Download Actualizacion en el manejo de la infeccion de protesis

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Actualización en el manejo de la infección de prótesis articulares (IPA).
Si bien la infección de prótesis articulares (IPA) fue tratada de una forma global en un número
anterior de Grampost, en esta revisión pretendemos actualizar la información disponible acerca
de las modalidades terapéuticas medicoquirúrgicas en las distintas situaciones clínicas en las
que se puede presentar esta complicación, que se observa en el 1-2% de todas las prótesis
articulares implantadas, fundamentalmente prótesis totales de cadera (PTC) o de rodilla
(PTR)1.
En los últimos años, el hecho de que la mayoría de las prótesis articulares se implanten a
pacientes de edad avanzada condiciona que se hayan empezado a replantear los fines
terapéuticos en la IPA, primando el concepto de conseguir una prótesis con funcionalidad
conservada y sin dolor el mayor tiempo posible. Lo cierto es que el método ideal para
conseguirlo es la erradicación de la infección, pero en cada caso hay que valorar las medidas
terapéuticas optimizadas para cada paciente y cada forma clínica. Así, si bien la curación de la
IPA dependerá de la limpieza quirúrgica de todo el tejido infectado, idealmente de la retirada de
la prótesis infectada y de la administración de antibioterapia prolongada, se han desarrollado
distintas estrategias que incluyen la que contempla la conservación de la prótesis.
1. Datos clínicos y microbiológicos que condicionan el pronóstico y la actitud
terapéutica
A lo largo de los últimos 20 años se han diferenciado distintas formas clínicas de aparición de la
IPA con un criterio fundamentalmente temporal que se correlaciona con un pronóstico posterior
diferente en cuanto a la posibilidad de curación1,2. Así, podríamos clasificar las IPA en:
•
•
•
•
•
Hallazgo microbiológico en muestras quirúrgicas de la revisión de una prótesis articular
(generalmente por aflojamiento).
IPA precoz, que se manifiesta en menos de 3 meses desde la implantación.
IPA retardada, que se manifiesta entre 3 y 12 meses desde la implantación.
IPA tardía, que se manifiesta por encima del año desde la implantación.
IPA de adquisición hematógena. En general, se suele incluir dentro de las IPA
retardadas o tardías. Son las que se adquieren a través de bacteriemia desde otro foco
infeccioso distinto de la herida quirúrgica de la implantación.
Los datos clinicomicrobiológicos que se han relacionado con peor pronóstico para la curación
de la IPA1,3-5 son:
•
•
•
•
•
•
•
Infección tardía.
Casos sin filiación microbiológica.
Fracaso de recambio en un tiempo previo.
Microorganismos de difícil tratamiento antibiótico eficaz como SARO u otros
multirresistentes.
Presencia de factores locales de mal pronóstico como fibrosis, cirugías repetidas,
presencia de fístulas o pérdida ósea que requiere utilización de injertos de cortical.
Afectación de partes blandas.
Duración de los síntomas de infección mayor de dos semanas (más de 3 días en el
caso de IPA por S. aureus).
2. Tratamiento antibiótico
El perfil del antibiótico ideal para el tratamiento de la IPA debería cumplir una actividad
bactericida frente a microorganismos (fundamentalmente estafilococo y estreptococo,
causantes de la mayoría de los casos) que se adhieren a superficies, de lento crecimiento y
productores de biofilm6,7. Esto es especialmente cierto en los casos en los que se intente
erradicar la infección sin retirada de la prótesis. Por otro lado, es importante que presente
buena tolerancia y biodisponibilidad oral para tratamientos prolongados.
La rifampicina es un antibiótico que cumple con estas características frente a IPA
estafilocócica (la más frecuente con mucho), aunque siempre requiere ser utilizada en
combinación, debido al frecuente desarrollo de resistencias en
monoterapia. En un metaanálisis que recogía los estudios clínicos de antibioterapia en
infección osteoarticular, la combinación de rifampicina y quinolonas claramente superaba a
estas últimas en monoterapia8. Esta conclusión se confirmó en el único estudio aleatorizado
comparativo realizado hasta la fecha, que evaluó el tratamiento antibiótico concretamente en
IPA, y donde se concluye la superioridad de la combinación con rifampicina en tratamiento de
osteomielitis estafilocócica asociada a material protésico5.
Las quinolonas constituyen otro grupo de fármacos que se han utilizado en infección
osteoarticular, especialmente en el tratamiento de mantenimiento, debido a su excelente
biodisponibilidad y a la buena tolerancia en tratamientos prolongados. Cabe destacar el
porcentaje de curación alcanzado con el uso de quinolonas, incluso en pacientes con
osteomielitis a los que no se les ha retirado el material protésico, y que en algún trabajo llega a
ser del 74%9. Por otro lado, los escasos estudios clínicos que comparan las quinolonas con
betalactámicos i.v. en osteomielitis crónica muestran una eficacia similar de ambas estrategias,
que siempre contemplaban una limpieza quirúrgica previa9,10. Ciprofloxacino y ofloxacino son
las quinolonas que más se han evaluado. Las nuevas quinolonas con mejor actividad
antiestafilocócica (levofloxacino, moxifloxacino) parecen más adecuadas y podrían permitir
mejores resultados, aunque faltan estudios que lo corroboren. En cualquier caso, las nuevas
recomendaciones de tratamiento antibiótico de las IPA incluyen el uso de
levofloxacino1.
El cotrimoxazol es otro antibiótico que ha sido utilizado en IPA por S. aureus resistente a
oxacilina (SARO) y a quinolonas, en general también en combinación con rifampicina.
En dos series abiertas no comparativas de infección osteoarticular (en la mayoría de los casos
estafilocócica) se utilizó este antibiótico junto a rifampicina11,12. Casi todos los pacientes eran
portadores de algún material de osteosíntesis, y cuando se realizaba manejo quirúrgico junto a
tratamiento antibiótico parenteral previo se observaron curaciones entre el 84 y el 90%. Cabe
destacar que el 75% de los 24 pacientes a los que no se les retiró el material de osteosíntesis
se curaron.
El ácido fusídico podría ser una alternativa que se ha utilizado puntualmente en combinación
con rifampicina en IPA con resultados similares a la pauta de rifampicina-ofloxacino (curación
alrededor del 50%) en un estudio en el que se comparaban de forma retrospectiva ambas
combinaciones en pacientes con infección de PTC13.
Linezolid es un nuevo fármaco que presenta una actividad similar a los glicopéptidos para
SARO, lo que, sumado a su excelente biodisponibilidad y la elevada penetración en hueso (de
hasta un 60% de la concentración sérica14) y en partes blandas15, facilita su uso en
antibioterapia secuencial en IPA por este microorganismo, como se sugiere en un estudio
reciente16.
3. Tratamiento quirúrgico
Las alternativas quirúrgicas que se han utilizado para el manejo de la IPA son:
•
•
•
Desbridamiento con retención de la prótesis. Se incluye la limpieza del hematoma
posquirúrgico, liberación de material fibrosado, resección de tractos fistulosos y
limpieza de los tejidos blandos y porción ósea desvitalizada.
Recambio de la prótesis en un tiempo. Aparte del desbridamiento, se retira todo el
material extraño y se reimplanta una nueva prótesis en el mismo tiempo quirúrgico.
Recambio de la prótesis en dos tiempos. Aparte del desbridamiento, se retira todo el
material extraño, pero se retrasa la reimplantación de una nueva prótesis durante un
tiempo variable (alrededor de 4 semanas). En muchos casos se deja un espaciador de
cemento con o sin antibiótico impregnado para permitir hasta la implantación definitiva
cierta funcionalidad al miembro afectado. No hay datos definitivos que confirmen la
superioridad de la impregnación de vancomicina o gentamicina en estos cementos en
•
•
•
cuanto a mejorar el pronóstico de curación definitiva de la prótesis. Como alternativa se
debe aplicar un fijador externo.
Retirada definitiva. Retirada del material de osteosíntesis y desbridamiento sin
reimplantación de nuevo material protésico.
Artrodesis. Retirada del material de osteosíntesis y desbridamiento sin reimplantación
de nuevo material protésico y colapso de la cavidad articular para favorecer la
estabilidad de la zona.
Amputación.
4. Estrategias terapéuticas
En las Tablas 1-3 se describen las series más importantes que evalúan las distintas estrategias
medicoquirúrgicas, que combinan las distintas técnicas de cirugía ortopédica con el tratamiento
antibiótico intravenoso y de mantenimiento por vía oral para el tratamiento de distintas formas
clínicas de IPA. Si bien las estrategias quirúrgicas están razonablemente definidas y
protocolizadas, hay escasa información acerca de las pautas de tratamiento antibiótico. En
unas recomendaciones recientes1 se sugieren las pautas que se describen en la tabla 4. En
cualquier caso, hay aspectos que todavía no están completamente definidos:
•
•
•
El papel de nuevos antibióticos por vía oral, como las nuevas quinolonas o linezolid.
El tiempo de antibioterapia parenteral necesaria antes de la secuenciación a vía oral,
especialmente ahora que disponemos de antibióticos por vía oral más eficaces frente a
la mayoría de microorganismos causantes de IPA.
La influencia que podrían tener en cuanto a la mejoría de las tasas de curación de las
estrategias más conservadoras.
Tabla1. Experiencia en manejo de IPA con retirada en 1 tiempo
Año/
N.º/tipo
Prot.
Ref.
198620
IPA
102 PTC No
especific.
72 PTC Tardía
198921
1994
22
57 PTC
199823
20 PTC
19992
10 PTR
Tiempo
Tardía
No
especific.
Microorganismo
Tratamiento con
antibiótico
Curación
SCN
No especificado
SCN
No especificado
93/102
Seguimiento medio de 3
(91%)
años
63/72 (87%) Estudio retrospectivo
No especificado
observacional
50/57 (86%) Pacientes con fístula.
Variable
9 SCN, 5 SA,
I.v. cemento con
antibiótico
5 Strep.
Inf. precoz 5 SA, 5 SCN.
100%
Observaciones
Seguimiento medio de 7
años
Seguimiento medio de 9
años. 14% con fístula.
I.v. 4 semanas. Tipo 5/10 (50%) Seguimiento de 4 años.
no especificado
24
1999
24 PTC Excluidas 17 SCN, no
I.v. 2 semanas + 2-3 22/24 (92%) Seguimiento medio de 10
crónicas
SA.
meses v.i. (no
años
con fístula
especificado tipo)+
cemento con
antibiótico.
PTC: prótesis total de cadera; PTR: prótesis total de rodilla; SCN: Staphylococcus coagulasa negativo; SA:
Staphylococcus aureus ; Strep : Streptococcus sp.
Tabla2. Experiencia en manejo de IPA con retirada en 2 tiempos
Año/
Ref.
198921
N.º pac/ Tiempo
tipo Prot.
IPA
19 PTC Tardía
25
1990
31 PTR
199926
19992
Microorganismo
Tratamiento con
antibiótico
Curación
Observaciones
SCN
No especificado
100%
Estudio retrospectivo
Indeterminada
22 PTC
Indeterminada
Tardía
29 PTR
Crónicas
SCN: 19
SA
observacional
I.v. 6 sem
30/31 (97%)Seguimiento de 4
años
Cloxa i.v. 4 semanas + 100%
Seguimiento medio
30 días de media de
de 7 años.
tratamiento oral (70%
betalactámicos)
No especificado
24/29 (83%)Seguimiento medio
de 4 años
SA: 17
1999
29 PTR
Strep; 5
Inf. tardía 34% SA, 38% SCN No especificado
24/29 (83%)Seguimiento medio
de 3 años
199926 16 PTR Tardía
SA
Cloxa. i.v. 4 semanas + 15/16 (94%)Seguimiento medio
30 días de media de
de 7 años
tratamiento oral (70%
betalactámicos)
PTC: prótesis total de cadera; PTR: prótesis total de rodilla; SCN: Staphylococcus coagulasa negativo ; SA:
Staphylococcus aureus ; Strep : Streptococcus sp.
2
Tabla 3. Experiencia en manejo conservador de infección prótesis articulares
Año/ N.o/ Tipo
Ref.
199027 31 (PTR)
Tiempo IPA
Variable
Microorganismo
SA: 16 p.
199128 8 PTR,
5PTC
29
1992 11
Variable
Indeterminado 4-6 s i.v. ¿Tipo?
Variable
SA, Strep.
199630 41 PTC
35 < 1 mes
6 bateriem.
1997
4
199831
1998
5
33 (PTC
yR)
42 PTC
Variable
Tratamiento con
antibiótico
I4 s i.v. ¿Tipo?
Prolongado 3
meses Cipro o
betalact. + rif.
74% Staph. o No especificado
Strep. 21%
gramnegativo
SA
No especificado
19 < 1 mes SCN (11)
4 bacteriem.
SA (9)
19 >1 mes
I.v. media 30 d.
Strep. (9)
(media 70 días)
33: 8 PTC, < 21 días
7 PTR y 18
V.o. en 26 p.
Manejo Cx
Curación Seguimien-to
medio
Desbridamiento 7/31
8 años
(22%)
Desbridamiento 3/13
3 años
(23%)
Variable
10/11
2 años
(90%)
Desbridamiento 25/35
(71%)
4 años
3/6 (50%)
Variable
12/33
2 años
(36%)
Desbridamiento 4/19
6 años
(21%)
2/4 (50%)
0/19
Entb. (12)
No especificado tipo
26 SA (todos I.v. 2 semanas con Desbridamiento 12/12
OS) y 7 SCN. cloxa. o vanco. i.v. +
(100%)
3 años
osteosíntesis.
Mediana de 5
días
3-6 m. Cipro + rif o
placebo
Rif.
E.
7/12
aleatorizado
(58%)
y controlado.
Placeb
19992 11 PTR
Crónicas
34% SA, 38% 6 semanas abt. i.v. Desbridamiento 1/11 (8%) 3 años
SCN
No especificado tipo
19992 7 PTR
Hematógena 2 SA, 2 SCN, 46 semanas abt. i.v. Desbridamiento 5/7 (71%) 3 años
Strep., 1 Ec. No especificado tipo
32
1999 34 PTR y Variable
24 SA (75%) 6 semanas con i.v. y Desbridamiento 13/34
3 años
PTC
posteriormente
(40%)
combinación oral
(quinolona + Rifamp
+ frec)
33
2003 31 PTR
Precoces (< 4 15 SA, 15
6 semanas con i.v. Desbridamiento SA: 1/13 4 años
sem)
Strept., 3 SCN. No especificado tipo + lavado y
(8%)
sinovectomía
Otros:
10/18
(56%)
200334 13 PTR, 6 Tardías (> 4 19 Strept.
Betalactámicos i.v. Desbridamiento 17/19
4 años
PTC
semanas)
una media de 4
(89%)
sem. Tto
una media de 4
prolongado v.o. en días tras
42%.
síntomas.
17
2005 14 PTC, 5 Menos de 1 11 SA, 6 SCN, Tto i.v. específico Desbridamiento 20/24
4 años
PTR, 4
año, 19 (79%) 3 Strep.
(fundamentalmente
(83%)
mat.
menos de 1
cloxacilina i.v.) + rif.
fijación, 1 mes. Incluye 4
2-4 sem seguido de
PT codo. hematógenas
3-6 meses de
quinol. + rifamp.
PTC: prótesis total de cadera; PTR: prótesis total de rodilla; SCN: Staphylococcus coagulasa negativo, SA:
Staphylococcus aureuss ; Staph : Estafilococos ; Strep : Streptococcus sp.
Tabla 4. Propuestas de pautas antibióticas en IPA según el microorganismo
Microorganismo
Antibiótico i.v.
Staphylococcus aureus o
Cloxacilina 2 gr/6h
Staphylococcus coagulasa
negativo sensible a oxacilina
Tiempo i.v.
2 semanas
Antibiótico v.o.
Rifampicina 450/12 h
desde el principio.
Tiempo v.o.
3a6
meses1
+
Ciprofloxacino 750/12 h o 3 a 6
meses1
levofloxacino 500/12 h.
Staphylococcus aureus o
Vancomicina 1 gr/12h
Staphylococcus coagulasa
negativo resitente a oxacilina
2 semanas
Rifampicina 450/12 h
desde el principio.
3a6
meses1
+
Cotrimoxazol DS 1comp/8 3 a 6
h*
meses1
o
Linezolid 600 mg/12 h*
3a6
meses1
o
Acido fusídico 500mg/8 h 3 a 6
meses1
Streptococcus agalactiae
y Enterococcus faecalis
Ampicilina 2g/4 h. +
Aminognucósidos
2-4 semanas Amoxicilina 1.000 mg/8
horas
3a6
meses1
Otros estreptococos (S a
penicilina)
Cetriaxona
2-4 semanas Amoxicilina 1.000 mg/8
horas
3a6
meses1
Enterobacterias sensibles a
Ciprofloxacino 750mg/12 h.3 a 6
quinolonas
meses1
*Monitorización de toxicidad hematológica a partir de las dos semanas de tratamiento.1 3 meses en PTC y 6
meses en PTR. Adaptado de Zimmerli1.
1. De forma general, las estrategias que contemplan la conservación de la prótesis tienen,
lógicamente, peores resultados en cuanto a evitar recidivas de la infección
(Tabla 3). Sin embargo, las tasas de curación, que oscilan entre el 8 y el 40% en series que
incluyen formas tardías, pueden ascender hasta el 90-100% en pacientes más seleccionados
con infección precoz no producida por S. aureus. Las escasas series en las que se utilizan
pautas protocolizadas que incluyan rifampicina y quinolonas5,17 son las que presentan mejores
tasas de curación, incluso en estrategias quirúrgicas que contemplan la conservación de la
prótesis. Los pacientes con infección hematógena también se benefician de esta estrategia
conservadora, con tasas de curación que oscilan entre el 50 y el 83% según el microorganismo
causante (mejor pronóstico en IPA estreptocócica). Incluso en algunos pacientes seleccionados
con infección tardía, como el subgrupo de pacientes ancianos, esta estrategia podría ser eficaz
en términos de calidad de vida si tenemos en cuenta los costes, como se estimó en un estudio
reciente18.
Por tanto, podríamos establecer que el desbridamiento con retención de la prótesis
es una alternativa razonable si:
•
•
•
•
•
La duración de los signos y síntomas clínicos es menor a 2-3 semanas.
La prótesis está estable y con razonable funcionalidad.
No hay afectación grave de partes blandas.
No está producida por microorganismos de difícil tratamiento antibiótico como SARO u
otros microorganismos multirresitentes.
Hay dificultades técnicas para la retirada de la prótesis o, en general, si la conservación
de ésta es eficaz en términos de calidad de vida para el paciente, si tenemos en cuenta
los costes.
El hallazgo de microorganismos en muestras quirúrgicas de la revisión de una prótesis articular
(generalmente por aflojamiento) supone un grupo pequeño de pacientes con IPA
paucisintomática, en los que el recambio en un tiempo o la retención de la prótesis, si ésta es
funcionante, junto con antibioterapia i.v. se ha asociado a cifras de curación cercanas a un
100% de curación2.
2. El recambio de la prótesis en uno o dos tiempos en general se relaciona con buenos
resultados de curación, casi siempre por encima del 80% en seguimientos largos, como se
refleja en las tablas 1 y 2, y se considera el tratamiento de elección en los pacientes que no
cumplan criterios para una estrategia conservadora.
Clásicamente, el recambio en dos tiempos con espaciador de cemento ha sido de elección en
la mayoría de los casos, según los resultados discretamente superiores a los obtenidos con el
recambio en un tiempo. En una revisión sistemática de las distintas series publicadas hasta
2003 se cifraban las tasas globales de curación con recambio en dos tiempos en un 93%,
comparado con el 86% que se consiguió con l os recambios en un tiempo3. Sin embargo, en
ese mismo artículo se analiza un estudio europeo retrospectivo en 14 centros franceses en el
que se revisaron 349 pacientes con prótesis infectadas y con un seguimiento posterior de 2
años. Los resultados mostraron una curación del 88% en los 127 pacientes manejados con
recambio protésico en un tiempo, comparado con el 85% en los 222 tratados con recambio en
dos tiempos. Sin embargo, se observó una mayor incidencia de complicaciones mecánicas,
fracturas, perforaciones, dislocaciones o discrepancias de longitud de la prótesis en los
recambios en dos tiempos, lo que indirectamente puede suponer una menor supervivencia
global de la prótesis19. Por otro lado, el recambio en dos tiempos requiere dos cirugías con la
morbilidad que eso conlleva y expone al paciente a una mayor hospitalización y un largo
período de tiempo de inmovilización de la articulación.
Por todo ello, la tendencia actual es recomendar que se reserve el recambio en dos tiempos
para3:
•
•
•
Los pacientes con clara afectación de partes blandas.
Aquellos en los que haya fracasado el recambio en un tiempo.
Aquellos que presenten dos o más de los siguientes factores de riesgo de mal
pronóstico:
o Microorganismos de difícil tratamiento antibiótico eficaz como SARO u otros
multirresistentes.
o Presencia de factores locales de mal pronóstico como: fibrosis, cirugías
repetidas, presencia de fístulas o pérdida ósea que requiera utilización de
injertos de cortical.
En cuanto a los tiempos de tratamiento antibiótico en estas estrategias, se recomienda:
•
•
Un mínimo de dos semanas previo al recambio en un tiempo.
Dos a cuatro semanas entre la retirada de la prótesis infectada y la reimplantación de la
nueva prótesis en segundo tiempo, excepto en los casos de IPA por SARO u otros
microorganismos multirresistentes en los que parece prudente prolongar el intervalo de
tratamiento antibiótico a 6-8 semanas, dejando dos semanas sin antibioterapia previas
a la nueva cirugía para poder obtener muestras en quirófano que nos permitan
confirmar la esterilización del sitio quirúrgico.
3. La retirada definitiva de la prótesis o la artrodesis se reserva para pacientes con
enfermedades graves, con inmunosupresión severa o para los que una nueva artroplastia no
proporcione beneficio funcional para el paciente. En estos casos, el tratamiento fundamental
será la antibioterapia oral, supresiva y prolongada, con la intención de controlar la infección y
sin propósitos curativos. En estos pacientes la combinación con rifampicina no está tan
indicada y será preferible elegir una monoterapia sencilla y bien tolerada.
BIBLIOGRAFÍA
1. Zimmerli W, Trampuz A, Ochsner PE. Prosthetic-joint infections. N Engl J Med.
2004;351:1645-54.
2. Segawa H, Tsukayama DT, Kyle RF, Becker DA, Gustilo RB. Infection after total knee
arthroplasty. A retrospective study of the treatment of eighty-one infections. J Bone Joint Surg
Am. 1999;81:1434-45.
3. Langlais F. Can we improve the results of revision arthroplasty for infected total hip
replacement? J Bone Joint Surg Br. 2003;85:637-40.
4. Brandt CM, Sistrunk WW, Duffy MC, et al. Staphylococcus aureus prosthetic joint infection
treated with debridement and prosthesis retention. Clin Infect Dis. 1997;24:914-9
5. Zimmerli W, Widmer AF, Blatter M, Frei R, Ochsner PE. Role of rifampin for treatment of
orthopedic implant-related staphylococcal infections: a randomized controlled trial. ForeignBody Infection (FBI) Study Group. Jama. 1998;279:1537-41.
6. Costerton JW, Stewart PS, Greenberg EP. Bacterial biofilms: a common cause of persistent
infections. Science. 1999;284:1318-22.
7. Zimmerli W, Frei R, Widmer AF, Rajacic Z. Microbiological tests to predict treatment outcome
in experimental device-related infections due to Staphylococcus aureus. J Antimicrob
Chemother. 1994;33:959-67.
8. Stengel D, Bauwens K, Sehouli J, Ekkernkamp A, Porzsolt F. Systematic review and metaanalysis of antibiotic therapy for bone and joint infections. Lancet Infect Dis. 2001;1:175-88
9. Rissing JP. Antimicrobial therapy for chronic osteomyelitis in adults: role of the quinolones.
Clin Infect Dis. 1997;25:1327-33.
10. Gentry LO, Rodríguez GG. Oral ciprofloxacin compared with parenteral antibiotics in the
treatment of osteomyelitis. Antimicrob Agents Chemother. 1990;34:40-3.
11. Sánchez C, Matamala A, Salavert M, et al. Cotrimoxazole plus rifampicin in the treatment of
staphylococcal osteoarticular infection. Enferm Infecc Microbiol Clin. 1997;15:10-3.
12. Javaloyas de Morlius M, Monreal Portella M. Oral antibiotic therapy in the adult bacterial
osteomyelitis: results after two years of follow-up. Med Clin (Barc). 1999;113:488-9.
13. Drancourt M, Stein A, Argenson JN, Roiron R, Groulier P, Raoult D. Oral treatment of
Staphylococcus spp. infected orthopaedic implants with fusidic acid or ofloxacin in combination
with rifampicin. J Antimicrob Chemother. 1997;39:235-40.
14. Lovering AM, Zhang J, Bannister GC, et al. Penetration of linezolid into bone, fat, muscle
and haematoma of patients undergoing routine hip replacement. J Antimicrob Chemother.
2002;50:73-7.
15. Weigelt J, Itani K, Stevens D, Lau W, Dryden M, Knirsch C. Linezolid versus vancomycin in
treatment of complicated skin and soft tissue infections. Antimicrob Agents Chemother.
2005;49:2260-6.
16. Bassetti M, Vitale F, Melica G, et al. Linezolid in the treatment of Gram-positive prosthetic
joint infections. J Antimicrob Chemother. 2005;55:387-90.
17. Trebse R, Pisot V, Trampuz A. Treatment of infected retained implants. J Bone Joint Surg Br.
2005;87:249-56.
18. Fisman DN, Reilly DT, Karchmer AW, Goldie SJ. Clinical effectiveness and costeffectiveness of 2 management strategies for infected total hip arthroplasty in the elderly. Clin
Infect Dis. 2001;32:419-30.
19. Vielpeau C, Lortat-Jacob A. Management of the infected hip prostheses. Rev Chir Orthop.
2002;88:159-216.
20. Wroblewski BM. One-stage revision of infected cemented total hip arthroplasty. Clin Orthop
Relat Res. 1986:103-7.
21. Hope PG, Kristinsson KG, Norman P, Elson RA. Deep infection of cemented total hip
arthroplasties caused by coagulase-negative staphylococci. J Bone Joint Surg Br.
1989;71:851-5.
22. Raut VV, Siney PD, Wroblewski BM. One-stage revision of infected total hip replacements
with discharging sinuses. J Bone Joint Surg Br. 1994;76:721-4.
23.Ure KJ, Amstutz HC, Nasser S and Schmalzried TP. Direct-exchange arthroplasty for the
treatment of infection after total hip replacement. An average ten-year follow-up. J Bone Joint
Surg Am. 1998;80:961-8.
24. Callaghan JJ, Katz RP, Johnston RC. One-stage revision surgery of the infected hip. A
minimum 10-year followup study. Clin Orthop Relat Res. 1999:139-43.
25. Windsor RE, Insall JN, Urs WK, Miller DV, Brause BD. Two-stage reimplantation for the
salvage of total knee arthroplasty complicated by infection. Further follow-up and refinement of
indications. J Bone Joint Surg Am. 1990;72:272-8.
26. Brandt CM, Duffy MC, Berbari EF, Hanssen AD, Steckelberg JM, Osmon DR.
Staphylococcus aureus prosthetic joint infection treated with prosthesis removal and delayed
reimplantation arthroplasty. Mayo Clin Proc. 1999;74:553-8.
27. Schoifet SD, Morrey BF. Treatment of infection after total knee arthroplasty by debridement
with retention of the components. J Bone Joint Surg Am. 1990;72:1383-90.
28. Tsukayama DT, Wicklund B and Gustilo RB. Suppressive antibiotic therapy in chronic
prosthetic joint infections. Orthopedics. 1991;14:841-4.
29. Widmer AF, Gaechter A, Ochsner PE, Zimmerli W. Antimicrobial treatment of orthopedic
implant-related infections with rifampin combinations. Clin Infect Dis. 1992;14:1251-3.
30. Tsukayama DT, Estrada R, Gustilo RB. Infection after total hip arthroplasty. A study of the
treatment of one hundred and six infections. J Bone Joint Surg Am. 1996;78:512-23.
31. Crockarell JR, Hanssen AD, Osmon DR, Morrey BF. Treatment of infection with debridement
and retention of the components following hip arthroplasty. J Bone Joint Surg Am.
1998;80:1306-13.
32. Tattevin P, Cremieux AC, Pottier P, Huten D and Carbon C. Prosthetic joint infection: when
can prosthesis salvage be considered? Clin Infect Dis. 1999;29:292-5.
33. Deirmengian C, Greenbaum J, Lotke PA, Booth Jr. RE, Lonner JH. Limited success with
open debridement and retention of components in the treatment of acute Staphylococcus
aureus infections after total knee arthroplasty. J Arthroplasty. 2003;18:22-6.
34. Meehan AM, Osmon DR, Duffy MC, Hanssen AD, Keating MR. Outcome of penicillinsusceptible streptococcal prosthetic joint infection treated with debridement and retention of the
prosthesis. Clin Infect Dis. 2003;36:845-9.