Download Comentarios al Programa
Document related concepts
Transcript
COMENTARIOS AL PROGRAMA por Claudia Guzmán FRANZ SCHUBERT (1797-1828) Trío n° 1 en Si bemol mayor, para violín, violonchelo y piano, D. 898 En el otoño de 1827, un año antes de que la muerte lo arrebatara de este mundo, Franz Schubert (1797-1828) inició la composición de dos tríos para piano, violín y violonchelo: el Trío en Si bemol mayor D. 898 y el Trío en Mi mayor D. 929. Con una duración aproximada de tres cuartos de hora, el primero Retrato de Franz Schubert. Wilhelm August Rieder, 1825 Acuarela de de ambos, que hoy se escucha, fue escrito al mismo tiempo que Winterreise (El viaje de invierno), ese inolvidable ciclo de lieder epítome del romanticismo. Schubert había abordado la escritura para esta formación instrumental tan sólo una vez, quince años antes. Este primer trío, D. 28, compuesto asimismo en la tonalidad de Si bemol mayor y en un solo movimiento, había sido una obra de juventud que databa de su etapa de estudio como discípulo de Antonio Salieri. Ahora, iniciando su tercera década de vida, con un estilo ya maduro, Schubert creó la obra más significativa para piano, violín y violonchelo, que hubiera surgido desde el Trío Op. 97 Archiduque, compuesto por Beethoven en 1811, también en la tonalidad de Si bemol mayor. El creador de más de seiscientos lieder inició esta obra con la cita de la melodía de una de sus creaciones para voz y piano en la apertura del primer movimiento, procedimiento que utilizó con especial énfasis en las que terminarían siendo sus últimas obras. Se trata de la evocación del lied “Des Sängers Habe” (La fortuna del cantor), escrito por Schubert en 1825 y cuyo texto dice: “¡Destruyan en pedazos toda mi felicidad, quítenme toda la riqueza de este mundo, déjenme tan sólo una cítara y aún así seré feliz y rico!” Una vez más y al igual que a través de la imagen del organillero de Winterreise, un Schubert pobre en bienes mundanos, cansado de intentar infructuosamente publicar sus obras pero hombre pleno y entregado a sus incansables anhelos creativos, se autodefine como un bardo cuyo ideal es continuar haciendo música mientras tenga vida. El movimiento inicial del trío presenta ya un absoluto equilibrio en la escritura para los tres instrumentos. La cita de la melodía antes mencionada funciona como primer tema de este Allegro moderato de forma sonata. El segundo movimiento, de tempo Andante un poco mosso, presenta una sutil y delicada melodía en Mi bemol mayor, que actuara como tema central. Esta será ricamente variada, atravesando diversas etapas y creciendo en intensidad y agitación para retornar finalmente a la calma inicial. Un Scherzo, cuya escritura se asemeja a la del länder, danza folklórica austríaca de la cual Schubert nos legó numerosos ejemplos, ocupa el tercer momento de la obra. La sección intermedia de este movimiento, el Trío, se torna más elegante, con su importante despliegue de las cuerdas. El cuarto y último movimiento es un rondó enmarcado dentro de una forma sonata, con un tema central que nuevamente hunde sus raíces en la danza. El movimiento alcanza la plenitud mediante magistrales transformaciones temáticas que transitan a través de una exquisita trama contrapuntística y un fascinante paisaje armónico. El Trío en Si bemol mayor fue estrenado en el ámbito privado, durante una “schubertiada”, una de esas veladas en que el compositor daba a conocer su música a sus amigos en casa de Josef von Spaun. La obra sería publicada ocho años después del fallecimiento de su autor. Sería Robert Schumann quien en referencia a esta creación manifestaría: “Una mirada al Trío de Schubert y los problemas de nuestra existencia humana desaparecen y todo el mundo aparece nuevamente nuevo y brillante.”