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Tema 3: la Evolución
TEMA 3
LA EVOLUCIÓN Y SUS IMPLICACIONES FILOSÓFICAS
1. Los hechos: surgimiento e historia de la vida.
2. La base teórica: la evolución.
2.1 Teorías fijistas
2.2. Lamarck
2.3. Darwin.
2.4. La teoría sintética de la evolución.
2.5. El neodarwinismo hoy en día.
3. Conclusiones filosóficas.
3.1. El “progreso”: ¿qué cambio encierra la evolución?
3.2. ¿finalismo o mecanicismo?
3.3. ¿Vale la evolución para explicar el comportamiento humano? El
socialdarwinismo y la sociobiología.
1. La explicación de la biología: el surgimiento e historia de la vida.
El objetivo de los próximos temas es explicar la génesis del hombre. Pero esta no se entiende sin
explicar la génesis de la naturaleza y las leyes que la rigen. En cuanto seres materiales, nosotros
estamos sometidos a esas leyes de la naturaleza. Es por ello necesario aclarar qué plantea la biología
en relación a esa naturaleza.
La biología actual expone la siguiente explicación del surgimiento de la vida. La base material necesaria
para el surgimiento de la vida son unas moléculas con capacidad para:
a) Almacenar información (ADN o ARN),
b) Autoduplicación (sean capaces de reproducirse exactamente igual).
c) mutación (en ese proceso se modifiquen)
d) variabilidad funcional (se adapten al medio de formas diversas).
Estas moléculas están basadas fundamentalmente en los átomos de cuatro elementos simples: carbono,
hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (lo que conocen los biólogos como CHON), acompañadas también de
fósforo y azufre. Todos los seres vivos contamos con esos elementos y sin ellos la vida no es posible.
Pensemos que la combinación de esos elementos se tienen que hacer en condiciones muy peculiares (por
ejemplo, no puede haber oxígeno en la atmósfera) y que además necesitan otra condición: necesitan un
aporte continuo de energía para poder llevar a cabo tales funciones, una fuente de calor que en la
inmensa mayoría de los casos tenía un origen no terrestre: la luz del sol.
Es por ello que ese conjunto de características no se dan en cualquier circunstancia posible. La vida se
remonta en la tierra a unos 4000 millones de años en los que los elementos anteriormente dichos se
encontraban disueltos en agua y existía una atmósfera rica en amoníaco y metano. Las radiaciones solares
aportaban la energía (muchas veces destructiva) que era necesaria para la aparición de esas moléculas.
Eso permitió la aparición de aminoácidos, proteínas y cadenas de ADN o ARN, que son los constituyentes
fundamentales de los seres vivos. Lo que se conocen como polímeros.
Muchos biólogos asemejan la tierra en aquella remota época como una enorme sopa orgánica de la que
provendrían los primeros seres vivos, unicelulares y sumamente simples. Se ha intentado en laboratorio
intentar crear las condiciones en que esos compuestos dieran paso a organismos vivos, aunque todos los
esfuerzos han resultado inútiles hasta la fecha.
Después de la aparición de estos seres unicelulares habría que esperar miles de millones de años para que
apareciesen seres pluricelulares y esto con grandes extinciones en masa. Después de la fauna de Ediacara
se
sucedió
una
gran
extinción
y
la
posterior
“explosión
1
Tema 3: la Evolución
del
Cámbrico”,
en
el
que
tan
solo
en
diez
el 60% de las familias de seres vivos actualmente existentes.
millones
de
años
daría
con
Luego en un proceso de 600 millones de años, con sucesivas extinciones en masa, y fuertes cambios
geológicos y climáticos que alterarían la biosfera, esos seres irían haciéndose más complejos, con nuevas
formas de vida que englobarían la distinción entre vegetales y animales y en el mundo animal a los
vertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, y dentro de estos últimos, los primates superiores
u homínidos, supuestamente los más desarrollados.
La primera evidencia de toda historia es justamente, el cambio. Las preguntas que nos tocan desarrollar,
desde un prisma científico y filosófico son las siguientes: ¿Cuáles son las condiciones o leyes en las que
acontece este cambio? ¿Tiende hacia una mayor complejidad? ¿Existe alguna finalidad en ese cambio o es
dado al puro azar? ¿Pinta algo Dios en todo esto?
2. La base teórica: la teoría de la evolución.
La noción de evolución indica, en sentido amplio, un proceso de desarrollo y cambio. El
cambio que experimenta cualquier ser en un proceso evolución supone un desarrollo. Aplicadas estas
ideas a la evolución de la naturaleza, quieren decir que las actuales manifestaciones del mundo físico
(especialmente las vivas) son producto del desarrollo de una realidad básica, que las contenía en
estado potencial.
La evolución, que comenzó siendo una explicación del origen de los vivos, ha venido a ser
la teoría sustentante de la explicación científica del mundo vivo y del mundo
inanimado. La afirmación básica del evolucionismo nuestro mundo es el resultado del desarrollo y
cambio de una realidad inicial, llámese esta "materia" o "energía", que, a lo largo del tiempo y de
una manera estructural y relacionada, va haciendo emerger toda la diversidad del mundo. Por ello,
todas las cosas reales tienen un origen en algo anterior, aparecen naciendo.
El evolucionismo logra dar una explicación coherente y unitaria según la cual de lo simple se
pasa a lo compuesto y diverso, de la materia inorgánica surge la orgánica, y de esta surge la vida. Una
vida muy elemental en su inicio, pero que con el tiempo se ha ido haciendo más compleja, derivando y
diversificándose en las distintas especies, y que aparece en un momento determinado como vida
humana.
La idea de evolución como explicación de la realidad es muy antigua en nuestra cultura; se
puede decir con toda corrección que la concepción de la naturaleza que tienen la mayoría de los
primeros filósofos desde Tales de Mileto hasta Demócrito de Abdera, es evolucionista, e incluso, uno
de estos filósofos, Anaximandro de Mileto, llegó a exponer con más detalle la teoría de la evolución,
dando cuenta del proceso originado en una primera materia indeterminada hasta el hombre, y
afirmando que este contaba entre sus antepasados a los peces.
Pero no fue la concepción evolucionista la que se generalizó en nuestra cultura sino su contraria:
el FIJISMO, que mantiene la permanencia, invariable y fija, de las especies vegetales y animales;
defendía que las especies han sido siempre como son en la actualidad y habían sido creadas por Dios.
Defensores de las ideas fijistas fueron Linneo (1707-1778), médico y naturalista sueco, Y Cuvier
(1769-1832), naturalista francés. El primero, en Systema naturae, en la que expone la primera
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Tema 3: la Evolución
taxonomía1 importante de la modernidad, y considera las especies como sistemas cerrados e
incomunicados que no guardan relación entre sí. El segundo, Cuvier, que descubre y estudia restos
fósiles de especies extinguidas, este hecho como consecuencia de algún "cataclismo" ocurrido
naturaleza, y considera que las nuevas especies son el producto de nuevas creaciones realizadas por
Dios. Sin embargo, paradójicamente las investigaciones paleontológicas de Cuvier representaron
posteriormente un arma poderosa en manos de los defensores de la teoría evolucionista, al relacionar
las especies extinguidas con las actuales.
La idea de un mundo permanente y estático se impuso sobre la de un mundo en movimiento y
en cambio, debido a la influencia social e intelectual de las concepciones religiosas y míticas, y
también a las ideas de algunos filósofos de gran relieve intelectual, corno Platón y Aristóteles. La idea
de que el hombre proviene del mono representaba un insulto para la dignidad del ser humano (muy
entroncado, recordemos, con esa idea de hombre como ser racional y creado por Dios que defendía la
filosofía tradicional).
Las ideas evolucionistas fueron ganando terreno a partir del siglo XVIII y durante el XIX:
Buffon2 (1707-1788), Lamarck (1744-1829), Charles Darwin (1809-1882) y A. R. Wallace (18231913), en el XX, no sólo difundieron la teoría evolucionista, sino que formularon hipótesis explicativas
de los mecanismos del cambio evolutivo en las especies de los seres vivos, aportando pruebas y
ejemplos que hacían verosímiles sus hipótesis.
No debemos pensar sin embargo que todo el mundo defiende las teorías evolucionistas hoy en
día. Existe todavía la teoría creacionista y la teoría del “intelligent design”. El creacionismo defendería
que la interpretación bíblica es la correcta y que las pruebas empíricas que aporta la evolución no son
científicas. El intelligent design se basa más bien en la incapacidad que tiene la teoría de la evolución
para explicar el origen de la vida por sí sola, desde una perspectiva puramente materialista.
2.1. La teoría lamarckista
Lamarck, en su obra Filosofía zoológica, fue el primero que expuso una concepción
pormenorizada de la teoría de la evolución y los mecanismos del proceso evolutivo. La teoría
lamarckista, que podría sintetizarse en las expresiones "la función crea el órgano" o "la influencia del
medio", se puede resumir del modo siguiente:
1. El medio ambiente, en el que se desarrollan los seres vivos, está sujeto a cambios que
provocan alteraciones en el sistema de vida y en las necesidades de los organismos vivos que
pueblan ese medio ambiente.
2. El cambio en las necesidades de los seres vivos produce modificaciones en las
conductas (costumbres) que desarrollan para satisfacer las nuevas necesidades.
1
Taxonomía: clasificación
Buffon, naturalista y escritor francés, difundió sus teorías de la evolución a través de la Enciclopedia de Diderot y
D'Alembert. Criticó la concepción antropomórfica y finalista de la naturaleza, al considerar a esta última como un "sistema de
leyes"; mantuvo la idea de progreso y encadenamiento de los seres naturales, y afirmó que la desaparición de las especies se
debió a que estaban peor dotadas que las supervivientes, mejor adaptadas a su medio, idea que anticipaba rudimentariamente
la teoría darwinista.
2
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Tema 3: la Evolución
3. A su vez, el cambio de las conductas (costumbres) exige modificaciones en la
estructura anatómica o fisiológica de los organismos vivos. Es decir, los seres vivos, para
poder sobrevivir, han de cambiar su anatomía o fisiología en función de las nuevas condiciones
ambientales: en unos casos deberán modificar órganos (alargar el cuello, caso de los individuos de
la especie que dio origen a las jirafas) y, en otros casos, atrofiar o generar órganos (atrofia de las
patas de los reptiles en las serpientes, o aparición de la cornamenta, como órgano de defensa en
algunas especies rumiantes). Los caracteres adquiridos por los organismos para sobrevivir serán
heredados por sus descendientes.
2.2. La teoría darwinista
Darwin fue un biólogo del siglo XIX que hizo una serie de viajes a distintas islas del
Pacífico. De este viaje recogió gran cantidad de documentos y observaciones que le sirvieron de
base para su gran obra, El Origen de las Especies por medio de la selección natural (1859). Este
científico basó su teoría en tres hechos principales y dos deducciones:
Observación 1: Los organismos vivos tienen una fuerte tendencia a aumentar su
población en términos geométricos. Los descendientes en los primeros momentos de su existencia,
son más numerosos que sus padres. En la generación número 64 ya no habría lugar en la tierra
para esa especie3.
Observación 2: Sin embargo, Darwin observó que a pesar de la tendencia al aumento
progresivo de los individuos de las diferentes especies, el número de miembros de esas especies
permanece más o menos constante.
Primera deducción: Darwin extrajo de estas dos premisas4 la idea de la lucha por la
supervivencia. No todos los individuos sobreviven en esa lucha. Esta lucha equilibraría la
multiplicidad reproductora haciendo que sobrevivan y se reproduzcan los más aptos en relación con
el medio físico y con los otros vivientes.
Observación 3: El siguiente elemento que observó Darwin fue el siguiente: las
variaciones que se producen entre los individuos de la misma especie. Se entiende por estas
variaciones al conjunto de caracteres que individualizan a los organismos de cada especie: la talla,
el peso, el color y la forma de los ojos o el pelo, las características de la piel, la reproducción... Al
conjunto de las diferencias entre individuos de la misma especie se denominó variabilidad.
Segunda deducción: Darwin dedujo de esta observación la idea de la selección
natural: una vez que existe la lucha por la existencia entre los individuos, y ya que estos
individuos no son todos iguales, algunas de las variaciones que se presentan en ellos serán
ventajosas para la lucha por la vida, mientras que otras serán desfavorables. Los individuos que
posean las primeras sobrevivirán, los que posean las segundas, perecerán. Y como una gran
cantidad de variaciones se trasmiten por herencia, los efectos de las mismas se acumularán de
3
Esta idea proviene de Malthus (1766-1834), economista inglés que habló sobre el peligro de superpoblación
humana mundial en relación con la escasez de alimentos. La progresión geométrica es la siguiente: 2-4-8-1632..,x mientras una aritmética es 2-4-6-8-10...x
4
En una argumentación una premisa es una de las observaciones o hechos que apoyan una conclusión y de la que
ésta depende.
4
Tema 3: la Evolución
generación en generación, pudiendo originar cambios notables de conformación y estructura en los
organismos, que den origen a una especie distinta. De este modo la selección natural se convertiría
en el motor del proceso y cambio en la evolución de las especies. Sin embargo, Darwin dejó sin
solucionar dos cosas: cómo se producen esas variaciones y otra, cómo se heredan. Esto sólo se
solucionará con los descubrimientos de la genética.
2.3. La teoría sintética de la evolución
Se considera a Gregor Mendel (1822-1884) como el padre de la genética, ya que publicó
en 1866 sus investigaciones sobre las leyes de la herencia. Sus aportaciones fueron esencialmente
dos: 1) que cada carácter diferenciable del individuo tenía como responsable de su transmisión de
una generación a otra unas unidades de herencia, localizadas en las células sexuales, y 2) que
dichas “unidades de herencia” (lo que llamamos genes) eran aportadas en la fecundación de cada
individuo de la pareja fecundante. El conjunto de los genes de un individuo constituye su genotipo,
que determina las características que aparecen en dicho individuo (su fenotipo).
Una de las funciones primordiales de cada gen es la de construir una réplica de sí mismo.
El organismo es en cierta forma un subproducto de este proceso de autosíntesis de genes. Ahora
bien, este proceso de replicación y copia está sometido a cambio y a “errores” que generan
mutaciones en los individuos resultantes, mutaciones que serán rechazadas o no en la selección
natural. Las mutaciones exitosas permanecerán mientras que las erróneas perecerán rápidamente.
Resumiendo, existen tres elementos fundamentales en la teoría sintética:
1.
Las mutaciones genéticas, que son fundamentales en el proceso del cambio
evolutivo, pero incapaces, por sí solas, de producir cambios de dirección o de anular efectos
selectivos, por lo que se hace necesaria la selección natural. Mutaciones y selección natural son
procesos complementarios.
2.
La selección natural, que favorece la perpetuación de los genotipos más eficaces
para la adaptación y disminuye las probabilidades de que se perpetúen los menos eficaces. Por sí
sola es incapaz de extender el límite máximo de las variaciones y por tanto, incapaz por sí misma
de causar cambios evolutivos.
3. Las recombinaciones genéticas, que confieren plasticidad a las especies,
imprimen rapidez al cambio evolutivo y ajustan los efectos de las mutaciones a las necesidades del
organismo.
2.4. El neodarwinismo, hoy en día.
Durante mucho tiempo la teoría de la evolución se mantuvo solo como hipótesis científica
pero no era aceptada como una ley o teoría general explicativa de la naturaleza (el filósofo Popper
consideró, por ejemplo, más científica y corroborable el lamarkismo). Hoy sin embargo las
evidencias científicas son incuestionables a favor del evolucionismo. Sin embargo, han quedado
suficientes flancos sin contestar como para desarrollar teorías muy distintas sobre el problema. Las
posturas están enfrentadas entre los gradualistas y los defensores del equilibrio puntuado.
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Tema 3: la Evolución
Los gradualistas mantienen que toda la evolución se debe a la acumulación de pequeños
cambios genéticos dirigidos por la selección natural, y que la evolución en el ámbito superior a la
especie consiste solamente en una extrapolación y amplificación de los acontecimientos que tienen
lugar dentro de las poblaciones y especies. Esta teoría en definitiva, defendería los cambios de la
evolución por la genética y por la influencia del entorno. Aquí están defensores como Ernst Mayr y
Richard Dawkins.
La teoría del equilibrio puntuado defendería que la evolución y la selección natural
funcionan de forma intermitente. Nos encontramos en el registro fósil con especies que evolucionan
muy deprisa y otras que se mantienen estacionarias en el tiempo, y pueden permanecer millones
de años prácticamente sin cambio alguno. Es más, existen momentos en la historia de la tierra en
la que la evolución se acelera (aparición de nuevas familias de especies: “explosión” cámbrica) y
desde entonces actúa de forma conservadora, produciendo como mucho el perfeccionamiento de
las especies ya existentes. En definitiva, esta variante de la evolución ataca sobre todo la selección
natural como el motor que promueve la evolución hacia distintas especies. El principal defensor de
esta teoría es Stephen Jay Gould desde la disciplina de la paleontología (estudio de fósiles).
Lo que vienen a confirmar estas distintas desavenencias entre los científicos es aunque la
teoría de la evolución se acepta en su conjunto, existen todavía demasiados detalles que no están
lo suficientemente esclarecidos ni por las pruebas empíricas (experimentos genéticos que prueben
que las mutaciones son beneficiosas, hallazgos fósiles) ni por las teorías desarrolladas hasta ahora.
3. Cuestiones filosóficas de la evolución.
a) ¿Qué tipo de cambio encierra la evolución?
Tendemos a ver la evolución como un progreso ascendente, desde las bacterias hasta el
hombre y consideramos naturalmente el hombre como “más avanzado” que una célula procariótida.
El proceso evolutivo, desde formas de vida elementales y simples hasta otras más
complejas y organizadas, puede considerarse un progreso biológico. Así, Darwin, apoyándose en el
hecho de que la selección natural promueve la supervivencia de los más aptos, mantiene el
supuesto de que la evolución es progresiva y que la selección natural es el motor del progreso
hacia estados superiores. Aparentemente, por tanto, la historia de la vida es la historia de un
progreso a través de la complejización de la materia.
Pero la cuestión no es tan sencilla. Si se considera progreso biológico la capacidad de
adaptación y supervivencia, ¿podríamos afirmar que son menos progresivas formas elementales de
vida del tipo bacteriano o el de un molusco como la ostra, que sobreviven sin evolucionar durante
millones de años, que otras mucho más evolucionadas, como los dinosaurios o los mamuts? Lo
cierto es que muchas bacterias y virus tienen una capacidad de supervivencia mucho mayor que el
de los seres humanos, y son más sencillas.
Si se entiende por progreso biológico la relación entre estabilidad genética, variabilidad y
adaptabilidad al medio puede deducirse que el aumento de cualquiera de estos factores, siempre
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Tema 3: la Evolución
que no implique la reducción de otro, constituirá un progreso biológico. Y en este sentido la
evolución, desde que aparece la primera forma de vida capaz de autorregulación y autoduplicación
hasta llegar a los primates y al ser humano, puede considerarse un progreso evolutivo. El ser
humano es, sin duda, una de las especies que posee mayor grado de estabilidad y variabilidad
genéticas, así como de capacidad para dominar el medio y utilizarlo para su propio interés (el
hombre, por ejemplo, puede estar hasta en el espacio gracias a los ingenios que construye). Pero
esto tiene también problemas: el uso indiscriminado del medio por parte del hombre (la crisis
medioambiental) puede inducir a pensar que en realidad, el hombre ha podido ser un auténtico
“error evolutivo”, una lacra para el resto de las especies vivas que puede conducir a una crisis
irreparable de la misma vida en la tierra.
El progreso cultural humano, la historia del hombre que se da en otras asignaturas, sin
embargo debe distinguirse de la evolución natural. A lo largo de la filosofía, han existido dos formas
de interpretar el “progreso” en la historia.
El progreso:
La historia para el cristianismo y la
Ilustración, así como para los defensores de la
técnica y algunos economistas. Existe un comienzo
de las cosas, y también un final, siempre mejor que
el principio. Es una visión optimista, y el que
lleguemos al final de la flecha dependerá del propio
ser humano y su libertad de decidir el futuro.
El eterno retorno:
La historia para la filosofía griega. Todo
vuelve al mismo punto de inicio. No existe
progreso, tan solo repetición de las cosas.
No hay libertad: estamos condenados a
repetir los mismos errores. Hagamos lo que
hagamos, acabaremos en el mismo punto.
En la biología, muchos creen sin embargo que no existe ninguna dirección
predeterminada de los acontecimientos naturales ni humanos. Y entre el resto de los intelectuales,
la idea de que el ser humano, con la ayuda del avance científico y económico, tenderá a progresar
y mejorar su vida futura, está hoy seriamente puesta en duda. Para la inmensa mayoría de los
biólogos, el hombre no es ni mucho menos, el punto final de esta evolución.
Esta temática está en relación con el siguiente problema que se nos plantea: ¿Tiene todo
lo que ocurre en la naturaleza y la historia del hombre una finalidad -buena o mala- o más bien,
todo se resuelve en un azar, en pura casualidad?
b) ¿Existe alguna finalidad o propósito en la evolución?
Una pregunta de más amplitud que la anterior es la que concierne a los fines de la
evolución. ¿Puede explicarse la evolución meramente por un proceso mecánico de azar? ¿O
bien podemos interpretar que existe una finalidad en esta evolución? O dicho de otra forma:
¿Por qué narices ha aparecido el ser humano en este planeta en lugar de no hacerlo?
Ante esto, hay otra vez dos respuestas:
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Tema 3: la Evolución
- El FINALISMO insiste en que existiría un plan preconcebido por algún
elemento externo a esa evolución: un Dios creador, que incluso aprovechándose de
esos mecanismos evolutivos, trazaría un plan para la aparición de una especie considerada
como fin evolutivo: el hombre. Tal sería por ejemplo la visión de Teilhard de CHARDIN,
jesuita francés de los años sesenta. Este autor sostiene que el hombre alcanzará su máxima
plenitud evolutiva en un proceso de convergencia hacia Dios (el punto “omega”, dice este
autor), punto final de la evolución. La evolución tiene por tanto un plan, y Dios interviene en
dicho plan, de formas distintas según distintas interpretaciones teológicas. El hombre es el
punto y final de la evolución, su máxima aspiración.
Hoy en día, algún científico (Michael Behe) ha desarrollado el llamado “intelligent
design”. Según estos autores, el universo y los seres vivos producidos en la historia de la
evolución (desde la bacteria más sencilla hasta nosotros) somos tan sumamente particulares
que es casi imposible que hayamos sido creados por azar y por una mera combinación de la
materia. Los seres vivos difícilmente podrían haber aparecido en la historia de no haber sido
por una especie de “diseño previo” o plan preconcebido que estuviera presente en una
inteligencia no material (lo que llamaríamos Dios).
Por ejemplo, según algunos astrofísicos, si los valores matemáticos que rigieron el Big
Bang hubieran sido mínimamente distintos (gravedad, electromagnetismo, etc…), la vida no
habría sido posible en el actual universo. Por lo cual, estos físicos deducen que la vida y el ser
humano estaban “en semillas” o “en potencia” desde el mismísimo comienzo. Después el
propio azar o la suerte determinarían que la vida emergiera en este granito del universo que
conocemos como tierra. Esto es lo que se conoce como “principio antrópico5”.
- El MECANICISMO explica el proceso evolutivo a partir de las causas o factores
mecánicos que lo han producido; causas o factores que han de ser constatados empíricamente
o deducidos racionalmente de los hechos empíricos. El mecanicismo niega cualquier
finalidad en el proceso de evolución. En el cosmos, en la naturaleza, nada se origina o
produce por o para un destino o finalidad, sino que todo se debe o bien al azar (por ejemplo
la mutación genética o el impacto de un meteorito) y la necesidad (las leyes físicas o la teoría
de la evolución). Si el ser humano vive en la tierra, por ejemplo, es fruto de un meteorito que
chocó con la tierra y extinguió los dinosaurios, permitiendo a los mamíferos ocupar su nicho
ecológico.
Un pensador contemporáneo, Jacques MONOD, apoya estos planteamientos, según
su “postulado de objetividad”. Este postulado de objetividad consistiría en la “negativa
sistemática de considerar capaz de conducir a un conocimiento verdadero toda interpretación
de los fenómenos dada en términos de causas finales, es decir, de proyecto”. El biólogo
Richard Dawkins afirma también lo mismo: para explicar la naturaleza, no hace falta
introducir ningún plan preconcebido. Bastan las leyes de la genética que actúan como un
“relojero ciego”, es decir, unas leyes que regulan la materia, pero que deja la materia al más
5
Antrópico viene de anthropos, hombre.
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Tema 3: la Evolución
completo azar y a la suerte.
Un argumento serio que el mecanicismo tiene a su favor radica en la sencillez de
sus puntos de partida. Según los científicos esta es una prueba a favor, ya formulada en su
día por el filósofo Guillermo de Occam. Para este filósofo ante dos explicaciones posibles de
un mismo hecho, tenemos que optar siempre por aquella que sea más sencilla y que menos
puntos de partida precise (esto es lo que se conoce como la “navaja de Occam”). Según
Monod, la teoría materialista de la evolución es más sencilla que su adversaria,
ya que
funciona perfectamente sin necesidad de involucrar un Dios creador ni un principio ordenador
espiritual de todas las cosas.
Sin embargo, la teoría del finalismo resiste fundamentalmente por la incapacidad de
la teoría mecanicista de la evolución para justificar saltos que podríamos
considerar cualitativos: por ejemplo, el paso de la materia inerte a la vida, o el surgimiento
de la inteligencia en el ser humano. Si la teoría sintética de la evolución se basa en mutaciones
pequeñas y particulares, ¿cómo explicar esos cambios de tal envergadura? Si la diferencia
entre los primates y la especie humana es tan considerable, ¿cómo es que la diferencia de
nuestro genoma es tan pequeña?
Aquí, desde un punto de vista científico, todavía los biólogos no han alcanzado una
solución para explicar este tipo de cambios cualitativos, aunque el hecho de no haberlo
conseguido todavía no deslegitima la teoría entera de la evolución, ni tampoco niega la
posibilidad de que un día consigamos explicarla.
En el mejor de los casos podríamos sostener que este combate (uno de los muchos
entre la razón científica y la fe religiosa) se mantiene en tablas, desde un punto de vista
puramente científico. Y que la posición de los científicos y de los religiosos en este punto se
basan más en presupuestos filosóficos que en consideraciones realmente objetivas.
c) Interpretaciones de la evolución: socialdarwinismo, sociobiología.
La evolución fue concebida en su origen como una teoría destinada a explicar los cambios
en la naturaleza. Sin embargo, desde los comienzos del darwinismo muchos sociólogos y
economistas intentaron llevar la explicación de Darwin a los cambios que aparecían en las
sociedades humanas.
Según estos autores, el comportamiento de los hombres dentro de una sociedad
se rige también por la selección natural y la lucha por la supervivencia. El medio ambiente
es hostil (no hay por ejemplo, riqueza para todo el mundo) y solo los más aptos (los más
competitivos, los más inteligentes o los más creativos económicamente hablando) son los
destinados a sobrevivir. El ser humano se entiende así como un individuo que lucha contra sus
semejantes para perpetuarse y lograr el éxito. Pensemos que esta idea, el socialdarwinismo ha sido
defendido por los economistas defensores del capitalismo como Herbert SPENCER (siglo XIX). En
el mercado económico, cada uno lucha por su máximo beneficio a expensas del otro (hay
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Tema 3: la Evolución
ganadores y perdedores), y estos ganadores son los que permiten que la economía crezca, puesto
que son también los más innovadores y creativos. Esta teoría sigue teniendo muchos seguidores en
Estados Unidos o Inglaterra, países muy individualistas y competitivos.
A esto tendríamos que contestar con lo siguiente:
- La selección natural en la evolución se da fundamentalmente entre distintas especies y
no entre individuos de una misma especie. Entre tigres y leones, por ejemplo, pero no entre leones
(salvo en el apareamiento).
- Casi todos los animales trabajan en cooperación para ser evolutivamente más
avanzados. El ser humano no es una excepción. Aunque aparentemente algunas facetas de la vida
sean una lucha (para conseguir un curro o para aventajar económicamente a tu adversario, por
ejemplo), el ser humano es un animal social (sin familia ni amigos, el hombre no puede
desarrollarse adecuadamente).
A partir de 1970, otra corriente (desde la biología, y no desde la economía) ha intentado
explicar el comportamiento humano y la ética desde la teoría de la evolución. Es lo que se conoce
como sociobiología. Esta corriente es una mezcla de etología (estudio del comportamiento animal)
y genética e intenta explicar por qué en el comportamiento de los animales predomina el altruismo
(sacrificarse por los demás) frente a la competitividad y el egoísmo.
Para E. O WILSON o R. Dawkins, los individuos no cuentan para nada: lo que importa es la
capacidad que tienen nuestros genes para poder replicarse adecuadamente y así mantener la
especie. Por ello, estaríamos “determinados biológicamente” para sacrificar nuestro fenotipo
(nuestro cuerpo, nuestro yo) en vistas a conservar nuestro genotipo (nuestra carga genética). Esto
explicaría, por ejemplo, la fuerza de la familia en la sociedad humana y el espíritu de sacrificio de los
progenitores por preservar la siguiente generación, o incluso la universalidad de la prohibición del
incesto en casi todas las culturas humanas. La prohibición del incesto vendría a ser algo así como
una prohibición biológica para no degradar nuestra carga genética: en los animales se producen por
diversos comportamientos, y en los humanos pasa a la tradición cultural.
Esta teoría ha sido no obstante muy criticada, pues reduciría el comportamiento del hombre a
una mera cuestión biológica sin importarles para nada su carga cultural o su importancia como
individuo que decide libremente. En cualquier caso, cabría preguntar aquí: ¿Por qué hay tantos
solteros, la homosexualidad, el maltrato en la familia, o el sacrificio por alguien desconocido?
Nuestros comportamientos son tan complejos que no se pueden reducir a una explicación única, y
hoy en día los defensores de la sociobiología defienden que nuestra carga genética puede
condicionar nuestros comportamientos, pero no de forma absoluta.
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Tema 3: la Evolución
COMENTARIOS DE TEXTO
“Hasta 1859 casi todos creían, a menudo como un artículo de fe religiosa,
que aquel que era distinto de todos los demás era una creación especial, un ser
hermoso y vernal que había sido depositado en el jardín del Edén a las siete en punto
de la mañana en el año 4004 a.C. Lucas Cranach el viejo pintó esa imagen idílica: Adán
y Eva, perfectos e inmaculados, de pie debajo del árbol cargado de manzanas,
mientras las mansas criaturas de la tierra –corderos, ciervos y perros- retozaban a sus
pies.
Esta visión por decreto del origen del hombre fue cambiado bruscamente en
1859 cuando Darwin publicó “El Origen de las Especies”. Aunque Darwin solo hizo una
velada referencia al hombre, en cuanto tal, demostró con una casi indiscutible
minuciosidad que toda la vida procedía de un mismo origen y en último término de una
sola clase de célula primitiva. La consecuencia era que los hombre, como parte de la
naturaleza, descendían de alguna forma anterior, incuestionablemente una forma
animal.”
WAShBURN, S.L., Del Hombre al Mono, 1990.
“El antiguo argumento del diseño en la naturaleza, tal y como lo expone
Paley y que anteriormente me parecía tan concluyente, falla tras el descubrimiento de
la ley de selección natural. Ya no podemos sostener, por ejemplo, que el hermoso
gozne de una concha bivalva deba haber sido producido por un ser inteligente, como
la bisagra de una puerta por el ser humano. En la variabilidad de los seres orgánicos y
en los efectos de la selección natural no parece haber más designio que en la
dirección en que sopla el viento. Todo cuanto existe en la naturaleza es resultado de
leyes fijas.”
Charles Darwin, Autobiografía, 1874.
No se puede prescindir de una inteligencia ordenadora que explique en
último término la evolución de las especies, bien por una intervención continua en el
curso de la misma evolución, bien por la introducción en la materia inicial de una
fuerza que las vaya conduciendo hacia formas más complejas. La teoría de la evolución
no elimina la necesidad de una inteligencia ordenadora, sino que, más bien, la exige.
La evolución solo es comprensible cuando se cuenta con la existencia de un ser
inteligente que la dirige. Admirar el orden de este mundo y no preguntarse por la
causa es como admirar la catedral de Burgos y suponerla producida por el azar.
José Antonio Sayés, Teología y Relativismo, 2007.
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Tema 3: la Evolución
Recuerden, salvajillos:
- Hacer un comentario no es parafrasear el texto ni repetir los apuntes.
- No se trata de hacer una redacción personal. Hay que ser objetivo: ir a lo que
dice el texto.
- No hacer valoraciones personales (si me gusta o no el texto).
- Se trata de hacer una relación lógica entre las ideas del texto con la teoría más
amplia del autor que lo escribe (o de los autores de los que habla el texto, en
este caso) y su teoría consecuente.
Por lo general, en un comentario de texto hay que responder a lo
siguiente:
a) ¿Qué temática más general trata?
b) ¿Qué ideas principales tiene?
c) ¿Tiene alguna idea secundaria?
¿Con qué conceptos fundamentales trabaja?
d) ¿En qué teoría o autor se incluye?
e) Estudio de los antecedentes o consecuencias.
f) Contexto histórico (si no los piden)
g) Opinión personal (exclusivamente si nos la piden).
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La comunidad mormona de Salt Lake City: ¿ignorancia absoluta o éxito evolutivo?
¿Resultaría ser un error evolutivo la increencia en Dios? Según algunos estudios sociológicos y
antropológicos, la creencia en Dios confiere mayor estabilidad en nuestras vidas afectivas. Esto se
demuestra según estos estudios en la mayor longevidad y tasas de natalidad y fertilidad o la inexistencia
de pobreza que mantienen algunas comunidades de corte calvinista, como los mormones de Nevada, en
Estados Unidos. Esta comunidad es muy estricta y conservadora en multitud de cuestiones relativas a
costumbres sexuales o la defensa de la tradición. E incluso en muchas ocasiones niegan algo tan
evidente como la teoría de la evolución o el surgimiento del hombre por la evolución del mono.
Sin embargo esta “ignorancia” tiene un carácter irónico: debido a la creencia en una verdad
absoluta, (y la condena de la teoría de la evolución, entre otras cosas), demuestran ser biológicamente
más “exitosos” que el resto de las sociedades integrantes de los Estados Unidos.
Un importante sector de la población en Europa considera una extravagancia la creencia en
Dios, sin embargo ese no es el sentimiento mayoritario en el mundo, ni si quiera en la cultura
occidental. Mientras Europa es la abanderada del agnosticismo mundial, sin embargo en Estados Unidos
gran parte de la población se considera creyente en algún Dios. La extravagancia en América es ser
agnóstico o ateo (algo ciertamente respetado pero muy mal visto en un puesto social de importancia).
Parece ser que, incluso cuando se demostrara la no existencia de Dios, eso no resultaría un
avance para todas las comunidades humanas, por la mayor inseguridad ontológica que ello conferiría a
muchos individuos en sus vidas particulares.
Podría ser, en contra de lo que sostendría Jacques Monod, que la creencia en ese ente creador
y director de la evolución podría ser una “necesidad evolutiva” para la pervivencia de la misma especie
humana (más allá de si es verdad o mentira). Sin embargo, la creencia en Dios no es algo genético o
biológico, sino un fenómeno cultural, propiamente humano, y como tal, sometido a muchas
interpretaciones. La fe en un Dios ha producido las cosas más grandes y también las más aberrantes en
las civilizaciones del hombre.
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