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ISSN 1405-6704
Órgano de Difusión de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico
Volumen 19, Número 4, octubre-diciembre, 2014
Mitla 250 - Piso 8, Mitla 250, esq. Eje 5 Sur (Eugenia), Col. Vértiz Narvarte, Deleg. Benito Juárez, C.P. 03020, México D. F.
Editorial
MÉXICO
Editorial
El derecho a la calidad en la atención a la salud
The right to Quiality healthcare
MIGUEL ÁNGEL LEZANA FERNÁNDEZ
Artículos Originales
Original Articles
Metaanálisis del concepto de calidad de vida en América Latina:
una nueva propuesta, sentido de vida
Meta-analysis of the concept of life quality in Latin America: a new proposal, life meaning
ANGÉLICA MARÍA RAZO GONZÁLEZ, RICARDO DÍAZ CASTILLO,
RICARDO MORALES ROSSELL, RUTH CERDA BARCELÓ
Factores relacionados con la seguridad y la calidad de la atención
al paciente hospitalizado. Resultados preliminares
Factors related to the safety and quality of atention in
the hospitalized patients. Preliminary results
JULIO CESAR IBÁÑEZ LEÓN, ROSA AMARILIS ZÁRATE GRAJALES, REY ARTURO SALCEDO ÁLVAREZ
Dispositivos móviles como una nueva alternativa de enseñanza en la práctica
clínica de la enfermería
Mobile devices as a new alternative for teaching in clinical nursing practice
OCTAVIO ALBERTO OROZCO REYES, DULCE MARÍA GUILLÉN CADENA, ANA LAURA MARTÍNEZ VEGA
Artículos de Revisión
Review Articles
El comité de medicina transfusional: Herramienta para la calidad
y la seguridad transfusional
The hospital transfusion committee: tool for quality and transfusional safety
JOEL SÁNCHEZ GARDUÑO, MARÍA DEL CARMEN DUBÓN PENICHE
La importancia de la Economía en las decisiones clínicas. Parte 2
The importance of economy in clinical decisions. Part 2
LUIS ALBERTO VILLANUEVA EGAN, MIGUEL ÁNGEL LEZANA FERNÁNDEZ
Artículos de Opinión
Opinion Articles
El derecho de los pacientes a recibir información
The patient’s right to receive information
JOAN CARLES MARCH CERDÀ
Journal Club CONAMED
CONAMED Journal Club
Journal Club CONAMED ¿Qué es y para qué sirve?
CONAMED Journal Club: what is it and what is it for?
CARLOS A. ANDRADE CASTELLANOS, LUIS E. COLUNGA LOZANO,
NETZAHUALPILLI DELGADO FIGUEROA, DANIEL A. GONZÁLEZ PADILLA
www.conamed.gob.mx/revista.html
ISSN 1405-6704
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vol. 19, núm. 4, octubre-diciembre, 2014
CONTENIDO
CONTENTS
Editorial
Editorial
El derecho a la calidad en la atención a la salud
Miguel Ángel Lezana Fernández ..........................147-148
The right to Quality healthcare
Miguel Ángel Lezana Fernández ..........................147-148
Artículos Originales
Original Articles
Metaanálisis del concepto de calidad de vida en
América Latina: una nueva propuesta, sentido de vida
Meta-analysis of the concept of life quality in
latin america: a new proposal, life meaning
Angélica María Razo González, Ricardo Díaz Castillo,
Ricardo Morales Rossell, Ruth Cerda Barceló ......149-156
Angélica María Razo González, Ricardo Díaz Castillo,
Ricardo Morales Rossell, Ruth Cerda Barceló......149-156
Factores relacionados con la seguridad y la calidad de la atención al paciente hospitalizado. Resultados preliminares
Factors related to the safety and quality of atention in the hospitalized patients. Preliminary
results
Julio Cesar Ibáñez León, Rosa Amarilis Zárate Grajales, Rey
Arturo Salcedo Álvarez .......................................157-165
Julio Cesar Ibáñez León, Rosa Amarilis Zárate Grajales,
Rey Arturo Salcedo Álvarez ................................157-165
Dispositivos móviles como una nueva alternativa
de enseñanza en la práctica clínica de la enfermería
Mobile devices as a new alternative for teaching
in clinical nursing practice
Octavio Alberto Orozco Reyes, Dulce María Guillén Cadena,
Ana Laura Martínez Vega ...................................166-171
Octavio Alberto Orozco Reyes, Dulce María Guillén Cadena,
Ana Laura Martínez Vega ...................................166-171
Artículos de Revisión
Review Articles
El comité de medicina transfusional: Herramienta
para la calidad y la seguridad transfusional
The hospital transfusion committee: tool for quality
and transfusional safety
Joel Sánchez Garduño, María del Carmen Dubón Peniche
Joel Sánchez Garduño, María del Carmen Dubón Peniche
............................................................................172-177
............................................................................172-177
La importancia de la Economía en las decisiones
clínicas. Parte 2
The importance of economy in clinical decisions.
Part 2
Luis Alberto Villanueva Egan, Miguel Ángel Lezana Fernández
Luis Alberto Villanueva Egan, Miguel Ángel Lezana Fernández
............................................................................178-182
............................................................................178-182
Artículos de Opinión
Opinion Articles
El derecho de los pacientes a recibir información
Joan Carles March Cerdà ....................................183-186
The patient’s right to receive information
Joan Carles March Cerdà ....................................183-186
Journal Club CONAMED
CONAMED Journal Club
Journal Club CONAMED ¿Qué es y para qué sirve?
CONAMED Journal Club: what is it and what is it for?
Carlos A. Andrade Castellanos, Luis E. Colunga Lozano,
Netzahualpilli Delgado Figueroa, Daniel A. González Padilla
Carlos A. Andrade Castellanos, Luis E. Colunga Lozano,
Netzahualpilli Delgado Figueroa, Daniel A. González Padilla
............................................................................187-191
............................................................................187-191
Registrada en: PERIÓDICA
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MÉXICO
Los artículos de la Revista CONAMED versan sobre seguridad del paciente, calidad de la atención médica, ética profesional,
error médico y su prevención, así como temas relacionados con los medios alternos de solución de conflictos, derechos
humanos y otros afines al acto médico.
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Editor
Dr. José Meljem Moctezuma
Editor Adjunto
Dr. Miguel Ángel Lezana Fernández
Consejo Editorial
Dr. Luis Alberto Villanueva Egan
Lic. Esther Vicente González
Dr. Jorge Alfonso Pérez Castro y Vázquez
Lic. Bertha Laura Hernández Valdés
Dr. Juan Francisco Javier Millán Soberanes
Lic. Raymunda Guadalupe Maldonado Vera
Lic. Joseba Andoni Gutiérrez Zurita
Dra. Mahuina Campos Castolo
Subcomité de Metodología y Bioestadística
Dr. Armando Ruíz Badillo
Universidad Pedagógica Nacional, México
Dr. José Antonio Supo Condori
Sociedad Peruana de Bioestadística, Perú
Dr. Giordano Pérez Gaxiola
Red Cochrane México
Leopoldo Vega Franco
Asociación Mexicana de Editores de Revistas Biomédicas, México
Procedimiento Editorial
Dra. Mahuina Campos Castolo
Dr. Luis Alberto Villanueva Egan
Lic. Araceli Zaldivar Abad
Diseño y Producción
Lic. Jorge Armando Collado Peña
PSSDG. Laura Solis Munguía
PSSDG. Elizabeth Rodríguez Salmerón
Comité Editorial
Dr. Enrique Ruelas Barajas
Academia Nacional de Medicina, México
Dr. Alejandro Reyes Fuentes
Academia Mexicana de Cirugía
M. en C. Julio César Ballesteros del Olmo
Academia Nacional de Pediatría, México
Dr. Enrique Luis Graue Wiechers
Facultad de Medicina, UNAM, México
Mtra. Dolores Zarza Arizmendi
Escuela Nacional de Enfermería y
Obstetricia, UNAM, México
Mtro. Severino Rubio Domínguez
Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería, A. C
Dr. Rafael M. Navarro Meneses
Centro Médico Nacional
“20 de Noviembre”, ISSSTE, México
Dr. Heberto Arboleya Casanova
Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca
Secretaría de Salud, México
Dra. Aurora Del Río Zolezzi
Centro Nacional de Equidad de Género y
Salud Reproductiva, México
Dr. Bremen De Mucio
Centro Latinoamericano de Perinatología, Uruguay
Martie Hatlie
Asociación para la Seguridad del Paciente,
Estados Unidos de América
Traducciones al idioma inglés
Adriana Valadez Bocanegra
La Revista CONAMED está registrada en los siguientes índices:
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bvs.insp.mx
biblat.unam.mx/es/
imbiomed.com.mx
Subcomité de Ética Editorial
Dra. Magda Luz Atrian Salazar
Dra. Abilene Escamilla Ortíz
Dr. Norberto Sotelo Cruz
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Revistas Biomédicas, México
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Institute Superiore di Sanitá
European Association of Scientific Editors, Italia
Dra. María del Carmen Ruíz Alcocer
World Association Medical Editor,
Estados Unidos de América
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ISO 9001-2008
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Miembro de la Asociación
Mexicana de Editores de
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Revista CONAMED, Volumen 19, No. 4, octubre-diciembre 2014, es una publicación trimestral editada por la Comisión Nacional de Arbitraje
Médico. A través de la Dirección General de Difusión e Investigación. Mitla 250 esq. Eje 5 Sur (Eugenia), Col. Vértiz Narvarte, Delegación Benito
Juárez, C.P. 03020, México, D.F. México. Tels: +52 (55) 5420-7143 y 5420-7106. www.conamed.gob.mx, [email protected]. Editor
responsable: Dr. José Meljem Moctezuma. Domicilio previamente citado. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2014-040110340300203, ISSN: 1405-6704, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de Título No. 9969 y Licitud de Contenido No.
6970, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX No.
PP-DF-025 1098. Impresa por Impresora y Encuadernadora Progreso S.A. de C.V. (IEPSA), Calzada de San Lorenzo No. 244, Col. Paraje San Juan,
C.P. 09830. Delegación Iztapalapa, México D.F. Este número se terminó de imprimir en Diciembre de 2014, con un tiraje de 2,000 ejemplares.
Los artículos firmados son responsabilidad del autor. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del
editor de la publicación. Revista CONAMED se publica bajo la política de Acceso Abierto (Open Access) y está disponible bajo Licencia Creative
Commons Reconocimiento 4.0 Internacional, por lo que se permite compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar publicamente la obra
y hacer derivadas, citando la fuente.
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Editorial
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 147-148
El derecho a la calidad en la atención a la salud
The right to Quality healthcare
La razón de ser del sistema de salud es mejorar
las condiciones de salud de la población y
reducir las desigualdades mediante el acceso
universal con equidad a servicios de salud de
calidad financiadas solidariamente para, de esta
manera, hacer efectivo el derecho humano fundamental a la protección de la salud de las
personas en México.
Se trata de un sistema vivo que lleva en su
haber diversas reformas tendientes a lograr la
cobertura sin limitación alguna en el acceso, ni
de clase social, ni de género, ni de etnia, pero
con el compromiso puesto con mayor énfasis en
los sectores más vulnerables de la población.
Sin embargo, como todo sistema abierto se
encuentra bajo la influencia permanente de las
demandas producidas por un entorno siempre
cambiante, principalmente por las transiciones
demográfica y epidemiológica, así como por los
movimientos sociales y la fuerzas que rigen el
comercio y la economía global. En una sociedad
que, como la nuestra, aspira a la consolidación
de su democracia, las políticas públicas deben
contribuir a crear ciudadanía en salud.
Uno de los retos más importantes a los que
se enfrenta el sistema es alcanzar una calidad
adecuada de los servicios otorgados, entendiendo la calidad no como el mero cumplimiento de
indicadores desarticulados sino como un componente intrínseco del derecho humano a la
protección de la salud.
En este sentido, es importante resaltar la
importancia que tiene la atención primaria como
plataforma sobre la que se debería construir el
sistema de salud. No obstante, en el escenario
actual existen diversos factores que dificultan
la instalación correcta de una atención primaria
que responda en forma satisfactoria a las nece-
sidades de salud de la población como son: la
ausencia de regionalización y de un adecuado
sistema de referencia que garantice continuidad
de la atención, así como el personal que carece
de las competencias necesarias, sin la experiencia
imprescindible para desempeñar la función que
tiene la mayor responsabilidad y el mayor impacto
en el funcionamiento del sistema de salud.
Aún bajo la perspectiva de que es mejor esa
atención que ninguna, bajo esas circunstancias,
en muchas comunidades la atención primaria
no es la puerta de entrada al sistema de salud
sino el único servicio disponible y, en tales condiciones, la calidad sistémica del servicio prestado
no puede alcanzar el nivel requerido, y por lo
mismo no es posible garantizar una asistencia
adecuada, ni el ejercicio pleno del derecho humano a la protección de la salud. De tal manera que
la calidad de la atención en los servicios de salud
se distribuye en forma desigual de acuerdo con
la pertenencia a la seguridad social, al lugar de
residencia o al nivel de pobreza.
Por otra parte la unidad de salud, como el lugar
en el que se concretan muchas de las estrategias
para garantizar el derecho humano a la protección de la salud, sólo alcanza la mayor calidad
cuando cuenta con un equipo directivo bien
formado y eficiente, distribuye los recursos según
criterios de equidad, necesidad, eficiencia y costo
oportunidad; cuenta con programas de mejora
continua, prevención de errores, reducción de
variabilidad y pérdidas; vela por la seguridad e
higiene laboral de sus trabajadores, instrumenta
procedimientos justos de selección y promoción
del personal; fomenta la promoción, formación
y desarrollo profesional; crea un ambiente laboral
sano; arbitra procedimientos eficaces para resolver conflictos entre profesionales; arbitra
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procedimientos eficaces para presentar quejas,
y comunica en forma adecuada y respeta a sus
usuarios y a sus trabajadores. Para ello, requiere
estructuras más horizontales con la jerarquía
depositada sobre una dinámica de redes integradas de equipos de trabajo participativo.
De modo tal que, el camino hacia el ejercicio
efectivo del derecho humano a la protección de
la salud y a la atención de calidad es un camino
largo y accidentado, pero transitable cuando en
todos los niveles del sistema las decisiones se
tomen colocando al usuario en el centro y las
acciones se ejecuten con eficacia, efectividad,
eficiencia, oportunidad, equidad, solidaridad, basadas en principios éticos y con pleno respeto a
los derechos humanos.
Con la calidad en el centro del debate elaboramos este número de la Revista CONAMED esperando aportar insumos para el análisis crítico y
la acción reflexiva y fundamentada.
Dr. Miguel Ángel Lezana Fernández
[email protected]
Recomendaciones para mejorar la atención
del adulto mayor dirigidas al
Profesional de Salud
Procurar una capacitación constante que contribuya
a conocer el proceso de envejecimiento, el cuidado de las
enfermedades crónicas y agudas, la atención a síndromes
geriátricos, así como las repercusiones en su calidad de vida.
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Artículo Original
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 149-156
Metaanálisis del concepto de calidad de vida
en América Latina. Una nueva propuesta: sentido de vida
Meta-analysis of the concept of life quality in Latin America.
A new proposal: life meaning
Angélica María Razo-González, Ricardo Díaz-Castillo, Ricardo Morales-Rossell, Ruth Cerda-Barceló1
RESUMEN
La investigación en calidad de vida comenzó
siendo abordada desde distintas ópticas, principalmente, desde la perspectiva socioeconómica
y desde el bienestar material; sin embargo, en
últimos años, el estudio de la calidad de vida
también ha sido objeto de estudio de otras
perspectivas cuantitativas y cualitativas, como
las médicas, psicológicas y sociales; luego
entonces, es un constructo que ha tenido variadas conceptualizaciones, desde las cuales cada
investigador desarrolla sus propios métodos de
análisis, evaluación e interpretación. Un aspecto positivo de esta evolución es que poco a
poco se ha roto una cierta visión estrecha de
ella que se daba en sus inicios y ha ampliado sus
propios criterios. Se realizó un metaanálisis de
42 estudios llevados a cabo en Latinoamérica
sobre la forma de conceptualizar y evaluar el
constructo calidad de vida, se evidencia la falta
de claridad respecto a este concepto, ya que
varía dependiendo del abordaje que le quiera
dar cada autor. Al final del análisis parece que
esta búsqueda de ampliar más y más las dimen-
siones de evaluación que puedan ser cubiertas
en una vida de calidad, es signo de la insuficiencia
del mismo constructo de calidad de vida. Consideramos que el constructo de calidad de vida
debe ser complementado con el concepto de sentido de la vida: es aquí donde podemos encontrar el fin al que tiende la vida misma y lo bueno
que hay en ella. La calidad de vida será un medio
que permita caminar en la búsqueda de la vida
lograda, de una vida buena que va más allá de lo
que podamos medir con estándares de calidad.
Palabras clave: Concepto de calidad de vida,
revisión sistemática, metaanálisis, sentido de
vida, Latinoamérica.
ABSTRACT
Introduction. Research on life quality has been
a subject for study, both quantitative and qualitative, with medical, psychological and social
perspectives; it is a construct with many conceptualizations, from which each researcher develops
his own analysis, evaluation and interpretation
methods. Objective: To know how the life quality
Universidad Estatal del Valle de Ecatepec, Licenciatura de Gerontología, Cuerpo Académico de Calidad de
Vida y Envejecimiento.
1
Folio 300/2014 - Artículo Recibido: 16-10-2014 Artículo Reenviado: 22/11/2014 Artículo Aceptado: 30/11/2014
Correspondencia: Mtra. Angélica María Razo González, Universidad Estatal del Valle de Ecatepec, Avenida
Central s/n esquina con Leona Vicario, Colonia Valle de Anáhuac, sección A. C. P. 55210, Ecatepec de Morelos,
Estado de México. Correo electrónico: [email protected] .
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the life quality construct is conceptualized and
evaluated in Latin America.
Material and methods. A meta-analysis of 42
Latin-Americans studies was done about the way
the life quality construct is conceptualized and
evaluated.
Results. The lack of clarity in the subject was
demonstrated, since this concept changes depending on the approach that each author wants to
take. This plethora of dimensions of evaluation
that can be covered in a life quality is a sign of
insufficiency of the same life quality construct.
Conclusions. We consider that the construct
of life quality needs to be complemented with
the sense of life concept: it is here where we can
finally find the one that reaches life itself and
the good in it. Life quality will be a medium that
allows walking in the search of a fulfilled life, of
a good life that goes beyond what we can
measure by quality standards.
Key words: concept of life quality, systematic review, meta-analysis, life meaning, Latin America.
INTRODUCCIÓN
ciona con diferentes aspectos de la vida y no sólo
con enfermedades y tratamientos, sino con el
desarrollo satisfactorio de las aspiraciones en
todos los órdenes de la vida4. Por esta razón
autores como Alcedo5, consideran que no existe
una definición unánimemente aceptada, sino multitud de ellas con diferentes puntos en común. En
todo caso, muchos trabajos remiten a la evaluación de la calidad de vida a las áreas de salud y
bienestar material. Por ejemplo, para Alfaro, Del
Rayo y González6, la salud y la ausencia de limitaciones son parámetros importantes a considerar para lograr una buena calidad de vida. Algunas
otras posturas han abierto el campo de los
factores que se consideran dentro de la calidad
de vida; tal es el caso de Ardilla7; quien trabajó a
favor de una definición integradora del constructo,
con la finalidad de apoyar una evaluación más
completa, y concluyó que el concepto de calidad
de vida debe considerarse dentro de una perspectiva cultural, es decir, conforme a las creencias
de cada época, grupo social, costumbres, cosmogonía, o cualquier referente cultural que tiene el
individuo para experimentar situaciones y condiciones de su ambiente, dependiendo de las
interpretaciones y valoraciones que hace de los
aspectos objetivos de su entorno. Se considera que
es una combinación de elementos objetivos y de
la evaluación individual de dichos elementos.
Así, el constructo calidad de vida “se ha
convertido en un vago y etéreo concepto, polivalente y multidisciplinario, cuyas acepciones principales se han efectuado desde diferentes disciplinas y saberes: médicos, filosóficos, económicos,
El concepto de calidad de vida se ha convertido
en el eje de la investigación del campo de las
ciencias sociales1 e incluye componentes tan
variados como el modo de vida, entendido como
toda actividad socializada, sistemática y necesaria que vincula al individuo con la producción;
el nivel de vida, que se refiere sólo a los aspectos
económicos y materiales; las condiciones de vida,
que abarca los contextos sociales y de actividad
en la vida de las personas; y el estilo de vida, como
la expresión social a través de la actividad
individual de la personalidad2. Recientemente se
ha incorporado el término sentido de vida, como
una dimensión trascendente de las personas, que
hace que su percepción subjetiva de vivir les
permita descubrir que su vida vale la pena.
La investigación en calidad de vida a lo largo
de la historia ha sido abordada desde distintas
ópticas, principalmente, desde la perspectiva
socioeconómica3, sin embargo, en últimos años,
el estudio de la calidad de vida también ha sido
objeto de estudio de otras perspectivas cuantitativas y cualitativas, como las médicas, psicológicas y sociales; luego entonces, es un
constructo que ha tenido variadas conceptualizaciones, desde las cuales cada investigador
desarrolla sus propios métodos de análisis, evaluación e interpretación.
Para la mayoría de los investigadores del tema,
el constructo calidad de vida incluye todos los
aspectos de la vida humana, es decir, abarca las
funciones físicas, emocionales y sociales. Se rela-
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¿Calidad de vida o sentido de vida?
Razo-González AM
éticos, sociológicos, políticos y ambientales”8. Sin
embargo, se concluye que la mejor designación de
calidad de vida es la “calidad de la vivencia que de
la vida tienen los sujetos”8.
La universalización de este constructo conlleva varias preguntas fundamentales: ¿La calidad
de vida es, necesariamente, la misma para todas
las personas? ¿Qué tanto influyen, en la percepción personal de la calidad de vida, la cultura, la
historia de vida, las expectativas personales, los
valores éticos, la etapa de vida en la que se encuentran?, concretamente, ¿será necesario adentrarnos
en otros conceptos, más enriquecedores, que extiendan la comprensión de lo que valoramos al final
de la vida?
Por lo anterior, el objetivo del presente estudio
es ofrecer una revisión sistemática sobre los conceptos de calidad de vida que se han planteado
en la literatura latinoamericana y esbozar una
propuesta complementaria al tema. Consideramos que la reflexión sobre el sentido de vida puede
ampliar y profundizar la comprensión de la experiencia humana de la calidad de vida.
MATERIAL Y MÉTODOS
Muestra. En la bibliografía revisada, se analizaron 42 investigaciones que cumplieron con los
criterios de ser publicadas en revistas científicas
indexadas del año 2000 al 2012. Todos los estudios fueron localizados en idioma español por
ser una revisión a nivel Latinoamérica.
Procedimiento. La obtención de la información se realizó mediante una revisión sistemática
de la literatura, definida9 como un artículo de
investigación, sobre una pregunta concreta, que
identifica estudios relevantes, valorando su calidad
y sintetizando sus resultados utilizado una metodología científica, para esto se utiliza un número
de estudios considerable, los cuales fueron realizados de manera independiente por otros autores,
y se busca sintetizar los resultados de dichos
estudios. Esta revisión de la literatura se llevó a
cabo mediante un metaanálisis, en el sentido expuesto por Jenicek y Feinstein10 quienes mencionan que el metaanálisis se refiere a la evaluación y
síntesis sistematizada, organizada y estructu-
rada de un problema de interés basado en los
resultados de diversos estudios independientes
sobre un tema (causa de enfermedad, efecto de
un tratamiento, método diagnóstico, pronóstico,
etc.) lo que lo hace de suma importancia para el
conocimiento científico.
Ahora bien, para el análisis de los artículos primeramente se realizó una búsqueda sistematizada dentro de las bases de datos computarizadas
PsycInfo, Ebsco y RedAlyc, las búsquedas fueron
conducidas usando la siguientes palabras clave:
Concepto, calidad de vida, Latinoamérica. Se encontraron 63 artículos de los cuales, posteriormente fueron seleccionados y recolectados los
artículos que cumplieran con los criterios de
inclusión, que fueron los siguientes: estudios
con calidad científica publicados en revistas
indexadas, estudios publicados por investigadores latinoamericanos, estudios publicados en lo
que va del presente siglo, 2000-2014 y estudios
donde la calidad de vida fuera un constructo bien
definido, estudiado y evaluado y no sólo un recurso
discursivo, quedando los 42 que formaron la
muestra, de ellos, 13 estudios, correspondientes
al 31 % se referían específicamente a la calidad
de vida en la vejez.
Para sistematizar el análisis se construyeron
cuadros sinópticos que clasificaban la información de los artículos en: Referencia, Conceptos,
Objetivos, Metodología (muestra, participantes,
instrumentos), Resultados y Conclusiones. A
partir de esta clasificación se llevó a cabo una
síntesis de las investigaciones para realizar un
resumen compresivo de los hallazgos.
RESULTADOS
El metaanálisis de los estudios revisados evidencia la falta de claridad respecto al concepto de
calidad de vida, ya que éste varía dependiendo
del abordaje que le quiera dar cada autor. De
forma general, se encontró que el concepto de
calidad de vida incluye factores médicos, psicológicos y socioeconómicos.
Se encontró que algunos autores como Aguado,
González, Alcedo y Arias11, Albanesi, Garelli y
Casari4, Ardillla7, Cardona12, Cardona y Agudelo8,
Carpio, Pacheco, Flores,13 y Molina14 definen la
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calidad de vida de manera muy general, señalando que es un concepto multidimensional que
incluye situación económica, estilos de vida,
condiciones de salud, vivienda, satisfacciones
personales, entorno social, entre otras. Se conceptualiza de acuerdo con un sistema de valores,
estándares o perspectivas que varían de persona
a persona, de grupo a grupo y de lugar a lugar;
de tal manera que la calidad de vida consiste en
la sensación de bienestar que puede ser experimentada por las personas y que representa la
suma de sensaciones personales objetivas y subjetivas, dado que incluye todos los aspectos de
la vida humana, es decir, que abarca las funciones
físicas, emocionales y sociales, relacionadas con
diferentes aspectos de la vida y no sólo con
enfermedades y tratamientos, sino con el desarrollo satisfactorio de las aspiraciones en todos
los órdenes de la vida, por lo que genera una
sensación de bienestar que puede ser experimentada por las personas, y que representa la
suma de sensaciones personales objetivas y
subjetivas8. En esta situación se encuentra el
concepto que propone la Organización Mundial
de la Salud (OMS), que define la calidad de vida
como “la percepción que cada individuo tiene de
su posición en la vida, en el contexto del sistema
cultural y de valores en que vive y en relación
con sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones”, es decir, resulta un concepto muy general y ambiguo que se percibe difícil de entender.
Por otro lado, la calidad de vida, ha sido asociada a las condiciones de salud, en este sentido,
Alfaro, del Rayo y González6 mencionan que la
salud y la ausencia de limitaciones, son parámetros importantes a considerar para lograr una
buena calidad de vida. Incluso, se han propuesto
términos como Calidad de Vida Relacionada con
la Salud15, entendida como la percepción subjetiva, influenciada por el estado de salud actual,
de la capacidad para realizar aquellas actividades
importantes para el individuo,16 y la cual se ha
centrado en la elaboración de indicadores que
midan y evalúen las diferentes formas de enfermar y morir de la población17.
Esta postura, de acuerdo con Roqué18 estaría
equívoca, quien considera que la calidad de vida
152
se ha convertido en un nuevo criterio para
definir la salud y la vida misma y sugiere que
calidad de vida es un bien propositivo, en cuanto
que busca de modo activo el desarrollo óptimo
de la persona en las distintas dimensiones y a la
vez connota un bien variable, marcado por las
limitaciones, las transformaciones, donde hay
progreso y regresión, es decir, no es algo lineal,
mecánico. De ahí que procurar la calidad de vida
como fin de la existencia humana sería un error.
Además, de la concepción médica de la calidad de vida, ésta también ha sido abordada desde
el punto de vista psicológico, en este sentido,
Casas19 considera que la calidad de vida contempla la experiencia vivida por las personas, es
decir, una importante dimensión psicosocial, que
desde sus inicios se ha considerado que incluye el
denominado bienestar psicológico o subjetivo.
Por su parte, Alguacil20 define la calidad de vida
como un grado óptimo de felicidad (espiritualidad, subjetividad y autonomía de la ética) y
bienestar (materialidad, objetividad y autonomía
de la economía).
Es importante mencionar que desde el punto
de vista psicológico, el estado de bienestar es un
concepto que a veces sustituye al de calidad de
vida y que engloba dos aspectos fundamentales:
el subjetivo hedónico, que estudia los afectos y el
grado de satisfacción con la vida; y el psicológico
o eudemónico, que estudiaría el desarrollo del
potencial humano en relación con el funcionamiento positivo de la persona. A esta división de
bienestar subjetivo y psicológico se añade el
social, que incluiría todos los aspectos que afectarían al sujeto en sus relaciones sociales, su integración, aceptación, actualización y, por último,
su coherencia social de acuerdo con Richard,
Cabrero, Cabañero y Reig21. En este mismo orden
de ideas, Salas y Garzón22 señalan que la calidad
de vida es la percepción por parte de los individuos o grupos de que se satisfacen sus necesidades y no se les niegan oportunidades para
alcanzar un estado de felicidad y realización
personal. Por lo que el carácter subjetivo de la
misma estaría dado en términos de la satisfacción
y la percepción que tiene un sujeto sobre su
propia vida en los dominios laboral, afectivo,
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¿Calidad de vida o sentido de vida?
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familiar y social entre otros, lo que sería entendido como bienestar23.
Desde la postura psicológica, Vera24 señala que
la calidad de vida es un expresión lingüística cuyo
significado es eminentemente subjetivo. Está
asociada con la personalidad, el bienestar de la
persona y la satisfacción por la vida que lleva y
cuya evidencia está intrínsecamente relacionada
a su propia experiencia, a su salud y a su grado
de interacción social y ambiental y, en general, a
múltiples factores.
Por otro lado, desde la perspectiva social, la
calidad de vida es entendida de acuerdo con el
grado de satisfacción que alcanza una sociedad
en las áreas relacionadas con la subsistencia, la
salud, la protección, la vivienda, la información,
el conocimiento, la comunicación, el trabajo, la
renta, la familia, la política, la calidad ambiental,
el ocio y la cultura, adquiriendo como indicadores
y variables los parámetros tangibles y los parámetros intangibles que entroncan con la percepción de la ciudadanía25, 26. Es decir, el concepto
de calidad de vida se ha relacionado al bienestar
del individuo, que se obtiene a partir de la satisfacción de sus necesidades básicas27. Esta postura concuerda con lo expresado por Osorio,
Torrejón y Vogel,28 quienes sugieren que en la
calidad de vida se deben considerar factores
importantes, tales como grados de autonomía,
interacciones y redes sociales, condiciones económicas, vivienda y entorno urbano, actividades
recreativas y de ocio, relación con cuidadores y
capacidad de tomar decisiones al final de la
vida, e incluso, la misma dimensión biográfica,
influirían en la percepción de calidad de vida. Por
su parte, Baldi29 habla de la satisfacción de
necesidades humanas objetivas y subjetivas,
individuales y sociales, en función del medio
ambiente donde se vive, y sin tratar de privilegiar unas sobre otras, ni satisfacerlas por separado o por etapas. Para Peña30, “la satisfacción
de las necesidades de la especie humana condiciona la llamada calidad de vida y ésta, a su vez,
es el fundamento concreto del bienestar social”.
La variabilidad de la conceptualización de la
calidad de vida también ha generado controversias,
en este sentido, Lugones31 considera que la calidad de vida hace referencia al mundo ideológico
de pensamientos, sensaciones, satisfacciones y
subjetividades; que tiene sentido para cada persona
según la escala valorativa de cada necesidad
satisfecha, por lo que si se considera ideológico
se entiende como difícil de alcanzar. Así mismo,
Cuenca32 menciona que la calidad de vida no es
una etiqueta ni un emblema que se adhiere a las
personas como si fuera un producto manufacturado, se trata de un quehacer ético de cada uno
de los sujetos humanos en pos de una vida digna
y realizada.
Finalmente, Campbell, Converse y Rodgers3
señalan que la calidad de vida se ha convertido
en algo que definen los expertos, ignorando los
propios orígenes de su estudio, según los cuales
debe incorporar las percepciones, evaluaciones
y aspiraciones de las personas. Estas críticas a
la concepción de calidad de vida hacen pensar
que realmente, el tratar de alcanzarla, sería muy
complicado porque se trata de satisfacer un sinnúmero de situaciones y circunstancias, por lo que
si entendiéramos la calidad de vida de manera
estricta como lo manejan los autores, probablemente, ninguna persona en el mundo viviría con
calidad. En este sentido, Salas33 piensa que las
definiciones de calidad de vida son imprecisas
puesto que remiten a una evaluación de la experiencia que de su propia vida tienen los sujetos.
Rueda34 menciona que lo que mejor designa la
calidad de vida es “la calidad de la vivencia que
de la vida tienen los sujetos”, por lo que si se
tomará en cuenta esta postura, lo importante
no sería “cuánto tienes” o “cuánto has conseguido
en la vida”, sino “cómo has vivido cada una de
las experiencias que se han presentado a lo
largo de tu vida”, es decir, la calidad de vida no
es un fin sino un medio.
DISCUSIÓN
El objetivo del presente estudio fue ofrecer una
revisión sistemática sobre los conceptos de calidad
de vida que se han planteado en la literatura
latinoamericana y esbozar una propuesta complementaria al tema.
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Tal y como hemos observado, la investigación
sobre la calidad de vida, en lo general, reduce la
vida a sus aspectos “medibles”35, relacionados
con la salud y el bienestar material, así pues es
necesario ampliar los conceptos y los criterios
sobre los que se define y evalúa el constructo de
calidad de vida, a partir de la percepción sobre la
vida de las personas.
Recapacitar sobre el sentido de vida puede
ampliar y profundizar la comprensión de la experiencia humana de la calidad de vida. Algunos
investigadores han demostrado que la realización
interior de sentido es relativamente independiente de la situación exterior de la persona. Esta
realización de sentido puede lograrse aún bajo
condiciones de vida difíciles36. En este sentido la
vida lograda se puede alcanzar a pesar de diversas
dificultades, como ausencia de salud o bienes
materiales.
El sentido de vida puede encontrarse en todo
lo concerniente a nuestra naturaleza humana,
está presente en la salud y en la enfermedad,
ambas tienen un sentido: la tarea personal es
descubrirlo. Del mismo modo, el bienestar material
es sólo un medio que reclama un fin, es decir, un
sentido. El hombre no solo necesita algo de qué
vivir, sino también algo para qué vivir “el sentido
que damos a la vida es lo que nos impulsa a
vivir en ella”.37
Para considerar el concepto de sentido de vida
en la investigación hay que tener presente que
hace más de cien años Oskar Pfisteren en 1904,
puntualizó que era más importante “reconocer la
altura espiritual de nuestra naturaleza”, y no
reducirla, como se ha hecho hasta el momento,
a nuestras necesidades materiales. Entonces el
sentido de vida se centra en los fenómenos
específicamente humanos, y entre ellos, “el deseo
del hombre de hallar y dar sentido a su vida, o,
lo que es lo mismo, a las situaciones cotidianas
que la vida va poniendo frente al hombre” lo que
Víktor Frankl llamó el deseo de significado36.
Los datos obtenidos sobre la evolución de los
constructos “de calidad de vida” revisados, hay
un aspecto positivo: se observa a través de las
investigaciones que poco a poco se ha expandido la visión de calidad de vida que se daba en
154
sus inicios. Al pasar del bienestar material y la
salud, a los aspectos psicológicos, objetivos y
subjetivos, además de las relaciones interpersonales y las condiciones del contexto social y
comunitario, se han buscado más elementos
que permitan acercarse a una realidad más acorde
a la vida personal, desde las dimensiones humanas
internas y externas, hasta dimensiones sociales
de convivencia; todo ello con la intención de
cubrir la vida humana en su totalidad.
Sin embargo, nos parece que esta búsqueda
de ampliar más y más las dimensiones de evaluación que puedan ser cubiertas en una vida de
calidad, es signo de la insuficiencia del mismo
constructo de calidad de vida. Da la impresión
de que el término se puede extender sobre sí
mismo pero falta lo que le dé sentido. Habría que
cuestionarnos con seriedad si el punto delicado
del asunto es una pregunta, en lo aparente, muy
sencilla: ¿se considera la calidad de vida como
un fin en sí mismo, o es un medio? y, si es un
medio, ¿un medio, para qué?
Esta falta de claridad en los constructos de
calidad de vida como “fin” o como “medio” nos
parece esencial, pues determina dos modos de
asumir y dirigir la propia vida. Si la vida consiste,
como un fin en sí mismo, en tener calidad acorde
a los estándares medibles, ¿no estaremos reduciendo la vida hasta el punto de que lo humano
pierde gran parte de su riqueza que jamás
puede ser cuantificable? Dicho de otro modo,
¿es el fin de la vida, todos nuestros esfuerzos,
cumplir estándares de calidad? O bien, ¿la calidad
de vida es un medio para algo más grande que
cualquier medida que podamos hacer de ella?
Es por ello, que consideramos que el constructo de calidad de vida debe ser complementado
con el sentido de la vida: es aquí donde podemos
encontrar el fin al que tiende la vida misma y lo
bueno que hay en ella. La calidad de vida será un
medio que permita caminar en la búsqueda de la
vida lograda, de una vida buena que va más allá de lo
que podamos medir con estándares de calidad.
Una idea final que da pie a un análisis específico sobre el sentido de la vida y que nos invita a
continuar la investigación, ésta surge de las
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¿Calidad de vida o sentido de vida?
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afirmaciones de Frankl36: “Cuando nos sentamos
a discutir sobre el significado del sentido, yo
hago referencia al sentido en términos de algo
«terrenal». Sin embargo, no puede negarse que
existe algún tipo de sentido entendido como
«celestial», si es que puede decirse así; alguna
especie de sentido último, eso es; un significado
del todo, del «universo», o al menos un sentido
a la vida de cada uno entendida como un todo;
en todo caso, un significado en sentido amplio”.
Este significado de sentido último ¿está mejor
dado durante la vejez que en cualquier otra
etapa de la vida? ¿Es la vejez, como cierre del
ciclo vital, la reconstrucción de una “vida lograda”?
¿Existe en esta etapa la suficiente madurez y
experiencia vital para valorar en su justa
medida la calidad de vida como un medio para
significar el sentido de vida?
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CONOZCA SUS DERECHOS
COMO PACIENTE
• Recibir atención médica adecuada.
• Recibir trato digno y respetuoso.
• Recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz.
• Decidir libremente sobre su atención.
• Otorgar, o no, su consentimiento válidamente informado.
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• Recibir atención médica en caso de urgencia.
• Contar con un expediente clínico.
• Ser atendido cuando se inconforme por la atención médica recibida.
En www.conamed.gob.mx encontrará más temas de nuestras recomendaciones.
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Artículo Original
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 157-165
Factores relacionados con la seguridad y la calidad de la
atención en el paciente hospitalizado. Resultados preliminares
Factors related to the safety and quality of atention in
the hospitalized patients. Preliminary results
Julio Cesar Ibáñez-León1, Rosa Amarilis Zárate-Grajales2, Rey Arturo Salcedo-Álvarez3
RESUMEN
Introducción. Resultados preliminares derivados
del proyecto PAPIIT IN 3044414-3: “Análisis de
los Factores Relacionados con la Seguridad y la
Calidad de la atención del Paciente Hospitalizado.
Estudio Multicéntrico en México”. Objetivo: Describir los Eventos Adversos (EA) e identificar los
factores asociados a su aparición en un hospital
de tercer nivel de atención en la Ciudad de
México, mediante el instrumento SYREC 2007
modificado y adaptado al contexto del paciente
hospitalizado.
Material y Métodos. Estudio descriptivo, no
experimental, transversal y retrospectivo. Se
utilizaron los registros de EA ocurridos en los
pacientes hospitalizados de enero a diciembre del
2013; el análisis se realizó mediante estadística
descriptiva con el procesador SPSS.
Resultados. Se revisaron 14 registros de
pacientes con reporte de un EA durante su
atención. En 71.4 % ocurrieron en población
femenina. En 29 % el evento ocurrió en las
primeras 24 horas; en 71.4 % de los EA el
paciente estaba alerta. En 92.9 % ocurrieron en
la unidad donde estaba adscrito el paciente.
Predominaron los eventos relacionados con el
cuidado (28.6 %). En 71.3 % de los casos existieron factores asociados a las características del
personal de enfermería entre ellas número y
formación.
Conclusiones/implicaciones. Estos resultados corresponden a la prueba piloto del estudio.
Es importante resaltar que este es el primer
estudio que explora los factores relacionados
con el evento adverso; se espera que los resultados coadyuven en el diseño de estrategias enfocadas a la prevención, notificación, estudio y
análisis de EA en la red hospitalaria mexicana.
Palabras clave. Eventos adversos; Enfermería;
Seguridad y calidad de la atención en salud;
Pacientes hospitalizados.
1
Programa de servicio social en investigación de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia. Universidad Nacional
Autónoma de México. México, D.F; México. Becario PAPIIT IN 304414-3.
2
Responsable PAPIITIN304414-3. Coordinación de Investigación. Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia. Universidad
Nacional Autónoma de México. México, D.F, México.
2
Co Responsable PAPIITIN304414-3. Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia. Universidad Nacional Autónoma de
México. México, D.F, México.
Folio 289/14. Artículo recibido: 15-10-2014. Artículo Reenviado: 18/10/2014. Artículo Aceptado: 03/11/2014
Correspondencia: Dirección General de Difusión e Investigación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico
(CONAMED). Mitla 250 - piso 8 esq. Eje 5 Sur (Eugenia), Col. Vértiz Narvarte, Deleg. Benito Juárez, C.P. 03020,
México D.F. México. Correo electrónico: [email protected] .
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ABSTRACT
Introduction. These preliminary results derive
from the PAPIIT IN 3044414-3 project: “Factors
Related to the Safety and Quality of Attention
in the hospitalized patients. Multicentre Study
in Mexico”. Objective: To describe the Adverse
Events (AE) and to identify factors associated
with their occurrence in the inside of a hospital
with a third level attention in Mexico City, using
the SYREC 2007 instrument modified and adapted
to the context of hospitalized patients.
Material and Methods. Descriptive, nonexperimental, retrospective and cross-sectional
study, using the records of the AE that have
occurred in hospitalized patients from January
to December 2013. The analysis was performed through descriptive statistics by a SPSS
processor.
INTRODUCCIÓN
El brindar cuidado dentro de las unidades hospitalarias, involucra al profesional de enfermería
como uno de los principales pilares en los equipos
multidisciplinarios de atención sanitaria debido
al papel que juega en la suplencia, apoyo y mantenimiento de la salud de los usuarios. En su
actuar, orienta sus intervenciones mediante un
código de ética profesional; en consecuencia, el
Código Deontológico para la profesión de enfermería, establece dentro de su contenido la responsabilidad de rendir cuentas sobre su actuar y su
compromiso con la seguridad, la dignidad y los
derechos de las personas1.
La complejidad de los servicios de salud y de
los procesos inherentes a la asistencia sanitaria
como su organización, sus recursos humanos y
su capacidad para proveer una óptima calidad de
la atención, forman sistemas complejos que deben
dar respuesta a la sociedad y al crecimiento poblacional que demanda más y mejores servicios.
Es por ello que la atención a la salud que se brinda
en estas organizaciones presenta un riesgo
potencial por el número de personas y recursos
involucrados en los diversos momentos de la
atención. Estos riesgos pueden convertirse en
158
Results. 14 patient records with an AE report
were reviewed. 71.4 % happened in female population. In 29 % the event occurred in the first 24
hours; in 71.4% of EA the patients were alert.
92.9 % occurred in the unit where the patient was
being treated. Care related events predominate
with a 28.6 % of the cases. In 71.3 % of the cases,
factors were associated with characteristics of the
nursing personnel, among them number and training.
Conclusions / Implications: These results
correspond to the pilot study. It is important to
mention that this is the first study that explores
the facts linked to the adverse event. Results are
expected to contribute in the design strategies
focused on prevention, report, review and analysis of AE in the Mexican hospital network.
Key words. Adverse events, nursing, safety and
health care, hospitalized patients.
fallas dentro de estos sistemas que pueden originar consecuencias en los pacientes, desde el
daño temporal hasta un daño permanente o la
muerte. Al resultado clínico contrario al esperado
asociado a un error durante el diagnóstico, el
tratamiento o el cuidado del paciente y no al curso
natural de la enfermedad o a condiciones propias
del mismo se le denomina evento adverso (EA)2.
Un claro ejemplo de la problemática de los eventos adversos se encuentra en “To Err is Human:
Building a Safer Health System”3, publicado en
1999 por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, asociando entre 44,000 y 98,000
defunciones cada año en los hospitales de su
país por eventos adversos generados en la atención sanitaria, además que concluye que el 4 %
de los pacientes hospitalizados sufren algún
daño por eventos adversos, el 70 % de estos
provoca una incapacidad temporal y el 14 % de los
incidentes son mortales. Sin embargo, también
deja en evidencia que los EA pueden ser evitables. Así mismo, existen factores que influyen
en la cantidad y calidad de los reportes realizados en las unidades hospitalarias; lo que ha sido
atribuido por los profesionales de la salud al
miedo al castigo y a las repercusiones que pueden existir posteriores a la presencia del error,
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Factores relacionados con la atención del paciente hospitalizado
Ibáñez-León JC
la complicidad profesional, la ausencia o desconocimiento de los protocolos y falta de expertos
en el tema a quienes consultar, generando entonces un subregistro de los EA y por lo tanto
limitando las posibilidad de mejorar de los sistemas de salud, quienes han demostrado que los EA
no únicamente se relacionan a factores humanos,
sino también con factores del sistema y del
mismo usuario que es víctima del evento4, 5.
Debido a la naturaleza y relevancia de este
fenómeno varios países y continentes iniciaron
la investigación de los EA, originando múltiples
recomendaciones para la seguridad del paciente
e indicadores que lograran demostrar a los usuarios la calidad de los centros hospitalarios que
ofertan sus servicios a diferentes tipos de población, esto a través de la certificación de hospitales6.
En Latinoamérica, el estudio IBEAS (que ha
sido considerado como el primer estudio realizado de forma multicéntrica7, obtuvo la participación de 58 centros y equipos de investigadores de México, Costa Rica, Colombia, Perú y
Argentina. Sus resultados arrojaron que la prevalencia reportada de los EA fue de 10.5 % en
instituciones de salud pública y privada, relacionando a estos eventos en 13.27 % directamente al cuidado; referente al uso de la medicación
en 8.23 %, Incidencia de infecciones nosocomiales en 37.14%, ligadas a los procedimientos en
28.69 % y con el diagnóstico en 6.15 %. Destacaron con mayor frecuencia las neumonías nosocomiales (9,4 %), infecciones de herida quirúrgica (8,2 %), úlceras por presión (7,2 %), complicaciones ligadas a procedimientos (6,4 %) y
sepsis o bacteriemia (5 %), sumando un total
del 36.2 % de los eventos identificados.
A pesar de los múltiples estudios que evidencian a los EA como una problemática de salud
mundial, en casos muy particulares se han logrado
detectar los factores que han contribuido a la
presencia del error. Es por ello que el estudio
multicéntrico denominado SYREC (Seguridad y
riesgo en el enfermo crítico) realizado en el
2007 por el Ministerio de Sanidad de España8,
demostró ser un modelo confiable para el
reporte de los EA. Su propuesta contribuyó a
unificar el lenguaje existente sobre los eventos
ocurridos dentro de las unidades de cuidado
crítico, en las cuales el estado del paciente, el
constante movimiento de los recursos en salud,
y los cambios en los protocolos de atención institucionales lo cual mediante un sistema de
clasificación que utiliza el origen del evento, la
severidad del mismo y los factores que contribuyeron a la presencia de cada error ocurridos en un
lapso de 24 horas.
Algunos resultados arrojados por el estudio
SYREC son que el 67 % de los usuarios que ingresan a una UCI pueden sufrir un evento adverso
en las primeras 24 horas de estancia hospitalaria.
Así mismo, la mayoría de los EA se relacionaron
con el cuidado y con las infecciones nosocomiales
y en 90 % de los casos se clasificaron como evitables. En el 85.57 % de los casos existieron factores asociados al EA de los cuales la mayor parte
involucraron variables sobre el equipo de salud
(falta de atención, estrés, falta de supervisión,
falta de experiencia) y sobre el entorno de trabajo
(falla de equipos, cargas excesivas de trabajo y
no adhesión a protocolos).
Ante esta problemática y como respuesta a
la necesidad de ofrecer servicios de salud con
calidad y seguridad a los usuarios de los sistemas
hospitalarios mexicanos, el Sistema Integral de
Calidad (SICALIDAD)9 enfoca la calidad técnica
y seguridad del paciente como la pieza fundamental en la calidad de la atención, orientándola
a los servicios que brindan los profesionales de
la salud y, de forma inherente, lo que concierne
a la seguridad del paciente. De manera general,
este programa plantea como objetivos específicos la mejora continua de los servicios de salud,
la reducción de eventos adversos, la medicina
basada en evidencia y la estandarización de los
cuidados de enfermería10.
Sin embargo, aún con los esfuerzos que se
han realizado para mejorar la calidad y la seguridad del paciente hospitalizado a través del
reporte de los EA y la certificación hospitalaria11,
no hemos logrado establecer la obligatoriedad
del reporte, ni incluir tópicos sobre la seguridad
del paciente de forma explícita en la formación
académica de los profesionales de la salud, a
pesar de que en varios estudios se ha comprobado
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que los profesionales con mayor cultura del reporte han sido profesionales de enfermería12, 13, y
por otra parte, la certificación hospitalaria se ha
convertido en una práctica para competir contra
otras instituciones de asistencia pública o privada, haciendo que la atención de la salud no sea
equitativa ni igualitaria en todo el país.
Por la problemática previamente expuesta y
sumado a que en México existen escasos estudios
sobre los factores asociados a la ocurrencia del
EA en las instituciones de salud, la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, en conjunto con
la Red de Institutos y Hospitales de Alta especialidad se han dado a la tarea de diseñar un
estudio multicéntrico que nos permitirá conocer
la dinámica del error y los elementos que lo
originan, con la finalidad de generar programas
de mejora aplicables a nuestro contexto a favor
de la calidad y la seguridad de la atención.
La presente investigación integra los resultados preliminares del proyecto “Análisis de los
factores relacionados con la seguridad y la calidad de la atención del paciente hospitalizado, el
cual tiene como objetivo describir los Eventos
Adversos (EA) e identificar los factores asociados a su aparición en un hospital de tercer nivel
de atención en la Ciudad de México, mediante el
instrumento SYREC 2007 modificado y adaptado
al contexto del paciente hospitalizado, para su
uso en Institutos y Hospitales de Alta Especialidad.
Para recolectar la información se utilizó la cédula
SYREC 2007, modificada por expertos y adaptada al contexto del paciente hospitalizado, dividiendo
el instrumento en tres secciones: la primera correspondiente a los datos clínicos del usuario que sufre
el EA, el segundo apartado corresponde a la clasificación del EA dentro de los diferentes grupos
asociados a hemoderivados, medicamentos, catéteres, ventilación mecánica relacionados con el
cuidado, relacionados con el procedimiento, relacionados a procedimientos quirúrgicos o a infecciones nosocomiales; el tercer apartado se refiere
a los factores asociados a la presencia del EA
(factores intrínsecos, extrínsecos y del sistema).
El análisis de la información se realizó con estadística descriptiva mediante el paquete SPSS
Ver 21 para Windows.
Implicaciones éticas. De acuerdo al Reglamento de la Ley General en Materia de Investigación
para la Salud, el presente estudio se cataloga
como investigación sin riesgo, debido a que no
se realizó ninguna intervención o modificación a
nuestro objeto de estudio, el cual fue el EA. Tampoco
se consideró necesario el consentimiento informado debido al carácter retrospectivo de la presente
investigación, se obtuvo la autorización de la subdirección de enfermería correspondiente para la
realización del estudio.
MATERIAL Y MÉTODOS
1. Variables socio demograficas
Los EA ocurrieron mayormente en población
femenina con un 71.4 % del total de los casos y
en población adulta, dentro de los grupos de 46
a 64 años, y mayores de 64 años con 28.6 % cada
uno, con una media de edad 41 ± 31.46 años.
Uno de los factores de riesgo para la presencia
del evento fue el diagnóstico clínico por el cual
se encontraba el paciente hospitalizado; el 21.4 %
de los usuarios padecía de una alteración musculo esquelética. Los servicios de hospitalización
donde se registraron más EA fueron: Medicina
Interna en un 35.7 %, seguida de Cirugía General
con 21.4 %, Quirófano y Ortopedia con un 14.3 %
cada uno, y las unidades de Cuidado Crítico (Urgencias adultos y Terapia Intensiva Pediátrica) con
un 7.1 % respectivamente. En estos servicios, el
Estudio descriptivo, no experimental, transversal y retrospectivo, realizado en un hospital de
tercer nivel de la Ciudad de México. Se evaluaron
30 historias clínicas de pacientes hospitalizados
que sufrieron un evento adverso en el periodo de
enero a diciembre del 2013 y que habían sido
reportados por profesionales de enfermería. Los
criterios de inclusión fueron los registros de EA
con datos completos para llenar el instrumento
SYREC 2007 modificado, los criterios de exclusión
fueron los registros de EA con datos insuficientes,
la no existencia del expediente clínico asociado
al reporte del EA y los registros que excedían el
periodo de enero a diciembre del 2013, obteniendo entonces una muestra final de 14 casos.
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RESULTADOS
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Factores relacionados con la atención del paciente hospitalizado
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índice enfermera paciente correspondió en un
35.7 % a una enfermera por cada 4 pacientes.
En el caso de las variables sobre la gravedad y
complejidad del cuidado del paciente, el 50 % de
los usuarios que sufrieron un EA obtuvieron una
puntuación de 20 a 34 puntos, seguida de 0 a
19 puntos en 43 % al ser evaluados mediante la
escala TISS 28; la puntuación media fue de 21.36
± 9.88. El 71.4 % de los EA ocurrieron en pacientes
alertas y el 92.9 % de los eventos ocurrieron en las
unidades donde los pacientes estaban adscritos.
Sobre los días de estancia hospitalaria antes
de la ocurrencia del evento, el 29 % ocurrieron
en su primer día de estancia hospitalaria, seguida de los grupos 16 a 20 y de 2 a 5 días con un
21 y 22 % respectivamente. Sin embargo, 28.6 %
los reportes del EA se realizaron en un lapso
mayor de 72 horas, lo que significa que fueron
reportados después de tres días de ocurrido el
EA. En 21.4 % de los reportes no existen datos
suficientes para determinar el tiempo que sucedió
entre el evento y el reporte del mismo.
La mayor parte de los EA se presentaron en el
turno matutino (85.7 %) y el resto (14.3 %)
durante el turno nocturno. Así mismo, 85.7 %
de los EA fueron reportados por profesionales de
enfermería, y el resto fueron notificados por
médicos adscritos al área. La institución reportó
la ocurrencia del evento a los familiares en 64.3 %
de los casos.
Clasificación del Evento Adverso
Dentro de la clasificación de EA, los asociados a
la desconexión de accesos vasculares, los EA relacionados con el cuidado presentaron una frecuencia de 28.6 % cada uno, los EA relacionados con vía
aérea y con los procedimientos ocurrieron en una
frecuencia de 7.1 % cada uno. Éstos a su vez se
clasificaron de acuerdo a la gravedad del evento
de la siguiente forma (ver Cuadro 1).
En 85.7 % de los casos el EA se consideró sin duda
evitable, o bien, posiblemente evitable en un 14.3 %.
En relación con los resultados relacionados
con los factores intrínsecos, es decir, aquellos
atribuibles al paciente, en 57.1 % de los casos la
condición clínica del paciente se consideraba
como compleja; en 42.9 % se asoció la presencia del EA con factores mentales y psicológicos
como son el estrés, presencia de desorden
mental, presencia de discapacidad y alteración
del comportamiento.
Categoría
Descripción
Frecuencia
%
A
Circunstancias o situaciones con capacidad de producir un
incidente pero que no llega a producirlo por descubrirse o
solucionarse antes de llegar al paciente.
0
0
2
14.3
4
28.6
B
C
El incidente alcanzó al paciente y no le causó daño, no
requirió monitorización ni intervención.
D
El incidente causó un daño imposible de determinar.
5
35.7
E
El incidente contribuyó o causó daño temporal y precisó
intervención.
2
14.3
F
El incidente contribuyó o causó un daño temporal que
prolongó la hospitalización.
1
7.1
14
100%
Total
Cuadro 1. Clasificación de la gravedad de acuerdo al daño por un evento adverso (EA).
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Para el caso de los factores extrínsecos, sólo
21.4 % de los usuarios tuvieron acceso a la
monitorización invasiva, frente a 78.6 % cuyo
monitoreo no fue invasivo.
En todos los casos existieron factores del
sistema, que son aquellas situaciones atribuibles al equipo de salud o a la organización. Esta
categoría se subdivide en 7 grupos, destacando
los siguientes resultados:
a)
Factores individuales del profesional/trabajador
implicado en el incidente. En 28.5 % del total
de los EA documentados, se asoció la falla
en los aspectos físicos (Salud general) y a los
aspectos psicológicos (Estrés, falta de atención, sobrecarga o distracción).
b)
Factores del equipo y sociales. En 50 % de
los EA documentados, se asoció el EA con
situaciones propias del equipo de trabajo,
como son la incongruencia de rol, falta de
liderazgo efectivo y roles no definidos.
c)
Factores ligados a la tarea. En 64.3 % de
los registros, se habla de la no adhesión a
protocolos, procedimientos y políticas; en
un 14.2 % se asoció a la ausencia de protocolos, y la no disponibilidad de ayudas para
la toma de decisiones.
d)
Factores ligados a la formación y entrenamiento.
El 64.3 % de los reportes, se asoció el evento
adverso a las competencias profesionales
del personal de salud o bien a la falta de
expertos a quienes consultar.
e)
Factores ligados a equipamiento y recursos.
En 21.4 % de los casos, se asocia el EA con la
falta de conocimiento sobre el funcionamiento de los aparatos, funcionamiento incorrecto de los equipos y a situaciones incorrectas para su uso.
f)
Factores del trabajo. El 71.3 % de los EA reportados, se asociaron a la planta del personal;
falta de habilidades, relación número de personal/paciente, cargas de trabajo excesivas, uso
de personal temporal y falta de liderazgo.
162
Frecuencia
%
Factores intrínsecos
11
78.6
Factores extrínsecos
3
21.4
Factores del sistema
14
100
Categoría
Tabla 2. Frecuencia de los factores intrínsecos,
extrínsecos y del sistema involucrados en la
presencia del evento adverso.
DISCUSIÓN
Considerando que la recolección de la información sobre los EA se realizó a través de los datos
recogidos en la historia clínica junto con los registros del reporte, no se consultó al equipo implicado en el evento para resolver dudas relacionada
con el mismo. Por este motivo, al igual que en el
estudio IBEAS la evaluación de la evitabilidad del
suceso fue realizada por los autores de este estudio7.
En el análisis de la información, encontramos
que la mayoría de los eventos habían ocurrido en
población femenina, concordando con el estudio
realizado por Manrique y colaboradores14 en el
cual, 56.53 % de los casos había afectado al
género femenino. El resultado es muy similar al
presentado dentro del estudio de prevalencia IBEAS,
en el cual el porcentaje de mujeres oscila entre
47.6 hasta 58 % entre sus diferentes sedes.
Asociamos este resultado con el aumento de la
población en el territorio nacional, el cual ha favorecido al género femenino, el cual para el año
2010 reporta 57,481,307 mujeres en comparación con la población masculina (54,855,231
hombres)15.
La edad de los usuarios es un punto de interés
en esta investigación, debido a que la edad media
de la población es de 41 años, es decir, dentro de
una etapa aún productiva para la población en
general. Sin embargo, también predominaron
los eventos adversos en la población mayor de
65 años. Estos resultados contrastan con el estudio realizado por Villanueva y colaboradores16,
quienes realizaron una investigación a través de
la base de datos del Sistema de Registro Automatizado de Incidentes en Salud (SIRAIS) de la
Comisión Nacional de Arbitraje Médico, donde
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Factores relacionados con la atención del paciente hospitalizado
Ibáñez-León JC
31.7 % de los EA ocurrieron en pacientes de 20
a 35 años.
En relación con los servicios clínicos en los
cuales estaba asignado el paciente, concordamos
con los resultados de Manrique y colaboradores14,
señalando a las unidades de medicina interna y
cirugía general son los lugares donde predominaron los EA; sin embargo, la patología por la cual
los pacientes se encontraban hospitalizados
pertenecía al grupo de las alteraciones músculo
esqueléticas, dejando ver que la asignación de
los pacientes a las unidades de hospitalización fue
inadecuada. El índice enfermera-paciente su promedio fué 1:4 (una enfermera para cuatro pacientes),
y en un solo caso el resultado aumentó a 9
pacientes. Esta situación debe ser evaluada a la
luz de los indicadores para el cálculo de personal
de la Comisión Permanente de Enfermería (CPE),
situación que rebasa los alcances de este
reporte17.
La complejidad del cuidado de los usuarios fue
evaluada a través de la escala TISS 28 (Therapeutic
and Invertention Scoring System), validada para
la población mexicana18, la cual arrojó que la mitad
de nuestros usuarios se encuentran dentro de la
clasificación III, es decir, que requerían vigilancia intensiva con o sin monitorización invasiva, y
así mismo, según la asignación sugerida por la
escala TISS 28 debieron ser atendidos por una
enfermera para dos pacientes19, 20. Este dato es
alarmante, debido a que la mayoría de los usuarios no se encontraban asignados a una unidad
de cuidado intensivo e incluso la relación enfermera-paciente era mayor que la estimada en el día
que ocurrió el evento.
Un área de oportunidad que se ha encontrado
en esta investigación es que la mayoría de los EA
ocurrieron en pacientes conscientes; en este
sentido, se hace evidente la necesidad de implantar programas de capacitación para el personal
de salud y para los mismos usuarios, con la finalidad de disminuir al máximo el riesgo de ser
alcanzados por un evento que pueda prolongar
la estancia hospitalaria y cause un perjuicio en
su tratamiento y recuperación.
Se identificó en los resultados que las primeras 24 horas son decisivas para la seguridad de
los pacientes, como lo han reportado los estudios
antes citados7, 8, 14, sin embargo los reportes de
los EA no se realizaron de forma inmediata. Este
resultado nos permite considerar la posibilidad
del subregistro, falta de conocimiento sobre la
importancia del reporte y miedo a la culpa o al
castigo, que se ha manifestado en algunos
sistemas de registro nacionales como en el sistema
VENCER (Sistema de Vigilancia de Eventos Adversos) del Instituto Mexicano del Seguro Social21,
o del SIRAIS. Así mismo la mayoría de los registros
se documentan en el turno matutino, en los cuales
aumenta la carga de trabajo y los procesos
administrativos de la mayoría de los servicios
hospitalarios; pero este resultado no implica que
el EA ocurra en dicho turno.
Se hizo notar la honestidad del equipo de
salud de este hospital de tercer nivel ante los
familiares una vez presentado el EA, pues en la
mayoría de los casos se informó sobre el suceso.
Sin embargo, planteando la misma situación en
otro estudio realizado en México, la mayoría de
los eventos jamás fue notificado al familiar o bien,
los datos que pudiesen corroborar la notificación eran omitidos del expediente clínico en
un 60.5 %.22
En relación a la clasificación del evento, predominaron los EA relacionados con la desconexión de accesos vasculares y relacionados con el cuidado,
los cuales son funciones de enfermería en las
unidades de hospitalización. Estos resultados contrastan con otros estudios, donde predominan
eventos relacionados con las infecciones nosocomiales7, 23 relacionados con los procedimientos14
y relacionados con la administración de medicamentos14. Sin embargo, el mismo estudio IBEAS
reporta que en la población mayor de 65 años el EA
más frecuente se relaciona con el cuidado. En
nuestro estudio, en 57.9 % de los casos el EA
ocasionó un daño al paciente, en comparación
con el estudio SYREC que reporta al 66.22 % de los
eventos dentro de la categoría sin daño al usuario.
Según el estudio SYREC, en 87.57 % de los EA
reportados existieron factores contribuyentes,
que son las circunstancias que aumentan el
riesgo al error o bien son la causa de los mismos.
En nuestro estudio se hacen visibles los factores
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intrínsecos, extrínsecos y del sistema en todos
los registros analizados. Destacan por su prevalencia los factores del sistema los cuales engloban la incongruencia de rol, falta de liderazgo,
no adhesión a protocolos, falta de conocimiento y
supervisión e incluso falta de habilidades y experiencias, junto con carga de trabajo excesiva. Estos
resultados son consistentes con los informes publicados por The Joint Commission International,24
la cual a través de su sistema de reporte de eventos centinela publicaron los factores relacionados con la presencia del error y sus correspon
dientes subcategorías, siendo las más frecuentes: la planeación del cuidado y continuidad del
mismo, la comunicación, los factores humanos y el
liderazgo inefectivo como detonantes de uno de
los problemas de las instituciones de salud a nivel
mundial: la calidad y seguridad del paciente.
Conclusiones
El reporte de los EA resulta una pieza clave para
un desarrollo continuo de los servicios de salud que
brindamos a nuestros usuarios, proporcionándonos una herramienta de gestión que puede
reforzar la seguridad y la calidad de la atención.
Tanto en el presente estudio, como en el estudio SYREC, e IBEAS la mayoría de los eventos
adversos se consideraron evitables. Sin embargo
aún falta esclarecer si las intervenciones que se
han desarrollado a raíz del descubrimiento de
los EA han rendido frutos para garantizar la
seguridad del paciente.
En el contexto nacional, faltan políticas que
favorezcan la cultura de la seguridad y del reporte
de los EA y que a su vez protejan a los profesionales de la salud disminuyendo el miedo al casti- go.
Los resultados aquí presentados forman parte
del primer estudio en su tipo en México, cuyo
protocolo fue evaluado por expertos de la
Universidad Nacional Autónoma de México, logrando un financiamiento por tres años a partir
de enero de 2014; se espera que los resultados
del estudio multicéntrico coadyuven para diseñar
políticas públicas enfocadas a mejorar la prevención, notificación, estudio y análisis de EA en los
hospitales de México.
164
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www.jointcommission.org/Framework_for_Conduc
ting_a_Root_Cause_Analysis_and_Action_Plan/ .
En algunos casos, pueden
producir reacciones desfavorables.
Pregunta a tu médico cuáles son,
qué hacer en forma inmediata
si ocurre alguna de ellas y
acude a revisión médica.
Recuerda que cada caso es distinto.
Encuentra ésta y muchas
recomendaciones más en:
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Artículo Original
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 166-171
Dispositivos Móviles como una nueva alternativa
de enseñanza en la práctica clínica de la Enfermería
Mobile devices as a new alternative
for teaching in clinical nursing practice
Octavio Alberto Orozco-Reyes1, Dulce María Guillén-Cadena2, Ana Laura Martínez-Vega3
RESUMEN
Introducción. El uso de los dispositivos móviles
es causa de controversia en la educación. Los
dispositivos móviles constituyen una de las tecnologías más usadas y presentan ventajas en
cuanto a su portabilidad y su sensibilidad. Material y métodos. Investigación cualitativa, la cual
se abordó a través del método fenomenológico;
para la recolección de datos se utilizó la técnica
de la entrevista semiestructurada, la observación
participante y notas de campo; como instrumento se elaboró un guión de entrevista acerca del
tema de estudio. Resultados: El conocimiento de
los informantes con respecto al tema resultó
ser limitado en la mayoría de los casos; se han
tenido experiencias desagradables, consideran
necesario generar una cultura responsable del
uso de ello, así como las ventajas y desventajas
que tienen estas tecnologías, para poder determinar su implementación en la educación, ya que
contribuyen significativamente en la enseñanza.
Discusión. El uso de dispositivos móviles en el
área de enfermería es muy útil, porque ofrecen
la información muy rápido y ahorran tiempo en
beneficio del cuidado del paciente. El uso de
dispositivos móviles en la educación, es una
alternativa viable y su uso adecuado facilita de
manera sustancial el cuidado de enfermería.
Palabras clave: Enseñanza, práctica clínica,
enfermería, dispositivos móviles, m-learning.
ABSTRACT
Introduction. The use of mobile devices is a
cause of controversy in education. Such devices
are one of the most used technologies and have
advantages in terms of portability and sensitivity.
Material and methods. Qualitative research,
which is approached via the phenomenological
method, the technique used for the data collection were semi-structured interviews, participant
observation and field notes, as interview-guide
questions were elaborated.
Servicio social en investigación. CONAMED FES Iztacala, UNAM. México
Licenciatura en Enfermería de la FES Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México. México
3
Dirección General de Difusión e Investigación, CONAMED. México
1
2
Folio 290/14 - Artículo recibido: 15-10-2014 Artículo reenviado: 28/10/2014 Artículo aceptado: 02/12/2014
Correspondencia: PSSLE Octavio Alberto Orozco Reyes. Servicio social en investigación. CONAMED-FES
Iztacala, UNAM. Mitla 250 esq. Eje 5 Sur Eugenia. Piso 8, col. Vértiz Narvarte. C.P. 03020. Deleg. Benito
Juárez. México D.F. México. Correo electrónico: [email protected]
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Results: In most cases, the knowledge of respondents on the issue proved to be limited, there
were unpleasant experiences; they said that a
culture of responsibility for such cases must be
created, it is important to analyse the advantages
and disadvantages of technology, to determine
their implementation in education, as they contribute significantly to teaching.
Conclusions: The use of mobile devices in the
field of nursing is very useful, because they
deliver information quickly and save time for the
benefit of patient care. The use of mobile devices
in education is a viable alternative; an appropriate use will substantially facilitate nursing care.
Keywords: education, clinical practice, nursing, mobile devices, m-learning
INTRODUCCIÓN
Cuando el aprendizaje responde a las necesidades del sujeto6, la relación de los saberes previos
con los nuevos tiene como resultado la construcción de nuevos conocimientos. El uso adecuado
del contexto sociocultural potencia el aprendizaje; por ello es imprescindible estudiar el contexto en el m-learning7. Interpretar las experiencias del personal docente ante el uso de dispositivos móviles como herramienta en el proceso
de enseñanza-aprendizaje, es una oportunidad
para aprovechar el modelo m-learning.
Las experiencias de aprendizaje son diseñadas para favorecer la integración de relaciones y
procesos cognitivos, de acuerdo a sus diferentes
grados de complejidad y abstracción. Un gran
reto es generar renovación constante en función
de los cambios tecno-científicos. La percepción
es un proceso simple; el estímulo (información),
solo se percibe aquello que puede aprender y le
es necesario para sobrevivir. El aprendizaje se
concibe la capacidad de analizar el contexto social,
y resolver los problemas en su vida social.8
En la Facultad de Estudios Superiores Iztacala
(FESI) los planes y programas de estudio se concretan de manera formal en el proceso educativo. No solo se trata de enseñar técnicas aisladas o de utilizar métodos que aceleren el aprendizaje, se procura desarrollar actitudes relacionadas al humanismo.
La Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) debe asumir la responsabilidad de contribuir a atender las necesidades de los distintos
sectores, tanto en la formación de recursos
humanos, como en lo concerniente a la generación de conocimientos y su difusión.
La actividad docente en la UNAM se apega a
las normas, principios, criterios y políticas que
En la actualidad, el uso de los dispositivos móviles, es causa de controversia en diferentes
instituciones por el uso que le dan los alumnos.
En Europa, el uso de los dispositivos móviles
(DM) es algo cotidiano, permite al alumno tener
un aprendizaje significativo. A pesar de ello es
necesario crear una concientización del uso que
se le debe dar a la tecnología.
El mobile learning (m-learning) es una forma
de enseñanza-aprendizaje que usa la capacidad
de cada persona para utilizar la tecnología
móvil como un medio para acceder a la información relevante o almacenar nueva información.1
El uso de DM en la educación, se centra en el
enfoque constructivista. El constructivismo concibe al estudiante como el protagonista central
del proceso educativo; el docente es un mediador y facilitador del proceso de aprendizaje. Los
ambientes de aprendizaje, se deben ofrecer al
estudiante un conjunto de opciones con la libertad de construir su propio conocimiento, basado
en sus necesidades de aprendizaje, apoyándose
en el proceso de asesoramiento y orientación
de la información. Los estudiantes internalizan
la información nueva, crean nuevos aprendizajes,
resultado del surgimiento de nuevas estructuras cognitivas.2, 3
Según Ausubel, la comprensión y adquisición
de nuevos significados es producto del aprendizaje significativo, el cual se genera a través de la
construcción de nuevos significados por el estudiante, reflejando la culminación de un complejo proceso de aprendizaje. Vygotsky agrega
que, la interiorización de lo social es fundamental para llevar al aprendiz al cambio cognitivo.4, 5
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Dispositivos móviles en la enseñanza de Enfermería
Orozco-Reyes OA
rigen la vida académica de la institución.9 Así, la
función docente debe estar vinculada con las
inquietudes y preocupaciones del contexto social.
La tecnología está cambiando la forma en que
las personas aprenden, pero nunca cambiará la
naturaleza humana ni la necesidad de una moral
y educación.10 Los maestros no pueden ser reemplazados. A pesar de ello, tanto alumnos como
profesores deberán aprender a usar la tecnología
como parte de su educación. Existe un gran potencial, pero para aprovechar los beneficios, las
instituciones tendrán que transformarse de muchas
maneras. Los dispositivos móviles pueden dar educación personalizada y sin horarios.
Todos somos individuos diferentes, no todos
podemos aprender de la misma manera. Lo que
se busca es una opción válida y viable para continuar con la construcción de nuestro conocimiento. Es innegable que, a corto plazo, el uso
de DM será tan necesario como lo es un cuaderno o un libro, ya que “Los dispositivos móviles
constituyen una de las tecnologías más usadas
y presentan ventajas en cuanto a su portabilidad y su sensibilidad”.11
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de una investigación de tipo cualitativo,
con método fenomenológico. Se realizó la descripción y análisis de las características de los procesos
de conciencia y empírico-psicológicos, con base
a las experiencias compartidas.
A nivel mundial existen múltiples estudios
sobre el impacto tecnológico del m-learning en
la educación, no obstante “los objetivos actuales
de la educación están relacionados a la preparación de gente joven para participar en forma activa
y significativa en sus contextos sociales, culturales, políticos y económicos.”12
Este estudio se llevó a cabo entre enero y mayo
del 2014. Se realizaron cuatro entrevistas a
diferentes docentes de la FESI de la Licenciatura
en Enfermería; utilizando la definición de atributos
como eje principal para la selección de informantes (Cuadro 1), entre las que destacan características como: docente de enfermería, experiencia laboral y docente mínima de dos años.
Para la recolección de información fue utilizada la técnica de entrevista semiestructurada
de siete preguntas, que evalúa el conocimiento,
168
1. Docente en Enfermería
2. En práctica clínica de 4º a 8º semestre.
3. Sexo indistinto.
4. Sin rango de edad específico
5. Experiencia laboral y docente
mayor a dos años.
Cuadro 1. Características de los informantes.
experiencias y opiniones. También se utilizó la
observación participante con el fin de recabar
información de las emociones experimentadas
por los entrevistados en las notas de campo.
RESULTADOS
El conocimiento de los informantes con respecto
al tema resultó ser limitado en la mayoría de los
casos, desconocen cuáles son las especificaciones científicas para coadyuvar el uso de DM en
la práctica profesional. Algunos se muestran
temerosos:
“…Ha demostrado que el uso de DM
afecta a la persona con alteraciones,
no tanto psicológicas sino en que el desarrollo
de cánceres, por ejemplo de oído. Limitando
el uso de estas tecnologías”.
Las experiencias de los entrevistados, coinciden
en que el uso de los DM en la práctica puede
resultar de gran utilidad:
“…El alumno en la práctica tiene alguna duda
automáticamente puede agarrar el celular
para consultar el internet y resolverla”. (sic)
Además, con base en su experiencia como docentes de módulos clínicos de la Licenciatura en
Enfermería han vivido situaciones con alumnos
en las que han podido percatarse de algunos usos
que le dan a los dispositivos, por ejemplo:
“...La elaboración de ficheros, en lugar de
traerlos impresos, los pueden traer en la
computadora o en el celular y cuando tienen
alguna duda lo consultan directamente ahí”.
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Aunque no toda la información que se puede
encontrar es de utilidad, recomiendan a los
alumnos que:
“verifiquen cuál es la bibliografía
que estén consultando, porque muchas veces
no es confiable”.
A los DM
“comúnmente se los ve como un factor de
aislamiento, distracción o incluso peligro para
los jóvenes, que les proporciona acceso
a contenido inadecuado y les facilita
conductas destructivas”13.
Algunos afirman que
“…hay quien sólo utiliza (los DM) para
cotorrear y mandar mensajes” (sic).
A raíz de lo vivido en el ámbito hospitalario expresaron que
“...las enfermeras profesionales que se dedican
al cuidado, casi no lo utilizan…”
Consideran que el éxito de esta corriente educativa
“depende del diseño de las situaciones de
aprendizaje y de la forma en que se utilizan
los DM en cada situación”.14
Los informantes han experimentado emociones
positivas y ven con optimismo hacia el futuro,
pues confían
“en que esta tecnología la puedan llevar y se
pueda utilizar en (FES) Iztacala y en el hospital”.
En opinión de los entrevistados, el uso de los
dispositivos ofrece múltiples ventajas en el proceso
de enseñanza-aprendizaje, como la facilidad con
que se puede buscar información, almacenarla y
acceder en cualquier momento a ella y en
cualquier lugar:
“para el área de enfermería…, son muy útiles
porque nos dan la información muy rápido
y ahorra tiempo de ir a la biblioteca”.
Otra de las ventajas que mencionan, es que se
puede disponer de una amplia gama de información sin tener que llevar consigo mismo el
material impreso
“muchos libros son realmente gruesos y
andarlos cargando implica mucho desgaste”.
El común denominador de las diferentes opiniones es a favor de su uso, pero sólo como apoyo
y no como algo que reemplace completamente
la forma en que el alumno lleva a cabo su
aprendizaje; consideran que debe tomar una
actitud crítica que le permita aprovechar los
beneficios de la tecnología.
Otros comentarios enfatizan que
“si los van a utilizar que sea de manera
funcional” y con ello “se desenvuelvan (los
estudiantes) en todos los ámbitos profesionales”.
Con respecto a su actualización docente, comentan:
“tenemos que involucrarnos para
beneficiarnos de sus bondades, pero también
para conocer sus debilidades”
Destacan que esta corriente educativa es buena
siempre y cuando el alumno sepa autogestionar
su aprendizaje..
DISCUSIÓN
El uso de DM por los docentes no es el ideal,
aunque se encuentran conscientes del auge tecnológico del cual somos testigos, no conocen
herramientas tecnológicas móviles que puedan
apoyar al método constructivista. Para algunas
personas, los DM se han constituido en la antítesis del aprendizaje con críticas que van desde el
aislamiento social, pobre interacción personal
entre los docentes y compañeros de clase.15 Los
entrevistados comentan que se debe implementar la capacitación de docentes y alumnos
en las escuelas, de manera responsable y eficaz
para desarrollar una cultura tecnológica en la
que todos los enfoques y opiniones se tomen en
cuenta para favorecer el aprendizaje.16
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Dispositivos móviles en la enseñanza de Enfermería
Orozco-Reyes OA
Está comprobado que las tecnologías móviles,
con su amplia gama de funciones multimedia e
interactivas, en algunos casos podrían ser superiores a los recursos impresos en papel, además
de facilitar directamente el aprendizaje de las
personas. Los DM también ayudan a los estudiantes
al elevar la eficiencia de los sistemas educativos.17
Los alumnos usan los DM para tomar fotos,
grabar videos, escuchar música, enviar y recibir
mensajes de texto, redes sociales, consultar la
Web, además del correo electrónico y fuentes
bibliográficas.18 El acceso móvil por sí mismo no
asegurará o fomentará el aprendizaje, para la
actualización de las instituciones educativas en
el diseño, planeación y ejecución de la educación
con tecnología sí podría, por lo que resulta
fundamental la incorporación de estas competencias, ya que a futuro, los DM tomarán un rol
principal en nuestras vidas.
Es importante analizar las ventajas y desventajas que las tecnologías tienen, para poder
determinar su implementación en la educación”19,
pues “contribuyen significativamente en la educación, pero no será suficiente si los estudiantes
no lo aprovechan adecuadamente”.20
Las sugerencias que realizan los informantes
están centradas en que las escuelas tomen una
postura de enseñanza a los alumnos para usar
las tecnologías móviles de forma responsable.
En América del Norte los educadores están
capacitando a los alumnos para hacerse cargo de
la forma en la que utilizan las tecnologías digitales, en lugar de prohibirlas.21
En la carrera de Enfermería de la FES Iztacala
aún no ocurre. Consideramos necesario perfeccionar las vivencias educativas de los estudiantes, en lugar de desmerecerlas22. Al mismo
tiempo, las instituciones deben orientarse a fondo
en este ámbito nuevo e innovador que contemple la incorporación de la formación, ejercicio
personal y profesional de los estudiantes para
su máximo aprovechamiento.
Por su parte, los alumnos hacen de los DM una
herramienta didáctica para facilitar su aprendizaje, aplicándolo de manera oportuna a todos
aquellos pacientes que requieren de un servicio
especializado dentro del ámbito hospitalario.
En la práctica hospitalaria podría ser una
herramienta útil, pues su uso adecuado facilita de
170
manera sustancial el cuidado de enfermería.
Mejorar la capacitación a los docentes de
enfermería con respecto a los beneficios de las
tecnologías móviles puede favorecer la calidad
de la enseñanza y ayudar a los alumnos a desarrollar, implementar y fortalecer los conocimientos
adquiridos. Se deben eliminar la mayor parte de
las prohibiciones hacia el uso de este modelo de
enseñanza que tienen como base los estigmas vinculados particularmente a una preocupación por
la seguridad en su uso. El plan de estudios vigente
en la carrera de enfermería de la FESI, dice tener
al constructivismo como eje de enseñanza principal. A pesar de ello existe una resistencia, no
tanto por la negativa o rechazo hacia las nuevas
tecnologías sino al conocimiento inadecuado de
los alcances de este nuevo método de enseñanza.
Si según la UNESCO, se calcula que a finales
de 2012 había unos seis mil millones de suscripciones de telefonía móvil en el mundo.23 El incremento sin precedentes del número de DM y de
la población mundial, generará posibilidades
inéditas para aumentar el acceso, la equidad y
la calidad en materia de educación. De lo contrario, el nivel socioeconómico de los usuarios representa un obstáculo, pues los costos son altos
para la mayoría de la población mexicana. Entonces
se puede proponer la creación de aplicaciones,
por parte de la UNAM y otras instituciones prestadoras de servicios de salud, para DM. De forma
que puedan ser utilizadas como herramientas de
aprendizaje y apoyo en la práctica clínica, la educación e inclusive la vida cotidiana. A pesar de
las desventajas, el costo-beneficio del uso de
estas tecnologías podría ahorrar tiempo, que en
ciertas circunstancias es fundamental para salvaguardar la vida Se necesita investigar más en el
uso de DM y la práctica clínica en nuestro país,
los alcances a simple vista parecen incontables.
Las nuevas generaciones tanto de alumnos y
profesores deben asumir los conocimientos teóricos y prácticos de las generaciones pasadas, y a
partir de esto generar nuevos conocimientos apoyándose de las nuevas tecnologías, que a su vez
serán transmitidos a otra generación. Se debe
dejar de lado ese estado de soledad, en el que el
resto del mundo cambia sus paradigmas, mientras que nuestra sociedad permanece inerte y
ajena a esta transición. Ser interactivos con el mundo.
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2014-02-26] Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/340/34003503.pdf.
En la Comisión Nacional de Arbitraje Médico
contamos con un Centro de Documentación
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Artículo de Revisión
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 172-177
El comité de medicina transfusional:
Herramienta para la calidad y la seguridad transfusional
The Hospital Transfusion Committee:
Tool for quality and transfusional safety
Joel Sánchez Garduño1, María del Carmen Dubón Peniche2
RESUMEN
ABSTRACT
Como cualquier acto médico de uso común, la
transfusión sanguínea conlleva el riesgo de provocar efectos nocivos en el receptor; siendo necesaria, la vigilancia del proceso como acto médico
y como procedimiento hospitalario de amplia
utilización. Por lo tanto, los Comités de Medicina
Transfusional representan el medio más eficaz
en esta labor; su composición variada (multidisciplinaria), amplio margen de acción y las funciones educativas y de investigación que poseen,
los convierten en el elemento deseable que toda
institución hospitalaria que realiza la transfusión
sanguínea como terapia, debe establecer entre
sus comités hospitalarios.
Palabras clave: Calidad, seguridad transfusional, auditoría, servicios de sangre, comités.
Like any common medical procedure, blood
transfusion carries a risk of causing adverse
effects on the receiver, a monitoring process as
a medical act and as a hospital procedure is
necessary. Therefore, Transfusion Medicine
Committees represent the most effective tool
in this work, their varied composition (multidisciplinary), wide margin of action and their
educational and research functions, make them
a desirable element that any medical institution
that practices blood transfusion as therapy
must establish in all hospital committees.
1
2
Key words. Quality, transfusion safety, audit,
blood services, committees.
Hospital Pediátrico Tacubaya. Secretaría de Salud del Distrito Federal. México.
Sala Arbitral. Dirección General de Arbitraje de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. México.
Folio 274/2014 - Artículo recibido: 31-07-2014 Artículo aceptado: 27/08/2014
Correspondencia: Dra. María del Carmen Dubón Peniche. Directora de la Sala Arbitral. Dirección General de
Arbitraje de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Mitla 250, Esq. Eje 5 Sur (Eugenia), Col. Vértiz
Narvarte, Deleg. Benito Juárez, C.P. 03020, México D.F. Correo electrónico: [email protected].
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INTRODUCCIÓN
El descubrimiento y la descripción de la circulación sanguínea en el hombre por William Harvey
en 1628 junto con la publicación del primer
reporte de transfusión humano-humano por
James Blundell en 1818, sentaron las bases de
lo que en la actualidad es una práctica rutinaria
de la medicina, como parte del tratamiento de
múltiples patologías y eventos en salud, la
transfusión sanguínea1. No obstante, el advenimiento de técnicas de laboratorio auxiliares en
la selección apropiada de componentes sanguíneos, tomando como referencia los sistemas
sanguíneos más frecuentes (ABO y Rh), el
desarrollo de pruebas para la identificación de
anticuerpos potencialmente dañinos (prueba
de la antiglobulina humana o prueba de Coombs)
y los avances tecnológicos para la detección de
agentes infecciosos en la sangre y sus componentes, han permitido la evolución de esta práctica; pasando de un concepto genérico de “sangre
segura” a un concepto práctico y clínicamente
relevante en nuestra actividad profesional que
es el que se conoce actualmente como “seguridad transfusional”.
Aspectos legales de la transfusión sanguínea
La transfusión sanguínea como todo acto
médico por sí mismo, conlleva un riesgo inevitable de que ocurran eventos adversos; es por
ésto que los servicios de salud, encargados de
brindar calidad, seguridad y efectividad a la
población, deben considerar entre sus objetivos
gestionar los riesgos de los servicios proporcionados implementando un conjunto de actividades destinadas a identificar, evaluar y reducir
o eliminar el riesgo de que se produzca un
suceso adverso; para esto, se deben considerar
tres elementos indispensables: a) La identificación del riesgo, b) el análisis del riesgo y c) la
elaboración de planes de control2. En México, el
fundamento legal de la atención en lo que concierne a la medicina transfusional está contenido en la Norma Oficial Mexicana NOM-253SSA1-2012, Para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos,
cuyo propósito fundamental es contribuir a la
confianza general en cuanto a donación y
utilización de sangre y componentes sanguíneos en sus distintos momentos (cadena transfusional) a fin de que pueda lograrse un mayor
nivel de atención al respecto3. No debemos
olvidar que la regulación de la práctica de la
medicina transfusional, requiere del esfuerzo
constante de autoridades, personal médico,
paramédicos y sociedad involucrados4.
Ética, calidad y seguridad de la transfusión
sanguínea
Los servicios de sangre (bancos de sangre,
servicios de transfusiones y puestos de sangrado) como órganos administradores de un
bien, la sangre y sus componentes, producto del
altruismo de la población, deben centrar sus
actividades en el estricto apego a los fundamentos que la actividad médica les demanda;
es por ello que, en la búsqueda de la calidad y
seguridad transfusional, deben inicialmente
cumplirse los principios de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia que la bioética
demanda. Es así, que es una práctica recomendable y hasta cierto grado obligatoria, que las
instituciones de salud que ofrecen medicina
transfusional a sus pacientes observen los principios contenidos en el Código de Ética para la
donación y transfusión de sangre; código
adoptado por la ISBT (Sociedad Internacional de
la Transfusión Sanguínea por sus siglas en
inglés) en julio 12 del año 2000 y refrendado
por Asamblea General de la misma Sociedad en
septiembre 5 del año 20065; el cual establece que:
Los pacientes deben ser informados y
deben conocer los riesgos y beneficios de
la transfusión sanguínea y/o de las terapias alternativas a ésta, y tener el derecho
de aceptar o rechazar el procedimiento.
En el caso de que el paciente sea incapaz
de dar su autorización vía consentimiento
informado, la base del tratamiento por
transfusión debe ser la búsqueda del
mejor interés en el paciente.
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Comité de Medicina Transfusional, calidad y seguridad
Sánchez Garduño J.
La terapia transfusional debe estar siempre bajo responsabilidad de un practicante
de la medicina debidamente registrado.
La necesidad clínica genuina debe ser la
única base para la terapia transfusional.
No debe existir incentivo financiero alguno
por prescribir una transfusión sanguínea.
El paciente debe recibir tanto como sea posible, sólo aquellos componentes en particular
(células, plasma o derivados del plasma) que
son clínicamente apropiados y seguros.
Las prácticas de transfusión sanguínea
establecidas por los organismos de salud
nacionales o internacionales y otras agencias
competentes y autorizadas, no deben estar
en contradicción con este Código de Ética.
Es precisamente por lo anterior, que el Programa
de Acción Específico 2007-2012 del Centro
Nacional de la Transfusión Sanguínea6 asume la
realidad en México: “una legislación vigente
incongruente con las necesidades para que la
operación de los servicios de sangre sean en
condiciones que garanticen una producción de
calidad, segura, y con acceso universal para la
población”7. Desarrollar una medicina transfusional de calidad requiere por tanto, de una
política y una planificación rigurosa a todos los
niveles; incluyendo el Hospital como punto de
aplicación de estos cambios; y en particular, se
requieren de servicios de transfusión responsables,
que cuenten con infraestructura apropiada, funcionalmente organizados, con profesionales y
técnicos debidamente capacitados y competitivos para el desarrollo de sus actividades; es
así, que por calidad en los servicios de sangre
debemos entender e implícitamente buscar:
todo aquel servicio con un proceso multifacético
en la concepción de su funcionamiento, cuyas
dimensiones más importantes sean: acceso al
servicio, competencia técnica, eficiencia, eficacia, buenas relaciones interpersonales, disponibilidad y seguridad, que logren satisfacer las
expectativas razonables del usuario y del personal que en el labora8. Los comités de medicina
transfusional son la herramienta que permiten
alcanzar estos propósitos.
174
EL COMITÉ DE MEDICINA TRANSFUSIONAL
De acuerdo a la [Norma Oficial Mexicana
NOM- 253-SSA1-2012, Para la disposición de
sangre humana y sus componentes con fines
terapéuticos], el Comité de Medicina Transfusional es un grupo constituido por un número
variable de profesionales de la salud de acuerdo
a los servicios de atención médica, tamaño y
grado de especialización del hospital, cuya
responsabilidad es asegurar la calidad y la seguridad del ejercicio transfusional. Existen múltiples sugerencias acerca de la estructura que
dicho comité debe poseer como mínimo indispensable3, 9-11, siendo las recomendaciones más
comunes las siguientes:
a) Composición
El director del hospital o su delegado
(como Presidente).
El director o responsable del banco de sangre
o del servicio de transfusión, según corresponda (como Secretario).
Los jefes de los servicios médicos, tales
como cirugía, anestesiología, pediatría, laboratorio, hematología, medicina interna, ginecología, urgencias, terapia intensiva, etc.
(como vocales).
El jefe del servicio de enfermería (como
vocal).
El jefe del servicio de trabajo social (como
vocal).
Los jefes de enseñanza y de epidemiología
(como vocales).
b) Instalación y frecuencia de sesiones
Por norma, es obligatorio constituir un Comité
de Medicina Transfusional en todas aquellas
unidades hospitalarias donde se transfundan
mensualmente 50 o más unidades de sangre o
sus componentes; dicho comité, deberá sesionar al menos cada 3 meses o 4 veces por año, y
evaluar la calidad y seguridad de al menos el 1 %
de sus transfusiones respecto a indicaciones,
reacciones o eventos adversos e inesperados a
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la transfusión, debiéndose elaborar minutas de las
sesiones efectuadas y conservarse por 5 años en
archivo activo y 5 años más en archivo muerto.
Según la NOM-253-SSA1-2012, el Comité
de Medicina Transfusional tendrá las funciones
siguientes:
Elaborar protocolos, lineamientos o guías
con criterios objetivos y científicos para que
la práctica transfusional se realice con la
máxima seguridad y de acuerdo con los
principios de ética médica.
Auditar periódicamente que las indicaciones,
procedimientos transfusionales y manejo
de reacciones adversas sean adecuadas y,
en su caso, identificar las causas de las
desviaciones, implementar medidas correctivas y preventivas y vigilar el grado de
cumplimiento y eficacia de las mismas.
Asegurarse que el personal de salud participante registre en los expedientes de los
pacientes las transfusiones aplicadas y, en
su caso, los incidentes y reacciones o efectos adversos derivados de los mismos.
Asegurarse que los incidentes o efectos
adversos a una transfusión sean notificados
oportunamente al banco de sangre o al servicio
de transfusión proveedores de las unidades.
Promover y coordinar las actividades docentes y de actualización en materia de la
medicina transfusional para el personal
participante que fomenten el uso óptimo
de los productos sanguíneos.
Promover los programas que proponga el
banco de sangre o el servicio de transfusión,
para procurar un abasto de sangre y componentes sanguíneos del más alto nivel de
seguridad, con fines de alcanzar o mantener
la autosuficiencia.
Participar con el comité de Ética y de
Investigación Institucional en el análisis y
opinión de los proyectos de investigación
en materia de transfusiones.
Difundir las disposiciones jurídicas aplicables
entre el personal de salud del establecimiento de atención médica.
d) Elementos deseables a incluir en los reportes
En los reportes que el Comité de Transfusiones
generará a fin de dar a conocer la situación de la
práctica transfusional institucional, se recomiendan
incluir algunos datos e indicadores tales como:
Estadísticas generales, incluyendo pero no
limitándose: número total de transfusiones,
así como número y tipo de componentes
transfundidos.
Número de unidades de sangre caducadas
o eliminadas.
Relación cruces sanguíneos/transfusiones
efectivas.
Todas las reacciones adversas en pacientes,
incluyendo casos de sospecha de transmisión de enfermedades infecciosas atribuidas a la transfusión de sangre, componentes
de la sangre o derivados de la sangre, así
como los resultados de las investigaciones
correspondientes.
Todos los eventos que requieran ser reportados a agencias regulatorias u organizaciones acreditadas.
e) Código de Conducta de los Miembros del Comité
Los miembros de los Comités de Medicina
Transfusional deben de seguir un código de
conducta que les permita tomar decisiones apegadas a una actuación profesional y éticamente
correcta. El código debe incluir:
Confidencialidad de la información manejada.
Responsabilidades profesionales; compromiso a la participación activa dentro del
comité y su apego estricto a no utilizar su
posición en el comité para la obtención de
beneficios personales; y
Conducta apropiada, debiendo respetar a
los otros miembros del comité, demostrar
honestidad, evitar el daño a otros, favorecer
el diálogo libre, etc.
LA AUDITORÍA COMO ELEMENTO DE
EVALUACIÓN DE LA TRANSFUSIÓN
Es innegable que conociendo las funciones y
responsabilidades del Comité de Medicina Transfusional en la vigilancia del proceso de la transfusión sanguínea, la auditoría, surge como elemento indispensable, el cual debe encaminarse
a identificar potenciales errores y sus respectivas
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Comité de Medicina Transfusional, calidad y seguridad
Sánchez Garduño J.
El registro apropiado y completo del procedimiento, documentalmente fundado y debidamente registrado en los documentos
respectivos.
soluciones con enfoque en tres momentos o
situaciones12:
Las relacionadas con la correcta identificación
del donador-producto transfundido-receptor.
La indicación precisa, debidamente documentada y justificada del componente
sanguíneo.
Firma institucional
(logotipo)
Sugiriéndose para lo anterior, la auditoría de
cada evento con cédulas que permitan la identificación de cada proceso, sus fortalezas y sus
fallas. Se muestra un ejemplo en el Cuadro 1.
Dependencia
Nombre de la Institución
Servicio de Transfusiones
EJEMPLO DE LA CÉDULA DE AUDITORÍA DE PROCESO TRANSFUSIONAL
/
Fecha de la transfusión
Componente transfundido: CE (
)
/
PFC (
)
hrs.
Tiempo
CP (
)
CRIO (
)
mins.
OTRO:
Nombre del evaluador:
Nombre del responsable de la transfusión:
1. ¿El producto solicitado al paciente fue el producto surtido al servicio?
11. ¿El paciente fue premedicado previo al acto
transfusional en cuestión?
2. ¿El volumen solicitado o número de unidades
solicitadas fueron surtidas?
12. ¿Los signos vitales fueros registrados previos
al inicio de la transfusión?
3. ¿El componente solicitado para el paciente y
surtido al servicio de transfusión es del mismo
grupo en el sistema ABO y mismo factor Rh
que del paciente, o es uno compatible?
13. ¿Se registraron los signos vitales una vez comenzada la transfusión y/o antes de concluir?
4. ¿Existe la correcta identificación en el componente sanguíneo para evitar ser transfundida
en un paciente diferente?
5. ¿Se ha conservado la cadena o red de frío en
el componente sanguíneo del banco de sangre
al servicio de transfusiones (existen evidencias)?
6. ¿Existe una orden o solicitud del médico tratante por escrito respecto a la transfusión?
7. ¿Incluye en la solicitud el médico tratante el
motivo o indicación del componente sanguíneo
a transfundir?
8. ¿La solicitud se encuentra en el expediente
clínico del paciente?
9. ¿Existe un consentimiento informado del
paciente y/o del responsable legal o tutor
respecto a la transfusión sanguínea?
10. ¿Existe un registro del acto transfusional por
escrito en el expediente clínico del paciente?
14. ¿Los signos vitales fueron registrados en el
transcurso de las dos horas posteriores al final
de la transfusión?
15. ¿Fueron administradas soluciones (Ringer
lactato, salina hipotónica, dextrosa al 5 %, etc.)
o medicamentos al mismo tiempo y en la misma
vía que el componente sanguíneo en cuestión?
16. ¿La transfusión sanguínea se llevó a cabo a la
velocidad de infusión indicada por el médico
tratante?
¿Por qué?
17. En caso de existir eventos adversos asociados
a la transfusión:
a) ¿Se notificó debidamente al servicio de
transfusiones?
¿Por qué?
b) ¿Existe evidencia de la conclusión y/o
investigación por parte del banco de sangre
o servicio de transfusiones?
¿Por qué?
Cuadro 1. Ejemplo de cédula de auditoría del proceso transfusional.
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CONCLUSIONES
La necesidad de introducir órganos regulatorios
como los Comités de Medicina Transfusional, ha
sido progresivamente reconocida por las instituciones de salud y actualmente es una realidad.
El carácter multidisciplinario, la amplia diversidad de funciones y responsabilidades, así como el
enfoque de la medicina transfusional moderna,
dirigido a brindar seguridad y calidad en la atención, convierten a los comités, en las herramientas
de cambio en la constante búsqueda de la seguridad transfusional hacia nuestros pacientes.
REFERENCIAS
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Artículo de Revisión
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 178-182
La importancia de la economía en las decisiones clínicas.
Parte 2
The importance of economy in clinical decisions.
Part 2
Luis Alberto Villanueva-Egan1, Miguel Ángel Lezana-Fernández1
RESUMEN
ABSTRACT
La mala calidad de la atención tiene un alto
impacto en costos, que no siempre son cuantificados y por lo mismo, la información relativa
frecuentemente no es considerada en la toma
de decisiones al momento de determinar las prioridades, los montos y la rentabilidad de las
inversiones que se hacen en busca de mejorar la
calidad de la atención en salud.
El objetivo de este trabajo es ofrecer a los tomadores de decisiones y a los operadores de los
programas de salud, una introducción a los conceptos sobre los costos de la calidad que les permitan vislumbrar la dimensión del impacto en los
costos económicos de la mala calidad de la atención.
Los costos que resultan de una falla o error
médico frecuentemente son muy altos. La inversión
necesaria para prevenirlos es altamente rentable.
Palabras clave: costos, calidad, salud, economía.
In health, economy is strongly linked with the
quality of attention, medical ethics and the
personal decisions of each physician towards
their patients; all these combined create repercussions from the personal to the macroeconomic levels. In this series of articles that consist of brief reviews, the most important concepts that the clinical physician should know
about health economy will be pointed out,
Key words: Health economy, efficiency,
efficacy, attention quality.
1
Dirección General de Difusión e Investigación. Comisión Nacional de Arbitraje Médico. (CONAMED) México.
Folio 291/2014 - Artículo Recibido: 15-11-2014 Artículo Aceptado: 09/12/2014
Correspondencia: Dr. Miguel Ángel Lezana Fernández. Director General de Difusión e Investigación. Comisión
Nacional de Arbitraje Médico. Mitla 250 piso 8, Col. Vértiz Narvarte, Del. Benito Juárez. C.P. 03020, México
D.F. Correo electrónico: [email protected] .
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INTRODUCCIÓN
Los costos de la calidad
Para entender los determinantes de los que depende
consolidar la gestión de la calidad en los establecimientos de salud se requiere la contribución de
muchas disciplinas entre las que la economía
juega un papel muy importante. El Informe sobre
la Salud en el Mundo 20101, señala que entre 20
y 40 % del gasto sanitario mundial se pierde por
la ineficiencia de los sistemas sanitarios, ya sea
por contratos mal ejecutados, por el uso irracional de medicamentos, por la mala distribución y la mala administración de los recursos
humanos y técnicos, por errores, por la fragmentación de la financiación y la administración
o por la propia corrupción. A la par del incremento en la recaudación de más dinero para la
salud, es igualmente importante obtener el máximo provecho de los recursos disponibles, más
aún en entornos caracterizados por el esfuerzo
por lograr y mantener una cobertura universal
en salud y elevar la calidad de los servicios junto
con un constante aumento de los costos y una
demanda creciente. Lo anterior no implica únicamente contener el gasto, la eficiencia es una
medida de la calidad y/o de la cantidad del
rendimiento (los resultados médicos o servicios
sanitarios); es decir, la eficiencia se logra mediante la eliminación del derroche y no mediante el mero
ajuste de costos que proporciona la contabilidad financiera. Mientras la eficacia se corresponde con una toma de decisiones basada en
mínimos, la eficiencia representa la selección de
entre las opciones más eficaces la que muestre
mayor rendimiento. De modo tal que el aumento
de la eficiencia ayuda a reducir los costos de la
prestación de servicios. En este sentido hacer un
uso responsable y eficiente de los recursos contribuye con una adecuada distribución de bienes
y derechos dentro de un marco jurídico centrado en el usuario de los servicios.2 Así, todos
los planes estratégicos de las instituciones que
prestan servicios públicos de salud deben orientarse a mejorar la eficacia, la efectividad, la
eficiencia y la equidad en la consecución de garantizar una calidad aceptable. Una organización
sanitaria solo puede actuar éticamente si presta
un servicio de calidad con equidad y bajo una
perspectiva de derechos humanos.
Cuando se hace referencia a los costos de la
calidad en su conjunto se utilizan en forma indistinta cualquiera de las siguientes denominaciones
para nombrar los mismos o conceptos parecidos:
costos relacionados con la calidad, costos de no
calidad, costos de discalidad o costos de mala
calidad. Por su parte, el término costos relacionados con la calidad engloba los costos de la
calidad, los costos de no calidad (fundamentalmente los costos de los errores) y los costos
de oportunidad (Cuadro 1).
En relación al costo de oportunidad, sabemos
que el verdadero costo de una elección no es la
cantidad de dinero que gastamos en la misma,
sino los beneficios que dejamos de obtener por
no haber seleccionado la mejor alternativa disponible. Llevando esto al terreno de la calidad
podemos afirmar que la mejor elección entre
alternativas será la que con la misma inversión
derive en menores costos de mala calidad y
menor costo de oportunidad.3
Los sistemas de costos de la calidad son una
herramienta para la mejora de la calidad, es
decir forman parte de la gestión de la calidad en
su conjunto. Su objetivo consiste en facilitar los
esfuerzos para mejorar la calidad que conduzcan
a oportunidades de reducción del costo operativo.
Por lo que para que sea realmente de utilidad
debe ir acompañado de un proceso de mejora
continua eficaz.2
Los costos de la calidad tienen una gran importancia para los resultados en el establecimiento
de salud y tienen lugar en cualquier área y fase
del proceso de atención. Para su análisis se clasifican básicamente en tres categorías: prevención,
evaluación y fallos. A su vez, los costos generados por la mala calidad de la atención médica
merman las finanzas públicas y familiares en
íntima relación con la pérdida de la salud y la
reducción del tiempo y calidad de vida. Más que
significar el resultado de malas intenciones de
las personas que están íntimamente vinculadas
con la falla o error, la mala calidad significa una
utilización deficiente por parte de la organización
sanitaria de los recursos financieros, materiales y
sobre todo de los recursos humanos, que se
traduce en los errores que ocurren durante el
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Los costos de la calidad
Villanueva-Egan LA.
proceso de atención.4 Su alta frecuencia y magnitud se deben, en gran medida, al desinterés de
los directivos sobre los impactos que por una
parte tienen la prevención y por la otra, la mala
calidad de los servicios (los altos costos del
error humano, el tiempo perdido y otras características de la mala calidad). Los costos de la
mala calidad determinan en gran medida el nivel
de gastos de prevención que es necesario en los
programas de calidad, por lo que cuando no se
tiene un control de calidad adecuado los costos
por fallas estarán sujetos a incrementos cada
vez mayores en los costos a largo plazo y con
frecuencia serán impredecibles.5
En Estados Unidos de América, los costos
nacionales totales derivados de la atención de
eventos adversos (pérdida de ingreso, pérdida
de productividad, discapacidad y atención en
salud) se estiman entre 37.6 y 50 miles de
millones de dólares, lo que representa 4 % del
gasto total en salud, y entre 17 y 29 miles de
millones de dólares el costo de los errores médicos prevenibles que resultaron en lesión, de los
cuales los relacionados con la atención en salud
representan por lo menos el 50 %.6 Calidad y
costos no son objetivos enfrentados sino complementarios, a mayor calidad menor costo. En
contraparte, se estima que los costos de la no
calidad pueden representar alrededor 30 % del
presupuesto global en salud, incluyendo los
costos de no seguridad del paciente. Lo que
verdaderamente cuesta es trabajar sin calidad:
complicaciones, re-intervenciones, secuelas,
discapacidad y muerte evitable.2
Más allá de la información que brinda la contabilidad de costos, los directivos de los establecimientos de salud deben pensar en términos de
indicadores no financieros de la calidad: desde
los más básicos, como el tiempo de espera para
una consulta o en la programación quirúrgica, la
duración de la consulta o la calidad de la información y del trato recibido por el personal de
salud, hasta indicadores más complejos que permitan definir las condiciones de trabajo de los
profesionales de la salud, las características de
las intervenciones técnicas realizadas y establecer el diferencial entre las expectativas de
los usuarios y el tipo de servicio recibido. De
esta manera, los directivos contarán con informa-
180
mación útil que les permita identificar y eliminar
las actividades que no generan valor y producen
derroche, dado que la rentabilidad abarca algo
más que el simple costo y se requiere información adicional para gestionar los costos de las
actividades.
Es frecuente que cuando se reflexiona sobre
los altos costos generados por las malas decisiones médicas, solo se incluyan los costos directos
debido a que se pueden calcular en forma objetiva. En esta categoría se incluyen los costos de
los servicios personales, el tiempo que consumen
los reprocesos, los materiales consumidos derivados del error, transportes urgentes, aceleraciones de procesos, controles suplementarios
de calidad, entre otros. Sin embargo, estos son
ampliamente rebasados cuando se añade la
dimensión temporal de los resultados en términos de salud y economía: costos en pérdida de
cantidad y calidad de vida del usuario/a de los
servicios, costos por discapacidad, y por la
pérdida de la actividad económica.5 Por otra parte,
cuando no se corrigen las causas institucionales
de la mala calidad, la operación del establecimiento se hace errática, inestable y onerosa: los
problemas son impredecibles, cada vez más
frecuentes y más graves, la institución se desprestigia, el personal se desmotiva y el usuario
se queja o demanda. Además, la mala calidad
tiene altos costos de oportunidad debido a que
los escasos recursos disponibles se orientan a
resolver los problemas que genera, lo que conduce a la desatención de otras necesidades de
salud de la población.5
Entre las diversas razones por las que los resultados no son siempre los esperados, se encuentran
las fallas en la organización de los servicios y en
la correcta implementación de las interveciones
más costo-efectivas y de alto impacto conforme
al mejor conocimiento disponible.
La adopción acrítica por costumbre o
tradición de una serie de prácticas inútiles, inadecuadas, inapropiadas o innecesarias representa riesgos para la salud de la población
usuaria que lleva aparejados costos económicos que encarecen la práctica de la medicina
y que, en el caso del sector público, impactan negativamente las finanzas hospitalarias. El análisis
de costos ofrece otra perspectiva, además de la
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médica, la ética, la jurídica y el enfoque de derechos, por la que la realización de procedimientos médicos o quirúrgicos innecesarios debe
eliminarse. De la misma manera que se despliegan las intervenciones médico-quirúrgicas, se
incrementan los riesgos inherentes a las mismas
así como la probabilidad de que se presenten
errores con altos tributos en pérdidas financieras, más aún en contextos con deficiencias de
factores estructurales (mal estado de la infraestructura y del equipo, personal insuficiente, etc.)
o en sus procesos de atención.7 La cascada de
intervenciones y complicaciones frecuentemente
se ramifica con mucha mayor complejidad y el
resultado final puede incluir la discapacidad
grave y permanente cuando no la muerte.8 Por
lo anterior, es pertinente que los tomadores de
decisiones en el manejo de las finanzas públicas
comprendan que la inversión realizada en el
fortalecimiento de la infraestructura, cuando es
ésta la causa de raíz de los problemas de mala
calidad, es altamente rentable, debido a que los
beneficios se multiplican tantas veces como la
cantidad de posibles eventos adversos evitados.
Se debe dotar a los establecimientos de salud
de herramientas potentes y concretas para el
diagnóstico y mejora de la calidad con el objetivo de ser usadas con objetividad y rapidez por
los profesionales de la salud para solucionar los
problemas reales que ocurren en su lugar de
trabajo. Se han de implantar sistemas de gestión
que apoyen la innovación, faciliten la generación
de ideas y eliminen el miedo a la participación
espontánea, en el entendido de que todos los
profesionales de la salud pueden innovar siempre
que tengan el entorno apropiado para aprovechar
al máximo sus capacidades.
CONCLUSIONES
Sin un sistema completo de gestión de la
calidad que informe de defectos y problemas y
analice los costos financieros y no financieros,
solo se pueden perseguir los problemas más
obvios, los llamados “incendios”. Los problemas
no tan obvios permanecerán ocultos lo cual colocará en un riesgo grave a la organización porque
aun cuando generan pérdidas cuantiosas, son
periódicos, se producen cada día, y al no verse
hacen creer que se está en el camino correcto
por lo que no se aplica ninguna correcciónmejora.9 Tal como lo menciona Roger Torres
“son como la lluvia fina que parece no te moja y
terminas calado hasta los huesos por no protegerte…”. Los costos ocultos más refinados se
deben a la ignorancia.10
A los directivos de todos los niveles les debe
quedar claro que la inversión en calidad es la más
rentable, principalmente en época de crisis y
responde a un derecho de los profesionales de
la salud y de las personas usuarias de los servicios.
En este sentido, la transformación sanitaria
que nuestro país requiere se ha de realizar por
la seguridad de los pacientes y la atención integral de sus necesidades; por la satisfacción de
los profesionales vistos como personas importantes, promotoras del cambio y transformación,
TIPO DE COSTOS
Costos de la calidad
creación y control de la calidad, así
como la evaluación y retroalimentación
de cumplimiento con la calidad,
En resumen, son los costos ocasionados
para asegurar y garantizar
una calidad satisfactoria.
Costos de la mala calidad
Cualquier costo en que se incurre porque
lo producido/entregado no cumplió
con
del cliente o usuario.
Costos relacionados con la calidad
El costo de asegurar y garantizar la calidad así
como las pérdidas incurridas cuando la
calidad no se consigue.
Costo de oportunidad
El valor de la mejor opción a la que se
renuncia cuando se realiza una elección.
que se obtendría con una alternativa mejor.
r
r.
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Los costos de la calidad
Villanueva-Egan LA.
y no solo como operativos cumplidores de
funciones y ejecutores de programas, y por la
sostenibilidad del sistema de salud pública, utilizando para tal propósito no solo indicadores de
carácter financiero, pues no es suficiente ni
adecuado para los retos actuales impulsados
por un escenario global caracterizado por una
sociedad civil cada vez más informada, conocedora y exigente del cumplimiento de los derechos
humanos, incluido el derecho a la protección a la
salud y a recibir una atención de calidad.
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salud en el mundo: la financiación de los sistemas de
salud: el camino hacia la cobertura universal. Ginebra:
OMS; 2010. [acceso 2014-11-01]
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Madrid: Ediciones Díaz de Santos; 1990.
10. Torres i Graell R. El coste del trabajo bien hecho.
Vitoria 1993, Diputación Foral de Alava. 1993.
USO RACIONAL DE ANTIMICROBIANOS
Como profesional de la salud,
antes de prescribir un antibiótico
considera que debido al uso
inapropiado de antibióticos
hoy enfrentamos el riesgo global
de que muchas enfermedades
infecciosas se vuelvan intratables
e incontrolables, a causa
de la aparición y propagación
de microorganismos resistentes
a los antibióticos convencionales.
Visita www.conamed.gob.mx
para consultar las recomendaciones
completas para el uso racional de
antimicrobianos.
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Artículo de Opinión
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 183-186
El derecho de los pacientes
a recibir información
The patients rights
to receive information
Joan Carles March-Cerdà1
RESUMEN
ABSTRACT
Una exigencia cada vez más relevante de los
pacientes es recibir información clara, concreta,
adecuada a sus necesidades y que no le cree
falsas expectativas. Por ello, es una necesidad
imperiosa que los profesionales de la salud
adquiramos la competencia comunicacional para
lograr una adecuada satisfacción de ambas partes
en la relación médico-paciente.
Palabras clave: comunicación médicopaciente, satisfacción, derecho a la información.
An increasing demand by the patients is the
right to receive information that is clear, specific, appropriate to their needs and that does
not create false expectations. Because of this,
it is imperative that we, health professionals,
acquire a suitable satisfaction from both ends in
the physician-patient relationship.
Key words. Physician-patient communication,
satisfaction, right to be informed.
INTRODUCCIÓN
ción de calidad en temas de salud. Y es que un
paciente informado es un colaborador activo
en su proceso de recuperación porque es más
responsable con su enfermedad y tratamiento,
lo que permite reducir los costes en visitas a
urgencias, a consultas externas, en cumplimiento
terapéutico.
En este entorno, los/as ciudadanos/as piden
a los servicios de salud una calidad “10”, que se
basa en:
El derecho de los pacientes a recibir información sobre su salud está cada día más en boga
en la ciudadanía y también, en los profesionales
por su interés de algunos profesionales sanitarios por compartir la responsabilidad de las
decisiones tomadas.
Asimismo, existe un incipiente movimiento
ciudadano y asociativo que reclama una informa-
1
Escuela Andaluza de Salud Pública. Granada, España.
Folio 270/2014 - Artículo recibido: 26-05-2014 Artículo aceptado: 27/06/2014
Correspondencia: Dr. Joan Carles March Cerdà. Profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública. 18080
Cuesta del Observatorio 4, Campus Universitario de Cartuja, Granada, España. Correo electrónico:
[email protected].
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1. Mejorar la accesibilidad: buscar soluciones innovadoras para el acceso no urgente.
2. Mantener y asegurar en el tiempo la competencia
técnica de los profesionales que les atienden.
3. Conseguir que la competencia relacional alcance
los niveles que tiene la competencia técnica:
más empatía, más escucha, mejor comunicación.
4. Que los centros y sus profesionales estén mejor
coordinados y organizados.
5. Garantizar la Seguridad de la atención sanitaria.
6. Más reconocimiento y apoyo al papel de los
familiares en el cuidado.
7. Seguir invirtiendo en modernidad y confort.
8. Descubrir soluciones para enfermedades hoy sin
solución: Apoyo a la investigación.
9. Disponer de la información necesaria (comprensible y útil).
10. Poder participar en las decisiones que les afectan.
Por tanto, poder participar en las decisiones que
les afectan, conseguir que la competencia relacional alcance los niveles que tiene la competencia técnica (más empatía, más escucha,
mejor comunicación), disponer de la información necesaria (comprensible y útil), que los
centros y sus profesionales estén mejor coordinados son claves para una mejora de la información que reciben los pacientes.
El ejercicio del derecho a la información por
parte de los pacientes se basa en un triple
marco fundamental:
1. Psicológico: la cantidad y la calidad de la información facilitada a los enfermos reduce su angustia,
consiguiendo una mejor y más rápida recuperación.
2. Normativo y legal: este derecho a la información
es recogido por la legislación de la mayoría de
los países, y
3. Ético: los códigos deontológicos de la profesión
médica reconocen el derecho a la información
de los pacientes.
¿Cómo debe ser esa información?:
El paciente debe recibir una información:
•
•
•
•
184
clara
concreta
adecuada a sus necesidades y
que no le cree falsas expectativas.
Investigaciones acerca de la satisfacción con la
información recibida, señalan que aproximadamente la mitad de los pacientes se sienten insatisfechos con la información que se les ha dado;
otros pacientes, además de la insatisfacción con
la información recibida, señalan que querrían disponer de más tiempo para hablar con su médico.
La información precisa, suficiente y comprensible es determinante de una mayor satisfacción, mientras que la carencia de estas cualidades se considera un obstáculo para que los
pacientes traten abiertamente sus problemas.
En este marco, la información proporcionada al
usuario se configura como un elemento clave,
siendo uno de los aspectos de los servicios sanitarios que más expectativas genera en los pacientes. De hecho, la mayoría de las reclamaciones
presentadas al defensor del paciente en España
están relacionadas con la información, la comunicación y la documentación clínica.
Las necesidades de información están
presentes a lo largo de todo el proceso de la
enfermedad, van redefiniéndose y variando en
las distintas etapas. De hecho, la búsqueda de
información se produce:
1. Desde que aparecen los primeros síntomas de
sospecha.
2. Durante la etapa de diagnóstico y de selección
de los tratamientos, los pacientes buscan información específica sobre su diagnóstico y el pronóstico.
3. En la etapa de establecer el plan de tratamiento,
sentir la necesidad de conocer las diferentes opciones terapéuticas, su efectividad y los posibles
efectos secundarios.
4. Tras finalizar los tratamientos, se interesan más por
efectos sobre la calidad de vida y la supervivencia.
La principal fuente de información de los
pacientes son los propios profesionales sanitarios y dentro de ellos, los médicos, aunque
utilizan otras fuentes complementarias:
• Internet: destaca como herramienta informativa,
aunque lo habitual es que se combine con otras
fuentes.
• otros profesionales sanitarios de su red social
• consulta de libros y revistas especializados o de
divulgación,
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El derecho a recibir información
March-Cerdà JC.
• grupos de ayuda mutua o asociaciones de pacientes
• interacción con conocidos diagnosticados de la
misma enfermedad y
• actividades formativas.
En un estudio reciente realizado por @redpacientes
donde la frecuencia de pacientes participantes por
padecimiento es: con esclerosis múltiple -16.84 %-,
artritis reumatoide -13.33 %-, fibromialgia -12.98 %-,
espondilitis anquilosante -10.88 %-, lupus -7,02 %,
miastenia gravis -4.04 %-, encontramos que los
pacientes preguntan sus dudas a profesionales
sanitarios, siendo el médico especialista, la figura
a la que más recurren para resolver preguntas
sobre su enfermedad (88.5 %), seguido del médico/a de cabecera con un 49.51 %, psicólogo/a:
18.52 %, fisioterapeuta 17.15 %, enfermero/a
10.53 %, el farmacéutico/a 6.24 % y otros 9.16 %.
Las características de la información que dan
otros pacientes la califican como Normal, en 39.30 %
y Fiable o Muy fiable en 36.14 %.
Sobre ¿A través de qué fuentes se mantienen informados sobre su enfermedad?, se
observa que internet es la fuente más utilizada
para mantenerse informado sobre salud (82.11 %),
seguido de preguntas al especialista (72.22 %) y
de preguntas a otros pacientes (42.46 %).
Sin embargo, en cuanto a la fiabilidad, la
información ofrecida por el especialista, seguida de la trasladada por las asociaciones de
pacientes y la aportada por otros pacientes
destacan como las fuentes más fiables.
Y es que la incorporación tecnológica a la
salud y la asistencia sanitaria es una realidad en
España (el porcentaje de personas que buscan
información sobre salud ha pasado del 19 % en
el año 2003 al 56.95 en 2011) y además es muy
bien recibida por la ciudadanía, ya que para el
80.6 % de los españoles, gracias al uso del ordenador en la atención sanitaria, existe una mayor
sensación de seguridad y control, aunque también genera distancia entre los dos actores de la
atención sanitaria.
En este entorno, vemos que el 65.4 % de los
internautas busca información sobre salud bien
antes o después de acudir a una cita médica
aunque según los pacientes, esta búsqueda no
afecta a la relación con su médico en un 75.9 %,
incluso para el 16.1 % incluso mejora la comunicación con sus profesionales sanitarios. Además,
el 72.8 % de las ocasiones desearía que el profesional de la salud recomendase recursos en Internet
en los que se pudieran consultar temas relacionados con su problema de salud.
Junto a estos datos encontramos que el 12.8 % dice
que utilizan las redes sociales para temas relacionados con la salud. Las más utilizadas son:
•
•
•
•
Wikipedia, la más fiable, con 72 %
Facebook, 35.1 %
Youtube, 30.8 % y
Twitter 13.3 %)
Y el 36.6 % de los usuarios de redes sociales
deposita bastante o mucha confianza en éstas
como fuente de información sanitaria, sirviendo
principalmente para aclarar dudas (38.9 %), por
interés general para temas de salud (36 %) o
para conocer e intercambiar experiencias (26.1 %).
Respecto al uso por el médico de las nuevas
vías de comunicación. El 95.4 % de los ciudadanos
confirma que su médico utiliza el ordenador
durante la consulta. El 72.8 % de las ocasiones se
desearía que el facultativo recomendase recursos
en Internet en los que se pudieran consultar
temas relacionados con su problema de salud.
Además el paciente apoyaría la idea de que el
médico tenga un blog o web con información y
consejos de salud (71.9 %) (principalmente lo
opinan los menores de 35 años). En el 80.6 % de
los casos, los ciudadanos piensan que el uso del
ordenador en la consulta contribuye a aportar
mayor seguridad y control, ya que todo queda
registrado con orden y claridad.
Y como conclusión, 8 CONSEJOS para pacientes que buscan información en internet:
1. Revisar la información que encuentre en Internet:
Revisar varios sitios para asegurarse de que todos
dan la misma información o similar. Si todavía
tiene dudas, envíe una pregunta a un foro de
discusión o un correo electrónico a un profesional de la salud.
2. Si se trata de una enfermedad grave, considerar
unirse a un grupo de apoyo en línea donde
compartir inquietudes y preocupaciones, basado
en la confianza y el interés mutuo.
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3. Utilizar Internet para obtener referencias de
los médicos que necesita: Se pueden usar
blogs dedicados a enfermedades específicas
para encontrar consejos o comunicarse directamente con los principales especialistas e investigadores por correo electrónico.
4. Utilizar Internet para complementar las
visitas al médico, no para reemplazarlas. No
siempre es fácil de interpretar lo que encuentre.
Un debate franco y abierto con sus médicos
puede ayudar a aclarar algunas de sus dudas y
le ayudará a confirmar o reconsiderar algunas
de sus conclusiones provisionales. El mejor ejemplo
es que médicos y pacientes trabajen juntos.
5. Utilizar Internet para ayudar a evaluar la
información que recibe del médico: Si tiene
dudas, pregunte a otros pacientes on line o a un
grupo de apoyo virtual para revisar el tratamiento que ha recibido.
6. Decir a su médico lo que ha encontrado en
Internet: Utilizar el aumento de los conocimientos
para convertirse en un paciente más asertivo,
expresando sus sentimientos y sus puntos de
vista honesta y abiertamente, mientras muestre
respeto por su profesional médico. Cuanto mejor
comunique sus necesidades, su médico será más
capaz de responder a ellas.
7. Dejar que su médico vea sus búsquedas y valore
su utilidad para su cuidado: Si ha encontrado
un artículo de revisión en una revista médica,
deje a su médico una copia.
8. Si algunos médicos no están muy dispuestos
a convertirse en médicos amigos de internet,
tratar de entenderles: Muchos médicos se
sienten tan abrumados por las responsabilidades clínicas, las demandas de papeleo, y sus
propias preocupaciones que puede ser difícil
para ellos ver el beneficio de pasar más tiempo
con los pacientes, que intercambien correos
electrónicos o discutan la información que han
encontrado en internet.
De todas formas, la información es necesaria,
pero no suficiente. Es importante hacer partícipe
a los pacientes en el proceso médico/a-paciente,
enfermera/o-paciente para avanzar en que lograr
el éxito en la mejora de la salud y calidad de
vida, ya que la adherencia de los pacientes a un
tratamiento o un consejo depende de que se sienta
participe en la toma de decisiones, porque un
paciente toma una medicación o sigue un consejo
porque quiere.
CONOZCA SUS DERECHOS COMO TRABAJADOR(A) DE LA SALUD
• Ejercer la profesión en forma libre, sin presiones y
en igualdad de condiciones interprofesionales.
• Laborar en instalaciones apropiadas y seguras, que
garanticen la seguridad e integridad personal y
profesional.
• Contar con los recursos necesarios para el óptimo
desempeño de sus funciones.
• Abstenerse de garantizar resultados y proporcionar
información que sobrepase su competencia profesional y laboral.
• Recibir trato digno y respetuoso por parte de
pacientes y sus familiares, así como del personal
relacionado con su trabajo, independientemente
del nivel jerárquico.
186
• Tener acceso a la actualización profesional en
igualdad de oportunidades para su desarrollo personal y a actividades de investigación y docencia de
acuerdo con su profesión y competencias.
• Asociarse libremente para promover sus intereses
profesionales.
• Salvaguardar su prestigio e intereses profesionales.
• Tener acceso a posiciones de toma de decisión de
acuerdo con sus competencias.
• Recibir de forma oportuna y completa la remuneración que corresponda por los servicios prestados.
www.conamed.gob.mx
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Artículo Especial
Rev CONAMED 2014; 19 (4): 187-191
CONAMED Journal Club:
¿Qué es y para qué sirve?
CONAMED Journal Club:
what is it and what is it for?
Carlos A. Andrade-Castellanos1,2, Luis E. Colunga-Lozano1,
Netzahualpilli Delgado-Figueroa1, Daniel A. González-Padilla1
“La madre del conocimiento es la ciencia; la opinión genera ignorancia.”
Hipócrates
RESUMEN
ABSTRACT
La práctica de la medicina basada en evidencia
implica el uso de la experiencia clínica personal y la
mejor evidencia científica disponible en consenso
con el paciente, para decidir cuál será la opción
más satisfactoria para su atención.
La atención sanitaria basada en la evidencia debe
ser centrada en el paciente y apoyada en la investigación de eficacia comparativa y de efectividad.
El objetivo de una publicación Journal Club, es
informar a los médicos acerca de los avances más
importantes en la investigación clínica, cuyos resultados tengan la máxima probabilidad de ser verdaderos y aplicables a la práctica médica cotidiana.
Palabras clave: Calidad de la Atención de Salud;
Evaluación de Eficacia-Efectividad de Intervenciones; Medicina Basada en Evidencia.
Evidence-based practice is the thoughtful integration of the best available evidence coupled
with clinical expertise and patient values.
Evidence-based health care is a patient- centered endeavor that rest on comparative
efficacy and effectiveness studies.
A published Journal Club provides synoptic
summaries and expert commentaries on recent
and relevant medical advances published in
biomedical journals. Our aim is to bring the best
evidence from clinical and health care research
to the bedside, clinic, and to the community.
Keywords. Evaluation of the Efficacy- Effec
tiveness of Interventions; Evidence-Based Medicine; Quality of Health Care.
Grupo Asociado Mexicano de la Red Cochrane Iberoamericana “Hospital Civil de Guadalajara Dr. Juan I.
Menchaca”
1
Folio 301/2014 - Artículo Recibido: 20-10-2014 Artículo aceptado: 30/10/2014
Correspondencia: Dr. Carlos A. Andrade-Castellanos. Servicio de Urgencias Adultos, Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca”. Salvador Quevedo y Zubieta 750 C.P. 44340, Guadalajara, Jalisco, México.
Correo electrónico: [email protected].
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La medicina basada en evidencia (MBE) ha sido
definida como el uso consciente, explícito y prudente de la mejor evidencia disponible para la
toma de decisiones acerca de la atención médica
de los pacientes.1 La práctica de la MBE implica
el uso de la experiencia clínica personal y la mejor
evidencia científica disponible en consenso con
el paciente (sus valores, preferencias y contexto
clínico), con el objetivo de poder decidir cuál será
la opción más satisfactoria para su atención.
Así, se puede decir que la “tríada” de la MBE está
compuesta de la evidencia, la experiencia y el
paciente.2
La atención sanitaria basada en la evidencia
debe ser centrada en el paciente y apoyada en
la investigación de eficacia comparativa y de
efectividad.3
La investigación de eficacia se realiza para
determinar si una intervención funciona o no
cuando se compara con un placebo u otro tratamiento en condiciones ideales o “idealizadas”.
Lo anterior, en el contexto de una investigación
clínica metodológicamente rigurosa, con un análisis estadístico apropiado y por ende con inferencias válidas. Si dicha investigación demuestra
que la intervención funciona, su eficacia quedará
probada en el contexto estudiado y por ende
los resultados podrán ser reproducibles si se
realiza la misma metodología una y otra vez,
esto es; validez interna.
La efectividad se ocupa de implementar los
hallazgos eficaces a la complejidad de la práctica clínica. La efectividad trata de generalizar
dichos hallazgos a todos los pacientes con una
condición clínica similar, en comparación con los
hallazgos encontrados en una muestra al azar
de los estudios de eficacia, es decir, se busca la
validez externa. Así, la investigación de efectividad podría definirse como la generación y la síntesis de la evidencia que compara los riesgos,
beneficios y costos de las intervenciones con el
propósito de mejorar la toma de decisiones por
parte de los médicos, pacientes y gestores de
recursos a nivel individual y poblacional.3
El objetivo primordial de la MBE es que la actividad médica cotidiana se fundamente sobre bases
científicas sólidas provenientes de estudios clínicos de la mejor calidad metodológica.
188
Se ha dicho que la medicina es una ciencia de
probabilidades y un arte de manejar la incertidumbre. En este sentido, la MBE permite disminuir la incertidumbre, los prejuicios, las corazonadas y las adivinanzas4 proveyendo así, ciencia
al arte de la medicina.
¿Qué es un Journal Club?
Un Journal Club en el sentido estricto de la palabra, es un grupo de profesionales que se reúnen
con regularidad para discutir de manera crítica
la aplicabilidad clínica y la metodología de
artículos biomédicos publicados recientemente
en la literatura científica internacional.
¿Para qué sirve?
El objetivo de una publicación tipo Journal Club
o de vigilancia, es informar a los médicos acerca
de los avances más importantes en la investigación clínica, cuyos resultados tengan la máxima
probabilidad de ser verdaderos (eficaces) y aplicables a la práctica médica cotidiana (efectivos). Para ello, se seleccionan artículos publicados en revistas biomédicas y se presentan en un
formato de resumen estructurado, seguido de
un comentario crítico realizado por expertos en
la materia. El ejemplo más claro, es lo que
realiza el Dr. Brian Haynes desde hace varios
años en el ACP Journal Club que se publica en
Annals of Internal Medicine una vez al mes.5
La finalidad de esta nueva sección
(CONAMED Journal Club) es poner al día a los
prestadores de servicios de salud en relación a
la investigación clínica más relevante con la
ayuda de los principios de la MBE. Esto, con el
propósito de ayudar a los profesionales y a las
instituciones de salud a reflexionar críticamente sobre su desempeño, y a incorporar
formas de intervención que ayuden a disminuir
costos y a incrementar los niveles de efectividad y eficiencia.
Consideramos que CONAMED Journal Club
favorecerá un avance y un mejor entendimiento
de las intervenciones en salud con el potencial
para evitar el error médico y aumentar la
calidad de la atención en salud.
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CONAMED Journal Club: Qué es y para qué sirve
Andrade-Castellanos CA.
Glosario CONAMED Journal Club
Número Necesario a Tratar (NNT): El NNT es una
medida absoluta del efecto terapéutico de una intervención, el cual representa el número de pacientes que
necesitamos tratar para prevenir 1 mal desenlace en
relación a la duración del tratamiento (p.ej., necesitamos tratar a 44 personas con aspirina durante un año
para evitar 1 infarto agudo al miocardio).
Riesgo Relativo (RR): El RR es una medida relativa
sobre la utilidad de una intervención u observación,
la cual nos habla del riesgo de que un evento ocurra
en el grupo intervención en relación al grupo control.
Un RR de 1 significa que no hay diferencia entre los
dos grupos (no hay efecto). Un RR <1 significa la
intervención disminuye el riesgo del desenlace (p.ej.,
la muerte). Un RR >1 significa que la intervención
aumento el riesgo del desenlace.
Odds ratio (OR): El OR o razón de momios es una
medida relativa de proporción de probabilidad de un
evento (relación de 2 Odds). El Odds, no es más que
la probabilidad de que un evento suceda en relación
a que no suceda. Este es un concepto más fácil de
entender para un apostador (p.ej., la probabilidad de
ganar el premio mayor de la lotería que asciende a
10 millones de pesos es de 1 en 4 millones) Al igual
que con el RR, un OR de 1 significa que no hay diferencia entre los dos grupos (no hay efecto). Un OR
<1 significa que la intervención disminuye las probabilidades de desenlace (p. ej., la muerte). Un OR
>1 significa que la intervención aumenta las probabilidades del desenlace.
Hazard Ratio (HR): El HR es la diferencia entre dos
curvas de supervivencia: la reducción del riesgo de
muerte del grupo tratamiento, comparado con el grupo
control, durante el tiempo de seguimiento. La lectura
de un OR, un RR y un HR es idéntica.
Intervalo de confianza (IC) y valor de probabilidad
(P): El IC es una medida de la precisión de los resultados
de un estudio con la finalidad de establecer inferencias
sobre la población general. En medicina, se utiliza un
intervalo de confianza de 95 %, debido a que sólo es
posible aceptar como máximo un 5 % de error en las
afirmaciones (P ≤ 0.05). Así, cuando se obtiene un
valor de “P” mayor a un 5 % del error esperado, se
cae en la zona de la especulación, es decir, donde los
resultados probablemente se deban a un efecto
de azar y no a la presencia de diferencia estadísticamente significativa.
El riesgo verdadero del desenlace en la población es
desconocido y lo mejor que se puede hacer es estimar
el verdadero riesgo en base a la muestra de pacientes
en el estudio. Este estimador se denomina estimador
puntual. Podemos evaluar qué tan cerca está dicho
estimador al valor real observado el IC. Si el IC es bastante estrecho entonces podemos estar seguros que
nuestro estimador puntual es un reflejo preciso del
valor poblacional. Por otro lado, un IC excesivamente
amplio, no dará información valiosa ya que habla de
la poca precisión del estimador sobre el valor poblacional real.
El IC también nos da información sobre la significancia estadística del resultado. Si el intervalo de
confianza incluye el valor correspondiente a no hay
efecto (el 1) entonces los resultados no son estadísticamente significativos.
Estadístico I2: Diferencias en el diseño del estudio y
en las características de la población, pueden llevar a
resultados muy diferentes y comprometer los resultados. La I2 indica la proporción de la variación entre
estudios respecto de la variación total, es decir la
proporción de la variación total que es atribuible a la
heterogeneidad. Una guía aproximada para su interpretación es: 0 % al 40 %: pudiera no ser importante.
30 % al 60 %: puede representar heterogeneidad
moderada. 50 % a 90%: puede representar heterogeneidad significativa, 75 % al 100 %: heterogeneidad considerable.
Ciego o enmascaramiento (blind): En la mayoría de
la ocasiones vemos la leyenda “double-blind”, ésto
sin embargo no nos dice mucho. Lo ideal es que se
especifique quien fue cegado; los participantes, el
personal o los evaluadores de los datos. El conocer
qué intervención ha sido aplicada puede generar
sesgos. El paciente o el médico pueden tomar actitudes diferentes si saben que recibieron la intervención
en lugar de un placebo; el médico inconscientemente
puede otorgarle más cuidados a este paciente y menos
al que no recibió nada.
Ensayos clínicos: El ensayo clínico aleatorizado es un
estudio que intenta comparar el efecto y el valor de
una o más intervenciones, versus un control, en
seres humanos con una condición médica. En la práctica médica actual, un ensayo clínico controlado de
una terapéutica contra otra, o contra un placebo, es
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la norma aceptada por la cual se juzga la utilidad de
un tratamiento.
Los ensayos clínicos en general pueden ser; de
eficacia, de efectividad, de equivalencia, de grupos
paralelos (1 vs 1), de diseño factorial (1, 2 o 3 vs 1),
cruzados (primero la intervención X y luego la Y en
vez de compararlos), de grupos fijos pre-especificados, de grupos variables, uni-céntrico o multicéntricos,
abiertos (sin enmascaramiento), con enmascaramiento (placebo con la misma apariencia que el tratamiento), doble simulación etc.
Asignación: La asignación al tratamiento debe ser
aleatoria para no poder prever la asignación a cada
grupo (oculta). Cuando la ocultación es con sobres
cerrados, puede haber casos en los que algún miembro de la investigación coloca dichos sobres a contraluz para ver el código de la asignación cuando estos
sobres no son opacos. Lo ideal es la asignación central
o la asignación por otro departamento (p.ej., la farmacia hospitalaria).
Seguimiento: el periodo de seguimiento es importante para valorar desenlaces y probabilidad de
contar con números completos (son más probables las
deserciones, el mal apego al manejo, etc. con seguimientos demasiado largos). Las pérdidas durante el
seguimiento deberían ser mínimas, de preferencia
menos del 20 %. Los pacientes deberían ser analizados en el grupo al que fueron asignados, lo cual se
denomina “análisis por intención a tratar”.
Desenlace: es el beneficio que se espera obtener con
la intervención (hipótesis de la investigación). Generalmente se dividen en primarios, y secundarios.
Deben ser bien definidos y como se esperan medir.
Deben utilizarse medidas de resultado de seguridad
para evaluar los posibles efectos adversos con la
terapia a investigar.
La investigación clínica debe ser diseñada alrededor de las necesidades de los pacientes y no solo para
responder la curiosidad científica. Así, los desenlaces
que se deben medir, deben ser aquellos importantes
para el paciente, expresados como las 5 Ds: Death
(muerte), Disease (enfermedad), Discomfort (molestia), Disability (discapacidad) y Dissatisfaction (insatisfacción). Otros desenlaces subrogados o sustitutos
(variables bioquímicas o hemodinámicas) son poco
relevantes para los pacientes.
190
Revisión sistemática: Una revisión sistemática es la
búsqueda y evaluación cualitativa de los estudios
primarios (ensayos clínicos) mediante métodos explícitos y reproducibles, que pueden o no ser sometidos
a una síntesis cuantitativa (meta-análisis) de los
resultados que dan respuesta a una misma hipótesis.
El objetivo de un meta-análisis, radica en combinar
estadísticamente los datos de un amplio número de
estudios relacionados con una misma temática y
aportar resultados globales que los integren. En base
a lo anterior, se considera que una revisión sistemática con meta-análisis es la mejor evidencia disponible.
Búsquedas para revisiones sistemáticas: ¿Se realizó una búsqueda exhaustiva de todos los estudios
relevantes? Como mínimo debería incluirse una búsqueda en MEDLINE, EMBASE y Cochrane Central
Register of Controlled Trials, e idealmente registros
de ensayos clínicos, referencias de estudios y
contactar expertos sobre estudios no publicados
(literatura gris). La búsqueda no se debería limitar al
idioma inglés (es más probable que los resultados no
favorables de los ensayos clínicos se publiquen en
revistas locales y por ende en el idioma nativo).
Calidad de los estudios: Debe evaluarse la calidad
de los estudios con criterios predeterminados. La Herramienta de la Colaboración Cochrane es la ideal
para evaluar riesgo de sesgos;
• Generación de la secuencia de aleatorización:
utilizando un componente aleatorio en el proceso de la generación de la secuencia de asignación
a cada paciente (tabla de números aleatorios, generador de números por computadora).
• Ocultamiento de la asignación: método utilizado
para ocultar la secuencia de aleatorización (lo
ideal es la asignación central en donde no se puede
prever la asignación a cada grupo).
• Cegamiento de pacientes, personal y evaluadores:
asegurar que ninguno de estos sujetos tuvo conocimiento de que intervención recibió cada paciente.
• Datos de resultados incompletos: describir abandonos, pérdidas y exclusiones de pacientes (compleción de datos).
• Notificación selectiva de los resultados: protocolo disponible y se especifican todos los resultados
del estudio.
• Otras fuentes de sesgo: Aquí entra la participación de la industria farmacéutica, bien dice el
dicho, “nadie vende malo”.
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CONAMED Journal Club: Qué es y para qué sirve
Andrade-Castellanos CA.
Validez interna y validez externa: Cuando se hacen
inferencias sobre una población a partir de las observaciones de una muestra, se plantean dos preguntas
fundamentales ¿Son correctas las conclusiones de la
investigación para los individuos de la muestra? ¿Representa la muestra estudiada a la población de interés?
La validez interna es el grado en que los resultados de
un estudio son correctos para la muestra de pacientes
que están siendo estudiados, mientras que la validez
externa es el grado en que los resultados de una observación continúan siendo ciertos en otros contextos.
REFERENCIAS
1. Sackett DL, Haynes RB, Guyatt GH. Clinical Epidemiology. A
2.
3.
4.
5.
basic science for clinical medicine. 2a ed. Boston: Little, Brown
and Company, 1991.
Prasad K. Fundamentals of Evidence-Based Medicine. Springer
India. 2a ed, 2014.
Chiappelli F. Fundamentals of Evidence-Based Health Care and
Translational Science. Springer-Verlag, 2014.
Harden RM. Best evidence medical education: the simple truth.
Med Teach. 2000;22:117-9.
Haynes RB. The origins and aspirations of ACP Journal Club.
ACP J Club 1991;114(1):A18-19.
COMUNICACIONES BREVES
22º Coloquio Cochrane “Salud pública informada por la evidencia: oportunidades y retos”
22nd Cochrane Colloquium “Evidence-informed public health: opportunities and challenges”
Giordano Pérez Gaxiola1
RESUMEN
Reseña del 22º Coloquio Cochrane, desarrollado en
Hyderabad, India, con el tema “Salud pública informada por la evidencia: oportunidades y retos”.
ABSTRACT
Review of the 22nd Cochrane Colloquium, held in
Hyderabad, India, with the theme “Evidence-informed
public health: opportunities and challenges”.
La Colaboración Cochrane es una organización internacional sin fines de lucro que promueve la toma de
decisiones en salud basadas en la mejor evidencia, mediante la producción de revisiones sistemáticas de alta
calidad, pertinencia y accesibilidad. Es decir, recopila
las mejores pruebas sobre las intervenciones en salud.
Desde su fundación, representa la reunión de trabajo
periódica más importante de la colaboración. Algo que
distingue a este coloquio de otros congresos médicos
además de conferencias magistrales o plenarias, su
enfoque principal está en reuniones de trabajo, talleres, presentaciones orales y presentaciones en póster.
Las sesiones plenarias incluyeron 4 ponentes con
preguntas a manera de mesa redonda al final. En una
de las plenarias el Dr. Gabriel Rada, creador del buscador Epistemonikos (epistemonikos.org) y coordinador
de la Red Regional del Cono Sur, parte de la Red
Cochrane Iberoamericana a la cual pertenece México,
presentó la experiencia de la Pontificia Universidad
Católica de Chile como modelo para desarrollar recursos humanos generadores de evidencia, establecer
metas y alcanzarlas de manera sostenida.
En cerca de 80 talleres, durante los 5 días del coloquio se revisaron tópicos básicos para realizar una
sistemática, temas avanzados sobre búsqueda bibliográfica, metaanálisis de estudios diagnósticos y
observacionales, estrategias para diseminación de la
información, tips de redacción de revisiones, priorización de preguntas sanitarias, entre muchos otros.
Dentro de las presentaciones orales, representando
el Centro Colaborador Cochrane del Hospital Pediátrico de Sinaloa “Dr. Rigoberto Aguilar Pico” y a
Cochrane México, tuvimos la oportunidad de participar con el trabajo “Online filter bubbles and confirmation bias in health care: narrative of a vaccine skeptic”,
el cual destaca el impacto de las redes sociales en la
salud pública en el contexto de la vacunación.
Finalmente, las reuniones de trabajo de grupos
revisores, ámbitos Cochrane, grupos de consumidores
y directores de centros y redes, se realizaron durante
todo el coloquio. La reunión de la Red Cochrane
Iberoamericana se realizó el día 23 de septiembre.
El próximo Coloquio Cochrane se realizará del 3-7
de octubre del 2015 en la ciudad de Vienna, Austria.
Las novedades de la Colaboración Cochrane y las
actividades de la Red Cochrane Mexicana pueden
consultarse en la página cochrane.mx.
1
Centro Cochrane México.
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191
REVISTA CONAMED
INSTRUCCIONES BREVES PARA LOS AUTORES
Secciones de la Revista Conamed:
La Revista CONAMED es la publicación oficial de la Comisión Nacional
de Arbitraje Médico. Se publica con una perioricidad trimestral.
Publica artículos en idiomas español e inglés, que favorezcan un mejor
entendimiento de la Medicina, Enfermería, Derecho y profesiones
afines, para la prevención y atención del conflicto derivado del acto
médico: seguridad del paciente, calidad de la atención médica, ética
profesional, formación de profesionales de la salud y el derecho,
error médico y su prevención, así cómo temas relacionados con los
medios alternos de solución de conflictos, derechos humanos y
otros afines al acto médico.
Los textos propuestos a la Revista deberán cumplir con los lineamientos establecidos en las instrucciones para Autores, cuya versión detallada se encuentra disponible en:
www.conamed.gob.mx/publicaciones/pdf/instrucciones.pdf.
Serán sometidos al proceso doble ciego de revisión por pares y a la
aprobación del Consejo y Comité Editoriales, que evaluarán el
contenido de cada material, dictaminarán en un período no mayor
a 45 días y se notificará al autor de contacto sobre el resultado de
dicho dictamen.
Los artículos deberán incluir una página inicial, la cual consta de:
• Título en español e inglés con una extensión máxima de 15
palabras; título en español corto, no mayor a 7 palabras.
• Nombre del autor(es) y cargos institucionales.
• Nombre, adscripción, teléfono, dirección postal y correo electrónico
del autor responsable de la correspondencia (Autor de contacto).
• Las fuentes de financiamiento de la investigación y los posibles
conflictos de interés de los autores, cuando aplique;
• Palabras clave en español e inglés. Para ello se recomienda emplear
los términos de la versión más reciente del Medical Subject
Headings del Index Medicus.
• Las referencias bibliográficas deben cumplir los Requisitos
Uniformes para Manuscritos enviados a las Revistas Biomédicas
(Comité Internacional de Editores de revistas Médicas). Cuadro 1.
Editorial, Artículos Originales, Artículos de Revisión, Artículos de
Opinión, Cartas al Editor, Caso CONAMED, Recomendaciones,
Journal Club CONAMED, Comunicaciones Breves, Artículos
Especiales.
Presentación y entrega del manuscrito, cuadros y figuras.
Los trabajos remitidos deberán ser mecanografiados con el procesador de textos Word, a uno y medio espacios (uno y medio
renglón) en todo su contenido (incluyendo página inicial, resúmenes, texto, referencias, cuadros y pies de figuras), en tamaño
carta, con márgenes de 3 cms. Las páginas deberán numerarse
consecutivamente. Los trabajos deberán enviarse en formato
digital, por vía correo electrónico. Los cuadros y figuras deberán
enviarse en archivos separados del texto, en los formatos
originales en que se crearon (Word™, Excel™, Powerpoint™,
Photoshop™, Illustrator™, etc.) y cumplir las especificaciones de
las Instituciones para Autores, disponibles en el sitio web de
Revista CONAMED.
Los trabajos deberán enviarse a:
Revista CONAMED
Mitla 250, esq. Eje 5 Sur (Eugenia), piso 8.
Col. Vértiz Narvarte, delgación Benito Juárez
C.P. 03020 México, D.F.
Tels: (55) 5420-7143, (55) 5420-7106,
(55) 5420-7032 ó (55) 5420-7103.
Fax: (55) 5420-7109.
[email protected]
Cuadro 1. Ejemplos de referencias en “formato Vancouver” (ICMJE 2013).
Tipo de Publicación
Ejemplo
Revistas
Meljem-Moctezuma J, Hernández-Valdès B, García-Saisó S, Narro-Lobo JR, Fajardo-Dolci G. La Queja Médica y los Sistemas
de Salud. Rev CONAMED. 2010 Oct-Dic; 15(4): 181-7.
Revistas, más de 6
autores
Rivera-Hernández ME, Rosales-Delgado F, Aguirre-Gas HG, Campos-Castolo EM, Tena-Tamayo C et al. Recomendaciones
específicas para el manejo del síndrome doloroso abdominal en los servicios de urgencias. Rev CONAMED 2007 Jul-Sep; 12: 4-23
Revistas, volúmen con
suplemento
Pérez-Castro y Vázquez JA, Castillo-Vázquez CM, Domínguez-De la Peña MA, Jiménez-Díaz IB, Rueda-rodríguez A,
Villanueva-Egan LA. Análisis de 129 casos de mortalidad materna 2011 en la CONAMED. Rev CONAMED. 2012; 17 Supl: 32-6.
Libros
Luna-Ballina M. Los diez principios básicos de las relaciones interpersonales en la atención médica. México: CONAMED; 2008. 187 p.
Capítulos de libros
García-Torres LM, Martínez-López S. Comunicación educativa: enfoques. En: Tena Tamayo C, Hernández Orozco F. La
comunicación humana en la relación médico-paciente. 2ª ed. México: Prado; 2007. p. 257-272
Documentos con
formato electrónico
Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Acuerdo que establece el Comité Editorial de la CONAMED. [Internet]; 2012
[acceso 2013-mar-01] Dsiponible en: http://www.conamed.gob.mx/conocenos/pdf/acuerdo_comite_ editorial_conamed.pdf
Página web
académica
Instituto de Investigaciones Epidemiológicas. Seguridad del paciente y error en medicina. [Internet] Buenos Aires:
Academia Nacional de Medicina; 2001 [acceso 2010-ago-30]. Disponible en http://www.errorenmedicina.anm.edu.ar/.
Blogs académicos
Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Conamed Contigo: Herramientas para el cuidado prenatal seguro [Internet].
México: CONAMED; 2013-01-28 [acceso 2013-feb-28]. Disponible en:
http://www.conamedcontigo.blogspot.mx/p/herramientas-para-el-cuidado.prenatal.html.
Normas y leyes
(Dos ejemplos)
a) Impresa: Norma Oficial Mexicana NOM-168-SSA2-Del Expediente Clínico. México: Diario Oficial de la Federación; 30-09-1999.
b) Electrónica: Secretaría de Salud. Ley General de Salud. México: Diario Oficial de la Federación; 7-02-1984. Texto
vigente. Últimas reformas publicadas en México: Diario Oficial de la Federación; publicado 1984-02-07; actualizado
2013-04-08. [acceso 2013-mar-02] Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/142.pdf.
i
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