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EL USO DE LAS NARRACIONES EN EL DISCURSO POLÍTICO MEXICANO
El uso de las narraciones
en el discurso político mexicano
Silvia Gutiérrez Vidrio
RESUMEN. El objetivo de este artículo es presentar el uso de las narraciones como recurso
argumentativo en el discurso político mexicano. Este trabajo se deriva de un proyecto
más general en el que estoy analizando el discurso político mexicano, más específicamente,
el discurso de los tres principales candidatos a la presidencia de México durante la campaña política del año 2000. Para ello he partido de la propuesta metodológica de la argumentación, concretamente el acercamiento teórico-metodológico de J. B. Grize. En el
análisis argumentativo he encontrado que una nueva estrategia que utilizan algunos
políticos es el uso de cierto tipo de narraciones para darle más peso a sus argumentaciones. Es por eso que como parte de este proyecto me he propuesto analizar cómo es que
la narración y la argumentación se intersectan y se apoyan mutuamente. En el artículo
muestro, por medio de ejemplos, la función que tienen dichas narraciones y destaco la
utilidad de analizar este recurso argumentativo.
EL OBJETIVO DE ESTE ARTÍCULO es presentar los avances de un proyecto de investigación
que estoy llevando a cabo y que tiene como principal objetivo analizar el uso de las
narraciones como recurso argumentativo en el discurso político.
La inquietud por analizar el papel que juegan las narraciones en el discurso argumentativo surgió de una investigación más general cuyo objetivo es analizar las estrategias
argumentativas de Ronald Reagan en sus discursos sobre la ayuda a la contrarrevolución
nicaragüense (Gutiérrez, 1996).
En el proceso de análisis argumentativo descubrí un recurso discursivo que llamó
mi atención: la existencia de una gran cantidad de narraciones en los discursos de
Reagan sobre el tema; esto me llevó a analizar el uso argumentativo que tenían cierto
tipo de narraciones (que denomino narraciones ejemplificadoras). Actualmente he
extendido esta investigación para estudiar el uso de este recurso en los discursos políticos
de figuras centrales de la política mexicana.
Primeramente quiero aclarar que una de las inquietudes que guían esta investigación sobre el discurso político es analizar la fuerza ideológica de los discursos de
los políticos.
ANUARIO 2001 • UAM-X • MÉXICO • 2002 • PP. 153-164
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Como señala Van Dijk:
Las ideologías se pueden definir como la base de las representaciones sociales
compartidas por los miembros de un grupo; esto significa que las ideologías les
permiten a las personas, como miembros de un grupo, organizar la multitud de
creencias sociales acerca de lo que sucede, bueno o malo, correcto o incorrecto,
según ellos, y actuar en consecuencia. También se puede afirmar que las ideologías
pueden formar la base de argumentos específicos a favor de, y explicaciones sobre
un orden social particular, o efectivamente influir en una comprensión particular
del mundo en general [1999:21].
Es precisamente sobre este punto que las narraciones, en el discurso político,
tienen un papel fundamental ya que éstas son utilizadas como argumentos que
apoyan ciertas tesis, ciertas representaciones de la realidad.
De ahí que sea importante señalar la fuerza argumentativa que tienen este tipo de
narraciones y analizar las implicaciones políticas e ideológicas que se derivan de su uso.
Considero que la inclusión de estas narraciones es más exitosa que la simple enunciación
de argumentos. La decisión de incluir estas narraciones parece tener una cierta lógica
que toma en consideración la representación de la audiencia y la representación de
hechos históricos y la evaluación que se hace con estos hechos. Un texto que presenta
una opinión o una visión sobre experiencias en las cuales intervienen aspectos del
orden social (corrupción, guerras, peligros, democracia) refleja la ideología del hablante
con mayor probabilidad que un texto de diferente tipo. Dicho de otra manera, sostener
una opinión o una posición sobre temas de esa índole es una práctica discursiva con
contenido ideológico.
Estos textos argumentativo-narrativos son producidos para presentar y apoyar ciertas
opiniones o puntos de vista y estas opiniones necesariamente contienen rasgos ideológicos. El punto de vista de un hablante es el reflejo de sus patrones culturales, sus actitudes
y creencias los cuales están directamente relacionados con la ideología del hablante.
Al analizar cómo opera la ideología en el lenguaje Thompson ha detectado ciertos
modus operandi de la ideología que resultan de gran utilidad. Para Thompson la
narrativización es una de las estrategias típicas de la legitimación que es un modo de
operación de la ideología:
Las reclamaciones de legitimidad también se pueden expresar por medio de la
estrategia de la narrativización: las reclamaciones se insertan en historias que
recuentan el pasado y que tratan el presente como parte de una tradición inmemorial
y apreciada. De hecho a veces se inventan tradiciones a fin de crear una sensación
de pertenencia a una comunidad y a una historia que trasciende la experiencia de
conflicto, diferencia y división. En el curso de sus vidas diarias, los cronistas
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oficiales y los individuos cuentan historias que sirven para justificar el ejercicio
del poder por parte de los que lo detentan y para reconciliar a los otros con el
hecho de que ellos no lo hagan. Se construyen discursos documentales, historias,
novelas y películas como narraciones que relatan relaciones sociales y que revelan
las consecuencias de las acciones, en forma tal que pueden establecer y sostener
las relaciones de poder. En las historias y los chistes mundanos que tanto llenan
nuestras vidas diarias, nos entregamos continuamente a narrar la manera en que
aparece el mundo y a reforzar, mediante la risa que se genera a expensas de otro,
el orden aparente de las cosas. Al contar historias y al recibir (ya sea escuchando,
leyendo o viendo) las historias contadas por otros, podemos ser atraídos hacia un
proceso simbólico que puede servir, en algunas circunstancias, para crear y sostener
las relaciones de dominación [1993:67 y s.].
De ahí que un análisis narrativo puede facilitar la explicación de las características
ideológicas, porque la ideología, al pretender sustentar relaciones de dominación y al
hacerlas aparecer como legítimas, tiende a asumir una forma narrativa. En los relatos
se cuentan historias que glorifican a quienes están en el poder y pretenden justificar
el status quo, o en algunos casos cuestionarlo.
Los textos argumentativo-narrativos
La narración y la argumentación han sido usualmente estudiadas cómo dos géneros
o como dos macro-operaciones o superestructuras independientes (no existen consenso
en cuanto a cómo denominarlas). Existen pocos ejemplos en que las dos propuestas
metodológicas han sido utilizadas para analizar el mismo material o corpus. Un
ejemplo interesante es el del trabajo de Isolda Carranza (1996, 1998) en el que
muestra cómo los hablantes en las entrevistas en un Centro Comunitario de
Washington D.C. utilizan las narraciones como argumentos para sus tesis.
Antes de caracterizar este tipo de textos quiero exponer brevemente algunas
consideraciones sobre la argumentación y la narración.
La argumentación, como secuencia textual —ya sea dominante o secundaria,
envolvente o incrustada— aparece en muchas de las actividades discursivas características de la vida social pública o privada. Siguiendo a Calsamiglia y Tucson:
Se argumenta en la conversación cotidiana, en una entrevista para conseguir
empleo, en una reunión social, en una mesa redonda, en un debate, en un coloquio, en un juicio, en una asamblea, en un mitin, en una alocución parlamentaria,
en la publicidad, en un artículo editorial, en uno de opinión, en una crítica de
arte, de cine... Se argumenta, en fin, en cualquier situación en la que se quiere
convencer o persuadir de algo a una audiencia, ya esté formada por una única
persona o por toda una colectividad [1999:294].
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POLÍTICA Y DISCURSO
Conforme a la perspectiva de Grize podemos afirmar que
la argumentación está ligada a la lógica de la experiencia, la cual si bien puede estar
basada en hechos observables, está también ligada a un mundo de valores y de
creencias, a una ideología, que depende de la cultura de cada comunidad de hablantes
y que cobra su valor de verosimilitud en el marco de cada grupo sociocultural.
Partiendo de esta premisa considero que el análisis de la argumentación debe tener
por fin no sólo descubrir las cadenas de razonamiento a través de las cuáles el orador
construye una argumentación sino también descubrir o descifrar los valores a los
cuales hace referencia y por lo tanto a la ideología en la que está sustentada.
Existen diferentes enfoques en el estudio de la argumentación y cada uno está
basado en diferentes concepciones teóricas e implican diferentes procedimientos
metodológicos que el analista elige de acuerdo a los objetivos que se persiguen en la
investigación. En mi caso elegí la propuesta teórico-metodológica de Jean Blaise
Grize, líder de la escuela de Neuchâtel.
Cuando estaba analizando un cierto tipo de operación (las operaciones de composición) me percaté de que algunas narraciones que aparecían en los discursos de
Reagan jugaban el papel de los datos (en el esquema de análisis argumentativo de S.
Toulmin) para una cierta tesis. Por lo tanto decidí analizar estas narraciones y estudiar
sus implicaciones ideológicas y políticas.
Antes de pasar a tratar el tema de las narraciones considero importante señalar que
las formas del discurso, en tanto construcciones lingüísticas que van más allá de la frase,
contienen explicaciones y cadenas de razonamiento que pueden ser reconstruidas y
expresadas en forma clara de diferentes maneras. Dichas reconstrucciones pueden ayudar
a esclarecer las características ideológicas del discurso, sacando a la luz no sólo sus
procedimientos de legitimación, sino también sus estrategias de disimulación. Como
señala Thompson (1993):
El análisis de la estructura argumentativa puede esclarecer la función encubridora
de la ideología, por ejemplo, sacando a la luz las contradicciones y las inconsistencias, los silencios y los lapsus que caracterizan la textura de un discurso.
Una narración puede considerarse, de manera general, como un discurso que
recuenta una serie de sucesos o, como se dice comúnmente, que “cuenta una historia”.
La historia o relato se compone de hechos combinados, de manera que exhiben cierta
orientación o trama.
La narración es una de las formas de expresión más utilizadas por las personas. A
menudo, cuando a alguien —sobre todo si es un niño o una niña— se le pide una
definición o una explicación, utilizando la pregunta ¿Qué es...? empieza su respuesta
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EL USO DE LAS NARRACIONES EN EL DISCURSO POLÍTICO MEXICANO
diciendo: Es cuando... Este hecho tan familiar no hace sino mostrar que la narración es
una forma tan íntimamente instaurada en nuestra manera de comprender el mundo,
de acercarnos a lo que no conocemos y de dar cuenta de lo que ya sabemos que domina
sobre otras formas más “distantes” u “objetivas” como pueden ser la definición o la
explicación. Narramos para informar, para cotillear, para argumentar, para persuadir,
para divertir, para crear intriga, para entretener... (Calsamiglia y Tucson, 1999:270).
La primera característica fundamental de un texto narrativo, siguiendo a van
Dijk (1980:154), es que este tipo de texto se refiere ante todo a acciones de personas,
de manera que las descripciones de circunstancias, objetos u otros sucesos quedan
claramente subordinadas. Una característica de los textos narrativos de carácter
pragmático es que por regla general un hablante sólo explicará unos sucesos o acciones
que en cierta manera sean interesantes. Este criterio hay que considerarlo relativamente
y de acuerdo con cada contexto; sin embargo presupone que únicamente se explican
el suceso o las acciones que hasta cierto punto se desvían de una norma, de expectativas
o costumbres. Este punto, como se mostrará en el análisis, es fundamental para
analizar la influencia ideológica de este tipo de discurso.
Antes de iniciar el análisis considero necesario hacer una distinción entre relato
y narración. Siguiendo a Carranza (1998) relato es un tipo particular de narrativa en
el que se manifiestan plenamente elementos tales como la secuencia temporal, las
acciones específicas, la caracterización y el conflicto. Por narración entiendo la actividad
conversacional global en la que se produce un relato.
Un concepto que considero útil es el de tesis del relato. La tesis del relato es una
proposición que constituye una declaración potencialmente controvertida o discutible
en un contexto discursivo dado y a la que se defiende con elementos narrativos: conflictos
personales y acontecimientos. Al explorar la relación entre tesis y relato, es útil considerar
que expresar una posición personal lleva a la tarea discursiva de argumentar a fin de
defenderla para que la posición se vuelva establecida y compartida. Las opiniones,
interpretaciones de experiencias y declaraciones evaluativas pueden requerir que se
cuente de ellas. Una manera de hacerlo es mediante la narrativa. Identificar la tesis del
relato da al analista una indicación directa sobre la aseveración que el hablante hace
acerca del mundo y por ende, sobre algunas de sus ideas y creencias.
Los textos argumentativo-narrativos se producen para presentar y defender una
opinión o posición; por eso muestran una ideología. Las posturas del hablante son
reflejos de presupuestos, actitudes o creencias que están relacionadas con las ideologías
del hablante (véase Carranza, 1998).
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POLÍTICA Y DISCURSO
El uso de las narraciones
En un texto argumentativo, como los que conforman mi corpus de análisis, puede
haber descripciones, narraciones, explicaciones que funcionen como argumentos o
que refuercen esa función dominante persuasiva. Los argumentos que se buscan para
apoyar las premisas pueden basarse en ejemplos, analogías, criterios de autoridad,
causas, consecuencias o silogismos deductivos.
Cómo mencioné anteriormente, una de las cuestiones que me llamó la atención
cuando analicé las estrategias argumentativas de Reagan en sus discursos sobre la
ayuda a los “contras” fue la gran cantidad de narraciones que aparecían en sus discursos.
Por lo que decidí analizar dichas narraciones como argumentos que reforzaban la
argumentación.
Aplicando el esquema básico de análisis de Toulmin me percaté de que estas
narraciones jugaban el papel de los datos que sustentaban una tesis. Así, en las
narraciones analizadas pude comprobar que efectivamente funcionaban como datos,
o más específicamente como ejemplos contundentes de lo que Reagan afirmaba. El
hecho de que estos relatos sirvan como ejemplos que apoyan la posición que sostiene
el locutor me ha llevado a denominarlas narraciones ejemplificadoras. De este modo,
el relato proporciona evidencia factual, forma válida y aceptable de apoyo a una
posición. Aquí quiero volver a señalar la utilidad de encontrar la tesis del relato para
identificar el argumento central de la acción.
Existen diferentes secuencias en las que estas narraciones aparecen. Algunas veces
la tesis aparece primero y luego la narración que sirve como datos para la tesis. Otras
veces el relato aparece primero y luego la tesis.
Además, las narraciones también pueden dramatizar el discurso. Muchas veces el
relato provee elementos dramáticos (situaciones, personajes, conflicto y suspenso)
que son utilizados para producir un argumento.
Antes de presentar los ejemplos de mi habeas sobre el discurso político mexicano
quiero presentar dos ejemplos del discurso de Reagan sobre la ayuda a la contrarrevolución nicaragüense para ejemplificar más claramente el tipo de narraciones a las
que me refiero.
Veamos este primer ejemplo. Después de que Reagan habla sobre la iglesia nicaragüense y de que incorpora una cita al Cardenal Obando, incluye la siguiente
narración ejemplificadora.
DATOS
Evangelical pastor Prudencio Baltodano found out he was on a Sandinista hit list
when an army patrol asked his name. “You don’t know what we do to the evangelical
pastors. We don’t believe in God” they told him. Pastor Baltodano was tied to a
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EL USO DE LAS NARRACIONES EN EL DISCURSO POLÍTICO MEXICANO
tree, struck in the forehead with a riffle butt, stabbed in the neck with a bayonet,
finally, his ears were cut off and he was left for dead. “See if your God will save
you”, they mocked. Well, God did have other plans for Baltodano. He lived to tell
the world his story, to tell it, among other places, right here in the White House
[Discurso del 16 de marzo de 1996].
TESIS
This government is totalitarian: we are dealing with an enemy of the church.
Esta narración puede ser considerada como una narración dialógica o polifónica ya
que en ella aparece la voz no sólo del que narra la historia sino también la de los sandinistas en un intercambio discursivo con el Pastor Baltodano. En este caso la narración
es utilizada como ejemplificación de las acciones, que de acuerdo con Reagan, los
sandinistas han llevado a cabo contra la iglesia y que apoya su tesis de que los sandinistas
son enemigos de la iglesia. Su fuerza argumentativa se basa en el hecho de que el locutor no sólo trata de llevar a su audiencia a la creencia de que los sandinistas son totalitarios
y que están en contra de la iglesia, sino también a rechazar sus acciones y mostrar la
necesidad de que los Estados Unidos actúen contra ellos. Esta narración es dramática
ya que los hechos relatados intentan mover emotivamente a su audiencia narrando las
“atrocidades” que fueron cometidas contra ese pastor.
El siguiente ejemplo está tomado del discurso de Reagan de febrero de 1988. En
este texto encontramos una estrategia argumentativa diferente en relación a la aparición
de las clases objeto (o tópicos) de las que habla el discurso. Reagan inicia su discurso
con el tópico de El Salvador para mostrar a su audiencia que el problema de Nicaragua
también tiene que ver con sus vecinos centroamericanos. Inicia su discurso diciendo “I
want to begin tonight by telling you a story a true story of courage and hope. It
concerns a small nation to our south —El Salvador—...”
DATOS
Observers told of one woman, wounded in a Communist attack, who refused to
leave the line at the polls to have her wounds treated until after she had voted. They
told of another woman who defiantly answered Communist death threats saying,
“You can kill me. You can kill my family. You can kill my neighbours. But you can’t
kill us all”. Well that is the voice of the people determined to be free. That is the
voice of the people of Central America [Discurso del 2 de febrero de 1988].
TESIS
In these last several years, there have been many such times when your support for
assistance saved the day for democracy.
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POLÍTICA Y DISCURSO
Aquí Reagan utiliza esta narración porque sabe que el contar este relato, el cuál es
bastante dramático, es más convincente que el proporcionar argumentos para que
el Congreso asigne la ayuda a los contrarrevolucionarios. Aquí quisiera volver a señalar
la necesidad de analizar la influencia ideológica del discurso. El hecho de que la narración
hable de dos mujeres, es un recurso ideológico muy sutil pero útil que implica que los
“comunistas” en este caso no son los sandinsitas sino los del FMLN de El Salvador
quienes no respetan nada, atacan hasta lo que podría considerarse el “sexo débil”.
En estos dos ejemplos existen elementos trágicos o dramáticos que hacen que
la narración tenga más fuerza o más efecto.
Ahora presentaré algunos ejemplos de los discursos de campaña electoral para la
presidencia de la República Mexicana que se llevó a cabo en el 2000. Primeramente
quisiera señalar que las condiciones de producción de estos discursos son muy diferentes
a las de los discursos de Reagan. Hay que recordar que este corpus está conformado por
discursos y spots tanto radiales como televisivos y que su finalidad también es diferente.
Iniciaré con unos ejemplos de la producción discursiva de Vicente Fox para la
presidencia de México en 2000. Este primer ejemplo proviene de un spot televisivo.
El spot se inicia con una narración en la que Fox habla de Manuel Clouthier, un
personaje central del Partido Acción Nacional que inauguró un nuevo estilo de hablar
y de hacer política (y que murió trágicamente), estilo que Fox adopta y que lo caracterizó
durante toda la campaña electoral (y que lo sigue caracterizando).
DATOS
Recuerdo bien a... al Manuel Clouthier, lleno de verdad adentro. Nos enseño
a todos los mexicanos a hablar derecho y a luchar por nuestro país. Oye Fox;
me dijo: todos en este país vivimos quejándonos del gobierno corrupto, de la
falta de oportunidades; sin embargo no hacemos nada para remediarlo. Manuel
me lanza un reto que yo le lanzaría a los mexicanos [noviembre, 1999].
TESIS
La gente, los ciudadanos tenemos que construir un país exitoso y triunfador a
la entrada del siglo XXI.
Como ya he señalado, la selección de estas narraciones tienen que ver con el
imaginario social de la población. El hecho de que hable de y retome las palabras de
Manuel Clouthier tiene mucho más peso que si Fox proporcionara argumentos para
decir que hay que luchar y construir un país exitoso.
Veamos otro ejemplo de los discursos de campaña de Fox. Este es un discurso en
el que habla del problema indígena y que fue emitido en enero del 2000. Después
de hablar sobre lo que él sabe de los indígenas y de proporcionar el ejemplo de los
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EL USO DE LAS NARRACIONES EN EL DISCURSO POLÍTICO MEXICANO
chichimecas, con los cuales convivió cuando fue Gobernador de Guanajuato, Fox
incluye la siguiente narración.
DATOS
En la historia de nuestra patria hay una experiencia que probablemente da con el
camino; la de los misioneros de los siglo XVI y XVII, que por encima de su intención
religiosa, llevaban a cabo una extraordinaria tarea humanística, probablemente
haya que revisar sus métodos, su espíritu y sus formas. Ellos hablaron el lenguaje
de los misionados, estudiaron sus formas de gobierno y tenían razón.
TESIS
No se trata de resolver el problema de los indígenas, sino de resolver el problema
con los indígenas.
Lo importante en esta narración es la conclusión o moraleja que saca Fox de ella:
que el problema de los indígenas hay que resolverlo haciendo que los indígenas
participen en la solución de sus problemas. Posiblemente la analogía no sea tan
afortunada porque toca un punto sensible de la historia de México, y de América
Latina, que es la función que tuvieron los misioneros en el México de la Colonia y
que el mismo Fox prevé al aclarar “por encima de su intención religiosa”, pero finalmente
le sirve para tratar de persuadir a su audiencia de que él sí va a resolver el problema
indígena porque lo va a hacer haciendo participar a los indígenas.
Ahora veamos unos ejemplos de los discursos de campaña de Francisco Labastida
el candidato a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Este es
un spot televisivo en el que aparece una voz en off que narra la historia y después al
final aparece Labastida.
DATOS (voz en off )
Labastida en Sinaloa vio que sólo el 72 por ciento de la gente tenía agua limpia y
la llevó al más del 90 por ciento del pueblo. Escuchó a la gente sufrir por la
corrupción y encarceló a cientos de policías. Sintió la angustia de mucha gente
que vivía en casas de cartón y ayudó a 75 mil familias a cambiar el cartón por una
casa digna. Labastida es el único candidato que le ha dicho a la gente cuánto tiene,
porque no tiene nada que esconder [12 de mayo, 2000].
TESIS (voz de Labastida)
Lo que importa es cumplir y servir, impulsar el empleo, mejorar la educación y la
salud y darte más seguridad, nos tomará (tiempo) hacer todos lo cambios que
México necesita, debemos empezar de inmediato.
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POLÍTICA Y DISCURSO
Aquí nuevamente lo importante es la utilización que hace Labastida de la narración
para demostrar su compromiso con el país y qué mejor que narrar las acciones concretas
que llevó a cabo cuando fue gobernador. Lo que se pretende con esta narración de
hechos es lograr la verosimilitud de su propuesta.
DATOS (voz en off )
Fox convirtió muchos mexicanos en empleados de los estadounidenses (voz de Fox
hablando en inglés: “existe una gran necesidad de jardineros en Estados Unidos, hoy
día en Guanajuato estamos entrenando a nuestra gente para que luego vengan acá).
Mientras tanto Labastida como Secretario de Agricultura creó empleos en México
para miles de campesinos y sus familias. Lo hizo rompiendo el bloqueo de Estados
Unidos al aguacate mexicano para que éste se exportara [26 de mayo, 2000].
TESIS
Labastida creará empleos exportando productos no gente.
Esta estrategia es utilizada en varios de sus spots. Labastida decidió que más que dar
argumentos a su favor, para él sería más producente atacar a Fox, estrategia que fue
altamente cuestionada. Es decir que aquí elige la estrategia de la argumentación vía
la refutación al descalificar implícitamente a su opositor.
Aunque el corpus que estoy analizando está conformado fundamentalmente por
discurso de los candidatos a la presidencia en el año 2000, considero importante
señalar que el discurso político mexicano (entendido éste en un sentido amplio de
política) tenemos un caso particular en el que el uso de la narración es un recurso
fundamental para la argumentación: este es el caso de la producción discursiva del
subcomandante Marcos. Bien conocidos son, por ejemplo, los Cuentos del Viejo
Antonio y también los cuentos de “Durito”. El caso del discurso de Marcos podría
señalar que es el caso extremo en el que la narración es la parte fundamental de su
discurso. Sin embargo, en algunos de sus discursos encontrábamos también narraciones que sirven como argumentos. Por ejemplo en la entrevista que le realizó Julio
Scherer. En esta entrevista cuando Scherer le pregunta que para él qué es la miseria
Marcos contesta con la siguiente narración:
DATOS
Es una niña también. Una niña que se me murió en los brazos, de menos de cinco
años de edad, de calentura, en la comunidad Las Tazas, porque no había un
mejoral para bajarle la fiebre, y se me fue en la manos. Tratamos de bajarle la
fiebre con agua, con trapos mojados, la bañamos y todo, su padre y yo. Se nos fue.
No requería intervención quirúrgica, ni un hospital. Necesitaba una pastilla, un
mejoralito... Es ridículo, por que además esa niña ni siquiera nació, no había un acta
de nacimiento [11 de marzo del 2001].
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EL USO DE LAS NARRACIONES EN EL DISCURSO POLÍTICO MEXICANO
TESIS
¿Qué hay de más miseria que nazcas y que mueras y nadie te conozca?
¿Qué argumentos pueden ser más contundentes para explicar qué es la miseria
que ésta narración?
Conclusión
Primero quiero destacar la importancia de examinar el discurso como un todo y
como una práctica social que debe ser considerada en relación a sus condiciones
sociales de producción.
También quiero señalar la necesidad de analizar a la narración y la argumentación
no como dos géneros, o formas de organización discursiva, completamente independientes diferentes sino como dos tipos de discursos que se combinan y que se apoyan
mutuamente, en algunas clases de textos. Existen trabajos interesantes (véase Virtanen,
1982) sobre topologías de texto en los cuales se muestra como hay diferentes tipos de
discurso y diferentes tipos de texto y que para distinguirlos hay necesidad de tomar en
cuenta sus funciones discursivas y las estrategias textuales para poder tipificarlos y reconocer si son, por ejemplo, textos predominantemente o secundariamente narrativos o
argumentativos. En el caso en que la narración se encuentra dentro de un texto predominantemente argumentativo el relato puede ser utilizado fundamentalmente para
persuadir.
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