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EL HABLA ANDALUZA: LA LUCHA CONTRA LAS ACTITUDES NEGATIVAS Y LA FORMACIÓN DE UNA IDENTIDAD REGIONAL Tesis de honores Presented in Partial Fulfillment of the Requirements For the Degree of Bachelor of Arts In the College of Arts and Sciences At Salem State University Por Corinne Turner Dr. Fátima Serra Consejera de la facultad Departamento de lenguas y culturas extranjeras *** The Honors Program Salem State University 2015 Índice Agradecimientos…………………………………………………………………………..3 Resumen…………………………………………………………………………………...4 Introducción……………………………………………………………………………….5 El proceso de la estandarización de castellano en España………………………………...6 Las actitudes negativas hacia el habla andaluza…………………………………………10 La función de lengua en sociedad………………………………………………………..14 La deconstrucción de actitudes hacia el habla andaluza…………………………………17 La formación del orgullo andaluz………………………………………………………..18 Conclusión……………………………………………………………………………….23 Bibliografía………………………………………………………………………………26 2 Agradecimientos Gracias a mi consejera de la facultad Fátima Serra. Por ayudarme con el proceso de planear mi año en España que era la inspiración por el tema de esta tesis; por responder a todas de mis varias preguntas; por apoyarme durante el crisis en el consulado español; y por creer en mi más que creí en yo misma. Gracias a mi profesor del seminario Kenneth Reeds. Por ayudarme en dar forma a una idea vaga hacia algo que tiene sentido. Y gracias a mi compañera Rachel Fleming. Por asegurarme pacientemente que mis frases tienen sentido; por proveerme con la única palabra que necesitaba que se me olvidé; por reír con desvarió conmigo mientras terminamos nuestras hipótesis; por escucharme tranquilamente mientras practiqué mi presentación en una lengua que no habla; por todo, desde 2011 a 2015. Sin ti, no hubiera sobrevivido. 3 Resumen Un análisis de la estandarización del castellano en España: una mirada detallada al impacto a largo plazo de la implementación del dialecto estándar en las zonas donde castellano no está prevalente como la variedad lingüística del habla, principalmente enfocando en Andalucía. El propósito de esta tesis es deconstruir estereotipos lingüísticos que los que hablan el estándar tienen hacia los que hablan el habla andaluza. Esta tesis argumenta que los estereotipos lingüísticos hacia el habla andaluza están disminuyendo abrumadoramente mientras simultáneamente son un fuente de orgullo regional dentro de la Comunidad Autónoma de Andalucía. 4 Introducción Una lengua forma parte de una sociedad y como resultado, se desarrollan actitudes y prejuicios de una variedad hacia otra (del Valle 9). La variedad de la región de Andalucía en España se enfrenta a actitudes negativas del norte donde el dialecto estándar, castellano, es prevalente. Cuando se pone en Google “los andaluces” las primeras dos opciones son “los andaluces no saben hablar y los andaluces hablan mal” (Google Search); se piensa tradicionalmente que el habla andaluza suena inculta y pobre. Para comprender cómo se ha desarrollado la actitud hacia la variedad andaluza hay que entender la historia del castellano y su función e implementación como el dialecto estándar. Hoy en día, se usa ‘castellano’ como un sinónimo de español, pero no siempre ha sido así. A lo largo del tiempo, gracias a la Reconquista, intelectuales, literatura, y la implementación de normas de gramática, el dialecto que empezó en la región de Castilla se ha convertido en el estándar (Penny 20). Mientras que el dialecto de Castilla ha disfrutado de tanto éxito y prestigio, otras variedades, como la de Andalucía, se han enfrentado a reacciones opuestas. Se piensa que los que hablan con la variedad andaluza son pobres y del campo, una actitud expresada por un título de una entrevista con Tomás Gutler, “en España el andaluz es la lengua del inculto” (Gutler 1). A lo largo del tiempo, las características del habla se ha convertido en características personales, nacido de la formación natural de estereotipos de un grupo lingüístico. Sin embargo, las actitudes negativas hacia el habla andaluza han producido un sentido de orgullo a través de la necesidad de los andaluces de defender su hogar y la cultura regional de Andalucía. Hoy en día el habla andaluza ya no representa una falta de educación o pobreza, solamente 5 significa una manera diferente de hablar que se ha convertido en una fuente de orgullo y identidad regional por la Comunidad Autónoma de Andalucía. El proceso de la estandarización de castellano en España La victoria de Pelayo y los Cristianos entre los años 721 a 725 en Covadonga, Asturias significó el principio de la Reconquista. Como resultado, “a small Christian kingdom was established” en la región de Castilla, con la capital en León (Spaulding 63). El rey Alfonso VI conquistó la ciudad influyente de Toledo en 1085 y otros reyes como Alfonso VIII, Ferdinand III y Alfonso XI expandieron más el reino cristiano en los años siguientes (Spaulding 63-64). Penny argumenta que la creación temprana del estándar del español es el resultado del Rey Alfonso X quien “pursued literature rather than the infidel” (Penny 20; Spaulding 66). Así que Rey Alfonso X, en vez de concentrarse en la expansión del reino cristiano como sus predecesores, se enfocó en algo diferente; educación y literatura. “He had scholars compile and translate into Spanish the historical, and scientific works which contained the totality of the knowledge of the period” (Spaulding 66). Toda la información conocida en esta época era escrito en la variedad castellana. Eso tiene gran importancia porque era el principio de la idea que una variedad puede tener más prestigio que otra; una variedad se puede representar la educación e inteligencia mientras otras representan el opuesto. El decreto real del siglo XIII promovió más el proceso de la estandarización del castellano. Declaró que el lenguaje de la clase alta de Toledo se debe usar en las disciplinas de ciencias, literatura y en administración (Paffey 46). Eso se relaciona la manera de hablar de la clase alta con la educación e inteligencia, así empezando los estereotipos que todavía están presentes hoy en día que los que no hablan como la clase alta no son educados o inteligentes. 6 Antes del periodo de Alfonso X, todo el español escrito reflejaba las diferencias dialectales, así que toda la escritura de este tiempo muestra las características de la región del autor, en lugar de “any supraregional variety” (Penny 20). Después de la dedicación de Rey Alfonso X a la literatura e inscripción, la forma de escribir ha sido regularizado a través de normas de gramática, solo aumentando la diferencia de los estatus de castellano y otras variedades regionales. El uso de castellano, como el medio de una gran producción de trabajos de ciencias, historiografía, derecho, literatura y más, “was bound to lend [it] great prestige” (Penny 20). La utilización de castellano como una forma de inscribir todo lo conocido del tiempo, naturalmente se le ha dado prestigio mientras se ha disminuido la importancia de otras variedades al nivel alto de la sociedad. Pocos años después en 1492, la publicación de la Gramática de la lengua castellana por Antonio de Nebrija realizó más el prestigio del castellano “[by] reify[ing] and spread[ing] the official language of the newly unified Spanish kingdom” (Paffey 46). La Gramática de la lengua castellana fue el primer libro publicado de gramática española. El hecho que era un libro sobre las reglas de la variedad castellana tenía gran importancia en el crecimiento y establecimiento de castellano como el estándar. Esta publicación estableció la idea que había una forma correcta de hablar y escribir, insinuando que las otras variedades son formas malas o incorrectas. La ciudad de Sevilla tenía una gran cultura y era hogar de muchos intelectuales también; Sevilla era la ciudad más grande y más próspera económicamente en el reino de Andalucía. “The speech of its educated classes must consequently have enjoyed great prestige in its region” (Penny 21). Así que en el tiempo de la implementación de la idea de un dialecto estándar, había dos dialectos principales, sin embargo el del norte ganó con 7 más prestigio porque “la Reconquista empezó en el norte, en el territorio del dialecto romance castellano. En casi toda España tanto su idioma castellano como su influencia militar, desplazaba a otros dialectos romances” (Resnick 8). El dialecto de Andalucía se enfrentaba criticas durante ese tiempo gracias al crecimiento del prestigio del castellano, aunque dentro de Andalucía no significó un dialecto de poco prestigio. La introducción de normas de gramática de castellano significó que las características del habla andaluza estaban pensadas como incorrectas. La variedad andaluza continuó a perder prestigio tanto como el castellano siguió a crecer en importancia mientras el reino de Castilla conquistaba más del país. Un siglo después, desde 1500 hasta los finales de 1600, el Siglo de Oro, que se considera el punto más alto de la literatura española (Golden Age), “leveled [regional] variation and consolidated the standard code and linguistic culture” (Paffey 46). Con el influjo de publicaciones influénciales, desarrollaron más las normas de escribir y disminuyeron variaciones lingüísticas distintas entre regiones. Durante el Siglo de Oro había una gran producción de literatura española, mucho de ella siguiendo las normas de gramática del castellano. Castellano ganó más prestigio como el dialecto estándar a través de esta época gracias a los autores e intelectuales influénciales quienes se usaban las normas. Además, la formación del Real Académica Española en 1713 disuadía más el uso profesional de un dialecto no castellano. Intelectuales, políticos, cleros y aristócratas “sought to purify Castilian Spanish of ‘all errors in its construction, style, and vocabulary’” (Paffey 47). Todos los hombres estaban nombrados por los reyes católicos y ellos decidieron la manera correcta e incorrecta de hablar y escribir, incluyendo normas de ambos gramática y vocabulario. Contribuyó ‘los errores’ a “ignorance, careless habits, 8 and neglect […] linking variation with socially undesirable traits” (Paffey 47). Ahora, castellano estaba establecido firmemente como el “authentic and legitimate form of a standard national language” en España y otros dialectos estaban disminuidos como indeseables socialmente (Paffey 47). Por la primera vez, se pensaba que las características del habla andaluza eran feas o incultas. Eso se relacionaba la manera en que se habla con características personales como la inteligencia. En el siglo después, la invasión de Napoleón en 1808 unificó más el país y “local linguistic and cultural identities were further obscured for the cause of defending Spain as a whole” (Paffey 47). La unificación del país contra Napoleón creó un sentido de nacionalismo y como resultado, una identidad nacional de “españolidad” empezó a desarrollar. Desde el principio de los años 1880 las normas de hablar de la capital estaban establecidas como “a firm priority,” dando más crédito al castellano y más perjuicio y actitudes hacia otras variedades como la de Andalucía (Penny 21). Además, la pérdida de las colonias latinoamericanas en 1898, la última pieza de su gran reino, incitó una depresión en España. Como resultado del crisis nacional, formó una recuperación del sentido de la grandeza española con el pensamiento que la unificación de la cultura y la lingüística formaría progreso nacional (Paffey 47). Así que trataban a unificar España por disuadir el uso de maneras de hablar no estándares. Se pensaba que un código lingüístico en común crearía un sentido de nacionalismo y patria española y eso animaría a la gente. La recuperación, sin embargo, “never materialized [and] political upheaval and economic strife gripped Spain well into the Franco dictatorship” (Paffey 47). A través de “[a] strong state centralization,” la dictadura de Franco animó más la importancia de un dialecto estándar, promoviendo el castellano y 9 disuadiendo la identidad regional (Paffey 47). Sin embargo, Franco nacionalizó España a través de “exploiting stereotypes of Andalusian popular culture” como corridas de toros, la música flamenca y fiestas religiosas con la meta de presentar España al turismo europeo como “diferente” (Dietz 21). Así que la cultura regional de Andalucía ha sido nacionalizada por el régimen de Franco. Después de la muerte de Franco, la constitución del 1978 se llama castellano a la lengua oficial de España: “el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla” (Constitución 1978). Adicionalmente, la nueva constitución reconoce las Comunidades Autónomas con sus distintas culturas y identidades: “la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección” (Constitución 1978). Aunque es claro que se considera castellano como el único dialecto oficial de hablar, la nominación de las “modalidades lingüísticas” como un “patrimonio cultural” es una gran mejora en comparación con el régimen de Franco. Aquí se ve que se reconoce la importancia de las variedades regionales no sólo en las culturas regionales, pero en la cultura del país entero también. Las actitudes negativas hacia el habla andaluza Se puede ver actitudes contra el habla andaluza desde el siglo XVI en la publicación de Dialogo de la lengua por Juan de Valdés: “Al fin no se puede negar que era andaluz y no castellán, no me alegues otra vez para la lengua castellana el autoridad de Lebrixa andaluz” (Spaulding 230). De Valdés argumentó que el origen de Antonio de Nebrija como andaluz disminuye su autoridad en nombrar las normas de gramática de castellano. Nebrija nació en Lebrija dentro de la provincia de Sevilla, un hecho biográfico que a Juan de Valdés, no le gustaba. Él implicó que se puede ver las características del 10 habla andaluza dentro de las normas y por eso, la Gramática de la lengua castellana no debe tener tanta autoridad. De Valdés expresó muy claramente actitudes negativas y perjuicio hacia Nebrija solo por las características de su manera de hablar, insinuando que su variedad era peor y menos educada que castellano. Durante el Siglo de Oro en España, el dialecto castellano se convirtió en el medio de educación y mucha gente lo empezó a adaptar como el dialecto más prestigioso y bilingüismo ha sido normal en regiones con otra lengua (Penny 21-22). Con el crecimiento de la dominación del dialecto castellano, había un desarrollo de actitudes y estereotipos de las otras variedades. Estas relaciones sociales que se forman a través de relaciones lingüísticas, se producen un sentido de comunidad y orgullo entre personas de la misma región al mismo tiempo que forman prejuicios y estereotipos hacia otras regiones. Un gran ejemplo de las actitudes que posee la gente en el sur hacia el norte y visa versa está mostrado en un duelo poético que compara las lenguas vernáculas de Andalucía y Asturias. El duelo tuvo lugar en el Circulo Mercantile e Industrial, un centro de cultura, en Oviedo en el año 1880 entre dos profesores universitarios, Diego Terrero de Andalucía y Teodoro Cuesta de Asturias (Fernandez 24). Se trata mayormente de comparaciones de la comida, la bebida y las mujeres de cada región, los aspectos que normalmente están presentes en la formación de estereotipos y prejuicios (Fernandez 26). El Andaluz, Terrero, empieza con una descripción de la belleza de la ciudad de Sevilla y muy rápidamente se ve una critica del dialecto Asturiano, “zi te oyen jabla, t’azeguro que a loz perroz les zirvez pa merendar” (Fernandez 26). Le da el consejo a Cuesta que si algún día va a Andalucía, tiene que quedarse callado porque si los andaluces oyen la manera en que habla, le van a criticar y burlar. Cuesta vuelve a 11 responder con una critica del dialecto andaluz, “pos pa falar y escusao remendar a una nuviella!” (Fernandez 26). Cuesta usa el imagen de remendando a un ternero y dice que la gente siempre habla con ronquedad para describir el ceceo con que se habla alguna gente en Andalucía; dos aspectos que no son amables o atractivos. Terrero responde atacando a la música y baile hacia una comparación del Fandango, “ezto no es baile, ezto se yama volar” y la música tradicional de Asturias caracterizada por un tambor y una gaita, “que yo yamo esgracia, con zapatos e maera […] que da ganaz e yora” (Fernandez 26 27). Aquí se ve claramente la distinción que crea Terrero entre el Flamenco y la música asturiana. Según él, la música en Asturias tiene desgracia y los bailarines son torpes con sus zapatos de madera, mientras en Andalucía los bailarines no bailan, vuelan. Cuesta sigue defendiendo su hogar, “nunca Uvieo a dalgun otru pueblo tuvo mieo” y describe las mujeres asturianas como bonitas con gargantas blancas con collares de coral que tiene envidia de los colores de los labios (Fernandez 27). Cuesta describe las mujeres bonitas de Asturias con piel blanca y lisa, el opuesto de las mujeres andaluzas, aunque son bonitas, son más morenas. Terrero le pregunta dónde están las mujeres tan guapas y encantadores y concluye que Cuesta no tiene experiencia del mundo porque no ha viajado fuera de Asturias y por eso no sabe lo que es la belleza femenina, o sea “the beauty of cinnamon skin” (Fernandez 27). Las mujeres de Andalucía y Asturias parecen diferentes físicamente, bailan diferente y representan las culturas de ambas regiones. Terrero y Cuesta defienden a las mujeres de Andalucía y Asturias respectivamente, mientras critican a las otras. Ahora, el duelo sigue hablando de la comida y la bebida. Cuesta critica el gazpacho, “lo que comen los paxaros…gazpachu” (Fernandez 28). Refiere al pan duro 12 con que se prepara el gazpacho, llamando a los andaluces pájaros porque comen comida vieja del día anterior. Continua con una expresión de sorpresa, “y sin comer morciella son felices!” (Fernandez 28). Según Cuesta, la comida andaluza es para pájaros, no humanos, y no se puede ser feliz sin algo que no tiene más substancia. “Nacen, viven y muerren sin barriga,” insinuando que gente de Andalucía tiene una vida insatisfecha, sin comida buena para llenar sus barrigas (Fernandez 29). Terrero de Andalucía alardea directamente sobre su lugar y critica directamente el lugar de Cuesta, mientras Cuesta usa historias que ha oído sobre Andalucía para criticarla. Al final, los dos poetas concluyen con lo que dice Fernandez, “a transcendence of place,” reconociendo una identidad nacional. Terrero se llama, “pues siempre hermana jan sio Andalucía y Asturias” y Cuesta responde, “pos si España ye la madre hermanos nuestros serán” (Fernandez 30). Después de toda la critica de la otra región, Terrero y Cuesta muestran el reconocimiento que los dos hombres viven en el país de España y no son solamente Andaluz y Asturiano, sino Españoles también. Según Fernandez, los del norte ven a los del sur como perezosos, débiles, rápidos, agradables, poco fiables, derrochadores, optimistas y alegres (Fernandez 34). Aquí se ve que no hay estereotipos solamente sobre la manera de hablar, sino que hay estereotipos sobre las características personales también. No se puede hablar sobre prejuicios de una lengua sin reconocer las actitudes paralelas hacia características de personalidad. Un estudio por Juan Carlos Gallego y Anthony Rodríguez argumentan que Franco tiene un papel grande en las actitudes hacia dialectos no estándares hoy en día a través de su esfuerzo de tener castellano como la variedad de más prestigio en el dominio público del país entero (Gallego 544). Otro estudio por González Cruz en 2006 encuentra que los 13 estudiantes creían que el castellano tenía más prestigio y sus hablantes son más inteligentes, aunque les gustaron más el ritmo y sonido de otros dialectos (Gallego 547). A través de prejuicios hacia maneras de hablar, han desarrollado también estereotipos contra las personas. Defenderse a los estereotipos les ayuda formar una definición de ‘ser andaluz’ tanto como defenderse a los pensamientos contra un dialecto. La función de lengua en sociedad Las características del habla andaluza se han convertido en las características personales de la gente andaluza. En el duelo poético, Cuesta menciona que la gente andaluza habla con ronquedad. Usa una característica generalizada cuando realmente quiere describir el fenómeno del ceceo con que algunos andaluces hablan. En su estudio de actitudes de castellanohablantes hacia acentos y estereotipos regionales, Gallego dice que “our regional or local accent acts as an identity trait that influences the way we are perceived by others” (Gallego 544). La forma de hablar transforma hacia un rasgo que se usa para describir un grupo de gente. Así que Cuesta forma la generalización que todos los andaluces hablan con ceceo y por eso todos tienen voces roncas. Ambos Terrero y Cuesta muestran que la lengua tiene una función más que comunicativa dentro de una sociedad. Usan características de cada manera de hablar junto con costumbres de comer, beber y bailar para describir como son las personas de las dos regiones. “Desde un punto de vista social, la lengua no es un simple medio de comunicación, sino un medio de intercambio social entre los miembros de una comunidad, por lo tanto, las relaciones lingüísticas son relaciones sociales” (D’Introno 203). Estas relaciones sociales que se forman a través de relaciones lingüísticas, se producen un sentido de comunidad y orgullo entre personas de la misma región al mismo 14 tiempo que forman prejuicios y estereotipos hacia otras regiones. La manera en que se habla tiene implicaciones más profundas de solamente comunicativas porque se puede representar una persona, un grupo de personas, un lugar o una región distinta; “los hablantes de una región se distinguen de los hablantes de otra” (D’Introno 203). Gente usa la lengua como un medio de identificación o un medio de separación. Es decir, lengua “les permite identificarse con el grupo en cuestión y les permite diferenciarse de los hablantes de grupos sociales distintos” (D’Introno 203). Se nacen relaciones entre características lingüísticas en común, así que se unifica gente de la región de Andalucía. Forman lo que D’Introno llama relaciones sociales a través de sus relaciones lingüísticas. Se ve un sentido de identidad andaluza gracias a estas relaciones sociales. Fernandez argumenta que estereotipos nacen de la necesidad de entender información nueva o diferente; para entender o conocer un lugar hay que tener algo familiar con que se puede comparar. “The dynamics of identity [are] tied up in the relation between places or regions [which is] understood to be in sympathetic contrast” (Fernandez 32). Comparar y contrastar algo nuevo contra algo familiar para entenderlo completamente es parte de la naturaleza humana. Así se forman estereotipos sobre una región que tiene características lingüísticas en común cuales se han formado relaciones lingüísticas y sociales. En el proceso de comparar, es común que personas usan características lingüísticas como características personales. Metáforas, que se usa para describir a un grupo lingüístico, pierden su significado figurativo y se conviertan en una actitud hacia ese lugar y sus habitantes. “We become to understand a place in those terms and consequently develop feelings of solidarity or divisiveness toward that place and its 15 peoples” (Fernandez 31). En el duelo poético se ve que el ceceo se convierte en algo no atractivo, ronquedad, que refleja una actitud negativa hacia el habla andaluza. Además, la función de una lengua dentro de una sociedad tiene que ver con el papel de varias personas con relaciones lingüísticas que contrastan. “Participantes reconocen sus roles […] sus respectivas posiciones y características en la estructura y jerarquía social” (D’Introno 204). Una persona escoge inconscientemente una variedad lingüística particular que corresponde a la situación. La variedad refleja el nivel de relación, es decir “al cambiar los roles, de jefe-y-empleado a amigo-y-amigo, se puede pasar de una variedad más formal a una variedad menos formal” (D’Introno 205). La manera de hablar representa también la formalidad de una amistad, entonces “cuando dos individuos establecen un intercambio lingüístico, manifiestan su relación de roles a través de su forma de hablar” (D’Introno 205). Entonces, se puede entender una relación entre personas en términos de su relación lingüística. “Así como se evalúan los niveles sociales, así se evalúan las variedades lingüísticas de una sociedad” (D’Introno 206). Por eso, se forma pensamientos hacia una persona, o grupo de personas, basados en su variedad lingüística. Eso es lo que se ve hacia el habla andaluza; un grupo lingüístico que se ve como más prestigioso se ha evaluado otro grupo lingüístico basado solamente en las características del habla. “La evaluación social de las variedades está en la base de la actitud que los hablantes de una comunidad tienen hacia las variedades y formas lingüísticas empleadas en la comunidad, que hace que algunas variedades y formas se consideren buenas, correctas, elegantes, etc. y otras no” (D’Introno 207). Así que la gente del norte toma por hecho que la variedad no estándar es menos correcta o buena que castellano sólo por las características del habla diferentes. Las actitudes del norte hacia el 16 habla andaluza no son una representación auténtica de la gente andaluza. Reflejan perjuicios que no representan la cultura andaluza, sino perjuicios que se han nacido de la comparación de una forma lingüística contra otra. La deconstrucción de actitudes hacia el habla andaluza La gente andaluza ha formado un grupo lingüístico a través de sus relaciones lingüísticas dentro de la región de Andalucía. Tiene las mismas características generales de la manera de hablar en común y junto con costumbres de la vida cotidiana similares, ha nacido un sentido de una identidad andaluza. En su estudio de actitudes de los que hablan castellano hacia acentos y estereotipos regionales en España, Gallego y Rodríguez encontraron que edad tiene un efecto más fuerte que otras variables, como sexo y nivel de educación, en los pensamientos hacia otros dialectos no estándares. Los castellanohablantes más jóvenes atribuyen menos importancia al acento que los mayores quienes dicen que el acento tiene menos relevancia que antes. “The significant differences found for age in relation to perception of accent are evidence that attitudes toward accent in Spain have changed in recent years” (Gallego 560). Esto significa que con el paso del tiempo, perjuicios hacia el habla andaluza han empezando a disminuir. Los españoles que vivieron la mayoría de su vida durante la dictadura tiene más opiniones negativas. La deconstrucción de actitudes tiene que ver con las nuevas generaciones de gente, cuyas actitudes hacia variedades no estándares no están influidas por propaganda de la dictadura. Las nuevas generaciónes de castellanohablantes separan la manera en que grupos lingüísticos hablan y las características de una persona. También, es necesario entender que una persona de un grupo lingüístico no representa necesariamente todo el grupo. Se 17 puede “hablar de la competencia de un hablante de una comunidad, pero no de la competencia de un grupo de personas o de una comunidad” (D’Introno 211). Así que ni una persona sola ni la manera general en que habla un grupo pueden representar un grupo lingüístico entero. Mientras que la idea que características de la variedad andaluza no representan toda la gente andaluza, actitudes negativas contra el habla andaluza van a continuar de deconstruir. La formación del orgullo andaluz Antes de la guerra civil, “una minoría de andaluces intentaron crear una conciencia nacional” de la cultura y identidad andaluza (Cortés Peña 143). Lo más notable, Blas Infante, es conocido como el padre de patria andaluza. Trabajó por “la Verdad y por Andalucía,” para enseñar al resto del país el nacionalismo andaluz y para que la región fuera reconocida en la capital políticamente (Ruiz 22). Blas Infante definió nacionalismo andaluz como la lucha de los trabajadores. Representaba a los andaluces quienes, mayormente, trabajan con la tierra. En su manifiesto de Córdoba, dijo “vengan todos los obreros, sobre todo los campesinos, a defender la aplicación del sagrado principio de tierra y libertad” (Ruiz 23). Se puede ver el uso del imagen de un trabajador para representar Andalucía. Según él, el base de nacionalismo andaluz está en los que trabajan la tierra y por eso, luchó por “tierra y libertad […] al lado de los oprimidos” (Ruiz 23). Con una figura inspirada como Blas Infante, la gente andaluza se sentía orgullo de sus raíces y se motivaba a defender su hogar y costumbres. Blas Infante, junto con otros políticos andaluces, fundió las Juntas Liberalistas que “tuvieron la misión de crear conciencia de país y pueblo, para desatar, posteriormente, la dinámica del nacionalismo revolucionario de clase” (Ruiz 23). Así que el nacionalismo andaluz de 18 clase, de los trabajadores del pueblo andaluz, empezó a desarrollarse al principio del siglo XX. La guerra civil y la dictadura inhibieron al desarrollo más del nacionalismo andaluz. El régimen de Franco sentenció a Blas Infante a morir porque “se significó como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz” (Fundación Blas Infante). Entonces, durante la dictadura, se disuadió identidades regionales pero gracias a Blas Infante y su representación de la gente andaluza, el resto del país ha empezando a formar un conocimiento de los trabajadores andaluces mientras que la identidad andaluza seguía de desarrollar dentro de la región de Andalucía. Además Blas Infante, junto con otros políticos andaluces, hicieron productos que reflejan el orgullo andaluz. Creó la bandera y el himno de Andalucía los cuales todavía se usan hoy en día. Los colores de blanco y verde representan la tierra de Andalucía, otra referencia a los trabajadores del campo. El himno refiere a la tierra también con alusión al orgullo de su hogar, “la bandera blanca y verde […] bajo el sol de nuestra tierra” llamando a la gente para levantar y “pedid tierra y libertad” (Fundación Blas Infante). Con la incorporación de los temas repetidos de tierra y libertad, Blas Infante dio a los andaluces algo con que todos pueden identificar y usar como un base de su definición de identidad andaluza. Federico García Lorca desarrolló el concepto de la identidad andaluza, deconstruyendo más los perjuicios contra el habla andaluza. A través de obras varias contra la idea popular de una tierra misteriosa y exótica que ha hecho famoso por la obsesión de las mujeres flamencas en zarzuelas, Lorca mostró las características verdaderas de la gente andaluza. (Handley 43). A lo largo del siglo XVIII “se produce en España un fenómeno extrañísmo que no aparece en ningún otro país. El entusiasmo por 19 lo popular” (Handley 42). El concepto de plebeyismo ha sido el enfoque de escritores europeos y los pueblos de Andalucía los llamaron a causa de su búsqueda por el exotismo e ilusión. La andaluza se transformó en una imagen sensual, bonita y peligrosa. Las zarzuelas incorporaron también la tradición del flamenco en una manera burlón (Handley 43). Lorca “rejected anything associated with Andalusia and [its folkloric] gypsies” con el deseo a destruir el concepto falso de Andalucía y el mundo gitano (Handley 44). España es distinto del norte de Europa gracias a su historia extensiva de los árabes; Pedro Martínez Montávez escribe “referirnos a lo hispano-árabe […] es referirnos a una parte de nosotros mismos” (Handley 41). El trabajo de Lorca enfatizaron la importancia de las raíces olvidadas de la cultura andaluza, lo que omite la identidad de ser castellano. El Concurso del Granada representa el inicio de un movimiento nuevo andalucista que “promoted Andalusia rather than Castile as the essence of Spanishness, emphasizing the hybrid nature of the Spanish identity” (Handley 51). Antonio Gallego Burín enfatizó la importancia del Concurso; “la obra del Concurso de Granada es el primer paso para descubrir lo ignorado de Andalucía” (Handley 51). Lorca trabajó para eliminar la falta en información entre la Andalucía estereotípica de escritores europeos anteriores y lo que la gente andaluza querrían que el resto de España y Europa supiera sobre su cultura regional (Handley 51). A través de arreglando pensamientos de otros, la gente andaluza desarrolló su identidad propia y la significa de ser un andaluz. Lorca descubrió, lo que creía él, la esencia de “españolidad” en el pueblo andaluz y con la nueva generación andaluza, promovieron las raíces árabes en la identidad andaluza “rather than submit to castellano” (Handley 53). No se puede omitir parte de la cultura de un grupo de personas y a través de sus obras, Lorca discutió que la presión de 20 castellano para ser el estándar de lo que Unamuno se llama la “personalidad nacional” hace exactamente eso. “He has revealed the real issue behind the debate on the muchmaligned Andalusian identity: the hybrid heritage in order to present a united European front” (Handley 55). Con el enfoque de escritores extranjeros hacia Andalucía, había la oportunidad por los andaluces para desarrollar el significado y sentido de ser andaluz. Además, en la lucha contra una identidad unificada del país como castellano, andaluces definieron su identidad regional y formaron un sentido de orgullo de sus raíces históricas distintas. Después de la dictadura, Felipe González era el presidente del gobierno nacional desde 1974 hasta 1997. Fue la primera vez que había un andaluz en un nivel tan alto de gobierno, incluso uno con un acento andaluz tan notable. González es conocido por tener una “gran capacidad de comunicación […] y persuasión” (Blázquez 66). Gillespie argumenta que eso tiene que ver con su acento andaluz. “Felipe González era muy elocuente, utilizaba un lenguaje popular y podía ‘conectar’ con el pueblo” (Blázquez 66). Muchas veces los políticos hablan con un lenguaje llena de jerga política incomprensible a los demás. González, gracias a su acento andaluz, parecía más accesible a los ciudadanos. Es capaz a conectar con el pueblo al nivel más personal que otros políticos con su manera de hablar. González utilizó “para su propio beneficio algo que algunos habían utilizado para descreditarlo: su acento andaluz” (Blázquez 66). Al principio, sus oponentes, siguiendo la tendencia histórica, usaron su acento andaluz como una excusa para desmerecerle en vez de enfocar en su estrategia política. El éxito de su carrera muestra que las diferencias en habla no son algo malo y el habla andaluza no es fea o 21 mala. En su historia, a lo largo del tiempo, el habla andaluza siempre se enfrentaba a criticas, pero al final González muestra que no es un obstáculo, sino una ventaja. El orgullo andaluz es muy prevalente en la media, a través de películas, música y incluso anuncios, se ve muy claramente que los andaluces tienen orgullo de su hogar y cultura. Fernandez dice en su análisis del duelo poético que normalmente la bebida, la comida y las mujeres son lo que está presente en la comparación de lugares (Fernandez 34). En un anuncio de Cruzcampo, es obvio que se promociona la bebida como una fuente de orgullo y felicidad entre andaluces. Empieza con una descripción de la grandeza de Andalucía, “no es donde termine Europa, es donde empieza […] donde se inició el nuevo mundo” (Cruzcampo). Eso refleja el sentido de orgullo que los andaluces tienen sobre su hogar. El resto de Europa está detrás de Andalucía, implicando que Andalucía es lo más importante y mejor lugar donde nació el descubrimiento del nuevo mundo. Sigue con una comenta sobre el habla andaluza, “el andaluz no es acento, es castellano entre amigos” (Cruzcampo). Aquí se refiere a la cultura social de Andalucía, que para ellos su manera de hablar significa alegría, felicidad y amistad entre amigos. Castellano es como hablan los que no se diviertan, los que son serios, pesimistas y tacaños; las características asociadas con los del norte (Fernandez 34). Continua con un imagen muy típico de Andalucía, los toros, “en Andalucía no nos dan miedo los cuernos, los toreamos” (Cruzcampo). Comenta en esta forma de arte prevalente en Andalucía. Se ve el sentido de orgullo que tiene sobre la tradición de torear mientras se burla a los que tienen miedo de los toros. Otra vez, el anuncio refiere a la cultura social, “no andamos por la calle, la vivimos” (Cruzcampo). El ambiente por la calle es una gran parte de la cultura andaluza; representado como un lugar llena de alegría y amistad. El anuncio 22 termina con el dicho “los andaluces amamos esta tierra y brindamos por ella” (Cruzcampo). Es claro que los andaluces tienen orgullo de la tierra andaluza, reflejando los temas de Blas Infante de tierra y libertad. Cruzcampo usa todos los temas de que los andaluces tienen orgullo para utilizar la emoción y vender su producto. Aunque solamente es un anuncio para vender una cerveza, refleja muy bien los sentidos de los andaluces y los aspectos diferentes de la identidad andaluz. Varias personas destacables en la historia moderna apoyaron la formación y desarrollo de una identidad andaluza y orgullo andaluz. Blas Infante, conocido como el padre de la patria andaluza, llevó el nacionalismo andaluz al nivel nacional. Federico García Lorca combatió los estereotipos de la cultura Andalucía al nivel nacional y continental. Después de la dictadura, Felipe González era el primer político al nivel nacional quien habla con el acento andaluz. Hoy en día, se ve una formación de la identidad andaluza buen definida, como se muestra el anuncio de Cruzcampo. Conclusión Una lengua tiene una función dentro de la sociedad más que sola comunicativa. Por eso, estereotipos y criticas contra variedades no estándares siempre van a estar presentes. Como se reacciona la gente hacia los perjuicios predice el resultado de la critica. Desde la época de Alfonso X, el habla andaluza se ha enfrentado a perjuicios de los castellanohablantes del norte. Adicionalmente, la gente andaluza ha resistido estereotipos que se han formado injustamente desde su manera de hablar. La lucha contra las actitudes negativas ha sido bien largo, durante toda la historia del castellano escrito. La Reconquista estableció el reino de Castilla y su variedad lingüística como autoridad tanto como sus normas de gramática. Todo el conocimiento del periodo estaba escrito en 23 la variedad castellana, solo promoviendo su estatus alto en la sociedad educada. A través de las criticas de la manera en que los andaluces hablan, ha formado estereotipos sobre la gente andaluza y había un sentido de necesidad de defender su hogar y cultura regional. Varias personajes ayudaban el habla andaluza y el nacionalismo andaluz llegar al estatus de respecto nacional. Blas Infante desarrolló el nacionalismo andaluz a través de temas comunes relacionables. Durante el régimen de Franco, había un enfoque en la cultura andaluza y se presentaba con una oportunidad de desarrollar más el concepto de qué significa ser andaluz. Federico García Lorca trabajó contra los estereotipos famosos de una tierra exótica llena de mujeres gitanas peligrosas. Después de la dictadura, la inauguración de Felipe González como presidente de la nueva republica mostró que el acento andaluz puede ser una ventaja, incluso en niveles altos de sociedad. Se argumenta que el habla andaluza le ayudaba ser accesible y relacionable a los ciudadanos, algo que es difícil de lograr en el mundo político. Se ve las actitudes negativas hacia el habla andaluza deconstruyendo a lo largo del tiempo. Como Gallego y Rodriguez encontraron en su estudio, las generaciones nuevas ya no atribuyen tanta importancia a la manera de hablar como las generaciones mayores. Empresas como Cruzcampo se usan la emoción de orgullo andaluz para vender sus productos a los andaluces. Las actitudes hacia el habla andaluza que nacieron desde la estandarización de castellano están en el proceso de disminuir y como resultado el orgullo andaluz está en el proceso de crecer. Cuando los andaluces estaban presentados con la oportunidad de defender su hogar y cultura, un sentido de nacionalismo, patria y orgullo se nació y sigue desarrollando en la Comunidad Autónoma hoy. Los estereotipos tradicionales que la variedad andaluza representa una gente inculta, pobre y del campo 24 están deconstruyendo. Felipe González, con todo su éxito, mostró que no todos quienes hablan con las características del habla andaluza son obreros del campo. El habla andaluza representa una manera diferente de hablar que el dialecto estándar que se ha convertido en una fuente de orgullo de cultura y identidad regional para la Comunidad Autónoma de Andalucía. 25 Bibliografía Blázquez Villaplana, Belén. La proyección internacional de un líder político : Felipe González y Nicaragua, 1978-1996. Sevilla: Centro de Estudios Andaluces, 2006. Print. Constitución española 1978 “Art. III.” Congreso.es. Web. 16 Nov. 2014. <http://www.congreso.es/docu/constituciones/1978/1978_cd.pdf>. Cortés Peña, Antonio Luis. "Nacionalismo/regionalismo andaluz, ¿una invención de laboratorio?" Historia Social (2001): 137-51. JSTOR. Web. 14 Nov. 2014. <http://www.jstor.org/stable/40340763>. Cruzcampo. 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