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culturarecreacionydeporte.gov.cu Utopías compartidas La fiesta dedicada a las artes escénicas de América Latina y el Caribe se extendió a varios espacios del país Por ROXANA RODRÍGUEZ TAMAYO A organiza, de manera bienal, la Casa de las Américas. La cita tomó salas y coliseos de las urbes de La Habana, Santa Clara y Cienfuegos, y devino espacio de confrontación y encuentro, pretexto e incitación para apreciar reconocer y percibir lo más auténtico entre la pluralidad de agrupaciones que asumen la creación colectiva a modo de postura ideológica y estética ante la vida y el arte. LEYVA BENÍTEZ L teatro como arte de grupo, aglutinador de saberes, talentos y voluntades se dedicó la Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño Mayo Teatral 2016 que Actores y actrices de distintas generaciones encarnan el personaje de Camilo, en un montaje que vincula elementos de la danza, el audiovisual, el performance y la música en vivo. Los dos príncipes, de Teatro de las Estaciones, inspirado en el poema homónimo de José Martí, se alzó como un regalo visual, sonoro y poético para toda la familia. Año 108/No. 12 Si bien en la edición precedente el evento privilegió los cruces geográfico, cultural y de lenguajes en diálogo con distintas manifestaciones y formas artísticas (literatura, danza, música, artes visuales, performance, audiovisual), el reciente proyecto curatorial suscitó una mirada otra y evidenció síntesis, concreción y continuidad de aquel enfoque, cuando ponderó al teatro como ámbito creativo, lúdico, pleno de descubrimientos y utopías compartidas que, a partir del trabajo en equipos, genera sinergias e inquiere, propone, cuestiona, denuncia las realidades contemporáneas de la región. Por una suerte de coincidencia generosa, en el actual año algunas agrupaciones consideradas referentes en la escena continental celebran aniversarios cerrados. Varias de ellas compartieron aquí el acontecimiento desde la peculiaridad de sus poéticas y estilos. Teatro La Candelaria, de Colombia, cumple cinco décadas de fundado; los peruanos del Grupo Cultural Yuyachkani, 45 años; los dominicanos de Teatro Gayumba conmemoran su aniversario 40; en tanto los cubanos 59 Mirada fugaz a la selección La capacidad de innovación y el sentido particular de asumir el espectáculo teatral fue uno de los denominadores comunes más interesantes de las obras incluidas en la muestra. Camilo, de Teatro La Candelaria que lidera Patricia Ariza, trajo de vuelta a la vida y a la memoria la personalidad de Camilo Torres, el insigne intelectual colombiano, sacerdote, rebelde e insurgente desaparecido, justo en un momento histórico crucial para esa nación sudamericana. Repleta de simbolismos y alusiones poéticas, la pieza devela la figura del patriota desde la evocación y la añoranza, sin intentar ser un relato biográfico de su esencia como ser humano. Con El Quijote no existe, el unipersonal que presentó el grupo Gayumba, interpretado por Manuel Chapuseaux y concebido por el dramaturgo chileno Jorge Díaz, la nómina dominicana reprueba y reflexiona sobre los inusitados recodos de la creación literaria, cuando el arte y sus hacedores se convierten en mercadería y fetiche de una generación. 60 LEYVA BENÍTEZ de Argos Teatro y El Ciervo Encantado llegan a los cuatro lustros de existencia. A tantos agasajos de una vez se unieron las propuestas de Brasil, México, Chile y los de la representación anfitriona bastante amplia, por cierto. Ya se convierte en suceso habitual que Casa de las Américas desdeñe el apremio de las cifras y las complacencias de última hora como ocurre en otros eventos dedicados a las expresiones escénicas que se convocan en el país para concebir una muestra en la cual prevalezcan excelencia y artisticidad en cada una de las sugerencias conceptuales y estéticas. Para gratificación de artistas y seguidores, las jornadas tuvieron un programa de sesiones teóricas, abarcador y enjundioso incluso mucho más que en ediciones anteriores, el cual comprendió distintos talleres y el Encuentro de Teatristas Latinoamericanos y Caribeños. En Mecánica, la nómina de Argos descubre ante el espectador personajes de carne y hueso, contundentes, vivos, reconocibles en la cotidianidad cubana. Sobre un demonio feliz, que habla en castellano y en indio, como se calificara el propio José María Arguedas, discursa Cartas a Chimbote, una de las tres propuestas que ofrecieron los andinos de Yuyachkani, quienes con una puesta en escena sobria y a la vez, muy intensa, evocaron y encarnaron al autor de El zorro de arriba y el zorro de abajo para discurrir sobre la necesidad de la creación, y la incertidumbre existencial y material del ser peruano y por extensión, latinoamericano. El conjunto cubano, el más nutrido de la selección, propuso montajes de diverso carácter y connotaciones estéticas. En Mecánica, a cargo del colectivo Argos Teatro, que dirige Carlos Celdrán, Premio Nacional de Teatro 2015, el dramaturgo Abel González Melo subvierte, transfigura, manipula intencionadamente el clásico escandinavo Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, para mostrar una visión dramática de la realidad antillana desde las ruinas de criaturas que con su actuar, agravian a toda una sociedad. Triunfadela y ¡¡Guan Meló!! ¡¡Tu Melón!!, las invitaciones de El Ciervo Encantado a estas jornadas, reto- man el performance para reprender, satirizar, con su peculiar lenguaje escénico, en torno a dilemas de la realidad cubana. En tanto, Yilliam de Bala coming soon, del grupo Persona, parte de la idea original del diseñador Roberto Ramos Mori y la dramaturgia de la coreógrafa Sandra Ramy. Con coherencia y de forma orgánica, articula distintas expresiones artísticas para presentar un espectáculo en que el movimiento, la música y los recursos visuales generan en el espectador una experiencia sensorial y simbólica sorprendente. Al margen de estas líneas quedaron los montajes de reconocidos y sobresalientes grupos de Brasil, Chile y México; también, entre otros, los antillanos de Teatro de las Estaciones, el único proyecto dedicado al público infantil; Harry Potter, se acabó la magia, de El Público; Éxtasis: un homenaje a la Madre Teresa de Ávila, del Buendía, y donde la maestra Flora Lauten volvió a la actuación tras muchas décadas de ausencia. Cada uno, desde una visión exclusiva, visceral y armónica, legitimó que el teatro es un acto de aptitudes y actitudes compartidas. 10 de junio de 2016 CUBADISCO 2016 ¿Veinte años no son nada? Acercamiento al foro más importante de la industria fonográfica en nuestro país L A cultura musical no se transmite por ósmosis, ni se establece mediante decretos, requiere un proceso de construcción articulado de conceptos, saberes, experiencias, referentes, en dinámicos movimientos de interrelaciones, pues estos constituyen nutrientes de la memoria y las tradiciones. Resulta esencial preservarlas, aprovechando el impacto social del fonograma, su capacidad para perpetuar lo valioso del patrimonio sonoro y rítmico. Lo atestiguó la vigésima edición de la Feria Internacional Cubadisco 2016, dedicada en esta ocasión a la música popular bailable. Llegó a La Habana, del 14 al 22 de mayo, tras un recorrido por varias ciudades, donde los talentos locales demostraron magisterio y compromiso estético, por lo general allí carecen de un enfoque promocional merecido de forma sistemática. El Rey del Merengue, Johnny Ventura, reunió a músicos cubanos en el álbum Tronco Viejo. Año 108/No. 12 Joaquín Betancourt y la Orquesta Sinfónica Nacional rindieron homenaje al maestro Juan Formell. Músicas extraordinarias recibieron el Gran Premio Cubadisco, La salsa tiene mi son (Bis Music), de Elito Revé y su Charangón, y Caribe Nostrum (Producciones Colibrí) del maestro Guido López Gavilán y la Camerata Música Eterna. Además, el jurado entregó galardones en 32 categorías y cuatro premios especiales a fonogramas de méritos artísticos, Umbrales, del maestro Sergio Vitier, fallecido recientemente; Hay quien precisa, de Liuba María Hevia y Cecilia Todd; la Colección A guitarra limpia, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y Tronco Viejo del dominicano Johnny Ventura. De igual modo, se destacaron los estrechos vínculos con la música cubana de su coterráneo, José Alberto, el Canario. La filiación del evento de tender puentes en aproximaciones a raigambres de otras latitudes alcanzó realce con la presentación del proyecto Bossa Nova Sinfónico, de Brasil, y de su cantante Rose Max, quien por el carisma, dominio escénico, virtuosismo interpretativo, impresionó a los públicos en más de un espectáculo. Sin distancias, ni olvidos; parcelas u omisiones, Cubadisco propicia destaques de géneros, homenajes a figuras de notable repercusión en la música bailable, como el maestro Elio Revé Matos (1930-1997) y la validez de categorías indispensables en el mundo interconectado del siglo XXI: audiovisual didáctico, documental musical, videoclips y espectáculo audiovisual musical. Al sonido hay que atesorarlo en fonogramas, videos, documentales, DVD. Estos soportes deben llegar al dominio público. Lo que no se conoce, lo que no se difunde, lo que no se visibiliza, no existe. La Feria Cubadisco, como acontecimiento cultural y artístico, merece mayor presencia en la Radio y la Televisión. ¿Existen estrategias comunicativas institucionales para que fonogramas nominados y premiados lleguen a las emisoras y televisoras de la nación? El músico es un intelectual creativo que necesita dominio técnico y un aparato teórico-conceptual, pues el último fin de la teoría es facilitar las prácticas. Si falta la confrontación se estanca el desarrollo. Resulta fundamental la formación de espectadores críticos con capacidad de discernimiento entre lo valioso y lo banal mediante la educación del gusto musical. La musicología contribuye a ello, se demostró durante el Simposio Internacional de Cubadisco, en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, donde lideraron intercambios provechosos sobre lo bailable como patrimonio, entre otros temas. El cierre de la fiesta del fonograma dedicado a lo popularmente sinfónico privilegió la valía de músicos patrimoniales, en especial de Juan Formell, quien ya conocía la idea del proyecto que se presentó el 22 de mayo en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba por la Orquesta Sinfónica Nacional con la dirección del maestro Joaquín Betancourt. Veinte años de Cubadisco cimentó una historia que merece fortalecimiento en la industria fonográfica y como rubro exportable dado el reconocimiento del cual goza la música cubana en el mundo. SAHILY TABARES Fotos: LEYVA BENÍTEZ 61 VOCES DE LA REPÚBLICA Un coloquio de luz A mediados de mayo la ciudad del Yayabo acogió nuevamente a estudiosos de las ciencias sociales y humanísticas, teniendo como uno de sus temas el aniversario 90 de Fidel L A permanente inquietud, la inconformidad del espíritu, mueven a las personas. El ejercicio del pensamiento coadyuva al desarrollo de la sociedad, abre el camino a la superación. Aprovechar las ocasiones propicias para el intercambio de ideas esenciales, sustentado en el interés común por alcanzar nuevos saberes, permite ensanchar los horizontes humanos. Un buen espacio para lograr tal empeño es Voces de la República que alcanzó su 18ª edición, organizado por la filial provincial de la Sociedad Cultural José Martí en Sancti Spíritus. Sesionó sobre todo en la Biblioteca Provincial, aunque se extendió a otros espacios como la Universidad José Martí Pérez. T AMBIÉN la música es ya parte indispensable de este encuentro anual. En la reciente ocasión, un concierto de música barroca a cargo de Cátedra Estudio, dirigida por el maestro Raúl Zaballa, causó honda impresión en los asistentes, por la excelencia de las ejecuciones y la acertada selección del repertorio. De igual forma resultó muy agradable la gala protagonizada por alumnos y profesores de la Escuela de Música de Sancti Spíritus, en el Teatro Principal de la ciudad. 62 En la hermosa Biblioteca Provincial transcurrió la mayor parte de las disertaciones. Dedicado a varios temas, entre ellos el cumpleaños 90 del líder de la Revolución Fidel Castro Ruz, en el evento participaron numerosos investigadores procedentes de varias provincias. Precisamente la primera actividad científica fue el análisis de la personalidad, la obra y el pensamiento del Comandante en Jefe. Al respecto, las intervenciones de los doctores Félix Julio Alfonso López y Ramón Melanio Reigosa Lorenzo, y el máster Mariano Álvarez Farfán, recorrieron múltiples aristas y motivaron comentarios del público. Atrajo también interés el intercambio de consideraciones en torno a la Patrona de Cuba, e igualmente atractivo fue el encuentro acerca de los medios de comunicación en la Isla y los Estados Unidos durante la república neocolonial. Entre otras cuestiones ampliamente debatidas se hallaron la aprehensión de la religión en el pensamiento marxista cubano de la República, en especial por Julio Antonio Mella y Carlos Rafael Rodríguez; el levantamiento de los Independientes de Color en 1912, en la provincia de Santa Clara; la política de Estados Unidos hacia Cuba, vista por personalidades de la época: Salvador Cisneros Betancourt, Enrique Collazo y Ramiro Guerra; el debate sobre la Ley Electoral en los momentos de la segunda intervención estadounidense (1906-1908), impulsado por la prensa habanera; y el vínculo entre el Centro Gallego de La Habana y los partidos políticos cubanos. Durante esas jornadas se presentaron los libros Segundas Lecturas, de Alina Bárbara López Hernández, enjundioso ensayo sobre el pensamiento de Juan Marinello; y el undécimo volumen de Voces de la República, con ponencias seleccionadas entre las ofrecidas en el coloquio de 2015. La última acción académica consistió en un panel titulado La recepción en la República del pensamiento del siglo XIX. Abarcó aspectos tan disímiles como la prédica filosófica de Félix Varela, las redes y clientela política del presidente José Miguel Gómez, el contexto en el que surge Clave a Martí y la presencia del ideario martiano entre 1902 y 1958. La pluralidad en lo concerniente a los temas, la profundidad de las interpretaciones, y la defensa de nuestra historia y cultura, permiten asegurar que estas voces son un eco de luz. JUAN LÁZARO BESADA TOLEDO Foto: Cortesía del Comité Organizador 10 de junio de 2016 La Habana bien vale un estreno U En esta edición se proyectaron 19 filmes del último trienio, la mayoría aún no vistos en Cuba, y varias reposiciones de clásicos N rey francés, a quien le reprochaban el haberse convertido al catolicismo para consolidarse en el trono, dijo simplemente: París bien vale una misa. Parafraseando al monarca, los realizadores Christophe Barratier (El outsider) y el trío Cyril Barbançon, Andy Byatt y Jacqueline Farmer (Huracán) promovieron el estreno mundial de sus largometrajes en el 19º Festival del Cine Francés en Cuba (Fcfc), semanas antes de su primera proyección pública en Francia, conscientes de lo conocedores del séptimo arte que son los espectadores cubanos y la emotividad que expresan cuando les gusta o disgusta una obra. El outsider fue seleccionado para inaugurar el Fcfc. Título menor en la filmografía de Barratier (El Coro, París 1936, La nueva guerra de los botones), está basada en un hecho real y aunque tiene no pocos puntos de contacto con el Wall Street, de Oliver Stone, y El capital, de Costa Gavras, se queda muy por debajo de ellas. Huracán vivisecciona uno de los fenómenos meteorológicos más destructores del planeta. Formidable documental, todo en él (guion, fotografía, montaje) merece igual calificativo. Mustang (Deniz Gamze Ergüven, 2015), tal vez lo mejor de la muestra, aborda la tragedia de cinco hermanas en una aldea del norte de Turquía, bajo la tutela de su abuela y un tío libidinoso, que sacia su lujuria con las sobrinas y a la vez les respeta su virginidad para poder entregarlas en matrimonios concertados. La cinta no cae en erotismos gratuitos ni pornografía barata, ofrece pistas a base de sugerencias que el espectador ha de estar atento para aprehenderlas. El nivel de actuación de las niñas revela la mano segura de esta realizadora francesa de origen turco, en su ópera prima y de quien cabe esperar grandes cosas en un futuro. Joven y bella (François Ozon, 2013), Bandas de chicas (Céline Sciama, 2014) y La profesora de Año 108/No. 12 Marine Vacth es Isabelle en Joven y bella. historia (Marie-Castille MentionSchaarm, 2014) también tratan sobre la adolescencia. Considerado el gran provocador del cine francés (aquí hemos visto de él La piscina y El refugio), Ozon ahora nos muestra a una joven universitaria de clase media acomodada, quien se dedica a la prostitución. El realizador no es un moralista y no trata de justificar ni condenar la actitud de Isabelle (Marine Vacth, excelente en su primer protagónico, aunque ya había trabajado bajo la batuta de Cedric Klepish en Mi pedazo de pastel). Deja que los espectadores saquen las pertinentes conclusiones: ¿se prostituye la adolescente para reafirmar su poder como hembra más allá de la sexualidad, como afirma una colega? ¿Por el goce de la aventura, de una experiencia interesante? La muchacha, más prosaica, afirma dentro del filme que casi nunca siente placer con sus clientes y que lo hace por dinero. ¿Hablamos también de la pérdida de valores en el Primer Mundo? Bandas de chicas nos traslada a los barrios periféricos en los que otra adolescente, hija de emigrantes africanos, no puede acceder a la enseñanza media por su mala base educacional y se involucra con el narcotráfico. En La profesora de historia, un filme que por sus valores merece una reseña entera por sí sola, cambia la perspectiva: la óptica es desde una maestra que ama su profesión, quiere y logra otros horizontes para sus educandos, mirando la historia. En ambos filmes resaltan dos nuevas revelaciones del cine francés: Ahmed Dramé (Malik, en La profesora ) procede de la televisión y sin dudas tiene mayor kilometraje que Karidja Touré (Marianne, en Bandas ), actriz no profesional, con un aura que recuerda a aquellos intérpretes del neorrealismo italiano de principios de los 50. Las cintas históricas también tuvieron su espacio en el 19º Festival. Conexión Marsella (Cédric Jiménez, 2014) nos traslada a los años 70 y a la lucha contra el tráfico de drogas en ese puerto sureño. Diplomacia (Volker Schlöndorff, 2014) nos lleva más allá en el tiempo: los alemanes ocupan París, las tropas aliadas se 63 acercan a la ciudad y el loco de Hitler ordena destruirla, no sin antes saquear obras pictóricas de sus principales museos. El filme carece de suspense porque todos sabemos el final de la historia, pero vale la pena ver a André Dussollier, en excelente forma, interpretando al cónsul sueco que convence al general nazi de desobedecer la orden. Nota al margen: en la vida real, el teutón preservó la vida al salvar a París, pues sus captores anglonorteamericanos no lo extraditaron a la otrora Unión Soviética, donde había perpetrado genocidios en Sebastopol y Odessa. Del resto, La ley del mercado (Stéphane Brizé, 2015) es un filme nada complaciente, pero necesario y bien facturado. Vincent Lindon está soberbio en su protagónico. Marguerite (Xavier Giannoli, 2015), excepto la multipremiada Catherine Frot; El precio de la fama (Xavier Beauvois, 2014), a pesar de Peter Coyotte, Chiara Mastroianni y Dolly Chaplin; y Edén (Mia Hansen-løve, 2014), al que le precedían grandes elogios, resultaron decepcionantes. La próxima vez apuntaré al corazón (Cédric Anger, 2014) es el tradicional thriller sobre un asesino serial que estamos cansados de ver, aunque se salva por la actuación de Guillaume Canet. No podían faltar las comedias sentimentales. Por primera vez (Maxime Govare, Noémie Saglio, 2015) se burla del conservadurismo sexual pequeño burgués y la homofobia: original que sea un homosexual el que salga del closet y devenga hetero tras una noche lujuriosa con una sueca. La familia Bélier (Eric Lartigau, 2015), en carácter de reposición, volvió a conmover y hacer reír a muchos espectadores en la sala 1 del Multicine Infanta y en el Chaplin De los clásicos restaurados, se disfrutó ver en la plenitud de sus colores, entre otros, al French cancan, de Jean Renoir, Capitan Conan y La vida y nada más, ambas de Bernard Tavernier, y por supuesto, Los paraguas de Cherburgo, de Jacques Demy, cinta que convocó a más de un nostálgico a la sala La Rampa. PEDRO ANTONIO GARCÍA Fotos: Cortesía Icaic 64 La profesora de historia. Los problemas de la adolescencia y el reto del magisterio en la Francia neoliberal. Mustang, tal vez lo mejor de la muestra, cinco niñas atrapadas en una sociedad fundamentalista. Los paraguas de Cherburgo, un musical de lujo. 10 de junio de 2016 Aquí, la El sueño codiciado y otras tentativas Por SAHILY TABARES M ÁS allá de la primaria identificación emocional, el melodrama es un espectáculo en el cual se busca mucho más que el placer de llorar. En él, lo común, lo aparentemente trivial e insignificante, las rutinas cotidianas, contribuyen a la creación de historias ancladas en conflictos, personajes-tipos, actitudes, filosofías de la vida. Dicho género dramático lidera no es el único, en la estructura de la telenovela que incorpora cada tres capítulos una catarsis, efecto psicológico socorrido desde los antiguos griegos y seguro garantiza un nuevo estado de equilibrio en la trama. A ello no escapó Latidos compartidos, fiel a convenciones y códigos instaurados en la literatura desde el siglo XVIII. En dichos términos busca empatía el relato telenovelesco desde la presentación que en esta puesta, al parecer, persiguió múltiples asociaciones sin conseguirlo del todo, pues la tipografía en cursiva no fue legible y la representación de las imágenes decayó hacia colores claros sin justificación. Llevar a la pantalla situaciones, temáticas, actitudes, motiva el interés del espectador, este puede o no identificarse con planteamientos de la narración, pero es consciente del cúmulo de problemáticas expresadas en voces y acciones que se confrontan en la sociedad. ¿Lo hizo reflexionar la intolerancia de Macario (Manuel Porto) hacia el homosexualismo de su hijo Rogelio (Alberto González)? ¿Qué pensó sobre la disyuntiva de Magdalena (Loreta Estévez) ante una situación límite: salvar la vida o ser consecuente con su fe? ¿Es posible que un hombre trabajador, digno, intachable, al estilo de Abel (Fernando Hechavarría) pierda la comunicación con Omar (Carlos Busto), su hijo adolescente? En Latidos el juego con las expectativas perdió fuerza, pues la acción dramática central fue desplazada por más de una acción subordinada mal llamada subtrama, de envergadura y trascendencia en el curso del relato. Decayó el protagonismo de la lucha entre el bien y el mal representada por Gabriela (Yurelis González) que conquista a Darío (Alejandro Cuervo), y abandona al villano Pedro Pablo (Ulik Anello). Poco se recuerda el punto de giro, el cual complica la historia y da paso al desarrollo de la ficción; ocurre cuando Pedro Pablo se despierta del estado de coma y retoma sus fechorías. Quizás, en la forma de manifestarse la construcción dramatúrgica conspiró el tiempo de Año 108/No. 12 los capítulos, pues 27 minutos son insuficientes para abordar situaciones dramáticas, llevarlas al clímax y, finalmente, resolverlas en el desenlace. Los guionistas Amílcar Salati, Gabriela Reboredo y Junior García, exploraron la connotación del humor en el mejoramiento humano sin acudir al chiste de situación mediante la comedia en los personajes-tipos de Miguelito (Raciel Cruz) e Indira (Yaremis Pérez), quienes se reformaron al eliminar un vicio, según exige el género dramático en cuestión. Todo relato cuenta dos historias: una explícita y otra que debe desentrañarse de la polifonía textual, cuya eficacia incita juicios de valor y patentiza la pluralidad de sentidos del lenguaje artístico, en el cual asumen funciones dominantes, actuaciones, música, sonidos, atmósferas; todos deben ser concebidos para el diseño televisual, de lo contrario pierden su razón de ser, la comunicación con los públicos. En la telenovela esta no es una excepción, todo se dice, impera el tono exagerado, lo casual; secretos, intrigas, engaños, nutren la narración en la que proliferan tipos: buenos, malos, virtuosos, sensatos, hedonistas, tramposos, cobardes; por ello no se puede pedir matices, verosimilitud a los intérpretes, pues encarnan actitudes. Cada uno defendió el sueño codiciado y otras tentativas. Dicho precepto lo asumieron Consuelo Ramírez, directora general; Felo Ruíz, codirector, en la dirección actoral. Actrices y actores consagrados validados por sus desempeños histriónicos y noveles estuvieron enfocados en la defensa de la acción humana verdadera dirigida a un fin. El resultado dependió no solo del talento, sino, además, de la preparación indispensable para el rodaje de una telenovela que requiere entrenamiento en el set de TV, disciplina, organicidad. Sin dudas, hubo revelaciones, como Belissa Cruz en Angélica. El humano como especie aspira a ser feliz. Desde diferentes perspectivas Latidos compartidos retomó el sentido de dicho anhelo no con fines didácticos o sociológicos, sino para abrir una franja de claridad en lo íntimo personal. En la conquista de la felicidad el camino elegido es esencial. Lo ilegal, lo éticamente incorrecto; engañifas, maledicencias, nunca serán vías idóneas. En ello insiste la telenovela desde los códigos del entretenimiento, deja claro la satisfacción que sienten las personas al quedar en paz consigo mismas, solo le queda a cada una, actuar en consecuencia. 65 acn.cu A cargo de ROXANA RODRÍGUEZ TAMAYO de una escultura del artista Erig Rebull a la entrada de la Facultad; la presentación de un monólogo por el actor y humorista Omar Franco; la creación de una pintura mural concebida por varios artistas plásticos reconocidos; y la exhibición y debate de la cinta cubana Vestido de novia, de Marilyn Solaya. Literatura por la identidad musical acn.cu Eliades Ochoa, de la trova por el mundo, de la autoría de Grisel Sande se presentó en Santiago de Cuba en presencia del notable músico, quien visitó la urbe oriental en compañía de otra grande de la cultura cubana, Omara Portuondo. El libro pertenece al sello Ediciones Cubanas de Artex y fue prologado por Silvio Rodríguez. De manera amena y coherente, se adentra en la vida y obra del líder del Cuarteto Patria, reconocido como una de las figuras emblemáticas de la música tradicional cubana. El encuentro resultó marco propicio para que los populares artistas, que también se encontraban en esa provincia grabando el documental Adiós Tour, del Buena Vista Social Club, recibieran sendos homenajes por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem); así como que los seguidores del género disfrutaran en la Casa de la Trova Pepe Sánchez de las interpretaciones de dichos creadores. Danza de Cuba por el orbe Al cierre de esta edición la compañía antillana de baile flamenco Irene Rodríguez, se presentaba en el Joyce Theater de Nueva York, Estados Unidos, como parte del evento Cuba Festival, en el que también participan los colectivos DanzAbierta y Malpaso. Con el espectáculo Entre luces y sombras, es la tercera vez que la agrupación cubana de danzas iberas actúa en el país norteamericano. El repertorio está compuesto por las puestas en escena de Aldaba, Por bulerías, ¡Dime! y Zapateos, las cuales se distinguen por la sugerente armonía al combinar los elementos de la cultura española y caribeña. Según trascendió, este es uno de los trabajos coreográficos mejor logrados, pues concentra técnicas flamencas novedosas, sin desasirse de la danza clásica hispana que le caracterizan. Joven audiovisual antillano juventudrebelde.cu La Facultad de Comunicación de La Universidad de La Habana fue uno de los distintos espacios que abarcó el 4º Festival Temático Audiovisual 60 segundos que este año tuvo como eje central la salud. Estudiantes de diversos centros de altos estudios de todo el país participaron en el concurso que premió las categorías: corto audiovisual y radiofónico, fotografía y relato de 15 líneas. Entre las principales acciones del programa de actividades estuvo la inauguración de una muestra fotográfica colectiva sobre salud; el emplazamiento 66 SSON O N NOTICIA NOTICIA Ernesto Cuesta, artista de la plástica, volvió a tomar como temática central en su obra la figura de José Martí, al inaugurar la exposición Una luz en el asfalto que se exhibe en el Palacio Calcines, importante galería de las artes visuales en Guantánamo, urbe adoptiva del pintor, oriundo de Santiago de Cuba. La muestra incluye 20 piezas y recrea diversas percepciones del ideario y la personalidad del Apóstol. María Victoria Rodríguez, la cantante antillana de música campesina, presentó su más reciente DVD que se titula María Victoria entre dos aguas. Editado por el sello discográfico Bis Music, el material fue nominado al Premio Cubadisco 2016, en la categoría espectáculo audiovisual; compila 19 temas, algunos de la autoría de Celina González, a quien la joven intérprete tributa un sentido homenaje con esta creación sonora. 10 de junio de 2016