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Transcript
el hecho
1.- El día 13 de febrero del año 2004 se publicó una noticia, esperanzadora para algunos y terrorífica para otros, pero ciertamente impactante para todos:
primera clonación de células madre humanas. El equipo coordinado por Woo Suk Hwang y Shin Yong Moon, de la Universidad Nacional de Seúl (Correa
del Sur), presentó en la prestigiosa revista Science su trabajo sobre el desarrollo de células madre embrionarias humanas, pluripotentes y versátiles, procedentes
de un blastocisto clonado, y capaces de convertirse - por lo menos en teoría - en cualquier célula del organismo humano.
2.- Este ensayo, financiado por el Gobierno coreano, produjo un blastocisto al transferir el núcleo de una célula somática (no reproductiva, pero que contiene
la carga genética) a un óvulo enucleado de la misma donante. El proceso significó la participación de 16 mujeres voluntarias que donaron 242 óvulos, de
los cuales se logró clonar 30 blastocistos. De estos se obtuvieron 20 masas de células madre (embrionarias), pero se logró cultivar una sola línea de ellas.
3.- Este método, llamado transferencia nuclear de células somáticas para producir células madre embrionarias, ya se había empleado en animales, como
en el caso de la oveja Dolly (1997). Pero lo que esta vez llamó poderosamente la atención no fue tan sólo el empleo de células humanas (previamente,
en el año 2001, la empresa Advanced Cell Technology lo intentó con poco éxito), sino su realización por un grupo científico respetado, la aparición del
estudio en una revista seria y especializada, y el financiamiento gubernamental. Es decir, la procedencia del ensayo no provenía de un grupo inspirado
mitológicamente (los Raelianos), como tampoco de algún ginecólogo vociferante pero sin un sólido fundamento científico (el italiano Dr. Antinori). Por último,
el equipo científico declaró que no tenía ninguna intención de clonar seres humanos, sino limitarse a la clonación con fines terapéuticos (medicina autoregeneradora) en la sanación de algunas enfermedades, como son el Parkinson, Alzheimer y diabetes, entre otras.
comprensión del hecho
Los
pretenden a
pronunciar una p
poner de relieve la
temas que inciden e
pretende pensar ética
para pensar éticam
conformado por Tony
Moral), Elizabeth Lira
Pablo Salvat (I
Filosofía), y
Ma
4.- La reacción inmediata a nivel mundial no se dejó esperar. La mayoría de las
academias científicas del mundo piden formalmente una convención internacional
para prohibir la clonación humana con fines reproductivos, pero las opiniones se
dividen a la hora de evaluar científica y éticamente la clonación terapéutica destinada
a la investigación médica. Ya los ensayos de clonación reproductiva sobre animales
muestran una alta incidencia de anomalías fetales, abortos espontáneos, malformaciones
y muertes. Pero en el incipiente campo de la clonación terapéutica, la posibilidad
teórica de producir células madre para sanar algunas enfermedades genera debates
científicos, éticos y políticos (a nivel de gobiernos, de Naciones Unidas y de la
Comunidad Europea).
al donador; la clonación terapéutica intenta producir embriones para mantenerlos
en el laboratorio y, posteriormente, utilizar sus células madre en la generación de
cultivos de tejidos u organismos.
5.- Biológicamente, la clonación es un proceso de reproducción artificial mediante la
cual se produce un conjunto de células u organismos genéticamente idénticos,
originados por reproducción asexual y ágama (sin la intervención de los dos gametos).
10.- Al extraer las células madre al embrión, éste queda destruido. En otras palabras,
la producción del embrión tiene la sola finalidad de extraerle sus células madre.
Pero, ¿existen otras alternativas?, es decir, ¿hay células madre en otras partes del
organismo humano? ¿Es posible realizar un trasplante celular sin recurrir a la
destrucción del embrión humano?
6.- En la reproducción humana ocurre una fusión (cigoto) de las células sexuales
(óvulo y espermatozoide), dando origen a un proceso evolutivo embrionario (los
primeros tres meses) y fetal (hasta el nacimiento). En la clonación se prescinde de
la fusión de células sexuales mediante el recurso a la fusión entre un núcleo extraído
de una célula somática y un óvulo desnucleado. Ya que el núcleo de una célula
somática contiene el programa genético, el resultado es un individuo que posee la
misma identidad genética del donante del núcleo. Es decir, el beneficiario resulta ser
una copia genética del donante.
7.- Las células madre (stem cells), también conocidas como troncales o estaminales,
tienen la capacidad de convertirse en una variedad de tipos o estirpes celulares (células
no diferenciadas). Las células se clasifican según su versatilidad y, por ello, se
distingue entre totipotenciales, pluripotenciales y multipotenciales. Las totipotenciales
pueden dar origen a un organismo entero (las células embrionarias en sus primeras
fases); las pluripotenciales pueden generar todos los tipos de células, pero no pueden
producir un organismo completo; y las multipotenciales, a diferencia de las anteriores,
son aquellas que sólo pueden generar algunos tipos de células. Esta distinción explica
el interés por la experimentación con aquellas células más indiferenciadas (células
madre embrionarias); es decir, por su capacidad de generar una variedad de células
y hasta un organismo entero, ya que las células provenientes de individuos nacidos
ya están diferenciadas.
8.- El proceso de clonación tiene dos posibles finalidades: la reproductiva y la terapéutica
(también llamada investigación biomédica). La clonación reproductiva pretende
generar embriones con la finalidad de producir un individuo genéticamente idéntico
9.- La terapia celular consistiría en introducir células sanas para sustituir a las dañadas,
defectuosas o muertas, consiguiendo, de esta manera, una regeneración. Este
proceso tiene básicamente las siguientes etapas: (a) conseguir un óvulo donante;
(b) extraerle el núcleo; (c) introducir en el óvulo desnucleado un núcleo de una
célula del paciente; (d) transferir la fusión embrionaria resultante in vitro (cultivo
en laboratorio); (e) a partir del blastocisto se inicia el cultivo celular para trasplantes.
11.- Al inicio del desarrollo del embrión todas las células son iguales; luego se
diferencian y se convierten en músculos, huesos, etc. Las células madre son las que
no se han especializado y pueden convertirse en más de doscientos tipos de tejido,
lo que permite emplearlas en tratamientos contra algunas enfermedades al implantarlas
en lugar de las células dañadas. Las células madre también se encuentran en el
cordón umbilical de los recién nacidos o en la médula ósea, pero las adultas son
menos flexibles y pueden provocar rechazo.
12.- En la revista Nature (19 de febrero de 2004) apareció un estudio de un grupo
de investigadores de la Universidad de California presentando un tipo de célula madre
encontrado en el cerebro. Además, un grupo de investigadores de la Universidad
de Duke informaron (17 de febrero de 2004) que habían empleado células madre
extraídas de la sangre del cordón umbilical para tratar a niños con enfermedades
que afectan al corazón, el hígado y el cerebro. El éxito de estos ensayos cambiaría
radicalmente el debate, porque en este caso se recurriría a células adultas, sin
necesidad de generar artificialmente embriones humanos para luego destruirlos.
13.- En la investigación relacionada con la clonación se ha invertido grandes sumas
de dinero, con muy poco éxito hasta la fecha (basta pensar que se realizaron 276
intentos antes de obtener a la oveja Dolly), y, en el caso de animales, se ha advertido
de los riesgos de malformaciones y muerte prematura. Además, la pregunta por
la clonación reproductiva (la generación de un individuo genéticamente idéntico al
donante) es básicamente un interrogante antropológico (el concepto del ser humano),
Informes Ethos no
agotar un tema como tampoco
palabra conclusiva. Su propósito es
dimensión ética en la discusión sobre
en la vida ciudadana. Por ello, no se
amente por otros sino estimular a otros
mente. En la actualidad el equipo está
Mifsud s.j. (Director, Doctor en Teología
a (Investigadora y Profesora, Psicóloga),
Investigador y Profesor, Doctor en
y Verónica Anguita (Asistente,
agister en Bioética).
ya que surge la pregunta por la eticidad de fabricar un individuo.
14.- En abril del año 2003, Costa Rica presentó una propuesta a Naciones Unidas de prohibición total de toda forma de clonación humana.
España y Estados Unidos apoyan esta postura de prohibición total, pero Francia y Alemania proponen una prohibición parcial, al rechazar
la reproductiva pero aceptando la terapéutica con fines de investigación. A nivel de países, la clonación reproductiva es ilegal en unas treinta
naciones, pero en la mayoría de países existe un vacío legal.
15.- En Chile se presentó un Proyecto de Ley al Congreso Nacional (12 de marzo de 1997) sobre la investigación en seres humanos. En
su artículo 12, esta iniciativa legal señala: “Se prohíbe la clonación de seres humanos y, por tanto, cualquier intervención a personas que
dé como resultado la creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro vivo o muerto. La clonación de tejidos y órganos sólo
procederá con fines terapéuticos o de investigación. En ningún caso podrán usarse, para tales fines, embriones humanos”.
implicaciones éticas
16.- Desde un punto de vista ético, la clonación presenta tres grandes desafíos: (a) la fabricación de un individuo genéticamente idéntico
al donador (clonación reproductiva); (b) la extracción de células madre, mediante la producción artificial de embriones humanos, para su
posterior uso en trasplantes (clonación terapéutica con células madre embrionarias); y (c) el recurso de células adultas para fines de trasplantes
(clonación terapéutica con células adultas).
17.- La finalidad de la clonación reproductiva se formula en términos de ofrecer una solución a la infertilidad de la pareja, un reemplazo en
caso de la muerte de un familiar, y la creación de un banco de órganos (en este caso no serían células para trasplantes sino órganos
completos). Este tipo de clonación ha recibido un rechazo generalizado desde distintos ambientes (lo académico, lo político, lo religioso y
lo ético).
18.- Por de pronto, es preciso hacer una aclaración: la clonación reproductiva no produce un individuo idéntico al donador (una copia exacta),
ya que lo único idéntico es la carga genética pero no el individuo, ya que los seres humanos están condicionados en su desarrollo por la
interacción con el ambiente (físico, social y cultural). Los genes pueden condicionar y hasta predisponer, pero el desarrollo humano depende
también, y de manera fundamental, de los procesos de socialización y de educación que rechazan cualquier realidad de repetición idéntica.
La conocida y acertada frase de José Ortega y Gasset, yo soy yo más mi circunstancia, llega a ser yo soy mis genes y toda la interacción
de los mismos con el ambiente (Javier Gafo s.j.).
19.- Además, en el contexto de la unicidad del sujeto humano, su propia identidad y su singularidad, cabe preguntarse: ¿con qué derecho
y quién puede imponer una carga genética sobre otro? Una persona que realiza la clonación de otra, la está colonizando ya que le impone
algo tan relevante como su propia intimidad genética. Ciertamente, el deseo de tener un hijo no puede significar diseñar uno al gusto del
consumidor, ya que la paternidad no es propiedad.
20.- La clonación terapéutica plantea una loable finalidad de sanación (medicina regenerativa), pero el recurso a la fabricación de embriones
humanos para extraer células madre divide los pareceres; es decir, el consenso en torno a la finalidad se rompe con respecto al método
empleado para conseguir las células madre. La principal objeción es la producción artificial (asexual) y el desecho posterior de lo que queda
de embriones humanos. El fin no puede justificar el recurso a cualquier medio, así que la sanación de un enfermo no puede justificar la
destrucción de embriones humanos para extraerles las células madre y esperar ver si resulta el experimento. El ser humano no es un medio
sino un fin en sí mismo (Kant) y, por ello, se afirma la dignidad inviolable de todo y cada ser humano, en cualquier etapa de su desarrollo.
21.- ¿Vale menos un embrión que un feto, un feto menos que un niño, un niño menos que un adulto? ¿Es éticamente correcto reducir el
embrión humano simplemente a una masa de células? Además, se pregunta: ¿Qué sentido tiene dar comienzo artificialmente a un proceso
de vida, para destruirlo después? ¿No es contradictorio producir vida con la única finalidad de destruirla posteriormente? Aún más, la
producción de embriones humanos para crear bancos de tejidos y células, ¿no inaugura un supermercado con productos humanos o un taller
de repuestos humanos? Ciertamente, el cuerpo humano y sus componentes no pueden convertirse en mercancías comerciales. Por último,
una clonación terapéutica que recurre a la destrucción de embriones humanos sostiene su finalidad humanista (sanación), pero surge la
pregunta: ¿humanismo o pragmatismo?
22.- En su estado actual, el recurso a la clonación constituye una promesa efímera e insegura, ya que hasta el momento es una técnica
poco eficaz y muy riesgosa. Al respecto es importante no generar expectativas falsas entre los enfermos. Tampoco se puede descartar el
enorme gasto que se ha invertido en los ensayos, desviando recursos para solucionar tragedias actuales como son el SIDA, la malaria o la
desnutrición. La equitativa distribución de recursos financieros en el campo de la salud no es una cuestión menor, ya que, a la larga, el
tener salud dependerá cada vez más del tener dinero, rompiendo así la relación enfermedad/salud e introduciendo una entre capacidad
adquisitiva/salud.
23.- En el fondo, la discusión en torno a la clonación terapéutica, que recurre a las células madre embrionarias, dice relación al estatuto
antropológico del embrión en su fase desde el cigoto (fusión de gametos sexuales) hasta el blastocisto (implantación al endometrio uterino).
Unos sostienen que la individuación sólo se completa en el blastocisto y, por ello, es legítimo intervenir en la etapa anterior; otros afirman
que el cigoto ya tiene todo el programa genético y, por ello, cualquier desarrollo posterior no es cualitativo, es decir, cualquier intervención
en los primeros estadios del desarrollo embrionario es destrucción de una persona humana (actual o en potencia).
Quizás valdría la pena preguntarse si se está haciendo distinciones peligrosas al separar vida humana de persona
humana.
Centro de Ética
Almirante Barroso 6 · Santiago
Teléfono: 692 02 00 · Fax: 692 03 02
Le invitamos a visitar la página web del centro de ética
etica.uahurtado.cl (sin www) para consultar
documentos, estudios, bibliografía, enlaces sobre
bioética, la sexualidad y lo social.
24.- La postura oficial de la Iglesia Católica está claramente en contra de la clonación reproductiva y terapéutica
(cuando se recurre a la fabricación de embrión clonado). “Los intentos y las hipótesis de obtener un ser humano
sin conexión alguna con la sexualidad mediante fisión gemelar, clonación, partenogénesis, deben ser considerados
contrarios a la moral en cuanto están en contraste con la dignidad tanto de la procreación humana como de la unión
conyugal” (Donum Vitae, 22 de febrero de1987, I, 6). En la carta encíclica Evangelium Vitae (25 de marzo de
1995, N0 60) se afirma que “desde el primer momento de su existencia, se ha de garantizar el respeto incondicional
que moralmente se le debe al ser humano en su totalidad y unidad corporal y espiritual”; aún más, “desde el punto
de vista de la obligación moral, bastaría la sola probabilidad de encontrarse ante una persona para justificar la más
rotunda prohibición de cualquier intervención destinada a eliminar un embrión humano”.
25.- Sin embargo, el recurso a células adultas recibe una acogida ética. El arzobispo Renato Martino, observador
permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, afirmó en su intervención en Nueva York ante el Comité
sobre un Tratado Internacional contra la clonación reproductiva de seres humanos (23 de septiembre de 2002):
“La Santa Sede respalda la investigación sobre las células estaminales de origen post natal ya que este enfoque
(...) es una forma concreta, prometedora y ética para conseguir tejidos para trasplantes y terapia celular que podrían
beneficiar a la humanidad”. (Cf. Vatican Information Service del 24 de septiembre del 2002). Y en una anterior
Declaración de la Santa Sede (26 de noviembre de 2001) se establece que “las investigaciones sobre las células
estaminales indica que pueden recorrerse otros caminos, lícitos moralmente y válidos desde el punto de vista
científico, como la utilización de las células estaminales extraídas, por ejemplo, de un individuo adulto (cada uno
de nosotros tenemos varias) de la sangre materna o de los fetos que han sufrido un aborto natural. Este es el
camino que todo científico honesto debe seguir con el objetivo de garantizar el máximo respeto del hombre, es
decir, de sí mismo”.
26.- La clonación terapéutica, con recurso a células adultas, recibe una aprobación ética en la comunidad académica
y en la conciencia eclesial. Esto permite establecer un principio ético en este tema tan complejo: debe darse la
preferencia a las posibilidades abiertas mediante el desarrollo de células madre adultas, presentes en los organismos
ya desarrollados, por sobre el empleo de embriones clonados, ya que no se plantea el grave interrogante ético
suscitado por la fabricación de un embrión humano clonado. Además, si el recurso a células madre adultas consiguen
el mismo fin, sería simplemente innecesario utilizar embriones humanos.
elementos para el discernimiento
27.- Algunos postulan el comienzo del Tercer Milenio como la inauguración de la era clónica. Ciertamente, la
clonación es aún una ficción, pero desde ya cabe formular la pregunta: ¿estamos frente al cumplimiento de un
sueño o la aparición de una pesadilla? Se ha iniciado un camino complejo, con innegables posibles beneficios pero
también con muchos riesgos. La distinción entre una finalidad reproductiva y otra terapéutica es teóricamente clara,
pero siempre existirá el peligro de pasar de la clonación de una oveja al querer conseguir una copia del pastor.
Además, el proceso llevado a cabo para una clonación reproductiva y una terapéutica resulta idéntico, es decir, se
producen embriones, que en un caso serán implantados (reproductiva) y en el otro destruidos (terapéutica).
28.- Los interrogantes éticos no pretenden ni frenar ni impedir el progreso científico, sino tan sólo orientar hacia
un desarrollo en términos humanos y humanizantes. El progreso no es neutro ya que puede significar destrucción
(como en el caso del armamento sofisticado) o construcción. La ciencia sin conciencia es un peligro para la
humanidad, y, por ello, es tarea permanente de la ética preguntar: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién o quiénes?
29.- El peligro de un enfoque pragmático se encuentra en su obsesión por el cómo (la técnica), perdiendo de vista
el para qué (la finalidad). El poder hacer algo (capacidad) no significa necesariamente que se debe hacerlo (lo
correcto). Así, a título de ejemplo, el poder matar, no significa que se debe matar. En este sentido, el discurso
de la ética recuerda el límite, fruto de la condición humana. El respeto por la dignidad del otro impone un límite
a las propias acciones si pretenden violar este derecho inalienable. Así, también, la superación del sueño infantil
de la omnipotencia humana (basta pensar en la enfermedad y en la muerte), o, en términos religiosos, la aceptación
de la condición de creatura, constituye un elemento esencial en la valoración ética de los avances científicos.
CENTRO DE ÉTICA
INFORME ETHOS
No 36
CLONACIÓN HUMANA
El Centro de Ética de la Universidad Alberto
Hurtado publica periódicamente un breve
Informe Ethos, ofreciendo una lectura ética
de un tema de interés nacional para
ayudar en el discernimiento de un juicio
moral responsable con vistas a una acción
coherente. Se adopta el método ignaciano
del triple paso: experiencia (hecho) –
reflexión (su comprensión e implicaciones
éticas) – acción (elementos para el
discernimiento): una reflexión sobre la
experiencia con miras a una acción
consecuente.
ISSN 0717-6430
·
2004