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Universidad Autónoma de Chihuahua.
Facultad de Zootecnia.
.
Alimentación de Equinos, Nutrición y Manejo”
FEDERICO SALVADOR Y ESTEBAN RODRIGUEZ
Alimentación de No Rumiantes.
.
Descripción del Sistema Digestivo
El caballo es un herbívoro no rumiante (N.R.C., 1989; Lindner, 2002). El
conocimiento de la anatomía y fisiología de su aparato digestivo es imprescindible
para poder controlar el tipo, la cantidad y la calidad de los alimentos que se le
suministra, en pos de preservar su salud y promover una disponibilidad óptima de
las sustancias nutritivas suministradas con los alimentos.
El buen entendimiento del sistema digestivo, incluyendo sus limitaciones físicas y
áreas importantes de digestión y absorción, es necesario para alimentar a los
caballos (Anónimo, 1998).
Boca.La función en el Sistema Digestivo es la masticación de los alimentos, reducción
del tamaño del alimento y eliminación de la cobertura externa de los insumos
menos digestibles (Anónimo, 2001).
Adición de Saliva para la lubricación y deglución (el caballo adulto secreta
aproximadamente 38 litros de saliva por día (Ensminger, 1973) con ptialina que
actúa sobre el almidón), se presenta la dentadura que incluye en animales jóvenes
los temporales o de leche, reemplazados progresivamente que sirven también
para la determinación de la edad de un caballo; deben ser revisados
cotidianamente para evitar problemas con el proceso de alimentación y
consecuencias de disminución en la condición física del caballo (Anónimo, 2001).
Faringe.Cavidad músculo – membranosa, común a las vías digestivas y respiratorias, sirve
de vía de paso hacia el esófago (Anónimo, 2001).
Esófago.Tubo que comunica la faringe con el estómago, con diámetro y tono de
musculatura que dificulta la expedición de gases por eructos o vómitos
predisponiendo al estos animales a distensiones gástricas y cólicos (Anónimo,
2001).
Estómago.Es relativamente pequeño (Anónimo, 1998; Ensminger, 1971) (10% del conducto
digestivo) lo que genera un paso del alimento al intestino también relativamente
rápido, tiene una capacidad de 8 a 16 litros (Ensminger, 1971), aquí se degradan
proteínas y grasas (Anónimo, 2001), por las razones anteriores es necesario
proveer concentrados e incrementar la frecuencia de alimentación para soportar
un crecimiento adecuado (Anónimo 3, 1998).
Intestino Delgado.Estructura tubular que comunica al estómago con el intestino grueso, dividido en 3
porciones: Duodeno, Yeyuno e Íleon. Aquí se absorben la mayor cantidad de
nutrimentos (proteína, energía, vitaminas y minerales), se considera la porción
donde se cumplen las principales funciones digestivas (Anónimo 3, 1998;
Anónimo, 2001).
Intestino Grueso.Es la porción más grande, ocupa casi el 50% del sistema digestivo; se extiende
desde el Íleon hasta el ano y se divide en Ciego, Colon y Recto (Anónimo, 2001).
En el ciego y Colon se pueden encontrar diversos tipos de microorganismos, cuya
función es la de terminar de digerir los alimentos, El paso de la ingesta es lento en
esta parte, pudiendo tomar hasta días desde el consumo de alimento, Ensminger
(1973) menciona que en el caso de los caballos a pesar de que la celulosa puede
ser hidrolizada en el Ciego, su uso sin embargo es deficiente, llegando a
hidrolizarse no más del 30 % de la celulosa.
El Ciego es importante
funcionalmente, puesto que produce cantidades significativas del complejo B,
ácidos grasos volátiles que ayudan en los requerimientos de energía y vitaminas
(Anónimo 3, 1998)
Ano.Es el conducto de salida de los productos de desecho del aparato digestivo
(heces), los cuales están constituidos por alimentos sin digerir, jugos digestivos,
bilis, minerales, bacterias intestinales y células intestinales viejas (Productos
metabólicos) (Anónimo, 2001).
Implicaciones generales en base a lo anterior:
-
Utilización de forrajes de alta calidad.
Adición de Carbohidratos no estructurales a la dieta (N.R.C., 1989;
Campadabal, 1998)
Adición de proteínas digestibles.
Utilización de complementos vitamínicos
Divisiones para la Alimentación de distintos tipos de Equinos
Estado Productivo y Reproductivo
Los caballos para su alimentación se dividen en varias etapas al igual que en
todas las especies en las que se desea planear la mejor manera de alimentarlos,
para tal proceso existe la clasificación de la N.R.C. (1989) principalmente, para
dividir sus requerimientos de alimentación:
-
Caballos maduros (En mantenimiento y machos reproductores)
Yeguas Preñadas (de 9, 10 y 11 meses de gestación)
Yeguas Lactantes (del nacimiento a 3 meses y de 3 meses al destete)
Caballos en Crecimiento (crecimientos moderado y rápido de 4, 6 12 meses
y de sobreaño de 12 y 24 no entrenados y en entrenamiento)
Caballos de Trabajo (trabajo ligero, moderado e intenso)
Campadabal (1998), describe la siguiente clasificación:
-
Animales reproductores
Animales en crecimiento
Caballos de trabajo y placer
Caballos en entrenamiento
Ensminger (1971) menciona otra división de los equinos para su alimentación en:
-
Crecimiento
Reproducción y Lactación
Preparación
Trabajo
Como podemos observar en base a lo anterior, las divisiones se utilizan de
manera muy general en animales en crecimiento, Yeguas en reproducción o
gestación, animales de Trabajo, lo importante de lo anterior es hacer uso general
de la identificación del estado fisiológico del animal para planear su alimentación,
es necesario primero identificar al tipo de animal que deseamos alimentar.
Para los programas de alimentación entonces, necesitamos conocer cuales son
los cambios corporales envueltos en el crecimiento, los requerimientos de esa
clase particular de caballo y las limitaciones anatómicas de acuerdo al estado
fisiológico (Anónimo 2, 1998), por ejemplo, el periodo de nacimiento a los 18
meses es crítico para los caballos jóvenes, porque es durante esta parte que
alcanzarán cerca del 90 % del peso a la madurez, si planeamos bien su desarrollo
en base a la alimentación tendríamos un atleta desarrollado de acuerdo a lo que
necesitamos, el desarrollo del potrillo decrece inmediatamente después del
destete, a partir de aquí ya debemos tener un programa de alimentación para su
correcto desarrollo, una ganancia excesiva sin una planeación de su desarrollo
nos puede provocar anormalidades en huesos y problemas en el esqueleto.
Nutrimentos y Alimentos en la ración de los Equinos
Energía y Alimentos Energéticos
Lo mas importante es tener siempre presente que el aparato digestivo equino está
adaptado para recibir continuamente pequeñas cantidades de alimento con un alto
porcentaje de fibra – compuesta por celulosa, hemicelulosa, pectina y lignina –
durante un periodo de hasta 20 horas por día. En otros términos, los caballos
pastando en forma natural ingieren alimentos de baja densidad energética y en
poca cantidad por unidad de tiempo, pero durante un periodo de tiempo
prolongado. Por ejemplo, la alimentación del caballo de deporte tiene que ser
adaptada 1) a estos requerimientos fisiológicos para evitar o por lo menos reducir
la frecuencia de cólicos, laminitis y úlceras gástricas, y 2) a los requerimientos
adicionales debido a la actividad deportiva para evitar bajo rendimiento y
trastornos musculares, nerviosos y esqueléticos (Lindner, 2002).
La energía es lo que utilizan los caballos para hacer un trabajo, el requerimiento
se ve influenciado como se mencionó en la parte referente a la clasificación de los
estados fisiológicos del animal, varía de acuerdo a la actividad, intensidad de la
actividad y la duración, los caballos de trabajo intenso y hembras lactantes tienen
el mayor requerimiento de energía (Anónimo 3, 1998).
La fuente de energía son los carbohidratos en la Dieta, por cuestiones
anatómicas, estos se ven expuestos a enzimas pancreáticas e intestinales en el
intestino delgado antes que las áreas de fermentación, los carbohidratos
estructurales son hidrolizados y absorbidos como monosacáridos cerca del ciego,
la Lactosa en animales jóvenes es bien utilizada pero es limitado su uso en
animales mayores a 3 años (N.R.C., 1989).
Es importante tomar en cuenta que la digestión de carbohidratos estructurales es
influenciada por los carbohidratos no estructurales; la fermentación en el Ciego
provee de ácidos grasos volátiles al animal y constituye una fuente importante de
energía metabólica (N.R.C., 1989), se habla que cerca del 7 % de la Glucosa
proviene del Propionato. Los requerimientos de Energía como se mencionó son
variables de acuerdo al tipo, Estado fisiológico y trabajo del animal (Ensminger,
1971).
Un Caballo de sobreaño (18 meses), disminuye sus requerimientos a esta edad, la
alimentación de granos llega a ser del 0.5 al 1.5 % del peso vivo y la cantidad de
concentrados varía de acuerdo a la cantidad de forraje de calidad que se le
ofrezca (Anónimo 2, 1998).
Los forrajes y la presencia de alimentos fibrosos es necesario en la dieta de
equinos para proveer actividad fisiológica en el animal (Ensminger, 1971; Lindner,
2002), estos proveerán como mencionamos de carbohidratos en forma de ácidos
grasos volátiles por los microorganismos encargados de digerir la celulosa, la
hemicelulosa y la pectina de los alimentos estructurados del Intestino Grueso e
incluso puede disponerse de un forraje de alta calidad como única fuente de
energía para animales que no se encuentran realizando alguna actividad
(Anónimo, 2001).
Lo primero que el caballo necesita es alimento grosero. La cantidad mínima es de
1 kg/100 kg de peso vivo al día. De los alimentos groseros (por ejemplo paja, heno
de hierba y heno de alfalfa) el mas adecuado es el heno de hierba. La paja
produce cólicos más a menudo que el heno de hierba y en caballos de deporte es
casi contraindicado dar paja porque en comparación con heno de hierba tiene una
menor densidad de energía, es menos digerible y absorbe menos agua (Lindner,
2002).
De los alimentos concentrados (en energía) sobresalen la avena y la cebada por
su uso sin tantas restricciones en caballos (Ensminger, 1971). La avena es
preferible a la cebada pues su almidón tiene una mucha mejor digestibilidad en el
intestino delgado (Lindner, 2002), otro muy utilizado es el maíz (Anónimo, 2001;
Anónimo 3, 1998).
La utilización de Avena rolada para animales jóvenes puede ser benéfico (N.R.C.,
1989), así también puede ser substituido por el maíz cerca de 2 a 1, otros granos
como el trigo y el sorgo deben ser rolados o quebrados, el uso del Trigo no debe
pasar del 20 % de la mezcla del concentrado así mismo debe ser restringido el
uso de Rye.
Otros subproductos pueden ser usados en la dieta como son Aceites y Grasas, así
también harinas tomando en cuenta la cantidad de otros nutrimentos que proveen
a la dieta (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998).
En cuestión de Aceites y Grasas, hay información que registra que la substitución
de hasta un 15 % de la Energía Digestible en la ración en forma de Aceites no
causa problemas en la alimentación (Grandell et al., 1998) a excepción algunas
veces de ciertos problemas de gustocidad (Kennedy et al., 1999) e incluso no hay
problema a causa de que estas sean de origen vegetal con aceites con grasa
saturadas o insaturadas cerca de este nivel (13 % de la Energía Digestible
adicionada a la ración en forma de aceites en la ración durante 6 meses; aumento
a cerca de 22 % durante 10 meses de la Energía Digestible) después de un
periodo de adaptación a los aceites de 10 meses (Harris et al., 1998).
Aunque los alimentos ricos en carbohidratos son los más naturales para el caballo,
en los últimos años ha habido un auge significativo en el empleo de alimentos con
mayor contenido de grasas. Dietas con un contenido en grasa de hasta un 10% de
la materia seca por día parecen no tener efectos negativos sobre la salud del
caballo. Más al contrario, numerosos estudios científicos han demostrado que este
tipo de alimentación (más rica en grasas) es beneficiosa para los caballos de
deporte que compiten en disciplinas de larga duración como son el raid, concurso
completo y enganche. Además el consumo de una proporción mayor de grasas
produce una reducción del aumento de la temperatura corporal durante la
realización de ejercicio, algo sin lugar a duda indicado para cualquier caballo de
deporte que compite en clima cálido. Una dieta más rica en grasa y por ende más
pobre en carbohidratos está además indicada en el tratamiento y prevención de
determinadas enfermedades musculares muy comunes en caballos de deporte,
como son la rabdomiólisis recurrente crónica y la miopatía por almacenamiento de
polisacáridos (Lindner, 2002).
Debe considerarse que la adición de grasas en las cantidades mencionadas es
para la reducción de la cantidad de alimento ofrecida, el caso aplicable es para
animales de alto rendimiento con requerimientos altos de energía, como se
mencionó en animales con bajos requerimientos de energía, con un forraje de alta
calidad que satisfaga los requerimientos energéticos es suficiente.
Alimentos Energéticos
Avena
Barley
wheat
wheat middlings
wheat bran
maíz
sorgo
prosso millet
rye
melaza
Aceites
semilla de algodón
soya
grano de destilería
h. de gluten de maíz
Proteína y Alimentos Proteicos
La N.R.C. menciona que las cantidades de Proteína son cerca del 22 porciento del
extracto libre de grasas hablando de caballos maduros y el 80 porciento de la
escructura corporal del animal libre de grasas, en una base libre de humedad.
La síntesis de aminoácidos en los equinos es más limitada que en los rumiantes,
el ciego se halla localizado a continuación del intestino delgado, por lo cual, los
caballos requieren proteinas de alta calidad. En el proceso bacteriano del ciego
en el caballo es más limitado que el de los rumiantes, además como se mencionó,
su ubicación genera como resultado la necesidad indispensable de proteínas de
alta calidad en la dieta con suficientes aminoácidos (Ensminger, 1971)
El requerimiento proteico, de un caballo está en función de las necesidades del
animal y obviamente los factores que implica como la edad y la etapa productiva
(Anónimo, 2001; Anónimo 3, 1998); otros factores que pueden afectar la cantidad
de alimento a ofrecer son: la calidad de la proteína disponible y la digestibilidad de
la proteína. Desde aquí implica que la fuente de proteína de la que se dispone
para la alimentación del Equino, tiene que ver con la calidad de la proteína
contenida en el alimento así como la utilización de proteína del mismo, por
ejemplo, la producción leche es más eficiente para el crecimiento de potros que la
harina de linaza, que la harina de soya o bien la anterior es superior a los granos
deshidratados para el desarrollo de estos animales. La presencia de Lisina es
crítico para el caballo en crecimiento.
Los caballos maduros son menos sensibles a la calidad de la proteína, se puede
llegar a satisfacer las necesidades de un caballo en mantenimiento con solo el uso
de forrajes de calidad (Anónimo, 2001; Ensminger, 1971). Sin embargo la
digestibilidad toma un papel importante la cual varía conforme a la fuente, a pesar
de lo anterior, la N.R.C. (1989) recomienda balancear en base a Proteína Cruda.
Hablando de requerimientos de proteína, el requerimiento para yeguas durante la
temporada de empadre, parece no tener diferencia con los requerimientos de
mantenimiento (N.R.C., 1989; Anónimo, 2001), sin embargo, un consumo
adecuado de proteína influencia la fertilidad de la hembra, los incrementos fuertes
del requerimiento de proteína para una hembra equina son durante los últimos 3
meses de gestación puesto que se da un desarrollo fetal acelerado durante esta
etapa (N.R.C., 1989), o bien también puede darse una separación más sencilla de
los primeros 8 meses con requerimientos similares a los de mantenimiento, con el
fin de alimentar para evitar cambios de condición corporal en una hembra sin que
engorde o baje de peso y después los últimos 100 días aumentar el consumo de
alimento (evitando la obesidad) consumiendo aproximadamente el 2.5 % del peso
vivo (Anónimo, 2001).
Durante la lactación de una yegua, se presenta que el contenido de proteína de la
dieta y la energía influencian la producción de leche, por lo que es importante la
cantidad que se proporcione (N.R.C., 1989), se hace necesario el uso de insumos
secos con alto contenido proteico (Anónimo, 2001). Respecto al requerimiento de
proteína de los animales en crecimiento, se ha visto que existe una relación
Proteína – Energía, la cual si no se obtiene un buen balance (50 y 45 g/Mcal de
ED/día para animales en crecimiento y de sobreaño respectivamente según
N.R.C. (1989)) no se obtiene un desarrollo óptimo de los animales; en animales de
18 meses de edad, el requerimiento de proteína empieza a disminuir (Anónimo 2,
1998), sin embargo, regularmente para alcanzar a satisfacer el requerimiento
requieren suplementos proteicos (Anónimo 3, 1998).
Para animales de trabajo obtenemos que la relación Proteína – Energía también
es importante, no se obtienen resultados mejores al aumentar la proteína sobre el
requerimiento estimado, al aumentar la proteína, se produce una desnitrificación y
excreción de nitrógeno en la orina (Anónimo 3, 1998).
En la utilización de Nitrógeno No Proteico, se observa que no hay efectos
benéficos en su uso, sin embargo, los animales adultos pueden llegar a soportar
hasta un 4 % de urea en el total de la dieta. Esta se puede absorber en el
intestino delgado y subsecuentemente será eliminada por el hígado.
Consumiendo bajos niveles de nitrógeno parece que en animales adultos, se
puede utilizar algo de urea para aportar nitrógeno del requerimiento diario. Los
caballos en crecimiento no muestran un mayor crecimiento en el uso de nitrógeno
no proteico proveniente de urea, igual pasa con la producción de leche.
Un aporte debajo del requerimiento produce decrementos en crecimiento y
desarrollo de animales jóvenes, en animales adultos pueden presentarse pérdidas
de tejido tisular, pobre cobertura de pelaje, etc.
Un exceso moderado de proteína no produce efectos negativos, sin embargo un
uso excesivo de proteína si puede ser negativo en animales de trabajo y
crecimiento y algunas veces no hay efectos negativos ni positivos. Pueden llegar
a presentarse problemas de conformación en un exceso de proteína (N.R.C.
1989).
En cuanto a los alimentos proteicos utilizados en la alimentación animal de
equinos, se pueden mencionar algunos como: Harina de Soya, Harinolina, Harina
de linaza, Harina de cacahuate, Canola, Gluten de maíz, Caseína, Leche en polvo,
etc. (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998)
Ensminger (1971) menciona que los henos de gramíneas y los granos son bajos
en calidad y cantidad de proteínas, por lo que deben ser complementados con
fuentes proteicas de origen vegetal diversas.
También se pueden utilizar Harina de pescado y Harinas de Carne, sin embargo
pueden presentar problemas de gustocidad, en algunos casos se utilizan niveles
bajos de harina de carne y hueso (<3%) (Campadabal, 1998) por lo regular se
evita su uso en alimentación de equinos por diversas situaciones de sanidad y
aceptación del alimento. La leche en polvo es utilizada en alimentos para Potrillos,
en caso de tener huérfanos, aparte del calostro proporcionado dentro de las
primeras 12 horas de vida, la nutrición del animal se da por alimentación manual,
con botellas y chupón y después con baldes directamente incluyendo alimentos
como leche de vaca, dextrosa, leche evaporada, jarabe de maíz y similares
(Anónimo, 2001).
Alimentos Proteicos
leche seca
dried whey
h. de carne y hueso h. de puerco y h.
de hueso
h. de pescado
Feather Meal
h. de sangre
harina de soya
urea
h. de semilla de
algodón
Minerales
Se encuentran envueltos en funciones en el cuerpo, como componentes
estructurales, cofactores enzimáticos, y transferencia de energía, partes de
vitaminas, hormonas y aminoácidos (N.R.C., 1989), además de servir para el
balance de electrolitros, mantener la conductividad nerviosa e influenciar la
contracción muscular (Anónimo 3, 1998).
Los contenidos son variables en los alimentos, siete macrominerales y ocho
microminerales son los principales:
Macrominerales
Calcio.- Forma gran parte de la estructura de los huesos (35 %), esta envuelto en
funciones corporales como contracción del músculo y mecanismos de la sangre.
Su absorción es de aproximadamente 70 % en animales jóvenes y 50 % en
adultos, su requerimiento es variable según los cálculos dependiendo de la
actividad del animal y el estado fisiológico, se menciona que su uso aumenta con
el ejercicio, con la preñez, con el desarrollo de los huesos, con su excreción en
leche y pérdidas endógenas así como su depósito en músculos, puede haber
excesos pero no muy altos para evitar problemas de laminaciones en huesos
(hasta 5 veces más teniendo niveles adecuados de fósforo) (N.R.C., 1989).
Fósforo.- Es requerido para la formación de huesos (14 – 17 %) además tenemos
que forma parte de las reacciones de transferencia de energía (ADP), síntesis de
fosfolípidos, ácidos nucleicos y fosfoproteínas. La pérdida endógena esta
estimada en 10 mg/kg de peso vivo por día (N.R.C., 1989).
Su eficiencia en absorción es estimada de 30 a 55 % y varía con la edad del
animal y la fuente de alimento. Debe tomarse en cuenta los requerimientos para
desarrollo y crecimiento de animales en crecimiento y desarrollo de fetos, así
como lactación en hembras. La relación calcio – fósforo debe tomarse en cuenta,
donde el fósforo no es recomendable exceda la proporción de calcio lo cual
produce malformaciones en el esqueleto (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998).
Potasio.- Es el mayor catión intracelular, está involucrado en el balance ácidos –
bases y la presión osmótica, las deficiencias se presentan en pérdidas de peso, el
exceso es excretado rápidamente, su exceso puede presentar problemas
cardiacos (N.R.C., 1989).
Sodio.- Es el mayor catión extracelular, su desempeño se involucra como un
electrolito envuelto en el mantenimiento del balance ácido – base y en la
regulación osmótica de los fluidos corporales.
La sal común se añade
normalmente de 0.5 a 1 % en las dietas para satisfacer sus requerimientos. El
requerimiento para los últimos meses de gestación y trabajo ligero a pesado es
mayor que el de mantenimiento,
el trabajo prolongado incrementa su
requerimiento por su excreción en el sudado de los animales, en mantenimiento, el
requerimiento es como mínimo un 0.1 % en una dieta. Cuando el potasio
incrementa en el suero sanguíneo se observa una disminución del Sodio. Su
deficiencia genera una tendencia a que los animales consuman menos líquidos,
disminución del apetito, tendencia a lamer o mordisquear objetos y después puede
haber movimientos incoordinados de musculatura (N.R.C., 1989).
Cloro.- Normalmente acompaña al sodio, es un anión extracelular importante,
envuelto en el balance ácido – base y la regulación osmótica. Es un componente
esencial de la bilis y del ácido hidroclorhídrico, por lo tanto un componente para
las secreciones gástricas y necesario para la digestión. Se dice que su deficiencia
produce una alcalosis sanguínea, bajo consumo de alimento, pérdida de peso,
debilidad muscular, producción de leche disminuida, deshidratación, constipación,
etc.; Se considera que los caballos son tolerantes a altos niveles de sal en las
dietas, con un acceso libre al agua. La toxicidad de la sal se presenta con
manifestaciones de problemas en el sistema nervioso central en algunas especies
y se piensa que los caballos pueden responder igual (N.R.C., 1989).
Magnesio.- El magnesio constituye aproximadamente el 0.05 % de la masa
corporal, del cual el 60 % está asociado con el esqueleto. El magnesio es un
activador de muchas enzimas. Su rango en las dietas es común de 0.1 a 0.3 %.
Su absorción se da de 40 a 60 %. Su requerimiento es de aproximadamente 15
mg/kg de peso vivo. Los requerimientos aumentan en yeguas lactantes (N.R.C.,
1989).
Su deficiencia provoca nerviosismo, temblores musculares y ataxia, continuados
por colapsos, hipernea, convulsiones y algunas muertes. Su fuente para
suplementación es el sulfato de magnesio
Azúfre.- Es contenido por aminoácidos, biotina, heparina, tiamina, insulina, etc.
forma cerca del 0.15 % del peso del cuerpo, algo de azufre inorgánico puede ser
incorporado en el azufre de la proteína microbial en el ciego, aunque la absorción
de aminoácidos en esta parte puede ser limitada (N.R.C., 1989).
Minerales traza
Cobalto.- Es uno de los minerales traza y es parte integral de la vitamina B12, la
microflora cecal y del colon de los caballos usan el cobalto de la dieta (N.R.C.,
1989).
Cobre.- El cobre es esencial para enzimas dependientes del cobre, es envuelto en
la síntesis y mantenimiento de tejido conectivo y elástico, la movilización de
depósitos de hierro, conservación de la integridad de la mitocondria, síntesis de
melanina y la destoxificación de superóxido. Sus fuentes de suplementación son
sales como clorato cúprico, sulfato cúprico y carbonato cúprico.
Se ha
recomendado de 3.5 a 10 mg de cobre/kg de dieta, hay recomendaciones de
añadirlo de 30 a 50 ppm en el concentrado (Anónimo 3, 1998), tiene relación con
algunos otros minerales que involucran su absorción. El nivel máximo reportado
tolerable ha sido de 800 mg/kg en la dieta (N.R.C., 1989).
Fluor.- Esta envuelto en el desarrollo de dientes y huesos, su necesidad en la
dieta de los animales no ha sido establecida (N.R.C., 1989). Su exceso provoca
lesiones en huesos, dientes descoloridos y laminitis. Los caballos pueden tolerar
50 mg de fluor por kilogramo en la dieta.
Yodo.- El yodo es esencial para la síntesis de Tiroxina y Triiodotironina, la primera
regula el metabolismo basal. El requerimiento es estimado en 0.1 – 0.6 mg/kg en
la dieta. La deficiencia en la dieta puede generar el nacimiento de animales
débiles con un enlargamiento del cuello conforme van creciendo las crías. Las
yeguas pueden presentar ciclos estrales anormales. Puede ser tóxico en
concentraciones mayores a 50 mg/día, el cual se considera el nivel máximo
tolerable. En hembras preñadas con 35 a 48 mg de yodo por día dan crías con la
tiroides alargada (N.R.C., 1989).
Hierro.- El contenido del cuerpo de hierro es de cerca de 33 g de hierro. Esta
distribuido en hemoglobina (60 %), mioblobina (20 %), almacenamiento y
transporte (20 %) y enzimas (0.2 %). Generalmente los alimentos que se proveen
contienen una cantidad suficiente de hierro para satisfacer las necesidades diarias
de este mineral (N.R.C., 1989).
Su deficiencia se presenta como anemia. Los más susceptibles a presentar
síntomas de deficiencia son los potrillos lactantes.
Las concentraciones
suplementarias de este mineral en la dieta para ponis no tienen efecto de
respuestas positivas en parámetros productivos. En exceso de otros minerales se
disminuye su absorción y viceversa. El exceso es tóxico especialmente en
animales jóvenes (N.R.C., 1989).
Manganeso.- Es esencial para el metabolismo y sísntesis de carbohidratos y
lípidos y la síntesis de sulfato condroitin necesario en la formación de cartílagos.
Se considera que 40 mg de manganeso por kg en la dieta es adecuado y los
forrajes contienen de 40 a 140 mg de manganeso por kg y los concentrados
contienen de 15 a 45 mg/kg (excepto el maíz). Su deficiencia puede producir
desarrollo anormal de cartílagos (N.R.C., 1989).
Selenio.- Es componente esencial de la glutation peroxidasa dependiente del
selenio, apoya en la destoxificación de lipo e hidroxiperoxidos que son tóxicos
para las membranas celulares. Su concentración recomendada es de 0.1 mg/kg
en la dieta para caballos, los alimentos proporcionan de 0.05 a 0.3 ppm y es
absorbido con cierta eficiencia en no rumiantes. Su suplementación ha sido
aprobada por el FDA hasta 0.3 mg/kg de materia seca en alimentos para ganado,
ovejas y puercos, y su suplementación en equinos ha sido restringida, se aplica
solo por recomendaciones nutricionales y prácticas de la industria (N.R.C., 1989).
Las manifestaciones clínicas de deficiencias están relacionadas con la deficiencia
de Vitamina E. El nivel máximo tolerable de selenio en caballos se ha estimado en
2 mg/kg en la dieta. Otras fuentes mencionan que una adición adecuada es de
0.1 ppm en el concentrado para caballos (Anónimo 3, 1998)
Zinc.- Se presenta en el cuerpo como componente de muchas metaloenzimas
como anhidrasa carbónica, fosfatasa alcalina y carboxipeptidasa. Tiene muchos
roles en las funciones bioquímicas, la concentración más alta se da en el iris y
carótida del ojo, además de la próstata. Las concentraciones medias de zinc se
presentan en la piel, hígado, huesos y músculos, bajas concentraciones se
localizan en la sangre, leche, pulmones y cerebro. Los alimentos comunes en
equinos contienen de 15 a 40 mg de zinc por kg. Las fuentes apropiadas de zinc
suplementario son sulfatos de zinc, óxido de zinc, cloratos de zinc, carbonatos de
zinc y varios quelatos de zinc (N.R.C., 1989), se recomienda de 80 a 120 ppm en
concentrados para caballos (Anónimo 3, 1998).
Una concentración de 40 mg de zinc por kg en la dieta es suficiente para prevenir
la deficiencia en potrillos. Se dice que 50 mg de zinc por kg de materia seca es
adecuado para toda clase de caballos. En potrillos 5 mg de zinc por kg en una
dieta presenta deficiencias. Sus síntomas de defuciencia son inapetencia, rango
reducido de crecimiento, paraqueratosis, alopecia, concentraciones reducidas en
suero y tejidos de zinc y decremento de fosfatasa alcalina. El uso de 90 mg por kg
en la dieta minimiza la incidencia de problemas en huesos, algunos investigadores
recomiendan no mas de 50 mg/kg en la materia seca en la dieta.
Parece haber tolerancia de los caballos hasta 700 mg de zinc por kilogramo. La
competencia con el cobre parece no darse a nivel de absorción de minerales, sino
en otros eventos postabosorción.
piedra limosa
Sal común
Sal de minerales traza
Fosfato dicálcico
Roca fosfórica desflourinada
harina de hueso
Vitaminas
Las vitaminas varían en el requerimiento del animal por edad, estado fisiológico,
enfermedades, ejercicio y contenido de las mismas en la dieta. Es necesario
adicionarlas a la dieta del animal, muchas veces no son deficientes cuando la
dieta contiene suficiente forraje de alta calidad (N.R.C., 1989).
Vitaminas liposolubles
En este grupo se incluye vitamina A, D, E y K. Se menciona que las que se
adicionan más comúnmente en la dieta de los caballos son la A, D y E (Anónimo
3, 1998). Los problemas con la absorción de grasas afectan la absorción de estas
vitaminas, las cantidades se expresan en Unidades Internacionales regularmente
para vitaminas A, D y E y en miligramos para la vitamina K (N.R.C., 1989).
Vitamina A.- Es una descripción genérica para B-iononos, con actividad de
transferencia de trans – retinol. Importante para la visión, metabolitos foto –
reactivos específicos. Tiene un rol en la diferenciación de células, remodelación y
crecimiento de huesos y en su deficiencia se presentan células escamosas
queratinizadas en los epitelios (N.R.C., 1989); es la que más frecuentemente se
agrega en las raciones, debido a sus altas necesidades para el crecimiento y
producción (Anónimo, 2001; Anónimo 3, 1998).
Los carotenoides (descritos genéricamente como provitamina A) muestran la
actividad biológica de la vitamina A. El caballo no es eficiente. Se encuentra en
grandes concentraciones en el forraje verde y se presenta en el maíz amarillo. Se
dice que los requerimientos son de 20 a 30 ug/kg de peso vivo para mantener un
crecimiento normal y evitar la deficiencia.
El óptimo debe ser de
aproximadamente 125 ug/kg de peso vivo o bien hasta un mínimo de 20 UI/kg de
peso vivo. En situaciones de obscuridad y reproducción un requerimiento de 60
UI/kg de peso vivo se ha propuesto (N.R.C., 1989).
Vitamina D.- Sus requerimientos no han sido establecidos, las deficiencias en una
dieta prácticamente no se presentan. La suplementación diaria de 1000 UI de
vitamina por día previenen cualquier síntoma de deficiencia. Se dice que un
requerimiento de un poni desprovisto de luz del día puede ser de 800 a 1000
UI/Kg de materia seca en la dieta y para desarrollo o finalización 500 UI de
vitamina D/kg de materia seca en la dieta pueden ser suficientes (N.R.C., 1989).
La suplementación parece promover la absorción de calcio y fósforo en caballos.
En deficiencia de esta parecen presentarse pérdida de apetito, menor crecimiento
y problemas en los huesos metacarpianos (N.R.C., 1989; Anónimo 3, 1998).
El exceso de vitamina D es caracterizada por la calcificación de las vísceras
sanguíneas, corazón, y otros tejidos blandos así como anormalidades en los
huesos. El nivel máximo seguro es de 2200 UI de vitamina D3/kg de dieta,
equivalente a 44 UI/kg de peso vivo por día en un caballo de 500 kg consumiendo
el 2 % de su peso vivo por día de materia seca; cuando los equinos no tienen
suficiente acceso a forraje fresco, es necesario también suplementar a la ración
vitamina D (Anónimo, 2001).
Vitamina E.Es la descripción general para los compuestos que son
cuantitativamente equivalentes en la actividad biológica del alfa – tocoferol, se
encuentran más de 8 compuestos en la naturaleza. Tiene una interrelación con el
Selenio, para el sistema de defensa multicompuesto antioxidante. Los potrillos
requieren de aproximadamente 233 ug orales de alfa – tocoferol/kg de peso vivo
por día para mantener la estabilidad de eritrocitos. Se dice que una concentración
diaria en la dieta de 100 UI de vitamina E/kg de materia seca evita los síntomas de
deficiencias. Se recomienda asegurar un contenido de 80 a 100 UI de vitamina
E/kg de materia seca de la dieta para potrillos, yeguas preñadas y lactantes y
caballos de trabajo (N.R.C., 1989).
La miodegeneración se presenta en animales con deficiencia de selenio y
Vitamina E, y consecuencias en los músculos además de movimientos torpes. Se
considera un máximo tolerable de 1000 UI/kg de materia seca por día o 20 UI/kg
de peso vivo por día para caballos para evitar excesos y síntomas por el exceso.
Mantiene la estabilidad de las membranas y la integridad de los glóbulos rojos
(Anónimo 3, 1998).
Vitamina K.- Describe genéricamente al 2 – metil – 1, 4 – naptoquinona
(menadiona, Vitamina K3) y 3 substitutos derivativos que muestran actividad
antihemorrágica. Esta se sintetiza por las Bacterias.
La N.R.C. (1987) mencionada por N.R.C. (1989) propone que la toxicidad por su
consumo oral puede ser de hasta un mínimo de 1000 veces más el requerimiento
en la dieta.
Vitaminas Hidrosolubles
Son las vitaminas del complejo B, todas son suplidas en cantidades adecuadas
por los forrajes de buena calidad, excepto por la vitamina B12, la cual es
sintetizada por las bacterias anaeróbicas (con suficiente presencia de cobalto), la
síntesis en el colon y el ciego de los caballos puede proveer las necesidades
tisulares (N.R.C., 1989; Anónimo, 2001).
Tiamina.- La tiamina parece tener un rol en la fosforilación y el transporte de
membranas. Se recomienda asegurar en las dietas 5 mg de tiamina/kg de materia
seca en la dieta. Su deficiencia experimental produce pérdida de peso, ataxia,
bradicardia, fasciculaciones musculares e hipotermia y templores. La toxicidad por
la tiamina es rara. Se cree que es tóxica arriba de 1000 veces el requerimiento
administrada oralmente.
Riboflavina.- Se ha demostrado su síntesis en el intestino del caballo adulto. El
requerimiento es probablemente no mas de 2 mg/kg de materia seca en la dieta.
Existe poca evidencia de la toxicidad oral por administración oral de riboflavina.
Niacina.- Es un término genérico para 2 compuestos que tienen igual actividad,
ácido nicotínico y nicotinamida. No se ha establecido requerimiento para la
niacina en la dieta. Se han reportado niveles tóxicos en animales de laboratorio
de arriba de 350 mg de equivalentes de ácido nicotínico por kilogramo de peso.
Ácido pantoténico.- No se ha establecido requerimientos en la dieta para el ácido
pantoténico, aparentemente es sintetizado en el conducto intestinal de los caballos
adultos, sus deficiencias no han sido descritas en el caballo. Los niveles altos en
la dieta no han producido reportes de reacciones adversas en ninguna especie.
La dosis letal parece ser cerca de 1 g/kg de peso vivo.
Vitamina B6.- Es un término genérico para 3 compuestos metabólicamente
interconvertibles: piridoxina, piridoxal y piridoxamina, con una actividad vitamínica
igual en una base molar. La piridoxina parece ser sintetizada en el conducto
intestinal de los caballos. No se ha establecido un requerimiento en la dieta. Su
deficiencia no ha sido descrita en caballos, 500 a 1000 mg/kg en la dieta puede
ser tolerado por menos de 60 días.
Biotina.- Aparentemente es sintetizada por los microorganismos en el conducto
intestinal del caballo adulto. No se han reportado evidencias de deficiencia de
biotina en el caballo y no se han descrito efectos del exceso de biotina.
Folacina.- Es el término genérico para el ácido fólico y compuestos relacionados
con actividad biológica similar. Parece ser sintetizada por los microorganismos en
el intestino del caballo adulto. La adición oral de 20 mg de ácido fólico presenta
incrementos en el folato del suero y hemoglobinas. La deficiencia no ha sido
descrita en caballos. El exceso no ha sido reportado con respuestas adversas.
Vitamina B12.- Es el término genérico de corrinoides que exhiben la actividad
biológica de cianocobolamina. Parece ser sintetizada por bacterias anaerobias
intestinales. No se ha encontrado evidencia de deficiencias de vitamina B12 o
requerimientos sobre aquellos que se suplen en la síntesis intestinal. La
deficiencia de Vitamina B12 no ha sido descrita en el caballo y no hay evidencia
de toxicidad en ninguna especie.
Ácido Ascórbico.- Se estableció que los tejidos de los caballos pueden sintetizar
ácido ascórbico, se menciona que el ácido ascórbico tiene poca absorción del
alimento, sin embargo, se han reportado incrementos de ácido ascórbico en
plasma de caballos en entrenamiento con una dosis de 20 g de ácido ascórbico
por día. Se sugiere que el ascorbil palmitato administrado oralmente produce más
altas concentraciones de ácido ascórbico en el plasma que la administración de
ácido ascórbico. Una concentración de ácido ascórbico de 1 g/kg parece no tener
problemas de toxicidad en gallinas, puercos, perros, gatos y probablemente en
caballos.
Colina.- Si hay metionina disponible en el alimento, este amino ácido puede
remplazar totalmente la colina como una base isomérica. La sensibilidad de el
exceso de colina consumida en el caballo no ha sido establecida.
En relación a las vitaminas los forrajes frescos y la exposición a la luz solar
satisface los requerimientos de vitaminas A, D y E; sin embargo, como los
animales se mantienen un período largo de su vida en confinamiento y los forrajes
en la mayoría de los casos no son de buena calidad o el almacenamiento los ha
afectado, es mejor suplementarios en la dieta (Kline, 1997, mencionado por
Campadabal, 1998). Este mismo autor establece que las vitaminas del complejo B
son sintetizadas en el intestino grueso por lo que no es necesario suplementarias;
sin embargo, trabajos recientes han demostrado que la suplementación de biotina
en cantidades de 5 a 10 mg/100 kg de peso ayuda a mantener la integridad de los
cascos (Campadabal, 1998).
Vitamina A
Vitamina E
Agua
Una suplementación adecuada de agua es esencial para caballos. El contenido
de agua del cuerpo es relativamente constante (68 a 72 % del peso total en una
base libre de grasa) y no puede cambiar apreciablemente sin consecuencias
severas para el caballo.
El requerimiento mínimo de agua para cualquier caballo es la suma de la pérdida
de agua del cuerpo más un componente para crecimiento en animales jóvenes.
La lactación aumenta el requerimiento en aproximadamente 50 a 70 % sobre el
requerimiento de mantenimiento. La influencia del ejercicio es muy importante, si
no se provee, se pueden presentar disturbios como cólicos.
Se concluye que los requerimientos son de 2 a 3 litros de agua por kilogramo de
materia seca consumida. En caballos en trabajo los requerimientos son mayores
para termorregulación y pérdidas por sudado hasta llegar incluso al doble del
requerimiento, también se ve influenciada por la temperatura del medio ambiente
disminuyendo cuando hay bajas temperaturas y aumentando cuando las
temperaturas son altas.
Se han encontrado pérdidas de hasta 5 a 10 porciento del peso vivo en algunos
caballos durante cabalgatas de larga duración.
Deshidratación y balance Electrolítico
Por el sudado, la pérdida de agua y electrolitros se da como resultado. El sodio y
el cloro son los principales electrolitros presentados en el sudor. Se ha estimado
una pérdida de hasta 39.8 litros de agua con una pérdida calculada de hasta 6
litros de plasma en cabalgatas de 80 kilómetros. El potasio también se presenta
en el sudor. La pérdida de estos puede ser muy significativa durante el trabajo
extenuante en climas calientes y secos. Las concentraciones de electrolitros en el
sudor han llegado a ser mayores que los que se encuentran en plasma.
Calidad del Agua
La calidad del agua suplementada a los caballos es importante, en muchos casos,
los caballos pueden mostrar efectos tóxicos por contenidos altos de sales. Se
recomienda un nivel seguro como límite de 6500 mg/litro en sales en el agua para
caballos.
Uso de forrajes
Los forrajes más importantes utilizados para caballos son pasturas y henos, los
cuales son fuente de diversos nutrimentos para los caballos entre ellos,
carbohidratos estructurales o fibras, mencionadas en alimentos energéticos. El
caballo es un no rumiante, a pesar de lo anterior, para evitar problemas digestivos
debe recibir un mínimo de 20% de fibra en la ración total (Wolter, 1989
mencionado por Campadabal, 1998). Utilizando la nueva terminología del
fraccionamiento de la fibra, cualquier dieta para equinos, deberá contener un
mínimo de 25% de fibra neutro detergente (FND) (Pagan, 1997 mencionado por
Campadabal, 1998). El N.R.C. mencionado por Campadabal (1998) recomienda
suministrar como mínimo un kg de forraje/l00kg de peso vivo. Un factor importante
de conocer es la cantidad de carbohidratos no estructurales (CNE).
Las pasturas pueden ser zacates anuales o perenes de diferente temporada,
aunque la mayor parte pueden ser fuentes o alternativas para alimento de caballos
los zacates anuales de verano, sudan y sorgo – sudan, no son recomendados
para los caballos, por la probable inflamación del conducto urinario (N.R.C., 1989).
Las leguminosas como la alfalfa y los tréboles, son los más importantes, son más
altos en proteína, vitaminas y algunos minerales que los zacates. Las mezclas de
pasturas de zacates y leguminosas son excelentes (N.R.C., 1989), los caballos
pastoreando pueden requerir algunas veces alimento adicional.
Los henos más comúnmente usados para la alimentación de equinos son de
avena y alfalfa, además de algunos otros que no son muy comunes en
determinadas áreas, algunas yeguas y caballos castrados maduros con trabajo
ligero pueden ser mantenidos solo con heno de alfalfa (N.R.C., 1989).
Algunos residuos de industrias, mucho más altos en fibra y con menor
digestibilidad de energía, proteína, calcio y fósforo que los henos, pueden ser
usados en dietas para caballos para proveer fibra si se acompaña de un alimento
suplementario adecuado, incluso llegando a la aplicación de tratamientos para
aumentar su digestibilidad o bien la adición de aditivos como enzimas (N.R.C.,
1989).
Subproductos de forrajes.- Se pueden aplicar cuando los forrajes de alta calidad
son adicionados a la dieta en adecuada cantidad, pueden ser usados para proveer
de fibra adicional a las dietas de caballos (N.R.C., 1989).
pastura
Ensilaje
heno
Relación Forraje – Concentrado
Desde los primeros 2 a 3 meses, los potrillos pueden empezar a disponer de
pasturas además de la leche de la yegua (Anónimo 2, 1998), este puede ser a un
rango del 1 % del peso vivo.
En general las recomendaciones de las diferentes proporciones entre el forraje
entre el alimento balanceado son susceptibles a modificaciones dependiendo de la
calidad del forraje y del estado corporal del animal. Hintz (l982) mencionado por
Campadabal (1998) recomienda para el final de la gestación una relación forraje
vs concentrado de 70:30, mientras que para la etapa de lactación una relación
40:60.
Durante los primeros 8 meses de gestación los requisitos de la yegua son
esencialmente de mantenimiento, por lo que con un buen forraje, los nutrimentos
pueden ser suministrados adecuadamente. Sin embargo. cuando el pasto es de
regular a mala calidad, un porcentaje de su consumo deberá corresponder a un
alimento balanceado (Campadabal, 1998).
En caballos de alto rendimiento, se necesita de 20 a 30 % más energía digestible
que la estimada por N.R.C. (Anónimo 4, 1998), por lo que la cantidad de
concentrado en la dieta probablemente tienda a aumentarse, otras reglas
manejadas para el manejo de esta situación es que por ejemplo si un caballo esta
gordo, entonces se reduce la cantidad de grano y aumenta la de forraje y
viceversa.
Las dietas para caballos de alto rendimiento pueden contener hasta un 60 % de
maíz sin problemas, sin embargo hay más propensión a tener cólicos y problemas
metabólicos, el uso de grasas puede disminuir la necesidad del uso de gran
cantidad de concentrado mediante un periodo de adaptación (Anónimo 4, 1998),
las raciones ideales deben contener un mínimo de 50 % de forraje.
Se mencionó anteriormente, el forraje es necesario para mantener un
funcionamiento normal del conducto gastrointestinal de los caballos adultos
(Anónimo 5, 1998), los forrajes suplen parte de la energía, en forma de fibra, sin
embargo no pueden utilizar forrajes pobres como lo hace el ganado, los niveles de
proteínas en el forraje pueden ser adecuados en forrajes de alta calidad. Pueden
digerir cerca del 50 al 70 % de la proteína del forraje. Además son buenas fuentes
de Vitaminas, particularmente de la vitamina A, C y complejo B además de suplir
algunos minerales como el calcio.
Los problemas de Toxicidad en forrajes se dan por la susceptibilidad de captar
humedad, hongos y otras fuentes tóxicas, es recomendable ofrecer forrajes
siempre frescos, limpios para la alimentación en caballos. Forrajes como el zacate
sudán y la festuca pueden tener factores tóxicos para el caballo como glicosidos y
hongos endofitos respectivamente (Anónimo 5, 1998).
Tabla 1. Relación concentrado vs. heno
en dietas para caballos Tipo de caballo
Concentrado vs. Heno (%)
Caballos adultos
Mantenimiento
0:100
Sementales
30-70
Yeguas gestantes
9 meses
20:80
10 meses
20:80
11 meses
30:70
Yeguas lactantes
Parto a 3 meses
50:50
3 meses al destete
35:65
Caballos de trabajo
Ligero
35:65
Moderado
50:50
Intenso
65:35
Caballos en crecimiento
Potrillos 4 meses
70:30
Potrillos 6 meses
Crecimiento moderado
70:30
Crecimiento rápido
70:30
Potrillos 12 meses
Crecimiento moderado
60:40
Crecimiento rápido
60:40
Potrillos 18 meses
Sin entrenar
45:55
Entrenando
50:50
Potrillos 24 meses
Sin entrenar
35:65
Entrenando
50:50
Adaptada de Campadabal, 1998
Formulación de raciones para Caballos (Anónimo 6, 1998)
Los nutrimentos que más conciernen en la formulación de raciones de caballos
son: energía, proteína, calcio, fósforo y vitamina A.
Para formular una ración para un caballo debemos:
-
-
Determinar la clase de caballo
Listar las concentraciones de nutrimentos necesarios en la ración para esa
clase de caballos
Listar los alimentos que están disponibles, o cuales se desea utilizar en la
ración
De la energía digestible del forraje a ser usado, decidir los porcentajes de
forraje y grano que serán usados
Calcular las cantidades de nutrimentos que serán provistos por el forraje y
sustraerlos del total de requerimientos, la diferencia, será provista por la
mezcla de granos
Calcular la cantidad de alimentos concentrados para proveer la diferencia
de nutrimentos en el siguiente orden:
o Energía disponible
o Proteína cruda
o Calcio
o Fósforo
o Vitamina A
Manejo
Recomendaciones generales de alimentación (Ensminger, 1971):
-
Dividir el concentrado en 3 porciones para el animal
Dividir el forraje en 4 partes, servir 1 en la mañana, 1 en la tarde y 2 al final
del día
Habituar paulatinamente a la ingestión de leguminosas de alta calidad
Respetar la frecuencia, regularidad y orden de las comidas
Evitar cambios bruscos en la alimentación
Adaptarse a los gustos y temperamento de cada caballo si es posible
Dar los minerales en compartimentos separados o bien adicionados a la
dieta
Conocer el peso y la edad de cada animal
No dar de comer nunca alimentos mohosos, rancios, polvorientos o
congelados
Inspeccionar comederos a intervalos frecuentes
Mantener limpios los recipientes para alimentos y agua
Asegurar la sanidad de la dentadura
No dar concentrados a un caballo acalorado y aguardar el tiempo suficiente
para que se cumpla el proceso digestivo, antes de trabajar
Asegurar el ejercicio
No alimentar con la mano para evitar mordidas
Hacer rebajar de peso gradualmente a un animal preparado para
exposición o venta
“La alimentación del caballo no es una ciencia, sino un arte”.
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