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Capítulo
E7

Principales alteraciones
dermatológicas del niño
y del adolescente
María José Aguilar Cordero, María Elena Fernández Martínez, Francisco Javier Pérez Rivera
ÍNDICE
Objetivos e-207
Introducción e-207
Anatomía de la piel e-208
Anejos e-208
Funciones de la piel e-208
Valoración de la piel e-208
Lesiones primarias e-208
Lesiones secundarias e-208
Principales alteraciones de la piel del recién
nacido e-209
Infecciones bacterianas de la piel e-209
Impétigo e-209
Pioderma e-210
Foliculitis, furúnculos y ántrax e-210
Celulitis e-210
Infecciones micóticas de la piel del niño e-210
Dermatofitosis e-210
Candidiasis cutánea e-211
Infecciones micóticas sistémicas e-211
Alteraciones e infecciones víricas de la piel e-211
Verrugas víricas e-211
Molusco contagioso e-211
Infecciones por virus del herpes simple e-211
Alteraciones cutáneas relacionadas con el contacto
con animales o sus picaduras e-211
Escabiosis o sarna e-211
Pediculosis e-212
Picaduras de artrópodos e-212
Infecciones transmitidas por artrópodos e-212
Afecciones eccematosas de la infancia e-212
Dermatitis irritativa del área del pañal e-212
Dermatitis atópica e-212
Dermatitis seborreica e-213
Alteraciones de las uñas del niño e-213
Acné juvenil e-213
Calvicie o alopecia infantil e-214
Vitíligo e-214
Cuidados generales de los niños con problemas
cutáneos e-214
Bibliografía e-215
O bje t ivo s
Identificar las principales alteraciones de la piel del recién
nacido.
●
Describir los cuidados de enfermería en los problemas
dermatológicos.
●
Introducción
La piel es la parte del organismo que protege y cubre la superficie del cuerpo. La piel es elástica, no es sólo un revestimiento,
sino también una barrera protectora. Además, contiene órganos
© 2012. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
Explicar la importancia de la educación sanitaria en la
problemática dermatológica.
●
Reconocer las principales alteraciones cutáneas del niño.
●
Adquirir conocimientos para aplicar los diagnósticos de
enfermería. Caso clínico.
●
especiales para la detección de las distintas sensaciones, y cumple un papel importante en el mantenimiento de la temperatura
corporal.
El grosor de la piel varía entre 0,5 mm en los párpados y 4 mm
o más en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
e-207
e-208 Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente
Anatomía de la piel
La piel está compuesta por las siguientes estructuras: epidermis,
dermis y tejido subcutáneo.
j Epidermis. Es la parte externa de la piel. Posee una capa
externa de células muertas, que son eliminadas de forma
constante de su superficie y sustituidas por otras formadas
en una capa basal celular que recibe el nombre de estrato
germinativo. Las células generadas en él forman el estra­
­to córneo y se van aplanando a medida que ascienden hacia la
superficie. Esta capa externa se reemplaza casi en su totalidad
cada 3 o 4 semanas. Tiene la capacidad de repeler microorganismos patógenos y prevenir la pérdida excesiva de líquidos corporales. Los melanocitos o células pigmentarias son
células especiales de la epidermis, encargadas de producir el
pigmento melanina, que es capaz de absorber los rayos
ultravioleta y proteger contra la exposición al sol.
j Dermis. Está constituida por una red de colágeno y de fibras
elásticas, capilares sanguíneos, vasos linfáticos, nervios, lóbulos
grasos y la base de los folículos pilosos y de las glándulas sudoríparas. Es una estructura de sostén, fibrosa, resistente y deformable. La dermis proporciona solidez y estructura. El límite
dermoepidérmico es la membrana basal y la dermis es un lugar
de almacenamiento de gran parte del agua corporal.
j Tejido subcutáneo. Es la capa más profunda de la piel. Se
trata de un tejido graso. Las funciones de esta capa son las
de actuar como depósito de los lípidos, aislar para la conservación del calor, amortiguar frente a los traumatismos y
proporcionar movilidad a la piel.
Anejos
El pelo. Comprende un tallo con dos porciones, una libre,
visible, y otra profunda, el folículo piloso que incluye la
glándula sebácea, el músculo erector del pelo y, en zonas
como las axilas, una glándula apocrina.
El pelo humano crece de modo cíclico con períodos de crecimiento y de reposo. La función del pelo difiere en las distintas partes del cuerpo. El pelo de los ojos (cejas y pestañas),
nariz y oídos protege contra el polvo, insectos y desechos
atmosféricos. El de la piel sirve para el aislamiento térmico
en los animales inferiores.
j Las glándulas sebáceas. Son glándulas que segregan el sebo,
que es un producto graso que hace que la piel esté suave y
flexible.
j Las glándulas apocrinas. Están situadas en las axilas, las areolas,
las zonas perianal y genital, y la región periumbilical. Secretan
un líquido lechoso e inodoro ante los estímulos adrenérgicos.
j Las glándulas sudoríparas ecrinas. Están distribuidas por
toda la superficie cutánea, aunque son más abundantes en
palmas y plantas. La función del sudor es regular la temperatura corporal.
j Las uñas. Son estructuras epidérmicas de protección, de
carácter córneo y laminar, y están situadas en el dorso de la
extremidad distal. En la parte proximal se encuentra la matriz
ungueal, a partir de la cual crece la uña.
j
Funciones de la piel
Protección. Muy efectiva contra la invasión de bacterias y
otras sustancias extrañas. Puede evitar la penetración de
j
j
j
j
j
j
sustancias externas dañinas o la pérdida de líquidos. La dermis proporciona una barrera efectiva al transporte de sustancias que penetran en el estrato córneo y la epidermis.
Sensación. Contiene receptores para la temperatura, el dolor,
el tacto leve y la prensión.
Equilibrio del agua. El estrato córneo tiene la capacidad de
absorber agua, de manera que evita su pérdida excesiva
Regulación de la temperatura. El cuerpo produce calor que
se disipa principalmente por la piel.
Producción de vitaminas. La piel expuesta a la luz ultravioleta participa en la síntesis de vitamina D.
Función de respuesta inmune.
Valoración de la piel
Entre los síntomas subjetivos, el más común es el prurito,
aunque también es frecuente el dolor o una sensibilidad anormal, así como las sensaciones quemantes, punzantes, de hormigueo o reptantes. Se describen brevemente las lesiones más
importantes:
Lesiones primarias
Mácula. Lesión plana sin elevación alguna. Lo único que
cambia es la coloración de la piel.
j Pápula. Lesión elevada sólida, circunscrita, de tamaño
pequeño.
j Habón. Lesión elevada, circunscrita, de tamaño variable,
edematosa, de color eritematoso o blanquecino.
j Nódulo. Lesión circunscrita sólida que asienta en la zona
profunda de la dermis o tejido subcutáneo. Se identifica
mejor por palpación que por observación.
j Goma. Lesión semejante a la anterior que pasa por tres fases;
de crudeza, de carácter sólido; de reblandecimiento, en la
que se adhiere a la superficie de la piel, al tiempo que modifica su consistencia, y de ulceración, en la que se abre al
exterior.
j Tumor. Lesión elevada o infiltrante con tendencia a crecer
indefinidamente.
j Vesícula. Lesión elevada de pequeño tamaño, de contenido
líquido, habitualmente seroso y a veces hemorrágico.
j Ampolla o flictena. Lesión elevada de contenido líquido de
tamaño mayor que la vesícula.
j Pústula. Lesión elevada de contenido purulento.
j Quiste. Masa semisólida o llena de líquido, encapsulada en
la dermis o el tejido subcutáneo.
j Roncha. Lesión evanescente de forma irregular y parte superior plana o redondeada, que resulta de la acumulación aguda
de líquido de edema en la capa superior de la dermis.
j
Lesiones secundarias
Escamas. Formaciones laminares superficiales que se desprenden espontáneamente o al raspado.
j Costras. Constituidas por la desecación de exudados sobre
la superficie de una lesión primitiva, como suero, pus, tejido
cutáneo muerto, desechos, etc.
j Erosión. Pérdida de sustancia superficial que afecta sólo a
las zonas altas de la dermis.
j Úlcera. Pérdida de sustancia de mayor profundidad que
puede afectar a planos profundos.
j
Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente e-209
Figura e7.1 A: Candidiasis en el área del pañal; B: mancha sacra en el recién nacido.
Escara. Placa necrótica que puede afectar a planos profundos
y que tiende más o menos activamente a delimitarse y eliminarse.
j Fisura o grieta. Separación lineal profunda que abarca la
epidermis y la dermis.
j Atrofia. Pérdida de espesor y consistencia de la piel normal,
que aparece fina, desprovista de vello o plegable.
j Esclerosis. Induración de la piel por proliferación fibrosa
con pérdida de elasticidad.
j Cicatriz. Tejido de reparación que se produce después de
una destrucción cutánea.
j
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Principales alteraciones de la piel
del recién nacido
La piel del recién nacido tiene unas características especiales.
En algunos procesos cutáneos específicos del período neonatal
aparecen cambios casi fisiológicos por su levedad y su tendencia a la desaparición espontánea.
La coloración “en arlequín” es un fenómeno vasomotor
transitorio que consiste en una diferencia en el color de la piel,
pues la zona superior adquiere un tono pálido y la zona inferior
un color rojo intenso.
Cutis marmorata fisiológica. Es la aparición de manchas
eritematosas violáceas que confieren a la piel un aspecto marmóreo.
Mancha sacra. Es una lesión macular. Se localiza en la zona
sacra, es de color verdoso oscuro y suele desaparecer en el primer o segundo año de vida (figura e7.1).
El recién nacido presenta una hiperplasia sebácea con un
aumento del volumen y el tamaño de las células sebáceas. Se
pueden observar múltiples y pequeñas pápulas amarillentas en
la cara, que tienden a la resolución espontánea. También son
frecuentes unas pequeñas pápulas globulosas blanquecinas,
llamadas milium. En la mucosa oral son frecuentes las lesiones
quísticas redondeadas, las perlas de Bohn-Epstein. Ante la
estimulación hormonal de los folículos pilosebáceos, en muchos
recién nacidos se aprecia el acné neonatorum, similar al acné
común de los adolescentes.
El eritema tóxico es la más frecuente de las enfermedades
cutáneas del recién nacido. No tiene una causa tóxica y se desco­
noce su etiología. Las lesiones aparecen a partir de las 24-48 ho­­
ras después del nacimiento. La erupción se manifiesta como un
eritema parcheado maculoso o papuloso eritematoso, más pro­
fuso en el tronco y en la raíz de los miembros. Al cabo de po­­
cos días las lesiones han desaparecido por completo.
La miliaria rubra aparece como consecuencia de la obstrucción de la porción intraepidérmica del conducto sudoríparo
inmaduro.
Infecciones bacterianas de la piel
La piel normal aloja una flora bacteriana diversa. Es muy importante el lavado a fondo de las manos y las medidas de limpieza
general, cuando se atiende a los niños infectados, como forma
de evitar que se disemine la enfermedad.
Las infecciones bacterianas superficiales de la piel son conocidas como piodermitis.
Impétigo
Es una infección superficial de la piel. Se diferencian dos formas:
j Impétigo vulgar. Se manifiesta inicialmente como pápulas
eritematosas que se convierten en vesículas que evolucionan
a pústulas rápidamente, se rompen con facilidad y dejan una
secreción purulenta que da lugar a una costra amarilloverdosa. Las lesiones aparecen inicialmente en las zonas
periorificiales y en el cuero cabelludo, pero el prurito favorece
su propagación a través del rascado por autoinoculación. Las
lesiones tienden a la autocuración en unos pocos días.
e-210 Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente
Impétigo ampolloso. Se forman ampollas de gran tamaño
y de contenido turbio, rodeadas de un halo eritematoso, las
cuales se rompen con facilidad, dejando una superficie erosionada y húmeda.
El tratamiento del impétigo consiste en la aplicación de
fomentos de fosfato de cobre o de zinc, un preparado antibiótico
o un tratamiento sistémico.
j
Pioderma
Abarca una extensión más profunda de la infección hacia la
dermis y da lugar a una reacción tisular más grave que se acompaña de fiebre.
Se procede a una limpieza con agua, jabón y compresas
húmedas y en el baño se debe usar jabón antimicrobiano. Se
trata de un proceso autoinoculable y contagioso, por lo que hay
que extremar las medidas de asepsia.
Foliculitis, furúnculos y ántrax
La foliculitis es la infección del folículo piloso. El furúnculo es
una lesión mayor, con más enrojecimiento y tumefacción, pero
en un solo folículo. El ántrax es una lesión más extensa, con amplia
inflamación y prominencia de varios orificios foliculares.
Aparece malestar general en los casos graves. El tratamiento
se basa en la limpieza de la piel, aportación de calor local, aplicación de compresas húmedas, administración tópica de agentes antibióticos y de antibióticos sistémicos para los casos
graves, así como de incisión y drenaje de las lesiones graves,
seguido de irrigaciones de la herida con antibióticos. Nunca
deben exprimirse las lesiones, pues son contagiosas y autoinoculables.
Celulitis
Es una inflamación de la piel y del tejido subcutáneo con intenso
enrojecimiento, tumefacción e infiltración dura. Las lesiones
pueden derivar hacia la formación de abscesos y dar lugar a
malestar general y fiebre.
El tratamiento se basa en antibióticos orales y parenterales
y se requiere reposo. También se aplican compresas calientes y
húmedas en la zona.
Cuidados de enfermería
Prevención de la diseminación de la infección y de sus complicaciones. El lavado de manos es imprescindible antes y después
de entrar en contacto con el niño enfermo. También es importante que lo haga el niño y la familia, y el menor debe disponer
de toallas exclusivas respecto al resto de sus familiares.
En los procesos que se propagan por autoinoculación se debe
aconsejar al niño que no se toque la zona afectada (figura e7.1).
Hay que advertir que presionar las lesiones foliculares no
acelera la resolución de la infección y que con esta práctica
corren el riesgo de empeorarla y propagarla.
Infecciones micóticas de la piel
del niño
Son un problema muy frecuente en la infancia.
Dermatofitosis
Son infecciones superficiales que se desarrollan sobre la piel e
invaden el estrato córneo, el pelo y las uñas. Se designan con la
palabra tiña. Se transmiten de una persona a otra o de los animales infectados al hombre.
Tiña de la cabeza (tinea capitis). Es la dermatofitosis más
frecuente antes de la pubertad. Se distinguen:
j Tiña microspórica. Áreas con alopecia de forma redondeada
u oval, y en cualquier zona del cuero cabelludo. No deja
alopecia, y tiende a la curación al llegar la pubertad.
j Tiña tricofítica. Afecta a la zona interna del pelo, que se
rompe antes de su emergencia, lo que produce un aspecto
de puntos negros. Se observan numerosas placas de alopecia
irregulares o pequeñas y sin inflamación en todo el cuero
cabelludo. Se cura en la adolescencia.
j Tiña inflamatoria del cuero cabelludo o querion de Celso.
Provoca una gran respuesta inflamatoria en el paciente. Se
manifiesta inicialmente como un pequeño nódulo eritematoso que se indura y crece, formando una masa edematosa
de la que sale una secreción seropurulenta por diversas bocas.
Suelen quedar zonas de alopecia cicatrizal.
j Tiña fávica o favus. Es poco frecuente. Se caracteriza por una
alopecia cicatrizal definitiva, debida a la destrucción de los
folículos pilosos. En las zonas de alopecia se encuentran placas
escamosas e infiltradas que cubren unas formaciones seudopustulosas de color amarillento llamadas cazoletas fávicas.
Tiña de la piel lampiña (tinea corporis). También conocida
como herpes circinado. Forma placas eritematosas vivas anulares o circinadas de crecimiento centrífugo en cuyo borde activo
se aprecian finas vesículas y descamación. La zona central tiende
a la curación mientras que en los bordes continúa el crecimiento.
Tiña inguinal (tinea cruris). Aparece en la cara interna de
los muslos y en los pliegues crurales. Es muy pruriginosa.
Tiña interdigital de los pies (tinea pedis). También conocida
como pie de atleta. Aparece entre los dedos de los pies o en la
superficie plantar. Es muy pruriginosa y las lesiones varían entre
las maceraciones y la formación de fisuras entre los dedos o
placas con vesículas puntiformes en la superficie plantar. Es
muy rara en la infancia.
Tiña versicolor. Se desarrolla especialmente en los recién
nacidos. Este problema se trata retirando el catéter infectado, y
lo mejor es una buena profilaxis con cuidados adecuados del
catéter.
Tratamiento
En la tiña de la piel lampiña los preparados tópicos son la primera elección. Sin embargo, las tiñas del cuero cabelludo
requieren un tratamiento por vía oral.
Cuidados de enfermería
Es muy importante impartir una buena educación sanitaria a
las familias, destacando la importancia de la higiene adecuada.
Los niños afectados no deben intercambiar con otros niños
objetos o ropas que hayan estado en contacto o próximas a la
zona afectada. Los pacientes deben disponer de sus propias
toallas. El tratamiento puede durar semanas o meses. Los niños
en tratamiento deben someterse a controles periódicos de las
funciones hepática y renal, así como valorar la neutropenia.
Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente e-211
Candidiasis cutánea
Es una infección aguda o crónica de la piel o de las mucosas
causada por el hongo Candida albicans, que la mayor parte de
las veces actúa como saprófito y crece en zonas crónicamente
húmedas.
El recién nacido es especialmente sensible a la candidiasis
oral o muguet, que es la forma más habitual. Predomina en los
recién nacidos con mal estado general, deshidratados, malnutridos y sometidos a antibioterapia o corticoterapia. Se manifiesta inicialmente por pequeñas acumulaciones blancas, como
leche cuajada, de tamaño variable, firmemente adheridas a la
mucosa y que sangran al intentar despegarlas con el depresor.
Predominan en la lengua, con tendencia a extenderse al resto
de la mucosa bucal, labios e incluso mucosa de las mejillas. El
niño presenta dificultad para tomar el alimento y el dolor no
es intenso. Es frecuente la extensión en superficie al tubo digestivo provocando gastroenteritis. Puede ser la puerta de entrada
de una sepsis candidiásica. El tratamiento consiste en la aplicación de pomadas con antifúngicos.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Infecciones micóticas sistémicas
Las que mejor se conocen son las primariamente pulmonares que
se adquieren por la inhalación de las esporas de los hongos.
Ictiosis. Alteraciones de la cornificación, un grupo importante de trastornos enzimáticos hereditarios que se caracterizan
por patrones clínicos de descamación y por queratosis histopatológica.
Hiperqueratosis epidermolítica (eritrodermia ictiosiforme
congénita ampollosa). La herencia es autosómica dominante
y se caracteriza por una eritrodermia generalizada e hiperqueratosis grave al nacer. Las escamas son pequeñas, duras y verrugosas, el eritema disminuye después del período de lactancia,
pero la hiperqueratosis persiste durante toda la vida adulta. Las
infecciones bacterianas secundarias son frecuentes.
La morbilidad aumenta en los recién nacidos. Muchas veces
se precisan antibióticos por vía oral, pues los queratolíticos no se
toleran bien. Debe proporcionarse consejo genético a las parejas
que estén en riesgo de tener un hijo con este problema.
Ictiosis laminar y eritrodermia ictiosiforme congénita (no
ampollosa). La herencia es autosómica recesiva. Es propia de
los recién nacidos y todos los bebés muestran eritrodermia y
descamación.
Pénfigo. Es una enfermedad grave, poco frecuente, caracterizada por ampollas de pared fina que aparecen en la piel o en
las mucosas. Las ampollas se rompen con facilidad dejando
placas en carne viva. La persona pierde peso, se debilita y padece
infecciones importantes.
Alteraciones e infecciones víricas
de la piel
Existen infecciones virales que afectan exclusivamente a la piel
o las mucosas y que son muy frecuentes.
Verrugas víricas
Es la infección cutánea viral más frecuente. Está causada por
un virus del papiloma humano. Las verrugas aparecen con
mayor frecuencia en el dorso de las manos y en los dedos.
Generalmente, son pápulas firmes y elevadas bien circunscritas,
de color gris o pardo, con una textura áspera. Se pueden extender por autoinoculación o por contacto a otras personas.
A menudo, las verrugas vulgares desaparecen espontáneamente por fenómenos de inmunidad. Pueden emplearse para
su eliminación métodos destructivos, como la electrocoagulación, la crioterapia o los productos queratolíticos.
La verruga vulgar en la planta del pie, llamada verruga plantar o papiloma, lleva consigo el problema del dolor a la presión
que puede imposibilitar la marcha; en su tratamiento se utilizan
la crioterapia y productos queratolíticos.
Molusco contagioso
Es una lesión hiperplásica de la piel. Se transmite de persona a
persona, incluida la autoinoculación y el contacto de la piel con
fómites.
Las lesiones tienen forma de pápulas elevadas, redondeadas
o semiesféricas, de color blanco nacarado que tienden a la
desaparición espontánea por inmunidad celular. Se pueden
eliminar con una cureta afilada.
Infecciones por virus del herpes simple
La primoinfección tiene lugar en la niñez y suele ser asintomática. Después el virus queda acantonado en los ganglios nerviosos, desde donde puede reactivarse.
La gingivoestomatitis herpética se manifiesta con un cuadro
violento febril, lesiones vesiculosas dolorosas, a veces umbilicadas, en la zona perioral, los labios y la mucosa oral. El herpes
simple cutáneo se debe al contacto directo de la piel del niño
con lesiones herpéticas activas, cuya localización más frecuente
es en los dedos. El herpes simple puede ser recidivante. El tratamiento adecuado es el aciclovir tópico.
Alteraciones cutáneas
relacionadas con el contacto con
animales o sus picaduras
Escabiosis o sarna
Es una infestación endémica producida por la parasitación de
la piel a través de un ácaro. El contagio tiene lugar por contacto
interhumano íntimo y se ve favorecido por las malas condiciones higiénicas.
La hembra confecciona un túnel en el estrato córneo donde
pone sus huevos, que se desarrollan dando lugar a larvas que
salen a la superficie y vuelven a penetrar en la piel.
La respuesta inflamatoria y el prurito se manifiestan cuando
el huésped se hace sensible al ácaro. Entre las lesiones cutáneas
se manifiesta en el surco acarino, que es una línea corta. Las
vesículas perladas son los lugares por donde se introducen las
larvas y son pequeñas vesículas de contenido claro.
Cuidados de enfermería
El tratamiento de la sarna consiste en la aplicación tópica de
crema permetrina al 5%. Debe extenderse a todos los miembros
de la familia. Los parásitos depositados en la ropa mueren después de lavarla con agua muy caliente.
e-212 Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente
Pediculosis
Los piojos son insectos parásitos hematófagos exclusivos del ser
humano. En ausencia del huésped humano mueren a las 48 ho­­
ras, por lo que su contagio es interhumano e íntimo, aunque tam­
­bién es posible un contagio por fómites. Las hembras depositan
sus huevos blancos o liendres sobre la vaina del pelo, al cual se
adhieren con gran fuerza.
La pediculosis capitis es una infestación del cuero cabelludo
que tiene lugar principalmente en la zona de la nuca y en las
regiones retroauriculares. El rascado puede acarrear una infección
bacteriana secundaria, lo que provoca pápulas inflamatorias.
Cuidados de enfermería
La loción de permetrina al 1% (Nix) es la más eficaz, porque
destruye los piojos y las liendres, mucho más que los champús.
Las liendres se deben retirar con un peine muy fino o una a
una. Hay que advertir a los niños que no compartan peines, ni
cualquier objeto que haya estado en contacto con el pelo o
cerca de él.
Los piojos son pequeños y de color grisáceo, no tienen alas
y pueden verse a simple vista. Las liendres son como pequeñas
manchas ovales blanquecinas que se adhieren a la vaina del pelo,
por lo que no se desprenden con facilidad.
Picaduras de artrópodos
Los artrópodos incluyen los insectos y los arácnidos.
j Picaduras de insectos (moscas, mosquitos y pulgas). Se
produce una reacción de hipersensibilidad que se manifiesta
con urticaria papulosa. Se administran agentes antipruriginosos y antihistamínicos, y se debe prevenir la infección
secundaria por el rascado. Para luchar contra la picadura se
pueden aplicar repelentes o mosquiteras cuando se prevea
una exposición.
j Picaduras de himenópteros (abejas, avispas y hormigas).
Inyectan el veneno a través del aguijón. La reacción local es
una pequeña área roja con roncha, picor y calor. Los niños
sensibilizados a las picaduras pueden mostrar una grave
reacción sistémica que llega a poner en peligro su vida. En
los casos graves ha de disponerse de adrenalina para su
inyección inmediata, y de corticosteroides, como tratamiento
de choque. En los casos simples, se extrae cuidadosamente
el aguijón, se limpia bien con agua y jabón, y se aplican
compresas frías y antihistamínicos.
j Picaduras de arañas. La mayoría de ellas no son peligrosas.
En caso de picadura de arañas especialmente venenosas, se
debe limpiar la herida con antiséptico, aplicar compresas
frías y administrar el antídoto, además de relajantes musculares, corticosteroides y analgésicos. La reacción sistémica
incluye fiebre, malestar general, inquietud, náuseas, vómitos
y dolor articular.
j Picaduras de escorpiones. Provocan un intenso dolor local
con eritema, entumecimiento, quemazón, inquietud y vómitos. Continúa con una parálisis motora ascendente, convulsiones, debilidad, pulso rápido, salivación excesiva, sed,
disuria, edema pulmonar e incluso coma y la muerte.
La intervención enfermera consiste en retrasar la absorción del veneno, mantener al niño en reposo y colocar las
zonas afectadas en declive. Se administra el antídoto y a
continuación se alivia el dolor.
Lesiones por garrapatas. Se alimentan con sangre de mamíferos y los microorganismos patógenos que transportan son
el vector de distintas enfermedades infecciosas.
Se debe coger la garrapata con pinzas. También se pueden
colocar sobre el cuerpo unas gotas de éter u otro producto
que facilite la extracción. Por último, hay que limpiar la
herida con agua y antiséptico.
j
Infecciones transmitidas por artrópodos
Las rickettsias son parásitos intracelulares de tamaño similar al
de las bacterias. Los mamíferos se infectan por las picaduras de
los piojos, moscas, garrapatas y ácaros infectados, que actúan
como vehículos de la infección y como reservorios. También
pueden transmitir la enfermedad de Lyme.
Afecciones eccematosas
de la infancia
El término eccema es sinónimo de dermatitis. La dermatitis
atópica es la más frecuente en la edad pediátrica y, junto con la
dermatitis seborreica, son los eccemas de causa endógena, ya
que no obedecen a factor externo alguno en su constitución.
En los eccemas de causa exógena, la dermatitis irritativa del área
del pañal es la más frecuente.
Dermatitis irritativa del área del pañal
Es una dermatitis de contacto por irritante primario de esta
zona, debida a la orina y a las heces retenidas en el pañal.
La irritación se produce por una combinación de factores
como la fricción, la maceración, el amoníaco derivado de la
descomposición de la urea, la elevación del pH, las sobreinfecciones bacterianas, los productos químicos de los pañales y el
jabón o detergente.
La localización inicial se ubica en las zonas anogenital e inguinal, en las caras internas de los muslos y en la región glútea. En
los casos más leves se manifiesta con un eritema. Cuando es más
intensa, afecta a los pliegues inguinales, llegando incluso a lesiones
exudativas y costrosas. Es frecuente que cualquier dermatosis que
se asiente en la zona del área del pañal se sobreinfecte con Candida
albicans. La prevención es la mejor manera de combatir este
problema. Los cuidados de enfermería consisten en actuar sobre
la humedad, el pH y los irritantes fecales. El factor más importante
que puede ser objeto de intervención es el ambiente húmedo en
la zona del pañal. Es aconsejable cambiar los pañales tan a menudo
como sea posible y dejar la zona al aire para que se seque; incluso
puede ser útil dirigir un chorro de aire de un secador a temperatura cálida. Los pañales desechables y superabsorbentes reducen
la incidencia del problema. El tratamiento de los casos leves se
efectúa con productos emolientes, como una pasta al agua. El
lavado excesivo de la piel, sobre todo con jabones perfumados o
limpiadores comerciales, puede ser irritante, por lo que se debe
utilizar un jabón neutro. En casos más graves pueden utilizarse
corticoides de aplicación tópica y de baja potencia añadiendo una
pomada antifúngica en caso de sobreinfección por Candida.
Dermatitis atópica
La dermatitis atópica o eccema atópico es una enfermedad
alérgica de la piel que afecta, aproximadamente, del 1 al 3% de
Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente e-213
los niños. El 80% de los niños con dermatitis atópica desarrollan los síntomas antes del año de edad, cerca de la mitad quedan libres de síntomas a los 2 años. La dermatitis de la otra
mitad no desaparece hasta el final de la adolescencia, aunque
una pequeña fracción nunca se aliviará completamente.
Afecta a las partes internas de los codos, detrás de las rodillas
y en la cara, pero también puede cubrir la mayor parte del
cuerpo. La dermatitis atópica es una categoría de enfermedad
denominada “atópica” porque muchas veces afecta a personas
que también sufren de asma, de la fiebre del heno o de alergia.
Los síntomas son piel reseca, escamosa y con comezón,
grietas detrás de las orejas y sarpullidos en las mejillas, en los
brazos y en las piernas. Alternativamente, mejora y empeora.
Durante las erupciones se pueden desarrollar llagas con secreciones o costras, por el hecho de rascar o por las infecciones.
Se reconocen cuatro manifestaciones cardinales que pueden
aparecer de forma aislada o combinada en el mismo paciente. El
rasgo principal es el prurito, siempre presente y de intensidad
variable. El eccema es más frecuente en la infancia que en el adulto.
Suele darse una erupción papulosa coronada por una pequeña
vesícula, que se rompe rápidamente por el prurito, dejando una
excoriación superficial. La liquenificación la constituyen placas
eritematosas rosadas brillantes, poligonales e hipertróficas que
aparecen como resultado del rascado crónico.
Aunque se desconoce la causa última de este problema, es
evidente que existen factores de tipo genético y hereditario,
factores inmunológicos. Algunos autores estiman que se dan
anomalías en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales.
También influyen los factores climáticos, pues en verano se
experimenta una mejoría y en invierno empeoran los síntomas.
También influyen los agentes de contacto, alergenos y algunos
alimentos.
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Cuidados de enfermería
Los principales objetivos consisten en aliviar el prurito, hidratar la piel, reducir la inflamación y evitar o controlar la infección
secundaria.
Casi todas las medidas generales reducen el prurito, tales
como evitar la exposición a los irritantes cutáneos y el sobrecalentamiento, mejorar la hidratación cutánea y administrar
antihistamínicos, esteroides y sedantes ligeros. A veces, los baños
coloides proporcionan un alivio temporal del prurito y pueden
ayudar a los niños a dormir, si los toman antes de acostarse. Las
compresas húmedas y frías alivian la piel y proporcionan una
protección antiséptica. El prurito moderado o grave suele aliviarse con la administración de antihistamínicos orales. En el
caso de los bebés, procede cortarles las uñas o por la noche
colocarles unos guantes que eviten el rascado.
Los corticoides tópicos son el tratamiento adecuado para
reducir la inflamación. En el caso de una infección secundaria,
antibiótico tópico.
Se debe mantener siempre la piel hidratada, con un emoliente
preferiblemente sin perfume, pues así se evitan las irritaciones
que pudiera ocasionar. Se prefiere la ducha al baño, y que sea
corta, con agua templada y con jabones con pH ácido y sin
perfume. Los niños se pueden bañar en el mar o en la piscina,
pero a la salida del agua se deben secar convenientemente y
aplicarse una crema emoliente.
Deben evitarse las temperaturas extremas y los cambios
bruscos, los ambientes excesivamente secos y las actividades que
favorezcan una sudoración excesiva, así como las situaciones
de estrés. En el domicilio es recomendable ventilar correctamente las habitaciones, prescindir de los animales domésticos,
así como de los objetos que acumulen polvo.
Se recomienda que los lactantes con riesgo sigan exclusivamente con lactancia materna o con fórmula de hidrolizado de
caseína/suero hasta pasados los 6 meses de vida.
Es conveniente utilizar ropa suave de algodón, hilo o pana,
y descartar la lana y los tejidos sintéticos, puesto que son ásperos y pueden irritar la piel. Además, no se debe utilizar ropa
apretada ni abrigo en exceso, y la ropa de cama debe ser de
algodón y sin plumas. Lavar la ropa con detergentes suaves,
eliminando el empleo de lejías y suavizantes.
Dermatitis seborreica
Es una reacción inflamatoria crónica y recidivante de la piel.
Afecta principalmente a las zonas de mayor concentración de
glándulas sebáceas, como el cuero cabelludo (costra láctea), los
párpados (blefaritis), el conducto auditivo externo (otitis
externa), los pliegues nasolabiales y la región inguinal.
El origen es desconocido. No se asocia a una historia familiar
de alergia, a diferencia de la dermatitis atópica. Las lesiones se
manifiestan como placas aceitosas gruesas, adherentes, amarillentas y descamativas, que pueden o no ser ligeramente pruriginosas. Resultan útiles los corticoides tópicos de baja o media
potencia. En la costra láctea, puede aplicarse ácido salicílico en
vaselina o aceites minerales.
Cuidados de enfermería
El cuidado consiste en eliminar las costras, el lavado del cuero
cabelludo debe ser diario, con un champú o jabón suave, que se
deja penetrar en las costras para que las ablande. Una vez enjuagado cuidadosamente, se utiliza un cepillo de dientes blando o
un peine de púas finas que eliminen las costras ablandadas
Alteraciones de las uñas del niño
La paroniquia es una infección en torno al pliegue ungueal
debida, en general, a una infección bacteriana. La infección
aguda de esta zona es muy dolorosa y la terapia consiste en
remojar el dedo en agua caliente, con incisión y drenaje en caso
necesario.
La paroniquia crónica suele provocarse por el hongo Candida albicans, que se desarrolla mejor en un medio ambiente
húmedo, por lo que los niños que se chupan el pulgar pueden
presentar este problema. Esta infección no produce pus y el
tratamiento se basa en la administración de un antifúngico
tópico y en mantener el dedo seco.
Con frecuencia, se producen cambios en las uñas coincidentes con traumatismos físicos. Las uñas enterradas las provocan,
en parte, los zapatos apretados y no cortarlas de forma adecuada.
Acné juvenil
No se limita por completo a la adolescencia, aunque sí predomina en ese período de la vida. Casi todos los adolescentes lo
sufren.
e-214 Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente
Es un proceso autolimitado, pero no se debe subestimar, pues
se presenta en una etapa en la que la imagen corporal tiene una
gran importancia para el individuo.
Existen factores hereditarios predisponentes; los andrógenos
favorecen su existencia y el cuadro se agrava con el estrés
emocional, durante la estación fría, por la acción de algunos
fármacos estimulantes y en el período premenstrual de la
mujer.
Las lesiones afectan al folículo pilosebáceo de la cara, cuello,
hombros, espalda y parte superior del tórax. Existen dos tipos
básicos de lesiones:
j Lesiones no inflamadas, comedones, que pueden aparecer
taponados –comedones cerrados o puntos blancos sin
apertura– o abiertos –puntos negros, con aperturas visibles
que cambian de color a medida que el aire oxida los ácidos
grasos.
j Lesiones inflamadas, que se forman cuando la pared del
folículo se rompe y produce pápulas, pústulas, nódulos y
quistes; son los que causan la destrucción y la tendencia a la
cicatrización.
La infección secundaria complica las lesiones. La aplicación
de cremas, cosméticos y aceites que no tienen una base acuosa
ayuda a taponar los folículos y a agravar el cuadro.
Actividad terapéutica y cuidados
El tratamiento se encamina a reducir y controlar el proceso
inflamatorio y la cicatrización y a mejorar el aspecto general.
Los más efectivos suelen ser los tratamientos combinados. Un
reposo adecuado, ejercicio moderado, una dieta equilibrada, la
reducción del estrés emocional y la eliminación de cualquier
foco de infección mejoran la situación.
El más efectivo es el peróxido de benzoilo; se debe aplicar
sobre la piel, una vez se haya limpiado con un producto suave.
Los jabones ásperos y duros y el frotado excesivo irritan la piel
y provocan la rotura de los conductos pilosebáceos. También
es importante una higiene adecuada del cuero cabelludo, sobre
todo en el acné de la frente.
Cuando no hay respuesta al tratamiento tópico, puede
ser necesario recurrir a la administración sistémica de antibióticos.
Calvicie o alopecia infantil
Generalmente, la pérdida de cabello en estas edades es reversible y no requiere tratamiento.
Falta de cabello en los bebés
Los más pequeños presentan generalmente menos cabellos en
la región occipital y parietal, debido a su posición en la cuna y
al roce con las almohadas.
Alopecia difusa
Se debe a situaciones de tensión importante, como enfermedades febriles prolongadas, cirugía, problemas personales, etc. Se
observa pérdida de cabello entre los 45 y los 70 días después de
ocurrido el factor estresante. Se resuelve espontáneamente al
cabo de unos meses.
Alopecias localizadas
Alopecia areata. Consiste en la aparición brusca de parches
asintomáticos, no inflamatorios y redondeados de alopecia
en las zonas con pelo del cuerpo. Todos los indicios apuntan
a que se trata de una afectación autoinmune. No se conoce
un tratamiento específico.
j Alopecia traumática. Es una alopecia por tracción, debida
a peinados especiales, como trenzas, colas de caballo, rodetes,
sujetadores de pelo, etc.
j Tricotilomanía. Se da en los niños que se arrancan compulsivamente el pelo.
j
Vitíligo
Se pierde progresivamente el color de la piel. Se caracteriza por
la aparición de manchas blancas. Se debe a la desaparición de los
melanocitos. Si los pacientes con vitíligo evitan el exceso de
exposición solar, no presentan mayores problemas.
El vitíligo afecta al 1% de la población mundial y su origen
se desconoce. Existen tres teorías: la neurogénica, la inmunológica y la de autointoxicación del melanocito.
El tratamiento se basa en la administración de melagenina,
un medicamento tópico que estimula la reproducción de los
melanocitos. Los niños o adolescentes con vitíligo necesitan un
gran apoyo psicológico y emocional, por las repercusiones
sociales de su aspecto.
Cuidados generales de los niños
con problemas cutáneos
Hay que brindar medidas generales, como reposo, protección
y el alivio de las molestias, junto a cuidados más específicos, de
acuerdo con cada tipo de proceso. Son pocas las enfermedades
cutáneas contagiosas.
La mayoría de las lesiones cutáneas llevan consigo el prurito.
El enfriamiento de la zona y el aumento del pH, con baños o
compresas frías, reducen los estímulos sobre la zona y ayudan
a evitar el rascado. Los vestidos y la ropa de cama deben ser
suaves y ligeros, de modo que reduzcan la irritación causada
por la fricción y la estimulación.
La piel sana y la afectada deben estar protegidas de las lesiones e infecciones secundarias. Es muy importante evitar el
rascado, por lo que a los niños pequeños o a los que no cooperan se les deben proporcionar guantes o coberturas especiales.
También es preciso mantener las uñas cortas y limpias.
La terapia de la mayor parte de las lesiones de la piel es tópica
y los responsables de su administración son, en la mayoría de
los casos, los propios padres, por lo que se les debe explicar con
todo detalle la correcta aplicación de las medidas.
Las compresas o apósitos húmedos ayudan a enfriar la piel,
alivian el picor y la inflamación, además de limpiar la zona.
Cuando el niño no coopera en el uso de apósitos húmedos, se
suele utilizar el remojo que elimine costras y aproveche su acción
astringente, haciéndolo atractivo como si fuera un juego (lavar
platos, muñecas, vestidos, coches, etc.). Los baños son muy
útiles en los casos de dermatitis extensas y es conveniente usar
objetos con los que el niño juegue mientras permanece en el
agua.
Capítulo E7 – Principales alteraciones dermatológicas del niño y del adolescente e-215
La piel es la parte más visible del cuerpo, por lo que los defectos superficiales que alteran su aspecto son a veces fuente de
preocupación y malestar emocional para el niño y su familia.
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