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EDICION ESPECIAL
PUBLICACION BIMESTRAL DE DISTRIBUCION GRATUITA / AÑO III / 17 / DICIEMBRE 2006 - ENERO 2007
ADICCIONES
- ENTREVISTA: Alicia Donghi - NOTA: Institución Casabierta - ARTE-CULTURA-SOCIEDAD : Diálogo con Miguel Grinberg - ESCRIBEN: Alberto Calabrese - Graciela Bergara, Marta De Giusti - Gustavo Anteçao -
Colección FICHAS PARA EL SIGLO XXI
Libros para incidir y abrir debates sobre los desafíos
EDITORIALque nos plantea la actualidad de nuestra cultura
IR DE PUTAS
Reflexiones acerca
de los clientes de la
prostitución
Juan Carlos
Volnovich
$22
Centrado en la explotación comercial sexual a la
que habitualmente se
alude como “prostitución”, la originalidad de este ensayo es que aborda la
cuestión desde el lado del “cliente” intentando
acercarse al tema desde la psicología del usuario:
aquel que “consume prostitución”, dando por
sentado que no existe una nosología que los incluya,
ya que no existe ni un tipo de personalidad en la que
pudieran agruparse.
EL ALMA NO
COME VIDRIO
Los manifiestos
de la locura
Vicente
Zito Lema
$22
El autor reflexiona sobre la
l o c u ra b u s c a n d o s u s
múltiples sentidos a través
del relato, del dialogo, del poema y del teatro.
Sostiene que durante muchos años trató de “escuchar las voces de la sinrazón, fuera de un hospicio,
en un puente donde se apilan las gomas como
fogatas rebeldes y negras, en un libro o en un
humilde papel, que llega de mano en mano, con su
riqueza clandestina, tratando de entender lo que
falta nombrar, y sin olvidar la antigua maldición
socrática que pesa sobre la palabra escrita.”
LIBROS PSI
RESISTIR CHOLO
Cultura y política en
el capitalismo
Eduardo
Pavlovsky
$22
Estos textos ensayísticos,
de diversa extensión, corresponden a las reflexiones, lecturas, praxis y formulaciones teóricas de
Pavlovsky en los últimos años. A través de su lectura
el lector encontrará herramientas para entender el
teatro de Pavlovsky, así como claves para pensar y
transformar el mundo actual en su complejidad.
LOS FILÓSOFOS
Y SUS MUJERES
Abelardo y Eloisa
G. Lukás e I. Seidler
H. Arendt y
M. Heidegger
Antonino
Infranca
$22
Tres historias significativas de amor de tres
filósofos por tres
mujeres; fueron elegidas
por su influencia y su homogeneidad.
La filosofía occidental tiene una doble tradición, por
un lado ha elaborado sistemas teoréticos como
sostén de los sistemas dominantes, por el otro ha
expresado formas críticas el la relación con esos
sistemas dominantes. Este ensayo se ubica en esta
segunda perspectiva reflexionando desde el lugar
de las victimas de los filósofos, las mujeres
“Las cosas nos parecen irradiar el poder de colmar.
En consecuencia, ansiamos cosas. Mirarlas, tocarlas,
gustarlas, inhalarlas, escucharlas…, poseerlas”
Giulia Sissa
03 - Editorial
04 - Entrevista Alicia Donghi
08 - Un desconcierto: la clínica
con pacientes toxicómanos
G. Bergara /M. De Giusti
09- Perspectiva psicoanalítica
para el abordaje de la
ludopatía
Gustavo Alejandro Anteçao
12 - Drogas: del control social
al prestigio y la costumbre
Alberto Calabrese
15 - Visita a la Institución
Psicoterapéutica de Día
Casabierta
19 - Arte, Cultura y Sociedad
“Sin lugar de regreso...”
La adicción se define como el Consumo compulsivo de sustancias. Entre los típicos objetos de consumo con los cuales
se establece un vínculo adictivo podemos ubicar primariamente las drogas, pero también los alimentos, el trabajo, los
videos, las computadoras, el juego de azar, el otro en tanto entre en las dimensiones de presente ausente. Esto hace
que al espectro general de las enfermedades adictivas clásicas, cómo la drogadependencia y el alcoholismo, se han
sumado una serie de trastornos caracterizados por este mismo carácter compulsivo como son los trastornos de la
alimentación, la ludopatía y también ciertas conductas que comparten el carácter de ser potencialmente adictivas,
como el uso de la computadora, el ver televisión, etc.
Ante esto la pregunta que surge es:
¿Qué determina esta particular relación entre una persona y un objeto?
La articulación de tres órdenes de factores nos permiten abordar el fenómeno adictivo, tres factores imprecisos y
variables, que tomarán mayor o menor relevancia según hacia donde dirijamos nuestra mirada.
Los factores referidos al objeto, al contexto y al sujeto.
Los objetos no son buenos o malos por que si, sino en función de cómo y de que manera los empleamos, esto se
demuestra con la cantidad de adicciones a diversas cosas a las que seria muy difícil atribuirle un poder tóxico o
peligroso.
Ahora si tomamos la droga como un objeto de consumo vemos que no es un objeto mas, ya que no solo tiene el poder
de despertar el deseo sino que además, a diferencia de cualquier otro bien de consumo, pueden mantenerlo vivo.
Cuando depositamos la mirada en la sociedad de nuestro tiempo vemos que se la define como una sociedad de
consumo, habitada por seres humanos deseantes, ávidos, impacientes, que anhelamos el bienestar y a quienes “las
cosas nos parecen irradiar el poder de colmar” (G. Sissa 1998). Compartimos una sociedad que, por todos los medios
posibles, ofrece objetos idealizados por su valor sociocultural, objetos que “hacen de soporte de la identidad por su
valor de consumo y se agota en las dimensiones de la pura presencia ausencia”. (E. Galende 1997)
Necesidad de su presencia y desesperación por su ausencia insoportable.
A esta característica de nuestra sociedad actual - que estimula la convicción de que adquirir y poseer objetos, otorga
plenitud - se le suma el crecimiento de los apremios de la vida, del malestar surgido del peso de una presión psíquica
cada vez mayor, donde inserto en una sociedad que no lo contiene, el sujeto debe hacerse artífice de su propio
destino, ser competitivo y exitoso,
siempre bajo la amenaza constante de la exclusión.
Es imposible negar la influencia del contexto social y familiar actual como productor de una subjetividad propia de la
época, ya que no podemos pensar al sujeto aislado de la cultura y viceversa. La estructuración subjetiva se realiza a
partir de las relaciones familiares y es en ese contexto donde se produce la inscripción psíquica de lo social. Ahora
bien, no todos los sujetos se relacionan de igual manera con las sustancias, más allá de compartir la realidad social.
Frente a la oferta desmesurada de objetos totales, como la droga, capaces de saturar ilusoriamente lo imposible del
deseo humano, son ciertos factores singulares y familiares los que hacen que algunos sujetos, y no otros, se
conviertan en adictos.
A los factores referidos al objeto y al contexto social cabe pensarlos como cofactores en un sistema de sobredeterminación complejo de las adicciones,
donde es necesario introducir el concepto de subjetividad como aglutinante.
En una temporalidad muy compleja, podríamos decir que el sujeto entra en contacto con la sustancia y desde su
subjetividad recubre al objeto, le otorga un poder, lo convierte en un recurso, le asignan falsos beneficios, cree haber
encontrado un camino directo al placer y en el peor de los casos se establece una drogadependencia.
La ilusión de poder escapar a la incomodidad de vivir, el alivio inicial del malestar, la despreocupación por las cosas y
por la gente; se transforman en necesidad absoluta, en preocupación dominante por un único objeto, el que se
suponía, iba a calmar toda inquietud, pero del cual no se puede prescindir para no sufrir demasiado.
Un sujeto que se ha “enganchado” de esta manera nos plantea el interrogante de ¿Cómo? y ¿Por qué? se ha plasmado
esta relación con un objeto que se convierte en una necesidad que monopoliza el tiempo del sujeto, su propia vida.
Es en este plano de la subjetividad donde podremos articular los diferentes factores que potencialmente participan
como causas del vinculo adictivo, con el objetivo de poder comprender que la conflictiva y la dinámica psíquica,
altamente singularizada de cada sujeto son las que determinan su adicción.
Javier Vicente Manavella
Próximo número Febrero de 2007
ENTREVISTA
ENTREVISTA A ALICIA DONGHI
ADICCIONES:
UN FENOMENO DE LA EPOCA
Por Javier Vicente
Alicia Donghi es Licenciada en Psicología, Docente de la Carrera de Psicología y de la Maestría Interdisciplinaria en la Problemática del Uso Indebido de Drogas,
de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Autora y co-autora de varios libros, entre ellos “Adicciones: una clínica de la cultura y su
malestar" (JV Ediciones, 2000); “El trabajo del Psicoanálisis: las adicciones” (Letra viva, 2001); y de “Innovaciones de la práctica. Dispositivos clínicos en el
tratamiento de las adicciones”, ( Grama Ediciones,2003). Dirige, junto a la Licenciada Liliana Vázquez, el Centro de Día en Patologías del Consumo AABRA, en
la Ciudad de Buenos Aires, donde nos recibió para esta entrevista.
¿Qué debemos entender
cuando hablamos de
adicción, alcoholismo,
Anorexia y Bulimia, qué las
diferencia?
Yo hablaría primero
de lo que las junta mas que de
las diferencias, lo que tienen
como factor común, hablaría
de aquello que mas se destaca
en las adicciones que es la
compulsión, la impulsividad,
esta dimensión ligada al
pasaje al acto donde el sujeto
se ve arrasado por la pulsión.
Esto mismo también se puede
encontrar en otras presentaciones clínicas, como por
ejemplo algo que se está
viendo en este momento y que
a veces se combina con las
adiciones, que es la impulsión
de cortarse, donde aparece la
misma dimensión compulsiva, es cortarse sin saber
porqué, el sujeto se ve
arrastrado a producir el corte.
Tiene que ver con la pulsión de
muerte, con el hacerse daño,
se pierde la subjetividad, se
produce un eclipsamiento de
la subjetividad.
Nosotros notamos en el
Centro que mayoritariamente
...aquello que mas se destaca
en las adicciones es la
compulsión, la impulsividad,
esta dimensión ligada al pasaje
al acto donde el sujeto se ve
arrasado por la pulsión
la población se divide entre los
hombres toxicómanos y las
mujeres que padecen más
trastornos como la anorexia y
la bulimia. Como que
podríamos decir que en la
mujer a la dimensión de la
impulsión, propia de las
adicciones, se agrega un
trastorno con la imagen, pero
uno las escucha y el discurso
es muy similar al de un adicto,
incluso en el tema del riesgo,
que es mayor en la Anorexia y
la Bulimia que en las
adicciones, porque es un
riesgo mas desconocido ya
que, como se pudo ver con el
caso de la modelo uruguaya
que murió en la pasarela, no es
necesario estar cadavérico
para tener riesgo de un paro
cardíaco, el riesgo es mas
mudo que en las adicciones
êê
Hotel
LEPANTO
con el peligro de la sobredosis.
En los trastornos de la
alimentación no aparecen
conductas psicopáticas como
sí tienen los pacientes
toxicómanos. Suelen ser
chicas calladitas, que les va
bien en el colegio, no son
contestatarias. Toda su
rebeldía se concentra en el
síntoma, ahí es donde está el
riesgo, por que en general no
son chicas que traigan
demasiados problemas a los
padres, a diferencia de un
adicto que revoluciona a toda
la familia, que está muy
relacionado con el tema de la
ley. En el caso de la anorexia
se transgrede el límite de la
autoconservación, no es lo
mismo que transgredir
legalidades sociales, eso le da
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O
CONTEXT 04
un agiornamiento a la adicción
ligado más a la dimensión de
la trasgresión a la ley con un
carácter más psicopático, pero
estructuralmente tienen
muchas cosas en común.
Hay autores como Fernando
Gueverovich que plantea la
toxicomanía como
una
estructura diferente y habla
de la “anestesia autolítica”
como un mecanismo de
defensa propio de esta
patología; por otro lado
otros autores plantean que
la adicción se monta como
un fenómeno sobre una
estructura neurótica,
perversa o psicótica de base,
quería saber su opinión al
respecto
En primer lugar hay
que decir que la tesis doctoral
de Fernando Gueverovich, fue
escrita en el año 1978, digo
esto porque una cosa eran las
adicciones en ese momento y
otra cosa son ahora, en 1978
era algo no tan típico, que
ameritaba encontrar un
mecanismo que lo englobara,
pero yo creo que ni siquiera en
esa época las ubicaría como
ALICIA DONGHI
una otra estructura. Fernando
estuvo en 1998 dando dos
clases en el postgrado que yo
dirijo en la facultad, cuando
vino a presentar su libro y
tuvimos ese debate. En
realidad hoy por hoy estamos
en una época de empuje al
consumo generalizado, con lo
cual ahora se actualiza mas
aún el no poder recortarla
como una estructura sino mas
bien ubicarla como un
fenómeno de la época, dentro
de cómo cada cual tramita en
su fantasma su pulsión. Donde
me parece mas relevante tener
esta posición con respecto a la
estructura es en el diagnostico
diferencial entre neurosis y
psicosis, porque en algunos
casos la droga puede llegar a
ocupar el lugar de la suplencia
o la compensación estabilizadora, de hecho desde siempre
las sustancias, los medicamentos, son recursos
estabilizadores en la psicosis.
En el caso que el drogarse esté
como suplencia, sea por el
lado del ser, del “soy drogadicto”, o por el lado de que esa
sustancia suaviza cierto
encuentro con el horror,
decididamente en esos
cuadros de psicosis hay que
tener mucho cuidado de tocar
el tema del consumo.
Tenemos un caso de un
paciente que hizo su primer
brote al ser internado en una
comunidad terapéutica
cuando le sacaron la sustancia.
No pudo seguir en la comunidad y hace un año que está en
tratamiento acá y cuando
volvió a consumir mejoró
muchísimo, por supuesto que
no es lo mismo consumir
estando en un tratamiento que
no estando en él. Yo a eso le
doy mucha relevancia, por
ejemplo hace poco en una
entrevista de pareja, por esta
cosa de estigmatizar al adicto
dentro de la familia, se decía
bueno pero él consume y el
tratamiento no sirve porque él
consume, y pasa a ser ese el
caballito de batalla. Yo diría
que hay que diferenciar el
consumo cuando no se está en
un tratamiento que estando en
él, porque se puede hacer un
tratamiento del consumo. Hoy
por hoy la aspiración del
tratamiento puede ser acceder
a un consumo responsable, si
es que no media un desplazamiento a otro síntoma. En mi
último libro hay un caso en el
que un paciente pasó de
cocinar la cocaína a estudiar
para Chef, hubo ahí un
desplazamiento de ese
significante que tenía que ver
con su abuela muerta y que de
alguna manera encontrando
esa significación en otro
se drogaban, ahí aparece toda
la cuestión del estigma social.
Igual te digo que en los
últimos dos o tres años el
consumo de droga se ha
generalizado vertiginosamente, también los casos de
ludopatías, principalmente
jugadoras, ahí hay otra
patología que se está
recortando como femenina, la
típica jugadora que va al bingo
y se gasta la plata de las
compras, se está viendo
bastante.
...estamos en una época de
empuje al consumo generalizado,
con lo cual ahora se actualiza
mas aún el no poder recortarla
como una estructura sino mas
bien ubicarla como un fenómeno
de la época...
conmovió en él que ameritaba
tener un espacio individual
para la palabra, era un
paciente muy traído, que
sostenía en su discurso que
tomaba porque le gustaba,
entonces nos pareció mejor
hacer mas entrevistas
familiares para descomprimir
la tensión con el objeto droga
y generar un síntoma de su
consumo. En otros casos
comenzamos con el espacio
individual y de vez en cuando
tenemos una entrevista
familiar. Lo mas importante
para nosotros es el diagnostico
personalizado, no sirve, ni
para este ni para cualquier otro
síntoma, la estandarización,
por eso algunas comunidades
terapéuticas funcionan con
algunos pacientes y con otros
no. Es el caso por caso, tanto
en los pacientes como en las
familias.
Con respecto a la abstinencia, en su último libro,
“Innovaciones de la
e s p a c i o l a d r o g a c a y ó ¿Cómo podríamos pensar práctica” hay un artículo de
naturalmente, ese sería como un dispositivo de tratamien- Mario Sánchez que plantea
que la dependencia marca
lo ideal, que algo de la pulsión to de las adicciones?
un estado de descomposise anude a otro circuito, pero
de no ser así podemos ver
El dispositivo de ción neurobiológica al que
pacientes que mantienen su tratamiento que nosotros hay restablecer por medio de
tratamiento individual, que ya tenemos parte de algo muy r e s p u e s t a s t a m b i é n
no están en un marco de importante que es el diagnos- neurobiológicas o químicas
contención institucional y tico situacional que consta de p a r a l u e g o p o d e r n o s
consumen de una manera cuatro o cinco entrevistas con plantear una cura por la
responsable que no atenta ni el paciente y con la familia, a
contra su trabajo, ni contra su veces con algún amigo;
f a m i l i a , e t c . C o n s u m o también entrevistas con el
responsable en tanto se haga psiquiatra y en el caso de las
responsable de su Goce.
anorexias y las bulimias con la
nutricionista. Luego con ese
¿Por lo tanto la abstinencia panorama ubicamos que
no sería el objetivo a buscar función puede estar cumplienL I B R E R Í A
en un tratamiento de las do en ese sujeto y en esa
adicciones?
familia ese consumo, para
decidir a que darle más
No es el objetivo importancia, por ejemplo hay
adonde apuntamos, pero pacientes a los que tenemos
- Psicología paradojalmente el tener esa solo en grupos porque sería
- Filosofía - Novelas p o s t u r a p r o d u c e c i e r t o perder el tiempo ponerlos en
desconcierto en la familia un espacio individual. Es - Literatura en General pero alivia mucho la tensión necesario hacer primero todo
en relación al objeto droga y un trabajo con la familia, por
Los Gallegos Shopping
no en relación al sujeto. ejemplo en este caso que te
Rivadavia 3050 Loc. 21
Además a veces se encuentra comentaba que está en el libro,
que la persona menos enferma fue un año de tratamiento Mar del Plata (CP 7600)
de la familia era el que familiar para luego comenzar
0223-492-0651
consumía, los demás tenían con un tratamiento individual,
[email protected]
patologías mas graves pero no después de que algo se
GALERNA
O
CONTEXT 05
ENTREVISTA
palabra. ¿Es necesario en
todos los casos este apoyo
desde el tratamiento con
medicamentos?
Hay que aclarar que
Mario Sánchez desarrolla toda
su investigación en Francia
donde la heroína es la droga
principal y sobre todo porque
la abstinencia de la heroína es
muy difícil de soportar, no así
otras abstinencias. Yo lo que
rescato de ese artículo, algo
que nosotros también tenemos
en cuenta, es que muchas
veces hace falta ese apoyo en
la medicación, por eso en la
institución tenemos un
psiquiatra que evalúa a todos
los pacientes. Se utilizan
estabilizadores del humor o
antidepresivos, o una droga
como la Carbomacepina que
funciona muy bien para frenar
la compulsión. También
tenemos que tener en cuenta
que están todas las trampas del
síntoma ya que algunos
pacientes no la toman para
poder consumir, por lo tanto es
necesario algún marco de
contención ya sea de la familia
o de algún acompañante
terapéutico que suministre la
pastilla cosa que el deseo de
consumir baje un poco, digo
un poco porque el tema es tan
decididamente subjetivo que
ha hecho que por esta razón
fracasaran muchísimas
drogas, por ejemplo para dejar
de fumar, los sujetos no
quieren privarse de fumar, esa
droga les haría tenerle asco al
cigarrillo y no quieren que les
pase eso, es paradojal pero es
así.
Pero digamos que en general
la combinación del tratamiento con alguna droga que
intervenga en el circuito del
sistema nervioso central
ayuda.
Usted habla de subjetividad
precaria, de la subjetividad
como punto de llegada no de
partida y de hacer surgir el
sujeto aplastado por el
tóxico. ¿Cómo se caracterizaría y cómo aparece esa
subjetividad en el paciente
adicto?
En primer lugar diría
que cuando un sujeto adicto
viene a consultar ya muestra
un punto de castración, yo
diría que en las intermitencias
del consumo ahí puede
emerger un sujeto porque al
haber una sustancia que está
haciendo de tapón hay un
eclipsamiento de la subjetividad.
Que la subjetividad es un
punto de llegada lo podemos
ver en este caso que comentaba cuando en una de las
entrevistas familiares emerge
un sueño, sueña que consume,
es decir ya pasó a un campo de
las formaciones del inconciente, en ese momento
consideramos que estaba en
condiciones de tener un
espacio individual. Ahora si lo
ponemos en un dispositivo
que tiene que ver con la
palabra, en un momento en
que la subjetividad aparece de
modo precario, lo que vamos a
lograr es que se angustie mas y
por lo tanto que consuma mas,
entonces es necesario en un
principio generar las
condiciones para que halla
algún punto de renuncia al
consumo, en esa brecha de
renuncia al consumo es donde
puede surgir algo de la
subjetividad para intervenir.
En ese sentido es que no es un
dispositivo para todos, hay
casos en que, aún siendo
psicoanalista en mi práctica, a
la hora de tener que definir que
se hace con un paciente puedo
decidir que no halla un
psicoanálisis todavía, porque
no esta preparado para un
dispositivo, que si bien tiene
que ver con una cura, no es en
cualquier momento, por
ejemplo si está drogándose
mucho sería mejor que el
dinero lo gaste en acompañamientos terapéuticos que lo
preserven de consumir y
posibilitar la aparición de
alguna angustia que el pueda
empezar a poner en palabras.
En el momento de mucho
consumo este eclipsamiento
está en su apogeo
Claro, sería como
gastar pólvora en chimangos.
También teniendo en cuenta
que si bien hay obras sociales
y prepagas que cubren estos
tratamientos lo hacen de
forma limitada, así que hay
que tratar que las prestaciones
sean las indicadas como para
que aprovechen el tratamiento
¿Cuando se justificaría una
internación y que características tendría que tener
una situación de este tipo?
Nosotros en ciertos
casos internamos, a veces en
el medio del tratamiento
cuando vemos que no hay
ningún recurso que pare esta
cosa de pasaje al acto que
caracteriza al sujeto adicto y
que el paciente está en riesgo,
como en un caso que tuvimos
que internar porque nos
enteramos por el acompañante, ya que la familia no lo
sabía, esto marca la importancia del acompañamiento
terapéutico, que hacia picadas
en el auto, que circulaba por
una avenida a todo lo que daba
pasando los semáforos en
rojo, lo mas peligroso no era el
consumo de cocaína sino su
compulsión a la velocidad y
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06
O
CONTEXT
ENTREVISTA
fue por eso que se decidió la
internación. En esos casos se
justifica una internación breve
hasta que se desintoxique y así
poder volverlo a una situación
anterior
La internación es recomendable cuando no podemos meter
el caballo en el picadero,
como dice Lacan, cuando
vemos que el nivel de
actuación es muy alto.
Nosotros, como institución,
no podemos permitirnos que
el paciente se quede sin un
espacio; por eso no podemos
trabajar con un marco rígido,
porque en los marcos rígidos
cuando el paciente lo rompe se
queda sin espacio, entonces
tratamos de ser flexible para
no caernos de un lugar posible
para el tratamiento, porque si
el paciente se pone también
muy autoritario, perdemos
definitivamente el lugar.
Le quería preguntar por el
lugar que están teniendo en
la Argentina los programas
de reducción de daños.
La reducción de
daños es algo que se importa
de Europa y tuvo mucho auge
en nuestro país cuando había
mas consumo de cocaína por
inyección, hay que tener en
cuenta que la reducción de
daños surge para reducir el
Sida, el cual también se ha
reducido en cuanto al riesgo
de muerte.
En la Argentina la reducción
de daños está teniendo una
crisis, por lo menos los
programas que se han aplicado
acá, yo creo que como
concepto uno la puede
aplicar a la clínica pero ya no
es el kit de jeringas para
repartir, no creo que en este
país pase por ahí los
programas de reducción de
daños, esto en Europa es
distinto por el auge del
consumo de la heroína por
inyección, entonces
funciona esto de que si van a
consumir no se hagan un
mayor daño. También se
podrían hacer campañas
para reducir los peligros de
sobredosis con la cocaína o
programas para el alcoholis- un seminario y en la institución a todos los pacientes que
mo.
vienen por derivación
Acá en la Argentina ha judicial los agrupan, en
habido mucha resistencia a sesiones de tratamiento y
las campañas de informa- reuniones de grupo, van
ción sobre como evitar contentos, les gusta estar en
grupo y hablar y cuando ven
ciertos riesgos al consumir.
que en alguno empieza a
Si, las políticas instalarse algo de la pregunta
publicas lo viven como una por lo que le pasa, ahí recién
apología del consumo, pero le dan un espacio individual,
hoy por hoy me parece que me pareció algo muy bueno
negar que la gente consume, lo para implementar, hacer lazo
mismo que con los anticon- social ayuda para salir del
ceptivos, como que si no se consumo. Por eso nosotros
El adicto pierde muchas cosas
por su consumo, tratamos que
no pierda su espacio
de tratamiento.
hacen
cam
pañas de entrega de preservativos la gente no va a tener
relaciones sexuales. Hay un
punto en que cualquier
programa que encare el tema
de las adicciones tiene que ser
realista y aceptar que existe el
consumo y hay que enfrentar
las causas, no por que
hablemos de que existe el
consumo de drogas la gente se
va a drogar mas. Creo que el
prohibicionismo no hace más
que hacer desear lo prohibido
proponemos que el pac
iente no esté encerrado,
porque lo primero que
aparece en los padres, como
alarma, es que no salga para
que no consuma, eso produce
mas ganas de consumir, el
tema es que el pueda seguir
teniendo su vida social pero
ayudado por gente de su
entorno, amigos o familia.
Por ejemplo recuerdo una
situación de un chico que
quería ir a un recital, a mi me
parecía piola que fuera al
¿Que efectos a tenido en el
fenómeno de las adiciones la
ley que penaliza la tenencia y
el consumo?
Te n e m o s q u e
revisar esto permanentemente, en su momento creo que
fue un avance porque sacó la
adicción del lado de la
delincuencia y la puso más
del lado de la enfermedad.
Pero hay tantas causas por
esto que se inundan los
servicios del hospital público
porque no pueden ir al ámbito
privado y lo que aparece es la
“obediencia fingida”, van
para no ir presos, no se
comprometen con la tarea y el
tratamiento no funciona. Con
respecto a esto, recientemente estuve en Mendoza dando
O
CONTEXT 07
recital porque la música lo
apacigua y terminamos
haciendo entrevistas con dos
amigos que se comprometían
a acompañarlo ya que él no
quería que lo llevara y
buscara la familia.
Hay que bajar el nivel de
prejuicio con respecto a
algunos temas, muchas veces
sabemos de pacientes que
están consumiendo de nuevo
pero como es algo que no está
complicándole la vida
hacemos la vista gorda, si
vienen a las sesiones, si
cumple con el tratamiento, el
consumo está acotado porque
muchas veces el consumir es
una manera de hacerse un
lugar en la familia y si cada
vez que él se fuma un porro se
lo señala, él va a seguir
dandolé consistencia al lugar
que ocupa en la familia en
función del consumo.
Podríamos pensar el
tratamiento como la
coreografía de un ballet, uno
esta viendo la posibilidad de
una recaída y pone algo que
lo sostenga como el bailarín
pero sin un cuadro demasiado
rígido, que él así no pueda
romperlo, el encuadre puede
ser roto como cualquier otra
cosa de su vida. El adicto
pierde muchas cosas por su
consumo, tratamos que no
pierda su espacio de
PSICOANALISIS
UN DESCONCIERTO:
LA CLINICA CON PACIENTES TOXICOMANOS
Graciela Bergara
Marta De Giusti
L
os pacientes adictos a
menudo se presentan a la
consulta sin apariencia de
sufrimiento, sin demandar
nada,
contrariados por la
decisión de sus padres, jueces
o médicos que han solicitado o
indicado una consulta:
-“¡No se qué más hacer con
este chico, ya no doy más!” - se
queja una madre- “Internación en Comunidad
terapéutica por tratarse de un
paciente drogadependiente” oficia un juez- .
-“Vengo por la causa de robo
que tengo y como me drogo, el
juzgado me pide que haga
tratamiento” - anuncia Juan,
resignado -.
Sujetos que se ausentan y
callan, condicionando su
posición: ofreciéndose así para
que entonces otros demanden
por ellos.
Esclavitudes contemporáneas
que convocan a diferentes
discursos: psicológico, social,
jurídico, médico.
¿Son posibles los tratamientos
analíticos a pedido de otros?
¿Qué podemos hacer los
analistas frente a sujetos que
solo vienen para conformar a
otros, que no se implican, que
no quieren saber nada de sí,
donde el padecimiento no los
interroga?
¿Cuáles son las condiciones
necesarias para que una
situación terapéutica se defina
como psicoanalítica?
De que depende: ¿de la
analizabilidad del paciente, del
tipo de escucha que práctica
quien lo asiste, de la concepción de sujeto que sostenga o
depende del encuentro que se
produzca entre ambos?
Comenzar a trabajar con
pacientes que presentan
consumo de drogas implica un
inicio donde el padecimiento
hay que suponerlo, donde la
demanda parece estar invertida
y es esta situación la que vamos
a aceptar. Vamos a aceptar que
venga sin ganas, que no quiera
hablar, o a llamar por teléfono
si se ausentan. En algún sentido
vamos a ofrecernos.
Como nos dice Sergio Staude:
“Esta clínica requiere una
acuerda pero prefiere que sea
en un lugar cercano a su
domicilio.
La 1º entrevista, transcurre en
un bar, M. habla de lo que le
ocurre, y de su historia de
oferta de deseo, la oferta de
deseo de analista que se pone
en acto en el suponer un sujetoy un proyecto- en la acción
misma de drogarse”.
consumo de drogas: “Consumo
desde muy chiquita, me
acuerdo que tomaba bebidas
alcohólicas que había en mi
casa…y ellos nunca se dieron
cuenta, no ven nada, nunca
vieron nada. Luego probé otras
cosas, marihuana, cocaína,
también pastillas. Pase
situaciones en las que no me
acuerdo qué pasó, me encontré
despertando en lugares
desconocidos, con gente que no
sabía ni quienes eran”.
“Ahora disminuí mucho el
consumo, pero muchas veces
estoy aterrada de salir a la
calle”.
La terapeuta interviene
señalando que puede hablar de
lo que se le ocurre, que no
espera que solo hable de
drogas.
Está furiosa con sus padres, se
queja de ellos y de lo inapropiado de sus comentarios durante
la entrevista en el consultorio.
“Se desubican”.
Se queja de la dependencia que
tiene con ellos. “Me están todo
el tiempo encima, no me dejan
tranquila”. “Tengo miedo de no
poder salir nunca de al lado de
ellos”.
De su padre dice: “Nunca
estuvo, siempre enganchado
con otras cosas, en silencio,
Viñeta clínica: M. de 17 años
es traída por sus padres por
consumo de drogas y alcohol,
se ausenta de su casa por días y
relatan dificultades para
manejarse con respecto a ella
por situaciones de violencia y
mal carácter. Ha perdido la
escolaridad y solo sostiene con
mucha dificultad sus clases de
música.
En la primera entrevista
conjunta con la paciente y sus
padres, solo hablaron éstos
últimos, comentaban las
dificultades que presentaba M.
y ante cualquier invitación para
que la joven hablara, ella
respondía con reticencia y
enojo. Luego de esta primera
entrevista, y del acuerdo para
entrevistarla individualmente,
se sucedieron una serie
cancelaciones de horarios,
argumentando serias dificultades de M. a la hora de salir de su
casa y acercarse al consultorio.
En una conversación
telefónica mantenida con la
joven se propone la posibilidad
de ir a verla a su casa. M.
toma tanta distancia que es
imposible llegar a él”.
“Muchas veces pienso que
nada tiene sentido, caigo en un
pozo, como un tubo negro, y
nada me importa, no se hacia
dónde voy”.
En el momento de despedirnos, me entrega una invitación
al concierto en el que participará la próxima semana: “Quería
invitarte... me gustaría que
pudieras escucharme”.
Un concierto para M., un
desconcierto para la analista.
¿De qué se trata la invitación?,
es un acting, mera seducción,
ruptura de un encuadre antes de
que éste se instale o la
posibilidad de preparar un
campo de trabajo posible?
¿Se podría generar en este
contexto un espacio donde la
palabra circule y adquiera
valor?
La terapeuta toma la decisión
de concurrir al concierto: otra
apuesta en
medio del
padecimiento. Una propuesta:
escucharla en su música.
Queda claro que, para escuchar
a M. se incluirían ciertos
movimientos poco usuales,
soportar cierta incomodidad o
desconcierto, en un intento de
construir un espacio intermedio, de transición, fuera de la
casa y por ahora, de los límites
del consultorio.
Tiempo de
espera para
restablecer la confianza en la
palabra, para que M. pueda
hablar en la intimidad del
consultorio.
Ta m b i é n u n t i e m p o d e
transferencia en espera.
Lo que apareció en principio
como un obstáculo, queda
luego transformado en un
recurso posible.
Un compás de espera entonces,
si de música se trata.
Lic. Graciela Begara
[email protected]
Lic. Marta De Giusti
[email protected]
PSICOANALISIS
PERSPECTIVA PSICOANALITICA
PARA EL ABORDAJE DE LA LUDOPATIA
Gustavo Alejandro Anteçao
L
udopatía: con esta
denominación, la OMS
introduce al juego
patológico en la categoría de
enfermedades a partir de 1980,
aunque ya era considerado
como tal por la psiquiatría
desde hacía ya varios años.
Los juegos de azar no son
característicos de nuestra
época, se remontan, según
estudios antropológicos,
prácticamente hasta la
aparición misma del hombre.
Personajes históricos eran
reconocidos jugadores: desde
los romanos Julio César, Marco
Antonio y Calígula, hasta los
egipcios, que también habían
desarrollado juegos sociales de
azar; en las culturas precolombinas también hay datos de
actividades de juegos de azar.
Más cercano a la actualidad, el
escritor Fiodor Dotoievsky
escribió la novela “El jugador”
para, justamente, pagar sus
deudas de juego.
De todas maneras, en nuestra
sociedad el fenómeno masivo
de gente concurriendo a las
salas de juegos (que han
proliferado exponencialmente
en estos últimos años) es
bastante reciente. La composición heterogénea de los
jugadores en cuanto a
condición social, género, edad,
etc, ha barrido con algunos
prejuicios instalados, ya que
por citar un ejemplo, se ha
incrementado considerablemente el número de mujeres
que concurren a jugar con las
maquinitas tragamonedas. El
tema es preocupante y ya salud
pública ha comenzado a
mostrar interés por el asunto.
Pero es necesario establecer
una distinción entre el juego
como actividad placentera y de
recreación, y el juego compulsivo o patológico. Desde una
perspectiva clínica, los
psiquiatras distinguen: jugador
social, jugador problema y
jugador patológico o ludópata.
¿En que momento podemos
considerar que el juego se ha
vuelto patológico?
El juego se considera una
diversión, cuando hay placer en
la actividad lúdica, cuando no
donde el malestar tenía en el
Ideal una función reguladora,
cohesionante de la masa y la
culpa como marca subjetiva, en
la actualidad, desde los
diferentes discursos, predomi-
se franquea cierto umbral que
transforma la actividad en
compulsiva. Una distinción a
tener en cuenta: en el juego no
patológico, el sujeto decide
consciente y voluntariamente
cuándo realizar la actividad, así
como también cuándo
finalizarla. En la ludopatía, la
práctica termina dominando al
sujeto, quien ya no puede
decidir por sí mismo.
Es importante subrayar que en
el caso de juego patológico, el
sujeto se va aislando cada vez
más de su entorno familiar,
social, laboral. En numerosas
consultas, los pacientes son
instados por algún familiar o
amigo a realizarlas.
Y quebrar este mutismo inicial,
intentando lograr que algo de
este goce solitario entre en
relación con la palabra,
instaurando el lazo quebrado
con el otro, es una ardua tarea.
Hasta aquí una descripción
general del fenómeno de la
ludopatía.
Propongo abordar la cuestión
del juego patológico considerando la tesis freudiana del
malestar en la cultura, ya que
nos permite articular los
operadores conceptuales de
pulsión y de la época. Si bien el
planteo de Freud es del 1930,
na la borradura y obturación del
sujeto, quien se ve exigido cada
vez más y sin ninguna
regulación a un imperativo
cada vez mayor de gozar. El
nombre del superyó actual es
¡goza!, en tanto que en Freud el
superyó aparecía como un
mandato insensato que exigía
la renuncia pulsional.
Las consecuencias de este
cambio son inmensas: del
mandato insensato al imperativo de goce, que excluye la
dimensión subjetiva y por lo
tanto el lazo al otro, el amor y el
deseo.
Mencioné al comienzo un goce
solitario, autista, que no se
articula a la palabra, no pasa
por el campo del Otro. La
actividad ludopática tiene en su
raíz este rasgo.
Es de subrayar como algunas
personas, a falta de regulación
que haga de barrera a este goce
mortífero, se presentan en las
salas de juego solicitando que
no los dejen ingresar... ¡Un
intento de regular lo desanclado de ese goce, intento
realizado a cuenta del propio
sujeto a falta de otro que
normativice poniendo un coto a
l o m o r t í f e r o ! Ti e m p o s
“posmodernos” del ¡compre!,
¡tenga!, ¡juegue!, ¡GOCE! Y el
O
CONTEXT 09
que no se embroma.
Un goce común, estandarizado,
que borra las diferencias,
obturándolas con los gadgets
de colores que ofrece el
mercado. Sólo que estas
diferencias retornan desde lo
más mortífero y aniquilante al
intentar restablecerlas. Como
estamos en el binarismo
imaginario, hay un solo lugar
para dos, o vos o yo; son las
nuevas formas de exclusión
segregativa.
Cuando Freud, en “Dostoievsky y el parricidio”, se
interroga por la tentación de
incluir al escritor entre los
criminales, cuando por otro
lado habla de la “gran
necesidad de amor y la enorme
capacidad de amar”[1] de éste,
responde que “la contradicción
se resuelve inteligiendo que la
fortísima pulsión destructiva
de Dostoievski, que fácilmente
lo habría convertido en un
criminal, en el curso de su vida
se dirigió sobre todo hacia su
propia persona (hacia adentro,
en lugar de hacia afuera) y así
se expresó como masoquismo y
sentimiento de culpa” [1]. Y en
este análisis, incluye al juego
LUDOPATIA
como una de las vías de
autocastigo.
El juego aparece así como una
condena moral de autocastigo,
comandada por esta pulsión
destructiva y la severidad del
superyó. Freud habla de “la
conducta apasionada” del
escritor con lo patológico que
hay en lo pasional. Dotoivsky,
en una correspondencia
enviada a un amigo, dice «le jeu
pour le jeu»: lo principal era el
juego en sí y por sí. “Siempre se
quedaba en la mesa de juego
hasta perderlo todo, hasta
quedar totalmente arruinado.
Sólo cuando el infortunio
quedaba consumado, se
retiraba al fin el demonio de su
alma y dejaba sitio al genio
creador” [1]. Y en este mismo
texto ubica al onanismo como
la “adicción primordial” que
luego es sustituida: “el vicio del
onanismo es sustituido por la
manía del juego” [1]. Aquí
nuevamente nos topamos con
lo autista del goce desplegado
en ambas actividades
compulsivas.
Ahora bien, ¿qué estatuto le
podemos otorgar a esta
compulsión repetitiva?
Es conocida la tesis de Freud de
un psiquismo dividido en
instancias o sistemas psíquicos,
regulados por diferentes
procesos: el principio del
placer y el principio de
realidad. Y son conocidas las
dificultades con las que
tropieza al encontrarse con
fenómenos que exceden al
marco regulatorio de tales
principios.
En “El más allá del principio
del placer” desarrolla su noción
de la pulsión de muerte, la
instancia repetitiva de un goce
mortífero queda así planteada:
a diferencia de lo que puede
suponerse, lo que aquí se
repiten son las “experiencias
manifiestamente displacenteras [...] resultando difícil de
comprender en un primer
análisis qué instancia del sujeto
podría hallar satisfacción en
ellas” [2]
Estamos hablando de procesos
inconscientes que se manifiestan “en el presente” en las
formaciones sintomáticas, los
sueños y el actuar. “...Lo que ha
permanecido incomprendido
retorna; como alma en pena, no
descansa hasta encontrar
solución y liberación” [2]. Es
en esta vertiente donde
podemos considerar a la
ludopatía.
Si consideramos una serie con
el término compulsión,
observamos que tienen una raíz
común con el de pulsión y el de
impulso. Toda esta serie
responde conceptualmente al
vocablo alemán zwang que es
el utilizado por Freud.
De todas maneras, “entre
compulsión e impulso existen
experiencia del inconsciente
que propicia una escansión en
el tiempo, creándolo, produciendo que ese goce anómalo,
extraño y autista entre en
articulación con vías asociativas, que permiten su conexión
con lo simbólico. El tiempo,
desde esta perspectiva, es
simbólico, hay tiempo en tanto
hay símbolo.
El trabajo en las entrevistas
preliminares intenta articular
aquello que se repite al modo
del automaton, vinculándolo a
la transferencia. De esta
Impulso designa la súbita aparición,
sentida como urgente,
de una tendencia a realizar un
determinado acto...
claras diferencias establecidas
por el uso. Impulso designa la
súbita aparición, sentida como
urgente, de una tendencia a
realizar un determinado acto, el
cual se efectúa sin control y
generalmente bajo el dominio
de la emoción; no se encuentra
aquí ni la lucha ni la complejidad de la compulsión obsesiva,
ni el carácter que ofrece la
compulsión a la repetición de
ordenarse según un cierto
guión fantaseado.” [3]
Considero que será el trabajo
de la cura el que permita
deslindar si se trata de una
conducta que responde a un
guión fantaseado -estaríamos
en el terreno de las neurosis, si
se trata de diversas manifestaciones del actuar- actings out, o
si están cumpliendo con alguna
función estabilizadora -a modo
supletorio- en caso de las
psicosis.
La transferencia nos proporciona el terreno propicio -si se
logra su instalación y despliegue- para abordar estas
tendencias, ya que es en la
repetición transferencial donde
el recuerdo y la instancia
elaborativa se articulan en la
cura; lo que se producía en una
escena concreta entra en la
elaboración psíquica, que al
propiciar un desarrollo
simbólico permite una
articulación diferente entre los
registros. Se produce una
manera, se abren nuevas
perspectivas para el sujeto,
quien comprometiéndose con
su padecimiento intenta lograr
diferentes formas de saberhacer con la pulsión, en tanto
que, al producir modificaciones en su relación al goce
mortificante, despeja el camino
de su deseo.
Finalmente retomo un
interrogante, ¿qué estatuto
darle al juego patológico:
sintomático o adictivo?
Consideramos con Freud que el
síntoma es el resultado, la
expresión de un conflicto
inconsciente, y no simplemente
la manifestación de una
enfermedad. El síntoma es la
manera en la que el sujeto ha
intentado arreglárselas con
aquello que no funciona.
Mientras este arreglo no sea
demasiado disruptivo en la vida
de una persona no hay
consultas ni pedidos de
tratamiento (¡Cuán difícil es
trabajar con los llamados
adictos cuando su vínculo con
la droga es muy logrado!).
Pero cuando se produce un
pedido de consulta, sea por el
propio sujeto o por algún
allegado, lo disruptivo puede
conducirlo a intentar una
modificación para que le
resulte menos costoso, en
términos de economía
psíquica.
Es cierto que en numerosos
casos los pacientes se
tranquilizan cuando su
padecimiento es nombrado por
otros. Es lo que ocurre en los
grupos de autoayuda, dónde en
un primer tiempo el sujeto se
reconoce en un “entre otros”,
que es una forma de restituir
lazos sociales, al quebrar el
mutismo con el que se vivía ese
padecimiento. Es el tiempo de
“no soy el único que tiene este
problema”, “hay otros que
sufren mucho por el juego,
como yo”, manifiestan los
pacientes.
Pero si consideramos la
transferencia como la puesta en
acto de la realidad del
inconsciente, es en la situación
transferencial y en presencia
del analista que puede lograrse
una modificación de la relación
del sujeto con el goce, abriendo
el camino al deseo y al amor.
Es desde esta perspectiva que
propongo esta aproximación
conceptual a la problemática de
la ludopatía.
Bibliografía consultada
-[1] Freud, Sigmund;
Dostoievsky y el parricidio,
O.C., Traducción de Luis López
Ballesteros, Ed Biblioteca
Nueva, T. XVII, Bs. As., 1989.
Los párrafos entrecomillados
pertenecen a este artículo.
-[2] Freud, Sigmund; Más allá
del principio del placer, O.C.,
Traducción de Luis López
Ballesteros, Ed Biblioteca
Nueva, T. XVII, Bs. As., 1989.
-[3] Diccionario de Conceptos,
Términos y de Personalidades
en Psicoanálisis. Versión
O n l i n e .
http://es.wikibooks.org/wiki/Di
ccionario_de_Psicoanálisis-.
-Freud, Sigmund; Más allá del
principio del placer, O.C.,
Traducción de Luis López
Ballesteros, Ed Biblioteca
Nueva, T. XIII, Bs. As., 1989.
-Freud, Sigmund; El malestar en
la cultura, O.C., Traducción de
Luis López Ballesteros, Ed
Biblioteca Nueva, T. XVII, Bs.
As., 1989.
-Lacan, Jaques; Los cuatro
conceptos fundamentales del
psicoanálisis, El seminario libro
XI, Ed Paidos, Bs. As., 1992.
El autor es Psicoanalista
Coordinador Institucional y
Colaborador Docente del Centro
DosM. N. 17.136
Dr. Juan Carlos Abad
Esp. en Psiquiatría
Lic. María Laura Abad
Esp. en Nutrición -M.P. 698
Consultants
excelencia en medicina
Dr. Pablo Bagnati
Esp. en Psiquiatría y
Psicología Médica
Lic. Ileana Coppola
Esp. en Psicología
Dr. Ricardo Cosentini
Esp. en Dermatología
-M.P. 93.103
Dr. Alejandro Cristaldi
Esp. En Clínica Médica
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de descuento al familiar directo
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Terapista Ocupacional
SOCIOLOGIA
Drogas: del control social
al prestigio y la costumbre
Alberto Calabrese
[email protected]
L
a suposición que se ha
manejado con la aparición
del fenómeno de consumo
de estas sustancias (comúnmente llamadas drogas o
“Droga”), tiene una relación
con una cuestión que supera a
las mismas y es producto de
una época.
Si bien el
conocimiento de las drogas, es
un hecho que acompaña al
hombre desde el fondo de los
tiempos, su masividad en el
consumo es algo comprobable
desde la 2ª mitad del siglo XX.
Lo que comienza en los
EE.UU. como un fenómeno de
manifestación de una
conducta contestataria,
deviene en el tiempo en una
aclimatación creciente a usos
y costumbres. No olvidemos
que, también se había dado en
ese país un desplazamiento de
políticas de control que
pasaron desde la culminación
en la “Ley Seca” de la “guerra
contra” el alcoholismo, a su
derogación y traslación hacia
la “guerra” a las sustancias
psicoactivas clasificadas
como “drogas peligrosas”.
El hombre hizo del conocimiento de los diversos objetos
que tomó de la naturaleza;
fuente de alimento, corrección
de las enfermedades y algo
más fascinante aún, una
búsqueda en la exploración
extrasensorial, así como una
aproximación a la comprensión de sus grandes angustias;
su conexión con la vida más
allá de la finitud, su encuentro
con los dioses, etc. Esta
presencia, aún constatable en
las culturas primarias con
raigambre no evolucionada,
(de acuerdo con los parámetros modernos de lo que se da
en llamar civilizados) ha
devenido en 2 situaciones
sensibles y frecuentes.
La 1ª estimar que el consumo
de estas sustancias, es de una
configuración maligna con
repercusiones hacia adentro
de la sociedad de “gravedad”
sobre el conjunto de la misma
y la 2ª en situar al igual que lo
que pasa en el propio
contexto- la responsabilidad y
caracterización de otras
sociedades o conjuntos
humanos en la producción de
estos objetos del daño,
demonizados como algo del
afuera, que rompe el equilibrio idealizado que supuestamente guarda la propia
sociedad, donde se alberga y
crece- el fenómeno del tráfico
y del consumo. En otras
palabras, esta visión maniquea, pretende considerar las
alteraciones sociales como
espúreas y muchas veces por
acción de los agentes
exógenos que vienen a
contaminarlo. Es más, en
diversas oportunidades sirven
y vaya si lo hacen- para
justificar el grado de intervención que le permite proceder a
algunos (incluso preventivamente), para actuar en forma
belicosa y drástica, con el
objeto de eliminar la amenaza.
En otras palabras, si no fuera
por la “Droga” (así con
mayúscula y como objeto
único) viviríamos en una
suerte de paraíso, donde todo
está establecido, codificado y
con respuestas a sus diversas
alteraciones. Nada se explica
desde esta forma del pensamiento, sobre los daños y
abandonos que pesan en la
estructura social para
configurar verdaderos
cuadros de falencias crónicas
(por ejemplo: los cordones de
sumatoria de pobreza y
carencia en núcleos suburbanos, que resultan productores
de toda suerte de situaciones
de marginalidad y violencia)
Puntualizando
a) El consumo de sustancias
psicoactivas normales
(socialmente aceptadas,
especialmente alcohol, que es
una droga) no es considerado
una amenaza, ni un riesgo
mayor, aunque su incidencia
en hechos violentos, accidentología, pérdidas laborales,
etc. es enormemente importante y superior a todas las
sustancias ilegales.
b) Suele ser desconsiderada la
lectura en cuanto a la propia
incidencia de un país, en la
producción de sustancias o
productos para su manufactura, culpando en cambio a
vecinos productores y al
descuido de los controles
aduaneros. O sea, la “paja en
el ojo ajeno...”, situación que
proviene de ver el daño desde
afuera, hacia adentro (flagelo,
azote, epidemia, etc.). Esta
situación se repite en los
núcleos pequeños (no, drogas
en esta escuela, nunca; o el
problema de mi hijo fueron las
“malas compañías”,etc.)
También es dable observar
los procesos de inculpación
entre países, acerca de las
responsabilidades del otro en
función del “daño” que le
importan al supuesto
victimario. La expresión
mayor de este despropósito, es
que el país donde se mueve el
mayor mercado del mundo,
suele afirmar que su problema
está controlado (poco dice de
sus consumos de producción
propia y que satisface su
demanda, especialmente en
marihuana y drogas de diseño
que no necesitan cultivarse).
c) Se ejemplifica el nivel de
daños, estacionado en el
sector de edades situado entre
pre-adolescentes y jóvenes,
desconociendo que en los
niveles de abuso, hay muchos
más adultos involucrados y
sin registro alguno.
Recordemos que en los
niveles del abuso (el abuso
tiene una relación temporo
espacial determinada), el
estamento adulto consume
psicofármacos a un nivel
proporcional 3 veces superior
en la Argentina, respecto del
establecido para EE.UU.
d) Las clases de menores
recursos son vistas como
mayormente vulnerables y por
lo tanto -con unos cuantos
prejuicios más en boganecesitadas de ser “controladas”, como forma de destacar
que en esto tienen una mayor
actividad. En sentido
contrario, el manejo de
sustancias psicoactivas caras,
como por ej.: el éxtasis (una
metanfetamina), obviamente
de grupos de mayor poder
adquisitivo suele tener escaso
ALBERTO CALABRESE
o nulo control. Desde luego
esto implica una forma
perversa del control social.
e) Como parte de la teoría del
enemigo interno no enunciada
pero sí practicada- miles de
jóvenes han pasado a
“integrarse” de acuerdo con la
ley vigente al control penal,
brindándoles así y paradojalmente una identificación
positiva con personas y grupos
negativos, con los cuales de
otra forma no se hubieran
relacionado, sino de manera
tangencial.
Tengamos presente que,
cuando se produce la ausencia
o la baja de la calidad y el
respaldo institucional, se torna
difícil establecer las metas
sociales y sus canales de
inserción. Con ese panorama,
muchas veces es más fácil y
atractivo identificarse con
sectores marginales probados
y con cierta aura de significación, que con los valores
tradicionales, que, entre otras
cosas están mal divulgados y
peor aprendidos.
f) Estamos frente a una etapa
donde las sustancias se han
incorporado y por mecanismos que exceden este artículo,
a muchos de los usos y
costumbres entre los jóvenes;
poco criteriosa resulta la
persecución en pos de un
tratamiento forzoso, toda vez
que es visto por ellos como
algo natural. Para las voces
que se alcen en contra de lo
dicho, baste decir que resulta
una falacia ética y moral,
hacer de una sola de las
compulsiones modernas de
consumo, el objeto de nuestras
“preocupaciones” y actitudes
discriminatorias y coercitivas,
existen centenares de
adicciones ¿por qué esta carga
particularmente con toda la
culpa?
g) La confianza del imaginario (o sea lo que la gente cree
de algo) acerca de las
posibilidades de reducción
cero, creencia alentada desde
los centros de poder y
difundida por los medios
masivos de comunicación,
contrasta con la cruda
realidad, en el sentido del
escaso 10% de decomisos
mundiales sobre el total de las
sustancias consumidas. ¿Cuál
es la ventaja de la “guerra
contra” con esos resultados?
Se podría abundar sobre
diversas razones socioeconómicas de identificación y
vulgarización de las sustancias, incorporándose por lo
tanto y desde otro ángulo, a las
instancias del devenir
cotidiano, no constituyendo
más una cuestión de clandestinidad y protesta, sino de
verdadera amalgama con
excesiva adaptación.
Es curioso como el mundo
moderno globalizado, en vez
tomadas en consideración
(para dar cuenta del “flagelo”
o el “azote”), presos,
inhabilitados, tratados o
excluidos, no desde su
percepción, sino la del
discurso, que recita en
términos casi monolíticos y
sin cambios en décadas,
apreciaciones admonitorias
que hoy, cuanto menos chocan
con la indiferencia o el liso y
llano cambio de comportamiento y actitud.
¿Por qué la insistencia
entonces, para actuar como si
todo se mantuviera igual,
es grande, nos obliga a
profundos replanteos sobre
cómo somos, nos vemos y nos
organizamos y sobre todo a
qué y a quién no respondemos.
Solamente reencauzando la
propuesta, en pro de una
integración, salvando los
baches institucionales y la
carencia de proyectos
aglutinadores, es que vamos a
poder revertir esta situación
que remite a la decadencia.
Olvidemos a los supuestos
enemigos, asumiendo en los
lugares que corresponda, la
propuesta creativa y la actitud
comprometida.
Las drogas, en definitiva no
Las drogas, en definitiva no son más
son más que un catalizador
que manifiesta el malestar de
que un catalizador que manifiesta
una cultura. Si pretendemos
menores consumos, debemos
el malestar de una cultura
instrumentar políticas de
Porque
de avanzar hacia sensibilida- cristalizado?
estado y actividades de
des compartidas y establecer desde que el mundo gira, los promoción social e integragrados de confianza entre enemigos externos galvani- ción.
pueblos y culturas, desarrolla zan, y los internos permiten
en cambio sentimientos d i s p o n e r d e u n “ o t r o ” El autor es Sociólogo. Asesor
maniqueos y muchas veces vulnerable, que asume la Institucional F.A.T. (Fondo
enfrentados, que se traducen responsabilidad de explicar y de Ayuda Toxicológica.
en más de una oportunidad, en contabilizar los desajustes de Director de la Maestría sobre
Y U.I.D. (Uso Indebido de
graves enfrentamientos, la estructura social.
incluso armados (hoy en actuando en consecuencia, Drogas / U.B.A. y de la
Oriente Medio tenemos una obrar como si de un virus se Carrera de Especialización en
c l a r a v i s i ó n d e e l l o ) . t r a t a r a - i d e n t i f i c a n d o , Adicciones de la U.N. de
Remarquemos también que aislando y expulsando. Tucumán
muchos de ellos, están Cuando la cantidad a expulsar
impulsados en el valor
material de las sustancias y su
influencia en el mercado del
dinero, sin registro de origen y
con destinos inciertos (por lo
menos para muchos mecanismos de control), lo que lo hace
(al tráfico y consumo) uno de
los sostenes de la economía
global.
Sin embargo, esta envergadura de intereses, presiones
internacionales, reuniones de
expertos, gastos de represión,
de prevención y tratamiento,
suelen quedar reducidos a un
ABIERTA LA INSCRIPCIÓN 2007
casi único protagónico, el
paciente (en el caso de que
llegue a tal) o el microtraficante.
¿Alguien observó que el
procedimiento (en general con
nombres de peces o mariscos)
conlleve el nombre o la prisión
realmente de algún pez gordo?
Casi nunca o nunca. Pero
tenemos en cambio una larga
lista de personas comunes, s,
La banalización de la
injusticia social
Christophe Dejours
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Las Huellas
De La Memoria
Psicoanálisis y
Salud Mental en la
Argentina de los ‘60 y ‘70
Enrique Carpintero y
Alejandro Vainer
El autor es psiquiatra y
psicoanalista, profesor del
Conservatorio Nacional de
Artes y Oficios y director del
Laboratorio de Psicología
del trabajo en Francia.
Especializado en temas
laborales posee una vasta producción en su país de
origen. En este texto realiza una aguda descripción del
mundo del trabajo que pone en cuestionamiento las
muletilla de moda sobre el fin del trabajo y la libertad
recuperada.
Una profunda investigación
histórica sobre ese encuentro
fundante entre el
psicoanálisis y la Salud Mental, articulado al campo mas
amplio de lo social y lo político. Los autores a través de
entrevistas, documentos y publicaciones construyen
una época para reflexionar sobre nuestro presente.
Ese tiempo que
no pasa
Cuentos para
después del diván
J. B. Pontalis
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Cesar Hazaki
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Un analista exige contar el
tiempo sin la ayuda del
reloj ¿Qué decir del
encuentro con un tiempo
sin medida? El autor a
partir de las nuevas
situaciones clínicas estudia
los limites de la memoria, la
rememoración, la huella y la representación. Entre
muchas otras cuestiones también le preocupa el
movimiento psicoanalítico. Un libro inquietante que
muestra la intranquilidad de un analista.
Este libro escrito por un
psicoanalista que deviene
e s c r i t o r l i t e ra r i o, s i n
dejarnos de recordarnos
siempre, a travès de sus
cuentos, de su identidad
profesional y su inmenso
amor y respeto por el
psicoanàlisis. Los pormenores de los detalles son
relatados de una forma que me hicieron recordar a la
corriente de pintura del hiperrealismo norteamericano.
Mucho mas Carver que Auster o Gambaro en lo literario.
Pero aclarando que el hiperrealismo literario de Hazaki
produce nuevas subjetividades.
Creo muy interesantes sus cuentos y seguramente su
lectura va a producir impactos diferentes. Nadie saldrà
indiferente en esta aventura literaria leyendo los cuentos
de Hazaki.
Eduardo “Tato” Pavlovsky
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En este libro el autor
mide y tala cada
palabra ya que no
cree en la palabra
erudita ni exagera el
valor del concepto.
Gusta del lenguaje
común y corriente
donde da testimonio de sus dificultades al
investigar lo desconocido en lo conocido en
una sesión y una supervisión.
INSTITUCIONES
Visita a la Institución Psicoterapéutica de Día Casabierta
EL SUFRIMIENTO PSIQUICO Y SUS DIVERSIDADES
PROGRAMA DE ATENCION A LA DROGADEPENDENCIA
Para comenzar quisiera que
comenten un poco la historia
del Programa “El Rescate”
dentro de Casabierta
Gabriel García De Adréis
(Psicólogo): Casabierta tiene
diez años de funcionamiento y
venía trabajando con el modelo
de Hospital de Día, básicamente
con patologías denominadas
tradicionalmente psiquiátricas,
con exclusión de patologías
como las adicciones. Hace un
poco mas de tres años atrás, yo
todavía no estaba dentro de la
institución, hacemos la
experiencia de incluir a dos
pacientes que yo veía en mi
consultorio, en quienes, además
de sus situaciones propiamente
sociales, estaba inserta la
situación de la adicción.
Incluimos a estos pacientes en el
mismo modelo de tratamiento
de Hospital de Día, sobre la base
de un aparato teórico en relación
al sufrimiento psíquico como
igualador de todas las personas
que estaban en el contexto del
Hospital de Día. Esto nos
permitió pensar los encuentros,
lo común en la diversidad que
estos pacientes tenían, no sin
muchas dificultades porque
cambió fuertemente el perfil de
la cotidianeidad del Hospital de
Día. Vimos que la experiencia
era buena y decidimos armar un
programa de atención a la
drogadependencia, de la mano
de la posibilidad de financiamiento de la Se.Dro.Nar.,
aunque actualmente ya no
trabajamos con la Secretaría.
Organizamos el programa casi
de un modo transgresivo, ya que
el modo de trabajar y de pensar
de la institución, siguiendo su
tradición, hubiera sido la
inclusión del sufrimiento
psíquico y sus diversidades, y
no de la particularidad del
sufrimiento psíquico llamado
“drogadependencia”. Pero El
Rescate, como programa, nos
daba a nosotros mismos una
sensación de estar situados en
un encuadre que podía entrar y
salir de la experiencia previa de
siete años de la institución. Fue
nuestro modo de sostenernos en
aquel momento… Digo aquel
momento porque tres años
después, creo que, por ejemplo
Gabriel (Fadón) que es mas
nuevo en la institución, no sé si
tiene noción de que hubo un
programa llamado “El
Rescate”. En los comienzos de
la vida comunitaria estaba como
definido quienes estaban en “El
Rescate” que por ejemplo no
participaban en
todos los
talleres de Casabierta y tenían
sus propios grupos de reflexión
compuestos sólo por adictos.
Esto ya no sucede, y todos
comparten la vida comunitaria.
El Rescate es mas una marca en
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nuestra memoria que una
función en nuestro modelo, que
tiene la originalidad de un modo
de pensar al paciente por el lado
de la unidad en la diversidad. En
nuestro modelo de atención
hace fuerza la unidad del
sufrimiento psíquico en la
diversidad de los padeceres de
cada uno de los pacientes,
donde la drogadependencia es
un padecer mas. Para nosotros
ya no funciona como encuadre
seguir sosteniendo la noción de
programa llamado “El
Rescate”.
Las personas que vienen a
consultar con una problemática determinada como
Adicción, o la traen generalmente rotulada como adicto,
¿cómo recibe una oferta de
tratamiento de estas características?
GGDA: Están los que vienen de
modelos de trabajo previos que
en general reciben bien la
propuesta de la diversidad con
dispositivos tales como la
asamblea, que rescata
dispositivos propios de las
Comunidades Terapéuticas de
los '70, donde se le propone al
paciente que él mismo se haga
cargo y dueño de su vida, y
legisle en relación a la vida
comunitaria, modelo que no sé
si está en las antípodas, pero si
contrasta con ciertos elementos
de muchas
comunidades
terapéuticas que atienden
adictos.
Carolina Del Monte (Terapista
Ocupacional): Es impactante
escuchar los comentarios de los
pacientes en relación a su
recorrido por otras instituciones, vienen a hacer un
tratamiento con motivo de su
adicción y se encuentran con
una vivencia de tratamiento
muy diferente, no por las
actividades que se le ofrecen
sino por la manera de transcurrir
en el lugar y en relación al grupo
de pacientes y los terapeutas.
Gabriel Fadón (Psicólogo.
Te r a p e u t a i n d i v i d u a l y
familiar): Para un paciente que
ingresa con un tema de adicción
y que viene de una comunidad
mas tradicional, el hecho que
sus compañeros no sean
personas con la misma
patología le permite crear otro
tipo de espejos, otra manera de
pensarse a si mismo, sus
angustias y su síntoma en la
diversidad de padeceres. En
nuestro modelo no existe una
estructura bien piramidal, no
está la figura del director o de un
lugar a tratar de llegar como
adicto recuperado, acá estamos
todos juntos en la asamblea.
¿Podríamos pensar que es una
manera de romper con el
INSTITUCIONES
rótulo del “soy Adicto” como
identidad?
GGDA: Por un lado rompe con
la identidad del “soy adicto” y a
su vez habilita a que todo
aquello que es renegado de la
atención del adicto, como su
lenguaje, las palabras vinculadas al contexto de la droga, sus
rituales, los amigos, etc.,
puedan ser incluidos en un
contexto donde uno teóricamente lo piensa como un
momento restitutivo. Lo más
subjetivo del paciente adicto,
nos guste o no, son todas sus
prácticas, por lo menos en
determinado momento de su
vida y de su tratamiento, que en
todo caso estarán en conflicto
con la autoconservación, pero
no las podemos dejar afuera del
tratamiento. Con esto quiero
decir que, así como uno piensa
que en la estructura psicótica la
experiencia de la producción
alucinatoria o el delirio no
pueden ser sencillamente
sofocadas, porque representan
el momento restitutivo de la
enfermedad, la práctica del
consumo tampoco puede ser
simplificada y renegada del
tratamiento, porque si bien es
nociva desde el punto de vista
de la autoconservacíón, y es
todavía más grave que la
psicosis, medida con la vara de
la supresión de la subjetividad
en tanto por ejemplo, predilección de la transformación
orgánica por sobre la intrapsíquica, también conserva algo de
la restitución subjetiva, en tanto
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la fijación a la producción
alucinatoria o delirante. Es
interesante pensar que en el
reforzamiento de la identidad de
adicto, propia de otros modelos
que trabajan con patología
única, tal vez lo que queda por
fuera es la posibilidad de traer
aquello que lo hace el que es.
Tus amigos: no, los Redondos:
no, hablar de droga: no. Claro
que en un contexto sin
diversidad, un grupo de
pacientes adictos hablando de
esto conformarían una situación
tóxica. En el marco de la
diversidad de los distintos
sufrimientos, esa toxicidad se
vuelve trófica, porque para el
otro esa situación no es tóxica y
se la puede contar y el otro le da
respuestas. En “Mas allá del
principio del placer”, Freud
habla de los tejidos orgánicos,
donde las células tienen que
tener unidad pero a la vez ser
diversas, porque en esa
diversidad lo que es tóxico para
unas, es trófico para otras. Un
sentido ecológico del funcionamiento, en el que la diversidad
no es un accidente sino una
necesidad de la estructura, que
permite trabajar con elementos
que en contexto de supuesta
homogeneidad quedan por
fuera, y es justamente aquello
que hace a los momentos
restitutivos de la enfermedad.
Desde una perspectiva
reeducativa, debe quedar
afuera.
Los pacientes están incluidos
en el programa de Hospital de
Día
GGDA: Si. Están incluidos en
regímenes de jornada completa
de 9 a 17 horas, salvo que halla
situaciones muy controladas, de
mucha protección de contextos
familiares o de Acompañantes
terapéuticos, o laborales, donde
armamos de entrada un
dispositivo de Hospital de Día
de media jornada donde el
paciente a cierta hora se va a un
trabajo o a hacer alguna
actividad con alguien que oficia
de acompañante, no en el
sentido de profesionalización
del AT, sino en la función de
acompañar.
¿Cómo está armado el equipo
de Trabajo?
Carolina Del Monte: En lo que
Gabriel describía como jornada
completa hay una diversidad de
talleres que se van articulando y
repitiendo en la semana que son
los de Terapia Ocupacional,
Actividad Física y Recreación a
cargo de Gustavo Baliño, Taller
de canto a cargo de Benjamín
Gassé y en relación con este
espacio Fernando Waismann
coordina el taller de percusión
donde se trabajan varios
aspectos relacionados con el
movimiento, con el ritmo y con
la comunicación, no es un
espacio de musicoterapia o de
psicodrama, se trata de la
expresión artística. Hay un
taller de Teatro que lo coordina
Carlos Torreiro.
GGDA: En la alternancia de la
Terapia Ocupacional, además
de Carolina Del Monte está
Mariana Mastromarino,
Jorgelina López y Rosalinda
Pace, uno de los taller tiene una
consigna vinculada a las artes
p l á s t i c a s . Ta m b i é n h a y
actividades mas tradicionales
respecto a la psicoterapia de
grupo, como cuatro grupos de
reflexión durante la semana.
Está el equipo de Terapia
Familiar, donde la familia
concurre al menos una vez por
mes salvo que se considere que
hay necesidad de alterar esa
frecuencia. Alejandra Lalli tiene
un taller de Orientación laboral,
con la función de acompañar al
paciente en un proyecto laboral
desde elaborar un curriculum,
acompañarlo en una búsqueda
laboral.
Gabriel Fadón: En el área de
familia tratamos de abordar al
paciente y su familia y como se
puede pensar en relación a lo
que está pasando el paciente en
ese momento. Muchas veces
trabajamos con la asistente
social que hace las visitas y
recaba cierta información.
Principalmente tratamos que la
familia se implique en una
curación, no es el paciente solo
y la familia tiene una parte
importante dentro de la
terapéutica que planteamos
como tratamiento. La familia se
incluye con una entrevista
mensual donde intentamos que
concurra la familia y el paciente
y se trabaja desde el poder
analizarse como familia y en la
posibilidad de ayudar al
16
O
CONTEXT
paciente en su tratamiento.
En el equipo además hay tres
médicos psiquiatras María del
Carmen Sáenz, Liliana
Emanuelli y Mabel Morales.
En el equipo hay integrantes
que no vienen de disciplinas
tradicionales en los dispositivos de tratamiento en Salud
Mental, quisiera saber cuál a
sido su experiencia de trabajo
en la institución
Gustavo Baliño: (Profesor de
Educación física) Mi experiencia en estos seis años cuando
ingreso a la institución, si bien
uno en el profesorado ve lo que
hoy se llama educación para la
diversidad, no trabajas de lleno
con este tipo de pacientes y me
acuerdo que en un principio el
grupo era eminentemente con
patologías de tipo psiquiátricas,
esquizofrenia, paranoia. Yo
recuerdo en reuniones de equipo
los comentarios sobre la
pasividad del grupo y lo bueno
que sería algo mas activo, hasta
que un año aparece el programa
de atención que integra
pacientes adictos y ahí se dio
una movida que implicó para mi
un desafío muy grande que
hacía que me cuestionara si yo
estaba preparado para esto. Una
cosa que siempre valoré es el
tema de la contención que uno
siempre tiene de la institución,
que me permitió comprender
que no era una cuestión personal
hacia mí sino que era un
problema que esa persona tenía
frente al mundo. Fue un desafío
abordar diferentes enfermedades y fue importante el aporte de
compañeros de trabajo de otras
disciplinas que le da a uno
nuevas herramientas que
facilitan la tarea.
Benjamín Gassé (Músico.
Taller de canto): Al principio
tenía un poco de temor porque
no había tenido experiencia
pero también rescato mucho la
contención del lugar, rescato
mucho las reuniones de equipo.
El taller arrancó con una idea
muy loca de trabajar desde la
murga en una institución y en
Güemes y Gascón, lo cual era
muy atrevido, pero finalmente
se armó la murga y tuvo sus
representaciones en fiestas
internas y en comedores.
Personalmente veo que los
CASABIERTA
pacientes adictos son muy
aislados, seres individualistas y
esta posibilidad de trabajar en
grupo, armar un producto, salir
a mostrarlo y que le haga bien a
otros fue muy importante.
Luego el taller fue mutando y se
incluyó Fernando con un taller
de percusión y yo seguí con el
taller de canto. Lo que
proponemos es que se traiga
material para poder expresarse y
le damos importancia a la
experiencia de cantar por placer.
Fernando Waismann (Músico.
Taller de Percusión): Podría
agregar que los pacientes tienen
que adaptarse al grupo en una
actividad que si o si te lleva a
tener que escuchar a tu
compañero, prestar atención,
etc. En mi rol también tengo que
adaptarme desde mi profesión
de músico al trabajo con los
pacientes, para eso es muy
importante la postura que uno
tiene frente al trabajo que está
haciendo, tiene mucho que ver
con la vocación, porque soy
artista pero no cualquiera está
dispuesto a encarar este tipo de
tarea.
GGDA: Digamos que hay un
eje de la palabra y un eje
artístico, lo artístico por
añadidura se vuelve terapéutico,
pensado desde la perspectiva de
Maxwell Jones de comunidad
terapéutica, consideramos que
todo lo que trascurre aquí
adentro es terapéutico, por eso
se incluye en la asamblea
comunitaria a todo el personal,
incluido el administrativo o de
mantenimiento, es decir mas
allá de no tener una relación
directa con lo patológico.
Además el eje que trasversaliza
toda la tarea es lo colectivo, la
mayor potencia que tiene la
institución en función de
producción de Salud Mental es
la diversidad que tiene del lado
del paciente y del lado de un
equipo más que multidisciplinario, porque incluye disciplinas
que ni siquiera están tradicionalmente dentro del campo de la
Salud Mental.
C. Del Monte: También se da
que van surgiendo nuevas
actividades que el grupo va
proponiendo dentro del marco
de cada taller, o algunas
actividades que se dan en
determinado momento del año,
o trabajos en conjunto de una
actividad desde diferentes
talleres.
GGDA: El dispositivo que se
mantiene igual a si mismo es el
dispositivo asamblea que ha ido
rediseñando ciertas situaciones
de tratamiento. En un tiempo la
asamblea insistía una y otra vez
en la sensación de que el
tratamiento era una sala de
espera de la desocupación,
estaban aquí como paciente
adicto excluido del circuito
ocupacional y que cuando
consiguieran un trabajo se iban
a ir, entonces de nuestra parte
intentamos instalar un
dispositivo de acompañamiento
de esa situación pero que no
daba resultado por mas potencia
que tratábamos de darle, fue ahí
que decidimos incluir un taller
de orientación laboral
ocupacional con una Asistente
Social que venía con un trabajo
previo en el tema y ahí esto se
empezó a calmar un poco.
Planteo esto como un ejemplo
de cómo muchas situaciones se
han ido diseñando y rediseñando en el interior de la asamblea.
C. Del Monte: Adaptamos y
nos adaptamos a los cambios
que pueda sufrir el grupo y a los
momentos y a las demandas de
los pacientes
GGDA: La asamblea es el
ordenador fuerte, ahí se da la
discusión cara a cara. En
términos de modelo de
tratamiento de las drogadependencias, en otro tipo de
instituciones, digamos de
carácter reeducativo, hay un
modelo legislativo muy fuerte,
muy normativo, que viene a
veces diseñado de otros países.
Nosotros consideramos que - si
bien todos estamos atravesados
por la cultura represora de tal
manera que hasta en la misma
asamblea a veces se fuerza el
que venga uno e instale una
especie de “mano dura”, o que
nos la reclame - el encuentro de
todos cara a cara en la asamblea
permite el acuerdo entre todos
sobre los modos de convivencia, con los problemas que eso
genera. Recién ahora, en los
últimos meses, después de tres
años y medio estamos
discutiendo en el interior de la
asamblea la sanción o el “acto
reparatorio”, como proponen
otros. Esto se hizo bastante
evidente después de este tiempo
donde no siempre lo que se
legislaba se cumplía, como
relicto de la cultura represora
que esperaba que viniera el
director o el coordinador a bajar
una línea rectora y listo. Está
claro que todo esto que uno
plantea es muy fácil contarlo
pero tiene su tensión.
C Del Monte: El paciente pasa
por lugares de trabajo y
vivencias muy diferentes,
sumado a la convivencia diaria
con los compañeros, acá se
comparte todo, no solo los
pacientes a nosotros y nosotros
a los pacientes…estamos como
enredados y está bueno y vamos
acompañando, desde lugares
diferentes y desde una red de
trabajo, a una persona incluida
en un lugar que no deja de ser un
lugar de transito ya que no es la
intensión la permanencia eterna
del paciente en la institución.
GGDA: Muchos de nosotros
desde el origen estamos muy
influenciados por las experiencias de Comunidades
Terapéuticas en la Argentina vía
alguien que supervisa el trabajo
que es José Luís Cao y a través
de él, la escuela de Manonni. La
noción de “Institución
Estallada” con la que Manonni
relaciona el tipo de vinculo que
establece la madre con el hijo
psicótico, en términos de
instalar una situación de una
simbiosis tal que no es posible
desprenderse de él. Muchas
veces esto es traído y repetido
por el paciente en este contexto
y suponiendo que nosotros
mismos queremos retenerlos y
que nunca se podrán ir. Para
nosotros mismos es una lucha
con esa idea de que no habrá
fuera de aquí un mundo mejor
del que nosotros te podamos
ofrecer, creo que uno pelea todo
el tiempo que esa representación en el interior de uno
mismo. Además considero que
hay que tener cierto ánimo para
poder estar en instituciones
como esta, creo que no solo no
todos los músicos no estarían
dispuestos a estar, sino no todos
los psicólogos y no todos los
psiquiatras estarían dispuestos a
esta tarea.
La vida comunitaria plantea
también algo del orden de
pensar al paciente designado
dentro de lo familiar, muchas
veces en el espacio de la
multifamiliar se instala una
especie de tribunal de acusaciones para el paciente designado y
donde el paciente intenta
defenderse, se instala aquí
mismo el conflicto entre culpa y
castigo y muchas veces el
trabajo del analista de familia es
reconducir la situación a instalar
algo de la familia pensándose a
si misma saliendo de ese lugar
entre la culpa y el castigo
Pensaba en la diferencia entre
culpa y responsabilidad
GGDA: Creo que si la asamblea
tardó mas de tres años en
empezar a pensar dispositivo
que puedan ir por el lado de la
sanción o el acto reparatorio es
porque la asamblea tenía alguna
noción de que entraba en un
territorio farragoso que era el de
instalar la cuestión de la culpa y
no la de la responsabilidad.
Digo la asamblea, no el equipo,
sino toda la comunidad. Hay
que tener en cuenta que la
asamblea legisla cuestiones que
va trascendiendo la presencia de
los pacientes actuales y hay un
registro de lo que hacemos ya
que hay un secretario de actas.
C. Del Monte: La asamblea es
semanal y los mismos pacientes
que ya conocen como es el
funcionamiento asamblear son
los encargados de explicarles a
los otros la utilización de esta
herramienta como momento de
encuentro de todos los que
venimos a Casabierta, por los
INSTITUCIONES
motivos que cada uno viene y se
tratan cuestiones de casi todo lo
que pasa en la institución.
Gustavo Baliño: Es un espacio
de toma de decisiones, donde se
ordena la vida dentro de la
comunidad y donde cada uno
puede dar su propia opinión y
expresar sus sentimientos. Lo
bueno es que ellos tienen bien
claro que tanto los pacientes
como el cuerpo directivo
estamos todos en igualdad de
condiciones.
GGDA: Si en el origen las
comunidades terapéuticas
tenían algo del orden de la
distribución equitativa del
poder entre el técnico y el
paciente designado para
nosotros hoy es un mecanismo
muy potente como línea de fuga
en términos Delezianos o de
micro-política, en términos de
Pavkovsky, ya que estamos
operando sobre un sector de los
mecanismos psico-sociales de
producción de la enfermedad
mental, que digamos pivotea
entre responsabilidad y culpa.
La sensación de estar representado en una institución y no
estarlo, la sensación de ser
objeto de las decisiones de un
otro arbitrario y que en general,
esas decisiones, están basadas
en las disposiciones de los
propios intereses de ese otro.
Esa representación mental de
grupo es muy potente a la hora
de producir enfermedad mental
y nosotros, sin ponernos en el
lugar de estar haciendo la
revolución, pensamos que en la
Los escuchaba y pensaba que
en esta apuesta a la subjetividad uno queda expuesto a
tener que enfrentarse con lo
que aparezca.
GGDA: Fijate la complejidad
que tiene. Por ejemplo a la hora
de discutir la medicación desde
ya que el paciente está incluido
en la discusión, pero a nadie se
le escapa que quienes tienen los
saberes al respecto de cómo
funciona la medicación son los
psiquiatras del equipo. Sino
sería un verdadero error ir por el
lado de homogeneizar la cosa
hacia el otro extremo. Si fuimos
por el lado de preservar la
singularidad pensando que está
bien incluir a pacientes adictos
en un contexto donde cada
quien es diferente pero afín, en
el sentido de sufrimiento
psíquico, también es cierto que
estamos todos embarcados en
un valor que sería la Salud
Mental, tanto para los pacientes
Yo estoy bien pero necesito
ayuda para ir por la calle …
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pequeña escala en la que
estamos operando nos
manejamos de una manera que
creemos que producimos una
representación de grupo
distinta, generamos estructura.
C. Del Monte: Se fortalece la
cuestión de ser paciente y estar
esperando que me asistan, que
me digan lo que tengo que
hacer, que me den la medicación, a diferencia de estar en un
lugar donde es tanto responsable de su salud cómo la
institución.
como para los miembros del
equipo, la asamblea metaboliza
esas diferencias en un esfuerzo
no-homogenizador donde
ciertos saberes tienen su aporte
para hacer y que son los que en
el extremo definen las cosas que
están vedadas a los saberes de
otros.
La asamblea tiene una historia
de diez años. Y el que ingresa lo
hace en una institución que tiene
cultura asamblearia.
¿Reciben pacientes derivados
por la justicia?
GGDA: La respuesta es si, pero
eso genera una condicionalidad.
Es sí, en tanto nos proponemos
en un período determinado la
inclusión del paciente por su
propia voluntad, no generamos
una situación que en el extremo
tendría las características
propias de las instituciones de
secuestro, como diría Foucault.
¿Cómo manejan la influencia
que tiene la justicia con las
medidas de seguridad
curativa en los tratamientos?
GGDA: Nos tomamos entre
quince días y un mes para
trabajar la inclusión del paciente
en términos de que “estoy acá
porque quiero”. A veces se
trabaja con entrevistas
individuales, el paciente está en
un período de admisión para ver
como se lleva con la institución
y la institución con él, en donde
intervienen pacientes que llevan
un tiempo en la institución.
Muchas veces eso pone a prueba
la homogeneidad del conjunto y
la cultura previa en relación a
las bondades del tratamiento.
Esto lleva determinar que el
paciente continúe o no. Esto
forma parte de nuestros limites,
es decir, podemos trabajar con
pacientes adictos siempre y
cuando quieran hacerlo, al
modo de ese viejo chiste de
cuantos psicólogos se necesitan
para cambiar una lamparita y
que no importa el número sino
que lo que importa es que la
lamparita quiera cambiar. Esa es
la condición. Y generalmente no
hemos tenido dificultades con el
ámbito judicial, sobre todo de
menores, que son muy
respetuosos cuando decimos
que este paciente no puede
18
O
CONTEXT
trabajar con nosotros.
¿Qué lugar tiene la abstinencia en el tratamiento?
GGDA: El momento de la
abstinencia está pensada en el
extremo como el momento de
mayor desvalimiento del
paciente y está pensada desde
nuestra perspectiva como una
situación de cuidado, de
acompañar…en ese momento
está el tiempo que está con
nosotros mas la eventualidad de
que halla un Acompañante
Terapéutico o un familiar
acompañante y el recurso de la
medicación moderna que va
contra el “craving”, contra la
impulsión de consumir.
C. Del Monte: Un cuidado que
ayude a no potenciar el miedo
del paciente a volver a
consumir. No denominamos
cura al momento del no
consumo, es mucho mas que
eso.
La última pregunta es en
relación a lo que se conceptualiza como el “Consumo
Responsable”, desde la
perspectiva de pensar en esos
sujetos que no manifiestan
una convicción fuerte de dejar
de consumir.
GGDA: Nosotros lo pensamos,
pero nos resulta muy difícil
plantearlo de cara al paciente.
No nos parece que desde la
institución ni desde las
condiciones sociales sea
susceptible que podamos
plantear algo como esto. Creo
que abre una brecha para la
discusión muy necesaria sobre
el lugar que la vamos a dar al
consumo de drogas, una
discusión también en términos
políticos sobre el consumo no
solo de drogas. Yo puedo pensar
que hay que despenalizar la
droga, de hecho lo pienso
porque la penalización me
parece la peor de las soluciones,
pero no puedo decir esto de cara
al paciente. Por ahora es como
una decisión técnica que está en
el limite, hay cuestiones e ideas
personales que creo que no
tienen que circular en el
contexto de la institución, y por
ahora al menos prefiero decir,
lisa y llanamente: no a las
drogas.
EN DIALOGO CON MIGUEL GRINBERG
SIN LUGAR DE REGRESO...
L
a requisitoria de la
dirección, respecto a que
el último número del año
estuviera dedicado a la
temática de las adicciones, me
llevó a pensar seriamente
quien sería la persona
adecuada para entrevistar, ante
tan compleja cuestión. Luego
de semanas de infructuosa
búsqueda, tratando de dar con
algún antropólogo, sociólogo
o referente idóneo dentro del
ámbito de la cultura, no
resultaba sencillo encontrar a
alguien disponible o dispuesto.
En medio de esto, un amigo
me presta en DVD el documental “NO DIRECTION
HOME” , que Martín Scorsese
realizó sobre la vida de Bob
Dylan. Una vez inmerso bajo
el extraordinario viaje a que el
director nos lleva alrededor de
la vida de uno de los más
grandes cantantes de protesta
de la historia, fue que encontré
a quien estaba buscando.
Interesantísimas entrevistas a
Allen Ginsberg -colosal poeta
de la Generación Beatrecorren varios pasajes del
filme. Una de las fotografías lo
muestran junto al chileno
Nicanor Parra y al argentino
Miguel Grinberg. Fue allí
mismo que me dije, que sin
lugar a duda, Grinberg era “la”
persona.
Recordé la influencia que
tuvieron durante mi adolescencia los escritos que hizo
para la revista Cantarock. Si
con el tiempo sentí placer por
escribir, fue porque quise
hacerlo como lo hacía ese
hombre, de quien poco sabía
por entonces, más allá de su
labor periodística. Pasaron los
años, y fue en 1998 que tuve
ocasión de conocerlo
personalmente, durante una
conferencia sobre
ECOLOGÍA SOCIAL que dio
en la Sala Nachman. Al
finalizar dicha jornada, me
acerqué a expresarle mi
admiración, y comunicarle
sobre todo lo que inspiró gran
parte de su obra, en mi
posterior decisión de estudiar
psicología. Quedamos en
contacto por mail durante unos
años.
Luego de ver la película sobre
Dylan, decidí probar suerte.
Sabía que no contaba con
demasiadas posibilidades
(tenía referencias que
Grinberg vivía la mitad del año
en Brasil). Le escribo un mail,
recordándole quien era,
contándole de mi colaboración
e n
C O N T E X T O
PSICOLÓGICO, y proponiéndole hacer una nota. A los dos
días me encuentro con su
respuesta afirmativa. Lo que
sigue son los principales
extractos de la entrevista que le
realizara el miércoles 15 de
Noviembre en el café de la
Librería Losada, ubicada en
Corrientes al 1500 de la ciudad
de Buenos Aires...algo más
que un milagro facilitado por
internet.
esa travesía?
-Se ve que tenía cierta
vocación terapéutica, cuando
terminé el secundario me
inscribí en la Facultad de
Medicina, quería ser Pediatra,
llegué hasta tercer año.
Percibía inmensos vacíos (que
no me podía llegar a explicar)
en la formación que estaba
recibiendo... hasta que un día
de 1958 me llegué a una
librería de un anarquista
llamado Palumbo, entré a
revolver libros usados, y me
encontré con “Los siete locos”
(Roberto Arlt). Fue mi primer
libro...y algo pasó, porque
comencé a familiarizarme con
otras visiones, más parecidas a
mis intuiciones de aquello que
no me cerraba en Medicina.
Seguí yendo a ese lugar,
leyendo y conociendo gente
rara, hasta que me convertí en
un fanático del cine. No pude
parar de venir al cine Lorraine,
que más que un cine era un
centro de reunión de una
multiplicidad de gente con otra
sensibilidad, con una misma
afinidad, con un intensísimo
deseo de salir de la caja donde
nos querían encerrar. Te diría
que todo comenzó en 1958 en
el Lorraine... que curiosamente, funcionaba en el mismo
lugar donde estamos sentados
conversando en este momento.
-¿Que otras figuras te
influyeron o comenzaron a
formar parte de esta
aventura?
-Sin duda que cineastas como
Bergman, el primer Fellini, la
llamada “Nueva Ola” del cine
polaco. Sentí la necesidad de
empezar a escribir poemas, y
luego hice un curso de Arte
Escénico en la Sociedad
Hebraica, allí definitivamente
abandoné Medicina. Comencé
a leer a Albert Camus, que
indudablemente marcó mi
camino hacia el arte...me
enteré que él tenía una
polémica con Sartre, y me
embarqué a leer sobre
existencialismo y sus distintas
vertientes, hasta que llegué a
Kierkegaard, luego a Hegel...y
no pude parar de irme más
atrás y más lejos, porque en la
EN DIALOGO CON
MIGUEL GRINBERG.
Más allá de toda tu trayectoria como ecologista, escritor,
periodista, precursor de la
movida hippie de los 60' en
Latinoamérica, ¿cómo se
define a sí mismo Miguel
Grinberg?
-Todas esas actividades
forman parte de una misma
travesía, que se inicia en
aquellos años. Y si tomo en
cuenta lo que he podido hacer
en estos últimos tiempos, en un
mundo regido por la destrucción, la incertidumbre y el sin
sentido, me definiría como un
sembrador de certidumbres.
-¿Cómo y cuándo comienza
Alejandría
Libros y Café
S A N
L U I S
1 7 4 5
EN DIÁLOGO CON MIGUEL GRINBERG
¿
búsqueda de esa misma verdad
llegué hasta los griegos.
QUIEN ES
MIGUEL GRINBERG
M
?
iguel Grinberg nació en Buenos Aires el 18 de Agosto
de 1937, es escritor y poeta de la “Generación del 60”,
especializado en movimientos contraculturales. Discípulo
del monje trapense Thomas Merton y creador del sistema
Holodinamia de meditación integral. En 1962 fundó una
alianza de poetas de las Américas llamada Nueva
Solidaridad. Tradujo y divulgó ampliamente a los poetas de la
generación beat estadounidense, desarrolló amistad personal
con varios de ellos y vivió en distintas épocas en los Estados
Unidos, especialmente durante el nacimiento de los
“hippies”, el activismo pacifista opuesto a la guerra de
Vietnam y la lucha por los derechos civiles de los ciudadanos
negros.
Se recibió de Licenciado en Sistemas en la Universidad de
Nueva York. Ha sido pionero de la cultura alternativa en
Argentina y América Latina durante cuatro décadas. Dirigió
revistas legendarias como ECO CONTEMPORÁNEO y
MUTANTIA, ejerció el periodismo escrito, radial y
televisivo; y publicó una gran cantidad de libros, algunos
cruciales como: “La nueva revolución norteamericana”
(1968), “Como vino la mano” (ensayo sobre el origen del
rock argentino, 1977), “La generación de la paz” (1985) e
“Introducción a la ecología social” (1992), ocupándose a lo
largo de su trayectoria, de la poesía visionaria, el rock
progresivo, la pedagogía transformacional, la filosofía
holística y la ecología generativa. Representó a nuestro país
en la Cumbre de La Tierra ECO 92' en Río de Janeiro como
consultor autónomo. Recibió, entre otros premios, el Global
500 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (1988), y el Albert Schweitzer por su labor como
coordinador de la Asamblea Ecológica Permanente (1990) en
la Cámara de Diputados de la Nación.. Colaboró en la
fundación de una Eco-Aldea para el “Proyecto 0” en el Valle
de Punilla (Córdoba).
Actualmente es profesor de Cultura Ambiental en el
posgrado de Gestión Ambiental de la Universidad Nacional
de General San Martín, coordina seis blogs por internet, y
tiene tres programas radiales por FM y AM.
Ricardo Silva junto a Miguel Grinberg
-¿Hiciste teatro también?
-Hice varios papeles menores
con seudónimo, en el
movimiento de teatro
independiente, y a partir de
una novia ocasional conocí a
otra persona que juega un
papel fundamental en esta
historia de la literatura
a rg e n t i n a , A n t o n i o D a l
Masetto, con quien hacía un
tiempo que nos cruzábamos en
todos estos lugares. Hicimos
amistad, nos fuimos a Brasil de
mochileros, fuimos testigos
del nacimiento de la bossa
nova en 1960, y notamos que
toda esa corriente de búsqueda
no estaba solo en nosotros.
Conocimos gente de distintos
países de Latinoamérica que
leía, escribía, pintaba, hacía
música, pero estaba en la
misma sintonía.
-¿Podés contar como se
f o r m a
“ N u e v a
Solidaridad”?
-Había todo un auge de fundar
revistas literarias (2) y de
expresar la disconformidad
con los estereotipos culturales
dominantes. Aprovechamos
que ya me venía carteando con
Ginsberg, y así fue que en 1961
h i c i m o s
E C O
CONTEMPORÁNEO.
Intensificamos el contacto con
los poetas de Nueva York, pero
independientemente de esto
descubrimos que la producción Latinoamericana brillaba
por sí sola. No éramos el eco de
los beatniks contemporáneos,
fuimos hippies antes de que
aparecieran los hippies,
anarquistas naturales. Hasta
descubrimos resonancias con
el pensamiento bolivariano, a
través de Simón Rodríguez.
Formamos, apoyados por
escritores como Henry Miller,
Thomas Merton y Julio
Cortázar, el movimiento
NUEVA SOLIDARIDAD. En
1964 concretamos en México
un Primer Encuentro
Interamericano, proponíamos
convertir la propia vida en obra
O
CONTEXT 20
de arte, como contribución a la
paz del mundo; el desafío
central pasaba por cambiar la
vida y transformar la sociedad.
Los Movimientos Ecologistas
son algunos de los brazos de
una misma siembra. En 1965,
La Casa de las Américas nos
invitó a Cuba a ser jurados de
su premio anual.
-¿Cómo entra a jugar aquí la
cultura de la experimentación con drogas como
vehículo de experiencias
visionarias?
-Si bien había antecedentes en
trabajos pioneros de Aldous
Huxley (2), hay que ubicar la
llamada cultura de las drogas
en un contexto de absoluto
desencanto por parte de una
generación que nació y creció
en simultáneo al desastre de
Hiroshima y Nagasaki, los
campos de concentración
nazis, e incluso las purgas
stalinistas (aunque la
revolución cubana era vista de
otra forma). Se despertó una
profunda rebeldía y descreimiento en los jóvenes. Junto a
los movimientos de liberación
que se multiplicaban por el
mundo, hubo un estallido en el
plano de las ideas, y esto se
manifestó también en el arte y
la estética. Al existencialismo
y el Jazz Moderno, se sumó el
Rock and Roll. Elvis Presley,
James Dean, Brigitte Bardot,
los poetas beat de USA y los
jóvenes iracundos de
Inglaterra eran parte del
mismo movimiento que optó
por la furia de vivir. En la
década siguiente asomaron
Los Beatles, Bob Dylan, los
hippies, el Mayo Francés. En
medio de esa furia, y en
oposición a todo lo que
prohibía un establishment
hipócrita, fue que muchos se
permitieron descubrir las
drogas psicodélicas como
acceso a regiones desconocidas de la conciencia. Si bien,
mucho de esto condujo a
investigaciones muy serias,
que dieron lugar al desarrollo
de la Psicología
Transpersonal; hubo dos
grandes problemas, el primero
Grinberg junto a los poetas Nicanor Parra y Allen Ginsberg
En general se piensa la recuperación
de un adicto, particularmente
el joven, desde un punto de vista
paternalista. La intención es
recuperarlo para que sea normal,
para la sociedad tal cual es y
debe ser, pero ¿qué le ofrecemos?
fue que en el intento de repetir hipocresía de la sociedad en
ciertos estados visionarios (sin que vivimos no ha cambiado
saber que podían alcanzarse demasiado. Creo que las
por otros medios) muchos aproximaciones que se hacen
abusaron de estas sustancias para estudiar esta problemátipsicoactivas hasta caer en la ca adolecen del uso excesivo
toxicomanía... Es que el del microscopio para estudiar a
ingrediente visionario no lo u n e s p é c i m e n l l a m a d o
crea la sustancia, ésta solo drogadicto, o del uso excesivo
potencia la capacidad que está del telescopio para mirar el
(o no) desarrollada desde panorama dentro del cual hay
antes. El otro problema, es que una célula que es el mismo
el sistema no tardó en advertir drogadicto. Pienso que ambas
que el uso de drogas podía aproximaciones son incompleutilizarse como forma de tas, necesitan de una visión
control social, para neutralizar macroscópica, donde se
el inmenso potencial de intente observar algo que no es
cambio que se venía.
infinitamente pequeño o
grande, sino infinitamente
-¿Podrías ahondar en esto complejo. No estamos solo
ú l t i m o , a c e n t u a n d o l a ante un problema de individuaproblemática en el presente? lidades ni de interacciones,
sino que a nivel estructural
-El grado de descomposición e esto forma parte de una
[email protected]
política de contrainsurgencia
muy claramente vislumbrada,
donde no se pueden pasar por
alto los rituales filicidas de
estas sociedades a las que
pertenecemos.
recibidos, aunque no le puedan
poner palabras, desde algún
lugar de su ser saben que les
están robando la vida, son
violentados al ser abandonados y engañados, van
creciendo y con solo ver a sus
-¿Qué considerás que lleva a padres, o la misma televisión,
los jóvenes o no tan jóvenes a saben que no
tendrán
convertirse en adictos?
demasiadas oportunidades de
vivir dignamente, saben que
-En general se piensa la los van a joder. Y muchos han
recuperación de un adicto, encontrado refugio en el rock,
particularmente el joven, que no es en sí mismo
desde un punto de vista generador de drogadictos, pero
paternalista. La intención es en muchos casos les brinda un
recuperarlo para que sea marco referencial donde
normal, para la sociedad tal ciertos valores permiten al
cual es y debe ser, pero qué le joven construir una especie de
ofrecemos...??? Cuando un baluarte frente a un mundo que
joven se convierte en adicto en v i v e c o m o e x p e r i e n c i a
nuestra sociedad argentina, apuntada a exterminarlo, no
curiosamente- y aunque suene físicamente, pero sí emotiva,
contradictorio- lo hace como cultural y vivencialmente. Ese
un gesto supremo de supervi- joven, potencial drogadicto,
v e n c i a , u n a a l t e r n a t i v a no tiene demasiados mecanisextrema de bancarse lo que mos de defensa, porque desde
Charly García llamó “la grasa el punto de vista cultural es un
de las capitales”. Pero esa huérfano absoluto, aunque
lectura tampoco basta ahora, tenga papá, mamá y maestros,
porque en la medida en que y en esa orfandad, de una
vivimos en una cultura de manera muy primitiva y
consumo multipropalada y gutural, construye inconciensuper mercantil, los resortes temente ciertos tipos de
son absolutamente idénticos a complicidades que ilusorialos que llevan a que uno se mente le permiten autodefenconvierta en adicto a drogas derse. Habría que agregarle -y
legales como los psicofárma- es por eso insisto en el enfoque
cos, el tabaco o la Coca Cola. macroscópico- que en los
Pero el nihilismo no viene de la últimos veinticinco años la
nada, los pibes que llegan al droga se ha convertido, desde
mundo perciben el inmenso el punto de vista de los
d e s a m o r c o n q u e s o n intereses sistemáticos que
Dr. Eduardo Arolas
Dr. J u l i á n B a r b i e r i
Dr. Juan Ignacio Zorrozua
ABOGADOS
Viamonte 3049
(7600) Mar del Plata
Tel/fax: (0223) 451-6574 / 486-1856
Cel.: 154-005870 / [email protected]
procuran neutralizar a esa
incesante masa de “insubordinados” que siempre reaparecen en el contexto, en una sutil
arma de contra-insurgencia.
Por lo cual también se
defienden, erróneamente claro
está, de ese mismo plan de
exterminio. Sin quitarle
seriedad a los intentos de
rehabilitación, ni a los estudios
sobre daños físicos o químicos, estimo que todo abordaje
que no tome en cuenta el dato
macroscópico, y que crea que
este problema de la drogadicción es simplemente una
patología individual, está
corriendo el peligro de no
hacer otra cosa que servir a los
intereses del sistema.
-¿Cómo creés que se puede
prevenir o evitar que todo
chico que experimente
(porque las drogas están
entre nosotros) no caiga en la
dependencia?
-Hay un proceso irremediable
de destrucción generacional
programada, la materia prima
central son las drogas de
diseño como el famoso
“Paco”, que está en circulación
con el propósito inequívoco de
destruir a la gente que podría
convertirse, en otro momento
y en otras condiciones, en un
impedimento para proyectos
totalitarios que están muy
avanzados. No hay prevención
posible, si no se resuelven
problemas ligados a miseria,
promiscuidad, de explotación,
de injusticia social, de
marginación colectiva. Estuve
en contacto con trabajadores
sociales que me han informado
que en el barrio porteño de la
Boca, la juventud está
diezmada por el Paco, en un
contexto de absoluta miseria,
donde son impresionantes la
cantidad de personas afectadas
de sida, además de la contaminación ambiental, la cantidad
de pibes intoxicados con
plomo, problemas respiratorios, eczemas, ahí tenés una
guerra de exterminio.
-¿Sos escéptico respecto a la
posibilidad de salida de esta
situación?
-Con esta sociedad perversa
compuesta por políticos
corruptos, y una colectividad
de sobrevivientes dispuestos a
salvarse a cualquier precio,
creo que vamos a ser testigos
de una serie de victimizaciones
en masa -que ya están
sucediendo- muy dramáticas.
Y si esto no se contrainstrumenta desde una
verdadera educación,
difícilmente haya modificaciones. En Educación se
esmeran en pasar inadvertidos,
con el concepto de la aldea
ecológica, agricultura
orgánica, conciencia planetaria, educación para la paz y de
todas estas herramientas de
autosuficiencia y solidaridad,
en función de lo que por los
cambios climáticos, va a hacer
que tengamos que reformular
la generación de alimentos, la
vivienda y el trabajo cotidiano,
en función de necesidades
primarias aseguradas, y no
No hay prevención posible,
si no se resuelven problemas
ligados a miseria, promiscuidad,
de explotación, de injusticia social,
de marginación colectiva
discuten muchísimos temas,
pero nunca se toma el “para
qué estamos vivos”, ni “que
tipo de sociedad queremos”.
La educación no es solo
a l f a b e t i z a r, t a m b i é n e s
modular al individuo para que
exprese lo mejor que tiene, y
logre dominar sus demonios.
Hay una frase desde el
concepto de educación
transformacional, que dice que
“el estudiante no es un
recipiente para llenar, sino una
lámpara para encender”. Y
dónde tenés a los encendedores de lámparas en el sistema
educativo argentino? Ante
todo soy realista, lo que veo
produciéndose lo veo como
irremediable, porque la
corrupción está en las cúpulas,
no solo en las bases trastornadas. Mientras eso no se
modifique, no hay salida.
-¿Seguís pensando en la
Ecología Social como
alternativa?
-Sigo pensando en la creación
de Institutos Pedagógicos por
fuera del sistema, en los
pequeños grupos que están
desarrollándose desde los
nuevos parámetros, y creo en
el trabajo pionero de gente que
no busca la notoriedad, y que a
diferencia de los años 60', se
experiencia en la Cumbre de la
Tierra de 1992, el Rock
Argentino, Cromagnón, el
Levantamiento Popular de
diciembre de 2001, los
conflictos entre Oriente y
Occidente, el futuro de
Latinoamérica, y su libro sobre
Ken Wilber (pionero de la
Psicología Transpersonal).
Mientras nos despedíamos,
pensaba en aquellos tiempos,
en esa suprema efervescencia
artística que se dio a fines del
50' en toda América.
Efervescencia de la que este
hombre -que estaba frente a
mí- formó parte. Pensé en
cuanto de gente como Merton,
Ginsberg, Camus, Arlt,
Cortázar o Miller seguían
junto a él, tanto ahora, como en
los 80' (cuando lo leí por
primera vez). Al hacerme
entrega de una compilación de
las mejores notas de ECO
CONTEMPORÁNEO, sentí
que todos ellos estaban allí con
nosotros. Curiosamente en el
mismo lugar donde, de alguna
manera, empezó el viaje. Creí
sentir cuanto de aquello
sobrevivía aún... y a pesar de
todo.
esto superfluo, frívolo y
suicida que es el consumo. De
los 60' hasta aquí, los grandes
transformadores aprendieron
algunas cosas, y su mayor
potencial de generar cambios
es la invisibilidad estratégica.
Pero cuando vos construís un
faro, el faro no tiene una señal
publicitaria que dice “yo soy el Agradezco a amigos como
faro que está aquí para orientar Eduardo Loaiza por la
a los navegantes”; sino que el compañía y la foto, a Julio
faro emite una luz para que los Mauro por prestarme la
navegantes lo tengan como película sobre Dylan; y a
punto de referencia, porque el Miguel Grinberg por haberme
faro no es el puerto, es el que te hecho de faro en algún ya
advierte de aquel peñasco que lejano momento... de ciega
si te lo tragás, te vas a pique, resistencia a la tiniebla
pero el que construye la organizada.
travesía y decide a qué puerto
quiere ir es el navegante.
Gracias a esta generación de
navegantes que tenemos a ( 1 ) A p a r t e d e “ E c o
nuestro alrededor es que C o n t e m p o r á n e o ” e n
alguna vez vamos a tener una A r g e n t i n a , “ E l C o r n o
sociedad distinta, con todos los Emplumado” en México, y “El
buenos sueños cumplidos, que Pez y la Serpiente” en
por el momento lucen Nicaragua, confluyeron
inciertos, pero que no son una sorprendentemente con las
batalla perdida.
iniciativas del Nadaísmo
colombiano, El Techo de la
EPÍLOGO.
Ballena venezolano, los
Tzántzicos ecuatoranos, en
Por cuestiones de espacio, no fraternidad con los poetas Beat
ha sido posible incluir en este e s t a d o u n i d e n s e s y l o s
trabajo demás aspectos de la cinepoetas del New American
entrevista a Miguel Grinberg, Cinema.
que abarcó temas como la (2)“Las puertas de la percepcontaminación ambiental, su ción” (1954).
O
CONTEXT 22
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