Download Balon intragastrigo vs metodo POSE - Dra. Rojas

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
UNIVERSITAT AUTONÒMA DE BARCELONA
Tesis para la Obtención del Master en Medicina Estética y del Envejecimiento
ESTUDIO COMPARATIVO DE LA PÉRDIDA DE PESO A LOS 9 MESES DE
TRATAMIENTO ENTRE BALÓN INTRAGÁSTRICO Y MÉTODO POSE.
COMPARTIVE STUDY IN THE LOSSWEIGHT AT THE 9TH MONTH OF
TREATMENT BETWEEN INTRAGASTRIC BALLOON AND POSE
METHOD.
Autora
Dra. Giovana Rojas Calderón
Barcelona, España
2015
2 Dedicatoria:
Este trabajo de tesis se lo dedico a toda mi familia, en especial a mis padres Norma y
Fernando por el apoyo y la confianza puesta en mí desde el inicio de esta profesión médica.
También se lo dedico a mi novio por el apoyo brindado durante la realización de este trabajo.
3 ÍNDICE
PRESENTACIÓN
1
DEDICATORIA
2
ÍNDICE
3
RESUMEN
5
ABSTRACT
6
I INTRODUCCIÓN
7
II MARCO TEÓRICO
9
2.1.Definición de obesidad
9
2.2.Clasificación según su origen
11
2.3.Herencia y genética
12
2.4.Alteraciones asociadas a la obesidad
13
2.5.Factores de Riesgo de la Obesidad
15
2.6.Epidemiología
16
2.7.Tratamientos conservadores
20
2.8.Tratamientos endoscópicos
23
2.9.Tratamientos Quirúrgicos
35
III OBJETIVOS
37
4 Objetivo Principal
37
Objetivos Secundarios
37
IV METODOLOGÍA
38
4.1.Tipo de estudio
38
4.2.Población y muestra
38
4.3. Material e instrumentos
39
4.4.Diseño y procedimiento
39
4.5. Análisis de datos
41
V RESULTADOS
52
VI DISCUCIÓN
60
VII CONCLUSIONES
63
VIII REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
64
5 RESUMEN
Antecedentes: La obesidad es una enfermedad que va en aumento, y con ello la búsqueda del
tratamiento con mayor efectividad y menor riesgo.
Objetivo: Comparar la pérdida de peso en pacientes obesos tratados con el balón
intragástrico y con el método POSE en un período de 9 meses.
Método: Se realizó un seguimiento de 9 meses en 116 pacientes obesos sometidos tanto al
método POSE como al balón intragástrico. El peso se registró al inicio, a los 3, 6 y 9 meses
de tratamiento. Los resultados incluyen el porcentaje del exceso de peso perdido (%EWL), la
media del peso total perdido (TWL) y el porcentaje de pérdida de peso corporal total
(%TBWL) comparados en ambos tratamientos.
Resultados: De los 116 pacientes, 31 fueron tratados con el balón intragástrico, 39 con el
método POSE y 46 fueron excluidos del estudio por no completar el período de seguimiento
establecido. En los pacientes de balón la media del IMC inicial fue de 36,87 kg/m2 . La media
del peso inicial (97,68 kg) fue significativamente reducida a los 3,6 y 9 meses de
seguimiento. A los 9 meses los pacientes obtuvieron un %EWL del 54,53, una media del
TWL de 19,29 Kg y una media del %TBWL de 19,51. En los pacientes de método POSE la
media del IMC inicial fue de 38,92 kg/cm2 y la del peso inicial de 99,8 kg, tras los 9 meses de
seguimiento se obtuvo que el %EWL fue de 48,85, la media del TWL fue de 18,74 Kg y la
media del %TBWL fue de 18,81%.
Conclusión: Después de 9 meses de seguimiento, no se hallan diferencias significativas en el
peso perdido de los pacientes tratados tanto con el balón intragástrico como con el método
POSE.
Palabras clave: BIB. Obesidad. Método POSE. Efectividad.
6 ABSTRACT
Background: Obesity is a disease that is increasing, and with it the search for more effective
treatments and less risks.
Aim of the study: compare the results of weight loss in obese patients treated with
intragastric balloon and the POSE method over a period of nine months.
Method: 116 obese patients undergoing the POSE method and the intragastric balloon
between February 2001 and May 2014 were followed for 9 months. Overall patient status and
weight data were collected at baseline and at 3, 6, and 9 months. The results include the
percentage of excess weight loss (EWL%), the total weight loss (TWL) and the percentage of
total body weight loss (% TBWL) compared in both treatments.
Results: Of the 116 patients, 31 were treated with the intragastric balloon, 39 with the POSE
method and 46 were excluded from the studio for not completing the set-up period. In
patients treated with the balloon the mean baseline BMI was 36.87 kg / m2. The mean initial
weight (97.68 kg) was significantly reduced at 3, 6 and 9 months follow-up. At 9 months,
they had a mean EWL of 54.53%, TWL of 19.29 kg and TBWL of 19.51%. In patients with
the POSE method the mean BMI was 38.92 kg / cm2. The mean initial weight was 99.8 kg,
after 9 months of follow-up they had a EWL of 48.85%, TWL of 18.74 kg and TBWL of
18,81%.
Conclusion: After 9 months follow-up, no significant differences were found in the weight
loss between patients treated with the intragastric balloon and the POSE method.
Keywords: BIB. Obesity. POSE method. Effectiveness.
7 I INTRODUCCIÓN
La prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014
según la organización mundial de la salud1. El hecho de que la obesidad vaya cada vez más
en aumento exige la búsqueda de un tratamiento ideal, que implique mayor efectividad y
menor riesgo para el paciente.
Lo esencial para tratar la obesidad es buscar la reeducación de los hábitos; tanto de un
régimen alimentario sano, como de la práctica de actividad física habitual, pero cuando un
paciente obeso ha intentado en diferentes oportunidades esta reeducación y no pierde lo
suficiente o recupera el peso que perdió, nos vemos en la necesidad de recurrir a un
tratamiento menos conservador y siempre en busca del mismo objetivo.
Uno de los tratamientos que lleva realizándose desde 1984 es el balón intragástrico, el cual ha
ido evolucionando hasta el actual BIB (Bioenteric Intragastric Balloon) desde 1999, el cuál
según muchos estudios realizados tiene una buena respuesta a la pérdida de peso, pero su
principal debilidad independientemente de las complicaciones que puedan derivar del
tratamiento, es que a pesar de una buena tasa de pérdida de peso, esta no se mantiene en el
tiempo.
Hace 6 años en Estados Unidos el doctor Peter M.Denk realizó la primera cirugía de
reducción de estómago vía endoscópica llamada POSE (Primary Obesity Surgery,
Endolumenal) y en febrero del 2011 se realizó la primera intervención en España por los
doctores Jorge C. Espinós y Jesús Turró.
Este último tratamiento busca obtener una mayor efectividad en la pérdida de peso que el
balón intragástrico, y además el mantenimiento de esta pérdida en el tiempo. Está claro que
estos dos procedimientos por si solos no curan la obesidad, pero si son una gran herramienta
para conseguir el objetivo principal del tratamiento de la obesidad que es la reeducación de
los hábitos alimentarios y la práctica de la actividad física habitual.
El método POSE cada vez adquiere una mayor difusión y muchos pacientes con obesidad
mórbida temerosos de una cirugía invasiva lo prefieren, así como los que saben que les
permite una rápida reincorporación laboral, a pesar de que sus costes se elevan a casi tres
veces al del balón intragástrico.
En la actualidad la obesidad se ha convertido en un problema de salud pública de primer
orden2 y con ello siguen apareciendo nuevas técnicas como herramientas para tratar la
obesidad.
Pero realmente son más efectivas?, un paciente bajo el tratamiento del método POSE pierde
más peso que un paciente que se somete al balón intragástrico?, esta pérdida se mantiene
realmente en el tiempo?
8 9 II MARCO TEÓRICO
2.1. Definición de Obesidad
La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser
perjudicial para la salud. Según la OMS1 en su nota descriptiva N0 311, define la obesidad
como un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30 kg/m2.
La American Gastroenterological Association3,en su revisión sobre la obesidad la define
como ¨peso elevado capaz de aumentar el riesgo de enfermedad y muerte prematura¨
Por otra parte, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad4, en su Consenso para la
evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención
terapéutica, define la obesidad como la ¨manifestación de una disfunción del sistema de
control de peso corporal que impide el ajuste de la masa de reservas grasas a su tamaño
óptimo¨
La OMS también nos hace referencia que IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso
y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de
todas las edades. Sin embargo, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que
no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas1. La clasificación se
muestra en la tabla1.
En el reporte de la Organización Mundial de la salud Suiza del año 20005 se recalca que si
bien el IMC es nuestra principal herramienta para clasificar el grado de obesidad, esta no
tiene en cuenta la amplia variación de la distribución de la grasa corporal y por lo tanto no
10 pueda corresponder al mismo grado de adiposidad y a su asociación con los riesgos de salud
en diferentes individuos o poblaciones.
Tabla 1. Clasificación de los grados de obesidad en función del IMC
Tabla de Clasificación de los grados de obesidad según el IMC
IMC
(Kg/m2)
<18,5
18,524,9
25-26,9
27-29,9
30-34,9
35-39,9
40-49,9
>50
Consenso de la SEEDO
Criterios OMS
Según la AGA
Peso insuficiente
Peso normal
Sobrepeso grado I
Sobrepeso grado II
Obesidad tipo I
Sobrepeso (Obesidad grado
I)
Obesidad tipo II
Obesidad grado III
Obesidad tipo III
(mórbida)
Obesidad tipo IV
(extrema)
Obesidad grado IV
Obesidad grado II
Sobrepeso
Obesidad clase I
Obesidad clase
II
Obesidad clase
III
El aumento de la grasa intraabdominal si que mantiene una estrecha relación con la
presentación de enfermedades cardiovasculares y de determinados factores de riesgo, es por
ello que otro método útil es la circunferencia de la cintura, siendo una medida de obesidad
central una circunferencia >102 cm en hombres y >88 cm en mujeres.
Según otros autores el método más preciso para determinar la grasa intraabominal es
mediante una TAC o una RMN abdominal a nivel de la cuarta vértebra lumbar6.
Existen otros métodos para determinar la composición corporal como son la determinación
de pliegues cutáneos, la impedancia bioeléctrica, y otros métodos que resultan de utilidad
clínica limitada al sesgos de medición en los instrumentos de valoración.
11 2.2.Clasificación según origen
Según su origen, la obesidad se puede clasificar en exógena y endógena. La
obesidad exógena es aquella que se debe a un exceso en la alimentación o a determinados
hábitos sedentarios. En cambio, la obesidad endógena es debida a problemas endocrinos o
metabólicos del individuo.
Obesidad Exógena
La obesidad exógena es la más común y no está causada por ninguna enfermedad del
organismo, si no que está provocada por los hábitos de cada persona. Este tipo de obesidad
constituye aproximadamente entre el 90 y el 95% de todos los casos de obesidad, lo que
significa que la mayoría de personas que padecen obesidad no lo hacen por motivos
patológicos, si no por un inadecuado régimen de alimentación o estilo de vida.
Obesidad Endógena
La obesidad endógena está provocada por problemas endocrinos o metabólicos y es menos
frecuente, pues sólo entre un 5 y un 10% de los obesos lo son debido a estas causas.
La obesidad endógena es secundaria a7:
• Afecciones endocrinas: Hipotiroidismo, Hipogonadismo, Hipopituitarismo, Síndrome de
Cushing, Síndrome de Stein-Leventhal.
• Afecciones polimalformativas: Prader-Willi, Cohen, Xfrágil, Morgani-Stewart-Morrel,
Borjesson-Forssman-Lehman, Lawrence-Moon-Biedl, Carpenter, Alstrom, Albright.
12 • Afecciones Cromosómicas: Síndrome de Turner, Síndrome de Klinefelter, Síndrome de
Down.
• Afecciones neurológicas: Tumores (craneofaringeoma), Encefalopatía hipóxico-isquémica
Espina bífida, Distrofias musculares.
• Trastornos psicológicos: Bulimia reactiva
• Yatrógena: Glucocorticoides, Valproato sódico, Antihistamínicos, Reposo continuado.
2.3.Herencia y Genética
A día de hoy está aceptado el papel de la herencia en la génesis de la obesidad. La presencia
de un defecto monogénico en la obesidad del ser humano es excepcional. Tan sólo en cuando
forma parte de una entidad sindrómica (Prader-Willi, Bardet-Biedl, Alstrom, Albright, etc) y
cuando existe una gran agregación familiar de obesidad y aparición de ésta en la primera
infancia puede pensarse en algún defecto genético aislado.
Los trabajos realizados por Stunkard8 y Bouchard en el 1992 con gemelos monocigóticos
criados en diferentes ambientes, sugieren que la similitud y la variación en la ganancia de
peso entre gemelos y la distribución de la grasa reciben una marcada influencia de los
factores genéticos9.
Un papel importante en la genética de la obesidad es la leptina, una hormona producida por
las células grasas que disminuyen el apetito y aumenta la actividad metabólica10.
El gen fue clonado e insertado en 1994, se expresa únicamente en el tejido adiposo y
constituye la señal adipocitaria reguladora de la saciedad en el hipotálamo, disminuyendo la
13 ingesta alimentaria (figura 1). Su síntesis depende del porcentaje de grasa corporal, del sexo,
de la edad, y de varios factores hormonales.
TEJIDO ADIPOSO LEPTINA OBESIDAD Síntesis disminuida Resistencia Hipotalámica HIPOTÁLAMO HIPERFAGIA NEUROPÉPTIDO Y HIPERINSULINEMIA DISMINUCIÓN GASTO ENERGÉTICO Figura 1. Relación Leptina - Obesidad.
Además de la leptina existen variedad de sustancias que actúan inhibiendo o estimulando el
apetito en el centro hipotalámico, entre ellas: triptófano, dopamina, adrenalina, serotonina,
noradrenalina, colecistoquinina, neurotensina, calcitonina, glucagón, insulina, ghrelina,
endorfinas, encefalinas, enterostatina, péptido YY, neuropéptido Y, leptina, CRH (hormona
liberadora de corticotropina) y MSH (hormona estimulante de los melanocitos).
Aún continúa la búsqueda de los genes implicados en la regulación de estas sustancias, así
como la interacción entre diferentes genes para conocer el mapa genético/ metabólico de la
obesidad11.
2.4.Alteraciones asociadas a la Obesidad
Según el Consenso SEEDO del 2007 estas son algunas de las morbilidades asociadas a la
obesidad que caben destacar12:
14 •
La diabetes mellitus tipo 2
•
La dislipemia
•
La hipertensión
•
La enfermedad coronaria y cerebrovascular
•
La colelitiasis
•
La osteoartrosis
•
La insuficiencia cardíaca
•
El síndrome de apnea del sueño
•
Algunos tipos de cáncer
•
Alteraciones menstruales
•
La esterilidad
•
Alteraciones psicológicas
Además de las mencionadas, está el síndrome metabólico, cuya definición según la
¨International Diabetes Federation¨ es la siguiente:
Presencia de obesidad central, definida por la medida del perímetro de la cintura en la
población europea de ≥ 94 cm en varones y ≥80 cm en mujeres, En japoneses son de 85
y 90 cm en varones y mujeres, respectivamente y en la población china y asiática son de
90 y 80 cm en varones y mujeres, respectivamente, junto a dos o más de los siguientes
factores:
• Aumento de los triglicéridos: TG ≥ 150 mg/dL (1,7 mmol/L) o tratamiento
específico para la reducción de los TG.
• Colesterol HDL reducido: Colesterol HDL < 40 mg/dL (< 1,03mmol/L) en varones
y < 50 mg/dL en mujeres o tratamiento específico para esta alteración.
15 • Aumento de la presión arterial: TAS ≥ 130 o TAD ≥ 85 mmHg, o toma de
tratamiento antihipertensivo.
• Aumento de la glucosa plasmática en ayuno: Glucemia ≥ 100 mg/L (5,6 mmol/L), o
diabetes tipo 2 anteriormente diagnosticada.
Esta clasificación es más útil desde el punto de vista clínico, ya que la clasificación de
la OMS requiere la realización de un test de sobrecarga oral de glucosa y determinación
de la insulina
La prevalencia del síndrome metabólico en España va desde un 17% en Segovia13 , a un
24,4% en Canarias14 y a un 28,9% en Valencia15 .
En los Estados Unidos de acuerdo a la APA III(Adult Treatment Panel III), la
prevalencia del síndrome metabólico se encuentra entre un 20 y un 30 %de la
población16.
2.5.Factores de Riesgo de la Obesidad
La obesidad es un importante factor de riesgo de muchas enfermedades, ya sea para la
población adulta como para la población infantil.
Según datos de la OMS del 2015, la obesidad es un importante factor de riesgo de
enfermedades no transmisibles e indica principalmente las siguientes:
• Las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente
cerebrovascular), que en 2012 fueron la causa principal de muerte;
• la diabetes;
• los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad
degenerativa de las articulaciones muy incapacitante), y
16 • y algunos cánceres (del endometrio, la mama y el colon)1.
Según un metaanálisis cuyo objetivo era definir los factores de riesgo cardiovascular
más frecuentes en la población española realizado en el 2005; de una población total de
130.945 personas, el exceso de peso en mujeres adultas fue la segunda causa más
frecuente de factores de riesgo cardiovascular con un 48,3% (IC del 95%)17.
A nivel de la obesidad infantil también existen factores de riesgo de obesidad y
discapacidad en la edad adulta y de muerte prematura. La OMS nos indica que además
de los riesgos a largo plazo, ¨los niños obesos sufren de dificultad respiratoria, mayor
riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedad
cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos¨.
2.6.Epidemiología
Según algunas estimaciones mundiales recientes de la OMS1:
• En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de
los cuales, más de 600 millones eran obesos.
• En general, en 2014 alrededor del 13% de la población adulta mundial (un 11% de
los hombres y un 15% de las mujeres) eran obesos.
• En 2014, el 39% de los adultos de 18 o más años (un 38% de los hombres y un 40%
de las mujeres) tenían sobrepeso.
• La prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre
1980 y 2014.
17 Además nos hace mención de que: ¨En 2013, más de 42 millones de niños menores
de cinco años de edad tenían sobrepeso. Si bien el sobrepeso y la obesidad tiempo
atrás eran considerados un problema propio de los países de ingresos altos,
actualmente ambos trastornos están aumentando en los países de ingresos bajos y
medianos, en particular en los entornos urbanos. En los países en desarrollo con
economías emergentes (clasificados por el Banco Mundial en países de ingresos
bajos y medianos) el incremento porcentual del sobrepeso y la obesidad en los niños
ha sido un 30% superior al de los países desarrollados.¨
Datos también preocupantes desde un el punto de vista de la Salud Pública son los
referidos a la obesidad infantil. La OMS considera la obesidad infantil como uno de los
problemas de salud pública más graves del siglo XXI, y se calcula que en 2010 hubo 42
millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones
vivían en países en desarrollo. Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo
obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más
tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades
cardiovasculares, todas en ellas en gran medida prevenibles. Y por consiguiente
considera que hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
La prevalencia de la obesidad en España
Además de la preocupación a nivel mundial de la obesidad adulta, nos alerta la obesidad
infantil que va un ascenso brusco. Para describir la obesidad en la población infantil y
juvenil española se realizó el estudio enKid entre los años 1998 y 2000, sobre una
muestra de población española entre 2 y 24 años (3534 casos). Se emplearon como
criterios para definir el sobrepeso y la obesidad los valores de los percentiles 85 y 97 y
el IMC. Los resultados estimaron una prevalencia de la obesidad en este grupo de edad
18 del 13,9% y un 12,4% para el sobrepeso, es decir un 26,3% de la población española en
este rango de edades tiene exceso de peso. Siendo la obesidad mayor en el caso de los
varones (15,6%) en comparación con las mujeres (12%)18
La AESAN (La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) desarrolló un
estudio con el objetivo de estimar la prevalencia de la obesidad infantil en España
llamado ALADINO (Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad)
entre los años 2010 y 2011 en una población de 7, 659 niños y niñas entre 6 y 9 años de
edad pertenecientes a todas las Comunidades Autónomas de España, incluyendo Ceuta
y Melilla19.
Tomando como referencia los estándares de la OMS, se halló en un 26,2% de niños
(25,7% de las niñas y 26,7% de los niños) con sobrepeso y 18,3% de obesos (15,5% de
las niñas y 20,9% de los niños). Con el criterio de IOFT(International Obesity Task
Force) hay 24,2% de los estudiados con sobrepeso y 11,0% con obesidad mientras que
según los puntos de corte de la Fundación Orbegozo se registran un 14,0% de niños con
sobrepeso y un 16,8% de niños con obesidad19.
Otro estudio realizado en un mayor número de población pero diferente rango de
edades, mostró un resultado similar a los anteriores; El estudio THAO-Salud Infantil del
2011, realizado en 25 municipios españoles de 7 comunidades autónomas, y del que la
Fundación Española de la Nutrición es encargada de la coordinación científica (38.008
escolares de3 a 12 años), indican que la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil es
del 21,7% y 8,3% respectivamente20.
Con lo cual concluimos que el exceso de peso en la población infanto-juvenil oscila
entre 30% y 44,5% según los estudios realizados.
19 Con respecto a la obesidad adulta en la población española el estudio DORICA
(Dislipemia, Obesidad y Riesgo Cardiovascular), se llevó a cabo a partir de datos entre
1990 y 2000 , el cual indicó que la prevalencia de la obesidad en la población adulta
española entre 25 y 64 años era de un 15,5%, con una prevalencia mayor en mujeres
(17,5%) que en hombres (13,2%). El 0,79 % de los hombres y el 3,1% de las mujeres
entre 25 y 60 años presentaban una obesidad tipo II. Registrándose una mayor
proporción de obesos en la región del Noroeste, Murcia, Sur y Canarias21.
El estudio ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España) con
datos del 2008 al 2010 concluye que la prevalencia de sobrepeso fue de 39,4% (46,4%
en varones y 32,5% en mujeres) y la de obesidad de 22,9% (24,4% en varones y 21,4%
en mujeres)22. Es decir una prevalencia de obesidad del 7,4% más que lo que se obtuvo
en el DORICA, además se demostró que el 4,2% de la población adulta presentaba una
obesidad tipo II, un 0,4 mayor de los datos que demostró el estudio DORICA, y con
respecto a la obesidad mórbida un 0.6% de los varones (estudio DORICA 0,3%) y
1,8% de las mujeres (estudio DORICA 0,9%) la presentaban.
Lo que nos lleva a concretar una vez más que la obesidad sigue en ascenso.
El estudio ENRICA nos da a conocer que el exceso de peso es un problema de salud
frecuente en la población española y afecta al 62% de los adultos, que la frecuencia de
obesidad general y abdominal aumenta con la edad y afecta, respectivamente, al 35% y
62% de las personas ≥ 65 años22.
Con respecto a la población mayor de 65 años, según el libro blanco de alimentación
del anciano en España 2004, la prevalencia de la obesidad es del 35%; 30,9% en
20 hombres y 39,8% en mujeres23. Según un estudio llevado a cabo sobre una muestra
aleatoria nacional se obtuvo que la prevalencia de la obesidad es mayor en la población
anciana no institucionalizada (36%), en la que alcanza un 31,5% de los varones y al
40,8% de las mujeres. En los ancianos institucionalizados se estimó una prevalencia de
obesidad del 21 %, siendo un 20,5% en varones y un 21,7% en mujeres24.
2.7.Tratamientos conservadores
Existen varios tratamientos para la obesidad, todos ellos en busca de la reeducación de
los hábitos, una dieta saludable y el hábito del ejercicio.
Hábitos dietéticos
El objetivo es conseguir una pérdida de peso mantenida en el tiempo que permita
disminuir el riesgo que el exceso de peso ocasiona para la salud del paciente.
A lo largo de los años, se han utilizado numerosos abordajes dietéticos de la obesidad.
El tratamiento dietético más recomendado por los distintos organismos y sociedades
científicas es la dieta moderadamente hipocalórica equilibrada.
Una dieta hipocalórica equilibra es aquella que origina un déficit calórico de entre 500 y
1.000 kcal/día, con un aporte calórico total superior a 800 kcal diarias y que sea
equilibrada implica que la distribución de los macronutrientes no se diferencie de
manera importante de lo que se recomienda para la población general.
Según un consenso entre la Federación Española de Sociedades de Nutrición,
Alimentación y Dietética (FESNAD) y la Sociedad Española para el Estudio de la
21 Obesidad (SEEDO) , un tratamiento dietético debería cumplir las siguientes
condiciones25:
• Tiene
• Ha
de ser realizable por un espacio de tiempo prolongado
• Debe
• Ha
que disminuir la grasa corporal preservando al máximo la masa magra
ser eficaz a largo plazo, esto es, ha de mantener el peso perdido
de prevenir futuras ganancias de peso
• Tiene
que conllevar una función de educación alimentaria que destierre errores y
hábitos de alimentación inadecuados
• Debe
disminuir los factores de riesgo cardiovascular asociados a la obesidad
(hipertensión arterial, dislipemia, prediabetes o diabetes mellitus)
• Ha
de mejorar otras comorbilidades vinculadas al exceso de peso (apnea del sueño,
artrosis, riesgo neoplásico, etc.)
• Ha
de inducir una mejoría psicosomática, con recuperación de la autoestima
• Tiene
que aumentar la capacidad funcional y la calidad de vida26.
Y como recomendaciones de este consenso citan las siguientes:
•
Es suficiente un déficit energético de entre 500 y 1.000 kcal diarias sobre las
necesidades energéticas del paciente obeso adulto para producir una pérdida de peso
del 8% en los primeros 6 meses de tratamiento (recomendación de grado A).
•
La disminución del tamaño de las raciones consumidas y/o de la densidad energética
de la dieta son medidas estratégicas efectivas para disminuir el peso en pacientes
obesos a través del tratamiento dietético (recomendación de grado D).
22 Ejercicio
Numerosos estudios llevados a cabo en los últimos años han demostrado que el
sedentarismo supone un factor de riesgo para el desarrollo de múltiples enfermedades
crónicas. Llevar una vida físicamente activa produce numerosos beneficios para la
salud: disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, previene
y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, mejora el perfil de los lípidos en sangre
(reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL), disminuye el riesgo de padecer
Diabetes Mellitus no insulino dependiente y de sufrir ciertos tipos de cáncer (colon,
mama), mejora el control del peso corporal (prevención y tratamiento del sobrepeso y
de la obesidad), ayuda a optimizar y mantener la fuerza y la resistencia muscular, etc.
En la actualidad millones de personas en todo el mundo hacen ejercicio con el objeto de
prevenir o combatir múltiples enfermedades, o mejorar su estado físico general. Según
datos del Consejo Superior de Deportes, los españoles hacen cada vez más ejercicio
físico de forma regular: entre 2005 y 2010 el porcentaje de ciudadanos entre 15 y 75
años que lo practican ha pasado del 37 al 43 por ciento27,28.
Fármacos
Cuando con la estrategia inicial no se consigue un descenso de peso de un 10% en 6
meses en pacientes motivados, se puede añadir tratamiento farmacológico. En la
actualidad se recomienda que debe considerarse el tratamiento farmacológico en
pacientes con IMC igual o mayor a 30 kg/m2 o con IMC igual o mayor a 27 kg/m2 con
factores de riesgo asociados a la enfermedad. Los fármacos siempre deben ser utilizados
en combinación con el tratamiento no farmacológico29.
Existen dos categorías de fármacos para el tratamiento de la obesidad:
23 -Inhibidores de la absorción intestinal de grasas. En la actualidad el Orlistat es el único
fármaco de este tipo disponible. Inhibe la lipasa pancreática y otras lipasas. Sus efectos
secundarios están relacionados con la absorción insuficiente de grasas (esteatorrea,
distensión abdominal y heces oleosas) junto a la absorción insuficiente de vitaminas
liposolubles.
- Fármacos para suprimir el apetito, aumentar la saciedad o incrementar la termogénesis.
En este grupo destaca la sibutramina, que inhibe la recaptación de serotonina y
norepinefrina, incrementando la termogénesis. Sus efectos adversos más comunes son
cefalea, insomnio, estreñimiento, hipertensión arterial y taquicardia. La sibutramina ha
sido retirada por la FDA en Estados Unidos debido a sus efectos perjudiciales sobre el
aparato cardiovascular. También se ha retirado en la mayor parte de los países de
Europa y el resto del mundo.
2.8.Tratamientos endoscópicos
Balón Intragástrico
El balón intragástrico es un dispositivo no quirúrgico, que se implanta en el estómago
de forma temporal para el tratamiento de la obesidad y ayuda a conseguir pérdidas de
peso significativas en un corto periodo de tiempo.
La observación de que los bezoares gástricos provocaban pérdidas de peso fue la razón
que hizo pensar en el uso de los balones intragástricos como una técnica para adelgazar.
Los primeros balones intragástricos se implantaron en 1985, pero pronto se retiraron del
mercado debido a la elevada incidencia de efectos secundarios como úlceras y erosiones
gástricas, desinflado espontáneo del balón y obstrucción intestinal por la migración del
24 balón deshinchado. Desde entonces se ha intentado desarrollar una nueva generación de
balones efectivos y más seguros30. A día de hoy el más usado es el BIB( Inamed Santa
Bárbara, Ca, USA) .
Se trata de una esfera de silicona, elástica con una válvula radiopaca autosellante, que
se coloca en el antro gástrico por vía endoscópica con el paciente sedado. El balón se
deposita desinflado en el interior del estomago, posteriormente se procede a su llenado
con un volumen entre 400 y 700 mililitros de solución salina y azul de metileno
(50:1)31. La función del azul de metileno es identificar durante la permanencia del balón
roturas o perdidas en el dispositivo . Después del relleno, se cierra la válvula y se
comprueba endoscópicamente que queda bien situado.
Los mecanismos de acción del balón intragástrico aun están poco estudiados, no existen
datos que aporten información sobre los efectos fisiológicos del balón en el aparato
digestivo. Por su diseño, proporciona sensación de saciedad, al ocupar parcialmente el
estómago, lo que provoca un descenso de la ingesta de comida y puede ayudar al
aprendizaje de nuevos hábitos dietéticos y a la modificación de comportamientos, que
son fundamentales en la preparación del paciente para una intervención quirúrgica
posterior.
Las indicaciones son IMC igual o mayor a 30 o mayor de 27 si hay comorbilidades32,
IMC mayor a 40 que precise bajar de peso para someterse a una cirugía (prótesis por
ejemplo) o que rehúse someterse a la cirugía bariátrica.
Se han de reconocer bien las contraindicaciones absolutas o relativas de la técnica,
citadas hasta la fecha por diversos autores:
a) Enfermedades del esófago y gastroduodenales activas
25 b) Estenosis digestiva
c) Hernia de hiato mayor de 6 cm.
d) Enfermedad inflamatoria intestinal, neoplasias.
e) Cirugías previa abdominal o radiación abdominal
f) Cirugía bariátrica previa
g) Alteraciones de la coagulación.
h) Tratamientos farmacológicos tales como anticoagulantes, antiinflamatorios,
corticoides, AAS.
i)
Enfermedades cardíacas o renales susceptibles de descompensarse en los
primeros días por cuadro de vómitos y deshidratación. En general,
contraindicaciones médicas a la cirugía bariátrica.
j) Edades extremas, aceptándose en general su uso entre los 18 y los 65 años.
k) Embarazo
l) Alergia a algún componente del producto implantable y /o de la
anestesia/sedación.
Contraindicaciones psicológicas:
a)
Alcoholismo activo
b) Adicción a drogas
c)
Trastorno psicótico
d) Depresión mayor actual con tratamiento
e)
Trastorno grave de la personalidad
f)
Trastornos psiquiátricos, salvo mejor criterio del psicólogo o psiquiatra habitual
del paciente.
g) Retraso mental moderado-grave
26 h) Bulimia nerviosa
i)
Trastorno por atracón
j)
Dismorfofobia
k) Motivador temporal (ejemplo: bajar de peso para un evento puntual como una
boda, etc.)
El balón se retira a los seis meses de su implantación, aunque hay estudios en los que
sólo lo mantienen durante cuatro meses y otros que alargan su permanencia hasta los 10
meses. Sin embargo, ciertas complicaciones como el desinflado o rotura del balón se
asocian con el mantenimiento del balón durante más de seis meses.
La retirada se hace de nuevo por vía endoscópica, se desinfla el balón y se extrae.
La implantación del balón siempre debe ir acompañada de una dieta baja en calorías
(1000-1200 calorías/día), aumento de la actividad física y modificación de los hábitos
de vida.
El coste promedio de este tratamiento, incluyendo el seguimiento médico y psicológico
es de aproximadamente 4,000 Euros.
Con respecto a la efectividad del tratamiento (tabla 2):
Existen varios publicados acerca de la efectividad del tratamiento. Uno de los estudios
de balón intragástrico con pacientes de todos los grados de obesidad, incluso de
sobrepeso realizado por Genco et al. 33describe que después de 6 meses la pérdida del
exceso de peso fue de EWL 33.9+/-18.7 % (rango 0-87) y del IMC fue de 4.9+/-12.7
kg/m2 (rango 0-25)33.
En el estudio de Melissas et al.34 en 140 pacientes con obesidad mórbida que se
27 rehusaban a pasar por cirugía bariátrica, se mostró que 100 pacientes (71,4%) tuvieron
una pérdida ≥ al 25% del exceso de peso, catalogados como exitosos, mientras que 40
pacientes (28,6%) no alcanzaron ese porcentaje y fueron catalogados como fracasos del
método. Durante el período de seguimiento (entre 6 y 30 meses) el 31,4% (44 de los
pacientes exitosos) volvieron a ganar peso y fueron catalogados como recurrentes
mientras que el 40% (56 pacientes) mantuvieron la pérdida de peso ≥ 25% y fueron
catalogados como éxitos a largo plazo.
Durante el período se seguimiento 45 pacientes (32,1%) sugirieron y fueron sometidos
a cirugía bariátrica. Los investigadores concluyeron que el balón intragástrico sirvió
como un primer paso y una suave introducción a la cirugía bariátrica para los pacientes
con obesidad mórbida que se negaron inicialmente a someterse a la intervención
quirúrgica34.
Un estudio de Herve et al.32 en 100 pacientes mostró tras un seguimiento de un año post
retirada del balón intragástrico una EWL media del 39,8% y de la media de pérdida de
peso de 12 Kg al momento de la retirada del balón intragástrico y 12 meses después de
la retirada del balón, la media de pérdida de peso fue de 8,6 kg y la media del EWL fue
de 26,8%, estos resultados fueron bastante alentadores pero el seguimiento de un año
tras la retirada del balón no puede considerarse a largo plazo, a diferencia del estudio de
Kotzampassi et al.35 , que tuvo como meta el seguimiento de los pacientes hasta los 60
meses después de retirado el balón, este estudio concluye que al momento de la retirada
del balón los pacientes obtuvieron un EWL de 42,73± 18,87% y tras 60 meses este
porcentaje disminuyó a un 12,97± 8,54%35.
Según la revisión de Dumonceau et al.36 de 30 estudios y 4877 pacientes se muestra
una pérdida media de peso de 17,8 Kg, y 4-9 Kg/m2 del IMC, con una media del
28 %EWL entre 18 y 51.
Otra conclusión general en la que coinciden varios autores es que la mayor pérdida del
exceso de peso sucede en los pacientes con menor IMC 32.
Milone37 realizó un estudio comparativo de balón intragástrico y Cirugía tubular
laparoscópica entre 20 pacientes de cirugía bariátrica y 57 de balón intragástrico, tras 6
meses de tratamiento la media de pérdida de peso de los pacientes sometidos a Cirugía
tubular laparoscópica y de balón intragástrico fue de 45,5 vs 22,3 respectivamente, y el
%EWL fue de 35 vs 24 respectivamente y la disminución del IMC fue de 16 vs 8
respectivamente. La diminución de comorbilidades fue de un 90% en el total de
pacientes después de ambos procedimientos.
Según Mathus y Tytgat38 después de 12 meses de tratamiento se registró una pérdida de
peso de 21,3kg y además que el 55% de los pacientes mantuvieron una pérdida de peso
mayor al 10%
Las complicaciones del procedimiento son varias, transitorias, reversibles y de bajo
riesgo en su mayoría. Las principales son los vómitos y el dolor abdominal39, y con una
menor incidencia ese encuentran la aerofagia, el estreñimiento, la esofagitis, la úlcera
péptica, el desinflado del balón, la obstrucción gástrica, etc.
Según el estudio de Genco et al.33 con una población de 2515, la tasa de complicaciones
fue de 2,8% (70 casos) , dilatación gástrica aguda 0,08% (2 casos tratados de manera
conservadora), perforación gástrica 0,19% (5 casos, donde 4 de ellos tenían el
antecedente de una cirugía gástrica previa, de los cuales 2 fueron tratados
satisfactoriamente vía laparoscópica después de retirar el balón y 2 murieron),
29 obstrucción gástrica 0,76% (19 casos presentados en la primera semana después de la
colocación y tratados satisfactoriamente con la retirada del balón), ruptura del balón
0,36% (32 casos tratados con la retirada del balón intragástrico), esofagitis 1,27% (32
casos) y úlcera gástrica 0,2% (32 casos sin antecedente de enfermedad péptica y fueron
tratados de manera conservadora con fármacos).Las comorbilidades halladas en los
pacientes de ese estudio fueron del 56% (1394/ 2471) estas se resolvieron en un 44,3%
(617/1394), fueron mejoradas(sea por una medicación más baja o por cambio de
terapia) en un 44,8% (625/1,394) y no se halló ningún cambio en el 10,9% (152/
1,394)33. La principales complicaciones según diferentes estudios se muestran en la
tabla2.
Tabla 2. Tabla de efectividad del balón intragástrico según autores.
Autor y año
N°casos
Sallet, 2004
323
Genco, 2005
2515
Mathus, 2005
43
Duración
Media
EWL
Media IMC o de
pérdida de peso
6 meses
48%
38,2Kg/M2
12 meses
51% y 85 pacientes mantuvieron
más del 90% de su pérdida de
IMC
6 meses
33,90%
35,4 Kg/m2
12 meses
26,80%
8,6 Kg
12 meses
21,3 Kg
24 meses
12,6 Kg
Milone, 2005
57
6 meses
Dumonceau,
2008
4877 (30
estudios)
6 meses
K.
Kotzampassi,
2012
474
24%
22,3 Kg
17,8Kg
6 meses(385)
42,73%
24,14±9,08 Kg
12 meses(352)
27,71%
16,31±7,41 Kg
24 meses(187 de los 352)
48 meses(96 de los 352)
60 meses(195 de los 474)
>20%
12,97%
7,26±5,41 Kg
30 Tabla 3. Tabla de complicaciones del balón intragástrico según autores.
TABLA DE COMPLICACIONES DEL BALÓN INTRAGÁSTRICO
Autor y
año
Nauseas
N°
y
casos
vómitos
Sallet38,
2004
323
Genco,
2005
2515
Mathus,
2005
40%
Intolera- Dolor
Esofagitis
ncia al
abdom
/GERD
BIB
-inal
3%
20%
Ruptura/ Perfora- Obstrucdesinfl- ción
ción
Muerte
ado
gástrica gástrica
Úlcera
péptica
12%
0
0
0
0,30%
0
0
1,12%
0
1,27%
0,20%
0,36%
0,19%
43
6,7%
7%
0
7%
0
2,30%
0
0
0
Milone,
2005
57
1,75%
(severo)
7%
2%
0
0
3%
0
0
0
Espinet,
2007
25
25%
0
0
8,3%
0
0
0
0
0
Otros sistemas menos conocidos son:
•
Balón rellenable con aire (Heliosphere BAG)
•
Balón intragástrico ajustable (Spatz)
•
Prótesis intragástrica ajustable (EndogAst)
•
Balón antral estático.
0,76% 2 casos
31 Método POSE
El método POSE cuya plataforma está fabricada por UGI Medical (San Clemente,
california, EE.UU.), explica Carlos Dolz Abadía40 que ¨consiste en un sobretubo
transportador que permite el paso de un endoscopio de diámetro fino y de instrumentos
de trabajo endoscópico de forma simultánea a través de 3 canales de trabajo. Los
instrumentos de trabajo pueden ser genéricos de endoscopia terapéutica, o bien
instrumentos específicos de este sistema endoscópico. Estos últimos permiten fijar,
traccionar y colocar puntos y anclajes de sutura. Se denominan gLix, gProx y gCath.
Mientras que los instrumentos de trabajo son reciclables, la plataforma es de un solo uso
es decir que cada una de las suturas y anclajes tiene su coste económico elevado por lo
tanto realizar este tratamiento implica casi el triple de coste que el balón intragástrico.
El método POSE a través de la plataforma busca realizar suturas (plicaturas) entre 8-9 en
el fundus y 3-4 en el antro, buscando limitar la capacidad del estómago, producir saciedad
precóz y ralentiza el vaciamiento gástrico.
El sistema está diseñado para permanecer implantado de por vida, aunque se permite su
reversibilidad.41
Varios estudios llegan a la misma conclusión de que parece ser una técnica
relativamente sencilla y segura, ambulatoria y de unos 60 minutos de duración y
69.2  ±  26.6 min42.
La expectativa inicial señala una eficacia estimada que pudiera llegar a conseguir una
pérdida de hasta un 45% del exceso de peso41.
32 Se realiza bajo anestesia general, sin incisiones ni cicatrices, es ambulatoria y de rápida
recuperación (permite continuar la vida laboral aproximadamente a las 72 horas de
realizado el procedimiento, siempre y cuando no realice esfuerzos importantes).
La rápida recuperación es un factor decisivo para muchos pacientes, sobretodo teniendo
en cuenta que con respecto a población laboral en activo, más del 50% tiene obesidad o
sobrepeso.43
El objetivo es disminuir la cantidad del alimento que el estómago puede contener, para que
el paciente se sienta lleno más rápido entre comidas y de manera progresiva, coma menores
cantidades de alimento y reduzca también la sensación de hambre entre comidas
(snacking), de esta manera se puede implantar una dieta hipocalórica entre 800-1200 kcal y
también es importante el seguimiento médico y psicológico para modificar y mantener los
hábitos dietéticos y de ejercicio.
Este tratamiento está destinado para pacientes con un IMC entre 30 y 40 kg/m2, para
pacientes que han respondido anteriormente a un balón intragástrico u otra técnicas y que
han recuperado peso, también para pacientes mórbidos que no quieren o que son
incompatibles con cirugía bariátrica.
Las contraindicaciones son las mismas que las del balón intragástrico, añadiendo a estas
los pacientes con fibromialgia.
Los principales efectos secundarios son:
a) Dolor de garganta
b) dolor epigástrico
33 c) Nauseas y vómitos de rápida resolución
d) Las complicaciones más graves son muy raras e inferiores al 2,8% de los casos tratados,
(al no tener muchos años se carece de datos a largo plazo) entre ellas:
e) Neumotórax basal o Neumoperitoneo
f) Hemorragia gástrica
g) Microperforación gástrica
h) Hematoma esplénico.
Con respecto a estudios clínicos, no hay tantos como con el balón intragástrico por el
sencillo hecho de que esta técnica lleva pocos años realizándose.
Con respecto a su efectividad el estudio de Espinós et al.42 en 45 pacientes, en el
período de febrero 2011 y marzo 2012, con una media de peso inicial de 100.8± 12,9kG
(75,5-132.5), se les realizó una media de 8,2 suturas de anclaje en el fundus y 3,0 a lo
largo de la pared del cuerpo distal. El resultado de este estudio a los 6 meses fue de :
una disminución del IMC de 5.8 a 31.3  ±  3.3 (25.1–38.6) (p  <  0.001); EWL de 49.4 %;
y un total del peso corporal perdido del 15.5 %. Dando como conclusión del estudio que
el método POSE es un tratamiento seguro y efectivo para la pérdida de peso.
Un estudio realizado por López et al.44 en 226 pacientes, con un peso inicial medio de
105,3 kg, bajo la colocación de 8 – 9 plicaturas de tipo g-Cath en el fundus gástrico y
otras 3 – 4 plicaturas en la unión entre el cuerpo distal y el antro gástrico, mostró una
disminución del peso inicial y el porcentaje de pérdida de peso inicial a los 3 meses
(11,4 kg y 10,7%), a los 6 meses (14,7 kg y 13,5%) y a los 12 meses (16,0 kg y 14,5%).
Concluye al igual que el estudio anterior que es un tratamiento seguro y efectivo.
34 Otro estudio de López et al.45 realizado en 147 pacientes entre Julio 2011 y Enero 2013,
mostró a los 12 meses de seguimiento a 116 pacientes con una media de %EWL de
44.9± 24.4, peso total perdido de 16.6±9.7 kg, y porcentaje del peso corporal total
perdido de 15.1±7.8%. Este estudio concluye que el método POSE es considerado
efectivo, seguro y bien tolerado por los pacientes para el tratamiento de la obesidad.
Inyección intragástrica de toxina botulínica
La toxina botulínica serotipo A (TBA) teóricamente al inyectarla en el estómago puede
producir una inhibición de la peristalsis y, consecuentemente, inducir un teórico retraso
en el vaciamiento gástrico, condicionando saciedad precoz y pérdida de peso. Se realiza
bajo control endoscópico o ecoendoscópico y se puncionan entre 100 y 500 U de TBA,
repartidas en 8-24 inyecciones en disposición circular a nivel de la muscular propia de
antro gástrico 46 y otros autores reparten la dosis entre antro y fundus47.
Otros sistemas para reducir la capacidad gástrica
La gastroplastia vertical endoluminal (EndoCinch) Transoral gastroplastia (TOGA) y el
sistema restrictivo trans-oral endoscópico, Plataforma operadora sin incisiones (IOP)
que son novedosas y por ello aún en estudio ya que aparentemente se encuentran más
complicaciones que con el método POSE.
35 2.9.Tratamientos Quirúrgicos
El tratamiento quirúrgico está indicado en pacientes con obesidad mórbida ( IMC igual
o superior a 40kg/m2) o con IMC igual o mayor a 35 kg/m2 en los que coexisten
problemas más serios.
Se considera que es el único método efectivo en el tratamiento de la obesidad
mórbida48, sin embargo son intervenciones quirúrgicas de alto riesgo, con una
mortalidad del 1-2% y una morbilidad quirúrgica alrededor del 10%. Para minimizar los
riesgos y garantizar el éxito a largo plazo de la cirugía bariátrica, se han propuesto unos
criterios de selección de pacientes muy restrictivos, que abarcan desde la edad (18-55
años) y la ausencia de contraindicaciones médicas y psiquiátricas hasta el compromiso
de adhesión a las normas de seguimiento3,29.
Las técnicas de cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad pueden clasificarse
en 3 tipos; restrictivas, malabsortivas y mixtas29:
• Las
técnicas restrictivas tienen como objetivo disminuir el aporte calórico reduciendo
la capacidad gástrica y provocando sensación de saciedad. Las técnicas mas usadas
son las gastroplastias y la banda gástrica ajustable.
• Las
técnicas malabsortivas tienen como objetivo limitar la absorción de nutrientes.
La técnica mas conocida es el by-pass yeyuno ileal, actualmente en desuso por sus
graves efectos secundarios.
•
Las mixtas combinan ambos procedimientos, reducción gástrica y limitación de la
absorción con algún tipo de by-pass intestinal. Las técnicas más empleadas son el by-
36 pass gástrico, la derivación biliopancreática (o técnica de Scopirano) y sus variantes,
como el cruce duodenal48.
Se considera un resultado aceptable del tratamiento quirúrgico el descenso >25% del
exceso de peso y un éxito cuando es superior al 50% 29.
Existe un grupo de pacientes que no responden a la terapia médica y que no son
candidatos quirúrgicos, o que necesitan una pérdida de peso para reducir su riesgo
quirúrgico, o que rehúsan someterse a una intervención bariátrica por miedo a las
complicaciones y/o mortalidad, en los que el balón intragástrico y el método POSE se
han postulado como una opción atractiva para perder peso.
37 III OBJETIVOS
3.1.Obejtivo principal: Comparar la pérdida de peso después de 9 meses de tratamiento
tanto con el balón intragástrico, como con el método POSE y evaluar si hay diferencias
significativas entre estos resultados.
3.2.Objetivos Secundarios
• Cuantificar la pérdida de peso en ambos tratamientos a los 3, 6 y 9 meses.
• Determinar la media del EWL, TWL y TBWL en ambos tratamientos.
38 IV METODOLOGÍA
4.1.Tipo de estudio
El tipo de estudio es descriptivo post hoc, con medidas valoradas mediante la utilización
del ANOVA.
4.2 Población y muestra
La población se formó por 116 sujetos adultos, conformados por 25 hombres y 91
mujeres y un rango de edades comprendidas entre los 18 y los 65 años.
El grupo de estudio fue seleccionado de los pacientes con obesidad que acudieron a una
clínica privada de medicina estética en Barcelona durante el período de febrero del 2011
a mayo 2014.
Para seleccionar la muestra se establecieron unos criterios de inclusión y de exclusión.
Criterios de inclusión:
• Pacientes que inicien el tratamiento de Balón intragástrico o de método POSE en el
período de febrero del 2011 a mayo 2014 en la Clínica privada de Medicina
Estética en Barcelona.
• Tener un IMC ≥ 30 kg/m2
• Pacientes entre 18 y 65 años
Criterios de exclusión:
-
Pacientes con IMC<30
-
Pacientes con contraindicaciones médicas o psicológicas para el tratamiento
-
Pacientes que no acudan a las visitas por un período de 9 meses.
39 4.3. Material e instrumentos
-Se utilizaron las Historias clínicas de los pacientes en tratamientos con balón
intragástrico y método POSE. La Historia clínica contiene anamnesis, historia de la
obesidad, hábitos de alimentación y estudio antropométrico.
- Se utilizaron las Historias clínicas de Psicología para conocer el número de visitas a
las que acudieron.
-El peso y talla de los sujetos fueron registrados mediante una báscula/ tallímetro marca
Soehnle profesional, y se registraron los datos con el paciente descalzo y en ropa
interior.
-Tanto los procedimientos de balón intragástrico como método POSE, fueron realizados
en otra clínica por un endoscopista especialista en estos procedimientos.
4.4. Diseño y Procedimiento:
- Los pacientes con obesidad acudieron a la clínica de medicina estética en primera
instancia para conocer que tipo de tratamiento era el más adecuado para ellos.
-Tras una anamnesis breve y valoración con el médico estético, se le indicó el
tratamiento más adecuado para tratar su obesidad.
-Una vez que el paciente contrató dicho tratamiento, se realizó la historia clínica
completa, se firmaron los consentimientos informados, se les entregó las indicaciones
previas al tratamiento y se les asignó día y hora para realizar el procedimiento con un
gastroenterólogo endoscopista especializado en la colocación del balón intragástrico y
realización del método POSE.
-- En el caso de los pacientes de balón intragástrico, el procedimiento se realizó bajo
40 sedación y se colocó el balón de Orbera system o BIB system de allergan. El balón fue
llenado entre 400 y 700 cc de suero fisiológico según los informes endoscópicos. Y se
realizó de forma ambulatoria.
-A los pacientes de método POSE se les trató bajo anestesia general, a todos se les
colocaron 12 suturas de anclaje, 3 en el fondo y 9 en el antro gástrico según informes
endoscópicos. Todos los pacientes fueron tratados de forma ambulatoria.
-Al tercer día de realizado el procedimiento se les citó en la clínica privada de medicina
estética en Barcelona para valoración del paciente y entrega de pautas de tratamiento.
En adelante se les citó cada semana durante el primer mes y cada 2 semanas hasta el
sexto mes en el cual a los pacientes de balón de balón intragástrico se les citó con el
endoscopista y se les retiró el balón , una vez retirado las visitas se realizaron cada 3 o 4
semanas.
-Los datos que se registraron fueron peso inicial, talla e IMC inicial, y luego peso e IMC
al tercer, sexto y noveno mes.
-Para la selección de la muestra se utilizaron los criterios de inclusión y de exclusión,
por lo cual se tuvo que excluir de la muestra a un grupo de 46 pacientes que dejaron de
acudir a las revisiones médicas y no completaron período de seguimiento.
-Se realizaron tablas en Excel 14.1.0 en 2 hojas, una para pacientes de balón y otra para
método POSE, las que contenían número de historia clínica, sexo, fecha del
procedimiento,
edad,
progenitores
con
obesidad,
comorbilidades,
medicación
antidepresiva, años con obesidad, comidas que realiza al día, si pica, si come en casa, si
considera que es la cantidad de la comida lo que lo lleva a tener obesidad, si es la
cantidad, si suele comer cuando tiene ansiedad, si suele comer cuando se encuentra
estresado, si suele comer rápido, si alguna vez ha recibido tratamiento psicológico o
psiquiátrico y que diagnóstico le dieron, el peso inicial, la talla, el IMC, el peso a los 3
41 meses, IMC a los 3 meses, peso a los 6 meses, IMC a los 6 meses, peso a los 9 meses,
IMC a los 9 meses, peso perdido a los 9 meses, cuántos meses mantuvo seguimiento
psicológico, total de kilos perdidos (TWL), kilos que tenían que perder, porcentaje del
exceso de peso perdido(%EWL) y porcentaje del peso corporal total perdido (%TBWL)
- Con estos datos se realizaron tablas para el análisis de datos.
- Se seleccionaron el número de historia, el sexo, el peso inicial, peso a los 3 meses,
pesos a los 6 meses y el peso a los 9 meses para ambos tratamientos, y con estas tablas
se procedió a usar el programa estadístico SPSS 15.0.
4.5. Análisis de datos
A continuación describiremos la muestra según las diferentes variables relacionadas con
la obesidad.
Con respecto al sexo, edad y peso de los participantes por tratamiento, tenemos los
siguientes porcentajes:
Gráfico 1. Porcentajes de los pacientes tratados con balón intragástrico según sexo
22,6% BIB HOMBRES BIB MUJERES 77,4% Según el gráfico 1: de los 31 pacientes 7 fueron hombres (22,6%) y 24 mujeres (77,4%).
42 La media de edad en hombres fue de 35,6 y en mujeres de 41,2 años.
El peso medio fue de 97,67 kg, la talla media fue de 162 cm2, y el IMC medio fue de
36,87 kg/cm2.
Gráfico 2. Porcentajes de los pacientes de tratados con el método POSE según sexo.
15,4% POSE HOMBRES POSE MUJERES 84,6% Según el gráfico 2: de los 39 pacientes 6 fueron hombres (15,4%) y 33 mujeres (84,6%).
Con una media de edad en hombres de 41 años y mujeres de 51,3 años. Una media de
peso de 99,75 kg, de talla de 160 cm2, y del IMC de 38,9 kg/cm2.
Con respecto a los Antecedentes familiares y personales, tenemos lo siguiente:
Gráfico 3. Pacientes con progenitores con obesidad.
25 20 15 BIB 10 POSE 5 0 Progenitores sin obesidad 1 progenitor 2 progenitores En este gráfico se aprecia que en el caso de los 31 pacientes tratados con el balón
intragástrico: 15 pacientes (48,4%) no tienen ningún progenitor con obesidad, 13 pacientes
43 (41,9%) tienen un progenitor con obesidad y 3 pacientes (9,7%) tienen ambos progenitores
con obesidad. De los 39 pacientes tratados con el método POSE 25 pacientes (64,1%) no
tienen ningún antecedente de progenitores con obesidad, 10 pacientes (25,6%) tienen un
progenitor con obesidad y 4 pacientes (10,3%) tienen ambos progenitores con obesidad.
Gráfico 4. Principales comorbilidades en ambos grupos de tratamiento.
18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 BIB POSE Con respecto a las comorbilidades 13 (43,9%) pacientes de balón tenían alguna
comorbilidad y 30 (76,93%) de los pacientes de método POSE. Las principales
comorbilidades que se describen en el gráfico 4 son :
a) La dislipidemia en 2 pacientes (6,45%) del grupo de balón intragástrico y en 11
pacientes (28,2%) del grupo de método POSE.
b) La HTA (Hipertensión Arterial) en 4 pacientes (12,9%) de balón intragástrico y en 7
pacientes (17,94%) de POSE.
c) Patología articular en 1 paciente (3,22 %) de balón y en 6 de (15,38 %) de POSE.
d) DM2 (diabetes mellitus tipo 2) se halló en 2 pacientes (6,45 %) de balón y en 2
pacientes (5,12 %) de POSE.
E) El SAOS (Síndrome de apnea obstructiva del sueño) en 1 paciente (3,22%) de balón
intragástrico y en 2 pacientes (5,12 %) de POSE.
44 Gráfico 5. Pacientes que recibieron tratamiento psicológico o psiquiátrico previo al
tratamiento para la obesidad.
10 8 6 BIB 4 POSE 2 0 DEPRESIÓN ANSIEDAD DEPRESIÓN Y ANSIEDAD Según el gráfico 5 de los 31 pacientes del grupo de balón intragástrico 9 (29,1%) de ellos
refirieron haber tenido tratamiento psicológico o psiquiátrico, obteniendo como
diagnósticos; Ansiedad: 1 paciente (3,22%), Depresión: 6 pacientes (19,35%), diagnóstico
de ansiedad y depresión: 2 pacientes (6,45%).
De los 39 pacientes de POSE, 18 (46,2%) recibieron tratamiento, con diagnósticos;
Ansiedad en 6 pacientes (15,38%), Depresión:10 pacientes (25,64%), y diagnóstico de
ansiedad y depresión: 2 pacientes (5,1%).
Gráfico 6. Porcentaje de pacientes del grupo de balón intragástrico que reciben
tratamiento antidepresivo/ansiolítico .
TOTAL DE PACIENTES 19,4% 80,6% PACIENTES CON TRATAMIENTO ANTIDEPRESIVO Y/O ANSIOLÍTICO 45 Como se aprecia en el gráfico 6, de los 31 pacientes del grupo de balón 6 pacientes
(19,4%) cumple un tratamiento antidepresivo y/o ansiolítico al momento de empezar el
tratamiento para la obesidad.
Gráfico 7. Porcentaje de pacientes del grupo de método POSE que reciben tratamiento
antidepresivo/ansiolítico
TOTAL DE PACIENTES 35,9% 64,1% PACIENTES CON TRATAMIENTO ANTIDEPRESIVO Y/O ANSIOLÍTICO De los 39 pacientes del grupo de método POSE; 14 pacientes (35,9%) tenía un tratamiento
antidepresivo y/o ansiolítico al momento de empezar el tratamiento para la obesidad (según
el gráfico 7).
Un factor importante en la modificación de hábitos nutricionales de los pacientes con
obesidad es el estado emocional en el que se encuentren. Mientras más estables
emocionalmente será más fácil su adhesión a pautas nutricionales, y todo lo contrario
mientras más lábiles se encuentren.
El grupo de método POSE tiene a la tercera parte de sus integrantes con un diagnóstico y
tratamiento actual para ansiedad y/o depresión, mientras que el grupo de balón a la quinta
parte de sus participantes, lo cual podría implicar un reto mayor en los pacientes de método
POSE a la hora de la adhesión a las pautas y la pérdida de peso.
46 Gráfico 8. Porcentaje de pacientes tratados con balón intragástrico previamente.
8,00% 6,00% 4,00% 2,00% 0,00% PACIENTES DE PACIENTES DE BIB POSE CON BIB CON BIB PREVIO PREVIO En los antecedentes nos encontramos que de los 39 pacientes a tratar con el método POSE,
3 pacientes (7,69%) había tenido un tratamiento para la obesidad previo con el balón
intragástrico. Y en el caso de los 31 pacientes del grupo de balón intragástrico ninguno
había recibido este tratamiento previamente (según se muestra en el gráfico 8).
Gráfico 9. Media de años con obesidad en ambos grupos de tratamiento.
MEDIA DE AÑOS CON OBESIDAD EN PACIENTES CON MÉTODO POSE AÑOS MEDIA DE AÑOS CON OBESIDAD EN PACIENTES CON BALÓN INTRAGÁSTRICO 0 5 10 15 20 25 Cuando se les pregunta cuántos años llevan con sobrepeso y obesidad en los pacientes a
tratar con el balón intragástrico se halla una media de 11,1 años, siendo el mínimo de 1 año
y el máximo de 20 años con obesidad.
47 En el caso de los pacientes a tratar con el método POSE se halla una media de 21,7 años,
siendo el mínimo de 2 años y el máximo de 54 años con obesidad (gráfico 9).
Gráfico 10. Hábitos nutricionales en ambos grupos de tratamiento.
16 14 12 10 8 6 4 2 0 BIB POSE 2 3 4 5 6 COMIDAS COMIDAS COMIDAS COMIDAS COMIDAS AL DÍA AL DÍA AL DÍA AL DÍA AL DÍA Con respecto a los hábitos nutricionales en el gráfico 10 se aprecia que; de los pacientes
del grupo de balón intragástrico; 12 pacientes (38,7 %) realizan 3 comidas al día, 15
pacientes (46,8%) realizan 4 comidas al día y 4 pacientes (12,9%) realizan 5 comidas al
día.
Con respecto a los hábitos nutricionales de los pacientes del grupo de método POSE; 2
pacientes (5,12%) realizan 2 comidas al día, 9 pacientes (28,2%) realizan 3 comidas al día,
15 pacientes (38,46%) realizan 4 comidas al día , 9 pacientes (23,07%) realizan 5 comidas
al día y 2 pacientes (5,12%) realizan 6 comidas al día. Con estos datos se refleja que más
del 50% en ambos grupos realiza más de 3 comidas al día, que es lo que se suele
recomendar en la práctica clínica.
48 Gráfico 11. Porcentaje de pacientes que tiene el hábito de picar entre comidas.
100,00% 80,00% 60,00% PICA 40,00% 20,00% 0,00% BIB POSE Con respecto al hábito negativo de picar entre horas en el grupo de balón intragástrico 20
pacientes (64,5%) pican entre comidas y en los pacientes de método POSE 32 pacientes
(82,05%) pican entre comidas (gráfico 11).
Gráfico 12. Porcentaje de las causas de obesidad según el paciente.
60,00% 50,00% 40,00% 30,00% 20,00% 10,00% 0,00% BIB POSE Cuando se les plantea si la causa de la obesidad que presentan se debe a la cantidad de
ingesta de alimentos ó a la calidad de estos alimentos en el caso de los pacientes de balón
intragástrico un 19,35% (6 pacientes) señaló que la causa principal era la cantidad de
comida, 25,8% (8 pacientes) señaló que la principal causa era la calidad de la comida, y un
49 54,8% (17 pacientes) señaló que eran ambos factores los causales de la obesidad que
presentaban.
En el caso de los pacientes de método POSE un 25,64% (10 pacientes) señaló que la causa
principal era la cantidad de comida, 35,89% (14 pacientes) señaló que la principal causa
era la calidad de la comida, y un 38,46% (15 pacientes) señaló que eran ambos factores
causales de la obesidad que presentaban (gráfico 12).
Gráfico 13. Parámetros psiconutricionales en ambos grupos de tratamiento.
100,00% 80,00% 60,00% 40,00% 20,00% 0,00% BIB POSE COMER RÁPIDO COMEN POR ESTRÉS Y ANSIEDAD A la pregunta de si suelen comer rápido, en los pacientes a tratar con el balón nos
encontramos con un 81,87% (26 pacientes) que afirmaba comer rápido, y en los pacientes
a tratar con el método POSE un 58,97% (23 pacientes).
Con respecto a si comían cuando se encontraban en situaciones de estrés o de ansiedad
tanto el grupo de balón como el de POSE respondieron que sí en un 90,32% (28 pacientes)
y en un 94,87% (37pacientes) respectivamente (gráfico 13).
Con estos datos se ha de tener en cuenta que dentro de los hábitos de alimentación que los
pacientes tienen que ir incorporando en su vida diaria es el de comer lento y en un
ambiente tranquilo, para evitar en lo posible la ingesta rápida y por lo general abundante de
alimentos. Otro punto importante es el seguimiento psicológico para aprender a controlar la
50 ansiedad ya que esta repercute en el momento de la ingesta en más del 90% de los
pacientes.
Gráfico 14.Porcentaje de pacientes que tuvieron seguimiento psicológico durante ambos
tratamientos.
60,00% 50,00% 40,00% 30,00% 20,00% 10,00% 0,00% BIB POSE NO QUIZO ≤ 3 MESES ≤ 6 MESES 9 MESES TTO EVOLUCIÓN DEL SEGUIMIENTO PSICOLÓGICO El gráfico 14 nos refleja que al termino del seguimiento de los pacientes con el balón
intragástrico un 9,67% (3 pacientes de los 31) no quiso seguir el tratamiento psicológico
ofrecido, un 29,03% (9 pacientes) tuvo un seguimiento menor o igual a 3 meses, un
19,35% (6 pacientes) tuvo un seguimiento menor o igual de 6 meses, y un 41,93% (13
pacientes) tuvo un seguimiento de 9 meses.
De los 39 pacientes que culminaron el tratamiento con el método POSE se obtuvo que un
25,64% (10 pacientes) no quiso seguir el tratamiento psicológico ofrecido, un 7,69% (3
pacientes) tuvo un seguimiento menor o igual a 3 meses, un 10,25% (4 pacientes) tuvo un
seguimiento menor o igual de 6 meses, y un 56,41% (22 pacientes) tuvo un seguimiento de
9 meses.
51 Si bien es cierto que el seguimiento psicológico se considera una parte importante para el
cambio en los hábitos de vida y más aún teniendo en cuenta que hay altos porcentajes de
pacientes que comen con ansiedad, que pican durante el día y que siguen tratamientos para
controlar la ansiedad y la depresión, sin embargo a pesar de que se les ofrece un
seguimiento gratuito por un psicólogo parte del equipo multidisciplinar de la clínica
privada de medicina estética, solo el 50% aproximadamente de los 70 pacientes
mantuvieron un seguimiento continuo durante los 9 meses de seguimiento.
52 V RESULTADOS
Estadísticos descriptivos:
En la tabla 4/gráfico 5 se muestran las medias ponderales conseguidas a los 3, 6 y 9
meses tanto en los pacientes de balón intragástrico como en los de método POSE.
Tabla 4. Estadísticos descriptivos con respecto al peso y grupos de tratamiento.
Tratamiento
Media
Desv. típ.
N
BIB
97,677
14,320
31
POSE
99,756
15,526
39
BIB
83,890
12,914
31
POSE
85,039
14,996
39
BIB
78,806
13,067
31
POSE
81,334
15,262
39
BIB
78,380
12,622
31
81,0154
15,74097
39
Peso Inicial
Peso a los 3
meses
Peso a los 6
meses
Peso a los 9
meses
POSE
Gráfico 15.Peso en pacientes tratados con balón intragástrico y método POSE.
120 100 80 60 Media BIB 40 Media de POSE 20 0 Peso inicial Peso a los Peso a los Peso a los 3 meses 6 meses 9 meses 53 De acuerdo a los estadísticos descriptivos entre las variables de peso, tratamiento y sexo
se observan los resultados obtenidos del peso a los 3, 6 y 9 meses en hombres y mujeres
tratados tanto con el balón intragástrico, como con el método POSE (tabla5/gráfico16):
Tabla 5. Estadísticos descriptivos del peso, tipo de tratamiento y sexo al inicio, a los
3,6 y 9 meses.
PESO
INICIAL
TRATAMIENTO
SEXO
POSE
Mujer
BIB
PESO 3
MESES
POSE
BIB
PESO 6
MESES
POSE
BIB
PESO 9
MESES
POSE
BIB
Media
Desv. típ.
N
95,924
12,486
33
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
120,833
93,216
112,971
14,293
11,524
12,796
6
24
7
82,143
11,867
33
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
100,966
79,570
98,700
21,169
9,378
12,893
6
24
7
78,213
11,228
33
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
98,500
74,175
94,685
23,356
8,521
13,980
6
24
7
77,439
11,687
33
Hombre
Mujer
Hombre
100,683
73,891
93,771
21,452
8,490
12,779
6
24
7
Gráfico 16.Peso inicial, a los 3,6 y 9 meses en hombres y mujeres tratados con balón
intragástrico y método POSE.
140 120 100 80 60 PESO INICIAL PESO 3 MESES PESO 6 MESES Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre BIB 0 Mujer 20 Hombre POSE Mujer 40 PESO 9 MESES 54 Con respecto a las pruebas de contraste del peso, sexo y tratamiento, se obtienen los
siguientes resultados:
Teniendo en cuenta la interacción del peso y el tratamiento [F=0,02;p=0,886;η2=0,00]
lo cual indica que no hay diferencias significativas entre la evolución ponderal y el tipo
de tratamiento elegido, en la interacción peso y sexo [F=0,009;p=0,925, η2=0,00] indica
que no existe diferencias significativas entre los pesos registrados durante el tratamiento
y el sexo del paciente, y en la interacción peso, tratamiento y sexo [F=0,08; p =0,778,
η2=0,001], tampoco hallamos una diferencia significativa entre el peso obtenido de cada
hombre o mujer en cada uno de los tratamientos a los que se sometieron para tratar la
obesidad, lo cual se refleja en la tabla 6.
Tabla 6. Tabla de contraste Peso, sexo y tratamiento.
gl
Eta al
Significación cuadrado
parcial
8014,642 175,399
0,001
0,727
Media
cuadrática
Fuente
Peso
F
peso
peso *
TRATAMIENTO
peso * SEXO
peso *
TRATAMIENTO
* SEXO
Lineal
1
Lineal
1
0,944
0,021
0,886
0,00
Lineal
1
0,413
0,009
0,925
0,00
Lineal
1
3,665
0,08
0,778
0,001
Tratamiento y peso
El resultado obtenido en la comparación de peso inicial de los pacientes tratados con
balón intragástrico y los tratados con el método POSE es de p=0,17, la comparación del
peso a los 3 meses en ambos tratamientos es de p =0,522, el peso del sexto mes en
ambos tratamientos es de p =0,296 y el peso al noveno mes en ambos tratamientos es de
p =0,159. Esto resultados ponen en evidencia estadística que no hay diferencias
55 significativas entre el peso conseguido por los pacientes durante los 3, 6 y 9 meses de
cada grupo de tratamiento, como se observa en la tabla 7.
Tabla 7. Tabla de comparación peso y tratamiento.
Peso
Tratamiento
Tratamiento
Inicial
POSE
BIB
3 meses
POSE
BIB
6 meses
POSE
BIB
9 meses
POSE
BIB
BIB
POSE
BIB
POSE
BIB
POSE
BIB
POSE
Significación
0,17
0,17
0,522
0,522
0,296
0,296
0,159
0,159
Intervalo de confianza al 95
% para la diferencia
Límite
Límite
superior
inferior
-2,323
12,892
-12,892
2,323
-5,081
9,921
-9,921
5,081
-3,512
11,365
-11,365
3,512
-2,094
12,553
-12,553
2,094
Cuando buscamos contrastar la interacción entre en peso a lo largo del tratamiento con
el sexo de los pacientes, obtenemos los siguientes resultados:
En el caso de las mujeres se observa que entre el peso que se registró al inicio del
tratamiento, el registrado a los 3 y el registrado a los 6 meses tienen una significancia
estadística de p= 0,001 en cada uno de los casos, es decir que los pesos obtenidos
durante esos meses tienen una diferencia significativa entre ellos, de lo cual podemos
inferir que la pérdida ponderal fue significativa desde el inicio del tratamiento hasta el
sexto mes, sin embargo entre el sexto y el noveno mes la significancia de p =0,999
implica que no hay diferencias significativas entre el peso conseguido en el sexto mes y
el registrado en el noveno.
En el caso de los hombres apreciamos una p=0,001 entre peso inicial del tratamiento y
el peso registrado a los 3 meses, y esta misma significancia estadística entre el tercero y
el sexto mes, es decir que al igual que las mujeres hasta el sexto mes las diferencias en
la pérdida de peso son significativas, pero del sexto al noveno mes con una significancia
56 de p =0,999 la diferencia de pesos no es estadísticamente significativa, y además se
observa que el resultado obtenido entre el noveno y el tercer mes tampoco es
significativo (p=0,576,) . Resultado analizado en la tabla 9.
Tabla 9. Tabla de interacción sexo y peso.
Sexo
Peso
Peso Inicial
Mujer
Peso
Peso 3 meses
Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 3 meses Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 6 meses Peso 3 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 9 meses Peso 3 meses
Peso 6 meses
Peso Inicial
Hombre
Peso 3 meses
Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 3 meses Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 6 meses Peso 3 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 9 meses Peso 3 meses
Peso 6 meses
Significación
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,999
0,001
0,001
0,999
0,001
0,001
0,001
0,001
0,033
0,576
0,001
0,033
0,999
0,001
0,576
0,999
Intervalo de confianza al 95 % para la
diferencia
Límite
Límite inferior
superior
11,857
15,57
15,523
21,23
15,631
22,178
-15,57
-11,857
3,181
6,145
3,167
7,216
-21,23
-15,523
-6,145
-3,181
-0,53
1,588
-22,178
-15,631
-7,216
-3,167
-1,588
0,53
13,219
20,919
14,392
26,227
12,886
26,464
-20,919
-13,219
0,167
6,314
-1,592
6,804
-26,227
-14,392
-6,314
-0,167
-2,831
1,562
-26,464
-12,886
-6,804
1,592
-1,562
2,831
Si solo tenemos en cuenta la evolución del peso durante los meses de tratamiento,
tenemos como resultado:
Con respecto al peso inicial y el peso a los 3 meses hallamos una significancia
estadística de p=0,001, al igual que entre el peso a los 3 meses y el peso a los 6 meses
(p=0,001). Entre el peso del sexto y del noveno mes la significancia es de p =0,999, es
57 decir que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre estos pesos.(Tabla
10).
Tabla 10. Tabla de comparaciones entre peso inicial, a los 3, 6 y 9 meses.
Peso
Peso Inicial
Peso 3 meses
Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso
Significación
Peso 3 meses
Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 6 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 3 meses
Peso 9 meses
Peso inicial
Peso 3 meses
Peso 6 meses
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,001
0,999
0,001
0,001
0,999
Intervalo de confianza al 95 % para
la diferencia
Límite superior
13,254
16,058
15,522
-17,528
2,245
1,568
-22,628
-5,658
-1,272
-23,058
-6,229
-1,167
Límite inferior
17,528
22,628
23,058
-13,254
5,658
6,229
-16,058
-2,245
1,167
-15,522
-1,568
1,272
Gráfico 17. Gráfico comparativo del porcentaje de pérdida del exceso de peso en ambos
tratamientos.
MEDIA %EWL
56,00% 54,00% 52,00% 50,00% 48,00% 46,00% 44,00% BIB POSE 58 En el gráfico 17, se muestra el porcentaje de la pérdida del exceso de peso (%EWL) en
ambos grupos de tratamiento. Siendo de un 54,53% para los pacientes tratados con balón y
de un 48,85% para los pacientes tratados con el método POSE.
Gráfico 18. Media del peso total perdido en pacientes de balón y de método POSE.
TWL POSE TWL BIB 18,4 18,6 18,8 19 19,2 19,4 La media del peso total perdido (TWL) al finalizar los 9 meses de tratamiento en los
pacientes de balón intragástrico es de 19,29 Kg y la media en los pacientes método
POSE es de 18,74 Kg (gráfico 18).
Gráfico 19. Media del porcentaje de pérdida de peso corporal total.
%TBWL 19,60% 19,40% 19,20% 19,00% %TBWL 18,80% 18,60% 18,40% BIB POSE 59 Según el gráfico 19 se observa el porcentaje del peso corporal total perdido (%TBWL)
al finalizar los 9 meses de tratamiento, siendo de 19,51% para los pacientes de balón y
de 18,81% para los pacientes de método POSE.
60 VI DISCUCIÓN
Según los resultados obtenidos en busca de diferencias en las pérdidas ponderales
durante la evolución de ambos tipos de tratamientos, se ha demostrado que no existen
diferencias estadísticamente significativas entre estos. Es decir que una vez finalizados
los 9 meses de tratamiento en ambos grupos de estudio se observa que el peso que
lograron perder tanto los pacientes de balón intragástrico como los de método POSE son
similares.
Esta información es muy importante a la hora de comparar la efectividad de ambos
tratamientos, ya que el método POSE al ser un procedimiento más invasivo y más
costoso que el balón intragástrico parece ofrecer una mayor efectividad en cuanto a
resultados, sin embargo este estudio nos podría estar demostrando que esta importante
diferencia ponderal no se plasma en los resultados.
Si bien es cierto que los resultados que se muestran son similares en ambos grupos de
estudio, es importante resaltar que los pacientes de método POSE tenían un historial de
comorbilidades mayor que los pacientes sometidos al balón intragástrico, y además
tenían más años padeciendo de sobrepeso y obesidad con una media de 21,7 años frente
a los 11,1 años de media en los pacientes de balón. Este dato es importante ya que la
modificación de los hábitos tanto de alimentación como de actividad física diaria,
cuestan más de modificar a más años se tengan con hábitos negativos para el control del
peso.
También hemos de tener en cuenta que los pacientes de método POSE se encontraban
en tratamiento de ansiedad y depresión en mayor cuantía que los pacientes de balón, lo
cual es muy importante ya que el estado anímico del paciente es una pieza fundamental
61 en la evolución y efectividad del tratamiento. Es decir, que al parecer los pacientes de
método POSE tenían un reto mayor que los pacientes de balón en cuanto a la pérdida de
peso ya que tenían mayor tasa de comorbilidades, más años con antecedentes de
obesidad y mayor cantidad de pacientes con tratamiento farmacológico por ansiedad y
depresión.
Un punto muy importante en ambos tratamientos es el mantenimiento de la pérdida de
peso en el tiempo, ya que el riesgo básico con el balón intragástrico aparece una vez
este es retirado, ya sea porque se deje de perder peso o se recupere lo perdido y en el
caso del método POSE al mantenerse los anclajes en la mucosa gástrica se asume que
permite una mayor pérdida de peso en el tiempo y mantenimiento del mismo.
Si bien este estudio se basa en los primeros 9 meses de tratamiento, se puede apreciar
que existen diferencias ponderales significativas durante los primeros 6 meses de
tratamiento, pero entre el sexto mes y el noveno la pérdida ponderal deja de ser
significativa, es decir que aunque no sea un estudio a largo plazo si podemos inferir que
la principal pérdida ponderal se consigue en los primeros 3 meses de tratamiento hasta
los 6 meses de tratamiento. De ahí en adelante la pérdida ponderal deja de ser
significativa con lo cual el tratamiento al que se sometieron quizás pasa a segundo plano
y sea más importante la adhesión a las pautas asignadas para la modificación de los
hábitos nutricionales y de actividad física.
Con respecto al peso perdido los resultados son bastante alentadores, ya que la media de
kilos que perdieron fue de 19,29 Kg y 18,74 Kg en los pacientes de balón y de POSE
respectivamente, representando el 54,53% y 48,85% del exceso de peso que
presentaban al iniciar el tratamiento en cada caso. Estos resultados son similares a los
obtenidos en la revisión de Dumonceau et al36 a los 6 meses de tratamiento con una
62 pérdida ponderal entre 13 y 21 Kg y una disminución del exceso de peso entre un 18 y
51% en el caso de los pacientes de balón intragástrico, y en el caso del método POSE
los resultados con similares al estudio de López et al45 a los 12 meses de tratamiento con
una pérdida ponderal de 16,6 ±9,7Kg y una pérdida del exceso de peso de 44,9±24,4%.
63 VII CONCLUSIONES
El desarrollo de nuevas técnicas para el tratamiento de la obesidad son cada vez
mayores por ello es importante individualizar el tipo de tratamiento para cada paciente
en función de su efectividad, tolerancia, riesgos, costes y efectos adversos.
Con respecto al balón intragástrico y el método POSE ambos procedimientos han
demostrado ser efectivos para la pérdida de peso a los 9 meses de tratamiento sin
diferencia estadísticamente significativa entre sus resultados, es por ello que el método
POSE no debería considerarse mejor que balón intragástrico para la pérdida de peso a
corto plazo, sino como otra valiosa herramienta de tratamiento para la obesidad.
64 VIII REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. WHO. (2015) Obesidad y sobrepeso. Recuperado el 1 de febrero 2015, desde:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
2. Ogden CL., Carroll MD., Curtin LR., McDowell MA., Tabak CJ., Flegal KM.
(2006). Prevalence of overweight and obesity in the United States, 1999-2004.
JAMA (295),1549-1555.
3. AGA. (2002).American Gastroenterological Association Clinical Practice
Committee- technical review on obesity. Gastroenterology (123), 882-932.
4. Consenso SEEDO (2000). Consenso para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y
el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Recuperado el 15 de
diciembre 2014, desde:
http://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Consenso_SEEDO_2000.
pdf
5. WHO. (2000)Obesity: preventing and managing the global epidemic. Report of a
WHO consultation technical report series 894. Geneva.
6. Pouliot MC, Despres JP, Lemieux S, Moorjani S, Bouchard C, Tremblay A. (1994).
Waist circumference and abdominal sagittal diameter: best simple anthropometric
indexes of abdominal visceral adipose tissue accumulation and related cardiovascular
risk in men and women. American Journal of cardiology, 73, 460-468.
7. Rodríguez F.,(2000) En:Tratado de Endocrinología Pediátrica y de la adolescencia.
(2ª ed.), Barcelona, Doyma, 1307-1331.
65 8. Stunkard AJ., Sorensen TI., Hanis C., Teasdale TW., Chakraborty R., Schull WJ,
Schulsinger F.(1986). An adoption study of human obesity. New England Journal of
Medicine, 314 (4), 193-198
9. Foz M, Formiguera X.(1999) Obesidad en bases genéticas. Madrid. Harcourt-Brace,
85-92
10. Diamond FB, Eichler DC. (1999). Leptin:Molecular biology, phisiology, and
relevance to Pediatric Practice. Advances in Pediatrics (46),151-187
11. Mokdad AH., Marks JS., Stroup DF., Gerberding JL. (2004). Actual causes of death
in the United States. JAMA 291, 1238-1245.
12. Consenso SEEDO (2007). Consenso para la evaluación del sobrepeso y la obesidad
y el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Recuperado el 15 de
diciembre 2014, desde:
http://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Consenso_SEEDO_2007.
pdf
13. Martínez MT., Fernández C., Sánchez JL., López A., Fernández J., Riviriego J., et al
(2005) Prevalencia del síndrome metabólico (criterios ATP-III). Estudio de base
poblacional en áreas rural y urbana de la provincia de Segovia. Medicina Clínica
(125), 481-486.
14. Álvarez EE., Ribas L., Serra L. (2003) Prevalencia del síndrome metabólico en la
población de la Comunidad Canaria. Medicina Clínica (120), 172-174.
15. Ascaso JF., Romero P., Real JT., Lorente RI., Martínez J., Carmena R. (2003).
Abdominal obesity, insulin-resistance, and metabolic syndrome in a southern
European population. European Journal of Internal Medicine (14), 101-106.
66 16. Ford ES., Giles WH., Dietz WH. (2002). Prevalence of the metabolic syndrome
among US adults: findings from the third National Health and Nutrition Examination
Survey. JAMA (287), 356-359.
17. Medrano MJ., Cerrato E., Boix R., Delgado M. (2005). Factores de riesgo
cardiovascular en la población española: metaanálisis de estudios transversales.
Medicina Clínica 124(16), 606-612.
18. Aranceta J., Serra LI., Ribas L., Pérez C. (2001).Factores determinantes de la
obesidad en la población infantil y juvenil española. Estudio enKid.Editorial Masson:
109-127.
19. The ALADINO Study.(2011). A National Study of Prevalence of Overweight and
Obesity in Spanish Children in 2011. Recuperado en enero 2015 desde:
http://www.naos.aesan.msssi.gob.es/naos/investigacion/aladino/
20. El THAO-Salud Infantil (2010-2011), recuperado el 15 de diciembre 2014, desde:
http://thaoweb.com/sites/default/files/documentos/resumen_1362140213.pdf
21. Aranceta J., Pérez C., Serra L., Tur JA., Mataix J., Tojo R., Ribas L., Martínez E.,
Millá, J.(2007) Dieta y riesgo cardiovascular en España: Estudio DORICA (III).
Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2007, pp: 121-162. ISBN: 978-84-7903609-6.
22. Rodríguez F.(2011). Conferencia: Epidemiología de la obesidad en España:estudio
ENRICA. Revista Española de Obesidad (Suplemento2:65)
23. Aranceta J., Pérez C., Muñoz M. (2004)Perfil nutricional de los ancianos
institucionalizados en España. En: Muñoz M, Aranceta J, Guijarro JL (eds). Libro
blanco de la alimentación del anciano en España. Madrid: Panamericana, 259-266.
24. Gutiérrez JL., López E., Banegas JR., Graciani A., Rodríguez F. (2004). Prevalence
of overweight and obesity in elderly people in Spain. Obesity Research (12),710-715.
67 25. FESNAD-SEEDO (2011) Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia
para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos.
Recuperado el 15 de diciembre 2014, desde:
http://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Documento-ConsensoFESNAD-SEEDO-Oct2011.pdf
26. García M., Llopis R. (2011). Encuesta sobre los hábitos deportivos en España 2010.
CSD. Catálogo de Publicaciones de la Administración General del Estado. ISBN
CSD 978-84-7949-213-7.
27. Consenso SEEDO (2013). Libro blanco de la Nutrición en España, recuperado el 15
de diciembre 2014, desde:
http://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Libro_Blanco_Nutricion_
Esp-2013.pdf
28. Arrizabalaga JJ., Masmiquel L., Vidal J., Calañas A., Díaz MJ., García PP., et
al.(2004). Recomendaciones y algoritmo de tratamiento del sobrepeso y la obesidad
en personas adultas. Medicina Clínica,122(19), 104-110.
29. Atienza G. (2001). Evaluación de las técnicas de cirugía bariátrica en el tratamiento
de la obesidad mórbida. Santiago de Compostela: Axencia de Avaliación de
Tecnoloxías Sanitarias de Galicia. Recuperado en enero 2015, desde:
http://www.sergas.es/cas/Servicios/docs/AvaliacionTecnoloxias/INF2001_06.pdf
30. Evans JD, Scott MH.(2001). Intragastric balloon in the treatment of patients with
morbid obesity. British Journal of Surgery, 88(9), 1245 -1248.
31. Mazure RA., Breton I., Cancer E., Mellado C., Abilés V., Avilés J., Escarti MA.,
Ginés R., Álvarez V., Paez N., Velasco C., Pavón L., Miras M., Martínez M.,
Culebras JM.(2009). Grupo de trabajo OBESMINVA de la SENPE. Balón
68 intragástrico en el tratamiento de la obesidad. Nutrición Hospitalaria, 24 (2), 138143
32. Herve J., Wahlen CH., Schaeken A., Dallemagne B., Dewandre JM., Markiewicz S.,
Monami B., Weets J., Jehaes C. (2005). What becomes of patients one year after the
intragastric balloon has been removed? Obesity Surgery Journal, 15(6), 864- 870.
33. Genco, A., Bruni, T., Doldi, SB., Forestieri, P., Marino, M., Busetto, L., Giardiello,
C., Angrisani, L., Pechioli, L., Stornelli, P., Puglisi, F., Alkiani, M., Nigri, A., Di
Lorenzo, N., Furbetta, F., Cascardo, A.,Basso, N. (2005). BioEnterics Intragastric
Balloon: The Italian Experience with 2,515 patients. Obesity Surgery, 15(8), 11611164.
34. Melissas J., Mouzas J., Filis D., Daskalakis M., Matrella E., Papadakis JA.,
Sevrisarianos N., Charalambides D. (2006). The intragastric balloon – smoothing the
path to bariactric surgery. Obesity Surgery Journal, 16(7): 897- 902.
35. Kotzampassi K., Grosomanidis V., Papakostas P., Penna S., Eleftheriadis E.(2012)
500 intragastric balloons: what happens 5 years thereafter?. Obesity Surgery, 22 (6),
896-903.
36. Dumonceau JM. (2008). Evidence-based review of the Bioenterics intragastric
balloon for weight loss. Obesity Surgery,18(12),1611-1617.
37. Milone L, Strong V, Gagner M. (2005).Laparoscopic sleeve gastrectomy is superior
to endoscópica intragastric balloon as a first stage procedure for super-obese patients
(BMI>50). Obesity Surgery 15(5), 612-617.
69 38. Mathus-Vliegen EM, Tytgat GN. Intragastric balloon for treatment-resistant obesity:
safety, tolerance, and efficacy of 1-year balloon treatment followed by a 1-year
balloon-free follow-up. Gastrointest Endosc 2005;61(1):19-27.
39. Sallet, JA., Marchesini, JB., Palva, DS., Komoto, K., Pizani, CE., Ribeiro, ML.,
Ferraz, AM., Sallet, PC. (2004). Brazilian multicenter study of the intragastric
balloon. Obesity Surgery, 14(7), 991-998.
40 González F., Giné JJ., Loras C., Martinez E., Dolz C., Gñomez C., Llach J.(2012).
Gastroenterología y Hepatología, 35(10), 708-718
41. Espinet E., Nebreda J., Gómez JA., Muñoz M., Pujol J., Vila C., Martínez A., Creix
AJ.(2012). Current Endoscopic techniques in the treatment of obesity. Revista
Española de Enfermedades Digestivas, 104(2), 72-87.
42. Espinós JC., Turró R., Mata A., Cruz M., Da Costa M., Villa V., Buchwald JN.,
Turró J. (2013). Early Experience with the Incisionless Operating Platform™ (IOP)
for the Treatment of Obesity. Obesity Surgery, 23, 1375-1383.
43. Goday A., Calvo E., Sánchez MA., Gelpi J., Sainz JC., Santamaría S., Navarro RI.,
Gutiérrez F., Sanz C., Caveda E., Reviriego J.(2013). Alta prevalencia de obesidad
en una población laboral en España. Endocrinología y Nutrición, 60(4), 173-178
44. López G., Bautista I., Jimenez A., De Grado T., Fernandez JP. (2014). Efectividad,
seguridad y tolerancia de 226 pacientes intervenidos de gastroplastia endoscópica por
método POSE (primary obesity surgery endolumenal). Surgery for Obesity and
Related Diseases. DOI: 10.1055/s-0034-1393745
45. López G., Bautista I., Jimenez A., De Grado T., Fernandez JP. (2014) The Primary
Obesity Surgery Endolumenal (POSE) procedure: one-year patient weight loss and
safety outcomes. Recuperado desde: DOI:
http://dx.doi.org/10.1016/j.soard.2014.09.026
70 46. Topazian M., Camillero M., De la Mora J., Enders FB., Foxx AE., Levy MJ.
(2008).Endoscopic ultrasound-guided gastric botulinumtoxin injections in obese
subjects: a pilot study. Obesity Surgery, 18(4), 401-407.
47. Foschi D, Lazaron M, Sangaletti O, Corsi F, Trabucchi E, Bianchi G. (2008).
Effects of intramural administration of botulinum toxin A on gastric emptying and
eating capacity in obese patients. Digestive and Liver Disease, 40(8), 667-672.
48. Gastrointestinal surgery for severe obesity(1992). National Institutes of Health
Consensus Development Conference Statement. American Journal of Clinical
Nutrition, 55, 615-619.