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LOS HOMBRES Y SUS MUROS Aproximaciones sociológicas a los barrios cerrados Guillermo David Gerbaudo* Palabras claves: barrios cerrados – inseguridad – urbanismo. Resumen El presente trabajo aborda las consecuencias sociales del fenómeno urbanístico conocido en su generalidad como barrios cerrados. Aunque publicitariamente se suelen destacar la cercanía a la naturaleza y los accesibles servicios como las principales características de estos proyectos habitacionales, lo cierto es que los mismos constituyen una medida privada contra el problema de la inseguridad a la que han apelado ciertas clases sociales. Luego de una breve abstracción teórica del fenómeno, analizaremos sus causas y, por sobre todo, sus consecuencias a nivel social. Finalmente desarrollaremos también algunos casos particularmente llamativos que llegan a constituir verdaderas ciudades. Introducción. Bien sabido es que la sociología tiene como objeto de estudio las interacciones sociales, donde fuere que estas ocurran. A veces no tienen una ubicación geográfica determinada, como sucede por ejemplo con la globalización, otras veces se circunscriben a determinado territorio, como por ejemplo las interacciones surgidas en los pueblos o las ciudades. En esta última nos detendremos en el presente trabajo. El abordaje sociológico de las ciudades no resulta tema nuevo para esta disciplina. En efecto, cuando la misma surgió allá por el siglo XVIII, lo hizo, entre otras causas, por las inquietudes que despertaban en los pensadores de aquella época las complejidades del tejido social que se iban tramando en las urbanizaciones industriales. Pero en este trabajo pretenderemos ir más allá. No nos enfocaremos en las ciudades por ser el catalizador de tal o cual hecho social, sino que la abordaremos directamente, en su estructura, en su arquitectura, en su forma de organización espacial, y nos preguntaremos qué tiene ello para decirnos sobre la sociedad que la habita. Circunscribiremos el objeto del presente trabajo tan solo a un aspecto de la fisonomía citadina contemporánea, las urbanizaciones cerradas. A nadie se le ocurriría pensar que su existencia es socialmente neutra, surgida por una cuestión exclusivamente organizativa y desprovista de toda consecuencia en el tejido social. Tal abordaje sería demasiado estrecho para un fenómeno que hunde sus raíces en la estructura de la comunidad, en una continua retroalimentación de causas y consecuencias. Aunque de tal miopía adolezca la visión estatal (convenientemente esquiva), demostraremos nosotros a lo largo del trabajo las diferentes aristas sociológicas de las que se nutre este asunto. I. Conceptualización No es fácil dar una única definición inclusiva de todas las diferentes formas en que este fenómeno se expresa. Simplificando, utilizaremos la denominación genérica de urbanizaciones cerradas para englobar a todas aquellas comunidades que se presenten físicamente aisladas del resto de la ciudad, con un sistema de seguridad que controle el acceso a las mismas, y motivadas a su retraimiento. 1 La denominación bajo el concepto urbanizaciones cerradas es la más usual en Hispanoamérica, con excepción de nuestro país, donde se designa al fenómeno como barrios cerrados1. Sin embargo, desestimamos su utilización científica pues llevaría a excluir a instancias más avanzadas del mismo asunto, como lo que sucede con el proyecto de urbanización Nordelta en nuestro país, o Alphaville en São Paulo. Veremos en un apartado exclusivo más adelante que la integralidad de estos emprendimientos torna insuficiente la utilización de la palabra barrios. Una urbanización presupone una conjunción de dos elementos: los físicos y los socioculturales. Con respecto a los primeros, podemos mencionar la estructura física en sí misma, y que incluye las calles, las veredas, las plazas, los espacios privados, etcétera. Con respecto a los segundos, se trata de los flujos de movimientos, de actividades comunes con voluntad de ocupar el mismo espacio. Volviendo al concepto, habíamos dicho que toda urbanización cerrada se caracteriza por el aislamiento físico y el control en su acceso, pero también se desarrolla en dirección al retraimiento social. Todos esos elementos están íntimamente relacionados, pero nos parece interesante destacar – incluyéndolo en la definición – la voluntad de diferenciación y exclusión que llevan ínsitas las urbanizaciones cerradas, lo que nos será útil para analizar posteriormente las consecuencias sociales del fenómeno. Es posible diferenciar a su vez subcategorías del fenómeno, bajo diferentes criterios. Blakely y Snyders proponen las siguientes categorizaciones2: Por estilo de vida: caracterizadas por el énfasis dado a las comodidades brindadas y el estilo de vida buscado, caracterizado por el contacto con la naturaleza y el sentido de comunidad3. Ello a menudo es denominado como the American way of life. Por prestigio: reflejan la necesidad de privacidad y exclusividad, con menor cantidad de instalaciones compartidas. Se trata de proyectos usualmente orientados a ricos y famosos. Por seguridad: impulsadas por la necesidad de neutralizar al fenómeno delictivo. Estos representan tipologías ideales, por lo que en la práctica se pueden presentar una combinación de sus características. Otra clasificación importante resalta las siguientes tipologías4: RAPOSO, RITA. “Condomínios fechados: palavras e leis”. IV Congreso Português de Sociologia. También puede hallarse expresiones tales como gated communities (en inglés), résidences securisées (en francés) o condominio fechado (en portugués). 2 Resumido por GRANT, JILL y MITTELSTEADT, LINDSEY, en “Types of gated communities”. Desarrollado por los autores originales en Divided We Fall: Gated and Walled Communities in the United States. 3 Como un tipo muy particular de este grupo puede citarse a ciertas urbanizaciones cerradas en Arabia Saudita, en las que el propósito es ofrecer a los residentes extranjeros el mismo estilo de vida que tendrían en su lugar de origen, y que no pueden desarrollar fuera de estas comunidades por ser contrario a las tradiciones locales o las leyes. ABDELHAMID, HATEM TOUMAN. “Gated communities: physical construction or social destruction tool?” L’Institut d’Urbanisme de Grenoble. Université Pierre Mendes. France. 4 ROITMAN, SONIA. “Barrios cerrados y segregación social urbana”. University College London, Reino Unido. 1 2 Barrios cerrados: su principal característica es el cerramiento y la vigilancia, pudiendo existir o no, y en diversos grados, instalaciones de uso común, aunque sin carácter de esencialidad. La diferente graduación de comodidades permite el acceso a este producto por parte los sectores medios. Clubes de campo: tomado de la voz inglesa country club (de utilización difundida), la vida en estas comunidades gira en torno a alguna actividad deportiva, como el golf o el polo. El costo de vida es más oneroso en estas urbanizaciones, siendo además la residencia administrada en base a membresías y aceptación de los demás socios. Chacras: en ellas se privilegia el estilo de vida campestre, por lo que el tamaño de las parcelas suelen ser muy amplio y el estilo de urbanización tiene menor impacto en el paisaje natural. A esta última sistematización habría que agregarle los emprendimientos urbanos integrales, como los ya citados Nordelta y Alphaville, que incluyen en el perímetro de la urbanización servicios esenciales como educación, salud, espectáculos culturales, compras, etcétera. Si bien otros autores continúan teorizando en base a otros criterios tipificantes 5, consideramos los ya desarrollados como los más importantes. II. Ubicación temporal Se trata de un fenómeno reciente, con inicio en la década del ’70 y con auge en la década de los ’906, coincidiendo precisamente con el apogeo de la economía neoliberalista, la que como veremos más adelante brindó las condiciones necesarias para su desarrollo. Con la crisis argentina de 2001 el fomento de estos proyectos decayó, reactivándose en el año 2003, esta vez con la característica de ser “megaproyectos”7. III. Ubicación geográfica Es un fenómeno de características globales, como lo adelantáramos en la introducción, a tal punto que hoy en día se pueden encontrar ejemplos de comunidades cerradas en casi cualquier país, aunque el mayor desarrollo se produjo en geografías de acentuada segregación social, como Estados Unidos, Asia, Latinoamérica y Sudáfrica. En Europa central el fenómeno no es tan prevalente, pero aun así hay ejemplos del mismo8. Finalmente, estas urbanizaciones tienen lugar en las áreas suburbanas que rodean las grandes ciudades. IV. Causas 5 Se diferencia, por ejemplo, si la urbanización cerrada es de origen o por cerramiento. Esta demarcación no nos parece de gran relevancia, por lo menos no en nuestro país, donde la mayor parte de las comunidades cerradas son producto del desarrollo de las empresas inmobiliarias, que impulsan los proyectos desde su inicio. 6 Antecedentes aislados pueden ser hallados por ejemplo en la década del ’70, cuando en la provincia de Mendoza se instaló el barrio pionero en esta temática. ROITMAN, SONIA, op. cit. 7 VIDAL-KOPPMANN, SONIA. “Mutaciones Metropolitanas de la construcción de barrios cerrados a la creación de ciudades privadas: balance de una década de urbanización privada en la región metropolitana de Buenos Aires”. Dto. Investigaciones Geográficas. CONICET. Centro de Información Metropolitana. Universidad de Buenos Aires. 8 MACLEOD, GORDON. “Privatizing the city? The tentative push towards edge urban developments and gated communities in the United Kingdom”. University of Durham. 3 Se trata de un fenómeno causalmente complejo y diverso, dependiente de los contextos económicos, políticos, históricos, socioculturales en los que emerge. En materia económica y política tiene gran importancia el desarrollo del neoliberalismo, el que sentó las bases que abonaron la proliferación de estas estructuras urbanas. En efecto, con la aplicación de dicha teoría se abandonaron los previos ideales de justicia social y equidad, basados en un amplio intervencionismo estatal, y se los reemplazó por los principios del individualismo y el consumo e iniciativas privadas, retrotrayéndose el Estado en su función conductora del desarrollo socioeconómico, y en lo que hace a este asunto en particular, desreguló el desarrollo urbano y abandonó en gran medida los planes de vivienda. El papel estatal en estas materias fue asumido por un conjunto de agencias inmobiliarias, con una holgada libertad de acción. En este contexto se puede decir que las urbanizaciones cerradas fueron un negocio inmobiliario, presentados a través de una estrategia de marketing910 que buscaba satisfacer los ideales de los sectores medios y altos de un estilo de vida relajado, el american way of life, y basado en la distinción, sin mencionar directamente la sensación de inseguridad al momento de promocionarlos, por lo menos en nuestro país. Decíamos que estos agentes inmobiliarios encontraron con el neoliberalismo una holgada libertad de acción, un ambiente de negocios favorable. Esto se ve claramente por ejemplo cuando se analiza los marcos legales de su actuación. Así, en el orden federal de nuestro país no se encuentran leyes específicas que regulen directamente los barrios cerrados, organizados muchas veces como regímenes de propiedad horizontal. También se señalan la dispersión, diversidad y permisividad de regulaciones municipales, y su carácter tardío11, lo que trajo como consecuencia una despreocupación en materia urbanística y un desarreglo en su planeamiento. Finalmente, también se han contado entre las causas económicas la necesidad de mantener el valor de las propiedades12 y la compra de unidades habitacionales como forma de ahorro. Por otra parte, también es posible encontrar en este fenómeno raíces históricas. La tendencia a la segregación y separación espacial (además de social) es una característica de las sociedades latinoamericanas. Podemos encontrar precedentes de fraccionamientos GOTSCH, PETER. “NeoTowns. Prototypes of corporate Urbanism”. Tesis doctoral para Faculty of Architecture at the Karlsruhe Institute of Technology. A partir de la página 304 a la 307 se analiza la estrategia de marketing del megaproyecto Alphaville en San Pablo, cuyas características resultan comunes a las estrategias promocionales de nuestro país. 10 Uno de los proyectos arquitectónicos dentro de Nordelta asegura que “Nordelta es la primer ciudad-pueblo que se desarrolló en Argentina” eludiendo el calificativo de privada o cerrada, su característica distintiva. Además señala “en las que se desarrollan todos los aspectos de la vida social”, o “sin salir de las fronteras del complejo”. Sitio web http://www.yoonordelta.com/ubicacion/ (última consulta 24/04/2015). 11 VIDAL-KOPPMANN, SONIA. Op. cit. 12 En el caso inglés, por ejemplo. BLANDY, Sarah. “Gated communities in England as a response to crime and disorder: context, effectiveness and implications”. University of Leeds. 9 4 urbanos en las casas patios en el mundo hispanoamericano, y luego también los conventillos en Chile y Argentina y las vecindades en México13. El contexto sociocultural también coadyuva al desarrollo de las urbanizaciones cerradas. Específicamente hablamos de la propagación del ya citado american way of life, pero también de la profundización de la división social (causa, pero también a la vez efecto) y de la pérdida del sentido y los valores de la comunidad, anhelando su restauración a través de estos proyectos. La otra gran causa, ampliamente citada en toda la literatura, es el incremento de la sensación de inseguridad y de la tasa de delitos. Es, sin lugar a dudas, una de las principales motivaciones de los compradores de unidades en estos complejos14. Con respecto a la sensación de inseguridad, aunque el tema exige un trabajo en sí mismo, podemos citar algunas aristas importantes, tales como la fascinación en los medios de comunicación por la noticia criminal, la falta de confianza en los mecanismos formales de control social (la policía, el Poder Judicial), y una creciente pérdida de la confianza mutua. Con respecto a esta causa, las investigaciones realizadas por ejemplo en California no han arrojado significativas diferencias en materia de tasas de delitos entre las comunidades cerradas y los barrios abiertos, señalando que las primeras pueden dar a sus residentes una falsa sensación de seguridad15. Finalmente, no se ha demostrado si la existencia de comunidades cerradas produce o no un desplazamiento del crimen hacia las áreas abiertas16. V. Consecuencias Las repercusiones de este fenómeno a nivel social son predominantemente negativas. Lo que estas comunidades cerradas crean es un entorno habitacional que tiene un “adentro” seguro y un “afuera” peligroso, generando una cohesión destructiva basada en la determinación de excluir17, que se ha calificado de socialmente venenoso y psicológicamente inútil18, y que ha motivado la denominación de arquitecture of fear por Nan Ellin. De manera que lo que se logra a través de estas formas de habitar el espacio es una agudización de la división social existente en el grupo. Así, esta herramienta no implica más que un parche temporal a las causas que no logra remediar, de las cuales la inseguridad es una de las más importantes. Porque a nadie se le ocurriría que el encerramiento es un proyecto sostenible a largo plazo, resolutivo de todos los problemas, pues el contacto con el “afuera” peligroso siempre estará presente. BORSDORF, ALEX. “Hacia la ciudad fragmentada. Tempranas estructuras segregadas en la ciudad latinoamericana”. Universidad de Innsbruck y Academia de Ciencias Austriacas, Austria. 14 Con respecto al análisis de los discursos securitarios: LOW, SETHA M. “The edge and the center. Gated communities and the discourse of urban fear”. 15 Es interesante la sátira del escritor brasilero Luis Fernando Veríssimo, “Mas os assaltos continuaram”, en GOTSCH, PETER. “NeoTowns. Prototypes of corporate Urbanism”. Tesis doctoral para Faculty of Architecture at the Karlsruhe Institute of Technology. Pág. 527. 16 BLANDY, SARAH. Op. cit. 17 Urban Design Alliance, citado por BLANDY, SARAH. Op. cit. 18 Sennett, citado por BLANDY, SARAH. Op. cit. 13 5 También se ha dicho de los barrios cerrados que constituyen un “urbanicidio”19, por las consecuencias negativas que tienen sobre el planeamiento urbano. En efecto, fragmentan la ciudad en ghettos o islas securitarias, reducen y desprecian el espacio público, a la vez que lo privatizan, generan policentrismos y dispersión. Implica también la legalización de la intolerancia y la discriminación social20. Bien es cierto que siempre hubo un mayor o menor grado de segregación social, como por ejemplo surgía en las ciudades coloniales según la distancia de la casa con respecto a la plaza mayor. Pero lo que hace más preocupante el fenómeno es que esta vez adopta una forma física patente, irreconciliable con el espacio urbano y el sentido de sociedad. Implica la aplicación urbanística de la lógica del “sálvese quien pueda”. Conlleva un regreso a las ciudades amuralladas de la Edad Media, aunque esta vez el peligro esté entre los mismos ciudadanos. Dado que estos emprendimientos necesitan de grandes terrenos para su asentamiento, suelen ubicarse en las áreas periféricas de la ciudad, demandando la construcción de autopistas y otros accesos al centro de la ciudad. Pero también en esas áreas periféricas se construyen los asentamientos de emergencia, los barrios marginales, lo que sin lugar a dudas pone en explícito relieve los dos polos sociales de la ciudad en cuestión, los pobres y los ricos, los excluidos y los autoexcluidos, los perdedores y los ganadores. Pero además de estas consecuencias macro-sociales, se avizoran también repercusiones micro-sociales y aún también a nivel individual. En efecto, las urbanizaciones cerradas construyen un grupo uniforme, con pocas diferencias a nivel sociocultural y económico. Es un “nosotros” autoconstruido, coherente y homogéneo 21. Y a la vez, habíamos dicho que segmentan sus relaciones en un adentro seguro, y un afuera peligroso. Los adultos suelen haber habitado ese afuera, o suelen trabajar en el mismo, pero los niños (especialmente los habitantes de ciudades cerradas como Nordelta) no tienen mayor contacto con el mismo, y la realidad dentro del encierro es la única conocida. A este fenómeno se lo conoce como la generación country22, cuyo primer contacto con el exterior es en el ingreso a la universidad. VI. Alphaville y Nordelta. Comentábamos anteriormente que dentro de las urbanizaciones cerradas podíamos diferenciar barrios cerrados, country clubs y club de chacras. Pero en la actualidad también es posible encontrar una cuarta sub-clasificación, que es la de las ciudades privadas. En ellas, además de constituir un enclave habitacional cerrado y controlado, se pueden encontrar establecimientos comerciales, educativos, sanitarios, etc., todos a disposición de 19 Entrevista al arquitecto Jordi Borja en el suplemento Arquitectura de Clarín. Accesible en http://arq.clarin.com/urbano/urbanismo-sustituido-arquitectura-andamal_0_1036696808.html (última entrada 13 de abril de 2014). 20 ABDELHAMID, HATEM TOUMAN. Op. cit. 21 ARIZAGA, MARÍA CECILIA. “Murallas y barrios cerrados. La morfología espacial del ajuste en Buenos Aires”. Revista Nueva Sociedad. 22 Para un análisis más detenido, véase la nota “La primera generación de “chicos country” sale a la calle”, del Diario Clarín (04/09/11). http://www.clarin.com/sociedad/primerageneracion-chicos-country-calle_0_548345265.html (Última consulta el 13 de abril de 2014). 6 los habitantes de esos emprendimientos. De manera que constituyen un estadio más desarrollado de segregación, dado que esta adopta el carácter de cuasi autosuficiencia. El complejo residencial Alphaville-Tamboré se ubica en la ciudad de San Pablo, Brasil, comenzando su construcción en 1973. Cuenta con una extensión de 3600 hectáreas, y una población estable de 90.000 personas (sin capacidad final definida, aunque se estima en 180.000). El complejo se divide en 40 barrios, teniendo alrededor de 20.000 residencias. Cuenta también con 2.500 establecimientos comerciales, con una población flotante de 160.000 empleados (incluido el personal doméstico, que se calcula en unos 25.000), y que ocupan un área del alrededor de 80 hectáreas, aunque su extensión es también en altura. Cuenta además con 5 hospitales, 16 bancos, 8 hoteles, un cine, 3 shoppings y 8 grandes supermercados. Hay 14 escuelas y centros deportivos. El uso de la mayoría de las instalaciones requiere la calidad de habitante del complejo. El motivo de la seguridad ha sido el preponderante entre los adquirentes de unidades habitacionales en este complejo, seguido por el confort y la seguridad financiera. Finalmente, el conglomerado no tiene estatus de ciudad, sino que se haya inserto en dos municipios, mientras que el estatus legal definitivo de estas construcciones se mantiene irresuelto, producto de la ausencia de leyes específicas. Con respecto a Nordelta, este megaemprendimiento ocupa un total de 1600 hectáreas, en el partido de Tigre, provincia de Buenos Aires. Está diseñado para albergar unas 20.000 familias, lo que correspondería a 80.000 habitantes. En la actualidad cuenta con 1800 familias viviendo, lo que da un total de 10.000 habitantes. El predio se divide en barrios, de los cuales en 2014 9 estaban consolidados, 5 habían sido entregados y 7 estaban a entregar. Cuenta con servicios educativos (5 colegios), un centro médico integral, un área comercial (que incluye un centro comercial, un paseo peatonal, una estación de servicios y un supermercado, y que cuenta con el establecimiento de importantes marcas como McDonald’s), y un centro de deportes común, además de los establecimientos de club house en todos los barrios. Cuenta además con un lago propio y un hotel internacional2324. Por otra parte, el complejo cuenta con el aval y la regulación provincial y municipal a través de diversas ordenanzas y leyes locales. Finalmente, el mismo complejo no es ajeno a las situaciones de inseguridad, ya que en el mismo se realizaron allanamientos dentro de sus límites por causas relacionadas al narcotráfico25. Este breve recorrido nos demuestra hasta qué punto estos emprendimientos están avanzando hacia la construcción de ciudades privadas, potenciando todas las consecuencias que ya habíamos analizado. VII. Conclusión. JANOSCHKA, MICHAEL. “Nordelta – Ciudad cerrada. El análisis de un nuevo estilo de vida en el Gran Buenos Aires”. Instituto de Investigación, Planificación y Ordenación Territorial. Facultad de Arquitectura, Universidad de Bauhaus, Weimar, Alemania. 24 Sitio oficial de Nordelta. www.nordelta.com.ar 25 En relación a ello es que se requerirán certificados de reincidencia. http://www.minutouno.com/notas/318883-por-seguridad-nordelta-pide-certificadoreincidencia-nuevos-propietarios-o-inquilinos (09/04/2014). Última visita 13 de abril de 2014. 23 7 Luego de este recorrido teórico no queda demasiado que agregar a la cuestión, cuya conclusión parece algo evidente. Las urbanizaciones cerradas son socialmente destructivas. Obviamente que constituye un refugio para las familias que desean habitar en un ambiente de comunidad seguro, y que no han preferido buscar ello en los pueblos o comunidades más pequeñas. Permite el contacto con la naturaleza y un estilo de vida algo más relajado. Pero si ampliamos nuestro punto de vista veremos que tras del fenómeno subyace la lógica del sálvese quién pueda, que pretende sortear el problema de la inseguridad a través del amurallamiento, a la vez que desconoce las raíces sociales de este flagelo. Pero quien tiene aquí la responsabilidad no son tanto las familias que los habitan, sino más bien el Estado, cuya pasividad ante el fenómeno no hizo más que motivarlo. No hay que indagar demasiado para entender que la ciudad se está fragmentando, que las clases sociales se están distanciando. No puede sino causar indignación la desidia gubernamental en este tema. Con las urbanizaciones cerradas se busca fundamentalmente un estilo relajado de vida, a la vez que seguro. Esto es lo mismo que decir que nuestras ciudades presentan serios problemas habitacionales, que carecen de orden, de pulcritud, que presentan contaminación ambiental, en todos sus aspectos (en el aire, en el espacio visual, en lo sonoro, etc). Y que tampoco son seguras. Pero el amurallamiento no es sino la negación a un problema que no se solucionará por sí solo. Debemos entender que estos no son proyectos sostenibles a largo plazo. Que el aislamiento no conduce a nada. Solo si entendemos esto es posible hacer caer los muros, y usar esos ladrillos para tender los puentes que nos unirán en el mañana. Bibliografía BLANDY, Sarah. Gated communities in England as a response to crime and disorder: context, effectiveness and implications. University of Leeds. Link: http://extra.shu.ac.uk/ppp-online/wpcontent/uploads/2013/06/gated_communities_england_crime_disorder.pdf BORSDORF, Alex. Hacia la ciudad fragmentada. Tempranas estructuras segregadas en la ciudad latinoamericana. Universidad de Innsbruck y Academia de Ciencias Austriacas, Austria. Publicado en Scripta Nova, Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Link: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-146(122).htm BORSDORF, Alex. Cómo modelar el desarrollo y la dinámica de la ciudad latinoamericana. Link. http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S025071612003008600002 JANOSCHKA, Michael. Nordelta – Ciudad cerrada. El análisis de un nuevo estilo de vida en el Gran Buenos Aires. Instituto de Investigación, Planificación y Ordenación Territorial. Facultad de Arquitectura, Universidad de Bauhaus, Weimar, Alemania. JANOSCHKA, M. Nordelta – ciudad cerrada. El análisis de un nuevo estilo de vida en el gran Buenos Aires. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2003, vol. VII, núm. 146(121). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(121).htm> [ISSN: 1138-9788] VIDAL-KOPPMANN, Sonia. Mutaciones metropolitanas: de la construcción de barrios cerrados a la creación de ciudades privadas: balance de una década de urbanización privada en la región metropolitana de Buenos Aires. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2008, vol. 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Prototypes of corporate Urbanism. Tesis doctoral para Faculty of Architecture at the Karlsruhe Institute of Technology. http://digbib.ubka.unikarlsruhe.de/volltexte/1000018593 * Estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba. Ayudantealumno de la asignatura Sociología Jurídica por segundo año. El presente trabajo se realizó como monografía para la aprobación del primer año de ayudantía. Email: [email protected] 9