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Tecnologías para la Inclusión Social y Políticas Públicas en América Latina: El caso de la Problemática Alimentaria en Argentina y Brasil Paula Juarez1 Milena Pavan Serafim2 Áreas de Investigación: Ciencia y Tecnología para la Inclusión Social; agricultura familiar; investigación y extensión rural; construcción del conocimiento. Resumen: Este artículo presenta los avances de investigación del área de Alimentos del Proyecto conjunto argentino-brasilero “Tecnologías para la Inclusión Social y Políticas Públicas en América Latina” del Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y Tecnología (UNQ) y del Grupo de Análisis de Políticas de Innovación (UNICAMP). En los últimos años, el tema de la deficiencia alimentaría cobro relevancia en el debate público y comenzó a ser visto como una prioridad de los Estados latinoamericanos. La necesidad de políticas públicas que den cuenta de ese desafío es una prerrogativa para ellos. Una de esas políticas es la política de ciencia y tecnología. En ese sentido, en la última década, en Brasil y Argentina, el rol de las políticas públicas tecnológicas cobra relevancia como instrumento catalizador y promotor de procesos de innovación y cambio social. Distintas instituciones públicas argentinas – SAGyP, INTA, MinCyT, INTI, PROCODAS – y brasileras - Ministerio Del Desarrollo Agrario (MDA), EMBRAPA e EMATER llevan a cabo políticas nacionales que introducen nuevas reflexiones y practicas sobre la relación tecnología-pobreza marcando la importancia de desarrollar tecnologías orientadas a la resolución de problemas sociales y/o ambientales, denominadas en nuestra investigación como “Tecnologías Sociales”. Estas políticas despliegan numerosas estrategias de desarrollo comunitario, autoproducción, y agricultura familiar para hacer frente a la problemática alimentaría. Las evidencias presentadas por esas políticas ilustran la necesidad de que se conciba una base cognitiva adecuada a la propuesta de la inclusión social. El objetivo de este artículo es mostrar los adelantos realizados entorno al mapeo de los programas y proyectos públicos de tecnologías sociales para producción de alimentos en estos países: dimensionar el alcance y la escala de las acciones; las instituciones que formulan e implementan la política pública, diseño y grado de Instituto de Estudios sobre la Ciencia y Tecnología, Universidad Nacional de Quilmes. E-mail: [email protected] o [email protected] 1 2 Universidade Estadual de Campinas. E-mail: [email protected] o [email protected] implementación de los artefactos tecnológicos y/o técnicas desarrolladas por dichas políticas, y niveles de articulación interinstitucional y de los grupos sociales beneficiarios, entre otras variables. Estos conocimientos buscan contribuir a mejorar el diseño de estrategias de desarrollo social y económico focalizado en grupos sociales vulnerables. Palabras clave: tecnologias sociales; políticas públicas; Brasil; Argentina Introducción El presente trabajo es producto del área de Alimentos del proyecto de investigación “Tecnologías para la Inclusión Social y Políticas Públicas en América Latina” desarrollado de manera conjunta entre el Instituto de Estudios sobre la Ciencia y Tecnología (UNQ) de Argentina y el Grupo de Análisis de Políticas de Innovación (UNICAMP) de Brasil. Dicho proyecto tiene por objetivos relevar y analizar las capacidades y acciones de generación e implementación de tecnologías sociales en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Perú3; y generar un cuerpo de insumos de conocimiento y recomendaciones de política pública orientadas a mejorar las intervenciones basadas en el desarrollo y utilización de conocimiento tecnológico orientado a la inclusión social. Este artículo analiza los programas y proyectos nacionales de Argentina y Brasil que fomentan la generación de una base cognitiva4 orientada a la inclusión social en la temática de producción de alimentos, puntualmente aquellas que incentivan el desarrollo de tecnologías denominadas como Tecnologías Sociales (TS). Las Tecnologías Sociales en esta investigación son definidas como “todo conocimiento, técnica y artefacto (toda tecnología de producto, proceso u organización) desarrollado con el objetivo de solucionar problemas sociales y ambientales” (Thomas, 2009). Cabe destacarse que esta definición está en debate y construcción permanente a partir de los resultados de diferentes análisis y estudios de caso. Existe la intención de crear un concepto abarcador y superador de una serie de Ecuador, Venezuela y Cuba estarían realizando proyectos similares de forma articulada con este proyecto. 4 Base cognitiva refiere a un conjunto de conocimentos cientificos y tecnológicos que puede o no estar orientada a la construción de un nuevo modelo de desarrollo. 3 conceptualizaciones tales como “tecnologías apropiadas”, “tecnologías intermedias”, “tecnologías alternativas”, “grassroot innovations”, “social innovations”, “base de la pirámide” y “tecnología social”.5 Estas visiones presentan vicios deterministas – sociales o tecnológicos – y problemas teóricos y prácticos que es necesario visibilizar y estudiar para poder elaborar mejores estrategias políticas de cambio social encaminado al desarrollo y la inclusión social. El supuesto básico del cual partimos es que el componente científico y tecnológico es parte y elemento del proceso de construcción social, y es una preocupación central para mejorar para erradicar o mitigar los problemas sociales. El artículo está dividido en tres partes, más las consideraciones finales. En la primera parte, será presentada la relevancia del estudio de las tecnologías sociales como estrategias de desarrollo en América Latina. En la segunda parte, delinearemos el escenario socio-económico de Argentina y Brasil con el objetivo de reconstruir la problemática alimentaria en estos países. Y a partir del escenario, en una tercera sección, analizamos las políticas públicas nacionales (argentinas y brasileras) de desarrollo o implementación de tecnologías orientadas a la problemática alimentaria. Como objeto de estudio, analizaremos en los programas y proyectos de producción de alimentos, específicamente, aquellas estrategias referentes al desarrollo comunitario, auto-producción de alimento y agricultura familiar utilizando diferentes instrumentos analíticos que en otra instancia de la investigación permitirán profundizar los conocimientos sobre las políticas públicas. Por último, presentaremos algunas consideraciones acerca del objeto de estudio en América Latina y la fase actual del proyecto, en el cual este artículo está inserto. Algunas de las criticas son: determinismo tecnológico, ofertismo, voluntarismo, paternalismo, uso excluyente de tecnologías maduras, no uso intensivo de conocimientos científicos y tecnológicos, no uso de conocimientos tácitos y consuetudinarios, uso intensivo de mano de obra, restricción al uso intensivo de maquinaria y sistemas complejos, no aprovechamiento de economías de escala, resolución de problemas puntuales (soluciones no sistémicas), ignorancia de relaciones de mercado, generación de economías de dos sectores, uso parcial o inexistente de herramientas de análisis disponibles (por ej: economía de la innovación) y restricción a la dinámica del mercado como vía excluyente de relaciones económicas. (Thomas, 2008) 5 Tecnologías Sociales como una Estrategia de Desarrollo: Presentación del Proyecto de Investigación UNQ-UNICAMP-IDRC. El tema de la inclusión social en América Latina cobró fuerza en los últimos años. La incapacidad de las tradicionales políticas sociales de reducir o mejorar el cuadro de desigualdad social6 y la creciente participación de nuevos actores sociales en las discusiones sobre las políticas públicas son factores que contribuyeron a que esto ocurriera. Sin embargo, la discusión sobre el papel de la tecnología en los procesos de inclusión/exclusión social todavía es tratado de forma marginal por las instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarrollo social y económico. La propuesta de Tecnologías Sociales representa un movimiento que busca subrayar el papel de la ciencia y la tecnología como elementos transversales que actúan en la sociedad y las relaciones (sociales, políticas, culturales, económicas, etc.) que se manifestan ellas (Feenberg, 1991). En otras palabras, este movimiento busca proveer de soporte tecnológico-material a las estrategias de inclusión social. En este sentido, el estudio de las Tecnologías Sociales representa un objetivo prioritario para la planificación de estrategias de democratización, desarrollo socio-económico e inclusión social en la América Latina. Con esta base surge el proyecto “Tecnologias para la Inclusión Social y Políticas Públicas en América Latina”, con el apoyo del International Development Research Centre (IDRC)7. Reconociendo la importancia del componente científicotecnológico en los procesos de transformación social, este proyecto tiene por objetivo identificar y analizar las capacidades y acciones de generación, implementación, reaplicación, gestión y evaluación de Tecnologías Sociales en América Latina; y generar capacidades y recomendaciones para la elaboración de políticas de ciencia y tecnologia para la inclusión social y el desarrollo sustentable. Así como también, la formación de investigadores y docentes en los temas abarcados por el proyecto. Atrás de estos objetivos está la preocupación de generar contribuciones que puedan ser aprovechadas para la adopción de un estilo de desarrollo socialmente 6 Cf. Sposati (1998) 7 Otawa, Canadá. inclusivo y ambientalmente responsable en América Latina, mediante a concepción de Tecnologías Sociales. Los alarmantes índices latinoamericanos de la situación social y económica, muestran, lejos de disminuir, la marginalidad, el desempleo, la pobreza y la violencia social como una tendencia a aumentar y profundizarse. Una gran parte de la población8 vive en condiciones de exclusión, acinadas por un conjunto de déficits: habitacional, nutricional, educacional, de acceso a bienes y servicios básicos (energía, transporte, alimentos, agua potable, comunicaciones). La superación de estos problemas sociales es, probablemente, el mayor desafío político y económico de los gobiernos locales. Es, al mismo tiempo, la mayor deuda social – crónica y estructural – existente en la región. La escala del problema socio-económico parece exceder las actuales capacidades de respuesta gubernamental, y su urgencia, los tiempos políticos y los planes graduales. El caracter estructural parece mostrar la ineficacia de los mecanismos de mercado para resolver el escenario socio-económico. La dimensión tecnológica del problema constituye un desafío que, a pesar de su importancia, es frecuentemente ignorado. Aún aumentando los recursos dirigidos a reducir esos déficits estructurales sociales, todavía tendríamos el desafío de las características propias de la tecnología convencional. Esas características implicarían una gran demanda energética y de recursos naturales, así como también, riesgos de alto impacto ambiental y nuevos desfasajes sociales y políticos. La segunda cuestión, que va de la mano con la primera, es la superación del problema de orden cognitivo. Las actuales “tecnologias apropriadas” disponibles presentan una serie de restricciones, que ponen en jaque su adecuación como respuesta a los deficits que se presentan en América Latina, ya que son concebidas como intervenciones paliativas, destinadas a usuarios con poco acceso a la educación formal, y acaban generando dinamicas top-down (“paternalistas”). Así, por un lado, privilegian el empleo de conocimiento especializado, ajeno a los usuariosbeneficiarios, y, por otro lado, subutilizan el conocimiento tecnológico local (tácito e codificado) históricamente acumulado. 8 Los indices de NBI varian entre el 20% y 50% según los diferentes países e indicadores. Diseños para situaciones de extrema pobreza para núcleos familiares o pequeñas comunidades rurales normalmente aplican conocimientos tecnológicos simples y tecnologías maduras, dejando de lado la posibilidad de aprovechar el potencial del desarrollo científico y tecnológico disponible. Concebidas como generadoras de simples bienes con valor de uso, es usual que se pierda de vista el hecho de que generan simultáneamente bienes con valor de cambio y dinámicas de mercado, ignorando los sistemas de acumulación de capital y los mercados de bienes y servicios en los cuales se insertan. Por lo tanto, muchas veces se muestran como alternativas económicamente poco sustentables. A su vez, no es extraño que, a mediano y largo plazo, las “tecnologías apropriadas” generen dinámicas económicas duales, cristalizando situaciones de discriminación y marginalidad, y reproduciendo paradójicamente, nuevas formas de exclusión y desintegración social. Por eso, es imprecindible revizar las conceptualizaciones sobre “tecnologías apropriadas”, abandonando su concepción original como recursos paliativos de situaciones de pobreza y exclusión, para pasar a concebirlas como sistemas tecnológicos orientados a la generación de dinámicas de inclusión, por medio de la resolución de problemas sociales y ambientales. En particular, si el objetivo ultimo es la inclusión social, el abordaje inicial no puede tener foco en la situación de restricción material y de miseria. Los procesos de cambio socio-técnico son dinámicas de coconstrucción de artefactos y sociedades. Tienen “éxito” cuando las tecnologías generadas resultan socio-técnicamente adecuadas, es decir, compatibles tanto con las condiciones sociales, culturales, económicas, políticas, como con el conjunto de los sistemas tecnológicos con los que entran en contacto. La forma de concebir soluciones ante las problemáticas sociales adquiere un nuevo estatus teórico: ¿Cómo repensamos la relación problema-solución? ¿Cómo generamos soluciones sistémicas para problemas complejos? El proyecto de investigación está estructurado en seis metas principales: 1. Generar un marco teórico-metodológico para la investigación de Tecnologías Sociales: proponer nuevos conceptos y criterios para el diseño, investigación y desarrollo, implementación, reaplicación, gestión y evaluación de Tecnologías Sociales. 2. Identificar y mapear experiencias y capacidades institucionales (gubernamentales, no gubernamentales, de instituciones públicas de I&D, de cooperativas populares, de agencias internacionales y de empresas) de desarrollo e implementación de Tecnologías Sociales en los países seleccionados de América Latina. 3. Analizar socio-técnicamente experiencias de Tecnologías Sociales implementadas en esos países. 4. Analizar socio-políticamente programas y agencias relacionadas con la planificación, promoción, producción, financiamiento y evaluación de Tecnologías Sociales. 5. Generar capacidades de participación e incidencia de los movimientos sociales y cooperativas populares en la construcción de la agenda de políticas públicas de ciencia y tecnología y la definición de instituciones de investigación y desarrollo de las comunidades científico-tecnológicas locales. 6. Generar capacidades de planificación estratégica, de formulación, implementación, gestión y evaluación de políticas públicas de desarrollo basadas en Tecnologías Sociales, para organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. La línea conductora del proyecto de investigación trabaja sobre problemáticas sociales. Por eso, el análisis de experiencias de tecnologías sociales está dividida en cinco temas de relevancia social: energía, salud, vivienda, agua y producción de alimentos. El presente artículo busca focalizarse sobre el problema de producción de alimentos en Argentina y Brasil y las actividades de la segunda meta prevista por la investigación. Este es sólo el inicio de una búsqueda de respuestas a múltiples preguntas: ¿Cómo mejorar las políticas de producción de alimentos basadas en el diseño e implementación de tecnologías sociales? ¿Cómo optimizar los procesos de implementación de estas políticas? ¿Cómo estimular las capacidades disponibles en las instituciones públicas para desarrollar estas tecnologías? ¿De qué manera participan los diversos actores en la dinámica de diseño, desarrollo y transferencia de las tecnologías sociales? ¿Cómo se podría incorporar a los beneficiarios en el proceso de diseño? ¿Cómo entran en la agenda política estas propuestas? ¿Son políticas o iniciativas fragmentadas? ¿Existe agregación de programas? ¿Se mantienen los programas en el tiempo? La Problemática de Desarrollo e Inclusión Social en Argentina y Brasil El siguiente apartado presenta la situación socio-económica (principalmente la relación empleo, distribución del ingreso y línea de pobreza) de Argentina y Brasil en las últimas décadas la cual esta marcada por profundos procesos de desigualdad y precarización de la condición humana. El caso de Argentina El default argentino del año 2001 cristalizó principalmente dos aspectos de la política vigente durante más de 20 años: la fragilidad institucional y la falta de capacidades estatales para evitar un escenario de pobreza estructural. La seguridad alimentaria y el desarrollo social pasaron a ser centrales en las políticas públicas frente a un cuadro de desempleo que llegó a medir 20,8 % y un índice de pobreza cercano al 40% en el año 2002. Varias instituciones estatales redefinieron sus estrategias políticas y puntualizaron líneas de acción focalizadas en los grupos sociales vulnerables (agricultores familiares, desempleados, empleados informales, niños, ancianos, entre otros). Argentina, desde los ‘809, impulsó un régimen de acumulación de capital implantado por medio de políticas neoliberales –convertibilidad, achicamiento del Estado, desregulación del mercado de trabajo – que generaron un paulatino proceso de precarización laboral, una creciente redistribución los ingresos y concentración de la riqueza, acompañado de un aumento de los niveles de desempleo y pobreza en amplios sectores de la sociedad. El modelo de la convertibilidad de los años ’90 afectó los niveles de ingreso de la población especialmente en aquellos sectores marginales o pobres. En la misma dirección, la política de flexibilidad laboral modificó gravemente la estructura de 9 En realidad es un proceso que comienza con las dictaduras militares y se exacerba en los ’80 y ‘90. empleo del país que hasta entonces consideraba la desocupación como un problema coyuntural. Según datos del INDEC, la población con necesidades básicas insatisfechas en 1991 era del 16,5 por ciento y la tasa de desempleo no pasaría los dos dígitos hasta el año 1994. Sin embargo, la pobreza medida en el aglomerado de Gran Buenos Aires para 1999 alcanzaba el 27,6 por ciento de la población.10 Y los efectos de la crisis socio-económica del 2001 agravaron significativamente los índices de indigencia y pobreza del país, se estima que casi la mitad de la población pasó a estar en situación de pobreza. Entre los años 2003 y 2007 las tasas de desempleo y subempleo muestran una recuperación gradual desde la crisis del 2001. Sin embargo, estudios sobre la estructura del mercado laboral muestran que existe una condición persistente de personas que no trabajan, trabajan poco, o trabajan mucho. Mientras que los ocupados con jornadas laborales normales de 8 horas diarias ó 45 horas semanales caen significativamente en los índices de empleo (Garcia Delgado, 2005). Tasas de desempleo 2003-2007 2003 2004 2005 2006 2007 Empleo 36,3% 38,9% 39,4% 40,7% 41, 7% Desocupación 20,4% 14,4% 13% 11,4% 9,8% Subocupación 17,7% 15,7% 12,7% 11% 9,3% Fuente: Realizado tomando el primer trimestre de cada año de datos relevados por el INDEC (www.indec.gov.ar) Las tasas de desempleo serían, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), un 4 por ciento mayores durante el período 2003-2007 si no se toma en cuenta el Plan Jefes y Jefas implementado en esos años. Los indicadores consideraban como ocupadas a las personas que estaban incluidas en dicho Plan, pero esas personas no necesariamente trabajaban o estaban dentro del mercado 10 INDEC, Censos de Población 1980, 1991 y 2001. laboral. A su vez, los ingresos provistos por el Plan Jefes y Jefas no representaban una canasta básica para una familia de cuatro personas. A pesar de la reactivación y el crecimiento económico presente desde el año 2004, la distancia entre los ingresos de los más ricos y los más pobres aumento considerablemente, cada integrante de las familias más ricas recibía 32,8 veces más que uno de las familias más pobres (García Delgado, 2005). Luego de algunos años de políticas sociales y económicas dirigidas a mejorar esta situación, en 2008, el 10,6 por ciento de los hogares argentinos eran pobres, el 8,2 por ciento de la población estaba por debajo de la línea de indigencia y el 15,2 por ciento se encontraba por debajo de la línea de pobreza. Esto implica que 1.192.500 hogares se encontraba por debajo de la línea de pobreza, es decir, 5.595.000 11 personas pobres (INDEC, 2008). Los índices de pobreza son acompañados por el proceso inflacionario que desencadenó la devaluación del peso en 2002, y una consecuente perdida del poder adquisitivo de la población. Los cálculos del acumulado inflacionario de 2002-2009 alcanzarían el 62 por ciento, mientras el aumento de la tasa de ingresos medios de la población muestra un estancamiento o lento ajuste. ¿Cuáles ha sido los efectos de estas políticas sobre la situación alimentaria? Tomando las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud el resultado fue el deterioro creciente del acceso a alimentos de la mayoría de la población, El reflejo más crudo del cuadro anterior, son las muertes por desnutrición. En el año 2007, 1311 personas perdieron por problemas de nutrición deficiente o anemia. Es decir, cuatro argentinos murieron por día en 2007, cifra que aumentó un 8 % respecto del año anterior. El pico más alto sucedió en 2003 con 1910 casos (CENIN, 2008). Antes de la crisis del 2001, la proporción de niños con bajo peso al nacer12 era de 7,4%, una tasa más próxima al promedio de los países industrializados (7%) que al de América Latina y el Caribe (9%). Sin embargo, datos recientes difundidos por algunos hospitales sugieren un aumento de los índices de desnutrición dado, entre otros factores, el número de niños que viven en hogares indigentes, es decir, que no Nota del Diario Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/subnotas/2-31190-2008-0208.html 12 Menos de 2,5 kilos al nacer. 11 cuentan con los ingresos suficientes para cubrir una canasta alimentaria básica(CENIN, 2008). El crecimiento económico sostenido durante esta ultima década, no ha “derramado”, ni implicado una mejora en términos de desarrollo social y económico. Así como el nivel de crecimiento de la producción de alimentos característico del país no ha representado la merma o inexistencia del hambre en Argentina. El caso de Brasil La situación de desigualdad y exclusión en Brasil actualmente es de notable gravedad. Después de décadas de crecimiento económico concentrador de la renta y la riqueza, la situación de desigualdad socio-económica brasilera, a partir de los ’80 se agravo. A pesar de los avances propuestos en la Constitución Federal de 1988, el nuevo escenario de globalización no permitió una mejoría de esta situación (Duménil y Lévy, 2003). El bajo ritmo de crecimiento impreso a partir de la década del ’80, acompañado por la creciente financiarización del capital, la inserción pasiva y subordinada del capital del país en un contexto de las economías globalizadas, el desmonte de la estructura del Estado, la reducción del gasto social ocasionada por la adoración de las políticas neoliberales y la desregulación del mercado de trabajo fueron algunos de los factores que marcaron la condición de Brasil en el final del siglo XX. Este cuadro, resultado de procesos como los enunciados anteriormente, presenta datos estremecedores. Brasil, un país rico en recursos naturales y con grandes extensiones de tierras cultivables, permitió la propagación de un fenomeno que constituye la peor consecuencia de la desigualdad social y de la pobreza: el hambre13 (Castro, 2002). Según datos presentados por la Investigación del Presupuesto Familiar 2002/2003 (Instituto Brasilero de Geografia y Estatística, 2006), 47% de los adultos brasileros consideran la cantidad de alimentos consumida insuficiente para atender sus necesidades. Además, datos del Instituto de Investigación Económica Aplicada (2007) muestran que en 2002, 34% de la población 13 Una de las causas de ese problema es la falta de acceso a los alimentos, por causa del no acceso a tierra y por la falta o insuficiencia de renta de las familias. se encontraba abajo de la línea de pobreza (viven con hasta medio salario mínimo per capita), siendo que, de esos, 13,9% de la población, sobreviven en extrema pobreza, con un cuarto del salario mínimo per capita. La tasa media de desempleo en 2002, según la Investigación Mensual de Empleo (IME) del Instituto Brasilero de Geografia y Estadistica (período de referencia de 30 días, regiones metropolitanas), fue del 11,7%. La informalidad paso de 44,7%, en 1995, a 47,2%, en 2002, y cayó a 45,5% de la población económicamente activa en 2003. De estos, nada menos que 24,5% trabajan sin formalidad e 21,3% trabajan por cuenta propria. La renta media disminuyo considerablemente entre 1996 y 2003, pasando de R$ 754,00 a R$ 639,00. A parte el 28,5% de la población urbana (o 41,8 millones de personas) en 2003 no tenían acceso simultáneo a los servicios de agua, tratamiento de efluentes y recolección de basura. La tasa de analfabetismo, a su vez, atingió el nivel de 11,6% de la población con más de 15 años, o sea, 14,6 millones de personas en 2003. Además, el cuadro socio-económico brasilero se agrabó en las últimas décadas. Según el Instituto de Investigación Económica Aplicada (2007), 1% de los mas ricos (cerca de 1,7 millon de personas) de la población se apropian del 13% del total de las rentas domiciliares, el mismo porcentual apropriado por el 50% mas pobres (algo en torno de 87 millones de personas). Cerca de 47% de las familias brasileras, según el Instituto Brasilero de Geografia e Estatística (2006), presentaran restriciones para comprar alimentos, demostrando que la situación de inseguridad alimentaria y nutricional está presente en la sociedad brasilera. Además, entre 1995 y 2003, Brasil presento, según la Investigación Nacional de Domicilio (INSTITUTO DE PESQUISA ECONÔMICA APLICADA, 2007), un crecimiento acentuado del desempleo, que salto del 6% para el 10%. La informalidad creció: la tasa de trabajadores sin formalidad (incluido aqui los que trabajan por cuenta propria) llego al 47% dela población económicamente activa (PEA) en 2002. La renta media real de los trabajadores brasileros cayó 22% entre 1996 y 2002 (INSTITUTO DE PESQUISA ECONÔMICA APLICADA, 2007). En relación a ese quadro, Pochmann (s/d, p. 2) afirma que “el fenomeno de la exclusión se transformo drasticamente, dejandose manifestar apenas en los tradicionales segmentos sociales que se encontraban en la condición de desposeído para avanzar en el estadio de aquellos estratos sociales que algún dia ya estuvieron incluídos socialmente”. La dinamica del mercado de trabajo se viene mostrando incapaz de generar empleos suficientes para atender a los “viejos” segmentos sociales desempleados y excluidos. Esto quiere decir entonces que los “nuevos” segmentos se unen a ellos? La inestabilidad y la vulnerabilidad del cuadro social son evidenciadas en el mercado de trabajo. Debido a la severidad con que se desarrollan y se transforman las bases productivas en la actual fase del capitalismo, el trabajador, todavía con empleo formal, es constantemente oprimido y cohebido a aceptar la precariedad del mercado de trabajo, teniendo en vista las incertezas y la rapidez con que pueden perder su puesto de trabajo14. A pesar de eso, como indica Sachs (2004a) aunque exista crecimiento económico, el proceso por el cual los países están pasado es el de jobless growth, o bien, job loss growth, o sea, crecimiento sin empleo y crecimiento destructor de empleos, respectivamente. En otras palabras, el crecimiento económico no viene acompañado de empleos suficientes para el contingente de desempleados, como tiende también a destruir puestos de trabajo15. En este sentido, el autor señala que: “un estudio reciente [...] presento datos estremecedores sobre la eliminación de empleos que siguió a la abertura de la economía brasilera en 1990. La modernización tecnológica de el país cerró 8,98 millones de puestos de trabajo en el sector agropecuario, 3,63 milliones en la industria manufacturera, 902 mil en la administración pública y 757 mil en la construcción civil. La productividad del trabajo agropecuario creció, de 1990 a 2001, en una media de 5,12% al año, y en la industria, 2,52%. A su vez, las importaciones provocaron la reducción de 1,54 millones de puestos de trabajo” (p. 24). Esa precariedad del trabajo es compartida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al defender el trabajo decente. Ver mas sobre eso en Sachs (2002). 14 Sachs (2004a) argumenta que, apesar de la reducción de puestos de trabajo en la industria, hubo un aumento de estos en el sector de servicios. Eso no logra compensar la destruicción del empleo en el computo general de la economía. 15 A pesar de que Brasil es un país con una de las mayores extensiones de tierra cultivables en el mundo, la concentración de tierra alcanza indicadores significativos. Según el IBGE (2006), 15,6% del total de los establecimientos rurales en Brasil ocupan 75,7% del área ocupada. Mientras cerca del 85% del total de los establecimientos rurales (de carácter familiar) poseen apenas 24,3% del total del área ocupada por los establecimientos agropecuarios brasileños. Argentina y Brasil se encontraban a principios del siglo XXI en condiciones de crecimiento relativamente diferentes; sin embargo, es posible identificar una dinámica similar de deterioro de las condiciones de seguridad alimentaria y acceso a servicios básicos. En este sentido. se podría afirmar que la causa principal del hambre es la falta de acceso a los alimentos, por causa de la falta de acceso a la tierra y por la falta o insuficiencia en los ingresos de las familias. En otras palabras, la vulnerabilidad alimentaria de Brasil, del mismo modo que en Argentina, está fuertemente conectada al problema de acceso a la comida, y no a la disponibilidad de alimentos. Matriz de programas y proyectos nacionales orientados a producción de alimentos ¿Cuáles fueron las respuestas gubernamentales ante la situación de crisis alimentaria? ¿Qué tipos de programas se implementaron? ¿Cuál fue el papel de la relación tecnología- seguridad alimentaria en estos problemas? En este apartado nos proponemos presentar y describir las políticas nacionales orientadas a resolver la problemática alimentaria, principalmente aquellas de desarrollo comunitario, auto-producción y agricultura familiar. Cabe destacarse que las estrategias de políticas públicas de Argentina y Brasil desarrolladas para amenizar la situación de hambre y pobreza, incluyen e incentivan programas y proyectos dirigidos a procesos de reforma agraria, capacitación, asesoramiento técnico y financiamiento diferenciado para los pequeños productores, cooperativas, empresas recuperadas y otras organizaciones sociales, fomento de producciones alternativas y de la agricultura agroecológica, así como también, a estimular la “autoproducción” en áreas rurales, urbanas y periurbanas. El objetivo de este apartado es mostrar algunos de los adelantos realizados entorno al mapeo de los programas y proyectos públicos que incluyen estrategias que podríamos denominar “tecnologías sociales” para producción de alimentos en estos países, se exponen diferentes elementos relevantes de estas políticas: las instituciones que formulan e implementan la política pública, los principales objetivos y acciones, la cobertura geográfica y la escala de las políticas y acciones realizadas, los niveles de articulación interinstitucional y los grupos sociales foco de las políticas, entre otras variables para contribuir a mejorar el diseño de estrategias de desarrollo social y económico focalizado en grupos sociales vulnerables. El caso de Argentina La crisis del 2002 impulsó nuevas estrategias y políticas públicas de seguridad alimentaría. En una primera instancia, frente a la compleja problemática social el Estado Nacional redireccionó los fondos públicos disponibles para el lanzamiento de tres programas de emergencia: el Programa de Emergencia Alimentaria implementado desde el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), el Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados a cargo el Ministerio de Trabajo (MT), y el Programa Remediar a cargo del Ministerio de Salud (MS). Estas políticas estaban focalizadas en la subsistencia de la población con niveles de pobreza e indigencia y en aquellos grupos sociales vulnerables (niños, jóvenes y ancianos). Los instrumentos de política utilizados, la asistencia alimentaria (comedores comunitarios y educativos, módulos alimentarios, principalmente) y la transferencia monetaria, fueron consideradas desde las mismas políticas como estrategias de carácter paliativo, coyuntural y de corto plazo. A partir del 2003, el énfasis en el discurso presidencial estuvo puesto en desplegar “un modelo de acumulación de matriz diversificada con inclusión social” (Fernández de Kichner, 2007), que articule el sector industrial y agropecuario. En la práctica, la participación de la inversión social en el PBI se mantuvo cercana al 20% entre los años 2003 y 2005, y evolucionó de manera creciente. La administración de esos fondos fue concentrada progresivamente por el Gobierno Nacional por encima de los gobiernos provinciales y municipales (Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2009), y especialmente dirigidas por el MDS, MAGP, y Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Según el gobierno nacional, hubo una “readecuación” de las políticas sociales y alimentarias. En el MDS se tradujo en la implementación del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria “El hambre más urgente” (PNSA), y el Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Solidaria “Manos a la Obra” para brindar asistencia alimentaria e impulsar la autoproducción de alimentos. En ambos casos, coordinando con políticas ejecutadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). La suma de estos programa públicos muestra una creciente preocupación por la problemática de la seguridad alimentaria en Argentina a partir de la crisis de 2002. Sin embaro, en los casos de los programas y proyectos del MDS la relación entre ciencia, tecnología y alimentos se halla ausente. El único programa que se encuentra articulado con el PNSA y que efectivamente desarrolla e implementa tecnologías para las huertas orgánicas y granjas, es el el Programa PROHUERTA . En resumen, el papel de la ciencia y tecnología está escasamente presente en las políticas y las agenda política sobre seguridad alimentaria. A pesar de esta tendencia, es posible observar un ligero cambio de orientación sobre la temática en algunos casos puntuales. En primer lugar, unos pocos actores relevantes en la administración pública han comenzado a manifestar interés en desarrollar soluciones novedosas a la problemática alimentaria, algunas de las cuales incluyen la variable desarrollo tecnológico. El rol del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGP), en particular, de la SDRyAF y el INTA, en la producción de conocimientos tecnológicos se focaliza en un “nuevo” usuario-beneficiario, la Agricultura Familiar. La “Agricultura Familiar” (AF), según el MAGP y el INTA, es un grupo socio-productivo vulnerable que estaba relegado en las políticas agropecuarias16 y que está en riesgo de subsistencia dado los efectos de la crisis sobre el medio rural. Programas y proyectos como por ejemplo el Programa Pro-Huerta, el Programa Social Agropecuario, el proyecto de Desarrollo de Pequeños y Pequeños Productores Agropecuarios, entre otros, despliegan numerosas estrategias de desarrollo comunitario, “autoproducción” y “agricultura familiar” apoyando principalmente el diseño y difusión de tecnologías de para hacer frente a la problemática alimentaría. En segundo lugar, a partir de 2005, es importante señalar la creación del Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña 16 El Foro Nacional de la Agricultura Familiar (FONAF), en 2007, presenta al MAGP un primer documento denominado como “Reforma Agraria” donde asignan al INTA objetivos orientados al diseño de tecnologías adecuadas para el sector de la AF. Agricultura Familiar (2005), y posteriormente, del Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología para la Pequeña Agricultura Familiar y sus cuatro institutos de I+D regionales dentro de la estructura del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Estos son los primeros organismos estatales dirigidos a la concepción, diseño, desarrollo, implementación y evaluación de “tecnologías apropiadas” para la agricultura familiar (campesinos, pequeños productores, comunidades originarias). Por otro lado, desde el 2005, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), también promueve el desarrollo de Tecnologías Sociales a través de su Programa de Extensión, el Programa Calidad de Vida, Programa de Unidades Productivas Tipo, Subprograma de Tecnologías Sostenibles, la Red de Centros de Investigación y Desarrollo, entre otros. Por ultimo, en 2008, el Consejo Nacional de Políticas Sociales, constituido por los ministros de todas las áreas, lanzó el Plan Nacional de Abordaje Integral, “Ahí, con la gente” con el objetivo de impulsar el desarrollo de proyectos en el marco de la “economía solidaria”17. En ese marco, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) propuso el desarrollo de un yogur probiótico para comedores escolares como suplemento de la dieta. La propuesta implicaba trabajar con cooperativas y asociaciones de productores locales para la producción del producto. Si bien este proyecto sigue la tendencia señalada, hasta el momento este es el único proyecto implementado por el MINCYT en esa dirección y sólo fue implementado en Tucumán. En la TABLA Nº1 se presenta un cuadro matriz que identifica 21 planes, programas y proyectos, las instituciones públicas que lo ejecutan, define las principales objetivos y acciones de cada uno, la cobertura geográfica, los grupos sociales y comunitarios que son foco de esas políticas, y la articulación interestatal que proponen. Dicho cuadro representa el paquete básico de políticas a nivel nacional que abordan de forma directa o indirecta la relación seguridad alimentaria/tecnologías sociales. No existen datos precisos sobre qué entiende el MDS por economía social o solidaría. Los cuestionamientos sobre las 17 TABLA Nº 1 - Mapeo de Programas y Proyectos de Producción de Alimentos de Argentina Institución Ejecutora Ministerio de Desarrollo Social (MDS) Nombre de Programas y Proyectos Inicio Plan Nacional de Seguridad Alimentaria “El hambre más urgente” 2003 (PNSA) Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales Plan Nacional de Abordaje Integral, “Ahí, con la gente” 2008 Objetivos y Acciones Brindar asistencia alimentaria; facilitar la autoproducción de alimentos a las familias y redes prestacionales, fortalecer la gestión descentralizando fondos; realizar acciones en materia de educación alimentaria y nutricional y desarrollar acciones dirigidas a grupos de riesgo focalizados. Capacitación y apoyo técnico a huertas y granjas entre otros. Asistencia técnica, capacitación y acompañamiento en el diseño e implementación de proyectos productivos en el marco de la economía social; puesta en marcha de cooperativas y cadenas productivas proveedoras del Estado; asistencia y financiamiento de producción familiar para el autoconsumo. Apoyo económico y financiero a emprendimientos productivos, Cobertura Grupos sociales y comunitarios/ Usuario/beneficia rio Articulación interinstitucional Nacional Familias en situación de vulnerabilidad socio-económica PROHUERTA-INTA, Gobiernos provinciales, ONGs, entre otros. Nacional Familias en situación de vulnerabilidad socio-económica Ministerios, SAGPYA, INTA, CIC’s. MDS Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Solidaria “Manos a la Obra” Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Programa Federal de Apoyo al Desarrollo Rural Sustentable (INTA) (PROFEDER) Ministerio de Desarrollo Social (MDS) e Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) INTA Programa PRO-HUERTA Promoción para la Autoproducción de Alimentos Unidad de Planes y Proyecto de Investigación y 2003 2003 1990 encadenamientos productivos, servicios de apoyo a la producción y a la comercialización. Fortalecimiento institucional desde una perspectiva de desarrollo local. Asistencia técnica y capacitación a los emprendedores de unidades de producción de los proyectos de la economía social. El énfasis está puesto en la seguridad alimentaria, la modernización del sector agroalimentario y agroindustrial, la inclusión social de pequeños productores y el manejo sustentable de los recursos naturales. Fortalecimiento de las capacidades de autoproducción en sectores socialmente vulnerables, tanto familias como redes prestacionales. Capacitación, apoyo técnico, desarrollo y/o implementación de “tecnologías apropiadas” para la producción de alimentos orgánicos. Asistencia técnica a proyectos productivos. Un porcentaje del presupuesto es destinado a acciones Nacional Personas, familias y grupos en situación de pobreza, desocupación y/o vulnerabilidad social Organizaciones de la economía solidaria, CICs, cooperativas, gobiernos provinciales y municipales. Nacional Familias pobres, agricultures familiares, productores minifundistas y medianos, actores sociales y sectoriales. En este programa están enmarcados Cambio Rural, Minifundios, Prohuerta, Profam, PNDL, y proyectos integrados Nacional Nacional, con Familias urbanas y rurales con necesidades básicas insatisfechas Pequeños Posee una extensa red de instituciones educativas, comedores, escuelas, municipios, ONGs. Articula con el Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Solidaria “Manos a la Obra”, el Plan Nacional Familias por la Inclusión Social, y PROFEDER. Organismos nacionales como el PSA, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social Extensión para Pequeños Productores Minifundistas 1987 (Unidad de Minifundios) INTA (Extensión) Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología para la Pequeña Agricultura Familiar e Institutos (INTA) SAGPyA Programa para Productores Familiares (PROFAM) Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar 2003 2005 (CIPAF e IPAFs) Programa Social Agropecuario 1993 de experimentación adaptativa, fundamentalmente insumos para la realización de tareas de validación de tecnología. Se promueve la búsqueda y apoyo para la obtención de aportes crediticios a los proyectos asistidos que provienen de fuentes de financiamiento variadas. Apoyo a iniciativas de grupos de productores familiares para generar e implementar proyectos productivos participativos. Asistencia técnica y desarrollo de experimentación adaptativa. Con el objetivo de la Seguridad y Soberanía Alimentaria subraya el papel del desarrollo de I+D, adaptación y/o validación de “tecnologías apropiadas” (y apropiables) para el desarrollo sostenible de la pequeña agricultura familiar. Es central el empoderamiento de los actores sociales de la AF. Así como también, fomentar la producción agroecológica. Asistencia técnica y capacitación para pequeños productores. Desarrollo y/o implementación de “tecnologías apropiadas” para mejorar la producción. Líneas de créditos no bancario (financiamiento de infraestructura una mayor concentración de proyectos en las regiones de NOA, NEA y Cuyo. productores minifundistas Nacional Productores familiares Región Noroeste, Norteste, Pampeana y Cuyo. 21 provincias Pequeña agricultura familiar Pequeños productores con límites de capital e ingresos (INAES), ONG’s como INDES y FUNDAPAZ Foro Nacional de la Agricultura Familiar, cooperativas, organizaciones de pequeños productores, instituciones academicas y profesionales, Extensión INTA. Foro Nacional de la Agricultura Familiar, ONGs, cooperativas, entre otros. productiva y de servicios básicos, y compra de insumos) y apoyo al fortalecimiento de organizaciones de productores, principalmente en: acceso al agua, a la tierra y a la comercialización. (PSA) Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPYA) e INTA SAGPyA Programa Federal de Reconversión Productiva para la Pequeña y Mediana Empresa Agropecuaria (Cambio Rural) Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios y su Adicional 1993 1998 (PROINDER) SAGPyA y Ministerios Sectoriales de las Provincias Programa de Desarrollo Rural del Noreste (PRODERNEA) 1998 El principal instrumento es la asistencia técnica en aspectos de mejoramiento de las capacidades institucionales. Búsqueda y acceso a créditos. Experimentación adaptativa según requieran los proyectos. Apoyar iniciativas rurales (obras de infraestructura comunitaria, autoconsumo, producción para el mercado, sistemas de comercialización) y generar fortalecimiento institucional de los gobiernos provinciales: apoyo técnico, capacitación de técnicos, y contribuición de soporte cientifico y técnico sobre “tecnologías apropiadas” orientadas a los pequeños productores agropecuarios. Promueve el aumento sostenible del ingreso y de la capacidad de autogestión de pobladores rurales e indígenas. Brinda asistencia técnica y financiera, apoyo en la gestión Nacional Nacional, desconcentrado. Se ejecuta a través de las unidades provinciales del PSA Región del Noreste Pymes. Grupos y redes de pequeños y medianos productores. Pequeños productores, trabajadores transitorios agropecuarios y no agropecuarios con NBI Pequeños productores en situación de pobreza rural. Provincias, municipios, PSA, Foro Nacional de la Agricultura Familiar, INTA Gobiernos provinciales, cooperativas, organizaciones de pequeños productores, instituciones academicas y de proyectos y capacitación para aumentar y diversificar las explotaciones existentes, facilitar cambios tecnológicos y capitalizar a las pequeñas unidades productivas y de negocios. SAGPyA y Ministerios Sectoriales de las Provincias Programa de Desarrollo Rural del Noroeste (PRODERNOA) SAGPyA y Ministerios Sectoriales de las Provincias Programa de Desarrollo Rural de la Patagonia (PRODERPA) SAGPyA Ley 26141. Régimen para la recuperación, fomento y desarrollo de la 1998 1998 2006 Mejorar la calidad de vida de las comunidades campesinas y aborígenes con obras de infraestructura, principalmente de provisión de agua; propender a la seguridad alimentaria de la población objetivo a través de proyectos productivos de autoconsumo; formar técnicos capacitados y sensibilizados acerca de la problemática regionales. Mejorar las pequeñas unidades productivas y de negocios. Apoyo técnico centrados en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, microempresariales y artesanales, en el marco de una estrategia operativa impulsada por la demanda, participativa y orientada al mercado. Financiamiento (reintegrable o no reintegrable) para mejorar el sistema productivo y las condiciones de vida. Asistencia técnica en producción y comercialización caprina. Capacitación. profesionales. Región del NOA Pequeños productores con capacidad de gestión. Aborigenes y campesinos. Región Patagonica Población rural pobre de más de 14 años Provincias con producción caprina Productores caprinos con tratamiento diferencial a los productores de cuyos ingresos estén por debajo de la líneas Gobiernos provinciales, Foro Nacional de la Agricultura Familiar, universidades, cooperativas, organizaciones de pequeños productores, instituciones. Gobiernos provinciales, cooperativas, organizaciones de pequeños productores. actividad caprina Extensión de pobreza. Programa de Abastecimiento Básico Comunitario 2005 Subprograma de Apoyo al Trabajo Popular 2005 Subprograma Asistencia a Cooperativas y Empresas Recuperadas 2005 Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) Extensión INTI Extensión INTI Aborda la problemática alimentaria a través de la implementación de un modelo de autogestión comunitaria fortalecido por un programa de transferencia tecnológica. Acompaña a las organizaciones e instituciones sociales en la búsqueda de recursos y la implementación de sistemas de producción alimentaria eficientes que se inserten como proveedores de alimentos saludables en la red alimentaria local y sean gestionados por miembros de la propia comunidad. Generar y transferir tecnología industrial de apropiación colectiva para que emprendedores, grupos, comunidades o sectores industriales eleven la calidad de su producción y, consecuentemente, su calidad de vida. Promover el desarrollo sustentable de las cooperativas y empresas recuperadas a partir de la transferencia de tecnologías y herramientas de apropiación colectiva que permita un crecimiento con autonomía en su proceso productivo. Nacional Nacional Nacional Población de bajos recursos que se encuentren en situación de vulnerabilidad nutricional. ONGs, entidades educativas, y pequeños productores. Emprendedores, grupos, comunidades o sectores industriales. Cooperativas productivas y empresas recuperadas Cooperativas, ONGs, entidades educativas, instituciones academicas. Cooperativas, ONGs, entidades educativas, instituciones academicas. Cooperativas, empresas recuperadas, ONGs, , instituciones academicas y profesionales. Diseñar y desarrollar modelos de emprendimientos económicamente sustentables para reinsertar a los desocupados en el sistema productivo. Replicación de experiencias UPT. Nacional Población desocupada Cooperativas, ONGs, instituciones academicas y profesionales, instituciones públicas. Programa de Calidad de Vida Asesorar a proyectos productivos, de promoción del trabajo y habitat. Asistir a las comunidades en sus demandas de información y en el desarrollo de alternativas de uso sostenible del recurso agua para bebida humana, animal y uso de riego. Nacional Toda la comunidad Cooperativas y asociaciones, ONGs, instituciones academicas y profesionales, instituciones públicas. Subprograma de Tecnologías Sostenibles Asesorar, desarrollar y/o implementar tecnologías ecosostenibles para la producción agricola (permacultura, huertas organicas, etc.) Nacional Toda la comunidad Cooperativas y asociaciones, ONGs, instituciones academicas y profesionales, instituciones públicas. INTI Programa de Unidades Productivas Tipo INTI INTI 2005 Como puede observarse, si bien existen algunos programas y proyectos orientados al desarrollo e implementación de tecnologías sociales para la producción de alimentos, no reflejan una política estatal claramente definida en este sentido. Son, hasta el momento, iniciativas dispersas y poco articuladas entre si. El caso de Brasil La grave situación social de Brasil colaboró para que los desafíos sociales entrasen en la agenda como una de las prioridades de este gobierno18. La preocupación en relación a la situación social del país nos remite a octubre de 2001, cuando el Instituto Ciudadanía, con la coordinación general de Luís Ignacio Lula da Silva, lanzó al debate público el “Proyecto Hambre Cero – una propuesta de política de seguridad alimentaria y nutricional”. La constitución de ese documento tuvo la participación de representantes de Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs), institutos de investigación, sindicatos, organizaciones populares, movimientos sociales y especialistas vinculados a la cuestión de la seguridad alimentaria en el país. Al incorporar al público a ese debate e implementar su programa de gobierno, el Gobierno de Lula señalizó que la intención en transformar las acciones estatales, integrándolas entre si y articulándolas con toda la sociedad tenían por objetivo amenizar la exclusión y la desigualdad social. En comparación con gobiernos anteriores, la manifestación de esa intención fue un paso significativo, aunque en la práctica esas acciones contribuyen en parte a su objetivo. De esta manera, fue lanzado el Programa Hambre Cero y creado el Ministerio Extraordinario de Seguridad Alimentaría y Combate al Hambre (MESA), para coordinarlo estuvo el entonces Ministro José Graziano da Silva, en 2003. Este proyecto tenía como objetivo implementar la propuesta de una política nacional participativa de seguridad alimentaria y combate al hambre. En este mismo año, el Consejo Nacional para Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA), ligado a la Presidencia de la República, fue restablecido. En conjunto con los CONSEAs El proyecto del gobierno de Lula se proponía articular tres ejes estructurantes e interdependentes: el social, el democrático y el nacional, siendo el social la referencia para los otros dos, o sea, la distribuición de ingresos y de riqueza, la generación de trabajo y empleo, la inclusión social y el uso de los recursos naturales con sustentabilidad (Partido de los Trabajadores, 2002a). 18 estaduales y municipales, el Consejo Nacional tiene el papel de asesorar el gobierno en la formulación de políticas y en la elaboración de programas. La gestión compartida entre gobierno y sociedad civil del Consejo, con fuerte participación de movimientos sociales, muestra un avance en la forma de elaborar política pública. En realidad, este proceso constituye un proceso de inclusión de nuevos actores sociales, como movimientos sociales, en la construcción de políticas públicas que hasta entonces no existía. La necesidad de romper con la lógica de acciones fragmentadas, sectorizadas y/o con sobreposición de acciones similares hizo que ese proyecto fuese transformado en Estrategia de Gobierno, vinculando mas de 30 programas y acciones sociales, divididos en cuatro ejes articuladores: a. ampliación del acceso a los alimentos; b. fortalecimiento de la Agricultura Familiar; c. promoción de procesos de inserción productiva y d. articulación y mobilización. A partir de esos programas y de los relatorios técnicos de los Ministerios de Desarrollo Agrario (MDA) y de Desarrollo Social (MDS), del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INCRA) y de la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA), identificamos 17 programas e proyectos orientados directamente a la producción de alimentos, conforme la TABLA Nº 2. TABLA Nº 2 Mapa de Programas y Proyectos orientados a la Producción de Alimentos en Brasil Institución ejecutora Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) Nombre de los Programas y Proyectos Programa Nacional de la Agricultura Familiar (PRONAF) Inicio 1999, con alteraciones significativas en 2003/2004 y 2006. Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) Asistencia Técnica y Extensión Rural en la Agricultura Familiar 2003 Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) Seguro da Agricultura Familiar (SEAF) 2003 Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) Desarrollo Sustentable de Proyectos de Asentamiento 2003 Grupos sociales y comunitarios/ Usuario/beneficiario Agricultores familiares e asentados de l reforma agraria Articulación interinstitucion al Sindicatos Rurales e Instituto de Asistencia Técnica y Extensión Rural (EMATER) Nacional, con foco para la región del semi-árido Agricultores familiares e asentados de la reforma agraria Centros Estaduales de Desenvolvimient o Agrario y parcerías con gobierno, empresas y sociedad civil Segurar de 65% da recepta líquida esperada por el emprendimiento financiado y Desarrollar acciones a fin de promover el uso de tecnologías adecuadas, como medidas preventivas contra eventos de risco. Nacional Agricultores familiares contratantes de financiamientos de custeio nel PRONAF Proporcionar a las familias asentadas capacitación y los medios para estructuración del proceso organizacional y productivo, de forma a integralas al segmento de la agricultura familiar, con sustentabilidad económica, ambiental y social, en la Nacional Familias asentadas Objetivos y acciones Cobertura Financiar proyectos de custeio (inversión de custeio da zafra o de las actividades agropecuarias y de beneficiamiento o industrialización) o de inversión (financiamiento da implantación, ampliación o modernización da infraestructura de producción y servicios) individuales o colectivos para la producción a los agricultores familiares e asentados da reforma agraria. Auxiliar en la formación de los agricultores, en la producción de tecnologías y de conocimiento apropiados para la agricultura familiar e nel apoyo a proyectos de inovación tecnológica de la agricultura familiar no semiárido. Nacional - perspectiva de construcción de su ciudadanía plena. INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria) Programa de Asesoría Técnica, Social e Ambiental a la Reforma Agraria 2003 Asesorar técnica, social e ambientalmente las familias asentadas en los Proyectos de Asentamiento (PAs) de la Reforma Agraria, creados o reconocidos por el INCRA. Nacional Familias asentadas INCRA/CNPq Programa de Apoyo Científico e Tecnológico a los Proyectos de Asentamiento da Reforma Agraria (Pacto) 2000 Actuar como suporte a las iniciativas de los proyectos de asentamientos. El objetivo és ofrecer capacitación sobre alternativas económicas sustentables y conocimientos de ciencia y tecnología sobre temas diversos, como, salud, educación y producción. Nacional Agricultores familiares y asentados INCRA Programa Nacional de Educación en la Reforma Agraria (PRONERA) 1998 Fortalecer la educación en las áreas de reforma agraria estimulando, proponiendo, generando, desarrollando proyectos educacionales, utilizando metodologías orientadas para la especificidad del campo, a fin de contribuir para la promoción del desarrollo sustentable. Nacional Jóvenes y adultos dos proyectos de asentamientos criados pelo INCRA o por organizaciones estaduales de tierras. INCRA Programa de Consolidación e Emancipación (Auto-Suficiencia) de Asentamientos Resultantes da Reforma Agraria (PAC) Programa de Agricultura Urbana e Peri-Urbana 2000 Consolidar e desenvolver los asentamientos para que seam independientes e integrados al segmento da agricultura familiar; asesorar técnicamente y capacitación, promoviendo la sustentabilidad económica, social y ambiental. Siete Estados Asentados da reforma agraria 2003 Promover producción de actividades hortifrutigranjeiras a fin de garantir seguridad alimentar e nutricional, bien como renta; fomentar proyectos de sistemas integrados de Proyectos convenidos Familias pobres, agricultores urbanos e peri-urbanos, desempleados; familias beneficiarias do Programa Ministerio de Desarrollo Social (MDS) Instituciones públicas, privadas, entidades de representación de los trabajadores rurales e ONG. Prefecturas, secretarias estaduales, universidades, movimientos sociales e institutos de pesquisa. Instituciones de enseñanza, gobiernos estaduales y municipales e movimientos sociales y sindicales de trabajadores Prefecturas e asociaciones de agricultores asentados Estados, Distrito Federal y Municipios producción agroecológica. EMBRAPA/M CT/MDA EMBRAPA Apoyo al Desarrollo de la Agricultura Familiar y a la Sustentabilidad del Medio Rural Proyecto de Competitividad y Sustentabilidad de la Agricultura Familiar 2008 EMBRAPA Proyectos PAC de Seguridad Alimentar e Alimento Seguro 2008 EMBRAPA Proyectos de Pesquisa para o Semi-árido nordestino 2003 Contribuir con el suporte científico e tecnológico coordenado por la EMBRAPA, para a valorización das unidades familiares de producción, con desarrollo sustentable e a la inclusión social. Fomentar la inserción de la agricultura familiar, de forma competitiva e sustentable, nos diferentes biomas brasileros; Fomentar la utilización de los recursos hídricos de forma eficiente; Fomentar o desarrollo de propuestas alternativas de tecnologías de acuerdo con la necesidad de la región (conservación del aqua em barragens subterráneas y nel Semi-árido; sistemas de producción de frutas, pomares, huertas, caseras y comunitarias, con uso de irrigación localizada en pequeña escala; Sistemas de producción orgánicos de anana y manga, e de procesamiento de frutos nativos, como umbu y umbu-cajá, de manga y de mandioca, etc.) Aumentar a oferta de alimentos de cualidad, garantir la sanidad de la producción vegetal y animal, generar y transferir conocimiento sobre nuevos insumos agrícolas, e optimizar la utilización de los recursos genéticos disponibles nel País. Apoyar o desenvolvimiento de acciones productivas de la agricultura familiar con vistas a la elaboración de referencias técnicas e organizacionales que puedan ser diseminadas para el conjunto del Programa Hambre Cero; Fomentar la creación de sistemas productivos o formas de uso que se armonicen con el medio ambiente del SemiÁrido; Adaptar tecnologías, en cooperación Nacional Bolsa Familia y grupos organizados en cooperativas y instituciones. Agricultores familiares Nacional Agricultores familiares Nacional Agricultores familiares Unidades Colectivas de Multiplicación de Semientes (UCMS) Región do Semi-Árido Agricultores familiares Unidades estaduales da Embrapa; organizaciones estaduales de pesquisa agropecuaria do Nordeste (de Pernambuco, do MCT, MDA, EMBRA e CONSEPA con grupos de agricultores/experimentadores, desarrolladas en Campos de Aprendizaje Tecnológica Colectiva – CATC – que, alén de la integración de los pesquisadores, permitirán también el establecimiento de relación de permuta de conocimientos con las comunidades . EMBRAPA Proyectos de Pesquisa para comunidades Indígenas Proyectos de Pesquisa para asentamientos rurales 2003 2003 Movilizar un conjunto de asentamientos, a fin de potencializar sus recursos y dar visibilidad a la su producción, con el foco en el desarrollo territorial; Asistir financieramente y tecnológicamente el proyecto. EMBRAPA Proyectos de Pesquisa para periferia urbana 2003 EMBRAPA Proyecto Quintais Orgánicos de Frutas: Contribución para la Seguridad Alimentar en Áreas Rurales, Indígenas y Urbanas 2004/2005 Fomentar la Agricultura Urbana, con el cultivo de hortalizas, de plantas medicináis y de floricultura, así como con la creación de pequeños animales, para el autoconsumo de las familias y para la renta familiar. Producir huertas con los principios da producción orgánica a fin de contribuir para la seguridad alimentar y ambiental de comunidades carentes en las áreas rurales y urbanas. EMBRAPA Sin información Rio Grande do Norte y da Paraíba) Sin información Sin información Sin información Nacional, prioridad en la Amazonia, nel Semiárido e nel Sul Nacional Familias asentadas MDA, INCRA e movimientos sociales Nacional Comunidades carentes; agricultores familiares; agricultores asentados; comunidad escolar (estudiantes); comunidad indígena; comunidad quilombola; y otros Familias carentes Eletrobrás; Companhia de Generación Térmica de Energía Eléctrica; EMATER – RS En 2004, el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), lanzó el plan Plurianual (PPA 2004-2007) en el cual se instituyó la Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación vigente hasta la actualidad (PCT14). El objetivo explicito de dicha estrategia es transformar a la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) en instrumentos promotores del desarrollo nacional y consolidar la consciencia colectiva respecto del valor de la CTI para el desarrollo del país. En este sentido, es posible señalar que en la política brasilera actual se reconoce el objetivo de estimular la inclusión y el desarrollo social con apoyo de la C,T &I. La comprensión del gobierno federal sobre el desarrollo sin inclusión social llevó al Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) a crear la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología para la Inclusión Social (SECIS). La SECIS tiene el objetivo “apoyar programas y proyectos que tengan como objetivo la utilización de la ciencia, la tecnología y la innovación como puertas de acceso de la población más pobre del país en beneficio del progreso” (MCT, 2007, p.108). Esta frase muestra claramente la visión positiva de la ciencia, entendida como herramienta capaz de promover, por si sola, el desarrollo social. Sin embargo, a pesar de la preocupación por incentivar, investigar, difundir e implementar tecnologías entre los diferentes grupos sociales y productivos existentes, la SECIS ejecuto 9% de los recursos del MCT en 2005, reflejando la poca importancia en comparación con otras áreas de política. La SECIS muestra una relación diferencial en relación a la política C&T pero todavía sus acciones no fueron suficientes frente a las demandas de inclusión social existentes en Brasil. Las prioridades adoptadas por el gobierno federal de Lula acarrean las prioridades deliberadas por la política C&T del gobierno anterior (cargadas de valores propios de un gobierno de derecha), lo cual muestra que no existe una ruptura entre las dos políticas. Por ello, la política C&T brasilera tiene dificultades para orientarse hacia las demandas sociales y locales. En otras palabras, el desarrollo de las políticas C&T orientadas a la seguridad alimentaria son parte de la agenda política brasilera, aunque aún los resultados en términos de inclusión social son escasos. Consideraciones Finales Actualmente, amplios sectores de la población viven en condiciones de exclusión, signadas por déficits en el acceso a bienes básicos, y en particular dificultades de acceso a alimentos. Si bien los recientes cambios de dirección en la políticas alimentarias y de ciencia y tecnología se han dado importantes pasos adelante, la superación de las desigualdades sociales todavía constituye, el mayor desafío político y económico de los gobiernos de Argentina y Brasil. Frente a este desafío, la cantidad y la diversidad de programas de desarrollo alimentario registrada hasta el momento parece indicar más el esbozo tentativo de una solución que una verdadera estrategía de desarrollo integrado en la cual la tecnología posee un papel preponderante. Y, sin embargo, ubicar en el centro de la escena la relación entre tecnología y seguridad alimentaria es fundamental para construir nuevas agendas de desarrollo de carácter igualitario y sustentable. Esto se debe a que la escala del problema social pone a prueba las actuales capacidades de respuesta gubernamental y la dimensión tecnológica del problema constituye un desafío en sí misma. Y que, al mismo tiempo, en lugar de funcionar de modo inclusivo, la lógica predominante de desarrollo productivo en nuestros países ha logrado deteriorar las condiciones sociales, y en el caso observado, deteriorar las posibilidades de acceso a una alimentación digna. Bibliografía CASTRO, J. Geografia da Fome.Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2002. DANIEL, C. (2005): Ciencia y gestión pública. Los trazos de esta relación en el campo de las políticas sociales. Presentado en Jornadas de sociología de la UBA, Buenos Aires, septiembre 2005. DUMÉNIL, G. & LEVY, D. 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