Download Ucrania - CONFLICTOS EN EL MUNDO... Relaciones

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Conflictos en la frontera este de Europa
(Ucrania, Bielorrusia y Moldavia)
Josué Rosas Rodríguez
Edgar Alejandro Ruiz Garibay
Temas:
1. Introducción
2. Ucrania
2.1. Historia de Ucrania
2.2. Revolución Naranja
2.2.1. Características de de las ideologías políticas en Ucrania independiente:
2.2.2. Desarrollo del conflicto;
2.5. Conflicto de Crimea.
3. La república de Moldavia
3.1 historia de Moldavia.
3.2. Conflicto de Transnistria
3.2.1. Apoyo de la unión europea para la solución del conflicto.
4. Relaciones y conflictos entre Europa y Rusia sobre temas de energía.
4.1. Nivel de producción de energía de Rusia y sus principales importadores:
4.2. Nivel de dependencia de los países de Europa con Rusia en cuanto al petróleo.
4.3 Medidas de los países europeos para disminuir su vulnerabilidad energética.
4.4 Posible creación de un OPEP gasista.
4.5 Conflicto gasista de Ucrania y Rusia.
4.6 Conflicto gasista Bielorrusia y Rusia.
4.7 Soluciones alternativas de la UE para eliminar la vulnerabilidad de transito.
4.8 Posibles roces a futuro entre la EU y Rusia.
5. Migración de la frontera este de Europa:
5.1 Problemas de migración saliente de Ucrania:
INTRODUCCION
Ucrania, Bielorrusia y la R. Moldavia están situados en un cruce de importantes vías
internacionales de transporte y comercio. Precisamente por su posición geográfica se
incluyen en las principales rutas de las redes de inmigración ilegal y de tránsito de energía,
además son anfitriones de conflictos de frontera.
Como se recuerda, después del desplome de la Unión Soviética, la mayoría de los países
que lograron su independencia, acordaron la constitución de una Comunidad de
Estados Independientes (CEI) destinada a mantener cierta coordinación en materia
económica, política y militar. No obstante, a lo largo de la década de los 90, y sobre todo, a
comienzos del siglo XXI, se observa que los países de la antigua Unión Soviética registran
cada vez más diferencias entre sí. Algunos empiezan, incluso, a realizar cambios en la
estructura política, superando los autoritarismos y abriéndose paso hacia la
democracia, como el caso de Ucrania, que aspira a la integración europea. No ocurre lo
mismo con la R. Moldavia que sigue con un régimen populista, nostálgico de la época
soviética.
En cuanto a los conflictos generados en esta zona, más concretamente, son determinados
por el avance de la frontera OTAN y UE hacia el espacio exsoviético
Todos los conflictos o los estados de tensión que se pueden observar en la región tienen en
el fondo la misma causa, independientemente de que se trate de Transnistria, Chechenia,
Ucrania, todos los conflictos o las tensiones de la región representan resultado del
choque entre la frontera euroatlántica y la frontera rusa
UCRANIA
Historia
Los antecedentes del pueblo ucraniano podemos encontrarlos entre los siglos IX y XII d.C.
donde la mayor parte de Ucrania contemporánea pertenecía al “Rus de Kiev” que unía
varias alianzas de pueblos eslavos del este. La principal alianza era la de “rosos o
rusos”, (El primer jefe de esta dinastía fue Rjurik, de donde fue tomado el nombre de
“Rus” por sus cabellos rojos de vikingo) con la capital en Kiev. No fue nunca un estado
unitario, sino más bien una confederación de principados, gobernados por descendientes de
Rjurik, el primer príncipe varengo de Nóvogord.
La “Rus de Kiev” fue el primer estado eslavo oriental, extendiéndose desde el Mar Báltico
en el Norte, al Mar Negro en el Sur, desde los Cárpatos en el oeste a la cuenca del Volga en
el este.
La “Rus de Kiev” sería el origen de las tres naciones eslavas de Europa del este:
Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
En el siglo XII la “Rus de Kiev” se desintegró, separándose en el territorio actual de
Ucrania, en los principados de Kiev, Chernigov, Galich y Vladimir-Volinski y En el
siglo XIII se produjo la invasión tártara, por espacio de más de tres años los tártaros se
dedicaron al pillaje, incendiando ciudades, eliminando poblaciones.
La ruina de la “tierra rusa” favoreció un hecho determinante para la historia: el surgimiento
de una pequeña aldea, llamada Moscú, que llegó a convertirse en la capital de un gran
imperio. Moscú comenzó su ascenso en 1263, cuando pasó a depender del príncipe Daniel
Nesvskij, hijo del famoso príncipe de Novgorod, Aleksandr Nevskij.
Este se alió con el príncipe mongol el jan de Saraj, lo que posibilitó la extensión de su
estado.
Este hecho estuvo acompañado de otros factores: el considerable aumento de la población,
la privilegiada posición geográfica de Moscú, centro de la llanura rusa, la fertilidad de la
región; así como la proximidad del Moskova y de los principales ríos Oka, Volga, Don y
Necio.
En el ámbito político se consolidó su poderío con el matrimonio, celebrado el 12 de
noviembre de 1472, entre Iván III y la princesa Zoe, Sofía, última descendiente de la
casa de los Paleólogos. Este hecho provocó la idea en Iván III de ser el verdadero
heredero del Imperio bizantino, lo que le llevó a cambiarse el nombre de Gran Príncipe
por el de Zar -Cesar y Autócrata de Todas las Rusias.
Durante el reinado de Iván III la “Gran Rusia” cuadruplicó su territorio, que llegó
aproximadamente a 300.000 kilómetros cuadrados, con la anexión del principado de
Nóvgorod en 1478. En 1480 se liberó de la subordinación mongola, el poder de los
tártaros en franca decadencia no ofreció ninguna resistencia.
En el siglo XIV el Gran Principado de Lituania se anexó los territorios de Chernigov y
Novgorod-Severski, Podolia, Kiev y una gran parte de Volín. Los lituanos tras batir a los
tártaros en Podolia llegaron hasta el Mar Negro.
Pero en la parte sur de Ucrania y en Crimea surgió el Khanato, reino, de Crimea (de
población tártara), que empezó a invadir Galitzia y Podolia.
En el XV se formó el pueblo ucraniano, de los reinos unificados por el principado de
Lituania, con el nombre de “krai”, que significa frontera. Krai, designaba una zona que
funcionaba tanto al amparo del mundo eslavo-cristiano por una parte, como del turco o
tártaro musulmán de otra. En el siglo XVI se convertiría en campo de batalla entre los
polaco-lituanos por un lado, y los tártaros y turcos por otro, y en refugio de aventureros y
siervos huidos que pasaban a formar parte de los cosacos, que vivían libres sobre el
terreno, encontrándose aislada de los restantes pueblos rusos. Llegó a ser una especie de
territorio transfronterizo y salvaje, fue entonces cuando se acuñó su nombre Ucrania, de
manera más o menos despectiva, que significa “más allá de los límites”, tierra de todos,
tierra de nadie
En el siglo XVI los territorios ucranianos de Volín, Podolia del este, Kiev y parte de la
orilla izquierda del Dniéper, (los cuales eran terrenos anexados en siglo XV por el imperio
de Lituania) fueron incorporados a la “Rzecz Pospolita”, que era el gran imperio polaco, el
cual después de esta anexión llego a extenderse hacia el Mar Negro y por la parte oriental
se ponía en contacto con zonas fronterizas mal controladas por el Imperio Otomano.
Históricamente existieron estrechos lazos entre ucranianos y rusos, para luchar contra los
reinos feudales polacos y lituanos, así como contra los tártaros de Crimea.
En la primera mitad del siglo XVII se intensificó la lucha emancipadora de los cosacos
ucranianos contra Polonia y Lituania, La guerra del pueblo ucraniano, 1648-1654, finalizó
con la integración de Ucrania en el Imperio Ruso, que fue aprobada en la Rada (bahía),
asamblea, que reconocía la unidad mediante el “Tratado de Pereyaslav”, firmado en 1654.
En realidad, los cosacos creían simplemente reemplazar al rey de Polonia por el zar ruso,
sin embargo las tradiciones y los objetivos de los moscovitas eran otros, su concepción del
poder no reconocía las relaciones contractuales recíprocas entre el zar y los sujetos, sino
una subordinación unilateral, la anexión de Ucrania a Moscú suponía un conflicto entre
dos sistemas políticos antagónicos, la república cosaca no podía coexistir con la
autocracia, ni los fundamentos del derecho romano con el despotismo asiático
Tras la firma del Tratado de Pereyaslav surgieron las primeras notas representativas que
marcarían las relaciones entre Rusia y Ucrania: por un lado, Moscú fomentó la
pertenencia de los cosacos a la nación rusa y fortaleció la unidad entre ambos
territorios; por otro, los cosacos, intentaron desarrollar su cultura propia, la
autonomía política, y, en algunas situaciones, la defensa de su independencia.
Esta autonomía ucraniana dentro del Imperio Ruso, existió durante más de cien años, bajo
el sub-reinato del zar con su propio estilo político, militar, administrativo, jurídico, fiscal y
financiero, e incluso con una tarifa aduanera aplicada a la frontera entre Rusia y Ucrania
El Tratado de Pereyaslav supuso, además, un giro radical en la historia de estos países, que
marcaría las relaciones posteriores entre Rusia y Ucrania: cuando Moscú dirigía sus deseos
de la expansión de su influencia hacia Occidente, principalmente a los países de Europa del
Este; Kiev, se convirtió en la pieza clave para estas ansias expansionistas del Imperio Ruso,
y, más tarde, del Imperio Soviético.
En los documentos oficiales rusos Ucrania figuraba con el nombre de Malo Rossilla, la
Pequeña Rusia. En la segunda mitad del siglo XVIII, Ucrania del Sur se convirtió en uno de
los principales proveedores de trigo del Imperio Ruso. En 1783, el reino khanato de
Crimea, donde vivían los tártaros, fue anexionado a Rusia, después de los repartos de
Polonia entre Rusia, Prusia y Austria y en 1793-1795, se unió a Rusia el territorio de la
orilla derecha del Dniéper.
Ucrania conservó una autonomía dentro el Imperio Ruso hasta finales del siglo XVIII.
Esta autonomía tenía un carácter especial y diferenciado de otras nacionalidades, pues,
ciertamente, los destacamentos provisionales rusos eran considerados como “tropas
extranjeras”.
La liquidación de la autonomía ucraniana se realizó en dos etapas:
La primera comienza en 1764 con la abolición del gobierno ucraniano y la creación de un
gobierno general, donde las instituciones ucranianas fundamentales permanecieron
intocables en este estado, pero ellas fueron imperceptiblemente sustituidas por la burocracia
rusa, mientras que se sustituía a la elite cosaca y la nobleza.
La segunda, que empieza en 1782 comprende la liquidación de su sistema administrativo,
financiero, judicial, la destrucción de la autonomía residual de la Iglesia, la humillación de
los campesinos, la disolución de las tropas cosacas y la introducción del sistema de servicio
militar general en el imperio.
En 1796, la Ucrania situada en la orilla izquierda del Dniéper se convirtió en la Provincia
de “Malo Rosilla”-Pequeña Rusia-.
Ucrania participó en los movimientos revolucionarios que surgieron en el imperio ruso:
revueltas agrarias de 1902, huelgas obreras 1900-1903 y la revolución de 1905, que
permitieron el reforzamiento del movimiento nacionalista ucraniano.
Tras la caída del zarismo ruso en febrero de 1917, se estableció en Ucrania una dualidad de
poderes, entre los organismos del Gobierno Provisional de San Petersburgo y la Rada,
Consejo Central de Ucrania -Kiev-, creada en marzo de 1917 con apoyo de la burguesía y
de círculos nacionalistas, que condenó la toma del poder de los bolcheviques y en
noviembre proclamó la República Popular de Ucrania,
Esta republica constituyo un independiente y efímero Estado ucraniano -1918-1920-,
dirigido por Symon Petlioura. La Rada Central de Ucrania apoyó a las tropas austroalemanas que invadieron el país en la primavera de 1918, y crearon la Republica Popular de
Ucrania, antes mencionada.
Por su parte, los bolcheviques, que sólo estaban implantados en el Oeste y en el Sur,
crearon en Harkov, la República Soviética de Ucrania en diciembre de de 1917.
Hasta 1920, Ucrania fue campo de batalla de la guerra entre el poder soviético y sus
enemigos internos y externos.
En diciembre de 1922, Ucrania asistió al Primer Congreso de los Soviet de toda Rusia,
celebrado en Moscú, donde se aprobó el Tratado y la Declaración de Fundación de la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Por las cláusulas secretas del Tratado de no agresión firmado en 1939 entre Alemania y la
Unión Soviética, la Ucrania Occidental, que pertenecía a Checoslovaquia, Polonia y
Rumania, fue incorporada a la URSS ese mismo año.
Una cuestión importante en la análisis de las relaciones ruso-ucranianas lo constituye la
revisión de las acciones en lo que se refiere a la hambruna de la población ucraniana de los
años 1932-33 forzada por Stalin, lo que se conoce con el nombre del “Holodomor” -el
genocidio por el hambre en Ucrania
En el período de entreguerras, el gobierno soviético impulsó en Ucrania la industrialización
y la colectivización de la agricultura, utilizado este para someter a la sociedad ucraniana y
para reducir su nacionalismo, utilizo todos los medios necesarios, incluso los más
despóticos y mortíferos, para cumplir su objetivo.
En 1929 arrestó a miles de intelectuales ucranianos bajo falsos cargos, o bien los fusiló, o
bien los envió a campos de trabajo a Siberia. Se ha calculado que diez millones de personas
fueron desposeídas de sus tierras y pertenencias, siendo enviadas a Siberia en trenes de
mercancías sin calefacción, en estas condiciones pereció al menos un tercio de ellas.
En 1932, la mayoría de las explotaciones ucranianas habían sido colectivizadas a la fuerza,
Stalin ordenó un aumento de las cuotas de producción agrícola hasta que no quedo comida
para los ucranianos, la cosecha de trigo se vendió en el mercado mundial a precios por
debajo de lo estipulado.
Los archivos del Comité Central del partido comunista de Ucrania guardan documentación
sobre los llamados “trenes verdes”, que se llevaban todo lo que tenían los ucranianos para
el aprovisionamiento de Rusia en vísperas de las fiestas de Octubre. Incluso se apropiaron
de las semillas o el grano para plantar, se penalizó, se multó, se fusiló cualquier tipo de
comercio en las zonas rurales, por lo que no quedó nada
El aspecto característico de los niños era el de un esqueleto y con el abdomen hinchado. Se
cuenta que las madres abandonaban a sus hijos en los vagones de los trenes que iban a las
grandes ciudades con la esperanza de que alguien pudiera cuidar de ellos mejor.
Los ucranianos pasaron a comer hojas, perros, gatos, ratas, pájaros y ranas y cuando esto no
era suficiente, incluso pasaron al canibalismo. Se ha escrito que “el canibalismo era tan
común, que el gobierno imprimió carteles que decían: comer a tus propios hijos es un acto
de barbarismo”. En los momentos más crudos de la hambruna morían 25.000 personas cada
día en Ucrania, el recuento final se sitúa entre los siete y los diez millones de personas
La hambruna de 1932-1933 fue una acción premeditada” por la forma de proceder del
terror rojo, que la historia no ha reconocido aún, después de más 70 años, a pesar de haber
solicitado a la ONU su calificación como “genocidio” Solamente Canadá, Estados Unidos,
Argentina, Australia, países que cuentan con importantes diásporas de ucranianos, lo han
reconocido como tal genocidio.
Un evento importante de la historia a de Ucrania se dio el 16 de Julio de 1990 cuando el
Parlamento Ucraniano declaró la soberanía de la República Socialista Soviética de Ucrania.
Tras un complicado y conflictivo proceso en sus relaciones con Rusia,
Ucrania conquistaba su independencia de la URSS el 24 de Agosto de 1991, que fue
respaldada tras el referéndum celebrado el 1 de Diciembre de 1991 con el 92% de los
sufragios afirmativos emitidos por la población.
Para finales del 2004 sucede otro evento que significo un duro golpe sobre la influencia
política de Rusia en Ucrania, la entrada a la cabeza del gobierno Yuchenko, tras lidiar con
un fraude electoral y un emotivo y original apoyo de la población manifestado en la
llamada Revolución Naranja.
Después de esta conquista de la independencia de Ucrania las relaciones de Kiev y Moscú
no han estado ausentes de conflictos, debido a una serie de factores diversos políticos,
económicos y militares, que han actuado con un carácter de Interdependencia
Entre los motivos políticos destaca el elevado número de rusos residiendo en Ucrania. En
el último censo realizado por la URSS en 1989 había un total de 11.356.000 rusos
residiendo en Ucrania, lo que alcanzaba un porcentaje del 22,1% de la población total.
Para los motivos económicos se puede destacar la Economía centralizada y planificada
que generó fuertes dependencias económicas de unas regiones a otras, entre ellas sobresale
las energéticas (como se vera mas adelante) y en particular los hidrocarburos, el mejor
ejemplo fue la crisis de diciembre- enero de 2006 entre ambos países, por un reajuste en los
precios de los hidrocarburos que paga ucrania a Rusia
Revolución naranja.
Ucrania irrumpió con fuerza en el escenario internacional como consecuencia del fraude
electoral acontecido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas en
dicho país el 21 de noviembre de 2004, siendo protagonista por segunda vez de numerosas
portadas, noticias en prensa y televisión.
La primera vez tendría lugar el 26 de abril de 1986, cuando en la central de Chernobyl, 130
Km. al norte de Kiev, se produjo el más grave accidente nuclear de la historia, la explosión
de un reactor afectó a un área donde vivían 600.000 habitantes de los cuales hasta 1993
habían fallecido 7.000 a causa de las altas radiaciones recibidas y fueron evacuados
135.000.
La nube radiactiva de Chernobyl no sólo afectó a Ucrania y Rusia, también Bielorrusia,
Polonia y algunas regiones de Suecia y Finlandia, que fueron contaminadas seriamente. En
los años siguientes, investigadores extranjeros registraron en la zona afectada un aumento
de los casos de cáncer y otras enfermedades asociadas con la radiactividad
Características de de las ideologías políticas en Ucrania independiente:
Algunos autores definen a la elite en el poder en Ucrania, después de algunos años de
independencia, como una oligarquía que ha gobernado el país en lugar de los demócratas y
en su nombre, ha utilizado la democracia, las reformas del mercado, el renacimiento
nacional, etc. para ensuciar, irremediablemente, los valores e ideas democráticas.
Esta oligarquía en el poder ha, fomentando una posible vuelta de Ucrania bajo la
jurisdicción moscovita.
Los que optan por una democracia real en Ucrania se encuentran con obstáculos, como la
precariedad y la pobreza de los apoyos internacionales con los que puede contar Ucrania,
tanto desde el lado europeo como por parte de Estados Unidos, que temen provocar una
situación conflictiva con Moscú ante cualquier eventual y explícita ayuda internacional a
Kiev.
Un ejemplo del limitado apoyo internacional, es la negativa de ampliación europea a
Ucrania; los ministros de la UE han aprobado negociar un acuerdo reforzado de política de
vecindad con Ucrania en el 2007. Sin embargo, han rechazado las expectativas de este país
de incluir en dicho acuerdo una referencia expresa de futura adhesión de este país a la
Comunidad.
En el fondo de estas cuestiones se encuentra el eje de influencias de Rusia, la UE depende
del aprovisionamiento ruso, el 40% del gas y el 25% del petróleo. Casi el 80% del gas
ruso con destino a Europa pasa por Ucrania por lo que, Rusia no ve con buenos ojos
cualquier acercamiento de Kiev a la UE.
Europa no ha escuchado jamás a las víctimas ucranianas perseguidas durante siglos, (como
el genocidio en los 30`s) ni ha tenido en cuenta el deseo de libertad jamás apagado de los
supervivientes ucranianos. La respuesta a todas estas preguntas siempre es la misma, “qué
va pensar Moscú”.
Desarrollo del conflicto;
A finales de los años 50, a la muerte de Stalin, los ucranianos arrestados después de la
Segunda Guerra Mundial son liberados de los campos de concentración. Estos
supervivientes, denominados “bandidos nacionalistas ucranianos”, según la terminología
estalinista, han rechazado en muchas ocasiones ser humillados. En los años sesenta se
desarrolló en Ucrania un movimiento cultural contra la política de “rusificación”. Este
movimiento comprende todas las artes: el cine, el teatro, la pintura, la música la escultura,
la poesía y la novela. Paralelamente, surge un movimiento de lucha política, por el derecho
a la autodeterminación del pueblo ucraniano. Ambos movimientos son reprimidos
violentamente desde Moscú
En los años 80, la “inteligencia soviética” se radicaliza y reemprende su lucha contra
la autodeterminación, especialmente contra la ucraniana. El ejemplo más evidente es de
Yaroslav Tchornovil, periodista las arrestado en 1967 y condenado a tres años en un
campo de concentración, que nuevamente disfrutaría de una nueva pena en 1973 con 6 años
de deportación y 3 de exilio, después sufriría 5 años de encarcelación en 1980.
Este movimiento de contestación y búsqueda de autodeterminación se solidifica el 26
de Abril de 1986, cuando el reactor nº 4 de Chernobyl explota, esto conlleva a la unión
por rabia del pueblo.
Tras esta unión los intelectuales y la larga lucha de los separatistas nace el 7 de Mayo de
1986 el ROUKH (el Movimiento Popular Ucraniano por la Perestroika) este movimiento
fue posible gracias al espacio creado por la perestroika de Gorbachiev para la expresión de
los sentimientos nacionalistas y fue utilizado por los lideres ucranianos que buscaban la
independencia de la URRS y el paso a la democracia.
Después este movimiento se convirtió en un partido político el ROUKH, que seria el
representativo de los demócratas y participaría los comicios legislativos de 1990 (cuando se
proclamo la soberanía de Ucrania) con un amplio respaldo de la población.
Para 1990 Leonid Kravchuk, ex primer secretario del Partido Comunista de Ucrania, supo
convencer a los imperialistas-comunistas, a los nacionalitas-demócratas y sobre todo a la
sociedad, de que él era “lo menos malo” para ser presidente de la República, situándose
Kuchma como primer ministro. El resultado fue la conquista de la independencia de
Ucrania, pero al mismo tiempo la conservación en el poder del viejo régimen de la
nomenclatura
La colaboración entre nacionalistas y comunistas supuso una traición para Ucrania y una
alianza indirecta a Rusia, pues la independencia de Ucrania se encontraba amenazada, a la
vez, por el imperialismo ruso y por las elites ucranianas que, con el fin de proteger sus
intereses, aceptó reconocer la autonomía del país.
Las primeras elecciones presidenciales de la era postsoviética tuvieron lugar en junio y
julio de 1994, el ex primer ministro Leonid Kuchma derrotó al presidente saliente con
52% de los votos, tras lo que confirmó su intención de estrechar lazos con Rusia e ingresar
plenamente en la unión económica de la CEI.
En las elecciones parlamentarias de marzo de 1998, el Partido Comunista de Ucrania KPU- obtuvo 113 asientos (24.7%), conformándose, de hecho, una mayoría
parlamentaria de izquierda y centro izquierda. En la segunda vuelta de las elecciones
presidenciales, el 14 de diciembre de 1999, Kuchma, independiente, fue reelecto con el
56% de los votos, mientras que el candidato del KPU, Petro Symonenko, obtuvo el 38%.
Kuchma prometía continuar las reformas del mercado y las políticas pro- Occidente:
acercarse a Europa Oriental, a Estados Unidos y a la OTAN.
Symonenko, por su parte, basó su campaña en la necesidad de profundizar las relaciones
con Rusia.
Observadores internacionales afirmaron que las elecciones distaron mucho de ser libres y
limpias, la corrupción se manifestó en toda su plenitud en la campaña presidencial
particularmente cínica desarrollada en 1999.
El 26 de noviembre de 1999, coherente con sus promesas, Kuchma exhortó a la Unión
Europea a considerar a Ucrania para poder entrar a la comunidad, el 22 de marzo, de
acuerdo a las exigencias del Consejo Europeo, el presidente abolió la pena de muerte.
El 16 de abril, el 90% de la población apoyó, por referéndum, las iniciativas
reformistas y aliancistas de Kuchma, quien ahora podría disolver el parlamento si no
obtenía las mayorías esperadas. Tras la desaparición de un periodista que crítico al
régimen, políticos opositores denunciaron la existencia de una grabación que contenía
como el presidente Kuchma discutía con oficiales de seguridad, previo a la desaparición del
periodista.
En febrero de 2001 se sucedieron las manifestaciones populares de la oposición que
solicitaba la renuncia de Kuschma, el hallazgo del cadáver decapitado del periodista
paralizó el acercamiento de Ucrania a Occidente. Las manifestaciones contra Kuschma
continuaron y se volvieron masivas.
En la víspera de las elecciones parlamentarias de marzo de 2002, fue hallado muerto, con
nueve disparos por la espalda, el vicegobernador de una ciudad del oeste del país,
miembro del Partido Socialdemócrata. La campaña electoral para el legislativo había estado
marcada por presiones a la prensa, fraude y cruce de acusaciones entre el poder y la
oposición. El bloque “Nuestra Ucrania” obtuvo la victoria con el 23,6%, seguido por los
comunistas, con el 20%. Los oficialistas de “Por una Ucrania Unida” se colocaron en tercer
lugar con el 11,8 % de los sufragios.
La oposición liberal acusó a las autoridades ucranianas de fraude electoral. Yushchenko,
líder de “Nuestra Ucrania”, anunció que impugnaría los resultados de varias
circunscripciones y aseguró que le habían robado hasta un 12% de los votos.
En diciembre, la corte Constitucional determinó que Kuchma podía presentarse como
candidato por tercera vez en las elecciones programadas para noviembre de 2004. Según la
Constitución de 1996 el presidente podría detentar el cargo por dos períodos, pero la corte
determinó que el primer mandato de Kuchma de 1994 no contó como tal.
Kuchma desestimó la posibilidad de presentarse nuevamente como candidato debido
a que la oposición lo acusó de querer "adherirse" al poder, por lo que decidió que
Yanukovych seria el mejor candidato, la decisión de Kuchma fue estratégica ya que eligió a
Yanukovych porque este seria fácil de manejar, cuando llegara al poder, pues podía haber
elegido a cualquier otro o el mismo, al final de cuentas el partido comunista iba a manipular
las elecciones.
El candidato opositor de la coalición la fuerza del pueblo, donde se encontraba yulya
Timoshenko, fue Viktor Yushchenko, con un perfil más democrático, más inclinado por
un acercamiento a la política de la UE y los Estados Unidos, que a la esfera de influencia de
Rusia, lo que permite tener un grado mayor de optimismo sobre la clase dirigente de
Ucrania.
Desde su postulación Yushchenko, enfrento serios problemas, el 12 de agosto, en un
vehículo que manejaba el candidato y que encabezaba su comitiva electoral en una
carretera al norte de Crimea fue repentinamente obstaculizado por un camión de carga,
Yushchenko al querer rebasarlo, el conductor del camión intentó echarlo por tres
ocasiones fuera de la carretera., el chofer fue liberado por la policía al día siguiente.
El 6 de septiembre Yuschenko empezó a sentirse mal y un primer chequeo médico le
diagnosticó una simple gripe, su malestar fue agravándose y el 10 de septiembre ingresó
secretamente en un hospital en Viena, donde le sometieron a análisis exhaustivos que
arrojaron unos inquietantes resultados: Yushchenko presentaba un cuadro agudo de
pancreatitis, ulceración estomacal y proctocolitis (inflamación del colon y el recto), que
podía estar causado tanto por una infección viral como por sustancias químicas
normalmente no presentes en los alimentos..
Estos hechos fueron revelados al público el 17 de septiembre por el director de campaña del
candidato, Oleksandr Zinchenko, quien sugirió un posible envenenamiento de su jefe, al
que "alguien" habría "intentado impedir" que participara en las elecciones.
En efecto, el 18 de septiembre Yushchenko retornó de Viena y ese mismo día presidió un
mitin en Kíev, La gente se percató del aspecto de su rostro, que fue empeorando de manera
alarmante en las semanas siguientes, hasta el punto de dejarle irreconocible.
Ahora, su aspecto se asemejaba al de un hombre viejo que había padecido la viruela.
El 1 de octubre El candidato se reincorporó a la campaña conectado a un catéter que le
suministraba potentes analgésicos a la altura de la columna dorsal. El equipo del candidato
insistió en la teoría del envenenamiento, seguramente intencionado y con trasfondo
político, pero no aportó pruebas.
El 24 de noviembre de 2004 la Comisión Central Electoral de Ucrania declaró a Víktor
Yanukovych, como ganador oficial de las polémicas elecciones presidenciales. Según la
comisión, el candidato pro-ruso Yanukovych obtuvo el 49,61% de los votos, mientras que
su opositor liberal Víktor Yuschenko consiguió el 46,61%. Algunos miembros del
parlamento y la oposición no reconocieron estos resultados, iniciándose una resistencia
pacífica en la capital, Kiev, específicamente en la plaza de la independencia, en lo que se ha
denominado “la Revolución Naranja”.
También la mayoría de los observadores internacionales, incluidos los designados por la
Organización para la Cooperación y la Seguridad Europea y por EEUU, reconocieron
irregularidades en el proceso electoral.
El 2 de diciembre de 2004, el Parlamento se pronunció con un voto de retiro de la
confianza al premier Yanukovych. Ese mismo día, Kuchma, se reunió en las afueras de
Moscú con Putin, para discutir la “crisis política” que se desató a consecuencia de las
controvertidas elecciones de noviembre. Kuchma, propuso iniciar todo un nuevo proceso
electoral; mientras tanto, la Corte Suprema evaluaría las denuncias de fraude electoral que
presentó la oposición.
El 3 de diciembre, la Corte Suprema declaró inválidos los resultados de la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales. Tras cinco días de deliberación, los 21
miembros del máximo tribunal ucraniano recomendaron repetir una segunda ronda el 26
de diciembre, con la participación de los mismos candidatos.
La Corte emitió el fallo basándose en los 11 mil cargos presentados por la oposición
sobre un posible fraude electoral. Miles de simpatizantes de la oposición congregados
en las calles de Kiev celebraron la decisión
El 20 de enero de 2005, la Corte Suprema de Ucrania confirmó a Viktor Yushchenko como
ganador de la disputada elección presidencial. Yushchenko tomó finalmente juramento
como nuevo presidente de Ucrania el 23 de enero después de varias semanas de confusión
política. El presidente ruso Vladimir Putin, quien había apoyado a Yanukovych, felicitó a
Yushchenko por su victoria y declaró que el desarrollo de relaciones amistosas e iguales
con Ucrania era una de las prioridades de Rusia. En febrero de 2005, el Parlamento, por
amplia mayoría, confirmó a Yulia Tymoshenko como primera ministra. Tymoshenko, una
aliada de Yushchenko, era una de las más radicales reformistas y promovería la lucha
contra la corrupción, su programa de gobierno tenía como objetivo preparar el camino para
la integración de Ucrania a la UE y a la OTAN.
Yulia Tymoshenko
Un nuevo hecho político tendría lugar en septiembre de 2005, que rompería la
estabilidad política establecida tras la Revolución Naranja, la disolución del gabinete
de Julia Timoshenko, y la destitución en favor de Yurii Yekhanurov
Yuschenko se ganó en la primera ministra saliente un fuerte adversario político. Por su
parte, Timoshenko manifestó que, al destituirla, Yuschenko de hecho había destruido la
alianza política de ellos y el futuro del país.
Sustentándose en que ella era demasiado radical además de que había generado un
gran descontento por la subida de impuestos de los precios de los hidrocarburos ,
además de las acusaciones de corrupción a su gobierno, por la empresarios de
gazprom de Rusia y otros de Ucrania.
Las elecciones legislativas celebradas en Marzo de 2006 no otorgaron la mayoría
parlamentaria a ninguno de los partidos en liza. El abandono del partido socialista de la
coalición que accedió al poder tras el triunfo de la Revolución Naranja ha llevado al
presidente Yushenko a nombrar como primer ministro a Yanukovik, su rival político en las
elecciones presidenciales de 2004, una vez agotado el plazo de cuatro meses para formar
gobierno o convocar nuevas elecciones en Ucrania. Pero ahora por decreto oficial el primer
ministro tendría mas poder que el presidente.
Este hecho, sin duda, destrozo las ilusiones de muchos ucranianos forjadas desde la
Revolución Naranja de 2004.
Rompimiento de Yuschenko y Timoshenko.
Conflicto de Crimea.
Un país dividido entre una parte occidental, que había pertenecido anteriormente al
principado polaco-lituano, ucranófona, nacionalista, católica, pro europea, que aspiraba a su
integración en las instituciones y los países europeos, así como reclamaban el apoyo de los
países occidentales y de USA; y una parte oriental, durante mucho tiempo integrada en el
Imperio Ruso, rusófona, nostálgica de la URSS, ortodoxa y pro-rusa, que recordaba su
pasado reciente en la órbita soviética
El polo occidental, de religión católica, conservador de su lengua y de la idea de identidad
ucraniana; el segundo, oriental, de mayoría ortodoxa, profundamente “rusificado”, sino
ruso. Entre los dos se halla una zona que tiene un sentimiento ambivalente “sino
ucraniano”, tampoco ruso, auque siempre rusificado, atraído por los dos lados, pero incapaz
de decidirse.
Los estudios sociológicos muestran que, aproximadamente, un cuarto de la población se
encuentra a favor de Ucrania “ucraniana” y de los valores europeos correspondientes. Una
tercera parte sostiene a Ucrania “soviética”, así como las orientaciones y valores
consecuentes. El resto, casi la mitad de la población, es una población no determinada, que
se encuentra manipulada por el “partido en el poder”.
Desarrollo del conflicto:
La península de Crimea que durante los siglos fue incorporada a Rusia en 1783, debe
destacarse el valor estratégico por su salida al Mediterráneo a través del Mar Negro, en la
que se había establecido una potente marina de guerra con base en Sebastopol, así como el
valor simbólico de esta península relacionado con el importante papel desarrollado en las
dos guerras mundiales.
En 1921 fue constituida como república autónoma dentro de la Federación Rusa, estatuto
que cambiaría Stalin en 1945, acusando a los tártaros de colaboracionismo con los
alemanes.
Estos tártaros antiguos pobladores de la península de Crimea (como se menciono antes)
fueron deportados en masa a Siberia y a Uzbekistán, siendo ocupadas las tierras
abandonadas por otros pueblos llegados de Rusia y la Región del Volga. Los tártaros
deportados sufrieron unas durísimas condiciones, que provocaron la muerte del 46%
de la población.
Stalin la trasformó en una región administrativa dentro de la Federación Rusa y en 1954 por
iniciativa de Kruchev (encargado del gobierno en Ucrania) fue incorporada a Ucrania con
el estatuto de región administrativa. Esta cesión se fundamentaba en razones económicas,
geográficas y políticas.
Entre las razones económicas usadas por Kruschev destaca la fuerte dependencia de la
economía de Crimea a Ucrania, mientras que en las geográficas, por ser una prolongación
natural de Ucrania y las políticas, la transferencia mejoraría las relaciones entre Rusia y
Ucrania, pues en este momento se estaba celebrando los 300 años del tratado de
Pereyaslav.
Tras la proclamación de independencia de la Federación Rusa, el 12 de Junio de 1990, y de
Ucrania, el 16 de Julio de dicho año, los presidentes de los Soviets Supremos de ambas
repúblicas, Yeltsin y Kravchouk, firmaron un acuerdo el 19 de Noviembre por el que se
constataba el reconocimiento de ambos estados soberanos, así como la integridad y la
inviabilidad de las fronteras.
Estos acuerdos fueron cuestionados por el presidente Yeltsin y el Parlamento Ruso tras la
independencia de Ucrania, alegando que la salida de la URSS llevaría a la modificación de
las fronteras, particularmente en aquellas regiones pobladas mayoritariamente por rusos,
como Kazajstán y Ucrania, era una clara referencia a Crimea poblada por mayoría rusa.
El tono más elevado de la tensión se produjo cuando el Parlamento Ruso decidió revisar el
acuerdo sobre la legitimidad y la constitucionalidad de la cesión a Ucrania de la península
de Crimea, alegando que era válido mientras que Ucrania permaneciera en la Unión
Soviética. Paralelamente, se había desarrollado un movimiento secesionista en esta
península, apoyado por el Partido Comunista.
El Parlamento Ruso adopto una resolución el 21 de mayo de 1992 que declaraba sin valor
jurídico la cesión de Crimea de 1954, argumentando que se había producido en violación de
las leyes y procedimientos legislativos de la Federación Rusa vigentes en ese momento. El
propio Consejo de la Comunidad Europea tuvo que recordar en su reunión de Lisboa,
celebrada los días 26 y 27 de junio de 1992, el principio de inviolabilidad de las
fronteras, recordando que las fronteras sólo podían ser modificadas de forma pacífica
y de acuerdo con una serie de compromisos internacionales como la Carta de las
Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki o la Carta de Paris para una nueva
Europa.
El 5 de mayo de 1992 Crimea declaró su independencia, adoptó una constitución y
convocó un referéndum. Estas decisiones fueron rechazadas por el Parlamento Ucraniano
que destacó la inconstitucionalidad de estas medidas y exigió su revocación. Crimea cedió a
las exigencias de Ucrania y anuló la declaración de independencia, renunció a la
organización de un referéndum, así como revisó la constitución separatista adaptándola a la
Constitución de Ucrania. Un nuevo acuerdo fue firmado por ambos países en Dagomys, 23
de Junio de 1992, que testificaban su voluntad de mantener relaciones de cooperación y
amistad, el acuerdo firmado, nuevamente, quedaría sin efecto al no cumplir lo pactado.
Las tensas relaciones entre Rusia y Ucrania no cesaron hasta que en 1997 ambos firmarían
, nuevamente, un tratado de Amistad y Cooperación, que admitía la inviolabilidad de las
fronteras, así como la pertenencia de Crimea a Ucrania.
Entre las causas que originaron la evolución de este conflicto pueden ser señaladas: la
división del movimiento nacionalista crimeano, la fuerte crisis económica de la
península; o bien la llegada a la presidencia de la República de Kuchma, más
orientado a posiciones pro-rusas que su antecesor.
Las relaciones ruso-ucranianas serían también tensas en la resolución del estatuto de
la ciudad de Sebastopol y el reparto de la flota en el Mar Negro, que permanecía
fondeada en dicho puerto desde la disolución de la URSS.
Ucrania reclamaba que sólo la parte de la flota que portaba armas nucleares estratégicas le
correspondía a la CEI, mientras que el resto era competencia de Ucrania. Por su parte, la
Federación Rusa objetaba que dichas reclamaciones infringían los acuerdos fundacionales
de la CEI, en los que se insertaba la marina como fuerza estratégica, lo que imposibilitaba
la nacionalización de la flota o de sus partes.
Este conflicto también alcanzaría puntos de máxima tensión entre ambos países , sin
llegar al conflicto armado, pero marcaría la distancia de las relaciones diplomáticas entre
ambos países, en las que Ucrania partía de una situación desventajosa al ser muy
dependiente de Rusia por sus suministros energéticos, especialmente los hidrocarburos,
dada la integración de su economía en el espacio postsoviético, a lo que había de sumar la
creciente deuda externa. Finalmente, tras la adopción de varios acuerdos que quedaron sin
efecto, se alcanzó un nuevo pacto ente ambos presidentes, el 29 de Mayo de 1997 que
marcaría las relaciones bilaterales entre dichos países en relación con la ciudad de
Sebastopol, el reparto de la marina de guerra, fijado en el 15 al 20 % de la flota total, así
como la obligación de la Federación Rusa a pagar a Ucrania cien millones de dolores
durante veinte años, en concepto de alquiler del puerto de Sebastopol para el
establecimiento de la base de la marina de guerra.
LA REPÚBLICA DE MOLDAVIA
Historia.
Desde 1991, la República de Moldavia que es un país sin salida al mar que limita con
Rumania y Ucrania, ha estado buscando una identidad, apartándose del legado
ruso-soviético de medio siglo, pero sin adoptar su herencia rumana. (A la cual pertenecía
hasta fínales de la segunda guerra mundial cuando fue cedido a Rusia)
El setenta por ciento de la población moldava es de etnia rumana, mientras que grandes
minorías rusas y ucranianas representan el diez por ciento del total, respectivamente.
El territorio de Moldova, tan grande como Bélgica y con una población de 4,3 millones,
está concretamente dividido en dos partes, confirmando también en el terreno esta
condición bipolar; del otro lado del río Dniéster, (Nistru en rumano), existe la República
Pridnestrovskaya de Moldova [en Occidente llamada Transnistria].
En el periodo soviético Moldova era el principal abastecedor de la Unión de vino y coñac,
todavía en 1996, en Moscú se intercambiaba vino moldavo por gas ruso. Aún hoy los tintos
de Cricova, Purcari o Romanesti, que se pueden encontrar en las rutilantes vinerías de
Chisinau, tienen una distinguida calidad pero no son tan preciados como para poder
penetrar en los mercados occidentales.
Uno de los problemas más críticos de la republica de Moldava es la extrema dependencia
del extranjero en importantes ámbitos: el país debe importar prácticamente todos los
recursos naturales y las materias primas y especialmente la energía, además Rusia
sigue siendo su único proveedor de gas, y sólo en este sector la deuda de Moldova llego a
alcanzaren el 2001 los 300 millones de dólares.
Por lo que Rumania representa en la actualidad para Moldova la única posibilidad concreta
de diversificar sus abastecimientos energéticos.
A razón de los fuertes vínculos históricos que unen Moldova y Rumania, los dos países
firmaron un acuerdo de colaboración. Una cláusula prevé la posibilidad para los moldavos
de obtener la ciudadanía rumana y consecuentemente
el pasaporte demostrando el nacimiento de padres o
abuelos en territorio rumano; el cual es el caso de la
mayoría de la población.
Conflicto de Transnistria
Tiene poco más de 4.000 kilómetros y en él viven
unos 550.000 habitantes transnistrios, Su nombre
oficial en ruso es Pridnestrovie, o Pridnestrovskaya Moldavskaya Republika, (República
Moldava de Transnistria) la capital es Tiraspol, ciudad de unos 150.000 habitantes, la
principal institución de Transnistria es el Soviet Supremo, lo que la convierte en la única
República Soviética superviviente tras la caída de la URSS en 1991.
El 2 de septiembre de 1990, un año antes de la independencia moldava se llevo a cabo
declaración unilateral de independencia por parte de mandos soviéticos opuestos a la
Perestroika en Transnistria; (se proclama la República Socialista Soviética Moldava de
Transnistria). La declaración no tuvo ningún efecto inmediato, pero ni la Unión Soviética
(que se desintegraría un año más tarde), ni Moldavia, ni ningún otro país hicieron ningún
movimiento, por lo que las fuerzas separatistas, ejerciendo una fortísima presión sobre la
minoría rumana, fueron tomando lentamente el control del país
Moldavia proclamó su independencia en 1991, pero, carente por completo de cualquier
ejército o fuerzas armadas, no pudo realizar ningún tipo de movimiento para recuperar el
control de Transnistria.
En marzo de 1992, las fuerzas armadas de Moldavia invadieron Transnistria para recuperar
el control de la región, pero se encontraron con el ejército de Transnistria, formado
fundamentalmente por soldados soviéticos del 14º ejército ruso, que se había quedado en el
territorio tras su separación en 1990 (comandados por el general Ruso Lebed que fue
enviado por Moscú para solucionar el conflicto en 1992) además de que Transnistria
poseía armamento ruso: que eran armas y municiones que quedaron en Transnistria
después el derrumbe del Imperio Soviético, las cuales hacían mas de 41.000 toneladas;
adicionalmente según los acuerdos estipulados en el momento de la disolución de la URSS,
pertenecen al país en que se encontraban en ese momento; por lo que Rusia y Moldova
firmaron más de un documento para su traslado, pero todos los acuerdos cayeron.
Valeriy Litzkay Secretario de Estado de Transnistria dijo que: “Rusia puede decidir lo que
quiera sobre los soldados, pero para los armamentos es diferente. Exigimos una
compensación económica. Si pagan, pueden llevárselos mañana mismo: firmamos un
protocolo con Rusia y el 50% del valor es nuestro.” Valor que suma 300 millones de
dólares.
La guerra concluyó en julio de 1992, cuando el Presidente Yeltsin negoció un acuerdo de
paz entre las dos partes, este acuerdo puso fin a la lucha pero aseguró que la región
separada permaneciera fuera del control efectivo de Chisinau y desde entonces, existe una
paz incierta.
El conflicto nunca llego a ser una guerra abierta, sino más bien una sucesión de
escaramuzas localizadas en tres puntos distintos del país, el ejército ruso permaneció
desplegado por el territorio transnistrio como fuerza de paz, algo que es considerado por las
autoridades moldavas como una ocupación ilegal, esta guerra civil provocó, según las
cifras oficiales, algo más de millar y medio de muertos entre soldados y civiles moldavos, y
combatientes transnistrios y rusos.
Aunque de facto el país proclamó su independencia hace más de 18 años, ni un solo país
del mundo ha reconocido a Transnistria, y tanto la ONU como todos los organismos
internacionales reconocen a Transnistria como parte de Moldavia; las únicas entidades
que reconocen a Transnistria como régimen legítimo son Nagorno-Karabaj, Osetia del Sur
y Abjasia, otros tres países no reconocidos.
Es por ello que Transnistria oficialmente, no existe, hasta tal punto está rechazado por la
comunidad internacional que los miembros del Soviet Supremo del país, no se les permita
la entrada en la Unión Europea, incluido el presidente, Igor Smirnov; pero aun así es un
estado independiente, con sus propias leyes, moneda e instituciones.
La moneda oficial es el Rublo de Transnistria, que, obviamente, carece de cualquier tipo de
cambio oficial más allá del que marquen las autoridades locales, y no es convertible en
ningún otro lugar del mundo más que en la pequeña república. Además cualquier
documento de identificación local es unánimemente rechazado fuera de las fronteras del
país, lo que ha provocado que 400.000 residentes en Transnistria se hagan con el pasaporte
moldavo, según las autoridades de Chisinau.
Transnistria tiene un aparato de propaganda en Internet muy bien montado. Desde el
periódico en inglés de la capital, el Tiraspol Times (la mitad de cuyas noticias están
dedicadas a proclamar a los cuatro vientos lo feos, gordos, corruptos e infelices que son los
moldavos) hasta la web oficial del país, pasando por la de la oficina de turismo, toda la
información que produce el régimen separatista destaca lo maravilloso del lugar,
especialmente comparado con Moldavia
Pero la verdad es otra, en realidad es un lugar habitable, pero corrupto, pobre y bananero,
además de infectado con la clásica paranoia comunista; Transnistria es un centro
internacional de tráfico de armas, y las pocas fábricas que hay en Tiraspol se dedican a
la manufactura de éstas. Las libertades civiles básicas están en entredicho (el presidente
Smirnov fue reelegido en 2006 con más de un 80% de los votos), y la minoría que habla el
idioma rumano se ha visto acosada a lo largo de este siglo con clausuras de escuelas que
enseñan en rumano y otras medidas de persecución.
Las condiciones de vida son extremadamente difíciles, por lo menos para la gente común:
(Estamos ya en el plan de trabajar como pasatiempo), cuenta irónicamente una
profesora de la universidad local de Transnistria que domina diez idiomas en una entrevista
en el 2002. Y dice: “Como nos pagan con retraso de cuatro meses, tenemos por fuerza que
hacer alguna otra cosa para sobrevivir y los sueldos, cuando se pagan, son de hambre: entre
los 20 y 50 dólares, Como si no fuera suficiente, la moneda local, el rublo de Transnistria,
alcanzó límites de inflación elevadísimos, En las oficinas de cambio sembradas por todos
lados, por cada dólar se recibe un cúmulo de rublos: que son más de 4 millones, y con el
problema práctico de que el billete más alto es de sólo 500.000 (lo que vale un pasaje en
minibús)por lo que en estas condiciones, de todas formas los salarios no podrían ser más
altos, para no obligar a la gente a tener que andar con bolsas de dinero.
Apoyo de la unión europea para la solución del conflicto.
Recientemente la UE empezó a prestar más atención a Moldavia y su conflicto ‘congelado’
que ahora representan una seria amenaza en su frontera (con la adhesión de Rumania)
Entre 2002-2006 se diseñaron varias iniciativas importantes para la resolución del conflicto,
auspiciadas por la OSCE, en el 2003, la presidencia holandesa de la OSCE, 2004 Bulgaria,
2005 Eslovenia, 2006 Bélgica y 2007 España, respectivamente, brindaron esfuerzos hacia
la resolución del conflicto, no obstante, a finales de cada año todos estos esfuerzos se
vieron frustrados por la negativa rusa de acordar una declaración común.
Cuando Bruselas diseñó la Política Europea de Vecindad (PEV), en 2006 Moldavia era un
participante importante, dado que pronto tendría una frontera directa con Europa y no tenía
ninguna posibilidad clara de convertirse en miembro. La UE finalmente estableció una
Delegación de la Comisión Europea en Chisinau y nombró un representante especial
del Consejo Europeo en Moldavia para centrarse en el
Conflicto transnistrio.
Cuando el Gobierno comunista de Moldavia que asumió el poder en 2001 se pronunciaba
ante las políticas rusas, los comunistas, bajo el mando del Presidente Vladimir Voronin,
(actual presidente de Moldavia) esperaban que el Kremlin brindara su apoyo a una
resolución del conflicto de Transnistria después que el Gobierno adoptara una posición prorusa en política exterior. Pero Rusia prefirió el status quo, lo que conllevó a que el
Gobierno de Moldavia gradualmente girara hacia Occidente.
Cuando Moldavia se volvió hacia Occidente, Chisinau retiró su apoyo a una federalización
(entre los 2 países) y respaldó la iniciativa creada por la sociedad civil moldava llamada
Estrategia 3D, diseñada para ser implementada en tres fases: desmilitarizar,
descriminalizar y democratizar Transnistria y reintegrar poco a poco el país en Moldavia.
Las dos primeras fases del plan se refieren al resto de tropas rusas en Transnistria que
necesitan ser retiradas, y el Gobierno de Tiraspol que eventualmente necesitará ser
reemplazado. La tercera fase, democratización, es un proceso necesario no sólo en
Transnistria sino en Moldavia en general. Actualmente, no hay muchos incentivos políticos,
económicos o sociales para que Transnistria se reunifique con el resto del país; se dice que
una Moldavia próspera y democrática sería más atractiva y un mayor incentivo para
los transnistrios.
Sin embargo, recientemente el interés occidental en la pequeña y pobre Moldavia y su
conflicto transnistrio parece haber disminuido y estas instituciones occidentales han perdido
su interés por dos razones:
En primer lugar:
La frialdad europea se debe a la falta de un compromiso serio por parte del Gobierno de
Moldavia en emprender una reforma democrática significativa. La decisión de la UE de
incluir el país en la PEV no ha sido retribuida por el Gobierno de Moldavia con una
consolidación democrática.
En diciembre de 2006, la UE se comprometió en doblar la ayuda financiera a Moldavia
durante los próximos cuatro años 254 millones de euros a través de la PEV. Mientras que
parte de los fondos serán destinados al alivio de la deuda de gas con Rusia, una gran parte
irá dirigida a la reforma institucional y judicial, debido a que la UE ha expresado
frustración por la falta de progreso en esas áreas.
En segundo lugar:
Existe una creciente impaciencia debido a la falta de avances en relación a la resolución del
conflicto transnistrio.
A la vez, Rusia está reestableciendo su control sobre Moldavia y ha aumentado su apoyo a
Transnistria, ya que a finales de 2006, las relaciones entre Moscú y Chisinau volvían a
estrecharse, durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CES) en
Minsk, Voronin y Putin acordaron en poner fin al embargo del vino moldavo y, a cambio,
Chisinau apoyaría la candidatura de Moscú a la Organización Mundial del Comercio
(OMC). Asimismo, acordaron un nuevo contrato de gas con Gazprom que incrementó los
precios de 160 a 170 dólares por 1.000 metros cúbicos en 2007, y que eventualmente subirá
a los precios europeos de 250 dólares en 2011. Voronin ha afirmado que todavía considera
Rusia como aliado estratégico preferente de Moldavia.
Las repentinas relaciones amistosas entre Rusia y Moldavia han despertado sospechas
de que Moldavia esté de hecho vendiendo Transnistria a Rusia. Tras cortejar
Occidente, Chisinau ahora parece estar volviendo lentamente a los brazos del
Kremlin.
RELACIONES Y CONFLICTOS ENTRE EUROPA Y
RUSIA SOBRE TEMAS DE ENERGÍA.
Los tres aspectos más esenciales necesarios de analizar para entender el problema de la
vulnerabilidad energética de la unión europea y los conflictos que se generan por este tema
entre todos los actores, principalmente en la frontera del este de Europa, (que es por
donde se da el transito del mayor porcentaje de los hidrocarburos que llegan a Europa) son
los siguientes: el nivel de producción de energía de Rusia, la posibilidad de creación de un
cartel gasista y la importancia de los países intermedios o países de tránsito de energía que
separan a la unión europea y a Rusia.(Ucrania y Bielorrusia)
El sostenimiento del crecimiento económico en la UE requiere un abastecimiento
continuo y creciente de energía. Sin embargo, esta zona geopolítica no dispone de unas
fuentes propias. Uno de los principales suministradores de energía de la UE es Rusia, que
cubre una parte considerable de sus importaciones. Por este motivo, existe cada vez más
debate en torno a la vulnerabilidad energética de la UE respecto a Rusia.
En la actualidad Europa presenta una carencia de fuentes de energía autónomas, que la sitúa
en una posición de dependencia energética que, con frecuencia, conduce a una
vulnerabilidad en este ámbito. Una de las zonas de aprovisionamiento de energía de Europa
ha sido tradicionalmente la Unión Soviética, cuyo papel ha sido heredado, incluso de
manera creciente, por Rusia.
Sin embargo, aún asumiendo que existe tal vulnerabilidad, ésta se matiza al menos por dos
factores. En primer lugar, Rusia no limita con Europa, sino que entre ambas zonas
geográficas se encuentra parte del espacio postsoviético (Bielorrusia y Ucrania) que
condiciona la llegada de los flujos energéticos a Europa y, por tanto, influye sobre su
vulnerabilidad en este ámbito
En segundo lugar, existen ciertas fuentes de energía en otras zonas del espacio
postsoviético, como las riquezas de hidrocarburos en el Mar Caspio y en Asia Central
(Kazajstán y Turkmenistán), que pueden llegar a Europa. Estas áreas podrían diversificar
las fuentes de abastecimiento, con lo que se reduciría la dependencia energética europea
de Rusia.
Pero parte de estos recursos se podrían canalizar a través de Rusia, un elemento que
vuelve a poner a este país en una posición estratégica en la dependencia energética europea.
Cuando se habla de energía se hace referencia al petróleo y al gas, pero sobre este último
hidrocarburo cabe señalar que se está utilizando de forma creciente y que Rusia posee
una posición privilegiada. En particular, Rusia constituye el principal productor de
este hidrocarburo y como el número de productores relevantes es prácticamente pequeño,
la constitución de un cártel de gas podría significar un acrecentamiento en la vulnerabilidad
europea, en especial, si Rusia se incorpora a tal asociación y se comprometen en tal
asociación países como Argelia o Qatar.
Nivel de producción de energía de Rusia y sus principales importadores:
Países de la UE con una dependencia baja o muy baja:
Es decir, aquellos países con unas importaciones de gas procedente de Rusia que significan,
como mucho, alrededor de un 15% del total de sus importaciones de gas. Entre estos
aparecen Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Portugal, España, Suecia, Suiza y el
Reino Unido.
Países de la UE con un nivel medio de dependencia energética:
Son los países que cubren sus necesidades de gas en un 20%-40% con recursos procedentes
de Rusia. Aquí aparecen Francia (23,5%), Italia (31,7%) y Alemania (40,3%).
Países de la UE con una dependencia energética alta:
Son los países en los que sus importaciones de gas proceden en más de un 50% de Rusia
como: Austria, la República Checa, Grecia, Hungría, Polonia, Rumania, Eslovenia y
Turquía, además de que Bulgaria, Croacia, Finlandia, Letonia, Lituania, Serbia y
Eslovaquia (también Ucrania, Moldavia y Bielorrusia aunque no son de la UE) todas sus
importaciones proceden de Rusia.
La dependencia se puede convertir en vulnerabilidad cuando hay relaciones que son
unidireccionales, es decir cuando un país depende de las importaciones que hace a un
segundo país, pero ese segundo país no depende de las importaciones realizadas(o
por lo menos a un nivel balanceado) del primer país, es decir debe haber una
reciprocidad para que la vulnerabilidad no se tan marcada.
De acuerdo a la definición anterior de vulnerabilidad entraría sería el caso de Alemania,
donde se concentra el 13,8% de las compras exteriores de Rusia, pero también en una
situación similar se encontraría Italia (donde Rusia compra el 4,5% de sus adquisiciones
totales) o Francia (donde ascienden al 4%). En menor grado de dependencia mutua
aparecerían Finlandia, Polonia y el Reino Unido, pues cada uno de estos países significa un
3% de las compras exteriores de Rusia.
Esto pone de manifiesto que Europa tiene una dependencia desigual de Rusia en el
abastecimiento de gas.
La dependencia es desigual pero en conjunto Alemania, Francia e Italia,
representaron el 47. 2 % de las exportaciones de gas ruso en el 2005, Francia el 7,6%,
Alemania el 24,2% e Italia el 15,4%; así también el 23.3 % de las importaciones de Rusia
para el trienio 2003- 2005 procedieron de estos tres países de Europa.
Por lo tanto más que una dependencia energética debería destacarse que existe más
bien una interdependencia económica. De acuerdo a los datos anteriores no debe resultar
extraño que en unas condiciones de indecisión de la UE, en su conjunto Alemania, Italia y
Francia, estén adoptando decisiones trascendentes respecto a Rusia de una manera
unilateral. De hecho, la posición de estos países es la de construir unas relaciones entre la
UE y Rusia desde los países y no desde la Unión como un conjunto.
Fuente de datos: statical review of the World energy y servicio de aduanas de la federación Rusa.
Adicionalmente, la dependencia energética europea y en especial, la de los grandes países
también se encuentra amortiguada por el hecho de que Rusia sólo vende a través de
gasoductos. Por este motivo, los clientes alternativos no existen. Así pues, los acuerdos
tienen el carácter de relaciones bilaterales entre un monopolio y un monopsonio y, por
consiguiente, la vulnerabilidad para los países que presentan un consumo muy grande de
gas ruso es menor puesto que el proveedor puede presentar serios problemas para
conseguir clientes alternativos
La situación es distinta cuando se trata de países con unas adquisiciones rusas
proporcionalmente reducidas en comparación con otros socios europeos ligados por
gasoductos. En estos casos, Rusia puede buscar destinos alternativos o, en caso extremo,
puede dejar de producir sin excesivas repercusiones financieras negativas.
Volumen de gas ruso que importan los países de Europa.
Nivel de dependencia de los países de Europa con Rusia en cuanto al petróleo.
Respecto al petróleo la situación es diferente, Rusia cubre el 43,8% de las importaciones
de petróleo de Europa. Sin embargo, la flexibilidad en el abastecimiento es mayor. Por
este motivo, la inseguridad en el abastecimiento procedente de Rusia es más relativa, al
tiempo que puede ser amortiguada con la creación de reservas estratégicas establecidas
en cada país que les den capacidad de reacción para realizar las correspondientes
adquisiciones en otros países alternativos, en caso del surgimiento de problemas de
abastecimiento por parte de Rusia.
Para analizar la importancia que representan las importaciones de petróleo de Rusia para
Europa se pueden poner de manifiesto los siguientes resultados:
Existe una dependencia alta y estratégica cuando las importaciones de Rusia cubren
la mitad de las necesidades de consumo de petróleo de un país; En esta situación se
encuentran Chipre, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia,
Eslovaquia y Eslovenia. (Ucrania, Moldavia y Bielorrusia)
En una posición intermedia estarían países donde las importaciones de Rusia cubren entre
el 10% y el 50% y los más independientes, es decir, más cercanos al margen inferior, serían
Rumania, Suiza, Holanda, Finlandia, Alemania e Italia.
En el resto de casos, la dependencia es residual. Así pues, los países pertenecientes a la
Europa del Este mantienen una dependencia mayor de Rusia, mientras que en el
centro de Europa tendrían cierta dependencia, pero menos acusada. En el caso del sur
de Europa, excepto Italia, prácticamente no existiría dependencia. Por tanto, esta
situación pone de manifiesto un gran margen de maniobra de Europa occidental en cuanto a
importaciones de petróleo procedentes de Rusia; es decir, que en caso de problemas
petroleros con este proveedor sería relativamente fácil encontrar fuentes alternativas.
Medidas de los países europeos para disminuir su vulnerabilidad energética.
Las medidas que están tomando estos países es la firma de tratados bilaterales de
abastecimiento de gas con Gazprom mediante contratos a largo plazo. Debe destacarse que
tales acuerdos se han cerrado paralelamente a la firma de contratos comerciales
voluminosos entre los respectivos países y Rusia. A finales de 2006, la compañía francesa
Gaz de France cerró un acuerdo con Gazprom, por el cual se alargaba el suministro de gas
desde 2012 hasta 2030. (La compañía francesa se mostraba receptiva a que Gazprom
pudiese adquirir activos en la futura estructura empresarial formada por Gaz de France y
Suez, al tiempo que Gazprom aceptaba la participación de empresas extranjeras, en este
caso francesas, en la explotación del macro yacimiento de Stockman)
En Alemania se ha iniciado la construcción del Gasoducto del Norte de Europa, que, por
un lado, garantiza el abastecimiento directo a Alemania de gas ruso y, por otro,
transforma a este país en vía de tránsito hacia el resto de Europa. Adicionalmente, el
Gobierno alemán está persiguiendo participar en un consorcio internacional que gestione
las redes de transporte de hidrocarburos que atraviesan Ucrania, que estaría formado por
rusos, ucranianos y alemanes.
En el caso italiano, además de los contratos a largo plazo, se ha acordado el acceso directo
a las redes de distribución italianas por Gazprom, al tiempo que se permite a la empresa de
gas italiana acceder a la explotación de yacimientos rusos.
Lo que nos dicen los casos de estos tres países es que la empresa Gazprom lleva hacia
adelante una estrategia de adquisición de infraestructuras gasistas, al tiempo que
pretende acceder directamente a los consumidores europeos.
Adquisiciones más importantes de Gazprom en Europa para el 2007:
País
Alemania
Austria
Estonia
Hungría
Empresa conjunta
Wingas
GWH
Centrex
Eesti Gaze
E.ON Foldgaz Storage
E.ON Foldgaz Trade
Participación de Gazprom (%)
50
50
25
37,5
Nd
Nd
Italia
Letonia
Stella Vital
Lituania
Reino Unido
ENI power
Latvias Gaze
Lietuvos Dujos
Pennine Natural Gas (PNG)
10
34
30
37
100
Nota: en este cuadro no se incluyen las empresas pequeñas que Gazprom ha creado en Alemania, Francia,
Grecia, Italia, Holanda y el Reino Unido.
Fuente: D. Fiton y C. Locatelli, “Russian and European Gas Interdependence. Can Market Forces Balance
out Geopolitics?” Cahier de Rechercher, enero de 2007, p. 34.
Posible creación de un OPEP gasista.
Como se menciono anteriormente Europa depende en un grado relevante de las
importaciones de hidrocarburos de Rusia, sin embargo, respecto al gas la situación puede
ser más delicada y, en el futuro, puede acrecentarse tal dependencia si se consiguiese crear
un cártel gasista donde estuviese incorporado Rusia.
En las ex republicas soviéticas asiáticas la parte susceptible de gas para exportarse
corresponde en un 85,9% a Rusia, el 10% a Kazajstán, el 3,3% a Azerbaiyán y el 0,9% a
Turkmenistán. Una parte de este gas es adquirido por la propia Rusia; así pues,
prácticamente se puede asumir que el conjunto de las ventas desde la ex-URSS se
pueden asociar a Rusia
A principios de 2007, Teherán propuso al Kremlin la creación de un cártel gasista, cuyo
núcleo de países promotores serían, en primera aproximación, Rusia e Irán.
La propuesta fue realizada el 28 de enero de 2007, cuando el presidente del Consejo de
Seguridad de Rusia, Igor Ivanov, visitó Irán y se entrevistó con los dos máximos líderes
del país, el ayatolá Alí Jamenei y el presidente del país Mahmud Ahmadineyad.
Se trataba de la primera reunión de importancia entre ambos países después de que se
aprobase la resolución 1.737 de la ONU en la que se establecían sanciones contra Irán por
el desarrollo de su programa nuclear.
La trascendencia energética de esta propuesta es muy grande pues entre Rusia e Irán
disponen del 42% de las reservas mundiales de gas.
Aunque ya existe, un Foro de Países Exportadores de Gas (Gas Exporting Countries
Forum) con la idea de asumir posiciones comunes sobre algunos aspectos de la industria.
Este grupo se formó en Irán en el año 2000 con solo un puñado de países. Hoy reúne al
73% de las reservas mundiales de gas con Argelia, Bolivia, Brunei, Egipto, Indonesia,
Irán, Libia, Malasia, Nigeria, Noruega (observador), Omán, Qatar, Rusia, Trinidad y
Tobago, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Esta asociación ya está dotándose de
elementos estructurales con la creación de una Oficina Permanente, basada en Qatar.
Venezuela, es un país que ha pedido públicamente que el Foro actúe como un cártel
intentando determinar un precio internacional, lo que la convertiría en una OPEP del
Gas.
La primera vez que salió a la luz una propuesta de creación de una OPEP gasista fue en
2001 a través del embajador iraní en Rusia, Mahdi Safari, además en el 2002, en una
reunión entre Putin y el presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, surgió la idea de
crear una alianza gasista entre los países del Centro de Asia y Rusia.
Esas propuestas fueron rechazadas sistemáticamente por Moscú, que alega que no le
resultan ni económica, ni políticamente ventajosas. En términos técnicos, Rusia abastece de
gas a Europa a través de gasoductos, situación que le resta flexibilidad en la oferta. En estas
condiciones las ventas se realizan según contratos a largo plazo, como se menciono
anteriormente. De hecho, Gazprom sólo extrae gas para cubrir las necesidades puestas
de manifiesto en contratos previamente existentes.
En términos políticos, la creación de un cártel de estas características puede generar una
reacción por parte de los clientes que genere problemas de confianza, así como la
adopción de medidas de reacción política y económica de gran envergadura
Adicionalmente, si Rusia entrase a formar parte de un cártel perdería parte de su capacidad
de actuación para llevar una política autónoma de precios y de abastecimiento a los países
considerados como amigos, limitación que no fue bien acogida por el Kremlin.
Además de que la participación de Irán en un cártel gasista es poco relevante puesto que,
aunque cuenta con grandes reservas, su producción real es modesta y menor aún con
capacidad exportadora. De hecho, Irán está importando gas de Turkmenistán
Con la nueva propuesta de Irán en el 2007, en términos políticos y analizando el nuevo
contexto donde existe una creciente agresividad norteamericana y de animadversión de la
UE hacia Rusia, estimular-permitir un acercamiento entre empresas gasistas pertenecientes
a los principales países productores de gas puede resultar muy positivo para Moscú.
Las recientes declaraciones de Putin respecto al interés que puede tener la creación de una
organización gasista internacional pueden interpretarse como una respuesta a EEUU y a la
UE, así como una puesta de manifiesto de su interés por aumentar su proyección en Oriente
Medio. De hecho, tal organización gasista permitiría a Moscú mejorar sus relaciones
políticas con Teherán, al tiempo que le podría permitir acceder a los yacimientos
gasista iraníes, e incluso entra al mercado chino mas fácilmente.
En contrapartida, Moscú debería de transformarse en un muro de contención contra las
exigencias norteamericanas y europeas (occidente)
Las presiones que ejerce la UE en la construcción de una red bien conectada de gasoductos
en Europa y la creación de ese monopsonio europeo, permitiría la existencia de un
oligopolio de productores que se equiparase al monopsonio europeo de demandantes, al
tiempo que contribuiría a cambiar la formación de los precios del gas, que se desvincularían
de los del petróleo y adquirirían lógica propia.
Además las tensiones entre la UE y Rusia que han aumentado recientemente, debido a los
intereses contrapuestos que existen entre ambos socios respecto a asumir la Carta
Energética y el Protocolo de Tránsito que cuestionaría la posición de Moscú respecto a
sus clientes europeos. Estas acciones por parte de Europa están llevando formación a
estimular al Kremlin a fomentar la aparición de un cártel gasista como organización formal.
Al final Moscú ha decidido llevar hacia adelante un acercamiento paulatino a algunos
de sus aliados gasistas, pero tratando de no levantar excesivas suspicacias
internacionales.
Conflicto gasista de Ucrania y Rusia.
El problema de no recibir o la inseguridad de no obtener los hidrocarburos acordados
por el productor no sólo radica en la volatibilidad del propio país que oferta los
recursos, sino también en que cuando estos hidrocarburos pasan por un país o países
intermedios (entre el productor y el consumidor) surge la inseguridad de tránsito, es
decir, que éste o éstos últimos se apoderen del hidrocarburo correspondiente.
Existe una doble dimensión de la vulnerabilidad. En primer lugar, la del consumidor, que
puede dejar de ser abastecido, pero, en segundo lugar, existe también la del productor, que
puede perder o ver impedida la venta de su producto
GASODUCTOS DE RUSIA HACIA LA UNION EUROPEA.
Tradicionalmente, el tránsito de gas y petróleo rusos por Ucrania ha supuesto tres tipos de
pagos por parte de Rusia. En primer lugar, el peaje, en segundo lugar, precios
subvencionado a los hidrocarburos (significativamente inferiores a los mundiales) y, en
tercer lugar, las “pérdidas” de parte de los hidrocarburos introducidos en las
correspondientes tuberías.
A pesar de las tradicionales relaciones económicas entre Rusia y Ucrania, este último país
ha ido reorientándose hacia la UE, con la pretensión de entrar en tal organización en una
posterior ampliación. Adicionalmente, puso sus ojos en introducirse en el sistema de
seguridad occidental, en particular en la OTAN. Tal desvío político ha significado un
alejamiento de Moscú, que ha culminando recientemente en un aumento en las tensiones
mutuas: cuestionamiento de la base rusa en Crimea, nueva política migratoria rusa,
que puede cambiar el sistema de visados con Ucrania, o la prohibición para visitar Rusia de
un estrecho colaborador de Yuschenko
Ucrania venía siendo abastecida de gas por Rusia en condiciones preferenciales (como se
había mencionado antes), heredadas del antiguo bloque soviético. La caída del muro de
Berlín y, más recientemente, la revolución naranja que llevó a la presidencia a
Yúschenko, anularon los motivos políticos que dieron lugar a este tratamiento
histórico.
La compañía gasista Gazprom quería que las tarifas pagadas por Kiev reflejaran la nueva
situación, sin lograr un acuerdo, hasta que en los primeros días de 2006 se decidió a cortar
el suministro.
Kiev reaccionó tomando para sí una parte del gas que atraviesa su territorio en
tránsito hacia el Oeste, lo que provocó una reducción del suministro en varios países
europeos. Aunque solo un pequeño número de clientes europeos perdió el suministro, fue
suficiente para alertar sobre las consecuencias de una escalada del conflicto.
Rápidamente, se alcanzó un acuerdo en el que el vencedor es claramente Rusia. Aunque
Moscú no ha logrado su objetivo de controlar la red de gasoductos ucraniana, consigue un
significativo incremento en el precio que cobra a Ucrania. Incluso considerando que las
ventas se realizarán por medio de un intermediario del que Gazprom que solo controla
directamente el 50%, el broker moscovita United Financial Group ha calculado que
Gazprom terminará ingresando 880 millones de dólares más en 2006 gracias al acuerdo.
.
Aspecto comercial:
Esta crisis tiene una dimensión comercial obvia, pues es cierto que Ucrania no pagaba un
precio de mercado por el gas que, a su vez, Gazprom tiene derecho a percibir. Pero también
tiene una dimensión política. Incluso si se acepta la versión rusa de que solo fue una
cuestión de precio, habría que recordar que el motivo de otorgar precios preferenciales
a Ucrania fue la afinidad política, ahora perdida. Y desde luego sus consecuencias
también son políticas, comenzando porque ha provocado la caída del Gobierno
ucraniano. En tercer lugar, la crisis pone de manifiesto la situación de indefensión en que
se encuentra Europa frente a otra crisis semejante
Para valorar los aspectos económicos y comerciales de esta crisis, no está de más destacar
el extraordinario desequilibrio de sus actores principales. El PIB de Ucrania fue según
el FMI de 65.039 millones de dólares en 2004, mientras que Gazprom facturó en ese año
justo la mitad, 32.860 millones de dólares. A pesar de la muy diferente naturaleza de estas
magnitudes, su dimensión resulta muy ilustrativa del tamaño monstruoso de Gazprom en el
contexto económico en que está insertada. Por ejemplo, el valor actual de mercado de
Gazprom, según su cotización bursátil, supera los 200.000 millones de dólares, lo que
equivale a un tercio del PIB ruso y la convierte en la séptima mayor empresa del mundo por
este concepto, justo detrás de otra petrolera, la europea Royal Dutch Shell.
Gazprom, propiedad del Estado ruso en un 38%, heredó de la época soviética la mayor
red mundial de gasoductos, que en la actualidad se extiende a lo largo de 152.800
kilómetros. También heredó la obligación de suministrar gas a un número de países a
precios inferiores a los de mercado. Casi todo el pacto de Varsovia está conectado a su red,
que atravesándolos llega hasta la Unión Europea.
La mayor parte de sus contratos de suministro vencían al filo de 2006, circunstancia
que Gazprom viene intentando aprovechar para renegociarlos.
La compañía gasista rusa llevaba un tiempo anunciando su intención de terminar con los
subsidios a los ex socios soviéticos utilizando el corte del suministro como argumento
definitivo en sus negociaciones.
Finalmente, le llegó el turno a Ucrania, a la que Gazprom solo estaba obligada a
suministrar a precio preferencial hasta el 1 de enero de 2006. También Gazprom ofreció
a Ucrania mantener los precios antiguos a cambio del control de la red de gasoductos, lo
que pondría a la empresa rusa a las puertas de Europa. Pero Ucrania se negó a entregar el
control de sus gasoductos, considerando que se trata de su principal y casi único argumento
frente a Gazprom. Tampoco aceptó pagar el precio que exigía Gazprom, por
Por lo que la empresa rusa cortó el suministro tal y como ha hecho en otras ocasiones. Al
fin y al cabo, una vez cumplida la fecha contractual la empresa no tiene obligación de
vender
En esta visión, el conflicto entre Ucrania y Gazprom es semejante a la de los demás países
ex soviéticos y la táctica rusa también fue idéntica. La diferencia está en que Ucrania
tiene una considerable importancia como país de tránsito. A través de su red llega a
Europa el 80% del gas ruso. A su vez, el gas ruso tiene una cuota del mercado europeo
cercana al 25%, del que es el primer proveedor. Mientras un conflicto entre, digamos,
Georgia y Rusia pasaría desapercibido en Europa, el mismo conflicto entre Rusia y Ucrania
tendría consecuencias inmediatas y directas para la Unión.
Aspecto político:
Sería ingenuo pensar que Gazprom no contempló la posible reducción del suministro a
Europa por la reacción ucraniana. La tradición estratégica rusa obliga a pensar que
Gazprom tenía muy presente esta posibilidad. La única duda es si la consideraba como
un riesgo asumible o bien como el objetivo principal, quizá buscando que la Unión
Europea presionara a Ucrania para alcanzar un acuerdo.
En esta hipótesis, Gazprom habría utilizado el temor europeo al desabastecimiento para
forzar a Ucrania a aceptar un acuerdo que a la postre significó la destitución del
Gobierno poco favorable a los intereses de Rusia.
Por otro lado, se puede pensar que los motivos políticos fueron principales en esta
crisis y que simplemente Rusia utilizó el abastecimiento de energía, o más bien su
desabastecimiento, para dominar a un Gobierno ucraniano poco favorable. Y, en
general, la consecuencia directa del ajuste de tarifas al que Gazprom viene sometiendo
a los países ex soviéticos es recordarles su dependencia de Moscú, obligándoles a
mirar con mayor atención hacia el Kremlin. Estos conflictos son una demostración
práctica de los límites a la occidentalización que sufren los países ex soviéticos en general y
Ucrania en particular. También han puesto de manifiesto que el suministro europeo de gas
depende en la actualidad del grado de colaboración entre Ucrania y Rusia. Si Kiev y Moscú
no se entienden, Europa no tiene gas.
Hay múltiples elementos que sugieren que este efecto político no fue casual, sino que lleva
planificándose varios años de forma cuidadosa.
Este imperialismo energético sería una consecuencia lógica de la política energética
implantada por Putin tras su llegada al Kremlin, en que comenzó a recentralizar el sector
energético en torno a entidades estatales. Por un lado, el monopolio del gas estatal Gazprom
adquirió la petrolera Sibneft. Por otro, la petrolera Rosneft terminó siendo re estatalizada
tras adquirir la principal filial de la petrolera Yukos, intervenida por el Estado tras acusar a
su presidente, Mikhail Khodorkovsky, de fraude fiscal. Estas dos operaciones ponen en
manos estatales aproximadamente el 25% de la producción de petróleo de Rusia, que
ya tiene al gas sometido al monopolio de Gazprom y donde los oleoductos para la
exportación de crudo son un monopolio del Estado en manos de Transneft.
Los observadores se venían preguntando para qué estaba concentrando el Kremlin el poder
energético en manos estatales. La respuesta oficial justificaba la recentralización porque
permitía Incrementar la eficacia, lo que a su vez garantizaba el suministro a los
consumidores pero en el fondo lo que buscaba además intentar entrar directamente
con consumidores europeos que le darían una posición estratégica mayor.
Conflicto gasista Bielorrusia y Rusia.
A finales de 2006, emergieron a la luz los problemas en la negociación de los precios de
venta de gas a Bielorrusia. Este último país aún estaba pagando un precio extremadamente
subvencionado desde el punto de vista de Moscú. En efecto, durante 2006 Minsk pagó a
Gazprom 46,68 dólares por cada mil m3 de gas, mientras que a finales de 2006 la
compañía gasista rusa firmó el suministro de gas a Georgia por valor de 325 dólares
por mil m3 de gas, con Moldavia por 170 dólares (durante 2006 por 160 dólares) o con
Armenia por 110 dólares. Adicionalmente, se ha destacado que en 2006 Rusia ha tenido
que pagar por el gas de Uzbekistán o Turkmenistán 100 dólares.
A pesar de la cercanía política entre Moscú y Minsk, las negociaciones gasistas fueron
duras y comenzó a planear sobre ellas la posibilidad de que Bielorrusia se quedara con el
gas enviado desde Rusia a Europa para cubrir sus necesidades en detrimento de los
destinatarios finales del suministro
Por un lado, Bielorrusia parte de la debilidad de que sólo dispone de reservas de gas para un
período de una o dos semanas como máximo, factor que le resta capacidad de negociación
frente a la parte rusa. Por otro lado, así como en Ucrania las redes de transporte de gas
están controladas por Kiev, en Bielorrusia el gasoducto Yamal-Europa es ruso, mientras
que la red interna de gas se encuentra separada y pertenece a la empresa bielorrusa
Beltransgaz. Sin embargo, debe destacarse que una serie de compresores son comunes a
las dos redes y Minsk podía decidir desconectar la red de Beltransgaz, de manera que
caería la presión en el Yamal-Europa y se interrumpiría el abastecimiento a Europa.
El argumento para cortar el suministro se sustentaba en que, a pesar de que existía un
acuerdo de tránsito de gas firmado entre Rusia y Bielorrusia vigente hasta 2010, éste se
renovaba automáticamente cada año, pero si se le aumentaba a Minsk el precio del gas,
entonces se requería una renegociación de tal acuerdo de tránsito
En efecto, el corte en el suministro realizado por Bielorrusia ponía de manifiesto la
vulnerabilidad energética de Europa occidental. No obstante, tal irregularidad debe
matizarse, en primer lugar, debido a que por Bielorrusia sólo circula el 20% del gas que
Rusia suministra a Europa y, en segundo lugar, la vulnerabilidad vuelve a tener un impacto
desigual, puesto que atañe especialmente a Polonia y a Alemania, pero es el primero de los
dos países el más afectado debido a que recibe la mitad del gas importado a través de la vía
en conflicto. En el caso de Alemania, las fuentes de abastecimiento se encuentran más
diversificadas, por lo que la preocupación por el corte temporal que podía provocar
Bielorrusia fue menor. De hecho, para Alemania el principal problema radica en que Rusia
(el productor) cumpla sus contratos y parece que Berlín estima que este país eslavo es un
proveedor seguro
Finalmente, se llegó a un acuerdo entre el Gobierno de Bielorrusia y Gazprom, por el
cual se vendía a este país el gas a 100 dólares los mil m3 de gas y de manera progresiva
se iría aumentando el precio hasta que en 2010 Bielorrusia pagase un precio
equivalente a los precios mundiales. Además, se renegoció el peaje del tránsito de gas por
Bielorrusia de 0,75 dólares a 1,45 dólares por mil m3/100 km. Asimismo, Gazprom
compraría progresivamente el 50% de las acciones de Beltransgaz durante el período
2007-2010, equivalentes a 2.500 millones de dólares. Todos estos pagos se realizarían en
efectivo.
Inmediatamente después de resolverse el problema gasista entre Rusia y Bielorrusia surgió
el problema del petróleo. Éste tuvo su inicio en una disputa sobre la aplicación de
aranceles aplicables al petróleo y a los transformados petroquímicos. El conflicto
acabó con la paralización de las ventas a Bielorrusia, que condujo a este país a desviar para
uso interno el petróleo que entraba al país con destino a Europa. Por este motivo, Transneft’
cortó los envíos de petróleo a través de Bielorrusia durante el período 8-11 de enero de
2007. Posteriormente, se llegó a un acuerdo, que en ciertos ámbitos se apunta que fue
perjudicial para Moscú, debido a que pretendía mantener su imagen de proveedor seguro
respecto a Europa y que ha beneficiado a Minsk, cuyo objetivo era compensar las
pérdidas registradas en el acuerdo reciente respecto al abastecimiento de gas.
Independientemente del país que haya salido beneficiado, tal incidente ha puesto de
manifiesto la vulnerabilidad energética de tránsito, al menos, en parte de Europa.
Soluciones alternativas de la UE para eliminar la vulnerabilidad de transito.
1. El gasoducto de Europa del norte.
Una de las iniciativas más llamativas ha sido el comienzo del proyecto del Gasoducto
del Norte de Europa (GNE). Inicialmente se preveía que sería difícil llegar a un acuerdo
para construirlo y, por este motivo, desde 1997, se encontraba paralizado. Sin embargo, a
raíz de las buenas relaciones entre los Gobiernos alemán y ruso, así como a consecuencia
de los problemas de crecimiento económico germanos, tal proyecto se ha relanzado
recientemente y se ha consolidado el acuerdo de construcción en la segunda mitad de 2005.
Debe destacarse que tal proyecto está apoyado por un acuerdo de colaboración firmado
entre el Reino Unido y Rusia en 2003 para abastecimiento de gas. Este acuerdo le da una
relevancia especial a tal proyecto dentro de la UE (Alemania y el Reino Unido, frente a las
críticas de Polonia y de las antiguas repúblicas soviéticas bálticas). El trazado sería por mar,
desde San Petersburgo hasta Alemania y, en una segunda fase, se extendería hasta Holanda
y el Reino Unido. El precio de la primera fase sería de unos 6.000 millones de dólares.
Debe destacarse que la compra de gas a Rusia por el Reino Unido se esta discutiendo a
mediano plazo puesto que se están construyendo al menos dos gasoductos procedentes de
Noruega, siendo este país el principal abastecedor del Reino Unido. No obstante, el interés
británico por el gas ruso puede provenir de una voluntad orientada hacia la
diversificación de fuentes de abastecimiento, así como a la prevención del agotamiento de
las reservas al menos en parte del Mar del Norte.
No obstante, debe señalarse que se trata de una decisión política de Rusia ya que la
construcción de tal gasoducto es un instrumento de política exterior de Rusia, bien porque
evita a Ucrania y a Bielorrusia, y también porque abre camino directo a Europa, que es el
principal mercado ruso de gas, al tiempo que puede servir posteriormente para presionar
sobre Europa en decisiones que afectan a Rusia. Esta línea puede ganar progresivamente
mayor peso económico conforme se agoten las fuentes de petróleo y pase a utilizarse
en mayor proporción el gas.
El GNE constituye una de las vías más destacadas que ha estimulado Alemania para
evitar la vulnerabilidad de tránsito, no sólo respecto a Bielorrusia y Ucrania, sino
también en cuanto a otros países intermedios, como se trata de la propia Polonia. Este
proyecto constituye una salida individual para Alemania para solucionar su vulnerabilidad
energética, que adicionalmente la recoloca en una situación estratégica respecto a la entrada
de energía en Europa.
.
2. Toma de decisiones unilaterales de los países.
Otra de las opciones para reducir la vulnerabilidad de tránsito es la participación de los
productores y/o consumidores en las redes de tránsito, es decir, mediante la limitación
de la toma de decisiones unilaterales de los países de tránsito.
Rusia ha tratado en varias ocasiones de entrar en la gestión de las líneas de transporte de
hidrocarburos de Ucrania. La historia reciente de tal pretensión aparece en junio de 2002,
cuando se llegó a un acuerdo para la creación de un consorcio internacional que gestionase
la red de gasoducto de transporte (tránsito) en Ucrania. Como resultado de tal acuerdo se
previó la construcción del gasoducto Bogorodchany-Uzhgorod en agosto de 2004; además,
se firmó un convenio global ruso-ucraniano de colaboración estratégica en el ámbito del
gas en 2004 en Sochi. Sin embargo, a partir de este momento se tensaron las relaciones
entre ambos países y se congeló el proyecto de construcción del gasoducto y se paralizó el
desarrollo del convenio firmado. Con la llegada de Yanukovich a la cabeza del Gobierno
ucraniano estos aspectos se trataron de revitalizar y, a finales de enero de 2007, el gabinete
ucraniano encargó al Ministerio de Combustibles y Energía la elaboración de un proyecto
de ley que permitiese la entrada en vigor del acuerdo de 2004.
A mediados de febrero de 2007 se debía firmar una Declaración sobre la colaboración
estratégica en el ámbito económico-energético entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, en el
último momento se ha aplazado la confirmación de tal acuerdo. Así pues, desde el punto
de vista ruso existe una pretensión de llegar a acuerdos para disminuir el riesgo de
tránsito, pero su consecución resulta discutible mientras que no se aclaren las
continuas fricciones entre el presidente de Ucrania, Yuschenko, y el primer ministro,
Yanukovich.
Para dar un nuevo impulso a tal colaboración se está considerando la incorporación de
Alemania. En esta opción Berlín estaría de acuerdo. De hecho, la creación de un consorcio
tripartito que gestione el transporte de gas (tránsito) ha presentado una gran prioridad en la
visita del 27 de febrero de 2007 de Yanukovich a Alemania. No obstante, la creación de
tal consorcio está obstaculizada legalmente por una legislación introducida
anteriormente por Yulia Timoshenko, que impide la participación de extranjeros en
la gestión de redes de hidrocarburos ucranianas.
Además de la participación de Alemania en el consorcio que gestione el transporte de
hidrocarburos en Ucrania, se está discutiendo la utilización de otros mecanismos
opcionales o complementarios. Por ejemplo, se está contemplando la posibilidad de
permitir a Kiev la participación en el negocio de extracción de hidrocarburos en
Rusia.
Posibles roces a futuro entre la EU y Rusia.
En primer lugar, Rusia necesitará poner en funcionamiento yacimientos en zonas de difícil
extracción y transporte, que puede cuestionar su viabilidad económica o que los precios
ofertados sean tan altos que la UE deba buscar alternativas a Rusia. En segundo lugar, el
aumento en los precios del gas dentro de Rusia puede reorientar las exportaciones hacia el
consumo interno, cuestionándose el interés ruso en vender a la UE. Así pues, podrían
aparecer nuevas causas de alteración de las relaciones energéticas entre Rusia y la UE
distintas a las existentes en la actualidad. Este último argumento debe matizarse en la
medida en que si aumentan los precios del gas dentro de Rusia, pero el nivel de vida no
asciende, entonces se comprimiría la demanda interna y aumentaría la necesidad de
exportar, cuestión que aumentaría la dependencia rusa de los mercados exteriores. En tercer
lugar, la apertura de nuevos mercados para los hidrocarburos rusos que compitan en
demanda con el europeo debilitaría la posición negociadora de la UE. En este sentido, son
reseñables los esfuerzos rusos por aumentar su producción de GNL o la construcción de un
sistema de gasoductos integral que permita ofertar gas en los mercados asiáticos.
MIGRACIÓN EN LA FRONTERA ESTE DE EUROPA:
Problemas de Migración saliente de Ucrania:
Los ataques terroristas de EEUU del 11 de septiembre de 2001 determinaron la
intensificación de las investigaciones en el territorio que nos ocupa, y de esta manera, se
establecieron claros vínculos entre las redes criminales y las organizaciones
terroristas.
Durante los últimos años, y sobre todo, tras el brutal atentado terrorista cometido el 11
de marzo de 2004 en Madrid, en su intento de defenderse mejor de la inmigración ilegal y
de controlar la criminalidad y el terrorismo internacional, la UE empezó a transformarse
lenta pero claramente, en un espacio cada vez menos asequible para los inmigrantes.
Un sistema común de asilo, una frontera europea muy bien vigilada, la introducción
obligatoria de los datos biométricos para los pasaportes y visados, la creación de una base
de datos común para todos los Estados miembros al servicio de la policía y de los servicios
secretos, todas estas medidas, tomadas por la UE en 2004, limitan el derecho a la libertad.
El «Programa de la Haya» de las autoridades de Bruselas aprobado por los 25 Estados
miembros a finales de 2004 en Luxemburgo contiene una serie de directivas para los
próximos cinco años en el ámbito de justicia, libertad y seguridad.
Aparentemente, se intenta controlar la inmigración y los viajes, pero la verdad es que la
«fortaleza» europea quiere vigilar férreamente las fronteras exteriores especialmente
las de la UE, y sobre todo la frontera Este de Europa.
Por lo tanto, la cuestión de la inmigración ilegal tiene que examinarse tomando como
referencia los países de la zona y sus distintas situaciones, esta tarea de vigilancia le
corresponde a los nuevos miembros, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia,
Lituania y Letonia, y a Rumania
La R. Moldavia como Ucrania se confronta con los graves problemas económicos y
sociales, característicos de la etapa intermedia de la transición
Debido a su dimensión y posición geográfica, Ucrania es importante para la seguridad de la
UE, en lo que se refiere a varios aspectos relacionados con el tráfico de personas y
mercancías en Europa. No obstante, durante más de una década, y hasta después de las
elecciones de finales de 2004, ya mencionadas, la UE se mostró difícil frente a la lentitud
de las transformaciones y a la corrupción que caracterizaba al régimen autoritario del expresidente Kuchima., lo que le esta dificultando la entrada a la Unión Europea. En este
contexto, Ucrania fue descrita como un puente o como un «tapón» entre la UE ampliada y
el resto de los territorios europeos que se extienden hacia el Este.
La geografía cobra un papel muy importante también en lo que se refiere a la
inmigración ilegal, puesto que Ucrania forma parte de una de las más cortas rutas
hacia la UE, utilizadas por las mafias internacionales. Según las estimaciones oficiales,
cerca de 30 millones de ciudadanos extranjeros pasan cada año por la frontera de este país.
Entre los más de 100.000 inmigrantes ilegales (1991-2003) un 32% proceden de
Afganistán, un 25% de la India, un 13% de Vietnam, un 8% de Irak, un 6% de Bangladesh,
un 4% de China, un 3% de Pakistán y un 3% de Sri Lanka.
Bibliografía:
1. Moldavia, Transnistria y las políticas europeas de democracia. Jos Boonstra:
Investigador senior, Programa de Democratización, FRIDE.
2. Ucrania un estado y dos civilizaciones, UNISIC, Universidad Complutense de
Madrid.
3. Reseña de Ucrania revolución naranja: Javier Granados Gonzáles, Universidad
Complutense de Madrid.
4. La adhesión de Ucrania a la OMC: Francesc Granell Trías.
5. La política exterior rusa. Entre la cooperación global y el rol de gendarme regional:
Schulze, Peter W.
6. ¿Por qué surge el fenómeno nacionalista en Rusia?: Cristina Gonzalez Calvar.
Universidad nacional de educación a distancia.
7. La región geopolítica del mar negro: entre la integración y la fragmentación: Silvia
Marcu. Boletín de la A.G.E. N.º 38 - 2004, págs. 199-224