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Luces de bohemia. Luces de bohemia se publica por primera vez en 1920. Aparece en la revista España en entregas semanales, pero reaparecerá en forma de libro en 1924, con una serie de variaciones literarias y algunos añadidos importantes. Argumento y significado La obra cuenta la última noche de la vida de Max Estrella, poeta miserable y ciego, figura inspirada en el novelista bohemio. La peregrinación de Max Estrella es un «viaje al fondo de la noche», un recorrido infernal y miserable a través de una librería de viejo (la cueva de Zaratustra) en donde se ve la cultura de los españoles (solo se leen novelas por entregas), la taberna de Pica Lagartos, la calle, el calabozo, el Ministerio de la Gobernación (de la desgobernación), el café modernista... Varios críticos han coincidido en ver en la obra un descenso a los infiernos, parodia de la Divina Comedia. En su peregrinación infernal, Max va acompañado por Latino, como Dante iba acompañado por el poeta latino Virgilio. Max desciende al abismo del engaño (es engañado por su amigo D. Latino de Hispalis) y por el librero), de la injusticia (acaba en el calabozo y recibiendo después una limosna del ministro), de las miserias de toda índole. Sólo la muerte puede actuar como factor decisivo. A ella apela en el comienzo de la obra, invitando al suicidio colectivo a su esposa (Colette) y a su hija; y ella será la que complete todo ese recorrido infernal, pues él acaba muriendo en el portal de su casa y, después, su familia se suicidará (estructura circular). No sabemos si lo que lo mata es el frío, el hambre, el alcohol o su corazón cansado, o si es el dolor por el espectáculo que tiene en torno. La obra cobra unas dimensiones que trascienden ampliamente la anécdota del fracaso y la muerte de un escritor mediocre. Se convierte en una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en una España deforme, injusta, opresiva, absurda; una España donde, según Valle, no encuentran sitio la pureza, la honestidad o el arte noble. Esperpento y decadencia La definición de «esperpento» nos la ofrece en la obra teatral que vamos a comentar: esperpento es la deformación sistemática de la realidad. España, declara Max Estrella, es «una deformación grotesca de la civilización europea» y «El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada». La obra refleja la sociedad española del momento, una sociedad decadente, a la que Valle-Inclán critica de una manera despiadada, ya que solo prosperan los canallas. Esta crítica social se ve reflejada en los parlamentos de Max Estrella, escritor ciego y pobre, y su amigo don Latino, en su recorrido por las calles de Madrid (un Madrid poblado por seres hambrientos y miserables). La obra termina con el entierro de Max Estrella. Luces de bohemia es un ejemplo de la cultura que posee el autor y manifiesta en todas sus obras. Podemos observar alusiones a la cultura greco-latina, a la cultura española medieval y renacentista, a obras literarias contemporáneas (ya que Rubén Darío es un personaje de esta obra). El propio título alude también a estos conocimientos: luces es sinónimo de esplendor: el esplendor de la vida bohemia, que es la que ha elegido Max Estrella. De la imposibilidad de la tragedia surge el esperpento. Rasgos distintivos: EL LENGUAJE. Valle-Inclán domina el vocabulario español y, por eso, adecúa el lenguaje a la condición social de cada personaje y así observamos rasgos coloquiales en los diálogos de determinados personajes. Max Estrella, por el contrario, utiliza un lenguaje culto, pero en muchas ocasiones grotesco y original. Utiliza los registros estilísticos cultos para como pretexto de mofa y burla; los lenguajes marginales, para dignificarlos, poniéndolos en boca de personajes cultos que sufren así una degradación inevitable. LOS PERSONAJES. La deformación sistemática de la realidad, base del esperpento, repercute en la presentación de los personajes, que se convierten en marionetas. La clave de este nuevo planteamiento es el distanciamiento con que el autor contempla la realidad y a los personajes, a los que describe como fantoches y muñecos al servicio de una visión descarnada. Así aparecen personajes grotescos y deformes (personajes cosificados que gesticulan desaforadamente: Friolera es «el garabato de su silueta»). Esta degradación de los personajes se manifiesta por los frecuentes rasgos de animalización, cosificación o muñequización. D. Latino es un gran fantoche, una caricatura de la bohemia y, a la vez, un tipo miserable por su deslealtad y su encanallamiento. Los demás fantoches del esperpento forman diversos grupos, el principal es la caricatura de los burgueses (el librero Zaratustra, el tabernero Pica Lagartos, algunos defensores del orden) o la de los policías (el capitán Pitito, Serafín el Bonito...) Se prescinde de la psicología y se seleccionan unos pocos rasgos para representar al personaje, reduciéndolo a arquetipo (bastón, sombrero y capa para Max Estrella). El EMPLEO DE LA LUZ es primordial. Tiene mucho que ver con la presentación de los personajes cosificados: los claroscuros (expresionismo) convierten a los seres en manchas o sombras, destacando su aspecto deshumanizado («D. Friolera, en el reflejo amarillo del quinqué, es un fantoche trágico»). La luz es un elemento fundamental, pues aparece también en el título y, paradójicamente, el protagonista es un ciego, símbolo de la bohemia y la contradicción. Don Latino llama a Max Estrella «estrella resplandeciente», pero es conocido como «mala estrella». Con Luces de bohemia, Valle pone sus espejos deformantes ante los más variados aspectos de la realidad española. Hay alusiones al pasado imperial (Felipe II, El Escorial...), referencias a las colonias españolas de América, a la revolución rusa (1917) y a los violentos acontecimientos posterioress a la crisis española de 1917. Tal visión incluye zarpazos a políticos, al rey Alfonso XIII, y se arremete contra el mal gobierno y contra la corrupción. De especial fuerza es la protesta ante la represión policial: en la escena VI (Max ante el obrero catalán, condenado a morir en aplicación de la «ley de fugas») y la escena XI (la muerte de un niño a consecuencias de la represión callejera). Entonces resumirá el protagonista: «La Leyenda Negra, en estos días menguados, es la Historia de España». En este AMBIENTE MACABRO, no es difícil descubrirla presencia de la muerte como personaje esencial. Los ambientes míseros y sórdidos de la calle la evocan. Puesta en escena Debemos destacar que el teatro de Valle-Inclán quedó relegado, muchas veces, a teatro para ser leído, por la dificultad de llevar a cabo la representación teatral, de ponerlo en escena. En primer lugar, debemos hacer referencia a las acotaciones teatrales, que tienen un marcado carácter literario (muchas metáforas y oros símbolos), difíciles de representar (De repente, el grillo del teléfono se orina en el gran regazo burocrático). En segundo lugar, hay gran cantidad de cambios de escenario, marcados por la aparición en escena de muchísimos personajes. Por último, se trata de obras de teatro muy extensas. Todo ello complica la puesta en escena. La obra se halla dividida en escenas y no en actos (como casi todas las obras de teatro). Una escena se diferencia de la siguiente por la entrada o salida de un personaje a escena. Espacio - Las calles de Madrid sirven de nexo de unión del resto de los lugares donde se desarrolla la obra: enfrentamientos entre el pueblo y la policía, detención de Max por escándalo público, escena de la madre con su hijo muerto, muerte de Max… París como espacio aludido: aunque no está presente es el contrapunto al Madrid absurdo y hambriento. Tiempo La obra posee una marcada unidad temporal. Las doce primeras escenas suceden desde del atardecer hasta el amanecer del día siguiente. La acción comienza a la hora del crepúsculo y el resto de las escenas están presididas por la luna. El transcurso del tiempo es lineal. El autor trata de evocar el ambiente político-social de la época, razón por la que se permite algunos anacronismos. Las referencias históricas la sitúan en el periodo que da comienzo en 1913 con el maurismo (A. Maura, presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII propugnó en sus dos primeros gobiernos una «revolución desde arriba» que trataría de regenerar las instituciones y combatir la oligarquía y el caciquismo) En ese momento, existe en Europa una corriente de esperpentismo en la que se incluyen tendencias dispares como el futurismo, el expresionismo y otros movimientos de vanguardia, que son símbolo del inconformismo que sufre la sociedad europea de comienzos de siglo. Valle es, por tanto, la versión española de esa nueva actitud, signo de la insatisfacción cultural y social. https://prezi.com/mcyfn9cwo3qb/luces-de-bohemia/