo con la oración, las
limosnas y el ayuno (Concilio Vaticano II, Declaración Nostra Aetate 3).
Como ha dicho el Cardenal Secretario de Estado, "la opción del Papa a favor del
diálogo interreligioso e intercultural es inequívoca. En el encuentro con los
representantes de algunas comunidades musulmanas, en su viaje a Colonia en 2005,
señalaba que este diálogo entre cristianos y musulmanes no puede reducirse a una
opción temporal, añadiendo: las lecciones del pasado tienen que servirnos para evitar
que se repitan los mismos errores. Queremos buscar los caminos de la reconciliación
y aprender a vivir respetando la identidad del otro.
La cita del emperador bizantino que el Papa pronunció, lejos de ser asumida, fue
utilizada como una oportunidad para, desde un punto de vista académico, concluir con
un claro y radical rechazo de la motivación religiosa de la violencia,
independientemente de donde venga. El mismo Pontífice, en su mensaje con motivo
de vigésimo aniversario del encuentro interreligioso de Asís, afirmó: Las
manifestaciones de violencia no pueden atribuirse a la religión en cuanto tal, sino a
los límites culturales con las que se vive y desarrolla en el tiempo... De hecho,
testimonios del íntimo lazo que se da entre la relación con Dios y la ética del amor se
registran en todas las grandes tradiciones religiosas”.
En nuestra diócesis, donde la convivencia interreligiosa es una realidad, sabemos
que la inmensa mayoría de los musulmanes desean convivir pacíficamente con las
otras creencias y así lo hacen a diario contribuyendo al desarrollo y al orden de
nuestra sociedad.
Como católicos, lamentamos las injustificadas acusaciones y amenazas que se
están dirigiendo contra el Romano Pontífice, y afirmamos nuestro compromiso por el
diálogo, el respeto y la libertad de expresión. En este sentido, junto con nuestro
Consejo Episcopal, hemos decidido enviar al Santo Padre un mensaje expresando la
plena adhesión y respeto a su persona y a su magisterio, por parte de la Iglesia de
Cádiz y Ceuta.
Invitamos a la oración para que, con la ayuda de Dios, la serenidad y la paz
vuelvan a las relaciones de cuantos compartimos la fe en el mismo Señor clemente y
misericordioso.
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
AGENDA SR. OBISPO
SEPTIEMBRE
2.
Celebra la Eucaristía en la Capilla del Seminario Diocesano.
3.
A las 12,00h. celebra la Eucaristía en la Parroquia de Nuestra Señora de los
Ángeles, de la Estación de Jimena.
4-5. Se reúne con el Consejo Episcopal.
6.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
Preside la Eucaristía "Corpore in sepulto” del P. Francisco Vallejo Acosta, en la
Parroquia de San José, de Cádiz.
7.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
8.
A las 12,00h. celebra la Eucaristía en la Parroquia de Santa Catalina, de Conil,
con motivo de la fiesta de la Patrona Ntra. Sra. de las Virtudes.
A las 19,00h. celebra la ordenación de presbítero del diácono Antonio J. Garrido
Rodríguez, en la Parroquia de San Mateo, de Tarifa.
9.
A las 11,30h. celebra la ordenación de presbítero del diácono Francisco Jesús
Fernández Alcedo, en la Parroquia de San Paulino, de Barbate.
10.
A las 18,00h. celebra la ordenación de presbíteros de los diáconos Miguel
Ángel González Vázquez y José Manuel Roldán Núñez, en la Catedral de Cádiz.
11.
Del 11 al 14 asiste al Cursillo para sacerdotes de inicio de curso en la Bahía de
Cádiz y en el Campo de Gibraltar.
14.
Se reúne con la titularidad de la Escuela U. de Magisterio "Virgen de Europa”,
de La Línea.
15.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
A las 20,00h. celebra la Eucaristía a la Hermandad de los Servitas, en la Parroquia
de San Lorenzo, de Cádiz.
16.
A las 12,00h. celebra la Eucaristía y Coronación Canónica de la Virgen de
Gracia y Esperanza, en la Parroquia de la Divina Pastora, de San Fernando.
18.
Por la mañana se reúne con el Colegio de Arciprestes, en Benalup-Casas
Viejas.
Por la tarde, se reúne con el Consejo Episcopal.
19.
Graba para la cadena Cope.
Se reúne con el Equipo de Formadores del Seminario.
20.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
21.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
A las 17,00h. celebra la Eucaristía en el Centro Penitenciario de Botafuegos, de
Algeciras.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Chiclana de la Frontera.
22.
Graba para la cadena Cope.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Vejer de la Frontera.
Participa en la Vigilia de Oración por las Migraciones, en Tarifa.
23.
Asiste a la toma de posesión del nuevo Obispo de Huelva Mons. José
Vilaplana Blasco.
25.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
A las 18,00h. asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Cádiz Puerta de
Tierra Oeste.
A las 20,00h. celebra la Eucaristía por el P. Manuel Caballero Gallego, SDB, en la
Iglesia de María Auxiliadora, de Cádiz.
26.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Puerto Real.
27.
Recibe al P. Fernando M. de la Paz, Provincial de los Oblatos de María
Inmaculada.
Despacha asuntos de la Curia.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Cádiz Intramuros.
28.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
A las 18,30h.celebra la Eucaristía (Missio) con los profesores de religión de la
Bahía de Cádiz, en la capilla del Colegio de las Carmelitas, de San Fernando.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de San Fernando.
29.
Asiste al Encuentro Arciprestal en Ceuta.
OCTUBRE
1.
A las 18,30h. celebra la Eucaristía en la Iglesia de San Miguel, de Vejer de la
Frontera, y bendice los nuevos salones.
2.
Por la mañana se reúne con el Consejo Episcopal.
Por la tarde, asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Tarifa.
3.
Se reúne con los miembros del Secretariado Diocesano de Medios de
Comunicación.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Algeciras.
4.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de La Línea de la Concepción.
5.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Medina Sidonia.
6.
A las 9,30h. celebra la Eucaristía de Apertura de Curso en la Capilla del
Obispado.
Se impone la medalla Pro Ecclesia et PONTÍFICE a la Hna Lourdes de Dueñas,
secretaria particular del Sr. Obispo.
Bendición del Centro Socio-Cultural “Tierra de todos”, de Cádiz
A las 20,00h. asiste al Pregón de la Patrona de Cádiz, en el Santuario de la Virgen
del Rosario.
7.
A las 11,00h. Pontifical en el Santuario de la Virgen del Rosario, Patrona de
Cádiz.
Por la tarde, preside la procesión de la Virgen del Rosario.
8.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
9.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
10.
A las 19,00h. celebra la Eucaristía de Apertura de Curso, en el Seminario
Diocesano de Cádiz.
11. Asiste al Retiro Arciprestal en Cádiz Intramuros.
Por la tarde, se reúne con los seminaristas para hacer oración y celebrar la
Eucaristía.
13.
Asiste al Encuentro Arciprestal en San Roque.
14.
A las 10,30h. celebra la Eucaristía y recibe el ministerio de Lector el
seminarista Patricio Gutiérrez.
16.
Del 16 al 17 asiste a la Asamblea de los Obispos del Sur, en Córdoba.
17.
Asiste al Encuentro Arciprestal en el arciprestazgo de Cádiz Puerta de Tierra
Este.
18.
Por la mañana asiste al Retiro Arciprestal en Algeciras.
A las 18,00h. celebra la Eucaristía (Missio) con los profesores de religión del
Campo de Gibraltar, en la Parroquia de San Isidro, de Los Barrios.
19.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
20.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
21.
Encuentro con los religiosos/as en el Santuario de Nuestra Señora de la Oliva,
de Vejer.
22.
A las 10,30h. reza Laudes y celebra la Eucaristía con las Comunidades
Neocatecumenales, en San Fernando
23.
Por la mañana, se reúne con el Colegio de Arciprestes, en Benalup-Casa
Viejas.
Por la tarde, se reúne con el Consejo Episcopal.
24.
Se reúne con el Claustro de Profesores del Seminario y, a continuación, con el
Equipo de Formadores del Seminario.
25.
Encuentro de Formación Permanente del Clero, en el Santuario de la Oliva
(Vejer).
26.
A las 11,00h. celebra la Eucaristía de Apertura de Curso de la E. U. de
Magisterio "Virgen de Europa”, de La Línea de la Concepción.
A las 17,30h. celebra la Eucaristía (Missio), con los profesores de religión, en la
Parroquia de Santa Teresa de Jesús, de Ceuta.
27.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
28.
Asiste a la reunión de Delegados y Directores de Secretariados, en el Santuario
de la Oliva (Vejer).
30.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
31.
Recibe visitas y despacha asuntos de la Curia.
Asiste a la reunión del Patronato "Salus Infirmorum”, en Cádiz.
De la Cancillería Secretaria General
DECRETOS
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA
Por el que se erige la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora
de la Soledad, de Alcalá de los Gazules.
Cádiz, 4 de septiembre de 2006
Visto el proyecto de Estatutos y el escrito que nos presenta el Director del
Secretariado Diocesano para las Hermandades y Cofradías, en nombre del RVDO. D.
DIEGO RAMÍREZ PEREIRA, Párroco de la Parroquia del Mártir San Jorge, de
Alcalá de los Gazules, y por el que solicita la aprobación de sus Estatutos y la
erección de dicha asociación de fieles:
CONSIDERANDO
el parecer favorable de los informes que, al respecto, han emitido: el Párroco y
Director Espiritual de la Asociación, y el Delegado Episcopal de Hermandades y
Cofradías:
APROBAMOS LOS ESTATUTOS Y ERIGIMOS LA HERMANDAD
por el presente, de conformidad con los cánones 312§1.3º, 314 y 317§1, del CIC, y los
artículos 8º, 9º, 17º y 20º, de las Normas Diocesanas para las HH y CC.
La nueva Cofradía tendrá su sede canónica en la parroquia indicada, y, salvo que
expresamente se diga lo contrario, el Párroco será el Director Espiritual.
Dése traslado de copia de este Decreto al Párroco interesado, al Delegado
Episcopal para las HH. y CC., y al Director del Secretariado Diocesano, para su
conocimiento y efectos; y a la oficina del Boletín Oficial del Obispado para su
publicación.
Lo decretó, mandó y firma S.E.R. el Obispo Diocesano, lugar y fecha ut supra.
Doy fe.
E/.
Por mandato de S.E.R.
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
por la gracia de Dios y la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA
DECRETO
LA DEVOCIÓN A LA SAGRADA IMAGEN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
MARÍA, en su advocación de María Santísima de Gracia y Esperanza, cotitular de la
Hermandad y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús en su Oración en el
Huerto, que se venera en su sede canónica, la Parroquia de La Divina Pastora, en San
Fernando, es una imagen antigua y de reconocido valor artístico que, aun siendo de
autor anónimo, ha sido atribuida habitualmente al círculo de la célebre escultora Luisa
Roldán.
Esta imagen mariana, que comenzó siendo venerada como una Dolorosa, al ser
adoptada en 1947 como cotitular de la Cofradía de la Oración del Huerto, pasó a ser
conocida, a partir de 1952, con el nuevo título advocatorio de Nuestra Señora de
Gracia y Esperanza, título de origen sevillano y agustino, que gozó de inmediata
aceptación y por el que se la conoce desde entonces.
Desde la fundación de la Iglesia de La Divina Pastora, la sagrada imagen recibe
culto ininterrumpido, teniendo sus propios cultos solemnes y gozando de una gran
devoción popular, especialmente entre los feligreses de la parroquia y demás devotos
isleños.
La Santa Madre Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimidad del
culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los Santos y con frecuencia
ha orientado a los fieles sobre el significado de este culto.
La veneración a las imágenes de Santa María Virgen frecuentemente se manifiesta
adornando su cabeza con una corona real. La costumbre de representar a la Santísima
Virgen ceñida con corona regia data de los tiempos del Concilio de Éfeso (431) y fue
propagada en Occidente por los fieles, religiosos o laicos, sobre todo desde finales del
siglo XVI. Los Romanos Pontífices no sólo secundaron esta forma de piedad popular,
sino que, además, personalmente o por medio de obispos por ellos delegados,
coronaron imágenes de la Virgen Madre de Dios ya insignes por la veneración
pública.
Y, al generalizarse esta costumbre, se organizó el rito para la coronación de las
imágenes de Santa María Virgen, incorporándose a la Liturgia Romana.
Con este rito reafirma la Iglesia que “Santa María Virgen con razón es tenida e
invocada como reina, ya que es Madre del Hijo de Dios, Rey del Universo,
colaboradora augusta del Redentor, discípula perfecta de Cristo y miembro
supereminente de la Iglesia” (Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto
divino, Ritual de la coronación de una imagen de Santa María Virgen, 14. noviembre.
1983).
Corresponde al Obispo de la Diócesis, juntamente con la comunidad local, juzgar
sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen, teniendo en
cuenta la devoción popular que suscita y el cultivo del genuino culto litúrgico y el
apostolado mariano. Por ello, estudiados la solicitud del Reverendo Sr. Cura Párroco y
Director Espiritual, del Hermano Mayor de la Venerable Hermandad y Cofradía de
Penitencia de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, María
Santísima de Gracia y Esperanza y Beato Marcelo Spínola, y los informes solicitados
al Secretariado Diocesano para las Hermandades y Cofradías, y de los asesores
jurídico-canónicos del Obispado, estimamos que se reúnen los requisitos expuestos en
las Normas diocesanas para la coronación canónica de imágenes de la Santísima
Virgen María, en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, por mí aprobados el 22 de mayo de
2004.
En consideración a todo lo expuesto, por el presente
DECRETO
Accedemos a la coronación canónica de la imagen de la Virgen, Madre de
Dios, en su advocación de MARÍA SANTÍSIMA DE GRACIA Y ESPERANZA,
que se venera en la Parroquia de La Divina Pastora, en la ciudad de San
Fernando.
La celebración de la coronación debe ser un homenaje de filial devoción hacia la
Madre de Dios, que proclamó “se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador” (Lc 1, 47),
y que inspira a los fieles católicos gaditanos a elevar un canto de alabanza
proclamando a Jesucristo como Salvador y Redentor del mundo, que es la Vida y la
Luz de los hombres (cf. Jn 1, 4).
Dése traslado de copia de este Decreto al Rvdo. Sr. Cura Párroco de La Divina
Pastora; al Hermano Mayor de la Ilustrísima y Venerable Hermandad y Cofradía de
Penitencia de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, María
Santísima de Gracia y Esperanza y Beato Marcelo Spínola, al Delegado Episcopal
para HH. y CC.; al Director del Secretariado Diocesano, para su conocimiento y
efectos; y a la oficina del Boletín Oficial del Obispado para su publicación.
Lo decretó, mandó y firma S.E.R. el Obispo Diocesano, en Cádiz, a 8 de
Septiembre de dos mil seis, festividad de la Natividad de la Santísima Virgen. Doy fe.
E/
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Por mandato de S. E. R.
Rvdo. Pedro Velo González, Pbro.
Vicecanciller-Secretario.
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
Obispo de Cádiz y Ceuta
DECRETO
Por el que se erige la parroquia de Ntra. Sra. de la Oliva
en la ciudad y arciprestazgo de San Fernando.
Cádiz, 14 de septiembre de 2006
"Entre las comunidades de fieles sobresalen las parroquias, distribuidas localmente
bajo un pastor que hace las veces del Obispo, ya que de alguna manera representan a
la Iglesia visible establecida en todo el orbe" (Sacrosanctum Concilium 42 a).
Con esta afirmación, el Concilio Vaticano II nos recuerda la misión insustituible de
la parroquia en la vida de la Iglesia como lugar de encuentro de la comunidad
cristiana y de irradiación de la fe. Por lo mismo, el nacimiento de nuevas parroquias
es una muestra de la permanente actividad eclesial y su preocupación constante por
estar siempre lo más cerca posible de la realidad vital de los hombres.
Los nuevos núcleos de población que van surgiendo en nuestra diócesis son un reto
a la tarea evangelizadora, y nos piden un continuo esfuerzo para que las comunidades
cristianas puedan disponer de los elementos que hagan posible la celebración de la fe,
la evangelización y el ejercicio eclesial de la caridad.
En este sentido, se venía considerando la posibilidad de erigir una nueva parroquia
en la ciudad de San Fernando, que se desmembraría en su integridad de la existente
del Buen Pastor. El tema, tras haber sido estudiado por los sacerdotes de aquel
arciprestazgo y nuestro Consejo del Presbiterio, se estimó pastoralmente muy
necesario. Por todo lo anterior:
CONSIDERANDO
1. Que la petición que nos presenta el equipo sacerdotal del arciprestazgo de San
Fernando está suficientemente fundada y que la creación de esta parroquia se hace
necesaria habida cuenta de la atención espiritual y pastoral que aquella zona reclama.
2. Que, en la sesión de 24 de mayo último, de conformidad con el canon 515§2º, se
requirió el parecer del Consejo del Presbiterio, que apoyó la propuesta de forma
unánime:
Visto el expediente instruido por la Cancillería del Obispado, por el presente, y de
acuerdo con el citado canon del Código de Derecho Canónico:
ERIGIMOS LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA OLIVA,
en la ciudad y arciprestazgo de San Fernando.
La nueva parroquia tomará su feligresía a partir de la que ahora forma parte de la
del Buen Pastor, y su territorio queda delimitado de la siguiente manera:
"Una línea imaginaria que, partiendo de la Autovía de Cádiz en el cruce con el Río
Arillo continuara por esta misma Autovía hasta coincidir con la Carretera General en
la Rotonda de Gómez Pablo, rodeándola por la derecha; siguiendo por la misma
Carretera hasta la Rotonda Felipe V, rodeada igualmente por la derecha; donde
limitaría a través de la calle Escopeteros Salineros de la derecha, hasta la Rotonda
Ingeniero Antonio Prat, rodeada también por la derecha, tomando la línea de la calle
Luis Milena donde encontraría el inicio de la calle Carretera de Camposoto a través de
la cual continuaría, cruzando la Rotonda Tomás y Valiente también por el lado
derecho, hasta desembocar en la Rotonda del Cante, rodeada igualmente por la
derecha, en la que, por la izquierda continuaría la línea de la calle Mineras hasta la
Rotonda de la Toma, siguiendo por el lado derecho la calle Cartageneras hasta la
confluencia de la misma con la calle Escritora María Zambrano, donde continuaría
mediante una línea imaginaria rodeando el Parque Natural de la Ermita de los Santos
Mártires, que quedaría perteneciente a la feligresía de Buen Pastor; desde ese límite
del Parque Natural de la Ermita de los Santos Mártires la línea continuaría hasta
cruzar la calle Carretera de Gallineras, donde mediante una línea recta imaginaria
alcanza el Caño de Sancti Petri, desde el que seguiría la franja costera de dicho Caño
de Sancti Petri hasta la línea costera del Océano Atlántico, donde rodeando la Playa
de El Castillo, la Playa de Camposoto y la Playa Errutia alcanzaría nuevamente el
punto de partida en el Río Arillo”
El presente decreto surtirá efecto con la toma de posesión del primer Párroco, en
cuya ceremonia será leído a la asamblea de fieles.
Rogamos a la Virgen de la Oliva que, con su maternal intercesión, proteja esta
nueva parroquia, siendo centro de vida cristiana y de irradiación del evangelio para
quienes vivan en su feligresía y cuantos por cualquier motivo, acudan a ella.
Dése traslado de copia de este Decreto al arcipreste de San Fernando para su
conocimiento y efectos, y a la oficina del Boletín Oficial del Obispado para su
publicación.
Lo decretó, mandó y firma el Excmo. y Revmo. Señor Obispo de la Diócesis, lugar
y fecha ut supra. Doy fe.
E/.
Por mandato de S.E.R.
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA
DECRETO
Por el que se erige la Hermandad Sacramental, Esclavitud y Venerable Cofradía
de Penitencia de Nuestro Padre Jesús
Cautivo y Rescatado, de Puerto Real
Cádiz, 18 de septiembre de 2006
Visto el proyecto de Estatutos y el escrito que nos presenta el Director del
Secretariado Diocesano para las Hermandades y Cofradías, en nombre de DON
SALVADOR VADILLO GONZÁLEZ, Presidente de la Asociación Parroquial de
Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado "Medinaceli”, de la Parroquia de María
Auxiliadora, de Puerto Real, y por el que solicita la aprobación de sus Estatutos y la
erección de dicha asociación de fieles:
CONSIDERANDO
el parecer favorable de los informes que, al respecto, han emitido: el Párroco y
Director Espiritual de la Asociación, el Arcipreste de Puerto Real, el Presidente de la
Junta Local de Hermandades y Cofradías de Puerto Real y el Delegado Episcopal de
Hermandades y Cofradías:
APROBAMOS LOS ESTATUTOS Y ERIGIMOS LA HERMANDAD
por el presente, de conformidad con los cánones 312§1.3º, 314 y 317§1, del CIC, y los
artículos 8º, 9º, 17º y 20º, de las Normas Diocesanas para las HH y CC.
La nueva Cofradía tendrá su sede canónica en la parroquia indicada, y, salvo que
expresamente se diga lo contrario, el Párroco será el Director Espiritual.
Dése traslado de copia de este Decreto al Párroco interesado, al Delegado
Episcopal para las HH y CC, y al Director del Secretariado Diocesano, para su
conocimiento y efectos; y a la oficina del Boletín Oficial del Obispado para su
publicación.
Lo decretó, mandó y firma S.E.R. el Obispo Diocesano, lugar y fecha ut supra.
Doy fe.
E/.
Por mandato de S.E.R.
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
Obispo de Cádiz y Ceuta
DECRETO
Por el que se fusionan las parroquias de El Divino Salvador y Ntra. Sra. de los
Dolores, de Castellar de la Frontera
Cádiz, 30 de septiembre de 2006
Visto el escrito que nos presenta el arcipreste del de San Roque, en nombre del
equipo sacerdotal de aquella zona, y por el que solicita la fusión de las parroquias de
El Divino Salvador y Ntra. Sra. de los Dolores, que conforman el término municipal
de Castellar de la Frontera:
CONSIDERANDO
1.- Que, tras el traslado de la población e instituciones municipales desde su antiguo
asentamiento al actual Castellar Nuevo, el templo y los feligreses de la de El Divino
Salvador quedaron ubicados en el territorio de la parroquia de Ntra. Sra. de los
Dolores, de La Almoraima;
2.- Que, en el local usado como templo parroquial en La Almoraima, hace años que
no hay celebraciones litúrgicas y actualmente, sin detrimento de la propiedad, lo
utiliza el ayuntamiento;
3.- Que, por el crecimiento de la población, se prevé que, en breve, el núcleo de La
Almoraima se unirá al de Castellar Nuevo, y que los fieles acuden sin problema a la
parroquia de El Divino Salvador para cumplir sus deberes religiosos;
4. Que, en la sesión de 1 de febrero de 2006, de conformidad con el canon 515§2º, se
requirió el parecer del Consejo del Presbiterio, que apoyó la propuesta de forma
unánime, y
Visto el expediente instruido por la Cancillería del Obispado, por el presente, y de
acuerdo con el citado canon del Código de Derecho Canónico:
FUSIONAMOS LAS PARROQUIAS DE EL DIVINO SALVADOR
Y NTRA. SRA. DE LOS DOLORES
en el municipio de Castellar de la Ftra. y arciprestazgo de San Roque.
La nueva parroquia, cuyo nombre será el de EL DIVINO SALVADOR Y NTRA.
SRA. DE LOS DOLORES, tendrá como feligresía el municipio completo de Castellar
de la Ftra., que antes se dividía entre las dos que ahora se fusionan, y como sede
canónica el nuevo templo parroquial de El Divino Salvador.
Los libros y demás enseres que se conserven de la parroquia de Ntra. Sra. de los
Dolores, en la medida de lo posible, pasarán al templo y archivo parroquial.
El presente decreto surtirá efecto con su lectura en las Misas parroquiales del
próximo día 3 de diciembre, Domingo I de Adviento.
Dése traslado de copia de este Decreto al arcipreste de San Roque y al párroco de
la nueva feligresía, para su conocimiento y efectos, y a la oficina del Boletín Oficial
del Obispado para su publicación.
Lo decretó, mandó y firma el Excmo. y Revmo. Señor Obispo de la Diócesis, lugar
y fecha ut supra. Doy fe.
E/.
Por mandato de S.E.R.
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
Obispo de Cádiz y Ceuta
DECRETO
Por el que se convocan las elecciones de los representantes
en el Consejo Presbiteral.
Cádiz, 16 de octubre de 2006
Cumplido el quinquenio para el que fue constituido el actual consejo presbiteral,
siendo, pues, necesario proceder a la designación de los nuevos consejeros, y teniendo
en cuenta la experiencia de las elecciones anteriores, de acuerdo con el Derecho
Canónico y el Estatuto del Consejo Presbiteral establezco y recuerdo las siguientes
normas:
1.- El Obispo, de conformidad con el canon 497 del CIC, para constituir el consejo del
presbiterio, convocará a los sacerdotes para que, por libre elección, procedan a la
designación de sus representantes mediante votación secreta.
2.- Ningún sacerdote tendrá derecho a más de un voto para la elección. Si alguien
tuviera más de un título para votar deberá optar por uno de ellos, eliminando los
restantes, dando conocimiento de ello a la cancillería diocesana. Como norma general,
se tendrán como prevalentes los ministerios parroquiales.
3.- La cancillería diocesana, con el visado del vicario general, publicará, para cada
arciprestazgo, el censo de los miembros del equipo sacerdotal, indicando el título que
le concede el derecho a voto, que serán los siguientes:
3.1.- Los sacerdotes incardinados que ejerzan algún ministerio en dicho arciprestazgo,
y los sacerdotes incardinados jubilados canónicamente que residan en dicho territorio.
3.2.- Los sacerdotes seculares extradiocesanos y los sacerdotes miembros de algún
instituto de vida consagrada que ejerzan algún ministerio en el arciprestazgo con
nombramiento del Obispo o con su reconocimiento.
3.3.- Los sacerdotes superiores de las comunidades religiosas establecidas en el
arciprestazgo.
4.- El censo completo, una vez publicado, podrá ser libremente consultado en las
parroquias de los arciprestes y en la cancillería diocesana.
5.- Publicados los censos, se abrirá un plazo de diez días naturales para las posibles
reclamaciones, que serán resueltas por el Obispo sin posibilidad de recurso. Una vez
se hagan público los resultados de las elecciones, durante cinco días naturales se
podrán presentar las impugnaciones, si las hubiere, que serán resueltas igualmente por
el Obispo de forma inapelable.
6.- Quienes, ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, deseen votar por correo,
deberán comunicarlo a su arcipreste con suficiente anterioridad:
6.1.- El voto será enviado al arcipreste con antelación, en doble sobre, y con las
debidas garantías.
6.2.- Los votos por correo serán añadidos a la urna al final de la primera votación
efectiva.
6.3.- Los votos por correo sólo computan en la primera votación efectiva que se haga,
no en la de sondeo ni en las siguientes si las hubiere.
7.- Cada elector, en la papeleta del voto, pondrá el nombre de aquel sacerdote a quien
elige como miembro del consejo del presbiterio.
8.- No podrán ser elegidos los sacerdotes jubilados canónicamente; ni, por el mismo
título, aquellos que hayan sido consejeros durante los dos últimos mandatos, de forma
continuada y completa; ni aquellos que son miembros natos del consejo presbiteral,
que son los siguientes: los vicarios generales, episcopal y judicial; el rector del
seminario mayor; los presidentes de los cabildos catedrales; el ecónomo diocesano, el
director del secretariado para el clero y el canciller de la curia diocesana.
9.- Para la celebración de las elecciones se cumplirá lo dispuesto en el canon 119§1º,
con las siguientes precisiones:
9.1.- En primera convocatoria deberán estar presentes la mayoría de los que han de ser
convocados, contándose para ello con los votos recibidos por correo.
9.2.- En segunda convocatoria, que podrá ser media hora más tarde que la primera,
procederán a la elección aquellos que se encuentren presentes.
9.3.- La mesa estará formada por el arcipreste, u otro sacerdote delegado para el acto
por el Obispo, y por dos escrutadores: el sacerdote de mayor edad y el sacerdote más
joven, que actuará de secretario.
9.4.- A la primera votación formal, si se estima oportuno, precederá una votación
sondeo, que carece de validez jurídica.
9.5.- Realizada la votación definitiva, se hará el recuento de los votos y se levantará
acta de la sesión, haciendo constar el resultado de la misma, remitiéndose a la
cancillería diocesana a la mayor brevedad posible.
10.- En los arciprestazgos donde, al ser más de veinte en el censo (art. 14,21), fuera
necesario elegir más de un consejero, se procederá de forma sucesiva, eligiéndose a
éstos por separado. Quedarán elegidos los que obtengan la mayoría absoluta de los
sufragios en cada votación. Esta posibilidad afecta a los arciprestazgos de Cádiz
Intramuros, San Fernando y Algeciras.
11.- A la vista de los resultados, el Obispo expedirá los nombramientos de consejeros.
Los designados deberán tomar posesión de su oficio conforme a derecho.
12.- Los consejeros serán designados para cumplir esta tarea por un plazo de cinco
años, contados desde el día de la toma de posesión, que tendrá lugar el día 15 del
próximo mes de noviembre.
13.- Si, por cualquier circunstancia, durante el tiempo del mandato cesara un
consejero, el que fuere entonces elegido, conforme a este mismo procedimiento,
completará el tiempo de mandato de su antecesor y cesará junto con los demás
consejeros.
14.- Las elecciones para los nuevos consejeros, reguladas por estas Normas, deberán
tener lugar en todos los arciprestazgos antes del día 9 de noviembre próximo.
Dése traslado de copia de este Decreto a los arciprestes, que lo harán llegar a los
miembros del equipo sacerdotal de su arciprestazgo, junto con copia del censo de su
propia demarcación; y a la oficina del Boletín Oficial del Obispado para su
publicación.
Lo decretó, mandó y firma S.E.R. el Obispo diocesano, lugar y fecha ut supra. Doy
fe.
E/.
ANTONIO CEBALLOS ATIENZA
por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica
OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA
DECRETO
Habiendo estudiado el Reglamento del Secretariado Diocesano de Pastoral
Vocacional, y considerándolo conforme a derecho, vengo a disponer y dispongo por
el presente la aprobación “ad tempus”, por el periodo de tres años, de dicho
Reglamento.
Dése traslado de este Decreto al Sr. Director del Secretariado Diocesano de
Pastoral Vocacional, y a la Oficina del Boletín Diocesano para su publicación.
Lo decretó, mandó y firma el Excmo. Sr. Obispo, en Cádiz a treinta y uno de
octubre de dos mil seis. Doy fe.
E/.
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Por mandato del Obispo diocesano,
Rvdo. Pedro Velo González, Pbro
Vicecanciller Secretario General
I. - NATURALEZA
Artículo 1.- Se trata de un organismo oficial de carácter diocesano enmarcado dentro de las áreas Pastorales y
concretamente en el área de vida consagrada. Como tal, depende de la Vicaría de Pastoral y su ámbito de acción se
extiende a toda la Diócesis de Cádiz y Ceuta, en coordinación con los demás Secretariados, Delegaciones y
Organismos diocesanos.
Artículo 2.- Como Secretariado Diocesano elabora su propio reglamento.
Artículo 3.- Su razón de ser se encuadra en el cultivo y promoción de las vocaciones, dentro del marco de la
Pastoral General, teniendo como referencia las palabras de nuestro Señor Jesucristo que dijo: "la mies es mucha,
los obreros pocos" y su deseo expreso: "pedid al Dueño de la mies, que envíe obreros a su mies". Por ello, este
Secretariado Pastoral busca despertar la inquietud, suscitar la respuesta y acompañar a las personas en su proceso
vocacional, sobre todo las de consagración específica.
Artículo 4.- Por su naturaleza y misión, puede constituirse como un único Secretariado Diocesano, o como un
conjunto de Sub-Secretariados de Zona. Esto dependerá de la forma de trabajo y la capacidad de actuación que
pueda desarrollar en el conjunto de la Pastoral General Diocesana. Esta decisión será tomada en último término por
el Obispo Diocesano, en coordinación con el Director/a del Secretariado.
II.- MIEMBROS
Artículo 5.- Para un único Secretariado Diocesano:
§l. El Secretariado Diocesano de Pastoral Vocacional, estará formado por un Director/a, nombrado/a por el Obispo
Diocesano, un/a secretario/a, elegido/a de entre los vocales que conformen el Secretariado, y un grupo
representativo de vocales, como mínimo seis.
§2. La vocalía se procurará que esté formada por: un sacerdote de cada Zona Diocesana, un representante del
Seminario, un diácono permanente, un/a representante de cada Instituto de Vida Consagrada con presencia en la
Diócesis, un/a representante de los secretariados de: Catequesis, Enseñanza, Misiones, Pastoral Familiar, Pastoral
Juvenil y Universitaria, y un seglar por cada Zona Diocesana.
§3. Según las necesidades del plan pastoral, campañas o actividades concretas que se programen desde este
Secretariado, se podrá pedir la participación de alguna persona concreta, Delegación Diocesana u organismo que se
considere oportuno.
§4. Para el caso de un único secretariado para toda la Diócesis, se deberá nombrar a un responsable de Zona, a
quien corresponderá intentar formar un Equipo de Zona, integrado por las personas representativas de los diversos
campos de la pastoral.
Secretariado D. Pastoral Vocacional Diócesis de Cádiz y Ceuta
Artículo 6.- Para Sub-Secretariados de Zona (Bahía de Cádiz. Janda, Campo de Gibraltar, y Ceuta):
§1. Si se estimare oportuno y para facilitar el trabajo de este Secretariado en la promoción de las vocaciones, se
puede crear, por cada Zona Diocesana, un Sub-Secretariado.
§2. Cada Sub-Secretariado Diocesano de Pastoral Vocacional esta constituido por: el Director/a, presidiendo y
coordinando todos los Sub-Secretariados de Zona, un/a secretario/a, que será elegido/a de entre los miembros del
Sub-Secretariado de Zona, y un grupo representativo de vocales de Zona, como mínimo tres.
§3. Como vocales de zona, se procurará que lo integren, además: un sacerdote por cada zona diocesana, un
representante del Seminario, un diácono permanente, un/a representante de cada Instituto de Vida Consagrada, con
presencia en la Diócesis, un/a representante de los secretariados de: Catequesis, Enseñanza, Misiones, Pastoral
Familiar, Pastoral Juvenil y Universitaria, y un seglar.
§4. Según las necesidades, planes pastorales, campañas o actividades concretas que se quieran desarrollar desde
este Secretariado, no se descarta la posibilidad de que, de modo eventual, se pida la participación de algún otro
Organismo, Delegación Diocesana o miembro de la Zona respectiva.
Artículo 7.- Elección y misión del Director/a.
§1. La elección del Director/a depende directamente del Obispo Diocesano, quedando a su juicio y criterio, el
modo y manera de elegirlo/a o nombrarlo/a, una vez el secretariado haya propuesto aquellos candidatos que se
consideren idóneos para este cargo.
§2. La misión de este/a, será presidir, coordinar y moderar las reuniones del secretariado o subsecretariado, así
como velar porque se lleven a cabo los acuerdos tomados, se cumplan los objetivos trazados y se realicen las
actividades propuestas para alcanzar dichos objetivos.
§3. El tiempo de vigencia de este nombramiento será de cuatro años, con posibilidad de renovar por un periodo de
otros cuatro años.
Artículo 8.- Elección y misión del secretario/a.
§ 1. El Secretariado elegirá, de entre sus miembros y por mayoría, un/a secretario/a.
§2. Desarrollará las funciones de tomar nota y redactar las actas: concretar los acuerdos tomados y los responsables
de cumplirlos, convocar las reuniones, enviar copia del acta y de los acuerdos y orden del día de la siguiente
reunión a cada uno de los miembros, con una antelación mínima de una semana.
§3. El tiempo de vigencia de este nombramiento será de dos años, con posibilidad de reelección.
Artículo 9.- Elección y misión de los vocales:
§ 1. Corresponde a cada grupo que quiera estar representado en este Secretariado de Pastoral Vocacional elegir al
miembro que considere idóneo, para que ocupe el puesto de vocal en el Secretariado.
§2. La misión de cada vocal es trasladar al grupo o zona que representa, los acuerdos tomados, de impulsar su
cumplimiento y de trasladar al Secretariado las inquietudes y sugerencias que vayan surgiendo en su grupo.
III.- FUNCIONAMIENTO
Artículo 10: Las reuniones, calendario, programación, balas y renovación:
§l. El Secretariado (o Sub-Secretariados) se reunirá, como mínimo, seis veces al año. Pudiendo ampliarse el
número de reuniones según lo requieran las circunstancias o si lo solicita un tercio de sus miembros.
§2. En la última reunión del curso se elaborará el calendario de reuniones del curso siguiente. En esta reunión se
establecerá la actividad con la que se vaya a dar comienzo el curso siguiente, con el fin de preparar los materiales
necesarios a lo largo del verano.
§3. El programa del Secretariado se hará con perspectivas a que tenga vigencia de un curso y si se estima oportuno,
podrá extenderse en el tiempo.
§4. Cada curso, en la primera reunión, se fijará el programa a desarrollar y los ajustes a introducir dentro del marco
general de los objetivos a alcanzar. Por acuerdo de la mayoría de sus miembros, el programa puede ser cambiado
en su totalidad.
§5. Cuando se produzca alguna baja entre los miembros, por traslado o por cualquier otra causa, el Secretariado
solicitará que se busque un sustituto.
§6. Aunque es conveniente la renovación de los miembros, cada cuatro años, la escasez de personal puede imponer
una permanencia más prolongada en el Secretariado. Dicha renovación se hará de la siguiente manera: el miembro
que abandone el grupo comunicará la necesidad al grupo que representa de un nuevo miembro para dicho
Secretariado. Éste elegirá al nuevo miembro que considere idóneo, para que ocupe el puesto de vocal en el
Secretariado.
IV.- OBJETIVOS GENERALES
Artículo 11.- Coordinar y promocionar la Pastoral Vocacional en la Diócesis
l.° Reflexionar sobre la forma más apta de ejecutar una pastoral vocacional que evite el doble riesgo de
proselitismo y de despreocupación sobre la vocación.
2.° Elaborar programas de actuación concretos a todos los niveles y encargarse de llevarlos a la práctica, en
coordinación con los programas pastorales diocesanos.
3.° Marcar las directrices diocesanas que a esta pastoral correspondan.
4.° Coordinar la labor diocesana, con la que desarrollan los diversos Institutos de Vida Consagrada.
5.° Evitar que ningún grupo particular haga campañas diocesanas, al margen de la coordinación.
Artículo 12.- Animar y orientar la Pastoral Vocacional a nivel de comunidades cristianas
1.º Suscitar la conciencia y el interés por el tema vocacional, en las diversas comunidades diocesanas, y
especialmente en los sacerdotes, religiosos, religiosas, personas consagradas, catequistas, padres, profesores
de religión y laicos en general, de la importancia de la vocación y su entronque con la Iglesia.
2.° Procurar que se trate la vocación en el diseño curricular de la asignatura de religión.
3.° Animar a que se dediquen catequesis concretas a tratar el tema de la vocación específica.
4.° Orientar a todos los grupos que trabajan dentro de nuestra Iglesia Diocesana, para que aborden como tema de
formación, la vocación como llamada de Dios a todo bautizado.
5.° Posibilitar charlas y encuentros que traten la consagración específica.
Artículo 13.- Animar y guiar la vocación personal.
1.° Ayudar a descubrir en la vida personal, la llamada que Dios realiza.
2.° Facilitar la experiencia personal de Dios, para que responda al Amor de Dios, amando.
3.° Posibilitar un conocimiento más profundo de Dios y su proyecto de amor en la vida del ser humano.
4.° Suscitar la respuesta libre.
5.° Ofrecer cauces para orientar al Seguimiento de Jesucristo dentro de la Iglesia.
V. - ACTIVIDADES
Artículo 14.- Para llevar a cabo el objetivo general, de coordinar y promover las vocaciones a nivel diocesano,
corresponde a este Secretariado:
1.º Preparar a sus propios miembros facilitando materiales, organizando cursillos, seminarios o participando en
los organizados a nivel diocesano, regional o nacional.
2.° Promover y potenciar un auténtico interés por el tema vocacional en toda la diócesis, haciendo uso de todos
los medios que estén a su alcance: cartas, hojas informativas, campañas, carteles, página Web, emisiones de
radio y televisión, mesas redondas, charlas coloquio, exposiciones, catequesis...
3.° Mantener al día la página Web, con toda la información actualizada, como un medio concreto de acceso al
trabajo que se realiza dentro de este Secretariado.
4.° Responsabilizarse de la campaña de la "Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones", colaborar con la
campaña del "Día del Seminario" y otras que se realicen en la Diócesis y se solicite colaboración. Suscitar el
interés en torno a estas campañas, organizar encuentros, preparar y repartir material, propaganda, etc.
5.° Participar activamente en los Encuentros Diocesanos de: Jóvenes, Familia, Catequesis, Enseñanza, etc., que
organizan los distintos Secretariados Diocesanos y en coordinación con los mismos.
6.° Coordinar sus actividades con los Secretariados del Clero, Monasterios de Clausura, Religiosos, Seminario,
Diaconado Permanente, Institutos Seculares, Vírgenes Consagradas, Juventud, Familiar, Universitaria,
Hermandades y Cofradías, Catequesis, Enseñanza y Misiones: intercambiando programas, realizando
reuniones conjuntas, elaborando materiales comunes, etc.
7.° Potenciar el interés por lo vocacional en las reuniones del arciprestazgo, dentro de la pastoral general.
Artículo 15.- Para llevar a cabo el objetivo general, de animar y orientar a las comunidades cristianas, en el trabajo
vocacional, corresponde a este Secretariado:
1.° Preparar materiales vocacionales para distribuir en los distintos grupos: oraciones, reflexiones y catequesis
vocacionales.
2.° Ofrecer encuentros con jóvenes, en las diversas zonas, en las que se aborde directamente el tema vocacional.
3.° Motivar a los profesores de religión y catequistas, asistiendo a algunas de sus reuniones y ofreciéndoles
material para que los trabajen en sus grupos.
4.° Organizar actividades en colegios e institutos, con adolescentes y jóvenes, en las que se les presente de forma
clara la Vocación, como llamada de Dios y respuesta del ser humano.
5.° Hacerse presente en los grupos de Confirmación que estén próximos al sacramento, para aportar el testimonio
de las vocaciones específicas.
6.° Participar en las reuniones de los grupos de jóvenes cofrades y ofrecerles encuentros concretos, desde un
planteamiento vocacional.
7.° Organizar una semana vocacional.
Artículo 16.- Para lleva a cabo el objetivo general, de animar y guiar la vocación personal, corresponde a este
Secretariado:
1.° Interpelar a jóvenes para despertar en ellos un planteamiento vocacional, a través de convivencias, catequesis,
encuentros, oraciones, etc.
2.° Acompañar personalmente a los jóvenes que manifiesten interés por las vocaciones de especial consagración:
acogiéndolos, informándoles, acompañando su proceso de fe, encausando sus inquietudes...
3.° Ofrecer convivencias, retiros y ejercicios espirituales, para jóvenes que manifiesten inquietud vocacional.
4.° Invitar a los que manifiesten inquietud hacia algún tipo de vocación a tener una experiencia vital de lo que
supone esa opción; de igual manera se animará a tener experiencias en comunidad para aquellos que
manifiesten una inclinación hacia la vida consagrada.
5.° Ofrecer la posibilidad de una experiencia fuerte de servicio a los hermanos más necesitados.
6.° Poner en común las actividades de verano que diferentes congregaciones y grupos de Iglesia hacen y que
puedan ayudar a jóvenes inquietos a tener una experiencia fuerte de encuentro con Dios y con otros jóvenes.
7.° Colaborar, apoyar y coordinar los campamentos vocacionales que se realicen cada verano en la Diócesis.
8.° Preparar Noches Vocacionales que combinen la oración, con la reflexión, el diálogo, la puesta en común, un
video-forum, la celebración, la convivencia, etc. y si se ve oportuno la Eucaristía.
VI. - FINANCIACIÓN
Artículo 17.§ 1. Este Secretariado no dispone de fondos propios, únicamente de los que aporta la Diócesis, por ello se deberá
elaborar un presupuesto por año de calendario, que especifique los gastos que se puedan dar en el desarrollo de
esta Pastoral Diocesana. Éste debe ser aprobado por el Ecónomo Diocesano y deberá atenerse al mismo.
§2. Además, podrá contar con eventuales donativos de la CONFER y de otras entidades y personas.
§3. En casos extraordinarios, tendrá que buscarse los recursos por sus propios medios y sólo cuando las
circunstancias lo aconsejen, y de forma excepcional, se podrá solicitar un presupuesto extraordinario.
NOMBRAMIENTOS
Rvdo. P. Camilo González Riaño, O.M.I., Adscrito a la Parroquia de La Santa
Misericordia-Santa María La Coronada, de Jimena de la Frontera. Cádiz, 6 de
septiembre de 2006.
Rvdo. P. Roberto Sayalero Sanz, O.A.R., Vicario Parroquial de San Sebastián, de
Chiclana de la Frontera. Cádiz, 6 de septiembre de 2006.
Rvdo. P. Manuel Cánovas García, O.SS.T., Párroco de la Santísima Trinidad, de
Algeciras. Cádiz, 13 de septiembre de 2006.
Rvdo. P. Domingo Reyes Fernández, O.SS.T., Párroco de Nuestra Señora de los
Milagros, de Algeciras. Cádiz, 13 de septiembre de 2006.
Rvdo. P. Fidel Ortiz Sáez, O.SS.T., Vicario Parroquial de la Santísima Trinidad y
de Nuestra Señora de los Milagros, de Algeciras. Cádiz, 13 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. José Luis Caburrasi Fernández, Párroco de Nuestra Señora de la Oliva,
de San Fernando, por el plazo de seis años. Cádiz, 15 de septiembre de 2006.
D. Sebastián Henry Pérez, Renovación como Presidente Diocesano de la
Hermandad Obrera de Acción Católica, por el plazo de cuatro años. Cádiz, 19 de
septiembre de 2006.
Rvdo. D. José Antonio Alonso González, Capellán del Hogar de San José, de las
Hermanitas de los Ancianos Desamparados, de Algeciras. Cádiz, 19 de noviembre de
2006.
Rvdo. D. Antonio Jesús Garrido Rodríguez, Párroco de La Divina Pastora, de
Facinas, y Administrador Parroquial de San Isidro Labrador, de Tahivilla, por el plazo
de tres años. Cádiz, 20 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. Francisco Jesús Fernández Alcedo, Párroco de San Juan de Dios, de la
Ciudad-Obispado de Ceuta, por el plazo de tres años. Cádiz, 20 de septiembre de
2006.
Rvdo. D. Miguel Ángel González Vázquez, Párroco de Santa María Micaela, de
Algeciras, por el plazo de tres años. Cádiz, 20 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. José Manuel Roldán Núñez, Párroco de San Juan Bautista, en la Barriada
de "Los Cortijillos” de la Villa de Los Barrios, por el plazo de tres años. Cádiz, 20 de
septiembre de 2006.
Rvdo. D. Agustín Borrell García, Administrador Parroquial del Santo Ángel
Custodio, de Bolonia, en Tarifa. Cádiz, 21 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. Jesús J. García Cornejo, Capellán del Colegio “San José”, de las
Religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, de Cádiz. Cádiz 21 de septiembre
de 2006.
Rvdo. D. José Manuel González Jiménez, Párroco de San Ildefonso, de la CiudadObispado de Ceuta, por un plazo de seis años. Cádiz, 21 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. Miguel Tenorio Tenorio, Párroco de San José, de la Ciudad-Obispado de
Ceuta, por un plazo de tres años. Cádiz, 21 de septiembre de 2006.
Dña. Emilia Luque Martínez, Secretaria del Secretariado Diocesano de
Ecumenismo y Relaciones Interconfesionales. Cádiz, 25 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. Francisco Herrera Lozano, Director de Cáritas Diocesana de Cádiz y
Ceuta. Cádiz, 26 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. José Manuel Roldán Núñez, Capellán del Hospital APunta de Europa”, de
Algeciras. Cádiz, 28 de septiembre de 2006.
Rvdo. D. José Luis Caburrasi Fernández, Prórroga como Director del Secretariado
Diocesano de Turismo y Movilidad Social, por el plazo de cinco años. Cádiz, 2 de
octubre de 2006.
Rvdo. D. Francisco J. Núñez Pérez, Administrador Parroquial de San Hiscio, de
Puente Mayorga. Cádiz, 2 de octubre de 2006.
D. José Francisco Javier Anso Bernard, S.M., Consiliario de la Comisión
Diocesana de “Justicia y Paz” de la Diócesis de Cádiz. Cádiz, 11 de octubre de 2006.
Rvdo. P. Bernard Mucipayi Kayembe, C.M.F. Capellán del Hospital "Puerta del
Mar” de Cádiz. Cádiz, 11 de octubre de 2006.
Rvdo. D. Luis Palomino Millán, Arcipreste de Medina Sidonia, por el plazo de
duración de los restantes nombramientos de Arciprestes. Cádiz, 20 de octubre de
2006.
Rvdo. P. David López Moreno, O.M.I., Administrador Parroquial de Ntra. Sra. de
los Ángeles, de la Estación de Jimena. Cádiz, 20 de octubre 2006.
Rvdo. P. David López Moreno, O.M.I., Administrador Parroquial de La Santa
Misericordia-Santa María La Coronada, de Jimena de la Frontera. Cádiz, 20 de
octubre de 2006.
Rvdo. D. Salvador Gómez Sánchez de la Campa, Rector de la Iglesia de San Juan
de Dios, de Cádiz. Cádiz, 20 de octubre de 2006.
NOMBRAMIENTOS
DE HERMANDADES Y COFRADÍAS
- Decreto por el que se nombra como Hermano Mayor de la Cofradía de
Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, de Alcalá de los
Gazules, a D. Antonio Calero Ruiz.
Cádiz, 6 de septiembre de 2006.
- Decreto por el que se nombra Hermana Mayor de la Venerable Cofradía de
Penitencia y Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Cautivo de los Llanos, de Medina
Sidonia, a D.ª Virginia Peña Collantes.
Cádiz, 20 de septiembre de 2006.
- Decreto por el que se nombra Hermano Mayor de la Hermandad
Sacramental, Esclavitud y Venerable Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús
Cautivo y Rescatado, de Puerto Real, a D. Salvador Vadillo González.
Cádiz, 6 de octubre de 2006.
ORDENACIONES
El viernes 8 de septiembre de 2006, Fiesta de la Natividad de la Santísima
Virgen María, fiesta de Nuestra Señora de la Luz, Patrona de Tarifa, a las
19:00h., en la Parroquia de San Mateo Apóstol, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de
la Diócesis, Don Antonio Ceballos Atienza, confirió el Sagrado Orden del
Presbiterado al Diácono de esta Diócesis: D. Antonio Jesús Garrido Rodríguez.
El día 9 de septiembre de 2006, sábado de la XXII Semana del Tiempo
Ordinario, a las 11:30h., en la Parroquia de San Paulino de Nola, de Barbate, el
Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis, Don Antonio Ceballos Atienza,
confirió el Sagrado Orden del Presbiterado al Diácono de esta Diócesis: D.
Francisco Jesús Fernández Alcedo.
El día 10 de septiembre de 2006, XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, a las
18:00h., en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Cádiz, el Excmo. y Rvdmo. Sr.
Obispo de la Diócesis, Don Antonio Ceballos Atienza, confirió el Sagrado Orden
del Presbiterado a los Diáconos de esta Diócesis: D. José Manuel Roldán Núñez y
D. Miguel Ángel González Vázquez.
El sábado 14 de octubre de 2006, a las 10.30h., en la Capilla Mayor del
Seminario Diocesano de San Bartolomé, de Cádiz, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo
de la Diócesis, Don. Antonio Ceballos Atienza, confirió el Ministerio del
Lectorado a D. Patricio Gutiérrez Palomino, seminarista de esta Diócesis.
NECROLÓGICAS
D. MANUEL CABALLERO GALLEGO, S.D.B.
SU HISTORIA
D. Manuel Caballero Gallego, nació en Aldeadávila de la Ribera, Salamanca, el día
13 abril de 1927. Es el tercero de 7 hermanos.
A los 14 años se viene a Andalucía, concretamente a Montilla, donde estudiará los
4 años de bachillerato.
En 1945 entra en el Noviciado Salesiano, en San José del Valle. Hace la Primera
Profesión Religiosa el 16 de agosto de 1946.
Continúa sus estudios de filosofía en Consolación, Utrera, en 1946. Los tres años
de trienio de 1948 a 1951, los pasa en la Casa de la Trinidad, dando clase durante el
día, y por la noche con los internos. Terminado el Trienio, marcha a Madrid,
(Carabanchel Alto), a estudiar teología.
El día 26 de junio de 1955 es ordenado presbítero, en Madrid. Comienza su
ministerio sacerdotal en Rota, durante un año. Luego lo destinan otro año a Alcalá de
Guadaira como profesor y consejero.
Al abrirse la Universidad Laboral de Sevilla es enviado allí como Director del
Colegio Miguel de Mañara, dedicado a alumnos externos. Los domingos y festivos
marcha a Sevilla, y en la Iglesia de la Universidad, de la calle Laraña, celebra la Misa
con ellos. Allí trabaja durante cinco años, dejando una grata impresión entre los
alumnos que, ya mayores, aún lo recuerdan.
A continuación, en 1961 es trasladado a Puerto Real, donde trabaja como director y
rector de la institución sindical Virgen del Carmen, durante cinco años. A su marcha,
deja un hondo recuerdo en muchos antiguos alumnos que todavía lo recuerdan con
cariño.
De Puerto Real pasa a Cádiz. Son seis años de intensa labor con la reconstrucción y
estructuración del nuevo colegio. Después de Cádiz, pasará un año en Quito
(Ecuador). En la Facultad Salesiana de allí, se licencia en Pedagogía y es al mismo
tiempo Asistente de Filósofos.
De regreso a España, lo destinan a Campano de director (1974-1977),
reorganizando la Casa, poniendo Escuela Hogar y Formación Profesional. Y de nuevo
vuelve a Cádiz, durante los años 1977 a 1980.
Nuevamente pasa a Sevilla, en este caso, un año en el Colegio Mayor, donde
prestará el servicio de Ecónomo, y Delegado de Estudios de la Inspectoría.
En 1981 es nombrado director de Triana durante 6 años. Terminado el sexenio
parece que va a descansar, pero no. un año en el Colegio Mayor, y al siguiente,
Director de Huelva durante tres años, y otro año más en la Trinidad como profesor.
Seguidamente le reclaman del Obispado de Cádiz, y le nombran Delegado
Episcopal de Enseñanza, cargo que desempeña generosamente desde 1992 a 2004, 14
años, año en que se jubila, con 77 años.
Desde 2004 hasta el momento de su muerte, D. Manuel no ha estado parado. Tenía
grupo de hogares, capellanía diaria en el Rebaño de María, atención ministerial a los
alumnos del Rebaño, acompañamiento espiritual a muchas personas, visita a los
enfermos, consiliario de la Asociación de Antiguos Alumnos de Cádiz, y todo lo que
se le pidiera y él pudiera hacer con generosidad.
El día 30 de agosto de 2006, a las 23.10 h. pasó a descansar en el paraíso,
prometido por nuestro padre Don Bosco.
Comunidad Salesiana de Cádiz
Rvdo. D. FRANCISCO VALLEJO ACOSTA
El martes 5 de septiembre de 2006, a la edad de 78 años, en la Clínica de San
Rafael de la ciudad de Cádiz, falleció el Rvdo. D. Francisco Vallejo Acosta,
presbítero de esta Diócesis de Cádiz y Ceuta.
Cursó los estudios sacerdotales en el Seminario Conciliar San Bartolomé, en
Cádiz, siendo ordenado de presbítero el 8 de marzo de 1952. comenzó su ministerio
sacerdotal como Coadjutor de la parroquia de San Lorenzo, en Cádiz; en 1954 es
nombrado coadjutor de la parroquia de San José, en Cádiz; en 1956 es nombrado
ecónomo de la parroquia del Carmen, en Cádiz; en 1974 será nombrado ecónomo de
San Severiano, en Cádiz; en 1976 será nombrado Delegado Diocesano de
Hermandades y Cofradías, labor que realizó con gran dedicación, ganándose el
respeto y la admiración del mundo cofrade. En 1984 es nombrado Arcipreste de Cádiz
Extramuros, miembro de la Comisión Diocesana del Clero y miembro del Consejo de
Consultores; en 1986 sería nombrado párroco de San José, en Cádiz; en 1997 fue
nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Cádiz, en la que recibiría, en
2006, el oficio de Canónigo Maestrescuela.
Su dilatada e intensa actividad pastoral le convirtió en un modelo ejemplar de
pastor; su vida sencilla, modesta e intensamente vital, generaba un cálido ambiente
familiar, un confortable clima fraternal. Era cercano y cordial, siempre dispuesto en
ayudar a sus hermanos. Simplemente, era un hombre bueno y servicial.
La capilla ardiente con sus restos mortales quedó instalada en el salón parroquial
de San José, su última parroquia. Presidió la Eucaristía "Corpore in sepulto” el
Excmo. y Rvdmo. D. Antonio Ceballos, obispo diocesano. Los restos mortales del P.
Vallejo fueron trasladados a la ciudad de San Fernando (Cádiz), su ciudad natal,
donde recibió cristiana sepultura.
Descanse en paz.
Rvdo. D. EMILIO GONZÁLEZ AMORES
En la madrugada del domingo 22 de octubre de 2006, a la edad de 79 años, en San
Fernando, falleció el Rvdo. P. D. Emilio González Amores, presbítero de esta
Diócesis de Cádiz y Ceuta.
Nació en San Fernando (Cádiz,) el 9 de junio de 1927 y fue ordenado sacerdote el
22 de septiembre de 1951. Procediendo de la Diócesis de Jujuy (Argentina) en la que
estaba incardinado, comenzó su ministerio sacerdotal en esta Diócesis, en 1972 como
Ecónomo de la Parroquia de San Ildefonso, en Ceuta. El 16 de febrero de 1978 se le
concede la incardinación a la Diócesis. En el año 1980 es nombrado Encargado de la
Parroquia de La Inmaculada, de San Fernando, y un año más tarde Sustituto de la
Parroquia de Santo Cristo y Ecónomo de la de San José Artesano, de la misma
Ciudad, cargo éste último que desempeñó hasta el momento de su jubilación en que
fue nombrado Adscrito a la misma. Posteriormente, fue Capellán del Asilo San José
de esa misma localidad.
El P. Emilio, sacerdote afable y cercano destacó siempre por su sencillez, humildad
y cercanía, con una gran fe y un gran amor a su ministerio sacerdotal. Insistía en la
necesidad de cultivar la generosidad gratuita, el servicio desinteresado, la abnegación
altruista, el perdón de las ofensas, el reconocimiento sereno de los propios errores, la
paciencia, el sufrimiento callado e, incluso, la resignación serena ante los males
irremediables.
Las exequias se celebraron en la Parroquia de San Pedro y San Pablo, de San
Fernando, el lunes, día 23 de octubre, a las 11 horas, presididas por el Obispo de la
Diócesis, Mons. Antonio Ceballos Atienza y concelebradas por un gran número de
sacerdotes con la presencia de sus familiares y amigos y de mucha gente que lo
conocía y quería. Sus restos mortales, velados la noche anterior en la cripta de dicha
parroquia, fueron trasladados al Cementerio de San Fernando, donde recibió cristiana
sepultura. Descanse en paz.
Crónicas diocesanas
Adiós a D. Manuel Caballero Gallego, S.D.B.
Manuel Caballero, sacerdote salesiano, ha muerto como ha vivido: tratando de
hacer el menor ruido posible y evitando molestar lo menos posible a sus compañeros
y amigos. Natural de Salamanca, este hombre prudente y bondadoso, ha convivido
durante la mayor parate de su vida profesional con los gaditanos y, en esta tierra, han
madurado sus mejores frutos. Como profesor y como director del colegio de los
salesianos, ha orientado todas sus energías hacia la meta que se fijó cuando, aún
adolescente, decidió incorporarse a la congregación fundada por San Juan Bosco. Pero
su entrega a la comunidad religiosa no le impidió integrarse en el presbiterio
diocesano ni desempeñar con eficacia la Delegación de Enseñanza.
En plena comunión con los sucesivos obispos y en conexión con sus hermanos, los
sacerdotes, el padre Caballero ha prestado una permanente atención a los problemas
más acuciantes que se planteaban en un ámbito tan delicado como el de la Enseñanza
Religiosa en los Centros Públicos y Privados. Su testimonio vital, más incluso que sus
medidas palabras, ha resonado en nuestras conciencias como una permanente y
explícita llamada a la trascendencia y, al mismo tiempo, como una cordial invitación
al cultivo de los valores humanos tan importantes como la sencillez, la laboriosidad y
la alegría. Como me indica su compañero, el padre Gregorio Calama, este salesiano
bueno ha constituido para todos sus hermanos un modelo ejemplar de amor a la
Iglesia, de entrega a la Congregación y de servicio a los jóvenes.
Desde mi perspectiva personal, los rasgos humanos que más me han llamado la
atención de este creyente profundo, ha sido su invencible paciencia, su férrea
disciplina, su permanente alegría y, sobre todo, su exquisita delicadeza. Enemigo del
capricho, de la frivolidad y de la superficialidad tradicional, el padre Caballero era un
filósofo de las cosas elementales y un maestro de la simplicidad de la vida: sus
reflexiones, sus consejos, sus actitudes y sus comportamientos estaban sustentados en
un fondo de honradez y en un sustrato evangélico.
Ha fallecido un hombre que tomó la vida plenamente en serio y que supo orientar
sus esfuerzos hacia metas nobles y trascendentes. Si su insaciable avidez de saber, su
viva curiosidad, su amplia capacidad de silencio, su aguda facultad de escucha, su
remansada delicadeza y, sobre todo, su permanente disposición de servicio,
constituyen para todos nosotros una valiosa herencia, su muerte representa una
pérdida irreparable. Que descanse en paz.
José Antonio Hernández Guerrero
José María Ayerbe Mora
El pasado día 10 de septiembre, los propagandistas de Cádiz nos encontramos con
la sorprendente y, a la vez, dura noticia del fallecimiento de José María Ayerbe,
hombre bueno, implicado desde su juventud en tareas apostólicas. Su corazón, como a
tantos otros, le jugó una mala pasada, y aunque durante casi un mes abrigábamos la
esperanza de que se repusiera, Dios no quiso dejarlo entre nosotros.
Había nacido en 1932 en Valladolid, recriándose en Aragón, donde siguió los
estudios de Bachillerato dentro del colegio de los jesuitas de Zaragoza y, más tarde,
hizo sus años de milicia universitaria. Pasó a Madrid para realizar la carrera de
ingeniero en el prestigioso centro de Areneros (ICAI), tan estrechamente vinculado a
la AcdP.
Pero donde se iba a desarrollar la mayor parte de la vida de José María fue en la
ciudad de Cádiz. Aquí se casó y ejerció su profesión de ingeniero en empresas
emblemáticas de la Bahía (Bazán, Astilleros, San Carlos). Compaginó con
generosidad ese trabajo profesional con su compromiso político, la docencia
universitaria y las actividades apostólicas.
En relación al primero, fue cofundador, en unión de otros propagandistas, del
grupo Drago en tiempos de Franco; de la segunda da buena cuenta su paso como
profesor por las aulas de la escuela Técnica de Ingeniería Naval de la Universidad de
Cádiz, hasta el momento de su jubilación.
Más prolongados en el tiempo fueron sus trabajos al servicio de la Iglesia,
sirviendo primero, a través de los Cursillos de Cristiandad, y, más tarde, de la AcdP y
de la Diócesis de Cádiz y Ceuta como delegado diocesano de Apostolado Seglar y
miembro del Movimiento Familiar Cristiano, dentro del cual, en compañía de su
mujer, ocuparía la Presidencia diocesana y la Vicepresidencia nacional. Su entrega
hasta el último momento ha sido, junto a su fe profunda, seña de identidad de un
amigo y compañero, cuya ausencia será por todos nosotros difícil de sobrellevar.
Manuel Bustos Rodríguez
Emilio González Amores, un sacerdote bueno
A los setenta y nueve años, ha fallecido Emilio González Amores, un sacerdote
isleño que ha gastado su vida en, simplemente, ayudar a los otros para que, siendo
buenos, alcanzaran el bienestar posible. Movido por este intenso deseo, siguió la
llamada al sacerdocio y sirvió a sus hermanos en América y, después, en Ceuta y en
San Fernando.
Él estaba convencido de que la "bondad” era no sólo un bien supremo y un
objetivo fundamental de las actividades pastorales, sino, también, la senda más segura
y la más humana para lograr la felicidad personal y el surco más fértil en el que hemos
de sembrar las semillas del bienestar colectivo. Le llamaba la atención el escaso
aprecio que esta sociedad pragmática, materialista, exhibicionista y hedonista tenía
por ella.
En sus diferentes tareas pastorales, puso especial esmero en "hacer comunidad”
mediante la profundización en los contenidos de la fe siguiendo el camino de una
catequesis permanente y progresiva. Según él, la comunidad es el ámbito de la nueva
familia del creyente, el lugar privilegiado donde recibe las enseñanzas del evangelio y
el centro de operaciones desde donde se difunde el evangelio recibido. Pero, al mismo
tiempo, siempre expresó su confianza absoluta en el contacto directo con cada uno de
sus hermanos, los feligreses. Al padre Cecilio Herrera le sorprendía su capacidad para
emplear un idioma apropiado a cada ocasión y un modo distinto de conversación
según los diferentes interlocutores.
Tanto en sus charlas como en sus catequesis, Emilio insistía en la necesidad de
cultivar los hábitos de la generosidad gratuita, el servicio desinteresado, la abnegación
altruista, el perdón de las ofensas, el reconocimiento sereno de los propios errores, el
trabajo oculto, la comprensión de las conductas ajenas, la paciencia, la sencillez sin
fingimiento, la humildad sincera, el sufrimiento callado e, incluso, la resignación
serena ante los males irremediables.
Ha muerto un hombre profundamente confiado en la acción de la Providencia, en
ese cuidado que el Padre, que nos ama y nos protege, tiene de todos nosotros. Que
descanse en paz.
José Antonio Hernández Guerrero.
Palabras de Acción de Gracias
de Sor Lourdes de Dueñas Pastor, CCV
en la entrega de la Medalla Pro Ecclesia et PONTÍFICE,
Cádiz, Capilla del Obispado, 6 de octubre de 2006
Aunque en estos momentos tan emotivos y de tanta confusión para mí, las palabras
quedan cortas y muy limitadas. Ante el convencimiento de que no se trata de una
distinción personal sino de que esto ha sido un reconocimiento a la Iglesia y también a
la Vida Consagrada, sí me parece oportuno pronunciar la palabra GRACIAS que es la
que mejor puede sintetizar mis sentimientos.
GRACIAS al Señor por el don de la Fe, y por haberme llamado a formar parte de
la vida de la Iglesia a la que tanto amo.
GRACIAS al Señor por el don de la Familia en que nací, que me abrió el camino
hacia Ti.
GRACIAS por el don de la Vida Consagrada en la que tan claramente me he
podido encontrar con Cristo y Servirle en los Hermanos.
GRACIAS a Don Antonio, nuestro querido Obispo y a toda la Iglesia Diocesana,
no tanto por este momento de reconocimiento sino por estos años de servicio más
directo a la Diócesis en los que he podido experimentar de cerca la riqueza de la
Iglesia, nuestra fuerte llamada a la evangelización y la constante oportunidad de
servicio que el Señor nos presenta a través de ella.
GRACIAS a mi Congregación que con tanta generosidad y comprensión me ha
facilitado este enriquecedor servicio, renunciando a cualquier otro que hubiera podido
prestar en el seno de la misma.
GRACIAS a todos los que me estáis acompañando compartiendo la Eucaristía en
estos momentos. Creo que el mejor gesto de gratitud es la oración por todos vosotros,
como ya lo he estado haciendo durante esta Eucaristía de una manera especial.
Puedo decir con gran alegría que hoy recobran para mí una fuerza especial las
palabras de San Pablo que son y han sido una fuerte convicción a lo largo de mi vida:
TODO SE CONVIERTE EN GRACIA PARA LOS QUE AMAN.
¡GRACIAS!
II. INFORMACIÓN GENERAL
De la Santa Sede
Fe, razón y universidad. Recuerdos y reflexiones
Discurso de Su Santidad Benedicto XVI
en la Universidad de Ratisbona (Alemania)
12 de septiembre de 2006
Eminencias, Rectores Magníficos, Excelencias,Ilustres señoras y señores:
Para mí es un momento emocionante encontrarme de nuevo en la universidad y
poder impartir una vez más una lección magistral. Me hace pensar en aquellos años en
los que, tras un hermoso período en el Instituto Superior de Freising, inicié mi
actividad como profesor en la universidad de Bonn. Era el año 1959, cuando la
antigua universidad tenía todavía profesores ordinarios. No había auxiliares ni
dactilógrafos para las cátedras, pero se daba en cambio un contacto muy directo con
los alumnos y, sobre todo, entre los profesores.
Nos reuníamos antes y después de las clases en las salas de profesores. Los
contactos con los historiadores, los filósofos, los filólogos y naturalmente también
entre las dos facultades teológicas eran muy estrechos. Una vez cada semestre había
un dies academicus, en el que los profesores de todas las facultades se presentaban
ante los estudiantes de la universidad, haciendo posible así una experiencia de
Universitas -algo a lo que hace poco ha aludido también usted, Señor Rector-; es
decir, la experiencia de que, no obstante todas las especializaciones que a veces nos
impiden comunicarnos entre nosotros, formamos un todo y trabajamos en el todo de la
única razón con sus diferentes dimensiones, colaborando así también en la común
responsabilidad respecto al recto uso de la razón: era algo que se experimentaba
vivamente. Además, la universidad se sentía orgullosa de sus dos facultades
teológicas. Estaba claro que también ellas, interrogándose sobre la racionabilidad de
la fe, realizan un trabajo que forma parte necesariamente del conjunto de la
Universitas scientiarum, aunque no todos podían compartir la fe, a cuya correlación
con la razón común se dedican los teólogos. Esta cohesión interior en el cosmos de la
razón no se alteró ni siquiera cuando, en cierta ocasión, se supo que uno de los
profesores había dicho que en nuestra universidad había algo extraño: dos facultades
que se ocupaban de algo que no existía: Dios. En el conjunto de la universidad estaba
fuera de discusión que, incluso ante un escepticismo tan radical, seguía siendo
necesario y razonable interrogarse sobre Dios por medio de la razón y que esto debía
hacerse en el contexto de la tradición de la fe cristiana.
Recordé todo esto recientemente cuando leí la parte, publicada por el profesor
Theodore Khoury (Münster), del diálogo que el docto emperador bizantino Manuel II
Paleólogo, tal vez en los cuarteles de invierno del año 1391 en Ankara, mantuvo con
un persa culto sobre el cristianismo y el islam, y sobre la verdad de ambos.[1]
Probablemente fue el mismo emperador quien anotó ese diálogo durante el asedio de
Constantinopla entre 1394 y 1402. Así se explica que sus razonamientos se recojan
con mucho más detalle que las respuestas de su interlocutor persa.[2] El diálogo
abarca todo el ámbito de las estructuras de la fe contenidas en la Biblia y en el Corán,
y se detiene sobre todo en la imagen de Dios y del hombre, pero también, cada vez
más y necesariamente, en la relación entre las «tres Leyes», como se decía, o «tres
órdenes de vida»: Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y Corán. No quiero hablar
ahora de ello en este discurso; sólo quisiera aludir a un aspecto -más bien marginal en
la estructura de todo el diálogo- que, en el contexto del tema «fe y razón», me ha
fascinado y que servirá como punto de partida para mis reflexiones sobre esta materia.
En el séptimo coloquio (controversia), editado por el profesor Khoury, el
emperador toca el tema de la yihad, la guerra santa. Seguramente el emperador sabía
que en la sura 2, 256 está escrito: «Ninguna constricción en las cosas de fe». Según
dice una parte de los expertos, es probablemente una de las suras del período inicial,
en el que Mahoma mismo aún no tenía poder y estaba amenazado. Pero, naturalmente,
el emperador conocía también las disposiciones, desarrolladas sucesivamente y fijadas
en el Corán, acerca de la guerra santa. Sin detenerse en detalles, como la diferencia de
trato entre los que poseen el «Libro» y los «incrédulos», con una brusquedad que nos
sorprende, brusquedad que para nosotros resulta inaceptable, se dirige a su
interlocutor llanamente con la pregunta central sobre la relación entre religión y
violencia en general, diciendo: «Muéstrame también lo que Mahoma ha traído de
nuevo, y encontrarás solamente cosas malas e inhumanas, como su disposición de
difundir por medio de la espada la fe que predicaba».[3] El emperador, después de
pronunciarse de un modo tan duro, explica luego minuciosamente las razones por las
cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo insensato. La violencia está en
contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no se complace
con la sangre -dice-; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La
fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe
necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la
violencia ni a las amenazas... Para convencer a un alma racional no hay que recurrir al
propio brazo ni a instrumentos contundentes ni a ningún otro medio con el que se
pueda amenazar de muerte a una persona».[4]
En esta argumentación contra la conversión mediante la violencia, la afirmación
decisiva es: no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios.[5] El editor,
Theodore Khoury, comenta: para el emperador, como bizantino educado en la
filosofía griega, esta afirmación es evidente. En cambio, para la doctrina musulmana,
Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está vinculada a ninguna de
nuestras categorías, ni siquiera a la de la racionabilidad.[6] En este contexto, Khoury
cita una obra del conocido islamista francés R. Arnaldez, quien observa que Ibn Hazm
llega a decir que Dios no estaría vinculado ni siquiera por su propia palabra y que
nada le obligaría a revelarnos la verdad. Si él quisiera, el hombre debería practicar
incluso la idolatría. [7]
A este propósito se presenta un dilema en la comprensión de Dios, y por tanto en la
realización concreta de la religión, que hoy nos plantea un desafío muy directo. La
convicción de que actuar contra la razón está en contradicción con la naturaleza de
Dios, ¿es solamente un pensamiento griego o vale siempre y por sí mismo? Pienso
que en este punto se manifiesta la profunda consonancia entre lo griego en su mejor
sentido y lo que es fe en Dios según la Biblia. Modificando el primer versículo del
libro del Génesis, el primer versículo de toda la sagrada Escritura, san Juan comienza
el prólogo de su Evangelio con las palabras: «En el principio ya existía el Logos».
Ésta es exactamente la palabra que usa el emperador: Dios actúa con logos. Logos
significa tanto razón como palabra, una razón que es creadora y capaz de
comunicarse, pero precisamente como razón. De este modo, san Juan nos ha brindado
la palabra conclusiva sobre el concepto bíblico de Dios, la palabra con la que todos
los caminos de la fe bíblica, a menudo arduos y tortuosos, alcanzan su meta,
encuentran su síntesis. En el principio existía el logos, y el logos es Dios, nos dice el
evangelista. El encuentro entre el mensaje bíblico y el pensamiento griego no era una
simple casualidad. La visión de san Pablo, ante quien se habían cerrado los caminos
de Asia y que en sueños vio un macedonio que le suplicaba: «Ven a Macedonia y
ayúdanos» (cf. Hch 16, 6-10), puede interpretarse como una expresión condensada de
la necesidad intrínseca de un acercamiento entre la fe bíblica y el filosofar griego.
En realidad, este acercamiento había comenzado desde hacía mucho tiempo. Ya el
nombre misterioso de Dios pronunciado en la zarza ardiente, que distingue a este Dios
del conjunto de las divinidades con múltiples nombres, y que afirma de él
simplemente «Yo soy», su ser, es una contraposición al mito, que tiene una estrecha
analogía con el intento de Sócrates de batir y superar el mito mismo. [8] El proceso
iniciado en la zarza llega a un nuevo desarrollo, dentro del Antiguo Testamento,
durante el destierro, donde el Dios de Israel, entonces privado de la tierra y del culto,
se proclama como el Dios del cielo y de la tierra, presentándose con una simple
fórmula que prolonga aquellas palabras oídas desde la zarza: «Yo soy». Juntamente
con este nuevo conocimiento de Dios se da una especie de Ilustración, que se expresa
drásticamente con la burla de las divinidades que no son sino obra de las manos del
hombre (cf. Sal 115). De este modo, a pesar de toda la dureza del desacuerdo con los
soberanos helenísticos, que querían obtener con la fuerza la adecuación al estilo de
vida griego y a su culto idolátrico, la fe bíblica, durante la época helenística, salía
desde sí misma al encuentro de lo mejor del pensamiento griego, hasta llegar a un
contacto recíproco que después tuvo lugar especialmente en la literatura sapiencial
tardía. Hoy sabemos que la traducción griega del Antiguo Testamento -la de «los
Setenta»-, que se hizo en Alejandría, es algo más que una simple traducción del texto
hebreo (la cual tal vez podría juzgarse poco positivamente); en efecto, es en sí mismo
un testimonio textual y un importante paso específico de la historia de la Revelación,
en el cual se realizó este encuentro de un modo que tuvo un significado decisivo para
el nacimiento y difusión del cristianismo.[9] En el fondo, se trata del encuentro entre
fe y razón, entre auténtica ilustración y religión. Partiendo verdaderamente de la
íntima naturaleza de la fe cristiana y, al mismo tiempo, de la naturaleza del
pensamiento griego ya fusionado con la fe, Manuel II podía decir: No actuar «con el
logos» es contrario a la naturaleza de Dios.
Por honradez, sobre este punto es preciso señalar que, en la Baja Edad Media, hubo
en la teología tendencias que rompen esta síntesis entre espíritu griego y espíritu
cristiano. En contraste con el llamado intelectualismo agustiniano y tomista, Juan
Duns Escoto introdujo un planteamiento voluntarista que, tras sucesivos desarrollos,
llevó finalmente a afirmar que sólo conocemos de Dios la voluntas ordinata. Más allá
de ésta existiría la libertad de Dios, en virtud de la cual habría podido crear y hacer
incluso lo contrario de todo lo que efectivamente ha hecho. Aquí se perfilan
posiciones que pueden acercarse a las de Ibn Hazm y podrían llevar incluso a una
imagen de Dios-Arbitrio, que no está vinculado ni siquiera con la verdad y el bien. La
trascendencia y la diversidad de Dios se acentúan de una manera tan exagerada, que
incluso nuestra razón, nuestro sentido de la verdad y del bien, dejan de ser un
auténtico espejo de Dios, cuyas posibilidades abismales permanecen para nosotros
eternamente inaccesibles y escondidas tras sus decisiones efectivas. En contraste con
esto, la fe de la Iglesia se ha atenido siempre a la convicción de que entre Dios y
nosotros, entre su eterno Espíritu creador y nuestra razón creada, existe una verdadera
analogía, en la que ciertamente -como dice el IV concilio de Letrán en 1215- las
diferencias son infinitamente más grandes que las semejanzas, pero sin llegar por ello
a abolir la analogía y su lenguaje. Dios no se hace más divino por el hecho de que lo
alejemos de nosotros con un voluntarismo puro e impenetrable, sino que, más bien, el
Dios verdaderamente divino es el Dios que se ha manifestado como logos y ha
actuado y actúa como logos lleno de amor por nosotros. Ciertamente el amor, como
dice san Pablo, «rebasa» el conocimiento y por eso es capaz de percibir más que el
simple pensamiento (cf. Ef 3, 19); sin embargo, sigue siendo el amor del Dios-Logos,
por lo cual el culto cristiano, como dice también san Pablo, es «lógico», un culto que
concuerda con el Verbo eterno y con nuestra razón (cf. Rm 12, 1). [10]
Este acercamiento interior recíproco que se ha dado entre la fe bíblica y el
planteamiento filosófico del pensamiento griego es un dato de importancia decisiva,
no sólo desde el punto de vista de la historia de las religiones, sino también del de la
historia universal, que también hoy hemos de considerar. Teniendo en cuenta este
encuentro, no sorprende que el cristianismo, no obstante haber tenido su origen y un
importante desarrollo en Oriente, haya encontrado finalmente su impronta decisiva en
Europa. Y podemos decirlo también a la inversa: este encuentro, al que se une
sucesivamente el patrimonio de Roma, creó a Europa y permanece como fundamento
de lo que, con razón, se puede llamar Europa.
A la tesis según la cual el patrimonio griego, críticamente purificado, forma parte
integrante de la fe cristiana se opone la pretensión de la deshelenización del
cristianismo, la cual domina cada vez más las discusiones teológicas desde el inicio de
la época moderna. Si se analiza con atención, en el programa de la deshelenización
pueden observarse tres etapas que, aunque vinculadas entre sí, se distinguen
claramente una de otra por sus motivaciones y sus objetivos.[11]
La deshelenización surge inicialmente en conexión con los postulados de la
Reforma del siglo XVI. Respecto a la tradición teológica escolástica, los reformadores
se vieron ante una sistematización de la teología totalmente dominada por la filosofía,
es decir, por una articulación de la fe basada en un pensamiento ajeno a la fe misma.
Así, la fe ya no aparecía como palabra histórica viva, sino como un elemento
insertado en la estructura de un sistema filosófico.
El principio de la sola Scriptura, en cambio, busca la forma pura primordial de la
fe, tal como se encuentra originariamente en la Palabra bíblica. La metafísica se
presenta como un presupuesto que proviene de otra fuente y del cual se debe liberar a
la fe para que ésta vuelva a ser totalmente ella misma. Kant, con su afirmación de que
había tenido que renunciar a pensar para dejar espacio a la fe, desarrolló este
programa con un radicalismo no previsto por los reformadores. De este modo, ancló la
fe exclusivamente en la razón práctica, negándole el acceso a la realidad plena.
La teología liberal de los siglos XIX y XX supuso una segunda etapa en el
programa de la deshelenización, cuyo representante más destacado es Adolf von
Harnack. En mis años de estudiante y en los primeros de mi actividad académica, este
programa ejercía un gran influjo también en la teología católica. Se utilizaba como
punto de partida la distinción de Pascal entre el Dios de los filósofos y el Dios de
Abraham, Isaac y Jacob. En mi discurso inaugural en Bonn, en 1959, traté de afrontar
este asunto [12] y no quiero repetir aquí todo lo que dije en aquella ocasión. Sin
embargo, me gustaría tratar de poner de relieve, al menos brevemente, la novedad que
caracterizaba esta segunda etapa de deshelenización respecto a la primera. La idea
central de Harnack era simplemente volver al hombre Jesús y a su mero mensaje,
previo a todas las elucubraciones de la teología y, precisamente, también de las
helenizaciones: este mensaje sin añadidos constituiría la verdadera culminación del
desarrollo religioso de la humanidad. Jesús habría acabado con el culto sustituyéndolo
con la moral. En definitiva, se presentaba a Jesús como padre de un mensaje moral
humanitario.
En el fondo, el objetivo de Harnack era hacer que el cristianismo estuviera en
armonía con la razón moderna, librándolo precisamente de elementos aparentemente
filosóficos y teológicos, como por ejemplo la fe en la divinidad de Cristo y en la
trinidad de Dios. En este sentido, la exégesis histórico-crítica del Nuevo Testamento,
según su punto di vista, vuelve a dar a la teología un puesto en el cosmos de la
universidad: para Harnack, la teología es algo esencialmente histórico y, por tanto,
estrictamente científico. Lo que investiga sobre Jesús mediante la crítica es, por
decirlo así, expresión de la razón práctica y, por consiguiente, puede estar presente
también en el conjunto de la universidad.
En el trasfondo de todo esto subyace la autolimitación moderna de la razón,
clásicamente expresada en las «críticas» de Kant, aunque radicalizada ulteriormente
entre tanto por el pensamiento de las ciencias naturales. Este concepto moderno de la
razón se basa, por decirlo brevemente, en una síntesis entre platonismo
(cartesianismo) y empirismo, una síntesis corroborada por el éxito de la técnica. Por
una parte, se presupone la estructura matemática de la materia, su racionalidad
intrínseca, por decirlo así, que hace posible comprender cómo funciona y puede ser
utilizada: este presupuesto de fondo es en cierto modo el elemento platónico en la
comprensión moderna de la naturaleza. Por otra, se trata de la posibilidad de explotar
la naturaleza para nuestros propósitos, en cuyo caso sólo la posibilidad de verificar la
verdad o falsedad mediante la experimentación ofrece la certeza decisiva. El peso
entre los dos polos puede ser mayor o menor entre ellos, según las circunstancias. Un
pensador tan drásticamente positivista como J. Monod se declaró platónico
convencido.
Esto implica dos orientaciones fundamentales decisivas para nuestra cuestión. Sólo
el tipo de certeza que deriva de la sinergia entre matemática y método empírico puede
considerarse científica. Todo lo que pretenda ser ciencia ha de atenerse a este criterio.
También las ciencias humanas, como la historia, la psicología, la sociología y la
filosofía, han tratado de aproximarse a este canon de valor científico. Además, es
importante para nuestras reflexiones constatar que este método en cuanto tal excluye
el problema de Dios, presentándolo como un problema a-científico o pre-científico.
Pero de este modo nos encontramos ante una reducción del ámbito de la ciencia y de
la razón que es preciso poner en discusión.
Volveré más tarde sobre este argumento. Por el momento basta tener presente que,
desde esta perspectiva, cualquier intento de mantener la teología como disciplina
«científica» dejaría del cristianismo únicamente un minúsculo fragmento. Pero hemos
de añadir más: si la ciencia en su conjunto es sólo esto, entonces el hombre mismo
sufriría una reducción, pues los interrogantes propiamente humanos, es decir, de
dónde viene y a dónde va, los interrogantes de la religión y de la ética, no pueden
encontrar lugar en el espacio de la razón común descrita por la «ciencia» entendida de
este modo y tienen que desplazarse al ámbito de lo subjetivo. El sujeto, basándose en
su experiencia, decide lo que considera admisible en el ámbito religioso y la
«conciencia» subjetiva se convierte, en definitiva, en la única instancia ética. Pero, de
este modo, el ethos y la religión pierden su poder de crear una comunidad y se
convierten en un asunto totalmente personal. La situación que se crea es peligrosa
para la humanidad, como se puede constatar en las patologías que amenazan a la
religión y a la razón, patologías que irrumpen por necesidad cuando la razón se reduce
hasta el punto de que ya no le interesan las cuestiones de la religión y de la ética. Lo
que queda de esos intentos de construir una ética partiendo de las reglas de la
evolución, de la psicología o de la sociología, es simplemente insuficiente.
Antes de llegar a las conclusiones a las que conduce todo este razonamiento, quiero
referirme brevemente a la tercera etapa de la deshelenización, que se está difundiendo
actualmente. Teniendo en cuenta el encuentro entre múltiples culturas, se suele decir
hoy que la síntesis con el helenismo en la Iglesia antigua fue una primera
inculturación, que no debería ser vinculante para las demás culturas. Éstas deberían
tener derecho a volver atrás, hasta el momento previo a dicha inculturación, para
descubrir el mensaje puro del Nuevo Testamento e inculturarlo de nuevo en sus
ambientes respectivos. Esta tesis no es del todo falsa, pero sí rudimentaria e
imprecisa. En efecto, el Nuevo Testamento fue escrito en griego e implica el contacto
con el espíritu griego, un contacto que había madurado en el desarrollo precedente del
Antiguo Testamento. Ciertamente, en el proceso de formación de la Iglesia antigua
hay elementos que no deben integrarse en todas las culturas. Sin embargo, las
opciones fundamentales que atañen precisamente a la relación entre la fe y la
búsqueda de la razón humana forman parte de la fe misma, y son un desarrollo acorde
con su propia naturaleza.
Llego así a la conclusión. Este intento de crítica de la razón moderna desde su
interior, expuesto sólo a grandes rasgos, no comporta de manera alguna la opinión de
que hay que regresar al período anterior a la Ilustración, rechazando de plano las
convicciones de la época moderna. Se debe reconocer sin reservas lo que tiene de
positivo el desarrollo moderno del espíritu: todos nos sentimos agradecidos por las
maravillosas posibilidades que ha abierto al hombre y por los progresos que se han
logrado en la humanidad. Por lo demás, la ética de la investigación científica -como
ha aludido usted, Señor Rector Magnífico-, debe implicar una voluntad de obediencia
a la verdad y, por tanto, expresar una actitud que forma parte de los rasgos esenciales
del espíritu cristiano. La intención no es retroceder o hacer una crítica negativa, sino
ampliar nuestro concepto de razón y de su uso. Porque, a la vez que nos alegramos
por las nuevas posibilidades abiertas a la humanidad, vemos también los peligros que
surgen de estas posibilidades y debemos preguntarnos cómo podemos evitarlos. Sólo
lo lograremos si la razón y la fe se reencuentran de un modo nuevo, si superamos la
limitación que la razón se impone a sí misma de reducirse a lo que se puede verificar
con la experimentación, y le volvemos a abrir sus horizonte en toda su amplitud. En
este sentido, la teología, no sólo como disciplina histórica y ciencia humana, sino
como teología auténtica, es decir, como ciencia que se interroga sobre la razón de la
fe, debe encontrar espacio en la universidad y en el amplio diálogo de las ciencias.
Sólo así seremos capaces de entablar un auténtico diálogo entre las culturas y las
religiones, del cual tenemos urgente necesidad. En el mundo occidental está muy
difundida la opinión según la cual sólo la razón positivista y las formas de la filosofía
derivadas de ella son universales. Pero las culturas profundamente religiosas del
mundo consideran que precisamente esta exclusión de lo divino de la universalidad de
la razón constituye un ataque a sus convicciones más íntimas. Una razón que sea
sorda a lo divino y relegue la religión al ámbito de las subculturas, es incapaz de
entrar en el diálogo de las culturas. Con todo, como he tratado de demostrar, la razón
moderna propia de las ciencias naturales, con su elemento platónico intrínseco,
conlleva un interrogante que va más allá de sí misma y que trasciende las
posibilidades de su método.
La razón científica moderna ha de aceptar simplemente la estructura racional de la
materia y la correspondencia entre nuestro espíritu y las estructuras racionales que
actúan en la naturaleza como un dato de hecho, en el cual se basa su método. Ahora
bien, la pregunta sobre el por qué existe este dato de hecho, la deben plantear las
ciencias naturales a otros ámbitos más amplios y altos del pensamiento, como son la
filosofía y la teología. Para la filosofía y, de modo diferente, para la teología, escuchar
las grandes experiencias y convicciones de las tradiciones religiosas de la humanidad,
especialmente las de la fe cristiana, constituye una fuente de conocimiento; oponerse a
ella sería una grave limitación de nuestra escucha y de nuestra respuesta. Aquí me
vienen a la mente unas palabras que Sócrates dijo a Fedón. En los diálogos anteriores
se habían expuesto muchas opiniones filosóficas erróneas; y entonces Sócrates dice:
«Sería fácilmente comprensible que alguien, a quien le molestaran todas estas
opiniones erróneas, desdeñara durante el resto de su vida y se burlara de toda
conversación sobre el ser; pero de esta forma renunciaría a la verdad de la existencia y
sufriría una gran pérdida».[13]
Occidente, desde hace mucho, está amenazado por esta aversión a los interrogantes
fundamentales de su razón, y así sólo puede sufrir una gran pérdida. La valentía para
abrirse a la amplitud de la razón, y no la negación de su grandeza, es el programa con
el que una teología comprometida en la reflexión sobre la fe bíblica entra en el debate
de nuestro tiempo. «No actuar según la razón, no actuar con el logos es contrario a la
naturaleza de Dios», dijo Manuel II partiendo de su imagen cristiana de Dios,
respondiendo a su interlocutor persa. En el diálogo de las culturas invitamos a
nuestros interlocutores a este gran logos, a esta amplitud de la razón. Redescubrirla
constantemente por nosotros mismos es la gran tarea de la universidad.
Notas
[1] De los 26 coloquios (Khoury traduce «controversia») del diálogo («Entretien»), Th. Khoury ha publicado la
70 «controversia» con notas y una amplia introducción sobre el origen del texto, la tradición manuscrita y la
estructura del diálogo, junto con breves resúmenes de las «controversias» no editadas; el texto griego va
acompañado de una traducción francesa: Manuel II Paleólogo, Entretiens avec un Musulman. 7e controverse,
Sources chrétiennesn. 115, París 1966. Mientras tanto, Karl Förstel ha publicado en el Corpus IslamicoChristianum (Series Graeca. Redacción de A. Th. Khoury B R. Glei) una edición comentada greco-alemana
del texto: Manuel II. Palaiologus, Dialoge mit einem Muslim, 3 vols., Würzburg-Altenberge 1993-1996. Ya
en 1966 E. Trapp había publicado el texto griego con una introducción como volumen II de los Wiener
byzantinische Studien. Citaré a continuación según Khoury.
[2] Sobre el origen y la redacción del diálogo puede consultarse Khoury, pp. 22-29; amplios comentarios a este
respecto pueden verse también en las ediciones de Förstel y Trapp.
[3] Controversia VII 2c: Khoury, pp. 142-143; Förstel, vol. I, VII. Dialog 1.5, pp. 240-241. Lamentablemente,
esta cita ha sido considerada en el mundo musulmán como expresión de mi posición personal, suscitando así
una comprensible indignación. Espero que el lector de mi texto comprenda inmediatamente que esta frase no
expresa mi valoración personal con respecto al Corán, hacia el cual siento el respeto que se debe al libro
sagrado de una gran religión. Al citar el texto del emperador Manuel II sólo quería poner de relieve la
relación esencial que existe entre la fe y la razón. En este punto estoy de acuerdo con Manuel II, pero sin
hacer mía su polémica.
[4] Controversia VII 3 b-c: Khoury, pp. 144-145; Förstel vol. I, VII. Dialog 1.6, pp. 240-243.
[5] Solamente por esta afirmación cité el diálogo entre Manuel II y su interlocutor persa. Ella nos ofrece el tema
de mis reflexiones sucesivas.
[6] Cf. Khoury, o.c., p. 144, nota 1.
[7] R. Arnaldez, Grammaire et théologie chez Ibn Hazm de Cordoue, París 1956, p. 13; cf. Khoury, p. 144. En el
desarrollo ulterior de mi discurso se pondrá de manifiesto cómo en la teología de la Baja Edad Media existen
posiciones semejantes.
[8] Para la interpretación ampliamente discutida del episodio de la zarza que ardía sin consumirse, quisiera
remitir a mi libro Einführung in das Christentum, Munich 1968, pp. 84-102. Creo que las afirmaciones que
hago en ese libro, no obstante del desarrollo ulterior de la discusión, siguen siendo válidas.
[9] Cf. A. Schenker, “L'Écriture sainte subsiste en plusieurs formes canoniques simultanées”, en:
L'interpretazione della Bibbia nella Chiesa. Atti del Simposio promosso dalla Congregazione per la Dottrina
della Fede, Ciudad del Vaticano 2001, pp. 178-186.
[10] Este tema lo he tratado más detalladamente en mi libro Der Geist der Liturgie. Eine Einführung, Friburgo
2000, pp. 38-42.
[11] De la abundante bibliografía sobre el tema de la deshelenización, quisiera mencionar especialmente: A.
Grillmeier, "Hellenisierung B Judaisierung des Christentums als Deuteprinzipien der Geschichte des
kirchlichen Dogmas”, en: Id., Mit ihm und in ihm. Christologische Forschungen und Perspecktiven, Friburgo
1975, pp. 423-488.
[12] Publicada y comentada de nuevo por Heino Sonnemanns (ed.): Joseph Ratzinger-Benedikt XVI, Der Gott des
Glaubens und der Gott der Philosophen. Ein Beitrag zum Problem der theologia naturalis, Johannes-Verlag
Leutesdorf, 2. ergänzte Auflage 2005.
[13] 90 c-d. Para este texto se puede ver también R. Guardini, Der Tod des Sokrates, Maguncia-Paderborn 19875,
pp. 218-221.
Intervención del Santo Padre Benedicto XVI
al rezar la oración mariana del Angelus
Palacio Pontificio de Castelgandolfo,
domingo 17 de septiembre de 2006
Queridos hermanos y hermanas:
El viaje apostólico a Baviera, que realicé en los días pasados, fue una fuerte
experiencia espiritual, en la que se entrelazaron recuerdos personales, relacionados
con lugares muy familiares para mí, y perspectivas pastorales para un anuncio eficaz
del Evangelio en nuestro tiempo. Doy gracias a Dios por las consolaciones interiores
que me permitió vivir y, al mismo tiempo, expreso mi agradecimiento a todos los que
trabajaron activamente para el éxito de esta visita pastoral. De ella, como ya es
costumbre, hablaré más extensamente durante la audiencia general del próximo
miércoles.
En este momento sólo deseo añadir que estoy vivamente afligido por las reacciones
suscitadas por un breve pasaje de mi discurso en la Universidad de Ratisbona,
considerado ofensivo para la sensibilidad de los creyentes musulmanes, mientras que
se trataba de una cita de un texto medieval, que de ningún modo expresa mi
pensamiento personal. A este propósito, ayer el señor cardenal secretario de Estado
hizo pública una declaración en la que explicó el sentido auténtico de mis palabras.
Espero que esto sirva para calmar los ánimos y aclarar el verdadero significado de mi
discurso, que en su totalidad era y es una invitación al diálogo franco y sincero, con
gran respeto recíproco. Este es el sentido del discurso
Declaración del Emmo. Cardenal Tarsicio Bertone, Secretario de
Estado
Sábado, 16 de septiembre de 2006
Ante las reacciones de musulmanes por algunos párrafos del discurso que el Santo
Padre Benedicto XVI pronunció en la Universidad de Ratisbona, además de las
aclaraciones y puntualizaciones hechas ya a través del director de la Sala de prensa de
la Santa Sede, deseo añadir lo siguiente:
La posición del Papa sobre el islam es la que se expresa, de forma inequívoca, en el
documento Nostra aetate del concilio Vaticano II: La Iglesia mira con aprecio a los
musulmanes, que adoran al único Dios vivo y subsistente, misericordioso y
omnipotente, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos
ocultos designios procuran someterse por entero, como se sometió a Dios Abrahán, a
quien la fe islámica se refiere de buen grado. Veneran a Jesús como profeta, aunque
no lo reconocen como Dios; honran a María, su madre virginal, y a veces incluso la
invocan devotamente. Además, esperan el día del juicio, cuando Dios recompensará a
todos los hombres una vez que hayan resucitado. Aprecian, por tanto, la vida moral y
veneran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno (n. 3).
La opción del Papa en favor del diálogo interreligioso e intercultural también es
inequívoca. En el encuentro con los representantes de algunas comunidades
musulmanas en Colonia, el 20 de agosto de 2005, dijo que ese diálogo entre cristianos
y musulmanes no puede reducirse a una opción temporal, y añadió: Las lecciones del
pasado han de servirnos para evitar caer en los mismos errores. Nosotros queremos
buscar las vías de la reconciliación y aprender a vivir respetando cada uno la
identidad del otro (L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 26 de agosto
de 2005, p. 9).
Por lo que atañe al juicio del emperador bizantino Manuel II Paleólogo, citado por
él en el discurso de Ratisbona, el Santo Padre no pretendía ni pretende de ningún
modo asumirlo como propio; sólo lo utilizó como una referencia para desarrollar, en
un ámbito académico y como se deduce de una completa y atenta lectura del texto,
algunas reflexiones sobre el tema de la relación entre religión y violencia en general y
concluir con un claro y radical rechazo de la motivación religiosa de la violencia,
independientemente de donde proceda. Vale la pena recordar lo que el mismo
Benedicto XVI afirmó recientemente en el mensaje conmemorativo del vigésimo
aniversario del Encuentro interreligioso de oración por la paz convocado por su
amado predecesor Juan Pablo II y realizado en Asís en octubre de 1986: Las
manifestaciones de violencia no pueden atribuirse a la religión en cuanto tal, sino a
los límites culturales con que se vive y se desarrolla en el tiempo. (...) De hecho, en
todas las grandes tradiciones religiosas se registran testimonios del íntimo vínculo
que existe entre la relación con Dios y la ética del amor (L'Osservatore Romano,
edición en lengua española, 15 de septiembre de 2006, p. 3).
Por tanto, el Santo Padre está profundamente afligido por el hecho de que algunos
pasajes de su discurso hayan podido parecer ofensivos para la sensibilidad de los
creyentes musulmanes y hayan sido interpretados de una manera que no corresponde
en absoluto a sus intenciones. Por otra parte, ante la ferviente religiosidad de los
creyentes musulmanes, ha exhortado a la cultura occidental secularizada a evitar el
desprecio de Dios y el cinismo que considera la mofa de lo sagrado como un derecho
de la libertad (Homilía en la misa en la explanada de la Nueva Feria de Munich,
Alemania, 10 de septiembre de 2006: L'Osser-vatore Romano, edición en lengua
española, 15 de septiembre de 2006, p. 12).
Al reafirmar su respeto y su estima por quienes profesan el islam, el Papa desea
que se les ayude a comprender en su correcto sentido sus palabras, para que, superado
pronto este momento difícil, se refuerce el testimonio del único Dios, vivo y
subsistente, misericordioso y omnipotente, creador del cielo y de la tierra, que habló
a los hombres, y la colaboración para "defender y promover juntos la justicia social,
los valores morales, la paz y la libertad para todos los hombres” (Nostra aetate, 3).
De la Conferencia Episcopal Española
El Proyecto de Ley de Investigación Biomédica
no protege el derecho a la vida
y permite la clonación de seres humanos
Madrid, 19 de octubre de 2006
1. El Proyecto de Ley de Investigación Biomédica publicado en el Boletín Oficial de
las Cortes del pasado 22 de septiembre era esperado con interés, porque es necesaria
una regulación de los avances de la ciencia que, respetando la libertad de los
investigadores, tutele eficazmente los derechos fundamentales de todos y promueva
una medicina que sirva siempre y sin excepción al bienestar y a la salud de los seres
humanos. La Iglesia alienta sin vacilar a la ciencia y a la técnica que se ponen al
servicio de la vida humana.
Lamentablemente el mencionado Proyecto de Ley, si no es enmendado a fondo por
el Parlamento, no tutelará debidamente la vida humana y abrirá la puerta a la práctica
legal de nuevos abusos contra la dignidad del ser humano.
2. El Proyecto determina un momento -el día decimocuarto- en el que el "producto"
de la fecundación puede ser considerado "embrión". Se establece que hasta entonces
tal producto -al que se califica como "preembrión"- no merece la protección debida a
la vida de un ser humano y que puede ser considerado como un mero objeto utilizable
para la investigación. Tales disposiciones no tienen fundamento científico ni
antropológico, como se ha explicado en otras ocasiones. Sabemos que hay quienes no
comparten las argumentaciones científicas y éticas que sustentan nuestra postura y la
de muchos otros que sostienen igualmente que desde el momento mismo de la
fecundación nos encontramos con un ser humano que ha de ser acogido y respetado
como tal. Les rogamos que, al menos, otorguen a esos seres humanos incipientes el
beneficio de la duda. Están en juego vidas humanas y el sentido humanista de la
ciencia, de las leyes y de la vida social.
3. Es también muy preocupante que el Proyecto de Ley permita la investigación con
embriones humanos vivos que hayan perdido su capacidad de desarrollo. La dificultad
de definir cuándo se ha producido inequívocamente esa pérdida de capacidad
conducirá a decisiones arbitrarias. Pero lo fundamental es que no resulta en modo
alguno aceptable que la capacidad vital -mejor o peor determinada por terceros- se
constituya en criterio para decidir que una vida humana pase a convertirse en mero
material de investigación. El ser humano, y, en particular, su derecho a la vida,
merecen un respeto incondicional.
4. El Proyecto prohíbe la creación de embriones con el fin de investigar con ellos.
Pero, al mismo tiempo, autoriza la llamada "activación de ovocitos por transferencia
nuclear". La finalidad de esa técnica es la obtención de células madre embrionarias
como material de investigación, para lo cual, se trata de conseguir la producción de
embriones clónicos como fuente de abastecimiento de tales células. Por tanto, el
Proyecto autoriza en un epígrafe lo que prohíbe en el anterior, es decir, permite la
producción de embriones clónicos para obtener de ellos material de ensayo, a la vez
que prohíbe la constitución de embriones con fines de experimentación.
Se intentará salvar esta contradicción dándoles a los embriones clónicos nombres
que permitan disimular su verdadera naturaleza, tales como "nuclóvulos", "clonotes" u
"ovocitos activados". Pero esta solución no pasará de ser una ficción verbal. Preocupa
que la redacción del Proyecto de Ley permita que se llegue a ese engaño objetivo: no
llamar embriones clónicos a los que realmente lo son, dando así vía legal libre a la
mal llamada clonación terapéutica.
5. La Asamblea Plenaria de nuestra Conferencia Episcopal ha publicado Algunas
orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las
prácticas injustas autorizadas por la Ley que la regulará en España (30 de marzo de
2006). Allí se explica de modo claro por qué es inhumano producir seres humanos en
los laboratorios, sea con el pretexto que fuere, y cómo de dicha producción se siguen
prácticas tan aberrantes como la clonación humana, en cualquiera de sus modalidades.
6. Con esta breve Nota, hemos querido llamar especialmente la atención sobre los
aludidos graves problemas que plantea el Proyecto de Ley de Investigación
Biomédica. Pero problema delicado es también la demanda enorme y creciente de
óvulos que suscitará la clonación, con todo lo que ello implica para las mujeres. Y
llama poderosamente la atención la ausencia de una regulación adecuada de la
investigación con células madre adultas, con las que, a diferencia de las embrionarias,
se han obtenido ya éxitos comprobados en la curación de diversas enfermedades, sin
comprometer en modo alguno la dignidad del ser humano.
7. Confiamos en que el buen sentido de los legisladores se imponga a las presiones
económicas e ideológicas. Los católicos saben que este Proyecto choca con principios
básicos de la ética y, si no es modificado sustancialmente, no podrán darle su voto
favorable sin ponerse objetivamente en desacuerdo con la doctrina católica.
8. Recordamos una vez más, con recientes palabras de Benedicto XVI, que la
resistencia de la Iglesia no es en modo alguno contra la ciencia, sino sólo "ante las
formas de investigación que incluyen la eliminación programada de seres humanos ya
existentes, aunque aún no hayan nacido (...) La historia misma ha condenado en el
pasado y condenará en el futuro esa ciencia, no sólo porque está privada de la luz de
Dios, sino también porque está privada de humanidad."
(A los participantes en un Congreso organizado por la Academia Pontificia para la
Vida, 16 de septiembre de 2006).
CCIII Reunión de la Comisión Permanente
Nota de Prensa final
Madrid, 28 de septiembre de 2006
Los obispos miembros de la Comisión Permanente han celebrado en Madrid los
días 26 y 27 de septiembre su CCIII reunión. El encuentro comenzó con el rezo de la
Hora Intermedia, a las 11 de la mañana del martes día 26, y concluyó a última hora de
la tarde de ayer, miércoles 27 de septiembre.
CARTA DE ADHESIÓN Y AGRADECIMIENTO A BENEDICTO XVI
El Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. D. Ricardo
Blázquez Pérez, y el Secretario General, P. Juan Antonio Martínez Camino, han
remitido una carta de adhesión y agradecimiento a Su Santidad el Papa Benedicto
XVI. El texto, que ha sido enviado en nombre de todos los obispos de la Comisión
Permanente, se hace eco del sentir de los obispos y fieles de la Iglesia en España. En
la carta, los obispos se suman a las numerosas manifestaciones de apoyo al Papa que
han sido realizadas en los últimos días y le expresan su adhesión más firme y el
testimonio de su comunión afectuosa e inquebrantable. Asimismo señalan que le han
acompañado espiritualmente - y algunos, también físicamente- en el viaje que ha
realizado este mes a su tierra alemana de Baviera. "Hemos escuchado y meditado con
gratitud -escriben los prelados- vuestras enseñanzas de esos días entrañables, y, en
particular, la lección dictada en la Universidad de Ratisbona. Lamentamos ciertas
reacciones inmerecidas por unas palabras que invitan al diálogo franco y
constructivo”.
PROYECTO DE LEY DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA
La Comisión Permanente ha conocido el Proyecto de Ley de Investigación
Biomédica aprobado por el Consejo de Ministros del pasado día 15 de septiembre y se
ha felicitado de que se regulen estos ámbitos punteros de la actividad investigadora.
Sin embargo, lamenta que el derecho fundamental de todos a la vida y los derechos de
la familia no sean protegidos adecuadamente por esta norma. Si es aprobada por el
Parlamento, al amparo de esta Ley se introducirá en España la práctica de la clonación
de seres humanos. La ciencia puede y debe avanzar por otros caminos. Los obispos
remiten, por el momento, a las Orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción
humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la Ley que la regulará
en España, aprobadas por la Asamblea Plenaria del pasado mes de marzo, en especial,
a su último epígrafe sobre la clonación.
EL FENÓMENO DE LA INMIGRACIÓN
La Comisión Permanente ha dialogado sobre el fenómeno de la inmigración y
desea agradecer, una vez más, el trabajo de las delegaciones diocesanas de
Migraciones, de Cáritas Española y de las numerosas instituciones eclesiales que a
diario se ocupan de la acogida e integración de los inmigrantes, especialmente en las
diócesis más afectadas.Los obispos lamentan esta situación que proviene de unas
legislaciones insuficientes para afrontar un fenómeno que hunde sus raíces en los
desequilibrios internacionales, que hacen sufrir a muchas personas y que, a menudo,
son aprovechados por los traficantes de seres humanos. Los obispos manifiestan su
interés por seguir impulsando, desde los ámbitos de su competencia, las condiciones
adecuadas para una integración armónica capaz de construir un futuro común en una
sociedad más justa y solidaria.
GRUPO DE PONENTES DE LA INSTRUCCIÓN PASTORAL
La Comisión Permanente ha confirmado la propuesta del Comité Ejecutivo para la
Ponencia que se encargará de preparar la Instrucción Pastoral, cuya elaboración fue
aprobada por la Asamblea Plenaria Extraordinaria celebrada el pasado mes de junio.
El grupo de ponentes estará compuesto por los mismos tres obispos que, junto con el
Secretario General de la CEE, elaboraron el esquema que sirvió como base para la
reflexión en la citada Asamblea Plenaria Extraordinaria: Mons. D. Fernando
Sebastián, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela; Mons. D. Adolfo González
Montes, Obispo de Almería; Mons. D. Eugenio Romero Pose, Obispo Auxiliar de
Madrid, y el P. Juan Antonio Martínez Camino.
La Instrucción Pastoral, según se acordó en la LXXXVII Asamblea Plenaria
(Extraordinaria), analizará la misión de la Iglesia en nuestra situación cultural de hoy,
las repercusiones pastorales que de ahí se derivan y el discernimiento moral de las
grandes cuestiones que suscitan particular preocupación en este tiempo.
ASUNTOS ECONÓMICOS
La Comisión Permanente ha aprobado también algunos temas que pasarán al
estudio de la Asamblea que tendrá lugar del 20 al 24 de noviembre. En esta Plenaria,
como es habitual, los obispos aprobarán los balances correspondientes al año 2005,
los criterios de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano y los
presupuestos de la CEE y de sus instituciones y organismos para el año 2007, datos
que han conocido estos días los miembros de la Permanente. El Vicesecretario para
Asuntos Económicos, D. Fernando Giménez Barriocanal, ha informado también a los
obispos de las conversaciones mantenidas con el Gobierno sobre la asignación
tributaria a favor de la Iglesia Católica. (Se adjunta un dossier que incluye
documentos sobre los pasos de la negociación mantenida con el Gobierno, el nuevo
texto incluido en el Proyecto de Ley de Presupuestos de 2007, y una breve explicación
de dicho texto y de los puntos de acuerdo).
La Permanente ha valorado positivamente el nuevo sistema, que se espera que
permita mantener en términos semejantes a los actuales la aportación de los
contribuyentes al sostenimiento de la Iglesia mediante su asignación voluntaria. Por
otro lado, los obispos desean recordar a los fieles que su generosidad en el apoyo
directo a las diócesis, parroquias, etc., seguirá siendo imprescindible, ya que
constituye la parte fundamental del sostenimiento de la Iglesia.
TEMAS PARA LA PRÓXIMA PLENARIA
También ha pasado al orden del día de la próxima Plenaria el estudio del
Catecismo Jesús es el Señor. Primer catecismo de infancia tras la presentación que ha
realizado el Presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis y Obispo de
Tortosa, Mons. Javier Salinas Viñals. El Presidente de la Comisión Episcopal de
Liturgia y Obispo de León, Mons. Julián López Martín, ha expuesto una breve
reflexión sobre la celebración de la Eucaristía en España con el fin de tomar
conciencia de los aspectos que deben mejorarse y en línea con las acciones que se
proponen en el Plan Pastoral de la CEE para el 2006-2010. También ha presentado,
para su estudio, la versión española de la III edición del Missale Romanum. Ambos
temas han pasado a la Plenaria.
INFORMACIONES VARIAS
El Presidente y el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE)
han informado sobre distintos temas de actualidad que afectan a la vida de la
Conferencia Episcopal y de la Iglesia Católica en España, así como del cumplimiento
de los acuerdos tomados en la última reunión de la Comisión Permanente. Algunos
obispos Presidentes de Comisiones Episcopales han informado también sobre las
distintas actividades de las Comisiones y, en particular, sobre lo relativo al
cumplimiento del Plan Pastoral.
NOMBRAMIENTOS
Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ángel Rubio Castro, Obispo auxiliar de Toledo, como
Consiliario del Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad.
D.ª Mercedes Gascue Uranga, miembro de las Auxiliares del Buen Pastor-Villa
Teresita, residente en la Archidiócesis de Madrid, como Directora General de dicha
asociación.
D.ª Virginia Burgos Venero, laica de la Archidiócesis de Burgos, como Presidenta
General del Movimiento de Jóvenes de Acción Católica (MJAC).
Rvdo. D. Juan Bautista Andrés Vellón, sacerdote de la Diócesis de Tortosa, como
Consiliario General del Movimiento de Jóvenes de la Acción Católica (MJAC).
D. Tomás Alonso Abad, laico de la Archidiócesis de Burgos, como Presidente
General del Movimiento Juventud Obrera Cristiana (JOC).
Rvdo. D. José Manuel Marhuenda Salazar, sacerdote de la Archidiócesis de Valencia,
como Consiliario General del Movimiento Acción Católica General de Adultos
(ACGA)
D. Eduardo Penabad Ramos, laico de la Archidiócesis de Santiago de Compostela,
como Delegado Xeral de la Asociación Scouts de Galicia.
Rvdo. D. Manuel Antonio Cruceiro Cachaldora, sacerdote de la Archidiócesis de
Santiago de Compostela, como Consiliario Xeral de la Asociación Scouts de Galicia.
D. Enrique J. Alonso Hernández y D.ª Teresa Guardia Carrillo, laicos de la
Archidiócesis de Granada, reelegidos como Presidentes Nacionales del Movimiento
Familiar Cristiano (MFC).
Rvdo. D. Anastasio Gil García, sacerdote de la Archidiócesis de Madrid, actualmente
Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre
las Iglesias, como Director del Fondo Nueva Evangelización.
Rvdo. D. José Gascó Casesnoves, sacerdote de la Archidiócesis Valencia y
colaborador de la Secretaría General, como Director de EDICE.
EL NUEVO SISTEMA DE ASIGNACIÓN TRIBUTARIA
EN FAVOR DE LA IGLESIA CATÓLICA
Vicesecretaría para Asuntos Económicos
Los pasos de la negociación Texto incluido en el Proyecto
de Ley de Presupuestos 2007.
Breve explicación del texto y del acuerdo
LOS PASOS DE LA NEGOCIACIÓN
En septiembre de 2005, el Gobierno indica que es su propósito estudiar un nuevo
sistema de asignación tributaria, para lo cual deberá comenzarse a trabajar de
inmediato en un nivel técnico sobre la situación actual y las posibles fórmulas de
mejora. Los representantes de la Iglesia se ponen a disposición para comenzar esos
trabajos tan pronto como sean convocados para ello.
A finales de febrero se produce el primer contacto informal del Vicesecretario para
Asuntos Económicos con la Directora de Asuntos Religiosos y la Jefe de Gabinete del
Secretario de Estado de Hacienda. Se informa a la Iglesia que la negociación se
realizará en dos niveles: uno de carácter técnico y otro de alto nivel.
El 27 de marzo se produce la primera reunión de la Comisión Técnica. Los
representantes de la Iglesia llevan un documento sobre los asuntos para dialogar y se
acuerda que la Conferencia elabore una propuesta concreta de reforma del
sistema de asignación.
El 24 de abril se produce una segunda reunión de la Comisión Técnica, donde la
Iglesia entrega su propuesta de reforma con los cálculos estadísticos correspondientes.
Por su parte, los representantes del Gobierno facilitan a la Iglesia el dictamen de la
Comisión europea sobre el IVA. Se acuerda que los representantes del Gobierno
estudiarían la respuesta y darían una contestación.
A finales de julio se informa a la Conferencia Episcopal que tras haber analizado la
situación y los cálculos correspondientes, el Gobierno está en disposición de plantear
una contrapropuesta. Se acuerda que a principios de septiembre tendrá lugar una
reunión de la Comisión técnica para exponer la misma con la presencia del Secretario
de Estado de Hacienda y el Secretario General de la Conferencia.
El 20 de septiembre se tiene la primera reunión con el Secretario de Estado de
Hacienda, la Directora General de Asuntos Religiosos y técnicos de ambos
departamentos. Por parte de la Conferencia Episcopal acuden D. Juan Antonio
Martínez Camino, D. Fernando Giménez y D. Félix de Luis. En esta reunión y de
manera verbal, D. Carlos Ocaña traslada la propuesta del Gobierno. La Iglesia se
compromete a estudiar la oferta y responder a la mayor brevedad.
Al día siguiente, se tiene una segunda reunión con los mismos interlocutores, en la
que la Iglesia presenta su opinión sobre la propuesta del Gobierno, así como los
cálculos correspondientes. Se produce un acercamiento de posturas. A alto nivel se
discute el asunto y se llega a los puntos de acuerdo, que aprueba el Consejo de
Ministros y que son comunicados por la Vicepresidenta el viernes 22. Durante el
viernes 22 se trabaja en la redacción concreta de la disposición que debía figurar en el
Proyecto de Ley de Presupuestos. Una vez conocido el texto, la Oficina de
Información de la Conferencia Episcopal anuncia los puntos acordados.
Disposición adicional.Revisión del sistema de asignación tributaria a la Iglesia Católica Uno. Con
vigencia desde 1 de enero de 2007 y con carácter indefinido, en desarrollo de lo
previsto en el artículo II del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre
Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979, el Estado destinará al sostenimiento de
la Iglesia Católica el 0,7 por 100 de la cuota íntegra del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas correspondiente a los contribuyentes que manifiesten expresamente
su voluntad en tal sentido.
Dos. A estos efectos, se entenderá por cuota íntegra del impuesto la formada por la
suma de cuota íntegra estatal y de la cuota íntegra autonómica o complementaria en
los términos previstos en la ley reguladora del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas.
Tres. Durante el año 2007 el Estado entregará, mensualmente, a la Iglesia Católica
12.501.051,76 euros, a cuenta de la cantidad que deba asignar a la iglesia por
aplicación de lo dispuesto en el apartado Uno anterior.
Antes del 30 de noviembre de 2008, se efectuará una liquidación provisional de la
asignación correspondiente a 2007, practicándose la liquidación definitiva antes del
30 de abril de 2009. En ambas liquidaciones, una vez efectuadas, se procederá por las
dos partes a regularizar, en un sentido o en otro, el saldo existente.
Cuatro. Se elevan a definitivas las cantidades entregadas a cuenta en 2006.
1.- Elevación, con carácter indefinido del porcentaje de asignación tributaria que pasa
del 0,5239 al 0,7%.
No se establece un periodo concreto de vigencia del sistema para evitar el que cada
año tenga que regularse el porcentaje, que será del 0,7% salvo que se establezca lo
contrario
2.- Desaparición del carácter mínimo de los pagos a cuenta.
Desde el 1 de enero la Iglesia percibirá únicamente, para su sostenimiento la
cantidad que resulte de la asignación tributaria.
Desaparece el complemento presupuestario, es decir, la Iglesia deja de percibir
cantidades con cargo a los presupuestos Generales del Estado para su sostenimiento
básico
3.- Operativamente, el sistema entra en vigor en la renta de 2007, cuya declaración se
hará en 2008.
La próxima de declaración de renta, a realizar en 2007, como corresponde al
ejercicio 2006 se realizará con el sistema antiguo.
La primera declaración en la que los contribuyentes podrán asignar el 0,7% se
realizará en 2008
4.- El importe a cuenta a recibir durante el año 2007 se eleva en un 4%, con relación a
2006.
Se ha pactado un incremento pequeño de los pagos a cuenta con criterios de
prudencia.
5.- El dinero recibido a cuenta en 2007 se liquidará en noviembre del 2008, cuando se
tengan los datos de la declaración efectuada meses antes.
Los contribuyentes harán la declaración de 2007 en la primavera de 2008 y antes
del 30 de noviembre se efectuará una liquidación provisional que podrá ser en un
sentido u otro.
6.- Se elevan a definitivas las cantidades recibidas en 2006.
Dado que en 2006 se había fijado el importe máximo a percibir, que coincidía con
el mínimo según la redacción de la ley de presupuestos del año 2000, parecía lógico
dejar como definitivo el importe de los pagos a cuenta.
7.- Hay un compromiso de mejora de la memoria justificativa que ya venía
entregando la Iglesia cada año.
Se trataría de entregar una información más sencilla y útil sobre el destino de los
fondos obtenidos por la asignación tributaria.
8.- Renuncia a la exención por IVA en la adquisición de bienes inmuebles y a la no
sujeción en la adquisición de objetos destinados al culto.
Dicha renuncia se tendrá que establecer mediante el instrumento legal
correspondiente
De los Obispos del Sur de España
105 Asamblea de los Obispos del Sur
El día 12 de septiembre de 2006, los Sres. Obispos del Sur de España se reúnen en
sesión extraordinaria en la Casa Diocesana de Espiritualidad San Antonio, Córdoba.
La reunión se inicia a las 11.30 h. y concluye a las 14 h. seguida de la comida.
Rezadas las preces, el Sr. Arzobispo de Granada da la bienvenida, en nombre
propio y de los Sres. Obispos, a Mons. Vilaplana, nuevo Obispo de Huelva, que
tomará posesión de la diócesis el próximo día 23.
Seguidamente se procede a tratar el único asunto del Orden del Día: Proyecto de
Convenio de colaboración Consejería para la Igualdad y bienestar social y Cáritas
Regional de Andalucía.
Córdoba, 12 de septiembre de 2006.
106 Asamblea de los Obispos del Sur
Los días 16 y 17 de este mes de octubre, ha tenido lugar, en la Casa de
Espiritualidad de San Antonio de Córdoba, la CVI Asamblea ordinaria de los Obispos
andaluces. En esta ocasión no han podido asistir el Arzobispo de Granada y el Obispo
de Almería, excusándose también el Obispo emérito de Huelva.
Retiro espiritual de los Obispos
La reunión comenzó con la celebración de un retiro espiritual dirigido por D. Juan
García-Santacruz y Ortiz, Obispo de Guadix, que versó sobre la virtud de la esperanza
en el ministerio episcopal. Los Obispos ofrecieron la Santa Misa en sufragio por el
eterno descanso del sacerdote D. Francisco Parrilla, que fuera Vicario General de la
Diócesis de Málaga.
Ya en la tarde, a las 16:30 h., se iniciaron los trabajos con las preces, descargo y la
lectura y aprobación del acta anterior. Al comienzo se trataron asuntos generales
pertenecientes a la Secretaría de la Asamblea de Obispos.
Medios de Comunicación Social
A continuación, los obispos recibieron amplia información acerca de la futura
concesión de emisoras de Frecuencia Modulada y de canales de Televisión Digital
Terrestre en la Comunidad Autónoma Andaluza. Analizando los problemas que se
avecinan y ante el temor de que algunas solicitudes puedan ser marginadas en las
futuras concesiones, los obispos expresaron su preocupación de que no se respete la
libertad de expresión y la pluralidad de las voces de los ciudadanos. Con ello se
estaría dañando las bases de una sana democracia que requiere la justicia, la libertad y
el respeto a las opciones legítimas sociales, culturales y religiosas.
Evaluación del X Encuentro de Renovación Sacerdotal
Otro de los temas presentados en esta Asamblea ha sido el informe sobre la
evaluación del X Encuentro de Renovación Sacerdotal de la Región Sur. Un
encuentro que se realiza de acuerdo a lo dispuesto en el nº 79 de la Pastores Davo
Vobis: “Con frecuencia será oportuno, o incluso necesario, que los Obispos de varias
Diócesis vecinas o de una Región eclesiástica se pongan de acuerdo entre sí y unan
sus fuerzas para poder ofrecer iniciativas de mayor calidad verdaderamente atrayentes
para la formación permanente”. A este encuentro de renovación sacerdotal, celebrado
en Cádiz, del 17 al 29 de julio de este año, han asistido 36 sacerdotes. El lema
propuesto era Transmitir la fe en el contexto socio-cultural actual. El coordinador del
encuentro fue D. Balbino Reguera Díaz, sacerdote de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
Un año más, todos los asistentes coincidieron en afirmar que esta actividad ha
cumplido con sus objetivos de estudio, reflexión, descanso, convivencia y formación.
Pastoral de la Salud
En el segundo día de Asamblea Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, Obispo
Delegado para la Pastoral de la Salud y D. Manuel Jesús González, Secretario Técnico
de Pastoral de la Salud para las relaciones con la Administración, han presentado un
Informe sobre la situación del Servicio de Asistencia Religiosa Católica en los
Hospitales de la Comunidad Andaluza. En nuestra región hay 95 capellanes y
voluntarios que prestan ayuda en este servicio.
Estudio del Proyecto de Ley por la que se regula la investigación en
reprogramación celular con finalidad exclusivamente terapéutica
En esta Asamblea, los Obispos han estudiado el Proyecto de Ley aprobado por el
Consejo de Gobierno, el 12 de septiembre de este año. Tras la reflexión del mismo se
ha elaborado una Nota donde se expresa su opinión acerca de este asunto. Adjuntamos
dicha Nota para su mayor información.
Nota de los Obispos de las diócesis
de Andalucía acerca del Proyecto de ley que regula
la investigación en reprogramación celular
con finalidad exclusivamente terapéutica
En el transcurso de nuestra CVI Asamblea Ordinaria, los Obispos de las Diócesis
de Andalucía hemos dedicado especial atención al Proyecto de Ley que regula la
investigación en reprogramación celular con finalidad exclusivamente terapéutica,
aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía el día 12 del pasado
mes de septiembre.
Al concluir nuestra reunión, consideramos necesario recordar algunos principios
fundamentales que tutelan el derecho a la vida de toda persona, desde su concepción
hasta su muerte natural, y el deber que incumbe a todos de promover leyes justas.
Una vez más, reiteramos la necesidad de la investigación científica a favor de la
humanidad. Al mismo tiempo, señalamos los problemas éticos que plantea este
proyecto de ley, e insistimos en la necesidad de seguir caminos de investigación que
no atenten contra los derechos inalienables de la persona.
1. Alentar la investigación científica que abra caminos terapéuticos para el bien de la
persona es un gran beneficio para la humanidad. Pero en cada investigación e
inversión que se realice con el fin de conservar y mejorar la calidad de vida de los
seres humanos, debe regir el respeto a su inviolable dignidad, a sus derechos
inalienables y, sobre todo, el derecho a la vida.
2. El término “reprogramación celular por transferencia nuclear” es un término
amplio, pues hace referencia a posibles técnicas de producción de células madre. No
todas las posibles técnicas son en principio rechazables. Sin embargo, en el proyecto
de Ley es usado para abrir la puerta a la llamada “clonación terapéutica”, es decir,
producir seres humanos clónicos a los que, además, no se les dejará nacer, sino que se
les quitará la vida utilizándolos como material de ensayo científico a la búsqueda de
posibles y poco probables terapias futuras. También el término “pre-embrión
somático” es ambiguo y carece de base científica, ya que con él se quiere significar
que no nos encontramos ante un ser humano en su fase embrionaria, sino en algo
previo que no merece respeto ni se le reconoce dignidad.
3. La clonación “terapéutica” es un atentado a la dignidad, pues subordina el ser
humano clonado al enfermo. Alimenta la idea de que es lícito que algunos hombres
tengan un dominio total sobre otros, hasta el punto de determinar su identidad
biológica. Emula el acto creador para llamar a la existencia a una persona, que ha de
ser destruida y usada como residuo biológico para la extracción de algunas células
madre. Ante esto, tenemos que recordar que ningún ser humano puede ser
instrumentalizado o utilizado para lograr el bien de otro
4. Recurrir a la finalidad terapéutica es inadecuado e induce a una confusión de la
opinión pública. Efectivamente, una técnica es terapéutica cuando trata de curar al
paciente sobre el cual la técnica es aplicada. En este caso es evidente que la técnica no
produce un efecto terapéutico sobre el embrión clonado, sino que, al contrario, el
embrión obtenido será destruido para la obtención de células troncales, que podrán
aplicarse a un tercero. Igualmente fraudulento es presentar la clonación como una
técnica capaz de obtener actualmente resultados beneficiosos para enfermedades
incurables.
5. Otro grave problema planteado es la utilización de óvulos humanos para la
investigación, ya que su obtención implica un grave riesgo para la donante, que pasa
por un tratamiento hormonal con posibles consecuencias para su salud y una mínima
intervención para extraerlos. La dignidad de la mujer se ve amenazada al quedar ésta
subyugada y sometida al imperio de la técnica con fines ajenos a ella misma.
6. Ante los problemas éticos que plantea el proyecto de ley, nos sentimos en el deber
de manifestar nuestra preocupación y rechazo. Al mismo tiempo, manifestamos la
necesidad de regular la ciencia al servicio del ser humano. Propugnamos una
legislación que impida poner en manos de la ciencia el uso de seres humanos en
atención a intereses reproductivos, terapéuticos o comerciales. Estimulamos la
investigación con células madre de adulto y el empleo de los fondos públicos para
proyectos que no planteen dudas éticas y no abran la puerta a la desigualdad y a la
injusticia.
Córdoba, 17 de octubre de 2006