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Corea
1. INTRODUCCION
Nota del Editor: La Iglesia, desde finales del siglo XIX especialmente, ha invertido en
el ámbito de la Justicia Social grandes esfuerzos por dignificar el mundo del trabajo.
Uno de estos esfuerzos es la defensa de la organización del los trabajadores por
medio de los sindicatos. La experiencia de Corea nos ofrece una mirada crítica
sobre el acompañamiento que la Iglesia hace a los sindicalistas.
2. ENTREVISTAS
2.1 Kwon, O-kwang
Tiene 47 años y es el presidente de la Catholic Labour Apostolate Conference
(CLAC). También trabaja en educación del programa de vida en común.
1. ¿Cuando comenzó a trabajar con CLAC? ¿Qué fue lo que le movió a
hacerlo? ¿Compartiría algunas de sus labores sindicales y experiencias?
¿Qué hace en la actualidad?
Comencé en el CLAC en plantilla en 1993. Hubo varias razones para que dejara el
trabajo en la fábrica y comenzara en un grupo de apoyo organizado como el CLAC.
Mientras trabajé en las fábricas, cualquier intento de organizar a los compañeros era
difícil ya que estábamos en vigilancia constante por parte de espías enviados por la
Seguridad del gobierno y los agentes de inteligencia. También pensé que mis
esfuerzos para organizar a los trabajadores serían más fructíferos si pudiera trabajar
con un número mayor de trabajadores cada vez. Fue entonces cuando oí hablar por
primera vez de las actividades del CLAC por parte de la Iglesia Católica, y también
que estaban buscando una persona formadora. El movimiento trabajador Coreano al
principio de los 90 estaba muy influenciado por lo que sucedía en los países
socialistas de Europa del Este. Muchos activistas trabajadores reconocieron la
urgente necesidad de educación y formación con vistas a realizar actividades
organizativas, y comenzaron a dejar sus lugares de trabajo en gran número para
hacer esto. Esa fue también la razón por la que me convertí en formador en el CLAC.
1
Mis actividades se dirigieron sobre todo a la formación de líderes locales de la
Federación de Sindicatos Coreanos (FKTU) en las fábricas de pequeño y medio
tamaño, en aumentar su nivel de concienciación como trabajadores y en la
formación del carácter a través de educación de la personalidad para que los
trabajadores pudieran comenzar a hacer valer sus derechos como seres humanos y
asalariados. Un cambio importante en la escena sindical Coreana por aquel tiempo
fue la emergencia de la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), en 1995,
culminación de las intensas actividades que comenzaron con la “Gran Lucha de los
Trabajadores” 2 ( series de huelgas a gran escala hechas por sindicatos no
reconocidos). El establecimiento de KCTU fue un
------------------------------------------------------------------------------------------1.- FKTU, representando alrededor de 1 millón de miembros (2005), es una federación conservadora de sindicatos Coreanos,
surgida en 1954. FKTU ha sido criticada con frecuencia por los activistas por ser demasiado pro-guvernamental
y pro-
empresarios. El surgimiento del Democratic Labour Union (KCTU) ha obligado al FKTU a adoptar actitudes más agresivas.
FKTU es miembro de ICFTU ( Confederación Internacional de Sindicatos Libres)
2.-KCTU comenzó en 1995 como una progresista y agresiva confederación de sindicatos Coreanos, y en confrontación directa
co FKTU, una federación de sindicatos conservadora. KCTU tiene unos 600,000 miembros en 2005. KCTU es también
miembro de ICFTU (Confederación Internacional de Sindicatos Libres).
3.- La Gran Huelga de Trabajadores de 1987: Corea sufrió en 1987, el mayor número de huelgas de su historia.
4.- La mayoría de los sindicatos, incluyendo los industriales se basan en la empresa y están estructurados de tal modo que los
empleados de cada empresa
están organizados y negocian con su empresa individual, sin tener en cuenta su estatus de
afiliación industrial o nacional. Los sindicatos generales están organizados según áreas geográficas específicas o sectores
industriales, a través de los límites de la compañía. Los sindicatos generales representan generalmente trabajadores de
pequeñas empresas y/o empleados irregulares
importante suceso en Corea, por el que incluso los sindicatos “radicales” o “ de
izquierda” pero más “democráticos” fueron finalmente aceptados y reconocidos 10
años más tarde, tanto por el Gobierno como por la sociedad. Ahora que las
empresas más grandes se han organizado en sindicatos, nuestro trabajo se centra
en las empresas no organizadas de pequeño y mediano tamaño con 100 o menos
trabajadores, cuyos derechos básicos a menudo son ignorados o maltratados, y en
la protección de los derechos humanos y laborales de los “irregulars” (trabajadores
temporales, a tiempo parcial, etc. que, con frecuencia, no están cubiertos por las
leyes laborales y están desorganizados) y de los trabajadores inmigrantes. Nuestras
actividades de formación incluyen el consejo, dirección de pequeños grupos y
acciones comunitarias. También estamos implicados activamente en la promoción
2
de la autoestima de los trabajadores y en su autoayuda en los derechos de la
seguridad en el trabajo. Mi trabajo en la actualidad es el de presidente del CLAC y el
de organizar a los trabajadores “irregulares” dentro de los Sindicatos Generales de
Trabajadores1. Creo que mi trabajo en esas dos áreas contribuye a la
evangelización de los lugares de trabajo y quizá al cambio de actitud de la iglesia en
cuanto a los trabajadores.
2. ¿En qué tipo de actividades estuvo comprometido antes de su
incorporación a la plantilla de CLAC en 1993?.
He trabajado primero en Guro Industrial Park (una de las zonas industrial de Seúl)
en 1982. Luego trabajé para Tong-Yang Piston Manufacturing. Fui despedido por
actividades sindicales en 1984. Tras mi segunda estancia en prisión por mis
actividades sindicales, fui a Inchon City (situada cerca de Seúl) para trabajar en
varias pequeñas empresas. No pude conseguir un empleo en empresas más
grandes ya que mi nombre estaba en la lista negra, habiendo sido clasificado como
“agitador sindical” y fui a prisión dos veces. Mis actividades continuaron en
pequeñas factorías trabajando al mismo tiempo junto a otros activistas y
trabajadores de la zona.
3. ¿Cómo eran las condiciones de trabajo cuando estaba en Inchon?
Cuando trabajé en una empresa de coser en 1982, mi paga era de 1,800 Won al día
(equivalente a unos $2.50 USD en dólares de 1982). Tras los gastos ahorré de
10.000 a 20.000 Won al mes (unos $15 o $20 USD). Las condiciones de trabajo
eran tales que tuve que dimitir por tuberculosis tras seis meses allí. Cuando más
tarde obtuve un trabajo en una empresa de piezas de automotor, Tong Yang Piston
Works cerca de Puchon, la paga era mayor, 3,600 Won ($5.00 USD) al día o
alrededor de 110,000 Won o $150 USD al mes. Mi paga real fue de unos 380,000
Won ($520 USD), con unas 260 horas extraordinarias al mes – así que trabajé de 18
a 20 horas al día. El momento más difícil fue el periodo entre mi dimisión en la
fábrica de coser debido a la tuberculosis, y mi matrimonio. Pasé tres o cuatro días
cada semana vendiendo calcetines en las calles, cuando no tenía un trabajo
propiamente dicho. El cambio más dramático en nuestras vidas se produjo durante
la “Gran Huelga de los Trabajadores”, que mejoró las condiciones de trabajo y los
derechos laborales. Yo también me beneficié ya que pude sacar tiempo, en 1988,
para aprender nuevas habilidades y así mejorar en el trabajo. Con mis nuevos
trabajos gané entre 6,800 y 7,000 Won ($8,25 – 8.50 USD) al día, que era mucho
mejor sueldo que antes. De todas formas, trabajé para mudanzas, limpié hornos y
3
ayudé a los niños en sus tareas escolares, para conseguir el dinero suplementario
que necesitaba. Cuando nuestro hijo cumplió 100 días, mi mujer y yo fuimos a
trabajar, dejando al niño en la guardería. Nuestra situación financiera ha mejorado
desde entonces, pero la mayor parte de los gastos se cubren con el sueldo de mi
mujer. Nuestro nivel de vida en general ha mejorado mucho desde 1987. Debe
tenerse en cuenta, sin embargo, que el aumento del sueldo no ha sido acorde al
coste de la vida. El gasto medio de una familia de 4 miembros es, hoy, de 2,160,000
Won (alrededor de $2,060 USD en 2005),según las cifras del gobierno, pero el
salario mínimo es de 700,600 Won (alrededor de $670 USD), o alrededor de un
tercio del coste medio de la vida. Muchas mujeres trabajadoras ganan menos del
salario mínimo mencionado. Tenemos que hacer mucho todavía para mejorar el
estándar de vida de nuestra clase trabajadora.
4. ¿Cómo le influyó la fe en sus actividades sindicales? ¿Sintió alguna
vocación específica?
Yo fui protestante de niño, influenciado por mi abuelo. Cuando fui a la escuela, sin
embargo, dejé la iglesia desilusionado, preguntándome si Dios moraba en las
iglesias de verdad, tras algún conflicto con nuestro pastor acerca de dinero. Creo
que mi implicación en el movimiento obrero estuvo influenciado por la iglesia. Lo que
hizo que me interesara en el activismo obrero fue una foto turbadora en las Noticias
de los Jóvenes de la Iglesia Metodista en 1978. Mostraba a mujeres trabajadoras en
Dong-II textil llorando, empapadas de excrementos humanos en todo su cuerpo.
Sentí una rabia incontrolada contra la injusticia ocasionada a mis compañeras
trabajadoras por parte de los directivos y el gobierno en nombre del desarrollo
económico nacional. El incidente me llevó a la Misión Industrial Urbana en
Youngdeungpo (una zona industrial de Seúl), donde encontré a mujeres
trabajadoras que estudiaban allí por la tarde. Aprendí de ellas lo extendida que
estaba la explotación de los obreros en tantas zonas industriales. Entonces
comencé a preguntarme si emplear mi vida con los trabajadores de las empresas
tenía más sentido que obtener un diploma para tener un mejor trabajo y vivir de
forma más confortable. Pero no pude involucrarme directamente mientras fui a la
escuela. Mi implicación directa en actividades de sindicatos en los lugares de trabajo
comenzó con un incidente mientras estaba en el ejército 1. El día en que mis
compañeros de clase y amigos fueron llevados a prisión por manifestarse contra la
brutal represión en 1980 del gobernador Chun Doo-hwan, vinieron a verme. El
aprender más acerca de la Masacre de Kwangju 1 causó en mi una tal agonía y un
tal dolor que me desplomé mientras iba de camino a mis barracas y entré en coma.
Estuve en coma 15 días. No pude hablar ni mover mi cuerpo, pero podía sentir dolor
4
y oir lo que la gente decía. Un día escuché a un médico del ejército y a una
enfermera hablando junto a mi cama, diciendo que sería trasladado al Hospital
General del Ejército en una ambulancia – queriendo decir que no querían mi muerte
mientras estaba en sus manos y que querían pasar el problema de disponer de mi
cadáver y otros problemas burocráticos a otros.
Sus observaciones me hicieron reflexionar sobre mi vida, dónde había estado y a
dónde quería ir. Una de las cosas que tenía que hacer era vivir mi vida con los
trabajadores en primera línea y no podía morirme ya. Sin darme cuenta y sin que
me lo pidieran comencé a rezar. Pedí a Dios que me permitiera vivir – no prolongar
mi vida para mi mismo, sino para una vida con y para otros. Ese mismo día llegaron
nuevos medicamentos a mi hospital y los doctores decidieron posponer mi traslado
a dos días más tarde. Este nuevo medicamento obró maravillas y me salvé. Fue
entonces cuando tuve mi llamada – para vivir el resto de mi vida con y para los
trabajadores en primera línea. Fui a trabajar a las fábricas cuando dejé el ejército.
5. ¿De los problemas y dificultades a los que se ha enfrentado, cuando fue a
trabajar a los sindicatos, hubo problemas concernientes a sus esfuerzos por
tratar de cambiar el nivel de concienciación de los trabajadores y la lucha
sindical como lucha de clases? ¿Hubo conflictos con la Iglesia, ya que alguien
podría haber creído que usted practicaba Marxismo?
Fui a la escuela hacia el final del régimen de Park Chung-hee 1, y fue imposible
hacer las dos cosas, escuela y acciones políticas. Siempre que tres o más
estudiantes se reunían en un lugar, eran vigilados por los agentes de inteligencia del
gobierno, y las reuniones de cinco o más estudiantes eran motivo de arresto por los
agentes. La iglesia nos sirvió de protección, donde nos podíamos resguardar y ser
protegidos. La iglesia también me influyó mucho enseñándome Teología Minjung y
Teología de la Liberación. Esos cursos nos mostraron cómo vivió Jesús, entre y con
los pobres y los alienados, bajo las leyes coloniales del Imperio Romano. Yo
también traté de vivir una vida como la de Jesús, pero no fue fácil. Cuando trabajaba
en fábricas, quiero decir trabajar día y noche. Al dejar la fábrica por la mañana,
cansado y con los ojos bizqueando ante el polvo metálico resaltado por el sol de la
mañana, con frecuencia quería dejarlo al momento. Me preguntaba con frecuencia
porqué hacía eso pudiendo tener trabajos más fáciles y cómodos. Sin embargo, lo
que me hizo seguir fue que el trabajar allí me enseñaba la nobleza y la alegría del
trabajo duro, como se ve en el Libro del Génesis. Era el tipo de alegría y confort que
no hubiera podido experimentar si hubiera trabajado en otros lugares confortables.
Viviendo y trabajando codo con codo con esos trabajadores aprendí del
compañerismo y el amor entre los pobres – lo que evitó que me marchara de esos
5
lugares.
Lo más difícil para mi fue que el movimiento sindical, desde 1984, tenía que ser
construido sobre la división ideológica entre PD que ponía énfasis Marxismoleninismo y la lucha de clases y NL que ponía énfasis en la autodeterminación de la
situación especial nacional y el Juche Sasang. 1. Con estos principios tuvimos que
aceptar declaraciones como “Religión es el Opio del Pueblo”. Por otra parte, una
frase como esa me causó conflicto y dejó un hueco en mi corazón, lleno como
estaba de lo aprendido en la iglesia. Sentí un vacío más agudo cuando fui llevado a
la oficina de seguridad nacional e inteligencia, donde fui torturado durante 20 días, y
esas creencias ideológicas me fallaron. No era que estas ideologías fueran
sencillamente equivocadas, pero no pudieron darme la fuerza interna necesaria para
aguantar las torturas. Lo que sentí con fuerza cuando fui liberado fue la necesidad
de comenzar algo nuevo, fuera lo que fuese. Entonces estudié filosofía y ciencia
social durante seis meses. Lo que saqué de estos estudios fue la convicción de que
los cambios sociales no podían producirse cambiando solamente los sistemas, sino
también quizás más, a través de los cambios en las mentes y los corazones. Esto es,
pensé que el materialismo quizá pasara por alto este punto y comencé a examinar
el tema más desde una perspectiva ontológica. Mis actividades posteriores
estuvieron basadas más en compasión que en ideologías. Y, comenzar a trabajar en
las oficinas de CLAC fue tener la oportunidad de volver a ponerme al día con la
religión. Volví a tener fe en 1994 cuando me convertí al Catolicismo. Recuperar la fe
significó también reflexionar más y con frecuencia acerca de la relación entre la
religión y mis actividades sindicales. Poco después de mi conversión, se hicieron
católicos todos los miembros de mi familia. Lo que me sostuvo en mis actividades
sindicales después fue la dignidad y la naturaleza humanas, tal y como me lo
enseñó mi fe, y el reconocimiento de esas cualidades humanas tal y como aprendí
de mis estudios de ciencia social.
6. ¿Podría compartir conmigo más detalles de sus actividades sindicales?
Cuando comencé a trabajar para la CLAC, el programa de educación sindical no
estaba muy bien organizado. Comencé mi trabajo reuniendo materiales de
formación sindical empleados en varios lugares de trabajo, para desarrollar un
programa más estructurado. Fue un intento por basar nuestra labor sindical en la
más necesitada educación de la personalidad y desde la perspectiva de las
intenciones de nuestro ministerio de trabajo.
Como creía que nuestra formación y los programas de educación exigían el que
6
tuviéramos que cambiar nosotros primero antes de estar para los demás,
comenzamos por formarnos nosotros en psicología. Queríamos encontrar la mejor
forma de aproximarnos y de ser uno con los trabajadores que teníamos que educar.
Desafortunadamente no pudimos completar el proyecto por falta de dinero para el
programa de educación.
Comencé a trabajar en la oficina del ministerio de trabajo de Puchon al final de 1994.
Puchon podría caracterizarse por ser una zona industrial y desorganizada. De los
120.000 trabajadores de la zona de Puchon, 70.000 trabajaban en empresas
pequeñas y pobres. Pensamos que necesitábamos cambiar a estos trabajadores a
través de pequeñas actividades de grupo. Por lo tanto comenzamos por organizar
pequeños grupos, por ejemplo actividades culturales, piedra China, un juego oriental
parecido al ajedrez, formación en informática, excursiones a pie, etc. Para los
trabajadores no Católicos organizamos clases de catecismo. Sabiendo que resolver
el problema de los trabajadores implicaba incluir a sus familias también,
comenzamos salas de estudio, para que pudieran estudiar y mejorar su calidad de
vida. Lo que quedó como importante fue la educación de la personalidad de los
trabajadores, que habían seguido en la zona de Sungnam desde 1970. Queríamos
que esto continuara.
En 1997, cuando la crisis monetaria extranjera alcanzó a la economía Coreana,
comenzamos con el “Lugar para compartir esperanzas”, una cocina para dar sopa
gratis. Una de las cosas que aprendimos de esta experiencia fue que lo que los
pobres necesitaban no era ayuda material como la dada por la iglesia, como
comidas gratis, trabajos, asistencia financiera, etc. Notamos una reacción más
favorable por su parte cuando les educamos . Era difícil hacer que la gente abriera
sus corazones, pero eran muy receptivos a los cambios una vez sincerados; lo
descubrimos para deleite nuestro. Con el fin de trabajar con más eficacia, hice
cursos de asistencia social y bienestar. También actuamos en actividades
comunitarias y movimientos, abordando temas como problemas confrontados por
descentralización de gobiernos locales, el tema de la unificación con Corea del
Norte, derechos fundamentales para la vida, etc.
7. Cuando estuvo trabajando con los trabajadores en primera línea, ¿qué tipo
de encuentros con Dios experimentaron tanto usted como los demás?
¿Pudieron ver en ellos el trabajo de Dios? ¿Hubo alguna experiencia de que
Dios les estaba guiando o alguna presencia de su llamada? ¿Qué tipos de vida
quiere Él de nosotros?
7
Mi propio encuentro con las manos de Dios y su ayuda fue cuando me vi cara a cara
con mi propia muerte durante mi estancia en el ejército, y cuando fui torturado por
los agentes de seguridad del gobierno –cuando experimenté una falta completa de
ayuda y casi renuncié a vivir. También descubrí una gran fuerza en la liturgia, difícil
de experimentar el los momentos de mucho trabajo, descubrí que la liturgia era el
momento y el lugar en que encontraba a Dios y en el que reflexionaba acerca de mi
vida. Los retiros anuales para el personal de CLAC o mis retiros personales me
dieron también la oportunidad de reflexionar y renovar el deseo de seguir con el
trabajo. Adicionalmente, mi reciente implicación en el instituto de Asociación me
ayudó a encontrar cura para mi sed y mis problemas espirituales. Ahora que todos
los miembros de mi familia están bautizados, siento más responsabilidad por ellos.
Lo que encuentro siendo más paciente conmigo mismo incluso cuando las cosas no
salen según lo planeado. Cuando lo doy todo en mi trabajo, creo que Dios terminará
lo que yo no pueda hacer. Solía pensar que Dios estaba muy lejos de aquí, en el
cielo. Ahora creo firmemente que habita en mi corazón. Más importante, cuando
luchamos con los policías y los capitalistas en nuestras reuniones y en nuestras
huelgas, veo la vida de Jesús y la existencia de Dios en los corazones de nuestros
trabajadores.
Un ejemplo de nuestros programas de acción de dinámica comunitaria es un grupo
de 19 parejas en Puchon, llamados “Raíces de cebolleta”. En el pasado, los roles de
hombres y mujeres eran claramente diferentes en nuestra sociedad. El que lo
hombre entraran en la cocina era inconcebible, por ejemplo. Ahora los muros han
caído y ambos, hombres y mujeres, compartes comida y discusiones, y los hombres
comparten las tareas de la mujer. Y la gente viene a la iglesia a bautizarse por su
propia voluntad. La evangelización de los lugares de trabajo no debería basarse en
aprender maquinalmente las enseñanzas de la iglesia, sino en la evolución natural y
el desarrollo de los corazones y mentes de la gente por medio de actividades
voluntarias comunitarias. Encuentro que me da fuerza para ser testigo de la
transformación de comunidades corrientes en comunidades vivas.
8. Usted mencionó que proporcionó formación a los líderes sindicales y a los
trabajadores mientras estuvo trabajando para el instituto de Asociación. ¿Qué
cambios pudo percibir en esos líderes y afiliados que habían asistido a su
programa de formación? Así mismo, ¿tuvo algún impacto en la interacción
liderazgo- afiliación y en las amistades?
He trabajado para el instituto de Asociación durante unos dos años. Mientras estuve
ahí formé a líderes, funcionarios y empleados del Sindicato General Provincial de
Kyungnam, con unos 1,300 miembros, y fue una experiencia interesante. La
8
formación usaba el Enneagram, métodos MBTI etc. para calibrar la personalidad de
los formados, rasgos y caracteres como otros programas similares de formación. Lo
que diferenciaba a los nuestros de otros es que nosotros empleábamos esa
información un peldaño más adelante, para descubrir y aprender cómo afectaban
las actitudes y los estilos de unos a otras personas y a sus comunidades, y si esos
rasgos podrían cambiarse para mejor servicio y rendimiento. Lo encontramos
beneficioso tanto para el liderazgo como para la asociación. Los líderes locales
admitieron y discutieron de forma libre su comportamiento habitual de actitudes
negativas o autoritarias en su relación con sus miembros, y su buena voluntad de
modificar o cambiar este tipo de actitudes y comportamientos. Este año muchos de
ellos nos pidieron que les formáramos en la evaluación del estilo de trabajo de sus
organizaciones. En el pasado, la mayor parte de los esfuerzos por evaluar los
resultados organizativos tuvieron como resultado el ser emocionales, defensivos y
en asertar sus puntos de vista a expensas de ignorar las opiniones y puntos de
vista de otros.
Cuando evaluamos sus resultados organizativos empleando nuestros métodos,
fueron muy objetivos y dieron la consideración debida a los puntos de vista de otros
valorando sus propios trabajos y su organización y relatando sus propios roles y su
contribución a la organización. Naturalmente me alegré mucho con tales resultados
ya que ellos estaban contentos consigo mismos. Les gustó tanto el programa y lo
valoraron tanto que han creado dos grupos de trabajadores para ofrecer el mismo
programa a los miembros. Esta formación y sus métodos no son ampliamente
conocidos todavía, pero al extenderse la reputación, he oído que miembros de la
Junta Central de KCTU están revisando el programa y posiblemente lo usen en ellos
mismos. KCTU puede en verdad beneficiarse de este programa, ya que ha sufrido
disputas internas y divisiones, lo que está agotando sus recursos de organización y
su fuerza. Todos estamos en el movimiento sindical siguiendo el mismo curso.
Cualquier esfuerzo para superar las disputas internas y las divisiones coincide con
la causa del ministerio de trabajo, y por lo tanto estamos deseosos y preparados
para ayudar a KCTU o a cualquiera que pueda beneficiarse de nuestros programas.
9. ¿Cuáles son algunas de sus formas de hacer comprender a la gente la vida
de Jesús y Dios? ¿Cómo se ve la presencia de Dios en aquellos que no son
Cristianos?
El hecho de que Jesús fuera un trabajador es la mejor herramienta, creo, para
construir un vínculo común entre Jesús y nuestros trabajadores, y para ayudar a la
gente a entender la vida de Jesús. Les explicamos a Dios a través de la Biblia. Una
vez hice un cartel titulado: “Métodos de cálculo del salario en el cielo”, que fue
9
ampliamente distribuido por KCTU. Se trataba de los trabajadores que recibían un
talento cada uno ya trabajaran por la mañana o por la tarde, como se describe en
“Los trabajadores en la Viña”.Se mostraba que Dios valora el trabajo y la dignidad
humana. La gente necesita comprender que la diferencia individual en habilidades
no es importante. Todos trabajábamos bajo leyes laborales que habían cambiado a
peor. El explicar a los trabajadores cómo los problemas laborales se resolvían en la
Biblia a través de ejemplos, les ayudaba a ser receptivos a nuestra fe. También
sirvió cuando les explicamos las semejanzas entre el cielo de Dios y la sociedad de
igualdad tal y como los trabajadores la soñaban.
Es importante crear el marco adecuado cuando uno trata de ayudar a los no
Cristianos a sentir la presencia de Dios en todos ellos. Tenemos que tener presente
el no forzar con nuestras ideas, lo que podría causar resistencias. Tenemos que
ayudarles a aceptar nuestra iglesia voluntariamente y a través de sus reflexiones, y
así sentirán la presencia de Dios por si mismos.
10. El ministerio de trabajo es un lugar y la ocasión de hacer que los
trabajadores se sientan bienvenidos – por Dios y por nosotros. ¿Cómo
subraya este aspecto de sus actividades en el ministerio de trabajo?
Es interesante indicar que los que se consideran inteligentes o los propensos a las
discusiones no participan habitualmente en nuestras reuniones del ministerio de
trabajo. Van a los lugares donde sienten su propia importancia. Los que vienen
con nosotros son personas que están solas, que necesitan ser queridas, y aquellos
que tienden a ser tímidos y de pocas palabras. A través de la participación en las
actividades, sienten que son tratados como seres humanos iguales, para amar y ser
amados, y redescubren su razón de ser. Cuando siguen nuestros programas,
habitualmente pagan o ayudan a otros con lo que han ganado con nosotros. Creo
que de eso se trata y es lo que nos hace diferentes de otras organizaciones
11. ¿Cuáles fueron las dificultades a las que se ha enfrentado en las
actividades del ministerio de trabajo? ¿Fueron problemas que había
experimentado en relación con la estructura
o modo de trabajar del
ministerio de trabajo, programas específicos o actividades, o con la iglesia?
Personalmente, ha sido difícil para mi el equilibrar mi trabajo y las finanzas de mi
familia con el poco dinero que recibía. Lo que encuentro más difícil de sobrellevar es
que a veces siento desesperación acerca de los puntos de vista de la iglesia en
cuanto a los problemas laborales. No puedo por menos de sentirme desilusionado
ante el hecho de que la iglesia apoya a la clase media y a los más acaudalados, y
10
no apoya a la clase trabajadora, siendo la posición de la iglesia la de los capitalistas
en la forma de llevar sus negocios, y las dificultades que la iglesia impone a los
activistas que intentan trabajar en esos negocios que la iglesia posee o impulsa.
Una de las áreas en las que la iglesia puede mantener la cabeza alta es en la
enseñanza y la predicación de la justicia social. Pero, ¿qué debemos hacer cuando
vemos que la iglesia misma no practica lo que enseña? Esta doble faceta de la
iglesia ha hecho que la gente deje la iglesia al poco de ingresar en ella.
¿Qué debería hacer la iglesia?
La iglesia dice que apoya a los pobres, cuando en realidad no lo hace. Necesita
cambiar. También necesita cambiar sus actitudes y prácticas autoritarias.
12. ¿Qué le gustaría decir a nuestra sociedad, a las naciones ricas del mundo?
Corea hoy es una sociedad en la que la desigualdad se ha convertido en norma, la
polarización en muchas áreas está acelerando, y, la influencia y el trato preferencial
hacia los capitalistas está asegurada por las leyes y los sistemas sociales. Y,
todavía somos una nación dividida entre el norte y el sur. Tenemos que extender
con urgencia nuestros beneficios de bienestar social y cambiar nuestro paradigma
de desigualdad al de justicia e igualdad. Y, la dura realidad es que incluso las
llamadas organizaciones progresistas, giran la cabeza lejos de los problemas que la
clase trabajadora tiene que hacer frente. Nuestra clase trabajadora está luchando
todavía en las empresas con bajos salarios y malas condiciones de trabajo. Pero
entierran la cabeza en la arena, pretendiendo no ver a esos trabajadores con
necesidad. Se fuerzan a ver solamente los sindicatos que se han vuelto “sindicatos
aristocráticos”, pretendiendo que todos los trabajadores se han hecho tan opulentos
como lo son los miembros de los sindicatos. Es equivocado tener una actitud
semejante. Esas organizaciones “progresistas” dirigen sus ojos ciegos a los
trabajadores pobres, especialmente a los trabajadores irregulares (a tiempo parcial,
temporeros y temporales). Incluso comparten los puntos de vista conservadores
(llamada economía neoliberal) en la valoración de la situación de nuestros
trabajadores. Esta economía neoliberal solo aumenta la polarización entre pobres y
ricos. Por lo tanto pedimos a las regiones ricas que reflexionen seriamente acerca
de su adhesión a las políticas económicas neoliberales, que unan y coordinen sus
esfuerzos para reducir esa polarización. Tienen que prestar atención y apoyar a los
pobres de África y de otros lugares, para sacarles de la pobreza crónica. Nuestro
objetivo común en el siglo XXI es conseguir la paz mundial, y la paz del mundo es
posible sólo a través de juntar esfuerzos para ayudar a los pobres a salir de su
11
pobreza.
2.2 Pak Sun-hee y Chung In-sook
Park Sun-hee tiene 58 años, es mujer. Está comprometida con el movimiento de
justicia social. Es la presidenta de la Federación Católica Coreana para la Justicia.
Chong In-sook tiene 57 años, es mujer. Ahora vive en una pequeña ciudad cerca de
Seúl, apoyando a muchos grupos de trabajo.
1. ¿Cual era la actividad del Apostolado del trabajo? ¿Puede explicar la
historia a través de incidentes o datos importantes que podrían explicar la
realidad?
Pak Sun-hee:
"Yo era una trabajadora no concienciada y sin seguridad. Estaba avergonzada de mi
situación en esa estructura en la que los trabajadores eran ignorados y tratados mal.
Pero en 1967 conocí el punto de vista del Cardenal Joseph Cardign y el movimiento
JOC. Y comencé a cambiar desde entonces. Comencé a darme cuenta de la
importancia del trabajo y de la dignidad de cada persona. La gente tiene dignidad
porque está creada a imagen de Dios y la creación de Dios continúa a través del
trabajo y del poder de los trabajadores. Este mensaje fue música para mis oídos.
Cardign dijo que los productos de las factorías, que estaban tan bien envueltos y
eran tan populares entre la gente, estaban llevando a muchos trabajadores a la
muerte. La salvación debe ser traída a esta realidad.
Oí esto y comencé mi trabajo con JOC y eso supuso Buenas Noticias para nuestro
país. Corea estaba en el proceso de cambio de una economía basada en la
agricultura a la industrialización y los trabajadores estaban siendo explotados y eran
de hecho esclavos. Comenzamos con la concienciación de los trabajadores,
educación para ver las contradicciones del sistema y ver que si los trabajadores
solos son débiles, obtienen poder a través de los sindicatos. Fue entonces cuando
supe que existía una ley básica de trabajo que protege a los trabajadores. En el
proceso de educar a los trabajadores en la factoría, Chon Tae-il, el patriota, se
inmoló para dar publicidad y hacer saber a la gente el trágico sufrimiento de los
trabajadores y el fracaso de la implantación de la Ley Básica de Trabajo. Y así,
como creyente, me impliqué incluso más en la formación de sindicatos.
12
2. En aquel momento ¿hubo algún incidente en especial que tú ayudaste a
resolver?
En esa época no había sindicatos y los trabajadores no tenían conciencia. Los
industriales no pensaban incluso en la ley Básica de Trabajo. Por lo tanto, la
formación de Sindicatos era la prioridad más importante. De hecho, para debilitar a
los trabajadores aún más, los industriales formaron con frecuencia sindicatos
fantasmas. También había sólo sindicatos amarillos que hacían lo que querían los
industriales. En muchos lugares de trabajo no había sindicatos. Hicimos pública la
realidad de los sindicatos amarillos e intentamos establecer sindicatos genuinos. En
el caso de Baek Yang Garments y Han Hung Products había sindicatos que eran tan
inactivos que los trabajadores ni sabían de su existencia. Hicimos pública su
existencia.
Ejemplos de cambio de sindicatos amarillos a sindicatos democráticos – en el
pasado Daewoo Automobile Union, GM Korea y Wonpoong Textile eataban afiliados
a la Federación Coreana de Sindicatos. Tong II Textiles y Han Kook Textiles eran
también sindicatos amarillos afiliados a la misma federación.
3. ¿Cuándo se comprometió con el Apostolado del trabajo?
Fui activa en la factoría desde 1973, cambiando los sindicatos fantasma y
democratizando los amarillos. En los años 80 el régimen de Chun Doo-hwan intentó
terminar con el movimiento sindical. En este tiempo fui despedida por el “Decreto de
Purificación de la Sociedad” y como continué mi lucha tras perder el empleo fui
llevada a prisión y puesta en la lista legra como “comunista”. Mi derecho al trabajo
fue eliminado. Era lo equivalente a una ejecución social. Se me asignó un detective
para seguirme – no pude reunirme con trabajadores. Por lo que pensé en la forma
de encontrarme con los trabajadores. Fui a vivir en una zona trabajadora y empecé
a contactar con los trabajadores y a resolver sus problemas. Así es como empecé a
involucrarme en el Apostolado del Trabajo. Salí de prisión en 1982 y fui a la
Diócesis de Chunju, comencé la “Casa de los Trabajadores Iri (actualmente Iksan)”.
Comenzamos en el cobertizo del vigilante de la Iglesia y en 1985 adquirí una casa
propia.
Chung In-sook
Mi historia es similar. En 1968, con 20 años, conocí el JOC y lo que sentí más
profundamente fue el valor del trabajo. Pensaba que el trabajo era tarea de una
persona baja, pero fue tan bueno aprender que el trabajo es la cooperación en el
13
trabajo creativo y en el trabajo de salvación de Dios. Dios ha confiado el derecho de
crear el mundo a los humanos y especialmente la tarea de crear de nuevo el reino a
través del trabajo. Esto me dio confianza. Conocí el valor del trabajo a través de mi
fe y fue bueno. Al darme cuenta, por ejemplo, de que el sufrimiento que genera el
trabajo en tiempo de calor era una participación en el trabajo de Jesús de salvar
nuestro mundo, vi un valor en este sufrimiento y me di cuenta de forma nueva del
valor del trabajo.
También el problema de la pobreza no era debido a que mis padres hubieran nacido
pobres y aunque hay una conexión con la habilidad de uno, me di cuenta de que la
pobreza era el resultado de las estructuras de la sociedad. Esta intuición fue el
resultado de nuestro estudio del libro de JOC, en las secciones de “investigación de
la sociedad” y también “estudio del Evangelio”. Leyendo el libro y estudiando los
Evangelios vi la posibilidad de que nosotros los trabajadores pudiéramos
concretamente predicar el Evangelio como discípulos, como apóstoles en el lugar de
trabajo. A través del estudio de la sociedad me di cuenta de las contradicciones de
la misma. En realidad, a través del JOC, mi fe y la dirección de mi vida cambiaron ya
que volví a nacer de nuevo como creyente.
En 1970 Chon Tae-il se inmoló en protesta y cuando Yoon Suun-nyay (Susana) era
la presidenta nacional de JOC, visité el Sindicato Chongkye Garments. Descubrí
que Lee So-sun (la madre de Chun Tael-il) estaba buscando un director de temas
de la mujer. Comencé a trabajar en 1971 como la responsable para temas de la
mujer en el sindicato. Organicé todo según el método de JOC. La Chongye Union
trabajaba como una tienda abierta para todas las pequeñas factorías de prendas de
vestir de la zona. Al principio la actividad del sindicato fue muy difícil, y mucha gente
a nivel de supervisor rechazó la adhesión al sindicato cuando visité las factorías.
Debido a que el índice de movimientos era muy alto, muy a menudo cuando visitaba
la empresa para recolectar la cuota del sindicato justo un mes más tarde de
procesar los documentos de adhesión, el trabajador había cambiado de trabajo.
Llegué a la conclusión de que esta no era la manera de organizar los sindicatos.
Escogí el método de JOC que ofrecía un contacto individual y la reunión de grupos
pequeños. Hubo gente con la que pude hablar, así que al principio dividimos
responsabilidades y roles, de acuerdo con los principios de JOC e hicimos una
excursión – de unas 20 personas. Durante la misma convencí a unos cuantos para
que formáramos un grupo de JOC. Así, en mayo de 1971 formé el “Grupo Accahia”.
Nos reuníamos una vez a la semana. Por aquél tiempo el trabajo terminaba a las 10
de la noche, por lo que usábamos el tiempo de la comida de 1.00pm-2.00pm.
Durante unos 40 minutos estudiamos el Manual JOC – excluyendo el apartado de
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estudio de la Biblia – viendo temas como “el empleo del dinero” etc. La reacción fue
buena y a todos les gusto la reunión. Durante un mes fueron trayendo amigos por lo
que formamos un segundo grupo. Al final tuvimos 7 u 8 grupos.
Todos esos miembros se adhirieron al sindicato y se convirtieron en oficiales o
representantes y tuvieron roles importantes. Si hubiera comenzado con charlas no
se hubieran adherido – se hubieran ido porque tenían miedo. Pero la gente que
había creado buenas relaciones en los grupos pequeños se involucró en el sindicato
y constituyeron la base del cambio del sindicato a un sindicato democrático. A través
de la actividad del sindicato y de acuerdos que cambiaron las condiciones de trabajo,
los trabajadores vieron que unidos podían cambiar la ley y la historia de la forma
deseada. Vieron la actividad del sindicato como buena y se convencieron de que
debían hacer ese trabajo hasta el final. En el Peace Market todos los supervisores
eran hombres y los maquinistas y asistentes todos mujeres por lo que había mucho
acoso sexual y violencia. Era estupendo ver el cambio en la gente a través del
diálogo en las reuniones del sindicato y ver que se hacían buenos amigos; la gente
con prejuicios profundos no tuvo esperanza. Al hacer trabajo de sindicato decidí que
era un trabajo que podría hacer toda mi vida.
4. ¿Cuándo se comprometió con el Movimiento del Apostolado del trabajo?
Fui activa en el movimiento sindical (TU) desde 1971 hasta 1975. Desde 1975 fui
presidenta nacional de la JOC. Sin embargo no pude dedicarme a tiempo completo
al JOC nacional. En esa época el sindicato Wongpoon textil, el sindicato del
Mercado de la Paz, y los sindicatos del Textil Tongil fueron construidos en el JOC.
Como Sun-hee había dicho, nuestra mayor hazaña era construir los sindicatos.
Hubo muchos lugares en los que los miembros de JOC eran las personas clave de
los sindicatos. Pero no formamos sindicatos en nombre de la JOC. Los miembros
jugaron un papel clave en los sindicatos en todas las factorías. Formamos 6-7 TU en
un año. En la sede de JOC colgamos una pancarta con el eslogan – “ Construyamos
la Iglesia en cada lugar de trabajo (Pak Sun-hee añadió “Descubramos a Cristo en
nuestras Vidas”). Y tuvimos educación para permitir a la gente que continuara
hacienda esto en la práctica. En ese momento no había otra forma – excepto a
través de JOC – de formar TU.
La Misión Industrial Urbana (UIM) juzgó por supuesto un importante papel. Pero fue
construida en los ministros de la iglesia y ofreció educación desde arriba hacia abajo,
mientras que en JOC – como en mi propia experiencia – cada trabajador cambiaba
de modo individual y era feliz y cambiaba a los trabajadores que estaban junto a él,
y el proceso seguía. Este autoreflejo se convierte en disciplina y uno gana en
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experiencia y se convierte en raíz en medio de la gente. Hay alegría en esto – e
incluso cuando otros activos en el mismo sindicato no fueron capaces de extender el
movimiento tan fácilmente. Mientras, nosotros lo hicimos tan bien que ganamos la
confianza de la gente. “¿Cómo pueden vivir así? Queremos evitar ese trabajo que
oprime - ¿Cómo pueden estar tan entusiasmados y trabajar?” ¡Era la reacción de
muchos! ¡Reflexionando en nuestra actividad en la JOC fuimos benditos!
Cambiamos como individuos a través de la reunión de grupo – esto fue importante.
No éramos buenos hablando o escuchando pero, a través de las reuniones de grupo
de JOC y a través de la formación nos convertimos en buenos en esto de forma
natural. Escuchar a otros, hablar, santificación personal – hicimos esto a través del
grupo. La siguiente etapa era organizar y lo hicimos estableciendo sindicatos
democráticos en el lugar de trabajo. Y al crecer los sindicatos, se desarrollaron los
movimientos de área local o planeamos promocionar esto.
En 1980 el Sr. Sophia de la Congregación Benedictina anunció que las hermanas
iban a comenzar con su labor de apostolado así que comencé a trabajar con las
hermanas en Songnam City. En ese momento la Educación de Desarrollo Humano
comenzó en la Casa de retiro de Sangji, dirigida por las Hermanas Benedictinas en
Seúl; los tres primeros cursos fueron desarrollados allí pero luego se trasladaron a
Songnam City y continuaron allí. Fui el miembro del personal que trabajaba para el
Sr. Sophia. Era difícil venir para los trabajadores, así que solía acompañar a los
trabajadores de Seúl para la educación. Habitualmente los trabajadores de la zona
industrial de Kuro, o de la zona industrial de Seung Soo venían secretamente a la
“Casa de Encuentro” para recibir educación. Este fue el principio del Apostolado
Sindical en Songnam.
En ese momento Yoon Soon-nyo (Susanna) trabajaba e Pupyoing, yo estaba en
Songnam y las reuniones iniciales para formar la comisión nacional de apostolado
sindical tuvieron lugar en Songnam. (Como dijo Susana) La lista negra también
estaba en Songnam. Si un trabajador marcaba Católico en la columna de religión –
podría no ser contratado. Había persecución religiosa. La Libertad Religiosa estaba
garantizada por la constitución pero no estaba asegurada en el puesto de trabajo.
Junto con Susana iniciamos una campaña de firmas para la abolición de la lista
negra. En este proceso, porque éramos graduadas en JOC había acuerdo de que
formáramos la organización nacional del Apostolado Sindical y que hiciéramos este
trabajo.
Mientras otros grupos de activistas fueron oprimidos políticamente, el muro de
protección de la Iglesia para el Apostolado Sindical fue fuerte. La Iglesia Católica era
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más fuerte que otras Iglesias. Desde 1986 en adelante los miembros de JOC
organizaron a los trabajadores por todo el país, y tuvieron un papel importante en
incidentes graves. En particular en la lucha de los trabajadores del año 1987,
jugaron un importante papel en Masan y en Inchon.
(Pak Sun-hee: No había una organización nacional que diera educación a los
trabajadores – solo el Apostolado Sindical. En el Hall de Reunión de los Granjeros
Católicos en Taejon, se presentaron 100 trabajadores para un programa organizado
para 70. En ese momento los trabajadores no sabían cómo organizar un sindicato;
no había graduados entre los trabajadores, y el Ministerio de Trabajo no era una
institución para los trabajadores. E incluso cuando no había espacio, se sentaron en
el suelo para recibir educación y durmieron allí. Hoy todos ellos son muy activos en
la Confederación Coreana de Sindicatos).
El Apostolado Sindical, creo, jugó el papel de comadrona y dio lugar al Movimiento
Sindical Democrático en cada region en 1987, 1988, 1989. El Apostolado Sindical
ayudó a formar sindicatos en aquel tiempo….
(Pak Sun-hee: Desde 1987 el Gobierno comenzó una nueva ola de opresión de los
TU. El Apostolado del trabajo leyendo certeramente los signos de los tiempos
apoyó a los TU, organización para los trabajadores. Al principio en Pupyong, un
sacerdote Maryknoll (Fr. Na – Martin Lowery) y una Hermana Maryknoll y Lee
Kyong-shim (Cecilia) habían comenzado el trabajo. Por aquel tiempo Cheng In-sook
estaba en el Mercado de la Paz, yo estaba con Wonpoong. Cuando fui despedida
me reuní con los trabajadores de las zonas en las que vivían. También los
trabajadores despedidos después de 1977 fueron a las zonas locales. En 1980,
después de que Chun Doo-hwan intentó acabar con los sindicatos, organizamos
sindicatos a nivel nacional para enfrentarnos a él. Los miembros de JOC o la gente
que trabajaba en los sindicatos tuvieron la influencia del Apostolado del Trabajo. En
la lucha de los trabajadores de 1987, la educación para la formación de los
sindicatos fue críticamente importante, pero ya muchos activistas estaban
preparados pues habían tenido la experiencia de la Educación del Apostolado del
Trabajo).
Chung In-sook: En este proceso la Iglesia Católica fue muy activa en la lucha por el
derecho a la vida. Los sacerdotes apoyaron a los trabajadores pero cuando el
Gobierno comenzó la opresión, por ejemplo con la lista negra, la Iglesia también
empezó a mirar a otro lado. Así que no podíamos tener reuniones en algunas
parroquias ya que éramos considerados como “elementos impuros”.
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(Pak Soon-hee: Habiendo trabajado 12 horas al día y terminando a las 7.00pm
llegamos a la parroquia a las 8.00 o 8.30pm pero teníamos que dejar la parroquia a
las 9.00pm. En varias ocasiones fuimos a la reunión del Obispo – podíamos hablar
debido a la presencia del Obispo Tji Hak-soon.) Chung In-sok: Y hasta 1980, cada
vez, la Comisión Episcopal Justicia y Paz nos invitó y pudieron oír historias de la
fábrica.
(Pak Sun -hee: En esa época nos movimos mucho en verdad. Estábamos
comprometidos con la justicia social con los católicos y queríamos consejo, por lo
que llamamos a muchas puertas. Entonces no había ordenadores o internet de
donde puedes obtener información sentándote frente a la pantalla)
5. ¡Esta era sólo la primera pregunta, pero ha hablado mucho! ¿Cómo se
vivía? ¿Cuándo estaba activo, cómo vivía?
Pak Sun-hee:
En mi caso comencé el Apostolado del trabajo en la Diócesis de Chunju – creció con
la semilla del JOC. En la Diócesis fueron despedidos 7 trabajadores por ser
miembros del JOC. En este lugar de trabajo había un sindicato Amarillo pero un
miembro de JOC lo cambió y Park Pok-sil fue elegido líder del nuevo sindicato
democrático. Sin embargo la compañía le llamó “elemento impuro”, y fue despedido
junto con otros 6 miembros de JOC. La Iglesia Católica apoyó su causa – no
porque viera algo social – la Iglesia lo tomó como una persecución de creyentes
Católicos. En este incidente se vio la necesidad del Apostolado del trabajo y tal y
como mencioné, obtuvimos un pequeño espacio en la Parroquia de Changin. No
había agua y la llevamos del presbiterio – había justo espacio para comer. Fue un
pequeño comienzo pero estuvimos agradecidos. Lentamente creció el interés en la
diócesis y en 2 años, con la ayuda de una Agencia Alemana pudimos construir un
lugar de encuentro mejor para los trabajadores, en una tierra junto a la Parroquia
Católica de Changin. Pero siempre fue difícil porque el apoyo activo por parte de la
diócesis para el apostolado fue débil.
Entonces un nuevo sacerdote fue nombrado para la Parroquia de Changin don – un
hombre que volvía a la diócesis tras 20 años como capellán del ejército. Estaba de
acuerdo con el régimen de Chun Doo-hwan en eliminar los “elementos impuros”.
Fue un momento muy difícil y en medio de esto intenté organizar a los trabajadores.
Cada vez que tuve oportunidad solía visitar al Obispo y pude establecer una buena
relación con la oficina diocesana. Al hablar con el obispo, hacía referencia al “Dios
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que se ocupa de los huérfanos” y señalaba que en la realidad política y económica
de nuestro país, los huérfanos de esta era eran los trabajadores. Solía enfatizar que
“vine con la idea de formar a los trabajadores que se convertirían en Cristianos
activos – capaces de cambiar a la gente y de crear un mundo al gusto de Dios y de
ese modo todos se salvarían”. En 1985, en la apertura de la”Casa de los
Trabajadores”, el obispo empleó las mismas palabras. Trabajé allí hasta 1988. En
1987, cuando comenzó la lucha de los trabajadores y había muchos activistas,
consideré que una persona más joven podría hacerse cargo de la casa. Oh-Doo-hee
(Anna) vino y asumió la responsabilidad de la casa.
Entonces no había Apostolado del trabajo en Taejon, y comencé a planear su
introducción allí. Conocía a Fr. Pak Sang-nye en la Diócesis de Taejon. El obispo
Kyong Kap-nyong acababa de ser nombrado y todos los sacerdotes que trabajaban
fuera fueron llamados a la diócesis. Fr. Pak volvió del Seminario Nacional y buscaba
un nuevo ministerio. Fr Pak era un compañero de clase de Fr. Mun Chung-hyun de
la Diócesis de Chunju y tenía una cálida relación con él. Cuando Fr. Pak visitó la
Diócesis de Chunju, Fr. Moon le llevó a la Casa de los Trabajadores. Cuando la vio
pensó que sería bueno tener una similar en Taejon. Era el presidente de la
Comisión Taejon J&P y pensábamos lo mismo. Le dije: “El Apostolado del trabajo es
necesario de verdad en Taejon. Está en el centro del país. Un lugar bueno para que
se encuentre la gente, podría ser lugar de conexión”.
Y así fui a Taejon e 1988. En un principio tenía la intención de encontrar una plaza
en la zona Industrial Taehan Dong, pero no tenía dinero y no pude tener una
habitación. Pero una pareja – que había estado en JOC y que estaba comprometida
con el movimiento sindical en la ciudad, alquilaba 2 habitaciones en Pusa Dong –
una zona con una gran población trabajadora. Viví en una de las habitaciones y
comencé a trabajar en una empresa local que hacía muñecas. Trabajé allí durante
tres meses y cada día después del trabajo visitaba a sacerdotes para afirmar y
extender contactos. El transporte público no era adecuado por lo que usaba una
bicicleta. Fr. Pak me proporcionó contactos. Pero en medio de esta preparación Fr.
Pak enfermó de un tumor en el cerebro. Con el deterioro de la salud de Fr. Pak no
hubo más progresos en el apostolado del trabajo.
Por entonces oí que una joven pareja de misioneros laicos Maryknoll había venido a
buscar trabajo en Taejon. Me encontré con ellos y les conté nuestra situación.
Sugerí que llevaran una guardería en Tae-wha Dong durante el día y que se
empleara el lugar para reunión de los trabajadores por la tarde. Adquirieron una
casa en Tae-wha dong para este propósito. Fue un caso de ensayo y error. La casa
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estaba a mi nombre. Pero como era una persona bajo sospecha se corrió la voz de
que un elemento impuro se había infiltrado en la zona. Quité mi nombre de la lista y
registramos en su lugar el nombre de la Asociación de Granjeros Católicos. Yo
trabajaba con esa asociación. Era la época en que Fr. Kim Seoung-ho era capellán
de la organización. Pero la pareja tuvo que marcharse a los dos años por lo que
comencé a buscar gente que pudiera continuar con el trabajo en la zona. Entre la
gente interesada había una mujer comprometida con el movimiento de las mujeres,
y así comenzamos con una sala de juegos para niños llamada “Semkol Playroom”.
Después de un tiempo se vio que era difícil mantener un lugar para niños durante el
día y para encuentro de trabajadores por la tarde. Desde que tuvimos las reuniones
de JOC en la Parroquia de Taewa Dong, comenzamos a tener muchas de nuestras
reuniones allí. Los trabajadores también comenzaron a reunirse en la Parroquia de
Okye Dong.
¿Qué hicimos en Taejon? Bueno, había una planta industrial, Togyang Steel Works
con un sindicato amarillo. También tenía una filial en Yongdongpo en Seúl y yo
había vivido cerca y había pensado acerca de comenzar con un sindicato
democrático en la planta. Y ahora, aquí en Taejon me topé con la compañía de
nuevo. Comencé una reunión de JOC con uno de los miembros del sindicato Chung
Byon-sok. Con pequeños grupos comenzamos el proceso de cambio del sindicato.
La planta era grande con muchos trabajadores. Pero comencé también a tener
dificultades en este trabajo mientras residía en la habitación de juegos “Sem
Kol”. Me cambié a un apartamento con Chung Byon-sok y continué la educación de
los trabajadores allí. Lo bueno de esa casa era que los detectives no podían hacer
gran cosa cuando me reunía con los trabajadores de modo privado en esa casa con
fines educativos. El resultado es que democratizamos el sindicato – dejó la
Federación Coreana de Sindicatos y se adhirió a la nueva Confederación
Democrática. ¿No es esta la prueba de que el Apostolado del trabajo estaba en
Taejon?
Trabajé durante 3 años en Taejon – por esa época la Alianza nacional de Sindicatos
fue creada en Seúl en 1991 – Fue una época de mucho trabajo. Recibí una petición
formal de la Alianza para ser responsable del trabajo preparatorio de organización y
educación. Era también vicepresidenta nacional del Apostolado del trabajo y
durante 6 meses pude trabajar para la Alianza. En Taejon trabajé con la
“Organización de Familias de Trabajadores”; y con la “Organización de Trabajadores
de Taejon” junto con el trabajo del “Jardín de Infancia Semkol”. Pero cuando fui a
Seúl no hubo nadie que continuara con mi trabajo – había fracasado en el
establecimiento del Apostolado del Trabajo en Taejon.
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Chung In-sook
La vida era muy difícil. Cuando trabajaba en el sindicato Chungkye, me juntaba con
los trabajadores por la noche – a menudo durmiendo en la misma habitación,
podíamos hablar hasta bien entrada la noche. Aunque alquilé una habitación en
Changshin Dong, a menudo pasaba la noche en la habitación de uno de los
trabajadores. Nos hicimos muy cercanos a nivel humano y compartimos
conversaciones profundas. Mientras fui presidenta nacional de JOC viví en la sede
nacional. Cuando completé mi estancia, fui a Pusan por un año para hacer actividad
sindical y trabajé en una empresa de goma. En esa época estaba alquilada y me
cambié tres veces. La policía conocía mi dirección y presionaba al dueño para que
me echara. El resultado fue que no tuve éxito en Pusan y volví a Seúl.
No teniendo lugar donde vivir en Seúl, una de las madres de las “Madres de los
Prisioneros” me invitó a vivir con ella en una casa de vinilo en el pueblo de tiendas
de campaña de Socho Dong, así que me trasladé allí para vivir con mi madre y otras
personas. Pero a los 7 meses el lugar fue demolido por la fuerza por reurbanización.
La gente que no tenía a donde ir comenzó a luchar contra la salida forzada.
Finalmente nos ofrecieron apartamentos de alquiler a largo plazo. En esa época
tomé parte en la manifestación de la estación de metro Sochodong donde dormimos
en protesta. Como resultado nos dieron un apartamento. Entre 30-40% de las
personas desplazadas a la fuerza obtuvieron apartamentos. Tuve que compartir el
mío – al alquilar una habitación estábamos con frecuencia 4-5 personas juntas.
6. Ahora la pregunta esencial. Ha compartido ya bastante, pero ahora, más
concretamente, en la dimensión de la fe y la justicia, ¿Qué hizo en la
dimensión de la fe? ¿Cómo se comprometió con la fe y la justicia? Si quiere
destacar la dimensión de la fe...
Pak Sun -hee:
Hice mi promesa como miembro de JOC en la Parroquia de Tansang Dong en 1968,
en la misa dominical. Fue una promesa solemne delante del altar de Dios. Creo que
estoy viviendo de acuerdo con esta perspectiva toda mi vida. Aún hoy tengo esa
convicción. Creo que si no hubiera cumplido esta promesa estaría traicionando a
Dios. Por lo tanto estoy seguro de que he vivido esa vida hasta ahora. Cuando las
cosas se ponen difíciles siempre pienso en esa promesa solemne y el significado de
esta promesa impregna profundamente mi vida. En los acontecimientos concretos
de mi vida encuentro a Jesús y vivo mi vida respetándolo. Por ejemplo me pregunto
si Jesús se encontrara en esta situación,¿qué haría?. El método JOC de
21
discernimiento espiritual es parte de mi vida – mira, juzga y actúa. Y la fuerza que
tengo para superar todo tipo de dificultades, creo, es la fuerza que viene de la fe.
Pero como ya he dicho es difícil vivir la vida según las convicciones del movimiento
JOC. La Iglesia habla de la opción preferencial por los pobres pero no he visto una
evidencia concreta de que la Iglesia esté con los pobres. En momentos de debilidad
he pensado en dejar la Iglesia. Cuando vi la auto inmolación en protesta del
patriota Chun Tae-il, tuve miedo. Más tarde, fui con su madre Lee So-sun y unos
amigos a ver a Fr. John Trisolini -(Fr Doe Johan es su nombre Coreano) – Fr
Trisolini me pidió que organizara la reunión. Oí todos los detalles de cómo Chun
Tae-il preparó y lo que hizo. Después no pude dormir – tenía miedo – no tuve tal
coraje. Tuve miedo de implicarme en el movimiento y empecé a pensar que la única
forma de vivir la filosofía de JOC era entrar en un convento. Busqué un convento
donde se vivieran esos valores y no encontré ninguno. Pero pensé que la
congregación de “Pequeños Sirvientes de la Sagrada Familia” estaba
razonablemente cerca del sistema de valores de JOC. Acudí a sus reuniones de
vocación y decidí entrar al final de 1972.
Pero durante la estación de las lluvias de ese año mi casa se inundó mucho por lo
que decidí retrasar la entrada en el convento hasta la primavera del año siguiente.
Mientras duró la inundación viví en una tienda. Cuando todo terminó, fui otra vez a
las reuniones de vocación. Pero mi experiencia pasada comenzó a parecerme muy
preciosa y el convento al que deseaba entrar parecía ser muy diferente. ¡Era tan rico
que yo me preguntaba si Jesús podría incluso morar allí! Así que decidí buscar otro
convento pobre, pero no tuve éxito. Pero desde que había decidido entrar en el
convento, dije adiós a mi familia y amigos, cogí mis pertenencias y dejé la casa la
víspera de entrar en el convento. Fui a ver a Fr. Tresolini – era mi director espiritual
y el capellán de JOC en la zona sur de Seúl – le conté mi historia y le pedí que me
encontrara una plaza donde vivir. Estuve de modo temporal en la Casa Salesiana y
así comenzó mi vida hasta hoy.
En esa época, varias hermanas Maryknoll estaban interesadas en comenzar el
Apostolado del Trabajo, así que comencé una reunión con Sr. Moloney y otras dos
hermanas – era la Fiesta del Sagrado Corazón y hacía ya tres meses que había
dejado mi casa. Las hermanas querían comenzar una comunidad en una zona
trabajadora y lo hicieron en la zona del estado industrial de Kuro. Y así 7 de
nosotras, 4 miembros de JOC y 3 hermanas, comenzamos a vivir en comunidad.
También estuve buscando trabajo en ese año 1973. En Navidad de ese año, por
instigación del dueño de la factoría, los oficiales del sindicato democrático – (que
había reemplazado al sindicato amarillo) – de Wongpoong Textiles fueron golpeados
22
cuando se dirigían a casa tras la fiesta de Navidad. Católicos y Protestantes juntos
formamos el “Comité para exponer la verdad acerca de la violencia cometida por el
dueño sobre los trabajadores de Wonpoong”. Sucedió que por primera vez en la
historia de nuestro país, el dueño de una empresa fue encarcelado. Como resultado
me comprometí incluso más con los problemas laborales. Cuando fui al hospital a
visitar al líder del Sindicato Wonpoong me invitó a trabajar en la factoría. Le dije que
Wonpoong tenía un sindicato democrático, por lo que estaba buscando otro lugar de
trabajo para extender el sindicato democrático. El líder, muy excitado dijo: “¡No! Es
terrible, hemos cambiado el sindicato, pero la conciencia de los miembros del
sindicato es muy baja”. Dio un ejemplo concreto de la situación. Propuso que
trabajara en concienciación. Así que hice el examen para entrar en la empresa
como obrera cualificada, decidiendo que si pasaba el examen era la voluntad de
Dios y si no, era también la voluntad de Dios que fuera a otra parte. Creía que Dios
en su providencia me guiaba – que no tomaba la decisión por mi misma. Entonces
los trabajadores no cualificados tenían que pagar para entrar en una empresa –
pero no los cualificados. Así que me apunté al examen y dejé el resultado en manos
de Dios.
El resultado es que trabajé allí. Creo que fue Dios en su providencia el que hizo que
a través de ese incidente yo trabajara en la factoría. He creído firmemente que
tengo que vivir en la providencia de Dios. ¿No vivió así Jesús? Estoy convencida
de ello. Creo que Dios me puso en ese lugar porque era el adecuado. Creo que en 2
ocasiones me mostró que mi vocación no era el convento. Mi director espiritual, Fr.
Trisolini me aconsejó que al estar interesada en la vida comunitaria, no debería ser
oficial del sindicato sino continuar como un trabajador ordinario en la factoría,
compartiendo mi vida con otros trabajadores. Pero, ¿cómo podía hacer eso teniendo
experiencia de trabajo de sindicato?. Un año después fui elegida representante del
sindicato. ¿Cómo podía rechazar el puesto habiendo sido elegida?. Fr. Trisolini me
riñó por aceptarlo. Estuve también muy entregada a la formación de una buena
comunidad con las hermanas.
Pasaron tres años. Por ese tiempo el Cardenal Kim invitó a Fr. Oh-(Oliver Beringer,
el sacerdote francés del Prado) – a venir a la Diócesis de Seúl para establecer la
Comunidad del Prado. Fue una época de mucho trabajo para nosotros. Chung Insook era oficial para los temas de la mujer en el Sindicato Chongye; Yo estaba muy
activa como representante del sindicato en Wonpoong. Corría día y noche; con esta
realidad la vida de comunidad no era fácil y hubo pequeñas tensiones. Chung Insook tomó la decisión primero – fue demasiado difícil. Como era una comunidad
nueva, había muchas visitas; teníamos que rezar por la tarde juntas; hacíamos
23
turnos para preparar la comida; ¿Era esta una comunidad de personas involucradas
en acción social? No, era la primera etapa de formación de una comunidad de
Prado.
(Chung In-sook – Fue la intención de Fr. Trisolini el establecer la comunidad de
Prado.)
No - al principio era comunidad con trabajadores. Más tarde el Cardenal invitó al
Prado de Francia; empezó a enraizar con las hermanas de Prado que vivían con
trabajadores. Cuando comenzamos, nos hacíamos llamar el Grupo del Sagrado
Corazón.
7. ¿No ayudó esta vida de comunidad al encuentro con trabajadores?
De verdad, en mi caso, teniendo la experiencia de trabajar como representante
sindical, no quería las responsabilidades de un oficial. Pero el lider sindical Bang
Yong-sok fue encarcelado en la estación de Policía de Nam Seoul por calumniar la
posición de la presidencia. Cuando fui a visitarle al centro de detención, me
nombró vicepresidenta, pidiéndome que asumiera esa responsabilidad hasta que
fuera excarcelado. No pude rechazarlo pero no pude decirlo a la comunidad por si
se enfadaban. Poco después lo dije en nuestra reunión de comunidad. No fue un
problema y pasamos al punto siguiente. Como vicepresidenta del sindicato tuve un
gran trabajo que hacer. Algunos días no podía volver a casa y empecé a sentir la
carga de la vida en comunidad. Parecía que la comunidad no podía aceptar mi
carga. Y así, tragándome las lágrimas, finalicé mi vida comunitaria y me trasladé
para compartir una habitación con otra miembro del sindicato y continué con mi
compromiso.
Entonces pensé “¿No es vivir así la vida de Jesús? Muchos miembros de JOC iban
a misa diaria. Siento que mi vida de oración era mejor entonces que ahora. Si no
hubiese rezado no hubiera podido remontar las dificultades. Ante las dificultades, si
leía las escrituras, los sucesos del día parecían ir mano a mano con las escrituras –
era como si Dios estuviera guiándome en mi propia vida. Tenía este sentimiento
fuerte. Leí mucho las escrituras y recibí mucha fuerza de ellas. No sólo esto sino
que empleé mucho las escrituras en los programas educativos. En Wonpoong tuve
muchos grupos pequeños. Organicé a la gente en grupos JOC. A través de cambios
individuales, el ambiente comenzó a cambiar. El resultado fue la acción que cambió
la sociedad. Estoy segura, si usamos ese método podemos crear un mundo mejor.
Pero, ¿por qué la Iglesia no hace eso?. En verdad, si la gente usara el método
24
Cardign en los distintos sectores, los creyentes serían más fuertes y así como Jesús
fue capaz de aceptar la muerte en la cruz , así todos los creyentes serían capaces
de vivir así con esa fe. Sin embargo me entristece el ver que hay áreas en las que la
Iglesia no distingue entre las cosas de Dios y las cosas del mundo
8. Ha compartido mucho y ha hablado de la providencia de Dios. Creo que
podría estar bien el llamar a eso ser guiado por el espíritu de Dios. En el
compartir acerca de ver la presencia de Dios y el seguimiento a Jesús, es muy
claro. Srta. Chung ¿puede por favor hablar de su experiencia?
La fe que recibí de mis padres era que si vivías una vida buena podrías ir al cielo.
Pero cambió a través de mi compromiso en el movimiento JOC. Mientras la “buena”
persona vive una vida tranquila, el movimiento JOC tiene que ver con gente que
sufre, que tiene dificultades. Esta es la espiritualidad de JOC. Durante mi tiempo de
compromiso en el JOC tuve la convicción de ser un apóstol. Al principio, el JOC en
Corea tuvo mucha influencia del sacerdote Salesiano Fr. John Trisolini. Siempre que
nosotros, miembros de JOC, visitábamos a la congregación Salesiana, recibíamos
una acogida especial. Su gran punto – siempre señalaba que al experimentar un
problema, no nos dedicáramos sólo a resolverlo sino que tomáramos medidas para
prevenir el mismo problema en el futuro. Es decir, tomar medidas preventivas para
asegurar que no haya enfermedad. Por ejemplo, en el caso de tratar con un
huérfano, es importante buscar un centro de asistencia social para el huérfano. Pero
para asegurar que no haya huérfanos en el futuro, es importante ocuparse de
programas de concienciación y humanización con el fin de ayudar a la gente joven a
llevar una vida sana. Su punto fuerte – Me gusta mucho esa perspectiva. Era una
espiritualidad social, trabajando por una vida más humana aprendimos a educar a
los trabajadores de modo que los jóvenes pudieran vivir más felices.
Junto con John Trisolini estaba el sacerdote Maryknoll Michael Bransfield (o Fr.
Chun, como era conocido en Corea). Trabajé en la sede central de JOC durante 4
años con Michael Bransfield y estuve muy influenciada positivamente por él. Es
imposible explicar adecuadamente la esperanza que daba a los trabajadores. Les
rendía homenaje incluso cuando se equivocaban. Siempre decía que los
trabajadores se equivocaban porque eran jóvenes. De hecho si no hay
equivocaciones la persona no es humana. Solo Dios es así. Esto nos animaba
mucho. Siempre elogiaba y reconocía las cosas que los trabajadores hacían bien,
incluso hablando claro en las reuniones y eso les alimentaba. Recibí de él mucha
fuerza y aprendí muchas cosas. También aprendí a dar importancia a los aspectos
positivos y dejar crecer a la persona.
25
Más tarde, cuando trabajaba con las Hermanas Benedictinas en Songnam, aprendí
otras cosas buenas del padre Maryknoll John Patrick Meehan (Fr. Min Johan en
Coreano). En este lugar teníamos una charla mensual de Fr. Min y la oportunidad de
compartir. La Hermana organizaba la reunión y recuerdo una cosa buena de aquella
época. Fr. Min dijo que la espiritualidad de las mujeres activistas era importante y
que este ministerio estaba haciendo bien en Corea. Esta “ounni” (la hermana joven
llama a la mayor “ounni”. Tradicionalmente los Coreanos nunca dicen el nombre,
sino el parentesco espiritualidad) era la espiritualidad de las amistades con mujeres.
Fr. Min tenía interés en todo el tema de las mujeres y pensaba que en la sociedad
Coreana, en la que las mujeres tenían dificultad en sus relaciones, era importante
para ellas el compartir y el animarse unas a otras. De esta forma animaba mucho
nuestro compromiso. Como nos encontrábamos mensualmente y compartíamos
nuestras historias, obtuvimos mucha fuerza. Me encontraba con él regularmente
compartiendo a nivel espiritual y obtuve mucha ayuda.
Ahora nuestra actividad está centrada en la Iglesia parroquial local, pero es aburrido
y sin alegría. El verano pasado participé en una misa en una pequeña habitación en
Wolkok Dong con los Hermanos de O.F.M. y fue una ocasión memorable. En este
momento todavía deseo vivir esta forma de vida en comunidad pequeña.
Básicamente pienso que quiero vivir hasta el final de mi vida en solidaridad,
entregada a los trabajadores, a las mujeres y a los pobres. Y así mi oración hoy es
todavía que Dios me use como jornalera de Dios.
9. ¿Su experiencia del encuentro con Dios?
En mi experiencia, encuentro a Dios en las personas. Al principio, cuando estaba
activa en JOC y en el movimiento sindical y veía un trabajador que sabía poco, pero
que cambiaba y comenzaba a vivir feliz, veía la mano de Dios en el proceso. Hoy
veo que mucha de la gente que encuentro tiene la experiencia de Jesús. Por
ejemplo hay gente enferma en la zona en la que vivo, les visito y siento alegría. He
pedido a mucha gente que ayude a esos enfermos y en esas relaciones siento que
Dios está activo.
10. En esta vida de compromiso, en el dinamismo de la comunidad, en las
vidas de la gente que vive con usted y en su estilo de vida, ¿Ha sentido el
movimiento de Dios, le dirige Dios, o es la directiva del Espíritu?
Hasta que me casé estuve comprometida con los trabajadores y con el Apostolado
del trabajo. Después de casarme me comprometí con las mujeres en la zona en la
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que vivo; con un centro de consejo en Kwangju e Ichon, con situaciones de violencia
familiar y violencia sexual. Hice esto porque veía el dolor de las mujeres de la zona
y sentí la necesidad de este trabajo. Creí que en este proceso Dios me dirigía para
que hiciera este trabajo. Así me hice fuerte, conocí el dolor de las mujeres y vi las
cosas desde otra perspectiva.
Park Soon-hee:
Los años 70 y los 80 fueron la época en que la gente como nosotros era tildada de
comunista. Cuando uno pretendía obtener los derechos básicos de los trabajadores,
derechos humanos, cuando intentamos buscar los rasgos de Dios, nuestros
derechos humanos fueron pisoteados. De hecho los derechos humanos fueron
comparados con el comunismo. En realidad, si uno no tenía esperanza, hubiera
podido elegir morir. En estas circunstancias, reflexioné acerca de la dignidad de la
vida, que Dios nos pedía que salváramos esta vida y pensé mucho en como hacerlo.
Había cosas difíciles, por ejemplo la actividad en los 70 del Obispo Tji Hak-soon;
sacerdotes afiliados a la Asociación de Sacerdotes Católicos por la justicia y que
iban a la cárcel – Vi cómo tomaban la cruz como lo hizo Jesús. A través de ellos
sentí que veía con mis propios ojos al Dios que no podemos ver. Y me di cuenta de
que podía ir también a la cárcel como ellos. Es también una llamada, una invitación.
Hay un himno que me gusta “yo que soy llamado puedo ir a todas partes y la muerte
no puede bloquearme”. ¡Cuando canté esto dije que viviría solo hasta los 33!
También un verso que cito con frecuencia es “el que trata de salvar su vida la
perderá, el que pierde su vida la ganará” – la creencia de que “la inevitable Muerte
lleva a la Vida”. Pensaba que podía estar agradecida de vivir hasta la edad en que
vivió Jesús. Así creía que sufrir la muerte durante la dictadura de Pak Chung Hee
era glorioso. Viví con estos pensamientos y viví con todo mi poder.
Pero un día en los 80, durante el régimen de Chun Doo-hwan, cuando había perdido
mi trabajo y escapaba porque estaba en la lista de personas buscadas, estaba
rezando en una parroquia y de repente me di cuenta de que tenía 33 años. Y el
pensamiento me golpeó “¿Soy cobarde?” ¿No debería salir y hacer frente a todo?
Incluso ahora, cuando pienso en ello, siento un poco de remordimiento. Si hubiera
plantado cara a las consecuencias diciendo “Esta es la forma en que viví. Haz lo
que deseas” la historia de mi vida hubiera sido diferente. Con frecuencia pienso
eso ahora. Pero encontrar a esos amigos que compartieron el sufrimiento conmigo
y discutiendo cosas con ellos, gente como Chun Young-sae; Lee Won-bo decimos
“vivamos hoy con apertura y coraje”. Entonces me decían reeducándome “si
27
actuamos ahora vamos a morir como perros. Chun Doo-hwan está loco y actuar
ahora es tan solo convertirse en comida para él”.
El resultado fue que en 1981, tras encontrarme con el Obispo Tji y Yu Hak-song,
que era un Católico y el segundo de KCIA, me di por vencida. De todos modos estoy
agradecida al Dios que me permitió no ser cobarde, renunciar a mi vida con coraje y
ofrecerla por la verdad. Creo que tengo el honor de haber tenido esa llamada.
Pensaba entonces y pienso ahora que no debo guardar muchas de mis cosas. No
tengo trajes; Voy a donde me llaman – significa que no tengo nada propio. ¡Viviendo
libre de esas cosas puedo descansar! Así que algunas personas que vienen a casa
se sorprenden mucho. Es tan pobre para una persona de mi edad, pero me gusta
esta sencillez. Tengo la impresión de que cuando me llaman puedo ir y esto me da
gran fuerza.
Chung In-sook:
Siempre estoy agradecida a Dios que está conmigo en mi activismo, pero también
tengo miedos. Por otra parte, por mi personalidad, no me siento cómoda delante de
mucha gente. Sin embargo, he tenido que estar frente a mucha gente en muchas
ocasiones. Naturalmente, me apoyo en Dios en esas ocasiones. Personalmente
hablando, creo que soy buena no sólo haciendo que la gente se sienta cómoda sino
que les doy ánimos también. Creo que esos regalos son de Dios. Por necesidad, se
me pide que use mucho estos regalos y talentos. En ese contexto, a mi modo soy
llamada mediadora. Verdaderamente creo haber recibido un gran regalo. En el
futuro también, creo que tengo un papel especial que jugar dentro de la comunidad
y para el extranjero también.
11. El proceso de búsqueda para comprender la vida de Jesús; el explicar la
presencia de Dios; el ser hospitalario con la gente; el discernir la presencia de
Dios entre aquellos que no se identifican como Cristianos, ¿Qué aspectos se
han aclarado, dan fuerza o son los más importantes?
Chung In-sook
Reflexionando sobre mi vida hasta el presente, puedo ver que Dios ha escuchado
siempre mi oración y mis aspiraciones más profundas. Me ha permitido hacer mi
trabajo. Por esa razón he sido feliz. Porque Dios está siempre dando y bendiciendo
puedo vivir entre extranjeros como una luz de Dios.
28
12. En su opinión, ¿Cuál ha sido el aspecto más difícil de su compromiso en el
ministerio de trabajo?
Pak Soon-hee:
La mayor dificultad es el conflicto con la Iglesia. Lo que nuestras comunidades de fe
nos explican es que nos falta espiritualidad, causamos problemas, somos
demasiado radicales, incendiarios, y manipuladores. En el pasado me he sentido
muy agobiada y enfadada cuando he sufrido esos ataques. Sin embargo, ahora soy
un poco más tolerante. He llegado a darme cuenta de que hay muchos caminos
individuales y únicos de llegar a Dios. Con todo, cuando miro a la Iglesia, a veces
pierdo confianza cuando tengo que explicar acerca de ella, o porqué necesitamos la
fe. Mientras tengo confianza en mi llamada, el explicar la cara de la Iglesia a los de
fuera es a menudo difícil. En verdad, buena parte del conflicto viene de esas
contradicciones. Además, esos temas parecen incluso peores cuando se ven desde
la clara perspectiva de aquellos que continúan trabajando por la justicia social.
También, cono personas solas, podemos sobrevivir con un sueldo miserable, pero
es muy difícil para los que tienen familia. En tales circunstancias, los llamados
líderes de la Iglesia que, desde una posición de autoridad, hacen afirmaciones
escandalosas, son mucho más decepcionantes.
Efectivamente, hoy hay un hecho más deprimente. Justo antes del Harvest Moon
Festival (Chu’ sock) hubo dos trabajadores que se suicidaron. Yo dudo que hubiera
podido vivir en su situación. En los años 70, decidí convertirme en activista soltera.
De esta manera estaba dentro y fuera de la prisión por mí misma. Sin embargo, hoy
no es un tema de prisión, sino que debido a las leyes de compensación, las
acciones de uno no son ya sólo de uno mismo pero tienen repercusión en toda la
familia. Por supuesto, esta herramienta para acallar la acción de los trabajadores
no tiene muchos años. Sin embargo, significa que en el futuro los activistas no
podrán ni alquilar una habitación. Esta lay tiene graves implicaciones no sólo para el
individuo sino para las familias, también de aquellos que están en la ejecutiva o
profundamente comprometidos en asuntos de sindicatos.
Chung In-sook
Más que de dificultades prefiero hablar de sentimientos de pérdida. En los años 70
había muchos buenos activistas. En general esta gente prestaba más apoyo. Era
natural para los mayores el cuidar de los jóvenes. Pero es triste que esto no suceda
hoy. Hasta donde llega la Iglesia, nos ignora y no muestra interés. Esta crítica es
difícil pero peor todavía es la falta de solidaridad humana real entre los trabajadores
activistas. Desde los años 70 no se cuanta gente buena ha dejado el movimiento.
29
Es triste que algunos buenos activistas sean forzados a irse porque cometen alguna
pequeña equivocación y se encuentran fuera de la sociedad y hieren. Hay que
deshacerse de este clima.
Pak Soon-hee:
Se necesita tiempo para llegar a esta conciencia. Por otra parte, en nuestro país
dividido, en una sociedad que distingue claramente entre educados y no educados,
muchos piensan que los activistas de los años 70 eran ignorantes y no tenían
educación. Sin embargo, hoy en día, gente con Masters y Doctorados se implican
en el movimiento sindical. Por otra parte,¡ incluso los funcionarios tienen sindicato
hoy en día! En una situación en la que había conflicto ideológico y desacuerdos, las
barreras mencionadas por Agnes (Chung In-sook) eran comunes. Incluso hoy hay
muchas facciones y mucha confrontación.
Kim Chung-dae: Supongo que esta es nuestra particular historia de división en lo
referente a conflicto ideológico... quién sabe, ¿quizá es nuestro pecado original?
13. ¿Qué podría desear de la Iglesia?
Pak Soon-hee: No nos mires como infortunados. La Iglesia no trata a la gente con
igualdad pero trata a los trabajadores como objetos de su piedad. Los trabajadores
no piden adulación. Son personas creadas a la imagen de Dios lo mismo que otros y
con la misma especial dignidad. Solo tienen un rol diferente. La Iglesia debe
compartir con los trabajadores que el Dios de salvación,el Dios de la verdad y la
justicia es también su Dios. En general, la Iglesia no ha tratado a los trabajadores
como iguales sino como a recipientes pasivos de su generosidad que no han dado
nada a la Iglesia. La Iglesia presenta a Dios como alguien condescendiente con la
posición de las Autoridades de la Iglesia, y sólo gente de obediencia ciega puede
venir a la Iglesia. Creo que Dios se enfada con la injusticia y trabaja para cambiar
las estructuras de la sociedad, un Dios que da con el látigo a los que tienen poder
político. Este Dios no es impreciso o no comprometido. El Dios de justicia da a la
gente tímida el corage para vivir. Creo que el papel de la Iglesia no es el hacer a las
personas pasivas y tímidas sino en cambio seguir la verdadera naturaleza de Dios.
Chung In-sook:
Creo que la única cosa que la Iglesia puede hacer es vivir en el lugar más bajo de la
sociedad. La Iglesia tiene demasiadas posesiones y no quiere perderlas y esa es la
razón de que las cosas estén como están. Tiene que compartir lo que tiene, hacer
trabajo físico y sumergirse en la vida estando con la gente. Pero, ¿podemos esperar
de toda la Iglesia que haga eso? Sólo si viene de la gente que piensa primero así.
30
2.3 Yoon, Soon-nyo
Tiene 62 años. Es uno de los primeros miembros de la “Conferencia Católica de
Apostolado Sindical”. Ahora es la directora del “Centro Católico de Consejo para
Abuso Sexual, Wellsprings de Paz”.
1. ¿Compartiría conmigo la historia del ministerio de trabajo Católico tal y
como la ha vivido?
La Conferencia Católica de Apostolado Sindical (CLAC)se fundó el 19 de marzo de
1984. Sin embargo, había actividades sindicales por los Católicos en Pupyeong,
Sung-nam y otras zonas industriales desde el final de los años 70. Quizá
deberíamos hablar de JOC 1 cuando queremos hablar del ministerio sindical
Católico, ya que JOC comenzó su trabajo en los años 60 y antiguos miembros de
JOC llevaron a cabo la organización sindical en los 70. Cuando comenzaron la
organización sindical fueron despedidos de las empresas.
En ese tiempo estábamos comprometidos en actividades sindicales en las factorías,
los Protestantes comenzaron también sus propios programas de misiones
industriales en los 60 y 70. Entre la gente activa de entonces estaban Padre Na
Man-jin (Martin Lowery) de los Misioneros Maryknoll en Pupyeong y la Hermana
Sophia en Sung-nam. Fui al extranjero al final de los 70 para recibir formación como
miembro AFI 1, pero volví a Corea en junio de 1980, cuando tuvo lugar la Matanza
Kangju. En agosto, mi compañera del AFI Chung Maria Yang-sook fue detenida
mientras estaba involucrada en los trabajos posteriores a la Masacre Kwangju.
Después trabajé en algunas actividades posteriores a la Masacre Kwangju, me
trasladé a Inchon para trabajar en sindicalismo con el Padre Na Man-jin. Mientras
estaba trabajando allí por tres años, surgieron un número de proyectos sindicales
Católicos – en Chonju, Iri, y el trabajo del Padre Oh Ki-bak en Puchon, el trabajo del
Padre Huh’s (Misionero Maryknoll) en Sung.nam, por nombrar a unos pocos. Así es
como los trabajos sindicalistas Católicos comenzaron y se extendieron al principio
de los años 1980.
Entre los proyectos del secretariado nacional de JOC en esa época estaba la
campaña de petición contra la lista negra de trabajadores por parte de los
empleadores y el gobierno al final de los 70. Una vez despedidos e incluidos en la
lista negra por sus actividades sindicales, estos trabajadores no podían encontrar
31
trabajo en ninguna parte. La campaña contra la abolición de la lista negra se
convirtió naturalmente en prioritaria para los sindicalistas y otros grupos de apoyo
sindical, y dirigimos una campaña a nivel nacional. En 1983, miembros de JOC
presentaron el caso al Comité para la Justicia y la Paz de la Conferencia de Corea
de Obispos Católicos (CBCK) y realizaron una huelga de hambre. Esta campaña
contra la lista negra de trabajadores no pudo llevarse a cabo por tan sólo una o dos
organizaciones. Por lo tanto visitamos varias organizaciones por la justicia y la paz y
a varios sacerdotes de la Asociación para la Justicia de los Sacerdotes Católicos
(CPAJ) 1 por toda Corea, para solicitar su apoyo y ayuda. Esta campaña y las
numerosas visitas a toda Corea nos sirvieron para forjar un consejo nacional,
uniendo las oficinas sindicales Católicas en una sola organización para ello.
Comenzamos las preparaciones en 1983 y creamos el Instituto de Investigación
Sindical Católico el 19 de marzo de 1984. Lo llamamos “Instituto de Investigación”,
ya que empleando otros nombres hubiéramos sufrido la vigilancia y la represión de
la policía y de la agencia de seguridad del gobierno. Fui el director ejecutivo tras el
Padre Ham Sei-ung.
Hasta 1984 no hubo una sola organización que trabajara abiertamente en acciones
sindicales. Cuando la gente joven organizó el Movimiento de Jóvenes para la
Democracia en 1984 y el Comité para la Restitución en su Puesto de Trabajadores
Despedidos el 10 de marzo (Día Coreano del Trabajo) de 1984, fueron
inmediatamente arrestados y torturados por la policía y otros agentes del gobierno.
En estas circunstancias, muchas oficinas sindicales fueron escondites naturales
para trabajadores despedidos y estudiantes para actividades del movimiento sindical.
También servimos para entrenar a estudiantes activistas y colocarlos en empresas
como trabajadores. El gobierno, por supuesto, nos vigiló de cerca. Hubo cientos de
policías fuera cuando celebramos nuestra misa inaugural para el Instituto de
Investigación. Cuando fue creado el Min Tong Ryon 1 en 1985, cerca del Centro
Benedictino, se convirtió pronto en un centro de democracia y de movimientos
sindicales. Agradecí a la oficina del ministerio de trabajo cuando abrió sus puertas
sin dudarlo para admitir a los miembros del Min Ton Ryon, que no tenían dinero y
estaban bajo vigilancia policial y fueron allí a comer y descansar. El ministro
Protestante Rev. Moon Ik-hwan, Kye Hoon-je, Lee Bu-young, Im Che-jung, Lee
Chang-bok eran algunas de las personas que solían venir a nuestra oficina a comer
con nosotros. Coloqué un gran tiesto de arroz en el patio e hice crecer verduras en
el jardín para alimentarles. Me dieron el apodo de “Yoon Jumo”. (Jumo: una señorita
que prepara y vende comida y vino). Para mí fue una experiencia muy gratificante,
ya que vi que era testigo y estaba participando en un capítulo histórico del
movimiento sindical de la democracia Coreana. Así fue como el ministerio de trabajo
32
Católico se convirtió en el sitio secreto de nacimiento y el soporte Escondido del Min
Tong Ryon. De este modo el ministerio de trabajo Católico fue uno de los primeros
NGO en Corea.
2. ¿Qué ocurrió con la campaña para abolir las listas negras de los activistas
sindicales?
Apelamos a la Asamblea Nacional para que se abolieran las listas negras de los
activistas sindicales, a través del Comité para la Justicia y la Paz del CBCK.
Sabíamos que cambiar una ley llevaría tiempo, pero tuvimos que comenzar en
alguna parte, algún día. Al llevar el tema a la Asamblea Nacional, queríamos que el
país se diera cuenta y reconociera el problema – que las listas negras significan el
estrangulamiento de la clase trabajadora. La Conferencia Coreana Sindical unió su
esfuerzo al del Comité para la Justicia y la Paz del CBCK para trabajar sobre el
problema juntos.
3. ¿Nos puede hablar de las condiciones de vida y trabajo?
Cuando fui a Inchon en Julio de 1980, el Padre Na vivía en una habitación y dos
Hermanas Maryknoll en dos pequeñas habitaciones de una casa pequeña alquilada
sin baño ni agua corriente. Utilizaban una bomba de mano para sacar agua del pozo.
Los Coreanos estábamos acostumbrados a esas situaciones, pero era muy duro
para los Occidentales como Fr. Na y las Hermanas. Conociendo sus condiciones de
vida, no me importaba el tipo de trabajo y alegremente me unía a ellos y sus
trabajos. Me trasladé a una de las dos pequeñas habitaciones y las dos Hermanas
compartieron la otra habitación, utilizando la bomba para sacar agua y carbón para
calentar las habitaciones. El casero nos vigilaba constantemente e informaba de
nuestras actividades a la policía, y tuvimos que trasladarnos dos veces. El
cambiarnos de una casa a otra no fue un problema ya que teníamos muy pocas
cosas – algunos libros y pocos muebles. Tuvimos que parecer una extraña familia a
los vecinos. Se preguntaban entre ellos porqué un sacerdote vivía con una mujer.
Se preguntaban si aquellos trabajadores de nuestra casa eran nuestros hijos,
aunque no parecía que tuvieran mezcla de sangre. Nos miraban con miradas
perplejas siempre que nos veían. Así es como vivíamos en los 80. El Padre Na
soportó mucha dureza. Un día, la estufa de carbón no funcionaba cuando llegué a
casa. Estaba turbado y se excusó, “Lo siento tanto. ¡Como habré pasado el
seminario con este cerebro de mosquito, sin siquiera saber cómo mantener
encendida la estufa de carbón”!. Quise escribir sobre aquellos años, pero no tuve
tiempo. Hubiera escrito lo poco que nos bastaba para ser felices. Lo que nos hacía
33
felices, al llegar a casa por la noche, era el ver que funcionaba la estufa y que las
habitaciones estaban calientes.
Nunca llevé falda en esa época. Siempre llevé pantalones, porque era cómodo
trabajar entre los trabajadores con pantalones, especialmente cuando ellos venían a
nuestras pequeñas habitaciones para reunirse y no había espacio para moverse con
falda.
Mientras trabajé allí, también me apunté a programas de desarrollo en las iglesias
vecinas.
4. Cuénteme algo más acerca de sus actividades sindicales desde una
perspectiva religiosa.
Agradecí a Dios el ser bautizada cuando era bachiller adulta y el ser introducida en
JOC un año más tarde. Si no hubiera encontrado entonces la JOC, no estaría hoy
aquí como estoy. Hubo un amigo que me introdujo en la espiritualidad de JOC, “ver,
juzgar y actuar”. Sentí que el ser bautizado era la llamada de Dios, y mi crecimiento
espiritual posterior fue a través de JOC. Cuando fui a mi primera reunión de JOC,
me impresionó mucho la sinceridad y seriedad de la gente que hablaba y discutía,
sin importarles mi presencia. ¿Cómo podía ser la gente tan pura de corazón y
trabajar por otros tan desinteresadamente? Sin darme cuenta de lo que estaba
haciendo, acerqué mi silla y pregunté si podía unirme a ellos. Me dijeron que había
etapas que tendría que pasar antes de unirme a ellos. Tras la reunión, me dijeron
que me juntara con gente de mi edad para empezar reuniones de grupo como líder.
Mi parroquia entonces era Gilum y no había muchas mujeres obreras entre los
parroquianos. La mayoría eran trabajadores blancos y estudiantes. Después de una
misa, me aproximé a unas mujeres oficinistas y comencé a reunir a la gente. Les
dije que había unas reuniones de grupo a las que podrían asistir conmigo.
Naturalmente me preguntaron a qué tipo de reuniones me refería. Les dije que no
estaba muy segura, pero que sabía que eran reuniones de trabajadores como ellos
y yo misma. Así es como me involucré en las actividades de JOC y comencé una
nueva vida.
Una de las cosas que hacía por entonces era llevar un pequeño cuaderno y un
bolígrafo a cualquier parte que fuera. Cuando viajaba en autobuses de ciudad, Me
sentaba junto a las “chicas de bus”1, hablando con ellas y escribiendo cosas como
cuántas horas trabajaban, dónde y cómo vivían etc. En sus días libres, visitaba sus
dormitorios y nos hicimos amigas. En las vacaciones de Navidad y Semana Santa,
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invitábamos a las chicas del autobús a cenar en nuestra casa. Mientras fui
presidenta nacional de JOC, de 1968 hasta 1972, la situación de las “chicas bus”
era un asunto nacional. El Obispo Tji Hak-soon hizo una declaración que se hizo
famosa, “Bbing-Ddang”1 no es pecado”. Declaró que el que esas chicas cogieran
parte de la recaudación para sobrevivir por culpa de unos sueldos inhumanos no
podía ser pecado. Encabezó artículos de prensa, algunos se cuestionaron cómo es
que un Obispo Católico podía perdonar a ladrones. Lo que no sabían es que
algunas chicas se suicidaron, en 1969, indignadas y avergonzadas cuando los
oficiales de la compañía de autobuses les cacheaban cada día, a menudo
acusándolas de ladronas y sometiéndolas a acoso sexual. El Obispo Tji y yo, junto
con JOC y la Misión Industrial Urbana Protestante, hicimos pública la situación de
las chicas del autobús.
Desde 1965 hasta 1972, la JOC fue mi sangre y mi vida. Habiéndome dicho, una y
otra vez, que la iglesia no era un edificio de ladrillos y piedras sino de personas, fui a
todo lugar en el que la gente se reunía. Y cuando iba, llevaba mi pequeño cuaderno,
para “ver, juzgar y actuar”.
5. ¿Cómo consiguió encontrarse cara a cara con Dios?
Encontraba a Dios cuando me encontraba con personas. Hubo momentos en los
que no quería asistir a las reuniones de JOC, cuando llovía mucho o hacía mucho
frío. Pero, cansada o no, siempre que me obligaba a ir a las reuniones, volvía con
fuerza y convicción renovadas. Así vi que Dios trabaja a través de las personas.
Comenzábamos nuestras reuniones con una oración pidiendo al Espíritu Santo que
permaneciera con nosotros, y El venía a través de las personas reunidas.
Trabajábamos para cambiar la sociedad a través del trabajo y El estaba allí donde la
gente estuviera trabajando. La razón por la cual todavía voy a la reunión de los
miércoles (para tratar los problemas de las Mujeres Comfort) es porque creo que
Dios trabaja a través de las personas de la calle. Nuestras Manifestaciones de los
Miércoles son las llevadas a cabo por las antiguas Mujeres Comfort para las tropas
Japonesas1, y nos hemos manifestado 670 veces en los últimos 13 años desde
1992. Estas marchas vienen también de una lección bíblica – los muros de Jericó
cayeron cuando la gente dio 7 vueltas alrededor de la ciudad.
6. El ministerio de trabajo es también una comunidad de personas. ¿Cómo
guía el Espíritu Santo las comunidades de personas?
Cuando comencé a trabajar aquí, había otras dos personas aquí y 40-50 personas
35
en otras oficinas. Por consiguiente, entre 40 y 50 personas asistían a nuestras
reuniones nacionales. En nuestras reuniones anuales de formación en verano,
jugamos y trabajamos mucho. Éramos jóvenes y llenos de vitalidad. No teníamos
mucho, pero todos éramos ricos en nuestros corazones. Y, éramos afortunados por
tener gente amable que nos ofrecía lugares preciosos, sin tener que pagar, para
nuestras reuniones de formación. Al principio no teníamos familias en nuestras
reuniones de formación, pero ahora si las tenemos. A veces tenemos hasta tres
generaciones de familias que vienen juntas. Tomemos el caso de Kim Young-sook,
por ejemplo. Estaba embarazada cuando fue por primera vez a la reunión. Este
bebé de Young-sook viene ahora a las reuniones con sus propios hijos y con Youngsook.
7. Allí donde está presente el Espíritu Santo, hay una comunidad llena de
vitalidad. ¿Hay otros signos del Espíritu Santo que nos guía?
Una cosa que se encuentra en la pastoral del trabajo es la ausencia de jerarquía
entre los sacerdotes, religiosas y laicos. Algo que me incomoda de las parroquias es
la rígida estructura, pero no se encuentra esa rigidez en el trabajo pastoral quizá
porque cada uno necesita de la ayuda del otro. Tenemos un capellán, pero solo es
un nombre. La gente laica trabaja junto con los sacerdotes, hermanos y hermanas,
lo que nos hace diferentes de otras organizaciones de la iglesia.
Otra característica es que las mujeres son generalmente las personas más activas.
Incluso hoy, la mayor parte de los líderes son mujeres. La gente a veces se
preguntaba por qué tantas mujeres solteras eran tan activas, si no agresivas, en
nuestras actividades. Se puede entender conociendo cómo eran las condiciones de
trabajo, especialmente para las mujeres, en los viejos tiempos. Y cuando los
hombres se casaban, era necesario que se responsabilizaran de su familia y se
ataban. Entre otras razones, las mujeres encontraron su identidad propia con
nuestro trabajo. Incluso después de dejar nuestra organización, a menudo se
comprometen en actividades de ayuda a otras mujeres. Quizá esta tradición
comenzó con JOC, donde hay un presidente y una presidenta, en una sociedad en
la que los hombres son generalmente los presidentes y las mujeres las
vicepresidentas en cualquier organización. JOC estaba organizada de forma que
había dos presidentes en cada nivel, un hombre y una mujer, desde sus niveles
internacionales hasta descender al nivel de parroquia. He sido formada y he
trabajado en ese ambiente.
Una de las cosas por las que he luchado es los estereotipos en las mujeres.
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Algunos nos acusan de “no ser femeninas y de ser vigorosas y agresivas”. ¿Qué
hay de malo en ser vigorosas? Pregunto, ¿Qué es exactamente ser más
femeninas? ¿No es discriminación de género? ¿Por qué tenemos que ser
“femeninas” o “masculinas? ¿No tendríamos que ser mas “humanas” en cambio?
Creo que es equivocado hacer de Jesús un modelo para hombres, y no ver a Jesús
como un modelo para ambos, hombres y mujeres.
8. ¿Cómo encontró a Dios en sus trabajos y en los no creyentes?
Uno de los pasajes de la Biblia que aprecio es Juan 1:14 – “Y la Palabra se hizo
carne y vive entre nosotros…” Para mí, su Vida entre nosotros significa que lo
encontramos a través de las personas y sus acciones. He encontrado a muchos y
muy buenos amigos a través de JOC y su camino de “ver, juzgar y actuar”, que lo
veo como la manera de practicar la teología de la liberación. El mensaje es muy
claro para mi, en el que Dios no es una vaga figura envuelta en niebla, sino el real y
concreto Ser en el trabajo. Una de mis citas favoritas es una de Kart Barth “la Biblia
en una mano y el periódico en la otra…”. Creo que la Palabra de Dios se encuentra
en los periódicos. Tenemos que leer periódicos y sintonizar la radio y la televisión,
de otra manera no podemos entender cómo se comporta el mundo de nuestro
alrededor y por qué. Es por eso que pienso que el pasaje de la Biblia “la Palabra se
hizo carne y habitó entre nosotros…” señala Su encarnación, y nos da la fuerza
que necesitamos para hacer trabajo social. Nuestras oraciones diarias no son para
deseos vagos. Por ejemplo, recé dándole gracias cuando oí del éxito de la reunión
de las seis naciones (sobre el programa nuclear de Corea del Norte), ya que
significaba que la paz en nuestra tierra estaba un poco más cercana que antes. ¿No
es para eso para lo que se hacen las oraciones?
9. ¿Nuestra Iglesia pone énfasis en la santificación personal?. Dudo que uno
pueda conseguir su santificación en el vacío. Cuando una sociedad está
estructurada en base a la injusticia, como la nuestra, no podemos vivir
justamente. Creo que la lucha por la justicia nos ayudará a ganar la
santificación personal. ¿Qué opina de este tema?
¿Recuerdan el Concilio Vaticano II que comenzó en 1962 y terminó en 1965? Fui a
Roma en junio de este año (2005) para una reunión. Recé dando gracias en la
tumba de Juan XXIII, por abrir las puertas de la Iglesia al mundo. Han pasado 40
años desde la apertura de las puertas de la Iglesia, pero ¿no las estamos cerrando
de nuevo?. Este Concilio Vaticano afectó también a Corea, y uno de sus resultados
fue el surgir de la Asociación para la Justicia de los Sacerdotes Católicos y sus
37
luchas contra la dictadura en Corea. Muchos intelectuales y estudiantes vinieron a
nuestra iglesia en los 70, buscando y oyendo el evangelio, pero han dejado de venir
ahora. ¿Por qué? Es porque no pueden encontrar el evangelio en la iglesia. Cuando
era activa en el movimiento JOC, tiene que haber sido cuando se celebraban las
reuniones del Concilio, y nuestra iglesia escuchaba lo que teníamos que decir.
Para poner fin a la cruel explotación de los trabajadores, el colegio Coreano de
obispos publicó sus cartas pastorales, por primera vez, cuando tuvo lugar en la Isla
Kanghwa el incidente1 del Textil Simodo. Nuestra iglesia rara vez prestó atención a
los problemas de nuestra sociedad antes de este incidente, incluso en el
ahorcamiento del Patriota Ahn Jung-keun2 por los gobernantes coloniales
Japoneses o durante las Marchas3 3.1. El incidente del Textil Simdo forzó
finalmente a la iglesia a salir a la luz, comenzó a hablar acerca de los derechos de
los trabajadores y se involucró en problemas sociales, que duraron hasta justo antes
de la Masacre de Kwangju de 1980. Los altos representantes de la iglesia no
actuaron ni hicieron ninguna declaración acerca de la masacre, ni siquiera un
réquiem o misa en su recuerdo fueron realizados para las víctimas. Nuestros
obispos habían guardado silencio acerca de la unificación, y no dieron cartas
pastorales a la sociedad o a los políticos para prevenir la desarmonía como posible
resultado de la unificación de las dos Coreas. La iglesia ha sido una iglesia
silenciosa desde 1980. Cuando el Papa vino a Corea en 1983 y en 1989, nuestra
iglesia era una iglesia dividida. Nuestra iglesia ya no es una iglesia de los pobres de
los 60 y 70, y se ha convertido en una fuerza conservadora, dominada por
parroquianos de clase media. En cierto sentido, la iglesia Coreana es más
“Romana” que la iglesia de Roma. Cuando hay disputas laborales en los lugares de
trabajo pertenecientes a la iglesia, en incapaz de resolverlas internamente y oprime
incluso más que los empleadores de fuera.
10. ¿Qué debería hacer nuestra iglesia, en su opinión – qué hacer para
aumentar y cómo cambiar?
La iglesia se está convirtiendo cada vez más en una entidad patriarcal. Una de las
cosas que abrió mis ojos desde 1987 fue la teología femenina. Cuando leía el
milagro de Jesús que alimentó a 5.000 hombres, se me ocurrió que la Biblia no
menciona el número de mujeres que había en la montaña. ¿Por qué no? Porque la
Biblia fue escrita por hombres – por eso es. Por eso estudié teología femenina, y
quería compartir mis pensamientos con personas de la misma opinión. Entonces
organizamos en 1993 la “Comunidad de Mujeres Católicas para Abrir las Puertas a
un Nuevo Mundo”. También fuimos activas en la ayuda a las antiguas Mujeres
Confort. Eran mujeres que mantuvieron silencio acerca de sus angustias físicas y
38
mentales durante 80 años. No presté atención al tema de la discriminación sexual
mientras trabajaba para JOC, porque no experimenté ninguna. En los años 90, sin
embargo, mis estudios sobre los problemas concernientes a temas sexuales y mi
experiencia con las antiguas Mujeres Confort, me hizo ver que era uno de los puntos
ciegos de la sociedad. Teníamos que hacer algo, y así nos comprometimos en el
tema de las Mujeres Confort y también abrimos el Centro Católico de Asesoramiento
para Abusos sexuales. No fue una organización reconocida “oficialmente” por
nuestra iglesia, pero estuvo bien ya que Él reconoció nuestro trabajo.
Fui a una conferencia internacional de mujeres en Beijing en 1995, junto con 10
miembros de la Comunidad de Mujeres y varias hermanas, tras habernos preparado
durante un año para la conferencia. Unos días antes de la conferencia recibimos
una llamada telefónica del CCK1, que nos indicaba que nos opusiéramos
activamente si el tema del aborto surgía en la conferencia. Puesto que el aborto es
una agresión física al cuerpo de la mujer, nosotras las mujeres, por necesidad,
hacemos todo lo posible para proteger nuestros cuerpos, y la Iglesia no tenía que
recordárnoslo. Nos sentimos mal con tal instrucción por parte de CCK. No había
mostrado ningún interés por los problemas de las mujeres, y creímos que era injusto
y equivocado que el CCK diera tal instrucción cuando el Vaticano había promulgado
una orden sobre eso. Por lo tanto preguntamos al CCK si había prestado atención a
nuestro trabajo en el pasado, incluso si sabía que íbamos a la conferencia de Beijing,
y que tipo de oficinas u organizaciones tenía la iglesia para los temas de la mujer.
Dijimos a CCK que planeábamos dar una charla explicando la conferencia al volver
de Beijing. Cuando volvimos dimos la conferencia e invitamos al secretario general
de CCK. Llamamos a la charla “Mirando a la Iglesia a través de los ojos de las
mujeres”, según el tema de la conferencia de Beijing “Mirando al Mundo a través de
los ojos de las mujeres”. Preguntamos al secretario general de CCK qué hacía la
iglesia por las mujeres en este mundo de cambios rápidos, y le pedimos que
solicitara a la Conferencia de Obispos que creara un comité para asuntos de la
mujer. Repetimos la petición a la Comunidad de Mujeres Católicas y a la Asociación
de Superioras Mayores de Mujeres Religiosas en Corea. En 1998, la Conferencia de
los Obispos creó, bajo su jurisdicción, un subcomité de temas de la mujer. Todavía
fue relegado a subcomité, compartiendo oficina con otros comités de la iglesia. En
definitiva, nuestro asunto fue dejado de lado de nuevo. Decidimos no sacar el tema
de nuevo, ya que al menos había “algo” para las mujeres. Lo que tenía que hacer
ese subcomité y cómo lo tenía que hacer estaba fuera de nuestro control, de todos
modos. Enfrentémonos con el tema - ¿conocen alguna mujer, Hermanas incluidas,
que participe en los grupos que hacen las normas de la iglesia? Nuestra iglesia es
demasiado ignorante acerca de los temas de la mujer. Estamos en esto muy por
detrás de otras religiones. Habrá un ajuste de cuentas en el futuro. He oído
39
recientemente que las mujeres sacerdotes son permitidas en algunos lugares - ¿es
en Austria?, y que el movimiento se extiende. Habrá un desafío que el Vaticano
debería esperar. El Vaticano puede ignorarnos ahora porque somos todavía pocas
las afectadas.
La iglesia tiene que cambiar y, en mi opinión, hombres y mujeres deberían tomar
decisiones sobre la iglesia juntos. El tema de las mujeres sacerdotes es uno, y otro
el celibato de los sacerdotes. En cuanto al celibato, vemos en la Biblia que algunos
fueron eunucos voluntariamente y otros lo hicieron por el reino de Dios. Lo mismo
pasa con el tema del celibato. No tenemos que institucionalizar tales conceptos.
Cuando la iglesia puso a los sacerdotes en la camisa de fuerza del celibato, ignoró
el efecto enfermizo de su decisión. ¿No hemos visto suficientes abusos sexuales en
las iglesias Europea y Americana? ¿No ha oído la iglesia suficientes acusaciones
por parte de la sociedad? Creo que la iglesia debería permitir el matrimonio de los
sacerdotes si ese es su deseo. El estar casados no debe ser la base para negarles
el sacerdocio. Creo que debería haber sacerdotes casados y mujeres sacerdotes y
también sacerdotes no casados. No creo que la iglesia prospere permitiendo sólo
sacerdotes célibes; tampoco creo que vaya a derrumbarse sólo porque admita a
sacerdotes casados. ¿Quién es la iglesia en realidad? El 95 por ciento de la iglesia
son seglares.
11. Volviendo al tema del ministerio de trabajo, ¿Cuáles fueron las
experiencias más difíciles para usted?
Era difícil para nosotros el ser activos abiertamente mientras la opresión social de
los trabajadores continuaba. Era mucho más difícil para nosotros luchar
constantemente contra el sistema perverso que envía a los trabajadores a prisión en
lugar de darles un trabajo. Lo siguiente más difícil fue experimentar nuestra condena
al ostracismo por parte de la iglesia, y no dejando que utilizáramos sus instalaciones
porque nos tachaban de organización “no oficial”. Un sacerdote nos dijo que no
utilizáramos el término “Católico” en nuestras actividades. ¿Cómo esperaba que nos
llamáramos, trabajo pastoral Budista? Todos nosotros éramos Católicos de nombre
y de corazón. Nuestro trabajo era evangelizar el mundo, con espíritu Católico y
como trabajadores Católicos. Nuestro trabajo era 100% Católico o nada. Católica
era nuestra identidad ¿Por qué ponernos la etiqueta de organización “no oficial” o
“no reconocida”? ¿Quién decide qué es oficial o no oficial? ¿Es Dios? ¿Dejó Jesús
escrito en algún lugar cosas de este tipo? Preguntamos a la iglesia en vano. Ese
tipo de actitud solo aumentó mi conciencia de ser mujer. La actitud patriarcal y
autoritaria de las altas instancias de la iglesia nos dobló bajo un peso como rocas
40
enormes. Era la primera de siete hermanos en mi familia, y nunca sentí tal
discriminación en casa. Para mí era muy difícil de soportar.
El ministerio de trabajo tuvo siempre dificultades de financiación, pero el problema
del dinero no era un escollo. Nuestro trabajo no depende del dinero que podamos o
no podamos tener. Todavía creo que Dios nos dará dinero y personas cuando
tengamos necesidad. Creo que las personas de ONG (organizaciones no
gubernamentales) no lucrativas deberían tener eso en cuenta.
(Sé que la ley canónica dicta qué es oficial y qué es no oficial. Es indiferente para mí,
ya que pienso que los sacerdotes hacen que un tema esté fuera cuando no pueden
controlarnos. Forma parte de su tradición y actitudes autoritarias. La iglesia debería
aprovecharse de los que hacen trabajo sindical pastoral, algo que no podría hacer
ella misma. ¿Por qué no nos da las gracias y nos deja seguir trabajando?.
12. Una última pregunta: ¿Hay algo que quiera decir a nuestra sociedad y a las
naciones más ricas?
Han pasado 20 años desde la muerte del Comunismo en 1980. Ahora la palabra
clave es “globalización”. Esta llamada globalización solamente ha aumentado la
influencia de los Estados Unidos en todo el mundo, ejerciendo su ilimitado poder
como la “Súper América”. Es una situación triste. Pero veo esperanza en los
movimientos ciudadanos de todo el mundo que harán caer al dinosaurio algún día.
Siempre que las naciones ricas se reúnen, vemos grupos de movimientos
ciudadanos protestando en los lugares de reunión. Aplaudo a esos grupos de ONG
y mi corazón se llena de esperanza por ellos. ¿Dónde estaría el mundo sin esos
grupos? Mi esperanza es que los ciudadanos de las naciones más acaudaladas
sean aún más activos de lo que lo son hoy.
Para la sociedad Coreana, espero una mayor estabilidad política, solución de
problemas que surgen de la polarización económica, y un liderazgo más activo por
parte de los líderes de Corea Sur y Norte para resolver los problemas sur-norte.
Nuestra sociedad se ha convertido finalmente en una democracia, a través de las
luchas incesantes de democratización llevadas a cabo en los 60, 70 y 80. La
generación más joven no puede entenderlo quizá, pero la sociedad democrática tal
y como la conocemos no existía hace 20 años. Tenemos ahora en el poder un
“gobierno de participación”, pero no está por encima de las disputas políticas y del
ruido que eso entraña. Esto no es necesariamente malo: el ruido y las diferentes
41
opiniones hacen de Corea una sociedad dinámica. Uno de nuestros países vecinos
no ha tenido cambio de gobierno en 60 años. Nuestro actual “gobierno de
participación” comenzó sin ninguna previsión, incluso por un día. Hay algo positivo
en eso, ya que este gobierno no es rígido.
Lo que continúa siendo un problema de esta sociedad es la polarización. Luchamos
por superar la pobreza miserable en los 60; por la distribución justa de las ganancias
en los 80. Pero la nación está todavía polarizada entre los que tienen y los que no.
Incluso los trabajadores se están polarizando mucho entre los empleados regulares
y los irregulares (a tiempo parcial, temporales y temporeros).
La crisis “IMF” (Financiera) de 1997 acabó con la clase media. La clase media es la
base de nuestra economía y necesitamos reconstruirla. Nuestros políticos, un poco
demasiado dinámicos, necesitan transformarse en un poco más estables. Y creo
que las políticas del gobierno necesitan adaptarse para ayudar a los pobres,
especialmente en la oferta de una casa asequible. El asunto Sur-Norte es
importante para todos nosotros. Algunos críticos dicen que hemos estado dando
demasiado al Norte. Pero, mirad a Alemania, que ha estado dando al antiguo Este
incluso después de la reunificación durante los últimos 17 años. Las distancias entre
el Este y el Oeste de Alemania se están cerrando, no solamente en riqueza sino
también en otras áreas. Creo que Corea lo hizo bien durante la última reunión de las
seis naciones en Corea del Norte. En cuanto al tema de la unificación, tenemos que
llevar la iniciativa y el liderazgo, y dejar que otras naciones sigan nuestro ejemplo.
Necesitamos dejar de mirar por encima del hombro para ver lo que podrían pensar
los Estados Unidos. Finalmente, es mi deseo y mi sueño que Corea sea unificada
pronto; que la península de Corea se convierta en sinónimo de paz; y que todos
nosotros celebremos un festival de paz dentro de DNZ.
2.4 Kim Hyeong-bae
Kim Hyeong-bae (H) tiene 35 años. Es empleado de la Casa del Apostolado Sindical
en Pupyeong.
Joh Dae-won (D) tiene 33 años. Es empleado de la Casa del Apostolado Sindical en
Puchon. La Diócesis de Inchon dirige 3 casas de Apostolado Sindical. Incluyendo
estas dos.
1. ¿Cómo se comprometió con el Apostolado Sindical? ¿Cuáles son sus
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actividades principales? ¿Qué tipo de programas tienen? ¿Y cómo encuentra
la gente su programa? ¿Cómo emplea su tiempo con los trabajadores?
D: Empleo más tiempo en esta casa del apostolado sindical que con mi familia. La
mayoría de los empleados solían ser solteros, pero ahora muchos tienen su propia
familia. Para este trabajo puede ser una carga para su vida familiar. Pero no tengo
elección, porque los trabajadores vienen a la casa después del trabajo, lo que
significa que no voy a mi casa hasta medianoche.
No sabía mucho acerca de la Conferencia del Apostolado Sindical Católico (CLAC)
pero había oído acerca del CLAC en la Asociación de Estudiantes Católicos. Antes
de trabajar para la CLAC, tuve que trabajar en una fábrica, para así aprender a
entender y comunicar con la clase trabajadora. Comencé mi trabajo en octubre de
1998, la experiencia en la fábrica fue la base y la habilitación para mi trabajo sindical.
Volviendo atrás en mi vida, la experiencia de CLAC fue muy beneficiosa para mi fe y
mis actividades en el movimiento social.
Cualquier trabajador puede venir a la casa para consejo o asistencia. En el pasado,
la mayoría de los que venían no eran Cristianos. Muchos se han hecho Católicos. Mi
trabajo ahora consiste en educar a los trabajadores en leyes de trabajo, conciencia
social y programa de personalidad para desarrollo humano y asesoramiento. Hay
muchos grupos pequeños en esta casa, grupos para formación en ordenadores,
paseos por la montaña, tocar instrumentos tradicionales, y grupo para parejas
casadas. Los miembros de esos grupos organizan su propio programa, y la casa
organiza una gran acampada una vez al año. Este apostolado sindical mantiene una
relación estrecha con el Sindicato Democrático (Confederación Coreana de
Sindicatos) y con Coaliciones del Pueblo. En la actualidad, estamos pensando en un
modo de extender nuestro papel dentro de la Iglesia.
2. ¿Qué tipos de programas tienen para promocionar la dignidad humana
desde la perspectiva de la fe?
D: Estuve comprometido en el Movimiento Estudiantil como Católico, desde 1991
hasta 1998. Tras mi graduación en la universidad, mis actividades cambiaron del
Movimiento Estudiantil al Movimiento Sindical, el Apostolado Sindical Católico. Fui
alcanzado por un pasaje del Evangelio, “Sígueme y yo te haré pescador de
hombres”. E inmediatamente dejaron sus redes y le siguieron”, en una sesión
educativa del CLAC para nuevos activistas en 1998. He guardado este pasaje en
mi mente todo el tiempo. Varios trabajadores se han suicidado recientemente para
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protestar contra las duras condiciones de trabajo. Este es el destino de los pobres.
No tienen ningún futuro ni esperanza. Los que tienen el poder y son ricos se hacen
más ricos bajo una estructura injusta. Me pregunto, “¿Es este el mundo que Dios
concedió?”. Me entregué al Apostolado Sindical Católico para encontrar una
respuesta a la pregunta.
3. ¿Podría compartir conmigo las razones por las que se comprometió con la
CLAC?
H: Me comprometí con el Movimiento Estudiantil Católico en los años 90. Hubo una
razón para mi compromiso. Fui educado en una familia Católica. Cuando estudiaba
en la High school (10-12 años), vi un video sobre la Masacre de Kwanju. Vi al
General Chun Doo-whan, que se convirtió en presidente más tarde. Me chocó. Vi
también a algunos estudiantes universitarios quemando la oficina del Consejo
Americano en Pusan en 1982, protestando contra la política de los Estados Unidos
en la Masacre de Kwanju. Había estudiantes de universidades muy respetadas en
Corea. Todos fueron arrestados por la policía y encarcelados. ¿Por qué prendieron
fuego? Pensé que deberían existir algunas razones. Encontré a unos miembros del
Sindicato de Profesores en la librería de mi tío. Eran diferentes de otros profesores.
Mencionaron alguna situación social y estructura injusta para los estudiantes.
Cuando me convertí en estudiante universitario estaba más interesado en la acción
social que en los estudios. Planeé trabajar en una fábrica. Y así estudié el libro “Una
Comunidad de libertad” con algunos amigos. Este libro nos hizo ver el mundo y la
actualidad desde el punto de vista del Evangelio. Abandoné la universidad durante
tres años para realizar el servicio militar obligatorio. Cuando volví a la Universidad
fui encarcelado por participar en manifestaciones. Tras graduarme en la universidad
encontré trabajo en una fábrica como obrero. Esto fue en 1998. La primera empresa
fue una de contrachapado. Trabajé durante dos años en otras dos fábricas más
incluida la primera desde entonces. Si el movimiento JOC hubiera tenido influencia,
me hubiera convertido en un miembro de JOC. Mientras estuve trabajando en
fábricas, visité esta casa de apostolado sindical y fui a sus reuniones. Así que me
resultaba familiar el entorno de CLAC. Por eso me comprometí con CLAC.
Antes de trabajar para CLAC había trabajado en fábricas como obrero desde 1998.
Me chocó y me sorprendió desde el primer día de trabajo. Me sorprendí cuando
fuimos a comer. La cantina de la fábrica nos daba un plato y una cuchara para la
comida, pero no palillos. Me enfadé porque pensé que no me trataban bién. Yo, que
había estado comprometido con el movimiento estudiantil por largo tiempo, era muy
agresivo y comencé a plantear el tema de que necesitábamos palillos. Sólo unos
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pocos compañeros estuvieron de acuerdo conmigo. Hasta entonces, creía que
plantear temas era la realidad de todo movimiento. Así me di cuenta de que vivir con
ellos era la realidad del movimiento. También me chocaron desde el primer día las
condiciones de trabajo. Mi trabajo consistía en limar la superficie de metal antes de
chapear. Y no pude abrir mis manos al día siguiente. Esta era la vida de los
trabajadores, pero no se harían ricos en el futuro tampoco. Esta sociedad no era
justa. La casa del apostolado sindical en Seúl estaba buscando una persona en
plantilla en el 2000. Así que me incorporé a CLAC en Seúl y me trasladé al
apostolado sindical en Pupyong en agosto del 2001. Por ejemplo, nunca cerramos la
puerta con llave. Entonces algunos trabajadores vienen tarde y duermen aquí. Están
libres. Cuando van a la fábrica por la mañana, limpian la habitación bien para que
otros la puedan usar más tarde. Todos comen comida del frigorífico y lo llenan con
lo que traen.
4. ¿Cómo se reúne con los trabajadores y qué hace por ellos?
H: En general veo a los trabajadores tras su trabajo. Vienen aquí a pasar tiempo con
otros trabajadores o para reunirse. Con frecuencia preparo la cena, porque les
ofrecemos comidas. Para los que hacen el turno de noche, vamos a la fábrica y
nos encontramos con los trabajadores en la verja. A veces vamos a la fábrica para
ver a los trabajadores a la hora de comer. En el pasado, había muchos grupos
pequeños realizando sus hobbies en esta casa. Estos pequeños grupos eran muy
activos entre los trabajadores. Dábamos derecho laboral y les ayudamos a fundar
sindicatos en sus fábricas. Los trabajadores se reunían aquí, como si estuvieran
empleando el tiempo en hobbies dentro de un grupo. Pero en realidad estaban
recibiendo sesiones secretas de educación en derecho laboral y acerca de cómo
fundar un sindicato. Tras completar esas sesiones, asistían a la reunión general
inaugural en la casa de retiro de la Congregación Clerical de los Mártires Coreanos
en Inchon. Este lugar les protegía de la policía. Ahora, el movimiento sindical está
permitido legalmente, nuestro trabajo es mucho más reducido, y el trabajo de CLAC
se dirige a ayudar a los trabajadores a tiempo parcial, inmigrantes y mujeres.
También hemos empezado a ayudar a los trabajadores a jugar papeles más
importantes en la Iglesia.
Creemos que CLAC está llevando a cabo ahora un papel único para los
trabajadores en las áreas en las que el Sindicato Democrático no lo hace bien. Lo
que hemos hecho en el pasado es ayudar a los trabajadores a fundar sindicatos y a
darles nuestro apoyo. Pero ahora, el Sindicato Democrático hace el trabajo. Ahora
necesitamos ayudar a los trabajadores a tiempo parcial, inmigrantes y mujeres.
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Necesitan nuestra ayuda y atención. Por eso tenemos que comenzar de nuevo. Este
es nuestro único papel.
5. Siento que ha tenido experiencia de Dios en su vida de trabajo. ¿Cómo
experimenta a Dios? ¿Cuáles fueron sus experiencias del Espíritu Santo
dirigiendo su estilo de vida, en el dinamismo comunitario, y en su vida de
compromiso?
D: En el pasado, solía pensar que al morir íbamos al Reino de Dios. Pero nuestro
Padre no dice que vamos al Reino de Dios. Más bien dice “Vuestro Reino viene”. Me
he dado cuenta de este punto desde que estoy en CLAC. Esto es un cambio en mi
fe. Así creo que practico mi fe aquí y ahora; “Vuestro Reino viene”.
La casa del apostolado sindical es el lugar de reunión de los trabajadores. Su
conciencia sindical no es tan sofisticada como la de aquellos que pertenecen al
Sindicato Democrático. Su fe no es muy profunda. Sin embargo, esta casa es el
lugar de mediación para los trabajadores. Aquellos que vienen aquí tienen estrechos
lazos con los demás. Compartimos felicidad y tristeza. Cuando uno tiene una muerte
en su familia, todos los miembros de la casa le visitan a él/ella, compartimos la
tristeza y consolamos a la familia durante dos noches y tres días. Algunos de los
que vienen están solos porque trabajan en Puchon y están lejos de su familia. Pero
otros miembros los reciben en su casa y les ofrecen compañía. Cuando hay un
festival cultural local o un rally, la experiencia de asistir juntos a esas funciones
produce armonía entre ellos. Experimento a Dios a través de nuestra experiencia de
compartir. A veces, seminaristas y religiosos vienen a esta casa para tener
experiencia en el trabajo. Se les ve leales y sinceros. Y rezan el Rosario cuando
esperan su trabajo. Van con gusto a misa temprano antes de ir al trabajo. Este estilo
de vida religioso, sin embargo, no ayuda a la vida del trabajador, porque se cansan
con facilidad y comparten poco tiempo con otros miembros de esta casa. Esta vida
comunitaria de la casa del apostolado sindical es una experiencia importante para
entender a los trabajadores. Pero vuelven a su congregación sin completar un
periodo de un mes. Y hablan de los trabajadores como si entendieran a los
trabajadores y a su vida de trabajo. A veces, incluso miran a los trabajadores como
gente vaga, porque no van a Misa todos los días. No encuentro a Dios en ellos. No
encuentro mi fuerza en aquellos que sólo hablan de Dios, sino en aquellos que
comparten la vida de trabajo y tiempo conmigo. Veo a Dios en ellos. Creo que lo que
compartimos en la casa es una vida con sentido y la fe.
H: Creo que nuestra vida diaria no es diferente de la de otros. Nos preocupamos de
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aquellos que vienen a la casa y compartimos relaciones duraderas. Esto es una
comunidad, y un lugar donde se comparte amistad y compañía. Así la gente viene
con comodidad a esta casa. Y encuentran a Dios entre nosotros. Por eso algunos
de ellos están deseando ser bautizados. En este sentido, esta casa es testigo de
Dios y de fe en sí misma. (D: En verdad, todos los que vienen a esta casa se
convierten en una “familia”. Aquellos que tienen una familia, traen a sus hijos. Los
hijos llaman a sus tías y tíos. Es otra forma de familia.) Durante las vacaciones
tradicionales, los empleados preparan comida y juegos para aquellos que no
pueden visitar a su familia, y lo pasan bien con nosotros y los otros visitantes.
Cuando hay un partido de fútbol entre países, mucha gente viene a la casa a ver el
gran partido en la televisión. A veces, durante el invierno, el que tiene problemas
con la calefacción viene a esta casa y se queda unos días hasta que tiene reparado
el sistema. Es un espacio pequeño pero un lugar lleno de sentido y confortable para
ellos.
6. ¿Qué aspectos de su fe han quedado más claros, subrayados,
fortalecidos?: en el modo de ver la vida de Jesús, o de interpretar el rostro de
Dios, o de acoger a las personas, o de ver la presencia de Dios en los no
Cristianos...
H: Hablando en general, cuando hablamos de Jesús hablamos de amor universal.
Pero se que Jesús hizo una opción y permaneció. ¡Especialmente, al lado de los
pobres! Si no hubiera estado al lado de los pobres y de los oprimidos, no hubiera
muerto. Y condenó a los otros. Sin amor no tenía que condenarlos. Tomar una
postura neutral entre dos caras opuestas no tiene sentido. Jesús estuvo al lado de
los pobres y de los oprimidos y les comprendió. Vio el mundo y la voluntad de Dios
desde la posición de los pobres. Mientras trabajo aquí tengo en cuenta este aspecto
de Jesús. Por eso tengo una profunda relación con los trabajadores. Si hubiera sido
neutral no hubiera sido capaz de entender a los trabajadores más profundamente.
Con esta comprensión estoy al lado de los trabajadores. Esto no significa que tenga
que enfrentarme radicalmente por esa razón a aquellos que tienen poder y son ricos.
Podría ser otra historia. Encontré a unos seminaristas en el Seminario de la Diócesis
de Inchon este trimestre. Hablan de dar amor y limosna y de ayudar a la gente. Me
di cuenta de que faltaba algo. No tenían una relación profunda con los pobres. No
podemos servir a los pobres sin compartir nuestra vida y nuestro tiempo con ellos.
Vemos a gente rica y a políticos en las noticias de la televisión dando regalos y otras
cosas a un orfanato y albergues para los mayores durante las fiestas tradicionales.
Les dije a los seminaristas que era más importante compartir la vida y el tiempo con
los pobres que justo darles regalos materiales.
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D: H tiene una experiencia similar a la mía. Cuando era niño, recé a Dios para que
me diera algo y pedí a Dios que satisficiera mis oraciones. Des que comencé a
trabajar en esta casa, mis oraciones han cambiado. Cuando rezo doy gracias al
Señor: gracias por estar con nosotros. Dios no está lejos de nosotros y está todo el
tiempo con nosotros. Este aspecto está claro para mí. En realidad Jesús vivió entre
la gente. Comía con la gente. Les escuchaba. Curó a la gente y abrazó sus
corazones heridos. La historia de “alimentar a los cinco mil” es la historia de un
milagro. Estoy de acuerdo. Pero, ¿en qué sentido? Creo que Jesús enterneció los
corazones de la gente. Jesús compartió su comida con otros, entonces los
corazones de otros se enternecieron y comenzaron a compartir su comida con otros.
Jesús no nos mostró a un Dios que era inconexo para nosotros. Nos mostró el Dios
viviente que se preocupaba por nosotros todo el tiempo. Cada uno, con esta
experiencia, puede creer que está salvado. La casa del apostolado sindical es el
lugar en el que se es como Jesús. Cuando tenemos una fiesta, la casa no prepara
todo. Los miembros de la casa traen toda la comida que pueden. Creen haber traído
poco, pero terminan teniendo una fiesta, porque cada uno trajo poco y se convirtió
en más y más. Todos sienten que son aceptados con hospitalidad.
H: Estoy totalmente de acuerdo contigo, D. No sienten vergüenza por ser pobres. Es
imposible entender la mente desde la perspectiva capitalista.
7. En su compromiso con el trabajo del Apostolado Sindical, ¿Experimentó
dificultades? ¿Cuáles son las dificultades en su relación con la Iglesia? ¿Qué
aspectos deberían cambiarse?
H: En la actualidad, el movimiento sindical y el ministerio sindical tienen dificultades.
Las condiciones de trabajo son muy duras, pero las leyes no protegen a los
trabajadores. De hecho, los dueños de las fábricas ignoran las peticiones de los
trabajadores. Ahora es muy difícil organizar a los trabajadores comparando con el
pasado. Con frecuencia nos sentimos impotentes. Y la relación con la Iglesia
también es difícil. Consideremos el caso de la disputa sindicato-administración en el
“Hospital Nuestra Señora de la Misericordia”, dirigido por la Congregación de
Hermanas de los Mártires Coreanos. No pudimos conseguir nada de los
trabajadores. La administración del hospital solo ignoró las peticiones de los
trabajadores. Así es. En este caso tenemos la disputa sindicato-administración y el
problema de la Iglesia. La administración nunca considera a los trabajadores como
compañeros. Esta es la parte triste de la Iglesia. La Iglesia nunca contempla a los
laicos como sus colaboradores. El problema no fue causado solamente por unas
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cuantas religiosas del hospital, sino por la estructura jerárquica de la Iglesia. Y esto
refleja el clima social normal. Los trabajadores son considerados como periferia. En
una parroquia, cada vez es más difícil para los trabajadores el participar en la vida
de la parroquia. No tienen tiempo de estar con otros parroquianos. Algunos
sacerdotes que se interesan por los pobres ofrecen misa dominical tarde por la
noche para los trabajadores y los pobres. De todos modos, se mezclaron todos los
aspectos negativos en el hospital y dieron lugar a la disputa sindicato-administración.
Creo que la Iglesia es rica. Pero la Iglesia solo piensa en dar limosna sin descubrir a
los pobres realmente. Cuando trabajé en una fábrica, los ministros de la Iglesia
Protestante visitaros fábricas y se reunieron con los trabajadores inmigrantes.
Rezaron por los trabajadores, conectaron con su familia por teléfono e intentaron
solucionar sus problemas. Mirando hacia atrás, hicieron lo que estamos haciendo en
la casa del apostolado sindical. Personalmente no me gusta el nombre “oficina de
asesoramiento” o “clínica sindical”. Esta oficina espera a que la gente venga a
nosotros. Pienso que deberíamos salir y encontrar a aquellos que necesitan nuestra
ayuda. Por esa razón el problema de la Iglesia es la actitud de “ven y pide ayuda en
la Iglesia”.
D: Creo que todos los ministerios de la Iglesia son importantes. Entre estos
ministerios, hay ministerios “especiales” para granjeros, pobres de las ciudades,
sindicatos y demás. Tienen la categoría de apostolado social. En un sentido, este
apostolado social es más importante que otros. Pero la Diócesis de Inchon ha
asignado sólo un sacerdote para eso, y tiene que cubrir el ministerio de trabajo, el
ministerio del medio ambiente, el ministerio de inmigrantes y el ministerio para
prisioneros. Creo que tiene demasiados roles. No puede tener tiempo para aprender
y comprender todos los servicios que se supone que él ofrece. Pasa la mayor parte
del tiempo escribiendo informes. Así, sin ningún campo de comprensión, la Iglesia
puede tomar una mala decisión. De hecho, el apostolado social necesita más apoyo
por parte de la Iglesia. ¡Mano de obra por encima de todo!
8. ¿Cuáles son los ejemplos específicos de dificultades con la Iglesia?
D: Creo que la Iglesia tiene un sistema de asistencia social y una red. El problema
es que la Iglesia considera el ministerio de trabajo como un programa de asistencia
social. Por ejemplo, cuando el ministerio sindical hace un informe para la Iglesia, se
pide que el informe se rellene con el número de reuniones y el número de personas
que participaron en las mismas, y los resultados que ayudaron a la gente. Hago
varios tipos de informes al mes. Tengo que hacer informes escritos a expensas de
mi tiempo activo. Mis informes a veces dicen “da limosna a los trabajadores pobres”.
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Sin embargo, el resultado del ministerio de trabajo no surge como la actividad de
asistencia social. El ministerio de trabajo no es asistencia social. La actividad
principal del ministerio de trabajo es estar con los trabajadores de modo que los
trabajadores puedan vivir sus vidas como dueños de ellas. Por eso vemos a
aquellos que vienen a la casa del apostolado laboral la hospitalidad de Dios. Sienten
la unidad y la pertenencia. Llaman a esta casa “nuestro hogar”. Podemos encontrar
sus huellas y el trazo de su vida en esta casa. Por lo tanto, el resultado del
ministerio de trabajo no es otra cosa que la gente. Es una equivocación evaluar al
ministerio de trabajo como si fuera una parte del programa de asistencia.
También tenemos otras dificultades. El ministerio de trabajo no es muy activo en la
actualidad. Viene poca gente a la casa. Creo que la casa debería ser usada por
todos los trabajadores. Pero el número de los que vienen desciende. Culturalmente,
estamos influenciados por el individualismo. Muchos trabajadores prefieren pasar el
tiempo solos en lugar de pasarlo con otros. Además, los que tienen poder y son
ricos ponen énfasis en los aspectos negativos de los trabajadores a través de los
mass media. Así el tema de las malas condiciones de los trabajadores es empujado
a los márgenes de los intereses sociales. Y el ambiente social de competición
severa hace que los trabajadores no se junten. Además, esta sociedad muy
competitiva atribuye las dificultades de los trabajadores a su habilidad. Por esta
razón, es duro para nosotros invitar a nuevos trabajadores a esta casa.
H: El tema de los trabajadores a tiempo parcial es más serio. Esta casa no es lugar
de reunión de los trabajadores a tiempo parcial. Hay razones para ello. En primer
lugar, algunos trabajadores renuevan sus contratos cada tres meses. Naturalmente,
están ansiosos acerca de futuros contratos. Si se oponen a la política de cualquier
compañía, pueden ser excluidos de los próximos contratos. Así que no se arriesgan
a juntarse con otros trabajadores en esta casa. En segundo lugar, a muchos
trabajadores jóvenes no les gusta ser llamados trabajadores, porque se considera
que los trabajadores de las fábricas no tienen un futuro brillante ni esperanza. Por
esa razón no vienen a esta casa como trabajadores. Y la enseñanza de la Iglesia
que dice que el trabajo físico tiene sentido no les alcanza. Para ellos el trabajo
significa dolor y dureza. En tercer lugar, nuestra sociedad desprecia todavía a los
trabajadores. Mira a los que hacen trabajo físico como clase inferior y como
fracasados. Algunos trabajadores a tiempo parcial vienen a esta casa y participan
en algunos programas. Pero todo lo que quieren es convertirse en trabajadores a
jornada completa y en trabajadores regulares. ¿Cómo puede la casa convertirlos en
regulares y a tiempo completo? El tiempo debería solucionar el problema, eso
espero. Lo que se necesita es tener paciencia y unir el poder de los trabajadores.
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Pero el trabajo es duro, y la perspectiva para los trabajadores irregulares y a tiempo
parcial no es buena. Así que comienzan a apresurarse, perdiendo paciencia y
tolerancia. Y cuando son reemplazados sienten rabia dentro a menudo y se hacen
radicales. Entiendo su cólera, su lucha por los derechos. Pero es triste que parezcan
exhaustos por su cólera y odio continuos. Finalmente, no podemos mejorar, de
verdad, los tratamientos individuales. Vemos a muchos trabajadores e intentamos
resolver sus problemas en la fábrica. Por mucho que trabajemos no podemos
resolver todos los problemas de todos los trabajadores. Los problemas no se dan a
nivel individual, pero se extienden a nivel de empresa y de nación. Deberían
cambiarse las políticas sindicales del gobierno. Por esa razón hemos creado un
Sindicato General, con miembros de muy diferentes pequeñas empresas, y nos
hemos adherido al Partido Democrático del trabajo, en un esfuerzo por cambiar el
sistema. Pero la Iglesia mira nuestra pertenencia al Sindicato General y a un partido
político como una actividad sindical innecesaria, que viola su política neutral hacia la
militancia política. Creo que la Iglesia no puede ayudar a los trabajadores de forma
significativa sin cambiar la política sindical nacional.
9. Ha hablado acerca de la falta de sentido de la realidad de la Iglesia y de las
dificultades que ha experimentado. ¿Podría hablarme más de qué aspecto de
falta de sentido de la realidad de la Iglesia debería cambiarse?
H: Espero que la relación entre los laicos y los sacerdotes se base en la igualdad y
el respeto mutuo y no sea jerárquica. Creo que todos son llamados a la Iglesia
según su propia vocación. Pero el papel del sacerdote es diferente del de los laicos.
No significa, sin embargo, que unos roles sean más importantes que otros. Los
trabajadores y los pobres no pueden colaborar con la Iglesia ni participar en la vida
de la parroquia sin tener una relación de igualdad, sin respeto mutuo.
D: La Iglesia debería ser pobre y pequeña. Es la forma en que la Iglesia puede
identificarse con los pobres. Los sacerdotes y los religiosos de la Iglesia son ricos en
el sentido de que no tienen que educar niños ni mirar por la casa en la que viven.
Pero deben interesarse por los pobres y compartir sus vidas con ellos. Al
identificarse con los pobres, pueden entender su tristeza, sus dificultades, deseos y
esperanzas. Sin compartir sus vidas, es difícil para los sacerdotes y religiosos el
comprender los sentimientos y las experiencias de los pobres. En este sentido, es
importante el aprender los sentimientos de la gente y su vida durante un tiempo a lo
largo de su formación. Para ello necesitan trabajar en una fábrica para experimentar
la ignorancia de la administración. De hecho, los trabajadores sienten esa
ignorancia cada día.
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10. Una última pregunta. ¿Qué pide a esta sociedad y a otros países ricos?
H: Lo que he aprendido del ministerio del trabajo es que es imposible hacer un
mundo mejor para los pobres sin cambio estructural. Si la Iglesia solo da limosna a
los pobres, los pobres seguirán siendo pobres. La Iglesia debería analizar la
estructura social y la situación de los pobres. También pido al gobierno que
establezca buenas políticas para los pobres.
Entiendo que la gente de los países ricos ha trabajado muy duro para conseguir el
desarrollo económico actual. Sin embargo, deberían saber que los esfuerzos de los
países pobres no son apreciados adecuadamente. Tienen que darse cuenta de que
mientras ellos son ricos, otros sufren una situación de miseria. Espero que
entiendan este punto.
D: Dudo que Capitalismo y fe vayan juntos. En la perspectiva capitalista, el dinero es
más importante que el trabajo. Pero, en nuestra fe, he aprendido que el trabajo es
más importante que el dinero. De hecho los dos, dinero y trabajo, son importantes.
Sin embargo, en tanto que el capital persigue solo y continuamente el beneficio, los
trabajadores no pueden menos de ser explotados. En este sentido, debe señalarse
que el trabajo es más importante que el capital. Por otra parte, la dignidad del
trabajo es nada, y los trabajadores continuarán siendo tratados como piezas de una
máquina para provecho de los dueños. El gobierno debería establecer una buena
política para los trabajadores desde esta perspectiva.
Creo que hay explotación entre las naciones. Los países pobres dependen de los
ricos para el capital. Los países ricos pueden pensar que ayudan a los países
pobres prestándoles dinero. Pero los países pobres deben garantizar el beneficio
del dinero prestado. ¿Cómo? Explotando a los trabajadores. Tras la crisis financiera
de 1997, el gobierno Coreano tuvo que obtener dinero del Fondo Monetario
Internacional, y mucha gente fue despedida de su trabajo. Mientras el gobierno
garantiza el beneficio del dinero prestado, el sueldo de los trabajadores disminuye.
No es el fin. La influencia de la invasión del dinero se revela en general
culturalmente y socialmente. Este fenómeno es el resultado de la economía
neoliberal de la Globalización. Y la gente de los países ricos deberían conocer
este punto.
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