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Mucho antes del estallido de la primera guerra en Europa en 1914 existía en Rusia mucha presión para
realizar cambios en el orden político y social: La intervención de Rusia en la Guerra incentivó a la oposición a
la corrupción y la incompetencia del régimen zarista. Trabajadores y campesinos fueron obligados a
incorporase al ejecito Ruso , mientras que el avance industrial no satisfacía las demandas de la guerra.
El descontento social crecía y con ella la integración social se hacia pedazos. El Ejercito Ruso mal
Organizado presentaba innumerablemente bajas . Contribuyendo al aumento del descontento social y
estimulando a la deserción en masas del ejercito A comienzos de 1917. La escasez de alimentos generaba
tumultos como el ocurrido en marzo de 1917 en Petrogrado ( San Petersburgo )
Los Soldados Trabajadores y marineros organizados en comités revolucionarios ( Soviets ) lograron la
abdicación del Zar Nicolás II, e Instalaron un gobierno provisional. La incapacidad del nuevo gobierno de
generar cambios favorables a la forma de conducir la guerra y generar bienestar social hizo que se Exigieran
mayores cambios el 07 y 08 de noviembre. Lenín quien venia del exilio junto con los bolcheviques tomaron el
palacio de Petrogrado Y formaron el nuevo gobierno quien pronto propuso a través de el congreso de los
soviets, negociar la paz con los imperios centrales.
En 1917, cae el zarismo e se instaura un gobierno provisional de mayoría menchevique. Bajo el mando de
Lenín formuló las Tesis de abril, en que expuso el plan de lucha para el paso a la revolución socialista (paz
inmediata y todo el poder para los soviets). Los bolcheviques se impusieron en Petrogrado y en Moscú y
entregaron el poder a los soviets. Lenín dirigió la lucha en Petrogrado y fue nombrado jefe del gobierno
bolchevique, que quedó constituido en 1918 como dictadura del proletariado.
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LA REVOLUCIÓN RUSA
A principios del siglo XX, Rusia evolucionaba lentamente desde una sociedad eminentemente tradicional a
una sociedad capitalista. En 1894 había alcanzado el trono Nicolás II, que pensaba que gobernaba por derecho
divino. Hay que tener en cuenta que Rusia era un país atrasado tecnológicamente con respecto a Europa en loa
albores del siglo pasado. Los desastres militares del ejercito ruso (como la derrota ante Japón) y la política
crecientemente restrictivas en libertades desembocaron en la primera revolución de 1904-06. Al descontento
del campesinado se unía la agitación de los obreros. En el domingo sangriento, los soldados dispararon contra
el pueblo que se dirigía pacíficamente a suplicar ayuda al zar. El partido obrero socialdemócrata ruso
(POSDR) organizó huelgas y manifestaciones. El partido, que estaba dividido en bolcheviques, dirigidos por
Lenin y que deseaban una auténtica revolución social y mencheviques, encabezados por Martov y que
apostaban por la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores; canalizó e desaire del pueblo. Durante
los últimos meses de 1905, los desordenes y huelgas, la sublevación del acorazado Potemkin y la rebeldía
abierta del pueblo en casi todas las provincias del Imperio paralizaron al gobierno. Éste se vio obligado, para
frenar la creciente sedición, a ceder, prometiendo una representación de toda la nación en la asamblea. Esto no
se llevó a cabo y las sucesivas reuniones del parlamento ruso (la Duma), acabaron sin que se acometieran las
reformas acordadas. La política de Rusia siguió su carácter reaccionario.
La segunda revolución, la que llego a consumarse, sucedió años después. Rusia era un inmenso imperio que
ocupaba una sexta parte de la Tierra. En 1914 contaba con un censo estimado de 175 millones de habitantes,
la mayoría de los cuales seguían viviendo de una pobre agricultura.
El 1 de enero de 1914, Alemania declara la guerra a Rusia. Los soldados rusos, mal equipados, provocaron la
desilusión del pueblo, que observaba atónito como el régimen era incapaz de atender las necesidades tanto del
frente como de la retaguardia. El ejercito ruso experimento fuertes derrotas, y sus perspectivas empeoraron al
entrar Turquía en el conflicto, ya que las posibilidades de abastecerse adecuadamente fueron mermadas.
Entonces intervino en el gobierno la zarina y su protegido, Rasputín, apoyando gobiernos poco capaces que
continuaron la desastrosa dirección de la guerra. Debido a las agrias críticas de la Duma ante el gobierno que
ejercía Rasputín en la sombra, el zar tomó las riendas de las tropas y pese a que alcanzó algunas victorias, su
inexperiencia, Rusia siguió llevando la peor parte en la guerra. En otoño de 1916, el ministro de asuntos
exteriores, Sazonov, fue reemplazado por Sturmer, de origen alemán y abiertamente reaccionario. Finalmente,
en 1916, Rasputín muere en un atentado. Los actos fúnebres ordenados por los zares en su honor, encrespan
aún mas al pueblo debido al aumento de la miseria. A través de la revolución liberal de marzo (febrero en el
calendario actual), se llegó a la revolución socialista de noviembre (octubre).
La Revolución
Los disturbios empezaron en Petrogrado (San Petersburgo) el 23 de febrero y fueron en aumento. De aquellos
momentos surgieron dos facciones enfrentadas: por una parte estaba el príncipe Lvov, designado por la Duma
como presidente provisional en una reunión desautorizada por el zar. Por otra, el Soviet (consejo) de los
diputados obreros y los soldados obreros elegidos por organizaciones obreras legales durante la I Guerra
Mundial. El soviet de Petrogrado estaba en su principio compuesto por la mayoría menchevique, que
coincidía con la opinión de no ver viable una revolución socialista en un país tan atrasado como Rusia sin que
antes se llevasen a cabo avances industriales como en Alemania o Gran Bretaña. Por su parte, los
bolcheviques insistían en que la clase obrera debía cargar con las responsabilidades de conducir la revolución
y derrocar el zarismo. El 3 de abril, Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, regresó de su exilio en Suiza. Lenin, líder e
ideólogo de los bolcheviques, pensaba que la guerra mundial era el detonante del colapso del capitalismo y
pretendía aunar a todos los trabajadores del mundo. La revolución se llevaría a cabo en Rusia y de ahí se
extendería, probablemente, a todos los países. El avance de los soviets refutó la idea de Lenin de que los
obreros deberían ponerse a la cabeza de las fábricas y de que los campesinos pidiesen la retribución de las
rentas. Las propuestas de Lenin a su llegada a Petrogrado fueron las siguientes: Poner fin a la guerra
imperialista, superar la fase burguesa de la revolución y llevar al poder al proletariado, no prestar ningún
apoyo al gobierno provisional, crear una república de soviets y nacionalizar la banca y la tierra. En aquellos
momentos, Kerenski, un socialrevolucionario, lideraba un gobierno provisional, que representaba los intereses
de la burguesía. Aceptadas las ideas defendidas por Lenin en la conferencia del partido bolchevique, se
empezó a reclamar todo el poder para los soviets. El gobierno pretendía continuar con la guerra, pero la
ofensiva contra Alemania fracasó apenas iniciada. Esto motivo una reacción de la clase obrera y de los
soldados en Petrogrado, que exigían el fin de las hostilidades. Kerenski se enfrento a los manifestantes con un
fuerte contingente de soldados y detuvo a numerosos dirigentes bolcheviques, aunque Lenin consiguió
refugiarse. La represión fue apoyada por el gobierno provisional, los partidos burgueses y los generales más
representativos, entre los que destacaba Kornilov, que, secundado por el partido Kadete (liberal-burgués),
intentó en septiembre sustituir a Kerenski por una dictadura militar. El golpe fue frustrado merced al Soviet de
Petrogrado, en manos bolcheviques, que convenció a los soldados para que no obedeciesen a Kornilov.
Kerenski trataba de hacerse con la situación, pero los campesinos se alzaban apoderandose de las tierras y los
obreros aceptaban la dirección de los bolcheviques.
El 23 de octubre de 1917, la mayoría del comité bolchevique se muestra a favor de la tesis de la insurrección y
dos días más tarde (7 de noviembre según el actual calendario), soldados, obreros, campesinos y demás
trabajadores, armados por los soviets, asaltan el Palacio de Invierno, sede del gobierno provisional. Kerenski
logra huir y trata de retomar la ciudad, pero fracasa debido a que sus tropas apoyan también el golpe. Los
soviets impulsaron entonces una política de izquierda y lanzó un manifiesto de paz. Se eligió entonces el
primer gobierno soviético, formado por los bolcheviques. El 16 de noviembre, el gobierno soviético proclamó
el derecho de autonomía de los distintos pueblos e incluso la potestad de estos de separarse de la unión. En
unos meses el partido comunista (nueva denominación del partido bolchevique) tuvo que intentar renovar la
rancia maquina de gobierno zarista por la del nuevo régimen. Se nacionalizó la banca, se creó una comisión
extraordinaria para combatir la contrarrevolución, se decidió la separación de la Iglesia y del Estado, la
emancipación política de la mujer y en enero de 1918 se creó el Ejército Rojo.
La intervención extranjera
Lenin trató de conseguir rápidamente la paz con Alemania consciente del pésimo estado de las tropas rusas.
Sin embargo, sus propuestas fueron rechazadas por la mayoría del Comité Central del Partido a favor de una
política más belicosa. Trotski, en aquellos momentos, ministro de asuntos exteriores esperaba que la
revolución se extendiese al resto de los países como Alemania y Austria y que los obreros se levantasen
contra sus gobiernos. Sin embargo, esto no sucedió así y reanudadas las operaciones militares contra Rusia, la
falta de consistencia del ejercito ruso dio fuerza a las tesis de Lenin, quién se apresuró en firmar la paz,
perdiendo Rusia a Lituania, Estonia y Letonia y a parte de Bielorrusia.
Ejércitos extranjeros trataron de invadir Rusia en la primavera de 1918. Francia, Gran Bretaña y EE.UU.
deseaban repartirse Rusia y evitar que los alemanes la usaran como centro de operaciones. Trotski
reorganizaba el ejercito para enfrentarse a la ofensiva extranjera, mientras que el gobierno nacionalizaba las
empresas y se oponía a los atentados perpetrados por los partidistas del antiguo régimen. La ofensiva
contrarrevolucionaria fortaleció la resistencia y unidad del frente obrero, al mismo tiempo que el regreso de
los terratenientes a los territorios ocupados por los contrarrevolucionarios recordó al campesinado el antiguo
régimen de explotación del campo, lo que aumentó las simpatías populares hacia los revolucionarios. En esa
guerra se enfrentaron los denominados ejércitos rojo y blanco, representantes de mundos completamente
distintos. Después de numerosas batallas, el ejercito blanco fue derrotado por la unión de obreros y militares
rusos. Tras la guerra civil, Lenin impulsó el denominado comunismo de guerra, en el cual el partido
comunista adquiría todo el poder para hacer remontar el vuelo a Rusia. En 1919 se creó la asociación de
partidos comunistas, con sede en Moscú, conocida como Komintern o Tercera Internacional. En 1920, Reino
Unido levantó el bloqueo a Rusia. En ese mismo año, mientras se discutía la paz, el ejercito polaco invadió
Ucrania apoderándose de Kiev, lo que hizo que esta vez todos, incluidos los partidarios de los zares, se
uniesen para presentar un frente común a la agresión. Un general zarista, sin embargo, trató de reunir los
restos del ejercito blanco coincidiendo con el ataque polaco. El ejercito rojo no solo expulsó a los polacos,
sino que incluso avanzó hacia Varsovia, aunque una contraofensiva de Polonia salvó la capital. Derrotado
también el ejercito de Wrangel, el general zarista, la paz con Polonia cedió a este país la parte occidental de
Ucrania y Bielorrusia. Por fin, la guerra civil había terminado.
Algunos años rojos
Después de tantos años, Rusia se encontraba en paz; pero la paz era relativa. El pueblo deseaba ver ahora
cumplidas sus expectativas y que las palabras de los líderes bolcheviques se hicieran realidad. En 1921, el
Comité Central del Partido decidió poner en marcha la idea de la Nueva Política Económica (NPE), que según
Lenin era un método transitorio y mezclado donde la dirección y planificación se llevaba a cabo por el Estado,
pero se permitía la empresa privada a pequeña escala. Aún así, el Estado seguía controlando la mayor parte de
las industrias y se planteó un ambiciosísimo plan de electrificación del país. Los campesinos, por su parte,
podían cultivar sus parcelas (se permitía aquí la propiedad privada), entregar parte de la producción al Estado
y vender luego el resto libremente. La NEP sirvió para terminar con el hambre y la miseria que el pueblo
había sufrido durante años y representó un renacimiento económico de Rusia. La URSS se fundó en 1922 y
comprendía, aparte de a la República Social Federativa Soviética, a nuevas repúblicas que se incorporaron,
como Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia. En 1923 se elaboró una nueva constitución, con los siguientes
puntos destacados: El Estado tendría estructura federal. Las distintas repúblicas podrían unirse o separarse de
la Unión según fuera su deseo. Los soviets eran las unidades básicas del estado.
Sin embargo, Lenin muere en 1924. Quienes quedaban a la cabeza del partido entonces eran Trotski y Stalin,
de personalidades completamente distintas. Respecto a su sucesión, Lenin había advertido el peligro de elegir
a un individuo como Iosif Stalin. Stalin, Secretario General del Partido Comunista, acusó de todo tipo de
cosas a Trotski y la oposición, hasta que consiguió imponer sus ideas al partido comunista. Trotski se vio
obligado a exiliarse de la URSS y el comunismo ruso fue sustituido por el Estalinismo.
Causas de la Revolución rusa
La Revolución rusa fue uno de los más importantes hechos ocurridos en la época contemporánea. Su impacto
fue palpable tanto en América como Europa. Aunque la Revolución no hizo expandir el comunismo como un
efecto inmediato, le dio a otros países convulsos del tercer mundo un ejemplo a seguir. Décadas después, el
modelo filosófico/gubernamental tomaría renovada notoriedad a medida que Rusia, convertida en un estado
totalmente socialista y en una superpotencia económica y militar, se enfrentara a los Estados Unidos en la
Guerra Fría.
En cualquier caso, las dos revoluciones de 1917 se dividieron en dos grandes partes: la caída del régimen
zarista (Revolución de Febrero) y la creación del primer estado comunista del mundo (Revolución de
Octubre). Las causas de estas dos revoluciones abarcan las situaciones políticas, sociales y económicas de
Rusia en la época. Políticamente, el pueblo ruso odiaba la dictadura del zar Nicolás II. Las bajas que los rusos
sufrieron durante la I Guerra Mundial debilitaron aún más la imagen de Nicolás. Socialmente, el régimen
despótico del zar había estado oprimiendo al campesinado durante siglos. Esto provocó tensiones dentro de la
clase baja rural que desembocó en altercados. Económicamente, la inflación y el hambre por toda Rusia
contribuyeron asimismo a la revolución.
Definitivamente, una combinación de estos tres factores, combinados con el liderazgo de Vladimir Lenin y
León Trotsky, condujeron irremisiblemente a la Revolución Rusa.
1. Introducción: la Rusia zarista
El Imperio ruso era gobernado autocráticamente por los zares, y durante la 1ª mitad del S. XIX permanece ajeno a
los cambios económicos y sociales de la revolución industrial. Es un país de base rural, la mayoría siervos.
Los zares concentran todos los poderes, decretan las leyes, designan ministros y tienen autoridad religiosa. A
diferencia de los monarcas occidentales, el zar no tiene limitaciones parlamentarias o constitucionales, gobierna
con ayuda de la policía política (Ochrana) y una compleja burocracia.
La estructura social es la siguiente:
Clases altas, formadas sobre todo por la nobleza y los clérigos. La nobleza ocupa la oficialidad del ejército, el alto
funcionario y poseen la mayor parte de la tierra.
Clases medias, muy escasa, formada por campesinos ricos (kulaks) y pequeños comerciantes e industriales
(ausencia de burguesía). Algunas profesiones liberales estaban reservadas a los nobles.
Clases bajas, compuestas por campesinos y obreros industriales, que carecían de todo tipo de derechos y sus
salarios eran mínimos. Estaban muy concentrados geográficamente y también en grandes empresas.
La economía se basaba fundamentalmente en la agricultura, con una estructura arcaica y escasa modernización
técnica. La mayoría de las tierras y las mejores, están en manos de las clases altas, siendo los siervos liberados los
que sufrían las mayores cargas impositivas. La industrialización tendrá un importante desarrollo a partir del año
1880 hasta la guerra.
En los últimos años del S. XIX, había ciertos movimientos de oposición al zarismo:
Una corriente liberal moderada (profesiones liberales)
Una corriente revolucionaria (mundo rural)
En 1881, muere asesinado el zar Alejandro II, lo que va a provocar el endurecimiento del régimen zarista por parte
de Alejandro III y el aumento de la oposición. En 1894 sube al trono Nicolás II que va a seguir con el absolutismo.
.LA REVOLUCION DE FEBRERO Y LA CAIDA DEL ZAR
A lo largo de 1917 la historia se aceleró vertiginosamente. Se sucedieron la caída del régimen zarista, el
intento frustrado de constituir una república reformista, los ensayos contrarevolucionarios para reinstalar el
viejo orden y, finalmente, los sucesos revolucionarios de octubre.
En un ambiente de desintegración la manifestación espontanea del 23 de febrero en San Petersburgo en
demanda de paz y pan fue el punto de partida. La organización del movimiento significó su expansión en días
sucesivos. La huelga general del 25 de febrero manifestó la presencia del movimiento obrero. El 26 los
síntomas de rebeldía se extendieron a los cuarteles. Al día siguiente se constituyo un Gobierno Provisional
encabezado por Luov, con Kerenski como ministro de guerra. Al mismo tiempo, los obreros y los soldados
creaban sus propias células de poder, a imitación de 1905, los soviets.
Poco después, el zar abdico. Había dos formulas alternativas al zarismo de contenido sociológico y político
diferente. El Gobierno Provisional representaba a los sectores de la burguesía liberal cuyo objetivo político
era el establecimiento de una república parlamentaria de corte occidental. En esta línea se movió un sector del
movimiento obrero, sobre todo los mencheviques, persuadidos de que todavía era el tiempo de la burguesía y
de sus reformas.
El otro poder emergente, los soviets, vislumbraban, de forma no bien definida, una solución política más
avanzada. Sus protagonistas fueron los bolcheviques, o mas bien un sector de ellos, cuya estrategia y practica
política quedaron plenamente definidas con la llegada de Lenin a Petrogrado el nuevo nombre rusificado de
San Petersburgo) el 3 de abril.
2.LENIN, TEORICO DE LA REVOLUCION
En sus tesis de abril, Lenin planteo el objetivo ultimo bolchevique: la revolución socialista que tendría como
premisa fundamentales de actuación el rechazo a la guerra y el reparto de tierras, para forzar la alianza
obrero-campesina, y como practica política, la negativa a cualquier colaboración con el Gobierno Provisional
y con su futura expresión parlamentaria, la Duma.
Lenin fue el teórico y el organizador de la Revolución. Había dedicado toda su vida a su formación teórica,
que procedía de los marxistas rusos y alemanes, y adopto el marxismo a las condiciones de un país atrasado
como el imperio ruso. Estas teorías tuvieron su realización practica en la revolución fracasada de 1905, de
donde surgió lo que en 1917 fue el instrumento de la Revolución, el soviet.
En su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), además de valorar la Guerra Mundial como
un conflicto imperialista en la etapa del capitalismo financiero, vislumbro que la revolución socialista de
podía iniciar en un país atrasado como Rusia. En El Estado y la revolución (1917), fijó el papel de los soviets
en la construcción del socialismo y la naturaleza de la dictadura del proletariado. Ya en 1901 en su folleto
¿Qué haces? había definido el modelo de partido que podía dirigir una revolución, un partido de
revolucionarios profesionales.
3.EL VIRAJE CONSERVADOR Y LA CONTINUACIÓN DE LA GUERRA
Durante 1917 la evolución política rusa estuvo siempre mediatizada por la guerra. La actitud continuista del
Gobierno Provisional y de los grupos políticos que lo sustentaban, sobre tofo el Kadete (el Partido
Democrático Constitucional), se extendió, a las filas bolcheviques, en cuyo seno el sector denominado blando
no mantenía las posturas tajantes de Lenin para acabar la guerra. Asimismo. Endureció los sectores políticos
mas conservadores, que mantenían un discurso nacionalista, y eran partidarios de la continuación de la guerra
a toda costa. Con ello pretendían mantener la estructura del ejercito, que podía ser utilizado en el interior para
eliminar la creciente influencia de los bolcheviques y, en un futuro, para conseguir la vuelta al viejo orden.
El Gobierno Provisional, preso de una doctrina tendente al respeto de los compromisos bélicos con los
aliados, acabó haciendo suyo el objetivo de los conservadores, pero con propósitos políticos diferentes. Las
ofensivas del verano provocaron la insurrección popular del 3 de julio en Petrogrado, encabezada por los
bolcheviques. Lenin, tras el fracaso de la insurrección, se exilio en Finlandia y el partido paso a las
clandestinidad. Las derrotas militares, que culminaron con la ocupación alemana en el Riga en 21 de agosto,
plantearon el enfrentamiento entre el Gobierno Provisional, dirigido por Kerenski, y el núcleo de la oficialidad
conservadora, en cuya cúspide se situaba el general Kornilov.
Esta confrontación volvió a situar a los bolcheviques en el primer plano del proceso revolucionario, el 7 de
septiembre Kornilov intento un golpe de estado con tropas retiradas del frente. Sus exigencias eran el
establecimiento de un gobierno autoritario que retrotrajera la situación a la etapa anterior al menos de febrero.
La doble respuesta del Gobierno Provisional y de los soviets acabó con el intento, pero la iniciativa quedo en
manos de estos últimos.
4.LA TOMA DEL PALACIO DE INVIERNO
Lenin preparó desde principios de octubre el asalto final. En 9 de octubre el Comité Central bolchevique, por
diez votos contra dos, se pronuncio por la insurrección armada. El 15 se formo el Comité Militar
Revolucionario en Petrogrado, con Trotski a la cabeza. La chispa definitiva estalló cuando Kerenski decidió
enviar al frente nuevos regimientos acantonados en la ciudad. Por fin la insurrección se puso en marcha el 24
de octubre, perfectamente planificada, con la ocupación de los puntos neurálgicos de la ciudad. En la
madrugada del día siguiente culminó el asalto al poder con la toma del Palacio de Invierno y la huida
precipitada de Kerenski.
La revolución conquisto Petrogrado, pero hasta el 2 de noviembre los soviets no se hicieron con el control
definitivo de Moscú. En los meses siguientes la revolución se propago por los principales centros urbanos de
la Rusia europea, pero extensos territorios siguieron bajo el poder de las antiguas autoridades. Fueron los
prolegómenos de la guerra civil.