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NUTRINEWS Boletín informativo sobre Nutrición Número 2 LA OBESIDAD Y EL SOBREPESO EN PERROS Y GATOS Dra. Marta Hervera Abad Veterinaria, PhD, Diplomada ECVCN En muchos de los problemas de salud de nuestras mascotas la nutrición puede jugar un papel importante, y en algunos casos clave, en su prevención y en su tratamiento. Un caso claro en perros y gatos es la obesidad. La obesidad es actualmente el problema relacionado con la alimentación más común entre los animales de compañía en los países desarrollados. Entre un 25 y un 40% de nuestras mascotas padecen de sobrepeso u obesidad, y esta proporción parece tender a aumentar. La obesidad se define como un exceso de grasa corporal que afecta la salud o la funcionalidad corporal. Aunque múltiples factores como algunas enfermedades endocrinas o algunos fármacos pueden favorecer el engrasamiento de los animales, la principal causa de la obesidad es la sobrealimentación, es decir, un desequilibrio entre lo que el animal come y su consumo energético.Causas frecuentes de este desequilibrio son un estilo de vida más sedentario, la disponibilidad de dietas altamente apetecibles, que a su vez son energéticamente densas, y los fuertes lazos que los propietarios crean con sus mascotas y que pueden llevar a alimentarles en exceso. ticos a la vez que aumenta su apetito, y los animales de edad avanzada por la disminución en la actividad física. La obesidad está asociada a un mayor riesgo de padecer un gran número de enfermedades, además de a una menor esperanza de vida en los animales de compañía, como muestra la tabla 1. Los problemas ortopédicos y respiratorios y los desórdenes endocrinos como la diabetes mellitus, son algunas de las enfermedades exacerbadas por la obesidad en perros y gatos. Recientes estudios sugieren que hasta un 30 % de gatos con diabetes o cojeras podrían solucionar su patología corrigiendo el exceso de peso. El sobrepeso, además, incrementa el riesgo de complicaciones en procesos quirúrgicos y anestésicos. Existen diferentes parámetros que nos ayudan a reconocer y cuantificar el sobrepeso en perros y gatos. El peso corporal es uno de ellos, aunque la información que aporta es limitada si no conocemos el peso ideal del animal. La variación del peso sí resulta un parámetro diagnóstico (aumentos a partir del 10% se consideran significativos), por ello es importante llevar un control periódico del peso del animal. Algunas razas (como Labrador retrevier, Cairn terriers, Cocker Spaniels, Beagles…, en el caso de los perros y los gatos mestizos) y algunas características genéticas presentan una mayor tendencia al engrasamiento, pero aquellos animales con un mayor riesgo de padecer sobrepeso son los animales esterilizados, por la disminución de sus requerimientos energé- Otra valoración muy útil es el índice de condición corporal. Este parámetro se basa en la observación y palpación de distintas partes del cuerpo del animal que permiten establecer una puntuación, sobre una escala de 9 puntos, en la que 5 define la condición ideal y puntuaciones por encima indican un sobrepeso de entre un 10 a un 15% por unidad. Figura 1. Escala de condición corporal canina de 9 puntos. (Imagen del Global Nutrition Committee Toolkit cortesía de la World Small Animal Veterinary Association). Figura 2. Escala de condición corporal felina de 9 puntos. (Imagen del Global Nutrition Committee Toolkit cortesía de la World Small Animal Veterinary Association). NUTRINEWS Muchas veces el sobrepeso de los pacientes se diagnostica durante visitas rutinarias (vacunaciones, seguimientos, chequeos) o durante visitas por otros problemas (relacionados o no con el sobrepeso). El propietario no es siempre consciente de que su animal sufre este problema y debe ser el clínico el que le alerte e informe de sus consecuencias, así como que le recomiende iniciar un tratamiento para solucionarlo. Para ello, en muchos casos, hacer comprender la puntuación de condición corporal y la evolución del peso del animal al propietario es muy útil. Tabla 1. Lista de enfermedades directamente relacionadas con la obesidad en perros y gatos Resistencia a la Insulina Displasia de cadera Osteoartritis Alteraciones cardiovasculares Perro Patologías renales Pancreatitis Intolerancia al ejercicio Empeoramiento de estados inflamatorios Disminución de la esperanza de vida Resistencia a la Insulina, Diabetes mellitus Cojeras sin causa específica Problemas de piel Enfermedades orales Gato Obstrucción de las vías urinarias Alteraciones cardiovasculares Intolerancia al ejercicio Empeoramiento de estados inflamatorios Disminución de la esperanza de vida Adaptado de Laflamme, 2006. El punto clave del tratamiento de la obesidad es el manejo dietético y, dentro de éste, el control del consumo calórico. Desafortunadamente, no siempre es sencillo hacer perder peso a nuestras mascotas. A pesar de conocer los problemas relacionados con la obesidad, muchos propietarios no reconocen el sobrepeso en su perro o gato. Un programa de pérdida de peso para un animal de compañía no podrá tener éxito si el propietario no es consciente de la existencia del problema y está dispuesto a solucionarlo. Contrariamente a lo que podría pensarse, reducir la cantidad de alimento habitual del animal no suele ser una estrategia exitosa a la hora de hacer perder peso a un perro o gato. Además de la dificultad para que el propietario consiga que su animal acepte una ración diaria reducida, un régimen de ese tipo expone al animal a un riesgo de carencia grave de nutrientes esenciales. Por lo tanto, plantear el uso de un alimento específico es, casi siempre, necesario. Al plantear el tratamiento de la obesidad en los pacientes el veterinario deberá plantearse las siguientes cuestiones: 1. Compromiso del entorno familiar El primer punto a tener en cuenta antes de plantearse el iniciar el tratamiento es que los propietarios y todas las personas que administran alimento al paciente entienden que su animal padece una patología y debe tratarse. El clínico deberá dejar claro a los propietarios que el tratamiento va a mostrar eficacia a medio o largo plazo (de 6 a 12 meses en la mayoría de los casos), que la obesidad no es una patología que pueda tratarse y resolverse de forma inmediata y que va a ser imprescindible el compromiso de todo el entorno familiar para que tenga éxito. Paralelamente, el equipo veterinario debe ofrecer a los propietarios todo el apoyo técnico posible, estando dispuesto a resolver las dudas que puedan ir surgiendo a los propietarios a lo largo del tratamiento. 2. Valoración de la ingesta energética del paciente. Conocer la ingestión de energía diaria del paciente de la forma más precisa posible va a ser imprescindible para establecer la ración inicial con la que iniciar el tratamiento. La opción más eficaz para valorar la ingestión energética real del paciente pasa por obtener una historia dietética completa y lo más precisa posible por parte del propietario. La información que se requiere incluye todos los productos que el animal ingiera durante el día (administrados o no por el propietario): alimento comercial (pienso o lata), snacks, galletas, otras recompensas, productos de consumo humano (usados como recompensas o para vehicular medicaciones) y restos de mesa. Cuanto más precisamente se establezca la ingesta del paciente (tipos de productos, cantidades precisas,…) más rápido se podrán empezar a obtener resultados al iniciar el tratamiento. Sin embargo, no siempre es posible obtener una historia dietética completa. En hogares con diversas mascotas en las que es difícil controlar las cantidades ingeridas por cada una, cuándo el propietario no puede facilitar datos precisos sobre la ingestión, cuándo la ingestión es ad libitum o los extras y restos de mesa son difíciles de cuantificar, no va a ser posible establecer la energía ingerida real del paciente y se deberá recurrir al uso de fórmulas de estimación de las necesidades energéticas o de las recomendaciones del productor del alimento a administrar si se trata de una dieta de prescripción. Un ejemplo de fórmulas a las que podemos recurrir se detallan a continuación. Estimación de las necesidades energéticas de animales con tendencia a la obesidad. Adaptado de National Research Council (2006). Gatos: 130 x (peso en kg)0,4 = kcal por día Perros: 95 x (peso en kg)0,75 = kcal por día Debe tenerse en cuenta que al usar una fórmula, se está estimando las necesidades del animal con lo que el valor obtenido puede estar sujeto a un error de hasta el 50% por encima o por debajo de las necesidades reales. 3. Establecimiento de la ingesta energética a administrar Una vez establecidas las necesidades actuales del paciente, bien Nº 2 sea calculándolas a partir de la historia dietética o estimándolas mediante fórmulas, se aplicará una restricción de entre el 15 al 30% y el aporte energético resultante será el punto de partida para el cálculo de la ración. La severidad de la restricción va a depender de cada caso y se tendrá en cuenta al paciente (estado general, ansiedad que demuestra), el entorno familiar (hogares multimascota, necesidad de cambios de hábitos). 4. Decisión de la dieta a administrar El objetivo es una pérdida de peso a una velocidad controlada que se sitúe entre el 1 y el 2% de pérdida semanal. Para ello va a ser necesario utilizar una dieta terapéutica para la pérdida de peso. Estas dietas tienen una menor densidad energética e incluyen diferentes estrategias para aumentar el volumen de la ración y promover la saciedad como la adición de fibra, agua y aire además de, en algunos casos, una reducción del nivel de grasa. El principal beneficio de estas dietas es que están enriquecidas en todos los nutrientes (incluyendo la proteína) en relación a su aporte energético. Esto permite poder restringir el aporte energético sin tener que limitar el resto de nutrientes y así evitaremos posibles deficiencias o pérdida de masa muscular. Se puede plantear el tratamiento de la obesidad utilizando otras dietas si es necesario (si hay problemas económicos o el paciente sufre otras enfermedades concomitantes que requieren de dieta específica), pero en ese caso será prudente mantener un ritmo de pérdida semanal por debajo del 1%. 5. Gestión de los extras y cálculo de la ración En la experiencia de la autora, eliminar completamente la administración de extras no suele ser una práctica eficaz y puede llevar al incumplimiento del tratamiento por parte del propietario. Va a ser necesario, sin embargo, gestionar y racionalizar los extras a administrar durante el tratamiento. Para evitar desequilibrios en la ración, se limita la cantidad de extras al 10% de la ingesta energética diaria que hemos establecido. Así, el 90% de las calorías diarias provendrán del alimento completo y el 10% restante de extras que pueden variarse diariamente según prefiera el propietario. Se puede administrar cualquier tipo de producto como extra siempre y cuando no exceda la cantidad de calorías establecidas y no sea tóxico. Sin embargo, es conveniente dar al propietario alternativas poco calóricas que permitan administrar mayores cantidades de producto con la misma carga calórica (verdura, fruta, galletas ligeras para perros,…). Una vez decidida cuánta energía se administra inicialmente y qué dieta utilizar, se puede calcular la cantidad de alimento a administrar al paciente según: gramos de alimento al día= [ kcal diarias a administrar/kcal por 100 gramos de alimento ] x 100 6. Inicio del plan de restricción Una vez establecidas las cantidades de alimento y extras a administrar, se podrá introducir el nuevo alimento de forma progresiva, mezclándolo con el alimento habitual durante 3 ó 5 días. Aunque debe valorarse en cada caso particular, se recomienda dividir la ración en varias comidas (2-3) a lo largo del día para favorecer la sensación de saciedad del paciente. 7. Seguimiento El seguimiento del paciente va a ser el punto clave para el éxito del tratamiento, por ello la implicación del centro veterinario en el tratamiento es crítica. El contacto telefónico o vía correo electrónico por parte del personal del centro veterinario recordando al propietario las revisiones periódicas del peso y la condición corporal van a permitir que el entorno familiar del paciente se implique en el tratamiento, y que el propietario mejore el cumplimiento y continuación de un tratamiento a largo plazo como es el de la obesidad. Se convocará al paciente en el centro para un control del tratamiento cada 2 a 4 semanas en función de cada caso. En cada visita se evaluará el peso y la condición corporal del paciente. En función de la evolución del peso en las últimas semanas de tratamiento, se aplicarán las medidas correctivas concretas al tratamiento. Así, -Si el paciente durante las últimas semanas ha engordado, se mantiene igual o ha perdido menos de un 1% de peso por semana respecto a la última visita, reduciremos la ración calculada de un 5 a un 15%. - Si por el contrario, el paciente ha perdido más de un 2% semanal reajustaremos la ración aumentándola un 5%. -Si el paciente ha perdido entre un 1 y un 2% por semana no tocaremos la ración establecida. Reevaluaremos el peso en 3 ó 4 semanas y procederemos de la misma forma. Una vez el paciente haya llegado a su condición corporal óptima (4-5 en perros, 5 en gatos) se pueden establecer unas pautas para el mantenimiento del peso. Los cambios de hábitos del entorno familiar y el control de la ración del paciente por parte del propietario van a ser un manejo que ya se ha establecido y adoptado por parte de los propietarios y que deberá mantenerse para siempre. NUTRINEWS Nº 2 Aumento de peso Mantenimiento de peso -10% ración <1% por semana Cálculo de la pérdida de peso semanal 1-2% por semana Mantener ración 2% por semana +5% ración Así, se mantendrá el manejo de los extras permitidos limitados al 10% de la ingesta energética y la alimentación racionada para que el paciente mantenga el peso actual. Cuando el paciente esté en la condición corporal adecuada ya no se requerirá una dieta terapéutica para tratar la obesidad. Aunque estas dietas son completas y equilibradas para animales adultos y no habría problema en que el paciente (sin otras patologías) la consumiera, en muchos casos, por temas económicos y de comodidad para el propietario, se recomienda cambiar a una dieta de mantenimiento. Normalmente se recomiendan alimentos light, que aportan menos calorías que un producto que no lo sea, dentro de la misma marca y gama. Aumentar el nivel de ejercicio físico del paciente durante el tratamiento va a ser beneficioso al aumentar el gasto energético diario y favorecer el mantenimiento de la masa muscular. Sin embargo hay que tener en cuenta la capacidad de respuesta de cada paciente individual, así por ejemplo en aquellos pacientes con estilos de vida sedentarios y un grado de sobrepeso grave, la introducción de cierto ejercicio físico debe ser muy ligero e introducirse de forma muy progresiva, ya que en muchos casos, la tolerancia al ejercicio y la respuesta musculo-articular de los pacientes está seriamente comprometida. El ejercicio puede consistir en pasear, correr, nadar o jugar en el exterior o interior en el caso de los gatos. En definitiva, una vez instaurado el sobrepeso, solucionarlo en perros y gatos es una tarea larga y difícil, por eso es importante que los propietarios y los profesionales sean conscientes y conozcan los riesgos que supone en las mascotas. También es preciso que sepan valorarlo desde que los animales son cachorros, para evitarlo a tiempo. En aquellos animales con mayor riesgo, como las razas con predisposición, los ejem- Reevaluación en 2-4 semanas plares esterilizados,… el control del peso y la condición corporal debería ser constante durante toda su vida para poder detectar de forma temprana el sobrepeso y evitar la obesidad. Para ello, el veterinario puede ayudar llevando un control del peso y de la condición corporal del animal. Los profesionales tienen una función importante: deben saber recomendar el tipo de alimento, calcular la cantidad adecuada a las necesidades concretas de cada mascota y conocer cómo instaurar un programa completo de restricción calórica. Lecturas recomendadas -Colliard L, Ancel J, Benet JJ, Paragon BM, Blanchard G. Risk factors for obesity in dogs in France. Journal of Nutrition. 2006 Jul;136:1951S-4S. Courcier EA, O’Higgins R, Mellor DJ, Yam PS. Prevalence and risk factors for feline obesity in a first opinion practice in Glasgow, Scotland. Journal of Feline Medicine and Surgery. 2010 Oct;12:746-53. German A. Obesity in companion animals. In Practice. 2010 Feb;32:42-+. Laflamme DP., Understanding and Managing Obesity in Dogs and Cats. J Small Anim Pract. 2006; 36: 1283-95. Scarlett JM. And Donoghue S., Associations between Body Condition and Disease in Cats. J Am Vet Med Assoc 1998; 214: 1336-41. Construyendo el futuro de la salud animal AP900042 Visita de seguimiento -15% ración