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Capítulo 4: Esplendores y miserias de una metáfora: “La construcción social de la realidad” Un lugar común es una expresión idiomática del cliché del pensamiento. Expresa prejuicios muy armados, es decir, es una construcción social de la realidad, sin importar si esto existe o no. Lo que interesa es como los seres humanos lo interpretan o lo idealizan; puesto que está determinado que lo real es lo que uno ve. Para abordar el estudio del mundo social, varios trabajos sociológicos, hilan la metáfora, la cual es una construcción social de la realidad con dos virtudes: la desnaturalización (no natural) y deseternización (no es eterno). En el sentido común se naturalizan las relaciones sociales, con él cual surgen una serie de ‘defectos’: hiperrelativismo, antirrealismo, antiobjetivismo y acritico. Es una auténtica metáfora liberadora y se convierte hasta el punto de conformista. Existen cinco lugares comunes que derivan del constructivismo sociológico que poseen una crítica negativa, porque son producto del mal uso de la metáfora para con el lenguaje o por asociación automática de ideas impugnables. Lugar común N°1: La construcción social no es más que una construcción simbólica y subjetivista. Diciendo que la realidad social es un constructo social e histórico, estaríamos afirmando que es real, y por lo tanto material. En el estudio del mundo social en materia de realidad social, al mismo tiempo todo se reduce a simples creencias o simples representaciones (las cuales, según Marcel Gauss, conduce a una abstracción abusiva) dejando a un lado el mundo material. Sucede, también, que al abarcar el estudio de la construcción pública de los problemas sociales, se oponen dos tipos de enfoques: a. Enfoque objetivista (y realista): consiste en describir y analizar las condiciones objetivas de existencia de un problema social. Posee su propia sistematicidad y precisión para centrarse en los posibles contornos, las causas y los efectos de los problemas. Los investigadores tratan de captar todas las condiciones, ya sea económica, social, política; sin interrogar radicalmente la definición social de ese ‘problema social’.Hace una clasificación de situaciones e individuos. b. Enfoque subjetivista (y construccionista o constructivita): permite recordar el rol de las categorías sociales de percepción del mundo que tienen los actores sociales. Los problemas sociales son el resultado positivo de un proceso de reivindicación pública emprendido por determinados grupos que dan a conocer el problema existente en el interior de la sociedad. Queda claro que los problemas que sufren individuos particulares no específicamente se transforman en problemas colectivos. Se basan en condiciones formales de formalización y reconocimiento público de esos tipos de clasificación. Esto deja a simple vista que la mayoría de las veces este enfoque tiene limitaciones. El sociólogo no tiene qe dar por dado que los problemas sociales que afectan los sociólogos existen. Tiene que hacer una crítica de la percepción que los actores tienen de los problemas sociales Lugar común N°2: La sociología tiene que estudiar solamente las construcciones del sentido común. La reducción del mundo social a su dimensión simbólica puede hacer que algunos sociólogos decidan, en forma consciente y voluntaria, reducir el objeto de las marcas epistemológicas de la sociología, con lo cual estaríamos frente a un concepto objetivo; extraer del arte lo que le interesa a la sociología. El sociólogo reduce su objeto a marcos epistemológicos de su disciplina. Esto puede ocasionar que al hacer esto, la sociología estropee algo al construir teóricamente su objeto. Sin embargo, existe una segunda mejor opción. Se sugiere tomar por objeto “al arte tal como lo viven los actores”. Aquí se refiere a analizar las cosas según lo que para los actores significan. Se opone a una “sociología de las representaciones imaginarias y simbólicas”. En la construcción social de la realidad, la sociedad crea cotidianamente prejuicios. Estos son de sentido común y son extremadamente importantes y útiles para la vida común. Los humanos dependen de ellos para vivir, ya que aligeran la vida diaria, son preconceptos de lo que va a pasar. Poseen tal importancia que son muy difíciles de romper. Muchas veces estos prejuicios deben ser utilizados con cuidado por los humanos ya que se pueden tonar malos al impedirle a este poder realizar algo. El sociólogo busca en este punto la coherencia interna de los puntos de vista relacionado con los sistemas de representación. Es requisito del investigador mantenerse lo más cerca posible de las formulaciones e interpretaciones de los actores para respetarlos. Se trata de explicitar los comportamientos y creencias, no solo explicarlos. El sociólogo no debe someterse al sentido común. Lugar común N°3: Las construcciones sociales son creaciones intersubjetivas permanentes. Al deslizarse por la idea de construcción social de la realidad, en cada instante, las personas reconstruyen las realidades sociales, tienden a negar la historia objetivada. Es imprescindible aclarar que se inventa en cada generación e interacción todo nuestro contexto con el que contemporizamos. Como Marx dijo, “Los hombres hacen su propia historia, pero no lo hacen arbitrariamente, en las condiciones elegidas por ellos, sino en condiciones directamente dadas y heredadas del pasado. La tradición de todas las generaciones muertas pesa demasiado en el cerebro de los vivos”. La construcción social de la realidad se va a ver tanto en dispositivos objetivados y duraderos como en la manera de ver los acuerdos microcontextuales. Los actores sociales están sujetos a una estructura, la cual es necesaria para funcionar en relación con los demás. Lugar común N°4: lo que ha sido construido por la historia puede ser fácilmente deconstruido y reconstruido de otra forma. Pretende que lo construido puede hacerse y deshacerse fácilmente en otra forma. Lo que existe fue hecho y por ende puede ser deshecho; no proviene ni de la naturaleza ni de la fatalidad existencial inmutable. Aunque el estado objetivista y subjetivista las hace difícil de transformar. La idea de desarmar lo existente sin una revolución comprende un conjunto de fenómenos en rigor, de una escuela, que ha construido múltiples cambios. Y para reconstruir algo hace falta una crítica para que las percepciones cambien, solo de este modo una idea puede reconstruirse para luego ser reconstruida. Tal es así, que un fenómeno, al crearse, forma su propia antítesis. En el avance del pensamiento actual se busca encontrar del fenómeno sus propias contradicciones, limitaciones y contradicciones internas. Marx dice que desde ahí, del pensamiento profundo de lo existente, pueden surgir pensamientos nuevos. Sólo planteándose algún cambio exagerado se podrá modificar algún pensamiento, ya que es muy difícil cambiar pensamientos establecidos profundamente. Lugar común N°5: La ciencia es una construcción social de la realidad como cualquier otra. Partiendo de la idea de que la ciencia es una actividad social de construcción de la realidad, ciertos sociólogos, creen poder deducir lógicamente de ello que la ciencia construye una versión de la realidad como cualquier otra. La ciencia construye una versión de la realidad como cualquier otra, alejándose de lo cotidiano y a su vez anulando con la “construcción social” todas las diferencias objetivables entre ciencia, opinión, creencia religiosa e ideología. CAROLINA FINIZIO – Corrección