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TEMA: RELIGION AHIMSA (GANDHY) GRUPO: 217 INTEGRANTES: Erika Reynoso Garfias Ricardo Teutle Espinoza AHIMSA Es no-violencia, no dañar de pensamiento, palabra o acción, con Gandhi, AHIMSA es la no violencia activa, es el activismo por la paz y desde la paz, así es también respeto a las culturas nativas, es amor a toda la naturaleza, es servicio a la madre tierra y al gran espíritu, es consecuencia en la acción y la palabra, es armonía interna y con el entorno, es no – pasividad, es soñar y concretar, es medicina y cosmovisión ancestral, es newen, ayün, kume raquisuam, es alegría, es conciencia, ES VIDA. Manteniendo la llama viva del servicio planetario a la madre tierra… Recuerden que “somos seres que viajamos a lo sutil… pero aún tenemos una responsabilidad en este mundo encarnado…” Historia de la Ahimsa Ahimsa (अअअअअअ ahiṁsā) es un término sánscrito que se refiere a un concepto religioso que aboga por la no-violencia y el respeto a la vida. Es lo contrario a la himsa o daño. Habitualmente se interpreta como símbolo de paz y respeto hacia los seres capaces de sentir. La Ahimsa es una importante doctrina del Hinduismo, Jainismo, y del Budismo. La primera aparición de este término en el contexto de la filosofía india se encuentra en las escrituras hindúes llamadas Upanishads, que datan del año 800 a.C. El Mahatma Gandhi introdujo el concepto de la Ahimsa en Occidente. Posteriormente, los movimientos occidentales en favor de los derechos civiles, liderados por Martin Luther King Jr. entre otros, se vieron influidos por este concepto, y realizaron protestas pacificistas que rechazaban la violencia. La reciente popularidad del yoga y la meditación en la cultura occidental ha ayudado a que muchos occidentales conozcan y se familiaricen con la Ahimsa y otros conceptos de la filosofía india. Por ejemplo, la Comunicación Noviolenta, desarrollada por el Dr Marshall Rosenberg, se ha inspirado en el ejemplo de Gandhi. La mano con una rueda en la palma simboliza el voto jainista de la Ahimsa. La palabra escrita en el medio es “ahimsa”. La rueda representa el dharmacakra, que se enfrenta al ciclo de la reencarnación a través de la búsqueda de la paz y la no-violencia. La Ahimsa para Gandhi El Mahatma Gandhi presentó diversos conceptos sobre la verdad, la nobleza, y la ética, desde el Bhagavad Gita y su amor personal al Dios hindú Rāma. La ideología de Gandhi sobre la vida y la no violencia, que le condujo a su concepto de satyagraha, o protesta pacífica, proviene originariamente de su asociación con la Filosofía Hindú y la Filosofía Jainista. Él mismo dice: “La no-violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más efectiva que el arma de destrucción más efectiva que haya ingeniado el hombre. Literalmente ahimsa significa no-violencia hacia la vida, pero tiene un significado mucho más amplio. Significa también que uno no puede ofender a otra persona, debiendo compadecerse del otro, incluso si se trata de un enemigo. Para aquellos que siguen esta doctrina, no hay enemigos. Quien cree en la eficacia de esta doctrina halla el último estado, cuando se alcanza la meta, viendo el mundo a sus pies. Si expresamos nuestro amor—ahimsa— de tal modo que marque para siempre a nuestro enemigo, dicho enemigo nos devolverá ese amor. Ahimsa o el no-daño, por supuesto, implica no matar. Pero el no-daño no se refiere únicamente a no matar, sino que ahimsa implica una abstinencia absoluta de causar cualquier dolor físico o emocinal a cualquier ser vivo, bien sea por pensamiento, palabra u obra. El no-daño requiere una mente, una boca, y unas manos pacíficas. Término procedente del Sánscrito que acabó siendo internacionalmente conocido gracias a Mohandas Gandhi, tanto porque formó parte de su filosofía política, como de sus campañas noviolentas. Ahimsa se ha venido traduciendo a las lenguas indoeuropeas con el significado de ‘noviolencia’, siendo su raíz la palabra ‘himsa’ que, asimismo, se traduce como ‘violencia’. En realidad, esta traducción no llega a revelar del todo el profundo significado que tiene la ahimsa en lenguaje sánscrito, para éste el concepto implica no sólo a la acción, sino a la palabra, al deseo y al pensamiento, es decir, a todos y cada uno de los aspectos de la vida humana. Ahimsa es, también, un mandato ético que se encuentra en religiones como el Jainismo, el Budismo y el Hinduísmo. Sin embargo, no para todas tiene este mandamiento o precepto la misma importancia. Para el Jainismo, la ahimsa es el primero y más importante de sus cinco votos (1.No herir ni matar a ningún ser viviente; 2. Sinceridad; 3. Rectitud; 4. Vivir con castidad; y, 5. Desapego de las cosas), es el principio central de todo su sistema ético. Para los seguidores del Jainismo, la ahimsa significa no causar de manera absoluta ningún tipo de daño o sufrimiento a cualquier forma de vida (tanto humanas, como no humanas). Ello incluye, no sólo renunciar a causar daño o sufrimiento físico, sino también de otro tipo, como psíquico, moral, verbal. Pero, además, ahimsa implica una búsqueda -fundamentalmente personal- de la pureza, de la auto-perfección y de la autorrealización. En este sentido, el concepto de ahimsa se amplia con fuertes componentes espirituales (alma humana y proyección religiosa) y antropológicos (concepción del ser humano y de lo humano). Al igual que para Mahavira, el gran héroe de esta religión del s. VI a.C., también llamado Jina (vencedor), -fundador de esta religión y modelo absoluto de vida y moral ascética, que renunció a cualquier deseo o instinto de los sentidos y que consiguió el máximo autocontrol a través de la superación de sí mismo, la ahimsa se convierte en el camino o el instrumento para superar el ciclo de la reencarnación (samsara) y alcanzar –mediante una búsqueda progresiva y permanente-, el estado final de ‘iluminación’ y ‘conocimiento total’ (moksha), esto es, la completa y definitiva liberación del círculo de la eterna reencarnación, es decir, acabar deviniendo estado espiritual puro. Así, la ahimsa, se puede interpretar como una vía ideal de perfección espiritual y humana en la que, lógicamente, en esta aventura no cabe sino el respeto y el amor por todo lo viviente.