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EL CORAZÓN HUMANO DE CRISTO
Líneas fundamentales del
pensamiento del
P. Luis Mª. Mendizábal
Santiago Bohigues Fernández
2
(Fue presentada como tesis doctoral con el
siguiente título)
LA PERFECCIÓN CRISTIANA
Y EL MISTERIO DEL
”CORAZÓN HUMANO DE CRISTO”
DOBLE VERTIENTE DEL PENSAMIENTO
TEOLÓGICO-ESPIRITUAL
DEL
P. LUIS Mª MENDIZÁBAL, S. J.
3
4
A mis padres Juan y
Mª. Eugenia en perpetuo agradecimiento por el
re- galo de la vida, pero más aún por el don de
la fe.
5
6
Introducción general.
El P. Mendizábal en el prólogo de En el corazón de Cristo, plantea un enfoque
que es característico en la mayoría de sus escritos: “Probablemente no se hallará en
ellas nada nuevo. No son un tratado teológico. Su fin ha sido presentar en un tono
psicológico, vital, el contenido de la Devoción al Sagrado Corazón […]”1.
Me propongo presentar la riqueza y originalidad de su espiritualidad en sus líneas
fundamentales desde sus dos vertientes, la perfección cristiana y el misterio del
“Corazón humano de Cristo”, ya que es significativo su pensamiento teológicoespiritual en la vida de la Iglesia, por su influencia en diferentes ambientes eclesiales
dentro de nuestro país. Al ser la primera vez que se sistematiza su pensamiento
estando en vida el autor, este trabajo abre posibilidades pero también se encuentra
limitado.
Dos grandes temas presiden toda su reflexión teológica: la perfección cristiana y el
misterio del “Corazón humano de Cristo”. Si la perfección cristiana es esencial en la
Teología espiritual, el P. Mendizábal al ser jesuita ha entendido su magisterio
teológico-espiritual, como un servicio a la llamada universal a la santidad según los
diferentes estados de vida; llevar a toda persona a la plenitud del amor ha movido su
actividad apostólica especialmente a través de conferencias, retiros y Ejercicios
Espirituales. En la primera parte de la tesis al tratar de la perfección cristiana y de sus
ayudas bajo una orientación ignaciana, actualizada según el concilio Vaticano II,
nuestro autor estudia los temas más importantes de su pensamiento terminando en el
misterio del Corazón de Cristo. La segunda parte en conexión con la primera, presenta
la cima de la perfección en la caridad.
El cauce privilegiado que el P. Mendizábal propone para el camino de la
perfección es la vivencia del misterio del corazón humano de Cristo, máxima
expresión de amor. La identificación progresiva con Jesús-Amor se simboliza
realmente en su Corazón.
Si esto es lo más importante de la tesis, que intentaré demostrar citando los textos
del propio autor, el contenido esencial de su pensamiento se encuentra en utilizar el
término “Corazón humano de Cristo” y no “Corazón de Jesús”.
Aunque sabemos que todo corazón es humano y que aparentemente es innecesario
formularlo así, el P. Mendizábal ha querido destacar una vez más la verdad de la
humanidad de Cristo a través de su divino Corazón, ya que la inteligencia humana
tiende a plantearse un Dios distante y abstracto. El Dios vivo y verdadero se
1
L. Mª. MENDIZÁBAL, En el Corazón de Cristo, Madrid 1979 3, 7.
7
manifiesta desde la cercanía, con una relación personal y con un auténtico afecto
humano en Jesucristo: a Dios le llegan mis acciones a través del amor.
El P. Luis Mª. Mendizábal se distancia de la formulación “Corazón de Jesús” para
no caer en una visión sensiblera y sentimental, excesivamente dulzona. La palabra
“Cristo” significa una persona solemnemente ungida para una misión; el griego
“Cristo” se corresponde al hebreo “Mesías” que es el “Ungido”. El ungido es sobre
todo el rey; en el rey mesiánico va unido el aspecto sacerdotal. Nuestro autor destaca a
Cristo como el “Ungido”, el enviado por Dios que es nuestro mediador y salvador: al
tener naturaleza divina tienen valor infinito sus sentimientos humanos: mostrar a
Cristo-Ungido es resaltar lo divino-humano en la acción salvadora, es acentuar la
dimensión regio-sacerdotal en el sacerdocio ministerial y común con el matiz de la
llamada a la santidad. Todo aquél que viva unido a Cristo tiene que ser parte de su
acción redentora y mediadora.
El P. Mendizábal resalta la dimensión sacerdotal de todo bautizado (laico,
religioso y sacerdote) en su sacerdocio común o en su sacerdocio ministerial. Unidos a
los sentimientos de Cristo a través de la oración y de la adoración eucarística, se
participan de ellos en la acción pastoral con la totalidad de la vida.
Comparto la reflexión que Luis Fernando de Prada realiza sobre lo esencial del
pensamiento y de la obra del P. Luis Mª Mendizábal: “[…] toda persona, en cualquier
estado y circunstancia, puede de hecho avanzar por el camino del amor hasta la
madurez que Dios espera de sus hijos”2.
Su pensamiento se entiende desde un esfuerzo de evangelización de un mundo
secular, que en palabras del Papa Juan Pablo II, es nueva “[…] en su ardor, en sus
métodos, en su expresión” 3 . El contenido fundamental de toda su reflexión es el
Corazón de Cristo4, que en su pensamiento teológico-espiritual se plantea desde el
tema de la perfección cristiana; toda su obra, que busca la perfección cristiana, es
planteada desde el Corazón de Cristo y la espiritualidad del Corazón de Cristo lleva en
su pensamiento a la perfección cristiana. Su reflexión es un intento de ir a la raíz de
los problemas teológicos y espirituales de su tiempo y de afrontar lo esencial de la
vida cristiana5.
La perfección cristiana es el tema fundamental de la Teología Espiritual6. El P.
Mendizábal no va a sus elementos materiales sino a lo que formalmente la constituye,
la línea que hay que seguir para llevar al hombre hacia su madurez cristiana. La
caridad es el fundamento principal de la perfección cristiana.
El cristiano, para adquirir el sentido interior del hombre, está llamado a conformar
su espíritu en la docilidad con Dios. La personalidad integradora no se puede
L. F. DE PRADA ÁLVAREZ, La vocación universal a la santidad, “Toledana”, 5 (2001) 186.
JUAN PABLO II, Obispos para la unidad y para un pueblo que sufre. Discurso a los obispos del
CELAM, “Ecclesia”, 2119 (1983) 15
4
“[Haurietis Aquas] Se nos invita, por consiguiente, a una devoción ligada a los sentidos, en consonancia
con la corporeidad del amor humano-divino de Jesucristo” (J. RATZINGER, El misterio pascual, raíz y
objeto mas hondo de la devoción al Sagrado Corazón, en AA. VV., Confirmación y desarrollo del culto
al Corazón de Cristo (De la Encíclica <Haurietis Aquas> a la Encíclica <Dives in misericordia> hacia
la civilización del amor), Madrid 1982, 143).
5
“Vamos a lo que me parece que es la raíz del problema [...]” (L. Mª. MENDIZÁBAL, Obediencia y
libertad en la vida religiosa, en Conciencia y libertad humana, XIII Semana de Teología Espiritual
(Toledo, junio-julio 1987), Salamanca 1988, 308).
6
“El objeto propio de la Teología ascética y mística es la perfección de la vida cristiana” (AD.
TANQUEREY, Compendio de Teología Ascética y Mística, Madrid 1990, 7).
2
3
8
abandonar a la simple espontaneidad selvática emotiva: la afectividad da derecho de
ciudadanía a las realidades exteriores al hombre y solamente el orden objetivo real le
unifica y le integra.
La persona humana es perfecta cuando el juicio intelectivo corresponde al valor de
la realidad, la respuesta afectiva es proporcionada a aquel valor y el comportamiento
de la voluntad es proporcionado al juicio intelectivo y a la respuesta afectiva.
Los dones del Espíritu Santo no son una vestidura sobrenatural exterior o algo
metafísico, sino que realmente enriquecen a toda la persona humana. En el hombre
cristiano aparece la fuerza de la resurrección en un nuevo estado psicológico de gracia
y de virtud: el hombre perfecto no se da tanto en el orden ontológico, sino en el orden
vital.
Todo individuo debe integrarse por esa afectividad sobrenatural para llegar a la
madurez de la personalidad cristiana. El ser humano se transforma en la pura voluntad
de Cristo hasta tal punto que las voluntades de ambos constituyen como un único
espíritu; la caridad como fin de la ley nace pura del corazón puro, de la buena
conciencia, de la fe clara. El estado final de la madurez es el afecto de la caridad
oblativa que domina las afecciones desordenadas7.
He intentado en toda la tesis no obstaculizar el mensaje del autor dejando que
hable él mismo a través de sus textos o con síntesis de sus reflexiones destacando las
ideas más importantes. Al no poder acceder fácilmente cualquier persona a toda la
obra del P. Mendizábal, he seguido esta opción de fidelidad a sus propios textos,
dejando notar claramente las adaptaciones realizadas por mí.
El mayor esfuerzo de esta tesis doctoral ha sido sintetizar en sus líneas
fundamentales el pensamiento del P. Mendizábal: como en todo autor sus ideas se
repiten en diferentes lugares, por eso he hecho una opción por los textos más claros y
precisos a mi modo de entender. Las introducciones y las conclusiones son el análisis
de su obra que ayudan a captar lo más importante.
En su obra se hace difícil reducir diferentes temas en unos apartados concretos: la
Redención de Cristo, el ofrecimiento de la vida del cristiano, el sufrimiento amoroso
en identificación con el Señor, el enfoque trinitario en su reflexión teológica, el
fundamento bíblico de su pensamiento… Por eso a veces parece que se repita el
mismo tema con textos diferentes en lugares distintos de la tesis doctoral, aunque
desde el esquema general todo queda más claro. Consecuencia de esto, existen
algunos textos que se podían intercalar en diferentes lugares de la tesis; sin repetir
ninguno prácticamente se ha tenido que hacer una opción.
La andadura en la realización de la tesis doctoral no ha sido fácil; los diferentes
tipos de escritos, la falta de textos definitivos desde un estudio histórico-crítico de su
obra y la casi ausencia de otros comentarios sobre el pensamiento teológico-espiritual
del P. Mendizábal para contrastar las reflexiones aportadas, hace de este trabajo un
primer paso en la sistematización del pensamiento del autor. Es una obra dispersa,
repartida y fraccionada pero coherente e integrada.
Uno de los problemas que he tenido que afrontar en este estudio ha sido la fijación
de las fuentes. Presentar el tipo de escrito y el valor que se le debe atribuir dentro de
7
Cf. L. Mª. MENDIZÁBAL, Theología Spiritualis. Praelectiones habitae in Pontificia Universitate
Gregoriana a P. Aloisius M. Mendizábal, S. J., registrate et impressae ab auditoribus, Pontificia
Universidad Gregoriana, Roma 1965-1966.
9
toda su obra será un objetivo a conseguir. Además de lo publicado existen escritos
inéditos, artículos en revistas de teología y diferentes libros y ensayos de divulgación.
El P. Mendizábal ha impartido infinidad de Ejercicios Espirituales y Retiros en
todos estos años; algunos de ellos han sido mecanografiados literalmente por alguna
asociación o por alguna congregación religiosa; las cintas mecanográficas más
relevantes también se presentan.
Existen diferentes fondos de cintas magnetofónicas del P. Luis Mª. Mendizábal,
que citaré en la tesis: archivo de la Dirección nacional del Apostolado de la Oración
en Madrid, archivo de la Fraternidad sacerdotal en el Corazón de Cristo en Toledo y el
archivo de la Asociación de los Jóvenes por el Reino de Cristo en San Sebastián. Ha
dirigido catorce tesis doctorales en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y
veintiséis ha sido revisor o censor8.
Si al principio de su vida religiosa en Roma encontramos artículos de teología de
alta especulación teológica, con el tiempo se irá pasando en su producción teológica a
conferencias, retiros y Ejercicios Espirituales.
Todo su pensamiento teológico-espiritual tiene una orientación claramente
pastoral: el P. Mendizábal, como hijo de su tiempo, ha afrontado diferentes
problemáticas dando sus propias respuestas muchas veces unido al magisterio de la
Iglesia: la crisis de la vida religiosa, el cuestionamiento de la identidad del ministerio
sacerdotal, el carisma de la Compañía de Jesús, la teología de la liberación, los
métodos psicológicos de vacío espiritual, la oración de petición, la devoción al
Corazón humano de Cristo9.
El P. Mendizábal nació en Vergara (Guipúzcua) el 4 de junio de 1925 siendo
bautizado en la parroquia de San Pedro Apóstol de dicha ciudad, el 6 de junio del
mismo año; de familia numerosa, tiene varios hermanos sacerdotes y religiosos. El
Bachillerato lo realizó en Javier desde 1935 a 1940.
8
Los títulos de las tesis doctorales son: La Iglesia del intervalo: aspecto escatológico del tiempo de la
Iglesia en Oscar Cullmann (P. Jesús Silvestre Arrieta, S.J.), El V. P. Baltasar Álvarez, S.J.-La oración del
silencio (P. Faustinus Boado, S.J.), Adler. ¿Su Concepción y Terapia del Egocentrismo puede conciliarse
con la virtud de la Humildad según Sto. Tomás? (P. Franciscus J. Arnaiz, S.J.), The spiritual direction of
Claudius Aquaviva, S.J. General of The Society of Jesús, 1581-1615 (P. Burke Gulielmus, S.J.), Il
semipelagianesimo in Cassiano (P. Vicentius Manzione, Castr.), St. Ignatius Loyola´s Idea of the Church
(P. Josephus R. Rodericks, S.J.), Der Begriff Affectus bei Wilhelm von St. Thierry (P. Volfgangus
Iwingmann, Germ. Hung.), La experiencia de la vida divina consolación. Un estudio filosófico-teológico
de las Anotaciones sobre los Ejercicios de los hermanos Pedro y Francisco Ortiz (P. Josephus Ayesteran,
S.J.), Christian Perfection and “Affectus Caritatis” according to St. Thomas Aquinas (P. Arthurus Vella,
S.J.), Ideario ascético-pastoral de Fray Bartolomé de los Mártires, O.P., 1514-1590 (P. Ioannes
Lecuona, Emigr. (Nepom.)), Melius ac Beatius (Aportación para una mejor inteligencia del canon 10
sobre el sacramento del matrimonio, de la sesión XXIV del C. de Trento (D. Iustus Saez de Castillo,
Hispan.), El ministerio de la pobreza cristina según San Agustín (Estudio de teología espiritual en las
“Enarraciones in psalmos”) (P. Iesus Fernández, August.), Schöpfung in Christus nach Johannes vom
Kreuz (P. Gaulus Varga, Germ. Hung.), La obediencia del clérigo al obispo en la España romanovisigoda (D. Saturninus Gamarra Mayor, Hispan.).
9
Sobre la devoción al Corazón de Cristo se han escrito páginas de gran hermosura y belleza; que este
texto sirva como ejemplo: “Este Corazón que para los ojos es un mundo radiante y poblado de bellezas
admirables, será también una flor de suavísima fragancia, una fuente de infinita dulzura y un laúd
melodísimo cuya consonancia encantará nuestros oídos” (R. DE LOS REYES, Hermosura y amor del
Corazón de Jesús, Madrid 1902, 41).
10
Ingresó en la Compañía de Jesús el 28 de agosto de 1940 en Loyola, dándole la
entrada el P. Severino Azcona SJ. El noviciado y el juniorado los curso en Loyola
desde 1940 a 1943 y terminó el juniorado en Orduña el año 1944.
Su formación filosófica la alcanzó en Oña consiguiendo el grado de licenciado los
años 1944-1948. En Tudela los años 1948-1949 cursó la carrera de Magisterio; en
Sant Cugat los años 1949-1950 y en Innsbruck (Austria) los años 1950-1953 cursó
los estudios teológicos, para alcanzar el Doctorado en Teología en Roma los años
1953-1955.
Fue ordenado sacerdote el 25 de julio de 1952 en Innsbruck (Austria) por Mons.
Pablo Rusch y sus últimos votos, su profesión solemne en la Compañía de Jesús, se
celebraron el 15 de agosto de 1958 en Roma presididos por el P. Jean-Baptiste
Janssens SJ.
La tercera aprobación la cursó en Gandía siendo su superior el P. Francisco
Segarra S J el año 1955-1956.
Empezó a ser profesor de Ascética y Mística en la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma el año 1956 hasta el año 1978, siendo nombrado Instructor de
Tercera Probación en Gandía el año 1966 hasta el año 1969.
Fue nombrado Director nacional del Secretariado del Apostolado de la Oración en
España desde el año 1968 al 1994: nacieron en estos años con su ayuda los
movimientos Jóvenes por el Reino de Cristo y Familias por el Reino de Cristo.
En el curso 1969-1970 cambió su residencia de Gandía a Bilbao siendo nombrado
delegado provincial de formación para el curso 1969-1970, manteniendo la dirección
nacional del Apostolado de la Oración y su docencia como profesor de la Pontificia
Universidad Gregoriana, y desarrollando su ministerio como escritor y confesor;
además, comienza a impartir clases en la Facultad de Teología del Norte de España en
Burgos el año 1969 hasta el año 1994.
El año 1970 crea la revista “Reino de Cristo” como medio de difusión en España
del Apostolado de la Oración, siendo su director hasta el año 1994.
El P. Luis Mª Mendizábal, asentó teológicamente el Apostolado de la Oración en
España y es un gran apóstol de la espiritualidad del Corazón de Cristo.
Después de su jubilación el año 1994 reside en la comunidad de los padres jesuitas
en la ciudad de Toledo, es ministro de dicha comunidad desde el año 1997 y da tandas
de Ejercicios Espirituales por toda España.
Desde el año 1997 es delegado diocesano adjunto del Apostolado de la Oración
de la archidiócesis de Toledo y consultor de esa casa jesuítica.
La tesis doctoral está dividida en dos partes fundamentales con seis y siete
capítulos cada una. La primera parte muestra cómo la perfección cristiana en el
pensamiento del P. Mendizábal se plantea desde el Corazón de Cristo. En el primer
capítulo presento la espiritualidad ignaciana como marco para entender la primera
parte de la tesis, ya que toda ella parte de la perfección cristiana: el P. Mendizábal
como seguidor de la espiritualidad de San Ignacio busca llevar a la santidad al pueblo
de Dios en sus diferentes estados de vida. Como su pensamiento se entiende desde la
preocupación evangelizadora de la segunda mitad del siglo XX y todo movimiento
renovador de la Iglesia es don del Espíritu Santo, me detengo en destacar el
protagonismo del Espíritu en el inicio del proyecto conciliar en la vida del papa Juan
XXIII y en el desarrollo de las sesiones conciliares. La segunda parte estudio la
vocación universal a la santidad como criterio de interpretación de todo el Concilio
Vaticano II, que es esencial en el esquema de la Teología sistemática que desarrollo
en la tercera parte.
11
El capítulo segundo está dedicado a la oración; la relación personal entre Dios y el
hombre trae una transformación en Cristo o una progresiva maduración en la
perfección cristiana tan íntima y profunda, que llega a ser de corazón a corazón con el
Señor.
Su ministerio sacerdotal se ha centrado especialmente en la dirección espiritual a
sacerdotes y religiosas; por eso en el tercer capítulo hago un resumen donde destaco
los temas más relevantes de su libro Dirección Espiritual: la importancia de la
dirección espiritual, el Espíritu Santo como artífice principal de la dirección espiritual,
los protagonistas humanos y el saber hacer en su ejercicio.
El cuarto capítulo supone una presentación de la espiritualidad de los diferentes
estados de vida en su camino hacia la perfección cristiana: después de una sencilla
introducción al principio y de su adecuado desarrollo, ofrezco una valoración de cada
estado según el pensamiento del autor.
He querido subrayar también dos grandes apartados separadamente de su obra
fundamental en los capítulos quinto y sexto; son temas distintos y de suficiente
relevancia: la obediencia en la Iglesia y María, como modelo de perfección cristiana.
En la parte segunda de la tesis abordo propiamente la espiritualidad del Corazón
de Cristo; más que desarrollar ampliamente los temas en sentido general me he
detenido en las aportaciones del P. Mendizábal. Así, en el capítulo primero he
presentado los subrayados más importantes que destaca en la historia de la devoción
del Corazón de Cristo y en el capítulo segundo los documentos del magisterio
eclesiástico que más cita: sus escritos nos dan cuenta de su profundo manejo de los
grandes documentos del magisterio que han influido directa o indirectamente en la
devoción al Corazón de Jesús y de los muchos teólogos conocidos por él.
El capítulo tercero será la columna vertebral de mi tesis doctoral: estudiaré el
corazón humano en sentido psicológico, el corazón humano en relación con el
misterio del Corazón de Cristo y el Corazón humano del Señor en sí mismo; la
perfección cristiana lleva a su Corazón y la identificación con él lleva a la perfección.
Para intentar recoger todos los aspectos diferenciados del misterio del Corazón de
Cristo he planteado el capítulo cuarto en su relación con los temas teológicos más
importantes que estudia en su obra: el Padre, el Espíritu Santo y la Eucaristía.
También he abordado aquí el tema de la Consagración y de la Reparación, ya que son
esenciales en la espiritualidad de su Corazón.
El capítulo quinto ofrece las acentuaciones espirituales del P. Mendizábal y en el
capítulo sexto sus aplicaciones pastorales; sus acentuaciones más significativas son:
Cristo ama con un Corazón humano, Cristo Redentor, la actitud ante el sufrimiento y
un corazón infinitamente bueno; sus aplicaciones pastorales: hay que introducir en el
misterio del Corazón de Cristo, vivir la excelencia del amor de Dios, lo determinante
es la actitud deliberada y permanente del corazón, el amor personal de Dios con el
hombre le da su máximo contenido y riqueza, el amor cordial es fecundo y perdura en
el tiempo y la vida plena consiste en vivir bajo la mirada de Cristo.
Para terminar la tesis doctoral y ser fiel al espíritu de su obra, concluyo los
capítulos de la segunda parte como la primera, dedicando el último a la Virgen, el
Corazón inmaculado de María.
En el siglo XIX con la devoción del Corazón de Cristo, frente a la crisis
modernista, se dio un fortalecimiento interior de las personas ante la verdad del
12
corazón humano y ante la verdad del amor de Dios10. Tal vez siga siendo ésta una
buena vacuna espiritual ante las enfermedades del tercer milenio cristiano: “Dios nos
enseña, en el Corazón de Cristo, que la Iglesia, en su ministerio y en su magisterio,
debe ser siempre sensible y llena de amor, nunca agresiva ni opresiva, aunque tenga
que condenar siempre el mal y corregir el error”11.
No es la postura de la Iglesia el cerrarse a la modernidad, justificando un
fundamentalismo irracional o de cruzada, ni es solución entregarse a la sociedad sin
ninguna crítica justificando un cristianismo desvirtuado que pierde su propia
originalidad e identidad; la espiritualidad del Corazón de Cristo 12 muestra que el
camino para seducir a una sociedad alejada de Dios es ofrecer la fuerza y la
convicción de la verdad en sí misma, es mostrar en el corazón humano la infinita
ternura de Dios.
La Iglesia más que andar caminos de confrontación al modo humano está llamada
a ser siempre sensible y llena de amor, convenciendo con la fecundidad del Espíritu,
en una visión realista y esperanzada de la vida, con la verdad del Corazón de Cristo y
con la perseverancia en la persecución y en el martirio.
Quiero dar las gracias a todas las personas que me ayudaron con su confianza y
aliento, con su amistad y consejo; ante un mundo individualista y autosuficiente
puedo afirmar que los grandes caminos solamente se pueden realizar en comunidad y
en la indigencia humana ante Dios. Muchas páginas han sido escritas con rostros
delante, con sufrimientos vividos, con esperanzas mantenidas; gracias a todos los que
hicieron posible este sueño hecho realidad: a mis hermanos Mª. Eugenia y Pepe, Juan
y Ana; a mis sobrinos Pepe y Macarena; a D. Agustín, mi arzobispo, y al presbiterio
diocesano de Valencia; a la Fraternidad Sacerdotal en el Corazón de Cristo; a todas las
parroquias que serví en estos años y a todos los que conocí y amé. Mi reconocimiento
y estima a D. Saturnino López Santidrián, mi director.
Toda la vida y la obra del P. Luis Mª. Mendizábal está fraguada <In Corde
Christi>. Al finalizar esta tesis veo sus límites y sus carencias, pero con San Ignacio
quiero decir: <Ad maiorem Dei Gloriam>.
“La espiritualidad es fuente de vida. Encontrarse con Dios ayuda a vivir mejor. Por eso, las personas
creyentes que viven tristes, cansadas, débiles por dentro, tienen que preguntarse qué le falta a su relación
con Dios” (V. M. FERNÁNDEZ, Para liberarte de una espiritualidad sin vida, Buenos Aires 2004, 3).
11
JUAN PABLO II, Discurso del Papa a los peregrinos del Apostolado de la Oración (1 junio), “Reino
de Cristo”, 367 (1992) 4*.
12
“Escribir sobre el Corazón de Jesucristo en su ser humano-divino y en sus relaciones inefables con los
hombres, será un tema que continuará siempre inspirando los razonamientos de los ingenios, las plumas
de los ascetas, la devoción de los sencillos y el vigor de los apologistas” (E. DE MER, Bibliografía de la
devoción al Corazón de Cristo, Zaragoza 1958, 3).
10