Download Dolor postoperatorio

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
V CONGRESO DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADELDOLOR
Dolor postoperatorio
N.° 16
CONTROLY EVOLUCIÓN DELDOLOR
POSTOPERATORIO EN URP
Rodríguez MR, Casielles JL, Marqués J, Sánchez MJ, De las
Mulas Béjar M
Departamento de Anestesiología y Reanimación.
Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla
Introducción. En 1998, la prevalencia del dolor postoperatorio en nuestro hospital era del 86,25% de los pacientes, por lo
que decidimos tras analizar las posibles causas, establecer pautas comunes para minimizar el dolor y mejorar la calidad asistencial postoperatoria.
Métodos. Infusión continua i.v.: tramadol 6 mg/kg/24 h
mantenida al menos 72 h o analgesia epidural con una solución analgésica de ropivacaína 0,1% + fentanilo 1 mg/ml a
un ritmo de infusión de 5–10 ml/h. Registrándose: constantes, grado de dolor, y complicaciones al ingreso, 15’, 2, 4, 24
y 48 h.
Resultados. Se estudiaron 2.556 pacientes en un periodo de
4 años, evolucionando la administración de analgesia epidural
de un 5% en 1998 al 30% en el 2001. Así mismo, el número global de pacientes se incrementó de 556 en el primer año (con 6
camas asistenciales) a 706 en el último. Se analizan los resultados por especialidad, técnica analgésica y año. El grado de dolor
se ha descendido a 0 en el 73% de los casos a las 24 h y en el
79% a las 48 h. Resultando una valoración equivalente con ambos métodos a las 2 h del ingreso.
Conclusiones:
1. Hemos descendido el porcentaje de dolor globalmente a 0
en el 73% de los casos estudiados a las 24 h del postoperatorio
en la URP.
2. Consideramos fundamental valorar y registrar el dolor como una constante más.
3. El grado de satisfacción de los pacientes, ha sido muy elevado, con los métodos analgésicos empleados.
9
Métodos. Se utilizaron los fármacos disponibles en nuestro
hospital. El protocolo consistía en pautar de forma sistemática
por vía parenteral inicialmente dos fármacos, metamizol ev +
propacetamol ev, y como fármacos de rescate diclofenaco im
y PCA morfina ev. Se distribuyó de forma personalizada al
staff médico y a los médicos residentes. Se realizaron sesiones
de formación a los médicos residentes de las diferentes especialidades y a enfermería sobre la importancia del registro y
tratamiento del dolor postoperatorio. Para su evaluación se recogieron mediante cuestionario las siguientes variables en enfermos de cirugía programada en sus primeras 24 h de postoperatorio en planta: cumplimiento del protocolo tanto en la
prescripción como en la administración de los fármacos, registro del dolor por parte de enfermería, así como la valoración del dolor por parte del enfermo.
Resultados. Al 81,5% de los enfermos se les prescribió
una analgesia correcta, de los fármacos pautados el metamizol
fue bien administrado en el 74% y el propacetamol en 49,5%
de los enfermos. El diclofenaco se prescribió en un 54% de
los enfermos y se administró al 18%, la bomba de morfina de
PCA se utilizó en el 9% de los enfermos.
Respecto a la frecuencia del dolor el 54% no presentaron
dolor nunca u ocasionalmente, frecuentemente el 22% y muy
frecuentemente o continuo el 7%. El máximo dolor que presentaron aunque fuera de forma puntual fue insoportable en
17%, intenso 38%, molesto 21%, ligero 17%, nulo 7%. El dolor más frecuente fue molesto en el 36%, ligero 35%, nulo
20%, intenso e insoportable 9%. El 77% de los enfermos relacionaron el incremento del dolor con el movimiento. Respecto
al descanso nocturno, el 83% pasaron buena noche (nunca les
despertó el dolor o sólo ocasionalmente) 17% pasaron mala
noche por dolor. La valoración por parte del paciente del control de su dolor fue excelente ó buena en 60%, regular 28% y
mala en 13%.
Conclusión. Al igual que en otros centros el dolor postoperatorio no está suficientemente controlado, debe mejorarse.
Como medidas iniciales serian conseguir mayor cumplimiento
de las pautas analgésicas ev. y posteriormente añadir otras técnicas que permitan reducir el dolor relacionado con el movimiento.
N.° 18
N.° 17
EVALUACIÓN DE LAANALGESIAPOSTOPERATORIA
EN UN HOSPITALQUIRÚRGICO
Mesas A, Ribera MV, Vallano A*, Desé J, Arbat A*, Guerrero E,
Martínez P, Márquez E
Servicio de Anestesiología y Reanimación.
*Servicio de Farmacología Clínica. Hospital Traumatología
Vall d’Hebrón. Barcelona
Antecedentes. En nuestro hospital fundamentalmente quirúrgico y muy monográfico (C. traumatológica y ortopédica, C.
plástica y neurocirugía –hernias discales–) no existía uniformidad en cuanto a las pautas analgésicas para los enfermos postoperados (fármacos, dosis ni intervalos).
Objetivos. Elaborar un protocolo sencillo que proporcionara un buen control del dolor postoperatorio a la mayoría de
nuestros enfermos, que fuera pautado por el cirujano responsable, dejando las técnicas más sofisticados para una segunda
fase.
NEURALGIAILIOINGUINALPOSTQUIRÚRGICA.
EVALUACIÓN DE UN PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
González R, Insausti J, Uriarte E, Asensio F, Sánchez-Castilla
M, Asuero MS
Servicio de Anestesia-Reanimación y Clínica del Dolor.
Hospital Severo Ochoa. Leganés. Madrid
Antecedentes. La incidencia de lesión neural tras un procedimiento quirúrgico en zona inguinal oscila entre el 1 y el 4,2%,
siendo los nervios más frecuentemente afectados el iliohipogástrico, ilioinguinal y genitofemoral. Estas lesiones originan con
frecuencia cuadros muy dolorosos y difíciles de tratar, no habiéndose establecido hasta el momento un protocolo recomendado de actuación.
Objetivos. Evaluar la eficacia de un protocolo escalonado
en la neuralgia ilioinguinal postquirúrgica, en la que se incluye un 1º escalón de tratamiento farmacológico, un 2º de bloqueos inguinales y/o iontoforesis, y un 3º de estimulación
medular.
10
V CONGRESO DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADELDOLOR
Métodos. Estudio retrospectivo observacional, en el que se recogen los principales datos de la evolución de 37 pacientes con
neuralgia ilioinguinal postquirúrgica. Se valoran, entre otros, los
siguientes parámetros: edad, eficacia del tratamiento (bloqueos,
tratamiento farmacológico, iontoforesis, TENS y estimulación
epidural), tiempo de evolución y situación actual.
Resultados. 33 pacientes (89,18%) recibieron tratamiento
farmacológico, en 25 (67,56%) se realizaron bloqueos y en 11
(29,72%) se aplicó la iontoforesis. Sólo 2 pacientes (5,4%) requirieron de estimulación medular. Resultaron ser las técnicas
más eficaces:
1. Los bloqueos en el 40,54% de los casos.
2. Los fármacos en el 32,43%.
3. La iontoforesis en el 10,81%; 3 pacientes (8,1) fueron
derivados a cirugía para revisión quirúrgica. Tres pacientes
persisten con dolor moderado/intenso a pesar del tratamiento.
De 4 pacientes (10,8%) se desconoce su evolución. l23 pacientes (62,16%) fueron dados de alta sin dolor o con molestias mínimas.
Conclusiones. La aplicación del protocolo escalonado descrito proporciona buenos resultados con alivio del dolor en el
62,16% de los pacientes, siendo la técnica más eficaz la realización de bloqueos inguinales. Sólo un pequeño porcentaje requirió técnicas complejas como la estimulación medular, con control total del dolor.
Vas actual en reposo
100
80
60
40
20
0
0a4
67,65
87,1
2000
2002
5a7
27,9
10,3
8 a 10
4,45
2,6
Frecuencia del dolor moderado a severo
15
10
5
0
Siempre
6,5
1,75
2000
2002
Casi siempre
12,15
6,8
T ipo de analgesia suministrada
500
0
2000
2002
IV pautada
PCEA
PCA iv
292
373
25
66
13
27
Efecto del dolor sobre la movilidad
40
30
20
10
N.° 19
0
2000
2002
EVOLUCIÓN COMPARATIVADE DOS AÑOS EN LA
CALIDAD DELTRATAMIENTO DELDOLOR
POSTOPERATORIO
Mucha
28,2
10,75
Bastante
33,4
19,65
Grado de satisfacción de los pacientes
80
60
Pérez Valdivieso JR, Cacho Asenjo E, Mbongo Bubalaka C,
Zarauza Masso R, Pérez Cajaraville JJ
Departamento de Anestesia y Reanimación y
Terapia del Dolor. Clínica Universitaria. Universidad de
Navarra. Pamplona
40
20
0
2000
2002
Fig. 2.
Fig. 1
Muy satisfecho
31,25
22,55
Satisfecho
50,2
61,9
V CONGRESO DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADELDOLOR
Introducción. Creemos que es necesaria una evaluación
continuada de nuestras pautas de actuación en el manejo del dolor postoperatorio.
Objetivos. Valorar diversos aspectos del manejo de la analgesia postoperatoria en encuestas realizadas a pacientes en el
año 2000 frente al año 2002.
Método. Utilizando un cuestionario con preguntas cerradas,
se encuestaron 330 pacientes en el año 2000, y 466 en el año
2002, seleccionados de las cirugías que presentaban mayores
índices de dolor postoperatorio. El cuestionario estaba dirigido
a obtener información acerca de: modo y momento en el que se
informó al paciente sobre la analgesia postoperatoria, si la información suministrada se consideraba suficiente por parte del
paciente, si el dolor sufrido posteriormente era mayor que el
esperado, el EVA (escala visual analógica) en reposo en las
primeras 24 horas, el dolor con el movimiento del enfermo, la
frecuencia del dolor considerado como moderado o severo, y
el grado de satisfacción del paciente acerca de la atención recibida (Figs. 1 y 2).
Resultados. Hemos advertido un serie de tendencias en el año
2002 frente al 2000: es mayor la información verbal, y se suministra preferentemente en el preoperatorio, así como ha disminuido
el porcentaje de pacientes que desearían una mejor información.
También ha disminuido el porcentaje de pacientes que manifestaban padecer un dolor mayor al esperado, el dolor en reposo medido según la EVA, la afectación del dolor sobre el movimiento, y la
frecuencia del dolor moderado o severo. Globalmente, el grado de
satisfacción de los pacientes es igual en ambos años.
Conclusiones. Una mayor implicación por parte del equipo
de anestesia frente al dolor postoperatorio podría repercutir positivamente en la calidad de la analgesia postoperatoria. Para
ello, es útil la evaluación continuada del trabajo realizado, descubriendo los puntos que son susceptibles de mejora.
N.° 20
ANALGESIAPOSTOPERATO R I AE P I D U R A LT R A S
CIRUGÍAONCOLÓGICAABDOMINALMEDIANTE
ELASTÓMEROS
Martín-Vicente V, García-Miguel FJ, Martín-Pérez M, Ortega
B, Domínguez A
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital General de
Segovia
Introducción. El dolor postoperatorio en pacientes tras cirugía oncológica es moderado-severo en el 50% de los casos,
siendo insoportable en el 30% de los casos. En ocasiones este
dolor continúa presente incluso tras la administración de opiáceos potentes por vía intravenosa. La analgesia epidural puede
constituir una buena alternativa analgésica, reduciendo los
efectos secundarios asociados a los opiáceos intravenosos.
Objetivos. Valorar la eficacia del tratamiento del dolor postoperatorio por vía epidural tras cirugía oncológica abdominal
mediante la utilización de infusores elastoméricos, tanto en pacientes ingresados como en enfermos ambulatorios.
Métodos. Se emplearon dos pautas analgésicas: a) bupivacaína 0,125% + fentanilo 3 mg/mL; o b) bupivacaína 0,125% +
cloruro mórfico 0,2 mg/mL; empleando un infusor elastomérico de 240 mLpor vía epidural lumbar a un ritmo de 2 mL/h durante 5 días. La intensidad del dolor se evaluó mediante la Escala Analógica Visual (EVA). Se evaluó la necesidad de
suplementos analgésicos y la aparición de efectos secundarios
relacionados con la técnica.
11
Resultados. La intensidad del dolor con las pautas empleadas fue baja (EVA< 3), así como la necesidad de analgesia suplementaria y aparición de efectos secundarios. La técnica
analgésica empleada fue valorada como buena por parte de los
pacientes y muy satisfactoria por parte del personal de enfermería.
Conclusiones. La analgesia postoperatoria epidural tras cirugía oncológica abdominal empleando sistemas elastoméricos
y con las pautas referidas constituye una buena opción terapéutica cuando no se produce un control adecuado del dolor con la
administración de opiáceos intravenosos, disminuyendo los
efectos secundarios de estos últimos. Los infusores elastoméricos son sencillos en su mecanismo y de fácil manejo, siendo cómodos para el paciente tanto ingresado como ambulante por ser
portátiles y ligeros.
N.° 21
SITUACIÓN DELDOLOR AGUDO
POSTOPERATORIO EN EL HOSPITAL
GENERAL DE SEGOVIA. PROPUESTAS
DE MEJORA
García Miguel FJ, Martín-Vicente V, Martín-Pérez M, Ortega
B, Domínguez A
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital General de
Segovia
Introducción. El Dolor Agudo Postoperatorio (DAP) inadecuadamente tratado aumenta la morbilidad perioperatoria, prolonga el tiempo de ingreso hospitalario y ofrece una imagen
muy negativa del medio sanitario en una población cada vez
más exigente y mejor informada.
Objetivos. Evaluar la situación del DAP en los pacientes de
nuestro hospital y proponer medidas de mejora en el caso que
sean necesrias.
Métodos. Se entrevistaron 413 pacientes intervenidos de
forma programada en los Servicios de Cirugía General y Urología. Según el tipo de intervención, el DAP se clasificó en severo (Grupo S) 55%; moderado (Grupo M) 35%, y leve (Grupo L)
10% de los pacientes respectivamente.
Resultados. El 94% de los pacientes del Grupo S percibió
dolor en las primeras 24 horas del postoperatorio, refiriéndolo
como insoportable el 12%. La analgesia empleada para el tratamiento del DAP fue AINEs pautados en el 90% de los casos,
combinados con opiáceos intravenosos en el 10% restante. El
40% de los pacientes solicitó analgesia postoperatoria adicional, ésta se demoró más de una hora en el 15% de los casos. En
los pacientes del grupo M, el 92% percibió dolor en las primeras 24 horas, refiriéndolo como insoportable el 5%. En el 95%
de los casos se emplearon AINEs pautados en el tratamiento del
DAP y en el 5% restante AINEs + opiáceos intravenosos. El
32% de los pacientes solicitó analgesia adicional, ésta se demoró más de una hora en un 10% de los casos.
Conclusiones. El DAP percibido por el paciente constituye
una oportunidad de mejora en nuestro hospital. La analgesia
postoperatoria más empleada son los AINEs pautados en el
90% de los casos. La demora en la administración de analgesia
constituye otra situación a mejorar. La elaboración de protocolos de analgesia, la creación de una Unidad de Dolor Agudo en
nuestro hospital y una mayor información sobre lo innecesario
del DAP permitiría controlar mejor el dolor postoperatorio de
nuestros pacientes.
12
N.° 22
ANALGESIACONTROLADAPOR ELPACIENTE
(PCA) EN ELDOLOR AGUDO POSTOPERATORIO
(DAP). ANÁLISIS DE LAS TENDENCIAS DELNÚMERO
YTIPOS DE PCAINSTAURADAS EN UN HOSPITAL
UNIVERSITARIO
Miró P, De Santos P, Chabás E, Bogdanovich A, Faulí A, Gomar C
Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor.
Hospital Clínic. Barcelona
Introducción. El dolor agudo postoperatorio de moderada y
severa intensidad se trata de forma eficaz con los actuales sistemas de analgesia controlada por el paciente (PCA). La Unidad
de Dolor Agudo Postoperatorio (UDAP) visita a diario durante
48-72 horas a los pacientes tratados con PCAy modifica la pauta programada si es necesario.
Objetivo. Analizar las tendencias en el número y tipo de
PCA registradas por la UDAP durante dieciséis meses, desde
enero 2001 hasta abril 2002.
Material y métodos. Se analizan 629 pacientes con PCA
agrupados por cuatrimestres y por especialidades quirúrgicas,
desglosando las distintas PCA endovenosas y peridurales según
los fármacos utilizados. Estudio retrospectivo.
Resultados. El número de PCA analizadas por cuatrimestre
ha aumentado progresivamente desde 87 a 225. Las PCA endovenosas representan el 65,28% del total. Las PCA endovenosas
de tramadol + AINE (ketorolaco o metamizol) representan el
42,6% de las PCA en el último periodo, mientras que en el primer cuatrimestre fueron el 17%. Las PCAperidurales de ropivacaína + fentanilo han aumentado desde el 8% hasta el 31% en el
mismo intervalo. Por especialidades se observa un claro predominio de las PCA endovenosas en ORL (100%), Ginecología
(94,03%), Urología (83,3%) y Traumatología/Ortopedia (59,8%),
mientras que el 53,94% de las PCAde Cirugía General y Digestiva son peridurales. En estas últimas destaca el uso creciente de
ropivacaína al 0,16% para disminuir la incidencia de bloqueo
motor en extremidades inferiores.
Conclusiones. En 16 meses se ha multiplicado por 2,5 el número de PCAinstauradas. La vía endovenosa es la predominante. Las PCA que asocian dos fármacos (tramadol + ketorolaco o
metamizol endovenoso y anestésico local + fentanilo peridural),
son las más utilizadas para el control del DAP. La ropivacaína
ha desplazado a la bupivacaína.
V CONGRESO DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADELDOLOR
(103 pacientes) o de forma convencional (107 pacientes). Los
datos (demográficos, tipo de intervención, dolor real,…) se han
recogido al cuarto día del postoperatorio, mediante entrevista
personal en planta. Las variables cuantitativas se han analizado
mediante ANOVA y t de Student. A las variables cualitativas se
les ha analizado mediante tablas de contingencia y análisis de
residuos. Diferencias significativas para p< 0,05.
Resultados. Los datos demográficos no presentan diferencias. Resaltar el alto porcentaje de intervenciones consideradas
de dolor leve y que producen dolor severo (No-UDA), así como
los resultados en intervenciones de dolor severo entre UDA y
No-UDA(Tabla I).
TABLAI
DOLOR PREVISIBLE VS REAL
Dolor
Real
Previsible
No dolor
Leve
Moderado
Severo
Insoportable
No-UDA
Leve
Moderado
Severo
45,46
59,09*
26,32
29,55
27,27
21,05
24,99
13,64
52,63*
UDA
Leve (n=2)
Moderado
Severo
50
85,81**
86,54**
50
14,29
11,54
0
0
1,92
Los datos están expresados como porcentaje del total de casos.
*p< 0,05, **p< 0,01 respecto a los datos de la misma fila.
Conclusiones. El grado de dolor que sufren los pacientes suele
ser significativamente mayor que el grado de dolor previsto para
la intervención, sobre todo en pacientes no tratados por la UDA.
N.° 24
VARIACIONES ALATÉCNICADE COLOCACIÓN DEL
CATÉTER DE DUPEN
González Valencia JM, Aguilar Jiménez R, Rodríguez Huertas
F, Díaz Sanguino J, Gómez Sánchez J, Santana Pineda MM,
Milagrosa M
Hospital de Jerez. Cádiz
N.° 23
DIFERENCIAS ENTRE DOLOR POSTOPERATORIO
PREVISTO YELDOLOR REAL
García-Muñoz M, Cárceles MD*, Miralles F**
Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del
Dolor. Hospital General Universitario. *Hospital Virgen de la
Arrixaca. Murcia. **Hospital Vega Baja. Orihuela. Alicante
Introducción. El dolor postoperatorio puede ser dividido, según el tipo de intervención, en severo, moderado o leve, antes de
la agresión quirúrgica. Queremos valorar la correspondencia entre el dolor previsible de la intervención y el dolor real que sufre
el paciente, según sea tratado o no por la UDAdel hospital.
Material y método. Se ha diseñado un estudio prospectivo,
aleatorizado, con 210 pacientes divididos en dos grupos en función de que el dolor postoperatorio lo trate la UDA del hospital
El catéter de Dupen es un dispositivo utilizado en la administración de opiáceos y otras fármacos por vía espinal (epi e intradural). Es utilizado en tratamiento del dolor crónico de moderada a larga duración. Es un catéter de silicona, con dos porciones,
con una especie de "almohadilla" que se ancla al tejido subcutáneo y evita su extacción casual. Presentamos algunas variaciones de la técnica de inserción y preconizamos por el uso de radioscopia en su colocación porque:
1. Casi anula la posibilidad de malposición en el caso de catéter epidural.
2. Elimina la posibilidad de bucles y acodamientos.
3. Posibilita la colocación lumbar, con menos posibilidad de
yatrogenia, y que la punta esté en la metamera deseada, ya sea
lumbar, torácica o cervical.
Revisamos nuestra experiencia en su colocación y cuidado de
los pacientes concluyendo que es un catéter bien tolerado, cómodo en su manejo.
V CONGRESO DE LASOCIEDAD ESPAÑOLADELDOLOR
N.° 25
EFICACIADE UNATÉCNICAANESTÉSICA, BASADA
EN LAANALGESIACON REMIFENTANILO EN
ADENOAMIGDALECTOMÍAS
Pérez C, Herrera J, Alonso D
Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria. Hospital El Tomillar.
Área Hospitalaria de Valme. Sevilla
Introducción. En la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria
del Hospital “El Tomillar” se realizan adenoamigdalectomías a
pacientes pediátricos desde 1988, empleándose diferentes técnicas anestésicas y analgésicas, siempre encaminadas a procurar el
mayor confort y seguridad posible en estos pacientes.
Objetivo. Instaurar el empleo de una técnica anestésica que
disminuya la necesidad de analgésicos en el postoperatorio.
Material y métodos. Se estudiaron 96 pacientes con edades
comprendidas entre los 3 y 11 años, con una media de edad de 4,8
años, susceptibles de ser intervenidos en régimen de cirugía ambulatoria. Todos fueron premedicados con paracetamol oral a dosis
de 15 mg/kg 30 minutos antes de la intervención. La inducción se
realizó con sevofluorane vehiculado en una mezcla de oxígeno y
protóxido de nitrógeno al 50%. Una vez conseguido el plano anestésico suficiente se canalizó una vía venosa y se comenzó una perfusión de remifentanilo a dosis de 0,2-0,3 µg/kg/h, y otra de mivacurio a 0,4 mg/kg/h. Tras insertar una mascarilla laríngea se
interrumpió la administración de sevofluorane. La anestesia se
mantuvo con remifentanilo y oxígeno y ventilación mecánica. Antes de finalizar la intervención se administraron 2 mg/kg de metilpredpisolona. Atodos los pacientes se les pautó una segunda dosis
de Paracetamol oral a la cuatro horas. El alta hospitalaria estaba
prevista 6 horas después de finalizada la intervención.
Resultados. Durante el periodo intraoperatorio, la estabilidad
hemodinámica fue excelente con la dosis descritas anteriormente, excepto en 3 pacientes en los que fue preciso aumentar la dosis de remifentanilo a 0,5 µg/kg/h. Durante el postoperatorio inmediato 8 pacientes precisaron analgesia suplementaria y no se
presentó ningún vómito. En la fase de readaptación al medio, 6
pacientes tuvieron un vómito y uno de ellos vomitó en dos ocasiones, un paciente presentó edema de úvula que precisó medicación. Ningún paciente precisó analgesia de rescate. A3 pacientes
se les retrasó la hora del alta, y no se produjo ningún ingreso.
Conclusión. La estabilidad hemodinámica conseguida durante el periodo intraoperatorio determina un despertar rápido y
seguro, deseable en este tipo de intervenciones. La administración de analgesia preventiva ha supuesto que las dos complicaciones postoperatorias más frecuentes, dolor y emesis, hayan
disminuido notoriamente, por lo que consideramos esta técnica
(anestésica y analgésica), con altas cotas de seguridad y fácil
aplicación; una técnica con futuro.
Avances en neuromodulación
N.° 26
COMPLICACIONES QUIRÚRGICAS DE LOS
IMPLANTES DE ELECTRODOS EPIDURALES EN EL
TRATAMIENTO DE LAANGINAREFRACTARIA
Vila P, De Luis A, Culebras C
Unidad de Dolor y Cuidados Paliativos. Complejo Hospitalario
Materno Insular. Las Palmas
13
Introducción. En nuestra comunidad hemos vuelto a tratar la
angina de pecho refractaria (APR) con neuroestimulacion. Hacemos en este trabajo una revisión de las complicaciones quirúrgicas que hemos tenido a lo largo de 29 meses de seguimiento
de nuestros pacientes.
Material y método. Desde diciembre del 99, se han incluido un
total de 21 pacientes, diagnosticados de angina refractaria a tratamiento medico convencional y/o revascularizante para implante de
neuroestimulador, tras agotar las alternativas terapéuticas.
Las características generales del grupo fueron:
60% hombres
40% mujeres
Edad media de 64 años
Clase funcional N.Y.H.A.:
II 5,7%
III 78,9%
IV 15,8%
Resultados. De los 21 pacientes, dos fueron descartados por
problemas técnicos uno varón por marcada cifosis dorsal y una mujer con enfermedad neuromuscular estando ambos con un TENS.
Un paciente requirió recolocar el electrodo epidural por migración del mismo al espacio anterior.
Lesión por decúbito a los 14 meses en otro paciente. Intolerancia del material implantado. Problemas de cicatrización en
una paciente. Actualmente 1 fallecido, el resto vivo y con los
electrodos epidurales, menos el intolerante al material que está
con un TENS.
Conclusiones. Con un numero de complicaciones, de 21%
que solo impidieron seguir adelante con este tratamiento, en un
paciente (5,1%).
La Neuroestimulacion parece ser una alternativa eficaz e estos enfermos, con una mejoría en la calidad de vida aceptable.
N.° 27
ESTIMULACIÓN MEDULAR EN DOLOR ISQUÉMICO
CON ORIGEN MECÁNICO
Tatay J, Cerdá-Olmedo G, Valía JC, López MD, De Andrés J
Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del
Dolor. Hospital General Universitario. Valencia
Paciente de 38 años de edad sin antecedentes de interés. Presenta episodios de varios días de evolución, de dolor torácico, que
aumentaba con los movimientos respiratorios y los cambios posturales; acompañado de pérdida de fuerza y parestesias en hemicuerpo izquierdo incluida la región facial, con trastornos vasomotores caracterizados por cianosis, frialdad e hiperhidrosis profusa
en hemicuerpo izquierdo pero de predominio en brazo y mano.
El paciente fue estudiado y valorado por varios servicios clínicos, hallándose en IRM de columna cervical con estudio vascular, que al rotar la cabeza del paciente hacia la derecha, a nivel
de la arteria carótida primitiva y carótida interna del lado izquierdo, una menor intensidad de señal de flujo que en posición
neutra, pero sin llegar a producirse un bloqueo arterial; con imagen de posible estenosis de la arteria subclavia izquierda al inicio de la carótida primitiva izquierda y vertebral, más evidente
con los movimientos del cuello. Tras 4 años en los persistía la
clínica, incluidos 4 ingresos hospitalarios y tras ser descartada
cualquier medida terapéutica, se remite el paciente a la Unidad
del Dolor, donde tras una primera valoración se inicia un tratamiento farmacológico, que no consigue un control de la sintomatología, por lo que se programa empíricamente para implante
de ECP. En un primer control evolutivo efectuado 5 meses más