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Gobernanza y políticas públicas para el desarrollo rural sustentable.
Germán Vargas Larios
Rosa María Magaña Álvarez*
El propósito en éste artículo es vincular los conceptos de gobernanza y desarrollo
y su expresión material en políticas públicas. Se trata de plantear que el desarrollo
más que un problema de generación de “buenas ideas” o de “buenos propósitos” o
el “buen diseño de proyectos”, se refiere más bien a las dificultades que se derivan
de su ejecución o instrumentación (o su gestión, en amplio sentido), teniendo en
cuenta que el desarrollo es, antes que todo, el resultado de una acción colectiva o
social y deliberadamente orientada a estos fines1. Bajo esta perspectiva, el
problema de concebir un buen diseño de proyecto para el desarrollo en el medio
rural puede resultar un juego de niños2 frente a las complejidades que presenta su
instrumentación real como acción colectiva o social, y por lo tanto, inmersa en un
proceso donde intervienen una multiplicidad de actores sociales con valores e
intereses diversos y con frecuencia contrapuestos. Es en este sentido, en el que
se propone en este escrito, tratar los conceptos de gobernanza, desarrollo y
política pública como las distintas aristas de un mismo proceso social.
Profesores investigadores del área de políticas públicas del departamento de economía de la
UAM Iztapalapa.
1
En esta definición, por supuesto, no caben las apreciaciones de corte neoliberal de que el
desarrollo es un resultado automático, no deliberado, siempre que se preserve una libertad
absoluta la acción individual, en la búsqueda de su propio beneficio personal. Como actualmente
se puede constatar, esta libertad absoluta, en los agentes financieros, ha resultado en una de las
crisis más profundas de la historia capitalista, en este inicio del siglo XXI. Por otra parte, desde la
perspectiva de la economía política, el desarrollo se plantea como inalcanzable desde el marco del
capitalismo, dado que en esta realidad social la tendencia no es al desarrollo sino a situaciones
antípodas de desigualdad social y pobreza. Nuestra concepción frente a estas visiones extremas
es que si bien, coincidimos con la segunda concepción en cuanto que el capitalismo dejado a su
libre albedrio tiende inevitablemente a la desigualdad y no al desarrollo, consideramos: a) que la
historia de cada país no es uniforme, y en este sentido, hay grados de desigualdad diferentes; b)
los países que conocemos como desarrollados, no significa que hayan eliminado en términos
absolutos la desigualdad sino que han disminuido o atenuado esta variable en modo tal que lo
hace compatible con el desarrollo, que necesariamente debe entenderse como una situación que
libera la capacidad creativa y de realización del hombre; y por último, c) estas posibilidades de
desarrollo tienen que ver con la capacidad de dirección o quizá sea mejor decir de autodirección de
una sociedad y en esta cuestión social, los conceptos de gobernanza y políticas públicas son
fundamentales.
2 Debe advertirse que esta metáfora de un juego de niños es solo para ilustrar la complejidad de la
instrumentación en tanto que acción social y, de ningún modo, implica subestimar el papel
estratégico que juega un proyecto bien definido para convencer y lograr consensos entre los
actores para que, justamente, esta acción tenga lugar.
*
Bajo esta perspectiva, se propone estudiar el problema del desarrollo rural en tres
dimensiones: el político, el económico y el de la gestión. En la primera, la
dimensión política, se trata de discernir sobre el régimen político en el que un
proyecto de desarrollo, histórico o futuro, tiene lugar; en la segunda dimensión, se
trata de reconocer que el desarrollo aunque predominantemente tiene un
contenido económico no se puede desconocer su vinculación con lo político y que
se define en la primer dimensión que acabamos de mencionar3; por último, en la
dimensión de la gestión, contra lo que se piensa, la más compleja, lo que enseña
esta dimensión, es que las acciones del desarrollo no terminan en la fase del
diseño, por más que se traten de decisiones del “más alto nivel” o que se
encuentren publicados en el diario oficial de la federación (DO) como los planes
globales o sectoriales, nacionales o locales, del desarrollo, puesto que se trata de
intenciones o bien de decisiones o acciones que aún se encuentran en una etapa
de gestación y que requieren pasar por proceso dinámico de interacción social
para su construcción total y definitiva como acciones. Se trata, parafraseando a
Mayntz, pasar de un sistema formal de intenciones al sistema real de la acción
(Many y Thoenig 1994).
Conforme a estas ideas, a continuación, primero se presentan los referentes y su
ubicación contextual de los conceptos de gobernanza y desarrollo procurando su
deslinde con el planteamiento neoliberal, deslinde necesario porque a partir de su
utilización por organismos como el Banco Mundial (BM) y Fondo Monetario
Internacional (FMI) hay una tendencia a su descalificación como categorías de
análisis, lo que, desde nuestro punto de vista no está justificado. Enseguida, como
introducción a nuestra propuesta de una política de desarrollo rural alternativo, se
hace un recuento de las políticas del desarrollo que, inspirados en el consenso de
Washington, se instrumentaron en México en el pasado reciente y sus
consecuencias en el medio urbano y rural: desindustrialización, dependencia
Cabe señalar, que desde la perspectiva neoliberal aún dominante en México, es necesaria una
ruptura entre la institucionalidad de la economía con lo político, habida cuenta que la economía
esta conducida por el mercado. De este modo, hay una gran pérdida en la efectividad de la política,
en la medida en que en el mercado queden dispersas las clases sociales (o poderes facticos)
como átomos de productores y consumidores (Osorio, 1997:21; el paréntesis es nuestro)
3
alimentaria y pobreza. Con base en estas referencias, se hace la propuesta de
una política alternativa, teniendo en cuenta dos ejes: en el primero, las
orientaciones del proyecto, tomando como idea central, la necesidad de invertir los
enfoques tradicionales del desarrollo por lo que es indispensable comenzar por
definir los requisitos de la sostenibilidad social y ambiental como fundamento de la
construcción de sistemas productivos y no a la inversa. El segundo eje se refiere a
los requerimientos para la instrumentación de esta política y se remite a reformas
institucionales de alto calado: a partir de la definición de la misión o funciones que
los actores principales deben cumplir en los procesos sociales del desarrollo,
promover las reformas en la administración pública para su transformación a una
gestión por resultados, transparente y de rendición de cuentas; las reformas
requeridas en el congreso, para convertirlo en un autentico líder de la política
pública, fortaleciendo su función de aprobación del presupuesto y fiscalización de
los programas públicos; y por último, las reformas necesarias para construir una
ciudadanía responsable.
Cabe mencionar que aún cuando el titulo de este artículo se remite al desarrollo
rural sustentable, en realidad las reflexiones encaran el problema del desarrollo en
general en razón por lo menos por tres cuestiones: a) el desarrollo rural es lo más
cercano o implica un enfoque territorial, y reconocer en este sentido que lo
espacial no se puede visualizar como algo estático o pasivo, supeditando su
evolución y transformación al simple devenir del tiempo4; b) el desarrollo rural y de
sus actividades productivas primarias constituye uno de los ejes principales de
desarrollo tanto por los potenciales que se disponen en el país como por sus
efectos anti-cíclicos que en la presente crisis ha mostrado en los países donde sus
Cabe mencionar que el desarrollo desde las perspectivas clásicas de la modernización, tanto de
corte liberal como progresistas, se concibe como un proceso donde el territorio tiene que pasar por
etapas sucesivas de transformación que inevitablemente implican la industrialización y su
consecuente urbanización mediante construcción espectaculares megalópolis que son resultado de
modelo industrial-urbano concentrado que se ha seguido en casi todos los países con grandes
costos económicos en su funcionamiento y política y socialmente ingobernables.
4
efectos han sido notablemente menores y c) la sustentabilidad social y ecológica
está profundamente vinculada al desarrollo en el medio rural.5
Gobernabilidad y desarrollo: origen y evolución del concepto.
Aunque de modo contradictorio, el concepto de gobernanza comienza a ser
utilizado justamente cuando el concepto de desarrollo, como proceso social, es
cuestionado desde las fuerzas sociales más conservadoras del neoliberalismo. En
efecto, en plena crisis mundial que se desarrolla en los 70 y quizás como
consecuencia o respuesta a esta, los temas que tienen que ver con la gobernanza
se les da por primera vez un tratamiento institucional6 en el conocido reporte de la
comisión trilateral que conforme a su versión en español se titula la gobernabilidad
de la democracia (Osorio, 1997). Aunque es más preciso hablar de gobernabilidad
en el marco de este reporte, sobre todo para diferenciar su sesgo conservador, sin
duda, los temas ahí tratados son los mismos a los que se hacen referencia con el
concepto actual de gobernanza, a saber: la relación entre gobernantes y
gobernados.
En dicho reporte el concepto de gobernabilidad se visualiza solo desde la
perspectiva de los gobernantes y no de los gobernados. Se trata de una
perspectiva donde los problemas fundamentales que se estudian tienen que ver
con el interés del gobernante de cómo sostenerse en el poder de manera legítima
y democrática para dar estabilidad al sistema (Osorio, 1997). No incorporan como
fuentes de legitimidad y democracia el interés de los gobernados tanto de
participación política como de sus beneficios sociales, los cuales son vistos como
El vínculo de la sostenibilidad social con el desarrollo en el medio rural es evidente si tenemos en
cuenta que casi un cuarto de la población económicamente activa (PEA) depende de las
actividades primarias en medio rural. De igual modo, la sostenibilidad ecológica y medio rural son
como las dos aristas de una misma realidad: el cambio climático y la agricultura transgénica,
parecen mostrar las necesidades de un cambio en nuestros estilos de vida más armónica con la
naturaleza, de modo que el desarrollo en el medio rural ya no puede verse como una visión
atrasada, nostálgica, a veces calificada de reaccionaria, sino como una nueva forma o alternativa
de vida.
6 El termino de institucionalidad es utilizado por Osorio (1997) para mostrar que el reporte “The
crisis of democracy. Report on gobernability of the democracy to the trilateral comisión” formulado
Michel Crozier, Samuel Huntitong y Joji Watanuki estaba llamado a cumplir la misión dotar al
neoliberalismo su discurso ideológico en la dimensión política y social.
5
“excesos” que ponen en riesgo la democracia: su prioridad por la estabilidad
política y el manejo responsable de la economía y presupuestos públicos se
traduce en fuertes limitaciones a la participación electoral y demandas sociales de
la ciudadanía.
Entonces el concepto de gobernabilidad que se sugiere en el reporte citado es un
discurso que subordina lo político a lo económico7: la estabilidad política requerida
para que las inversiones y capital puedan fluir en nuestros países resulta
incompatible con los derechos de participación política del ciudadano que la ponen
en riesgo. De la misma manera, las demandas sociales excesivas que se
promueven desde el marco keynesiano ponen en peligro la gobernabilidad (o su
equivalencia: estabilidad política), por lo tanto, los programas sociales deben
limitarse o sustituirse por programas de ajuste. El debate que se suscita en el
terreno económico, vigente hasta nuestros días, Keynes o Friedman es muy
ilustrativo de la naturaleza y alcances de este concepto de gobernabilidad.
Hay una trasposición o confusión del concepto de democracia por el de
gobernabilidad donde el propósito es privilegiar el interés del gobernante de
mantenerse en el poder por sobre el interés de los gobernados. Paradójicamente,
el sostenimiento de una gobernabilidad legitima y democrática puede lograrse
cancelando o limitando derechos electorales y reduciendo a su mínima expresión
los beneficios sociales. En estas formas democráticas de gobierno que construye
la perspectiva neoliberal: si no hay gobernabilidad no puede haber democracia por
lo que esta última deberá ceder a favor de la primera.
Hasta aquí el concepto tradicional de gobernabilidad que se ha construido,
podemos afirmar que, en alta proporción, es convergente con la realidad de
7
Friedman, con clara referencia a la dictadura de Pinochet en Chile, que con frecuencia utilizaba
como testimonio de la efectividad de su teoría monetaria, planteaba: “para que una política
antiinflacionaria tuviera éxito era menester que antes se cumpliera con ciertos objetivos políticos”.
No es que este autor pensara que la política fuera parte del problema de la economía sino que la
política tenía que supeditarse a la designios de la ciencia económica, en este caso, a su teoría
(Lichtensztejn, 1982).
nuestros países y, debe aclararse, no es un capitulo menor en la ciencia política
que desde Maquiavelo, se orienta a un análisis riguroso y sistemático para
asesorar al poder, como se puede percibir desde el titulo mismo de la principal
obra de este autor clásico: El Príncipe. Por lo tanto, no es que este análisis este
equivocado, no es que se desconozca o no se reconoce que las estructuras
políticas y de poder existen y que tienen por consecuencia que proyectos que
favorecen a un grupo en particular, se presenten como proyectos de una nación 8.
En realidad lo que queremos señalar que en una vía de transformación en la que
necesariamente se deben ubicar los procesos del desarrollo social, este concepto
de gobernabilidad es insuficiente o es incompatible. Es insuficiente, porque no es
un concepto equilibrado, porque no incorpora a los gobernados como parte
fundamental en una relación de gobernabilidad. Es incompatible porque la
ausencia de esta parte, implica que el interés de la mayoría de una nación o de
una sociedad no está siendo considerada y entonces no puede haber una
transformación social sino la conservación del status quo social de una minoría
mientras que el proceso de desarrollo social es el camino hacía una situación
generalizada de bienestar y de realización de todos los miembros de una sociedad
y no solo de unos cuantos grupos privilegiados.
Gobernabilidad democrática: gobernanza
La propuesta de una gobernabilidad democrática parte en primer lugar de hacer
frente a los problemas de conducción social de manera más equilibrada con la
participación de todos los actores sociales. Conforme al diccionario de la real
academia española, la gobernanza como:
“arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo
económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el estado
la sociedad civil y el mercado de la economía”.
En esta definición, la gobernanza significa un proceso de dirección de la sociedad
que no es equivalente a la sola acción directiva del gobierno sino del conjunto
social. Aunque hay una notable disminución de la presencia del gobierno en esta
De acuerdo con Gramsci, se define como bloque hegemónico aquel que logra presentar como proyecto de
nación su propio proyecto (Citado por Osorio, 1994).
8
nueva concepción de gobernanza, con respecto al concepto tradicional o “viejo” de
gobernabilidad, el gobierno no se soslaya como uno de los actores principales en
esta función de conducción social. En este sentido, estamos de acuerdo con
Aguilar (2007) el gobierno es una condición necesaria pero no suficiente en el
proceso de dirección de la sociedad, por más que se trate de un gobierno capaz,
efectivo y eficiente. Por otra parte, ésta propuesta9 de una sociedad
autocontrolada que por una vía voluntaria y de autoconciencia se conviene que es
mejor acordar en las diversas dimensiones (económicos, sociales, políticos y
ecológicos porque de lo contrario, la ausencia de acuerdos llevara a situaciones
de ingobernabilidad (Aguilar, 2007).
La gobernanza es un nuevo proceso directivo, una nueva relación entre gobierno y
sociedad que no es de mando ni de control del primero al segundo. No obstante la
gobernanza incluye la gobernabilidad en tanto que requiere la acción de un
gobierno capaz y eficaz pero el gobierno competente es solo uno de los actores
requeridos en la dirección de la sociedad y para lograr una conducción exitosa son
indispensables los demás actores de la sociedad. En este sentido, como lo señala
Aguilar (2007), la gobernanza significa el paso de un centro a un sistema de
gobierno en el que se requieren y activan los recursos del poder público, del
mercado y de las redes sociales. Mayntz (2001) coincide con esta visión al definir
este sistema como una gobernanza corporativa que para llevarse a cabo requiere
de crecientes formas de asociación y corresponsabilidad entre las agencias de
gobierno y las organizaciones privadas y sociales.
Cabe aclarar nuevamente que las concepciones anteriores deben recogerse en un
marco normativo y en este sentido de cierta ahistoricidad y hasta relativa
ingenuidad en sus planteamientos si tenemos en cuenta quela gobernanza es un
Particularmente en el contexto de México y América Latina la gobernanza es una propuesta, no una realidad
de lo que podría ser una sociedad autocontrolada tomando como testimonio la experiencia de algunos países
europeos que se caracterizan por una sociedad civil activa y cierta madurez en sus organizaciones como
pudiera ser la sociedad alemana.
9
sistema de dirección o gobernación de la sociedad que se supone se finca en las
posibilidades de consenso entre los distintos sectores y grupos de una sociedad
para definir sus objetivos y acciones específicas para lograrlas. Sin embargo,
alejados de este marco normativo, el problema es como acordar en una realidad
de profunda desigualdad social con grupos tan disimiles y tan desiguales en
países como México. De este modo, la gobernanza corre el riesgo de convertirse
en un mecanismo más de una democracia procedimental cuyos alcances no van
más allá de cómo resolver para elegir a las personas que nos gobiernan pero en lo
que se refiere a problemas relativos a la injusticia, atraso social y desempleo y
movilidad social no hay respuestas efectivas. Las posibilidades se limitan solo al
ámbito político y dentro de este solo a un campo muy reducido como sería el
electoral (Osorio, 1997).
Bajo esta perspectiva, de nuevo concluimos que la gobernanza es un sistema de
conducción que tiene como requisito fundamental un marco de democracia en
tanto que se funda en la posibilidad de consensos para la acción cooperativa.
Estas posibilidades de consenso solo son factibles en una situación de mínima
igualdad social que en países como México estamos muy distantes de tener, en
estos términos la gobernabilidad democrática se presenta como un medio y al
mismo tiempo como un fin. Esta es la perspectiva de la gobernanza como
expresión una democracia madura que es inexistente en nuestra realidad
nacional. La democracia como señala Alex tocqueville:
…“la democracia es un hecho providencial e irreversible que hace iguales a los
hombres, igualdad que solo existe en los dos extremos de la historia: cuando los
hombres acaban de salir del bosque y son igualmente débiles e ignorantes; y
cuando los hombres han alcanzado un alto grado de civilización debido a su
disposición de bienes análogos para obtener el bienestar económico y la felicidad”.
(citado por Valencia, 2007:20)
Las Políticas del desarrollo en la gobernabilidad tradicional.
Las políticas del desarrollo que se han seguido en los últimos periodos de
gobierno más que sustentarse en un acuerdo sobre el modelo macroeconómico a
seguir, lo cual es inexistente, la realidad es que conforme a documentos oficiales y
medios periodísticos, las políticas instrumentadas se apoyan en una serie de
axiomas neoliberales o argumentos dogmáticos con el fin de justificar decisiones
que en muchos de los casos ya han sido tomadas. A continuación y solo con fines
ilustrativos de la aplicación una política sin rumbo y sin proyecto, se exponen
algunos de los capítulos mas conocidos:
Las reformas estructurales necesarias para impulsar el crecimiento. Desde
los ochentas se empezaron a instrumentar estas reformas10 orientadas a liberar
los mercados y privatizar la economía en correspondencia las clásicas medidas de
las 3 D que se recomiendan en el llamado consenso de Washington:
desprotección, desregulación y desestatización. Como se sabe, hay evidencia
sobre los pobres resultados de esta estrategia en cuanto al crecimiento económico
y generación de empleos, procesos que no solo se han cancelado prácticamente
en el país sino que hay una obsesión por eludirlos por las supuestas
inestabilidades que provocan y la negativa a impulsarlos desde el estado. Así, la
economía en los últimos 9 años ha permanecido estancada y no se han generado
empleos.
La apertura comercial para un mejor entorno económico de productividad y
competitividad. Más allá de los rankings internacionales que se formulan con
poco más de un centenar de países en los México se ubica entre el lugar número
60 o 70 ´por debajo, inclusive, de la mayoría de los países latinoamericanos, la
verdad es que si tenemos en cuenta el descenso productivo que se presenta en
las siguientes cifras, nuevamente podemos constatar que el discurso oficial choca
con la realidad:
Con cierto eufemismo se utiliza el mismo término de la CEPAL, reforma y no medidas de política
económica, en virtud de que se hace alusión a que en estas medidas se remite, como parte de su justificación y
pertinencia, a un cambio en la concepción del estado en cuanto al papel que cumple en el desarrollo
económico, aunque ahora desde un signo contrario al que en su momento postuló la CEPAL: el de una total y
absoluta, casi, exclusiva, responsabilidad en la rectoría del desarrollo económico. Justamente por esta distinta
orientación, un estado no interventor en la economía, para algunos analistas, el término adecuado para estas
reformas estructurales sería el de contrareforma.
10
Participaciones en el PIB (%)
1980
Industria
23.0
Sector Agropecuario
8.0
2006
16.0
4.0
Fuente: Sánchez: 2009
Entre 1980 y 2006 período en el se han operado diversas medidas de
desprotección comercial, puesto que la firma del tratado de libre comercio en 1994
es solo una de las acciones de liberación, los efectos en la productividad han sido
devastadores, la industria desciende 7 puntos porcentuales como proporción del
PIB y el peso relativo de la agricultura disminuye a la mitad. Hay un efecto
desindustrializador y en el campo un abandono por un flujo migratorio masivo a los
EUA. Lo anterior es un efecto combinado de una política macroeconómica de
estabilidad del peso que conjuntamente con una política fiscal que privilegia el
capital foráneo sobre el capital nacional y la actividad financiera sobre la
productiva, da lugar a un entorno poco favorable al desarrollo endógeno. Cabe
mencionar que nuestra posición no está en contra de las potencialidades que
pueda ofrecer el capital extranjero al desarrollo económico del país, bajo un marco
regulatorio adecuado del estado, pero lo que si se destaca es que este marco es
inexistente o no es favorable al interés nacional.
Reforma laboral. Al igual que en el capitulo anterior en que se privilegia al capital
foráneo sobre el nacional, aquí la política favorece al capital en trim3ento del
trabajo. La flexibilidad laboral del neoliberalismo se funda en la tesis clásica de la
ocupación que desde la crisis del 29 se mostro que es errónea: la tesis de los
salarios rígidos que no permiten variaciones a la baja no obstante los excedentes
de oferta de mano de obra que se registran en el mercado laboral de México
(Sánchez, 2009) Es evidente que de prosperar una reforma laboral con todo el
rigor neoliberal podría tener consecuencias impredecibles: la precariedad de los
empleos tendría efectos en una mayor concentración del ingreso que beneficiaría
a unos cuantos empresarios con un alto costo económico por el desplome en la
productividad del trabajo que harían descender los de por si bajos niveles de
competitividad en el país; el costo social también es alto, por los mayores niveles
de empobrecimiento y aumento en los índices de inseguridad.
Sector Agropecuario. Se le menciona con frecuencia en el discurso como un
sector prioritario, sin embargo, su historia es la de un desplazamiento como eje o
puntal del desarrollo que a nuestro juicio, ahí está el origen de la crisis y de los
principales problemas económicos y sociales. Desde fines de los sesentas, este
sector dejo de financiar los requerimientos de los bienes de capital e intermedio
que se necesitan para producir y que no se fabrican en la economíanacional, por
el contrario, su balanza es deficitaria al igual que la balanza del conjunto de la
economía del país. No obstante que en el tratado de libre comercio (TLC) había
una clausula de salvoconducto para el sector agropecuario que la protegía para
períodos de 10 hasta 15 años, estos períodos ya concluyeron y no se
desarrollaron las políticas públicas necesarias para elevar los niveles de
productividad del producto rural. El abandono de la agricultura se visualiza entre
otras dimensiones, en la ausencia de apoyos institucionales por la vía del crédito
como se muestra a continuación:
Coberturas de crédito en el sector agricola (Millones de pesos)
1995
2006 2006/1995
Privado
40170
20142
50.10%
Público
15338
830
5.40%
Fuente: Sánchez: 2009
Con la desaparición de Banrural, principal agencia financiera para el campo, los
créditos públicos al sector agrícola en 2006 representaron tan solo el 5% del nivel
alcanzado en 1995. La banca privada no solamente no compensó estos créditos
públicos sino que redujo su cobertura a la mitad. Las consecuencias son un
abandono de las actividades agropecuarias y por consiguiente la perdida de
autosuficiencia alimentaria, con lo que este sector se suma a las presiones del
déficit de nuestro intercambio comercial con exterior. Una panorámica de la
situación que prevalece en el campo se muestra en los siguientes indicadores:
Deterioro de suelos:

Se pierden anualmente 260,000 Hs de bosque

Contaminación de las principales cuencas hidrologicas

Disminución de Tierras productivas: 1.9 millones de 1990-94 a 2000-04

67% de las Tierras de cultivo exhiben un nivel de degradación
Las Políticas del desarrollo bajo una nueva gobernanza: elementos para una
política alternativa.
Planteamiento general. El Estado debe crear las condiciones para que exista un
entorno propicio a la inversión mediante la generación de una serie de bienes y
servicios públicos. Para ello, se requiere una política de desarrollo alternativo:

Una visión de largo plazo, incluyente, participativa y distributiva, con un
enfoque regional, que parta de la sostenibilidad social y ambiental como
base de un sistema de producción y no al revés.

Desarrollo endógeno, sin desconocer la globalidad.

Desarrollo rural con enfoque territorial, tomando como base la explotación
sustentable y sostenible.

Privilegiar el gasto que impulse la integración de las esferas asistencial con
la productiva.

Atendiendo la diversidad y una realidad heterogénea en el campo se deben
procurar esquemas que impulsen la agricultura familiar incluso, donde sea
necesario, regresar a la milpa.
Planteamiento estratégico. Se debe partir del reconocimiento de Desarrollo
Rural Sustentable como parte o eje estratégico del Desarrollo Nacional. Es decir
se debe partir de un planteamiento integral y no acciones parciales, fraccionadas y
sin una visión de conjunto para evitar, como en el pasado, estrategias
productivistas unilaterales cuyos impactos no se generalizan en la economía y
finalmente no tienen efectos redistributivos en el ingreso. Dicha estrategia debe
dirigirse a capitalizar y elevar la competitividad de cada territorio y diversificar sus
actividades mediante:

Actividades comerciales y Agroindustriales

Nuevos bienes

Sinergias: economías de Aglomeración
La operacionalización de esta estrategia se debe efectuar sobre una amplia
participación local para lo cual es necesario:

Identificación de Grupos de Acción locales: Diseño

Identificación de consensos territoriales: Empresarios Universidades, etc

Integración de Regiones Agrícolas que aumenten la productividad y
Producción

Integración de Microregiones o áreas y Pyme Agroindustriales, se deben
buscar sinergias.
Requerimientos. El punto de partida es un concepto de desarrollo que privilegia
lo social, el hombre como fundamento y objeto de la transformación social.
En consecuencia con esta visión social y humanista se requiere en primer lugar de
una acción colectiva, debe fundarse en consensos y acuerdos fundamentales y
para ello un entramado institucional que propicie estos acuerdos. En este sentido
son fundamentales tres reformas institucionales para el mejoramiento del
desempeño público: requiere de reformas en el marco institucional y político que
procuren la transición del control presupuestal a la promoción de resultados. Estas
son:

Reforma para fortalecer la capacidad Institucional del Congreso y la ASF en
sus facultades constitucionales de fiscalización y evaluación.

Reforma fortalecer la capacidad Institucional del ejecutivo mediante la
introducción de evaluación como fundamento de la gestión pública

Reforma
para
el
fortalecimiento
de
una
ciudadanía
responsable:
Organizaciones civiles que asuman compromisos para la gobernanza.
De esta forma, los presupuestos participativos junto con la rendición de
cuentas desde el enfoque anglosajón (accountability) son el futuro a perseguir
y podemos concluir que el presupuesto, así concebido, es esencial para la
ejecución de las políticas públicas por lo que se requiere sustituir el
presupuesto tradicional que obedecía a un Estado “sin políticas públicas”, lo
que exige de importantes reformas tanto en la elaboración como en la
ejecución y en el control del presupuesto.
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