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CONSEJOS PREVIOS A LA CIRUGÍA Pánico a lo desconocido. Una vez establecido un diagnóstico clínico que implica pasar por quirófano, acude al pensamiento de los pacientes no pocos sentimientos, a veces encontrados, que van a desestabilizar su estado emocional. El control que cada uno separa ejercer sobre sí mismo será fundamental para llevar el trance con mayor o menor entereza. Creemos que los contenidos de este capítulo puedan ayudar a los pacientes a vencer el pánico a lo desconocido que una operación supone. ¿Qué es una intervención quirúrgica? Una operación es un acto terapéutico que implica llevar a cabo, en nuestro organismo, una actuación mas o menos agresiva, en dependencia del diagnostico y de los medios de que se dispongan. Es imprescindible confiar en el médico que ha sentado la indicación quirúrgica. Si tenemos dudas, está en nuestro derecho tratar de resolverlas haciendo las preguntas que estimemos necesarias. Por lo general cuando se establece la necesidad de una operación los cirujanos exponemos la posible alternativas si es que las hay. Al final será siempre el enfermo el que tome la decisión. Hoy es obligatorio, según la Ley general de Sanidad, firmar el consentimiento informado, documento que firma el paciente o el acompañante responsable y que supone aceptar la intervención quirúrgica tras haber sido informado ampliamente sobre las características de la misma, sus ventajas y riesgos. El recuerdo de algún caso desgraciado, ciertas noticias de la prensa e incluso los consejos intencionados del “ amigo listo “ de turno, no deben de atemorizarnos. Son miles los actos quirúrgicos que se realizan diariamente en cualquier país, y por suerte nuestros hospitales disponen de cirujanos preparados y de anestesistas perfectamente capacitados para manejar los modernos fármacos. Este pánico que algunos pacientes refieren hacia la anestesia general, no esta justificado en este momento. Hoy la inducción anestésica es muy segura, el mantenimiento está perfectamente controlado y el despertar de las intervenciones es agradable, siendo pocos o nulos los efectos secundarios. ¿Cómo prepararse ante una operación? Ante una operación es preciso prepararse física y psíquicamente. Detrás de una mala actitud puede estar el fracaso del tratamiento o la aparición de complicaciones. La preparación física puede centrarse en una serie de medidas higiénicas que favorecen la recuperación. Es preciso evitar acatarrarse antes de la intervención. Un resfriado común puede favorecer la aparición de problemas respiratorios en el postoperatorio y no pocas veces obliga a suspender intervenciones La noche previa a la intervención. La noche antes de la operación se recomienda cenar de forma ligera, dejando de tomar líquidos a partir de la medianoche o si la cirugía es por la tarde el desayuno se hará ligero y después se estará en ayunas total ( ni agua) hasta la cirugía. Generalmente se suele tomar medicación ansiolítica la noche antes de la cirugía. Entre los fumadores es un buen consejo evitar el tabaco al menos una semana antes. Los fumadores empedernidos tosen repetidamente y tienen tos sobre todos por las mañanas. Dejar el tabaco disminuirá la tos y ayudara a una mejor recuperación postquirúgica. Ni que decir tiene que otro tipo de drogas, incluyendo en ellas el alcohol exige periodo de abstinencia para evitar complicaciones postoperatorias. En cuanto a los fármacos que el enfermo pudiese estar tomando previamente se aconseja preguntar al cirujano o al anestesiólogo sobre su consumo durante las visitas preoperatorios. Deberá procurarse no tomar fármacos que contentan ácido acetil salicílico ( aspirina) al menos 4 o 5 días antes de la intervención debido a su influencia sobre la coagulación de la sangre. Su consumo puede ser causa de aplazamiento de la cirugía para evitar posible complicaciones hemorrágicas.- También hay que tomar precaución con los fármacos anticoagulantes, muy difundidos en pacientes con problemas cardiacos. Es preciso suspenderlos 24 horas antes de la operación, controlando su problema con Heparina, siempre bajo supervisión médica. La preparación psíquica es igualmente necesaria. Acudir al quirófano con confianza habiendo aparcado los problemas personales nos ayudará en la recuperación, Una actitud positiva ante la enfermedad viendo en el tratamiento quirúrgico la solución de nuestro problema es una baza importante. Los médicos tememos a aquellos pacientes poco colaboradores, ya que son en los que surgen mas complicaciones. Cuando el cirujano decide que es necesario una operación para resolver determinada enfermedad, por su propia iniciativa o en colaboración con los anestesistas solicitan un estudio preoperatorio que no es sino un conjunto de exploraciones clínicas o pruebas diagnosticas complementarias que ayudan a conocer el estado general del paciente. En realidad existen numerosísimas publicaciones que demuestran que esto no es necesario en la mayoría de los pacientes sin antecedentes previos de enfermedades, pero sé hacer de forma rutinaria en nuestro medio para tener una visión general de todos los enfermos La mañana de la operación. Un buen descanso nocturno ayudará a ir relajado al quirófano. Una ducha matutina o una hora antes de la cirugía, vaciando bien la vejiga suelen ser muy recomendables. Pese al ayuno exigido en la mayor parte de las operaciones, los anestesiologos recomiendan en los pacientes hipertensos, toman su medicación habitual con un pequeño sorbo de agua. , Se pretende evitar una crisis de hipertensión, tan favorecidas por el momento de angustia que vive el paciente. ¿ Que hacer con los amigos? Es bonito verse rodeado de las personas queridas antes de la operación. Sin embargo esta práctica supone no pocos problemas para el enfermo y para los hospitales. Existe la costumbre antigua de acudir al hospital cuando un familiar o amigo va a ser intervenido y aunque esto es lógico y pueda ser deseable, no queda más remedio que limitar él número de las personas que acompañan la paciente. Un buen consejo es que no sean mas de dos personas las que acompañen la paciente. La intimidad en momentos de debilidad o emoción deben ser respetadas y desgraciadamente la operación a veces parece un circo. Debemos entender que estas restricciones tienen por objeto respetar el derecho a la intimidad y esta solo la preservan los mas allegados. Los propios pacientes cuentan lo molesto que resulta la profusión de pacientes en los momentos anteriores y posteriores al acto quirúrgico.