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2014 ESTRÉS Lejos de ser un simple trastorno médico, el estrés es una combinación de sensaciones emotivas, mentales y físicas de la presión, la preocupación y la ansiedad. Intervención en crisis y terapia de emergencia Integrantes del equipo: Brenda Esparragoza Galicia Lidya León Luna Alberto Ortuño Montiel Fernando ESTRÉS Es una reacción o respuesta fisiológica y psicológica de una persona que intenta adaptarse a las presiones a las que se ve sometida originada por el instinto de supervivencia. Es una constante crisis bioquímica, por la que pasa el ser humano en el simple acto de vivir y que naturalmente se intensifica en los momentos de emergencia de apremio y agobio (Rogelio Guerrero Díaz, psicología del mexicano). El estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluido cerebro, nervios, corazón, flujo de sangre, nivel hormonal, digestión y función muscular. El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno, en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por tanto, cierta cantidad de estrés (activación) es necesaria. En general tendemos a creer que el estrés es consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad entendemos que es un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas. Cuando la respuesta de estrés se prolonga o intensifica en el tiempo, nuestra salud, nuestro desempeño académico o profesional, e incluso nuestras relaciones personales o de pareja se pueden ver afectadas. El concepto de Estrés data del año 1930, donde un joven de nacionalidad austriaca con 20 años de edad, que era un estudiante de segundo año de la carrera de medicina llamado Hans Selye, hijo del cirujano austriaco Hugo Selye, se dio cuenta que todos los enfermos a quienes estudiaba y analizaba, tenían síntomas comunes y generales: cansancio, falta de hambre, pérdida de peso, astenia, etc. Esto sorprendió a Selye, y lo denominó el "Síndrome de estar Enfermo". Hans Selye fue graduado y luego realizó un doctorado en química orgánica en la misma universidad a la que iba, donde desarrolló sus famosos experimentos del EJERCICIO FÍSICO extenuante con ratas de laboratorio que comprobaron la elevación de las hormonas suprarrenales, es decir, la ACTH, adrenalina y noradrenalina, la atrofia del sistema linfático y la presencia de ulceras gástricas. Al conjunto de estas modificaciones orgánicas el doctor Selye lo llamo "estrés biológico" Selye comprobó entonces que muchas enfermedades desconocidas tal como las cardiacas, la hipertensión arterial y los trastornos emocionales o mentales no eran más que cambios fisiológicos como un resultado de un prolongado estrés en los órganos de choque mencionados y que estas variaciones podrían estar predeterminadas genética o constitucionalmente. Añadió a sus ideas, que no únicamente los agentes físicos nocivos actuando directamente en el organismo animal son productores de estrés, sino que también, como en el caso del hombre, las demandas de carácter social y las amenazas del entorno de la persona que requieren de capacidad de adaptación provocan el trastorno del estrés. El estrés es la “presión o tensión experimentada por la percepción de un desequilibrio entre la demanda de la situación y la capacidad personal para responder con éxito a esa demanda, cuando las consecuencias de la resolución son percibidas como importantes”. VARIABLES CONDICIONALES DEL ESTRÉS Muchas personas tienen estrés cuando necesitan adaptarse o cambiar. Ejemplos como: Empezar en un nuevo trabajo o colegio Cambiar de colegio Mudarse a una nueva casa Casarse o separarse Tener un hijo Romper con alguien Una lesión o enfermedad suya, de un amigo o de un ser amado. Los sentimientos de estrés y ansiedad son comunes en personas que se sienten deprimidas y tristes. Otros problemas de salud que pueden llevar a que se presente estrés son: • Trastorno obsesivo-compulsivo • Trastorno de pánico • Trastorno de estrés postraumático (TEPT) • Trastorno de ansiedad Algunos fármacos pueden causar o empeorar los síntomas del estrés. Estos pueden abarcar: Algunos medicamentos para inhaladores usados para tratar el asma Fármaco para la tiroides Algunas pastillas para adelgazar Algunos remedios para el resfriado La cafeína, la cocaína, el alcohol y los productos del tabaco también pueden causar o empeorar los síntomas de estrés o ansiedad. Las presiones que son extremadamente intensas, que perduran por mucho tiempo, o los problemas que hay que afrontar sin ayuda, pueden ocasionar una sobrecarga de estrés. Variables personales antecedentes: • Biológicamente • Edad, • Sexo • Grupo étnico • Estilo personal • Nivel socioeconómico • Historia de aprendizaje • Creencias • Estilo de vida • Momento vital (etapas del desarrollo humano) • Sensación subjetiva de capacidad de afrontamiento • Patologías previas • Educación de las redes de apoyo social. Variables Situacionales • Tipo de evento • Origen • Magnitud • Grado de exposición • Recursos de ayuda disponibles, otros. Pueden ser agobiantes si continúan por largo tiempo: Ser víctima de intimidación o estar expuesto a violencia o lesiones físicas Relaciones tensas, conflictos familiares, la tristeza ocasionada por un corazón quebrantado, o el fallecimiento de un ser querido Problemas continuos en la escuela ocasionados por un problema de aprendizaje o cualquier otro problema como (ADHD) - trastorno de falta de atención por hiperactividad, el cual deja de causar estrés una vez que se reconoce y se trata con el apoyo adecuado. Estar siempre apurado, no tener tiempo para descansar y relajarse, y estar siempre en movimiento Fisiológicas: Estas causas están relacionadas con las enfermedades y lesiones del cuerpo que aumentan la tensión interior de la persona produciendo un nivel de estrés que se vuelve contraproducente hacia uno mismo. Por ejemplo, una enfermedad orgánica produce una reacción negativa en el campo emocional. Psicológicas: Se relaciona con la vulnerabilidad emocional y cognitiva. Crisis vitales por determinados cambios (infancia, adolescencia, madurez, vejez). Relaciones interpersonales conflictivas o insuficientes. Condiciones frustrantes de trabajo o estudio: excesiva exigencia o competitividad, monotonía, normas incongruentes, insatisfacción vocacional, etc. Sociales: Cambios sociales en los que cada época trae nuevos retos a afrontar. Cambios tecnológicos acelerados que la persona no puede integrar, etc. Ambientales: Contaminación ambiental. Alimentación desnaturalizada con tóxicos industriales, lugares de trabajo con poca seguridad o con carga electrostática microorganismos patógenos, catástrofes, etc. Entre los factores más comunes del estrés cabe mencionar la falta de control sobre el trabajo, las demandas excesivas a los trabajadores y la falta de apoyo de colegas y superiores. El estrés es atribuible a un desajuste entre las personas y el trabajo, a las malas relaciones y a la presencia de violencia psicológica o física en el lugar de trabajo, así como a conflictos entre el papel que desempeñan los trabajadores en el trabajo y fuera de éste. Las personas reaccionan de manera diferente a unas mismas circunstancias. Algunas personas llevan mejor que otras el que se les exija mucho. Lo importante es la evaluación subjetiva que hace la persona de su situación; la situación por sí sola no permite determinar el grado de estrés que puede provocar. Así, podemos indicar que hay cuatro elementos básicos en la situación de estrés: ¯ La situación objetiva o situación real a la que el sujeto se ve expuesto. ¯ La situación percibida (situación subjetiva). ¯ La selección de la respuesta del individuo para hacer frente a la situación. ¯La conducta ejecutada. Estos elementos básicos van a dar lugar al proceso de la situación de estrés: Proceso perceptivo: se pasa de la situación objetiva o real a la que el sujeto percibe (sería un proceso subjetivo). Proceso de decisión: se va de la situación percibida a la elección de una respuesta para hacer frente a la situación. Proceso de ejecución: de la elección de la respuesta se va a la conducta ejecutada (la acción). Proceso de producción de resultados: serían las consecuencias que la conducta ejecutada tendría sobre la situación objetiva o real. CARACTERISTICAS DE LAS SITUACIONES ESTRÉSANTES Los síntomas son algunos notables como el nerviosismo (Temblar) o estar inquieto. Otros no son tan notables como la aceleración del corazón, las pupilas dilatadas, la sudoración, la piel se torna ribosa y se erizan los vellos de la piel (Como brazos o piernas). La reacción del organismo se caracteriza por modificaciones neuroendocrinas estrechamente mezcladas que ponen en juego el hipotálamo (centro de emoción del cerebro) y las glándulas hipófisis y suprarrenales (centro de reactividad). Esta reacción que es la respuesta normal a un agente específico se produce en todo individuo sometido a una agresión. Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano. Algunos ejemplos son los olvidos (incipientes problemas de memoria): 1 alteraciones en el ánimo, 2 nerviosismo y falta de concentración, en las mujeres puede producir cambios hormonales importantes como dolores en abdominales inferiores, entre otros síntomas. El estrés crónico está relacionado con los trastornos de ansiedad: 3 que es una reacción normal frente a diversas situaciones de la vida, pero cuando se presenta en forma excesiva o crónica constituye una enfermedad 4 que puede alterar la vida de las personas, siendo aconsejable en este caso consultar a un especialista. Por un lado están todas las alteraciones fisiológicas, y por otro están las complicaciones de orden emocional. El estrés es un elemento que aumenta la sensación de agravio en las relaciones sociales, familiares y laborales, al mismo tiempo en que figura como herramienta de distorsión de la realidad. Vivir bajo estrés implica, entonces, no solamente un deterioro físico, sino también psicológico y relacional. El estrés es una sensación que creamos al reaccionar a ciertos eventos. Es la manera en la que el cuerpo se enfrenta a un reto y se prepara para actuar ante una situación difícil con enfoque, fortaleza, vigor y agudeza mental. Los eventos que provocan el estrés cubren una variedad de situaciones - desde verse en peligro físico hasta hacer una presentación en clase o tomar un semestre con la asignatura más difícil. El cuerpo humano responde a estas situaciones activando el sistema nervioso y ciertas hormonas. El hipotálamo envía señales a las glándulas adrenales para que produzcan más adrenalina y cortisol y envíen estas hormonas al torrente circulatorio. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el metabolismo. Los vasos sanguíneos se ensanchan para permitir una mayor circulación sanguínea hacia los músculos, poniéndolos en alerta. Las pupilas se dilatan para mejorar la visión. El hígado libera parte de la glucosa almacenada para aumentar la energía del cuerpo. Y el cuerpo produce sudor para refrescarse. Todos estos cambios físicos preparan a la persona para reaccionar rápidamente y eficazmente cuando siente tensión emocional. Esta reacción se conoce como respuesta al estrés. Cuando funciona como es debido, esta reacción es la mejor forma para que la persona funcione bajo presión. Por ejemplo, tener un poco de estrés porque tienes un examen puede motivarte a estudiar más. Pero cuando el examen te causa mucho estrés, te concentras menos en la materia que necesitas aprender. Las presiones que son extremadamente intensas, que perduran por mucho tiempo, o los problemas que hay que afrontar sin ayuda, pueden ocasionar una sobrecarga de estrés. A continuación mencionamos varias situaciones que pueden ser agobiantes si continúan por largo tiempo: Ser víctima de intimidación o estar expuesto a violencia o lesiones físicas Relaciones tensas, conflictos familiares, la tristeza ocasionada por un corazón quebrantado, o el fallecimiento de un ser querido Problemas continuos en la escuela ocasionados por un problema de aprendizaje o cualquier otro problema como (ADHD) - trastorno de falta de atención por hiperactividad, el cual deja de causar estrés una vez que se reconoce y se trata con el apoyo adecuado. Estar siempre apurado, no tener tiempo para descansar y relajarse, y estar siempre en movimiento Algunas veces el estrés es extremo y necesita atención especial. El trastorno de estrés post-traumático es una reacción muy fuerte que puede producirse en personas que han pasado por una situación extremadamente traumática, como un accidente automovilístico grave, un desastre natural como un terremoto, o una agresión como la violación sexual. Algunas personas tienen problemas de ansiedad que causan reacciones extremas de estrés, convirtiendo pequeñas dificultades en crisis mayores. Si una persona se siente tensa, enojada o preocupada o tensa con frecuencia, es posible que sufra de ansiedad. Los problemas de ansiedad generalmente necesitan atención, y muchas personas buscan la ayuda de un consejero profesional para superarlos. Las personas que están pasando por una sobrecarga de estrés muestran algunos de los siguientes síntomas: Ansiedad o ataques de pánico Constante presión, confusión y apresuramiento irritabilidad y melancolía síntomas físicos: problemas estomacales, dolores de cabeza y dolores de pecho reacciones alérgicas: eczema y asma problemas del sueño beber en exceso, comer en exceso, fumar o usar drogas tristeza o depresión Nuestro organismo sufre alteraciones como: Dolor de cabeza Caída de cabello Problemas de espalda o cuello Problemas del sueño Gastritis y úlceras de estómago Palpitaciones o temblores Ansiedad Miedo Dificultad para concentrarse Tartamudez Risa nerviosa Alteraciones del apetito Músculos contraídos Todas las personas sienten el estrés de una manera diferente. Algunas personas se enfadan, comportándose de manera poco apropiada y desquitándose con los demás. Otras personas lo esconden y comienzan a padecer de problemas alimentarios o abuso de sustancias ilegales. Las personas que padecen de una enfermedad crónica también notan que los síntomas de su enfermedad se a crecentan cuando tienen una sobrecarga de estrés. Frase: “No puedes cambiar el pasado, pero puedes arruinar tu presente al preocuparte por el futuro” (Anónimo). Bueno nos habla los siguientes autores (Lazarus y Folkman) señalan que existen ciertas características que parecen determinar el que una situación devenga como estresante. Entre ellas se destacan: el cambio o novedad, la falta de información, la no predictibilidad, la incertidumbre, la ambigüedad y significación para la persona, entre otras. Al igual destacan las condiciones biológicas del organismo y la carencia de habilidades para hacerle frente. Existen dos tipos de estresores que son: Los estresores internos pueden ser estímulos de características físicas, como el dolor producido por una herida, una enfermedad; o de características más cognitivas, como el recuerdo de una situación desagradable, pensamientos sobre la propia inutilidad o lo difícil que puede ser el futuro inmediato, sentimientos de culpa o ambiciones no conseguidas. Los estresores externos también pueden provenir de aspectos físicos, como la temperatura ambiental extrema, el ruido, la luz intensa; o implicar aspectos cognitivos, como, por ejemplo, ver que dos personas hablan en voz baja y de vez en cuando le miran y se ríen. Aunque funcionan como estresores tanto los aspectos físicos como los cognitivos, estos últimos son más frecuentes e importantes. El autor lazarus y folkman ellos dividen en dos grupos diferencia que cada estresor se da por motivos diferentes Donde igual forma se pueden dividir entre siguientes a los estresores por la Externas: Entre las principales encontramos: El medio ambiente. Problemas familiares, sociales, económicos y de trabajo. Las molestias y preocupaciones de la vida diaria, como el tráfico, la situación política del país, etcétera. Es importante distinguir entre las situaciones cuya solución sí está en mis manos y aquellas que no dependen de mí. En las primeras, lo adecuado es analizarlas para escoger la solución correcta y actuar. En las segundas, es necesario fortalecer nuestro organismo, cuidarnos y cambiar nuestra manera de pensar y encarar el problema. Internas: Están relacionadas con nuestros pensamientos, creencias, características valores y personales. Por ejemplo: Expectativas poco realistas, pensamiento rígido, pesimismo, perfeccionismo, etc. El deseo o necesidad de quedar bien con "todo el mundo". El dolor, enfermedad, incapacidad, etc. En estos casos necesitamos buscar la solución en nosotros mismos, ya que está relacionada con nuestra actitud ante la vida, con nuestra manera de pensar y con el manejo de nuestras propias emociones. Mixtas: Es una combinación de las dos anteriores. Es la manera en que pensamos, respecto a los problemas que vivimos. FRASE: El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia. Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta. Tú puedes lograrlo. Silvia Russek. REFLEXION Recuerda que cada uno de nosotros es diferente. Pensamos, actuamos y hemos tenido una vida y un aprendizaje distintos. Sin embargo, existen situaciones que estresan a la mayor parte de la gente. Si las reconocemos, podemos aprender a manejarlas o a cambiarlas. Podemos disfrutar de la vida. Por otra parte podemos ver otras situaciones que abarcan las características de las situaciones estresantes Cuando usted está muy estresado, puede notar las siguientes situaciones: Una frecuencia cardíaca más rápida Latidos cardíacos saltones Respiración rápida Sudoración Temblores Mareo Otros síntomas abarcan: Heces sueltas Necesidad frecuente de orinar Boca seca Problemas para deglutir Usted puede tener dificultad para concentrarse, sentirse cansado la mayoría de las veces o perder los estribos con mayor frecuencia. Factores ambientales 1. El Ruido. 2. La Vibración. 3. La Iluminación. 4. La Temperatura. 5. La Higiene. 6. La Toxicidad. 7. La Meteorología. 8. La Postura. Factores físicos Condiciones que nos afectan en nuestro cuerpo, 1. Cambios extremos de temperatura, 2. contaminación, 3. choque eléctrico, 4. ejercicio prolongado Factores psicosociales Provienen de las relaciones sociales, generalmente por aislamiento o excesivo contacto (hacinamiento) o SINTOMAS 1. Aumento de la frecuencia cardíaca 2. Aumento de la frecuencia respiratoria 3. Tensión muscular 4. Redistribución de la sangre 5. Liberación hormonal y bioquímica 6. Ansiedad 7. Irritación Tensión o miedo 8. Cambios de humor 9. Ataques de pánico 10. Obsesión compulsiva 11. Facilidad para llorar 12. Pérdida del apetito 13. Cansancio 14. Tic nervioso 15. Despersonalización ETAPAS DEL ESTRÉS El Síndrome de Adaptación General de Selye (1926), aplicado a nuestro tema, se basa en la respuesta del organismo ante una situación de estrés ambiental distribuida en tres fases o etapas: 1. Fase de alarma. Ante la percepción de una posible situación de estrés, el organismo empieza a desarrollar una serie de alteraciones de orden fisiológico y psicológico (ansiedad, inquietud, etc.) que lo predisponen para enfrentarse a la situación estresante. La aparición de estos síntomas está influida por factores como los parámetros físicos del estímulo ambiental (intensidad del ruido), factores de la persona, el grado de amenaza percibido y otros como el grado de control sobre el estímulo o la presencia de otros estímulos ambientales que influyen sobre la situación. Selye (1975) 2. Fase de resistencia. Supone la fase de adaptación a la situación estresante. En ella se desarrollan un conjunto de procesos fisiológicos, cognitivos, emocionales y comportamentales destinados a "negociar" la situación de estrés de la manera menos lesiva para la persona. Si finalmente se produce una adaptación, esta no está exenta de costos, disminución de la resistencia general del organismo, disminución del rendimiento de la persona, menor tolerancia a la frustración o presencia de trastornos fisiológicos más o menos permanentes y también de carácter psicosomático. Selye (1975) 3. Fase de agotamiento. Si la fase de resistencia fracasa, es decir, si los mecanismos de adaptación ambiental no resultan eficientes se entra en la fase de agotamiento donde los trastornos fisiológicos, psicológicos o psicosociales tienden a ser crónicos o irreversibles, Selye (1975) Fases del estrés ejemplos Cuando el organismo se encuentra ante situaciones de peligro, se prepara para enfrentarse o huir, lo que origina una serie de cambios biológicos de origen autonómico. Fase de alarma o huida El cuerpo se prepara para producir el máximo de energía, con los consecuentes cambios químicos. El cerebro, entonces, envía señales que activan la secreción de hormonas, que mediante una reacción en cadena provocan diferentes reacciones en el organismo, como tensión muscular, agudización de los sentidos, aumento en la frecuencia e intensidad de los latidos del corazón, elevación del flujo sanguíneo, incremento del nivel de insulina para que el cuerpo metabolice más energía. Fase de adaptación También llamada de resistencia, que es cuando se mantiene la situación de alerta, sin que exista relajación. El organismo intenta retornar a su estado normal, y se vuelve a producir una nueva respuesta fisiológica, manteniendo las hormonas en situación de alerta permanente. Fase de agotamiento Sucede cuando el estrés se convierte en crónico, y se mantiene durante un período de tiempo que varía en función de cada individuo. Esta fase provoca debilidad, se descansa mal, aparece sensación de angustia y deseo de huida. En condiciones apropiadas, y a corto plazo, los cambios provocados resultan beneficiosos, como por ejemplo durante un incendio, o el ataque de un animal. Algunas personas llegan a desarrollar, en situaciones de peligro, habilidades que no podrían haber imaginado. Los síntomas del estrés desaparecen cuando el episodio concluye. Cada vez que enfrentamos un cambio tanto si el acontecimiento es agradable como si es desagradable- se rompe la homeostasis y estamos sometidos a estrés durante el período de adaptación al acontecimiento. Llamamos adaptación al proceso de restablecimiento de la homeostasis. RESPUESTAS AL ESTRÉS Sabemos que la respuesta de estrés es subjetiva y personal, depende de cómo percibamos la situación de estrés (incluso cuando se piensa en algo potencialmente estresante) y de nuestra capacidad de hacerle frente. Es un proceso complejo que se compone de diversos niveles (fisiológico, psicológico, emocional y conductual). Intentaré exponerlo de la manera más sencilla posible: En primer lugar, cuando se nos presenta una situación potencialmente estresante se produce la evaluación y toma de conciencia de la misma. La examinamos y evaluamos sus características (por ejemplo grado de predictibilidad, incertidumbre, o amenaza) que determinaran la intensidad de nuestra respuesta de estrés. Una vez valorada la necesidad de actuar, de adaptarnos a este nuevo entorno, nuestro cuerpo activa el Hipotálamo, una glándula endocrina de origen ancestral situada en lo más profundo de nuestro cerebro, cuya función principal es la expresión fisiológica de la emoción. Es el hipotálamo quien da el pistoletazo de salida a la respuesta del estrés. Este “disparo nervioso” viaja a través de fibras que pasan por nuestra médula espinal, de esta forma, el hipotálamo se comunica con las glándulas suprarrenales situadas en nuestros riñones que son las encargadas de regular químicamente la respuesta de estrés a través de la secreción de distintos tipos de hormonas. El cuerpo humano responde a estas situaciones activando el sistema nervioso y ciertas hormonas. El hipotálamo envía señales a las glándulas adrenales para que produzcan más adrenalina y cortisol y envíen estas hormonas al torrente circulatorio. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el metabolismo. Los vasos sanguíneos se ensanchan para permitir una mayor circulación sanguínea hacia los músculos, poniéndolos en alerta. Las pupilas se dilatan para mejorar la visión. El hígado libera parte de la glucosa almacenada para aumentar la energía del cuerpo. Y el cuerpo produce sudor para refrescarse. Todos estos cambios físicos preparan a la persona para reaccionar rápidamente y eficazmente cuando siente tensión emocional. Esta reacción se conoce como respuesta al estrés. Cuando funciona como es debido, esta reacción es la mejor forma para que la persona funcione bajo presión. Pero la respuesta al estrés también puede causar problemas cuando es extrema. La respuesta al estrés (respuesta de combate o fuga) es crítica en situaciones de emergencia, como cuando un conductor tiene que frenar el auto repentinamente para evitar un accidente. También se activa en una forma más sencilla cuando la persona está tensa, aunque no corra peligro - como cuando tu batazo puede ganar el juego; cuando te preparas para una fiesta o cuando estás haciendo un examen final. Un poco de estrés de este tipo puede ayudarte a mantenerte atento, listo para hacerle frente a cualquier reto. Y el sistema nervioso vuelve a su normalidad, listo para responder de nuevo cuando sea necesario. Pero el estrés no es siempre una reacción a cosas inmediatas o momentáneas. Eventos progresivos o a largo plazo, como un divorcio o el traslado a un nuevo vecindario o escuela, también pueden causar estrés. Las situaciones a largo plazo pueden producir un estrés de poca intensidad, pero perdurable, ocasionando dificultades a la persona. El sistema nervioso siente una tensión continua y se mantiene relativamente activo a fin de continuar liberando hormonas adicionales durante un período de tiempo prolongado. Esto puede agotar las reservas del cuerpo, haciendo que la persona se sienta agotada o abrumada, debilitando el sistema inmunológico del cuerpo y ocasionando otros problemas. Vivir sabiendo que la insuficiencia renal es una enfermedad crónica, que nunca desaparecerá, es estresante. Las personas reaccionan de diferente manera: Enojo Es fácil sentirse enojado si se le diagnostica insuficiencia renal o alguna otra enfermedad crónica. El enojo puede ser constructivo. Algunas personas lo utilizan para dirigir su energía para vivir la vida tan completa y activa como sea posible. El enojo también puede ser destructivo. Muchas veces los pacientes se enojan con las personas que le rodean, como la esposa o los padres, o con los integrantes del equipo médico. El enojo dirigido a quienes le ayudan puede provocar que lo eviten, dejándolo aislado y solo. Intente no dejar que el enojo le impidan aceptar el apoyo que le ofrecen o simplemente de hablar con otros. Puede ser difícil aceptar ayuda. No obstante, normalmente hay alguien-un amigo o integrante del equipo renal, su familia o el clero- con quienes se sienta cómodo compartiendo sus sentimientos. Pida a esa persona que le ayude a manejar su enojo. Mantenerlo alejado es un paso positivo y las personas lo respetarán por eso. Depresión La depresión es una emoción natural que muchas personas sienten de vez en cuando. Los pacientes renales no son la excepción. Muchas veces, solo hablar con alguien es buena terapia. Cuando están de acuerdo con su diagnóstico, muchos pacientes encuentran conveniente retirarse durante un tiempo. Si usted está deprimido, deje que las personas cercanas a usted sepan que necesita algún tiempo para usted mismo. De otro modo sentirán que los culpa por su enfermedad. Aunque es difícil para las personas que están deprimidas seguir compartiendo sus sentimientos con amigos y familiares o con las personas que apenas conocen, como los integrantes de su equipo de atención renal, es importante que se les acerque. Existen muchos grupos de apoyo para pacientes y sus familias. Ellos proporcionan una forma en la que usted puede compartir sus experiencias con otros. Esto puede ayudar si usted (o su pareja o un miembro de su familia) tienen frecuentes ataques de depresión u observan que estos duran mucho tiempo, deben buscar ayuda. Hable con su médico u otros integrantes de su equipo para cuidados renales. No se preocupe si se emociona o llora cuando comenta sus sentimientos. Su médico podrá valorar si usted se beneficiaría con un asesoramiento o si le ayudaría algún medicamento antidepresivo. Baja autoestima Su autoestima puede bajar, entre otras cosas, por: • Dependencia • Imagen corporal negativa • Dificultades en sus relaciones con otros Otras características de respuestas al estrés son: 1. Aumenta la fuerza física 2. Las glándulas suprarrenales secretan adrenalina a la sangre 3. La actividad del simpático aumenta; así se libera energía en los músculos y el cerebro 4. Se realiza una movilización fulminante de todas las reservas corporales 5. El pulso, la presión sanguínea y la frecuencia respiratoria aumentan 6. Los glóbulos rojos se diseminan para facilitar la recepción de oxígeno y la entrega de dióxido de carbono 7. El factor de coagulación aumenta Una forma en la que los pacientes pueden aumentar su confianza es estableciendo metas realistas, como hacer ejercicio o hacer salidas regulares, y trabajando en el logro de éstas. Recuerde que mantener su tratamiento y su insuficiencia renal bajo control es un enorme logro en sí mismo. Hable con su equipo médico si siente que le gustaría ser más independiente. De acuerdo con su condición, puede haber formas para ajustar su tratamiento que le ayudarán a lograrlo. El estrés es el fracaso del intento de adaptación del hombre con el entorno que le rodea; como consecuencia y en relación con las características psicofísicas de cada persona, se determinarán la aparición rápida o tardía de los síntomas de estrés. Generalmente se trata de disfunciones que son potencialmente peligrosas afectando a la práctica totalidad de órganos de nuestra anatomía. Alteraciones físicas a) Alteraciones digestivas Úlcera de estómago, colon irritable, dispepsia funcional, colitis ulcerosa, aerofagia. b) Alteraciones respiratorias Hiperventilación, disnea, asma, sensación de ahogo. c) Alteraciones nerviosas Pérdida de memoria, cefalea, astenia, ansiedad, cambios de humor, aumento de consumo de drogas sociales, depresión. d) Alteraciones psicológicas Preocupación excesiva, falta de concentración, falta de control, desorientación, olvidos frecuentes, consumo de fármacos, bloqueos mentales, hipersensibilidad a las críticas, incapacidad de decisión, trastornos del sueño, adicción a drogas. Predominio del sistema nervioso simpático (vasoconstricción periférica, midriasis, taquicardia, taquipnea, ralentización de la motilidad intestinal, etc.) Liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina. Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y factores inmunitarios. Todos estos mecanismos los desarrolla el cuerpo para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo, no para que se los mantenga indefinidamente, tal como sucede en algunos casos. A medio plazo, este estado de alerta sostenido desgasta las reservas del organismo y puede producir diversas patologías (trombosis, ansiedad, depresión, inmunodeficiencia, dolores musculares, insomnio, trastornos de atención, diabetes, etc.) El estrés provoca inmunodepresión. La liberación de hormonas de estrés inhibe la maduración de los linfocitos, encargados de la inmunidad específica. Las consecuencias, por ende, terminan siendo fisiológicas, psicológicas y conductuales. Estas generan daños en el cuerpo que afectan la calidad de vida de las personas. A continuación se presenta una lista de los estragos más comunes causados por el estrés: • Obesidad y sobrepeso • Pérdida del cabello • Depresión • Reducción del deseo sexual • Menstruación irregular • Acné • Cuadros alérgicos • Úlceras • Insomnio • Disminución de fertilidad • Enfermedades cardíacas PAUTAS BÁSICAS PARA EL CONTROL DE ESTRÉS Las estrategias para afrontar el estrés buscan prevenir o controlar los excesos en las demandas procedentes del entorno o bien de nosotros mismos. En los casos en que la situación que nos genera estrés es inevitable, como un examen o una lesión, el desafío consiste en hacer frente a la situación de la manera más saludable posible, lo cual incluye no seguir haciendo aquello que sabemos, por el pasado, que no nos ha dado resultado. Para ello te sugerimos algunas estrategias que han probado ser eficaces, y que pueden ayudarte a hacer frente a situaciones de mucha tensión. El mejor método para hacerle frente al estrés es aprender a manejar el estrés que acompaña cualquier reto; ya sea bueno o malo. El arte de manejar el estrés se va perfeccionando si se usa con regularidad, no solamente cuando se está bajo presión. Saber cómo eliminar el estrés y hacerlo durante situaciones calmadas puede ayudarte a pasar por circunstancias difíciles que puedan surgir. A continuación mencionamos varias sugerencias que ayudan a controlar el estrés. PROGRAMA INDIVIDUAL PARA EL CONTROL DEL ESTRÉS: Encuentre lo positivo en las situaciones y no viva con lo negativo. Planee actividades divertidas. Tome descansos regulares. Actividad física: Comience un programa de actividad física. La mayoría de los expertos recomiendan hacer 20 minutos de actividad aeróbica 3 veces por semana. Encuentre un compañero con quien practicar los ejercicios, ya que es más divertido y lo motivará a no abandonar la rutina de ejercicios. Nutrición: Consuma alimentos que mejoren su salud y bienestar. Por ejemplo, incremente la cantidad de frutas y verduras que come. Apoyo social: Haga un esfuerzo por socializar. Aunque usted se puede sentir tentado a evitar a la gente, encontrarse con amigos generalmente ayuda a las personas a sentirse menos estresadas. También es importante tomar en cuenta otras pautas de vida que pueden favorecer el control de estrés. 1º Respiración profunda: para Esta técnica es muy fácil de aplicar y es útil controlar las reacciones fisiológicas al enfrentar situaciones emocionalmente intensas. Inspira profundamente mientras cuentas mentalmente hasta 4. Mantén la respiración mientras cuentas mentalmente hasta 4. Suelta el aire mientras cuentas mentalmente hasta 8. 2º Detención del pensamiento: Esta técnica se centra en el control del pensamiento y para ponerla en práctica debes seguir los siguientes pasos: Cuando empieces a encontrarte incómodo, nervioso o alterado, préstale atención al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifiques todos aquellos con connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el odio hacia otras personas, la culpa, etc.) Repite hacia ti mismo “¡Basta!” Sustituye esos pensamientos por otros más positivos El problema de esta técnica es que se necesita cierta práctica para identificar los pensamientos negativos, así como para darles la vuelta y convertirlos en positivos. 3º Relajación muscular: Esta entrenamiento técnica previo requiere siguiendo los siguientes pasos: Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos. Relaja lentamente todos los músculos de su cuerpo, empezando con los dedos de los pies y luego haz lo mismo con el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza. Una vez que hayas relajado todos los músculos de su cuerpo, imagínate en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo en una playa). Cualquiera que sea el lugar que elijas, imagina que estás totalmente relajado y despreocupado. Practica este ejercicio tan a menudo como sea posible, al menos una vez al día durante unos 10 minutos en cada ocasión. Si te ha convencido la utilidad del ejercicio, recuerda que debes practicarlo para llegar a automatizar el proceso y conseguir relajarte en unos pocos segundos. Finalmente, es importante considerar que las situaciones estresantes están presentes en nuestra vida cotidiana y evadirlas, negarlas o reprimirlas podrían ser factores desencadenantes de serios problemas de salud física y emocional a largo plazo. 4° Meditación: En un estudio tailandés se comprobó que los individuos que practican meditación budista tenían menos niveles de cortisol y de presión arterial. 5° Música: La música puede calmar al cerebro y reducir los niveles de estrés generados por cualquier circunstancia o por un examen médico invasivo, tal como se comprobó en un estudio por médicos del Japón. 6° Dormir: Dormir menos de 8 horas diarias puede significar un 50% más de cortisol que quienes duermen ese tiempo. En un estudio en Alemania del Instituto de Medicina Aeroespacial, se comprobó que los pilotos que dormía 6 o menos horas durante siete noches tenían más niveles de cortisol que se mantuvieron altos por dos días. Si usted no tiene las 8 horas necesarias para controlar el estrés, tomar una siesta puede contribuir a reducir los niveles de cortisol. 7° Té negro: Un estudio en el University College de Londres, comprobó que las personas que tomaban té negro después de una tarea estresante reducían en un 47% los niveles de cortisol. fenoles y flavonoides contenidos Los en científicos el té negro creen que pueden los poli ser los responsables de su efecto calmante. 8° Amistades: El simple hecho de salir con un amigo puede moderar la respuesta hormonal del estrés y se puede reducir a la mitad los niveles de cortisol con sólo reírse un lapso de tiempo, según lo señala un estudio de la Universidad de Loma Linda. 9° Masajes: Una investigación de la Universidad de Miami, ha comprobado que después de varias semanas de masaje, los niveles de cortisol se reducen en casi un tercio. Además, los masajes permiten contrarrestar el estrés mediante la liberación de dopamina y serotonina, las hormonas de la felicidad que también se producen al socializar con amigos o hacer algo divertido. 10° Hacer algo espiritual: Los rituales religiosos o creer en un ser superior fortalece a las personas ante las situaciones estresantes y puede reducir el cortisol. 11° Goma de mascar: Masticar una sencilla goma de mascar reduce la tensión y los niveles de cortisol salival en alrededor de un 12%. El mejor método para hacerle frente al estrés es aprender a manejar el estrés que acompaña cualquier reto; ya sea bueno o malo. El arte de manejar el estrés se va perfeccionando si se usa con regularidad, no solamente cuando se está bajo presión. Saber cómo eliminar el estrés y hacerlo durante situaciones calmadas puede ayudarte a pasar por circunstancias difíciles que puedan surgir. A continuación mencionamos varias sugerencias que ayudan a controlar el estrés: No te sobrecargues con actividades. Si te sientes tenso, piensa en eliminar una o dos actividades, optando por mantener las más importantes. Se realista. No trates de ser perfecto - nadie lo es. Esperar perfección de los demás aumenta el nivel de tu estrés (sin mencionar la presión que ejerce sobre los demás). Si necesitas ayuda con algo, como el trabajo escolar, pídela. Duerme bien. Cuando se duerme la cantidad de horas necesarias, el cuerpo y la mente se mantienen en buen estado, pudiendo manejar cualquier situación negativa que cause estrés. Debido a que el "reloj del sueño" biológico cambia durante la adolescencia, muchos adolescentes prefieren acostarse más tarde en la noche y dormir más tarde en la mañana. Pero si te acuestas tarde y tienes que levantarte temprano para ir a la escuela, no dormirás la cantidad de horas necesarias. Aprende a relajarte. El antídoto natural del cuerpo para el estrés se llama respuesta de relajamiento. Es lo opuesto al estrés y crea una sensación de calma y bienestar. Los beneficios químicos de la respuesta de relajamiento pueden activarse simplemente relajándote. Puedes provocar la respuesta de relajamiento si aprendes unos simples ejercicios de respiración y los usas cuando estés en una situación que te cause estrés. (Haz "click" en el botón para aprender sobre una). Asegúrate de mantenerte relajado y de tomar tiempo para disfrutar de actividades que te calmen y sean placenteras: leer un buen libro, tomar tiempo para disfrutar de tu pasatiempo favorito, jugar con tu animalito preferido, o darte un baño relajante. Cuida tu cuerpo. Los expertos están de acuerdo en que ejercitarse con regularidad ayuda a las personas a manejar el estrés. (El ejercicio excesivo o compulsivo puede contribuir al estrés, por lo tanto, debe hacerse con moderación). Aliméntate bien para que tu cuerpo funcione de la mejor forma posible. Cuando sientes estrés, es fácil comer apresuradamente y comer comidas rápidas o que no son nutritivas. Cuando tienes estrés, tu cuerpo necesita más vitaminas y minerales que nunca. Algunas personas usan drogas para escapar de la tensión emocional. Aunque parezca que el alcohol y las drogas alivian la tensión emocional momentáneamente, la realidad es que depender de ellos causa más estrés porque afecta la habilidad natural del cuerpo para recuperarse. Cuida tus pensamientos. Tus perspectivas, actitud y pensamientos influyen mucho en la manera en que percibes las situaciones. ¿Está tu copa medio llena o medio vacía? Una buena dosis de optimismo te ayudará a salir adelante en situaciones difíciles. Aunque no tengas práctica o seas algo pesimista, todos podemos aprender a pensar con más optimismo y disfrutar de los beneficios. Resuelve los problemas sencillos. Aprender a resolver los problemas cotidianos te hace sentir en control. Evitarlos puede hacerte sentir que tienes poco control de la situación, causándote todavía más estrés. Aprende a evaluar la situación con calma, a pensar en las opciones que tienes, y a tomar los pasos necesarios para resolver el problema. Cuando te sientes capaz de resolver problemas pequeños, tendrás la confianza necesaria para resolver problemas más complejos - lo cual te ayudará en situaciones que te causen mucho estrés. Aumenta tu resistencia Se mantienen serenos bajo presión y pueden resolver los problemas según van surgiendo. Los investigadores han identificado las cualidades que hacen que ciertas personas posean una resistencia natural aun cuando se enfrentan a circunstancias que producen mucho estrés. Si deseas aumentar tu resistencia, trata de adquirir estas actitudes y comportamientos: Piensa en los cambios como retos normales en tu vida. Reconoce las demoras y las derrotas como un problema momentáneo que puedes resolver. Piensa que tendrás éxito si continúas avanzando hacia tu meta. Resuelve los problemas cuando surjan Establece relaciones firmes y cumple con tus compromisos con tu familia y amistades. Consigue un buen sistema de apoyo y pide ayuda. Participa en actividades para relajarte y divertirte con regularidad Aprende a pensar que los retos son oportunidades y las situaciones difíciles no son desastres, sino problemas momentáneos. Resuelve los problemas y pide ayuda y consejos de otras personas, en vez de quejarte y permitir que se te acumule el estrés. Fija tus propias metas y mantente al tanto de tu progreso. Toma tiempo para relajarte. Sé optimista. Cree en ti mismo. Respira. Permite que un poquito de estrés te motive a tomar una acción positiva que te ayude a alcanzar tus metas. Si tu o alguien de tu familia, o amigos se ha estado sintiendo bajo mucho estrés y ha empezado a somatizarlo, es hora de hallar el tratamiento ideal, antes de que sea más difícil y puedan haber deterioros fuertes en la salud. A continuación te doy una guía sencilla y clara para que sepas que camino debes tomar. Lo más importante es que estés muy atento a cualquier síntoma que se presente, muchas veces es más sencillo verlos en los demás pero si tienes dudas pregunta a quienes te rodean y se interesan por ti. Pídeles que sean muy honestos y si eres tú el que debe decirle a un ser querido, hazlo con mucho respeto y amor, para que lo puedas ayudar sin generar rechazo. Tratamiento para el estrés: debe incluir todas las áreas de tu vida, así como todo tú ser para que llegue a ser efectivo. Maneja tus Emociones: Si eres de las personas que son muy emotivas, cuando estas feliz lo expresas a los cuatro vientos y de igual forma lo haces cuando no te sientes muy bien, debes empezar a escuchar con atención a tu mente para mantener el control de tus emociones. No debes volverte inexpresivo o insensible solo debes evitar los picos emocionales. Cuando te digo que prestes atención a lo que dice tu mente es porque cualquier emoción que tienes empezó por un pensamiento que no advertiste y fue seguido por una serie de pensamientos que te llevo a sentirte triste, ansioso, estresado, etc. Cuando empieces a sentirte “no muy bien” en cualquier sentido empieza a racionalizar la emoción y recuerda que lo que deseas es sentirte bien. Controla tus Jornadas Laborales y Tiempo Libre: Cuando disfrutamos de los que hacemos o tenemos una gran responsabilidad en nuestro trabajo, olvidamos que necesitamos descansar y realizar actividades diferentes a trabajar para mantener el buen desempeño y el equilibrio en nuestra vida en general. Revisa qué porcentaje del total de tu tiempo dedicas a trabajar, a descansar, a tus hobbies, a tu familia, a tus amigos, etc. La principal razón por la que hay personas en las clínicas de reposo por estrés es porque no supieron encontrar momentos para desconectarse en un 100% de su trabajo y disfrutar del descanso, de la familia, de los amigos, o simplemente de un buen juego del deporte favorito en la tv. Revisa tus Relaciones: Para muchos de nosotros nuestras relaciones, ya sea de pareja, familia o amigos es muy importante, tanto así que define nuestro estado de ánimo y nuestra forma de sentirnos. Si quieres ser una persona libre de estrés debes aprender a sentirte bien, independientemente de cómo estén tus relaciones. Recuerda que si tú estás bien, los que estén a tu alrededor también lo estarán. Amate por ser quien eres, así podrás amar a los demás, tu eres la persona más importante para ti. Tu primer compromiso al llegar a este planeta fue, ha sido y será “Cuidar de ti mismo y hacerte Feliz”. Al cumplir con este importante compromiso tus relaciones darán un vuelco total. Si cada ser humano se encargara de hacerse feliz a sí mismo, tendríamos relaciones más armónicas, pueblos y sociedades felices, un mundo en armonía y equidad. En cada semana tomate por lo menos 30 minutos para hacer algo que desees, a solas, solo contigo, después de que logres destinar este tiempo te acercarás más a ti y poco a poco te empezarás a sentir mejor. Si en un principio no sabes qué hacer con esos 30 minutos empieza haciendo una lista de actividades que has querido realizar y nunca las has hecho y ve agregando actividades con el pasar de los días, te darás cuenta que cada vez más disfrutarás de este tiempo a solas. Controla tu Alimentación y Ejercicio Físico: Los alimentos son la gasolina de tu cuerpo, revisa tu alimentación. Las frutas, verduras, y cereales te aportan mucha fibra y ayudan a acelerar tu metabolismo, consume las proteínas que más te gusten, sin excederte, los hidratos de carbono te dan energía es muy importante que el consumo de estos, este directamente relacionado con la cantidad de ejercicio que realices, algo que es muy útil para mantenerte en la línea es NO privarte de ningún alimento, solo controla las cantidades en las que lo consumes. Es muy recomendable consumir 5 comidas al día, de tamaño pequeño y JAMAS escúchame bien, JAMAS aguantar hambre. Por otro lado el ejercicio físico te ayuda no solo a quemar calorías sino que también te ayuda a liberar tensiones. Una de las personas con las que he trabajado, es muy emocional, es decir que vive con grandes picos emocionales y esto había estado perjudicando sus relaciones y su salud, pero se inscribió en clases de Kick Boxing y su vida ha cambiado radicalmente, porque después de un largo y tensionante día, se dirige a su clase y desahoga todo su estrés y frustración allí. Ahora en el trabajo y en la casa es una persona que sabe manejar mejor la tensión, la presión, el estrés y la frustración cuando las cosas no salen como desea. Todo esto gracias al Programa de Relajación y Cambio de Vida Salud y Mente. Algunas ventajas de las meditaciones guiadas desde el punto de vista físico. Las meditaciones guiadas redicen la presión arterial. Cuando meditas relajas tu mente, y por ende tus nervios; ellas revitalizan tu sistema nervioso. Las meditaciones guiadas alivian la tensión de los músculos y las articulaciones. Los músculos tensos pueden conducir a espasmos musculares. Las meditaciones, como te ayudan en la relajación física, evidentemente esto estímulo a los músculos en su relajación. Las meditaciones guiadas ayudan el reforzar el sistema inmunológico. Se ha demostrado que el estrés produce disminución de las defensas del organismo, y con las meditaciones guiadas se reduce y se sana el estrés. Las meditaciones guiadas, ayudan al sistema respiratorio a trabajar mejor, ya que con las meditaciones guiadas pones tu atención en la respiración, respirando de una manera relajada, lenta y profunda, con la cual los pulmones se abren y se expanden, haciendo la respiración más fácil. Algunas ventajas de las meditaciones guiadas desde el punto de vista mental. Las meditaciones guiadas reducen el estrés y la ansiedad, ya que por medio de ellas te enfocas en el presente y con ello evitas las distracciones. Las meditaciones guiadas reducen la depresión y aumenta el estado de ánimo positivo, ya que te permite cambiar tu percepción de las cosas y con ello tu actitud ante ellas. Una actitud positiva le dice adiós a la depresión. Las meditaciones guiadas aclaran tu mente, lo que te permite tomar mejores decisiones. Cuando estás estresado o ansioso, en tu mente no hay claridad y hay mucho nubla miento, lo que no te permite percibir las cosas con claridad. Con las meditaciones guiadas reduces la velocidad de las ondas cerebrales y con ello aparece el aumento de la creatividad, la inteligencia y el razonamiento. Bibliografía http://www.anacordoba.com/masajes-para-el-estres/ http://caminoalaluz.info/ventajas-de-las-meditaciones-guiadas/ McKay, M, Davis, M. y Fanning, P. (1985). Técnicas cognitivas para el tratamiento del estrés. España: Editorial Martínez Roca http://kidshealth.org/teen/en_espanol/mente/stress_esp.html http://estres-enfermedad-del-siglo21.blogspot.mx/ http://www.saludmed.com/Documentos/Estres.html6 http://www.conductitlan.net/centro_regional_investigacion_psicologia/06fact ores_estresantes.pdf http://www.psicosaludtenerife.com/hablemos-de-estres-la-respuesta-deestres/ http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003211.htm