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HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo BLOQUE DE CONTENIDO 5: LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO La crisis del Antiguo Régimen se inició con la invasión napoleónica de 1808, que agravó la situación social y económica y precipitó una crisis política sin precedentes. En este contexto se forjó la alternativa liberal, identificada con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. El reinado de Fernando VII fue una pugna constante entre quienes querían mantener el viejo orden absolutista y los que optaban por el nuevo orden liberal. EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA La influencia de la Revolución francesa en España favoreció la difusión de las ideas liberales pero también generó reacciones de rechazo en la Corte y entre los privilegiados. La relación con Francia atravesó tres fases sucesivas: 1. Aislamiento: El rey Carlos suprimió toda influencia ilustrada en su gobierno, nombró a Manuel Godoy su secretario de Estado y cerró la frontera para evitar el contagio. 2. Enfrentamiento: La ejecución de Luis XVI en 1793 empujó a Carlos IV a unirse a la coalición militar europea en guerra contra Francia. La derrota de las tropas españolas fue inapelable, los costes económicos resultaron extraordinarios y la Paz de Basilea (1795) subordinó a España a los intereses franceses. 3. Colaboración: España se convierte en aliada de Francia a partir de la subida al trono de Napoleón y como consecuencia participó en la guerra contra Gran Bretaña que comportó la derrota de la flota franco-española en Trafalgar (1805) Esta derrota supuso la pérdida de la flota española y la Hacienda se vio privada de los recursos americanos al interrumpirse el comercio atlántico. Para sanear la economía Godoy recurriría al endeudamiento, al aumento de contribuciones y a la desamortización de tierras eclesiásticas. Estas medidas provocaron la oposición de la Iglesia y la Nobleza, y la animadversión de Fernando, el hijo de Carlos IV, que desconfiaba de la influencia de Godoy en su padre. A todo ello se unió el descontento popular (elevados impuestos, carestía de alimentos, hambre. Epidemias…), que derivó en motines. El desprestigio del gobierno amenazaba incluso la estabilidad de la monarquía. 1 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo LA CRISIS DE 1808 Y LA OCUPACIÓN NAPOLEÓNICA Motín de Aranjuez (18 de marzo de 1808) La situación se deteriora aún más cuando en 1807, Francia y España firman el Tratado de Fontainebleau, que autorizaba a los ejércitos franceses a entrar en España para invadir Portugal (tradicional aliado de los ingleses), además fijaba un futuro reparto del país vecino del que Godoy recibiría un principado. La entrada de las tropas francesas se produjo en febrero de 1808, y más allá de lo fijado en el tratado fueron ocupando plazas estratégicas (Barcelona, Vitoria…). Las autoridades españolas aceptaron su presencia cada vez más amenazante, hasta que la familia real huyó a Aranjuez cuando las fuerzas imperiales llegaron a Madrid, para iniciar el avance y la ocupación hacia el sur peninsular. En este contexto se produjo el motín de Aranjuez (18 marzo 1808) impulsado por nobles y eclesiásticos y protagonizado por soldados y sectores populares que exigían la destitución de Godoy y la renuncia de Carlos IV a favor de su hijo Fernando. Al día siguiente fue proclamado rey Fernando VII, pero la crisis de la monarquía se agravó cuando Carlos IV solicitó ayuda a Napoleón para recuperar su trono. Bonaparte, constatando la debilidad de los borbones, decidió convocar a los monarcas en Bayona y ocupar España para anexionarla a su imperio. En Bayona ambos reyes aceptarían abdicar de la corona y, con esta legitimación, Napoleón nombró a su hermano rey de España y convocó unas Cortes en Bayona para aprobar una Constitución. A las cortes acudieron 65 notables españoles que aprobaron un código constitucional (Estatuto de Bayona, propuesto por Napoleón, de contenido reformista: abolía privilegios y reconocía algunos derechos (igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos). Además, José I fue reconocido como nuevo rey de España. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Inicio La situación de las poblaciones con presencia francesa era muy tensa. La evidencia de que se trataba de una invasión y no de un tránsito, las extorsiones realizadas por el ejército imperial (alimentos, ocupación de viviendas…) y el rumor de que Napoleón había secuestrado por la fuerza a los reyes en Bayona provocaron motines y resistencias en las ciudades ante la pasividad de las autoridades españolas. Levantamiento en Madrid Desde marzo las tropas francesas, al mando de Murat, habían ocupado la ciudad. El dos de mayo se procedió al traslado de la parte de la familia real que todavía estaba en Madrid a Francia. Este hecho acabó desencadenando el levantamiento del pueblo de Madrid, acaudillado por Daoiz y Velarde. Pero la protesta será duramente reprimida y muchos madrileños serán fusilados. El eco de la revuelta llegó a muchos rincones de la Península, extendiéndose así la insurrección general. Incapaces de controlar la rebelión popular y de frenar la ocupación francesa, las instituciones perdieron el control político y se generó un vació de poder y el desmoronamiento institucional del Antiguo Régimen. Bandos en el conflicto La guerra de Independencia fue, fundamentalmente, una guerra de liberación contra un invasor extranjero; pero también fue una guerra civil, ya que un importante sector de la población española aceptó y respetó la legitimidad de José I Bonaparte. Enfrentó: 2 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo Por una parte, a los llamados “afrancesados”, viejos reformistas e ilustrados partidarios de una modernización pacífica y gradual de España, de la vía reformista y que apoyan a José I. Por otra parte, están los llamados “patriotas”, grupo heterogéneo que comparten el rechazo al invasor y el reconocimiento de Fernando VII como legítimo rey español, pero que pertenecían a dos grupos ideológicos muy dispares: liberales y absolutistas o tradicionalistas. - Los liberales rechazan a los franceses pero no a sus ideas, desean implantar en España reformas liberales, este grupo está integrado fundamentalmente por la burguesía y parte del clero. - Los tradicionalistas o absolutistas representan a la mayor parte del bajo del clero y las masas populares, defienden el retorno de Fernando VII como monarca absoluto, en la tradición del Antiguo Régimen. EL DESARROLLO DE LA GUERRA: FASES En principio, la relación de fuerzas era muy desigual. Frente a un ejército francés amplio y hasta entonces invencible, los restos del español, compuesto por unos 100.000 hombres, estaban en clara inferioridad de condiciones aunque demostraron gran capacidad de lucha. Además, la intervención de unidades inglesas y de los restos del ejército portugués reforzó considerablemente la resistencia española. Por otra parte, el nivel de eficacia del ejército francés tampoco fue tan alto como en otros conflictos. Primera fase: éxitos españoles (1808) Destacan el sitio de Zaragoza (resistencia organizada por el general Palafox) y la derrota de Bailén del ejército francés, dirigido por el General Dupont, frente al ejército español comandado por el General Castaños. Esta derrota tuvo una gran importancia estratégica y propagandística ya que, se impidió el avance hacia Andalucía y por primera vez era derrotado el ejército napoleónico. José I se ve obligado a abandonar Madrid y a refugiarse en Vitoria. Segunda fase: dominio francés e inicio de la guerra de guerrillas (noviembre 1808- enero de 1812) El emperador francés había subestimado en principio la capacidad de resistencia del pueblo español. Ante la derrota de Bailén organizó la “Grande Armée”, un poderoso ejército dirigido por el propio Napoleón. Restaura a José I en Madrid, tras la derrota de Somosierra, y prácticamente domina toda la Península, excepto Cádiz, que se haya protegida por la marina inglesa. Desde el lado de la resistencia fueron de vital importancia dos hechos: La participación militar de Inglaterra en la contienda y La aparición de la guerrilla popular como nueva y eficaz táctica de lucha contra ejércitos más numerosos y mejor equipados. Durante tres años el ejército francés sufrirá una terrible guerra de desgaste frente a la guerrilla en la que destacaron algunos jefes importantes como Espoz y Mina, el Cura Merino o el Empecinado. Tercera fase: derrota del invasor (1812-1814) La tercera y última fase se inicia en la primavera de 1812, cuando Napoleón se ve obligado a retirar de España parte de sus tropas para unirlas a la Campaña contra Rusia. Los ejércitos anglo-españoles aprovecharon esta circunstancia para intensificar su ofensiva. En 1812 un ejército británico, dirigido por el general Wellington, desembarcó en Portugal, comenzando una larga ofensiva contra los ejércitos franceses. A la victoria de Arapiles (Salamanca), les suceden 3 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo las definitivas de Vitoria, Irún y San Marcial. A finales de 1813 se firmó el Tratado de Valençay, por el que Napoleón ofrecía la paz y reconocía a Fernando VII como rey de España. La guerra había concluido de manera oficial, aunque cuando Fernando VII regresó a España (marzo de 1914) todavía quedaban tropas francesas en determinadas zonas de Cataluña. Fue una guerra larga, de una crueldad extrema y muy destructiva. El coste global fue extraordinario y una deuda pública inasumible: en 1815, el déficit de las finanzas públicas era 20 superior a los ingresos del Estado, que disminuyeron con los procesos de independencia de las colonias. COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL Aunque inicialmente la guerra tuvo un carácter de levantamiento popular contra la invasión militar francesa pronto daría paso a la organización política de los territorios donde triunfaron los antifranceses: - En estos lugares se destituyó a las autoridades existentes y se crearon las Juntas Locales, integradas en su mayoría por miembros de las viejas clases dominantes (nobleza y clero), aunque con nuevos compromisos políticos. - Las juntas locales se integraron en juntas supremas provinciales1. - La necesidad de coordinación entre las distintas juntas provinciales propició la creación de una Junta suprema Central, que asumió la labor de dirigir la guerra contra los franceses y el gobierno del país, en ausencia del rey, en las zonas no ocupadas2. - En 1810, la Junta Suprema Central no pudo sobreponerse a las derrotas militares y al hostigamiento de los sectores absolutistas, por lo que cesó en sus funciones y fue reemplazada por un Consejo de Regencia. Este consejo se estableció en Cádiz, la zona más segura de la Península por entonces, protegida por la marina británica. De este modo, en Cádiz y de forma paralela a la guerra asistimos a una auténtica Revolución política. El Consejo de Regencia convocará, en septiembre de 1810, las Cortes Generales, con el objetivo de redactar una Constitución. En dicha constitución se acabará con las bases económicas, sociales y políticas del Antiguo Régimen y se establecerá un nuevo sistema liberal. Sistema basado en los siguientes principios: soberanía nacional, monarquía constitucional, división de poderes, abolición del régimen señorial, supresión de la sociedad estamental y establecimiento de una sociedad de clases. En esta sociedad todos los ciudadanos serían iguales ante la ley y el fisco y en ella se reconocerían derechos y libertades individuales. De forma paralela se implantaba el liberalismo económico. LA CONSTITUCIÓN DE 1812 Durante más de tres años, las Cortes desarrollaron una intensa actividad legislativa. Aprobaron una serie de leyes y decretos, así como la primera Constitución de la España contemporánea, lo que permitió sentar las bases de un nuevo sistema liberal y acabar con el Antiguo Régimen. Una comisión parlamentaria elaboró el proyecto constitucional que se promulgó el 19 de marzo de La creación de juntas supone un hecho de gran trascendencia, pues supone la puesta en práctica del concepto de soberanía popular. 2 Ver texto correspondiente (texto nº3): “Declaración de la Junta Suprema de Sevilla” (6-6-1808) 1 4 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo 1812. Fue un texto de contenido muy avanzado para la época, que se convirtió en una referencia no sólo para la Península sino también para Europa y América. En sus artículos se definían los derechos del ciudadano (de petición, de educación y de propiedad), las libertades civiles (libertad de pensamiento, opinión e imprenta) y la igualdad jurídica y fiscal a través del reparto proporcional de los impuestos. Se establecía el sufragio universal masculino para mayores de 25 años, mediante un sistema de elección indirecto en diversas instancias electivas (parroquia, municipio y provincia). También se garantizaba la seguridad individual a través de la inviolabilidad del domicilio, los derechos penales y procesales y la abolición de la tortura. La nación se definía como el “conjunto de ciudadanos de ambos hemisferios, que ejercen su soberanía mediante el sufragio”, de este modo se establecía la soberanía nacional, idea radicalmente opuesta a la de soberanía monárquica . La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes. El poder legislativo recaía en las Cortes, que poseían la potestad de elaborar leyes, aprobar los presupuestos y los tratados internacionales y comandar el ejeército, entre otras funciones. El monarca era la cabeza del poder ejecutivo, por lo que poseía la dirección del gobierno e intervenía en la elaboración de las leyes a través de la iniciativa y la sanción, y tenía veto suspensivo durante dos años. El poder judicial era competencia de los tribunales y se establecían los principios de un Estado de derecho: códigos únicos en materia civil, criminal y comercial, inamovilidad de los jueces, garantías de los procesos, etc. La Constitución reconocía la confesionalidad del Estado, establecía la enseñanza primaria obligatoria y la creación del ejército nacional con un servicio militar obligatorio. Organizaba territorialmente el Estado en provincias y municipios, que se gobernaban por diputaciones y ayuntamientos electivos, y se regulaba por primera vez la Milicia Nacional como cuerpo de ciudadanos armados para defender los preceptos liberales ante quienes se opusieron a su desarrollo. En conclusión, la Constitución de 1812 representó el primer intento serio de racionalizar el Estado y el ejercicio de poder sobre la base de los principios del liberalismo, por lo que se convierte en la referencia obligada y permanente de todo el liberalismo posterior. La abolición del Antiguo Régimen Además del texto constitucional, las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar el Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como un régimen liberal. De este modo, se abolió el régimen señorial. Por consiguiente, toda la población dejó de estar sometida a la jurisdicción privada para pasar a depender de la autoridad pública y de la legislación del Estado. Las tierras se mantuvieron en manos de los señores que se trasformaron en propietarios –lo que originó conflictos con los campesinos que las reclamaban- pero perdieron sus antiguas prerrogativas judiciales y administrativas. También se intentó iniciar una reforma agraria y se introdujeron medidas próximas al liberalismo económico, con la finalidad de impulsar la producción y el comercio, suprimiendo las trabas para crear un mercado nacional. Para ello, se decretó la libertad de comercio, de industria y de trabajo, suprimiendo los gremios y las aduanas interiores. Las circunstancias de la guerra dificultaron o imposibilitaron la puesta en práctica de estas reformas, así como la Constitución, que contaron con la oposición de los sectores absolutistas, que anhelaban el regreso de Fernando VII para restablecer la situación anterior a 1808. 5 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo EMANCIPACIÓN DE LAS COLONIAS AMERICANAS Protagonismo criollo A principios del siglo XIX existía una rica burguesía criolla, próspera e ilustrada, que se sentía apartada de la administración política, colonial y perjudicada por fuertes impuestos que sólo beneficiaban a la metrópoli, y por el control que ejercía España sobre la economía, en especial el comercio ya que, les impedía, por ejemplo, el libre comercio con Inglaterra, mucho más ventajoso para ellos. Su creciente malestar se acompañaba del impacto de la revuelta de las trece colonias americanas contra Gran Bretaña y de la difusión de los idearios de la Revolución francesa. De forma que, cuando la crisis de la monarquía española se tradujo en vacío de poder provocado por la invasión napoleónica, los criollos formaron juntas que mantuvieron inicialmente sus lazos con Cádiz. Sin embargo, ni las reformas, que impulsaron las Cortes, ni la Constitución de 1812 alcanzaron a las colonias. Y es entonces cuando, las juntas de América se enfrentaron a las autoridades coloniales y emergen como nuevos poderes. Poco a poco se van forjando tres focos independentistas: Buenos Aires, donde José San Martín proclamó una primera independencia de la República Argentina. El Virreinato de Nueva Granada y Venezuela, donde Simón Bolívar forjó su liderazgo. México, donde el cura Hidalgo encabezó un movimiento de campesinos indígenas con elevado contenido social, muy alejado de la reivindicación independentista criolla del resto de América, con la que no se identificaba la población más humilde (indios, negros y mestizos). Por otra parte, y desde la derrota de Trafalgar (1805) la flota española había quedado prácticamente aniquilada, lo que había supuesto dejar a América prácticamente desprotegida, situación que se agravó con el inicio de la Guerra de la Independencia. De esta manera, la Guerra contribuyó indirectamente a la puesta en marcha del proceso de emancipación de las colonias americanas. El proceso de independencia (1810-1824) El proceso emancipador, que se puede dividir en dos fases: a) Primera Fase (1810-1814): surgieron movimientos revolucionarios que crearon nuevos gobiernos americanos, en un proceso muy similar en todas las regiones: - Se convocaba un cabildo abierto en la capital, que sustituía a las viejas autoridades por una junta, que actuaba como gobierno. La junta organizaba un ejército y establecía relaciones con Inglaterra y Estados Unidos, para obtener su apoyo. Se convocaba un Congreso, según el modelo francés o de Estados Unidos, con el fin de elaborar una constitución de inspiración liberal, que proclamara la independencia en un régimen republicano. b) Segunda Fase (1815-1824): con la finalización de la guerra en España, acabaron también las primeras independencias americanas. Fernando VII, en un esfuerzo desmesurado, envió un ejército de 10.000 hombres, que en 1815 había restablecido la situación en prácticamente todas partes. Sin embargo, a medio plazo provocó la expansión del movimiento libertador y, además, generó unos costes insuperables para Fernando VII. La guerra colonial se extendió por todo el continente a partir de 1816 y la victoria de Bolívar en Ayacucho (1824) hizo irreversible la independencia y la constitución de nuevas repúblicas. 6 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo En esta segunda fase, fue fundamental el apoyo abierto de Inglaterra y Estados Unidos a favor de los independentistas, así como el pronunciamiento de Riego en 1820 con las tropas que habían de embarcar para sofocar la rebelión en América. Los nuevos gobiernos independientes fueron reconocidos casi inmediatamente por Inglaterra y Estados Unidos. Repercusiones para España Cuando acabó el reinado de Fernando VII, el inmenso imperio colonial de antaño había quedado reducido a Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El desastre no fue sólo militar sino fundamentalmente económico: a) Inglaterra y Estados Unidos suplantaron a España en el control del mercado americano. b) El comercio con América, una de las principales actividades de la economía español, se redujo en gran medida y afectó especialmente a zonas como Cataluña, que orientaba gran parte de su producción a la exportación a las colonias. c) Desapareció también una fuente importante de ingresos para la Hacienda Real –los caudales de Indias-, que quedó al borde de la quiebra. LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO El retorno de Fernando VII Cuando en marzo de 1814 Fernando VII regresó a España, no cumplió sus promesas de acatamiento del régimen constitucional. A través de la conspiración, y amparándose en las peticiones de los absolutistas formuladas en el “Manifiesto de los Persas”, procedió al restablecimiento del Antiguo Régimen. Tras su llegada a Madrid declaró nula la Constitución y los decretos de Cádiz e inició la persecución de liberales y afrancesados, que fueron detenidos y ejecutados y huyeron al exilio. En los meses siguientes, el rey procedió a la restauración de las antiguas instituciones y del régimen señorial en un contexto internacional de restauración del absolutismo, actuando como si fuese posible volver a la situación anterior a 1808. Rehusó emprender reformas y no se tomaron medidas ni para reconstruir la sociedad de posguerra, ni para sanear la Hacienda y hacer frente a la deuda. Por otra parte, el estallido de los movimientos de emancipación de las colonias exigió recursos extraordinarios para hacerles frentes al mismo tiempo que se interrumpía el flujo monetario desde América. En esta situación, el rey se negó a aceptar las reformas fiscales que exigían la contribución de las clases privilegiadas. Sin embargo, y a pesar de esta represión y la resistencia a los cambios, la guerra contra Napoleón había alterado la sociedad española. Los distintos sectores sociales reclamaban los cambios que había mostrado el inicio de la revolución liberal. De este modo, este clima de reivindicación liberal y constitucional estimulaba los pronunciamientos militares para acceder al poder3. Desde 1814 se produjeron diversos pronunciamientos encabezados por mandos militares (Mina, Porlier, Lacy…) que fracasaron, y a los cuales la monarquía respondió con una fuerte represión. 3 Estos consistían en el levantamiento de un sector del ejército a favor de la Constitución, que, con el apoyo civil en las ciudades (organizado por las sociedades secretas y clubs de patriotas) pretendía conseguir suficiente fuerza para imponerse al monarca. 7 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo Trienio Liberal El 1 de enero de 1820 triunfó el pronunciamiento del coronel Rafael Riego a favor de la Constitución4 y obligó al rey a aceptarla y a formar un nuevo gobierno que proclamó una amnistía que permitió el regreso de liberales y afrancesados y convocó elecciones que fueron ganadas por los liberales. Las nuevas Cortes se formaron con una mayoría de diputados liberales e iniciaron una importante obra reformista. El principal objetivo del Trienio fue consolidar la abolición del Antiguo Régimen, iniciada por las Cortes de Cádiz y frenada tras el regreso de Fernando VII. Para ello se tomaron las siguientes medidas: Supresión de los señoríos jurisdiccionales, mayorazgos y vinculaciones, lo que permitió liquidar el feudalismo en el campo. Aprobación de una reforma eclesiástica que suprimía los conventos, secularizaba a los frailes y se llevó a cabo una desamortización de tierras del clero regular. Se pretendía así, limitar el poder de la Iglesia. Reforma del sistema fiscal para aumentar los recursos del Estado. Eliminación de los gremios lo que implicó la libertad de industria y de circulación de mercancías. Además: Se instauró la Milicia Nacional para mantener el orden público y defender el orden constitucional. Una nueva división del territorio en provincias. Promulgación del primer código Penal. Conflictos y tensiones durante el Trienio Las reformas suscitaron rápidamente la oposición de la monarquía y de los absolutistas. Fernando VII que había aceptado el nuevo régimen forzado por las circunstancias paralizó las leyes que pudo recurriendo al derecho a veto que le otorgaba la Constitución. Además conspiró contra el gobierno, buscando el apoyo de las potencias absolutistas. El trienio suscitó el descontento de los campesinos que perdían derechos tradicionales al ser suprimidos los señoríos y de la nobleza tradicional y la Iglesia que, perjudicadas por la supresión de diezmos y privilegios estimularon la revuelta contra los gobernantes del Trienio. Finalmente, las tensiones se produjeron también entre los liberales que se dividieron en dos tendencias: Los moderados (o doceañistas) partidarios de reformas más favorables a las élites sociales (nobleza y burguesía propietaria) que no provocasen conflictos con el rey. Los exaltados (o veinteañistas) que defendían reformas radicales más cercanas a las clases medias y populares. 4 Se pronunció aprovechando la compañía de soldados acantonados en Cabezas de San Juan (Sevilla) que habían de embarcar para ir a combatir la independencia de las colonias americanas. La pasividad del ejército real y la acción de los liberales en las ciudades obligaron al rey a aceptar la Constitución de 1812. 8 HISTORIA DE ESPAÑA BLOQUE DE CONTENIDO 5: La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo Liquidación del Trienio El triunfo del liberalismo en España contagió a otros territorios europeos, lo que alarmó a las potencias de la Santa Alianza5 que enviaron al duque de Angulema al frente de los “Cien Mil Hijos de San Luis” para restablecer el orden tradicional. Fernando VII recuperó la condición de monarca absoluto (octubre de 1823) al derogarse la Constitución y las normas y decretos aprobados durante el trienio, comenzando a partir de entonces un régimen de terror. La década ominosa El regreso del absolutismo fue acompañado de una gran represión y del retorno al inmovilismo político sin que el rey, atenazado por el miedo al liberalismo, iniciase las reformas que el país requería. La pérdida de las colonias americanas agravó la crisis y el rey, a partir de 1825, acuciado por los problemas económicos buscó la colaboración del sector moderado de la burguesía. Esta actitud suscitó la desconfianza de los sectores más tradicionalistas de la Corte. De este modo Fernando VII se encontró con una doble oposición: La de los liberales, opositores naturales al régimen absolutista. La de los apostólicos, nombre con el que se designó al grupo más exaltado de los realistas o absolutistas, que consideraban sospechosas las tímidas medidas de reforma y el moderantismo del monarca. A partir de 1827 los realistas más intransigentes empezaron a lanzar consignas a favor de Carlos el hermano del rey. En este contexto surge la cuestión sucesoria: Fernando VII se casó con su sobrina Mª Cristina de Borbón (1829), y en 1830 tuvo una hija, Isabel. Para poder nombrarla sus sucesora, el rey promulgó la Pragmática Sanción, norma que autorizaba a la sucesión femenina al trono, prohibida hasta entonces por la Ley Sálica. Los más conservadores consideraban ilegal la sucesión de Isabel sosteniendo que debía recaer en Carlos María Isidro, hermano del rey y ferviente defensor del absolutismo. Estándares de aprendizaje específicos de este bloque de contenido – Describe la Guerra de la Independencia: sus causas, la composición de los bandos en conflicto y el desarrollo de los acontecimientos. – Comenta las características esenciales de la Constitución de 1812. – Detalla las fases del conflicto entre liberales y absolutistas durante el reinado de Fernando VII. – Representa una línea del tiempo desde 1788 hasta 1833, situando en ella los principales acontecimientos históricos. – Explica las causas y el desarrollo del proceso de independencia de las colonias americanas. 5 Alianza formada por Prusia, Rusia y Austria a las que se añadió Francia, con el objetivo de intervenir militarmente ante cualquier amenaza liberal. Las demandas de ayuda de Fernando VII como “rey secuestrado por los liberales” dieron lugar a la formación de un ejército francés, los Cien Mil Hijos de San Luis, que bajo el duque de Angulema atravesó los Pirineos en 1823 con el fin de restablecer el orden tradicional. 9