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Indice
Introducción…………………………………………………………..….………4
Capítulo I. La obligación como la categoría de la modalidad
1.1. La noción de la modalidad…………………………….………........ 8
1.2. La noción de la obligación ……………………………………..….. 14
1.3. Los medios de expresar la obligación en el latín .....……………….. 18
1.4. Los medios de expresar la obligación en el español moderno..........…21
Capítulo II. Los medios de expresar la obligación en el español de los siglosXVXVI.
2.1. Construcciones infinitivas con haber ………..………...…………. 24
2.2. Haber que + infinitivo ……............................................................... 28
2.3. Tener de + infinitivo и tener que + infinitivo................................... 30
2.4. Construcciones infinitivas con deber…………………………... 33
2.5. Verbo auxiliar con atributo de semántica deóntica
2.5.1. Haber/ser + menester (+ infinitivo)………………………….…. 40
2.5.2. Ser/tener/estar/haber + atributo …………...…………....…... 43
2.5.3. Estar/Ser obligado a + infinitivo
.......................................... 44
2.6. Convenir +infinitivo........................................................................... 45
2.7. Ser de + infinitivo………………….………………...……………… 47
Conclusión…………………………………………………….………......……... 54
Bibliografía.............................................…………………….………….……… 57
3
Introducción
Los siglos XV-XVI es la época cuando España aumenta su territorio
conquistando nuevas tierras formando nuevos contactos culturales. Es la época de
florecimiento de artes españoles. La segunda mitad del siglo XV está marcada por
los cambios en la literatura - surgen nuevos géneros: sátira, lírica, prosa histórica.
El viejo concepto del mundo se somete a la revalorización, lo que refleja la nueva
etapa en la literatura y la filosofía correspondiente al nuevo papel de España como
la mayor potencia colonial del mundo. La lengua española responde a los cambios
transformando su forma medieval por lo cual es el período crucial en la vida del
español, la etapa intermedia entre el castellano antiguo y el moderno. V.
Shishmarev subraya que desde fin del siglo XIII hasta XIV-XV es el tiempo de
méritos literarios del castellano; su valor aumenta, su autoridad se hace
indiscutible. «Para finales del siglo XV – la literatura va creciendo
considerablemente, los contornos esenciales de la lengua se van estabilizando, las
fluctuaciones y albedríos, herencia de la época del fraccionamiento feudal,
desaparecen poco a poco. A principios del siglo XV ante los españoles surge la
tarea de cambiar la lengua escrita, transformarla en algo semejante al italiano o al
latín clásico»
(Shishmarev, 2002:130). La publicación de la «Gramática
castellana» de Antonio de Nebrija, la aparición de nuevos autores y géneros en la
literatura demuestran la evolución del estatus de la lengua y su varolación por los
nativos. Los textos del período mencionado dan un material rico para la
investigación.
La noción de la obligación es uno de los temas importantes en la filosofía,
psicología, derecho y lingüística. En la lingüística española hay numerosas obras
dedicadas al tema de la modalidad, pero no conocemos trabajos, que se enfocaran
en la expresión de la obligación, ya que la mayoría de los autores hablan de la
modalidad de obligación de paso, sin hacerla el obejo central de su investigación.
Creemos que es conveniente estudiar medios de expresar la modalidad de
obligación que se usan en el español de los siglos XV-XVI para comprender mejor
4
estos fenómenos en el español moderno. En nuestro trabajo analizamos las obras
siguientes: “Corbacho o reprobación del amor mundano" (1438) de Alfonso
Martines de Toledo, «Celestina: tragicomedia de Calisto y Melibea" (1499) de
Fernando de Rojas, «Diálogo de la lengua"(1535-1536) de Juán de Valdés,
«Lazarillo de Tormes» (1554), obra anónima y «Camino de perfección» (15621564) de Santa Teresa de Jesús. No sin razón escogemos estas obras.“ Corbacho »
es uno de los ejemplos más brillantes de la prosa castellana del siglo XV. Esta
sátira didáctica fue escrita en 1438 por el arcipreste de Talavera, Alfonso Martines
de Toledo, persona culta que conocía muy bien no solo la literatura castellana y
catalana, sino también la literatura latina, francesa e italiana. Rafael Lapesa
caracteriza así el lenguaje del “Corbacho”: «El arcipreste de Talavera se complace
en aprovechar la vena del habla cotidiana en largos párrafos llenos de viveza, pero
desmedida en su locuacidad ». La aleación de “la tradición medieval de la prosa
didáctica ","el habla culta científica del autor por un lado y el habla viva vulgar de
los personajes tienen un interés especial para la investigación. (Plavskin,
2005:188).
La autoría de la «Tragicomedia de Calisto y Melibea», publicada en 1499, se
atribuye a Fernando dе Rojas, nacido en Montalván. Fernando dе Rojas
descendiente de una familia hebrea, estudió en la Universidad de Salamanca. Los
investigadores subrayan la profundidad y la maestría en la elaboración de los
caracteres de los personajes de la obra. Su lenguaje es uno de los instrumentos que
ayudan a crear la imagen del héroe. Juán de Valdés comenta la “Celestina” de la
manera siguiente: «El estilo en la verdad va bien acomodado a las personas que
hablan». En la obra están presentes dos estilos del habla: el estilo alto, con la
síntaxis latinizada, con numerosos cultismos y el estilo vulgar, salpicado de
proverbios y dichos populares, sufijos diminutivos, etc.
«El diálogo de la lengua» escrito por Juán de Valdés en 1535-1536 en Nápoles,
que por aquel entonces formaba parte del reino de Aragón, uno de los centros más
brillantes de la Europa del siglo XVI. Juán dе Valdés obtuvo se graduó de la
Universidad de Alcalá de Henares, «el centro de la instrucción humana» (Plavskin,
5
2005:190) del siglo XVI. En «el Diálogo de la lengua» Juán dе Valdés habla de la
lengua "viva" corriente castellana, que hablan sus contemporáneos. El libro
representa un interés especial, puesto que el autor no describe la lengua basándose
en los patrónes latinos sino observando las normas del habla cotidiano. La riqueza
del castellano no sólo se encarna en el mismo tema de la obra – normas
gramáticales del español, la diversidad de los dialectos, la literatura de alta calidad
en español, sino también en la forma libre del diálogo.
«Camino de perfección» fue compuesto por Santa Teresa dе Jesús. Santa Teresa
dе Jesús procedía de una familia noble, originaria de Avila. Es autora de muchas
obras maestras de la literatura española mística del Siglo de Oro. Su lenguaje es
sencillo, pero expresivo, puesto que usa el vocabulario y la sintaxis populares
castellanos. V.F.Shishmarev caracteriza su estilo de la manera siguiente: «El
lenguaje de las obras de Santa Teresa es sencillo, comprensible para amplios
círculos de lectores, sin giros artificiales ni pretensiones literarias. Emplea las
formas que existían solamente en el habla viva. Es una lengua corriente más bien
viva, propia de aquel ambiente aristocrático castellano del que había salido y que
ella dominaba con gran habilidad» (Shishmarev, 2002:146).
«Lazarillo de Tormes» fue publicado en Burgos en 1554. El autor no es
conocido, igual que el año de la creación de a obra. No obstante, los investigadores
suponen que el libro no fue escrito antes de mediados del siglo XV.
La selección de las fuentes literarias está condicionada por el deseo de investigar
los textos más destacados del período indicado de la historia de la lengua española,
y crear un repertorio lo más posible completo del sistema de la expresión de las
modalidades deónticas en el español de esa época.
Más de mil casos de expresión de obligación fueron hallados de los textos
indicados con método de la extracción continua, estudiadas sus características
morfológicas y sintácticas, clasificadas según su frecuencia del uso.
El trabajo consiste de la Introducción, dos capítulos, la conclusión y la
bibliografía. En el primer cápitulo analiza la noción de la modalidad, sobre todo en
sus aspectos deóntico y epistémico. En el segundo capítulo se describen los medios
6
de expresar la obligación en los siglos XV-XVI, se estudia la semántica de las
construcciones deónticas. Se adjuntan tablas, diagramas que indican la frecuencia
en el uso de una u otra construcción en cada una de las fuentes examinadas.
Además se adjunta un diagrama general, que resume los medios de expresar la
obligación en el español de los siglos XV-XVI.
7
Глава 1.1. La noción de la modalidad
La noción de la obligaciónя es una de las categorías de la modalidad. Antes de
comenzar el estudio de la obligaciónя, habría que determinar la noción de la
modalidad. La modalidad (del latín modus – el tipo, el modo) estudian dentro del
campo de la filosofía, la lógica, la lingüística, la psicología y otras ciencias. Es
necesario en primer lugar dirigirse a la modalidad desde el punto de vista de la
lógica y la filosofía, puesto que la lingüística determina la esencia de esta noción,
basándose en las conclusiones lógicas y filosóficas.
En la lógica los juicios modales son los juicios que contienen la apreciación de
la información, concluida en ellos. La tradición de la lógica modal tiene el origen
en los trabajos de Aristóteles, que distinguía dos tipos de la modalidad. Basándose
en las nociones ontológicas de lo posible y lo necesario distinguía la modalidad
potencial, a la que se refiere lo posible y lo necesario, y la modalidad
incondicional, con otras palabras la realidad. La posibilidad y la necesidad son
nociones básicas de la lógica modal. Hay que tener en cuenta la diferencia de la
necesidad lógica de la lingüística. En la lógica la categoría de la necesidad es
correlativa con la categoría de la casualidad. El materialismo dialéctico toma por lo
dado la naturaleza objetiva de la necesidad y su vínculo directo con la casualidad.
Aquí la necesidad es la unidad de la posibilidad y la realidad, el paso de la primera
a la segunda (Enciclopedia Filosófica, 1969:173). N. Kondakov caracteriza la
necesidad lógica como «la secuencia natural interior objetiva de la apariencia, la
existencia y el desarrollo de los objetos y los fenómenos del mundo material»
(Kondakov, 1975:328). La necesidad lógica se manifiesta en las leyes delas
matemáticas y la naturaleza y se expresa en los juicios apodícticos (del griego
ароdeixis — la prueba) como “es necesario morir a una persona”. Como señala a
M.Sabaneeva, «en el habla diaria, fuera de los límites de la terminología lógica, la
necesidad lógica y los juicios apodícticos en que se manifiesta, no encuentran
8
ninguna expresión especial ling üística. Las verdades necesarias, absolutas se
expresan de la misma manera que las situaciones puntuales, singulares: Uno es
mortal, Pedro es inteligente. Todo lógicamente inevitable es seguramente
verdadero; por eso el sistema de lengua realiza en este caso la economía de los
medios de lengua» (Sabaneeva, 1999:110).
En la lógica moderna hay varias clasificaciones de los juicios modales. La
modalidad lógica es contrapuesta a la modalidad de la lengua. La lingüística
basándose en las conclusiones de la lógica distingue los juicios asertóricos
(realidad),
problemáticos
(la
posibilidad)
y
apodícticos
(la
necesidad)
(Enciclopedia Filosófica, 1969:154).
En la esfera de la lingüística, la modalidad es uno de los fenómenos más
estudiados. El tema es investigado ampliamente tanto en la lingüística extranjera,
como en la nacional (Ch.Ballí, O.Espersen, E.Benvenist, A. V.Bondarko, I.
R.Galperin, G.A.Zolotova, I. B.Klebnikov, T. V.Bulygina, A. M. Peshkovsky, V.
Z.Panfilov, D.N.Shmelev etc.). En la lingüística nacional el lugar especial ocupan
los trabajos de V.Vinogradov que considera la modalidad el indicio indispensable
de la declaración. V.Vinogradov determina la modalidad de la manera siguiente:
«las relaciones del mensaje que contiene
la proposición, a la realidad»
(Vinogradov, 1975: 268). Distingue dos tipos de modalidad: objetiva, que refleja
las relaciones de la enunciación y la realidad, y subjetiva, que expresa la relación
del hablante al enunciado. Algunos lingüistas (F. R.Palmer, J. Lyons) junto con la
modalidad subjetiva y objetiva distinguen la elocutiva – el significado del modo
imperativo.
La misma noción de la modalidad es heterogénea, sin embargo es la opinión
común de los lingüistas que la modalidad siempre supone la presencia en el
enunciado de ciertos indicios, que expresan la relación del hablante al mensaje, o la
correlación del mensaje y la realidad. R. Budagov señala que la modalidad expresa,
si el hablante considera la acción real o irreal (Budagov, 1958: 65). O.VasilievaSwede y G.Stepanov escriben: «Esta categoría gramática del sistema verbal sirve
para definir la modalidad de la acción, es decir designa la relación de la acción a la
9
realidad, establecida por la persona que habla». (Vasilieva-Swede, Stepanov,
1981:31).
Los lingüistas más conocidos que han aportado la contribución esencial al
desarrollo de la concepción de la modalidad son seguidores de la escuela de
Ginebra. Entre ellos Ch.Ballí, que dice que en cada enunciado hay lo básico,
dictum (del latín dictum — la palabra), y el juicio volitivo, valorativo o intelectual
del hablante, modo (del latín modus — el modo). La modalidad es «el alma de la
proposición», la expresión de la relación delhablante. El dictum corresponde a la
modalidad objetiva, el modo – a la subjetiva. La modalidad subjetiva es el indicio
facultativo de la declaración.
Con otras palabras, la modalidad expresa la relación de la declaración a la
realidad; la relación de la declaración, del hablante al contenido, y el objetivo
comunicativo de la declaración. Además, la modalidad puede ser expresada
explícitamente, en el caso cuando los verbos del dictum y del modo no coinciden
(normalente, es las oraciones
subordinadas),
implícitamente. La modalidad
implícita en el español se expresa por los verbos modales o las construcciones
modales (deber, haber que etc.), los adverbios modales (tal vez), el modo (venga),
la definición valorativo (es necesario etc.) (Otaola Olano, 1986: 100). Desde el
punto de vista de Gak, además de los medios léxicos y gramáticos, la modalidad
puede expresarse por la entonación. (Panfílov, 1977:37).
Ch.Ballí divide la modalidad en dos categorías grandes: la modalidad de la
enunciación (en su esfera caen el acta misma del discurso y los participantes) y la
modalidad del enunciado (Ballí, 1942:3). Nuestra investigación se fundará en la
modalidad del enunciado. Sin embargo, hay unas interpretaciones diferentes de la
noción de la modalidad del enunciado. Según una de ellas, el sujeto expresado
explícitamente "yo" es la condición imprescindible de la modalidad del enunciado
(Otaola Olano, 1988: 39). Desde otro punto de vista, el factor suficiente es la
presencia de la subjetividad, no importa coincide con el sujeto del enunciado o no.
Por ejemplo: tengo que ir al médico y tienes que ir al médico (Elvira, 2004:15). En
el primer ejemplo el sujeto expresado explícitamente del acta y del enunciado
10
coincide. En el segundo ejemplo la modalidad se entiende en el sentido amplio,
como la subjetividad, además los sujetos del acta del discurso y del enunciado no
siempre coinciden. En la cuestión del estudio de los medios de expresar la
obligaciónя es más oportuno la segunda expicación. J.Elvira da los ejemplos
siguientes con sujetos gramaticales diferentes: Tienes que ir al baño urgentemente,
Tengo que ir al baño urgentemente, Pedro cree que Juan tiene que ir al baño,
subrayando que en el último ejemplo el sujeto del acta del discurso prevalece sobre
el sujeto del enunciado, que, sin embargo, está expresado en la proposición y tiene
los rasgos de la obligación. Con otras palabras, es el sujeto del enunciado que
expresa el significado de la obligación, por eso la subjetividad prevalece sobre
otros factores comunicativos (Elvira, 2004:17).
Las relaciones entre los tipos diferentes de la modalidad y su expresión en la
lengua es el objeto del estudio especial de la modalidad de lengua. Los
investigadores distinguen categorías diferentes de la modalidad: lógica o
asertórica, valorativa, excitativa, optativa y otras. Depende del punto de vista de la
modalidad de que examinamos el enunciado: subjetiva, valorativa o lógica, se
puede revelar que el enunciado contiene varios tipos de la modalidad. Por eso,
desde el punto de vista de la lógica distinguen modalidad alética, axiológica,
epistémica deóntica y temporal. La alética (del griego ἀλήθεια – la verdad) estima
el juicio como necesario, casual, posible e imposible. La axiológica (del griego
ἀξία – el valor) expresa las apreciaciones negativas, positivas y neutrales. La
epistémica (del griego ἐπιστήμη – el conocimiento) consiste en el grado de la
veracidad y la argumentación de la información. La deóntica (del griego δέον – la
norma, la obligación) contiene la información del juicio que induce a realizar un
acto.
R.Perkins distingue tres tipos de la modalidad: epistémica, es decir la
posibilidad o la necesidad está determinada por "las leyes de la razón», por la
opinión del hablante; deóntica – la posibilidad o la necesidad están determinadas
por "las leyes sociales», por el sistema de las normas sociales, a saber:
obligatoriamente, está permitido, se prohíbe o es lo mismo. Y, al fin, dinámica,
11
donde la posibilidad o la necesidad están determinadas por las leyes de la
naturaleza, incluso cualesquiera factores exteriores, también la capacidad, el deseo,
las características físicas (Bybee, Perkins, Pagliuca, 1994:77).
O.Espersen distingue solamente dos tipos de la modalidad: epistémica – está
determinada por la razón, y deóntica - está determinada por las normas sociales, la
moral, la voluntad del hablante y el deseo.
A.Bondarko describe la categoría de la modalidad como fenómeno funcional
semántico, prestando la atención básica a la sistematización en la base
comunicativa de los medios de la expresión de distintos niveles. De este modo
delimita tres tipos de las relaciones modales: la modalidad del objeto (la
posibilidad y la necesidad), la modalidad del acto de voluntad (el optativo y el
imperativo) y la modalidad epistémica (el significado de la probabilidad, la
necesidad lógica, la seguridad y la incertidumbre).
La mayoría de los investigadores distinguen las modalidades epistémica y
deóntica dependiente de, si se expresa en el enunciado la posibilidad o la
necesidad. En el español la modalidad epistémica puede expresarse por las formas
del Futuro de Indicativo (María será la novia), por los verbos que expresan cierto
grado de la seguridad (creo que), por las expresiones modales (puede ser), por los
sustantivos y los adjetivos que estiman la posibilidad (es imprescindible, hay una
posibilidad) etc. La deóntica por las construcciones modales (sin falta), por los
verbos, los adverbios, los adjetivos y los sustantivos de la semántica
correspondiente (está permitido, es obligatorio) etc. Las modalidades epistémica y
deónticoа se sitúan en los planos diferentes, es decir existen en la modalidad
subjetiva y objetiva, lo que dice de la polisemia del verbo modal. Además, los
significados de los verbos modales son diferentes no sólo al transmitir dos tipos
diferentes de la modalidad, sino también dentro de un tipo (por ejemplo, el verbo
«deber» puede expresar tanto la obligación moral (debes pensar en él) como un
deber material (¿cuánto l debo?) (Vdovina, 2012:5).
Es evidente que las modalidades diferentes se expresan por los mismos
instrumentos lo que es una de las causas de su dualidad. En cuanto a la fusión de
12
las modalidades deóntico y epistémica escriben J. Lyons y A.Papafragou, que
marcan que la modalidad epistémica es secundaria respecto a la deóntica, porque
aparece tras la gramaticalización (Lyons, 1977:351). En la lengua las expresiones,
que en los períodos más tempranos eran deónticas más tarde adquieren la
semántica epistémica: así los verbos poder y deber, sin perder el significado inicial
de ser capaz de ejecutar una acción y la obligación respectivamente, se convierten
en el medio que permite al hablante expresar el grado la veracidad de la
información, que contiene el enunciado. Este proceso está orientado en solo una
dirección y es irreversible. La formación de la modalidad epistémica acaba el
proceso de la evolución de los significados modales del verbo concreto o de una
expresión. Esto confirma también las observaciones sobre el desarrollo del habla
de los niños, donde se nota también la primacía de la modalidad deóntica ante la
epistémica, que exige mayor madurez intelectual (Papafragou, 1998:377).
La diferenciación de los significados modales es una cuestión más. Es evidente
que la comprensión de la semántica depende en este caso del contexto, se
diferencian sin embargo los accesos a la explicación de las causas de la
interpretación de una u otra modalidad. Por un lado la causa puede ser la
polisemia. Los partidarios del acceso polisemántico (B.Pote, L.Rivero) como
prueba de su punto de vista suelen dar las razones siguientes: en algunas
proposiciones fuera del contexto es imposible determinar que tipo de la modalidad
transmite el verbo. Como al mismo tiempo dos interpretaciones son imposibles,
eso quiere decir que son los significados diferentes de un verbo polisemántico.
(Elvira, 2004:11). Este acceso permite examinar la formación de la modalidad
epistémica como la aparición del nuevo significado semántico. Aunque no está
claro, que hecho hace posible este fenómeno.
J. Bybee explica la apriencia de la modalidad epistémica como el cambio del
carácter metafórico. Conforme a este acceso, los conceptos básicos que componen
el significado de los verbos modales (la obligación, la capacidad, la necesidad
lógica), se expresan por la metáfora en un nivel más abstracto como las
convicciones o la interpretación del hablante.
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Otro acceso que explica el fenómeno dado, es una ampliación de la semántica,
condicionada por los objetivos pragmáticos. Esta hipótesis tiene lugar porque a
menudo el significado epistémicо no está expresado explícitamente, en
comparación con el significado inicial modal, y solo se entiende por del contexto
(Bybee, 1985: 47).
Resumiendo, el significado de la obligación en el enunciado puede tener matices
del carácter epistémico o mostrar dualidad, en este caso el contexto ayuda
determinar que significado modal tiene lugar.
1.2.
La noción de la obligación
La noción de la obligación es objeto de investigación en el campo de la filosofía
(I.Kant, G.Hegel, Ch.Montesquieu, F.Bacon), lógica, ética (M.Bajtín), derecho,
psicología, etc.
En la filosofía antigua el lado social filosófico y el aspecto moral de la cuestión
estudiaban Aristóteles, Platón y sus seguidores, los estoicos, en la filosofía rusa la
la obligación se analiza en las obras de V.Soloviev y N.Berdyaev, en la ética –
M.Bajtín.
Desde el punto de vista de la ética, la obligación es transformación de alguna
proposición teorética en una norma subjetiva significativa. Desde el punto de vista
de la ética formal, la obligación es una categoría de conciencia, una forma que
nunca se basa en el contenido material. La obligación es una categoría del acto
individual, responsable históricamente, insustituible y reemplazable. El diccionario
razonado de D.N.Ushakov define la obligación como: necesidad de alguna cosa
que sale de la ley moral; lo que debe ser, en contraposición a lo que existe. Desde
el punto de vista científico es indispensabilidad de lo que debe cumplirse. «La
obligación – es necesidad de la realización de alguna acción » (Ushakov, 1935:
416).
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La base de la obligación tiene carácter social, teológico o axiológico. Algo se
considera obligatorio si se realiza conforme a las normas generales cuya lógica y
razón son indiscutibles. Además se considera obligatorio lo que corresponde a la
norma moral o ciertos principios que se intuyen como justos (Ferrater-Mora, 1994:
2608). Sin embargo hay que distinguir lo que se percibe como obligatorio de la
decisión consciente más adecuada para una situación dada (Ferrater-Mora, 1994:
2608).
Por su naturaleza la obligación es vinculada a la acción y por consiguiente con
sus variedades distintas en cada uno de los cuales se manifiesta su carácter
específico. La relación de la obligación y el acto se refleja en los trabajos de Hegel
y Kant. En los trabajos de Hegel la concepción de la obligación, ya que se aplica a
la historia, se entiende como una idea subjetiva, como la aspiración a aportar en el
proceso objetivo que se realiza independientemente las propensiones individuales
(Oiserman, 1995:102). Desde el punto de vista de Kant, la noción de la obligación
es inaplicable a la naturaleza. «Es imposible que en la naturaleza algo deba existir
de la manera distinta a la que realmente existe en todas las relaciones temporales;
aún más, teniendo en cuenta solamente el curso natural de los acontecimientos, la
obligación no tiene ningún sentido. Ni preguntar podemos que debe pasar en la
naturaleza... Solo podemos investigar lo que pasa en la naturaleza...» (Oiserman,
1995:103). La obligación surge de la Idea relacionada con la noción de la razón, es
decir no es conveniente buscarla en la naturaleza o en las circunstancias en las que
está uno, sino a priori, en las nociones del juicio puro expresadas a través de la
obligación. La concepción kantiana de la obligación está fundada en la actividad de
la persona y sus valores, el acto, la creación. Por la esencia la obligación está en
una fila con las categorías de la existencia y la realidad. Tanto la realidad no existe
sin actividad humana, sin sujeto que crea, como la actividad no existe sin
obligación, que es un punto necesario, interior de su existencia (Oiserman,
1995:105).
La obligación es una de las características del deber. Alguien es obligado a hacer
algo porque le han puesto la obligación. La obligación puede ser condicionada por
15
la ley, instrucción, regla, norma, acuerdo. El objeto de la obligación puede ser la
misma sociedad, miembros de la sociedad, Dios, naturaleza, etc. Además, la
obligación puede surgir dentro del mismo sujeto.
El deber moral es la forma superior de la obligación que abarca las
características de sus otras formas posibles.
A su turno la noción de la obligación es vinculada a la noción de la necesidad.
Los significados de la posibilidad y la necesidad componen tipo especial de la
modalidad subjetiva. La relación de las modalidades es multifacética y se
interpreta de formas diferentes. Por ejemplo Aristóteles no consideraba que lo
necesario es posible, mientras que su alumno Teofrasto al revés aceptó la tesis de
que todo lo necesario es posible, contraponiéndolos. Al mismo tiempo los filósofos
afirman que la necesidad y la posibilidad representan los eslabones de una cadena,
puesto que la necesidad de una cosa es da la posibilidad por lo menos para una otra
cosa ( Nagapetian, 2006:5). Es decir los significados de la posibilidad y la
obligación surgen uno del otro. El significado modal de la obligación supone la
ejecución indispensable de la acción, y la modalidad de la posibilidad admite
varias perspectivas del desarrollo de la situación potencial – tanto la realización
como no realización. Por otro lado M. Tariverdieva señala que «tradicionalmente
contrapuestas la noción de la posibilidad y la noción de la necesidad, resultan ser
asimétricas una vez espresadas. La noción de la posibilidad tiene relaciones
distintas tanto con la noción de la necesidad, como con la noción de la deseabilidad
lo que sin embargo corresponde a los esquemas universales lógicos» (Tariverdieva,
1972:80).
Hay que determinar las
nociones básicas de la modalidad deóntica: lo
indispensable y lo necesario.
«La necesidad es una categoría ,< …>, que expresa el carácter inevitable de los
acontecimientos que pasan en el mundo real, o el carácter consecuente de los
procesos estudiados en la ciencia, o la conexión lógica entre razones
y
conclusiones en las deducciones deductivas» (Enciclopedia Filosófica, 2004: 115).
Esta definición es aplicable tanto a la lógica,
16
como a la ontología, y a la
lingüística. J. Lyons define la modalidad deóntica como «las acciones que se
refieren a la necesidad y la posibilidad cumplidas por los agentes que asumen la
responsabilidad», la modalidad epistémica como «la que se refiere a los problemas
del conocimiento y la convicción» (Lyons, 1977:823).
En la teoría de Lyons cada una de dos modalidades puede ser objetiva y
subjetiva.
A su vez Leibniz considera correspondientes los conceptos deónticos de lo justo,
lo injusto, lo imparcial, lo indiferente, y los conceptos ontológicos de lo probable,
lo imposible, lo necesario, lo casual. Todas las modalidades ontológicas pueden ser
formuladas con los términos de la posibilidad y la negación: puede ser, no puede
ser, no puede no ser, puede no ser (Leibniz, 1972:96).
Conforme a la definición de Bondarko, en lingüística «la modalidad de la
necesidad (obligación) está determinada como una situación condicionada por unos
factores (objetivos o subjetivos), que desde el punto de vista de una persona (el
sujeto que da apreciación modal), exigen la transformación indispensable de lo
potencial en lo actual» (Bondarko, 1990:24).
Otra variedad de la modalidad deóntica es la indispensabilidad. Lesonen
subraya: «Los indicios de una situación forzada indispensable son las
circunstancias exteriores o la persona, que condicionan la situación contra la
voluntad del sujeto, que tiene que cumplir la acción, y su carácter obligatorio. La
estructura semántica de las proposiciones con el significado de una acción
indispensable forman el sujeto de la acción indispensable, la acción indispensable,
el factor, que ha condicionado la realización de la acción indispensable y la acción
que obliga al sujeto» (Lesonen, 2008:142).
El sistema de la obligación tiene una estructura complicada. Los investigadores
distinguen los elementos siguientes dentro de la estructura de la obligación. El
primero es la representación de la obligación, vinculada con la actividad. Este tipo
de la obligación se refleja en las categorías de necesidad, interés, objetivo,
apreciación, conocimiento, el sentido etc. El segundo tipo es vinculado a las
relaciones humanas. Es un sistema complejo de normas sociales y leyes. Si en el
17
primer caso las relación son entre sujeto y objeto, en el segundo tiene lugar la
relación entre por lo menos dos sujetos. El tercer tipo tiene el carácter de la
necesidad lógica y la previsión. El cuarto tipo de la obligación es apreciar la
realidad desde el punto de vista de lo debido. En este caso tiene lugar la
comparación de lo real con lo ideal. Se puede decir que dentro del sujeto la
obligación como una posibilidad se convierte en la realidad como una necesidad. «
Por consiguiente, es posible decir que la obligación es un fenómeno social,
colectivo, que une muchos elementos estructurales, tipos y formas. El elemento
central es el sujeto creador creando. Como tal, él es la causa del mundo de la
subjetividad, que es objetivado en el mundo del objeto como el resultado de una
actividad. Este mundo de la subjetividad se forma no sólo conforme a las
necesidades y los intereses, sino también conforme al ideal como encarnación de lo
debido. En la actividad el sujeto como la fuerza que crea es capaz de crear no sólo
el mundo real (realidad), sino también el mundo imaginado, posible, que
corresponde a lo debido » (Nagapetian, 2006:34).
1.3. Los medios de expresar semántica de la obligación en el latín
Para comprender mejor el mecanismo de expresar la obligación en el español de
los siglos XV-XVI, vamos a examinar, de que medios de
expresión de la
semántica de obligación dispone el latín. En las fuentes que marcan períodos
diferentes del desarrollo del latín se descubre un arsenal rico de los medios
sintácticos y léxicos que expresan la modalidad deóntica.
Gerundivo, el participium futuri passivi, se usa a menudo para expresar
obligación. El gerundivo con las formas del verbo esse forma una conjugación
pasiva descriptiva que significa que, «alguien (o algo) debe ser sometido a una
cierta acción» (Sobolevsky, 1999: 91). El significado de obligación de la
construcción gramaticalizada semejante, se expresa gracias al «gerundivo que
contiene aspecto temporal futural y aspecto pasivo» (Sabaneeva, 2005:257). Las
18
construcciones de este tipo pueden ser tanto unimpersonales como personales, con
el gerundivo formado del verbo, que expresa un estado o una acción activa.
El gerundivo desempeñando el papel del atributo da el matiz de obligación a la
acción, que, según Tariverdieva, «en momento descrito es irreal» (Tariverdieva,
2008:265). Con el paso del tiempo el gerundivo va perdiendo la función modal.
El participio futuri activi junto con el verbo esse combina la modalidad deóntica
y la modalidad temporal del futuro próximo, expresando de este modo intención,
necesidad, inevitabilidad o acción futura.
Tanto en el latín arcaico como en el clásico hay numerosas construcciones
unimpersonales que expresan matices distintos de la obligación. La etimología de
los predicados unimpersonales de la obligación permite considerar que
inicialmente expresaban las causas diferentes, la argumentación de la necesidad de
la acción (Tariverdieva, 1973:135). Entre tales construcciones: oportet (de
op+vortere, «volverse, dirigirse»), necesse est (imposible de evitar), aequum est (es
justo que), opus est (la necesidad del carácter material), usus est (la necesidad
práctica), convenit (consentimiento primario, un acuerdo), decet ("conviene",
expresa obligación desde el punto de vista de la norma estética).
En el latín clásico los giros unimpersonales se emplean generalmente con
accusativus cum infinitivo pero según señala E. Referovskaya, en el latín vulgar el
infinitivo ocupa el lugar del accusativus cum infinitivo, y en los textos de los siglos
VI – VIII la mayoría de las construcciones unimpersonales (necesse est, convenit,
oportet etc) van acompañados por infinitivo. (Referovskaya, 1966:71).
Ya en el latín vulgar aparece una construcción analítica del predicado de la
obligación necesse con la forma personal del verbo habere.
Hay algunos ejemplos de los giros con el verbo debere en los monumentos del
latín arcaico, sin embargo en el uso común han entrado solamente en el latín
clásico y vulgar. «Debeo da a la oración más oportunidades estructurales y
sintácticas, que las construcciones con gerundivo o unimpersonales», - dice
V.Grigoryev. La forma debeo es formada del dehibeo, como resultado de la fusión
de alio habere – tener algo de alguien. Ha desaparecido la indicación a la persona–
19
alio tras una contracción y el desplazamiento semántico hacia tener de ser debido.
(Grigoryev, 2006:128). El verbo debere dispone de los significados del deber
material (en la combinación con el sustantivo concreto que tiene el valor material
en el uso absoluto), del deber moral (en la combinación con el sustantivo abstracto
y el infinitivo), y la inminencia de lo que ocurre (en forma pasiva). Ya en el latín
arcaico aparecen las construcciones con el verbo debere en el significado de la
modalidad de la obligación, que se hacen cada vez más frecuentes. Además, los
investigadores señalan que ya en latín vulgar debere puede expresar la modalidad
epistémica.
Uno de los significados de las formas del conjuntivo es el acto de voluntad así
que son capaces de expresar la modalidad de la obligación (las formas del
Imperfecto y Pluscuanperfecto del conjuntivo). «Puesto que cuando hablamos del
pasado el acto de voluntad no puede ser realizado, se transforma pragmáticamente,
expresando la idea de como el sujeto debería haber actuado» (Sabaneeva,
2005:266). Este medio de expresar la obligación en el latín es relativamente poco
frecuente.
Al pasar del latín clásico al latín vulgar la variedad de los medios de expresar la
modalidad deóntica se reduce. Las formas unimpersonales que tienen tanto
significado modal como temporal y aspectual, pierden poco a poco las funciones y
caen en desuso, entre ellos el gerundivo. El verbo debere en el período entre el
latín arcaico y latín avanzado, al contrario, extiende las funciones gramáticales.
Gracias a la flexibilidad estructural y sintáctica desplaza las construcciones con
gerundivo y unimpersonal.
1.4. La expresión de la obligación en el español moderno
El paso del latín al castellano se caracteriza, entre otras cosas, por la formación
de la multitud de las estructuras analíticas. O.K.Vasilieva-Swede y G.V. Stepánov
señalan que «existen tanto los medios gramaticales, como los léxicos para expresar
20
la modalidad; la modalidad gramatical en el español pasa por las formas
morfológicas especiales de la inclinación del verbo, incluso por las construcciones
gramaticalizadas (analíticas) del verbo auxiliar y el infinitivo; la modalidad léxica
se expresa por medio del uso de las partículas distintas modales, las palabras y las
combinaciones, también las construcciones lexico sintácticas descriptivas (o
perifrásticas) del verbo auxiliar y el infinitivo» (Vasilieva-Swede, Stepánov,
1971:226).
Las construcciones perifrásticas es uno de los rasgos característicos del español.
La lengua dispone de la multitud de instrumentos para la transmisión de los
matices de la modalidad. Real Academia Española describe las formas siguientes
de la expresión de la obligación en el español moderno: las construcciones
infinitivas modales perifrásticas del significado deóntico haber de + infinitivo, hay
que + infinitivo, tener que + infinitivo, tener de + infinitivo, deber + infinitivo.
Tener que+infinitivo es la construcción más difundida de la obligaciónя en la
lengua literaria moderna de los países del habla española. Expresa la obligación
como la norma forzada del deber social o ético condicionado por los factores
exteriores, la inevitabilidad de la ejecución de algo, la necesidad implacable. Puede
combinarse con el infinitivo de cualquier significado léxico. El significado de lo
indispensable puede ser subrayado por la forma del Pretérito Perfecto Simple
(Tuvo que marcharse). Además de la modalidad deóntica, puede expresar la
suposición, que el hablante siente como lógicamente necesaria, es decir el
significado «de la necesidad epistémica» (RAE, 2011:536).
A diferencia de tener que+infinitivo, deber + infinitivo expresa la obligación
que se basa en el deber moral, la obligación condicionada por los factores
exteriores, la norma social o ética. Además, puesto que el verbo deber significa
etimológicamente el deber material, este significado se conserva en la construcción
deber + infinitivo. Real Academia Española
recomienda usar la variante sin
preposición para la expresión de la obligaciónя.
La construcción con la preposición, deber de + infinitivo, es apreciada como
epistémica. Sin embargo, en la lengua moderna con el significado de la obligación
21
se puede encontrarla no sólo en la lengua hablada, sino también en las obras de los
autores eminentes. Real Academia Española no recomienda usar deber de +
infinitivo para expresar la obligación. (RAE, 2011: 539).
La construcción hay que + infinitivo siempre es unimpersonal, no expresa el
sujeto de la acción. Se emplea principalmente en Imperfecto y Presente de
Indicativo. A diferencia de haber de + infinitivo o deber + infinitivo puede
emplearse solamente con los verbos, que suponen la presencia del agente animado.
La semántica de la construcción hay que + infinitivo une los significados de tener
que+infinitivo (indispensabilidad) y deber+infinitivo (el deber). Puede expresar, en
otras palabras, la obligación, la norma aceptada, en algunos casos con el matiz del
significado de la necesidad de aplicar los esfuerzos para conseguir el objetivo final,
o con el significado de la inevitabilidad y la imposibilidad de resistirse a las
circunstancias exteriores
En la lengua moderna de España la construcción más antigua perifrástica de la
obligación es haber de+infinitivo ha sido reemplazada en parte considerable por la
construcción tener que+infinitivo y se encuentra más a menudo en la lengua
escrita, que en hablada. Posee de la semántica clara de la obligación y se emplea
generalmente, en el contexto, donde hay modalidad objetiva, formal, deóntica.
Expresa la obligación respecto a la acción a la que se refiere el infinitivo, con los
matices distintos modales (debe, sería necesario, es necesario), también la
inevitabilidad, la predeterminación. La construcción puede emplearse en cualquier
forma temporal, pero más a menudo se emplea en el Imperfecto de Indicativo.
El significado semántico de la construcción anticuada tener de+infinitivo se
acerca al significado del tener que+infinitivo. En el español moderno no se emplea
en general, pero si se usa lo que pasa muy raro, se percibe como la forma arcaica.
22
Глава II. Los medios de expresar la obligación en la lengua española de los
siglos XV-XVI.
Las perífrasis verbales de la modalidad deóntica (la combinación del verbo
auxiliar que ha perdido su valor semántico parcialmente o por completo con el
infinitivo) - el instrumento principal del español que expresa al significado de la
obligación. En nuestro trabajo hemos estudiado las construcciones verbales
perifrásticas y las combinaciones con el verbo ser de semántica deóntica. En
muchos casos, naturalmente, el significado deóntico se combinaba con otras
modalidades: temporal y epistémica. Puesto que solamente las propiedades
pragmáticas del enunciado, tales, como la entonación o el contexto, permiten
referir una frase a uno u otro tipo de la modalidad, en nuestro trabajo no siempre
podemos dar la característica unívoca de la modalidad del ennciado.
Las construcciones con el significado de la obligación que se encuentran más a
menudo son haber de + infinitivo y deber + infinitivo. Mucho menos frecuentes
son las perífrasis verbales convenir + infinitivo, las combinaciones del menester
con el verbo auxiliar haber o ser, la forma tener de + infinitivo y tener que +
infinitivo, la combinación haber + infinitivo sin preposición o con la partícula que,
y el verbo auxiliar ser en la combinación con el atributo expresado por el adjetivo
o el sustantivo. Más abajo se da una tabla, donde se muestra la frecuencia del uso
de una u otra construcción deóntica con el porcentaje de la más usada a la menos
usada (cm. La tabla 6, p. 53).
2.1. Las construcciones infinitivas con el verbo haber
Habeo + infinitivo en el latín expresaba la posibilidad, la obligación y la
necesidad. Posteriormente esta construcción recibe la semántica adicional futural.
En el español la construcción analítica evoluciona, y como resultado de la fusión
23
de la forma personal del verbo habere y el infinitivo aparece la forma sintáctica del
Futuro Simple. Bassols de Climent señala que en el latín los futuros simples, a
consecuencia de una serie de los cambios fonéticos comienzan a mezclarse con
otros tiempos, puesto que su uso se hace ambiguo. En particular, las fronteras entre
los fonemas i y e en el habla popular se borran lo que lleva a la confusión entre los
tiempos del Presente de indicativo (credis) y el Futuro (credes). Como resultado
aparecen unas construcciones con el infinitivo y el verbo modal como amare
volo/debo/habeo con la tendencia de preferir el verbo habeo a otros verbos
auxiliares modales. El verbo auxiliar conserva el significado etimológico léxico:
scribere habeo = puedo o debo escribir. Durante el proceso de la gramaticalización
posterior de la construcción, el significado temporal sale al primer plano,
desalojando el significado modal (Bassols de Climent, 1956:345).
En los siglos XV-XVI todavía se puedde encontrar la construcción española
analítica haber+infinitivo, que no ha perdido el significado de la obligación. Sobre
este uso de la construcción escribe Antonio de Nebrija: «El futuro dize por rodeo
del infinitivo et del presente deste verbo e, as, diziendo io amaré, tú amarás, que
vale tanto como io e de amar, tú as de amar» (Nebrija, 1992:31).
No hagas ahora ese placer a estos locos porfiados; si no, levantarme he yo de
la mesa. (Celestina, 167)1.
Más medirse ha con tu magnificencia, ante quien no es nada (Celestina, 194).
¿Quejarme he de la muerte?(Celestina, 288).
Pues decirte he lo que dice el sabio... (Celestina, 62).
Al mismo tiempo, hay unos ejemplos con la construcción haber de + infinitivo,
que pueden ser apreciados como la expresión de la acción futura, el
acontecimiento, que pasará sin falta:
1
La cifra equivale al número de la página
24
¿qué deue fazer aquel que sufre o ha de sorfir aquellas terribles penas...
(Corbacho, 105).
Nunca pensáis que tenéis ni habéis de tener necesidad dellos. (Celestina, 130).
...non sabés el dia nin la ora que Nuestro Señor ha de venir. (Corbacho, 327).
Gili Gaya escribe que, mientras en la forma amaré se queda solamente el
significado del futuro, surge la necesidad en una forma, que siempre significara la
obligación, por eso en el uso es introduce la construcción haber de + infinitivo (he
de cantar), en vez de cantaré (cantar he) (Gili Gaya, 1983:65). La mayoría de los
ejemplos en los textos analizados de esta construcción expresa el significado de la
obligación:
Parece que voy a decir que hemos de ser ángeles para pedir esta petición y
rezar bien vocalmente. (Camino, 98).
No avéis de mirar sino a la alusión de los vocablos... (Diálogo, 108).
...cómo el pecador ha de dar estrecha cuenta fasta de toda oçiosa
palabra...(Corbacho, 100).
Bien creo que favorece el Señor mucho a quien bien se determina, y por eso se
ha de mirar qué intento tiene la que entra… (Celestina, 50).
¿Ya lloras? ¡Duelos tenemos! ¡En casa se habrán de ayunar estas franquezas!
(Celestina, 68).
No obstante, la semántica adicional de la modalidad futural del haber de +
infinitivo en los siglos XV-XVI se combina con la modalidad deóntica, y a menudo
una es inseparable de otra.
Ellos eran sobrados y esforzados: agora o en otro tiempo de pagar habían.
(Celestina, 227).
Luego rebyenta su coraçon en lagrimas e sollozos quando entienden que ha de
venir él a casa. (Corbacho, 112).
25
...que piensan que por sola su fermosura han de ser amadas. (Corbacho,181).
Como yo fuese mortal, sabía que había de morir el que yo engendraba.
(Celestina, 89).
No habemos de vivir para siempre. (Celestina, 148).
No penséis, hermanas mías, que por no andar a contentar a los del mundo os ha
de faltar de comer, yo os aseguro. (Camino, 10).
Mientras aquí estuviéremos, hemos de padecer. (Lazarillo, 101).
Vuestra fe y palabra nos avéis dado y, aunque no queráis, la avéis de cumplir.
(Diálogo,73).
¿Siempre que tornamos a pecar lo ha de pagar este amantísimo Cordero?
(Camino, 17).
…habiéndome puesto dentro el sabroso olor de la longaniza, del cual solamente
sabía que había de gozar. (Lazarillo, 94).
En los ejemplos dados más abajo la semántica de la acción futura, inevitabilidad
del porvenir se expresa a pesar de que la construcción se emplea en el tiempo
pasado (Imperfecto o Pretérito indefinido):
¿Pues qué?, ¿toda tu vida habías de llorar? (Celestina, 33).
Creo syn falta que aquella muerte avia de morir, o aquella fyn avía de fazer.
(Corbacho, 242).
...e asy avia de ser. (Corbacho, 258).
Señora! que maldito sea el diablo y mi pecado, porque en tal tiempo hubo de
crecer el mal de tu hermana. (Celestina, 88).
...habiendo en el día pensado lo que había de hacer. (Lazarillo, 109).
Así que haber de + infinitivo a menudo expresa la predeterminación, la
inevitabilidad, conservando su semántica futural independientemente del tiempo
gramatical, aunque en total esta construcción abarca toda una amplitud de los
26
matices semánticos. Haber de + infinitivo, igual que haber + infinitivo, puede
expresar incertidumbre, probabilidad.
¿Pues iré o tornarme he? (Celestina, 30).
¿No se acuerda de sí, acordarse ha de ti? (Celestina, 155).
Esta tacha me an de sufrir mis amigos. (Diálogo, 153).
Ame a su breue tiempo, ese poco que ha de durar. (Corbacho, 207).
¡Qué ha de ser! – dijo él – Ratones, que no dejan cosa a vida.(Lazarillo, 112).
¿Ya había de ser de día? (Celestina, 149).
Sélo muy bien, pero diferencia ha de aver de hombres a hombres. (Diálogo,
153).
La construcción no se usa con el infinitivo compuesto, ya que su semántica es
orientada hacia el futuro. El giro se emplea principalmente en el Presente de
indicativo e Imperfecto de indicativo. Son extremadamente raras las formas del
Futuro simple, Pretérito de indefinido y las formas de los tiempos de
Subjuntivo.Estadisticamente en el Futuro se han registrado solo 2 ejemplos, en el
Imperfecto de indicativo 52, en el Presente de indicativo 105.
Si acerca desto uviéssedes de aconsejar a alguno, ¿qué le diríades? (Diálogo,
125).
Vna muger tenia vn ombre en su casa, e sobrevino su marido e ouole de
esconder tras la cortina. (Corbacho, 169).
Mas tú agora, mal que te pese, la averás de soportar. (Corbacho, 308).
Hube de buscar el cuarto. (Lazarillo, 141).
¡Nunca a él yo hubiera de venir! (Lazarillo, 126).
La construcción haber de +infinitivo no sólo se emplea en todos los tiempos
activos, sino también en las formas pasivas:
27
...y que aquella cruz había de ser llevada a la sancta iglesia mayor de su
obispado (Lazarillo, 152).
2.2. Haber que + infinitivo
Esta construcción aparece ya en el castellano medieval. En los textos
investigados hay solamente 17 ejemplos. Algunos lingüistas explican el origen de
esta construcción, en primer lugar, por la semántica próxima de los verbos tener y
haber, que pueden emplearse en el contexto igual y cumplir las funciones iguales
sintácticas en los siglos XV-XVI (Bello, 1945:134). En segundo lugar, la ley de la
analogía con la construcción haber de + infinitivo.
El verbo haber conserva en parte considerable la semántica inicial «tener,
poseer».
¿qué hay que dudar que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos
fe, y nos dará lo que le pidiéremos, pues está en nuestra casa? (Сamino, 113).
Diréis «que son cosillas naturales, que no hay que hacer caso». (Camino,
48).
Desasiéndonos del mundo y deudos y encerradas aquí con las condiciones
que están dichas, ya parece lo tenemos todo hecho y que no hay que pelear con
nada. (Camino, 38).
Cuando hay que roer en casa, sanos están los santos; cuando va a la iglesia
con sus cuentas en la mano, no sobra el comer en casa. (Celestina, 162).
Según R. Cuervo “que” aparece en las construcciones gramaticalizadas
haber/tener que + infinitivo por las causas siguientes. En la oración “no había pan
que comer – no había que comer”, el pronombre “que” adquiere las propiedades
del sustantivo, sustituyendo el sustantivo omitido. La construcción comienza a
emplearse tanto con transitivos, como con los verbos intransitivos. Ya que no en
28
este caso no queda un sustantivo, a que podría referirse la definición, en la
combinación con el infinitivo ocupa el lugar del sustantivo, a que se refiere la
acción expresada por el verbo (Yllera, 1980:84).
En el español moderno la construcción haber que + infinitivo es unimpersonal y
expresa la necesidad. En los textos investigados predomina también el uso
unimpersonal haber que + infinitivo, pero la construcción puede emplearse y en la
forma personal, aunque esto casos son mucho más raros - en nuestros textos
encontramos solamente 4 casos:
E con razon averian que dezir los que se esperasen de dapnar de neçesario,
diziendo... (Corbacho, 234).
...vistes y qué vistes, e sy lo vistes, pues avies que contar. (Corbacho,135).
Avré que dezir. (Corbacho, 150).
El que menos había que negociar conmigo, por más ruin se tenía...
(Celestina, 172).
Hay casos del uso del haber que + infinitivo, donde el verbo haber conserva su
valor léxico.
Así que en esto no hay que encomendar mucho, a mi parecer. (Camino, 292).
En las invenciones ay que tomar y que dexar. (Diálogo, 135).
Ya me acuerdo, pero más ay que dezir y más diréis. (Diálogo, 88).
Конструкция haber que + infinitivo может выражать значение латинского
герундива, то есть действия, которое будет направленно на той или иной
объект:
… somos algunas tan regaladas de nuestro natural, que no hay poco que hacer
aquí. (Camino, 309).
… no hay que decir, que por tan buen camino el Señor le sacará a puerto de
luz. (Camino, 334).
29
Los ejemplos presentados más arriba en los textos investigados hay mucho más
que haber que + infinitivo en el significado de la obligación. Esto, así como el uso
del verbo haber en la forma personal en las construcciones semejantes confirman
que la construcción haber que+infinitivo en los siglos XV-XVI todavía está en el
proceso de gramaticalización.
2.3. Tener de + infinitivo и tener que + infinitivo
En la perífrasis verbal tener de + infinitivo, formada por las analogías con haber
de+infinitivo, el verbo ha perdido la semántica inicial de "la existencia" o "la
posesión", adquiriendo un nuevo significado de la modalidad deóntica.
¿No miras que la ley tiene de ser igual a todos? (Celestina, 236).
... y de necessidad tiene de observar todo esto el que quiere scrivir bien y
propiamente... (Diálogo, 60).
¡Mas, ay, Sempronio, de quien tiene de mantener honra y se va haciendo vieja
como yo!(Celestina, 108).
Deso pierda, señor, cuidado, que maldito aquel que ninguno tiene de pedirme
esa cuenta ni yo de dalla. (Lazarillo, 127).
Si tengo de scrivir. (Diálogo, 54).
Pero esperan, que los tengo de ir a buscar. (Celestina, 275).
R.Lapesa señala que para el período clásico del español se delimitan las esferas
del uso de los verbos aver y tener. Ambos verbos eran transitivos, con la semántica
de la adquisición o la posesión, pero tenían matices diferentes del sentido. Así, el
verbo aver tenía el significado de la adquisición incoativo, la recepción de algo,
mientras que tener designaba la posesión duradera de algo. Las distinciones se
borraban poco a poco, y en los textos del Siglo de Oro estos verbos se empleaban
30
ya en los contextos iguales. Sin embargo con el tiempo el verbo aver pierde la
semántica de la pertinencia, pero extiende las funciones en calidad del verbo
auxiliar. (Lapesa, 1981:147). En los textos del siglo XIII ya se encuentra el uso del
verbo tener en calidad de auxiliar (Seifert, 1930:374).
Sy te plaze, pues, dí, que tengo de yr vna grand jornada e he (tengo) que ser, oy
en Paris, avnque estó dél lexos e apartada. (Corbacho, 296).
Eres mi señora. Téngote de callar, hete yo de servir, has me tú de mandar.
(Celestina, 99).
Son interesantes los casos del uso común de la construcción tener de
+infinitivo y el verbo haber, puesto que esto dice del alto grado de la
gramaticalización del verbo tener como en los ejemplos siguientes:
¿Y dónde lo tengo de aver, amigo?(Corbacho, 127).
...el que locamente ama traspasa los syete pecados mortales, demas non vsa de
quatro virtudes cardinales que tyene de aver. (Corbacho, 103).
En las construcciones presentadas el significado de la obligación está expresado
muy claro. En el caso siguiente el verbo auxiliar es haber, el verbo dirigido es
tener, pero el significado deóntico no se nota, haber conserva más bien la
semántica de "la presencia, la existencia":
¿qué gente hay tan bruta que tratándose siempre y estando en compañía y no
habiendo de tener otras conversaciones (Camino, 292)
Hay muchos casos del uso de tener de+infinitivo con el verbo decir.
Si tengo de dezir doliente, digo enfermo. (Diálogo, 120).
El Señor me dé el favor para ello y me enseñe lo que tengo de decir, porque sea
para su gloria, amén. (Camino, 18).
...los que quitan una “a” que se deve poner delante de algunos acusativos, y
assí aviendo de dezir... (Diálogo, 126).
31
La construcción tener que + infinitivo no se ha gramaticalizado todavía, el verbo
tener aun conserva su valor léxico de “la presencia”.
Su Majestad infunde de manera las virtudes, que trabajando nosotros poco a
poco lo que es en nosotros, no tendremos mucho más que pelear. (Camino, 304).
Hecho su inventario, pidió a los alcaldes que por caridad, porque el tenía que
hacer en otra parte. (Lazarillo, 151).
En nuestros textos fue hallado solamente tres casos del uso del giro como
construcción léxico-gramaticalizada.
Cuando ella tiene que hacer, no se acuerda de Dios ni cura de santidades.
(Celestina, 162).
Por ende, las que encerradas e so obediencia e premia de otro estan e non
son libres de sy, farto tyenen que roer… (Corbacho, 146).
… y no tornaras a vivificar mi esperanza para que tuviese más que gastar el
fuego que ya me aqueja! (Celestina, 204).
2.4. Инфинитивные конструкции с deber
En el latín el verbo debeo significa deber material o deber personal moral. En
los siglos XV-XVI encontramos el uso deber en el significado del deber material.
Y pues sabe que es menester que ames si quieres ser amado, que no se toman
truchas, etcétera, ni te lo debe Sempronio de fuera. (Celestina, 130).
¿Qué le debo yo a él? (Celestina, 184).
Mucho te debe ese señor y más yo. (Celestina, 186).
32
El sujeto de deber en el significado del deber material en la mayoría de los casos
está expresado explícitamente en la oración.
La construcción deber+infinitivo puede referirse a la obligación moral, ética:
...esto te deue bastar e deues ser contenta.(Corbacho, 302).
Que un hidalgo no debe a otro que a Dios y al rey nada... (Lazarillo, 135).
Amo a Calixto porque le debo fidelidad. (Celestina, 54).
Por aquel mal dezir deue morir e penar, fablando lo que non deue, donde non
deue, e de quien non deue. (Corbacho, 311).
Que lo más continuo debe estar unida la potencia de la voluntad con el que
solo puede satisfacerla. (Camino,371).
Lo mucho que debéis al Señor en traeros adonde tan quitadas estáis de
negocios y ocasiones y tratos. (Camino, 286).
Debemos hablarlo a nuestra hija, debemos darle parte de tantos. (Celestina,
252).
Deuen todas las personas, que donde juyzio ay, fuyr e se apartar como de
bestia venenosa. (Corbacho, 14).
Кроме того, deber+infinitivo может выражать значение социального долга:
De allí adelante, de aquí acullá, me quitaba el bonete y hablaba como debía.
(Lazarillo, 135).
Oído he que debe hombre a sus mayores creer. (Celestina, 62).
Asy que non deue dezir ombre de las personas. (Corbacho, 146).
Que esto te deue bastar e deues ser contenta. (Corbacho, 302).
Además del significado prototípico moral y de la obligación material,
deber+infinitivo puede expresar la oportunidad de la realización de una u otra
acción, la condición necesaria para que las circunstancias adquirieran la forma
deseable o conveniente. El papel de verbo dirigido en este caso a menudo
33
desempeñan los verbos que no suponen acción intencional activa (saber, creer,
querer, desear, entender etc.)
E todos los cristianos tenemos e creer deuemos. (Corbacho, 248).
Del bueno deue desear ome e querer ser loado e honrado. (Corbacho, 313).
Syguese que lo no deuemos nosotros tener e creer. (Corbacho, 240).
Este significado también se observa bien, si la construcción está en la forma
negativa.
Ninguno non deue usar nin querer de mugeres amor. (Corbacho, 13).
Non deue poner culpa a las esterellas, sygnos e planetas. (Corbacho, 285).
Por ventura es solo el mío y no deben ser así otros. (Camino, 372).
E es grand mentira e causa por do muchas cosas van como non deuen e contra
voluntad de los defuntos. (Corbacho, 100).
Que no se debe dejar crecer la hierba entre los panes ni la sospecha en los
corazones de los amigos; sino limpiarla luego con el escardilla de las buenas
obras. (Celestina, 54).
El mismo significado adquiere deber+infintivo, si el verbo dirigido está en el
pasivo o el verbo deber en forma unimpersonal o impersonal.
Que se deve usar esta composición de la manera que digo. (Diálogo, 126).
Son muy pocos los que me parece se deven escrivir con C. (Diálogo, 63).
¡O quánto deue ser aborreçido el desordenado amor que tantos daños procura!
(Corbacho, 50).
Dévese también huir toda manera de dezir que tenga mal sonido...(Diálogo,
126).
Por la ausencia del sujeto expresado explícitamente de la acción del verbo
modal, la modalidad sale por los límites de la construcción y se distribuye en la
proposición en total. Algunos investigadores que observan el mismo fenómeno en
34
las lenguas germánicas, lo estiman como el proceso que precede al desarrollo de la
modalidad epistémica(Bybee, Perkins, Pagliuca, 1994:199).
A pesar de que en el latín el significado de la suposición del verbo debere no se
ha revelado (Sabaneeva, 2008:278), se encuentra ya en los textos españoles del
período medieval. En la mayoría de los casos, según señala J.Elvira, aparece en la
combinación con los verbos estáticos ser, estar, tener, que por su valor léxico
indican circunstancias o situaciones, en que no puede influir la voluntad del
individuo. Por esta causa a menudo se encuentran en la periferia del campo de la
modalidad deóntica que contribuye al desplazamiento de la semántica hacia la
modalidad epistémica (Elvira, 2004:13). En los siglos XV-XVI la tendencia del
uso del deber+infinitivo en el significado epistémico con los verbos estáticos se
conserva, pero hay unos ejemplos y con los verbos dinámicos.
Ya en el español medieval se observa la variación en el uso de las
construcciones de la modalidad deóntica deber + infinitivo y la epistémica deber
de + infinitivo. Este hecho hace pensar que la distinción de las construcciones
deber + infinitivo, que significa la obligación, y deber de + infinitivо, que expresa
la suposición, en que insiste la Academia Real Española es exagerada y artifical en
cierto grado (Yllera, 1980). Así mismo en el español de los siglos XV-XVI
hallamos muchos ejemplos del uso de deber + infinitivo en el significado de la
probabilidad, suposición.
Pero aunque todo eso sea, mientras no parieres, nunca te faltará este mal y
dolor que ahora, de lo cual él debe ser causa. (Celestina, 140).
Según esso, no devían aver leído el Arte de Gramática Castellana que diz que
compuso vuestro Antonio de Librixa para las damas de la Serenísima Reina doña
Isabel de inmortal memoria .(Diálogo, 50).
En alguna taberna se debe haber revolcado. (Celestina, 223).
Cerrada está la puerta. No debe estar allá hombre. Quiero llamar. (Celestina,
256).
... la llave se me puso en la boca, que abierta debía tener... (Lazarillo, 113).
35
...y creyó sin duda ser el silbo de la culebra, y cierto lo debía parecer.
(Lazarillo, 113).
...me acuerdo de aquel hombre, que sin duda debía tener espíritu de profecía.
(Lazarillo, 97).
...y tal que, por no ser para la olla, debió ser echado allí. (Lazarillo, 94).
En vuestra casa yo me acuerdo que solía andar una culebra, y ésta debe ser,
sin dubda. (Lazarillo, 111).
¡Oh, válgame Dios, qué cosa tan diferente debe ser un amor del otro a quien lo
ha probado!(Camino, 401).
Adonde se ve cuán cansado debía ya estar de vivir. (Camino, 406).
A menudo el significado de la probabilidad se subraya por otros medios
gramáticos, a saber por la forma del condicional:
Mas luego el segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de
dos en dos, considerando que debría hacer lo mismo. (Lazarillo, 92).
…deurian çesar las buenas mugeres honestas quando vienen los ombres delante
dellas por escusar el mal. (Corbacho, 213).
De tanto fablar, la cabeza deuerias tener quebrada. (Corbacho, 297).
Mientras en el español medieval es imprescindible un marcador contextual (por
ejemplo, el verbo parecer) para interpretar la construcción deber+infinitivo como
epistémica (Elvira, 2004:5), en los textos de los siglos XV-XVI encontramos los
ejemplos, donde el significado de la suposición es inequívovo y no exige apoyo en
del contexto. Esto marca la etapa superior de la gramaticalización de las
construcciones en comparación con las etapas anteriores. Respecto a eso es
representativo el uso del deber con infinitivo compuesto. El significado temporal
del
infinitivo
compuesto
resulta
incompatible
con
la
orientación
del
deber+infinitivo para el futuro que crea la tendencia a la comprensión de la
modalidad como epistémica.
36
Muy bien devéis aver mirado el Vocabulario de Librixa. (Diálogo, 19).
Debe haberlo hecho por la humildad. (Camino, 408).
En el latín el uso del verbo deber con el infinitivo no exigía preposición.
R.Cuervo explica la aparición de la preposición de por la analogía con otra
construcción que expresa la obligación, haber de + infinitivо. La construcción
deber de + infinitivo puede expresar la modalidad deóntica.
A.Yllera subraya que los ejemplos semejantes ya se observan en el siglo XIII.
(Yllera, 1980:34).
El ombre non deue de ser soberuio, synon paçiente e honesto. (Corbacho, 87).
A todo correr debéis de huir, no os lance Cupido sus tiros dorados. (Celestina,
16).
Sin embargo en la mayoría de los casos la construcción deber de + infinitivo
expresa la modalidad epistémica:
¡En qué de manos enemigas suyas le debe de ver el Padre! (Camino, 110).
Los letrados deben de ir por sus letras -que esto no lo sé-, que el que ha
llegado a leer teología, no ha de bajar a leer filosofía, que es un punto de honra
que está en que ha de subir y no bajar. (Camino, 119).
Debió de dezir el cruel cazador... (Lazarillo, 144).
Porque aunque en las batallas el alférez no pelea, no por eso deja de ir en
gran peligro, y en lo interior debe de trabajar más que todos... (Camino, 60).
Recaudado debe de haber... (Celestina, 192).
Según J.L.Blas de Arroyo, el verbo deber tanto como otros verbos en las
construcciones de la obligación puede emplearse tanto con la preposición a como
de, a partir del siglo XIV dando preferencia a la segunda. (Blas Arroyo, 2011:16).
En los textos investigados los casos del uso deber con la preposición a no fueron
hallados.
37
Solo tres casos del uso de deber con la preposición de en el significado deóntico
encontramos en nuestros textos. Predomina la construcción deber + infinitivo tanto
para la expresión de la obligación, como para la expresión de la probabilidad. Esto
no está condicionado por el contexto, por los rasgos de la semántica del verbo
principal del infinitivo ni por el estatus social del hablante. En el ejemplo siguiente
Lasarilo supone:
Y sin dubda debía de decir verdad. (Lazarillo, 110).
Aunque más tarde añade:
En tal manera fue, y tal priesa nos dimos, que sin dubda por esto se debió
decir: “Donde una puerta se cierra, otra se abre.” (Lazarillo, 110).
Las palabrasa siguientes son de hidalgo :
Debe ser de mal suelo, que hay casas desdichadas y de mal pie, que a los que
viven en ellas pegan la desdicha. Ésta debe de ser, sin duda, de ellas. (Lazarillo,
127).
¡Y cuántas se deben hoy hacer a este Santísimo Sacramento! ¡En qué de
manos enemigas suyas le debe de ver el Padre! ¡Qué de desacatos de estos
herejes! (Camino, 381).
¡qué dolor, qué tribulación deue sentyr quien tal vee, como todo el mundo se
le deue tornar obscuro! (Corbacho, 22).
Resumiendo, deber + infinitivo y deber de +infinitivo pueden expresar tanto la
modalidad deóntica como la epistémica. La relación entre el estatus social del
hablante y la eleccción de una u otra construcción (con o sin preposición) no es
revelada, aunque en general la construcción sin preposición se usa mucho más a
menudo.
38
2.5. Verbo auxiliar +atributo con semántica de la obligación
Los verbos ser, haber, tener, estar desempeñan el papel del verbo auxiliar en las
construcciones semejantes. En calidad del atributo – salen el sustantivo o el
adjetivo de la semántica deóntica: menester, obligación, obligado, deber, necesario
etc.
2.5.1. Haber/ser + menester (+ infinitivo)
Una variedad más consiste de la construcción con el sustantivo menester, puesto
que se encuentra mucho más a menudo, que la construcción con otros atributos
(Tabla 6, p. 53).
Menester, del latín ministerĭum – el servicio, el puesto, el trabajo cumplido. En
el español adquiere el significado de la obligación, la necesidad. En la actualidad
en el español literario menester se usa como sustantivo con el significado de «el
trabajo, la ocupación» aunque se considera arcaico. Además en el lenguaje popular
menester pueddo emplearse como verbo (yo menesto) lo que se debe a la
terminación “er” y al significado deóntico del sustantivo (Cuervo, 1936:116). Se
emplea también la construcción haber de+menester + infinitivo, donde menester
actúa como el verbo. Este uso en el español moderno no se considera literario. En
nuestros ejemplos hay un uso menester con los verbos auxiliares ser y haber,
también en conjunto con infinitivo (haber/ser + menester + infinitivo).
La construcción haber + menester + infinitivo surge por la analogía con el
conjunto analítico léxico del tipo verbal necesse (necessarium) + la forma personal
del verbo habeo del latín vulgar. En la actualidad en el español literario no se
encuentra. En los siglos XV-XVI el vocablo menester se encuentra
independientemente, en el significado de «la ocupación, el trabajo, el puesto».
La construcción haber/ser + menester + (infinitivo) expresa la modalidad
deóntica clara. El verbo haber puede emplearse en cualquier persona y el número,
en este caso el sustantivo menester se queda invariable.
39
El que fuere continente e pudico a menester que sea franco e largo. (Corbacho,
45).
¿Pensáis que importa poco para un alma derramada entender esta verdad y ver
que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse
con El, ni ha menester hablar a voces? (Camino, 296).
Así goce de mí, pues que lo he bien menester, que me siento mala hoy todo el
día. (Celestina, 138).
Manto he menester, y éste tendré yo harto. (Celestina, 121).
Estas palabras regaladas déjenlas para con su Esposo, pues tanto han de estar
con El y tan a solas, que de todo se habrán menester aprovechar... (Camino, 302).
Calla, que no sabes si me habrás menester en cosa de más importancia.
(Celestina, 102).
Que no tengo con qué salir un paso con mi amo cuando menester me haya.
(Celestina, 215).
Otras cosas he menester más de comer. (Celestina, 107).
En la construcción intransitiva ser+menester el verbo ser siempre está en la
tercera persona, coincidiendo con el sustantivo o el grupo del sustantivo en el
número. Menester conserva además la forma del singular, y el significado, que ha
caído en desuso en el español moderno, de la necesidad, la obligación. La
construcción puede emplearse en cualquier tiempo e inclinación.
... y nuestra devoción tan tibia, no eran menester otros conciertos de
oraciones, ni eran menester otros libros. (Camino, 344).
Aunque, ni por todo esto no debe hombre dejar de dezir la verdad, pero es
menester quel que reprehende reprensyon en él non aya. (Corbacho, 95).
Señor, de mí ninguna pena tenga vuestra merced, que sé pasar una noche y
aun más, si es menester, sin comer. (Lazarillo, 122).
40
No será menester poca mortificación para atajarla, y del todo no podrá.
(Camino, 339).
...torné a casa. De la cual pensé barrer alguna parte, que era bien menester.
(Lazarillo, 125).
El, estaba en la cruz; así que Su Majestad moverá a quien torne por vosotras,
y cuando no, no será menester.(Camino, 324).
...después que ha cumplido de su parte aquello para que era menester?
(Celestina, 197).
Estos pensamientos, si vinieren, es menester atajarlos con presteza. (Camino,
315).
… pues no era más menester para me llevar muerto a casa que volverse ella
por mi mala providencia. (Celestina, 201).
Si gustasen ser de Buena casta, es cuando para más servir a Dios fuera
menester (Camino, 391)
La razón no es menester repetirla, porque yo te tenía por hijo (Celestina,
129)
Además la construcción ser+menester puede acompañarse del infinitivo. Sin
embargo con frecuencia el infinitivo puede omitirse, entonces el giro adquiere el
carácter elíptico.
¿Qué es esto, cristianos, los que decís no es menester oración mental,
entendéisos? (Camino, 347).
La construcción transitiva haber menester (+infinitivo) se usa sin preposición.
Sin embargo, puede tener lugar (aunque muy pocas veces) la intercalación de la
preposición a o de. R. Cano de Agilar lo explica con el hecho de que en la lengua
medieval castellana el uso de las preposiciones era inestable. Por un lado, fue
porque la norma de la lengua todavía no era fija. Por otro lado, influía el principio
de la analogía y la interferencia de las construcciones. (Cano, 2005:370)
41
Y con todos cumple y a todos muestra buena cara y todos piensan que son muy
queridos y cada uno piensa que no hay otro y que él solo es privado y él solo es el
que le da lo que ha de menester. (Celestina, 142).
2.5.2. Ser/tener/estar/haber + atributo
Desempeñan el papel del atributo los adjetivos con semántica de la obligación
(necesario, deuido, obligado) y los sustantivos necesidad, dever, obligación. Tales
predicados, desde el punto de vista gramatical, la Academia Real Española
caracteriza como “predicado nominal”. Desde el punto de vista de la semántica, los
llaman intencionales, puesto que crean el espacio modal, transmitiendo el
contenido de la oración subordinada en el mundo hipotético, potencial. (RAE,
2011:294)
A estas construcciones pertenece ser necesario, que puede ser acompañado por
infinitivo (puede ser omitido), oración entera o sustantivo. En el último caso el
adjetivo necesario tiene el mismo género y número que el sustantivo.
La causa no es necesario decir, pues hablo con quien me entiende.
(Celestina, 248).
… en poco más de una hora no quedó bula en las alforjas, y fue necesario ir
a la posada por más. (Lazarillo, 150).
Es bueno y necesario algunas veces mostrar ternura en la voluntad, y aun
tenerla, y sentir algunos trabajos y enfermedades de las hermanas, aunque sean
pequeños… (Camino, 31).
El que verdaderamnete ama es necesario que se turbe con la delzura del
soberano deleite. (Celestina, 53).
... y pues no es necesario para la salvación, ni nos lo pide de premio, no
piense se lo pedirá nadie. (Camino, 329).
42
Aquí ven que ésta sola es necesaria y todas las demás la turban.
(Camino,371).
Es menos frecuente la construcción ser+deber/debido:
E non es deuido dezirse… (Corbacho, 187).
Sí que lo quiero, porque assí es el dever. (Diálogo, 57).
Tener/haber + necesidad/obligación acompañada por la preposición de, a u
objeto directo.
Que trata de la gran necesidad que tenemos de suplicar al Padre eterno nos
conceda lo que pedimos en estas palabras (Camino, 278)
Pídoos yo, hermanas mías, por amor del Señor, encomendéis a Su Majestad
esta pobrecilla y le supliquéis la dé humildad, como cosa a que tenéis
obligación. (Camino, 288)
... habiendo necesidad dase libertad para ello... (Camino, 292)
¡Oh, Dios te dé buena vejez, que más necesidad tenía de todo eso que de
comer!(Celestina, 102)
2.5.3. Estar/Ser obligado a + infinitivo
En la mayoría de los casos se usa con el verbo estar, en la tercera persona
singular del Presente de Indicativo.
…parece está obligado a sufrirlo. (Camino, 384).
…más obligados a servir; acá parece que damos y servimos y que está el
Señor obligado a pagar… (Camino,395).
Mas él está obligado a dar de comer al siervo mientras está en su casa y le
sirve. (Camino,383).
A veces se usa con el verbo ser.
… ellos alegaron no ser obligados a pagar. (Lazarillo, 139).
43
… veréis claro el amor que somos obligadas a tener a los prójimos.(Camino,
342).
Las construcciones ser/tener/estar/haber + atributo se refieren al objeto y se
combinan con los verbos, cuya semántica supone la presencia del sujeto de la
acción. Se emplean con menos frecuencia en comparación con otros (solamente
35 ejemplos, (Tabla 6, p. 53).
2.6. Convenir + infinitivo
En el latín convenire – reunirse, acercarse, corresponder. Significa el acuerdo, la
obligación entre dos personas o el grupo de personas, además la recomendación,
«como tendría que ser para que corresponda a la norma». Tiene carácter
unimpersonal y se emplea solamente en forma del Presente de Indicativo en la
tercera persona, singular – conviene, sin preposición.
Agora, danos, traidores ratones, conviéneos mudar propósito, que en esta
casa mala medra tenéis. (Lazarillo,109).
También avisaría que conviene usar la composición del verbo con lo y la,
los y las muy libremente... (Diálogo, 126).
… que por cosa del mundo non le faltaria su amigo, e por todo esto
alcançar, conuiene el ombre mucho guardar. (Corbacho,19).
...conuiene ser perdida la muger, e ser mala por se mantener... (Corbacho,
22).
... e avn a los vezinos conuiene dar e por ellos trabajar. (Corbacho, 23).
…assí tampoco en los vocablos latinos no conviene pronunciar algunas
cosas tan curiosamente como las pronunciáis los latinos... (Diálogo, 43).
44
En la combinación con el verbo saber aparece la preposición a. Según MeyerLübke, esto pasa por el principio de analogía con otras construcciones perifrásticas
con los verbos de obligación (aver a, ser a), junto a la semántica del objetivo
propio de este giro. (Meyer-Lübke, 1895: 478). En los textos la construcción
conviene a saber se usa con la preposición en la misma medida que sin ella.
...conviene a saber: por bien y provecho y deleite?(Celestina, 59).
Y más, a quien la natura dotó de los mejores bienes que tuvo, conviene a
saber, hermosura, gracia, grandeza de miembros, fuerza, ligereza. (Celestina,
20).
Ella tenía seis oficios, conviene saber: lavandera, perfumera, maestra de
hacer afeites y de hacer virgos, alcahueta y un poquito hechicera. (Celestina,
26).
Por ende, conviene saber primero las planetas y los signos… (Corbacho, 76).
…sabréis mejor lo que conviene preguntar, a vos toca ordenarlo de manera
que no nos confundamos. (Diálogo, 24).
Además convenir puede emplearse en su significado directo "ser propio de":
… el que más ve conviene a su alma y al mismo Señor y al bien de los
prójimos. (Camino, 332).
Si no, entiendan no son para ello y que les conviene aquello... (Camino,
332).
Convenir + infinitivo no se destaca con la riqueza de los matices de la
modalidad deóntica, se puede traducir su significado equivale a "debe". Tal vez
sea la razón, del uso infrecuente de la convenir + infinitivo en comparación con
otras construcciones de la obligación (solamente 59 casos).
45
2.7. Ser de + infinitivo
Por su significado, la construcción asciende al gerundivo latino que transmitía
la idea de una acción, que será hecha sobre alguien o algo. Tales construcciones
no han encontrado aplicación en el español por la desaparición de la forma del
gerundivo. Sin embargo el español hereda de latín el infinitivo presenti activi,
que se combina con las preposiciones para expresar los significados de las
formas perdidas unimpersonales, incluído el gerundivo (Azofra Sierra,
2009:101).
El gerundivo que se empleaba con los verbos transitivos en el latín siempre
expresaba el significado pasivo. Este significado pasivo se conserva en la
construcción ser de + infinitivo. El sujeto de la oración no está expresado,
puesto que la construcción expresa la acción pasiva, que debe ser dirigida al
objeto.
En el período medieval las construcciones perifrásticas ser a + infinitivo, ser
de + infinitivo se emplean para expresar el significado pasivo de la
obligación(Azofra Sierra, 2009:106).
…amigo fiel, leal e verdadero, el qual, sy vno entre mil fallado fuere, sobre
todo thesoro es de guardar... (Corbacho, 14).
... e si en ellos son, mucho son de alabar, e sus contrarios de denostar.
(Corbacho 26).
Cosas se dexa dezir por aquella boca ynfernal que non son de oyr nin
escuchar. (Corbacho, 158).
Siguiese quel pastor es de amar, el merçenario de tolerar, e el ladron empero
de euitar. (Corbacho, 292).
Por ende, no es de maravillar que ame antes a ésta que a otra.
(Celestina,166).
46
...pues es assí que la prudencia del que scrive consiste en saber aprovecharse de
lo que ha leído, de tal manera que tome lo que es de tomar y dexe lo que es de
dexar. (Diálogo, 145).
Los parámetros estadísticos del material, estudiado están presentados en las
tablas siguientes y los diagramas (p. 48-53), donde se muestra la frecuencia del uso
de una u otra construcción deóntica en el porcentaje de la más común a la menos
usada.
Tabla 1. La expresión de la obligación en el Corbacho.
Medios de expresar la obligación
Deber (de) +infinitivo
Haber de/a +infinitivo
Convenir +infinitivo
Ser/haber+ menester+infinitivo
Verbo auxiliar+atributo
Ser (de) +infinitivo
Haber que +infinitivo
Tener de +infinitivo
Tener que +infinitivo
Total
Cantidad de ejemplos
108
86
36
17
7
6
5
3
1
269
Diagrama 1. La expresión de la obligación en Corbacho con el porcentaje.2
2
Los ejemplos están presentados de los más frecuentes a los menos frecuentes
47
Corbacho
2%
2%
1%
2%
1%
2%
Deber (de) +infinitivo
Haber de/a +infinitivo
14%
43%
Convenir +infinitivo
Ser de +infinitivo
Haber menester
Ser menester
Haber que +infinitivo
33%
Tener de +infinitivo
Ser + atributo
Tabla 2. La expresión de la obligación en Celestina.
Medios de expresar la obligación
Haber de/a +infinitivo
Deber (de) +infinitivo
Ser/haber+ menester+infinitivo
Tener de +infinitivo
Verbo auxiliar+atributo
Ser (de) + infinitivo
Tener que +infinitivo
Haber que +infinitivo
Convenir +infinitivo
Total
Cantidad de ejemplos
105
43
16
12
6
4
2
2
2
192
Diagrama 2. La expresión de la obligación en Celestina con el porcentaje.
48
Tabla 3. La expresión de la obligación en Diálogo
Medios de expresar la obligación
Haber de/a +infinitivo
Deber (de) +infinitivo
Ser/haber+ menester+infinitivo
Convenir +infinitivo
Tener de +infinitivo
Ser (de) + infinitivo
Verbo auxiliar+atributo
Total
Cantidad de ejemplos
53
29
16
9
8
4
1
120
Diagrama 3. La expresión de la obligación en Diálogo con el porcentaje.
49
Tabla 4. La expresión de la obligación en Lazarillo.
Medios de expresar la obligación
Haber de/a +infinitivo
Deber (de) +infinitivo
Ser/haber+ menester+infinitivo
Convenir +infinitivo
Tener de +infinitivo
Verbo auxiliar+atributo
Total
Cantidad de ejemplos
32
24
9
1
1
1
68
Diagrama 4. La expresión de la obligación en Lazarillo con el porcentaje.
50
Tabla 5. La expresión de la obligación en Camino
Medios de expresar la obligación
Haber de/a +infinitivo
Ser/haber+ menester+infinitivo
Deber (de) +infinitivo
Verbo auxiliar+atributo
Ser (de) +infinitivo
Convenir+infinitivo
Haber que +infinitivo
Tener de +infinitivo
Total
Cantidad de ejemplos
256
62
31
20
19
11
10
3
412
Diagrama 5. La expresión de la obligación en Camino con el porcentaje.
51
Resumiendo nuestro análisis (páginas 23-47), es posible decir que el medio de
de expresar la obligación más usual en los siglos XV-XVI son haber de+infinitivo
y deber (de) +infinitivo. Mucho menos comunes son las perífrasis verbales
convenir + infinitivo, la combinación de menester con el verbo auxiliar haber o
ser, la forma tener de + infinitivo y tener que + infinitivo, la combinación haber +
infinitivo sin preposición o con la partícula que y el verbo auxiliar ser con atributo.
Más abajo está presentada la tabla, que representa los datos estadísticos generales.
Tabla 6. Los medios de expresar la obligación en los siglos XV-XVI.
Medios de expresar la obligación
Haber de/a/ +infinitivo
Deber (de) +infinitivo
Ser/haber+ menester+infinitivo
Convenir +infinitivo
Verbo auxiliar+atributo
Ser de +infinitivo
Tener de +infinitivo
Haber que +infinitivo
Tener que +infinitivo
Total
Cantidad de ejemplos
532
235
120
59
35
29
27
17
3
1057
52
Diagrama 6. Los medios de expresar la obligación en los siglos XV-XVI.
53
Conclusión
A base de los textos analizados se puede hacer las conclusiones siguientes.
La noción de las modalidades deónticas y epistémicas, vinculadas con esferas de
la modalidad objetiva y subjetiva respectivamente, es básica en el análisis de los
medios de la expresión de obligación. Sin embargo, las modalidades deóntica y
epistémica pueden ser expresadas por los mismos medios idiomáticos mediante las
construcciones haber de+infinitivo y deber (de) +infinitivo.
El latín clásico disponía de gran cantidad de construcciones no personales para
expresar distintos matices de la obligación: oportet, necesse est, aequum est, opus
est, usus est, convenit, decet, construcciones con gerundivo (participium futuri
passivi). A lo largo del desarrollo ulterior del latín clásico y latín vulgar a las
lenguas románicas el gerundivo cae en desuso, otras formas desaparecen del habla
popular debido a su ambigüedad semántica, el verbo debere ensancha sus
funciones, el verbo habere pierde su valor léxico, convirtiéndose en el verbo
auxiliar y dando início a nuevas formas gramaticales y construcciones analíticas.
Así, el sistema complicado de las formas no personales del verbo latino se
simplifica al pasar al español.
Los ejemplos recogidos de los textos analizados muestran que un 50 % de los
medios de expresión de la obligación en el español de los siglos XV-XVI son del
giro gramaticalizado haber de +infinitivo (Diagrama 6, p. 53). Desde nuestro punto
de vista esto se debe a la diversidad de los matices de las modalidades deóntica y
epistémica que transmite el giro: necesidad, intención, deber, obligación,
contingencia, probabilidad, inevitabilidad, además compatibilidad con cualesquiera
verbos, independientemente de su semántica. Por otro lado, la construcción
conserva la semántica de futuro y puede expresar tanto la modalidad deóntica,
como la necesidad lógica. En la lengua moderna, la construcción haber
de+infinitivo pierde en algunos casos su valor deóntico o epistémico, adquiriendo
el valor semántico del Futuro Simple.
54
Un indicador más de que el verbo haber va perdiendo su valor semántico es la
aparición de la construcción haber que +infinitivo (17 casos). En los textos
investigados se encuentran ejemplos del uso de la construcción en forma personal
aunque se nota ya la tendencia al uso unimpersonal, característico para la
construcción
del español moderno hay que+infinitivo. La aparición de la
construcción tener que +infinitivo está condicionada por el principio de la analogía
y la proximidad afinidad de los verbos haber y tener.
El uso de la construcción deber (de) + infinitivo constituye un 26 % (Diagrama
6, p. 53) de los medios de expresión de la obligación. El conjunto deber (de) +
infinitivo dispone de una alta flexibilidad estructural, pero a diferencia de haber de
+infinitivo, comporta significados adicionales además de la modalidad deóntica y
epistémica. Se puede decir que las funciones de esta construcción en el español de
los siglos XV-XVI son análogas a sus funciones en el español moderno. La
concurrencia del uso de las construcciones deber de +infinitivo y deber+infinitivo
se observa
ya en los siglos XV-XVI. Este fenómeno según nuestras
investigaciones, no depende del contexto ni del estatus social del hablante. No
obstante la forma sin preposición se emplea con más frecuencia para expresar los
valores de la modalidad deóntica y epistémica.
La construcción tener que+infinitivo en el período investigado se encuentra en
estado germinal, hemos descubierto solo 3 ejemplos (Tabla 6, p. 53).
Pocos son los predicados nominales con atributo expresando
modalidad
deóntica. El uso de las construcciones con menester es mucho más frecuente(120
casos) que con otros atributos: necesario, necesidad, obligado, obligación (59
casos).
La construcción subjetiva-objetiva ser de+infinitivo hereda el significado del
gerundivo latino y se emplea en la tercera persona del Presente de Indicativо. Son
relativamente raras las combinaciones con vocablos con semántica de obligación:
ser/tener/estar/haber + atributo y las construcciones unipersonales convenir (a)
+infinitivo (35 y 59 casos respectivamente) se encuentran en la periferia del campo
55
modal de la obligación en el español de los siglos XV-XVI, así como en la lengua
moderna.
56
Bibliografía
Las fuentes literarias
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