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EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A LA GUERRA CIVIL 1. INTRODUCCIÓN: En general, el teatro español vive bastante ajeno a las corrientes renovadoras europeas, entre otras razones por la presencia de un público burgués inmovilista y deseoso de evasión, que solo mostraba su interés en el teatro comercial, de poca calidad, y que se oponía a las tendencias experimentales y minoritarias que se daban por entonces en el contexto europeo. Así pues, en el primer tercio de siglo, el teatro español se reparte en dos frentes: Teatro comercial, continuador del que se daba a finales del XIX (drama postromántico, costumbrista, alta comedia en la línea de Echegaray…), orientado a un público burgués, escasamente crítico y que aporta pocas novedades técnicas. Es el teatro que triunfa en las salas teatrales de la época. En este grupo se incluye: - Comedia burguesa, cuyo máximo representante es Jacinto Benavente. - Teatro en verso, neorromántico y con aportaciones del Modernismo, en una línea tradicionalista. - Teatro cómico, costumbrista, también en la línea tradicional y de carácter popular. - Teatro innovador, que pretende ofrecer un nuevo tipo de obras, bien por su carga crítica, bien por sus innovaciones técnicas, o bien por ambas. Esta tendencia fue, en su mayoría, un fracaso comercial. En este grupo se incluye: Teatro de los autores del 98. Caso especial es el de Valle- Inclán. Teatro de los autores del 27. Destacaremos a Lorca. 2. EL TEATRO COMERCIAL. A) LA COMEDIA BURGUESA: JACINTO BENAVENTE. Recibió el Premio Nobel en 1922 (segundo autor teatral que lo recibe, después de Echegaray). Los temas y personajes de la comedia burguesa se corresponden con los de las clases medias y altas de la sociedad de entonces y con los conflictos típicos de esos grupos sociales: amores insatisfechos, infidelidades, hipocresía, murmuraciones. Las dos obras más interesantes de su producción teatral: Los intereses creados (1907), y La malquerida (1913 B) TEATRO EN VERSO: Surge directamente de la corriente modernista. Se trata de un teatro de pura evasión, sin relación inmediata con la realidad, que recupera temas históricos y legendarios y, en el caso de Marquina y Villaespesa, de ideología conservadora y tradicionalista. Destacan Eduardo Marquina (Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol, sus obras evocan una supuesta España eterna para contraponerla a la de su tiempo, donde “todo es mezquino, trivial, asqueroso”) y los hermanos Machado (Antonio y Manuel Machado escriben en colaboración La Lola se va a los puertos). C) TEATRO CÓMICO: comedia costumbrista y sainete Hecho para divertir al público. Es un género heredero de los entremeses del Siglo de Oro. Sus características principales son: - Ambientación popular - Historia amorosa con final feliz - Humor y lenguaje sencillo Entre los autores de esta tendencia destacan: - Los hermanos Álvarez Quintero, que reflejan la vida amable de una Andalucía tópica y sentimental en obras como El genio alegre y Malvaloca. - Carlos Arniches, con sainetes de ambiente madrileño y castizo. También cultivó un género nuevo, la “tragedia grotesca”, donde combina lo risible con lo conmovedor, y una actitud crítica ante las injusticias. Destaca en este sentido La señorita de Trevélez, Los caciques... - Pedro Muñoz Seca, que crea otro género, “el astracán”, cuyo objetivo era obtener la carcajada a través de obras descabelladas. Destaca La venganza de don Mendo, parodia de dramas románticos y del teatro en verso de la época. 3. INTENTOS RENOVADORES: Muchos son los autores que pretenden hacer un teatro diferente en estos años, pero, en la mayoría de los casos, estas nuevas fórmulas no tuvieron éxito. 3.1. TEATRO DE LOS AUTORES DEL 98 Estos autores (Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Jacinto Grau) pretenden hacer un teatro que sirva como cauce para la expresión de sus conflictos religiosos, existenciales y sociales. Construyen un teatro intelectual y complejo que enlaza con las tendencias filosóficas y teatrales más renovadoras del panorama occidental de la época. Técnicamente, intentan romper con las formas realistas de la representación. - Unamuno: hace dramas de ideas, con un diálogo denso y poco apto para la escena . Crea lo que se ha llamado “teatro desnudo”, en el que los personajes se reducen al mínimo, así como la escenografía, para centrarse en la palabra reveladora de la interioridad humana. Destacan Fedra, El otro. - Azorín: en la línea de lo antirreal y simbólico. Da importancia a la escenografía, al diálogo; sus temas básicos son la felicidad, la muerte y el tiempo. Destaca la trilogía Lo invisible. - Jacinto Grau: Destaca su obra El señor de Pigmalión. 3.2. TEATRO DEL 27: Los autores del grupo del 27 se propusieron tres objetivos en la realización de sus obras: - Incorporar elementos vanguardistas que rompieran con la representación realista. - Acercar el teatro a la población apara que no fuera un género exclusivo de la burguesía. - Incorporar la poesía al teatro, no solo con el uso del verso en algunas de sus obras, sino sobre todo con la carga poética de sus contenidos. - Los autores más destacados en el terreno teatral de este grupo fueron Max Aub, Pedro Salinas Rafael Alberti y, por encima de todos, Federico García Lorca. 4. VALLE-INCLÁN: Para algunos el autor más importante de la dramaturgia nacional. Su obra supone una revolución en la historia del teatro español y la semilla de los nuevos caminos abiertos por el teatro. Evoluciona desde un modernismo elegante y nostálgico a una literatura crítica, basada en una feroz distorsión de la realidad. Su obra teatral suele agruparse en tres etapas: - Primera etapa: sus primeras obras son modernistas. La más representativa sería El yermo de las almas (1908). - Segunda etapa: etapa de transición hacia el esperpento. Adopta un tono más crítico y agresivo, y el lenguaje se vuelve más duro. Las obras más importantes de esta etapa se engloban bajo el título de Comedias bárbaras. A esta etapa también pertenecen pequeñas farsas como La cabeza del dragón y La princesa Rosalinda. - Tercera etapa: a partir de 1920 se inicia la etapa del esperpento. El esperpento es, según ValleInclán, una estética deformadora que resalta lo grotesco y supone "una superación del dolor y de la risa". A través del esperpento el autor hace una crítica ácida de la España de la época y sus instituciones, y muestra un mundo absurdo en que todo está al revés. Para ello utiliza los siguientes procedimientos: Deformación caricaturesca de la realidad . Degradación de los personajes mediante rasgos de animalización, cosificación o muñequización. De esta manera, entre los personajes predominan los fracasados, los bohemios, los borrachos y prostitutas, los mendigos…que pululan en ambientes míseros como burdeles, tabernas y antros de juego, calles inseguras de un Madrid nocturno… Empleo de contrastes, especialmente entre lo doloroso y lo grotesco. Utilización de la ironía y la sátira. El uso de un lenguaje coloquial que llega incluso a lo vulgar, lleno de casticismo y de juegos de palabras.. LUCES DE BOHEMIA: la obra cuenta la última noche de la vida de Max Estrella, poeta miserable y ciego que peregrina, acompañado por don Latino, al fondo de la noche donde ve todas las miserias. Pero la obra se convierte en una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en una España deformada, injusta, opresiva, absurda, donde no hay lugar para la pureza, la honestidad o el arte noble. En la obra se critica la historia pasada , la contemporánea, la represión policial, la religiosidad tradicional y vacía, las instituciones literarias.... La obra constituye una sátira política y social de la España contemporánea, un lugar lleno de injusticia, miseria, estupidez, arbitrariedad y violencia; un lugar sin más salida que la muerte. 5. FEDERICO GARCÍA LORCA Lorca se dedicó al teatro durante toda su vida, pero el éxito definitivo le llegaría durante la República. Su temprana muerte cortó una trayectoria ejemplar, por lo que no llegó a ver estrenada La casa de Bernarda Alba (1936), considerada su obra cumbre. Después de la guerra, la censura impidió durante muchos años la representación de sus obras, aunque en el extranjero pronto fue considerado un clásico. Las características fundamentales de su teatro son las siguientes: La visión del teatro como una obra social y didáctica. Por ello creó junto a jóvenes universitarios el grupo La Barraca. El tratamiento de un tema básico: el enfrentamiento entre el deseo y la realidad opresiva. La poetización constante de la vida cotidiana, que se consigue a través de: personajes genéricos (la madre, el novio...), fragmentos poéticos, cargados de simbolismo metafórico, que interrumpen el diálogo en prosa. La obra dramática de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques: - Primeras piezas teatrales. En 1920 estrena El maleficio de la mariposa, obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosa. El estreno fue un fracaso del que Lorca se resarció pronto con Mariana Pineda, drama histórico basado en la heroína ajusticiada por Fernando VII en Granada por haber bordado una bandera liberal. A estas dos obras se unen las farsas trágicas sobre amores desgraciados de La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. En esta primera época también compone varias piezas breves de teatro de marionetas, al que dio la denominación de “Los tííteres de cachiporra”; en ellos desarrolla otro de los temas nucleares de su dramaturgia: el conflicto autoridad/libertad. - Teatro vanguardista: las comedias imposibles o misterios. Lorca dio este nombre a las comedias creadas bajo el influjo surrealista. La técnica surrealista le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre. Así en El público (incompleta) Lorca defiende el amor como un instinto ajeno a la voluntad, que se manifiesta de formas muy diversas, entre ellas, la homosexual; y critica a una sociedad que condena a todo el que es diferente. - La etapa de plenitud. Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba. Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres, cuya situación de marginación social es tema común en las cuatro. Bodas de sangre y Yerma son dos tragedias de aire clásico, en las que Lorca mezcla la prosa y el verso, utiliza coros como en la tragedia griega para comentar la acción, maneja elementos simbólicos y alegóricos... En Bodas de sangre (una novia huye con su antiguo novio el día de su boda”) aparecen temas conocidos de Lorca (el amor, la violencia, la muerte, las normas sociales que reprimen los instintos). Yerma aborda otros temas muy lorquianos: la esterilidad, la opresión de la mujer, el anhelo de realización que choca con la moral tradicional... Doña Rosita la soltera es un drama urbano, también en prosa y verso -aunque aquí el verso sirve para satirizar y parodiar-, que trata de las señoritas solteras de provincias condenadas a esperar inútilmente el amor en un medio burgués mediocre que ahoga sus deseos de felicidad; el drama de “la cursilería española, de la mojigatería española” como señala el propio Lorca. La casa de Bernarda Alba suele señalarse como la cumbre del teatro de Lorca. Es una obra en prosa. Los temas: la libertad frente a la autoridad, el deseo erótico y los instintos naturales enfrentados a las normas sociales y morales, la esterilidad y la fecundidad, la frustración vital, la condición sometida de la mujer; pero, sobre todo, una reflexión sobre el poder. Bernarda es una mujer que impone por la fuerza todo un código de conducta represivo a unas hijas que, con excepción de la menor, aceptan estas reglas que su madre ha recibido de la tradición heredada y que ellas están dispuestas a perpetuar. El teatro de Lorca supone una extraordinaria renovación porque incluye elementos líricos y simbólicos, y eleva algunos temas típicos de la Andalucía de su tiempo a la categoría de conflictos universales del ser humano.