Download ··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA

Document related concepts
Transcript
··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA ··· CURSO 2015/16 ···
3. ONTOLOGÍA
Cuando pensamos sobre lo que hay estamos pensando en la realidad, en todo lo
que de una forma o de otra es. Una cuestión filosófica por excelencia, la pregunta por lo
que es que forma parte de un todo, que se ha hecho desde que el ser humano es
consciente de su existencia. Nos preocupa al mismo tiempo las partes y el conjunto, el qué
y el por qué, lo particular y lo general. Para poder saber qué es esa realidad el ser humano
ha cogido varios caminos que simplificamos en dos:


la ciencia (basada en la experimentación a partir de la que se elaboran
leyes y teorías) y
la metafísica (que pretenden comprender la realidad en su totalidad
buscando los primeros principios).
Nos interesa mucho manejar una concepción del mundo, de lo que existe, de lo
real. La ciencia ha hecho esto casi desde el comienzo de la filosofía misma en el siglo VI a.
C. reduciendo a unos pocos principios todo lo que hay o elaborando cosmovisiones donde
sentirse seguro.
La pregunta por la realidad es una de las más importantes que se puede hacer un
filósofo y, en definitiva, una de las preguntas fundamentales de la humanidad. ¿Qué es lo
real? La filosofía se ha preguntado y se pregunta por eso que es común a todo lo que hay,
por lo universal y busca los principios últimos que lo expliquen todo.
QUÉ ES EL COSMOS
El ser humano comienza a preguntarse racionalmente por lo que hay refiriéndose
a la naturaleza tal cual. En el siglo VI a.C. se buscaba el principio y composición de la
physis, la pregunta por el cosmos, por el orden, por sus leyes, por su logos. Y esa pregunta
sigue estando vigente hoy, el universo continúa siendo un reto para el conocimiento
humano.
Cuando hablamos de universo estamos refiriéndonos básicamente a la realidad
material, el mundo físico, el cosmos, la totalidad de materia regida por unas leyes
determinadas que la ordena. La ciencia intenta explicarlo formulando cosmovisiones, una
visión, una imagen, una teoría o incluso una interpretación del cosmos. De tal forma que
una cosmovisión es un conjunto de principios y leyes relacionados entre sí que pueden
dar una explicación o interpretación del mundo. Ha habido diversos modelos en la
historia, resaltamos los más importantes:
17
··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA ··· CURSO 2015/16 ···
Modelo aristotélico-ptolemaico
La física de Aristóteles (siglo IV a.C.) explico el cosmos como un sistema cerrado
y definido teleológicamente, es decir, en función de los fines que persigue. Todo está en
continuo movimiento y en el principio hay un motor inmóvil que es la causa primera.
Aristóteles diseño el universo como un conjunto de esferas, la primera la esfera de las
estrellas fijas, después la los planetas y el Sol, y por último la de la Luna. Por encima de
esta órbita lunar están los movimientos perfectos, los circulares, por debajo de la órbita
lunar están las sustancias terrestres, tierra, agua, aire y fuego.
El modelo aristotélico es, por lo tanto, geocéntrico, entendiendo el cosmos como
finito y uniforme. Ptolomeo de Alejandría intentó conciliar con este modelo sus
observaciones realizadas en el siglo II de nuestra era. El resultado se impuso durante
diecisiete siglos.
Heliocentrismo
Es con Copérnico (siglo XVI) con quien se produce la nueva cosmovisión
heliocéntrica que se dejó ver algo con Aristarco de Samos en el siglo III a.C. La Tierra deja
de ser el centro del universo y el Sol viene a ocupar su lugar. En este contexto las
observaciones de Tycho Brahe sugirió un nuevo sistema cósmico que conciliaba a
Copérnico y a Ptolomeo: la Luna, el Sol y la esfera de las estrellas fijas girarían en torno a
la Tierra, inmóvil, pero los cinco planetas lo harían en torno al Sol.
Pero las observaciones y las mediciones, cada vez más exactas, pedían un modelo
que realmente se correspondiera con la realidad. Kepler fue la persona que lo consiguió,
sustituyo los movimientos circulares por elipses y el Sol lo situó en uno de los focos. Cada
planeta además se mueve de forma areolarmente uniforme, barriendo áreas iguales en
tiempos iguales.
La mecánica clásica de Newton y el universo cuántico
El sistema del mundo propuesto por Newton (siglo XVIII) se aceptó de forma
universal durante el siglo XVIII y XIX, la llamada mecánica clásica se interpretaba como
regida por el determinismo, por el principio de continuidad de la materia y con un sistema
de referencia absoluto. Espacio, tiempo, materia y movimiento como conceptos básicos
del esquema newtoniano que lo explicaba todo agarrándose al determinismo.
Durante el siglo XX se impone la nueva mecánica cuántica que desmontará esta
teoría newtoniana, primero con Einstein y su mecánica relativista, y después Heisenberg,
que propuso el discontinuismo y el indeterminismo.
18
··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA ··· CURSO 2015/16 ···
LA METAFÍSICA
Origen del término Metafísica
El término término “metafísica” tiene su origen en la clasificación que hizo en el
año 50 d.C. Andrónico de Rodas de la obra de Aristóteles (siglo IV a.C.). El filósofo griego
tenía su obra escrita en libros sin titular y Andrónico de Rodas nombro como libros de
Metafísica a un conjunto de libros que colocó después de los que se ocupaban de la Física.
Estos libros eran los que querían ir más allá de la física, más allá del conocimiento natural
sensible, en busca de principios y conceptos que puedan explicar el mundo físico.
Aristóteles clasificó estos contenidos como filosofía primera o ciencia del ente y
Andrónico de Rodas los llamó libros de metafísica.
Esta clasificación ha llegado hasta hoy: ciencias naturales, ciencias teóricas y
ciencias prácticas. La filosofía primera es la ciencia teórica, en oposición a las ciencias
prácticas y productivas, trata de las sustancias inmutables y su objeto es el SER, concepto
más fundamental y general que puede pensar el entendimiento humano. Y la filosofía
primera es la ciencia que busca las causas primeras y los primeros principios, lo que todas
las cosas tienen en común: la physis de los presocráticos.
Platón, maestro de Aristóteles, también había tratado el asunto metafísico. Su
explicación de la realidad y del ser se apoyaba en la existencia de unas ideas eternas, que
existen en un mundo superior y suprasensible solo accesible al entendimiento y no a los
sentidos. Dividía la realidad en dos mundos, el físico que era una copia o representación
del otro mundo, el ideal.
El término ontología se ha ido imponiendo poco a poco en la filosofía para
referirse a la realidad, frente al sentido general de la metafísica. Por eso deberíamos
asumir que la ontología puede entenderse como la ciencia del ser. Lo que ocurre es que
por metafísica hemos entendido mucho más a lo largo de la historia, dedicándose al “ser”
y ontología ha resultado ser la teoría del “ente”. Al menos así ha llegado a nuestros días.
Así la ontología se ocupa de lo que hay. Su origen está en el griego οντος 'del ente',
genitivo del participio del verbo εἰμί 'ser, estar'; y λóγος 'ciencia, estudio, teoría'. Estudia
lo que es, el ente, aquel que tiene ser. Esta palabra fue usada y desarrollada por Johannes
Clauberg (siglo XVII), que la definió como la parte de la metafísica que se ocupa de la
naturaleza fundamental del ser.
La realidad y su sentido
Usamos con facilidad expresiones como “lo que hay”, “lo real”, “las cosas”, “el
mundo”, además solemos articular habitualmente nuestro lenguaje y juicios con el verbo
“ser”. Parece que es lo habitual en la vida humana el ocuparse de lo que las cosas son. El
problema filosófico no es que haya cosas sino en el cómo las hay, en qué significa ser.
19
··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA ··· CURSO 2015/16 ···
Nos ocupamos de lo que hay, de la totalidad de lo ente, no una suma sino lo común
que constituye a todos los entes. Es algo común que está en cada ente pero que al tiempo
lo sobrepasa, que lo tenemos que buscar más allá, es decir, que trasciende. A esta realidad
se le ha llamado tradicionalmente en filosofía “trascendental”.
El ser humano es parte de esa realidad, pero con una forma peculiar de ser. El ser
humano se encuentra ahí, en medio, en lo que hay, como parte de la realidad que al
tiempo busca saber qué es esa realidad.
El ser humano se encuentra siempre referido al mundo y tratando con el ente que
le sale al encuentro en el mundo. Y en ese trato con el ente entiende necesariamente al
ser. El ser se manifiesta como fundamento del ente y la intelección del ser es la condición
de posibilidad del trato específicamente humano con el ente. El ser le habla al ser humano
por encima del ente reclamándole, así la comunicación del ser le constituye al ser humano
en cuanto ser humano, le confiere su auténtica esencia de ente mundano en el que
acontece esencialmente la revelación del ser.
Hay una tensión fundamental característica del ser humano en cuanto ente, el ser
humano está referido primariamente al ente como aquello que inmediatamente le es
dado, pero el ser actúa en él como aquello por lo que se da el ente. De esta forma que
provoca que se pierda en el ente, sea dominado por el ente y no perciba el ser. Por otra
parte en cuanto ente, el ser humano está incesantemente reclamado por el ser.
En definitiva el ser humano llega verdaderamente al ser sólo a través del mundo,
sin el mundo el ser se convierte en un rígido concepto muerto. Ser humano y mundo están
en constante enfrentamiento, siendo el mundo una totalidad que determina cada uno de
los entes y se refleja en ellos, y no una colección de entes desvinculados entre sí.
Dimensiones de la realidad: categorías y niveles ontológicos
Una de las formas en las que la ontología ha intentado entender la realidad es
usando las categorías. Es nuestra forma de predicar la realidad, son los modos o
predicados últimos en los que se manifiesta o “se delata” la realidad.
Son unos tipos generales de conceptos bajo los que organizamos la experiencia
y nos acercamos a su esencia. Una forma de comprender lo que hay, de interpretar su
sentido, para lo que usamos unas estructuras cognoscitivas, paralelas a nuestro lenguaje
con las que organizamos el mundo. Son algo así como los huecos de una gran estantería
donde ponemos las cosas que vamos recibiendo para ordenarlas y comprenderlas mejor.
Cuando comprendemos lo que hay y le damos sentido es cuando ponemos a
funcionar la maquinaria cognoscitiva en relación con el lenguaje que usamos.
Conocimiento y lenguaje están completamente relacionados para entender lo que hay,
no podemos desprendernos de ellos para captar la realidad, son al mismo tiempo la ayuda
y el corsé.
Con las categorías encontramos el enlace entre el conocimiento expresado
lingüísticamente y la estructura o modos de ser en que la realidad se constituye. Pero a la
20
··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA ··· CURSO 2015/16 ···
realidad llegamos inevitablemente mediados por el lenguaje y el conocimiento lo
expresamos siempre al final con el lenguaje. Con las categorías lo que hacemos es poner
de manifiesto lo que es la realidad en sus modos de ser más generales.
Con el lenguaje es con el que hacemos juicios sobre el mundo, decimos que es
esto o aquello, usamos predicados para decir cosas sobre el sujeto, categorizamos (que
tiene un origen etimológico relacionado con la denuncia o acusación), evidenciamos y
ponemos de manifiesto que algo pertenece a algo.
Así tenemos que las categorías es la función intelectual en la que convergen
lenguaje, entendimiento y realidad. Con ellas vertebramos la realidad. Los dos sistemas
categoriales más importantes que se han dado en la historia son: el aristotélico y el
kantiano.


Aristóteles decía que las categorías son los modos por los que el ser se
predica, son los predicados fundamentales de las cosas, se refieren a la
concordancia entre la realidad y el discurso, los géneros últimos o
supremos del ser. En Aristóteles las categorías no preexisten a los objetos,
son una clasificación a posteriori, que hace el entendimiento con
conceptos que encuentra en sus contenidos de conciencia. Se obtienen
previamente por abstracción, que corresponden a los diversos modos
como existen los seres en la realidad.
Para Kant las categorías son los conceptos puros del entendimiento,
formas a priori necesarias para pensar la experiencia, de estas las
fundamentales son sustancia y causalidad. La diferencia fundamental con
Aristóteles es que en el griego las categorías se refieren primariamente a
la realidad y a las cosas mismas, mientras que las de Kant se refieren a los
fenómenos o a las cosas tal como el ser humano las percibe. En Aristóteles
dependen de la naturaleza de las cosas, mientras que en Kant es la
experiencia la que depende de las categorías.
La pregunta fundamental para Kant
Tomaremos al filósofo Kant de nuevo, esta vez para dejar claro el momento
histórico en el que la filosofía se desprende definitivamente de la ciencia empírica en su
afán por entender lo que hay. Es en el siglo XVIII, cuando la ciencia moderna ya funciona
sola y tiene sus propios mecanismos, en ese momento nos cuenta Kant que la metafísica
como saber humano que quiere ir más allá de lo físico resulta ser tan necesaria como
imposible. Las matemáticas y la física tienen ya un camino más o menos seguro, ahora
toca saber si eso es posible encontrarlo en la metafísica.
Kant plantea su propia revolución copernicana, situando al sujeto en el centro del
conocimiento frente al objeto, invirtiendo las funciones de uno y otro en esta tarea. Dice
que no es nuestro conocimiento quien se adapta al mundo, sino que es el mundo quien
tiene que regirse por las estructuras cognoscitivas del sujeto que conoce. El
conocimiento será así una síntesis entre la experiencia y unas formas y conceptos a priori
21
··· FILOSOFÍA ··· IES CASTILLO DE MATRERA ··· CURSO 2015/16 ···
que aporta el sujeto. El conocimiento será posible cuando se apliquen estas estructuras
que todos compartimos a la experiencia que cada uno tiene.
La consecuencia para lo que nos interesa está clara: la ciencia metafísica es
imposible porque no tiene fenómenos de los que ocuparse. Los objetos metafísicos no
son empíricos, no puede haber conocimiento teórico-científico de ellos. Kant nos dice que
son tres estos objetos metafísicos tradicionales: Alma, mundo y Dios.
Pero no por eso podemos abandonar el empeño metafísico. Dice Kant que el ser
humano se siente de forma natural atraído por esos objetos trascendentales. Por eso los
sitúa en el terreno de lo práctico. Usando la razón práctica postulamos Alma, Libertad y
Dios supuestos para poder encontrar sentido a nuestra existencia.
El ser humano no es solo naturaleza, sino que es también libertad. Con ella nos
enfrentamos a la otra dimensión de nuestra conciencia, la dimensión moral. Solo nosotros
somos capaces de sentir el imperativo del deber con el que nos sentimos libres de nuestra
causalidad mecánica. Es natural que tendamos hacia la preocupación metafísica, es
nuestra esencia, es lo que nos hace humanos, libres y responsables. Kant critica la razón
delimitando la función teórica de la práctica, evidenciando sus limitaciones.
Pero lo que nos interesa realmente es lo trascendental, el noúmeno que oculta el
fenómeno, las ideas trascendentales de la Razón Teórica pasan a ser postulados de la
Razón Práctica. La razón humana supera los límites de la experiencia en una ilusión
inevitable y natural, elabora síntesis sobre conceptos y no sobre fenómenos, llegando a
la idea de alma (dándole identidad de Yo a todos los fenómenos subjetivos de la
experiencia humana), a la idea de mundo (unificando todos los fenómenos de la
experiencia externa) y a la idea de Dios (unificando la experiencia interna y externa).
La metafísica no es una ciencia ni llegará nunca a serlo, la libertad personal, la
inmortalidad del alma o Dios jamás podrán ser demostradas, pero el ser humano es quien
además de conocer, vive y actúa y está inclinado necesariamente a encontrar un camino
de acceso a ella más allá de la ciencia.
22