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Código 2.01.06 DOSIS-27110-0811-0
Nuevos avances en salud bucal
Módulo 2
Guía práctica para la higiene bucal (4 pasos)
Segunda entrega del curso que aborda las últimas novedades en problemáticas de
salud bucal que se presentan en la farmacia. Serán cuatro módulos especiales.
Junto con la cuarta entrega (junio 2011), el cuestionario de evaluación.
Por Dr. Vicente Aránguiz F. *
P
.
su causa más común es la acumulación de
placa bacteriana) y la periodontitis (aquella que produce pérdida del hueso y los
dientes se sueltan).
Para realizar este procedimiento se necesita:
1) Seleccionar el cepillo dental adecuado
para cada paciente, de acuerdo al tamaño
de su boca o edad, el ordenamiento o apiñamiento de sus dientes, la posición de las encías (retracción gingival), presencia de espacios interdentales aumentados, ausencia de
dientes, reconocer si el paciente es portador
de una prótesis fija o removible, presencia o
no de hipersensibilidad dentinaria.
Como norma general, la recomendación es
definir primero la consistencia del cepillo:
entre uno ultra suave, suave o mediano.
Como se observa, se excluye la indicación
s
s
s
asos El hábito de la higiene bucal
se debe comenzar a desarrollar desde que
aparecen los primeros dientes y la alimentación incorpora alimentos sólidos.
El “lavarse los dientes” no sólo implica retirar con el cepillo los resto de comida para
obtener una boca fresca, sino mucho más:
esto significa tratar de desorganizar una estructura viva y activa como lo es la placa
bacteriana, organizada con un biofilm dental que cubre la superficie de los dientes y de
los tejidos blandos como lengua y mejillas.
A este proceso de limpieza se lo llama
técnicamente remoción o desorganización
mecánica de la placa bacteriana. El cepillado es la principal medida preventiva para
evitar enfermedades, como la caries y la
enfermedad periodontal. Las más comunes
son la gingivitis (inflamación de la encía,
de cepillos duros, por los posibles daños o
desgaste de los dientes y las ulceraciones o
erosiones del tejido de las encías.
Las opciones de diseño del cepillo en cuanto
a su morfometría de la cabeza y disposición
de los filamentos se pueden resumir en dos
tipos: cepillos de cerdas o filamentos de corte recto con cerdas en un solo plano o altura
y cepillos con cerdas multinivel. Pueden a
veces utilizarse los dos tipos para cumplir
diferentes tareas, especialmente en cuanto a
mejoras el acceso del cepillo a zonas críticas
de mayor acumulación de placa bacteriana
en la boca y dientes del paciente.
Es destacable que en la actualidad muchos
cepillos han incorporado un elemento destinado a limpiar la lengua, con el objetivo de
remover restos de alimentos y bacterias, en
especial del dorso de la lengua en su porción
más posterior. Este procedimiento, también
denominado “scrapping”, permite reducir la
halitosis, ya que la acumulación de depósitos en la lengua es uno de los principales
factores etiológicos del mal aliento.
2) Seleccionar una pasta o crema dental. El
punto relevante es diferenciar los beneficios
cosméticos de éstas (como la frescura o sensación de limpieza) de los beneficios más
permanentes, como lo son los proporcionados por sus ingredientes activos como el
flúor en sus diversas concentraciones en el
control y prevención de caries, el triclosán
más un copolímero en el control químico
de la placa bacteriana y de la gingivitis y
la arginina con el carbonato de calcio en el
alivio de la hipersensibilidad de los dientes.
A estas tres categorías básicas terapéuti-
cas de pastas dentales se pueden agregar
las que cumplen requerimientos como el
control y reducción de las manchas del esmalte de los dientes, como lo son las pastas
blanqueadoras, que controlan el sarro y las
que controlan el mal aliento. En algunos
casos podemos encontrar varios beneficios
reunidos en una sola crema o pasta dental.
El agente activo con presencia en todas las
pastas dentales es el flúor, ya sea en diferentes formas de sal de fluoruro o en diferentes
concentraciones. Existen las indicadas para
menores de 6 años, que tienen menos de 500
parte por millón de flúor; para niños y adultos sobre 6 años, que tienen 1000 a 1500
parte por millón de flúor; y las especiales o
farmacéuticas, indicadas para pacientes de
alto riesgo de caries (pacientes con frenillos,
retracción de encías, con muchas obturaciones, con síntomas de boca seca, etc.), que
poseen de 1500 a 5000 partes por millón de
flúor. Estas últimas son las más efectivas en
reducir el riesgo de caries en personas con
alto riesgo cariogénico.
Toda crema dental con flúor tiene como
principal beneficio proteger el esmalte de
la disolución por la acción de los ácidos
que provienen de la placa bacteriana y, por
otra parte, favorecer la recalcificación o remineralización de la lesiones de caries incipientes. Por lo tanto, evitan la progresión
de las lesiones de caries.
Las cremas dentales que contienen en su formulación agentes antimicrobianos como el
triclosán más un copolímero reducen la cantidad de bacterias de la placa bacteriana y la inflamación de las encías. Con el uso continuado, las personas que sufren de sangramiento
La seguridad de esto se determina analizando el índice de abrasividad relativa de
cada crema dental, que esta normado por
estrictas regulaciones internacionales. Por
lo tanto, los pacientes deben estar tranquilos que una crema dental de fabricantes
reconocidos internacionalmente cumplen
estas normas de seguridad.
Recomendaciones generales para estos dos
primeros pasos:
1- El cepillado debe realizarse inmediatamente después de ingerir los alimentos, especialmente el que se realiza en la noche.
2- La única situación donde el cepillado se debe
posponer al menos por dos horas es cuando se
ingieren jugos cítricos. Otra recomendación es
realizar el cepillado antes de esa ingesta.
3- Para que el cepillo dure más tiempo no se
debe mojar antes de colocar la pasta de dientes.
4- Una vez que terminado el cepillado, recomendar el lavado del cepillo bajo el chorro de agua, estilar el agua remanente en el
cepillo y secarlo con un papel absorbente.
5- Para que el cepillo no se contamine, se
debe aconsejar no dejarlo en el baño, sino
guardarlo en el botiquín o en un cajón cerrado y protegido del ambiente (el baño es
un lugar de alta contaminación).
6- Recomendar el cambio de cepillo cuando
las cerdas están muy dobladas o gastadas, lo
que disminuye su eficacia de limpieza.
7- Los cepillos, de acuerdo a su consistencia, tienen diferente duración. Por lo tanto,
el momento del recambio del cepillo puede
variar de 10 días a 3 meses.
8- Ante enfermedades como una infección
respiratoria o amigdalitis es conveniente
s
s
s
de las encías o gingivitis pueden controlar el
desarrollo de la enfermedad, junto a la terapia
profesional entregada por el odontólogo y la
mantención de un buen cepillado.
También se utilizan formulaciones de
cremas dentales para aliviar la hipersensibilidad de los dientes, síntoma que se
manifiesta cuando el paciente consume alimentos o líquidos fríos.
Contienen citrato de potasio al 5%, nitrato de potasio al 5% y últimamente la arginina al 8% con carbonato de calcio. Las
primeras dos formulaciones interfieren en
la conducción del estímulo nervioso que
provoca la sensación de dolor o sensibilidad. Se deben usar al menos por 14 días,
para reducir la sensibilidad. En el caso de
la formulación con arginina, el alivio se
logra por el denominado bloqueo y sellado tubular, que genera un reducción más
rápida o inmediata de la sensibilidad. Todo
esto cuidando que si no se logra el alivio el
paciente debe visitar a su odontólogo.
Otro objetivo que tienen las cremas dentales
es el blanqueamiento. Esto se logra al pulir
suavemente la superficie, lo que puede ayudar
a eliminar manchas superficiales provocadas
por el cigarrillo, el té, café y vino tinto.
Estas cremas dentales aumentan el brillo
superficial del esmalte, haciendo que se incremente la luminosidad y la sensación de
dientes más blancos. Para este fin se agregan a las formulaciones agentes abrasivos
como la silica dihidratada, carbonatos de
calcio y algunos óxidos metálicos de granulometría muy fina para no dañar el esmalte
y la superficie de las raíces, cuando están
descubiertas por la recesión gingival.
cambiar el cepillo de dientes por uno nuevo. Es posible que ese cepillo se haya contaminado con las bacterias que provocaron
su enfermedad infecciosa.
9- Un buen cepillado requiere de un tiempo
de dos a tres minutos. Todo tiempo inferior
implica una limpieza parcial de los dientes.
3) La limpieza interdentaria. Cerca del
40% del total de la superficie de los dientes corresponde a superficie interdental.
Hay 30 espacios entre diente y diente que
no pueden ser limpiados con el cepillado
dental común. Si la placa bacteriana no es
removida o desorganizada en estas zonas
de riesgo pueden aumentar los depósitos
de placa bacteriana, aumentando el riesgo
de caries y gingivitis.
Considerando que existen espacios interdentales de diferente tamaño y también los diversos
niveles de destreza manual de los pacientes, se
pueden utilizar hilos dentales y cepillos interdentales para la limpieza de esa zona.
Los cepillos interdentales se indican especialmente en pacientes que tengan espacios
amplios o que presentan dificultades con el
manejo del hilo dental.
Se debe recomendar la limpieza interdental en forma previa al cepillado tradicional,
debido a que como es la parte más difícil
de la limpieza de los dientes, al dejarla
para el último momento es probable que no
se le preste el cuidado requerido. Debería
realizarse con cada cepillado.
4) Uso del enjuague bucal. Constituye uno
de los ayudantes de mayor relevancia en la
higiene bucal y en el control de la progresión de caries y de la placa bacteriana, tanto en niños sobre 6 años como en adultos.
Sus ingredientes activos, ya sea fluoruro de sodio en concentraciones entre 200
a 220ppm o compuestos antibacterianos
para el control de la placa bacteriana como
el triclosán/gantrez o el cloruruo de cetil
piridinium, han demostrado niveles de
efectividad aceptables para un enjuague
de uso diario y que no posee los efectos
adversos de otros enjuagues como la clorhexidina en el uso diario.
La otra condición que en algunos pacientes es
crítica es que el enjuague no contenga alcohol.
Estos enjuagues se indican especialmente en
pacientes niños sobre 6 años y en jóvenes y
adultos que tengan sensibilidad dentinaria o
lesiones de las mucosa bucal, como aftas o
erosiones producto de un mal cepillado.
Los pacientes deben tener información profesional más precisa de los beneficios terapéuticos del uso diario de enjuagues que contienen fluoruro y agentes antimicrobianos,
especialmente en relación a sus niveles de
bioseguridad ecológica, ya que se ha demostrado que el uso constante de este tipo de enjuague no altera la micro flora bucal normal.
* Asuntos Científicos
Colgate Cono Sur