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RELACIÓN INTERCATEGORIAL MEDIANTE FORMANTES MORFOLÓGICOS. DERIVACIÓN POR SUFIJACIÓN EN TEXTOS DE CÓRDOBA DE LOS SIGLOS XVI-XVII Lic. Mariela Masih Universidad Nacional de Córdoba 0. Entre los procesos morfológicos de formación de palabras en español, la sufijación permite el surgimiento de nuevas palabras a partir de la anexión de sufijos a bases léxicas. Analizamos este procedimiento, pues, junto con la prefijación, son los más productivos histórica y sincrónicamente en el español. Además es el más general y variado, pues el repertorio de sufijos en español es muy amplio, con significados diversos y se anexan a distintas categorías. Describimos y analizamos cómo operaba la sufijación heterogénea, es decir, aquella que produce una transcategorización de la base léxica, y qué implicancias tenía para la sintaxis oracional durante los siglos XVI-XVII 1 . Estudiamos nominalizaciones deverbales y deadjetivales, adjetivos deverbales, verbos deadjetivales y verbos denominales. Circunscribimos el estudio de la sufijación a la morfología, sin olvidar la relación entre morfología y semántica, y entre morfología y sintaxis, pues estas perspectivas se complementan para caracterizar palabras y construcciones. Los aspectos mencionados son analizados a partir de conceptos y desarrollos gramaticales realizados en un marco postestructuralista, de base generativista. Entre 1 Se ha constituido un corpus formado por 31 cartas de tipo familiar y comercial, de extensión variable, escritas en Córdoba (Argentina) entre los años 1592 y 1678, por hombres y mujeres. Entre los expedientes de diversos juicios tramitados en Córdoba, se encuentran, como pruebas, estas cartas. Hemos transcripto todas las cartas que aparecen en los expedientes del período seleccionado. Los textos han sido cotejados con los originales que se conservan en el Archivo de la Provincia de Córdoba, a partir de la transcripción realizada por el R.P. Pedro Grenón (1923), en algunos casos; en otros, han sido transcriptos directamente de los manuscritos originales. Algunos de los textos analizados fueron escritos por personas nacidas en Córdoba (Luisa de Albornoz, Diego Suarez de Figueroa); los autores de otros documentos, en cambio, no eran originarios de estas tierras cordobesas (Juan de Soria, Antonio Juarez Mexias, Francisco de Aguirre). Sin embargo, si se desea estudiar la lengua de los primeros años de la existencia de esta ciudad, como en este caso, los textos escritos por nativos que pueden encontrarse son escasos, ya que la lengua de esa época se conformó en base a los saberes lingüísticos de los conquistadores y vecinos fundadores de la ciudad. Además, el hecho de que los autores de las cartas hayan escrito estos textos después de haber vivido en la ciudad de Córdoba durante muchos años, hace que actualicen en su discurso las formas características de la lengua cordobesa de ese momento. Otro aspecto que se consideró fue el número de cartas elegidas y la extensión de las mismas, de manera que conforman un corpus lo suficientemente amplio como para permitir un análisis profundo del fenómeno de sufijación heterogénea. otros, seguimos a Pena, Rainer, Serrano-Dolader (1999), Lang (1997), Varela Ortega (2005), y Di Tullio (1997). 1. Definimos nominalización como el “término que designa a los nombres derivados así como al proceso de su formación”2. Según el verbo de procedencia, las nominalizaciones que desarrollan una estructura argumental, presentes en nuestro corpus, pueden ser divididas en dos grupos: a) las que derivan de verbos transitivos, b) las que derivan de verbos intransitivos. a) El primer grupo es el más numeroso. Estas nominalizaciones corresponden a verbos como informar, sacar, trocar, guardar, trasladar, deber, contar, pagar. Con informar y pedir las construcciones presentan la posibilidad de expresar o elidir el argumento interno directo. (1) “...hize una informaçion de tests de como el hato y hazienda que trae es de v.md....” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) (2) “Con esta va una peticion de Garcia de Vera (...) para que Vm le haga md. de presentalla ante el Señor provizor...” (E.1ª, l.78, f.186) En (1), el argumento interno directo “de como el hato y hazienda” va introducido por la preposición de. En (2), está elidido. Los argumentos actualizados cumplen los papeles temáticos de agente y tema. El papel de agente está expresado mediante un sintagma preposicional encabezado por de (de tests, de Garcia de Vera); en cambio, el tema está estructurado como una cláusula subordinada, encabezada por de (1) y por para que (2). El determinante de información, una, es un cuantificador “débil”. La presencia de este tipo de determinante caracteriza a los llamados nominales resultativos. Estos son sintagmas nominales activos con interpretación resultativa cuyo referente es el producto obtenido de un proceso. Los argumentos agente y tema restringen la referencia del nominal. 2 Picallo, M. C. (1999) Pág. 365. 2 La forma nominal información podía adoptar hacia los siglos XVI-XVII el significado de ‘resultado de la acción de informar’. Actualmente para esa acepción preferimos la palabra informe. Con los verbos sacar y trocar, las nominalizaciones tienen características similares: el nominal selecciona un argumento encabezado por la preposición de que cumple el rol de tema; las construcciones con derivados de estos verbos pueden ser interpretadas de manera ambigua como eventivas o como resultativas, según hagan referencia al proceso o al resultado de ese proceso: (3) “...por ella sabra v.md. la saca del ganado...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) (4) “...voy vendiendo el paño a trueco de bueyes y Ruan...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) (5) “...se vendio a ocho ps y lo mas a nuebe, a trueque de Rocines...” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) Sintácticamente las construcciones difieren en que trueco y trueque están encabezados por la preposición a, mientras que saca está precedida por el determinante la. El verbo guardar, en la acepción que lo acerca a ‘custodiar’, ‘cuidar’, aparece nominalizado mediante dos formas: (6) “...guarda del ganado y cavallos...” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) (7) “...guardian del Conbento del Sr San Franco...” (E.1ª, l.49, e.1, f.258) En el segundo caso el significado de guardian alude a una función desempeñada por una persona concreta3 y no a un proceso, como ocurre en el primer caso. En ambas ocasiones está acompañado por un sintagma preposicional que cumple el rol de tema. El primer caso permite una interpretación eventiva, y el segundo, una interpretación El diccionario de la R.A.E. (1992) señala como acepción 2 de guardián: “En la orden de San Francisco, prelado ordinario de uno de sus conventos“. 3 3 resultativa. Esta segunda construcción pertenece al grupo de las llamadas “nominalizaciones de sujeto”. Con el verbo trasladar encontramos construcciones eventivas, con un nominal derivado de verbo transitivo acompañado de un sintagma preposicional en el papel de paciente o tema. (8) “...el traslado de las escripturas...” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) (9) “...un traslado de la fundacion...” (E.1ª, l.3, e.9, f.315) En ambos casos se trata de nominales pasivos, en los cuales el paciente queda afectado por el evento expresado por la nominalización del verbo trasladar. Si bien el agente no está expresado mediante un sintagma preposicional encabezado por por o por parte de, forma canónica, la información que éste aportaría es recuperada si consideramos un contexto mayor: (10) “...el traslado de las escripturas q domingo garcia hizo a V.m....” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) (11) “vsa me manda enbie un traslado de la fundacion desta çiudad.” (E.1ª, l.3, e.9, f.315) Con las nominalizaciones de deber y contar se actualiza el papel temático de posesor. (12) “...la cuenta de Vmd...” (13) “...la deuda de don favean...” (E1ª, l.27, e.10, f.180) En otro caso: (14) “...qta de sus comisiones.” (E.1ª, l.92, f.352) el rol temático del complemento es el de tema. En los tres ejemplos se trata de construcciones que expresan el resultado de un proceso. 4 Con la nominalización del verbo pagar, encontramos dos construcciones: (15) “...la paga en la mano...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) (16) “...ser puntual en la paga de la md q Vm me haze...” (E.1ª, l.67, e.4, f.348) En el primer caso, el sintagma preposicional encabezado por en actualiza un adjunto locativo y elide el tema. En el segundo caso se actualiza el papel de tema con un sintagma preposicional encabezado por de. En ambos ejemplos se trata de construcciones con interpretación resultativa. b) Las nominalizaciones de verbos intransitivos del corpus derivan de: salir, gustar y costar. Con salir encontramos una construcción en la cual el nominal se halla acompañado por un adjunto locativo encabezado por por y por un adjetivo de tipo elativo: (17) “...mejor salida por estas tierras...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) Los verbos intransitivos de movimiento presentan cierto grado de ambigüedad en su interpretación como eventivos o resultativos. El agente, aunque explícito en la cláusula anterior, no está sintácticamente expresado en la construcción nominal: (18) “...(el ganado) terna por aca mejor salida por estas tierras...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) La interpretación eventiva está reforzada por el sintagma “por estas tierras”. El verbo gustar, aspectualmente estativo, selecciona dos papeles temáticos: experimentante y causa o fuente. De nuestro corpus tomamos dos casos: (19) “(la memoria)... a gusto de vmd...” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) (20) “...me envie a mandar lo que fuere de su gusto...” (E.1ª, l.72, e.2, f.103) 5 En estas construcciones el rol de experimentante aparece expresado sintácticamente: en el primer caso mediante una construcción preposicional encabezada por de; en el segundo, mediante un posesivo. Con respecto al rol de causa o fuente, en el primer ejemplo, al ampliar el contexto, se explicita la causa o fuente; en el segundo, este papel temático aparece expresado mediante una cláusula subordinada. En ambos casos los nominales adquieren una interpretación resultativa. Con el verbo costar y otros verbos de medida, Picallo (1999)4 plantea que la relación entre el nominal y el sujeto de la construcción se asemeja al rol de posesión. En nuestro corpus: (21) “...la costa de comida hasta potosi...” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) aparece el nominal acompañado por el sujeto de la construcción y por un adjunto locativo, ambos encabezados por preposición. Caracterizamos esta construcción como una nominalización activa, con interpretación resultativa. 2. Siguiendo la propuesta de Rainer (1999) clasificamos los adjetivos derivados de verbos en activos y pasivos. Los adjetivos deverbales activos presentan una estructura argumental cuyo argumento externo se expresa en el sustantivo al que modifican y, generalmente, conservan, como complementos, los argumentos del verbo base. Sin embargo, en algunos casos, el valor calificativo que adopta el derivado relega el valor verbal de origen y se anula la posibilidad de realización de los argumentos internos. En la estructura argumental de los adjetivos deverbales pasivos, el argumento interno objeto lógico del verbo base se convierte en argumento externo, y el argumento externo del verbo base aparece encabezado por las preposiciones para, por, de o a. Los sufijos que generan adjetivos deverbales son numerosos y, algunos de ellos, considerados en la actual sincronía, especialmente productivos. Sin embargo, al analizar nuestro corpus, encontramos algunas diferencias con los usos actuales. 4 M. C. Picallo (1999) Op. Cit. Pág. 391-392. 6 Aunque el sufijo con mayor índice de productividad, según Rainer (1999), sea –dor, no encontramos ejemplos en nuestro corpus. Analizaremos los adjetivos deverbales con los sufijos: -nte, -(t)ivo, -ble, -do/a, -oso y -(t)o. Encontramos dos adjetivos en –nte: perteneciente y tocante. Son adjetivos activos con baja frecuencia de aparición: en una ocasión encontramos perteneciente, y en otras dos, tocante: (22) “...el capitulo perteneciente a la dicha deuda...” (E.1ª, l.106, e.6, f.124) (23) “Muchas causas tocantes a govierno...” (24) “...sedulas rs tocantes al govierno...” (E.1ª, l.79, e.5, f.5) En el uso actual tocante a puede ser una locución adverbial. En estos textos coloniales aparece empleado como adjetivo, y, por lo tanto, concordando en número con el sustantivo. Respecto de los adjetivos en –(t)ivo/a, Rainer (1999) señala que son activos y pertenecen a un registro más culto o a ciertos lenguajes de especialidad. Encontramos un caso de adjetivo deverbal formado con ese sufijo; se trata de un término propio del lenguaje jurídico: (25) “...dever de Cruçada -que tan executibo es.” (E.1ª, l.95, e.2, f.40) Los adjetivos en –ble pueden ser activos o pasivos. En las cartas encontramos dos casos: (26) “...yo are la diligencia possible...” (E.1ª, l.106, e.6, f.123) (27) “...pues los dos litigantes son conbenibles...” (E.1ª, l.95, e.2, f.109) 7 Puesto que tanto el adjetivo en –(t)ivo como los en –ble analizados no desarrollan estructura argumental, no nos resulta posible explicar su interpretación como activos o pasivos. La particularidad de no desarrollar estructura argumental se debe al hecho de que predomina en ellos un valor calificativo, por eso reproducen la estructura propia de un adjetivo no derivado, semejante a: (28) “...con tan irrefragable verdad...” (E.1ª, l.146, e.7, f.2) Los adjetivos deverbales en –do, son los que presentan mayor frecuencia de aparición en nuestros textos5. Señalan acciones efectuadas por seres humanos o animados. A menudo el mismo adjetivo puede tener interpretación activa o pasiva, por ejemplo: mujer necesitada puede significar ‘mujer que necesita algo’ o bien ‘mujer que es necesitada por alguien’, en estos casos es fundamental el contexto, que permitirá resolver la ambigüedad. La mayoría de los adjetivos en –do/a encontrados tienen significación pasiva: (29) “...que aun dire con el afecto, y reconosimiento devido...” (30) “...que en ello recibire una señalada merced.” (E.1ª, l.146, e.7, f.69) (31) “...my herno yva a potossi con los caballos alquilados...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) (32) “...una butijuela de miel rregalada para mi sa doña Ines...” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) (33) “Ya lo tengo todo cenbrado.” (E.1ª, l.96, e.7, f.9) El sustantivo al cual modifican corresponde al argumento interno del verbo base. En (32) observamos el adjetivo rregalada acompañado de un complemento, correspondiente al argumento interno (objeto) indirecto del verbo base, precedido por para. En el español actual, en cambio, la preposición empleada para dar caso y rol temático a este argumento es “a”6. Con valor activo: 5 Al analizar estos adjetivos dejamos de lado los participios que aparecen formando perífrasis verbales, tan profusas en los textos coloniales. 6 Véase Torrego, E. (2002) y (1999). 8 (34) “...es un estudiante honrado del paraguay...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) (35) “...si no hera a persona muy nessesitada...” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) Los sustantivos estudiante y persona, corresponden en estos casos al argumento externo del verbo base. En el caso del adjetivo honrado, si bien deriva del verbo honrar, la carga semántica original se ha lexicalizado y no podríamos parafrasearlo como ‘que honra’, sino ‘que actúa con honradez’. Los adjetivos en –oso merecen cierta atención particular, pues si bien la mayor parte de ellos son denominales, como en el ejemplo siguiente: (36) “...esto de cartas es peligroso...” (E.1ª, l.8, e.1, f.70) en muchos casos pueden reanalizarse como deverbales, como ocurre en: (37) “...(estudiante) desseoso de ser sacerdote...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) (38) “…vino muy quexoso de mi...” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) En los dos casos seleccionan como argumento un complemento encabezado por de. Los adjetivos en –(t)o, derivados de participios irregulares, en algunos casos conservan su función verbal-participial: (39) “...me remitia una (carta) de Vmd escrita al mismo Pe Lope...” (40) “...recibi la carta de Vmd escrita al Pe Lope.” (41) “...y despues de muerto pedi en ne de Vmd...” (E.1ª, l.106, e.6, f.123) (42) “...he hestado estos dias yndispuesta...” (E.1ª, l.67, e.2, f.152) pero, en otros, la han perdido, lexicalizándose, por lo que se percibe sólo su valor adjetivo. En (43) el adjetivo aparece acompañado por el cuantificador tan: (43) “....estamos aca tan quietos...” 9 (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) De estos casos, sólo desarrolla estructura argumental escrita, que presenta un complemento encabezado por la preposición a, correspondiente al argumento interno indirecto del verbo base. 3. A partir de bases pertenecientes a diversas categorías mediante sufijación, pueden crearse verbos, proceso que denominamos verbalización7. La derivación verbal puede ser mediata o inmediata. El primer caso se produce cuando la vocal temática de la flexión verbal (o su alomorfo cero) se une a la raíz léxica en forma indirecta, mediante el uso de interfijos: flor–florecer. En este caso los sufijos actualmente más productivos son –ear, -ecer, -ificar, -izar. El segundo caso, la derivación verbal inmediata, supone la unión directa de la vocal temática (o su alomorfo cero) y la raíz léxica: canto–cantar. En el corpus la mayor parte de los verbos derivados por sufijación pertenecen al grupo de derivación inmediata en –ar. En este grupo de verbos, Pena (1993)8 distingue tres procesos morfológicos: - Adición: ocurre cuando el tema termina en consonante. En estos casos, el sufijo –ar se anexa a la base sin que ésta sufra modificaciones: perdón–perdonar. No aparecen ejemplos de este proceso en el corpus. - Sustitución: cuando el tema de la palabra de origen termina en –o o en –e, esta vocal se sustituye con la vocal temática del verbo: deseo–desear, trabajo–trabajar. En ocasiones, en este paso sustantivo-verbo se produce una monoptongación de la base en el derivado: invierno–invernar. Los casos de sustitución son los más numerosos en nuestro corpus. - Conversión: si el tema termina en –a, ese morfema de género, en el caso de los sustantivos y adjetivos, cambia su valor morfológico por el de sufijo verbal: hipoteca– hipotecar, guarda–guardar, falta-faltar. 7 Consideramos aquí la verbalización desde una perspectiva histórico-diacrónica. A partir de distintas bases del latín analizamos la formación de verbos en español. No tomamos en cuenta los verbos ya existentes en latín, aunque el cambio de sufijos verbales ocurrido en la evolución de la lengua pueda ser interpretado como un proceso de derivación. 8 Pena, J. (1993). 10 Analizamos la formación de algunos de estos verbos, la estructura oracional de la que forman parte, las variantes en su grafía y la relación con usos actuales. (44) “…luego que llegue trabajaré que se parta con brevedad.” (45) “Yo trabajare porque el verano que viene con el fabor de Dios me vea con v.md....” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) (46) “...que trabajare que se cobren.” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) (47) “...el ganado que huelga y no trabaja y esta gordo...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) En estos casos, el verbo denominal trabajar, proveniente del sustantivo trabajo (<tripalium), se forma por sustitución. En (44), (45) y (46) está, acompañado por proposiciones subordinadas. El valor semántico de finalidad de esas proposiciones se hace evidente en (45), con el uso de porque usado durante la Edad Media y hasta los siglos XVI-XVII con el mismo valor del actual para que. En (47), usado como intransitivo, forma parte de una construcción actualmente vigente. (48) “Al pe fray Juo de PoRas guardian del Conbento del Sr San Franco guarde nro Sr.” (E.1ª, l.49, e.1, f.261) (49) “...cuya persona nro Sr guarde...” (E.1ª, l.49, e.1, f.260) (50) “...el q gde a Vmd.” (E.1ª, l.48, e.1, f.18) (51) “Gde nro. Señor a Vm muchos años.” (E.1ª, l.92, f.352) (52) “…gde Dios a vmd...” (E.1ª, l.95, e.2, f.109) (53) “Dios Nro Sr. me ge a Vm...” (E.1ª, l.95, e.2, f.40) (54) “A Mateo Sanchez gde Dios en Quilpo.” (E.1ª, l.11, e.2, f.123) 11 (55) “A Franco Dias Gomes guarde nuestro Sor.” (E.1ª, l.80, e.7, f.3) La frecuencia de aparición del verbo guardar es alta: 29 ocurrencias en el corpus. En todos los casos actualiza el significado ‘cuidar’. El origen de este verbo está en el sustantivo warta del alemán antiguo, que ingresó al español como guarda y mediante un proceso de sufijación, por conversión, se formó el verbo. Su uso aparece restringido a fórmulas de despedida en las cuales se encomienda a Dios al destinatario de la carta. En estas construcciones el sujeto puede estar antepuesto o pospuesto. En un caso, (53), acompaña al verbo un dativo de interés: me. (56) “...porq desseo mucho de echar esta carga de mi.” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) (57) “...y vmds. mereçen y dessean…” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) (58) “...con la salud que desea.” (E.1ª, l.49, e.1, f.258) (59) “...deseamos ver a Vm y servirle...” (E.1ª, l.67, e.4, f.348) (60) “...desela Dios a v Mrd como desean.” (E.1ª, l.9, e.2, f.124-125) El verbo desear, surgido por sufijación por sustitución (<deseo), aparece formando parte de la construcción perifrástica desear de + infinitivo, con la intercalación de un adverbio en (56), y en trece casos en fórmulas de cortesía. La perífrasis con infinitivo es actualmente utilizada sin el nexo preposicional, pero permitiendo aún la intercalación de adverbios. La caída de la preposición en estas construcciones puede ser analizada como dequeísmo, si fueran casos aislados; o como un proceso de transitivación en marcha en el siglo XVII. Aunque sería aventurado realizar una afirmación rotunda sin realizar un análisis pormenorizado de este tema, que excede los límites de esta investigación, nos inclinamos a pensar en la posibilidad de un proceso de transitivación dada la cantidad de ejemplos que presenta el corpus y el hecho de que aparezca con distintos verbos, como veremos a continuación con el verbo avisar. 12 (61) “V.M. me avisa de que no embie...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147 (62) “...allando alguna razon avisare a Vmd.” (E.1ª, l.106, e.6, f.123) (63) “En ellas avisava a v.md de lo mismo que hago en esta...” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) (64) “que esta no sirve mas q avizar a Vmd de todo.” (E.1ª, l.27, e.10, f.181) (65) “...se sirva Vmd avisar me...” (E.1ª, l.27, e.10, f.180) (66) “...y assi puede avisarme...” (E.1ª, l.146, e.7, f.69) (67) “...mire si las a de tomar don pedro y me avisse.” (E.1ª, l.67, e.2, f.152) En 15 ocasiones encontramos el verbo avisar, verbo denominal, formado por sustitución, (<aviso) cuyo origen remoto es una construcción prepositiva ad visum utilizada en el latín clásico (‘ante la vista’). En nuestro corpus su significado varía entre ‘informar’ y ‘advertir’, con predominio del primero, y sólo en dos ocasiones con el valor de ‘advertir’, (61) y (62). El objeto directo del verbo avisar aparece en estos textos precedido por la preposición de. En el ejemplo (61), está expresado por una proposición subordinada; allí, la presencia de la preposición podría atribuirse a un caso de dequeísmo, pero vemos que en (63) y (64), el sintagma que cumple la función del objeto directo también está precedido por de. (68) “...no faltare a nuestra amistad...” (69) “...pues aquí falta todo...” (E.1ª, l.111, e.8, f.306) El verbo faltar se formó en español mediante un proceso de sufijación por conversión, a partir del sustantivo falta (<fallita). Las construcciones en que aparece en el corpus 13 son semejantes a las actuales: construcciones intransitivas con dos valores: “expresar la ausencia de algo” o “ incumplimiento de un deber moral”. (70) “…Vm me diçe me ypoteque mi primo estos dos esclabos...” (E.1ª, l.95, e.2, f.40) (71) “Vmd ynbentarie su haçienda...” (E.1ª, l.79, e.5, f.5) (72) “...y demas otras cosas que se decretaron sobre el pelito de Vmd...” (E.1ª, l.78, e.2, f.198) Los verbos hipotecar, inventariar y decretar, formados mediante sufijación por conversión, en el primer caso (<hipoteca) , y por sustitución, en los otros (<inventario, <decreto), conforman estructuras semejantes a las que se usan en la actualidad. (73) “...Vm se quedava a ynvernar en esa çiudad.” (E.1ª, l.67, e.4, f.348) Invernar, formado por sufijación por sustitución ha sufrido una monoptongación en la raíz invierno > invernar. En el uso actual, se emplea este verbo en referencia al ganado que pasa el invierno en una zona determinada; pero, en nuestro corpus su campo semántico era más amplio y se lo utilizaba en relación con personas. (74) “...escribio lo que se le antojo...” (75) “...y con este mismo desinio junto todo el ganado...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) (76) “...donde goza de salud...” (E.1ª, l.67, e.4, f.348) (77) “...para que sus erederos la tengan y gozen...” (E.1ª, 1.79, e.5, f. 5) 14 (78) “...que no se perdera o hurtara...” (E.1ª, l.9, e.2, f.122-123) (79) “...que me apura mucho...” (E.1ª, l.27, e.10, f.181) Los verbos antojar, gozar, juntar, hurtar, apurar no presentan diferencias con usos actuales, ni en el significado, ni en las construcciones sintácticas. El proceso de formación es similar: sufijación por sustitución, (<antojo <ante oculum, <gozo, <junto, <hurto, <apuro) pero varía la categoría de la base, juntar se formó a partir del adjetivo junto (<iunctus), en tanto los otros verbos son denominales. (80) “...no ha segundado nueva ningua...” (E.1ª, l.67, e.4, f.348) Además de juntar, el verbo segundar es también deadjetival, formado a partir de segundo mediante sufijación por sustitución, con el significado de ‘que viene en segundo lugar’. Aunque aparece en el diccionario de la RAE con el significado de ‘repetir inmediatamente o con un breve intervalo de tiempo’, este significado está en desuso actualmente, en Córdoba9. (81) “…van a faboreçer los cristianos...” (82) “...la Reyna de inglaterra favoreçe bandoma...” (83) “...que le faboreçe mucho.” (84) “...le faborezca en lo que se le ofreçiere.” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) El único verbo formado por sufijación mediata es favorecer. En (81) forma parte de una perífrasis de infinitivo con orientación hacia el futuro ir a + infinitivo, de uso muy profuso, actualmente, en Córdoba. El objeto directo que acompaña al verbo favorecer en (81) y en (82) carece de la preposición a, frecuente en la actualidad en contextos semejantes a este, especialmente con objeto directo con referente personal. El español conserva el verbo secundar con el significado ‘ayudar, acompañar’. Este verbo fue tomado del latín y conserva la forma y el significado originales. 9 15 (85) “…en lo que toca a las demas mulas...” (E.1ª, l.49, e.1, f.258) El verbo tocar es el único proveniente de onomatopeya que aparece en estos textos (<toc). El significado que actualiza en esta construcción es el de ‘importar, ser de interés’. Se podría parafrasear por “en lo que respecta a”. Su uso y construcción se conservan en la actualidad. 4. La parasíntesis es un proceso de formación de palabras que suscita consideraciones contrapuestas en algunos aspectos. Consideramos parasíntesis, siguiendo la propuesta de Bosque (1983), a la anexión de un morfema discontinuo a la base (a la manera de un prefijo y un sufijo)10. La parasíntesis presenta una restricción fundamental: las etapas intermedias que podrían inferirse en la derivación (prefijo + raíz, o raíz + sufijo) no deben estar presentes en la lengua. Así, consideramos que acorralar es un verbo formado por parasíntesis, en tanto las formas *acorral y *corralar no forman parte de la lengua actual. Además de este criterio estructural, debemos atender, en el análisis de las palabras parasintéticas, al criterio semántico, pues en ellas se produce, como en todo proceso de formación de palabras, pero de manera particular en este caso, no una suma de significados (los aportados por la base, en primera instancia, más el del prefijo, más el del sufijo; o, los aportados por las bases, más el del sufijo), sino una combinación de los mismos, en la nueva unidad léxica. En consonancia con la productividad sincrónica que presenta el proceso de parasíntesis en español, encontramos en nuestro corpus verbos y adjetivos parasintéticos. Serrano-Dolader (1999) señala tres formaciones verbales parasintéticas productivas en español: a. con los prefijos a- y en- / in- (y sus variantes alomórficas) y los sufijos -ar y -ecer; 10 Pena (1999) lo llama circunfijo. 16 b. con el prefijo des-; c. con otros prefijos: con-, entre-, extra-, per-, re-, sobre- y sus variantes alomórficas. En nuestro corpus encontramos formaciones denominales pertenecientes al primer grupo: arresgar, aquerençiar, embalumar, ensillar y la formación deadjetival apurar11. En los verbos arresgar, que presenta monoptongación, y aquerenciar, resultan transparentes las bases riesgo y querencia, a las cuales se les ha anexado el prefijo ay el sufijo -ar. El esquema verbalizador parasintético a- -ar es el más productivo en el español, histórica y sincrónicamente. El valor semántico que adquieren puede parafrasearse como "adquirir o hacer adquirir las cualidades expresadas por el sustantivo base"12. Ambos verbos sólo aparecen en infinitivo, y presentan la estructura argumental propia de un verbo transitivo. (86) “...sin arresgallos en el camino de Potosy...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) (87) “...por dos o quatro herraduras no hes bien arresgar el cavallo.” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) (88) “...se ha passado mucho tpo en aquerençiarlas alla...” (E.1ª, l.9, e.2, f.124-125) En el verbo embalumar encontramos la base en la palabra latina volumina y en la forma española baluma, actualmente en desuso, cuyo significado es “bultos o cargas”13. En este caso, recurrimos a una interpretación metafórica: “cargas” como “trabajos pesados o gran cantidad de trabajo”. El prefijo que adopta, em- (alomorfo de en-) junto al sufijo verbalizador -ar le proporcionan el valor semántico “meter en”. En este caso, el uso pronominal del verbo embalumarse conlleva una variación en la significación, pues al haber correferencia entre el sujeto y el objeto, el valor semántico es “meterse en trabajos pesados”, que también puede entenderse con el valor locativo inverso “llenarse de trabajo”. 11 Descartamos los verbos escaldar y asignar pues son formas que el español adoptó del latín, por lo tanto, el proceso de su formación pertenece a la historia de la lengua latina, no del español. 12 Vid Serrano-Dolader (1999) pág. 4714. 13 Aparece aun registrado con ese significado en el DRAE (1992). 17 (89) “Dizeme vmd que no me embalume...” (E.1ª, l.9, e.2, f.120-121) Con la misma estructura formal en- -ar, aplicada a una base nominal, aparece en el corpus el verbo ensillar en la forma del gerundio y del participio14. El valor semántico que actualiza es el de “poner la silla a los caballos”, uso que permanece en vigencia. El uso metafórico (o mejor, metonímico) que parece desprenderse del texto es el de “estar listo para salir”: (90) “...y que por estar ensyllando no le escribo.” (E.1ª, l.49, e.1, f.260) El verbo apurar, formado por la anexión del prefijo a- y del sufijo -ar sobre el adjetivo puro 15 . Si bien el DRAE registra numerosas acepciones para este verbo, muchas de las cuales se relacionan con el sentido originario del adjetivo, como “averiguar la verdad” o “purificar”, también registra la que usamos actualmente, con valor causativo “dar prisa”, con la posibilidad de pronominalización. (91) “...que me apura mucho...” (E.1ª, l.27, e.10, f.181) Es importante destacar la coexistencia de formas verbales corradicales construidas con y sin prefijo. Algunas de ellas presentan variaciones semánticas importantes como alistar “preparar” y listar “hacer o incluir en una lista o nómina” y coexisten en la sincronía de la lengua. Otras, ya señaladas en el DRAE como formas anticuadas, no parecen tener igual vitalidad, como acrecentar / crecentar, agradecer / gradecer, asegurar / segurar. (92) “...Nro Señor la vida e estado acreçiente por muchos años.” (E.1ª, l.9, e.2, f.124-125) (93) “...para alistar mis quentas...” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) (94) “...no dexare de mostrarme agradecida...” (E.1ª, l.146, e.7, f.69) (95) “...y aseguro a Vm que pasan de catorce mil pesos...” (E.1ª, l.95, e.2, f.40) 14 La forma del participio perfecto de ensillar, en su valor adjetivo, la analizaremos en el apartado dedicado a los adjetivos parasintéticos. 15 Es de destacar el hecho de que el sustantivo apuro se formó a partir del verbo apurar, por eso lo incluimos en las formaciones parasintéticas. 18 Como señala Serrano-Dolader (1999) resulta muy difícil la sistematización de estas construcciones, pues el español presenta múltiples opciones en el proceso de verbalización, por lo cual parece no encontrarse un parámetro que dé cuenta de las variaciones significativas o aspectuales de la presencia de estos dobletes en la lengua. Un caso particular de esta coexistencia es el de los verbos quejar / aquejar que, en el uso actual presentan diferentes acepciones. Mientras quejar o la forma pronominal quejarse actualiza el significado “manifestar dolor, pena o disconformidad”, aquejar se utiliza para referirse al “daño que una enfermedad produce en una persona”. En nuestros textos aparece aquejarse con el valor del actual quejarse: (96) “... no quiero q a falta de gente se pierda y vmd se aquexe de my...” (E.1ª, l.9, e.2, f.124-125) A partir del verbo ensillar que señalamos antes, se formó el adjetivo participial ensillado, con la estructura formal parasintética en- -ado, cuya significación nos remite a la forma verbal, pero cuya función es la de un adjetivo, dada la concordancia con el sustantivo y su posición en el sintagma: (97) “...por un cavallo ensillado y un freno q les pague a cada uno.” (E.1ª, l.9, e.2, f.148) El segundo caso de adjetivos participiales parasintéticos del corpus es el que deriva del verbo aparejar, forma que ya no está en vigencia en la lengua de Córdoba. El valor semántico de este verbo era similar al de “preparar”, y su formación se ha realizado siguiendo la estructura a- -ado, que junto a la que mencionamos antes, en- ado, son las más productivas en el español actual y, como vemos, lo eran en la época que nos ocupa. (98) “...yo le dixe que estava muy aparejado para darsela...” (E.1ª, l.9, e.2, f.146-147) Conclusiones Nos hemos ubicado en la morfología léxica o derivativa para abordar los procesos de nominalización, adjetivación y verbalización por sufijación y por parasíntesis en un corpus epistolar de Córdoba, escrito entre los siglos XVI y XVII, para contribuir a la caracterización del español hablado en Córdoba en la época de la Colonia. 19 Partimos de una definición de nominalización y circunscribimos su estudio al ámbito de la morfología léxica. Estudiamos la interfaz sintaxis-morfología y semánticamorfología de las nominalizaciones deverbales generadas por sufijación heterogénea. Los sintagmas nominales analizados presentan la característica señalada por Picallo (1999) de ser “construcciones similares a oraciones en lo que concierne a la conexión semántica existente entre el nombre derivado y sus complementos”16, es decir, que en las nominalizaciones deverbales podemos postular una herencia de la estructura argumental del verbo base. Iniciamos el análisis de la estructura argumental de los nominales que nos interesan dividiéndolos en dos grandes grupos: los que derivan de verbos transitivos, y los que derivan de verbos intransitivos. En cada construcción analizamos la estructura argumental desarrollada, es decir, el papel temático de cada complemento, la construcción sintáctica que adoptan los complementos en cada caso, y la interpretación global de la construcción como eventiva o resultativa. Entre las nominalizaciones de verbos transitivos consideramos las que proceden de los verbos informar, sacar, trocar, guardar, trasladar, deber, contar y pagar. Con la nominalización de informar, como con las de deber, contar y pagar, surgen construcciones cuya interpretación es resultativa, ya sea porque hacen referencia al producto obtenido de un proceso o al resultado del proceso. La estructura argumental es la heredada del verbo base con algunas características que merecen ser destacadas: a) el argumento interno directo de información está expreso y el de pedir está elidido, sobreentendido; b) cuenta presenta dos construcciones, en una se actualiza el rol de posesor, y en otra el de tema, lo mismo que ocurre con paga, que presenta en un caso el rol de tema, y en otro el de locativo. El verbo guardar presenta dos nominales diferentes: uno conforma una construcción eventiva, en la cual el argumento seleccionado cumple el rol de tema; el otro estructura una construcción resultativa, formando una nominalización de sujeto. 16 M. Carme Picallo (1999) Pág. 366. 20 Con las nominalizaciones de sacar y trocar la interpretación es ambigua, pues puede referirse tanto al proceso como al resultado de ese proceso. La única construcción pasiva presente en nuestro corpus incluye un nominal derivado de trasladar con interpretación eventiva. Entre los sintagmas de verbos intransitivos encontramos construcciones con salir (verbo de movimiento), gustar (verbo estativo) y costar (verbo de medida). Salida presenta en su estructura argumental un adjunto locativo encabezado por preposición y un agente que puede recuperarse por el contexto. Gusto selecciona dos argumentos: experimentante y causa, que se actualizan mediante diferentes estructuras sintácticas. Costa selecciona los roles de posesión y locativo. Todas las construcciones de verbos inacusativos tienen, en este corpus, interpretación resultativa. La sintaxis de los nominales deverbales no presenta en su uso durante los siglos XVIXVII diferencias particularmente notables con relación a usos actuales. Podemos señalar como característica específica la ausencia de determinante en contextos en los que actualmente se espera su aparición, rasgo que caracteriza a la lengua de los siglos mencionados. A partir de la clasificación de los adjetivos deverbales en activos y pasivos, analizamos las estructuras argumentales de que forman parte. A diferencia de los usos actuales, en el corpus no aparecen casos de adjetivos en -dor, el sufijo de mayor productividad actualmente. Encontramos variedad de sufijos adjetivadores: - -nte: genera adjetivos activos, que no presentan variaciones sustanciales respecto de usos actuales. - -(t)ivo y -ble: generan adjetivos deverbales que no desarrollan estructura argumental, calcando la estructura propia de aquellos adjetivos calificativos no derivados. - los adjetivos deverbales en -do admiten, en su mayoría, interpretación activa o pasiva, por lo cual es fundamental en estos casos el contexto de aparición. En los casos de interpretación pasiva, el sustantivo al cual modifican corresponde al argumento interno del verbo base; en los casos de interpretación activa, los sustantivos corresponden al argumento externo del verbo base. 21 - los adjetivos en -oso presentan, en algunos casos, una doble posibilidad de análisis: como denominales o como deverbales. En el caso de los deverbales presentan en su estructura argumental un complemento encabezado por de. - los adjetivos en -(t)o, derivados de participios irregulares, pueden conservar su valor participial, y en ese caso, son pasivos y su estructura argumental presenta un complemento encabezado por a; o haber perdido el valor participial, lexicalizándose, y en ese caso no desarrollan estructura argumental. La derivación de adjetivos a partir de verbos no presenta, ni en su morfología, ni en su uso durante los siglos XVI-XVII en Córdoba, diferencias particularmente notables con relación a usos actuales. Podemos señalar como características específicas el uso de tocante como adjetivo y la construcción regalada para presentes en el corpus analizado. En los textos que nos ocupan la derivación deverbal ofrece las siguientes características: - la mayor parte de los verbos derivados por sufijación pertenecen al grupo de derivación inmediata; - entre los sufijos anexados a bases mediante el empleo de interfijos, sólo aparece –ecer; - las bases que dan lugar a esta derivación heterogénea son, en su mayoría, de tipo nominal, aunque el origen remoto haya sido una construcción sintagmática; - conforman estructuras semejantes a las actuales; - el significado que actualizan sólo en algunos casos ha caído en desuso. Con respecto a la parasíntesis por afijación apreciamos que se trata de un procedimiento de formación de palabras con cierto grado de productividad en la lengua de Córdoba de los siglos XVI-XVII. La mayor cantidad de nuevas formaciones corresponden a la categoría verbal y siguen el esquema estructural a- -ar y en- -ar. Respecto de la categoría de las bases, hay un predominio de formas nominales y, con menor frecuencia de aparición encontramos bases adjetivas. 22 La coexistencia de formas verbales corradicales formadas con y sin prefijo nos permite afirmar que el procedimiento de parasíntesis actuaba con vitalidad, modificando esas formaciones heredadas de la Edad Media y, que, paulatinamente, habían caído en desuso, en favor de la forma parasintética. La formación de adjetivos parasintéticos queda restringida a los adjetivos participiales, y quedaría por discutir, y comprobar con mayor documentación, la posibilidad de que estos participios se hayan lexicalizado en la lengua como adjetivos, independientemente de la existencia o no del verbo corradical. Finalmente, destacamos que, pese a las diferencias que se han señalado en casos particulares, la formación de palabras por sufijación heterogénea no presenta en la época que analizamos diferencias marcadas respecto de los usos actuales. Si consideramos que la morfología, junto a la sintaxis, representa la matriz de una lengua, es decir, el conjunto de rasgos que señala la identidad de una lengua, podemos afirmar que la lengua actual de Córdoba ya estaba configurada alrededor del siglo XVII. Encontramos diferencias notorias en cuanto al léxico, pero en lo que atañe a las estructuras morfológicas analizadas y a las construcciones sintácticas de que aquellas forman parte, no detectamos diferencias considerables. Bibliografía citada ABAD, F. y A. GARCÍA BERRIO (1983) (coord.) Introducción a la lingüística. Madrid. Alhambra. BOSQUE, I. (1983) “La morfología.” En Abad, F. y A. García Berrio. BOSQUE, I. y V. Demonte (dir) (1999) Gramática descriptiva de la lengua española. (Vol. 3) Madrid. Espasa Calpe. DI TULLIO, A. (1997) Manual de gramática del español. Buenos Aires. Edicial. GRENÓN, P. S.J. (1923). Álbum de cartas coloniales. Córdoba. Talleres gráficos de la Penitenciaría. LANG, M. 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