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FUNDAMENTOS TEORICOS METODOLOGICOS Y DISCIPLINARES DEL TRABAJO SOCIAL I ENSAYO PROCESO DE PROFESIONALIZACIÓN DEL TRABAJO SOCIAL: ORÍGENES Y APORTE DE LAS PIONERAS POR JUAN CARLOS CAICEDO ZAPATA DOCENTE MARÍA NUBIA ARISTIZABAL UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL MEDELLÍN 2010 1 INTRODUCCIÓN El presente ensayo tiene como finalidades, caracterizar el proceso de profesionalización del Trabajo Social desde sus orígenes y analizar los aportes teóricos y metodológicos de las principales pioneras del Trabajo Social. Para ello me valdré de dos autores, Bibiana Travi 1 y Miguel Miranda2, cuyas obras son muy importantes a la hora de abordar la historia y los orígenes epistemológicos, teóricos e instrumentales del Trabajo Social, al igual que del proceso que dio origen a su profesionalización. Porque estudiar, el pasado y orígenes del T.S., nos permite establecer una postura más crítica y propositiva acerca de nuestra realidad presente y futura. Inicialmente realizaré una caracterización del período histórico, en el cual, se comienza a gestar el T.S. como profesión disciplina de las ciencias sociales y humanas, reconociendo el cambio en el mundo de la ideas, la trascendencia del Pragmatismo, el Interaccionismo Simbólico, la Escuela de Chicago y el Movimiento Reformista Progresista en la fundamentación teórica, disciplinar e instrumental del T.S. Luego analizaré lo que implica el proceso de profesionalización del T.S., posteriormente identificaré los principales aportes teóricos y metodológicos que hacen cada una de las pioneras del T.S., Mary Richmond, Jane Addams, Gordon Hamilton y Hellen Perlman. Terminaré con unas conclusiones que destacan la importancia de conocer la historia del T.S. y el reto que tenemos de resignificar nuestra profesión, para que continúe aportando desde la investigación, la producción de conocimiento y la intervención social, apuestas de transformación y cambio para una sociedad de múltiples y complejas realidades. TRABAJO SOCIAL: DE OCUPACIÓN A PROFESIÓN DISCIPLINA. “El T.S. es conflictivo porque no es un saber a distancia, desde lo generalizado, es un saber de implicación, y estar implicado en algo compromete, y todo compromiso es un riesgo, un desafío, que no todos aceptan”.3 El Trabajo Social surge en Inglaterra como ocupación, a partir de los destrozos materiales y sociales que dejó la II Guerra Mundial, caracterizados por la pobreza y la gran cantidad de heridos, por lo que se necesitaba unas acciones inmediatas, de modo que se recurrió al asistencialismo como única solución visible en el momento. 1 TRAVI, Bibiana. De la caridad a la ciencia. Pragmatismo, Interaccionismo Simbólico y Trabajo Social. Reseña. En Revista de Trabajo Social No. 9. Departamento de Trabajo Social U. de A. Medellín-Colombia. Enero-Junio de 2009. 2 MIRANDA ARANDA, Miguel. De la caridad a la ciencia. Pragmatismo, Interaccionismo Simbólico y Trabajo Social. Mira Editores. España, 2004. 3 KISNERMAN, Natalio. Pensar el Trabajo Social. Una introducción desde el construccionismo. Edith. Lumen Hvmanitas. Argentina 1998. p 175. 2 El proceso de profesionalización del Trabajo Social, según los autores, se produce en Estados Unidos, en la última década del siglo XIX y principios del XX, período este, en el que se producen muchos cambios en las condiciones políticas, sociales, culturales, demográficas y principalmente económicas de la población estadounidense, pues, dichas transformaciones y el desarrollo de la economía capitalista permitieron a algunos habitantes de E.E.U.U. ascender socialmente y mejorar sus condiciones de vida, mientras que para la gran mayoría , significó la agudización de la pobreza, precarias condiciones de vida y de trabajo, con problemas sociales de hacinamiento, salubridad, falta de vivienda, entre otros. Por tales cuestiones sociales, la profesionalización del T.S. se va perfilando a través de las alternativas planteadas por las pioneras y pioneros de la profesión frente a dichas problemáticas en E.E.U.U., expuestas a través de grupos políticos, sindicales e intelectuales de que hacían parte y llevadas a la agenda pública de la nación. Es en medio de dichas problemáticas sociales (pobreza, injusticia, corrupción, explotación laboral, entre otras) donde nace el Movimiento Reformista-Progresista, que denunciaba la existencia de éstas contradicciones en la sociedad norteamericana; y desde un “compromiso ético-político y una práctica militante”, establece como pilar fundamental del T.S. la defensa de los derechos humanos, la libertad, la igualdad y la participación activa de las minorías y de los más vulnerados de la sociedad. Este movimiento era profundamente de tipo humanista e inspirado en los principios democráticos, además, fue muy importante la participación activa de las mujeres y sus luchas por la emancipación. El Movimiento Reformista Progresista tenía como lema “Conocer para mejorar la sociedad”, y su soporte filosófico estaba fundamentado en el Pragmatismo, entendido como la acción humana llevada a la práctica para la transformación y reconstrucción social. Este movimiento reflexiona sobre las preguntas que posteriormente le darían estatus de profesión al trabajo social: ¿El por qué de los problemas sociales?, ¿El por qué de la pobreza?, ¿Cómo intervenir los problemas sociales? y ¿Desde dónde intervenir? A partir de estos cuestionamientos se da paso a un trabajo de “cogestión”, es decir, prestar asistencia a la par con un trabajo educativo que permitiera darle voz y empoderamiento a las personas, como medio para analizar la profundidad de sus problemas y plantear soluciones. En el período histórico en cuestión (finales del XIX y principios del XX,) se experimentan profundas transformaciones en el campo económico, en el campo de las ideas y en el campo cultural y educativo, con la creación de centros educativos de formación universitaria y el acceso de las mujeres a la educación superior. Específicamente, en las transformaciones de “tipo económico”, se produce el paso de una economía agraria a una economía industrial, que consolida el modo de producción industrial capitalista. En cuanto a las condiciones socio-demográficas, se presenta un acelerado crecimiento de la población, a causa de la inmigración masiva; en lo cultural, debido al cambio de modelo de sociedad, se manifiestan cambios en las costumbres y estilos de vida; y en lo político, se consolida el Estado capitalista monopólico y el auge del Movimiento Reformista-Progresista, que generó un fuerte cuestionamiento del sistema económico y la consolidación de importantes reformas sociales. 3 El cambio de milenio trajo consigo rupturas en cuanto a la dicotomía público-privado, debido a que la cultura patriarcal había marginaba por mucho tiempo a las mujeres a la esfera de lo privado, es decir, a ser madres y esposas, mientras que los hombres eran parte de la esfera de lo público. Sin embargo, emerge una mujer que comienza a incorporarse en el espacio público, reclamando su autonomía, libertad y cuestionando la desigualdad entre los sexos. Al respecto, Blair y Nieto4, destacan que a finales del siglo XIX se presenta en la historia de la civilización occidental, un proceso social muy importante, “la emergencia de las mujeres como nuevos sujetos sociales”. La situación de las mujeres a lo largo de la historia constataba la vulneración de sus derechos como seres humanos que pensaban, decidían y actuaban; encasilladas en el pensamiento “esencialista”, de la mujer madre, de la mujer procreadora, de la mujer ama de casa, de la mujer objeto de deseo. Esta visión esencialista se presentaba como un obstáculo para el “empoderamiento”5 de las mujeres y para su completa participación en la construcción del entorno económico, social y político en el cual se encontraban inmersas. El espacio institucional clave para la profesionalización del T.S. es la Universidad de Chicago, en donde, a partir del Pragmatismo y del Interaccionismo Simbólico se fundamentan las bases filosóficas y epistemológicas del T.S.; influenciados por el Interaccionismo se adoptó un sistema teórico-filosófico, en donde se destacaban la relación individuo-sociedad, la influencia del medio ambiente, la perspectiva de un sujeto con potencialidades para transformarse así mismo, la participación democrática como un valor universal y la unidad del conocimiento (unidad teoría y práctica.) CARACTERÍSTICAS DE LA PROFESIONALIZACIÓN El surgimiento del TS como profesión-disciplina, ocasionó la ruptura entre las prácticas asistencialistas, caritativas, de beneficencia o altruistas que hasta ese momento se llevaban a cabo en nombre del TS, donde el sujeto era tratado como un ser indefenso carente de potencialidades y soluciones. Y se llega a una profesión como tal, a partir de fundamentar unos conocimientos científicos, de trasmitir dicho conocimiento en academias, de investigar las realidades sociales, de ser reconocidos públicamente como profesión y disciplina de las ciencias sociales, de hacer del sujeto un sujeto de derechos y de construir CON éste, las posibles soluciones para transformar su vida. Al respecto Miranda, detalla lo que implica un proceso de profesionalización 6: - “El desarrollo de un cuerpo de conocimientos disciplinares de carácter sistemático”. Las pioneras valiendo de teorías filosóficas, sociológicas, medicas, psicológicas y antropológicas desarrollaron un cuerpo de conocimientos sistemáticos propios del T.S. 4 BLAIR, Elsa; LONDOÑO, Luz María y NIETO, y otras. Mujeres en tiempos de guerra, Informe de Investigación, Medellín, Instituto de Estudios Regionales INER, Universidad de Antioquia, 2003. 5 La capacidad de la mujer de tomar control sobre su propia vida, determinar el tipo de relaciones de género que desea tener y diseñar estrategias y alianzas que la conduzcan a donde quiere llegar. 6 Ibíd. Miranda, p 38. 4 -“La trasmisión de dichos conocimientos a través de instancias formales (…)”. Se crearon universidades o escuelas formales y acreditadas donde se transmitían dichos conocimientos, formando profesionales competentes para el ejercicio de la profesión. - “La consolidación de la investigación”. Las primeras investigaciones que desarrollaron las pioneras fueron sobre las condiciones de vida de la población, especialmente en los Hull House que sirvieron como centros de investigación sociológica. - “El establecimiento de principios éticos que rigen el accionar de la profesión”. Se establecen principios éticos que guiaron el accionar de la profesión, tales como: el desarrollo humano integral, la igualdad y la equidad, el respeto a la diversidad y a las diferencias, los DDHH, la defensa de la dignidad humana, la participación social activa, la defensa de la democracia, la justicia y la libertad. - “Una organización interna que ejerce autoridad sobre el ejercicio de la cultura profesional” - “El reconocimiento público de la actividad profesional” Participación activa en la modificación y creación de leyes de protección social (inscritas en la agenda pública). Poco a poco el T.S. va adquiriendo reconocimiento público y académico como actividad profesional y nueva disciplina de las ciencias sociales. APORTE DE LAS PIONERAS Travi establece que en los orígenes y el desarrollo del Trabajo Social como profesión, algunos autores críticos del T.S., parten de una visión desvalorizante o de menosprecio por las precursoras y por la profesión, ya que la conciben como una “tecnificación de la asistencia”7 y como medio funcional al sistema de explotación capitalista a través del control social, criticando su incapacidad al abordar los problemas sociales desde sus causas estructurales. Por otro lado, con respecto a sus fuentes teóricas e investigativas, dichos autores afirman que se hizo una acumulación o “collage” de diversas teorías. Sin embargo, tanto Travi como Miranda nos demuestran en sus obras, el papel esencial que tuvieron los aportes hechos por las pioneras en la consolidación del TS como profesión disciplina. Para Travi, en las obras de éstas autoras clásicas se nota su dependencia de lo técnico-instrumental respecto de las opciones teóricas, valores y principios que orientan el hacer profesional. Otra característica significativa que les atribuye Travi a las obras, es porque las “dimensiones, los interrogantes y las temáticas” que abordan, tienen absoluta vigencia en la actualidad. De igual manera, porque ofrecen reflexiones teóricas sobre el proceso de intervención tanto del “deber ser” como del “propio hacer” profesional, especificando el cómo, mediante que procedimientos, procesos y técnicas se intervino y, cuáles fueron los resultados de la intervención.8 Por lo tanto, es necesario revisar algunas características significativas del trabajo de las pioneras. 7 8 Ibíd. Travi, p. 27 Ibíd. p. 19 5 Mary Emma Richmond Fundadora del Trabajo Social y principalmente el T.S. de caso individual, entre sus principales obras tenemos el “Social Diagnosis” (1917) y “What is social Case Work?” (1922), donde hace fuertes críticas al paternalismo impulsado desde los COS, establece un compromiso fuerte por crear una nueva profesión y prescribe un tratado de metodologías para la investigación e intervención social, ya que para ella un trabajo de intervención sin investigación no sirve; de igual manera en las obras va resignificando la práctica profesional del T.S. Los C.O.S. (Society Organization Carity) fundados inicialmente en Londres y posteriormente implementadas por el estado norteamericano, para enfrentar las problemáticas que surgieron con la consolidación del capitalismo; se caracterizaban por brindar una atención que solo apuntaba a satisfacer el requerimiento del momento, y en ese momento fueron la principal forma de intervención sobre la pobreza. Mary Richmond fue secretaria de uno de estos centros, se pregunto cómo mejorar el tratamiento y se dio cuenta que el asistencialismo empeoraba la problemática, debido a que negaba el potencial creativo de los seres humanos. Por lo tanto, planteó ciertos cambios en la intervención, pues, ella veía la necesidad de establecer un nuevo marco conceptual, una forma sistematizada de intervención individual y grupal y un método a partir de su propia práctica profesional. Para Miranda, el aporte significativo de Richmond es que aportó una visión diferente, una novedosa manera de entender la pobreza basándose en los principios de igualdad, libertad y democracia que promulgaba el Movimiento Reformista Progresista. Jane Addams También es considerada pionera, por su contribución en la fundamentación del T.S. y por su defensa de la democracia y la ética social. Entre sus obras tenemos “La democracia y la ética social (1902)” y “Paz y Pan en tiempos de guerra (1922)”. A mediados de 1880 algunos estudiantes universitarios que visitaron las Settlements Houses de Londres, llevaron la experiencia a los EE.UU. a partir de lo cual se crearon varios lugares semejantes a estos en diferentes ciudades incluyendo Chicago, donde Jane Adams fue la fundadora (1889) convirtiéndose así, en una de las líderes más conocidas de este movimiento. Ella al igual que Mary Richmond pertenecía al Movimiento Reformista basado en el Pragmatismo caracterizado por aportar una concepción integral del ser humano, pretender mediante la acción humana la reconstrucción social, valorando la democracia, la intervención y toma la educación como eje transformador, de ahí el trabajo social toma el modelo de educador y el Interaccionismo Simbólico cuyo análisis nos refiere, a que siempre se da una interacción constante del individuo, con el contexto y con los otros individuos. 6 El Hull House fundado por Jane Addams y Ellen Gate Star, era un centro vecinal ubicado en la zona más desfavorecida de Chicago y a la vez era un laboratorio de sociología. 9 Se caracterizó por un fuerte componente educativo, ya que según las fundadoras, la pobreza cultural era tan nociva como la material. Es importantísimo resaltar como a partir de las investigaciones de Addams, ella se da cuenta que “la gente a la que trataba de ayudar tenía mejores ideas acerca de cómo podían mejorar sus vidas que las que le proponían ella y sus colegas”10, por lo tanto, Addams rechazará toda forma de filantropía o reforma basada en suposiciones “arriba-abajo”. Un aporte muy importante de Addams es el método de T.S. de grupo, el cual consiste en una intervención colectiva, donde los actores sociales se agrupan y buscan conjuntamente producir cambios sociales. Tanto Richmond como Addams pertenecieron a la corriente de pensamiento de la Escuela Diagnóstica o al Modelo Clínico Operativo, que se caracteriza por su importancia central en el diagnóstico, que parte del proceso de conocimiento como fundamento de la intervención. Estas pioneras del T.S., tenían un posicionamiento crítico respecto a las precarias condiciones de vida de gran parte de la población norteamericana, especialmente de los inmigrantes, trabajadores, mujeres, infantes y ancianos. Especificaban que el fin del T.S. era contribuir a mejorar las condiciones de vida de dicha población, a través de un proceso de desarrollo y progreso social, donde se les permitiera la igualdad de oportunidades y la plena participación. Gordon Hamilton Su obra más representativa “Teoría y Práctica Social de Caso”, presenta una dimensión técnico-instrumental del T.S. y aporta los fundamentos de las teorías de la “personalidad” y de la “psicodinamia de la conducta”, importantes en la comprensión y el abordaje del caso social; dichas teorías están basadas en el concepto central de los procesos psicosociales. En su libro se exponen los procesos básicos con los que el T.S. debe articularse para alcanzar sus objetivos. Para Hamilton el mejoramiento del hombre es el mejoramiento de la sociedad, buscaba promover la educación para que se aumentaran los niveles físicos y mentales de las personas. A lo largo de su obra es clara la fuerte influencia de la psicología del yo y del psicoanálisis freudiano. Habla del T.S. como una profesión humanista, y bajo una propuesta pragmatista, veía que el mejoramiento del hombre era la meta de toda sociedad, por consiguiente, que a medida que se lograba desarrollar los recursos económicos y culturales de un grupo social el estándar general de vida mejoraba progresivamente. 9 TRAVI, Bibiana. El proceso de profesionalización del T.S. y la dimensión ético política. Viejas conceptualizaciones, nuevas miradas. En: la profesionalización en T.S. rupturas continuidades, de la reconceptualización a la Construcción de proyectos ético-políticos. Espacio editorial, Buenos Aires 2006, p. 58. 10 Ibíd. Citado por Travi, p. 59. 7 Para Hamilton, el acontecimiento humano estaba constituido por una persona y una situación, o una realidad subjetiva y una realidad objetiva que tenían entre sí una interacción constante, es decir, siempre se da una interacción constante del sujeto con el contexto. Helen Harris Perlman Su obra principal, “El Trabajo Social Individualizado” desarrolla temas sobre el T.S. Individualizado, los factores dinámicos que se dan en él y sus procesos. Según Perlman el proceso de T.S. Individual consiste en una transacción progresiva entre el profesional y el sujeto, en donde el proceso introduce cambios y movimientos en la vida humana. Lo cual tiene solución desde las tres naturalezas: la personal, la del problema y la del lugar. Perlman logra identificar como el ego desarrolla las habilidades y estrategias que permiten la adaptación al ambiente social; entendido como el proceso de aprendizaje continuo y cambio permanente dentro de un contexto que se modifica constantemente, en una relación dialéctica y de influencias reciprocas entre individuo y sociedad. Ella implementa un nuevo método para llevar a cabo la práctica del T.S., el método de resolución de problemas; el cual integra el modelo psicosocial y el modelo funcional, haciendo hincapié en teorías que potencializaban el yo de la persona, haciéndola encontrar consigo misma, para resolver los problemas con ella y la sociedad, logrando que las personas se adapten de manera equilibrada a la sociedad, teniendo una constante relación entre la persona y el contexto que lo rodea. Dentro de este método las personas que se encontraban en alguna dificultad no eran vistas como enfermos, sino como personas que necesitaban ayuda para que su yo continuara en desarrollo. También se buscaba liberar, estimular, orientar la motivación del cliente para liberar sus capacidades afectivas, cognitivas y activas. Perlman ve al T.S. como una totalidad dinámica, compuesta de diversos factores que la nutren, complementan, orientan y definen, logrando que se comprendan a las personas desde su condición humana, que se tengan en cuenta los diversos factores que las complementan y que a la hora de resolver los problemas se potencien las habilidades de las personas desde las diversas problemáticas a las que se enfrentan. “en una práctica individualizada, se pueden encontrar ciertos elementos y operaciones comunes a pesar de la variedad y diversidad”11 LO QUE IMPLICA CONOCER LA HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL Conocer la historia del Trabajo Social me ha permitido, ir formando una identidad y actitud clara frente al objetivo, el objeto y los alcances del TS. De igual manera, me ha generado muchas inquietudes y una postura crítica frente a lo que se ha hecho durante estos cien años en intervención, investigación y metodología en T.S. y su impacto en las realidades sociales. Conocer su historia me permite saber de dónde viene, qué ha hecho y qué puedo yo aportar para mejorar el quehacer profesional. 11 Ibíd. Travi, p 140. 8 Es importante tener estos referentes epistemológicos, metodológicos y disciplinares porque como lo plantean los autores consultados, existe una necesidad de superar el tecnicismo y el uso mecánico de las técnicas e instrumentos, hacia una práctica profesional en la cual la “dimensión instrumental no quede aislada o desvinculada”12, de las concepciones teóricas, epistemológicas y las opciones ético-políticas. Estoy convencido que las pioneras fueron mujeres muy visionarias, creativas, líderes, que superaron las formas de construir el desarrollo humano en su época y se adelantaron considerablemente a propuestas teóricas contemporáneas (Desarrollo a Escala Humana, Desarrollo y libertades, Desarrollo y justicia social, Teología de la liberación, entre otras), que le apuntan a un desarrollo integral del ser humano, a partir de la satisfacción de las necesidades y el desarrollo de sus capacidades, potencialidades, oportunidades y derechos. Para terminar, tengo una postura crítica frente a lo que se ha hecho desde T.S., pues, cien años más tarde de su profesionalización, en Latinoamérica, dichas problemáticas (pobreza, injusticia, exclusión social, corrupción, problema de la tierra, acumulación de riqueza, etc.) son cada vez más agudas, entonces ¿qué ha pasado con la intervención de los científicos sociales, en especial, los trabajadores y trabajadoras sociales durante este tiempo?, ¿quizás su accionar estuvo subyugado a los intereses institucionales y no a las realidades de la sociedad?, ¿tal vez esto se debió a la ruptura o brecha entre el ámbito teórico-académico y el ejercicio profesional?, ¿cómo podemos fortalecer nuestra profesión e intervenir en dichas problemáticas nosotros y nosotras que nos encontramos en un proceso de formación y próximos a salir a intervenir dichas realidades?. Es un reto para nosotros, estudiantes en formación, ir respondiendo uno a uno dichos interrogantes, que nos ayudarán a esclarecer y a consolidar nuestro quehacer como trabajadores y trabajadoras sociales. BIBLIOGRAFÍA BLAIR, Elsa; LONDOÑO, Luz María y NIETO, y otras. Mujeres en tiempos de guerra, Informe de Investigación, Medellín, Instituto de Estudios Regionales INER, Universidad de Antioquia, 2003. KISNERMAN, Natalio. Pensar el Trabajo Social. Una introducción desde el construccionismo. Edith. Lumen Hvmanitas. Argentina 1998. MIRANDA ARANDA, Miguel. De la caridad a la ciencia. Pragmatismo, Interaccionismo Simbólico y Trabajo Social. Mira Editores. España, 2004. TRAVI, Bibiana. De la caridad a la ciencia. Pragmatismo, Interaccionismo Simbólico y Trabajo Social. Reseña. En Revista de Trabajo Social No. 9. Departamento de Trabajo Social U. de A. Medellín-Colombia. Enero-Junio de 2009. TRAVI, Bibiana. El proceso de profesionalización del T.S. y la dimensión ético política. Viejas conceptualizaciones, nuevas miradas. En: la profesionalización en T.S. rupturas continuidades, de la reconceptualización a la Construcción de proyectos ético-políticos. Espacio editorial, Buenos Aires 2006. 12 TRAVI, Bibiana. La dimensión técnica instrumental en Trabajo Social: reflexiones y propuestas acerca de la entrevista, la observación, el registro y el informe social. Buenos Aires: Espacio Editorial, 2006. p. 17 9