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KANT. CRITICISMO, RAZÓN TEÓRICA Y RAZÓN PRÁCTICA. Kant es el máximo representante de la Ilustración alemana. Su vida y su obra están dedicadas a liberar a la Humanidad del pensamiento tradicional. El CRITICISMO kantiano estudia nuestra capacidad racional, y lo hace para encontrar respuestas a los grandes problemas, ¿QUÉ PODEMOS CONOCER? (Conocimiento científico de la Naturaleza) ¿QUÉ DEBEMOS HACER? (Ética y Política), ¿QUÉ PUEDO ESPERAR? (Religión) y ¿QUÉ ES EL HOMBRE? La meta de la filosofía kantiana es la claridad racional al servicio de una humanidad libre y justa. OBJETIVOS DE LA FILOSOFÍA DE KANT. 1) Criticar a la razón, descubrir lo que la paraliza. 2) Ilustración y libertad como objetivos de la razón. Someter a juicio a la razón es necesario por la minoría de edad de la gente, por su pereza para atreverse a pensar por sí mismos. La crítica de la razón es un ejercicio de libertad. 3) La Razón debe aclarar qué es el ser humano, qué es su libertad, cómo funciona su razón y cuáles son sus fines. LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA. LA PREGUNTA ¿QUÉ PUEDO CONOCER? El problema es saber si la Metafísica (la filosofía) es una ciencia o no. La TEORÍA DEL CONOCIMIENTO de Kant intenta resolver el conflicto entre RACIONALISMO (el conocimiento viene de la razón, y si aplicamos un método, la razón puede conocerlo todo) y EMPIRISMO (el origen y el límite del conocimiento es la experiencia, la sola razón es imposible). La solución es hacer una síntesis. Afirma que sólo hay conocimiento cuando a los elementos racionales del conocimiento se les suma la experiencia sensible. Nuestro conocimiento no puede ir más allá de la experiencia. Pero los conceptos que no vienen de la experiencia son útiles. Sin un concepto como el de sustancia no podríamos hablar de ningún objeto del universo y la ciencia sería imposible. Kant sostiene que el entendimiento posee conceptos que no vienen de la experiencia, pero solo pueden usarse en el ámbito de la experiencia. LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA. LA PREGUNTA ¿QUÉ DEBO HACER? La actividad racional no es solo conocer los objetos y la naturaleza. También quiere responder a la pregunta ¿QUÉ DEBO HACER? ¿CÓMO HE DE ACTUAR? La RAZÓN TEÓRICA se ocupa de conocer la naturaleza, de cómo son las cosas; la RAZÓN PRÁCTICA de cómo deberían ser, de cómo orientar la conducta humana. A la RAZÓN PRACTICA no le interesa saber cómo es la conducta humana, ni qué motivos impulsan al hombre a actuar; sólo le interesa saber cuáles deben ser los principios que han de guiarle si quiere actuar racionalmente. Según Kant, la CIENCIA (razón teórica) se ocupa del ser y formula juicios (El calor dilata los cuerpos) y la MORAL (razón práctica) se ocupa del deber ser y formula imperativos o mandamientos morales (no matarás). La existencia de la ley moral es algo que nadie puede negar. Pero, los deseos solo impulsan el querer, no el deber. Kant critica a las éticas materiales y propone una ÉTICA FORMAL. Una ética formal nos dice cómo debe querer la voluntad y, por eso, la forma que adquiere la ley moral es la de un imperativo categórico, válido a priori: Obra de tal modo que la máxima de tu acción pueda convertirse en ley universal. Así, solo hay un bien moral: la buena voluntad, que actúa por respeto a la ley moral. Solo ella nos lleva a la felicidad. KANT. CONDICIONES DE POSIBILIDAD DE LA CIENCIA Y DE LA METAFÍSICA (Filosofía). El problema es saber si la Metafísica (la filosofía) es ciencia o no. La TEORÍA DEL CONOCIMIENTO de Kant intenta resolver el conflicto entre RACIONALISMO (el conocimiento viene de la razón, y si aplicamos un método, la razón puede conocerlo todo) y EMPIRISMO (el origen y el límite del conocimiento es la experiencia, la sola razón es imposible). Esto hace que la Metafísica no avance, que no tenga la validez de las demás ciencias: los físicos no cuestionan la física, recogen lo anterior. En filosofía, cada pensador destruye todo lo hecho antes de él y construye de nuevo. Kant se pregunta si se pueden resolver las cuestiones metafísicas (la existencia de Dios, el alma, el mundo, la libertad…). La pregunta es: ¿Puede la Metafísica ser ciencia? Eso implica preguntarse qué es una ciencia, investigar las posibilidades de la razón de alcanzar un conocimiento científico (conocimiento universal y necesario). Rechaza el racionalismo por aceptar sin crítica la capacidad de la razón para conocer la realidad a partir de la razón misma. Y rechaza al Empirismo ya que al decir que la experiencia sensible es el origen y el límite del conocimiento, impide que la razón alcance un conocimiento universal llegando al “escepticismo”. Kant arranca del hecho incuestionable de la ciencia, de la validez del conocimiento matemático y físico. Su objetivo es averiguar cuáles son las condiciones de la validez de tales conocimientos. Se plantea dos preguntas: ¿Cómo son posibles las ciencias? (para saber si en las cuestiones metafísicas son ciencias) y ¿Es posible la metafísica como ciencia? La metafísica está en inferioridad con la ciencia (la ciencia progresa y la Metafísica no). ¿Puede la metafísica construirse con el mismo rigor que las ciencias? Hay una pregunta previa: ¿Cómo es posible la ciencia? Sí la ciencia es un conjunto de enunciados o juicios, ¿cuáles son las condiciones que hacen posibles los juicios de la ciencia?, ¿qué juicios utiliza la ciencia?, ¿son los mismos juicios que en la Metafísica? Hay varios tipos de Juicios. 1) JUICIOS ANALÍTICOS Y SINTÉTICOS. Un juicio es analítico cuando el predicado está comprendido en el sujeto y basta con analizar el sujeto (El todo es mayor que sus partes, basta con analizar el todo para hallar la verdad). Estos juicios no amplían nuestro conocimiento. Un juicio es sintético cuando el predicado no está contenido en el sujeto (Todos los nativos del pueblo X miden más de 1.90 m, el sujeto no incluye la estatura). Estos amplían nuestro conocimiento. 2) JUICIOS A PRIORI Y A POSTERIORI. Juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia (Un todo es mayor que sus partes: es verdad sin comprobar todos y partes). Juicios a posteriori son los conocidos a partir de la experiencia. (Todos los nativos del pueblo X miden más de 1.90 m). Los juicios a priori son universales y necesarios y los juicios a posteriori no son universales ni necesarios. 3) LOS JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI. Tomemos la proposición “La recta es la distancia más corta entre dos puntos”: ¿es un juicio analítico? No, el predicado no está contenido en el sujeto: en el concepto de línea recta no están las distancias. Es, por tanto, sintético. ¿Es un juicio a posteriori? No, nos consta su verdad sin medir distancias entre dos puntos. Es estrictamente universal y necesario. Es a priori. KANT ADMITE QUE HAY JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI. Por ser sintéticos amplían nuestro conocimiento; por ser a priori, son universales y necesarios, y su verdad no procede de la experiencia. Los principios de las ciencias (matemáticas y física) son de este tipo. Un ejemplo es el principio de causalidad: Todo lo que comienza a existir tiene una causa. No es analítico: en la idea de “algo que comienza a existir” no está incluida la idea de “tener una causa”. Es, por tanto, sintético. Pero, a la vez, es necesario y universal, y, por tanto, a priori. Esos juicios sintéticos a priori solo se aplican en el ámbito de la experiencia. Los seres humanos al conocer, lo hacemos partiendo de unas determinadas estructuras (A priori). Hablamos de las intuiciones puras (el espacio y el Tiempo) y unos conceptos puros (las categorías). Todo nuestro conocimiento está mediado por el espacio y el tiempo. Pero todo el conocimiento se produce a partir de la experiencia. DIALÉCTICA TRASCENDENTAL: IMPOSIBILIDAD DE LA METAFÍSICA COMO CIENCIA. ¿Es posible la Metafísica como Ciencia? Sí, siempre que sus juicios sean Sintéticos a priori. ¿Lo son? Los juicios de la Metafísica, de la Razón, se llaman Ideas Trascendentales (el MUNDO [La Naturaleza], el YO [los fenómenos psíquicos], DIOS [causa de los fenómenos]). El problema es cuando la Metafísica toma a estos Juicios como objetos reales, cuando sólo son ideas, y los usa en el ámbito de la experiencia. Es lo que Kant denomina ilusión trascendental. El uso real de la razón aplica las categorías (lo que nos permite conocer los objetos) no a intuiciones empíricas sino a conceptos de la razón de los que no tenemos experiencia (no son objetos de experiencia posible). Por lo tanto, es imposible la metafísica como ciencia. Ya que la metafísica no puede ser una ciencia, la única función posible para la metafísica, según Kant, es el constituirse en una crítica de la razón pura mostrando sus límites e impidiendo esa tendencia que nos arrastra hacia la ilusión trascendental. KANT. ÉTICA UNIVERSAL. LA RAZÓN PRÁCTICA Y EL CONOCIMIENTO MORAL. La actividad racional del ser humano no es solo el conocer la Naturaleza, se preocupa también de responder a la pregunta ¿QUÉ DEBO HACER?, ¿cómo he de actuar? La razón teórica se ocupa de lo primero y la razón práctica de lo segundo. Razón teórica y práctica no son dos razones diferentes, sino dos funciones diferenciadas de una misma razón. La RAZON TEÓRICA se ocupa de conocer la naturaleza (cómo son las cosas), la RAZÓN PRÁCTICA se ocupa de cómo deberían ser (cómo orientar la conducta). No le interesa conocer cómo es la conducta humana, ni cuáles son los motivos; sólo le interesa conocer cuáles deben ser los principios que han de guiarle si quiere actuar racionalmente. Según Kant, la ciencia (teórica) se ocupa del ser y la moral (práctica) se ocupa del deber ser. La razón teórica formula juicios (el calor dilata los cuerpos) y la razón práctica formula imperativos o mandamientos (no matarás). ÉTICAS MATERIALES son aquellas en las cuales la bondad o la maldad de la conducta depende de algo que se considera bien supremo (si nuestras acciones nos acercan a ese bien son buenas, si no son malas). Se busca el bien supremo y, una vez identificado, se establecen normas para alcanzarlo. Kant rechaza las éticas materiales porque son empíricas, a posteriori (pueden ser explicadas como generalización a partir de la experiencia: el placer). No sirven para construir una ética universal. Además, las normas de las éticas materiales son hipotéticas (no bebas en exceso quiere decir: no bebas en exceso, si quieres tener una vida larga. Pero no sirve si no quieres una vida larga). Además, son heterónomas, en ellas la voluntad del hombre es impulsada a actuar por deseos. LA ÉTICA FORMAL DE KANT. ¿Por qué Formal? Una ética universal y racional no puede ser empírica -sino a priori-, ni hipotética en sus normas -han de ser categóricas-, ni heterónoma -sino autónoma (el sujeto debe darse a sí mismo sus normas). No material, sólo formal. La ética formal no dice lo que hemos de hacer, sólo señala cómo debemos actuar siempre, independientemente de la acción. Según Kant, sólo actuamos moralmente cuando lo hacemos por deber (necesidad de una acción por respeto a la ley). Actuar moralmente es someternos a una ley, no por la utilidad sino por el respeto que toda ley merece. Kant diferencia entre acciones contrarias al deber, conformes al deber y por deber. Solamente estas últimas poseen valor moral (el político que dice la verdad, actúa conforme al deber. Pero puede hacerlo para ganar votos. El político actúa moralmente cuando dice la verdad porque ése es su deber, gane o pierda votos al hacerlo). La acción por deber no es un medio para un fin, sino algo que debe ser hecho por sí mismo. EL IMPERATIVO CATEGÓRICO. Las exigencias de obrar derivadas de una ética formal son categóricas. Una formulación de este imperativo categórico: «obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal». No establece ninguna norma, sino el esquema que ha de tener cualquier norma. Otra formulación: «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca meramente como un medio». En las dos formulaciones destaca la exigencia de universalidad. KANT. EL HOMBRE COMO FIN. ¿QUÉ ME CABE ESPERAR? LA RELIGIÓN. El esperar se refiere al futuro, y por eso está fuera de la ciencia y de la moral. El esperar presupone el concepto de finalidad: se espera siempre la consecución de un "fin". Justamente, el concepto de finalidad es estudiado en la Crítica del juicio. Kant reconoce que aunque no hay fines en la naturaleza ni en la historia pues todo sucede mecánicamente, el ser humano necesita la finalidad para dar sentido a lo que le sucede. Pero, ¿qué finalidades puedo esperar que se realicen? 1. La felicidad. La única garantía de que alcanzaremos la felicidad es Dios. La esperanza en la felicidad es objeto, no de la moral, sino de la religión, una "religión natural" o fe racional. 2. El triunfo del bien. En el ser humano habitan dos principios contrapuestos: el principio bueno y el principio malo, en lucha por dominarlo. El principio malo radica en la fragilidad de la libertad humana para practicar la ley moral. Pero está bien esperar el triunfo del principio bueno, de la recta motivación moral. Tal triunfo no es posible fuera de una comunidad de seres humanos organizada sobre una base moral. La constitución de una "comunidad ética" es lo único que puede liberarle del mal. 3. La paz perpetúa. La paz es, en primer lugar, el sentido último del progreso y de la historia. También debe ser el objetivo de la política. Kant sostiene que la historia humana es consecuencia de una tendencia que conduce al ser humano al desarrollo de sus facultades. Esa tendencia se da en la humanidad hacia la paz y la libertad, y conduce a una sociedad en la que exista, por un lado, la máxima libertad individual y, por otro, una rigurosa determinación de los límites de tal libertad a fin de que pueda coexistir con la libertad de los otros. Para Kant, evitar el recurso a las guerras sólo puede conseguirse en el ámbito de acuerdos internacionales que garanticen los derechos de todos los Estados. La finalidad de la historia, la consecución de una sociedad libre y pacífica, sólo es posible para Kant con el derecho. La idea de libertad está en la base de la concepción política de Kant. La sociedad política surge para garantizar la libertad de los ciudadanos según los principios puros del derecho. La libertad de todos los miembros de la sociedad, en cuanto hombres. La igualdad como sujetos ante una misma ley moral. La independencia de todos los miembros de la sociedad como ciudadanos: posibilidad de elección de representante, independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.