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Producto 12
ELCAMBIO CLIMÁTICO Y SU INFLUENCIA EN LAS PLAGAS AGRÍCOLAS
Introducción
Desde el origen del planeta, el Sol ha sido la principal fuente de energía que influye en la transformación
del tiempo y del clima. Sin embargo, el incremento de población en el mundo ha modificado el equilibrio
natural. La humanidad ha pasado de menos de mil millones de individuos en el año de 1750 a más de 6
mil millones en el 2000. El aumento en los últimos 50 años ha sido igual al experimentado desde la
aparición de nuestra especie hasta 1950. Por otra parte, los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas
natural) que se extraen de las profundidades de la Tierra y se queman aportan 88 por ciento de la
energía que consumimos, y ocasionan un aumento de casi 20 por ciento de la concentración de dióxido
de carbono en la atmósfera desde el comienzo de la era industrial. El hombre, por tanto, ha alterado el
sistema climático y el aumento de la temperatura del planeta (Contreras, C y Galindo, G. 2009).
Estudios recientes, han establecido una conexión entre los parámetros histórico-climáticos y la
agricultura, con la finalidad de establecer las relaciones funcionales de los elementos del clima y los
resultados de las cosechas por una parte; y por otra, con la aparición de epidemias y plagas (Contreras
Servín, 2009). Algunas de las transformaciones más espectaculares del cambio climático en las plagas y
las enfermedades de los animales probablemente se observarán en los artrópodos, como los mosquitos,
las mosquillas, las garrapatas, las pulgas y las pulgas de la arena, así como en los virus de los cuales
son portadores. Debido al cambio de las temperaturas y la humedad, las poblaciones de estos insectos
pueden extender la zona geográfica donde viven.
A escala global, los patrones estacionales de temperaturas y precipitaciones constituyen los factores
principales para determinar la distribución de organismos en el espacio (Birch, 1957). Los insectos y las
plantas llegan a adaptarse a combinaciones de estos factores mediante selección natural, aunque
insectos con brotes periódicos ocurren especialmente en áreas que son físicamente severas, todo lo cual
se considera una de las causas del calentamiento climático (Elton, 1975), quedando demostrado que los
brotes de insectos, tanto en zonas templadas como tropicales, han seguido a periodos de sequía, fuerte
actividad de manchas solares o combinaciones de sequía y humedad excesiva (Wallner, 1987).
El cambio climático y las plagas
El estudio de plagas y enfermedades inicia con la discusión del triangulo epidemiológico que tiene como
pilares al hospedero (cultivo), la plaga y el ambiente, que deben están presentes e interactuar para que
una plaga subsista. La alteración de cualquiera de los tres factores provoca la aparición de un brote o
epidemia (Contreras Servín, 2009). El incremento de estos organismos y sus afectaciones, como es el
caso de los insectos, esta grandemente influenciado por diversos factores, así como en las relaciones
tróficas con sus enemigos naturales y plantas hospedantes, entre los cuales la temperatura, la humedad
relativa y el fotoperíodo son fundamentales (Marco, 2001), por ejemplo, cuando en una zona templada
aumenta la temperatura por periodos prolongados también aumenta la vulnerabilidad de los cultivos a ser
23
Generación de tecnología
Los estudios sobre el calentamiento de la Tierra se han basado en datos históricos de temperatura,
modelos computarizados y ecuaciones matemáticas. Estas investigaciones pretenden pronosticar la
tendencia del clima para los próximos cien años. Casi todos los observadores convienen en que lo que se
desconoce resulta asimétrico; por ejemplo, es probable que cada vez seamos más reacios a aceptar el
cambio de clima medida que el tiempo se alargue. Subir de un calentamiento de 2°C a 4°C es mucho
más alarmante que de 0°C a 2°C. Cuanto mayor sea el calentamiento, más nos alejamos de la
temperatura actual y más considerable resulta la posibilidad de que ocurran fenómenos imprevistos.
Además, los acontecimientos extremos como sequías, huracanes, ondas cálidas y gélidas,
desbordamiento de los ríos y congelamiento de los lagos, causan las pérdidas económicas mayores.
Estas consideraciones se han abordado a partir de la teoría sobre el cambio climático global (Contreras,
C y Galindo, G. 2009).
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atacados por patógenos, ya que se presentan las condiciones favorables para su crecimiento y
reproducción. Asimismo, En lugares normalmente secos donde se presentan lluvias fuera de temporada
o donde éstas se prolongan, favorecen el desarrollo de patógenos con altos requerimientos de humedad.
Por otra parte, el desarrollo de malezas es favorecido por el incremento en las concentraciones de CO2
(bióxido de carbono) como resultado de la contaminación ambiental. La disponibilidad de CO2 en
combinación con altas temperaturas favorece la producción de biomasa y semillas en las malezas.
Por ejemplo en México, cuenta con la mayor diversidad de especies de Opuntias, hospederos de la
palomilla del nopal, y además las condiciones climáticas son ideales para el establecimiento de esta
plaga exótica pero al no estar presente, no representa riesgos. Sin embargo, En 2006, la DGSV notificó la
presencia de la palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum) en Isla Mujeres, Quintana Roo (NAPPO,
2010). Existe la hipótesis de que la palomilla arribó a la isla desde el Caribe a finales de 2005, acarreada
por los huracanes Stan o Wilma, o a través del tráfico de plantas por turistas (Zimmermann et al., 2007).
No obstante, esta plaga fue declarada erradicada de México en 2009 (DOF, 2009a y b).
De 1999 a 2009, se introdujeron a México al menos 26 plagas, las cuales fueron notificadas
oportunamente (Tabla 6). Aunque muchas de ellas fueron introducidas por la movilización de mercancías
en el comercio internacional, otras se introdujeron por su capacidad inherente de dispersión o por
eventos meteorológicos como ciclones, para el caso de la palomilla del nopal o el acaro rojo de las
palmas, o por el movimiento de las masas de aire como la roya asiática de las leguminosas.
Informe 2009
Plagas de las plantas: motivos de preocupación
Utilizando las grandes unidades ecoregionales (Bocco, 1997), se realizó una sobreposición en el SIG con
los datos de muestreo de algunas plagas de prioridad nacional, como se puede apreciar en la figura 13.
Después de observar los mapas, podemos decir que la mayor parte de las plagas de prioridad nacional
se localizan en las zonas ecológicas de las selvas cálido-húmedas y en menor proporción en las cálidosecas. Sin embargo, esta aseveración no es una conclusión final.
Componentes climáticos
Para comprender este punto tenemos que entender por clima. Al estado medio de los elementos y
factores que caracterizan el estado atmosférico de una región en una determinada época del año,
teniendo en cuenta la latitud, altitud, temperatura, precipitaciones, distribución de tierras y mares los
datos climáticos son valores obtenidos estadísticamente están referidos a la situación atmosférica normal
de una determinada región.
Estos fenómenos combinados pueden ser considerados elementos de un conjunto, y las relaciones entre
ellos tienen lugar sobre espacios de diversas extensiones. La persistencia y la recurrencia hacen que una
combinación meteorológica sea más frecuente que otra. Constituyen los llamados tipos de climas y están
articuladas en un ritmo característico, para cada región.
La climatología dinámica. El punto de partida de esta no son los elementos meteorológicos
tradicionales, analizados separadamente, sino la interpelación de causa y efecto que desarrollan entre
ellos y los complejos procesos que lo involucran. " La climatología dinámica – señala se apoya en tres
condiciones: 1° puede basarse en una meteorología también dinámica; 2° la concepción del tiempo se
observa en los estados durables capaces de crear un medio y 3°, una adecuada definición del clima". El
clima influye directamente sobre el paisaje y por eso necesita explicar sus caracteres y relaciones
causales. Por este motivo, le interesan sobre todo los estados del tiempo en su habitual sucesión, su
frecuencia, su duración y su periodicidad.
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Producto 1
Nombre Producto
Tabla 6. Introducción de nuevas plagas a México de 1999 a 2009. Investigación del SINAVEF
Fecha de
Nombre común
Nombre científico
Fuente
introducción/lugar
Maconellicoccus
Cochinilla Rosada del
en 1999 en Mexicali,
SENASICA, 2008
hirsutus
Hibisco
Baja California
Aegilops cylindrica,
Zacate cara de cabra
2000-2008
SENASICA, 2010c
Conringia orientalis,
Collejón
2000-2008
SENASICA, 2010c
Cuscuta spp.,
Cuscuta
2000-2008
SENASICA, 2010c
Euphorbia ésula,
Candelilla
2000-2008
SENASICA, 2010c
Ischaemum rugosum,
Zacate mazorquilla
2000-2008
SENASICA, 2010c
Pennisetum
Pasto buffel azul
2000-2008
SENASICA, 2010c
polystachion,
Polygonum
Polígono trepador,
2000-2008
SENASICA, 2010c
convolvulus,
Enredadera
Rottboellia
Zacate peludo,
2000-2008
SENASICA, 2010c
cochinchinensis,
caminadora
Solanum carolinense,
Ortiga
2000-2008
SENASICA, 2010c
Solanum viarum
Tropical soda apple
2000-2008
SENASICA, 2010c
Carraspique del
Thlaspi arvense
campo, Telaspio,
2000-2008
SENASICA, 2010c
Traspie
Casas Grandes y
Palomilla oriental de la
Grapholita molesta
Nuevo Casas
DOF, 2002a
fruta
Grandes, Chih. 2002
Piojo harinoso de la
Planococcus ficus
2002 en Sonora
DOF, 2002b
vid
Psílido asiático de los
(Diaphorina citri)
2002 en Campeche
Graça y Korsten, 2004
cítricos
2004. Campeche,
Thrips palmi
Trips oriental
Yucatán y Quintan
SENASICA, 2010
Roo
2005. Tamaulipas y
Roya Asiática en soya Phakopsora pachyrhizi
NAPPO, 2010
San Luis Potosí
Leprosis de los
Leprosis Citrus Virus
2005. Chiapas
NAPPO, 2010
cítricos
2005. Las Choapas,
Olivea tectonae
Roya de la Teca
NAPPO, 2010
Veracruz
Uromyces
2005. Puebla, Estado
Roya del Gladiolo
NAPPO, 2010
transversalis
de México y Morelos
Steneotarsonemus
Ácaro del vaneo del
2006. Palizada,
NAPPO, 2010
spinki
arroz
Campeche.
2006. en Isla Mujeres,
Cactoblastis cactorum
Palomilla del nopal
NAPPO, 2010
Quintana Roo.
2009. Cancún e Isla
Ácaro rojo de las
Raoiella indica
Mujeres, Quintana
NAPPO, 2010
palmas
Roo
Candidatus
Huanglongbing en
2009. Tizimín,
NAPPO, 2010
cítricos
Liberibacter asiaticus
Yucatán.
2009. Chiapas y
Moniliophthora roreri
Moniliasis en cacao
NAPPO, 2010
Tabasco
2009. Ensenada, B. C.
Enfermedad de Pierce Xylella fastidiosa
NAPPO, 2010
y Parras, Coahuila
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Figura 13. Regiones ecológicas de México y presencia de plagas agrícolas
Informe 2009
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Producto 1
El método dinámico de las masas de aire permite resolver el problema de las escalas y de la
denominación de los climas. La climatología dinámica tiene por objeto el estudio de la mecánica general
y la termodinámica atmosférica, es decir, busca explicar las causas que generan un tipo de clima,
partiendo del conocimiento de las características de las masas de aire sobre una determinada región.
El clima y su interpretación. Es indudable la importancia del conocimiento de la dinámica de las masas
de aire que afectan una determinada región, ya que con sus alteraciones y cambios cíclicos, propios del
comportamiento atmosférico, modifican temporalmente las condiciones del medio físico – biológico, e
influyen sobre los distintos ecosistemas incluso sobre el mismo hombre y sus actividades.
Los fenómenos meteorológicos temperatura, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones se
hallan, como hemos visto, relacionados y caracterizan el estado de la atmósfera de una determinada
área, donde dan lugar a una sucesión de estados de tiempo. Por ello, la mejor forma de abordar el
análisis del clima de una región es mediante el estudio de los estados del tiempo, para establecer sus
características, su sucesión y articulación habitual. Sus características son establecidas mediante
promedios considerando las mediciones medias anuales, tomando lapsos que calculados con los datos
recabados durante un periodo largo y relativamente uniforme, generalmente de 30 años. Este concepto
de “normal climatológica estándar de 30 años” data de 1935 cuando en la conferencia de Varsovia el
Comité Meteorológico Internacional recomendó que se utilizara 1901 – 1930 como periodo estándar
mundial para el cálculo de las normales. En 1956, la OMM recomendó el uso del periodo de 30 años
disponible más reciente, que finalizara en el año más próximo que terminara en 0 (que en aquel momento
era 1921 – 1950). (OMM, 2007: p. 6)
Se pueden utilizar sistemas de elaboración de modelos climáticos para comparar datos climáticos sobre
la distribución conocida de una plaga con los relativos a su distribución en el área de ARP.
Estas características climáticas pueden ser representadas gráficamente, por medio de un climograma.
Observando las temperaturas medias mensuales y la amplitud térmica, se puede deducir las
características estaciónales de dicha área; analizando las precipitaciones, su monto anual y su
distribución en el año, se pueden deducir a qué tipo de clima pertenece el climograma y cuáles son sus
caracteres. En relación con las plagas estas se pueden desarrollar con temperaturas de acuerdo a las
siguientes temperaturas (Tabla 7):
Al sobreponer la carta de climas del INEGI con los datos de muestreo, se puede establecer que los
climas como el “Tropical Cálido Subhúmedo, son los que favorecen el establecimiento de las plagas de
prioridad nacional, en un rango menor van a ser los climas semiáridos, mismos que representan la
transición entre regiones tropicales húmedas y las áridas; con precipitaciones estos cuatro climas entre
600 y 1500 mm, temperaturas promedio superiores a los 20 ºC, un período de sequía de cinco a nueve
meses. Este dato es importante porque coincide en gran medida con las unidades ecorregionales de
Bocco (Figura 14).
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Nombre Producto
Combinando dos parámetros – temperatura y volumen de precipitaciones- con tres factores
modificadores –latitud, continentalidad o distancia al mar, y altitud – se puede obtener el tipo climático de
cualquier lugar de la superficie terrestre.
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Tabla. 7. Temperaturas a las que se desarrollan las plagas de prioridad nacional
Nombre de la plaga
Temperatura de desarrollo
Cochinilla
rosada Puede sobrevivir a temperaturas mayores de 15 ºC, por lo que su
(Maconellicoccus hirsutus)
distribución puede extenderse a latitudes más al norte del
continente americano, como el sureste de Canadá.
Langosta centroamericana
(Schistocerca
piceifrons
piceifrons Walker)
Temperatura mínima de desarrollo: 15.3 ºC
Temperatura máxima de desarrollo: 38.5 ºC
palomilla
del
nopal
(Cactoblastis cactorum)
Temperatura mínima de desarrollo: 13.3 ºC
Temperatura máxima de desarrollo: 36 ºC
Temperatura optima de desarrollo: 25-30 °C
Mosca mexicana de la fruta
(Anastrepha ludens )
Mosca del mediterráneo
(Ceratitis capitata)
Informe 2009
Roya asiática de la soya
(Phakopsora pachyrhizi)
La palomilla completa tres generaciones en EUA con picos de
adultos en los meses de Abril, Julio y Octubre
Se ha reportado un umbral bajo de desarrollo de 10 °C .
Temperaturas de 0 °C o menores, por periodos mayores a una
semana, son letales para casi todos los estados de desarrollo de
Anastrepha. Temperaturas de 45 °C o mayores son letales a todos
los estados de desarrollo
El desarrollo del los huevos, larvas y estados pupales cesa a 10 C.
Algunos adultos pueden sobrevivir hasta seis meses bajo
condiciones favorables de alimento, agua y temperaturas frescas
La germinación de esporas ocurre con 12 a 14 hrs de rocío
(Mínimo de 6 hrs), la penetración se da aproximadamente 6 horas
después a temperaturas entre 8 y 36°C, con un óptimo entre 16 y
26°C. Con temperaturas de 22 a 27°C, los urediniosoros maduran 6
a 7 días después de infección y se pueden observar los síntomas,
de los 7 a los 10 días
El clima “cálido subhúmedo con lluvias de verano (Awo), considerado como el más seco de los climas
tropicales, con una precipitación anual promedio de 900 mm, es el clima ideal que permite las
condiciones ambientales para el desarrollo biológico de la langosta, las zonas climáticas Awo,
particularmente en el litoral del Golfo de México, coinciden con las zonas de exploración y muestreo de la
campaña de control de langosta. Este dato es importante, porque se trata de un clima que se encuentra
en el límite de los climas tropicales y los climas secos, motivo por el cual la isoyeta anual de 900 mm
adquiere relevancia, debido a que futuro, puede ser un parámetro importante para regionalizar las áreas
de muestreo (Contreras, 2008, 2009), (Figura 15).
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Nombre Producto
Figura 14 .Carta de climas de México y presencia de plagas
Producto 1
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Figura 15 Condiciones climáticas en el desarrollo de la langosta
Informe 2009
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Producto 1
Desde el punto de vista climático-agrario, variaciones sobre la precipitación que cae a lo largo del año o
de varios años puede originar sequías, la importancia de este fenómeno no solo se manifiesta en el
cultivo de las plantas y las producciones agrarias, sino que puede contribuir al surgimiento de desastres
fitosanitarios, debido a sus efectos sobre el desarrollo y comportamiento de los organismos causales de
plagas. Sin embargo, de todos los factores ambientales, el que ejerce un efecto mayor sobre el desarrollo
de los insectos es, probablemente, la temperatura. Ello es debido principalmente a su importante
incidencia sobre los procesos bioquímicos, al ser organismos poiquilotermos, es decir, adoptan la
temperatura del ambiente (Pataki, 1972; Wagner et. al., 1984). El incremento en la temperatura también
favorece al aumento en las densidades de población de insectos y ácaros. A mayor temperatura el ciclo
de vida de los artrópodos se acorta, por lo que se pueden presentar mayor número de generaciones en
un sólo ciclo de producción agrícola.
En términos fisiológicos, un insecto debe acumular cierta cantidad de calor para poder desarrollarse; este
calor acumulado se mide en unidades que se denominan " grados-días" (Marco, 2001). El aumento de la
temperatura en que se desarrolla una especie de insecto acelera su tasa de desarrollo, y por
consiguiente, aumenta el número de generaciones que tiene durante el año (Mejía, 2005). Desde luego,
este comportamiento puede ser diferente en muchas especies, pero ocurre así de forma general (Brodsky
y Naranjo, 1976). De cualquier manera, cuando una región se calienta a niveles extremos y en periodos
prolongados, esto favorece la existencia y el desarrollo de determinadas especies, unas que aumentan
significativamente sus poblaciones y otras que logran expandir su rango de presencia natural,
colonizando nuevas regiones.
El uso de modelos de predicción climática ha permitido promover acciones de mitigación, que resultan en
servicios de emergencia preparados tanto para la prevención de los impactos, como para la atención de
los afectados por el siniestro, porque sólo al conocer los tiempos e intensidad de los fenómenos, se
puede preparar a la población (WMO,1998).
Las prácticas comunes en la agricultura son, en gran medida, resultado del conocimiento ancestral sobre
el clima y el campo. Hoy en día se viven anomalías en el clima que parecen ser más intensas que los
experimentados años atrás. Dentro de este contexto, las variaciones que el clima en México exhibe año
con año están en gran medida determinadas por la ocurrencia del fenómeno El Niño (Magaña y
Quintanar, 1997).
El Niño. Uno de los grandes retos científicos ha sido el entender las variaciones climáticas que se
producen año con año para poder predecirlas. En las últimas tres décadas, se ha encontrado que gran
parte de dichas fluctuaciones está altamente relacionada con el fenómeno de El Niño - Oscilación del Sur
(Díaz y Markgraf, 1992)
Relación del fenómeno de “El Niño” y la actividad de los ciclones. Algunos investigadores (Landsea
y Gray, 1989) han encontrado que la actividad ciclónica tropical en el Atlántico norte es muy sensible a la
influencia de “El Niño”. En la figura se pueden apreciar la trayectoria de los ciclones tropicales en los
años de “El Niño” (b), un año anterior a “El Niño” (a) (Figura 16). Se puede observar que durante la
presencia de “El Niño” el número de ciclones tropicales se reduce notablemente, el Golfo de México y el
Mar Caribe muestran esta reducción claramente.
En territorio mexicano, al parecer, estos dos fenómenos “El Niño” y “La Niña” provocan eventos climáticos
opuestos, es decir, durante “El Niño” hay sequía y en los años de “La niña” llueve más de lo normal, pero
nunca es la misma respuesta climática de un año de “El Niño” (o La Niña) a otro.
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Nombre Producto
Influencia del fenómeno de “El Niño” en la actividad ciclónica del Golfo de México
y Península de Yucatán y su relación con la sequía y la presencia de plagas.
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Figura 16. Frecuencia de ciclones en el Golfo de México en un año normal y un año “Niño”
Año normal, existe un mayor número de Año “Niño”, disminuye el número de ciclones
ciclones en el Golfo de México
en el Golfo de México, afecta la cantidad de
lluvia que reciben los estados en la región
Informe 2009
4.1 Análisis de la actividad ciclónica de la temporada 2009, por Michel Rosengaus de la Coordinación
General del Servicio Meteorológico Nacional. Este documento se emite en el último día de la temporada
nominal de ciclones tropicales 2009 (30 de noviembre).
En la figura 17 se presenta la actividad ciclónica ocurrida en el Atlántico Norte durante 2009. Las áreas
sujetas a vientos de tormenta tropicales en achurados y las áreas sujetas a vientos de huracán en color
sólido. Los sistemas en color rojo son aquellos que presentaron alguna afectación directa sobre
México.La actividad ciclónica se encuentra claramente por abajo del intervalo de normalidad. Esto
coincide con la expectativa de un menor número de sistemas durante el fenómeno de El Niño
Figura 17. Temporada de ciclones 2009 en el Golfo de México
La temporada 2009 del Atlántico Norte se considera:
Muy por debajo de lo normal en la totalidad de la cuenca (dominada por un solo sistema que contabilizó
el 77% del IAC)
32
Producto 1
4. 2 Relación de los ciclones con la sequía. El Niño impacta el clima en México provocando mayor
precipitación en invierno y escasez de lluvia en verano. Así, la presencia de El Niño en el territorio
mexicano está íntimamente ligada con la disponibilidad de agua. La escasez de lluvia en ciertos años es
quizá la señal más evidente de un Niño fuerte, y son los costos de la sequía los que más se resienten en
México, afectando en especial la producción de agrícola. Intentando una asociación entre El Niño y el
clima de México, en términos generales se puede decir que las lluvias de invierno se intensifican durante
años Niño en el noroeste y noreste de México, mientras que disminuyen hacia la parte sur. Los inviernos
con Niño, por su parte, resultan más fríos en casi todo el país, mientras que los veranos con Niño son
más secos y cálidos que en veranos de Niña.
Los impactos de El Niño durante el invierno pueden describirse en general como lluvias y fríos anómalos
en el norte de México. El verano Niño en México, por su parte, provoca que las lluvias en la mayor parte
del país disminuyan
La relación de los ciclones con el clima y la sequía en el Golfo de México, a partir de establecer la
forma en que el fenómeno de el “Niño ocasiono un menor número de ciclones en el Golfo de México, este
hecho provocó que particularmente los meses de septiembre y octubre, meses de fuertes lluvias
provocadas por las tormentas tropicales, estas disminuyeran considerablemente, ocasionando que una
gran parte de los territorios de Tabasco y la península de Yucatán fueran afectadas por una sequía
anormal (Figura 18)
Un ejemplo claro de la forma en que el Fenómeno de “El Niño” puede modificar el clima de una región, se
observa en el estado de Tabasco, lugar en donde llueve en promedio más de 2000 mm al año y que
normalmente dan origen a climas de tipo “tropical lluvioso (Af)” o “tropical con lluvias de monzón o
ciclónicas (Am)” ver figura 18, estos climas son particularmente lluviosos y poco propicios para la
reproducción de la plaga de langosta, sin embargo, en años extraordinarios como el actual 2009, estos
climas se pueden comportar en una gran parte del año, como climas “Secos o semiáridos (BS)” o
“subhúmedos (Awo)”, climas que constituyen un ideal para la reproducción de la langosta.
Por otra parte, la correlación fenómeno de “El Niño”, frecuencia de ciclones y sequía presenta una
lógica ya demostrada por diversos estudios e investigadores; sin embargo, este juicio se ha relacionado
ocasionalmente con el desarrollo de los organismos biológicos, particularmente las plagas. No obstante
esto, el SINAVEF ha desarrollado desde hace tiempo metodologías que pretenden demostrar el
razonamiento del clima y las plagas con propósitos de pronóstico como se puede apreciar en la figura
22.
La variabilidad y el cambio climático asociados a las plagas agrícolas. Con base a la información
presentada en las figuras 14, 15, 18, y 19; podemos decir que por ejemplo, en Yucatán existen
normalmente climas de tipo: Tropical Cálido Subhúmedo o tropical con lluvias en verano” (Awo, Aw1,
Aw2) y “Seco estepario o semiárido (BS)”.
Sin embargo, la sequía anómala registrada en los primeros nueve meses del año de 2009, como
consecuencia del fenómeno de “el Niño, uniformo temporalmente en una sola región climática al estado
de Yucatán y gran parte de la península al presentar un clima semiárido (BS), de forma similar afecto
otras regiones del Golfo de México y la región occidente (principalmente Michoacán, Jalisco y Nayarit).
33
Nombre Producto
Impacto de “El Niño” en el Golfo de México. El impacto de El Niño en las lluvias de invierno de México
no es siempre el mismo, pues existen diferencias en las características regionales y temporales de las
anomalías de lluvia y temperatura de un año Niño a otro. Por ejemplo, en determinadas regiones de los
estados de Veracruz, Tabasco y Yucatán, el impacto de El Niño en el clima invernal se relaciona con la
actividad de los ya mencionados "nortes", cuyo número e intensidad parecen verse afectados al cambiar
la circulación atmosférica.
Figura 18. Forma en que la sequía, asociada al fenómeno de “El Niño”, afecto a México durante el periodo julio-diciembre de 2009.
Informe 2009
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Producto 1
Se tiene como antecedente, que durante “El Niño” de 2006-2007, en donde se presentaron grandes
mangas de langosta, el ciclo biológico de desarrollo de la langosta se activo como consecuencia del
incremento de la temperatura y de la sequía (Figura 19).
Por otra parte, el estado de Yucatán, Golfo de México y centro-occidente, experimenta una sequía
anómala de grandes proporciones, que representa para la Diaphorina citri, un periodo de sobrevivencia
por encima de lo normal y condiciones ideales para que dieran positivo a Candidatus Liberibacter
asiaticus, como lo demuestra el hecho de que año de 2009, presento anomalías climáticas asociadas al
fenómeno de “El Niño”, al igual que el año de 2002 en que se registró por primera vez la Diaphorina citri
en Campeche, ambos años se caracterizaron por la presencia del fenómeno de “El Niño”, lo que permite
decir que el desarrollo biológico de los insectos y su rango de sobrevivencia normal, se incrementa con la
presencia de dicho evento. Por ejemplo, durante los meses de enero a julio, particularmente en Yucatán y
Nayarit, se dieron condiciones ideales para el desarrollo de la D. citri, debido a que como lo menciona
(Gatling, l970) tiene un ciclo de vida corto y una alta fecundidad. Es más frecuente en zonas cálidas
costeras (el Cuyo y Río Lagarto en Yucatán y la costa de Nayarit tienen estas características). En los
períodos secos, los adultos son numerosos, pero las ninfas generalmente están ausentes.
Es evidente que el cambio climático está modificando la distribución de las plagas y las enfermedades de
los animales y las plantas, es difícil prever todos los efectos de este cambio. Sin embargo, podemos
decir que la sequía prolongada y el incremento constante de temperaturas, al igual que otros fenómenos
derivados del calentamiento global (ciclones y nortes, más intensos), favorecerá de manera general a las
especies de insectos que son invasoras (transfronterizas) más que a las nativas y establecidas, ya que
están adaptadas a mayores extremos de temperatura y por tanto muestran una mayor plasticidad
ecológica; de igual forma, algunas especies de insectos fitófagos, sean plagas o no, se irán
incrementando mientras otras se debilitaran o reducirán su desarrollo, pero el efecto final será el aumento
de la presión de las plagas sobre los cultivos (Galindo, Contreras y Olvera (2009).
De cualquier manera, según Kozár (1997), para evaluar el efecto del cambio climático sobre las
poblaciones de insectos resulta importante encontrar buenos indicadores, siendo posibles candidatos los
siguientes: 1. los cambios en la distribución y dispersión o expansión; 2. los cambios de densidad
espacial y temporal; 3. los cambios en los factores de mortalidad; 4. los cambios de la biodiversidad local;
5. los cambios en la composición de especies en diferentes comunidades, entre otros. Esto sugiere que
resulta importante realizar estudios que permitan detectar las variaciones existentes en cada región o
localidad, como etapa importante para poder predecir y mitigar los efectos desastrosos de las especies
que brotan bajo estas condiciones.
Durante los años “Niño”, el país experimenta sequías anormales que lo afectan parcialmente o en su
totalidad. En el año de 2009, por ejemplo el estado de Yucatán experimenta una sequía anómala de
grandes proporciones, que representa para la Diaphorina citri, un periodo de sobrevivencia por encima de
lo normal y condiciones ideales para que dieran positivo a Candidatus Liberibacter asiaticus. Este
acontecimiento, tiene como antecedente el año de 2002 en que se registró por primera vez la Diaphorina
citri en Campeche, ya que también fue año “Niño”. Como se menciono anteriormente, las plagas de
langosta, diaphorina, mosca del mediterráneo, entre otras, presentan periodos de desarrollo y
sobrevivencia por arriba de las que presentan en años de clima promedio.
La información disponible en la página de SENASICA sobre la presencia del HLB en Yucatán y Quintana
Roo, son congruentes con los estudios de Gatling, (l970), mismo que menciona que el desarrollo de la D.
citri. es más frecuente en zonas cálidas costeras (el Cuyo y Río Lagarto tienen estas características).
Los huevos son puestos individualmente de marzo a mayo en la parte media del envés de las hojas
dobladas de los brotes tiernos, en las axilas de las hojas u otros lugares adecuados en las partes tiernas
del árbol. En los períodos secos, los adultos son numerosos, pero las ninfas generalmente están
ausentes. Las corrientes de viento y la cercanía del lugar a alguna de las zonas costeras de USA
(Florida, Luisiana, etc.) favoreció la llegada en principio de la Diaphorina citri en 2002, posteriormente,
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Conclusiones
Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria
una sequía prolongada en 2009, se convierten en las condiciones ideales para el desarrollo de la bacteria
Candidatus Liberibacter asiaticus.
como consecuencia del fenómeno de “El Niño 2006, 2007”
Figura 19. Incremento del ciclo biológico de la langosta centroamericana, como consecuencia del fenómeno de “El Niño 2006, 2007”
Informe 2009
No obstante lo anterior, es necesario hacer un mayor hincapié en la obtención de datos climáticos que
sean sistemáticos y más exactos. Debido a que se trata de un aspecto fundamental para poder detectar
los cambios climáticos cuanto antes, y poder evaluar racionalmente los posibles efectos del cambio
climático en los ecosistemas, la agricultura y sus efectos en las plagas.
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Grandes y Nuevo Casas Grandes, Chih., y en las áreas del territorio nacional donde se detecte la
presencia de esta plaga.
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del artículo 46 de la Ley Federal de Sanidad Vegetal, con el objeto de confinar, erradicar y prevenir la
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