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CONTENIDO
# 17.3
© iStockphoto
VETERINARY
2007 - 10$/10€
La r e v i s ta i n te r n a c i o n a l p a r a e l v e te r i n a r i o d e a n i m a l e s d e c o m p a ñ í a
Veterinary Focus se publica en Inglés, Francés, Alemán, Italiano,
Holandés, Español, Japonés, Chino, Griego, Portugués, Ruso y Polaco.
Foto de cubierta: subluxación radio-carpal en un perro
Conocimiento y Respeto... De los perros de utilidad a los perros de deporte
p. 02
Raymond Audemard
Epidemiología de la osteoartritis
p. 04
Esteban Mele
Cómo tratar... Artritis felina
p. 11
Sarah Caney
Tratamientos médicos actuales para la osteoartritis canina y felina
p. 18
Harry Scott
Cirugía de discos intervertebrales
p. 24
Pierre Méheust
Fisioterapia en gatos y perros aplicada a los trastornos locomotores de origen artrítico
p. 32
Sarah Rivière
Terapias físicas y alternativas en el tratamiento de los pacientes con artritis
p. 37
Serge Sawaya
Punto de vista Royal Canin... Manejo nutricional de la osteoartritis canina
p. 43
Denise Elliott, Eric Servet y Vincent Biourge
ALEMANIA ARGENTINA AUSTRALIA AUSTRIA BAHREIN BÉLGICA BRASIL CANADÁ CHINA CROACIA CHIPRE DINAMARCA EMIRATOS ÁRABES UNIDOS ESLOVENIA ESPAÑA ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA ESTONIA FILIPINAS FINLANDIA FRANCIA
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de Veterinary Focus
CONOCIMIENTO Y RESPETO
Veterinary Focus, Vol 17 n° 3 - 2007
Comité editorial
• Dr. Denise A. Elliott, BVSc(Hons), PhD, Dipl.
ACVIM, Dipl. ACVN Scientific Communications,
Royal Canin, USA
• Dr. Pascale Pibot, DVM, Scientific Publishing
Manager, Royal Canin, France
• Dr. Pauline Devlin, BSc, PhD,Veterinary
Support Manager, Royal Canin, UK
• Dr. Karyl Hurley, BSc, DVM, Dipl. ACVIM, Dipl.
ECVIM-CA Global Scientific Affairs, WALTHAM
• Dr. Franziska Conrad, DVM, Scientific
Communications, Royal Canin, Germany
• Dr. Julieta Asanovic, DVM, Dipl. FCV, UBA,
Scientific Communications, Royal Canin,
Argentina
Editor
• Dr. Richard Harvey, PhD, BVSc, DVD,
FIBiol, MRCVS
Secretaría de redacción
• Laurent Cathalan
[email protected]
• Ellinor Gunnarsson
Material gráfico
• Youri Xerri
Control editorial otros idiomas
• Dr. Imke Engelke, DVM (Alemán)
• Dr. María Elena Fernández, DVM (Español)
• Dr. Filipa Moreira, DVM (Portugués)
• Dr. Paola Oppia, DVM (Italiano)
• Dr. Margriet Bos, DVM (Holandés)
• Prof. Dr. R. Moraillon, DVM (Francés)
Publicado por: Buena Media Plus
Jefe ejecutivo y editor: Bernardo Gallitelli
Dirección: 85, avenue Pierre Grenier
92100 Boulogne – France
Teléfono: +33 (0)1 72 44 62 00
Impreso en la Unión Europea.
ISSN 0965-4577
Circulación: 100.000 copias
Depósito legal: Octubre 2007
Publicado por Aniwa S.A.S.
Illustrations: Edouard Cellura
Los arreglos de licencia de los agentes terapéuticos propuestos para uso en especies de pequeños animales varían mucho a nivel mundial. En ausencia de una licencia específica, debe
considerarse advertir sobre los posibles efectos secundarios, antes de la administración del medicamento.
CONOCIMIENTO Y RESPETO
De los perros
de utilidad a
los perros de
deporte
© Hermeline/Doxicat
Por Raymond Audemard
D
esde tiempos prehistóricos, el
ser humano ha confiado en los
perros en una amplia variedad
de situaciones por sus capacidades físicas
de velocidad, resistencia y agilidad. Los
perros utilizados como compañeros de
caza fueron seleccionados por su idoneidad para las técnicas de caza predominantes: perros que pueden correr detrás
de la caza, seguir órdenes para tumbarse
o pararse cuando ven la caza (perros de
muestra), perros capaces de devolver
la caza en condiciones difíciles (perros
cobradores), perros lo suficientemente
pequeños como para entrar en las madrigueras (terrier), etcétera.
A medida que su relación crecía y se
desarrollaba, el ser humano y el perro
compartieron muchas actividades nuevas en las cuales el elemento de trabajo
se transformó gradualmente en actividades de ocio y deportivas, lo que ilustran entre otras cosas las carreras de
galgos, los perros de trineo, las pistas
de exhibición y agilidad y muchas otras
actividades caninas.
2 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Los perros han mantenido no obstante
un verdadero papel como ayudantes del
ser humano en muchas áreas: detección
de drogas, rastreo, detección en avalanchas y entre los escombros, ayuda a los
discapacitados... los perros de utilidad
están presentes en todo el mundo.
Los perros pueden
salvar vidas: una
complicidad histórica
El primer registro que se tiene de perros
de ayuda se remonta por lo menos al año
120 A.C.: los arqueólogos encontraron
dibujos que recordaban a un perro guía
de ciegos pintados en las paredes de
Pompeya.
Sin embargo, no fue hasta la Primera
Guerra Mundial cuando se desarrolló el
uso de perros para detectar personas
enterradas bajo edificios derrumbados.
En las trincheras que recorrían la cara
nororiental francesa, los perros se utilizaron por primera vez para encontrar
soldados enterrados después de explosiones. Una segunda fase clave fue
durante la Segunda Guerra Mundial,
cuando los perros ayudaron a encontrar
víctimas después del bombardeo de
Londres.
Menos de 10 años después de la guerra,
Estados Unidos, Suiza y la República
Federal de Alemania establecieron las
primeras escuelas de entrenamiento
para actividades de rescate.
Perros de utilidad por
todo el mundo
Del Pastor Belga Malinois de la brigada
canina de la policía tailandesa a los
perros del departamento de bomberos
de Nueva York; de los perros guía para
ciegos entrenados por la "Asociación
para personas ciegas" israelí a los Rottweiler de la fuerza policial austríaca ...
se ha confiado en los perros de utilidad
para una enorme variedad de propósitos.
Normalmente los servicios de urgencia y
asistencia se ponen en contacto con los
criadores para adquirir animales con
unos antecedentes de trabajo seleccionados que ofrecen las cualidades esperadas
para una raza determinada (instinto,
© Cogis
© iStockphoto
El rendimiento de un perro de trabajo se basa en cuatro elementos básicos: selección genética,
entrenamiento, calidad de la relación hombre-perro y nutrición.
En los últimos treinta años cada vez es
más general la intervención de brigadas
y equipos caninos después de una catástrofe (terremotos, edificios derruidos,
tsunamis).
La disponibilidad internacional y
la capacidad de ser operativo en las
regiones más remotas, aisladas o devastadas está estrechamente relacionada
con el nivel de entrenamiento del equipo.
En parte éste es el motivo de que se
mantengan reuniones y competiciones
internacionales de manera regular con
objeto de reunir los equipos nacionales
y probar sus niveles de habilidad,
velocidad de reacción y eficacia.
"Un perro que
proporciona asistencia es
un perro en movimiento"
Ésta es una afirmación que sin lugar a
dudas no contradirá Dominique Grandjean, Profesor de la National Veterinary
School de Maisons-Alfort, cerca de
París, Coronel del Cuerpo de Bomberos
de París, Jefe del equipo canino y
especialista en perros de deporte y
de utilidad.
“Un perro de búsqueda y rescate debe
estar preparado 24/7. Esto significa que
siempre debe estar en su mejor forma.
Como cualquier deportista, debe entrenar
y volver a entrenar. Pero la diferencia en
comparación con un deportista humano
es que no puede decirnos qué siente.
Es nuestro trabajo comprenderlo.
todos los factores, ciertamente es la
nutrición la que se ha desarrollado más
y ha permitido a las brigadas caninas
hacer un progreso tan grande. Por
ejemplo, mejorando los campos de
transformación de la energía química
en energía mecánica (esfuerzo) reducimos las pérdidas de energía, como a
través de temperaturas corporales más
elevadas".
La intervención en catástrofes exige más
que una simple buena forma. Los equipos
tienen que afrontar condiciones muy
hostiles y estresantes: ruido, multitudes,
máquinas, humo, barro, frío, altitud...
nada de esto es fácil y, no obstante, el perro
debe de ser capaz de continuar con la tarea
que tiene encomendada, inmediatamente,
en cualquier lugar del planeta.
El mejor conocimiento del metabolismo
del perro nos ha permitido adaptar a los
perros, técnicas que hasta la fecha estaban
reservadas a los y las deportistas. Entre
© iStockphoto
resistencia...), pero también un carácter
equilibrado y sociabilidad.
El perro de trabajo debe de estar listo para la
acción en cualquier momento y en cualquier
lugar del mundo.
El rendimiento de los perros de pastoreo, como
los Border Collies, es muy bueno en las
competiciones de agilidad.
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 3
Epidemiología de
la osteoartritis
PUNTOS CLAVE
± Las enfermedades ortopédicas del desarrollo y
la osteoartritis asociada son las enfermedades
articulares más frecuentes en perros
± La osteoartritis secundaria es claramente la
artropatía más frecuente que afecta a perros
y gatos
Esteban Mele, DVM
Departamento de Cirugía, Facultad de Ciencias
Veterinarias, Universidad de Buenos Aires, Argentina
El doctor Mele se licenció en la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires.
En 1999, obtuvo el título de especialista en Medicina
Clínica Canina y Felina. Es cirujano y profesor en el
Departamento de Cirugía, Facultad de Ciencias
Veterinarias, Universidad de Buenos Aires. Esteban
Mele es investigador en el Instituto de Ciencias
Básicas y Medicina Experimental del hospital italiano
de Buenos Aires. Se especializó en Ortopedia y es
miembro alumni de AO/ASIF. Es el creador y el director
del curso MIAT (Initial Management of the Traumatized
Animal [Atención inicial del animal traumatizado]),
incluido en el programa latinoamericano de
traumatología (MIAT-RABAP). El doctor Mele es
también miembro de la Sociedad Latinoamericana
de Emergentología.
4 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
± La sobrealimentación de los cachorros en
crecimiento provoca un crecimiento más rápido,
que puede causar osteoartritis
± La rotura del ligamento cruzado anterior es la
causa más frecuente de cojera, dolor y
osteoartritis en perros
L
a osteoartritis (OA) es una enfermedad articular
degenerativa de progresión lenta caracterizada
por la pérdida de cartílago articular y la
consiguiente exposición del hueso subcondral (1).
Esto acaba provocando una enfermedad gradual
autoperpetuante caracterizada por dolor articular.
Se produce formación de hueso nuevo en respuesta a
la inflamación crónica y al daño tisular local en un
intento por limitar el movimiento y el dolor. Desde un
punto de vista macroscópico, se produce pérdida de
cartílago articular, un estrechamiento del espacio
articular, esclerosis del hueso subcondral y producción
de osteofitos articulares (2) (Figura 1).
La osteoartritis es la artropatía más frecuente en el ser
humano y en animales, y es más frecuente en perros que en
gatos. En humanos, la prevalencia en mujeres es dos veces
mayor que en varones y su incidencia aumenta después de
los 60 años de edad (3). En los perros, el comienzo de la
osteoartritis primaria depende de la raza (3). La edad media
de comienzo es de 3,5 años en los Rottweilers y de 9,5 en los
Caniches (4).
El desarrollo de las enfermedades ortopédicas y la
osteoartritis asociada son las artropatías más frecuentes en
los perros. Explican en torno al 70% de las consultas por
enfermedad articular y los problemas relacionados dentro
del esqueleto apendicular. El 22% de los casos eran perros
de un año de edad o menores (5). La incidencia de osteoartritis aumenta como consecuencia de los traumatismos y
de la obesidad, el envejecimiento y las anomalías genéticas.
Factores de riesgo en la osteoartritis
canina
- Edad: más del 50% de los casos de artritis se observa en
perros con edades comprendidas entre 8 y 13 años. Las
enfermedades musculoesqueléticas son muy comunes en
los pacientes geriátricos y casi el 20% de los perros ancianos muestran enfermedades ortopédicas. En el Labrador
Retriever de más de 8 años, la osteoartritis en diversas
articulaciones (hombro, codo, cadera, rodilla) es típica.
- Sexo: en general, la osteoartritis suele estar asociada con
trastornos primarios, que pueden ser más prevalentes en
machos que en hembras. Por ejemplo, la fragmentación del
proceso coronoides se observa en una proporción 3:1 de
los machos con respecto a las hembras.
- Tamaño: el 45% de los perros con artritis son perros de
razas grandes. Entre ellos, más del 50% son perros de raza
gigante, mientras que sólo el 28% son perros de raza
mediana y el 27% son perros de raza pequeña.
Figura 1. Osteofitos de la articulación coxo-femoral.
Obesidad
En la Figura 2 se ilustra la relación entre el índice de condición corporal y los ingresos hospitalarios por trastornos
ortopédicos. En los cachorros, la obesidad y la sobrealimentación se han asociado con el comienzo de enfermedades
articulares, en particular la displasia de cadera (6).
Traumatismo osteoarticular
La cirugía articular (por ejemplo, la cirugía intraarticular de
la rodilla) estimula el comienzo de la artritis. Son necesarios
todavía estudios a largo plazo, pero las publicaciones disponibles hasta la fecha indican que, en comparación con otras
correcciones quirúrgicas, la osteotomía de nivelación tibial
para el tratamiento de la rotura del ligamento cruzado reduce al mínimo la progresión de la osteoartritis (Figura 3).
También se ha reconocido como un factor predisponente
la práctica de ejercicio vigoroso, en particular durante el
crecimiento.
Predisposición genética
Ciertas razas, como el Labrador Retriever y el Pastor
Alemán, tienen predisposición a la aparición de artritis,
además de la prevalencia de artropatía subyacente en estas
razas.
< 5/9
ideal 5
> 5/9
Distribución de perros hospitalizados
según su índice de condición corporal de
1 (caquexia) a 9 (obesidad). La puntuación
ideal es 5. El grupo de perros con
sobrepeso (índice de condición corporal
> 5/9) está sobrerrepresentado en los
perros con trastornos ortopédicos (7).
A. Perros hospitalizados por razones médicas B. Perros hospitalizados por cirugía ortopédica C. Perros hospitalizados por cirugía de tejidos blandos
Figura 2. Relación entre la patología ortopédica y la obesidad.
Lhoest 2004 (cotizado por Diez y Nguyen en Enciclopedia de la Nutrición Clínica Canina, Royal Canin 2006).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 5
Figura 3a y 3b. Nivelación tibial para el tratamiento de la rotura del
ligamento cruzado craneal.
patológica de la rodilla tenían osteoartritis. En esos 150
perros, la media de edad era de 9,6 años y el proceso de
envejecimiento era probablemente la causa de la osteoartritis primaria. En ese estudio, los autores encontraron
también 12 perros con osteoartritis primaria del hombro.
La osteoartritis secundaria es claramente la artropatía más
frecuente en perros y en gatos. Existen diversas causas que
predisponen a la artropatía degenerativa secundaria. En
este artículo, mencionaremos sólo las de mayor importancia
clínica y las que tienen mayor prevalencia dentro de
este grupo.
a
No cabe duda de que la presencia de un alineamiento
incorrecto del miembro y las enfermedades de la cadera,
codo y rodilla representan las causas más importantes de
osteoartritis secundaria. Describiremos brevemente algunas
de sus características epidemiológicas, ya que se proporcionará información más detallada en otros capítulos.
El alineamiento incorrecto, ya sea congénito o adquirido,
genera una concentración anómala de fuerzas sobre la
articulación pertinente, provocando una osteoartritis.
Dentro de este grupo, podemos encontrar luxaciones o
subluxaciones de codo, carpo, tarso y coxo-femorales.
La luxación traumática del carpo es relativamente frecuente
en las lesiones producidas por caídas desde lugares altos y
accidentes de tráfico (Figura 4). En cachorros, se observó
laxitud del carpo en el Doberman Pinscher, el Gran Danés,
el Labrador, el Golden Retriever, Pastor Alemán y Shar Pei.
También puede observarse laxitud gradual secundaria
a otras lesiones ortopédicas crónicas en los miembros
pélvicos en animales viejos y obesos. Hay una predisposición reconocida en el Doberman, el Collie, el Samoyedo,
el Labrador Retriever y el Fila Brasileño (Figura 5).
b
Artropatía primaria y secundaria
En perros, la osteoartritis es la artropatía más frecuente,
pero en general se observa como una alteración secundaria
a enfermedades congénitas del desarrollo, como la osteocondritis, las deformidades de las extremidades y las
alteraciones articulares del desarrollo. Entre las causas
adquiridas se cuentan los traumatismos, la rotura de los
ligamentos cruzados, la necrosis aséptica, etc.
La osteoartritis se clasifica como una entidad primaria
(o enfermedad idiopática) cuando se desconocen uno o
más factores de su etiopatogenia. En un estudio (8), el
20% de 150 muestras caninas posmortem para anatomía
6 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Con respecto a la articulación del tarso, un estudio de 44
casos de subluxaciones intertarsianas indicó que en 11 de
ellos, los traumatismos fueron la causa y la mayoría estaban
relacionados con una degeneración del ligamento plantar.
Esta alteración se observó en animales obesos y mayores
de 6 años y las razas más predispuestas eran el Pastor de
Shetland, el Collie y el Samoyedo. Las luxaciones tarso metatarsianas suelen estar asociadas a traumatismos
graves. En general, precisan diversos tipos de artrodesis, ya
que la inestabilidad induce rápidamente el comienzo de
una artropatía degenerativa. La hiperextensión del tarso
suele estar asociada con una displasia de cadera en todas las
razas predispuestas (9). La luxación coxo-femoral es una
lesión frecuente y en el 59-83% de los casos está asociada
EPIDEMIOLOGÍA DE LA OSTEOARTRITIS
Figura 4. Luxación traumática del carpo tras una caída desde altura.
Figura 5. Algunos perros de edad avanzada y obesos sufren una
laxitud gradualmente progresiva de los ligamentos del carpo.
con un traumatismo, la mayor parte de las veces por
accidentes de tráfico. Se observa luxación craneodorsal
(Figura 6) en el 78% de los perros y el 73% de los gatos,
mientras que la luxación ventral se observa en el 1,5-3%
de los casos. El porcentaje de re-luxación después de una
reducción cerrada oscila entre el 15% y el 71%, según
diferentes estudios, mientras que hay un porcentaje
de un 10% de reluxación tras la corrección quirúrgica.
Otras razas, como el Borzoi, Greyhound, Whippet y Saluki,
tienen un menor riesgo de padecer esta enfermedad.
La prevalencia estimada por la Fundación Ortopédica
para Animales (OFA) oscila entre el 10% y el 48%, pero
estas cifras pueden infravalorar la prevalencia real, ya que
las radiografías evaluadas por dicha Fundación son enviadas de manera voluntaria para un diagnóstico negativo
(12).
Alteraciones del desarrollo
La dieta desempeña un papel clave en el desarrollo de
artropatías. El hiperparatiroidismo nutricional secundario
es raro en cachorros, pero puede aparecer en animales
alimentados fundamentalmente con carne después del
destete. Pueden observarse fracturas patológicas en razas
toy que muestran carencia de calcio. Indudablemente la
displasia coxo-femoral y la displasia del codo son los
trastornos asociados con más frecuencia al desarrollo de
artropatías degenerativas crónicas. La dieta tiene una
profunda influencia en el comienzo de estas enfermedades, ya que la sobrealimentación de los cachorros en
crecimiento provoca un crecimiento más rápido, lo que
aumenta a la vez la longitud del hueso y el peso corporal (10).
El exceso de peso sobrecarga el esqueleto y contribuye
al desarrollo de enfermedades multifactoriales, como
la osteocondrosis, la displasia de cadera (10) y la displasia
de codo (Figura 7).
La enfermedad afecta a machos y hembras por igual y tiene
una distribución bimodal con respecto a la edad. En un
estudio realizado entre 15.742 perros de diversas razas
(Pastor Alemán, Golden Retriever, Labrador Retriever,
Rottweiler), se demostró que el aumento de peso era una
causa de predisposición significativa para la artritis de
cadera, al igual que el aumento de edad (13).
Trastornos del codo
La articulación húmero-radiocubital constituye una de
las articulaciones más complejas del organismo, ya que está
Figura 6. Luxación coxo-femoral craneodorsal en un perro.
Trastornos de la cadera
La displasia de cadera se caracteriza por una inestabilidad
articular, con cambios bilaterales en la mayoría de los casos.
Es una enfermedad que afecta a todas las razas, pero los
perros grandes y gigantes muestran una mayor prevalencia
(11). Las razas caninas afectadas con más frecuencia por
displasia de cadera son el Pastor Alemán, San Bernardo,
Alaska Malamute, Bulldog, Boxer, Collie, Antiguo Perro
de Pastor Inglés, Golden Retriever, Labrador Retriever y
Rottweiler y las razas muestran diferentes índices de
heredabilidad (Tabla 1 y 2).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 7
Figura 7a y 7b. Displasia de cadera y de codo.
sobre el codo, IEWG, del inglés International Elbow
Working Group) (14).
Enfermedades como la incongruencia articular, la fragmentación del proceso coronoides, la no unión del proceso
ancóneo y la osteocondritis disecante constituyen las causas
más frecuentes de artritis precoz en la articulación húmeroradiocubital (15). En un estudio realizado en 55 cachorros
de Rottweiler se comunicó un 36% de signos clínicos de
displasia de codo durante los 12 primeros meses de vida,
con una incidencia de un 7% a los tres meses y un 16% a los
seis meses, en tanto que un 15% se mantenía estable al año
de edad.
Perros de razas grandes, como el Bernés de Montaña, Rottweiler, Labrador Retriever y Golden Retriever, Pastor
Alemán, Bullmastiff, Collie, San Bernardo, Chow-Chow,
Keeshond, Mastín de Pirineos, Antiguo Pastor Inglés, Airedale Terrier y el Terranova son los afectados con más
frecuencia (16).
a
En estudios realizados con el Pastor Alemán (17), Rottweiler y Bernés de Montaña (18) se ha demostrado que,
como ocurre con otras displasias, la displasia de codo en el
perro es un trastorno hereditario poligénico (Tabla 3).
La sobrealimentación con dietas de alto contenido en calcio
y los episodios traumáticos son factores que desempeñan
un papel predominante en la osificación endocondral y,
por consiguiente, se han incriminado en la patogenia de
la displasia de codo. Los machos se ven afectados un 75%
más que las hembras (19).
Trastornos de la rodilla
b
formada por superficies articulares irregulares de tres
huesos diferentes. El desarrollo anómalo de la epífisis distal
del húmero y del radio y la epífisis proximal del cúbito
durante el crecimiento induce una diversidad de cambios
articulares que afectan gravemente a la congruencia entre
los componentes articulares (Grupo de trabajo internacional
La rodilla es particularmente vulnerable a la osteoartritis
(Figura 8) secundaria a lesiones del ligamento cruzado,
luxaciones de la rótula y deformidades del eje óseo. La
rotura del ligamento cruzado craneal y las lesiones consecutivas del menisco son las más frecuentes en la rodilla.
Rotura del ligamento cruzado craneal (RLCC)
La rotura del ligamento cruzado craneal (RLCC) es la causa
más común de cojera y dolor en los perros. La importancia
de esta lesión se documentó en un estudio realizado en
Tabla 1.
Índice de heredabilidad de la displasia de cadera en tres razas
Displasia de cadera
Pastor Alemán
Labrador Retriever
Rottweiler
8 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Heredabilidad
0,4-0,5
0,34
0,58
n
2404
13382
2764
Autor
Hedhammar
Wood
Maki
Año
1979
2000
2000
EPIDEMIOLOGÍA DE LA OSTEOARTRITIS
369 pacientes que se presentaron con displasia de cadera
o cojera relacionada con la cadera (20); finalmente, el
diagnóstico indicó una rotura parcial o completa del
ligamento cruzado craneal. Se han asociado muchos
factores predisponentes a esta enfermedad, como la edad,
la genética, la obesidad, los mecanismos inmunitarios y la
inclinación de la meseta tibial. Algunos de esos factores
se están estudiando en la actualidad. En un intento por
identificar una posible penetración parcial de genes
recesivos en la raza Terranova, se estudiaron los mapas
genéticos de 90 perros Terranova. Se observó una asociación significativa entre la rotura del ligamento cruzado
craneal (21) y el cromosoma 3. En otros estudios (22) se
demostró una mayor incidencia en el Rottweiler y el
Labrador Retriever y una incidencia menor en el Greyhound, el Basset Hound y Antiguo Pastor Inglés.
Otro factor que podría ser importante es la composición y
la anatomía de las fibras del ligamento cruzado (23). Se
observó que eran significativamente más delgadas en el
Labrador que en el Greyhound.
Estudios epidemiológicos (24) han demostrado que otras
razas predispuestas son el Labrador Retriever (21%), el
Pastor Alemán (13%) y el Golden Retriever (11%). La
prevalencia de RLCC como causa de cojera era del 32%. La
distribución de los miembros indicaba un 29% en los
miembros izquierdos, un 28% en los derechos y un 43% en
los casos bilaterales. Según estos datos, es crucial descartar
una rotura del ligamento cruzado craneal en los pacientes
con cojera de miembro pélvico debida a otras entidades
sospechadas.
Luxaciones de rótula
Las luxaciones rotulianas pueden agruparse en luxación
medial (75%) y luxación lateral (25%), unilateral o bilateral. Afectan principalmente a perros de razas miniaturas
y toy (Chihuahua, Pomerania, Caniche, Pequinés, Yorkshire Terrier y Pug, entre otros), aunque las razas medianas,
grandes (Chow-Chow, Pastor Alemán, etc.) o gigantes
también pueden verse afectadas. Los estudios han demostrado que se trata de una enfermedad poligénica hereditaria (25) y que las hembras se ven afectadas 1,5 veces más
que los machos, en la razas pequeñas. Puede haber signos
Tabla 2.
Incidencia de la artritis de cadera en 206 perros de
diversas razas ingresados en la Dover Veterinary
Clinic, Bogotá, Colombia. 1997-2006
Pastor Alemán
Caniche Mediano
Labrador Retriever
Lhasa Apso
Schnauzer Mediano
Basset Hound
Razas mixtas
Cocker Spaniel Americano
Bulldog
Maltés
Dálmata
San Bernardo
Cairn Terrier
Cocker Spaniel inglés
Caniche Miniatura
Golden Retriever
Keeshond
Braco Alemán
Rottweiler
Fox Terrier de pelo duro
Téckel de pelo corto
Boxer
Antiguo Pastor Inglés
Perro Montaña de los Pirineos
Pinscher Miniatura
Beagle
Pequinés
Gran Danés
Airdale Terrier
Bouvier de Flandes
Collie
Husky Siberiano
Samoyedo
Caniche Gigante
Akita
Carlino o Pug
Shih Tzu
43
12
38
1
5
7
21
13
4
4
2
8
1
5
8
3
1
1
17
1
2
4
9
1
1
1
1
2
1
1
1
7
2
3
2
1
2
Tabla 3.
Índice de heredabilidad de la displasia de codo en dos razas
Displasia de codo
Heredabilidad
n
Autor
Año
Pastor Alemán
0,28
2645
Janutta
2005
Labrador Retriever
0,53
738
Ohlerth
1998
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 9
EPIDEMIOLOGÍA DE LA OSTEOARTRITIS
La luxación lateral en la razas miniatura y toy, se observa
con más frecuencia en animales a de 5 a 8 años de edad.
Se desconoce todavía la causa hereditaria. Las anomalías
esqueléticas son menores.
Figura 8. Osteoartritis secundaria a lesiones del ligamento cruzado.
desde el nacimiento, pero suelen observarse a partir de los
3-4 meses de edad. En las razas grandes, la incidencia con
respecto al sexo podría ser diferente. Por ejemplo, en un
estudio realizado entre 70 perros grandes con luxaciones
de rótula, se observó que 45 eran machos y 25 hembras,
y 35 mostraron luxaciones bilaterales.
La luxación lateral en las razas grandes y gigantes se observa
con más frecuencia en el Gran Danés, San Bernardo, Lebrel
Irlandés. Ciertos elementos, como la displasia coxo-femoral,
que produce coxa valga (que aumenta el ángulo de inclinación del cuello femoral) y aumenta la anteversión del cuello
femoral, están relacionados con la luxación lateral de la
rótula. Estas deformidades generan una rotación interna
del fémur con torsión lateral y deformidad valga del
fémur distal, que son mecanismos que desplazan lateralmente el cuadriceps y la rótula.
BIBLIOGRAFÍA
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gato. En Tratado de medicina interna veterinaria, Stephen J. Ettinger.
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CÓMO TRATAR...
Artritis felina
PUNTOS CLAVE
± La osteoartritis (OA) felina es un problema común,
en especial en los gatos más viejos
± Los codos, rodillas y caderas son las articulaciones
afectadas con más frecuencia
± La osteoartritis no está suficientemente identificada
Sarah Caney, BVSc, PhD, DSAM (Felina), MRCVS
debido a dificultades en el reconocimiento tanto por
los propietarios como por los veterinarios
Feline Advisory Bureau, Taeselbury, Tisbury, Wiltshire, Reino Unido
± Una anamnesis exhaustiva es la herramienta
La Dra. Caney se licenció en 1993 por la Universidad de Bristol, donde
diagnóstica más valiosa para identificar a los gatos
completó la residencia en Medicina Felina y obtuvo su doctorado. Es
afectados
Especialista RCVS en Medicina Felina y trabaja en una clínica privada
± Se dispone de diversas estrategias de control y
donde atiende tanto a casos suyos como remitidos. Sarah está
tratamientos médicos, que pueden ser muy útiles
especialmente interesada en el cuidado de los gatos geriátricos y en
para determinados animales
las enfermedades infecciosas felinas. Co-autora con Andy Sparkes
del libro sobre medicina felina : Self Assessment Colour Review in
Feline Medicine, publicado por Manson, y colabora estrechamente
cartílago articular, la hipertrofia del hueso en los márgenes
con la caridad felina del Reino Unido, Feline Advisory Bureau
articulares y cambios en las membranas sinoviales. La
(www.fabcats.org). La Dra. Caney es también la secretaria de la
osteoartritis tiene que diferenciarse de otras causas de
Sociedad Europea de Medicina Felina.
problemas musculoesqueléticos y locomotores (Tabla 1).
Introducción
Durante muchos años, la osteoartritis (OA) ha sido un campo
de la medicina felina que se ha pasado por alto. Esto se ha
producido probablemente por varias razones: el reconocimiento de esta afección es más difícil, los signos de artritis,
como la marcha rígida, suelen considerarse "normales" en
gatos viejos y las opciones de tratamiento han sido muy
limitadas. Afortunadamente a lo largo de la última década,
se han producido grandes avances en el reconocimiento y
tratamiento del dolor felino, lo que ha provocado un mayor
interés por el tema.
La enfermedad articular degenerativa es el término general
utilizado para describir a las artropatías degenerativas que
afectan a cualquier articulación. La osteoartritis, el tema de
este artículo, es el término utilizado para describir una
enfermedad articular degenerativa que afecta a las articulaciones sinoviales y que se caracteriza por la degeneración del
Entre las causas de la osteoartritis se cuentan:
•Artropatía primaria: es poco frecuente, pero abarca causas
infecciosas e inmunomediadas
•Artropatía secundaria, por ejemplo:
- Problemas congénitos y de desarrollo
- Traumatismos previos que desembocan en inestabilidad
articular
- Lesión crónica de grado bajo “por desgaste natural” de
las articulaciones
Los codos, las rodillas y las caderas (Figuras 1, 2 y 3) son las
articulaciones afectadas con más frecuencia por la osteoartritis, y generalmente es bilateral. Se desconoce la verdadera
prevalencia de la osteoartritis felina: estudios retrospectivos
publicados han puesto de manifiesto cifras muy variables.
Los estudios que se concentran en gatos de más edad,
muestran tasas de prevalencia más elevadas, por ejemplo,
hasta un 90% en gatos mayores de 12 años de edad (1-3).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 11
CÓMO TRATAR...
El reconocimiento clínico de la osteoartritis felina es muy
difícil y los signos y resultados clínicos que presentan son
diferentes de los observados comúnmente en la osteoartritis
canina. Cada vez se pone más de manifiesto que el propietario es la clave para el reconocimiento de los casos probables
de osteoartritis felina y es necesario que el veterinario plantee
las preguntas correctas para identificarla.
Un reto principal en este área de la clínica felina es la necesidad de educar al propietario sobre cómo encontrar signos
clínicos indicadores de osteoartritis. Debería de haber un
mayor conocimiento de las opciones de tratamiento y control
que son asequibles en la actualidad y pueden ayudar a su gato.
Muchos propietarios creen que no tiene sentido decirle al
veterinario que su gato camina con rigidez o es menos capaz
de saltar, ya que interpretan estos cambios como cambios
Tabla 1.
Ejemplos de principales diagnósticos diferenciales
para el dolor musculoesquelético/locomotor
Dolor muscular
• Miopatías inflamatorias (por ejemplo, toxoplasmosis, miositis
inmunomediada)
• Miopatía metabólica (por ejemplo, polimiopatía
hipopotasémica)
• Miopatía degenerativa (por ejemplo, miositis osificante)
Dolor articular
• Osteoartritis
• Artritis infecciosa (por ejemplo, poliartritis bacteriana,
poliartritis micoplásmica, poliartritis felina asociada con
calicivirus, endocarditis)
• Poliartritis inmunomediada (por ejemplo, poliartritis idiopática
erosiva proliferativa, lupus eritematoso sistémico)
• Hemartrosis (por ejemplo, como consecuencia de un
trastorno hemorrágico)
Dolor esquelético
normales relacionados con la edad, y no creen que se
disponga de tratamiento.
Los veterinarios por su parte también deben conocer mejor
los diferentes signos de presentación de estos casos en
comparación con los perros y, por ende, deben plantear
preguntas bien orientadas al propietario durante la
anamnesis (Tabla 2) para identificar los casos que pueden
beneficiarse de una evaluación y tratamiento ulteriores.
Anamnesis
Ésta es probablemente la etapa diagnóstica más importante
en los gatos afectados por osteoartritis. Los gatos afectados
son normalmente de mediana edad o mayores sin predisposición macho/hembra. Sin embargo, hay causas específicas
de osteoartritis en gatos más jóvenes, como los trastornos
congénitos (por ejemplo, la displasia de cadera, más común
en ciertas razas como Maine Coon) y después de traumatismos en huesos, articulaciones y tendones. Como ocurre
con los perros, la obesidad aumenta la sobrecarga en las
articulaciones y puede ser un factor que contribuya a los
problemas de movilidad y progresión de la osteoartritis.
Los gatos son notoriamente buenos enmascarando los
signos de la enfermedad y no mostrando signos clínicos: los
individuos afectados ajustan su estilo de vida volviéndose
menos activos o cambiando el lugar de dormir (por ejemplo,
dejan de dormir en lugares a los que para acceder necesitan
saltar). También se pueden observar cambios en sus
costumbres de deposición en el interior, como dejar de
utilizar la caja de arena o la puerta para gatos o defecar al
lado, en vez de dentro, de la caja de arena. Muchos de estos
cambios de "estilo de vida" que acompañan a la osteoartritis
suelen considerarse "normales" en los gatos mayores y
es improbable que los propietarios conozcan su posible
• Trastornos nutricionales (por ejemplo, hiperparatiroidismo
nutricional secundario con osteopenia y posibles fracturas
patológicas secundarias, raquitismo por carencia de vitamina D,
hipervitaminosis A)
• Anomalías del desarrollo (por ejemplo, osteogénesis
imperfecta con fracturas patológicas secundarias)
Dolor espinal
• Neoplasia (por ejemplo, afectación de la médula espinal o
estructuras adyacentes)
• Lesiones traumáticas
• Estados infecciosos (por ejemplo, peritonitis felina infecciosa,
toxoplasmosis, discoespondilitis bacteriana)
(©S. Caney)
Otras causas de dolor que afectan a la movilidad general
• Pancreatitis necrotizante aguda
Figura 1. Osteoartritis que afecta al codo de un gato de 11 años.
12 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
(©S. Caney)
(©A. Sparkes)
ARTRITIS FELINA
Figura 2. Osteoartritis que afecta a la rodilla de un gato de 12 años.
Son evidentes el hueso periarticular e intraarticular, pero no hay
derrame articular.
Figura 3. Osteoartritis que afecta a la articulación de la cadera de un
gato Burmés de un año de edad con displasia congénita de cadera.
importancia. Además, muchos propietarios creen que
es normal que los gatos mayores hagan menos ejercicio
o estén más inactivos. Incluso reconociendo signos de
osteoartritis, como la rigidez, a menudo se interpretan
como cambios "normales" relacionados con la edad que
no son necesariamente un indicador de que su gato tenga
dolor y precise tratamiento veterinario. Entre los cambios
de comportamiento que pueden observarse, también se
cuentan la vocalización, volverse más retraídos o aislados
o más agresivos con las personas y otros animales.
tensión sistémica, auscultación cardiaca (por ejemplo, soplos
cardíacos en gatos hipertiroideos e hipertensos) y palpación
abdominal meticulosa en busca de masas intestinales. Los
gatos afectados de osteoartritis (Figura 4) pueden mostrar
una menor actividad de acicalamiento, manifestada por un
pelaje casposo y sin brillo, un sobrecrecimiento de las uñas
como consecuencia de practicar menos ejercicio y arañar
menos y su dolor puede volverles más resentidos al movimiento y a la manipulación general.
Exploración clínica
En los gatos está indicada una exploración ortopédica y
general exhaustiva. En los mayores de ocho años, debe
incluir la palpación tiroidea, la determinación de la presión
arterial (lo ideal sería utilizando una máquina Doppler), un
examen ocular detallado en busca de pruebas de hiper-
La exploración ortopédica es notablemente difícil en los gatos
y un ambiente de consulta cargado y estresante contribuye
a ello. Muchos gatos "se congelarán" en la sala de consulta o
sólo andarán con una marcha baja, agazapada a la siguiente
esquina. Siempre que sea posible, debe examinarse la
marcha del gato cuando no esté sometido a una tensión antes
de empezar la exploración física. Permitir que el gato se relaje
y aclimate a la sala de consulta es útil, siempre que sea
posible. Como alternativa, cierta observación encubierta
del gato (por ejemplo, a través de una ventana o puerta de la
consulta) puede ser útil. Hay que incitar al gato a saltar a, o
desde, las sillas, etc. para permitir la evaluación de estas
Figura 4.
Un gato de edad
avanzada con
osteoartritis
severa del codo
que muestra la
abducción de las
articulaciones
del codo cuando
camina.
(©S. Caney)
En la Tabla 2 se enumeran las preguntas que deben
plantearse para identificar anomalías de la marcha, lesiones
previas y cambios de comportamiento o estilo de vida que
podrían ser compatibles con la posibilidad de un problema de
movilidad doloroso. Cabe esperar que estas preguntas se irán
ampliando y refinando en los próximos años. Las preguntas
deben plantearse con cuidado para establecer si ciertas
actividades pueden realizarse algo o nada y si su realización
implica dificultad o renuencia. Además, la historia clínica es
esencial para identificar otros indicadores de enfermedad
sistémica que pueden afectar a las posibilidades de tratamiento, ser responsables de algunos de los signos clínicos
(por ejemplo, la vocalización es común en el hipertiroidismo)
y necesitar tratamiento específico. Ejemplos comunes en los
gatos más mayores serían la enfermedad renal, el hipertiroidismo, la diabetes mellitus, la hipertensión sistémica y la
neoplasia gastrointestinal.
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 13
CÓMO TRATAR...
Tabla 2.
Preguntas que pueden ayudar a identificar problemas
locomotores como la osteoartritis en gatos
¿Se ha producido algún cambio en las habilidades o estado
de ánimo del gato para:
• Subir y bajar escaleras
• Utilizar la gatera
• Saltar a, o de, la cama, el sofá, su regazo, superficies de
trabajo, etc.
• Saltar o trepar a su cama favorita
• Jugar
• Trepar a árboles/vallas, etc..
• Utilizar postes para arañar (u otros sustratos)?
La manipulación de las articulaciones es más difícil de
interpretar en los gatos, que a menudo muestran signos
menos obvios de dolor o malestar, pero pueden resentirse en
general más durante el proceso de exploración. La evaluación
de las variables fisiológicas, como la frecuencia cardiaca y la
respiratoria, no constituyen un indicador fiable de dolor en
los gatos. En los casos de osteoartritis felina es infrecuente
que se comuniquen hinchazón articular, reducción de la
amplitud del movimiento y crepitación. Puede ponerse de
manifiesto un engrosamiento articular (aunque tiende a ser
menos marcado en los perros) y los codos son los afectados con más frecuencia.
¿Ha notado algo de lo siguiente?
• Una marcha rígida o poco natural (forzada) (es decir,
movimientos menos fluidos, menos "felinos")
• Cojera
• Vocalización o bufidos cuando se mueven o se le golpean las
articulaciones
¿Ha detectado alguno de los siguientes cambios en el
comportamiento de su gato?
• Gruñón o menos feliz con las personas y otros animales de la casa
• Más retraído, interaccionando menos con los demás de la casa
• Menos activo
• Durmiendo en localizaciones diferentes, por ejemplo, en el suelo
• Ya no sube al piso de arriba
• Orina o defeca en lugares anómalos, por ejemplo, al lado de
su bandeja de arena, u otras zonas del interior de la casa
• Ronronea menos
• Reducción del apetito
• Cambios en el estado de su pelaje (por ejemplo, mate o
casposo) o en su comportamiento de acicalamiento,
por ejemplo, se acicala menos en general descuidando ciertas
zonas (dolor sobre las articulaciones o dolor al girarse para
limpiarse ciertas zonas), acicalarse en exceso y ciertas zonas
(por ejemplo, debido al dolor sobre una articulación)
Otras preguntas diversas
• ¿Ha habido un cambio de peso?
• ¿Ha tenido el gato alguna lesión musculoesquelética en el
pasado (que conozca el propietario)?
• ¿Algún conocimiento relativo a parientes afectados?
(por ejemplo, la displasia de cadera es más común en ciertas
razas como Maine Coon y posiblemente Siamés, Burmés,
Tonquinés, Oriental y Balinés).
actividades. También puede ser útil que el propietario
proporcione un vídeo de prueba si el gato se muestra reacio a
andar mientras está en la consulta. Por desgracia, todos estos
métodos subjetivos de análisis de la marcha son métodos de
evaluación poco delicados y poco fiables. En algunos centros
especializados se dispone en la actualidad de sistemas de
captura tridimensional del movimiento y plataformas de
fuerza que permiten la evaluación objetiva del movimiento
(puede que en el futuro sea más fácil que los facultativos
dispongan de estos medios).
14 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Al contrario que en los perros con osteoartritis, la cojera y la
reducción de la amplitud del movimiento en la manipulación
articular no son rasgos comunes, debido a la estructura más
ligera de los gatos y a su capacidad para compensar las
articulaciones dolorosas. La reducción de la capacidad de
salto y la reducción de la altura del salto son rasgos comunes.
Por ejemplo, se observaron en alrededor del 70% de los gatos
en un estudio (4). La ausencia de cojera como característica
común ha hecho que, especialmente en el pasado, algunos
veterinarios no hayan atribuido significación clínica a los
cambios radiológicos.
Diagnóstico
Si bien los resultados clínicos y de la anamnesis pueden dar
muchas pistas de que el gato sufre una osteoartritis, en
general se necesita una radiografía para confirmarlo. Para los
propietarios de gatos mayores, esto puede representar un
impedimento para el diagnóstico debido a la reticencia a
sedar o a anestesiar a su gato. En esos casos, debe utilizarse
el juicio clínico para decidir si es esencial o no realizar una
radiografía.
Las radiografías de las articulaciones dolorosas pueden
tomarse bajo sedación (por ejemplo, tras la administración de
una combinación de 5-8 mg/kg de ketamina intramuscular y
0,25 mg/kg de midazolam). Si la anomalía de la marcha no
es localizable, están indicadas dos proyecciones de los codos
y las rodillas y una radiografía pélvica ventrodorsal como
punto de partida, ya que estas articulaciones son las afectadas
con más frecuencia. Se recomienda fluidoterapia intravenosa
mientras el gato está sedado o anestesiado, en particular si se
trata con un animal mayor. En estos animales deben evitarse
también la acepromazina, otros hipotensores y los antiinflamatorios no esteroideos debido a la posibilidad de efectos
secundarios en el riñón.
Los hallazgos radiológicos en animales con osteoartritis
incluyen:
ARTRITIS FELINA
•Hueso nuevo periarticular e intraarticular (osteofitos,
entesofitos)
•Estrechamiento de los espacios articulares
•Esclerosis del hueso subcondral
•Remodelación ósea
•Engrosamiento/hinchazón del tejido blando alrededor
de la articulación o afectación de la cápsula articular
•Derrame articular
Cualquiera de estos cambios radiográficos debe interpretarse
como potencialmente significativo desde el punto de vista
clínico. Es importante recordar que las radiografías pueden
no detectar una osteoartritis, ya que son mucho más capaces
de mostrar cambios óseos que de identificar lesiones en el
cartílago o sinoviales. Los cambios radiográficos pueden ser
sutiles incluso en animales con una osteoartritis notable. Por
consiguiente, la radiografía debe considerarse como una
ayuda para el diagnóstico de la osteoartritis en los gatos.
En los gatos con osteoartritis rara vez se indica la recogida de
líquido sinovial o la evaluación citológica y bacteriológica.
Entre las indicaciones para recoger y analizar líquido
articular se cuentan:
•La afectación de múltiples articulaciones
•Si el animal es joven o de edad media y no es evidente una
causa traumática o de desarrollo obvia (por ejemplo,
displasia de cadera, rotura de ligamentos cruzados)
•La existencia de derrames
La poliartritis inmunomediada se diagnostica con más
frecuencia en los gatos de mediana edad, en contraste con la
osteoartritis, que es más común en los gatos más mayores.
Los análisis de orina y de sangre en ayunas están indicados
para buscar problemas concomitantes, poniendo el énfasis
inicial en la hematología básica, la bioquímica sérica, la
tiroxina total y el análisis de orina para evaluar trastornos
comunes como enfermedad renal, hipertiroidismo y diabetes
mellitus.
Tratamiento
El tratamiento de la osteoartritis felina va dirigido a mejorar
la calidad de vida mediante la aplicación de medidas
sintomáticas y de apoyo que, idealmente, contribuyen a
aumentar la movilidad y la actividad, a reducir el dolor,
proporcionan ayuda para cualquier discapacidad, reducen
la posibilidad de una lesión articular ulterior y mejoran la
calidad de vida en general. El tratamiento del que se dispone
pertenece a las siguientes categorías: tratamiento quirúrgico,
estrategias ambientales y de manejo, tratamiento analgésico,
complementos articulares, tratamiento dietético, fisioterapia y control del peso.
Tratamiento quirúrgico: En ciertos casos, el tratamiento
quirúrgico será una opción apropiada que debe considerarse.
Algunos ejemplos pueden ser la rotura del ligamento cruzado
craneal (en especial, en gatos grandes), la inestabilidad
articular (donde puede estar indicada una artrodesis) y
la displasia severa de cadera (donde puede estar indicada
una artroplastia con escisión). La intervención quirúrgica
está indicada generalmente como un procedimiento de
salvamento en estos casos y suele reservarse para las etapas
más tardías de la enfermedad cuando el tratamiento médico
u otras opciones no hayan conseguido proporcionar un alivio
suficiente del dolor o una funcionalidad adecuada.
Estrategias ambientales y de manejo: Las recomendaciones
para estas estrategias variarán en función de la naturaleza y
la extensión de los problemas comunicados por el propietario.
Por ejemplo, las estrategias que deben considerarse son:
1. Gatos con problemas de defecación por la casa como
consecuencia de la osteoartritis: provisión de bandejas de
arena con laterales bajos (de fácil acceso) en todas las zonas
de la casa que el gato utilice (intentando evitar escaleras).
Considerar el sustrato de arena, por ejemplo, que no sea
demasiado profundo y dificulte el movimiento del gato.
2. Provisión de alimento, y especialmente de agua, en todos
los niveles de la casa y donde el gato pase su tiempo para
asegurar que no tenga que desplazarse demasiado.
3. Uso de rampas y escaleras o "andamios" para permitir el
acceso a las zonas elevadas (por ejemplo, sofá, cama, sillas)
en las que el gato podría querer dormir. La mayor parte de
los gatos se sienten más seguros en niveles elevados, de
modo que esto es especialmente importante para los gatos
que viven en lugares compartidos por más gatos, animales
o niños.
4. El uso de camas acolchadas para proteger las articulaciones.
5. Las camas térmicas, en especial las que se colocan de
manera permanente, pueden ser las preferidas.
6. Los propietarios pueden cepillar a los gatos a los que les
resulta difícil limpiarse el pelaje.
Tratamiento analgésico
El alivio del dolor es un tratamiento eficaz para los gatos con
osteoartritis. Durante muchos años, ha sido muy difícil
conseguir analgesia prolongada en los gatos, en parte debido
a la falta de agentes terapéuticos adecuados y en parte debido
a las diferencias en el metabolismo farmacológico felino. No
siempre ha sido posible en los gatos un tratamiento seguro
con los analgésicos comunes para los perros, como los
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 15
CÓMO TRATAR...
Como mínimo, deben verificarse en ayunas la urea, creatinina, fosfato y electrólitos sanguíneos además de la densidad
urinaria. La azotemia junto con una densidad urinaria
inferior a 1,035 es compatible con insuficiencia renal y
justifica la elección de un tratamiento analgésico alternativo
o una reducción de la posología de los AINES y un estrecho
control. No deben utilizarse AINES en animales deshidratados, animales con mala función circulatoria (por ejemplo,
enfermedad cardiaca), animales que reciban glucocorticoides, IECA, diuréticos u otros antiinflamatorios no esteroideos, animales con trombocitopenia preexistente, enfermedad
gastrointestinal o hepática.
Entre las vías o preparaciones de tratamiento analgésico no
oficiales para uso veterinario se cuentan los opiáceos, como
20µg /kg de buprenorfina (que puede administrarse 2-4
veces al día por vía sublingual). La buprenorfina es generalmente aceptada como un analgésico muy eficaz, pero algunos
gatos pueden presentar efectos secundarios no deseados,
como cambios de comportamiento (euforia), pupilas
dilatadas e inapetencia. Algunos veterinarios han utilizado
parches de fentanilo transdérmico en gatos con osteoartritis
(Figura 5), pero pueden ser muy caros a largo plazo, se trata
de un tratamiento no autorizado por cuestiones de seguridad
y salud para el ser humano, y la analgesia proporcionada
puede ser inconstante.
El tramadol es un agonista sintético de los receptores
opiáceos µ que también inhibe la recaptación de serotonina y
de noradrenalina. Sólo se han comunicado informes anecdóticos de su uso, pero han sido alentadores (5). Se ha propuesto
una dosis de 2-4 mg/kg dos veces al día. Entre los efectos
secundarios documentados se cuentan los vómitos y la
sedación, aunque suelen ser transitorios.
16 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
En los gatos con enfermedad grave, se justifica un enfoque
multimodal, por ejemplo una combinación de opioides con
AINES. Otros agentes que se han utilizado, pero de los que
existe sólo respaldo anecdótico, son los antidepresivos
tricíclicos (por ejemplo, la amitriptilina), los antagonistas del
N-metil-M-aspartato (NMDA) (por ejemplo, la amantadina)
y los anticonvulsivos (por ejemplo, la gabapentina). Los
veterinarios que utilicen estos fármacos y combinaciones no
autorizados deben conocer los datos de seguridad limitada y,
por tanto, la posibilidad de efectos secundarios.
No se recomiendan los glucocorticoides para el tratamiento
de la osteoartritis felina, ya que, si bien son potentes
antiinflamatorios, también pueden provocar daño en el
cartílago al reducir la síntesis de colágeno y otras sustancias
de la matriz. Los glucocorticoides también provocan riesgo
de efectos secundarios sistémicos y exacerbación de las
enfermedades concomitantes, como enfermedad renal y
diabetes mellitus.
Suplementos articulares
condroprotectores
Durante muchos años se ha defendido el uso de suplementos
de condroitina y glucosamina para el tratamiento de osteoartritis en humanos y en perros, de modo que es natural que
este tratamiento se haya extendido ahora para incluir a los
gatos. La justificación para el uso de esos agentes es que
contribuyen a ralentizar la degradación del cartílago y que
promueven la provisión de precursores necesarios para la
reparación del cartílago. La condroitina es un glucosaminoglicano del cartílago articular, mientras que la glucosamina
es un precursor para la producción de glucosaminoglicano y
se utiliza también para la producción de ácido hialurónico
por las células sinoviales.
Ninguna de las preparaciones inyectables de condroprotectores (por ejemplo, glucosaminoglicano polisulfatado,
polisulfato de pentosán, ácido hialurónico) están autorizados
para su uso en gatos y no hay datos publicados que respalden
dicho uso. Se dispone de una amplia variedad de suplementos diferentes de administración oral como nutracéuticos
Figura 5.
Algunos facultativos
han utilizado parches
de fentanilo, un
analgésico opiáceo
no autorizado, para
tratar el dolor
asociado con la
osteoartritis.
(©S. Caney)
antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Se han autorizado
diversos antiinflamatorios no esteroideos para el tratamiento
a corto plazo del dolor en gatos. En los últimos meses, se ha
concedido la autorización para uso veterinario en Europa
del meloxicam para "el alivio de la inflamación y el dolor
en los trastornos musculoesqueléticos crónicos" en gatos
(Metacam® 0,5 mg/ml, Boehringer Ingelheim). La pauta
autorizada consiste en una dosis de comienzo de 0,1 mg/kg
el primer día y 0,05 mg/kg/día a continuación. No se ha
establecido límite para la duración del tratamiento. En los
gatos que reciban este tratamiento deberá utilizarse la dosis
efectiva menor. Todos los antiinflamatorios no esteroideos
acarrean un riesgo potencial de efectos gastrointestinales
secundarios (anorexia, vómitos, diarrea) y nefrotoxicidad.
Por consiguiente hay que advertir a los propietarios de ello y
está indicada la evaluación de las variables renales antes
del tratamiento.
ARTRITIS FELINA
contribuido a mejorar los signos clínicos de la osteoartritis en
los perros afectados. El papel de la nutrición se trata con más
detalle en otro artículo de esta edición, en la página 43.
(©S. Caney)
Fisioterapia
Figura 6. Pesar regularmente al gato y controlar la obesidad son
importantes en la osteoartritis felina.
(es decir, que no necesitan autorización para el tratamiento
de animales) y están resultando populares entre los facultativos pese a la falta de datos objetivos publicados que
respalden su eficacia en el gato. Teniendo en cuenta el conocimiento procedente de otras especies, está indicado un
suplemento que contenga condroitina y glucosamina, ya que se
considera que estos agentes son sinérgicos en combinación.
A los gatos suele ser más difícil administrarles los suplementos y son más suspicaces ante la presencia de agentes
mezclados con su alimento, lo que complica su administración constante.
Tratamiento dietético
En los últimos años se ha prestado más atención al tratamiento dietético para los casos de osteoartritis canina y, en la
actualidad, existen dietas felinas que están indicadas para
el tratamiento de gatos con trastornos de movilidad. Estas
dietas están modificadas para contener ácidos grasos como el
ácido alfa linoleico y el ácido docosahexenoico de los que
se ha demostrado que poseen efectos antiinflamatorios y
antidegradación del cartílago in vitro. Estas dietas contienen
también antioxidantes como las vitaminas C y E, agentes
que potencian la síntesis del cartílago, como la metionina
y los glucosaminoglicanos, la glucosamina natural y el sulfato
de condroitina, así como la L-carnitina y la lisina para
contribuir al control de la obesidad y fomentar el desarrollo
muscular. En este momento no hay datos in vivo publicados
que respalden la eficacia de estas dietas similares que han
Las técnicas de fisioterapia (por ejemplo, masajes, manipulación pasiva de la articulación, ejercicios de estiramiento)
pueden ser una opción de cierto valor en los gatos que se
muestran reacios a practicar ejercicio y que permitirán que
sus propietarios se las apliquen. Algunos gatos aceptarán
también y se beneficiarán de terapia de natación que tiene la
ventaja de proporcionar actividad muscular y articular sin
soportar peso (6). En general, es difícil conseguir en los gatos
la práctica de ejercicio controlado, recomendado en perros
con osteoartritis.
Las técnicas de acupuntura pueden contribuir a reducir el
dolor asociado con los espasmos musculares induciendo la
liberación de neurotransmisores que reducen el procesamiento de las señales dolorosas e inducen la liberación
central de endorfinas.
Control del peso
El control de la obesidad (Figura 6) debe introducirse cuando
sea necesario, pero está indicado con menos frecuencia en los
gatos con osteoartritis que en sus equivalentes caninos.
Control del paciente
Se recomienda la reverificación de la bioquímica sérica y el
hematocrito una semana después de iniciar el tratamiento en
los animales que reciban AINES y, a continuación, cada 6
semanas (5). Además, a partir de la historia y la exploración
física, debe establecerse la eficacia terapéutica así como la
evidencia de efectos adversos clínicos y subclínicos.
Otros animales deberían reevaluarse 2-4 semanas después de
realizar cambios terapéuticos o de control de la enfermedad.
El pronóstico con el tratamiento es muy variable dependiendo de la intensidad de la enfermedad y de las enfermedades concomitantes asociadas.
BIBLIOGRAFÍA
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Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 17
Tratamientos médicos
actuales para la osteoartritis
canina y felina
suele basar en la experiencia clínica, la respuesta del paciente
y consideraciones del cliente como pueden ser el coste y
la disposición a medicar. Aunque hay muchos estudios
publicados sobre los diferentes tratamientos para la OA, la
diferente metodología y los resultados no uniformes dificultan
la comparación directa entre las diferentes terapias.
Antiinflamatorios no esteroideos
Harry Scott, BVSc, Cert SAD, CBiol, MIBiol,
DSAS(Orth), FRCVS
South Coast Veterinary Specialists, Hampshire, Reino Unido
Harry Scott se licenció en veterinaria por la Universidad de
Liverpool. Posteriormente trabajó en la clínica de Pequeños
Animales donde desarrolló un profundo interés por la Cirugía
Ortopédica y Espinal, obteniendo un Certificado en Ortopedia
de Pequeños Animales y una beca de investigación mediante
examen en Canine Spinal Surgery. Obtuvo el diploma en
Cirugía (Ortopedia) de Pequeños Animales en 1999 y es un
Especialista reconocido RCVS en Ortopedia de Pequeños
Animales. Harry Scott trabaja en la clínica privada de
referencia, en Hampshire. Recientemente ha publicado
como coautor un libro titulado "Ortopedia felina".
Introducción
El tratamiento satisfactorio de la osteoartritis (OA) (Figura
1 y 2) requiere un enfoque multimodal que, en general,
incluye la administración de uno o más de los siguientes
fármacos: antiinflamatorios no esteroideos (AINES), analgésicos, glucocorticoides y modificadores de la osteoartritis
(DMOADS). El hecho de que los clientes y los veterinarios
sean cada vez más conscientes de la existencia de OA
en perros y gatos, y la mayor disponibilidad y opciones de
tratamientos médicos, hace que estos fármacos se sitúen
entre los más prescritos en medicina veterinaria.
Se dispone de numerosas opciones de tratamiento para el
control de la OA en perros. La elección del tratamiento se
18 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Los AINES son los más utilizados en el tratamiento de la
OA en perros y gatos. Muchos de estos fármacos se utilizan
también para control agudo del dolor, por ejemplo perioperatoriamente, pero una descripción de su uso en este
contexto se escapa del alcance de este artículo. En la actualidad, la prueba más sólida de que se dispone sobre la eficacia
del tratamiento médico de la OA se limita a esta clase de
fármacos. Este debate se limitará a los fármacos autorizados
actualmente para su uso en el Reino Unido, aunque muchos
de los agentes están disponibles en el ámbito mundial, pero
con diferentes nombres comerciales (Tabla 1).
La biología de las ciclooxigenasas
Los AINES producen efectos terapéuticos y tóxicos fundamentalmente por inhibición de una enzima clave en la ruta
del ácido araquidónico (AA) (1, 2). Cuando se lesionan
las membranas celulares, se libera ácido araquidónico al
citoplasma, donde actúa como sustrato para una serie de
enzimas, entre ellas las ciclooxigenasas y las lipooxigenasas
Porción medial
del cóndilo
humeral
Cabeza radial
Cúbito
Figura 1. Proyección artroscópica
de la articulación de un perro
con displasia de codo que
muestra enfermedad grave del
compartimiento medial con
pérdida del grosor completo del
cartílago articular y exposición
del hueso subcondral.
Porción lateral
del cóndilo
humeral
La porción visible del cúbito y la porción medial del cóndilo están desprovistos
de cartílago. En la porción medial del cóndilo pueden observarse surcos lineales.
TRATAMIENTOS MÉDICOS ACTUALES PARA LA OSTEOARTRITIS CANINA Y FELINA
(Figura 3) . Las ciclooxigenasas son responsables de la producción de compuestos conocidos como prostaglandinas. Los
AINES bloquean la producción de prostaglandinas mediante
inhibición de la acción de la ciclooxigenasa. Las prostaglandinas procedentes del ácido araquidónico son consecuencia
de la acción de al menos dos isoformas distintas de esta
enzima: ciclooxigenasa 1 (COX-1) y ciclooxigenasa 2 (COX-2).
Las prostaglandinas relacionadas con la ciclooxigenasa 1
(prostaglandinas constitutivas) están presentes en muchos
tejidos y participan en procesos fisiológicos homeostáticos
(mantenimiento del flujo sanguíneo renal, protección de la
mucosa gastrointestinal, etc..). Las prostaglandinas relacionadas con la ciclooxigenasa 2 (prostaglandinas inducibles)
están presentes en los tejidos en bajas concentraciones en
condiciones normales. Se producen en respuesta a estímulos
lesivos y son responsables del comienzo y la perpetuación de
muchos aspectos del proceso inflamatorio. Se han desarrollado AINES que inhiben preferentemente la COX-2 en un
intento por incrementar su acción antiinflamatoria reduciendo a la vez sus efectos indeseables sobre los mecanismos
homeostáticos (3). Debido a que el mantenimiento de la
integridad gastrointestinal depende en gran medida
de la COX-1, se deduce que es probable que AINES
selectivos para la COX-2 provoquen menos complicaciones
intestinales.
Figura 2. Radiografía ventrodorsal de un perro con osteoartritis severa de
la articulación de la cadera derecha secundaria a una displasia de cadera.
La especificidad de un AINE concreto para una isoforma
dada de ciclooxigenasa se conoce como ratio. Un fármaco
que inhiba preferentemente la COX-2 tendrá un ratio
Tabla 1.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINES) utilizados para el tratamiento de la osteoartritis canina
Selectividad COX/LOX
Fármaco
COX-2 selectivo
Carprofeno
(Rimadyl, Norocarp)
COX-2 selectivo
Meloxicam
(Metacam, Flexicam)
Firocoxib
(Previcox)
COX-2 selectivo
Dosis
4 mg/kg i.v., s.c.
2 mg/kg vía oral c/12 h.
Formas disponibles
Inyectable, 50 mg/ml
Comprimido 20 mg,
50 mg, 100 mg
Comprimido palatable
20 mg, 50 mg, 100 mg
0,2 mg/kg vía oral c/24 h. Inyectable, 5 mg/ml
durante un día, seguido de
Líquido,1,5 mg/ml
0,1 mg/kg vía oral c/24 h. Comprimido masticable
1,0 mg, 2,5 mg
5 mg/kg vía oral c/24 h. Comprimido masticable
57 mg, 227 mg
COX-1 & COX-2 selectivo 10 mg/kg vía oral c/ 24 h.
5-LOX selectivo
0,25 mg/kg vía oral c/24 h.
Ketoprofeno (Ketofen) COX no selectivo
hasta 30 días
4
mg/kg
vía oral c/ 24 h.
COX
no
selectivo
Ácido tolfenámico
durante
3
días y repetir a
(Tolfedina)
los 7 días
Tepoxalin (Zubrin)
Efectos adversos
Vómitos y diarrea
Toxicosis hepatocelular
idiosincrásica
Vómitos y diarrea
Vómitos y diarreas. Margen
de seguridad estrecho
en perros menores de 7
meses de edad. Seguridad
no probada en la actualidad
después de 90 días
Comprimido masticable Vómitos y diarrea
50 mg, 100 mg, 200 mg (10% de los perros)
Comprimido 5 mg, Vómitos y diarrea
20 mg
Comprimido 6 mg, Vómitos y diarrea
20 mg, 60 mg
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 19
Figura 3. Papel de las ciclooxigenasas y las lipooxigenasas en la
producción de mediadores inflamatorios a partir del ácido araquidónico.
Lesión de la membrana celular
COX-1: prostaglandinas constitutivas
COX-2: prostaglandinas inducibles
COX-1/COX-2: solapamiento de las
prostaglandinas constitutivas e inducibles
5-LOX: leucotrienos
COX-1
COX-2
Ácido araquidónico
5-LOX
Aunque los datos son incompletos, los más recientes AINES
selectivos de la COX-2 y los inhibidores duales COX/5-LOX
parecen representar una mejoría significativa en cuanto a la
seguridad y la eficacia con respecto a los AINES no selectivos
de la ciclooxigenasa. Sin embargo, el valor último de cualquier
antiinflamatorio no esteroideo no puede basarse en su selectividad con respecto a la ciclooxigenasa o en su acción como
inhibidor dual: sólo puede demostrarse mediante estudios
de campo clínicos in vivo específicos de especie, que faltan
en la actualidad para muchos de los productos disponibles.
Evidencias para el uso de los AINES
COX-2: COX-1 < 1 y tendrá un efecto ahorrador sobre
las prostaglandinas constitutivas reduciendo a la vez
selectivamente la producción de prostaglandinas inducibles.
La comparación directa de los fármacos utilizando este ratio
es complicada, por ejemplo, el ratio a veces se invierte (COX-1:
COX-2), en cuyo caso la selectividad de la COX-2 se indica
mediante un valor > 1. Además, falta una normalización de
los métodos utilizados para determinar la selectividad, de
modo que la comparación directa de los resultados obtenidos
en los estudios diferentes puede ser errónea.
Para complicar aún más las cosas, se ha puesto recientemente
en duda la validez de la suposición de que los AINES
selectivos de la COX-2 son más seguros al descubrirse que la
COX-2 tiene una acción constitutiva en algunos tejidos, como
el cerebro y el riñón, donde desempeña un papel fundamental en las funciones de estos órganos. Cada vez resulta
más evidente que la idea de que los AINES actúan periféricamente a través de la acción o bien de la ciclooxigenasa 1
constitutiva o bien de la ciclooxigenasa 2 inducible es una
simplificación excesiva manifiesta.
La biología de la lipooxigenasa e inhibidores
duales
La vía metabólica alternativa del ácido araquidónico es su
conversión en leucotrienos mediante la enzima 5-lipooxigenasa (5-LOX). Los leucotrienos son potentes mediadores
de la inflamación y lo que preocupa es la posibilidad de que,
cuando se utilicen los AINES tradicionales, el ácido araquidónico que no se metabolice a prostaglandinas sea derivado a
su ruta metabólica alternativa. Se están desarrollando AINES
que son inhibidores duales ciclooxigenasa/5-lipooxigenasa,
como el tepoxalin, con la esperanza de que una inhibición
equilibrada promueva una mayor eficacia con un número
menor de efectos colaterales que los AINES convencionales.
20 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
En un reciente estudio en el que se utilizó un sistema de
puntuación basada en la evidencia, se evaluó la consistencia
de los datos publicados que respaldan el uso de los tratamientos más comunes para la OA en perros (4). En este
estudio se concluyó que hay un nivel elevado y medio de
comodidad con las afirmaciones sostenidas con respecto a la
eficacia clínica de meloxicam y carprofeno, respectivamente,
para el tratamiento de la OA. No se dispone de pruebas
procedentes de estudios publicados para otros AINES. Desde
que se realizó esa revisión de la bibliografía, se han publicado
otros estudios clínicos. En un estudio se analizaba la administración a largo plazo de carprofeno a 805 perros (5). El
porcentaje de casos eliminados por efectos gastrointestinales
secundarios fue bajo, aunque se retiraron 2 perros por sospecha de toxicosis hepática. También se han publicado
recientemente estudios clínicos de uno de los AINES coxib
más recientes. En dos estudios se comparaba la seguridad y la
eficacia de firocoxib con otros AINES, uno de los cuales era el
carprofeno (6, 7). Se observó que la eficacia y la seguridad
clínica del firocoxib era igual o superior a las de otros
fármacos. En un ensayo multicéntrico reciente en el que
participaron 1000 perros a los que se les administró firocoxib
para el tratamiento de la OA, el fármaco fue bien tolerado y
eficaz cuando se utilizó en condiciones de campo durante un
periodo de 40 días. El porcentaje de casos eliminados por
efectos gastrointestinales secundarios en este estudio fue
bajo y no se comunicaron efectos adversos graves (8).
Efectos adversos
Todos los AINES tienen el potencial de causar efectos
adversos, con mucha más frecuencia trastornos gastrointestinales, renales, hepáticos y de la coagulación. Probablemente
haya más información publicada sobre los efectos adversos
del carprofeno que de cualquier otro AINE, pero esto
simplemente refleja el hecho de que este fármaco ha tenido
un período más prolongado de uso clínico que otros medicamentos (9, 10). Hay que informar a los clientes de los posibles
efectos adversos de los AINES y aconsejar su interrupción si
aparece cualquier signo de toxicidad potencial. El riesgo de
TRATAMIENTOS MÉDICOS ACTUALES PARA LA OSTEOARTRITIS CANINA Y FELINA
efectos adversos puede reducirse mediante un proceso de
detección selectiva para identificar a los pacientes con riesgo
elevado de toxicidad y asegurándose de que no se están
utilizando simultáneamente otros AINES o fármacos contraindicados, como los glucocorticoides. Si aparecen efectos
adversos, se aconseja cambiar a un antiinflamatorio no
esteroideo alternativo. Algunos perros parecen no poder
tolerar ningún AINE y, si se observa toxicidad con dos
fármacos diferentes, debe optarse por un tratamiento
alternativo. Cuando se pasa de un AINE a otro (si no se han
observado efectos adversos) se aconseja un periodo de
lavado de 5-7 días para reducir al mínimo las posibilidades
de interacción medicamentosa no deseables.
Hay que controlar regularmente a los pacientes medicados
con AINES para la OA con objeto de asegurarse de que no
aparece toxicidad. Cuando se utilicen a largo plazo, la dosis
de tratamiento debe reducirse a la cantidad mínima efectiva
mediante ajustes según los signos clínicos. La detección
selectiva antes de prescribir AINES debe constar de una
exploración física completa y una anamnesis del paciente con
identificación, en particular, de nefropatía o hepatopatía
preexistentes. Cuando sea probable que se vaya a necesitar
tratamiento a largo plazo, es aconsejable obtener valores de
bioquímica y hematología basales y después comprobarlos
periódicamente durante el curso del tratamiento.
Fármacos modificadores de la
osteoartritis
Los fármacos modificadores de la enfermedad o condroprotectores se han convertido en una alternativa popular o de
tratamiento auxiliar para la OA. El término condroprotector
es un nombre inapropiado, porque en la actualidad no
existen pruebas de que ninguno de estos compuestos pueda
actuar para preservar o restaurar el cartílago articular. Los
DMOADS pueden tener efectos beneficiosos sobre la salud y
el metabolismo de los condrocitos y los sinoviocitos. Estas
preparaciones están disponibles como nutracéuticos orales o
fármacos inyectables. Los efectos positivos propuestos de
los modificadores de la enfermedad pueden deberse a la
estimulación de la síntesis de condrocitos y de sinoviocitos y a
la provisión de sustrato y la inhibición de las enzimas de
degradación dentro de la matriz del cartílago y del líquido
sinovial. También algunos productos pueden inhibir la
trombosis en los vasos sanguíneos periarticulares.
Nutracéuticos
Los nutracéuticos para la OA suelen administrarse como
productos de combinación que contienen glucosamina y
sulfato de condroitina (11). La glucosamina es un aminoazúcar
que es precursor de los glucosaminoglicanos (GAG) y el
sulfato de condroitina es un glucosaminoglicano que se
encuentra dentro de la matriz extracelular del cartílago
articular. Los GAG son largas cadenas de disacáridos que
tienen un papel importante en el mantenimiento de la
concentración acuosa correcta del cartílago, lo cual es vital
para la función viscoelástica normal. Los productos GAG
mixtos, como el extracto de mejillón verde de Nueva Zelanda
(GLM: Perna canaliculus) contienen glucosaminoglicanos
junto con aminoácidos, ácidos grasos omega-3, vitaminas y
minerales. El producto puede administrarse como suplemento o incorporado en las dietas caninas. Se ha propuesto
que el GLM alivia y mejora los signos de OA en perros al
reducir la inflamación, limitar la degradación del cartílago y
reforzar la regeneración del cartílago. En tres ensayos clínicos
se ha evaluado el uso de GLM para el tratamiento de la OA en
perros (12, 13, 14). Los tres estudios comunicaron un efecto
beneficioso subjetivo sobre los signos clínicos, sin efectos
adversos aparentes.
Probablemente el nutracéutico utilizado con más frecuencia
contiene una combinación de clorhidrato de glucosamina de
gran pureza, sulfato de condroitina de bajo peso molecular y
ascorbato de manganeso (Cosequin, Nutramax Labs). El
manganeso es un cofactor en la síntesis de los glucosaminoglicanos y puede tener también propiedades antioxidantes. En
un estudio reciente en el que se utilizaba un sistema de
puntuación basado en la evidencia, para evaluar la potencia
de las pruebas publicadas que respaldaban el uso de
tratamientos médicos para el control de los signos clínicos de
la OA, se identificó un ensayo en el que se utilizaba este
producto (4). En este ensayo no se consiguió demostrar
mejoría alguna en los signos clínicos ya fueran objetivos o
subjetivos cuando se administraba a los perros con OA
Cosequin durante 60 días (15). No se han comunicado efectos adversos de significación clínica. La extrapolación de los
resultados de los estudios humanos a perros y gatos sugiere
que, si se administran solos, estos compuestos probablemente
sean de más uso para la OA leve a moderada. Es posible que, si
se utiliza como tratamiento adyuvante, el Cosequin reduzca
la necesidad de otros antiinflamatorios como los AINES. Sin
embargo, el número limitado de ensayos clínicos en las
especies destinatarias dificulta la formulación de recomendaciones sobre el uso de estos nutracéuticos en la actualidad.
Fármacos inyectables
El pentosan polisulfato (PP: Cartrophen-Vet) es un éster
sulfato polisacárido preparado de manera semisintética, a
partir de hemicelulosa de haya, al que se le atribuye una
acción modificadora de la enfermedad en la OA. Se ha propuesto que este fármaco tiene una actividad antiinflamatoria y un efecto modulador sobre el metabolismo de la
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 21
membrana sinovial del cartílago. Los resultados de estudios
realizados en una serie de especies han demostrado efectos
que van desde el aumento de la síntesis de hialuronano hasta
una reducción de la pérdida de proteoglicanos del cartílago
articular. La recomendación de la ficha técnica es que no debe
utilizarse el PP de manera simultánea a los AINES o a glucocorticoides. En dos estudios clínicos se ha descrito el uso de PP
para el tratamiento de la OA en perros (16, 17). En un estudio
se identificó una mejoría subjetiva de los signos clínicos,
mientras que en el otro estudio no se observó dicha mejoría
significativa. En un estudio más reciente se evaluó la eficacia
del PP en la mejoría de la recuperación y la ralentización de
la progresión de la OA después de una estabilización extracapsular de la lesión del ligamento cruzado craneal (18). Los
autores concluyeron que la administración de PP puede ser un
tratamiento auxiliar útil, pero el número de casos era insuficiente para corroborar esta afirmación. En ninguno de estos
estudios se comunicaron efectos adversos. Otros productos
farmacéuticos inyectables, como el hialuronano y los GAG
polisulfatados, se han utilizado fuera de indicación para el
tratamiento de la OA, pero ninguno se ha utilizado de manera
regular y existen sólo informes anecdóticos de su éxito.
Glucocorticoides
Aunque son eficaces desde el punto de vista clínico, el uso de
glucocorticoides para el tratamiento de la OA es contradictorio.
Los glucocorticoides disminuyen la producción de ácido
araquidónico y son potentes antiinflamatorios. Sin embargo,
hay pruebas de que el tratamiento prolongado con glucocorticoides puede promover la degeneración del cartílago y
empeoramiento de los signos clínicos al reducir la síntesis de
colágeno y de proteoglicanos de la matriz. Además, hay un
riesgo significativo de efectos adversos bien reconocidos,
especialmente con el uso prolongado. A veces los glucocorticoides están indicados para perros con brotes agudos de OA
(cuando se ha descartado una infección), para la OA severa
que no responde a los AINES o para los perros que no pueden
tolerar estos últimos. El uso combinado de glucocorticoides y
AINES no confiere ventajas terapéuticas y está absolutamente
contraindicado debido a su mayor riesgo de efectos tóxicos.
Los glucocorticoides pueden administrarse por vía oral,
normalmente como prednisolona, o por vía intraarticular,
como una inyección de liberación diferida. La administración
prolongada de prednisolona debe realizarse en días alternos y
la dosis debe ajustarse en función de los signos clínicos.
PLT
Los glucocorticoides suelen utilizarse para el tratamiento de
la OA en perros como el producto de combinación PLT. Cada
comprimido contiene prednisolona (1,0 mg) y cincofeno
(200 mg). El cincofeno es un antiinflamatorio no esteroideo
que se utilizó originariamente para el tratamiento de la gota
22 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
en humanos, pero se retiró debido a su toxicidad hepática. La
recomendación de la ficha técnica para el PLT es que el
período de tratamiento no debe superar las dos semanas y
debe ir seguido de un intervalo equivalente sin tratamiento.
Analgésicos
Los analgésicos como el paracetamol (15 mg/kg vía oral cada
8 horas) y el agonista - antagonista opioide pentazocina
(2-6 mg/kg vía oral cada 6 horas) pueden administrarse con
seguridad a los perros. Su eficacia en el tratamiento de la OA
en perros no se ha documentado por completo. El paracetamol se ha utilizado de manera satisfactoria en pacientes
humanos con OA, donde suele ser el tratamiento de primera
elección para el dolor articular ya sea administrado sólo o en
combinación con AINES u opioides. Ninguno de estos productos es adecuado para su uso en gatos.
Tratamientos para la osteoartritis felina
La OA se reconoce cada vez más como una causa de dolor y de
discapacidad en gatos (19; y véase el artículo de la página 11
de esta edición). Los posibles problemas que plantea el tratamiento de la OA en esta especie son las dificultades relativas a
la modificación del estilo de vida y la toxicidad de los
tratamientos médicos disponibles. En particular, los gatos son
sensibles a los efectos tóxicos de los AINES debido a su baja
capacidad de glucuronidación hepática, que es el principal
método de metabolismo y excreción de esta clase de fármacos.
Debido a su metabolismo más lento y a la semivida más prolongada, no pueden extrapolarse de otras especies las dosis y los
intervalos de dosis. Se han utilizado una serie de terapias orales
para el tratamiento de la OA en gatos (Tabla 2).
Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)
Hasta hace poco no había antiinflamatorios no esteroideos
aprobados para uso prolongado en el tratamiento de la OA en
gatos. Se ha autorizado una serie de AINES para la administración a corto plazo y el meloxicam lo ha sido para el tratamiento de los trastornos musculoesqueléticos crónicos. Se
ha establecido la eficacia clínica del meloxicam para gatos con
dolencias locomotrices dolorosas agudas y crónicas (20, 21).
No se dispone de indicaciones actuales que respalden el uso
de tepoxalin y firocoxib en gatos (22). Como ocurre con otras
especies, las contraindicaciones para el uso de AINES en gatos
son la insuficiencia renal y la hepática, la deshidratación, la
trombocitopenia, el shock y la enfermedad gastrointestinal. La
administración de AINES debe interrumpirse si el gato
muestra vómitos, diarrea, anorexia o letargia.
Alternativas a los AINES
Otros tratamientos para los gatos son los modificadores de la
osteoartritis y los glucocorticoides (23). El pentosan polisulfato
puede utilizarse fuera de indicación con la misma posología
TRATAMIENTOS MÉDICOS ACTUALES PARA LA OSTEOARTRITIS CANINA Y FELINA
Tabla 2.
Terapias orales para el tratamiento de la osteoartritis felina
Fármaco
Meloxicam
(Metacam para gatos)
Dosis por 5 kg de gato
Comentarios
30 gotas vía oral c/24 h 1 día seguido Interrumpir después de 14 días si
no se observa mejoría clínica
de 15 gotas vía oral c/ 24 h.*
Ácido tolfenámico (Tofedine)
Ketoprofeno (Ketofen)
Flunixin meglumina (Finadyne)
Dosis
0,1 mg/kg vía oral c/24 h. 1día seguido
de 0,05 mg/kg vía oral c/ 24 h.
4 mg/kg
1 mg/kg
1 mg/kg
20 mg vía oral c/24 h.
5 mg vía oral c/24 h.
5 mg vía oral c/ 24 h.
No administrar durante > 3 días
No administrar durante > 5 días
No administrar durante > 3 días
Vómitos y diarreas frecuentes
Prednisolona
0,1-0,5 mg/kg
0,5-2,5 mg vía oral c/12-24 h.
Reducir a una dosis diaria alternativa
Glucosamina, sulfato de
condroitina y ascorbato de
manganeso (Cosequin)
0,5-1,0 mg/kg
Una cápsula vía oral c/24 h.
Puede combinarse con AINES
durante 6 semanas seguidas de 1
cápsula vía oral c/24-48 h.
* O utilizando la jeringa de medida de 1 ml (que tiene una escala kg-peso corporal) 0,5 ml.
que para los perros. No se ha demostrado eficacia clínica de
este fármaco, pero no se identificaron efectos adversos en el
único estudio en el cual se administró en gatos sanos. Los
nutracéuticos parecen ser seguros en gatos y pueden tener
algunos beneficios en el tratamiento del dolor crónico
producido por la osteoartritis. El uso de glucocorticoides
para el tratamiento de la OA es contradictorio debido a que
a dosis elevadas pueden promover la degeneración del
cartílago. Sin embargo, parece que estos fármacos son bien
tolerados por el gato y a menudo puede obtenerse una
mejoría clínica obvia de la administración de dosis bajas
durante periodos breves. Si se considera necesaria la
administración prolongada de glucocorticoides, la dosis
de prednisolona debe ajustarse en función de los signos
clínicos y el fármaco debe administrarse en días alternos.
Ni el pentosan polisulfato, ni los AINES deben combinarse
con glucocorticoides.
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Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 23
Cirugía de discos
intervertebrales
PUNTOS CLAVE
± El tratamiento quirúrgico de la hernia discal difiere
dependiendo del tipo de hernia (Hansen tipo I
"extrusión" o Hansen tipo II “protusión”) y el nivel
que haya alcanzado
Pierre Méheust, DVM
Vetoceane, Nantes-Vertou, Francia
Pierre Méheust se licenció por la
Facultad de Veterinaria Nacional de
Nantes en 1989 y obtuvo el certificado
en Cirugía Ortopédica y de Traumatología
en 1998. Ganó el premio FECAVA en
2002. Es miembro del personal de
neurocirugía del Hospital Center de
Nantes desde 1995. Trabaja como
cirujano en la clínica veterinaria
VETOCEANE en Nantes.
Introducción
En medicina veterinaria, la cirugía discal intervertebral
se limita a las hernias de disco intervertebrales que
pueden situarse en cualquier nivel de la columna
vertebral y cuyo tratamiento quirúrgico difiere en
función del nivel. A nivel cervical de la columna
vertebral, una corpectomía ventral es la técnica de
elección ya que la hernia frecuentemente es ventral.
Cuando la hernia está lateralizada, es más adecuado
practicar una hemilaminectomía. Las hernias de discos
intervertebrales toracolumbares son casi siempre
24 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
± El pronóstico del tratamiento quirúrgico de las
hernias tipo I es bueno si todavía existe sensibilidad
profunda. Esto es excelente para las hernias de
disco cervicales
± No debe practicarse cirugía discal en detrimento
de la estabilidad de la columna vertebral. Por
consiguiente, siempre es mejor elegir el abordaje
menos invasivo de todos los disponibles
± La cirugía discal debe realizarse en condiciones
óptimas. Debe disponerse de equipo adaptado; un
micromotor y una pinza de osteotomía Kerrisson
son muy útiles
ventrales o ventrolaterales y su tratamiento se basa en
un abordaje lateral. Si se trata de una Hansen tipo I
(Figura 1), es preferible elegir una foramino-pediculectomía que una hemilaminectomía. Esto es más desestabilizante ya que tiene que sacrificarse una apófisis
articular. Si se trata de un tipo II, se prefiere una
corpectomía (Figura 2). Por último, una hernia lumbosacra precisa un abordaje dorsal clásico mediante
laminectomía, salvo que sea foraminal o extraforaminal. En estos dos casos concretos, es efectiva
una técnica transiliaca, asistida o no por endoscopia.
CIRUGÍA DE DISCOS INTERVERTEBRALES
1a
1b
Figura 2. Corpectomía lateral
Figura 1a y 1b. Hernias de disco intervertebrales (HDIV) Hansen tipo I y
tipo II. a. Hansen tipo I, es una hernia "no contenida": hay rotura
completa del anillo fibroso. El núcleo del disco escapa al canal
vertebral y comprime la médula espinal. Las HDIV I están siempre
asociadas con una contusión de la médula espinal, cuya extensión
depende de la energía cinética con la que se produjo la extrusión.
b. Hansen tipo II es una hernia "contenida". Hay rotura parcial del anillo
fibroso y el núcleo pulposo se desplaza pero sin salida de material
discal en el canal vertebral. Las hernias de disco de tipo II están
asociadas con degeneración de la médula espinal, cuya extensión
depende del grado y la duración de la compresión.
Tabla 1.
Equipo recomendado para el tratamiento quirúrgico
Para el acceso a la columna vertebral
Aparte de una diversidad de detractores necesarios para
separar las masas musculares (elevador Gelpi, Gosset,
Howmann, etc.), el disector de Freer es un instrumento muy útil
para levantar y volver a colocar los músculos paravertebrales.
Para la discectomía
Equipo recomendado
El tratamiento quirúrgico de una hernia de disco
intervertebral debe realizarse en las condiciones
óptimas para el cirujano y el animal. Esto implica el
tener un equipo adaptado para acceder con mayor
facilidad al canal de la arteria vertebral, practicar una
apertura atraumática del canal vertebral y controlar
la hemorragia (Tabla 1).
Criterios de selección de la técnica de
cirugía discal
La elección de la técnica utilizada para tratar las
hernias es fundamental, porque determina la calidad
del resultado. Entre las diferentes técnicas, se deberá
elegir siempre la que:
• Permita retirar por completo el material herniado,
una condición importante para una buena recuperación funcional
• Respete mejor el tejido nervioso. Debe permitir
retirar el material herniado sin provocar un traumatismo extra al nervio. En particular, el cirujano debe
Pinzas discales pequeñas o minilegras rectas o en curva
son útiles para retirar el contenido discal.
Para practicar la ventana ósea con objeto de crear la
apertura del canal vertebral
Esto precisa un taladro rotatorio de alta velocidad (hasta 90.000
revoluciones) con un sistema de irrigación. Esta herramienta
permite trabajar ejerciendo poca presión sobre el hueso.
Por tanto, el trabajo es preciso y efectivo. Un control de
alimentación del motor es un elemento de seguridad añadida.
La resección de la capa cortical interna
Se utiliza un instrumento específicamente adaptado:
las pinzas de osteotomía Kerrisson. Inclinando el calzón,
puede retirarse la placa ósea limitando así el traumatismo
a la médula espinal (Figura 3).
Extracción intracanal del material discal
Esto puede realizarse con un conjunto de microinstrumentos
de odontología y oftalmología (ganchos para eliminar el
sarro, forceps Arruga, etc..).
Para controlar la hemorragia
A veces la hemorragia puede ser muy intensa y exige el uso
de cauterizador eléctrico bipolar y un sistema de succión
así como gasas hemostáticas (quirúrgicas ND) o cera
de Horsley (Figura 4).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 25
Figura 3. Micromotor
y pinza Kerrisson: el
micromotor y la pinza
de osteotomía
Kerrisson son dos
instrumentos vitales
para realizar una
apertura atraumática
del canal vertebral.
evitar el contacto directo o indirecto con el tejido
nervioso;
• Preserve mejor las estructuras estabilizantes de la
columna vertebral. Su destrucción provoca siempre
dolor y, por consiguiente, retraso de la recuperación
funcional, y provoca un desequilibrio biomecánico
de la columna vertebral a corto y medio plazo
• Sea la menos lesiva. Concentrándose en miniabordajes para acceder a la columna vertebral
(preservación de la musculatura) y acceder al
material discal (apertura limitada del canal), la
recuperación funcional será más rápida;
a
b
Figura 4a y 4b. Gasas hemostáticas y cera Horley: el control de la
hemorragia es esencial en la cirugía discal. Las gasas hemostáticas
Surgicel permiten un control eficaz de la hemorragia venosa epidural y
la cera Horley es efectiva para el control de la hemorragia esponjosa.
• Se adapte mejor al tipo de disco intervertebral
herniado. La extracción del material discal en la
Hansen tipo II denominada "hernia dura" es más
difícil y más traumática para la médula espinal que
la extracción del disco intervertebral herniado
Hansen tipo I, denominado hernia "blanda".
Cirugía de disco vertebral cervical
Tratamiento de las hernias de discos intervertebrales
cervicales Hansen tipo I (HDIV I)
Figura 5. Radiografía de la columna vertebral cervical después de
una mielografía: el disco C2-C3 es el que se ve afectado con más
frecuencia en las hernias de disco intervertebrales Hansen tipo I.
Las hernias de los discos intervertebrales cervicales
Hansen tipo I son fuente de dolor de cuello más o menos
intenso. Rara vez están asociadas con parálisis. El
déficit neurológico que se observa con más frecuencia
es la parestesia en una de las patas delanteras. Las
hernias de discos intervertebrales cervicales de tipo I
se encuentran en general en animales mayores de 6
años. El disco que se ve afectado con más frecuencia
es el que separa la segunda vértebra cervical de la
tercera (C2-C3) (Figura 5). Estas hernias son siempre
ventrales o muy ligeramente lateralizadas.
La cirugía está recomendada cuando el tratamiento
médico fracasa o el dolor cervical recidiva sistemáticamente después de interrumpir el tratamiento. La
presencia de signos neurológicos (parestesia en las
patas delanteras) o una presentación clínica indicativa
de empeoramiento de la dolencia también justifica
una intervención.
Figura 6. Corpectomía.
26 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
El pronóstico después de la intervención es excelente
La recuperación es completa y rápida (en 48 horas) en
todos los animales con dolor de cuello, tengan o no un
déficit nervioso menor.
CIRUGÍA DE DISCOS INTERVERTEBRALES
El tratamiento quirúrgico consiste en una corpectomía
ventral centrada en el disco herniado
1. Se coloca al animal en decúbito dorsal, se mantiene
el cuello extendido, perfectamente alineado con el
resto del organismo. La cabeza se fija a la mesa
mediante cintas adhesivas y las patas delanteras se
fijan extendidas hacia atrás.
2. La incisión cutánea se centra en el área intervertebral que va a operarse y se extiende a dos
cuerpos vertebrales en dirección rostrocaudal.
Después de separar los músculos esternohioideos,
se retira hacia un lado el bloque tráquea - esófago y
el "paquete" vascular nervioso (nervio vago y
carótida) a otro. Tómese nota del nervio laríngeo
recurrente asociado a la tráquea para poder
preservarlo. Este abordaje permite descubrir los
músculos largos del cuello que se retiran del
tubérculo ventral del espacio discal que va a
operarse, lo que permite descubrir la superficie
ventral del anillo del disco concernido. Se localiza
caudalmente utilizando una apófisis transversa
C6 y rostralmente utilizando un tubérculo ventral
de la vértebra atlas.
3. La apertura del canal vertebral se inicia mediante
una incisión del lado ventral del anillo utilizando
una hoja del número 11. La discectomía se realiza
utilizando pinzas discales. La corpectomía (Figura 6)
se realiza utilizando un taladro rotatorio para crear
una hendidura centrada en el hueco del espacio
intervertebral. La anchura de la hendidura no
debe superar un tercio de la anchura del cuerpo
vertebral, y su longitud, un tercio de la longitud del
cuerpo de la vértebra y del espacio intervertebral,
de lo contrario hay riesgo de inestabilidad vertebral
postoperatoria. Además, el eje de la hendidura
debe seguir la inclinación del disco. La apertura del
canal se realiza utilizando una pinza de osteotomía
Kerrisson, teniendo cuidado de mantenerse exactamente en el eje mediano, de lo contrario existe el
riesgo de iniciar una hemorragia grave de las venas
epidurales. La extracción del material del disco
herniado se realiza utilizando un gancho de espuma.
4. El cierre se realiza de una manera clásica, plano
por plano.
5. El cuidado postoperatorio es el habitual. Para los
animales móviles la recuperación es rápida (de 12 a
24 horas), pero la actividad debe limitarse a los
a
b
Figura 7. a. Facectomía. b. Hemilaminectomía
paseos para hacer sus necesidades durante tres
semanas. El perro debe ir con la correa y llevar un
arnés en lugar de collar. Para los perros confinados
en cama, el cuidado es continuo hasta alcanzar la
recuperación funcional. La corticoterapia a corto
plazo puede ser útil para limitar el edema y el dolor.
Hernia de discos intervertebrales cervicales lateralizadas. En los raros casos en los que la hernia está
lateralizada o es foraminal, se precisa una hemilaminectomía. El abordaje a la columna vertebral es
dorsal desde el plano medio o dorsolateral. El acceso
al material del disco es posible después de una
facectomía (Figura 7a) de la zona concernida.
Hernia de disco intervertebral de tipo II
(HDIV II)
Las HDIV II son frecuentes en la zona cervical. Las
razas Doberman, Labrador y Bernés de Montaña son
las afectadas más a menudo, pero también se producen
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 27
Figura 8. Radiografía de la columna vertebral cervical después de
una mielografía en un paciente con síndrome de Wobbler: hernias de
disco intervertebral Hansen tipo II C6-C7 y C5-C6.
con frecuencia en las razas pequeñas, como el Yorkshire
Terrier. Cuando son sintomáticas, son la causa de
mielopatía degenerativa, cuyos signos clínicos son
idénticos a los descritos para el síndrome de Wobbler.
El disco más a menudo afectado es el situado entre
C6 y C7 (Figura 8). El tratamiento quirúrgico se
realiza mediante una corpectomía de la misma forma
que la descrita para las HDIV I, excepto en las que se
asocia generalmente con una artrodesis intervertebral
(Figura 9). El pronóstico es reservado.
Cirugía de disco toracolumbar
Tratamiento de las hernias de disco intervertebrales toracolumbares (HDIV I TL)
probablemente en cualquier momento. El estadio 3
(paraplejía ambulante) y el estadio 4 (paraplejía no
ambulante) son dolencias que tienen un pronóstico
de bueno a excelente después de la operación. Para
los casos en los que hay una pérdida de sensibilidad
(estadio 5) (Figura 11), el pronóstico es muy reservado
y es prácticamente una contraindicación para la
cirugía. El tiempo de desarrollo de los signos clínicos
(de unos pocos segundos a unas pocas horas),
el grado y la extensión de la compresión (compresión
ligera o, por otro lado, compresión mayor a diversos
niveles), el aspecto preoperatorio de la médula
espinal (mielomalacia o ausencia de hematoma), así
como el retraso antes de la operación (desde unas
pocas horas hasta más de 48 horas) son factores que
permiten adaptar el pronóstico de los pacientes de
estadio 5. Estadísticamente, del 30 al 50% de los
animales operados en un periodo de 48 horas
recuperan sus funciones ambulantes.
El tratamiento quirúrgico consiste en la extracción del
material del disco mediante foramino-pediculectomía
(Figura 7b)
1. Se coloca al animal en decúbito lateral o ventral.
2. Se practica una incisión cutánea a lo largo de la
línea media del lomo, y a continuación una incisión
en la fascia lumbodorsal a lo largo del área espinal,
luego elevación del periostio de los músculos
paravertebrales. La retirada del tendón insertado
en la apófisis articular permite visualizar el lado
Las hernias de discos intervertebrales toracolumbares
son las hernias de tipo I más frecuentes. En contraste
con el dolor asociado con las hernias cervicales, están
asociadas con déficits neurológicos importantes, porque
provocan lesión medular más grave que precisa una
descompresión rápida. El 75% de las hernias se
producen entre T11 y L2. Los discos T12/T13 y T13/L1
son los afectados más a menudo (Figura 10) (el 45%
de los casos). Pueden aparecer a partir del año de
edad, pero es más probable que lo hagan entre los tres
y los cinco años. Las razas condrodistróficas (Teckel,
Shi Tzu, Bulldog) son las más afectadas.
La presencia de un déficit neurológico, incluso uno
ligero, significa que está recomendada la cirugía
Los signos neurológicos más frecuentes son una
carencia propioceptiva de las patas traseras en un
perro móvil (estadio 2). Se necesita cirugía, porque es
un signo de lesión medular que podría empeorar
28 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Figura 9. Radiografía de la columna vertebral cervical después del
tratamiento de la hernia de disco intervertebral C6-C7 Hansen tipo II:
después de la discectomía y el injerto del espacio intervertebral, se
llevó a cabo una artrodesis de extensión C6-C7. El montaje consiste en
un tornillo y cemento de metilmetacrilato. La extensión se mantiene
mediante un implante intersomático que soporta la estabilidad del
montaje.
CIRUGÍA DE DISCOS INTERVERTEBRALES
Figura 11.
Perro parapléjico sin
sensibilidad profunda:
la falta de sensibilidad
profunda (nivel 5)
significa que no hay dolor
cuando se cierra una
pinza hemostática sobre
la base de un dedo de la
pata. La única flexión del
miembro es un reflejo
corto que no debe
considerarse cuando se
evalúa el dolor.
Figura 10. Radiografía de la columna vertebral toracolumbar
después de una mielografía. El disco T13-L1 es el más frecuentemente afectado por una hernia de disco intervertebral toracolumbar
Hansen tipo I. El 85% de las hernias son ventrolaterales.
lateral del anillo discal. La discectomía se realiza
utilizando una cuchilla del número 11.
3. La apertura del canal vertebral se realiza utilizando
un taladro rotatorio mediante foramino-pediculectomía centrada en la apófisis accesoria, que es
retirada, conservándose la apófisis articular (Figura
12). Si la ventana ósea que se ha creado es demasiado estrecha para permitir una descompresión
satisfactoria, así como la retirada completa del
material discal, se sacrifica la apófisis articular. La
extracción del material discal se realiza utilizando
una micro-espátula y una cánula de succión.
4. El cierre se realiza plano por plano con una sutura
continua en los músculos paraespinales subcutánea
y cutáneamente.
largo de varios meses. No son dolorosas. La edad
media de aparición de los primeros signos son los
ocho años de edad. El Pastor Alemán es la raza más
afectada (Figura 13).
El tratamiento de la HDIV II es difícil debido a la gran
densidad o, de hecho, consistencia calcificada, del
material discal y a la vulnerabilidad de la médula
espinal suprayacente degenerada. El tratamiento
quirúrgico consiste en la extracción del material discal
mediante una corpectomía lateral. El principio de la
corpectomía lateral es el de crear una cavidad central
a la médula espinal, centrada en el espacio intervertebral en el cual se hundirá el disco herniado (Figura 2).
La ventaja de este abordaje es la de crear una amplia
exposición y una descompresión completa a la vez
que se limitan los riesgos de traumatismo medular.
5. Después de la operación, es mejor controlar el dolor
utilizando una combinación de corticosteroides
(prednisona, 0,5 mg/kg en dos dosis) y morfina
(clorhidrato de morfina: 0,3 mg/kg subcutánea dos
a tres veces al día). Debe supervisarse la micción
porque la retención urinaria es frecuente. Puede
ser necesario utilizar antagonistas alfa-1. Después
de una semana de reposo, debe llevarse a cabo
fisioterapia para promover la recuperación.
Tratamiento de las hernias de disco intervertebrales del tipo II (HDIV II)
Hernias de disco intervertebrales de tipo II asociadas
a mielopatía degenerativa que se desarrollan a lo
Figura 12. Foraminotomía del pedículo.
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 29
5. El cuidado postoperatorio se lleva a cabo de la
manera habitual. Se prescribe tratamiento con
analgésicos y reposo durante tres semanas seguido
de fisioterapia.
Cirugía discal lumbo-sacra
Tratamiento intracanal de las hernias de disco
intervertebrales lumbo-sacras (LSHDIV)
Figura 13. Radiografía de la columna vertebral toracolumbar
después de una mielografía: hernia de disco intervertebral
Hansen tipo II. Son siempre ventrales y centradas en el espacio
intervertebral. Sin embargo, una mielografía no es suficiente para
diferenciar entre las de tipo I y las de tipo II, ya que no permite
verificar la integridad del anillo fibroso.
La presencia de una ligera ataxia asociada o no a una
regresión propioceptiva debe de ser una razón para
llevar a cabo esta operación.
El pronóstico después de la intervención quirúrgica es
bueno para el 93% de los perros.
Protocolo de la operación
1. Se coloca al paciente en decúbito lateral.
2. La vía de abordaje es la misma que la descrita para
la hernia de disco de tipo I.
3. No es necesario abrir el canal vertebral. Sin embargo,
la foraminotomía de un pedículo permite dejar
expuestos el lado ventral de la duramadre, el lado
dorsal del canal vertebral y la hernia, lo que permite
un mejor control de la descompresión medular.
4. Se inicia la corpectomía lateral mediante incisión
de la porción lateral del anillo. A continuación
se escinde parcialmente el disco con unas pinzas
discales. El área intervertebral se agranda hacia los
cuerpos adyacentes de las vértebras en dirección
craneal y caudal utilizando un taladro rotatorio.
Por tanto, se crea lateralmente una cavidad abierta.
Se va adelgazando progresivamente el hueso cortical
dorsal de cada vértebra hasta que sea posible
excavar esta pared en la cavidad utilizando una
espátula deslizada a lo largo del lado ventral de la
duramadre. Esta espátula debe moverse sin movilizar
la médula espinal.
30 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Son casi siempre Hansen tipo II y no provocan
síndrome medular, sino uno radicular acompañado a
menudo de dolor. La confirmación de la intervención
de la hernia en el síndrome neurológico observado
implica, en teoría, coherencia entre los signos clínicos
(signos de sufrimiento de radicular), las técnicas de
diagnóstico por imagen (conflicto disco-raíz) y la
electromiografía (modificación de la velocidad de
conducción nerviosa y signos electromiográficos de
denervación en las áreas concernidas). El pronóstico
después de la operación es bueno. Estas hernias están
situadas en una posición medial o lateromedial.
El tratamiento quirúrgico se basa en un
abordaje dorsal clásico por laminectomía
1. El perro se coloca en posición de decúbito ventral,
mantenido perfectamente recto mediante cintas
adhesivas. No se colocan cojines debajo del estómago
para evitar una presión abdominal excesiva que
probablemente empeoraría la hemorragia.
2. Se practica una incisión cutánea en la línea media
que se extiende desde L6 hasta las primeras
vértebras caudales. La incisión de la fascia lumbodorsal se realiza prestando atención a las apófisis
espinosas. Elevación periostea de los músculos
epiaxiales. Seccionamiento de las apófisis espinosas
utilizando forceps Liston.
Figura 14. Artrodesis lumbo-sacra por tornillos pediculares: una
descompresión grande de L7S1 puede ser desestabilizante y precisar
estabilización mediante tornillos pediculares.
3. Se practica una ventana ósea utilizando un taladro
rotatorio o una pinza ósea. Se centra en el espacio
interarqueal lumbo-sacro y se extiende en dirección
craneal hasta la mitad de L7 y en dirección caudal
hasta el espacio S2-S3. Sus límites medio-laterales
se definen por las apófisis articulares, que deben
mantenerse, porque a este nivel desempeñan
un importante papel mecánico. La apertura del
canal se inicia mediante resección del ligamento
interarqueal. La extracción de hueso cortical
interno se realiza utilizando una pinza de osteotomía Kerrisson. La exploración del canal permite
observar la raíz o raíces comprimidas y tratar
l a hernia si es necesario, las raíces se doblan
delicadamente hacia atrás para ver el disco.
4. La discectomía se realiza utilizando una hoja de 11
y la extracción del material discal mediante pinzas
discales utilizando un raspador en ángulo. Después
de la discectomía, las raíces son más móviles, un
signo de descompresión bueno. Se realiza el cierre
clásico plano por plano.
5. El cuidado postoperatorio es idéntico al indicado
para la corpectomía lateral.
Hernias foraminales o extraforaminales
Las hernias foraminales o extraforaminales de los
discos L7 intervertebrales requieren un abordaje
complejo. Tratarlas mediante un abordaje conven-
© C. Carozzo
CIRUGÍA DE DISCOS INTERVERTEBRALES
Figura 15. Vista endoscópica de la raíz L7 y de la cauda equina
mediante un abordaje transilíaco. El abordaje transilíaco permite una
descompresión radicular excelente y no desestabilizante de las
hernias de discos intervertebrales foraminales.
tdisco cauda equina
cuerpo de L7
cional o bien es incompleto o bien desestabilizante,
porque se precisa la resección de una apófisis articular.
En el último caso, se necesitan instrumentos que
permitan llevar a cabo una artrodesis lumbo-sacra
(Figuras 14 y 15).
Conclusión
En la actualidad, la cirugía discal es un tipo de cirugía
bien documentada. Sus avances recientes se han
conseguido en particular gracias al progreso de las
técnicas de diagnóstico por imagen (TC y RM) que
permiten la ubicación precisa de las zonas y el tipo de
compresión.
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Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 31
Fisioterapia en gatos y perros
aplicada a los trastornos
locomotores de origen artrítico
La fisioterapia tiene efectos positivos
sobre la totalidad del sistema locomotor
Sarah Rivière, DVM, MSc
Comunicación científica, Centro de investigación Royal
Canin, Aimargues, Francia
Sarah Rivière se licenció por la Facultad de Veterinaria
Nacional de Lyon en el 2000. Ese mismo año empezó a
trabajar en la Unidad de Cría y Medicina Deportiva ((Unité de
Médecine de l’Elevage et du Sport) de la Facultad de
Veterinaria de Alfort, en París. Sarah trabajó durante cinco
años en Medicina Deportiva Canina, desarrollando el uso de
la rehabilitación funcional y fisioterapia para los carnívoros
domésticos. Su tesis doctoral, defendida en 2002, versa
sobre este tema. Sarah Rivière se unió al equipo de
investigación de Royal Canin en septiembre de 2005 y es
responsable de los estudios científicos y de comunicación.
Introducción
En los últimos años, la medicina veterinaria ha hecho
verdaderos avances en el diagnóstico y el tratamiento, médico
y quirúrgico, de los trastornos locomotores. Sin embargo,
los beneficios de la atención fisiológica en los períodos pre y
postoperatorio es un descubrimiento más reciente.
Los efectos positivos de la rehabilitación funcional en el ser
humano son conocidos en todo el mundo desde la década de
1970, lo que sugiere que también podría ser beneficiosa
para los animales de compañía. En medicina veterinaria,
se vienen empleando nuevas técnicas para una mejor
recuperación desde la década de 1990.
32 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
La morfología, la fisiología y el metabolismo de las estructuras que intervienen en la locomoción están determinadas
principalmente por factores mecánicos relacionados con
el movimiento: ciclos de carga y descarga, así como la
dirección y la orientación de la fuerza. El tejido conectivo
(ligamentos, tendones, músculos, fascias, tejido conjuntivo),
los cartílagos articulares y el hueso, se adaptan a las exigencias mecánicas no sólo durante el crecimiento juvenil, sino
también en los adultos (1).
El movimiento fisiológico es esencial
para un buen estado del sistema locomotor
Hay tres tipos de limitaciones que perjudican al sistema
locomotor:
• limitaciones relacionadas con la realización de movimientos
suprafisiológicos o movimientos repetitivos durante las
actividades deportivas
• limitaciones no fisiológicas generadas por trastornos
posturales (malformaciones congénitas, traumatismos, etc.)
• inmovilización prolongada por razones terapéuticas o por
la negación del animal a mover una parte del sistema
locomotor (dolor, malestar mecánico, etc.).
Todos los órganos locomotores están sujetos a cambios
durante la carga no fisiológica o la inmovilización (1, 2):
• la elasticidad y la resistencia mecánica del cartílago
articular y del hueso subcondral disminuyen. La absorción
de los choques es menos efectiva y aparecen los mecanismos
degenerativos de la artritis
• se modifica el metabolismo óseo: puede aparecer osteoporosis después de unas pocas semanas de inmovilización
o de osteosíntesis deficiente
• las cápsulas articulares, los ligamentos y los tendones se
contraen y pueden volverse escleróticos, se forman
bridas con pérdida de la movilidad articular y deficiencia
propioceptiva (Figura 1)
FISIOTERAPIA EN GATOS Y PERROS APLICADA A LOS TRASTORNOS LOCOMOTORES DE ORIGEN ARTRÍTICO
• el cuerpo carnoso de los músculos experimenta retracción
degenerativa, e incluso aparece fibrosis y se forman
adherencias entre los ligamentos, y aumenta la fatigabilidad
del músculo
• se alteran los procesos de cicatrización y se favorecen los
de formación de adherencias, ya que la vascularización
local se modifica, reduciendo la eliminación de los
productos de desecho metabólicos
• se deteriora la circulación sanguínea y linfática, que puede
afectar a las principales funciones del organismo
Los efectos nocivos de la movilización no fisiológica y de la
inmovilización explican por qué los ortopedas coinciden en
la necesidad de cargar peso y llevar a cabo movimientos
fisiológicos lo antes posible durante el tratamiento de un
problema locomotor.
Los beneficios de la fisioterapia en el
tratamiento de los problemas locomotores
Definición
La fisioterapia se define como una terapia en la que se utilizan
medios físicos como: movimiento (movilización, estiramiento,
ejercicio, masaje) agentes térmicos (frío, calor), corriente eléctrica, ondas de sonido (ecografía terapéutica), luz (láser),
campos magnéticos, ondas de choque extracorpóreas, etc.
Efectos esperados
Estas técnicas, no invasivas, utilizadas en gatos y perros,
presentan múltiples beneficios terapéuticos (1, 3):
• combaten el dolor
• combaten los procesos inflamatorios agudos y crónicos
• mejoran la perfusión sanguínea y, por consiguiente, el
crecimiento tisular
• previenen adherencias, fibrosis y retracción de los tejidos
• reducen las contracciones y la tensión muscular
• fortalecen los músculos y mejoran la resistencia a la fatiga
• estimulan el sistema nervioso, evitan la neuropraxia y la
atrofia muscular
• estimulan la rehabilitación propioceptiva funcional y el
reaprendizaje de los patrones motores
• mejoran la capacidad cardiorrespiratoria
La estimulación precoz de las articulaciones y el músculo,
junto con una aplicación meticulosa de control de peso
durante las sesiones de fisioterapia, mejora la calidad de
vida y ayuda al animal a ser autónomo, acelerando su
recuperación funcional.
Indicaciones
La principal indicación para la fisioterapia es el control
postoperatorio de animales que hayan sido sometidos a
cirugía ortopédica o neurológica (4). Sin embargo, también
es útil antes del tratamiento quirúrgico para ayudar
a controlar el dolor, reducir la inflamación y preparar
físicamente al animal para la cirugía (por ejemplo:
aumentar la masa muscular en algunos casos de displasia
de cadera).
La fisioterapia también ofrece la posibilidad de tratar
enfermedades agudas y crónicas que no necesiten cirugía
(tendinitis, esguinces, dolor muscular, artritis, etc.). Puede
implantarse para evitar la recurrencia o para la preparación
de los perros para la práctica deportiva (5, 6).
La fisioterapia es una parte integral de un
programa general de rehabilitación funcional
La rehabilitación funcional es, sobre todo, un enfoque global
y sensible orientado a tratar la función deteriorada y a
limitar cualquier repercusión que pueda tener sobre el
organismo. Cuando un animal sufre un problema locomotor,
redistribuye las fuerzas necesarias para la postura y la
locomoción en sus miembros válidos, que son sometidos a
esfuerzos complementarios, no fisiológicos. Por lo tanto, un
problema locomotor suele ir acompañado de una cascada
de efectos negativos: restricción voluntaria de la actividad
física, aumento de peso, modificación de áreas de descanso,
rigidez articular, amiotrofia, aumento del dolor, etc.
Debemos romper el círculo vicioso.
El objetivo de un programa de rehabilitación funcional es
asegurar y preservar la recuperación funcional óptima
lo antes posible. Se basa en una selecta combinación de
técnicas de fisioterapia, a menudo asociadas con otras
Figura 1.
a. La inmovilización prolongada de
un miembro puede provocar una
anquilosis irreversible de una o
varias articulaciones.
b. Extensión y flexión máxima de
la rodilla de un Caniche después
de tres meses de inmovilización.
a
b
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 33
modalidades (acupuntura, osteopatía, etc.) junto con una
buena atención diaria. Complementa los efectos de los
tratamientos médico y quirúrgico. En cuanto se inicia
la fisioterapia siempre se observa una mejoría en la
rehabilitación (7-11).
Para obtener los mejores resultados, se alienta a los
propietarios de las mascotas a participar en la rehabilitación
funcional de sus animales llevando a cabo de manera
regular movimientos sencillos.
Fisioterapia en el control de los
pacientes con artritis
La calidad de vida de los animales artríticos está muy
deteriorada. A medida que avanzan los signos clínicos
(dolor, rigidez articular), los animales se van moviendo
menos y la inactividad provoca una disminución de la
flexibilidad articular y una atrofia muscular. Cuanto mayor
es la disminución de la amplitud de movimiento mayor es el
riesgo de adherencias capsulares y de retracciones de los
ligamentos. El dolor genera tensión muscular, disminuye la
actividad espontánea y se crea un círculo vicioso. El control
terapéutico debe ralentizar el proceso artrítico y limitar la
incomodidad de los animales.
Un programa de rehabilitación funcional puede combinarse
con fármacos para la artritis o posiblemente con cirugía
(si es necesaria) (12). Los objetivos son:
• aliviar el dolor
• preservar o mejorar la función articular
• aumentar la fuerza muscular
• estimular la actividad física voluntaria (13)
Muchas técnicas de fisioterapia son beneficiosas para
los pacientes con artritis. En este artículo, nos limitaremos
a las técnicas "manuales" que, a diferencia de las técnicas
"instrumentales" no precisan un equipo específico. Las
técnicas manuales son siempre la base de cualquier
programa de fisioterapia y pueden adaptarse a la intensidad
de los signos clínicos de los animales evaluando el dolor y
la capacidad funcional. Hay, sin embargo, una excepción
a esta regla: en el caso de un ataque de artritis aguda, es
necesaria la restricción completa de la actividad y sólo
pueden utilizarse ciertas técnicas instrumentales (véase
el artículo de S. Sawaya, página 37).
Movilización y estiramiento
articulares pasivos
Estas manipulaciones preservan o aumentan la flexibilidad
y la amplitud de los movimientos articulares y estimulan
los músculos y el sistema nervioso.
34 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
El animal se tumba sobre un lado y no debe resistirse a los
movimientos. Pueden calentarse previamente las articulaciones y los músculos para tener una mejor relajación (14)
(véase el artículo de S. Sawaya, página 37). Se manipulan
sucesivamente todas las articulaciones de la extremidad
enferma. Varias veces al día, el terapeuta flexiona suavemente el miembro y luego lo extiende de 10 a 20 veces
sucesivamente, sin causar dolor.
Si la articulación está rígida y hay disminución en la
amplitud del movimiento, debe incorporarse cierto grado de
estiramiento: se mantiene la posición final de extensión o de
flexión durante unos 10 segundos, luego se repite unas 10
veces. En un estudio se demostró que la movilización pasiva,
dos veces al día, combinada con estiramientos durante 21
días aumentó de manera eficaz la amplitud de los
movimientos articulares en perros con artritis (15). Aquí
resulta evidente que, para que el animal reciba la terapia con
la frecuencia necesaria, el propietario de la mascota debe ser
capaz de llevar a cabo estas sencillas manipulaciones.
Estos ejercicios pueden completarse mediante la movilización de todo el miembro realizando el movimiento de
"bicicleta", el cual proporciona una acción global final que
estimula todo el sistema nervioso (3).
Ejercicios terapéuticos activos
Los ejercicios terapéuticos activos son movimientos
voluntarios seleccionados y orientados por el terapeuta (o el
propietario). Fomentan la recuperación de la carga de peso
terapéutica, estimulan todo el sistema locomotor (aumentan
la fuerza y la resistencia) y mejoran la capacidad cardiorrespiratoria. También contribuyen a aliviar el dolor y a mejorar
la actividad, como se observa en el ser humano en un metaanálisis de las publicaciones aparecidas entre 2000 y 2005
concernientes al uso de ejercicios terapéuticos activos
durante la rehabilitación funcional (16).
Los ejercicios terapéuticos funcionales deben iniciarse lo
antes posible, teniendo en cuenta las fases de cicatrización
del tejido lesionado. El tipo, la duración, la frecuencia y la
intensidad de los ejercicios se determinan a partir de los
signos clínicos del animal artrítico. Se recomiendan sesiones
cortas (de 5 a 10 minutos) varias veces al día y la dificultad
debe aumentarse de manera gradual.
Los ejercicios terapéuticos asistidos son también muy útiles
para animales que no pueden moverse correctamente por sí
solos. El principio consiste en sujetar al gato o al perro
(utilizando un arnés, una toalla, etc.) para ayudarle y guiarle
durante movimientos sencillos como andar. De manera
FISIOTERAPIA EN GATOS Y PERROS APLICADA A LOS TRASTORNOS LOCOMOTORES DE ORIGEN ARTRÍTICO
Figura 3.
Subir escaleras
fortalece los
miembros traseros
y estimula la
extensión
voluntaria de las
rodillas y las
caderas.
progresiva, a medida que avancen las sesiones, los ejercicios
se llevarán a cabo en diferentes tipos de superficie (hierba,
arena, etc.) para estimular la función propioceptiva.
Andar es el ejercicio más sencillo y más esencial (3). Una
caminata lenta con la correa permite controlar a la vez la
postura y la distribución del peso. Una cinta sin fin contribuye
a estimular ciertos puntos de apoyo de peso rechazados por
el animal, ya que, como el suelo se mueve bajo sus patas,
tiene que utilizar los cuatro miembros. Este aparato también
es beneficioso ya que se puede aumentarse la velocidad de
manera regular hasta alcanzar el trote. No se recomienda el
galope, ya que no se controlan los puntos de apoyo de peso
y aumentan los choques.
Otros ejercicios terapéuticos activos tienen una acción
más específica:
• retirar el apoyo de los miembros sanos, ya sea "andando
en carretilla" o "bailando" para estimular los miembros
afectados (Figura 2)
• subir escaleras para inducir la extensión de la cadera y
la rodilla (Figura 3)
• colocar obstáculos en el circuito para conseguir la flexión
de los miembros
• tirar de una carga para fortalecer los músculos
• ejercicios de "sentarse-levantarse" para fortalecer los
miembros traseros
• flexión/extensión voluntarias del cuello ofreciendo una
pelota o alimento de izquierda a derecha o arriba y abajo
• andar en círculo o en ocho para estimular la función
propioceptiva, etc. (3, 12).
Hidroterapia
Andar en el agua y nadar son ejercicios terapéuticos activos
muy útiles para los animales con artritis. Están particularmente recomendados en los casos de sobrepeso del animal
o cuando este último tenga dificultad para moverse. La
flotabilidad coloca al animal en un estado de relativa
ingravidez que alivia al sistema locomotor (17) (Figura 4).
La inmersión en agua induce la estimulación exteroceptiva
constante que obliga al animal a movilizar su sistema locomotor completo para mantener su posición. El calor relaja el
tejido y alivia el dolor, a la vez que la viscosidad del medio
ofrece una resistencia que estimula el trabajo muscular.
Algunos movimientos que son imposibles de hacer sobre el
terreno pueden realizarse en el agua (18). La hidroterapia
promueve el trabajo articular, el desarrollo muscular y la
capacidad cardiorrespiratoria.
Se recomiendan de 2 a 3 sesiones por semana de 5 a 20
minutos, preferiblemente en una cinta sin fin sumergida en
una piscina de rehabilitación (Figura 5) o en un ambiente
natural, si la temperatura del agua es adecuada.
Masaje
Hay muchos tipos diferentes de masajes que ayudan al
animal a relajarse, reducir la tensión muscular y el dolor,
mejorar la circulación venosa y linfática, facilitar la eliminación de los productos de desecho del metabolismo, reducir
las adherencias y estimular el sistema nervioso. El masaje se
utiliza para reducir la tensión muscular en animales artríticos como un complemento a otras técnicas. Debe realizarse
una sesión de masaje antes de cualquier otro ejercicio de
fisioterapia. La aplicación de calor al comenzar y al finalizar
la sesión mejorará la relajación.
38%
Trocánter mayor
de el fémur
85%
Cóndilo lateral
del fémur
91%
Maléolo lateral
de la tibia
(©Jean-Michel Labat)
Figura 2.
Andar en
carretilla
fortalece los
miembros
delanteros.
Figura 4. Soporte de peso por el animal (como porcentaje de peso
corporal medido fuera del agua) como una función de la profundidad
de inmersión en el agua, según Levine et al. (17).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 35
FISIOTERAPIA EN GATOS Y PERROS APLICADA A LOS TRASTORNOS LOCOMOTORES DE ORIGEN ARTRÍTICO
Figura 5.
Hidroterapia en
una piscina de
rehabilitación de
la Unidad de Cría
y Medicina
Deportiva*,
Facultad de
Medicina
Veterinaria,
Alfort, Francia.
En los pacientes artríticos, se emplean sólo técnicas superficiales y no se recomienda aplicar masajes en los lugares de
artritis aguda.
• La sesión comienza mediante un suave masaje o roce en el
cual el terapeuta inicia el contacto con el paciente frotando
suavemente la piel.
• Continúa con amasamiento superficial: el terapeuta toma
un pliegue de la piel y la enrolla. Comienza en la cola y va
avanzando hacia la cabeza a lo largo del dorso y desde la
zona distal hacia la zona proximal de los miembros.
• También puede utilizarse percusión: por ejemplo, se dan
golpecitos suavemente con la palma o el lateral de la
mano. De esta manera se tratan grandes áreas de músculo.
• La sesión finaliza mediante vibraciones, ya sea sujetando
un grupo de músculos que se movilizan lentamente en
un movimiento de dentro a fuera y de un lado a otro o
sujetando la punta de la pata para estimular el miembro
completo. Es una técnica ideal para finalizar una sesión de
masaje que relaja completamente los músculos. También
puede realizarse roce al final de la sesión.
Control del peso
Cualquier exceso de peso sobre las articulaciones puede
acelerar el desarrollo de artritis y dolor (13). Cuando se
evalúe a un animal antes de rehabilitación funcional,
debe evaluarse siempre su peso ideal. Si es necesario, se
prescribirá restricción calórica simultáneamente a
los ejercicios para mantener la musculatura sana. En
veterinaria, como en medicina humana, se ha observado
que un programa de rehabilitación funcional que
combine pérdida de peso con fisioterapia reduce los
síntomas y mejora los signos clínicos (19).
Conclusión
En el marco de la terapia multimodal integrada, una
combinación meticulosa de diversas técnicas de fisioterapia
(manual e instrumental), fármacos y otras terapias no
farmacológicas, como la acupuntura, la osteopatía o la
homeopatía proporcionan resultados excelentes.
*La Unidad de Cría y Medicina Deportiva (UMES) fue creada en
1996 por el profesor Dominique Grandjean en la Facultad Nacional
de Veterinaria de Alfort. Su misión consiste en conseguir que los
profesionales especializados en perros y gatos y los veterinarios
trabajen juntos. La UMES ha desarrollado la primera clínica francesa
especializada en reeducación funcional para perros y gatos.
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Terapias físicas y
alternativas en el
tratamiento de los
pacientes con artritis
L
os principales objetivos del tratamiento de los
animales con artritis son aliviar el dolor, preservar
la fisiología articular y mantener o recuperar
la actividad normal. Las técnicas m a n u a l e s (masajes,
movilización pasiva, activa y propioceptiva) combinadas con ejercicio controlado de baja intensidad, particularmente andar en el agua y nadar, son técnicas fisioterápicas
básicas para los perros con artritis.
Serge Sawaya, PhD
Unidad de Anatomía Comparada y Unidad de FisioterapiaRehabilitación- Osteopatía, Facultad Nacional de Veterinaria
de Lyon, Francia
El Dr. Sawaya se licenció en la Facultad Nacional de Veterinaria
de Lyon (ENVL) y continuó sus estudios en biomecánica y
fisiología del movimiento. Obtuvo el grado de Master en Ciencias
Biológicas y Médicas y completó su doctorado en la Universidad
de Lyon. Serge Sawaya fue nombrado profesor de Anatomía
Comparada en la ENVL en 1996 y se preparó en Fisioterapia
y Osteopatía en el Instituto Francés de Quinesioterapia Animal
y luego en el Instituto de Medicinas Alternativas y Osteopatía
Veterinaria. En 2002, Serge Sawaya fundó la unidad de
Fisioterapia - Rehabilitación - Osteopatía en la ENVL, donde
desarrolló actividades clínicas y de investigación (carnívoros
y equinos), mientras supervisaba diversas tesis veterinarias
en este área. Desde 2006 es el encargado de la Unidad
pedagógica en Anatomía de la ENVL. El Dr. Sawaya también
trabaja en una clínica privada, donde recibe casos remitidos de
fisioterapia, osteopatía y acupuntura en caballos y carnívoros
domésticos.
Los agentes físicos pueden complementar y reforzar
dichas técnicas. En este artículo comentaremos las que
nosotros empleamos de manera habitual en nuestra
práctica fisioterápica diaria: calor y frío, ultrasonidos,
electroestimulación y ondas de choque.
Otras terapias alternativas, como la osteopatía y la
acupuntura, pueden ser beneficiosas.
Agentes físicos
Térmicos
Frío (crioterapia)
Cuando se aplica sobre las articulaciones dolorosas, la
crioterapia contribuye a aliviar el dolor y a reducir la
inflamación aguda. El mecanismo de acción se basa en:
1. ralentización de la conducción nerviosa de las fibras
mielínicas de pequeño calibre (Aδ y C),
2. vasoconstricción periférica (y posterior reducción
del flujo sanguíneo) y ralentización del metabolismo
local (1).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 37
La aplicación de crioterapia está indicada
principalmente en los ataques agudos de
artritis (asociada, en este caso, al reposo) o
para aliviar el dolor y evitar la inflamación
consecutiva al esfuerzo o un ejercicio intenso.
La forma más sencilla de aplicar crioterapia a
los animales domésticos es dar un masaje con
hielo (de 5 a 10 minutos continuamente) o
mediante la aplicación de una "compresa
fría" en la articulación dolorosa (de 15 a 25
minutos de manera discontinua) (Figura 1a).
En el caso de ataques inflamatorios agudos,
se recomiendan varias aplicaciones diarias
(de 3 a 6 al día) (1).
a
Figura 1. Agentes térmicos. a. Masaje de una rodilla con hielo. b. Compresa caliente en
una rodilla. La bolsa mostrada aquí puede utilizarse para aplicar calor (compresa
caliente) después de calentarla en el microondas o frío (compresa fría) después de
enfriarla en el congelador. Debe evitarse el contacto directo entre la piel y el calor o el frío
envolviendo la bolsa en una toalla limpia (no mostrado en esta foto).
Calor
El calor siempre tiene efectos beneficiosos en los perros con
artritis crónica, ya sea mediante hidroterapia o mediante su
aplicación directa en las articulaciones.
El calor provoca vasodilatación periférica y estimula
numerosos receptores termosensibles que aumentan los
mecanismos de control de compuerta (2). Estos efectos
combinados provocan analgesia local.
Esta analgesia va acompañada de efectos miorrelajantes.
La aplicación de calor acelera la conducción nerviosa y
disminuye el umbral de estimulación de las fibras sensibles,
en particular de las fibras del tipo II conectadas con los
órganos tendinosos de Golgi, lo que provoca la reducción de
las descargas de las motoneuronas alfa conectadas a las fibras
musculares extrafusales e induce relajación muscular (3).
El calor tiene efectos beneficiosos en las contracciones
musculares reflejas que siempre aparecen en animales con
articulaciones dolorosas, y ayudan a romper el círculo vicioso
"dolor x contracciones x dolor x etc.", que exacerba
la pérdida de movilidad articular y reduce la posibilidad
de la práctica de ejercicio.
A diferencia de la crioterapia, la aplicación de calor fomenta
la relajación de todas las estructuras periarticulares y
músculo-tendinosas (disminución de la viscosidad, aumento
de la elasticidad). Facilita el movimiento intertisular y
crea buenas condiciones para llevar a cabo técnicas de
fisioterapia pasiva.
La aplicación de calor está indicada especialmente antes
de caminar, practicar ejercicio, aplicar manipulaciones de
fisioterapia o antes de llevar a cabo cualquier otra técnica
física, como la electromioestimulación o las ondas de choque
38 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
b
extracorpóreas. Las botellas de agua caliente o las "compresas
calientes" son métodos sencillos para aplicar calor superficial.
El tejido se puede calentar hasta una profundidad aproximada de 1 cm (1) y se recomienda, en particular, para las
articulaciones distales (dedos, carpo, tarso, rodilla, codo)
(Figura 1b). Para aplicar calor más profundo (cadera,
hombro, articulaciones vertebrales) debe utilizarse ecografía
terapéutica.
El calor superficial se aplica durante 15 a 20 minutos, de una
a tres veces al día, o varias veces a la semana, dependiendo de
la intensidad del problema (4).
De fácil aplicación en la práctica diaria, el tratamiento
con aplicación superficial de calor y frío también puede
prescribirse en el marco de un programa de rehabilitación
funcional para llevar a cabo en el propio domicilio.
Ecografía terapéutica
Entre las técnicas físicas utilizadas para calentar el tejido
profundo, la ecografía terapéutica es la más práctica para el
tratamiento de los animales domésticos. Tiene un intervalo
de frecuencia que oscila entre 0,5 y 5 MHz. La mayor parte de
los equipos de ecografía terapéutica ofrecen en la actualidad
dos frecuencias: 1 MHz (baja frecuencia) y 3 MHz (alta
frecuencia). Son posibles dos modos de uso: ecografía
continua y ecografía pulsada.
Propiedades biológicas y efectos terapéuticos
• las ondas ecográficas pueden penetrar en el tejido biológico
hasta una profundidad de 5 cm. Durante su aplicación
en modo continuo, la elevación de la temperatura varía,
dependiendo de la zona tratada, entre +1 ºC y +4 ºC.
La acción térmica es más rápida e intensa con la ecografía
terapéutica de alta frecuencia (3 MHz) (5).
TERAPIAS FÍSICAS Y ALTERNATIVAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES CON ARTRITIS
Figura 2. Ultrasonidos.
a. Aplicación de ultrasonidos en una cadera.
Las ondas ecográficas son transmitidas por el aire, debe aplicarse un gel
conductor (gel de ecografía) entre el cabezal emisor y la piel. La piel debe
ser rasurada y desinfectada con alcohol.
a
b
• las ondas ecográficas también tienen efectos relacionados
con sus propiedades vibratorias. Estas propiedades
vibratorias producen micromasajes que modifican la
permeabilidad de la membrana, estimulan la angiogénesis,
liberan factores de crecimiento y favorecen la proliferación
de fibroblastos y la producción de colágeno (6). Por
consiguiente, la ecografía terapéutica tiene efectos fibrolíticos y cicatrizantes. Durante la ecografía pulsada, los
efectos vibradores son mayores que los efectos térmicos.
• las ondas ecográficas aumentan la permeabilidad cutánea
que, cuando se añade a la presión de radiación de las ondas
sonoras, estimulan la difusión pasiva de fármacos a los
tejidos profundos, o fonoforesis. El porcentaje de penetración de los fármacos aumenta incluso más si el pelaje del
animal está rasurado y la piel preparada con alcohol (7).
Aspectos prácticos
La ecografía es particularmente beneficiosa para los
pacientes con artritis cuando se combina, seguidamente, de
ejercicios de movilización pasiva y estiramientos. El alivio del
dolor y el calentamiento del tejido obtenidos de ese modo
combaten la anquilosis y aumentan la amplitud de movimientos
articulares confortables (8). Los espasmos y la contracción
muscular que se suman a la rigidez articular también pueden
reducirse de manera eficaz mediante ecografía (Figura 2).
La ecografía de alta frecuencia (3-3,3 MHz) se caracteriza por
penetración poco profunda (0,5-1 cm), pero un poderoso
efecto calorífico. Nosotros la empleamos sólo en las articulaciones distales de las extremidades. La ecografía de baja
frecuencia (0,8-1 MHz) penetra con más profundidad en el
tejido (0,5-5 cm). Nosotros la empleamos en el tratamiento
de las articulaciones de cadera y hombro y para reducir
los espasmos musculares.
La duración de la aplicación y la intensidad de los
ultrasonidos varía en función de muchos factores: el área de
superficie de la zona que precisa tratamiento, el área de
superficie del cabezal emisor, la frecuencia utilizada y el
modo de aplicación (continua o pulsada). La duración y la
intensidad deben adaptarse a las necesidades de cada caso en
particular. En general, aplicaciones de cinco a diez minutos
b. Equipo ecográfico.
Un cabezal emisor pequeño (1,5 cm2) es muy útil para mantener buen
contacto con la piel, incluso en áreas pequeñas y áreas con alivio notable.
Puede realizarse una combinación de tratamiento con neuroestimulación
eléctrica transcutánea y ecografía utilizando el aparato mostrado aquí.
con intensidades comprendidas entre 0,5 y 1,5 w/cm2
del área superficial del cabezal emisor. Al comienzo del
tratamiento se recomiendan aplicaciones diarias que pueden
luego espaciarse (6). En la práctica, es raro poder administrar
más de dos a tres sesiones por semana. El terapeuta debe
evitar las lesiones inducidas, particularmente quemaduras.
Electroestimulación neuromuscular
Dos técnicas de electroestimulación son particularmente
interesantes para los pacientes con artritis: corrientes analgésicas y corrientes de electromioestimulación (Figura 3).
Normalmente las dos son bien toleradas por los animales
domésticos.
Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS)
La neuroestimulación eléctrica transcutánea ha sido poco
utilizada por los veterinarios, aunque se ha demostrado su
utilidad en el tratamiento del dolor agudo y crónico en varios
campos de la medicina humana (9), en particular en los casos
de osteoartritis de rodilla (10). Nuestro equipo confirma
regularmente su eficacia en nuestra práctica diaria de fisioterapia en caballos y carnívoros domésticos, a pesar del hecho
de la escasez de ensayos clínicos. Levine et al. (11) demostraron, utilizando el análisis de fuerza -placa, que existía una
mejoría significativa en la carga de los miembros en perros
después de la aplicación de neuroestimulación eléctrica
transcutánea sobre rodillas con deterioro artrítico crónico.
En los animales con artritis se utilizan dos modalidades de
corrientes de neuroestimulación eléctrica transcutánea:
- TENS de control de compuerta
La hiperestimulación periférica de las fibras sensibles de
gran calibre (Aβ) a frecuencia elevada (generalmente 80 ó
100 Hz, a veces, incluso, 200 Hz para el dolor intenso), inhibe
la transmisión de los influjos nociceptivos transmitidos por
las fibras de pequeño calibre (Aδ y C) en el asta dorsal de
la médula espinal. La intensidad de la corriente debe
mantenerse por debajo del umbral de estimulación de
las neuronas motoras (por ejemplo: sin desencadenar
contracción muscular). Este tipo de corriente genera
analgesia rápida pero breve (de una a varias horas) y está
indicada principalmente para el dolor agudo e hiperagudo.
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 39
- TENS endorfínica
La estimulación de las fibras de pequeño calibre (Aδ y C), a
frecuencia muy baja (2 a 8 Hz), favorece la liberación de
endorfinas y encefalinas en el encéfalo. La intensidad de la
corriente está justo por encima del umbral de contracción
muscular y proporciona un alivio gradual y de larga duración
del dolor (a veces de hasta 8 horas). La TENS endorfínica
está indicada para el dolor subagudo y crónico.
Utilizando corrientes de frecuencia variable o mediante el modo
"en ráfaga" se obtiene una combinación de los dos tipos de
neuroestimulación eléctrica transcutánea. Para ser eficaz, una
corriente de neuroestimulación eléctrica transcutánea debe
aplicarse durante un mínimo de 20 a 30 minutos. La eficacia
depende también, en gran medida, de la colocación correcta de
los electrodos y de la calidad de su contacto con la piel. Los
electrodos pueden colocarse a cada lado de la articulación
dolorosa o sobre la raíz nerviosa del segmento espinal correspondiente (estimulación segmental). Nosotros obtenemos
resultados excelentes colocando los electrodos en puntos de
acupuntura seleccionados a lo largo de la vía del meridiano
tendino-muscular que implica a la articulación afectada.
Los programas de tratamiento con neuroestimulación
eléctrica transcutánea para seres humanos pueden
emplearse en perros siempre que se utilicen corrientes de
impulso inferiores a 300 microsegundos (de 200 a 250 µs).
Electromioestimulación (EMS)
La electromioestimulación puede ser muy útil en fisioterapia
de pacientes artríticos pues:
• fortalece los músculos atrofiados por falta de uso,
• mejora la troficidad muscular y la resistencia a la fatiga,
• rehabilita el movimiento y se gana amplitud articular
(mediante contracciones alternas a amplitudes controladas
de agonistas y antagonistas),
a
• fortalece la estabilidad activa de una articulación que
presente inestabilidad crónica (Figura 3).
Los estimuladores de electroestimulación humanos pueden
emplearse en veterinaria siempre y cuando se adapten
los parámetros para cada perro. Dado que el umbral
de activación de las fibras nociceptivas está reducido
en animales con dolor, es necesario poder seleccionar una
duración de impulso que estimule las neuronas motoras
sin excitar las fibras nociceptivas. La duración óptima del
impulso es muy diferente en perros y en seres humanos en
función de la diversa musculatora (12).
Tratamiento con ondas de choque extracorpóreas
El tratamiento con ondas de choque extracorpóreas
(Figura 4) es de uso reciente en fisioterapia canina y de
interés para el tratamiento de los pacientes con artritis.
En esta terapia se utilizan ondas acústicas muy cortas
emitidas a baja frecuencia (infrasonido) y a una presión muy
elevada. Tienen una energía muy alta y se caracterizan por
un pico de sobrepresión muy elevada (hasta 100 veces la
presión atmosférica), seguidas de una meseta. Esto ocurre
muy deprisa, aproximadamente en 1 µs.
Basada en las técnicas de litotripsia, la terapia con ondas de
choque extracorpóreas se ha utilizado eficazmente desde
la década de 1990 para tratar diversos trastornos reumatoortopédicos en el ser humano (epicondilitis, fascitis plantar,
tendinitis calcificante del hombro) y los caballos (desmitis del
ligamento suspensor del espolón) (13, 14). Aunque los ensayos
clínicos son raros, varios autores han comunicado buenos
resultados con esta técnica en el tratamiento de la artritis en
animales de laboratorio (15), caballos (16) y perros (17, 18, 19).
Nosotros hemos observado que la terapia con ondas de choque
b
Figura 3. Electroestimulación neuromuscular.
a. Estabilización mediante electromioestimulación de una rodilla artrítica
después de una rotura parcial de larga duración del ligamento cruzado
craneal. Trabajo sincronizado del bíceps y el cuadriceps femorales.
La contracción del bíceps femoral precede ligeramente a la del cuadriceps.
b. Pueden utilizarse pequeños estimuladores, baratos, que liberan
corrientes de neuroestimulación eléctrica transcutánea y de electromioFigura 4. Aplicación de ondas de choque radiales en la rodilla de un perro.
estimulación para elaborar programas a medida adaptados individualmente a cada paciente. Cubren la mayoría de las necesidades de
electroestimulación de los animales domésticos.
40 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
TERAPIAS FÍSICAS Y ALTERNATIVAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES CON ARTRITIS
Figura 5. Ejemplo de algunos puntos (entre otros) que pueden
utilizarse para tratar la artritis de cadera mediante acupuntura.
Se seleccionan después de la exploración clínica y de acuerdo
a la sensibilidad de los puntos de acupuntura por palpación. Están
situados en el meridiano de la Vejiga (BL), la Vesícula Biliar (GB),
el Riñón (Kl), el Bazo/Páncreas (SP) y los Vasos que los irrigan (GV).
El rojo: puntos de acupuntura locales
En azul: puntos de acupuntura regionales y distales. GV2bis está
situado en el plano medio del espacio lumbo-sacro, BL40 en el espacio
poplíteo profundo, SP2 en el margen medial del dedo gordo del pie II
(bajo la articulación metatarso - falángica), Kl1 en la superficie
plantar del pie justo detrás de la almohadilla metatarsiana. GV2bis
puede clasificarse también como punto de acupuntura de acción
general, dada su acción de estimulación general en el organismo.
En verde: puntos de acupuntura de acción general: GB34 situado
craneodistalmente a la cabeza del peroné, es un punto de
acupuntura principal para músculos y tendones. BL60, en la cavidad
articular del corvejón, es un punto principal de analgesia en
acupuntura (la aspirina de la acupuntura). BL23, situado entre L2 y
L3, es el punto de acupuntura "de asociación" del Riñón (Yu) que
controla el metabolismo osteocartilaginoso.
extracorpóreas es eficaz en la reducción rápida y mantenida
del dolor (alivio del dolor durante varias semanas o meses) y en
la mejoría de la movilidad y la calidad de vida de los perros
con artritis. Sin embargo, no se aprecia mejoría significativa en
las imágenes radiológicas. Para conseguir una mayor eficacia, la
terapia con ondas de choque extracorpóreas puede ir precedida
de aplicación de calor superficial y seguida de ejercicios de
movilización pasiva. El protocolo terapéutico no es exigente:
tres a cuatro sesiones separadas entre sí por siete a diez días,
que posiblemente se repetirán cuatro a seis meses más tarde.
Sin embargo, el equipo de aplicación de ondas de choque sigue
siendo muy caro y a veces los animales tienen que ser sedados.
Otros métodos "alternativos"
las contracciones musculares que aparecen en articulaciones artríticas dolorosas. Estos espasmos se caracterizan
por aumento de la actividad gamma: los husos neuromusculares acortados descargan constantemente, lo que
exacerba la actividad de las neuronas motrices alfa. El
segmento medular que controla el segmento articular
se encuentra, pues, en un estado de "facilitación" o hiperreactividad, con un umbral de excitación reducido (20).
Eliminando o reduciendo esta restricción de la movilidad y
reestableciendo el equilibrio entre las tensiones dentro de
las cadenas miofasciales implicadas en la discapacidad
funcional, la osteopatía puede contribuir a aliviar el dolor
y restaurar la movilidad en los segmentos afectados.
Entre las denominadas terapias "alternativas" que son de
interés para el control de los pacientes artríticos, comentaremos brevemente la osteopatía y la acupuntura. Ambas están
basadas en enfoques holísticos: el terapeuta no se concentra
en la articulación o el segmento doloroso, sino que intenta
tratar o evitar la repercusión general en otros segmentos y
órganos. El objetivo es recuperar la homeostasis del organismo completo, proporcionando condiciones óptimas para
la recuperación funcional del tejido.
En los perros con artritis preferimos combinar técnicas
denominadas indirectas o funcionales con técnicas fasciales.
Las primeras consisten en la movilización del segmento
afectado, sin inducir dolor, hasta la relajación completa de
todas las tensiones; las últimas se basan en la percepción y la
regularización del mecanismo respiratorio primario (MRP) o
el ritmo cráneo - sacro.
Osteopatía
El principal interés de la osteopatía reside esencialmente
en la prevención de la artritis, en particular en los perros
trabajadores y deportistas.
La osteopatía se utiliza esencialmente en órganos en los que la
disfunción no ha alcanzado todavía (o que casi ha alcanzado)
el estadio real de lesión estructural. Se trata de una terapia
manual orientada a restaurar la movilidad (y por consiguiente
la función) de los tejidos y a mejorar la continuidad funcional
y el equilibrio entre varias estructuras corporales. Los haces
musculares profundos (musculatura yuxtavertebral o yuxtaarticular) que participan en el reajuste postular constante son
ricos en unidades motrices aerobias de contracción lenta.
Son muy sensibles a la isquemia inducida por los espasmos y
Acupuntura
Según la medicina china tradicional, la artritis corresponde a
una ralentización de la circulación de la Energía vital (Qi) en
los meridianos que rodean las articulaciones tras la agresión
externa por la humedad y el frío. Es el elemento Agua el que
interviene perturbando la función del Riñón, la Vejiga y el
Bazo. La función del Riñón controla el metabolismo osteocartilaginoso y la función del Bazo controla los líquidos
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 41
TERAPIAS FÍSICAS Y ALTERNATIVAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES CON ARTRITIS
y tejidos articulares y periarticulares, así como el tejido
conjuntivo de soporte (21).
La acción analgésica de la acupuntura es producto de los
mecanismos de control de compuerta, cuando se tratan los
puntos de acupuntura focales, y de la estimulación de la
liberación de opioides endógenos, cuando se tratan puntos
distales para procurar analgesia prolongada. Muchos puntos
de acupuntura están relacionados con el sistema nervioso
autónomo y, cuando se estimulan, regulan las funciones
orgánicas relacionadas con el metámero tratado (22).
Dependiendo del estado del animal, pueden seleccionarse de
cinco a diez puntos de acupuntura para actuar a diversos
niveles (Figura 5):
1) Puntos de acupuntura sensibles o reaccionales situados a
lo largo de los meridianos que rodean la articulación: están
"dispersos" en ataques agudos y "tonificados" (por calor)
cuando el dolor es crónico.
2) Puntos de acupuntura de acción regional, distal y proximal.
3) Puntos de acupuntura de acción general, como el B23,
situado en el meridiano de la vejiga entre L2 y L3, que
corresponde a los puntos de acupuntura de "asociación"
renal que controlan el metabolismo osteocartilaginoso
asociado con la función del Riñón (21, 23).
La acupuntura puede emplearse como tratamiento de ataques
de artritis agudos, así como subagudos y crónicos. En el caso
de un ataque inflamatorio agudo, se necesita una sesión cada
dos a tres días hasta que se resuelvan los signos clínicos.
Para el dolor crónico, se precisan varias sesiones, normalmente una vez a la semana. Éstas se potencian entre sí y
pueden ir esparciéndose de manera gradual.
En la práctica moderna, la acupuntura puede utilizarse sola o
en sinergia con otros métodos convencionales o alternativos.
Para los perros con artritis intensa, la acupuntura asociada con
técnicas manuales (osteopatía, masajes, movilizaciones) ha
dado resultados muy buenos tras una media de cuatro sesiones.
La fisioterapia o las terapias alternativas son necesarias
cuando los analgésicos o los antiinflamatorios no proporcionan alivio o provocan efectos adversos. Estos métodos son
también de interés cuando no está indicada la cirugía o no es
deseada por el propietario del animal enfermo.
Numerosas técnicas de fisioterapia, acupuntura y osteopatía
se unen al arsenal terapéutico de los veterinarios en la lucha
contra la artritis y permiten la adaptación individual del
tratamiento a cada paciente.
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PUNTO DE VISTA ROYAL CANIN
Manejo nutricional de
la osteoartritis canina
Denise Elliott BVSc (Hons), PhD, Dipl. ACVIM, Dipl. ACVN
Asuntos Científicos, Royal Canin, Estados Unidos
La Dra. Elliot se licenció con honores por la Universidad de Melbourne en Ciencias Veterinarias en 1991. Después de completar
un internado en Medicina y Cirugía de Pequeños Animales en la Universidad de Pennsylvania, Denise se trasladó a la Universidad
de California-Davis, donde completó una residencia en Medicina de Pequeños Animales, una estancia como becaria en Nefrología
y Hemodiálisis y una residencia en Nutrición Clínica de Pequeños Animales. Denise obtuvo la diplomatura por el American
College of Veterinary Internal Medicine en 1996 y por el American College of Veterinary Nutrition en el 2001. Obtuvo su doctorado
por la Universidad de California - Davis en nutrición en 2001 por su trabajo sobre Análisis de Impedancia Bioeléctrica de múltiple
frecuencia en gatos y perros sanos. En la actualidad, la Dra. Elliot es Directora de Asuntos Científicos de Royal Canin, Estados Unidos.
Eric Servet, MEng
Centro de investigación de Royal Canin, Aimargues, Francia
Eric Servet se licenció en 1999 por la Escuela de Ingeniería Francesa, especializándose en Ingredientes y Tecnología de los
Alimentos. Trabajó después como ingeniero para industrias lácteas en el desarrollo piloto y la formulación de productos desde
1999 hasta 2001. Después de pasar un año en Estados Unidos trabajando para Royal Canin EE.UU. sobre la conservación y
palatabilidad del producto, Eric Servet se unió al Departamento de Desarrollo e Investigación de Royal Canin en Francia como
ingeniero de investigación, en 2002.
Vincent Biourge, DVM, PhD, Dipl. ACVN, Dipl. ECVCN
Centro de investigación de Royal Canin, Aimargues, Francia
El Dr. Biourge se licenció por la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Lieja (Bélgica) en 1985. Permaneció
como ayudante en el Departamento de Nutrición durante dos años antes de trasladarse al Veterinary Hospital de la
Universidad de Pennsylvania (Filadelfia, Estados Unidos) y más tarde al Hospital Universitario de Medicina Veterinaria
(Veterinary Teaching Hospital) de la Universidad de California (Davis, Estados Unidos). En 1993, obtuvo el Doctorado en
Nutrición por la Universidad de California y pasó a ser diplomado por el American College of Veterinary Nutrition. En 1994,
se unió al Centro de Investigación de Royal Canin en Aimargues (Francia) como Director de Comunicación Científica y
Nutricionista. Desde enero de 1999, el doctor Biourge se encarga del control del programa de investigación nutricional de
Royal Canin.
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 43
PUNTO DE VISTA ROYAL CANIN
Introducción
En los perros, la forma más común de enfermedad
articular es la osteoartritis (OA), una enfermedad compleja
y progresiva de las articulaciones sinoviales que se
caracteriza por la degeneración del cartílago articular
y por la formación de hueso nuevo en los márgenes
articulares. Aunque puede aparecer en animales de
cualquier edad, la OA es un problema significativo en los
perros de edad media y avanzada, y afecta al menos a un
perro de cada cinco. Aproximadamente el 45% de los
perros de raza grande tiene OA y ciertas razas, como el
Pastor Alemán y el Labrador Retriever, parecen tener una
predisposición genética al desarrollo de la enfermedad. Los
perros de raza grande y gigante también tienen una
mayor incidencia de enfermedades ortopédicas del
desarrollo, que pueden progresar a OA en las etapas más
tardías de la enfermedad. La obesidad y el exceso
d e ejercicio intenso también pueden incrementar
las tensiones sobre algunas articulaciones y pueden
predisponer al perro al desarrollo de OA.
El cartílago es un tejido metabólicamente activo y los
componentes de la matriz se rellenan constantemente y
se reorganizan por los condrocitos. En el cartílago normal
hay un rápido recambio de proteoglicanos (Figura 1),
mientras que la renovación del colágeno se produce de
una manera mucho más lenta. El cartílago articular es
avascular y los condrocitos se nutren fundamentalmente
del líquido sinovial o, en sus capas más profundas, de
capilares procedentes de los sinusoides de la médula ósea.
La degradación del cartílago en la OA implica una
compleja serie de acontecimientos, que todavía no se
entienden del todo. Los cambios bioquímicos o biomecánicos en el ambiente articular producen áreas focales de
mayor tensión dentro de la articulación y provocan una
aceleración del recambio de la matriz articular. Ambas
actividades del condrocito, la sintética y la degradativa,
están aumentadas, pero el equilibrio se desplaza hacia los
procesos catabólicos. Esto provoca la pérdida localizada
de proteoglicanos de la matriz, GAG y colágeno. Los
radicales libres y los productos de descomposición
generados por el proceso catabólico provocan una
respuesta de citoquinas por parte de las células sinoviales.
Además de la liberación de citoquinas proinflamatorias,
la lesión en la membrana de las células sinoviales
estimula la producción de ácido araquidónico (AA), que
puede metabolizarse a través de la vía de la ciclooxigenasa
(COX) para producir tromboxanos, prostaglandinas y
radicales de oxígeno tóxicos, o a través de la vía de la lipooxigenasa para producir leucotrienos. Las prostaglandinas
44 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
Figura 1. Representación esquemática del agrecán en el cartílago articular.
Grandes moléculas de proteoglicanos se unen a cadenas largas de ácido
hialurónico y se estabilizan por dos o más proteínas de unión, para formar los
grandes agregados de proteoglicanos encontrados en el cartílago.
Ácido hialurónico
Proteína de unión
Proteína central o núcleo
Subunidad de proteoglicano
Sulfato de condroitina
Sulfato de queratán
y los leucotrienos intervienen en el desarrollo y el
mantenimiento de la inflamación y facilitan la percepción
del dolor (Figura 2).
Tratamiento de la osteoartritis
Sin cura conocida para la OA, el tratamiento se dirige al
alivio del dolor y el malestar asociado a la enfermedad y a
la prevención de una degeneración ulterior del cartílago.
La cirugía está indicada en algunos casos para corregir
la causa subyacente de una OA secundaria o para manipular el ambiente articular. El uso de antiinflamatorios
no esteroideos para proporcionar alivio sintomático del
dolor ha sido, tradicionalmente, la piedra angular del
tratamiento conservador de la osteoartritis.
Quizá el aspecto más importante de la terapia para la OA
sea la introducción de ajustes apropiados del estilo de vida,
entre ellos la reducción del peso y la práctica de ejercicio
físico controlado, que pueden provocar una mejoría
clínica significativa en muchos perros afectados. El peso
corporal excesivo puede incrementar la tensión mecánica
sobre las articulaciones y se ha documentado como un
factor de riesgo de OA en perros. El control de la obesidad
es, por consiguiente, una consideración importante en el
tratamiento de la OA y puede ser la única medida necesaria
para controlar los signos clínicos en algunos pacientes
obesos. La modificación de la rutina de ejercicio del perro
también puede ser necesaria, ajustando el nivel de
actividad en función de la intensidad de la enfermedad, el
grado del dolor y la inflamación. Cortas pautas de ejercicio
de bajo impacto, como andar con la correa o nadar, son
beneficiosos para proporcionar fisioterapia positiva,
mejorar el bienestar y liberar endorfinas (que pueden
tener un efecto antiinflamatorio) y controlar el peso.
Figura 2. Ciclo perpetuante de la osteoartritis.
La lesión de la articulación provoca
la liberación de una diversidad de
enzimas que dañan más el
cartílago. Se libera AA, que es
metabolizado a leucotrienos y
prostaglandinas inflamatorias, que
contribuyen a los signos clínicos de
la OA, es decir, articulaciones
dolorosas, calientes e hinchadas.
La viscosidad del líquido articular
disminuye, lo que reduce la
lubricación articular y aumenta
más el riesgo de lesión del
cartílago.
Mala lubricación de la articulación
Derrame con líquido
sinovial acuoso
Lesión del cartílago
Sinovitis
IL, TNF
Metaloproteínasa (liberación de MP)
Calor e hinchazón
articular
Vasodilatación de la cápsula
articular
PG
DOLOR
Debe evitarse el ejercicio vigoroso, de alto impacto, ya
que puede exacerbar los signos clínicos y acelerar
la progresión de la OA.
Las medidas alimentarias tienen un papel en el control de
la OA en el perro y pueden contribuir a reducir o eliminar
la necesidad de administración de fármacos convencionales. Además de proporcionar nutrientes para la
reparación, nutrientes específicos pueden modular
la respuesta inflamatoria y proteger frente a la lesión
oxidativa. Una variedad de nutrientes, entre ellos los
ácidos grasos omega-3 de cadena larga, el sulfato de
condroitina, el clorhidrato de glucosamina, los antioxidantes y el polvo de mejillón verde, son específicamente
beneficiosos para el control de la artritis.
Ácidos grasos poliinsaturados
Alteraciones en la ingesta diaria de ácidos grasos poliinsaturados esenciales (AGE) de las series omega-3 y
omega-6 pueden modular la respuesta inflamatoria.
La lesión física o química sobre las células induce la
liberación de ácido araquidónico (AA), un ácido graso
omega-6 que es metabolizado después a mediadores
eicosanoides, entre ellos, la prostaglandina E2 y el
leucotrieno B4. Estos mediadores desempeñan un papel
principal en la secuencia inflamatoria. El ácido eicosapentaenoico (EPA), un ácido graso omega-3 es, sin embargo,
metabolizado para formar la serie 3 de los eicosanoides,
entre ellos la prostaglandina E3 y el leucotrieno B5, que
tienen efecto antiinflamatorio o menos inflamatorio que
los eicosanoides de la serie 2.
Mediante modificación de la dieta es posible alterar los
lípidos de la membrana celular (y, por ende, las respuestas
Degeneración del
cartílago
Células sinoviales
Condrocitos
Osteoclastos
Acido araquidónico
IL
LT
IL
MMP
©Fuente: Enciclopedia de la Nutrición Clínica Canina, Royal Canin.
MANEJO NUTRICIONAL DE LA OSTEOARTRITIS CANINA
inflamatorias), ya que los ácidos grasos omega-6 y
omega-3 compiten por las mismas enzimas metabólicas.
En particular, suplementos que contengan EPA y ácido
docosahexaenoico (DHA) pueden ejercer un gran efecto
inhibidor sobre los niveles de AA proinflamatorio y los
eicosanoides de la serie 2 en las células y pueden ser
beneficiosos en la OA. También se ha demostrado que
los ácidos grasos omega-3 de cadena larga regulan la
transcripción genética a través de receptores hormonales
nucleares (nutrigenómica). Se ha demostrado que suprimen la producción del ARNm de las enzimas ciclooxigenasa y lipooxigenasa, lo que sugiere que estos
ácidos grasos actúan al nivel de la síntesis de proteínas,
e interfiriendo en las concentraciones de enzimas
existentes. Por consiguiente, se aconseja la suplementación con aceites de pescado, que son fuentes ricas de
EPA y DHA, para el control de la OA en perros.
Condroprotectores orales
Los condroprotectores tienen el potencial de modificar el
curso de la OA al proteger al cartílago de la degeneración, ya
sea aumentando la síntesis de matriz o disminuyendo su
degradación. Los condroprotectores se han descrito como
compuestos que respaldan o potencian la síntesis macromolecular por parte de los condrocitos; respaldan o potencian la síntesis de ácido hialurónico por los sinoviocitos;
inhiben las enzimas degradadoras o los mediadores
de la inflamación; y eliminan o evitan la formación de
fibrina, trombina y placa en los vasos sanguíneos sinoviales y subcondrales. Los condroprotectores administrados por vía oral pueden tener el potencial de
interrumpir, o incluso revertir, el proceso de degeneración
del cartílago. La glucosamina y el sulfato de condroitina
son los dos condroprotectores empleados con más frecuencia.
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 45
PUNTO DE VISTA ROYAL CANIN
Glucosamina
La glucosamina, un amino-monosacárido, es el precursor
principal para la síntesis de glucosaminoglicanos (GAG)
de la matriz del cartílago y del líquido sinovial. Es una
molécula pequeña que es rápida y casi completamente
absorbida en el tubo digestivo del perro (87% de la
ingesta). Los condrocitos pueden sintetizar glucosamina
a partir de glucosa y glutamina, pero esto constituye
una etapa limitante de la velocidad en la síntesis de
glucosaminoglicanos y proteoglicanos. Por consiguiente,
en momentos de gran demanda, como en momentos
de aceleración del recambio de cartílago en la OA, es
importante administrar un complemento exógeno de
glucosamina.
La glucosamina estimula la síntesis de proteoglicanos a
través de su capacidad para aumentar la producción de
GAG. También puede activar la proteína central (core
protein) del proteoglicano. Además, se ha demostrado
que la glucosamina tiene propiedades antiinflamatorias
leves que, a diferencia de las producidas por los antiinflamatorios no esteroideos, no están asociadas a la
inhibición de la síntesis de prostaglandinas.
Sulfato de condroitina
El sulfato de condroitina es el principal GAG del cartílago
articular. Estimula la producción de matriz proporcionando sustrato adicional para la síntesis de proteoglicanos. El sulfato de condroitina puede ayudar a evitar
la formación de trombos, placas y fibrina en los vasos
sanguíneos sinoviales y subcondrales. Además, el sulfato
de condroitina inhibe la actividad proteica de la metaloenzima degradadora de la matriz en el cartílago.
Antioxidantes y otros micronutrientes
©WALTHAM Centre for Pet Nutrition.
Los radicales libres están involucrados en la patogenia de
la OA. Antioxidantes derivados de la dieta pueden ser útiles
para reducir la lesión oxidativa acumulada en la OA.
Figura 3. Mejillón verde (Perna canaliculus).
Eficacia de una dieta con mejillón verde
80
Mejillón verde
69,0*
70
60
50
44,9*
40
30
23,7*
20
10
0
0,0
Dieta control
Puntuación
(todas las variables) artrítica total
Dolor articular
Hinchazón articular
Figura 4. Porcentaje de mejoría en la puntuación artrítica total, el dolor
articular y la hinchazón articular en perros alimentados con una dieta
que contenía mejillón verde durante 6 semanas frente a perros
alimentados con la dieta control. Los resultados se normalizaron con
respecto al grupo control. * Indican diferencias significativas con
respecto al grupo control a p< 0,05.
46 / / Veterinary Focus / / Vol 17 No 3 / / 2007
El zinc es un componente y activador de muchos sistemas
enzimáticos que pueden ser importantes para el crecimiento y la reparación de los tejidos. Interviene en la
estabilización de las membranas plasmáticas y puede
también desempeñar un papel en la eliminación de los
radicales libres. Los compuestos de selenio también
pueden actuar como eliminadores de radicales libres. El
silicio desempeña un papel integral en la formación del
colágeno y los GAG en la matriz del cartílago y puede ser
importante en el control de la OA. El manganeso es un
cofactor esencial en la síntesis de los proteoglicanos,
necesarios para el desarrollo normal del cartílago.
Entre algunas culturas costeras indígenas, los complementos de mariscos se han utilizado durante mucho
tiempo como remedio tradicional para la artritis.
Recientemente se ha concentrado el interés en los
posibles beneficios de un complemento nutricional
preparado a partir del mejillón verde de Nueva Zelanda,
Perna canaliculus (Figura 3). Se sabe que el mejillón
verde contiene componentes antiinflamatorios y otros
nutrientes que pueden influir en la salud articular. Aún
más importante, se ha demostrado que el mejillón verde
contiene un ácido graso omega-3 exclusivo, el ácido
eicosatetraenoico (ETA), que parece actuar como inhibidor doble de la oxigenación del AA por las dos vías,
la de la ciclooxigenasa y la de la lipoxigenasa. Estudios
in vitro han demostrado que un extracto lipídico rico en
MANEJO NUTRICIONAL DE LA OSTEOARTRITIS CANINA
El mejillón verde contiene también GAG (sulfato de
condroitina), ácidos grasos omega-3 (ETA, EPA, DHA),
aminoácidos (glutamina), vitaminas (vitaminas E, C) y
minerales (zinc, cobre, manganeso) que tienen un efecto
beneficioso sobre la salud articular. Es posible que estos
nutrientes actúen de manera sinérgica para reducir la
inflamación y el dolor, limitar la degeneración ulterior
del cartílago y, posiblemente, respaldar la regeneración
del cartílago articular dañado y del líquido sinovial.
Una serie de ensayos clínicos han demostrado la eficacia
del mejillón verde en el alivio de los signos artríticos en
perros. Inicialmente se evaluó el rendimiento del polvo
de mejillón verde cuando se espolvoreaba el producto
sobre el alimento. Después, se evaluó la eficacia de este
polvo incorporado en dos alimentos procesados, como
premio semihúmedo y como comida principal seca. En
ensayos aleatorios de doble ciego, se evaluaron los
productos finales en perros (8-13 años de edad) con
artritis de aparición natural. La exploración física
veterinaria confirmó que todos los participantes tenían
signos de artritis, pero carecían de otras enfermedades
que podrían haber complicado el estudio.
Todos los perros se adaptaron a una dieta básica para
cada estudio durante seis semanas antes de realizar las
medidas basales en la semana 0. Después, los perros
fueron aleatoriamente asignados a grupos separados y
alimentados o bien con la dieta control o bien con la dieta
experimental durante las siguientes seis semanas. En las
semanas 0 y 6, un veterinario llevó a cabo evaluaciones
visuales y físicas en busca de signos de artritis.
Se calcularon puntuaciones artríticas totales (PAT)
haciendo el promedio de las puntuaciones para
movilidad (obtenidas mediante evaluación visual de la
cojera al andar, trotar, subir escaleras), grado de dolor
articular, hinchazón, crepitación y reducción de la
amplitud de movimiento. Para cada variable evaluada
físicamente, se examinaron individualmente las articulaciones principales de cada miembro y se dio una puntuación independiente. Se utilizaron puntuaciones de 0
(ninguna) a 4 (intensa) para cada variable evaluada.
4,50
4,00
3,50
3,00
2,50
2,00
1,50
1,00
0,50
0,00
Basal
Dieta con mejillón verde
3,62
2,34
1,32
1,15
0,85
0,77
Puntuación
de manipulación
Puntuación
visual
Puntuación
PAT
Figura 5. Cambios en la “puntuación visual", la “puntuación de
manipulación” y la “puntuación PAT” entre el valor basal y el día 50
tomando dieta con mejillón verde (media +/- DEM) (n= 85 perros).
* p < 0,05 (ANOVA medidas repetidas).
% de cambio en las puntuaciones con respecto a
los valores basales
ETA suprime la producción de leucotrieno B4 y prostaglandina PGE2. A diferencia de muchos antiinflamatorios
no esteroideos, sin embargo, el mejillón verde no es
gastrotóxico y no afecta a la agregación plaquetaria,
lo que sugiere que el ETA puede bloquear de manera
selectiva la vía proinflamatoria de la COX-2, antes que
la vía fisiológicamente importante de la COX-1.
0
-5 -10 -15 -20 -25 -30 -35 -40 -45 -50 -
HINCHAZÓN
DOLOR
CREPITACIÓN
MOVILIDAD
Figura 6. Porcentaje de cambio de cada índice de manipulación entre
el valor basal y el día 50 después de tomar dieta con mejillón verde
(media +/- DEM) (n = 85 perros).* p < 0,05 (ANOVA medidas repetidas).
% de mejora en la PAT
Índice PAT
3,50
60%
39%
3,00
50%
32%
2,50
41%
35%
40%
57%
2,00
30%
1,50
20%
1,00
10%
0,50
0,00
GIGANTE
(n=7)
GRANDE
(n=49)
Basal
MEDIO
(n=19)
PEQUEÑO
(n=10)
TOTAL
(n=85)
0%
Dieta con mejillón verde
Figura 7. Cambios en el índice de PAT (media +/- DEM) entre el valor
basal y el día 50 de dieta con mejillón verde por categoría de tamaño
de perro (gigante, grande, medio y pequeño). El porcentaje asociado de
mejoría en la PAT se indica también en porcentaje en comparación con
el valor basal (n = 85 perros). * p < 0,05 (ANOVA medidas repetidas).
Vol 17 No 3 / / 2007 / / Veterinary Focus / / 47
MANEJO NUTRICIONAL DE LA OSTEOARTRITIS CANINA
Después de seis semanas, se observaron mejorías significativas en la PAT, el dolor articular y la hinchazón
articular en perros alimentados con los dos productos
experimentales, en comparación con el grupo control
(Figura 4). Estos datos respaldan la conclusión de que
el mejillón verde reduce de manera eficaz los signos
de artritis en los perros.
Estudios clínicos
Se realizó un ensayo de campo multicéntrico para evaluar
la eficacia de una dieta específicamente formulada para
que contuviera EPA, DHA y mejillón verde en perros con
OA. Los veterinarios incluyeron en el estudio perros, con
signos clínicos entre leves y medios de OA, incluido un
deterioro del movimiento, hinchazón, dolor y crepitación
de la articulación. Se excluyeron del estudio los perros
que exhibían cualquier patología que pudiera agravar al
diagnóstico de OA, como síntomas neurológicos, fracturas óseas, tendinitis, obesidad (puntuación de estado
corporal de 5/5) o administración de antiinflamatorios
no esteroideos. La evaluación de los signos de OA se llevó
a cabo inmediatamente antes (día 0) y después de
50 días de alimentación con la dieta específica. Todas las
variables se puntuaron en una escala de cero a tres
(0 = ausencia de signos; 1 = leves; 2 = moderados; 3 =
intensos). Al principio se evaluaron visualmente los
deterioros de la movilidad en cada perro como una media
de las puntuaciones independientes de cojera al andar, al
trotar y al subir escaleras. Esto proporcionó una "puntuación visual". Se puntuó clínicamente en 10 articulaciones
individuales (carpo, codo y hombros; tarso, rodilla y
cadera) de cada miembro el grado de dolor, hinchazón,
crepitación y reducción de la movilidad en la amplitud
de movimiento. La suma de las puntuaciones de dolor,
hinchazón, crepitación y reducción de la movilidad,
establecidas por el veterinario mediante manipulación,
proporcionó una "puntuación de manipulación".
Además, la suma de todas las puntuaciones visuales y de
manipulación previas proporcionó una PAT para cada
perro. En este estudio de campo multicéntrico intervinieron 25 clínicas veterinarias y 85 perros completaron
el ensayo de 50 días. Las puntuaciones de dolor y
deterioro de la movilidad, la puntuación visual, la
puntuación de manipulación y la puntuación PAT se
habían reducido de manera significativa con respecto a
los valores basales (Figura 5 y 6). Los resultados de este
estudio demuestran claramente que una dieta formulada
específicamente para usarse en perros con OA puede
reducir los signos de esta enfermedad en perros.
Análisis posteriores de los resultados de este estudio
indicaron que el efecto de la dieta dependía del peso
corporal del perro. Los perros de tamaño pequeño y
mediano mostraron una mayor mejoría que los perros de
raza grande y gigante (Figura 7). Los perros de raza
pequeña consumieron, de hecho, mayor cantidad de los
nutrientes específicos (EPA, DHA, mejillón verde) por
kilogramo de peso corporal que los perros de raza grande
y gigante. Por consiguiente, los perros de raza grande y
gigante necesitan una dosis superior de los nutrientes
específicos para la articulación en el contenido calórico de
la dieta para conseguir el mismo efecto que los perros de
raza pequeña. Está claro que las dietas diseñadas para
contribuir al control de la OA en los perros de raza grande
deben formularse de manera específica para asegurar el
impacto óptimo de los nutrientes beneficiosos para la
salud articular.
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