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3 IMPLEMENTANDO EL SISTEMA ÚNICO DE ACREDITACIÓN 3.1 QUÉ SON LOS ESTÁNDARES DE ACREDITACIÓN Introducción La implementación del SUA sigue un camino o ruta que representa el proceso racional que debe desarrollar cualquier institución que desee alcanzar niveles de excelencia en la calidad de la atención, y acceder a los beneficios que le otorga el sistema. Los estándares de acreditación se pueden entender de dos maneras: a) De acuerdo con el tipo de institución para la cual fueron diseñados, y b) Según la función que cumple cada uno de ellos dentro de la organización. 3.1.2 Según el tipo de institución para el cual fueron diseñados En la Resolución 1446 de 2006, el Ministerio de la Protección Social reglamentó los estándares de acreditación, de acuerdo con la naturaleza de las instituciones del sistema de salud. Para tal fin, diseñó seis tipos de manuales: uno para las entidades que administran planes de beneficios (EAPB), tales como EPS-S, EPSC, empresas de medicina prepagada y entidades adaptadas, y cinco para las instituciones prestadoras de servicios de salud, según el tipo de servicios que prestan. Estos cinco manuales son: Instituciones hospitalarias Instituciones ambulatorias Laboratorios clínicos Instituciones de imagenología Instituciones de habilitación/rehabilitación Posteriormente, emitió un séptimo manual con la Resolución 3960 de 2008 para las Direcciones Territoriales de Salud, es decir, para las entidades encargadas de regir el sistema de salud en los municipios, departamentos y distritos del País, las cuales se denominan de diferente forma: Secretarías de Salud, Direcciones de Salud, Servicios de Salud, Departamento Administrativo, etc. En la actualidad, el Ministerio de la Protección Social está revisando los manuales de acreditación para instituciones prestadoras de servicios de salud y estudiando la posibilidad de emitir un manual único para las IPS que sea aplicable a cualquiera de las instituciones consideradas anteriormente. Sin embargo, se desconoce la fecha de su emisión y su estructura. 3.1.3 Según su función dentro de la organización Dentro de cada manual, los estándares están organizados de forma que se cubran todos los procesos de la institución, tanto aquellos que son su razón de ser (procesos misionales), como los que sirven para que la institución pueda cumplir esa razón de ser (procesos de apoyo). En los numerales siguientes, se explicará con mayor detalle esta división para cada tipo de institución. 3.1.3.1 Organización del manual de EAPB En estas entidades, se consideran dos secciones para los estándares: Estándares del Proceso de Atención al Cliente – Asistencial, y Estándares de Apoyo a los Procesos Asistenciales. Los primeros se refieren a las acciones que permiten a los usuarios de estas entidades, hacer efectivo su derecho al aseguramiento en salud, para lo cual se incluyen procesos clave como la Afiliación a la entidad, la Planeación de la Atención que hace la entidad para garantizar el acceso a los servicios de salud, la organización de una Red de Servicios que asegure la atención en salud del afiliado, los procedimientos mediante los cuales el usuario tiene Contacto con los Prestadores para recibir los servicios de salud que requiera y la Monitorización del Contacto de estos con los pacientes, así como la Auditoría necesaria sobre los procesos de prestación, y los procesos para garantizar la Integralidad y Continuidad de la Atención y el aseguramiento efectivo del riesgo en salud. La segunda sección comprende los procesos y subprocesos administrativos que aunque no son totalmente visibles para el usuario y su familia, son indispensables para que puedan acceder a los servicios de salud. Estos estándares son: Direccionamiento, que incluye aquellas acciones para asegurar que existe un “norte” institucional plasmado en una plataforma estratégica que es revisada y evaluada, y se dan las instrucciones consecuentes para su desarrollo. Gerencia, los cuales contemplan las actividades necesarias para que las áreas encargadas de gobernar la institución, garanticen el desarrollo del direccionamiento estratégico y los procesos, insumos, talento humano y tecnología que se requieren para dicho desarrollo. Recursos Humanos, que reconoce la importancia de asegurar la competencia, compromiso, bienestar y participación del personal de la institución en el desarrollo del direccionamiento estratégico. Sistema de Información, que considera los procesos y el apoyo tecnológico para capturar, procesar y comunicar los datos e información que se requiera para la toma de decisiones. Ambiente Físico, mediante los cuales se pretende generar una serie de procesos o políticas encaminados a establecer mecanismos de prevención y manejo de los riegos que generan la infraestructura física en su interacción con los clientes internos y externos de la institución. La cantidad de estándares que se contemplan en las diferentes funciones y procesos, es el siguiente (tabla 1): Tabla 1: Estándares de EAPB ESTÁNDARES CLIENTE ASISTENCIAL Afiliación y Activación de Derechos Registro y Afiliación Recaudo Planeación de la Atención Red de Servicios Contacto con los Prestadores Monitorización del Contacto del Usuario con los Prestadores Auditoría Integralidad y Continuidad de la Atención Acciones Permanentes en el Tiempo Subtotal FUNCIÓN DE APOYO Direccionamiento Gerencia Gerencia de Recursos Humanos Gerencia de Sistemas de Información Gerencia del Ambiente Físico Subtotal TOTAL CANTIDAD 14 6 8 7 10 9 10 8 9 9 90 14 14 14 12 11 65 155 3.1.3.2 Organización de los manuales de IPS Para el caso de las IPS, cada manual tiene divididos los estándares en las mismas dos secciones de las EAPB: Estándares del Proceso de Atención al Cliente – Asistencial, y Estándares de Apoyo a los Procesos Asistenciales. Aquí, los estándares de Atención al Cliente – Asistencial siguen la ruta habitual de atención de un paciente y su familia dentro de una IPS, incluidas todas las actividades que se requieren y la coordinación entre las diferentes áreas y funcionarios, desde el ingreso hasta el egreso e incluso, en el período posterior, cuando el seguimiento del paciente es fundamental para garantizar los resultados de la atención. Como los servicios en cada una de las cinco instituciones consideradas puede diferir, los procesos y subprocesos se ajustan a la razón de ser de cada una de ellas, dentro de los cuales existen tres que son iguales para todos (Derechos y Deberes, Acceso al Servicio y Mejoramiento de la Calidad), como se muestra en la figura 1. HOSPITALARIO AMBULATORIO LABORATORIO IMAGENOLOGIA HAB/REHAB. Derechos de los Pacientes Acceso PROCESO DE ATENCIÓN Recepción del paciente Recepción del paciente Recepción del paciente Espera previa a la Atención Espera previa a la Atención Espera previa a la Atención Planea. Cuidado y Tratamiento Planeación de la Atención Planeación de la Atención Planeación de la Atención Evaluación de las Necesidades Ejecución del Tratamiento Proceso de Atención Proceso de Atención Proceso de Atención Evaluación de la Habilit/Rehabilit Educación en Salud Referencia y Contrarrefer. Revisión a otros Servicios Entrega de Resultados Entrega de Resultados Control de Calidad Evaluac. Calidad Procedim. Registro e Ingreso Registro e Ingreso Egreso Evaluación del Tratamiento Evaluación del Tratamiento Salida y Seguimiento Evaluación Egreso y Continuidad Mejoramiento de la Calidad Figura 1: Grupos de Estándares del Cliente – Asistencial En el cuadro: Imagenología Al igual que en la EAPB, los estándares de Apoyo a los Procesos Asistenciales contemplan aquellos procesos y subprocesos administrativos que son críticos dentro de la organización y que aunque no son totalmente visibles para el paciente y su familia, son indispensables para que se pueda prestar los servicios. Se contemplan los mismos cinco grupos de estándares: Direccionamiento, Gerencia, Gerencia del Recurso Humano, Gerencia del Ambiente Físico, Gerencia del Sistema de Información, con las mismas funciones ya descritas para las EAPB pero además, existen otros dos grupos de estándares que no aplican a todos los tipos de instituciones: Sedes Ambulatorias Integradas en Red, que es específico para las instituciones cuyo proceso de atención al paciente se hace en varias sedes de la misma IPS, donde se prestan servicios que se complementan para garantizar el proceso completo. No hay que confundir este aspecto con el proceso de referencia y contrarreferencia, cuya finalidad es garantizar la atención cuando se supera la capacidad de la IPS. Gestión de la Tecnología, que surgen de aplicar los estándares para Laboratorios Clínicos e instituciones de Imagenología, según lo descrito en el anexo 1 de la Resolución 1445 de 2006, y cuya finalidad es el adecuado manejo y administración de la tecnología que se utiliza para la prestación de los servicios, de acuerdo con los riesgos que representa para la atención de un paciente. Los estándares del cliente – asistencial y los de apoyo conforman así, una estructura que puede representarse como un mapa de procesos institucionales, como puede verse en el ejemplo de la figura 2. DIRECCIONAMIENTO D E R E C H O S A C C E S O R E C E P C I O N E S P E R A GERENCIA DE RECURSOS HUMANOS PLANEACION DE LA ATENCION CONSULTA O ATENCIÓN GERENCIA DEL AMBIENTE FISICO GERENCIA EDUCACION EN SALUD REFERENCIA Y CONTRARREF GERENCIA DE LA INFORMACION E G R E S O EVALUACION DEL TRATAMIENTO RETROALIMENTACION DEL PACIENTE GESTIÓN DE LA TECNOLOGÍA Figura 2: Organización de los estándares de acreditación como un Mapa de procesos En el cuadro morado: Recepción – Planeación – Atención – Educación – Evaluación – Retroalimentación En el cuadro azul: Físico - Información Puesto que hay instituciones que prestan varios o todos los servicios (atención hospitalaria, atención ambulatoria, laboratorio clínico, imagenología y habilitación/rehabilitación), el SUA ha contemplado que en estos casos, no se tomen todos los estándares, sino una aplicación simplificada en la cual no se repitan los que son comunes a los cinco manuales. Esto significa que aunque cada manual está concebido para instituciones que prestan un tipo único de servicios (ejemplo: un laboratorio clínico), en la práctica, muchas instituciones prestan más de un tipo de servicios (ejemplo: un hospital de alta complejidad que tiene hospitalización, consulta externa, laboratorio e imagenología). Por tal razón, a una misma institución se le puede aplicar más de un manual o incluso, todos los cinco. Así mismo, algunas instituciones pueden no prestar la atención de la forma como fueron concebidos, pero sí realizar acciones que son complementarias a otros servicios, por lo cual es posible que sólo se le apliquen algunos de los estándares de dicho manual. Es el caso de los estándares de Habilitación y Rehabilitación que tienen aplicación en instituciones hospitalarias y ambulatorias, por la importancia de contemplar unas acciones mínimas de rehabilitación dentro de un tratamiento integral, aunque el plan de rehabilitación sea provisto después, por otras instituciones especializadas en el tema. La siguiente tabla muestra el número máximo de estándares que serían aplicables a un IPS que preste servicios de los cinco tipos de IPS mencionados (tabla 2): Tabla 2: Estándares de IPS ESTÁNDARES CLIENTE ASISTENCIAL Hospitalarios Ambulatorios Laboratorio Clínico Imagenología Habilitación y Rehabilitación Subtotal DE APOYO Direccionamiento Gerencia Gerencia de Recursos Humanos Gerencia del Ambiente Físico Gerencia de Sistemas de Información Gestión de la Tecnología Sedes Ambulatorias Integradas en Red Subtotal TOTAL CANTIDAD 25 63 53 50 12 203 14 14 14 13 11 17 16 99 302 3.1.3.3 Organización del manual de DTS En el caso de la Direcciones Territorial de Salud, los manuales están organizados según las funciones que cumplen estas entidades, y por las actividades necesarias para cumplir cada función: 1 Los procesos o actividades en la función de política Esta función se refiere a la adopción y adaptación de las políticas nacionales para garantizar que en su jurisdicción (municipio, distrito o departamento), el SGSSS opera y garantiza los derechos de los usuarios de manera eficiente. Esta función se desarrolla mediante las siguientes actividades: 1.1 Direccionamiento del sistema de salud 1.2 Gerencia del sistema de salud 1.3 Control al sistema 2 1.4 Fortalecimiento del sistema 1.5 Rendición de cuentas 1.6 Control a la oferta de servicios y de la tecnología Los procesos o actividades en la función de inteligencia Dentro de esta función, se contemplan las acciones que le permiten a la DTS hacer una lectura del entorno para identificar aquellas variables que pueden afectar en forma positiva o negativa la operación del sistema de salud en el cumplimiento de su propósito. La función se desarrolla con las siguientes actividades: 2.1 Gestión de la información 2.2 Acciones de atención en salud a las personas, la población y el medio ambiente. Con esta función, se asegura la ejecución de las actividades para que la entidad territorial pueda convertir las políticas en acciones concretas que permitan cumplir los propósitos del sistema de salud, así como la implementación de los mecanismos de control que se requieran. Las actividades para ejecutar la función son las siguientes: • Gestión del acceso a la prestación de servicios de salud • Salud pública • Gestión para el financiamiento del sistema 3 La función de apoyo a la dirección territorial en salud Como en los anteriores casos de las EAPB y las IPS, las direcciones territoriales deben desarrollar acciones y procesos administrativos que apoyen las anteriores funciones para que se pueda cumplir los propósitos del SGSSS. Los procesos que permiten cumplir la función son: 3.1 Gestión del recurso humano 3.2 Gerencia del ambiente físico La cantidad de estándares que se contempla en las diferentes funciones y procesos, es la siguiente (tabla 3): Tabla 3: Estándares de DTS ESTÁNDARES FUNCIONES MISIONALES Función Política Función de Inteligencia Acciones de atención en salud a las personas, la población y el medio ambiente Subtotal FUNCIÓN DE APOYO Gestión del Recurso Humano Gerencia del Ambiente Físico Subtotal TOTAL 3.2 CANTIDAD 37 10 42 89 14 23 37 126 LA RUTA DE LA ACREDITACIÓN Introducción La implementación del SUA sigue un camino o ruta que representa el proceso racional que debe cumplir cualquier institución que desee alcanzar niveles de excelencia en la calidad de la atención, y acceder a los beneficios que le otorga el sistema. La ruta de la Acreditación en Salud une dos fases importantes dentro de un proceso de mejoramiento continuo: la implementación de procesos, procedimientos y demás tareas necesarias para alcanzar los estándares de acreditación, y las gestiones necesarias para obtener el reconocimiento de la entidad acreditadora. Estas dos fases se conocen como los “ciclos de la acreditación” y están representados en la figura 3. Decisión de Mejorar Autoevaluación contra estándares Ciclo de Preparación para la Acreditación o Ciclo de Mejoramiento Cumplimiento de Requisitos de presentación Solicitud al ente acreditador Acciones de mejoramiento Evaluación de la institución Ruta Crítica o Ciclo de Aplicación Otorgamiento de la Acreditación Decisión de la junta de acreditación Figura 3: Ruta de la Acreditación en Salud A continuación, se explicará el significado de cada uno de ellos: 3.2.2 Ciclo de Preparación para la Acreditación El primer ciclo o de preparación corresponde al desarrollo del modelo de la Acreditación en Salud, es decir, cuando se hace todo el trabajo necesario para que dentro de la institución, se cree una cultura de calidad a partir de un diagnóstico en el cual se reconoce cómo está la institución con respecto de los estándares que le aplican, para poder ejecutar planes de mejoramiento continuos que le permitan acercarse cada vez más, al nivel que se requiere para ser acreditada. Por esta razón, se le llama ciclo de preparación o mejoramiento. Cuando la institución realiza este ciclo de manera juiciosa y constante, con el compromiso de directivos y trabajadores en todos los niveles, está dando los pasos necesarios para garantizar la sostenibilidad del sistema de gestión de calidad y por lo tanto, asegurando que habrá un mejoramiento continuo de la calidad. El primer paso del ciclo es la decisión de la alta directiva de la organización, de comprometerse con un proceso de mejoramiento continuo, llevar a la institución por ese camino y facilitar los recursos que se requieran para lograr dicha meta. A partir de allí, se inician los ciclos de mejoramiento que incluyen ejercicios de autoevaluación, priorización, formulación de planes de mejoramiento, seguimientos y evaluación de los avances logrados. Estos ciclos se repiten cuantas veces sea necesario, hasta que se alcancen los estándares. Cada nuevo ciclo le permite al conjunto de los colaboradores y a la institución en general, aprender la forma de hacer mejor las cosas para satisfacer a los usuarios y sus familiares, generando lo que se conoce como aprendizaje organizacional que en últimas, es el pilar de un sistema de mejoramiento continuo de la calidad. 3.2.3 Ciclo de Aplicación o Ruta Crítica El segundo ciclo, llamado “de aplicación o ruta crítica”, se acciona cuando la institución determina que ha alcanzado un nivel de mejoramiento suficiente para solicitar ante el ente acreditador, una evaluación formal de acreditación. La decisión debe estar basada en evidencias objetivas que incluyan los resultados de los ciclos de mejoramiento realizados, los puntajes obtenidos, el impacto de los mejoramientos realizados y en conjunto, toda la información que permita demostrar que existe un sistema de gestión de la calidad, y que con él, la organización ha sido capaz de alcanzar estándares superiores de calidad. Dados los propósitos de este módulo, la ruta crítica no se explicará en detalle, pero el lector interesado puede ampliar la información sobre el tema, consultando la Guía Práctica de Preparación para la Acreditación en Salud en su última versión, disponible en la página Web del Ministerio de la Protección Social. 3.3 CÓMO SE LOGRA EL MEJORAMIENTO EN ACREDITACIÓN Introducción Mejorar es en sí mismo un proceso, es decir, una secuencia de actividades organizadas que se realizan para lograr un objetivo definido. Las personas utilizamos procesos todos los días, no sólo en nuestro trabajo, sino en las labores cotidianas. Por ejemplo: aunque no esté escrito, todas las personas tenemos un proceso para la “compra del mercado” que está compuesto de una serie de procedimientos o pasos específicos. En este proceso, se puede identificar al menos, tres procedimientos principales, aunque puede variar de una persona a otra: Tenemos un primer procedimiento que podríamos llamar como “elaboración del listado del mercado”, donde se verifica el dinero disponible y se establece qué productos se van a adquirir, priorizando los artículos de primera necesidad, según las preferencias de la persona o la familia. Un segundo procedimiento, sería la “selección del proveedor”, cuando se escoge el sitio donde se va a comprar (supermercado, tienda, plaza de mercado, etc.), según el presupuesto, la calidad deseada de los productos y otros criterios como transporte, tiempo disponible, comodidad, etc. Por último, tendríamos un tercer procedimiento, la “compra del mercado”, cuando se va al sitio o sitios escogidos, se traza una ruta dentro del sitio y se toman los productos (algunos irán pasillo por pasillo para tomar lo que necesitan, mientras otros lo harán, siguiendo el orden del listado, etc.), y por último, se verificará que el dinero presupuestado alcance para pagar la cantidad de productos seleccionados. Si fue insuficiente, se debe priorizar cuáles se dejan de comprar; y en el caso de que haya quedado un sobrante de efectivo, establecer qué otros productos se pueden llevar. De la misma manera, la Acreditación requiere de procesos que permitan organizar las ideas para el mejoramiento, ponerlas en ejecución y sobre todo, sostenerlas en el tiempo para que sus frutos no sean la cosecha de un día, sino la constante de la institución. Como cualquier proceso de mejoramiento, la Acreditación es posible, si se utilizan las herramientas adecuadas. Esto significa aplicar conocimientos científicos e instrumentos diseñados para lograr que los procesos de la institución evolucionen hacia el mejoramiento. Existen muchas herramientas de calidad, pero tal vez la más importante por su trascendencia es el llamado ciclo PHVA o ciclo de Deming o Shewart. El ciclo es una secuencia sencilla y de sentido de común que fue propuesto por un ingeniero norteamericano llamado Walter Shewart, pero que fue popularizado por un discípulo suyo llamado William Deming, quien trabajó en la reconstrucción del Japón, después de la segunda guerra mundial. Este ciclo es importante porque el Sistema Único de Acreditación y el mismo Sistema Obligatorio de Garantía de la Calidad en Salud, están basados en la filosofía que fundamenta el ciclo PHVA, pero también lo utilizan como instrumento para implementar las acciones requeridas. A continuación, se describirá este ciclo: 3.3.2 Ciclo PHVA El ciclo PHVA toma su nombre de las iniciales de las palabras Planear, Hacer, Verificar y Actuar (la sigla en inglés es PDCA por las palabras Plan, Do, Check y Act). El ciclo propone una metodología de Mejoramiento Continuo que consiste en desarrollar períodos de mejoramiento que pueden aplicarse a un solo proceso o en todos los niveles de la organización. Al finalizar el ciclo, se pudo haber obtenido el resultado deseado total o parcial o incluso, no haberse logrado. Sin embargo, allí no termina la búsqueda del mejoramiento del procedimiento, proceso, programa o proyecto, pues si los resultados deseados se obtuvieron, se inicia un nuevo desafío para los responsables y para la propia organización, para llevarlos a un nivel más alto, con base en la experiencia obtenida y la aplicación del PHVA. Si los resultados no se dieron, de todas maneras queda un aprendizaje que permite no repetir los errores, identificar oportunidades de mejoramiento y volver a repetir el ciclo con una mayor efectividad (figura 4). Figura 4: Ciclo PHVA El ciclo se desarrolla de la siguiente manera: P. Las actividades deben planificarse para saber qué se va a hacer, cómo se debe realizar, qué recursos se necesitan, quiénes son los responsables, qué capacitación se requiere antes de iniciar la ejecución, y qué aspectos se van a medir para evaluar el cumplimiento del objetivo. H. En seguida, se debe ejecutar lo planeado, haciendo los ajustes que sean necesarios para facilitar o mejorar los resultados. V. Para saber si se obtuvieron los resultados esperados, cuáles fueron las diferencias entre lo planeado y lo ejecutado (positivas y negativas), se hacen acciones de evaluación. A. Una vez analizadas las diferencias, se define qué se puede aprender del ciclo para aplicar en nuevos ciclos o ajustar los procesos y procedimientos ejecutados. 3.3.3 Desarrollo del Ciclo de Preparación para la Acreditación Como ya se mencionó, el mejoramiento de la calidad dentro del Sistema Único de Acreditación, se da en el ciclo de preparación. El ciclo de preparación consta de los siguientes pasos: Autoevaluación Priorización Elaboración de Planes de Mejoramiento Seguimiento y cierre del Ciclo No obstante, antes de aplicar estos pasos, es necesario preparar la institución y las personas que ejecutarán la autoevaluación. Estas personas se organizan en los llamados “Equipos de Mejoramiento” o “Equipos de Autoevaluación y Mejoramiento”. Antes de explicar los pasos, es necesario entender la importancia de estos equipos y la forma como deben prepararse para asegurar el éxito del Ciclo de Preparación para la Acreditación. 3.3.3.1 Preparación de los Equipos de Mejoramiento Los equipos de mejoramiento son grupos de personas que pertenecen a los diferentes niveles de la organización (directivo, coordinador y operativo), que trabajarán durante todo el ciclo de preparación, es decir, participarán en la autoevaluación, la priorización, la elaboración de los planes de mejoramiento y en el seguimiento y evaluación de los mismos. Estos grupos son el Equipo de Planeación y Liderazgo, y los Equipos de Autoevaluación. ¿Qué es el equipo de planeación? Lo constituyen personas del nivel directivo de la institución cuya misión es dirigir y coordinar el proceso de preparación para la acreditación, garantizar la participación del personal, garantizar los recursos físicos, financieros y logísticos, así como evaluar los avances logrados. Por lo general, las personas que lideran los equipos de autoevaluación hacen parte de este equipo de planeación, puesto que así se facilita la comunicación permanente entre los equipos y la toma de decisiones para llevar a feliz término el ciclo. ¿Qué son los equipos de autoevaluación? Están constituidos por personas de todos los niveles de la institución y su misión es implementar los cuatro pasos del Ciclo de Preparación para la Acreditación: autoevaluación, priorización, elaboración de planes de mejoramiento y seguimiento y cierre del ciclo. Debe existir un equipo de autoevaluación para cada grupo de estándares que componen los manuales de acreditación mencionados para EAPB, IPS y DTS. Eso significa que en el caso de las EAPB, se requerirán 16 equipos, en el de las IPS un máximo de 13 equipos y en el caso de las DTS, seis equipos, aunque dependen del tipo de entidad, su complejidad y estructura organizacional. Algunos equipos pueden asumir más de un grupo de estándares. 3.3.3.2 Autoevaluación La Autoevaluación implica la revisión pormenorizada y periódica por parte de los propios responsables de las elementos que se quieren examinar, con el fin de mejorar el funcionamiento de un determinado proceso, procedimiento o dependencia, mediante la comparación del estado actual de las cosas con el estado ideal en donde deberían estar las mismas, de manera que se pueda establecer qué tan lejos se está de alcanzar ese nivel. El estado ideal se puede expresar en metas u objetivos organizacionales o corresponder a normas o referentes nacionales o internacionales; para el caso de la Acreditación, el “estado ideal” corresponde a los estándares de acreditación que se encuentran en cada manual expedido por el Ministerio de la Protección Social en la normatividad vigente1, para cada servicio y que sea aplicable a la institución que se quiera acreditar (Clínica, Centro de imágenes diagnósticas, EPS, Dirección Territorial de Salud, etc.) A la diferencia que existe entre lo observado y lo esperado se le conoce como “brecha de calidad” y las brechas son la base para elaborar las oportunidades de mejoramiento, sobre las cuales se construyen los planes respectivos. La autoevaluación se hace, calificando estándar por estándar (por ejemplo: a una IPS que tenga todos los servicios, se le aplican 302 estándares y a una Dirección Territorial de Salud, 112 estándares), de manera cualitativa y cuantitativa, siguiendo la metodología específica determinada por el Ministerio de la Protección Social en las Resoluciones citadas en el capítulo anterior. En la CALIFICACIÓN CUALITATIVA, se revisa cada estándar y se formulan lo que se conoce como “fortalezas” y “oportunidades de mejoramiento”. Una fortaleza es una característica que la institución tiene con respecto del estándar, que es fácilmente reconocida, va más allá del cumplimiento de la 1 MINISTERIO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL. Consultar sus Resoluciones 1445 de 2006 y 3960 de 2008 y las normas que las adicionen o modifiquen. normatividad mínima vigente que debe cumplir la institución, y contribuye en forma significativa a satisfacer las necesidades y expectativas del usuario. Las fortalezas deben estar soportadas en documentos, registros, indicadores u otra evidencia verificable. Un ejemplo de una fortaleza puede ser el siguiente: En una institución que está trabajando en acreditación, se llama por teléfono a las personas que han estado hospitalizadas y ya volvieron a su casa, para saber si están mejorando o si existe, algún indicio o signo de alarma que indique que están presentando alguna complicación. Esta es una fortaleza frente a un estándar hospitalario que pide a la institución, evaluar el resultado del tratamiento y brindar información al paciente y su familia sobre la evolución esperada del caso y las posibles complicaciones. Una oportunidad de mejoramiento es lo que le hace falta a la entidad para cumplir con el estándar o dicho de otra forma, las acciones por desarrollar en un tiempo determinado para acercarse al estándar y cerrar la brecha de calidad. Es importante tener en cuenta que aplicando el ciclo PHVA, la oportunidad de mejoramiento se puede ubicar en la planeación (P), en la ejecución (H), en la verificación (V) o en las decisiones (A). Siguiendo con el ejemplo anterior, la institución comenta que el programa de seguimiento al paciente que egresa de la hospitalización lleva un año, pero que aún no han evaluado su impacto. Las oportunidades de mejoramiento podrían ser “que se formulen indicadores para el programa” y “que se haga una medición trimestral de los indicadores, presentando los resultados a la gerencia para que tome decisiones”. Analizando el ejemplo con respecto del ciclo PHVA, tenemos que la institución tiene acciones en la P y en la H, pues el programa se diseñó y está funcionando. No obstante, no tiene acciones en la V y en la A, teniendo en cuenta que apenas va a medir con indicadores y tomar decisiones. Al término de esta tarea, se procede con la CALIFICACIÓN CUANTITATIVA que busca asignar una nota numérica que va de 1 a 5, con la evaluación de tres dimensiones: Enfoque: Se refiere a la existencia de políticas, directrices, métodos y/o procesos que la institución haya diseñado para lograr algún objetivo relacionado con atención en salud. Ejemplos de enfoque, pueden ser la existencia de una política de comunicaciones, guías y protocolos de práctica clínica (ejemplo: protocolo de lavado de manos), fichas de indicadores para medir procesos, métodos de análisis de problemas, etc. Implementación: Se relaciona con la utilización del enfoque, es decir, con la puesta en práctica de las políticas, directrices, métodos y/o procesos, que va mucho más allá de la capacitación previa para hacerlo, la cual sólo permite darlo a conocer, pero no garantiza que la gente lo aplique. También contempla el alcance y extensión que tiene dentro de la institución, es decir, si el enfoque se está aplicando en todas las áreas y procesos donde se necesita, y si las personas que deben aplicarlo, ya sean colaboradores de la institución, usuarios de la misma u otras externas a la organización, lo están aplicando realmente. Por ejemplo: si existe un protocolo para lavado de manos en la institución, se podría decir que hay un enfoque bien desplegado, si se aplica no sólo en salas de cirugía, sino también en consulta externa, urgencias y hospitalización y que además, lo aplican las enfermeras, los médicos, el personal de servicios generales y los mismos pacientes y visitantes. Resultados: Tener resultados significa que existen logros producto de la aplicación del enfoque. En otras palabras, que se ven los resultados del trabajo planificado y hay un impacto positivo en la atención en salud que se puede demostrar con evidencias, y no que los resultados se hayan dado porque “estuvimos de buenas” o por la simple suerte. Siguiendo con el ejemplo anterior, se tienen resultados cuando el propósito del lavado de manos, que es controlar las infecciones en la institución, se está logrando. La forma de demostrarlo es, la disminución en las cifras de los indicadores como la Tasa de Infección Intrahospitalaria o las Infecciones Cruzadas entre servicios. Cada una de estas tres dimensiones tiene unas variables que permiten su calificación, como se aprecia en la tabla 4: Tabla 4: Estructura de la Hoja Radar DIMENSIÓN VARIABLES Sistematicidad y Amplitud ENFOQUE Proactividad Ciclo de Evaluación y Mejoramiento IMPLEMENTACIÓN Despliegue a la Institución Despliegue al Cliente Interno y/o Externo Pertinencia RESULTADOS Consistencia Avance de la Medición Tendencia Comparación La calificación propiamente dicha, se hace utilizando un instrumento llamado “hoja radar” (tabla 5), que consta de cinco columnas y tres secciones, una para cada dimensión de la calificación: enfoque, implementación y resultado. En cada sección, se encuentran las variables específicas que se evalúan, lo cual se logra, revisando las frases que en cada variable o fila corresponden a cada calificación (1, 2, 3, 4 y 5), para ver cuál de ellas refleja lo que sucede en la institución, en relación con el estándar que se está calificando. Entre más alta la calificación, significa que la institución tiene un mayor nivel de desarrollo frente a lo que exige el estándar y viceversa. Así se procede con cada una de las diez variables, lo cual significa que al final se tendrá diez calificaciones entre 1 y 5. Estas calificaciones se promedian para obtener la calificación del estándar. La clave de la calificación cuantitativa es leer muy bien el estándar, entendiendo lo que pide, para luego revisar cuál de las frases de las cinco casillas es la que mejor refleja la situación de la institución. Siguiendo con el ejemplo mencionado, en la calificación cualitativa (seguimiento a pacientes que egresan después de una hospitalización), si se califica el “Enfoque”, en la variable de “Sistematicidad y Amplitud”, la frase que mejor refleja la situación de la institución es la correspondiente a la calificación 3, porque el programa para hacerle seguimiento a los pacientes que estuvieron hospitalizados es planificado y continuo (sistemático), busca lograr los propósitos del estándar porque permite evaluar el resultado del tratamiento y se aplica en un área clave de la institución como es la hospitalización. Por lo general, una institución que está iniciando el proceso de Acreditación, tiene la mayoría de calificaciones en 3 ó menos. Tabla 5: Estructura de la Hoja Radar Variables Sistematicidad y Amplitud Proactividad 1 2 El enfoque es esporádico, no está presente en todas las áreas, no es sistemático y no se relaciona con el direccionamiento estratégico. Los enfoques mayoritariamente reactivos. son CALIFICACIÓN 3 DIMENSION DE ENFOQUE Comienzo de un enfoque sistemático para los propósitos básicos del estándar y empieza a estar presente en algunas áreas. El enfoque y los procesos con los cuales se despliega, están documentados. Etapas iniciales de transición de la reacción a la prevención de 4 5 El enfoque es sistemático, alcanzable para lograr los propósitos del estándar que se desea evaluar en áreas clave El enfoque es sistemático, tiene buen grado de integración que responde a todos los propósitos del estándar en la mayoría de las áreas. Relacionado con el direccionamiento estratégico. El enfoque es explícito y se aplica de manera organizada en todas las áreas, responde a los distintos criterios del estándar y está relacionado con el direccionamiento estratégico. Enfoque en su mayoría preventivo, hacia el manejo y control El enfoque es mayoritariamente proactivo y preventivo. El enfoque es proactivo y preventivo en todas las áreas. problemas. proactivo de los procesos y problemas de los mismos, aun cuando existen algunas áreas en donde se actúa en forma reactiva. El proceso de mejoramiento está basado en hechos y datos (acciones específicas realizadas y registradas), sobre áreas clave que abarcan la mayoría de productos y servicios. Existen ciclos sistemáticos de evaluación, la información recogida es consistente y válida, oportuna y se emplea para evaluar y definir acciones de mejoramiento. La información presentada es anecdótica y desarticulada, no hay evidencias (hechos y datos). La evidencia de un proceso de evaluación y mejoramiento del enfoque es limitada. Esbozo de algunos hechos y datos, desarticulados. Despliegue a la Institución El enfoque se ha implementado en algunas áreas, pero se refleja su debilidad. La implementación del enfoque se da en algunas áreas operativas principales y existen brechas muy significativas en procesos importantes. La implementación está más avanzada en áreas clave y no existen grandes brechas con respecto de otras áreas. Existe un enfoque bien desplegado en todas las áreas, con brechas no significativas en áreas de soporte. Despliegue al Cliente Interno y/o Externo El enfoque no despliega hacia clientes. Hay evidencias de despliegue a unos pocos clientes, pero éste no es consistente. Hay evidencias de implantación parcial del enfoque en clientes internos y externos, con un grado mínimo de consistencia. La implementación del enfoque se amplía continuamente para cubrir nuevas áreas en forma integral y responde al enfoque definido en todas las áreas clave. El enfoque se despliega a la mayoría de los usuarios y es medianamente consistente. El enfoque se despliega a la totalidad de los usuarios y es totalmente consistente. Pertinencia Los datos presentados no responden a los factores, productos o servicios clave del estándar. Los datos presentados son parciales y se refieren a unos pocos factores, productos o servicios clave solicitados en el estándar. Los datos presentados se refieren al desempeño de algunas áreas clave, factores, productos y/o servicios solicitados. Todos los resultados se relacionan con el área o punto del estándar por evaluar, y alcanzan los objetivos y las metas propuestas. Consistencia Sólo existen ejemplos anecdóticos de aspectos poco relevantes y no hay evidencia de que sean el resultado de la implementación del enfoque. La mayoría de los resultados referidos se relacionan con el área, factores, productos y/o servicios solicitados en el estándar, alcanzando los objetivos y metas propuestas. Se comienza a obtener resultados todavía incipientes de la aplicación del enfoque. Existe evidencia de que algunos logros son causados por el enfoque implementado y por las acciones de mejoramiento. La mayoría de los resultados responden a la implementación del enfoque y a las acciones de mejoramiento. Todos los resultados son causados por la implementación de enfoques y a las acciones sistemáticas de mejoramiento. Avance de la Medición No existen indicadores que muestren tendencias en la calidad y el desempeño de los procesos. La organización se encuentra en una etapa muy temprana de medición. Existen algunos indicadores que muestran el desempeño de procesos. La organización se encuentra en una etapa media del desarrollo de la medición. Existen indicadores que monitorean los procesos y ya muestran tendencias positivas de mejoramiento en algunas áreas clave, factores, productos y/o servicios solicitados en el estándar. Algunas áreas reportadas pueden estar en etapas recientes de medición. Existen procesos sistemáticos de medición para la mayoría de las áreas y factores clave solicitados en el estándar. Los resultados son monitoreados directamente por los líderes de todos los niveles de la organización y la información se utiliza para la toma de decisiones y el mejoramiento de los procesos. La mayoría de los indicadores alcanzan niveles satisfactorios y muestran firmes tendencias de mejoramiento de las áreas clave, factores, productos y/o servicios, lo cual se refleja en que van de bueno a excelente. Se observan tendencias positivas y sostenidas de mejoramiento de todos los datos en el transcurso del tiempo. Ciclo de Evaluación y Mejoramiento Variables DIMENSIÓN DE IMPLEMENTACIÓN se los Variables Tendencia Comparación Existe un proceso de mejoramiento basado en hechos y datos como herramienta básica de dirección. DIMENSIÓN DE RESULTADO El estadio de la medición y por lo tanto de los resultados, no garantizan tendencias confiables. No existen políticas ni prácticas de comparación de los procesos de la organización con los mejores. Se muestran resultados muy recientes que no permiten tener suficientes bases para establecer tendencias. Se encuentran algunas prácticas independientes de comparación, poco estructuradas y no sistémicas. Se presentan tendencias de mejoramiento de algunos factores clave del estándar. Se encuentra en etapa temprana de comparación con las mejores prácticas de algunos procesos, productos y servicios solicitados en el estándar. Se encuentra en etapa madura de comparación con las mejores prácticas nacionales de áreas, productos, factores y/o servicios clave solicitados en el estándar. Los resultados son comparados con referentes nacionales e internacionales y se ubican en niveles cercanos a las tendencias de clase mundial. Cuenta con un sistema de evaluación y mejoramiento de los sistemas de comparación. Fuente: Ministerio de la Protección Social, Resolución 1445 de 2006, Anexo 2. Al final del ejercicio de Autoevaluación, se tendrá para cada estándar de acreditación, una calificación cualitativa con fortalezas, si se consideró que existen, y una o más oportunidades de mejoramiento, así como una calificación cuantitativa dada por un puntaje entre 1 y 5, que es el resultado de calcular el promedio de las diez calificaciones obtenidas en cada una de las variables que componen las tres dimensiones del proceso de acreditación: enfoque, implementación y resultados. 3.3.3.3 Priorización El procedimiento posterior a la autoevaluación se conoce como Priorización y tiene como propósito “… concentrar los esfuerzos en aquellos aspectos donde el cambio de las condiciones existentes tenga como consecuencia un mayor beneficio, generando un espacio de conocimiento, discusión y participación” 2. Esto significa que la priorización busca llevar a cada institución a que decida mediante la aplicación de algunas herramientas, en dónde debe centralizar el trabajo de directivos y colaboradores, dónde ubicar los recursos disponibles y en qué aspectos colocar la atención de la organización, porque todo esto le va a permitir obtener los resultados y el impacto necesarios para incrementar los niveles de calidad de la atención en salud. Para que la priorización sea efectiva, la metodología aplicada debe ser capaz de revelar cuáles son los problemas de calidad que si se modifican o solucionan, van a tener una mayor incidencia en la calidad de la atención de los usuarios. En este sentido, esta decisión es fundamental y como tal, debe contar con la participación de las directivas de la organización, de las personas y dependencias encargadas de los procesos relacionados con los problemas de calidad, y de colaboradores relacionados con los mismos. La priorización se hace sobre las oportunidades de mejoramiento que fueron formuladas en la autoevaluación, pues ellas representan los problemas de calidad de la institución. La idea es definir cuáles de estas oportunidades deben ser trabajadas a corto y mediano plazo, y cuáles dan espera para un lapso mayor. Es importante aclarar que la priorización no busca definir cuáles oportunidades de mejoramiento son importantes y cuáles no; por el contrario, la priorización obedece a que la experiencia internacional ha demostrado que cuando una organización pretende enfrentar todo lo importante al mismo tiempo, se invierte un esfuerzo muy grande, pero los resultados no se ven rápidamente y causan un desgaste innecesario en la institución, desmotivación en el personal y merma en la credibilidad del proceso de acreditación. 2 2007. Ibíd. Pautas indicativas de auditoría. Dirección General de Calidad de Servicios. Bogotá: Existen varias metodologías para realizar la priorización de las oportunidades de mejoramiento. Sin embargo, la que recomienda el Ministerio de la Protección Social 3, es la que utiliza una matriz (figura 5), donde se califica cada oportunidad de mejoramiento contra unos criterios que representan tres aspectos fundamentales para cualquier organización: riesgo, costo y volumen. ESTÁNDAR DE ACREDITACIÓN OPORTUNIDAD DE MEJORAMIENTO RIESGO COSTO VOLUMEN CRITICIDAD Figura 5: Matriz de Priorización de Oportunidades de Mejoramiento A continuación, se explicará el significado de los tres criterios y la forma como se deben calificar: Riesgo: Es la posibilidad de que ocurra un daño o suceso indeseable para la organización o sus clientes internos y externos, si no se implementa la oportunidad de mejoramiento. El riesgo se evalúa con una escala numérica que va de 1 a 5, donde 1 significa que no se percibe un riesgo para los clientes internos y/o externos de la organización si no se implementa la oportunidad de mejoramiento, y 5 que el riesgo es real y muy importante. Costo: Se refiere al costo representado en dinero, perjuicios, sobrecostos, desperdicios, incapacidades, muertes, tratamientos adicionales, pérdida de usuarios y contratos, eventos adversos o cualquier costo de no calidad que puede llegar a asumir la organización, si no implementa la oportunidad de mejoramiento. El costo se evalúa con una escala numérica que va de 1 a 5, donde 1 significa que los costos de no calidad para la organización, si no se implementa la oportunidad de mejoramiento son insignificantes o no existen, y 5 que estos costos pueden ser elevados. 3 Ibíd. Volumen: Es el número de personas, ya sean clientes internos y/o externos que se verían afectadas, si no se implementa la oportunidad de mejoramiento. El volumen se evalúa con una escala numérica que va de 1 a 5, donde 1 significa que la cantidad de personas afectadas, si no se implementa la oportunidad de mejoramiento es bajo, y 5 que la cantidad de personas afectadas es muy importante. El uso de la matriz exige organizar una o más reuniones a las cuales asistan un grupo de personas plural, con representación de las directivas de la organización, los responsables de las dependencias y procesos relacionados con los problemas de calidad, y algunos colaboradores cuyo trabajo esté relacionado con los mismos. En esas reuniones se revisa el estándar de acreditación evaluado y luego cada una de la o las oportunidades de mejoramiento que se formularon para cada estándar. A continuación, se somete a discusión la calificación entre 1 y 5 que se le dará a la oportunidad de mejoramiento frente a cada criterio de priorización, hasta llegar al consenso del grupo. Ese valor se coloca en la matriz, en la columna correspondiente a cada criterio, y luego se multiplican los tres valores para dar el puntaje obtenido por la oportunidad de mejoramiento, el cual se coloca en la columna “criticidad” (figura 4). Como la calificación de cada criterio va de 1 a 5, significa que el mayor puntaje posible es 125 (5 x 5 x 5), y el mínimo 1 (1 x 1 x 1). El paso siguiente es establecer los intervalos para clasificar las oportunidades de mejoramiento en alta prioridad (intervención a corto plazo), mediana prioridad (intervención a mediano plazo), y baja prioridad (intervención a largo plazo). Este proceso se hace antes de la reunión y es una decisión autónoma de cada organización. En el ejemplo de la figura 6, se establecieron los siguientes límites: Alta prioridad (color rojo), entre 75 y 125 puntos. Mediana prioridad (color amarillo), entre 31 y 74 puntos. Baja prioridad (color verde), 30 ó menos puntos. ESTÁNDAR DE ACREDITACIÓN OPORTUNIDAD DE MEJORAMIENTO RIESGO COSTO VOLUMEN CRITICIDAD 3. La organización garantiza que los pacientes que van a ser atendidos conocen y comprenden el contenido de la declaración de sus derechos y Definir un mecanismo para explicar a los pacientes, el contenido de la declaración de los derechos y deberes. 5 5 5 125 ESTÁNDAR DE ACREDITACIÓN deberes. OPORTUNIDAD DE MEJORAMIENTO Definir un procedimiento para verificar, si el paciente entiende la declaración de derechos y deberes. Aplicar el procedimiento anterior a una muestra mensual de pacientes. RIESGO COSTO VOLUMEN CRITICIDAD 5 3 5 75 3 3 5 45 10. La Institución Prestadora de Servicios de salud tiene definidos los indicadores y estándares de oportunidad para los determinados servicios ambulatorios que posee. Socializar los indicadores y estándares de oportunidad al personal de los servicios ambulatorios. 4 3 5 60 12. La organización mediante cualquier método probado y validado de estudio, conoce y analiza aquellos casos en los cuales los pacientes no pudieron acceder a los servicios. Elaborar un procedimiento para detectar y analizar los casos de pacientes que no accedieron al servicio. 4 2 3 24 Figura 6: Ejemplo de una matriz de priorización diligenciada a partir de estándares de acreditación ambulatorios Teniendo en cuenta que las calificaciones se hacen con base en la experiencia, conocimiento y buen juicio de cada asistente, es muy importante una selección correcta para garantizar una buena decisión. Aún así, como la opinión de los asistentes puede ser muy diversa, se debe procurar que durante el ejercicio, cada quien exponga las razones de su calificación. Para enriquecer el debate, se recomienda que si existen datos de referencia como investigaciones, resultados de auditorías, mediciones de costos de no calidad, etc., que les permitan a los asistentes calificar mejor los anteriores criterios, les sean entregados con antelación a la reunión. Por último, se seleccionan cuáles oportunidades de mejoramiento se priorizaran para elaborar el plan de mejoramiento. Se empieza por las de alta prioridad (color rojo); si su número es muy bajo, se continúa con las de mediana prioridad (color amarillo); si el número aún es insuficiente, se continúa con las de baja prioridad (color verde). La idea es que las personas que priorizan sean sensatas al momento de decidir el número de oportunidades de mejoramiento priorizadas, de manera tal que se puedan desarrollar durante el tiempo que dure la ejecución del plan de mejoramiento. 3.3.3.4 Elaboración de Planes de Mejoramiento Una vez sean escogidas las oportunidades de mejoramiento que se consideren prioritarias para la institución, es el momento para formular el Plan de Mejoramiento que se va a desarrollar. El plan establecerá las acciones que se requieran para desarrollar cada oportunidad de mejoramiento, las tareas específicas que se deben implementar en cada acción, los responsables de realizarlas, los plazos para su ejecución, y los encargados de hacer seguimiento y evaluación para establecer, si las acciones se dieron como se esperaba y si tuvieron el impacto esperado. Como forma de darle una directriz al plan de mejoramiento, es aconsejable que se formule un objetivo general del plan. Para elaborar el plan de mejoramiento se revisa cada oportunidad de mejoramiento priorizada y se define si requiere una o más acciones para implementarla. A su vez, cada acción de mejoramiento puede requerir una o más tareas, y cada tarea tendrá sus responsables y fechas de cumplimiento (figura 7). ACCION DE MEJORA 1 TAREA 1 RESPONSABLES FECHAS CUMPLIMIENTO TAREA 2 RESPONSABLES FECHAS CUMPLIMIENTO OPORTUNIDAD DE MEJORA ACCION DE MEJORA 2 TAREA 1 RESPONSABLES FECHAS CUMPLIMIENTO TAREA 2 RESPONSABLES FECHAS CUMPLIMIENTO Figura 7: Flujograma de elaboración del plan de mejoramiento En la gráfica: Mejoramiento (tres veces) - Acción (dos veces). Para completar el plan, se recomienda escoger uno o dos indicadores con los cuales se pueda conocer el impacto que tuvo el plan. Una vez finalizadas las tareas de autoevaluación, priorización y elaboración de planes de mejoramiento, la institución tiene un plan por cada grupo de estándares presentes en el manual que se le aplique, y está lista para empezar a ejecutar las tareas que le permitirán iniciar el proceso de cambio y transformación hacia la excelencia. 3.3.3.5 Seguimiento y Evaluación de los Planes de Mejoramiento Ningún plan se ejecuta por sí solo o produce los resultados esperados, si no se acompaña de una labor paralela de monitorización que permita garantizar su implementación y la realización de los ajustes necesarios frente a cualquier eventualidad que surja. Por tal motivo, se debe realizar una labor permanente de seguimiento a cada plan de mejoramiento, con personas pertenecientes a los mismos equipos de autoevaluación y con retroalimentación continua hacia el equipo de planeación y liderazgo. Con ello, se busca mantener el interés y el ritmo de trabajo de todo el personal responsable de la realización de cada tarea, evitar que los problemas e inconvenientes que normalmente aparecen en el desarrollo de un plan se conviertan en barreras para avanzar, y en general, motivar a los equipos para que desarrollen todas las actividades planeadas. Es importante realizar reuniones periódicas o desarrollar acciones de auditoría y acompañamiento, para que el seguimiento se vuelva un hábito en la rutina diaria del personal. También ayuda, registrar los avances y las dificultades en planillas o tablas de seguimiento, con el fin de que cada responsable pueda verificar lo realizado y al mismo tiempo, aprenda de la experiencia de los demás involucrados. Estas tareas se pueden complementar con la medición de los indicadores formulados para cada plan pues en esta forma, se podrá determinar qué tanto se logró avanzar en la solución de las oportunidades de mejoramiento que sirvieron de punto de partida de todo el proceso, y saber qué tanto se acercó la institución al cumplimiento de los estándares de acreditación. Con el cumplimiento de los planes de mejoramiento y la evaluación de su impacto, se cierra el primer ciclo del proceso, y en seguida se procede a reiniciarlo, efectuando cuantos ciclos sean indispensables para lograr la acreditación de la institución. Cuando alguna de las autoevaluaciones subsiguientes permita determinar que la institución está lista, se inicia el Ciclo de Aplicación o Ruta Crítica que le permitirá a la institución, solicitar al ente acreditador, actualmente el ICONTEC, que efectúe la evaluación externa y corrobore, si la institución ha alcanzado el nivel de calidad exigido para acceder al reconocimiento de “Acreditación en Salud”.