Download Exploración de la hemodinámica en la hipertensión pulmonar
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
EXPLORACIÓN DE LA HEMODINÁMICA REVISIÓN CONTEMPORÁNEA Avances Cardiol 2010;30(1):30-37 Exploración de la hemodinámica en la hipertensión pulmonar mediante cateterismo cardíaco derecho Exploration of hemodynamics in pulmonary hypertension by right heart catheterization Drs. María Teresa Velazquez Martín1, Agustín Albarrán González-Trevilla1, Miguel Angel Gómez Sánchez2 Laboratorio de Hemodinámica Intervencionista. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid-España. 2 Unidad de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar. Servicio de Cardiología. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid-España. 1 RESUMEN El diagnóstico final de hipertensión pulmonar se realiza mediante cateterismo cardíaco derecho. Existe hipertensión pulmonar cuando la presión media en la arteria pulmonar supera los 25 mmHg en situación basal. Una adecuada exploración hemodinámica permite encuadrar la hipertensión pulmonar en algunos de los cinco grupos de la clasificación clínica actual. Se dan las recomendaciones para los diferentes especialistas de cuándo efectuar el cateterismo derecho, qué parámetros se deben de registrar y como realizar e interpretar una prueba aguda de vasorreactividad en la hipertensión arterial pulmonar. Palabras clave: Hipertensión pulmonar, cateterismo cardíaco derecho, prueba aguda de vasorreactividad, óxido nítrico, prostaciclina. CORRESPONDENCIA Dr. Miguel A. Gómez Sanchez. Servicio de Cardiología Hospital Universitario 12 de Octubre. Avenida de Córdoba s/n 28041 Madrid-España. Tel y fax + 34-913.90.86.69 [email protected] DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS DE LOS AUTORES: Los autores declaran no tener conflictos de interés. SUMMARY The final diagnosis of pulmonary hypertension is made by right heart catheterization. Pulmonary hypertension is present when the average pressure in the pulmonary artery exceeds 25 mm Hg at baseline. Proper hemodynamic assessment allows classification of pulmonary hypertension into one of five clinical categories. Recommendations are provided for specialists, when to conduct right heart catheterization, which parameters must be recorded and how to perform and interpret a test for acute vasoreactivity in pulmonary arterial hypertension. Key words: Pulmonary hypertension, right heart catheterization, acute vasoreactivity testing, nitric oxide, prostacyclin. Aunque hace años se consideraba un procedimiento de riesgo, el cateterismo cardíaco puede realizarse actualmente de forma segura en los pacientes con hipertensión pulmonar (HP) siendo una fuente de información esencial en el diagnóstico y manejo de estos pacientes (1). Indicaciones Recibido en: mayo 25, 2009 Aceptado en: diciembre 15, 2009 El cateterismo juega un papel fundamental en la evaluación del paciente con HP siendo el patrón oro para el diagnóstico de la HP. En la fase de detección de la enfermedad la ecografía transtorácica (ETT) es una prueba no invasiva excelente para los 30 Vol. 30, Nº 1, marzo 2010 VELÁSQUEZ M, ET AL pacientes en los que se sospecha HP. No obstante, en aquellos pacientes sintomáticos (clase II y III de la OMS) con HP leve estimada mediante ETT, debe realizarse cateterismo para identificar a los sujetos que precisan otros procedimientos diagnósticos y terapéuticos adicionales (2). En aquellos pacientes con evidencia concluyente de HP moderada o severa el cateterismo también es necesario ya que las variables hemodinámicas tienen relevancia pronóstica (3). El cateterismo cardíaco derecho debe realizarse para confirmar el diagnóstico de HP, valorar la severidad del impacto hemodinámico, excluir shunt izquierda-derecha y para medir la vasorreactividad de la circulación pulmonar. Complicaciones Aunque hace años está descrito algún fallecimiento relacionado con el cateterismo derecho(4) desde entonces se han publicado largas series de pacientes con HP a los que se les ha realizado este procedimiento sin ninguna muerte atribuible a éste. Otras posibles complicaciones no fatales son la punción arterial, el neumotórax y la hipotensión transitoria por reacción vagal. Para minimizar los riesgos es importante seguir las siguientes recomendaciones (1): • Realizar ETT previo al cateterismo derecho para descartar la presencia de trombos en aurícula derecha, ventrículo derecho o la existencia de una comunicación interauricular o foramen oval permeable. • Monitorizar durante todo el procedimiento la frecuencia y el ritmo cardíacos, la saturación arterial de oxígeno y la tensión arterial. • Realizar el cateterismo derecho utilizando la vena yugular interna para disminuir el riesgo de movilizar trombos que pudieran existir en la vena femoral, ilíaca o cava inferior y para disminuir el riesgo de neumotórax (mayor cuando se realiza por vena subclavia). Procedimiento El cateterismo derecho se realiza con un catéter de flotación con agujero distal de 7 F (catéter de Swan-Ganz) introduciendo en ocasiones por su Avances Cardiol luz interna una guía de 0,025 cm que le confiere rigidez para conseguir un mejor soporte y poder avanzar el catéter a través de un ventrículo derecho frecuentemente dilatado o en presencia de insuficiencia tricúspide importante, presión arterial pulmonar (PAP) severamente elevada y gasto cardíaco (GC) bajo. Deben determinarse siempre los siguientes parámetros: frecuencia cardíaca, presión de aurícula derecha (PAD), PAP sistólica, diastólica y media, presión de enclavamiento pulmonar (PCP), GC (por termodilución o por el método de Fick en casos de cortocircuitos sistémico-pulmonares), presión arterial, resistencias vasculares pulmonares (RVP) y sistémicas (RVS), saturación arterial y venosa mixta. La PCP se obtiene inflando el globo tras haber avanzado el catéter a una subdivisión de la arteria pulmonar. Es importante no inflar el balón muy proximal para evitar crear una presión híbrida entre la PAP y la PCP así como no inflarlo demasiado en una rama distal por el riesgo de ruptura de la rama pulmonar, complicación potencialmente letal. Afortunadamente la hipertrofia de la pared arterial en la hipertensión pulmonar protege contra la ruptura. Cuando no está claro si la curva obtenida representa la PCP o no, debe realizarse una determinación de la saturación de la sangre obtenida por el agujero distal del Swan-Ganz, ya que si se trata de PCP la saturación debe corresponder a la del lecho capilar pulmonar. La anatomía más estrecha y afilada de la arteria pulmonar izquierda permite determinaciones más fiables de PCP. Puede ser necesario utilizar una guía en J de 0,025 cm para dirigir el Swan-Ganz a dicha posición. En los pacientes con HP arterial existe una alteración importante de la hemodinámica pulmonar con aumento de la PAP, aumento de la PAD y un GC bajo. Las presiones del lado izquierdo del corazón habitualmente son normales, aunque cuando se produce una dilatación grave de las cavidades derechas éstas pueden llegar a comprimir las cavidades izquierdas y comprometer el llenado produciendo un aumento de las presiones diastólicas. Los pacientes con HP arterial idiopática y HP tromboembólica tienen PCP normales o bajas. En presencia de PCP elevada debe realizarse 31 EXPLORACIÓN DE LA HEMODINÁMICA HP arterial idiopática que tienen peor pronóstico. También tienen peor pronóstico aquellos pacientes no respondedores al test vasodilatador agudo (3). La Tabla 1 muestra la clasificación hemodinámica de la hipertensión pulmonar. cateterismo izquierdo para determinar la presión telediastólica de ventrículo izquierdo y excluir enfermedad pulmonar veno-oclusiva, estenosis mitral o disfunción ventricular izquierda (1). Una PCP normal, no obstante, no excluye la enfermedad pulmonar veno-oclusiva (5) debido a la permeabilidad de las grandes venas y a la naturaleza parcheada de la enfermedad en las venas. El cateterismo cardíaco izquierdo también es necesario en las raras circunstancias en que no puede estimarse la PCP de forma segura (2). Prueba vasodilatadora aguda Se desconoce si los distintos tipos de hipertensión arterial pulmonar comparten una patogénesis común. Se cree que tres factores causan el aumento de resistencias vasculares pulmonares que caracterizan esta enfermedad: vasoconstricción, remodelado de la pared de los vasos pulmonares con hipertrofia de la íntima y de la media y trombosis in situ. Los avances en el entendimiento de los mecanismos moleculares implicados en esta enfermedad sugieren que la disfunción endotelial juega un papel fundamental. Una disminución crónica de la producción de los mediadores vasoactivos como el óxido nítrico (ON) y la prostaciclina junto con una superexpresión de vasoconstrictores como la endotelina-1 modifican el tono vascular y favorecen el remodelado vascular. Por tanto, estas sustancias representan objetivos farmacológicos (7,8). El GC se determina de forma más exacta por el método de Fick en estados de bajo GC o si existe insuficiencia tricúspide significativa. Este método requiere medir el consumo de oxígeno directamente ya que la estimación del consumo de oxígeno puede no ser aplicable en pacientes severamente enfermos con HP y puede introducir errores en los cálculos (1). La definición hemodinámica de HP arterial es una PAPm ≥25 mmHg en reposo, con una PCP ≤15 mmHg y una resistencia vascular pulmonar > 3 unidades Wood (2,6). La elevación basal de la PAD media y de la PAP media, un GC reducido y una saturación venosa central reducidas identifican a los pacientes con Tabla 1 Definición hemodinámica de hipertensión pulmonar Definición Características Grupos clínicos de la clasificación de Dana Point 2008 HP PAPm ≥ 25 mmHg Todos PAPm ≥ 25 mmHg Grupos 1,3,4 y 5 HP precapilar PCP ≤ 15 mmHg GC normal o reducido HP poscapilar PAPm ≥ 25 mmHg Grupo 2 PCP > 15 mmHg GC normal o reducido Pasiva GTP ≤ 12 mmHg Reactiva GTP > 12 mmHg (desproporcionada) PAPM: presión media en arteria pulmonar mmHg.; PCP: Presión capilar pulmonar media mmHg.; GC: Gasto cardíaco lpm; GTP: Gradiente transpulmonar capilar medio mmHg. 32 Vol. 30, Nº 1, marzo 2010 VELÁSQUEZ M, ET AL Estudios no controlados sugieren que la administración a largo plazo de bloqueadores de los canales del calcio (BCC) prolonga la supervivencia en los pocos casos de pacientes que responden de forma aguda al tratamiento con estos fármacos. Desafortunadamente, no existen parámetros clínicos o hemodinámicos que permitan predecir la respuesta aguda y/o crónica a este tratamiento en los pacientes con HP arterial (1,5). media corta y en centros con experiencia para minimizar los riesgos. En la actualidad los fármacos utilizados en los tests vasodilatadores agudos son la prostaciclina intravenosa, el ON inhalado y la adenosina intravenosa (2,5). Los efectos agudos del ON inhalado y la prostaciclina intravenosa en la PAP son similares, aunque el ON refleja de forma más consistente los cambios en el tono vascular pulmonar y parece ser mejor predictor de la respuesta a largo plazo tras el tratamiento oral con BCC, siendo así el agente preferido para valorar la vasorreactividad pulmonar. La administración conjunta de ON inhalado con oxígeno al 100 % parece ser segura y proporciona una vasodilatación adicional en estos pacientes. El nitroprusiato no se utiliza para valorar la vasorreactividad pulmonar porque causa hipotensión sistémica a dosis que consiguen grados similares de vasodilatación pulmonar que el ON o la prostaciclina intravenosa (1). Los pacientes que se beneficiarán de un tratamiento prolongado con estos fármacos pueden ser identificados mediante un test de vasodilatación aguda realizado durante el cateterismo cardíaco derecho, pues el efecto agudo en el lecho vascular pulmonar de estos vasodilatadores de vida media corta predice la respuesta hemodinámica al tratamiento a largo plazo con BCC. Sin embargo, la identificación definitiva de los pacientes que pueden beneficiarse del tratamiento requiere tanto la demostración de una respuesta vasorreactiva aguda positiva como la confirmación de una respuesta sostenida a largo plazo bajo este tratamiento (2). En la Tabla 2 se resumen la vida media, las dosis adecuadas, el incremento de dosis en cada estadio y los efectos secundarios más frecuentes de los fármacos utilizados en los test vasodilatadores agudos. Debe determinarse la PAP, el GC, la PCP y la saturación venosa mixta basal y tras cada incremento de dosis durante la realización del test vasodilatador agudo. Debido al riesgo potencial de compromiso hemodinámico severo secundario al efecto vasodilatador agudo de los BCC, el test vasodilatador agudo sólo debe realizarse con vasodilatadores pulmonares potentes de acción rápida y vida Tabla 2 Vasodilatadores más utilizados en el test vasodilatador agudo en la HP arterial. Vía de administración, vida media, rango de dosis, incremento de dosis y efectos secundarios Vía de administración Vida media Rango de dosis Incremento de dosis Efectos secundarios Cefalea Opresión torácica, enrojecimiento disnea facial, náuseas Avances Cardiol Epoprostenol Adenosina Óxido nítrico Intravenoso Intravenoso Inhalado 3 min 5-10 seg 15-30 seg 2-12 ng/kg/min 50-350 µg/kg/min 10-20 ppm 5 min 2 ng/k/min cada 10 min 50 µg/k/min cada 2 min No es necesario Ninguno 33 EXPLORACIÓN DE LA HEMODINÁMICA Una respuesta vasorreactiva aguda positiva se define como una reducción de la PAP media ≥ 10 mmHg alcanzando un valor absoluto de la PAP media ≤ 40 mmHg con un GC que no se modifica o aumenta. En general sólo un 10 %-15 % de los pacientes con HP arterial idiopática cumplirá estos criterios. Los pacientes con una respuesta aguda positiva presentan una mayor probabilidad de mostrar una respuesta sostenida al tratamiento a largo plazo con dosis altas de BCC, y son los únicos que pueden ser tratados de forma segura con estos fármacos. El tratamiento empírico con BCC sin la realización previa del test vasodilatador agudo es totalmente desaconsejable debido a los posibles efectos adversos severos. Los pacientes con respuesta positiva a largo plazo al tratamiento con dosis altas de BCC se definen como aquellos que se encuentran en clase funcional I o II de la NYHA con valores hemodinámicos prácticamente normales tras varios meses de tratamiento con BCC. Esto ocurre en aproximadamente la mitad de los pacientes con HP arterial idiopática con respuesta aguda positiva y únicamente en estos casos debe continuarse este tratamiento (2,6). Previamente (9), los pacientes se consideraban respondedores si se producía una disminución de la PAP media mayor o igual al 20 % o una disminución mayor o igual a 10 mmHg con mantenimiento o aumento del GC sin ser necesario alcanzar valores absolutos tan bajos. Sin embargo, en el seguimiento de esos pacientes se observó un 50 % de fracasos terapéuticos. Por ello se han incrementado los valores de exigencia para considerar al paciente respondedor y se ha protocolizado la necesidad de reevaluar la eficacia del tratamiento con BCC a los 3-6 meses (2). aguda positiva y beneficiarse a largo plazo del tratamiento con dosis altas de BCC. En los pacientes respondedores al test vasodilatador agudo con HP arterial asociada a enfermedades subyacentes como enfermedades del tejido conectivo debe buscarse también una respuesta a largo plazo a los BCC (2,10). En aquellos pacientes en los que el tratamiento con BCC no se considera una opción, como aquellos en clase funcional IV de la NYHA, insuficiencia cardíaca derecha franca, o situación hemodinámica avanzada (elevación severa de la PAD o reducción severa del GC), no debe realizarse el test vasodilatador agudo ya que los riesgos superan los beneficios (6). Los pacientes no respondedores al test vasodilatador agudo o los respondedores que permanecen en clase funcional III o IV de la NYHA tras 3-6 meses de tratamiento con dosis altas de BCC deben considerarse candidatos a tratamiento con un análogo de prostaciclina, un antagonista de los receptores de la endotelina-1 o el inhibidor oral de la fosfodiesterasa-5, sildenafilo (11) (Figura 1). Angiografía pulmonar Según los expertos, el test vasodilatador agudo debe realizarse en la mayoría de los pacientes con HP arterial, aunque son aquellos con HP arterial idiopática o asociada al uso de anorexígenos los que tienen mayor probabilidad de tener una respuesta La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica está causada por la obstrucción de las arterias pulmonares por tromboembolismos de pulmón únicos o recurrentes con resolución incompleta. En pacientes con sospecha de HP tromboembólica crónica, además de realizar cateterismo cardíaco derecho debe realizarse arteriografía pulmonar. Ésta es una herramienta esencial para determinar la localización de los trombos, su extensión y tamaño y para seleccionar qué pacientes son apropiados para la cirugía de tromboendarterectomía pulmonar. Históricamente este procedimiento se consideraba contraindicado en presencia de HP severa pero los avances técnicos han permitido que actualmente se pueda realizar con un riesgo bajo. Después de completar el cateterismo derecho se introduce un catéter de 6-7 F más rígido y con agujeros laterales (catéter Berman o multiuso) que permite inyectar contraste manteniéndose bastante estable en la posición elegida. Para conseguir buena opacificación de ambas arterias pulmonares es preferible realizar 34 La aparición súbita de edema pulmonar durante el test vasodilatador agudo sugiere la presencia de enfermedad veno-oclusiva o hemangiomatosis capilar pulmonar y es contraindicación para el tratamiento crónico vasodilatador (5). Vol. 30, Nº 1, marzo 2010 VELÁSQUEZ M, ET AL Figura 1. Algoritmo de tratamiento en la HP arterial en función de la respuesta al test vasodilatador agudo. ARE: antagonista del receptor de endotelina; BCC: bloqueadores de los canales de calcio; CF de la OMS: clase funcional de la Organización Mundial de la Salud; HAPA: hipertensión arterial pulmonar asociada; HAPI: hipertensión arterial pulmonar idiopática; IFD 5: inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5. inyecciones secuenciales unilaterales en cada una de las arterias pulmonares principales. El catéter debe posicionarse cerca del origen de los lóbulos Avances Cardiol basales para que rellene de forma retrógrada los lóbulos superiores. Debe utilizarse contraste no iónico para evitar reacciones adversas y compromiso 35 EXPLORACIÓN DE LA HEMODINÁMICA hemodinámico. El volumen en cada inyección varía entre 20 y 60 mL con ajustes individuales en función del GC, la PAP y la situación del lecho vascular pulmonar de cada paciente. Es preciso filmar en proyección anteroposterior y lateral para evitar la superposición de las ramas del lóbulo medio e inferior derecho, de la rama segmentaria superior derecha y la rama del lóbulo medio derecho y de la rama del lóbulo inferior izquierdo y la língula (1). La cirugía de endarterectomía pulmonar es el tratamiento de elección para los pacientes con HP tromboembólica crónica ofreciéndoles la posibilidad de curación. La enfermedad proximal (arteria pulmonar principal, rama lobar o segmento proximal de rama segmentaria) es quirúrgicamente accesible. Sin embargo, la presencia de enfermedad proximal no significa que sea operable, como ocurre si existe afectación de pequeño vaso, ya que la persistencia de HP severa tras la cirugía debida a ésta, es el determinante más importante de mortalidad posquirúrgica y de la evolución a largo plazo (12,13). Existe una relación linear entre la resistencia vascular pulmonar (RVP) preoperatoria y la mortalidad perioperatoria, ya que es el parámetro fundamental para determinar la existencia de enfermedad de pequeño vaso (13). Una RVP elevada en ausencia de afectación tromboembólica importante en la angiografía sugiere enfermedad de pequeño vaso asociada. Teniendo en cuenta todos estos datos, la posibilidad técnica de operar no asegura un beneficio clínico en los pacientes con HP tromboembólica crónica y es necesaria una valoración multidisciplinar para estimar si habrá mejoría hemodinámica tras la cirugía (13) . Se ha propuesto que sólo debería indicarse tromboendarterectomía en aquellos pacientes en los que es esperable una reducción de la RVP tras la cirugía mayor del 50 % (14). Una herramienta prometedora para determinar el riesgo quirúrgico en los pacientes con RVP severamente elevada es la técnica de oclusión arterial pulmonar que parece poder determinar la proporción relativa de los componentes central y periférico de la RVP previo a la cirugía. Estudios preliminares sugieren una buena correlación con la mortalidad posquirúrgica en aquellos pacientes con 36 un componente de grandes arterias menor del 60 % que implica afectación importante, inoperable, de pequeños vasos. No obstante la experiencia clínica con esta técnica es aún limitada (12,13). La tromboendarterectomía quirúrgica se realiza mediante estereotomía media con bypass cardiopulmonar en parada cardíaca total y bajo hipotermia (18-20º C). El procedimiento implica la extracción de tejido fibroso obstructivo organizado e incorporado en la íntima y la media de las arterias pulmonares. Cuando se realiza en centros con experiencia y en pacientes seleccionados consigue excelentes resultados con una mortalidad perioperatoria del 5 %-11 %, casi normalización de los parámetros hemodinámicos y mejoría sintomática sustancial (12,13). Una enfermedad pulmonar crónica obstructiva o restrictiva subyacente es contraindicación para la cirugía de endarterectomía, así como enfermedades concomitantes severas que acorten la esperanza de vida. También incrementan el riesgo la disfunción ventricular derecha severa y la insuficiencia renal o hepática aunque no deben considerarse contraindicación absoluta. Otros factores como la edad avanzada deben tenerse en cuenta (12). En conclusión, podemos afirmar que el cateterismo cardíaco derecho es aconsejable en todos los pacientes con HP para confirmar el diagnóstico, evaluar la gravedad y cuando se plantee una terapia específica de fármaco para la HP arterial (Grupo I de la Clasificación de Dana Point). La prueba de vasorreactividad es aconsejable en los pacientes con HAPI, para detectar a los pacientes que puedan tratarse con altas dosis de un BCC. La prueba de vasorreactividad debería realizarse solamente en centros de referencia. No se recomienda la prueba de vasorreactividad para detectar a quienes puedan tratarse de manera segura con altas dosis de un BCC en pacientes con otros grupos de HP (grupos 2, 3, 4 y 5 de Dana Point). REFERENCIAS 1. Guillinta P, Peterson KL, Ben-Yehuda O. Cardiac catheterization techniques in pulmonary hypertension. Vol. 30, Nº 1, marzo 2010 VELÁSQUEZ M, ET AL Cardiol Clin. 2004;22: 401-415. 2. Galié N, Torbicki A, Barst R, Dartevelle P, Haworth S, Higenbottam T, et al. Guidelines on diagnosis and treatment of pulmonary arterial hypertension. Rev Esp Cardiol. 2005;58:523-566. 3. D’Alonzo GE, Barst RJ, Ayres SM, Bergofsky EH, Brundage BH, Detre KM, et al. Survival in patients with primary pulmonary hypertension. Results from a national prospective registry. Ann Intern Med. 1991;115:343-349. 4. Caldini P, Gensini GG, Hofman MS. Primary pulmonary hypertension with death during right heart catheterization. A case report and survey of reported fatalities. Am J Cardiol. 1959;4:519-527. 5. Barst RJ, McGoon M, Torbicki A, Sitbon O, Krowka MJ, Olschewski H, et al. Diagnosis and differential assessment of pulmonary arterial hypertension. J Am Coll Cardiol. 2004;43(Suppl):40-47. 9. de la Calzada CS, Sánchez V, Martín MT, Tello de Meneses R, Sánchez MA, Jiménez JD, et al. Clinical practice guidelines of the Spanish Society of Cardiology for pulmonary thromboembolism and hypertension. Rev Esp Cardiol. 2001;54:194-210. 10. Sitbon O, Humbert M, Ioos V, et al. Who benefits from long-term calcium-channel blocker therapy in primary pulmonary hypertension? Am J Respir Crit Care Med. 2003;167:A440. 11. Galiè N, Hoeper MM, Humbert M, Torbicki A, Vachiery JL, Barbera JA, et al. Guidelines for the diagnosis and treatment of pulmonary hypertension: The Task Force for the Diagnosis and Treatment of Pulmonary Hypertension of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Respiratory Society (ERS). Endorsed by the International Society of Heart and Lung Transplantion (ISHLT) Eur Heart J. 2009;30:24932537. 6. McLaughlin VV, McGoon MD. Pulmonary arterial hypertension. Circulation. 2006;114:1417-1431. 12. Kim NH. Assesment of operability in chronic thromboembolic pulmonary hypertension. Proc Am Thorac Soc. 2006;3:584-588. 7. Humbert M, Sitbon O, Simonneau G. Treatment of pulmonary hypertension. N Engl J Med. 2004;351:14251436. 13. Hoeper MM, Mayer E, Simonneau G, Rubin LJ. Chronic thromboembolic pulmonary hypertension. Circulation. 2006;113:2011-2020. 8. Leuchte HH, Schwaiblmair M, Baumbartner RA, Neurohr CF, Kolbe T, Behr J. Hemodinamic response to sildenafil, nitric oxide and illoprost in primary pulmonary hypertension.Chest. 2004;125:580-586. 14. Mayer E, Klepetko W. Techniques and outcomes of pulmonary endarterectomy for chronic thromboembolic pulmonary hypertension. Proc Am Thorac Soc. 2006;3:589-593. Avances Cardiol 37