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Vicaría Episcopal para Niños
Arzobispado de Buenos Aires
www.vicarianiños.org.ar
Domingo 19 Durante el Año
Ciclo C
¡JESÚS, MULTIPLICA NUESTRO TESORO!
PRIMERA LECTURA
Esperaba aquella ciudad
cuyo arquitecto y constructor es Dios
Lectura de la carta a de los Hebreos
11, 1-2. 8-12
Hermanos:
La fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las
realidades que no se ven. Por ella nuestros antepasados fueron considerados
dignos de aprobación.
Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que
iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba. Por la fe, vivió como extranjero
en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo mismo que Isaac y Jacob,
herederos con él de la misma promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad
de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
También por la fe, Sara recibió el poder de concebir, a pesar de su edad
avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y por eso, de un solo
hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia
numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la
orilla del mar.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 32, 1. 12. 18-20. 22 (R.: 12b)
R. ¡Feliz el pueblo que el Señor se eligió como herencia!
Aclamen, justos, al Señor:
es propio de los buenos alabarlo.
¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que Él se eligió como herencia! R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.
Nuestra alma espera en el Señor:
Él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti. R.
ALELUIA
Mt 24, 42a. 44
Aleluia.
Estén prevenidos y preparados,
porque el Hijo del hombre vendrá a la
hora menos pensada.
Aleluia.
EVANGELIO
Ustedes también estén preparados
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
12, 32-48
Jesús dijo a sus discípulos:
«No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el
Reino.
Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten
y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni
destruye la polilla. Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su
corazón.
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los
hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle
apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les
aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a
servirlos.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra
así!
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón,
no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la
hora menos pensada».
Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para
todos?»
El Señor le dijo: «¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor
pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento
oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este
trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este
servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los
servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su
señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la
misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas
preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo
severo. Pero aquél que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado
menos severamente.
Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le
reclamará mucho más».
Palabra del Señor.
O bien más breve:
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
12, 35-40
Jesús dijo a sus discípulos:
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los
hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle
apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les
aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a
servirlos.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra
así!
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón,
no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la
hora menos pensada.
Palabra del Señor.
APORTES PARA LA CELEBRACIÓN
¡JESÚS, MULTIPLICA NUESTRO TESORO!
Recurso
Opción 1: Presentación “la tarjeta de crédito y el resumen”
Opción 2: Explicar el Evangelio
Materiales previos
Una tarjeta de crédito y el resumen mensual (sería bueno que tenga un tamaño
grande para que se vea bien). Adaptar el recurso según la realidad o costumbre
de la comunidad.
Un animador encargado de contar con preocupación todos los gastos que ha
realizado en el mes. Telefonista que comunica lista de gastos (puede escucharse
una voz, sin necesidad de ver al personaje).
Presentación: “la tarjeta de crédito y el resumen”
- ¡Uy ¡!!! llegó el resumen de la tarjeta de crédito!
- A ver, a ver, (abre el sobre) ¡No, No lo puedo creer! Total a pagar 8.500 pesos…
- La tarjeta se equivocó… yo no puedo haber gastar 8.500 pesos…
- Voy a llamar para quejarme por sobre facturación…
- Ya me van a escuchar…
- A ver ¿Dónde está el número de teléfono?, sí, (toma el teléfono y marca) 4399
m m m m …..
- Siempre la misma canción… todos los operadores están ocupados, lo
atenderemos a la brevedad… ya me van a escuchar…
- Hola, soy Fernando Compratodo…
- Yo no gasté todo lo que me cobran…
- Yo recuerdo todo lo que compré, sí…
La telefonista le va a ir nombrando y detallando todas las compras que realizó y
Fernando va ir diciendo que eso efectivamente lo compró…
- Sí una cafetera compré, sí un teléfono celular compré, 10 veces fui a cenar, sí
claro me compré 3 jeans, y…., 4 remeras también me compré, etc.
- Perdón señorita, efectivamente todas estas compras las realicé… (Cuelga el
teléfono)
- Este mes se me fue la mano, gasté de más con la tarjeta, tengo que aprender a
ser más cuidadoso, a no pensar solamente en tener cosas a veces innecesarias y
gastar menos, como dice el Papa Francisco…
SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN
Junto con el sacerdote que dialoga con los chicos se reconstruye el Evangelio.
+ En el evangelio Jesús mira a sus discípulos con ternura y cariño, y les dice: “No
temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el
Reino”. El grupo de los discípulos era reducido y todos de condición humilde,
Jesús tiene un gesto de delicadeza y les regala este consuelo espiritual.
+ Jesús recuerda que todos podemos ser tentados y querer apegarnos a las cosas
materiales de manera desmedida. Por eso los invita a compartir los bienes,
porque el verdadero tesoro está en el cielo.
+ Recordemos el relato: “la tarjeta de crédito y el resumen”,
¿Qué vimos recién? ¿Qué le ocurrió a Fernando?
Escuchamos las respuestas de los chicos…
El personaje estaba sorprendido, asombrado por lo que había gastado. Al
principio negaba los gastos y luego los aceptó.
+ Jesús nos dice “… allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón”
+ El corazón es símbolo del amor. Cuando algo o alguien nos importa y mucho, le
damos el corazón, le dedicamos nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestras
energías, nuestra creatividad.
+ Si pensamos en el personaje de la representación, ¿dónde estaría su corazón
cuando hacía los gastos, las compras? Seguramente su corazón estaba en las
cosas materiales…, en el tener, en el poseer, en el pasarla bien…
+ El mayor tesoro que podemos acumular es el cariño, el amor, el servicio, la
vida compartida, el afecto de la familia, los amigos, este tesoro nadie nos lo
puede robar, ni las polillas lo pueden destruir…
+ Jesús nos invita a multiplicar nuestro tesoro cada día. Cada vez que
compartimos su don, Jesús hace crecer en nuestro corazón la capacidad de
amar…
+ ¿Cómo multiplicar nuestro tesoro?:
-Visitando a los enfermos…
-Dando alimento al que tiene hambre…
-Alegrándonos con el que está alegre y acompañando al que está triste…
-Rezando los unos por los otros…
-Siendo amigable con alguien que se siente solo…
-Perdonando a los que nos han herido o dañado…
-Pidiendo perdón cuando lastimamos u ofendemos a otra persona…
+ Manos a la obra y digamos: ¡Jesús, multiplicá nuestro tesoro!
ACTO PENITENCIAL
Luego de cada monición se puede cantar: “Hoy te pedimos perdón” o “Papá del cielo”:
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* Señor, porque muchas veces faltamos a la verdad. Te cantamos… o bien Señor
ten piedad.
* Señor, porque muchas veces nos olvidamos de rezar. Te cantamos… o bien
Cristo ten piedad.
* Señor, porque muchas veces discriminamos. Te cantamos… o bien Señor ten
piedad.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención respondemos: TE LO PEDIMOS SEÑOR
1. Por la Iglesia, para que lleve la luz de la fe donde hay oscuridad, odio,
conflictos y falta de diálogo. Oremos.
2. Por los catequistas, dirigentes y animadores para que sigan anunciando el
amor de Dios. Oremos.
3. Por las personas que piden pan y trabajo a San Cayetano. Oremos.
4. Por todos nosotros, para que aprendamos a compartir lo que tenemos unos con
otros y a dar testimonio de nuestra viva esperanza. Oremos.
ORACIÓN COLECTA
Padre bueno del cielo,
que nos regalas el tesoro de tu amor,
haz que lo cuidemos cada día
entregándolo a nuestros hermanos sin medida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Pan y vino te ofrecemos,
y también nuestros corazones
para que los llenes
con el tesoro de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre bueno,
te damos gracias por todo lo que nos das,
que podamos dar a todos
el tesoro de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.