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V
Lo que los católicos deben
saber acerca del Islam
VERITAS
por Sandra Toenies Keating
Caballeros de Colón presenta
La Serie Veritas
“Proclamando la fe en el tercer milenio”
Lo que los católicos deben
saber acerca del Islam
por
S ANDRA T OENIES K EATING
Editor General
Padre Juan-Diego Brunetta, O.P.
Director del Servicio de Información Católica
Consejo Supremo de los Caballeros de Colón
©2009 del Consejo Supremo de Caballeros de Colón. Todos los derechos reservados.
Portada: Diseñado cerca Gail E. Williams © 2009 del Consejo Supremo de
Caballeros de Colón
Este folleto no puede ser reproducido o transmitido ni total ni parcialmente en
ninguna forma ni en ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,
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Knights of Columbus Supreme Council
PO Box 1971
New Haven, CT 06521-1971
www.kofc.org/sic
[email protected]
203-752-4267
203-752-4018 fax
Impreso en Estados Unidos de América
CONTENIDO
ABREVIATURAS....................................................................................4
INTRODUCCIÓN ...................................................................................5
LOS ORÍGENES DEL ISLAM Y SU CONTEXTO ............................................8
LA VIDA DE MUHAMMAD.....................................................................9
EL CRISTIANISMO Y LAS ENSEÑANZAS BÁSICAS DEL ISLAM.....................15
LOS PRINCIPALES TEMAS DEL CORÁN...................................................18
EL SURGIMIENTO DEL IMPERIO ISLÁMICO ............................................28
EL ISLAM EN EL MUNDO MODERNO .....................................................35
LEY ISLÁMICA Y LA SOCIEDAD .............................................................38
OTRAS PRÁCTICAS .............................................................................44
COOPERACIÓN ENTRE CATÓLICOS Y MUSULMANES HOY ........................46
CONCLUSIÓN.....................................................................................49
LECTURAS RECOMENDADAS ................................................................50
GLOSARIO .........................................................................................51
ACERCA DEL AUTOR ..........................................................................52
ABREVIATURAS
AG
Ad Gentes. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia.
Vaticano II, 1965.
CCC
CCatecismo de la Iglesia Católica, USCC (Comisión Cristiana de
Estados Unidos por sus siglas en inglés)
DI
Dominus Iesus. Declaración sobre la Unicidad y la
Universalidad Salvífica de Jesucristo y de la Iglesia.
Congregación para la Doctrina de la Fe, 2000.
DV
Dei Verbum. Constitución Dogmática sobre la Divina
Revelación. Vaticano II, 1965.
NA
Nostra Aetate. Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con
las religiones no cristianas, Vaticano II, 1965.
-4-
La experiencia del pasado nos enseña que el respeto mutuo y la
comprensión, por desgracia, no siempre han caracterizado las relaciones entre
cristianos y musulmanes. Cuántas páginas de historia dedicadas a las batallas
y las guerras emprendidas invocando, de una parte y de otra, el nombre de Dios,
como si combatir al enemigo y matar al adversario pudiera agradarle. El
recuerdo de estos tristes acontecimientos debería llenarnos de vergüenza, sabiendo
bien cuántas atrocidades se han cometido en nombre de la religión.
Las lecciones del pasado han de servirnos para evitar caer en los mismos
errores. Nosotros queremos buscar las vías de la reconciliación y aprender a vivir
respetando cada uno la identidad del otro. La defensa de la libertad religiosa,
en este sentido, es un imperativo constante, y el respeto de las minorías una señal
indiscutible de verdadera civilización.1
Papa Benedicto XVI
INTRODUCCIÓN
En tiempos recientes, especialmente después de los ataques
terroristas al Pentágono y al World Trade Center en 2001, el mundo
islámico se convirtió en un foco de atención mundial. La mayoría de los
no musulmanes saben poco acerca de la religión del Islam, y las
declaraciones contradictorias provenientes de los medios convencionales
y de la misma comunidad islámica no han ayudado mucho.
El propósito de este fascículo es proporcionar una visión general
de los orígenes de la religión del Islam y de su historia antigua, así
como de algunas de las principales creencias y prácticas de los
musulmanes. Además, se presentan aquí algunas de las muchas
declaraciones recientes hechas por la Iglesia Católica Romana relativas
a su relación con los musulmanes. Este fascículo no pretende abarcar
todos los aspectos de las creencias islámicas, de la doctrina católica o de
otras religiones. Pretende más bien ser una introducción a lo que todo
católico debe saber acerca del Islam con el fin de de vivir más
1 Discurso de su Santidad Benedicto XVI, Encuentro con los representantes de comunidades
musulmanas, Viaje Apostólico a Colonia con motivo de la XX Jornada Mundial de la Juventud
(Colonia, Alemania, 20 de agosto de 2005). Disponible en línea en español:
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2005/august/documents/hf_benxvi_spe_20050820_meeting-muslims_sp.html
-5-
plenamente la enseñanza de la Iglesia y de comprender los sucesos que
ocurren en el mundo actual.
El Concilio Vaticano Segundo
La historia de la relación entre musulmanes y cristianos es larga y
compleja. Mientras que en muchos lugares de oriente los cristianos
vivieron bajo el dominio musulmán desde el Siglo VII, en occidente se
tenía poco contacto con los musulmanes a no ser por las Cruzadas (que
iniciaron en 1095) y después a través de la colonización europea. Sin
embargo, el periodo moderno acercó al mundo y dio surgimiento a una
nueva percepción de las relaciones entre miembros de diferentes
religiones. Por esta razón los Padres del Concilio Vaticano Segundo
eligieron consagrar un documento separado a las religiones no
cristianas, intitulado Nostra Aetate (En nuestro tiempo).
Después de una introducción general mediante la que se enfatizan
los orígenes comunes de todos los pueblos y nuestra búsqueda de la
verdad, Nostra Aetate se dirige de manera individual a las principales
religiones del mundo. Cada sección destaca creencias de los seguidores
de la religión que pueden identificarse como “semillas del mundo”:
aquellas verdades parciales que se encuentran en todos lados y que son
signo del trabajo del Espíritu Santo. Puesto que el Islam es una religión
monoteísta con gran respeto por los profetas judíos, los Padres del
Consejo reconocieron que tiene una relación particular con el
Cristianismo. Los siguientes pasajes extraídos de Nostra Aetate se
dirigen especialmente al Islam.
La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran
al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y
todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los
hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda
el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica
mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no
lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a
veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día
del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres
resucitados. Por tanto, valoran la vida moral, y honran a Dios
sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.
-6-
Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias
y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio
exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan
unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad
para todos los hombres. (NA 3).2
Con esta declaración, los Padres del Concilio intentaban
establecer los cimientos para construir mejores relaciones con los
musulmanes a través de diversas formas de diálogo. Sin embargo,
Nostra Aetate, en ningún momento desvió la atención de la misión
evangelizadora de la Iglesia. Ad Gentes, el documento del Concilio sobre
la actividad misionera de la Iglesia, enfatiza que, mientras la Iglesia
Católica continúe conservando la absoluta unicidad y el papel salvífico
de Jesucristo, Dios puede conducir “por caminos que Él sabe” la vida
de los no cristianos (AG 7). La verdad central de la fe católica sigue
siendo “que Cristo abrazó voluntariamente y movido por inmensa
caridad, su pasión y muerte, por los pecados de todos los hombres, para
que todos consigan la salvación. Es, pues, deber de la Iglesia en su
predicación el anunciar la cruz de Cristo como signo del amor universal
de Dios y como fuente de toda gracia” (NA 4).
Ciertamente, Dios llama a sí a todos los pueblos queriendo
comunicarles la plenitud de la salvación y “no deja de hacerse presente
de muchas maneras, no solo en cada individuo sino también en los
pueblos mediante sus riquezas espirituales, cuya expresión principal y
esencial son las religiones, aunque contengan ‘lagunas, insuficiencias y
errores’”3 A través de las diversas formas de diálogo, descubrimos cómo
Dios conduce las vidas de aquellos que no profesan la fe en Jesucristo y
deseamos descubrir aquel “destello de aquella Verdad que ilumina a
todos los hombres” (NA 2)
Parecería que existe tensión entre la evangelización y el diálogo.
A pesar de todo, la Iglesia llama a todos los católicos a que en sus
encuentros con no cristianos continúen manteniendo ambas
2 Todas las citas de los documentos conciliares se tomaron de http://www.vatican.va/archive/
hist_councils/ii_vatican_council/ (En el documento original en inglés se tomaron de The
Documents of Vatican II, Walter M. Abbott, ed. Joseph Gallagher, trans. ed. (New Jersey: America
Press, 1966).
3 Redemptoris Missio, 55
-7-
instrucciones en primer plano. En el año 2000, la declaración Dominus
Iesus reafirmó el compromiso del Concilio Vaticano Segundo para
proclamar el Evangelio y para establecer diálogos abiertos y respetuosos
con los pueblos de otras religiones. “Dicho diálogo, que forma parte de
la misión evangelizadora de la Iglesia, comporta una actitud de
comprensión y una relación de conocimiento recíproco y de mutuo
enriquecimiento, en la obediencia a la verdad y en el respeto de la
libertad” (DI2).4 De este modo, todos somos llamados a ser testigos del
Evangelio y a crecer al mismo tiempo en entendimiento de nuestra
propia fe y las creencias de los demás.
El primer paso en este peregrinaje hacia el entendimiento mutuo
es profundizar el conocimiento de las similitudes y diferencias entre las
enseñanzas de la iglesia Católica y las de otras religiones. Así, hoy nos
volvemos al Islam con ojos informados por la fe en Jesucristo.
LOS ORÍGENES DEL ISLAM Y SU CONTEXTO
Los Siglos VI y VII vieron el inicio de grandiosos cambios en el
mundo Mediterráneo. El gran Imperio Romano estaba en declive
después de las invasiones de tribus del norte. Al oriente, el Imperio
Bizantino se había comprometido en una larga y agotadora guerra con
el Imperio Sasánida (Persa), dejando debilitados a ambos ejércitos.
Mucha de la infraestructura que proveía alimentos y mercancías se
encontraba en muy malas condiciones, el comercio había disminuido y
en muchos centros culturales se había establecido la decadencia.
En esa época, el Cristianismo se había expandido a lo largo de
estas zonas reemplazando a las religiones politeístas locales. Sin
embargo, las controversias sobre la forma apropiada de definir la unión
entre lo humano y lo divino en la Persona de Jesucristo condujeron a
divisiones significativas dentro de la Iglesia. Generalmente, los de la
iglesia de occidente aceptaron las conclusiones del Concilio de
Calcedonia en el año 451. Por diferentes razones, los nestorianos y los
monofisitas, así como algunos de los concilios ecuménicos más
4 “Dominus Iesus: Declaración sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la
Iglesia” (6 de agosto de 2000), también en la Congregación para la Doctrina de la Fe (septiembre
de 2000), [1].
-8-
antiguos, rechazaron la definición de Calcedonia. Estas iglesias
dominaron el Imperio Bizantino, África del Norte y Persia.
Todos estos grupos cristianos estaban bien representados en la
Península Arábiga. Compartieron la península con florecientes
comunidades judías y grandes poblaciones de nómadas politeístas. Pero
gran parte de este paisaje religioso, político y cultural cambió
inesperadamente en el Siglo VII con la llegada de la dominación árabe.
LA VIDA DE MUHAMMAD
Infancia y matrimonio
En algún momento cerca del año 570 A.D. nació Muhammad,
hijo de Abdallah y Amina, miembros prominentes de la poderosa tribu
árabe nómada conocida como Quraishíes. Cuando Muhammad tenía
seis años murieron sus padres, dejándolo huérfano primero bajo la
tutela de sus familiares. En todos los aspectos se ocuparon bien de él,
pero sus experiencias como huérfano tendrían un profundo efecto en las
reformas sociales que más tarde promovió.
El tío de Muhammad, Abu Talib, era un próspero comerciante,
que en caravanas de camellos llevaba bienes del Este hasta la Meca, por
Yemen y hasta Damasco. En su juventud, Muhammad acompañó con
frecuencia a su tío en estas expediciones por tierras cristianas.
Con el tiempo se casó con una acaudalada viuda llamara Khadija.
Tuvieron seis hijos, dos hijos que murieron en la infancia y cuatro hijas.
Después de la muerte de Khadija, Muhammad contrajo matrimonio
once veces más, en la mayoría de los casos para crear alianzas políticas
o con viudas de sus seguidores muertos en el campo de batalla. Su
esposa favorita era Aisa. Era la más joven y en el momento de su muerte
aún estaba a su lado. Más tarde, desempeñaría un importante papel en
la antigua comunidad musulmana.
Las primeras experiencias religiosas
Durante la vida de Muhammad, La Meca era un centro urbano
próspero. Era un lugar de reunión para gente de cualquier religión y
cultura, pero también era muy difícil para aquellos que habían perdido
-9-
su medio de sustento. Los indigentes vendían a sus familias como
esclavas y las viudas y huérfanos a menudo eran forzados a la
prostitución o a la servidumbre cuando les robaban su herencia.
De acuerdo con los relatos islámicos de su vida, Muhammad
estaba muy perturbado por este caos social y adquirió el hábito de
visitar una gruta en las afueras de la ciudad para meditar y orar. Fue
durante uno de estos retiros en el mes de Ramadán del año 610 cuando
tuvo su primera experiencia religiosa.
Mientras oraba, Muhammad tuvo la visión de un mensajero (a
quien después identificó como Gabriel) que le ordenaba que recitara
palabras que le serían entregadas. Algunas de las primeras palabras que
escuchó se encuentran en el Corán en la Sura (capítulo) 96: “¡Recita en
el nombre de tu Señor, que ha creado, ha creado al hombre de sangre coagulada!
¡Recita! Tu Señor es el Munífico, que ha enseñado el uso del cálamo, ha
enseñado al hombre lo que no sabía!”.5
Muhammad estaba asustado por las visiones, así que Khadija le
sugirió que hablara con su primo Waraqa, que era cristiano. Después de
escuchar las experiencias de Muhammad, Waraqa le dijo que recordara
las palabras que escuchaba, ya que sonaban como las de los profetas del
Antiguo Testamento. Muhammad tuvo dichas experiencias durante 22
años hasta el día de muerte.
Pronto empezó a reunir a un pequeño grupo de seguidores que
estaban interesados en los mensajes que ordenaban creer en el Único
Dios, Alá. Eran principalmente aquellos que habían creído en los
muchos dioses y deidades árabes locales. Para ellos era especialmente
importante que Dios se comunicara en su propia lengua árabe.
Rápidamente Muhammad se convenció de que las visiones que tenía lo
llamaban a seguir los pasos de los profetas del monoteísmo que estaban
ante él – Moisés, Abraham, Jesús y muchos otros – y llevar el mensaje
de Dios a las tribus politeístas que hablaban árabe.
5 Sura 96:1-3, Todas las citas en inglés de Qur’an fueron tomadas de: An Interpretation of the Qur’an.
English Translation of the Meanings: A Bilingual Edition (Una interpretación del Qur’an.
Traducción al inglés del significado: edición bilingüe). Traduc. Majid Fakhry (Nueva York, New
York University Press, 2004). En la mayoría de las traducciones modernas la numeración sigue
el método egipcio, a pesar de que existen numerosos métodos usados en todo el mundo. Para la
versión en español ver: http://www.coran.org.ar/Sura_096_Pag.htm
- 10 -
La primera comunidad musulmana
El grupo de los seguidores de Muhammad permaneció pequeño,
pero creció de modo estable, atrayendo principalmente a árabes que
habían pertenecido a las religiones tribales tradicionales. Esto causó
alarma entre los mercaderes que dependían del dinero que ganaban con
los peregrinajes que hacían las tribus a los numerosos santuarios de La
Meca cada año. Estos comerciantes empezaron a temer que la expansión
de una nueva religión que adorara a un solo dios terminaría con los
peregrinajes.
En el año 619, Muhammad tomó la decisión de abandonar La
Meca para ir en busca de un mejor lugar. Los musulmanes consideran
el día de la Hijrah (“migración”) en 622 como la fecha del la fundación
de la ummah (“comunidad”) del Islam, y los musulmanes la consideran
como el inicio del calendario Islámico. En esta época el pequeño grupo
viajó a un oasis al norte de La Meca llamado Yatrib. Ahí, las tribus
locales aceptaron a Muhammad como árbrito, una especie de juez
designado para decidir disputas intertribales tanto para musulmanes
como para no musulmanes. Muy pronto la ciudad se conoció como
Madinat-an-Nabi (“la ciudad del profeta”), hoy llamada simplemente
Medina. A lo largo de los siguientes diez años, la influencia de
Muhammad creció. Hizo nuevas alianzas (muchas de las cuales se
sellaron mediante el matrimonio) y se incrementó el número de sus
seguidores.
En Medina, Muhammad pudo crear un sistema de gobierno de
acuerdo con sus visiones. Incluía reglas acerca de la herencia, el
matrimonio y la dote, la ayuda a los pobres, las viudas y los huérfanos,
así como las formas en que se manejaban las disputas. En ese tiempo se
desarrollaron las costumbres en torno a la adoración, especialmente la
enseñanza de la plegaria y el aseo ritual. Fue también en Medina donde
se formuló gran parte de las enseñanzas sobre los no musulmanes.
Mientras vivió en La Meca, Muhammad seguramente conoció
tanto a cristianos como a judíos y entonces estableció relaciones
significativas con una gran tribu judía nativa de la zona de Medina.
Reconocieron la autoridad política de Muhammad como condición para
un tratado de paz, a cambio de autonomía religiosa y la condición de
- 11 -
aliados, lo que estableció los cimientos para una posterior relación legal
entre musulmanes y no musulmanes en los grandes imperios islámicos.
También durante esta época Muhammad obtuvo poder militar.
Uno de sus primeros beneficios llegó con un conflicto con las tribus
judías locales, lo que llevó a numerosas batallas en que éstas fueron
aniquiladas por Muhammad y sus seguidores.
Entonces Muhammad volvió a la ciudad de La Meca. Consideraba
que Dios lo guiaba para recuperar la Kabba como santuario monoteísta
de La Meca. Contenía la “Piedra Negra”, que durante siglos había sido
un objeto de peregrinaje y adoración para las tribus politeístas. Sin
embargo, según las visiones de Muhammad, la Kabba (alquibla) era el
altar original construido por Abraham y su hijo Ismael (Sura 2:124127). Los musulmanes empezaron a orar en dirección de la Kabba
(alquibla)6 y pronto se tomó la decisión de intentar obtener el control
del sitio de peregrinaje y purificarlo de los ídolos paganos. Se reunió un
ejército y se luchó un gran número de importantes batallas hasta que
los mecanos se rindieron en el año 630.
Medina siguió siendo el hogar Muhammad hasta su muerte y
desde ahí administró el creciente territorio bajo su control. La mayoría
de los tratados realizados con diversas tribus y ciudades eran alianzas
con la obligación del pago de tributo que finalmente se convirtió en un
sistema impositivo. En algunos casos (especialmente los relacionados
con politeístas), el acuerdo también incluía la aceptación del Islam y el
reconocimiento de Muhammad como su profeta.
Dentro de los límites del nuevo Dar al-Islam (“la Casa del Islam”),
reinaba la paz y generalmente los musulmanes observaban
estrictamente la prohibición de Muhammad de matar a otro
musulmán, además del castigo por la culpabilidad criminal. En
consecuencia, los antiguos conflictos tribales quedaron de lado y en la
Península Arábiga se forjaron nuevas alianzas. La creciente fuerza de los
ejércitos árabes, resultante de su unificación bajo una sola ideología
6
De hecho se trata de la segunda alquibla. Muhammad y sus primeros seguidores oraban en
dirección a Jerusalén, como lo hacía la mayoría de los judíos y los cristianos de la época. La
dirección cambió después de las tensiones surgidas entre Muhammad y las tribus judías de la
zona y que tuvieron como resultado la expulsión de una tribu judía y la ejecución de los hombres
de otra.
- 12 -
religiosa, les permitió expandirse más allá de Arabia y en el interior de
otros antiguos imperios, llevando un cambio sin precedentes al mundo
mediterráneo.
La muerte de Muhammad y el inicio del califato
La muerte de Muhammad, probablemente debida a una
intoxicación por alimentos, tuvo lugar de manera inesperada en el
verano del año 632. Para ese tiempo había alcanzado su mayor poder y
era venerado en la creciente comunidad musulmana como profeta de
Dios, exitoso reformador social y brillante líder militar.
Poco después de su muerte, sus compañeros más cercanos se
reunieron para elegir a un sucesor (califa) que guiaría a sus seguidores.
Muchos estaban de acuerdo en que debía elegirse a quien mejor pudiera
cumplir con el papel militar, religioso y de líder comunitario de
Muhammad. Sin embargo, algunos de los Compañeros sostenían que la
tradición tribal debía continuar y que Alí, primo de Muhammad y
esposo de su hija Fátima, como su descendiente varón más cercano,
debería recibir el honor. En su lugar eligieron a Abu Bakr (632-634),
que era una de los primeros conversos y padre de Aisa, la más joven de
las esposas de Muhammad y su favorita. Lo sucedieron Omar (634644), Otman (644-656) y finalmente Alí (656-661).
Los cuatro primeros líderes desde Abu Bakr hasta Alí son
conocidos como los “califas rectamente guiados”, los Rashidun, y la
mayoría de los musulmanes, los sunitas, los consideran los líderes rectos
del ideal de la comunidad. Los musulmanes creen que bajo ellos la
ummah (comunidad) siguió más fielmente el ejemplo de Muhammad.
Normalmente, este periodo antiguo se considera el modelo puro para la
reforma y tienen por él la misma alta estima que los cristianos por el
periodo apostólico. Sin embargo, durante dicho periodo antiguo (del
632 al 661 A.D.), existía una gran cantidad de conflictos en la
comunidad musulmana. Después del reinado de Abu Bakr, numerosos
califas fueron asesinados por musulmanes debido a que varios parientes
de Muhammad intentaban obtener la posición de liderazgo. El más
largo de estos conflictos tuvo como centro a Alí, yerno de Muhammad.
- 13 -
El chiismo
Aunque Alí fue elegido como el cuarto califa, en ese tiempo había
muchas tensiones entre la mayoría de la comunidad (la sunita) y
aquellos que apoyaban a Alí (la Chiat Alí o seguidores de Alí). A raíz
de una complicada lucha iniciada por Aisa, la esposa más joven de
Muhammad, Alí fue asesinado y le sucedió Muawiya, el primer califa
de la dinastía Omeya (661-680). A partir de este punto, la minoría
chiita empezó a desarrollar sus propias costumbres teológicas, políticas
y legales que hoy se mantienen.
Según el chiismo, solo puede legitimarse a un califa elegido entre
los descendientes de Muhammad.7 Al contrario de los sunitas, que
enfatizan la autoridad de la comunidad colectiva en unión con la
tradición, el chiismo sostiene que el sucesor de Alí es designado por
Dios. Este líder recibe el título de Imán y posee autoridad tanto civil
como religiosa.
Los chiitas creen que Dios envió un Imán para cada generación,
aunque puedan estar “ocultos”. Los diversos grupos de chiitas (twelver,
zaidí, ismaelita, etc.), se distinguen por su número de Imanes “visibles”
que reconocen antes de que la sucesión se haga oculta. Pero todos los
chiitas creen que Alí y los Imanes que le sucedieron poseen en parte un
carácter divino y en parte poderes especiales de interpretación.8 Los
chiitas esperan el regreso del Imán Oculto hasta el fin de los tiempos.
Junto con Jesús, creen que peleará una batalla con el anticristo antes del
Juicio Final. En décadas recientes, algunos chiitas identificaron al
Ayatola Khomeni como el esperado Imán, creencia que contribuyó al
surgimiento de una teocracia en Irán.
Teológicamente, muchas de las diferencias entre los sunitas y los
chiitas son profundas, aunque las prácticas religiosas generales siguen
siendo las mismas. Hoy, aproximadamente el 15% de los musulmanes
son chiitas y la mayoría vive en Irán e Irak. Debido a que en 1979 fue
7
Los dos hijos de Alí y Fátima, Hasan y Husein, son reconocidos como los sucesores de Alí. El
martirio de Husein en el año 680 en Karbala, se conmemora como un suceso central de la historia
chiita.
8 Como tradicionalmente no se suele decir que Muhammad tiene carácter divino, se considera
que los Imanes poseen mayor autoridad. Se trata de un particular punto de controversia entre los
chiitas y los sunitas, quienes no consideran nada divino en la creación.
- 14 -
depuesto el Cha de Irán, también hay una significativa población de
chiitas que reside en Estados Unidos.
EL CRISTIANISMO Y LAS ENSEÑANZAS BÁSICAS
DEL ISLAM9
Desde el principio Muhammad creía que sus experiencias eran
revelaciones de Dios que habían sido reveladas en la Torá y en los
Evangelios. Identificó dicha revelación particularmente con Abraham y
el mensaje de que Dios es Uno. Por esta razón, el Judaísmo, el
Cristianismo y el Islam se identifican a veces como las Religiones
Abrahámicas y a sus adherentes se les designa como el “Pueblo del
Libro” en el Corán. Sin embargo, con el paso del tiempo, Muhammad
reconoció que existían diferencias significativas entre sus propios
mensajes y lo que se encontraba en la Biblia, lo que lo condujo a
concluir que todo lo que se apartaban del Corán era un error, y como
consecuencia, a los judíos y a los cristianos no se les otorga una
condición equivalente de acuerdo con la ley del Islam. Existen
numerosas diferencias teológicas entre los musulmanes y los cristianos,
de las que solo podemos describir unas cuantas.
El Corán como la “Palabra Literal de Dios”
A pesar de que pueden encontrarse muchas creencias comunes en
las tres religiones, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, una
diferencia importante entre éstas es el entendimiento de cómo Dios se
ha comunicado con los pueblos a lo largo de la historia humana. Los
musulmanes creen que las revelaciones son la palabra literal de Dios
enviada a través de profetas elegidos. Los mensajes no están inspirados
sencillamente en palabras humanas, sino que son una copia real de la
“Madre del Libro”, preservado de manera divina en el cielo. Esto
significa que los musulmanes consideran sagradas las palabras
particulares e incluso el lenguaje del Corán. Más aún, los musulmanes
creen que los mensajes enviados a cada profeta son el mismo.
9 En las siguientes secciones, las creencias y las prácticas islámicas que se abordan, corresponden
a las de la mayoría sunita, a menos que se indique otra cosa.
- 15 -
El punto central del Islam es la creencia de que las visiones que
Muhammad experimentó durante su vida son mensajes enviados
directamente por Dios y destinados a toda la humanidad. Al igual que
los cristianos y los judíos, los musulmanes creen que el Único Dios es
el Creador de toda la Creación. Dios es “El Dios” (“Alá”) y no puede
haber ninguno además de Él. Según el Corán, este único Dios envió a
los profetas su mensaje y su ley para todos los pueblos. Los musulmanes
entienden que Muhammad es el último de estos profetas y que el Corán
es la revelación final entregada por Dios a la humanidad.
La tradición islámica afirma que los mensajes fueron
memorizados por los seguidores de Muhammad y que solo después de
su muerte el Califa Otman los compiló en el libro que se conoce hoy.10
Algunos eruditos actuales muestran su desacuerdo, argumentando que
existen pruebas de que muchos de estos versos fueron añadidos más
tarde, y solo unos pocos pueden relacionarse directamente con
Muhammad.
La visión islámica tradicional de la revelación es que no estaba
sujeta a ninguna influencia humana o histórica y, por lo tanto, no podía
ser modificada o interpretada a la luz de las ideas contemporáneas. De
acuerdo con lo anterior, los profetas que recibieron mensajes no
emplearon sus propias palabras para describir sus experiencias. Por el
contrario, como escribió un musulmán de la Edad media, la revelación
se transmitió a través de ellos como agua a través de los tubos de una
fuente. Así como el tubo no transforma el agua, así también la
transmisión humana no altera la revelación. Muchos versos del Corán
empiezan con mandamientos a Muhammad solo para decir lo que se le
otorgará.11
10 Los mensajes están organizados de acuerdo a su longitud, no cronológicamente. Cada grupo de
versos se organiza en una sura (capítulo) con un título que se refiere al término o tópico
encontrado en él, por ejemplo, de la Vaca, de las Mujeres, del Coágulo, etc. Obedece a prácticas
comunes para ayudar a recordar la información transmitida de manera oral
11 En el Corán encontramos que se refiere a Dios en plural. Al igual que en el Antiguo
Testamento, dicha referencia en plural es un signo de honor y respeto, no de la pluralidad de la
existencia de Dios. Por lo tanto, muchos versos empiezan así: “Diga: ‘Dijimos...’” Los
musulmanes consideran un milagro la aparición del Corán a través de Muhammad. Es el único
milagro asociado con él que acepta la mayoría de los sunnitas musulmanes.
- 16 -
Una excepción a lo anterior son los mensajes llamados asbab
al-nuzul (“circunstancias de la revelación”), sobreentendiendo que se
superponen a los dados anteriormente. Existen muy pocos de estos
mensajes, a pesar de que casi siempre tienen gran importancia para
comprender el desarrollo de la comunidad islámica antigua.12 Por
ejemplo, los eruditos modernos han identificado un cambio en las
actitudes hacia los judíos y los cristianos en los versos asociados con el
inicio de la vida de Muhammad en La Meca en relación con aquellos
vinculados con Medina. En La Meca, los mensajes se centran
principalmente en una oposición al paganismo y en el establecimiento
de relaciones con otros monoteístas. Los textos medinos, por otro lado,
son más antagónicos y críticos de los judíos y cristianos que no aceptan
la condición de profeta de Muhammad. Por esta razón, en el Corán se
encuentran declaraciones contradictorias que generalmente los
musulmanes han resuelto aceptando la revelación posterior.
Esta visión de la revelación es muy diferente de la cristiana, que
sostiene que la autorrevelación de Dios se encuentra en la Persona de
Jesucristo. Se cree que las Santas Escrituras son inspiradas y libres de
todo error respecto a los aspectos necesarios para la salvación.13 No
obstante, la Iglesia Católica reconoce que Dios usa a los seres humanos
(con todas sus limitaciones) y los sucesos de la historia para comunicar
Su divina voluntad. La revelación es una relación dinámica establecida
entre Dios y la humanidad en la Encarnación, no un código moral
escrito que debe sencillamente aplicarse en una situación dada.14
Los musulmanes señalan a menudo las variaciones entre los
Evangelios en el Nuevo Testamento, así como el papel de San Pablo en
la iglesia antigua, como prueba de que hoy el Cristianismo no proviene
de las auténticas enseñanzas de Jesús. Esto es una mala interpretación
de la naturaleza de las escrituras y pasa por alto la compleja relación
entre la tradición oral y la escritura inspirada de la Biblia. La Iglesia
12
Uno de los ejemplos más conocidos se refiere a la concesión temporal de adorar a tres deidades
paganas en los llamados versos satánicos. Posteriormente dichos versos fueron eliminados del
Corán.
13 Ver CCC §§ 101-108
14 “Sin embargo, la fe cristiana no es una ‘religión del Libro’. El cristianismo es la religión de la
"Palabra" de Dios, "no de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo’”. CCC §108.
- 17 -
Católica enseña que “...Dios se valió de hombres elegidos, que usaban
de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos
y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo
que Dios quería”.15 De este modo, cada uno de los libros de las Sagradas
Escrituras, aunque refleja el contexto y personalidad de su autor, es
realmente Palabra de Dios.
LOS PRINCIPALES TEMAS DEL CORÁN
El Corán desempeña un papel primordial en la vida religiosa de
los musulmanes. Muchos lo aprenden de memoria, los practicantes
musulmanes recitan algunas partes en las plegarias diarias, y su
contenido es la base de la ley islámica. Así como la Biblia, contiene una
multitud de temas. Aquí veremos tres temas centrales. Dos de ellos se
resumen en la creencia que repite constantemente la plegaria
musulmana: “No hay más dios que Dios y Muhammad es su Profeta”. Un
tercer tema importante es el castigo por actos de maldad y la
recompensa por el bien. Cada uno de estos temas se fundamenta en los
otros y juntos forman los cimientos de la creencia musulmana en Dios.
Otros dos temas de importancia para los cristianos son el retrato de
Jesús y María que se encuentra en el Corán, así como la relación entre
los musulmanes, los cristianos y los judíos. Esto se tratará a la luz de su
significado para comprender las actuales relaciones entre las tres
religiones.
La Santísima Trinidad y el Monoteísmo Absoluto
El artículo de fe más importante de los musulmanes es la
declaración de que “no hay más dios que Dios”. Aparece de diversas
formas prácticamente en cada sura (capítulo) del Corán y fue la base de
la misión de Muhammad a lo largo de su carrera profética. Muhammad
fue educado entre tribus politeístas que parecen haber tenido solo un
vago conocimiento del monoteísmo de los cristianos y los judíos.
Cuando empezó a tener visiones, creyó firmemente que había sido
15
CCC §106 y Dei Verbum 11.
- 18 -
elegido para llevar el mensaje del Único Dios a los politeístas y esto fue
probablemente lo que impulsó su predicación.
El monoteísmo absoluto destaca la unidad y unicidad de Dios, el
único creador y sustentador de vida. De acuerdo con el Corán, Dios es
una existencia personal que vive y sabe, todopoderoso y único. En las
plegarias, los musulmanes repiten noventa y nueve nombres que han
sido asociados con Dios, incluyendo misericordioso, compasivo, justo,
caritativo, sabio. En esto, el Islam comparte mucho con el Cristianismo
y el Judaísmo.
Sin embargo, los musulmanes también creen que Dios es
completa y absolutamente diferente de la creación. La teología islámica
tradicional enfatiza la separación radical entre Dios, a quien solo puede
conocerse a partir de la revelación, y la creación, que puede conocerse a
partir de la razón humana. De este modo, mientras puede reconocerse
la existencia de Dios a partir de la belleza y la grandeza de la creación,
solo las leyes basadas en la revelación pueden reflejar la voluntad de
Dios. Históricamente, los teólogos musulmanes han rechazado la
posibilidad de la ley natural.
Los católicos consideran que este concepto de la separación entre
Dios y la creación es contrario a la Biblia. Dios se revela en las Sagradas
Escrituras y en la Persona de Jesucristo como una Trinidad, es decir, Un
Dios en Tres Personas. En el corazón de la revelación de Dios se
encuentra la Perfecta Comunión de Personas a la que todos estamos
invitados. Toda persona bautizada es llamada a compartir la vida de la
Santa Trinidad de manera real... “...toda la vida cristiana es comunión
con cada una de las personas divinas, sin separarlas de ningún modo...
El fin último de toda la economía divina es la entrada de las criaturas
en la unidad perfecta de la Bienaventurada Trinidad”.16
Los seres humanos son atraídos hacia esta relación de manera
especial porque fuimos creados a imagen de Dios. Los católicos
reconocen que es nuestra capacidad para la razón la que nos coloca en
una relación única con Dios y que exige una particular responsabilidad
de actuar de acuerdo con la voluntad de Dios, así como cuidar de toda
la creación. De este modo, a través de la actividad del Espíritu Santo,
16
CCC §§259-260.
- 19 -
nuestra comunión con Dios y la creación es un reflejo de la Santísima
Trinidad.
Aquí nuevamente, existe una diferencia fundamental entre el
Cristianismo y el Islam. En el centro de la teología musulmana se
encuentra un rechazo hacia todo lo que pueda conducir a la idolatría,
puesto que nada es como Dios, ni siquiera la razón humana o el orden
de la creación. De acuerdo con el Corán, los humanos fueron creados
para servir a Dios y someterse a la voluntad de Dios. En su narración de
la creación de los seres humanos, el Corán relata que Dios posee una
especial relación con la humanidad. Se ha comunicado con ella a través
de las revelaciones, e incluso ordenó a los ángeles que se inclinaran ante
el hombre que creó a partir de arcilla. A pesar de todo, los musulmanes
niegan la noción de que los humanos hayan sido creados a imagen de
Dios y en su lugar enfatizan su condición de criaturas.
El Islam es la religión de la “sumisión” a Dios. La palabra
“musulmán” significa “el que se somete”17 En su plegaria diaria, los
musulmanes reafirman su compromiso de no colocar nada a nivel igual
o por encima de Dios y someterse a sus mandamientos. En numerosos
versos del Corán, se exhorta a los cristianos a abandonar doctrinas que
conduzcan a creer en la Trinidad, la Reencarnación o en cualquier otra
cosa que pueda implicar que Dios es como la creación.18 Esta enseñanza
del Islam es muy importante para comprender la relación entre Dios y
los profetas.
La sucesión de los Profetas
Aún cuando los musulmanes crean que Dios es completamente
diferente de su creación, saben que continuamente la sustenta y la
cuida. Una señal de la preocupación de Dios por la humanidad son los
profetas que envió a lo largo de la historia para comunicar su voluntad.
El Corán enfatiza que Dios no dejó a ninguna generación sin una
17 La raíz de la palabra árabe Islam es s-l-m, lo que significa estar a salvo, preservar, rendirse o ser
libre de culpa. Cuando alguien se somete a Dios, encuentra seguridad y está libre de culpa a sus
ojos. La palabra relacionada, salam, se refiere en primer lugar, a la paz y la seguridad que se
encuentran en la sumisión a Dios, y en segundo lugar, a la paz que surge con la sumisión. No es
correcto decir que la palabra islam en sí significa “paz”, en el sentido general en que hoy se usa.
- 20 -
revelación para que todos los pueblos tuvieran la oportunidad de
cumplir la ley de Dios.
El Islam reconoce a muchas de las figuras de la Torá como profetas
enviados por Dios con un mensaje. Éstos incluyen a Adán, Noe,
Abraham, Isaac, Ismael, Elías, Jonás, Lot, Jacob, Aarón, Salomón, José,
Zacarías y muchos otros. A algunos se les menciona específicamente por
haber recibido una revelación: la Torá entregada a Moisés, los Salmos
entregados a David, el Evangelio a Jesús. Al final de esta larga línea de
profetas, Dios envió al profeta definitivo, Muhammad, con el mensaje
del Corán. Como consecuencia, los musulmanes, al igual que los
cristianos, no esperan ningún nuevo profeta o revelaciones hasta el Fin
de los Tiempos.19
A pesar de que en el Corán se señala a algunos de los profetas
como excepcionales (Dios le habló directamente a Moisés, Jesús fue
concebido a través del Espíritu de Dios), enfatiza que eran
sencillamente hombre buenos y honestos, seres humanos que comían,
bebían y morían de muerte humana. De ninguna forma debe mirárseles
como divinos o incluso capaces de realizar milagros por sí mismos. Toda
obra milagrosa asociada con los profetas se realizó con el permiso de
Dios.
Como se mencionó antes, la teología islámica sostiene que las
revelaciones que fueron enviadas por Dios a los profetas son copias de la
Palabra Original de Dios preservada en el cielo. Sin embargo, a medida
que el tiempo pasa, a través de la perversidad y los errores de los seres
humanos, los mensajes se distorsionaron y se olvidaron. Por lo tanto,
Dios envió diversas partes de la revelación para corregir, restaurar y
confirmar lo que se hizo antes. El Corán ordena que las revelaciones que
difieran de él sean rechazadas, puesto que los mensajes para los
verdaderos profetas son siempre los mismos.20
18
Ver por ejemplo suras 4:171, 5:116-118, 9:30, etc.
Por esta razón los musulmanes ortodoxos rechazan las afirmaciones de las sectas islámicas que
han aceptado las visiones de profetas posteriores autoproclamados. Entre los más difundidos se
encuentra la Nación del Islam (popular entre los afroamericanos), los Bahais y diversas religiones
sincretistas afroislámicas.
20 Ejemplo, Sura 42:13-15
19
- 21 -
Con el envío del Corán, los musulmanes creen que la revelación
final fue entregada al último y más grande de los profetas. Por esta
razón, otorgan a Muhammad el título de “Sello de los Profetas”,
reflejando la creencia de que ninguno vendrá después de él.
De acuerdo con la tradición, esto se verificó mediante una
experiencia conocida a menudo como el Viaje Nocturno de
Muhammad. Un tiempo después de empezar a recibir mensajes,
Muhammad tuvo otra visión en la que durante la noche era
transportado a Jerusalén por un caballo alado. Ahí se encontró con otros
profetas (incluyendo a Jesús) y un ángel lo puso a prueba. Logró
demostrar su mérito y los otros reconocieron su superioridad. Después,
fue llevado a través de los cielos hasta ser acogido por Abraham, a quien
Muhammad reconocía como alguien como él.
Aunque esta visión no se considera parte de la revelación del
Corán, para los musulmanes es fundamental. Establece la supremacía de
Muhammad como el último y más grande de los profetas, quien es
reconocido por todos los otros profetas, incluyendo a Abraham y a
Jesús. Es también la base de la reivindicación musulmana de Jerusalén
como la tercera Ciudad más Santa para el Islam. La Mezquita de Omar
(el Domo de la Roca) se construyó en lo que se cree que fue el lugar de
la experiencia de Muhammad ahí. Su posición en el Monte del Templo
simboliza la creencia de que el Islam ha superado al Judaísmo y al
Cristianismo.21
Aquí es importante reconocer que los musulmanes no consideran
que su religión sea joven o nueva, sino por el contrario un regreso a la
religión original. La enseñanza central del Corán es que Dios es Uno y
ordena veneración solo para Él, así como la observancia de ciertas leyes.
Este mismo mensaje fue enviado por diferentes profetas en varios
momentos, pero el propósito es siempre el mismo: un llamado a los
seres humanos para que regresen a una relación apropiada con Dios. De
este modo, de acuerdo con la teología musulmana, todo aquel que la
21 También en el Monte del Templo se encuentra la Mezquita Al-Aqsa (la Mezquita Lejana),
construida en el lugar donde se cree que estaba el Templo de Salomón. Los musulmanes la
veneran como el lugar en el que Dios hizo su pacto con Abraham.
- 22 -
busque en la revelación, puede conocer la voluntad de Dios, y aquellos
que la rechacen serán juzgados el Último Día.
El Juicio Final, Recompensa y Castigo
Al igual que los cristianos y los judíos, los musulmanes esperan la
llegada del fin del mundo y el juicio final. En ese momento, Dios
resucitará a todos de entre los muertos y reunirá sus cuerpos con sus
almas. Entonces estarán ante el trono de Dios para ser juzgados de
acuerdo con sus actos malos y buenos y serán justamente
recompensados o castigados. El Corán sostiene que en ese momento
nadie podrá ocultar lo que ha hecho. Sin embargo, Dios es
supremamente justo y benévolo.
Para los musulmanes, entre los nombres más importantes que se
dan a Dios están “misericordioso” y “compasivo”. De hecho, cada sura
(excepto la Sura 9) empieza con la plegaria “En el nombre de Dios, el
Misericordioso, el Compasivo”. Como el omnisciente y omnipotente
Creador de todas las cosas, nada puede ocurrir si no es por la voluntad
de Dios. En consecuencia, el Islam tiene una aceptación mucho más
limitada del libre albedrío de la que se encuentra en el Cristianismo o
el Judaísmo.
La teología islámica ortodoxa ha sostenido tradicionalmente que
Dios creó a los seres humanos como criaturas con limitaciones y un
libre albedrío limitado. Los musulmanes rechazan la noción de una
“caída” de la perfección y el pecado original. La Creación (con el bien y
el mal que en ella se encuentran) es como Dios la concibió, aún cuando
para nosotros sea misteriosa. Está en armonía con la visión del Corán de
que los seres humanos no fueron hechos ni a imagen de Dios (lo que
podría conducir a la idolatría), ni a semejanza de Dios de cualquier otro
modo. Por el contrario, el Corán enfatiza que el poder absoluto de Dios
sobre la creación permite a los seres humanos elegir si siguen su
voluntad o no lo hacen.
Quizás en la teología y la filosofía islámicas, el problema del libre
albedrío es el más difícil y existen muchas opiniones diferentes acerca
de cómo debe entenderse. Sin embargo, los puntos de vista más
ortodoxos se inclinan por la total sabiduría y control de Dios sobre la
- 23 -
historia humana y por lo tanto, a favor de cierta forma de
predestinación. No obstante, esto no limita de ningún modo la
misericordia y la justicia de Dios. Se conoce a Dios como el caritativo y
el que perdona a aquellos que se arrepienten. El hecho de creer significa
una confianza total en Dios, quien recompensa y castiga con justicia.
Para los musulmanes devotos, dicha confianza adquiere la forma de
obediencia a la voluntad de Dios revelada divinamente.
Generalmente, para los musulmanes la recompensa y el castigo
por los actos buenos y malos son mucho más concretos que lo que
esperan los cristianos. El Corán no describe el cielo y el infierno como
estados, sino como lugares reales donde los deseos humanos serán
cumplidos o negados. Se enfatiza la recompensa o el castigo de Dios
para las criaturas como criaturas. Por esta razón, se describe el cielo
como un hermoso oasis lleno de fabulosos alimentos, bebidas y otros
placeres sensuales, mientras que el infierno es un lugar de maldad y
tortura. Aquellos que rechazaron a Dios y a sus profetas sufrirán la pena
eterna, aquellos que obedecen la voluntad de Dios, recibirán la
recompensa justa que merecen.
Jesús y María en el Corán
Para los musulmanes, Muhammad fue el último y más grande de
los profetas. Sin embargo, muchos otros profetas juegan un papel
fundamental en la creencia islámica. Se considera a Abraham como el
padre de los árabes, Moisés es la única persona que habló directamente
con Dios. Pero se reconoce a Jesús (Isa en árabe), el profeta que precedió
a Muhammad, por tener una relación especial con Dios.
De acuerdo con el Corán, Jesús, el hijo de María, es el Mesías que
esperaban lo judíos. Su historia empieza con la vida de su madre.
María es el tema de una sura completa y en el Corán es la única
mujer que se menciona por su nombre. Cuando nació, Imran,22 su
padre, la dedica a Dios y en algún momento es enviada a ayudar
Zacarías, su pariente, quien es el guardián del santuario. Ahí, Dios la
22 De acuerdo con los comentaristas, es el padre de Moisés y Aarón. Aparentemente identifican
a María con Miriam del Antiguo Testamento.
- 24 -
elige para ser la madre de su profeta, Jesús, y funde su “espíritu” en ella.
Al nacer Jesús, María huye al desierto, donde Dios la cuida, enviándole
alimento y bebida para sustentarla a ella y a su hijo.
Debido a que no se conoce al padre de Jesús, María es acusada de
inmoralidad. En uno de los relatos de los milagros de la infancia de Jesús,
él habla desde la cuna defendiendo su honor, diciendo que él es un profeta
que ha venido con el Evangelio.23 Dios lo ha bendecido y ordenado honrar
a su madre, ser firme en la plegaria y dar limosna a los pobres. En otra
sura, Jesús subraya que tanto él como su madre son honorables y puros, a
pesar de que no ser más que siervos humanos de Dios.
Por todo el Corán se encuentran otras historias de Jesús. Lo
describe como el que realiza milagros con el permiso de Dios, cuyos
discípulos solicitan una señal en forma de una mesa con alimentos
(quizás una referencia al alimento eucarístico), y como profeta que
confirma la Torá, pero corrige distorsiones que se encuentran en la
misma. Junto con otros muchos profetas del Antiguo Testamento, Jesús
predice la llegada de Muhammad después de Él. Jesús también ordena
que los cristianos dejen de decir que Dios es tres y que él es divino.
Considera estas enseñanzas cristianas como violaciones directas de la
prohibición del politeísmo y la idolatría. En el Juicio Final, se espera
que rinda testimonio contra aquellos que dicen que Él es Dios.
Quizás la diferencia más significativa entre los relatos del Corán
acerca de la vida de Jesús y los del Nuevo Testamento es la negación de
su muerte en la cruz y por lo tanto de la resurrección. De acuerdo con
el Corán, los judíos que deseaban matar a Jesús no lo lograron, sino que
“solo les pareció que lo hacían”. La tradición ha propuesto diversas
interpretaciones de estos difíciles versos, pero el más ampliamente
aceptado es que Dios hizo que alguien más (otro discípulo o Judas)
parecido a Jesús fuera crucificado en su lugar. Porque Dios amaba a
Jesús, lo salvó de la muerte llevándolo inmediatamente al cielo.
Una diferencia adicional es la afirmación de que Jesús prometió
que después de Él sería enviado otro profeta cuyo nombre sería
23
Muchos de los milagros asociados con Jesús en el Corán son similares a los que se encuentran
en los evangelios apócrifos, lo que podría indicar la creencia de los cristianos que vivían en Arabia
en la época de Muhammad.
- 25 -
Ahmad.24 La declaración, que se encuentra en la sura 51:6, fundamenta
el argumento de que Muhammad es el último y final profeta.
En la devoción musulmana se tiene en muy alta estima tanto a
Jesús como María: María fue elegida por Dios para ser la honorable
madre de Jesús, el esperado Mesías judío y profeta de Dios. Los judíos
calumniaron a María y rechazaron a Jesús, e incluso intentaron matarlo.
Por otro lado, según su descripción, los cristianos exageraron su
religión convirtiendo en dioses a Jesús y a su madre, rechazando al
mismo tiempo restricciones alimenticias y otras órdenes divinas.
Estas suposiciones subyacen en el entendimiento islámico de los
lazos entre las tres religiones y han influido directamente en la ley
islámica sobre otros temas. El ejemplo más obvio de lo anterior se
encuentra en la segunda declaración enviada al “Pueblo del Libro” en la
Sharia (“vía” o “senda” en la ley musulmana). Aunque se reconoce que
recibieron una revelación de Dios, los que ellos perciben como errores
en la interpretación y las prácticas se usan para justificar la preferencia
otorgada a los musulmanes ante la ley. De este modo, judíos y cristianos
pueden continuar practicando su religión de manera limitada, pero no
ganar conversos o incrementar su influencia en la sociedad islámica.
El Pueblo del Libro
En el Corán, la relación entre musulmanes, cristianos y judíos no
es un tema fundamental, pero en el mundo moderno el tema ha crecido
en importancia, así que es de gran interés actual para los católicos. De
hecho, ciertas zonas del mundo musulmán siempre han sido el hogar de
grandes poblaciones de cristianos (y de significativas comunidades
judías) que cayeron bajo la jurisdicción de la ley islámica hasta ser
colonizadas por Europa. Su continua presencia condujo al desarrollo
teológico de las relaciones entre las tres religiones.
24 Aparentemente esto se basa en la palabra siriaca para paracleto encontrada en el Evangelio de
Juan, aceptando el significado tradicional de la palabra como “consolador” o “defensor”. En la
época de Muhammad, los cristianos desecharon la afirmación, pero después los escritores
musulmanes siguieron argumentando que el Evangelio fue corrompido y que se relaciona con el
nombre de “Muhammad”.
- 26 -
Como se vio anteriormente, los musulmanes creen que
Muhammad es el último de una larga línea de profetas que fueron
instrumentos de Dios, mediadores de la Palabra de Dios a través de sus
experiencias de éxtasis. Estas comunidades religiosas que recibieron
dichos mensajes se reconocen en el Corán como “Pueblo del Libro”, es
decir, pueblos que han poseído una copia auténtica de la escritura divina.
Entre los que se mencionan específicamente se encuentran los judíos y
los cristianos (así como un grupo indefinido llamado los Sabeos).
Debido a su especial relación con Dios y su profeta Abraham, a
estos monoteístas se les conceden derechos y privilegios especiales en el
Corán y en la Ley Islámica. Mientras el Pueblo del Libro pagó sus
impuestos y se mantuvo dentro de los límites descritos para ellos por la
ley, vivieron en paz con sus vecinos musulmanes, practicando sus
religiones con algunas restricciones.25
En general, los cristianos y los judíos continuaron floreciendo en
partes del imperio árabe, a veces logrando posiciones de gran influencia
y acumulando riqueza a través del comercio. En comparación con el
destino de las minorías religiosas de Europa, las del mundo musulmán
vivieron bien bajo la protección de la ley. Sin embargo, debe notarse
que los celos, la guerra por el poder y el fervor religioso condujeron a la
destrucción de la propiedad, la esclavitud y a la aniquilación de los
pueblos conquistados incluso en el mejor de los tiempos. Tuvieron
lugar incidentes de violencia y persecución de cristianos y judíos, a
menudo justificados por la condena del Pueblo del Libro en el Corán.
La protección garantizada al Pueblo del Libro se basa en una
suposición de la preferencia otorgada a los musulmanes. A pesar de que
en el Corán y en la ley se conceden ciertos derechos a los monoteístas,
ni a los cristianos ni a los judíos se les garantiza igualdad con los
musulmanes. El Corán retrata a ambas comunidades religiosas como
25 Aunque generalmente la ley islámica solo prescribe duras penas para los no musulmanes por
crímenes como insultar al Profeta o a su familia, el asesinato de un musulmán, el proselitismo de
musulmanes, el matrimonio con mujeres musulmanas y otras violaciones serias, a lo largo de los
siglos otras restricciones se han aplicado en diversos grados. Esto incluye las limitaciones para la
exhibición pública de símbolos religiosos y ceremoniales, construcción o reparación de edificios
religiosos e incluso restricciones sobre el dominio de propiedades y vestimentas. Los últimos de
éstos no se prescriben el Corán pero tienen sus raíces en las costumbres antiguas de la comunidad
islámica.
- 27 -
aquellas que alteraron sus escrituras y se desviaron del mensaje original
enviado por Dios. Como consecuencia, se cree que han perdido algún
privilegio otorgado a los monoteístas. Se dice que particularmente los
judíos manipularon las leyes alimenticias y rechazaron a los profetas
(Jesús y Muhammad), mientras que los cristianos agregaron enseñanzas
(la Trinidad y la divinidad de Jesús) y ocultaron las futuras predicciones
de Muhammad.
Los musulmanes entienden que el Corán ha corregido dichas
distorsiones. Cuando los cristianos y los judíos se rehusaron a aceptarlo,
perdieron algunos de los derechos garantizados a los verdaderos
creyentes. La ley islámica ordena que debe permitírseles practicar sus
propias religiones con algunos límites con la esperanza de que algún día
vuelvan a la “apropiada” veneración musulmana del Único Dios.
Dichos sistemas de privilegio para clases particulares dentro de la
sociedad fueron comunes y aceptados durante siglos. Pero actualmente
esta estructura ha entrado en conflicto con las expectativas
contemporáneas de democracia y libertad religiosa. El problema de las
minorías religiosas en el mundo musulmán es en gran medida un
símbolo de la multitud de dificultades que enfrentan aquellos que hoy
desearían reestablecer la ley islámica en sus países y reside en el centro
de las preocupaciones de muchos musulmanes radicales.
EL SURGIMIENTO DEL IMPERIO ISLÁMICO
Las Primeras Conquistas
En tiempos de Muhammad, ya había iniciado la conquista árabe
del mundo mediterráneo. Bajo su liderazgo militar, cayó bajo su control
la Península Arábiga y los ejércitos empezaron a avanzar al norte hacia
Siria y las fronteras del Imperio Sasiano (Persa). Después de su muerte
la expansión continuó y los ejércitos árabes rápidamente invadieron
Siria, Egipto, Palestina, Irak y Persia. En pocas décadas habían llegado
a España al occidente, y al borde del Imperio Persa al oriente. Solo en
la Batalla de Poitiers en el año 732, Charles Martel pudo vencer a los
ejércitos árabes y detener su avance sobre Europa. Llevaría más de siete
siglos recuperar toda Francia y España del control musulmán.
- 28 -
De este modo, un siglo después de la muerte de Muhammad, el
Imperio Árabe se extendió de Francia al río Indo. Los antiguos
musulmanes vieron este fabuloso éxito militar como una señal de Dios
de que las revelaciones de Muhammad eran verdaderas; consideraban
que una pequeña tribu del desierto solo podía haber heredado el mundo
civilizado conocido con la ayuda de Dios.
Sistema de tributación religiosa
Los musulmanes no veían la antigua expansión del Imperio Árabe
como una forma de propagar el Islam. Por el contrario, la intención era
extender el control político sobre un gran territorio. De acuerdo con el
Corán, la conversión forzada está estrictamente prohibida (“No cabe
coacción en religión. La buena dirección se distingue claramente del descarrío”.
Sura: 2:256) y muchos de los primeros califas tomaron esto muy
seriamente.26 En consecuencia, al principio los ejércitos árabes ofrecían
a los ciudadanos de las ciudades conquistadas la opción de convertirse
al Islam o bien de pagar una tributación especial llamada jizyah
(impuestos), a cambio de ciertos privilegios que incluían el derecho a la
veneración como cristiano o judío. De esto se desprende la costumbre
árabe tribal del clientelismo, mediante el cual una tribu cliente
subyugada o débil pagaba tributo a una tribu más fuerte para obtener
su protección. Ambas partes poseían ciertos derechos y deberes
reconocidos y el acuerdo se veía como una ventaja para todos. De este
modo, quedaba entendido que la tribu dominante (en este caso la que
se convertía al Islam), recibía beneficios que no se garantizaban a los
clientes.
Para aquellos que se resistían a la conquista árabe, los castigos
eran duros. Se sabe que se destruyeron numerosos monasterios e
iglesias, y los habitantes de las ciudades que se resistían eran asesinados
26 Es importante señalar que a lo largo de los siglos este mandato se ha interpretado de diversos
modos. Existen diversos hadith (dichos del Profeta) considerados auténticos que imponen duros
castigos a aquellos que han abandonado el Islam por otra religión. Dicha conversión, incluso a otra
fe monoteísta, se considera apostasía y se castiga con la muerte. Aunque a los judíos y a los
cristianos se les garantizaba una seguridad limitada, las infracciones legales (como el despliegue
público de símbolos religiosos) podían usarse para revocar dicha protección. Esto explica el
frecuente encarcelamiento y ejecución de quienes eran acusados de “difamar al Islam o al Profeta”.
Estos límites de la libertad religiosa constituyen una gran preocupación para la Iglesia Católica.
- 29 -
o tomados como esclavos. A las ciudades que aceptaban el sistema de
tributación generalmente se les dejaba intactas y se establecía una
estructura de gobierno mínima para recaudar los impuestos, dando
fuertes incentivos para que se rindieran inmediatamente. Normalmente
se rendía tributo a los conquistadores. Como parte del tratado, a los
monoteístas (particularmente cristianos y judíos) se les permitía
practicar su religión siempre y cuando no interfiriera directamente con
el Islam; por otro lado no se esperaba que cumplieran con sus tareas
militares y algunas otras obligaciones requeridas de los musulmanes.
Posteriormente esta estructura llegó a formar parte de la ley islámica
como una forma de lidiar con las minorías no musulmanas que vivían
en el imperio.
La Edad de Oro del Islam
Los ejércitos árabes se dispersaron a través del Imperio Sasiano,
Romano y Bizantino. En toda ciudad importante dejaban un mínimo
de personal de gobierno y normalmente lo vinculaban a la
infraestructura ya existente. Esto significa que, durante algún tiempo
después de la conquista, las lenguas, religiones y culturas locales
permanecían relativamente inafectadas. Fue con la llegada al poder del
califato Abasí cuando empezaron a sentirse cambios significativos.
La dinastía Abasí obtuvo el control del califato en el año 750 y lo
mantuvo hasta la invasión mongol en 1258. Bajo su conducción, el
imperio empezó a reflejar con mayor claridad la sociedad ideal
vislumbrada por Muhammad. Entre las muchas políticas que desarrolló
y fortaleció, quizás la más significativa fue la insistencia de que el árabe
se reconociera como la lengua oficial del imperio y que se observara la
Ley Islámica, (la Shariah). Los Abasí también fortalecieron la igualdad
entre todos los musulmanes, sin importar la raza o clase social, y les
garantizaron una amplia gama de privilegios. Además, ciertas
ocupaciones, especialmente los cargos en el gobierno, ahora se
reservaron a los musulmanes, motivando a los no musulmanes a
convertirse.
La estabilidad general de la sociedad bajo el califato Abasí
permitió el florecimiento de todos los aspectos culturales y religiosos.
Este periodo (durante el que Europa se debatía después del colapso del
- 30 -
Imperio Romano), se considera la Edad de Oro del mundo islámico.
Floreció el conocimiento y confluyeron las grandes tendencias
culturales en las grandes ciudades de Bagdad, Kufra, Basora,
Alejandría, Damasco, Isfahán y Nishapur, así como en España. En
consecuencia, se realizaron grandes avances en todos los aspectos de la
vida: medicina, agricultura, astronomía y astrología, matemáticas,
teología, filosofía, derecho y otros. En muchos de estos campos, el
conocimiento que desarrolló el mundo musulmán no fue superado en
Europa sino hasta los siglos XVIII y XIX.
A inicios del periodo Abasí, la gran mayoría de los habitantes del
Imperio Árabe, no eran musulmanes. Pero a medida que el imperio se
establecía mejor y se concedían más incentivos para la conversión,
porciones significativas de la población empezaron a aceptar la nueva
religión. Además, algunas de las autoridades locales aumentaron los
impuestos para los no musulmanes a un nivel que forzosamente
motivaba a aquellos que no deseaban convertirse a emigrar. Se trataba a
menudo de terratenientes ricos que eligieron reestablecerse en el
Imperio Bizantino.
Para el Siglo XI, las mayores ciudades de Asia Menor contaban a
musulmanes entre sus mayorías, aunque aún se encontraba una
significativa población de judíos y cristianos en todas las tierras bajo
dominio musulmán. Así fue hasta fines del Siglo XIX, cuando
inmensas cantidades de cristianos y judíos empezaron a emigrar a
Europa y Norteamérica.
Las Cruzadas y las invasiones mongoles
Mientras que los cristianos de oriente estaban al tanto de las
creencias y prácticas de sus vecinos musulmanes, los de Europa tuvieron
un mínimo contacto con el Islam después de la derrota del ejército
árabe en Poitiers (una excepción era la España musulmana). Los viajeros
al Imperio Bizantino y a Tierra Santa volvían con algunas noticias, pero
el limitado conocimiento acerca del Islam y el Cristianismo oriental en
Europa era a menudo distorsionado e inexacto. A finales del Siglo XI
inició la primera de una serie de guerras del papado con fines políticos
y religiosos.
- 31 -
Las verdaderas circunstancias que rodearon el inicio de la Primera
Cruzada aún son algo misteriosas. De acuerdo con fuentes medievales,
aparentemente contribuyeron diversos factores en la decisión del Papa
Urbano II de alentar a los ejércitos a marchar a Jerusalén en 1095.27 En
primer lugar, a pesar de que para el Siglo IX la expansión del Imperio
Islámico había disminuido, continuaban librándose batallas a lo largo
de sus fronteras, particularmente con el Bizancio Cristiano. Durante
siglos, el objetivo de los líderes musulmanes había sido capturar
Constantinopla. Numerosos emperadores cristianos habían pedido
ayuda previamente a los poderes europeos, pero sus súplicas no fueron
escuchadas. Ahora, la aparición de los turcos Seljuk, convertidos al
Islam, volvía la situación más apremiante.
En segundo lugar, los ideales feudales condujeron a los jóvenes
nobles cristianos a identificar la ocupación musulmana de Tierra Santa
como una deshonra hacia Jesucristo, su Señor Supremo. Como
resultado, muchos vieron como su obligación hacia Dios recapturar
Jerusalén. Creían firmemente que la muerte a manos de los ‘enemigos
de Dios’ sería recompensada con la remisión de sus pecados.
Finalmente, el interés renovado por el peregrinaje y la veneración
de las reliquias de los santos en la devoción popular causó un
incremento de viajes a Tierra Santa. A pesar de que las afirmaciones de
violencia hacia los peregrinos pueden haber sido exageradas, el camino
a Jerusalén era peligroso y mucha gente fue asesinada durante el
trayecto.
El Papa Urbano sostenía que los ejércitos cristianos necesitaban
reconquistar Tierra Santa para que fuera segura para los peregrinos y
para detener la expansión de los musulmanes en Bizancio.
Probablemente el papa también esperaba que la distracción de una
guerra extranjera pusiera fin a las sangrientas batallas que brotaban
continuamente entre las familias nobles europeas, y que asimismo
27
El discurso del Papa urbano en Clermont no ha sido preservado y los relatos posteriores
brindan información contradictoria acerca de su contenido. Esto ha vuelto difícil separar los
hechos de las leyendas que rodean el inicio de las Cruzadas.
- 32 -
obtuviera tierras y riqueza para el papado en oriente. Sin embargo, a fin
de cuentas, las Cruzadas probaron ser un desastre para todos.28
A pesar de que las Cruzadas se emprendieron con la bendición de
la Iglesia, la evidencia histórica dejó claro que las autoridades
eclesiásticas tenían muy poco control sobre los que emprendieron
inmediatamente el viaje a Jerusalén.
La Primera Cruzada llegó a Tierra Santa en 1099. Las narraciones
de los testigos cuentan que los cristianos de oriente y los judíos eran
masacrados en el camino por ejércitos incontrolados y campamentos de
seguidores que creían que eran herejes, a pesar de los intentos de los
obispos locales para detenerlos. Esta tragedia contribuyó en gran
medida a la división entre los cristianos ortodoxos y los católicos
romanos que hoy aún existe. En Jerusalén, cuando los Cruzados
encontraban resistencia intensa, muchos eran asesinados
indiscriminadamente por ambos lados.
Durante los siglos siguientes se emprendieron muchas más
cruzadas, pero los mínimos logros obtenidos por los ejércitos no
tuvieron efectos duraderos. A lo largo de dicho periodo, muchos
movimientos encabezados por misioneros (especialmente Franciscanos),
intentaron convertir a los musulmanes mediante la predicación del
Evangelio. Estos esfuerzos no tuvieron éxito, pero entre los intelectuales
europeos dieron como resultado la propagación de información más
precisa acerca del Islam.
En 1187, el famoso general musulmán Salah ad-Din (Saladino),
tomó las zonas ocupadas por los Cruzados y el intento europeo de
recuperar Tierra Santa llegó a su fin. La magnanimidad de Saladino en
la captura de Jerusalén se volvió legendaria cuando permitió a la
nobleza abandonar la ciudad desarmada a cambio de un rescate. En
algunas narraciones históricas, sus acciones contrastan con la brutalidad
de los Cruzados. Sin embargo, esto debe considerarse en el contexto de
la época. Ambos lados aceptaban y practicaban como norma la crueldad
28 Un excelente libro que describe las razones y los efectos de los primeros Cruzados es: Thomas
F. Madden, Cruzadas, la verdadera historia (The new concise History of the Crusades), Ed. Lumen,
2006, Argentina. También Jonathan Phillips, La Cuarta Cruzada y el Saco de Constantinopla (The
Fourth Crusade and the Sack of Constantinople), Ed. Crítica, 2005, Argentina.
- 33 -
de la guerra, es decir, destrucción de ciudades, violación y saqueo,
esclavitud del conquistado y ejecución de prisioneros. Esto no es para
disculpar o justificar las acciones de ninguno de los involucrados, sino
que sirve más bien para recordarnos cuán fácilmente pueden cegarnos
nuestras circunstancias culturales ante el Evangelio.29
De muchas formas, los musulmanes del Siglo XII veían las
Cruzadas como un obstáculo temporal. Sin embargo después, cuando en
los siglos XVII y XVII el poder europeo empezó a colonizar partes de
Imperio Otomano, se identificó a los Cruzados como el inicio de las
intrusiones occidentales en tierras musulmanas y los intentos para
suprimir al Islam.
En realidad, con la invasión del noreste por los mongoles y la
destrucción que infligieron, llegó un problema más urgente para el
mundo islámico. Hulaga Khan, nieto de Gengis Khan, y sus ejércitos,
rápidamente capturaron el cabildo de Bagdad, acabando con el califato
de Abasí en 1258. Esta fecha se considera el fin de la Edad de oro del
Islam.
Los periodos medieval y colonial
Mientras en oriente los musulmanes luchaban con la decadencia y
los invasores extranjeros, en la España Islámica tenía un lugar un breve
pero importante florecimiento cultural. Fue mediante la interacción
entre musulmanes, cristianos y judíos, especialmente en el área de la
traducción y los comentarios de textos antiguos, como los frutos de los
eruditos musulmanes entraron a Europa. Hasta 1492, con la caída de
Granada y el inicio de la reconquista, el sur de España había sido el
hogar de grandes poblaciones musulmanas (Moros) y de florecientes
comunidades judías. Ahí nació el interés de Europa por la cultura griega,
dando inicio al Renacimiento. Sin embargo, en el Siglo XVII, casi todos
los musulmanes de Europa habían sido repelidos al norte de África.
29 La disculpa del Papa Juan Pablo II el 12 de marzo de 2000 por el saqueo de los Cruzados de
Constantinopla en el año 1204 durante la Cuarta Cruzada es un claro recordatorio de que nuestro
pecado puede nublar nuestra respuesta ante las crisis de nuestra época y conducirnos a actos
contrarios a las enseñanzas de Jesucristo.
- 34 -
En Asia Menor, el califato fue finalmente tomado por otro grupo
de invasores, los turcos otomanos, que forzaron a los mongoles a
retirarse y rápidamente se convirtieron al Islam. Los otomanos por fin
lograron capturar Constantinopla (ahora Estambul) en 1453 después de
numerosos sitios sangrientos. Ahí establecieron un nuevo sultanato
islámico, que junto con el Imperio persa Savafid y el Imperio indio
Mughal, se extendieron sobre un área que abarcaba de Europa oriental
a la India. La caída de Constantinopla y su subsecuente islamización
debilitaron en gran medida al Cristianismo en oriente. Las iglesias se
convirtieron en mezquitas, se establecieron restricciones a la veneración
pública y los cristianos perdieron prácticamente toda influencia
religiosa y política.30
El inicio de la disolución de los grandes imperios islámicos llegó
con la derrota de los otomanes por los Habsburgo en Viena en 1683.
Durante las siguientes dos décadas, extensas zonas que estaban bajo el
dominio y ley islámicos se convirtieron en colonias británicas, francesas,
alemanas, holandesas, italianas y portuguesas. Para muchos musulmanes,
se trató de una crisis tanto política como religiosa. Anteriormente, el
mundo islámico había prestado poca atención a los pueblos más allá de
sus fronteras. Pero algunos se cuestionaban si el sometimiento y el
gobierno por parte de los no creyentes fueron un castigo de Dios. Las
respuestas a esta pregunta adquirieron diversas formas y son el origen de
muchos de los actuales disturbios en Oriente Medio.
EL ISLAM EN EL MUNDO MODERNO
Respuestas a la modernidad: secularismo y fundamentalismo islámico
La reacción moderna ante la pérdida de control sobre las zonas que
habían estado bajo dominio musulmán ha sido variada. Algunos
musulmanes se convencieron inmediatamente de que la modernización
que consistía en imitar los europeos era la mejor respuesta a la nueva
30 Los
efectos de la captura de Constantinopla aún se sienten hoy. Por esta razón, la visita del Papa
Benedicto XVI a Turquía a finales de noviembre de 2006 fue observada tan cuidadosamente por
el mundo. La reunión del Santo Padre con los líderes ortodoxos puso de relieve la difícil situación
de muchas comunidades cristianas en Turquía, a pesar de sus antiguas raíces en ese país.
- 35 -
situación. Esto condujo a la institución de burocracias centralizadas y a
la secularización del sistema legal. Especialmente en África del Norte,
se adoptaron leyes francesas o británicas para adaptar las leyes islámicas
sobre el matrimonio islámico y la sucesión. Sin embargo, el completo
fracaso de las reformas solo tuvo como resultado revueltas realizadas por
aquellos que estaban interesados en restaurar el dominio musulmán y
volver a la ley islámica pura.
A principios del Siglo XX, la comunidad musulmana sufrió otro
golpe cuando en 1924 se abolió el califato con el Tratado de Lausana.
Durante la década que siguió a la Primera Guerra Mundial, muchas
zonas islámicas fueron ocupadas por extranjeros, mientras tenía lugar la
transición de los gobiernos coloniales a los estados modernos. Pero muy
pronto se vieron atrapadas en la Guerra Fría entre la Unión Soviética y
Estados Unidos. Varios países se convirtieron en peones mientras las
superpotencias mantenían monarquías y dictaduras. La continua
interferencia de potencias extranjeras en zonas que desde el punto de
vista musulmán pertenecían legítimamente a la ley islámica se vio
simbolizada por el establecimiento de Israel en 1948 y el consecuente
desplazamiento de los palestinos.
A medida que los países musulmanes empezaban a rezagarse
económica y socialmente, crecían los movimientos de reforma. Los
hombres jóvenes, a menudo educados en Europa y en Estados Unidos,
buscaban una solución a la funesta situación del mundo islámico que le
devolviera su antigua posición como potencia líder. Algunos pensaron
que el éxito de la Turquía secular podría ofrecer un modelo, pero otros
sentían que solo tendría éxito una completa reforma religiosa.
Rechazaban lo que identificaban como secularismo y materialismo
occidental y, en su lugar, pensaron en revivir el Islam como una forma
de vida total e integradora.
El Fundamentalismo Islámico
Los movimientos fundamentalistas adquirieron muchas formas,
pero las más importantes en la actualidad tienen sus raíces en dos
ideologías: el Wahhabismo y la Hermandad Musulmana. A pesar de
que tienen diferentes orígenes, comparten muchas de sus soluciones
para los males de la sociedad musulmana contemporánea. El
- 36 -
movimiento Wahhabí fue creado en Arabia en el siglo XVIII por Abd
al-Wahhab como un intento para purificar el Islam y volver a la
comunidad ideal instituida por Muhammad. Los Wahhabí rechazaron
todas las interpretaciones legales y teológicas posteriores que no se
adherían estrictamente a la práctica de Muhammad.
Lo que distingue a los Wahhabí es su identificación de los
musulmanes que no concuerdan con ellos como no creyentes, a pesar del
hecho de que dicha idea ha recibido muy poco apoyo en la tradición
islámica. A través de uno los seguidores iniciales, Muhammad Ibn
Saud, los Wahhabí lograron gran influencia en Arabia con el dominio
de la familia Saud. Entre los Wahhabí, Al-Qaeda es un movimiento
particularmente violento que se ha extendido por toda Arabia.
La Hermandad Musulmana es un movimiento egipcio moderno
que logró su clímax en los años 1960 con Sayyid Qutb, quien fue
ejecutado en 1966. El movimiento radical ponía de manifiesto la
virtuosa minoría en una sociedad corrupta e ignorante dominada por no
creyentes. De acuerdo con Qutb, para los verdaderos creyentes, la única
forma de vencer a los opresores era emprender una lucha armada, la
jihad, contra los represores del Islam.
Las ideas de Qutb continuaron extendiéndose después de que en
Egipto fuera reprimida la Hermandad Musulmana. Otros movimientos
extremistas y fundamentalistas se han basado en sus textos para dar
forma a una respuesta a lo que perciben como las tendencias
antiislámicas del secularismo, el materialismo y el feminismo. En
décadas recientes se han vivido revoluciones en zonas dominadas por
musulmanes, como Irán y Afganistán, que han intentado erradicar
todas las influencias extranjeras. Con gran preocupación de la
comunidad internacional, desde el final de Guerra Fría, otros países han
ido optando por la ley islámica.
Otro notable movimiento extremista es el chiita Hezbolá.
Aunque por su origen se distingue de otros movimientos, comparte con
ellos una ideología extremista antijudía y antioccidental.
Las interpretaciones extremistas, aunque significativas e
influyentes, no son las únicas. Hay musulmanes que han iniciado la
difícil tarea de llevar el Corán y la tradición a dialogar con ideas no
musulmanas. Algunos pensadores contemporáneos, en particular,
- 37 -
buscan en la tradición formas que permitan que la distinción previa
entre creyente y no creyente sea más compatible con los ideales
democráticos. Dondequiera que estas actividades tienen lugar, deben
motivarse y protegerse.
En resumen
La religión del Islam ha experimentado inmensos cambios desde
su aparición en Arabia en el Siglo VII y su surgimiento como gran
potencia mundial. Hoy cuenta con mil millones de adherentes. Sin
embargo, a medida que otras potencias han llegado a dominar la escena
mundial, los musulmanes se han visto forzados a reexaminar su historia
en un esfuerzo por redefinir su identidad en el mundo moderno. Para
muchos, ha sido un proceso doloroso. Es ardua la lucha por integrar
aspectos de la ideología moderna que son compatibles con sus creencias
y rechazar al mismo tiempo los que van en contra de ellas. Se trata de
una tarea que los pueblos de todas las religiones enfrentan
continuamente en el mundo moderno.
Para los musulmanes, existen dos puntos que han permanecido
continuamente en el centro de la reforma y la renovación: el ejemplo de
Muhammad y el Corán. En el terreno práctico, Muhammad ha actuado
como el líder militar modelo, reformador social y profeta religioso. Para
los orígenes y propósitos de la Creación y la humanidad, los
musulmanes acuden a los mensajes del Corán. Por lo tanto, volvamos
ahora a las enseñanzas del Islam.
LEY ISLÁMICA Y SOCIEDAD
El Corán y el Sunna (conducta) como cimientos de la sociedad
El Islam es una religión que enfatiza el ordenamiento de nuestra
vida para adaptarse a la ley de Dios. Los musulmanes no dan mucha
importancia a la adherencia a doctrinas particulares; no existe un credo
establecido que se recite en la veneración (el Islam no posee un
equivalente a un credo niceno o apostólico). Por el contrario, lo que
identifica a una persona como musulmana es su obediencia a un
conjunto particular de leyes divinas. El cuerpo de la ley islámica se
- 38 -
denomina Sharia, que significa “vía” o “senda”. La tradición
musulmana ha sostenido que solo podemos ser juzgados por nuestra
observancia externa de la ley, puesto que solo Dios sabe lo que hay en
nuestro corazón.31
El propósito de la ley islámica es crear un entorno completo
destinado al Islam y su sumisión a Dios. En consecuencia, en el Islam
tradicional no existe un concepto de la separación entre la religión y el
gobierno. Se entiende la religión como un aspecto inherente de la
sociedad y no puede reducirse a un asunto privado. La ley toma en
cuenta a aquellos que no son musulmanes y que viven en una zona
gobernada por la Sharia, y en ciertas situaciones tienen el derecho de
aplicar su propia ley religiosa (como en los contratos matrimoniales y
las herencias) cuando no entren directamente en conflicto con la Sharia.
Históricamente, los musulmanes han entendido que el mundo se
divide en tres diferentes “espacios”: Dar al-Islam (“Casa del Islam”)
incluye todos los lugares que viven bajo la Sharia; Dar al-Harb (“Casa
de la Guerra”) se refiere a lo que yace más allá de las fronteras del Dar
al-Islam, abierto a la conquista y finalmente, Dar al-Sulh (“Casa de la
Tregua”) incluye aquellas zonas que no practican la Sharia pero que
poseen tratados válidos con los gobiernos musulmanes.
Aunque el mundo musulmán ha cambiado drásticamente desde el
final del Imperio Otomano y la colonización europea, esta visión del
mundo representa el contexto en el que se desarrolló la ley islámica y
sigue ejerciendo influencia en las zonas del mundo en que se practica.
Hadith (dichos del Profeta) y Sirah (vida del Profeta)
La ley islámica se basa en dos fuentes importantes. La primera de
éstas es el Corán. Entre los mensajes recibidos por Muhammad,
aproximadamente ochenta se refieren a reglas para estructurar la
sociedad. La gran mayoría de la Sharia se basa en el ejemplo de
Muhammad. Aunque nunca se sostiene que Muhammad sea divino (los
31
Por esta razón, en la comunidad musulmana las persecuciones por desacuerdos doctrinales son
casi insólitas. En la mayoría de los casos, en las antiguas disputas los seguidores de apóstatas
finalmente desaparecían. La única escisión importante basada en diferencias doctrinales es entre
chiitas y sunitas. La excepción a lo anterior son los Wahhabí, que se tratarán más adelante.
- 39 -
musulmanes ni siquiera le atribuyen milagros), como el último y mayor
de los profetas elegidos por Dios, se cree que es el perfecto modelo para
todos los seres humanos.
Los primeros musulmanes recolectaban y preservaban historias
muy detalladas llamadas sunnah (costumbres) de la vida de
Muhammad. Éstas se transmitieron mediante tradición oral hasta
finales del Siglo VIII, cuando los gobernantes se interesaron por
establecer un código de ley uniforme en todo el imperio. En esa época,
la sunnah se organizaba en grandes recopilaciones de hadith (informes),
clasificados de acuerdo a su tipo. Cubren todos los aspectos de la vida,
desde el lavado ritual y la preparación de los alimentos, hasta el cuidado
y liberación de esclavos, impuestos, matrimonio, divorcio, y venta de
propiedades entre otras cosas. Los sunitas reconocen ocho recopilaciones
legítimas y los chiitas, una.
El segundo fundamento de la ley es la biografía de Muhammad.
La primera biografía fue escrita por Ibn Ishaq en el Siglo VIII, el Sirah
Rasul Allah (la vida del Profeta). Posteriormente se escribieron otras
cuatro biografías importantes de Muhammad. Los musulmanes
consideran que ayudan a interpretar el Corán y brindan un modelo para
la vida diaria de la ummah (comunidad de creyentes) y de cada persona.
Los deberes de la Sharia
El Islam visualiza una sociedad de creyentes unida mediante
prácticas comunes y la veneración del Único Dios en contraste con las
relaciones determinadas por los lazos tribales. Históricamente, la
comunidad, llamada ummah, consideraba al califa (“sucesor”) como el
representante de Muhammad como líder militar, social y religioso. Sin
embargo, desde la disolución del califato en 1924, en la comunidad
islámica no existe un solo cargo de la más alta autoridad. Esto dejó a la
ummah sin un símbolo visible de unidad.
Siguiendo una antigua tradición, los imanes, que son líderes
locales de las mezquitas y las escuelas, dirigen a la comunidad. Los
musulmanes no reconocen una estructura jerárquica de líderes
religiosos; en su lugar, los imanes se elevan en importancia debido a su
devoción y su habilidad para interpretar la tradición. Las decisiones
- 40 -
legales las toman los qadis (jueces) o los muftis (intérpretes de la ley),
quienes están especialmente entrenados en la Sharia. Cuando sus
decisiones son del interés de la ummah en general, pueden ser emitidas
por cualquier líder de una escuela teológica en forma de sermón
denominado fatwa.
La Sharia puede dividirse en dos tipos de leyes: las que se refieren
a los deberes con Dios y las que se refieren a los deberes con la familia
y la sociedad. En zonas del mundo gobernadas por la Sharia, las dos
están totalmente integradas. Para los musulmanes que viven en zonas
gobernadas por una ley secular, los deberes con Dios adquieren una
especial importancia como expresión de unidad con la ummah de todo
el mundo.
Deberes con Dios – Los Cinco Pilares
Los deberes de todo musulmán con Dios se resumen en los Cinco
Pilares: profesión de la fe, plegaria, ayuno, limosna y peregrinaje. En el
Corán no se encuentran juntos, sino que son más bien prácticas
importantes que han sido formuladas con base en el ejemplo de
Muhammad.
Profesión de fe (shahada) Uno se vuelve musulmán a través de la
recitación de la afirmación: “No hay más dios que Dios y Muhammad
es su Profeta”. Solo hace falta decirlo una vez, de preferencia ante un
testigo, para convertirse en musulmán. No existe un proceso formal de
catequesis. La profesión se repite en la plegaria y se considera el corazón
de la creencia islámica.
Plegaria (salat) Los musulmanes oran cinco veces al día en dirección a
La Meca. Es un requisito para los hombres y se recomienda a las mujeres
si es posible.32 La plegaria diaria está precedida del lavado de varias
partes del cuerpo. El ritual de la plegaria en una mezquita o en
cualquier otro lugar se realiza usando una alfombra e incluye varias
32 Se reconoce que las mujeres tienen obligaciones con la familia y el hogar que limitan su
disponibilidad para cumplir con los requisitos de la plegaria. Por esta razón, ellas (así como los
enfermos, las personas muy ancianas y muy jóvenes), están exentas de la plegaria diaria, aunque
muchas eligen hacerlo en privado).
- 41 -
posturas junto con recitaciones del Corán. La plegaria del viernes es
obligatoria para los hombres y normalmente incluye un sermón del
imán y el estudio del Corán, así como de sus comentarios.
Ayuno (sawn) Durante el mes de Ramadán, los musulmanes ayunan
para conmemorar el momento en que el Corán fue revelado a
Muhammad. Durante ese periodo no puede tomarse comida ni bebida
entre la salida del sol y su puesta, y las noches son tiempo de
celebración. Al final de mes, los musulmanes asisten a la mezquita y
dan limosna en el Aid al Fitr (Festejo del Final del Ayuno).
Dar limosna (zakat) Todos los musulmanes deben pagar un impuesto
especial sobre la propiedad que rebase un mínimo para apoyar a los
necesitados (especialmente viudas y huérfanos). Se tasa a final de año y
se distribuye entre las autoridades religiosas. Se alientan las donaciones
caritativas además del impuesto y muchos musulmanes las practican.
Peregrinaje (hajj) Si se tienen los recursos, es un requisito el
peregrinaje a La Meca al menos una vez en la vida. Hoy es posible para
muchos musulmanes y se ha convertido en un importante ritual que
algunos repiten numerosas veces. La Kabba, santuario de la Piedra
Negra que se encuentra actualmente en la “Casa de Dios” en forma de
cubo, ha sido objeto de peregrinaje desde tiempos antiguos. Hoy, solo
pueden entrar a la ciudad de La Meca los musulmanes profesos.
En la actualidad estos Cinco Pilares unen a los musulmanes de
todo el mundo, expresando sus creencias centrales de lo que significa
someterse a Dios: profesar la fe en Dios, seguir su guía depositada en el
Corán, reconocer a sus profetas y ocuparse de los pobres y los
necesitados.
Deberes hacia la sociedad – Mujeres y minorías religiosas
Los musulmanes han insistido generalmente en una sociedad en
la que las leyes de Dios estén completamente integradas a la vida diaria.
La mayoría de los musulmanes creen que el Corán y la Sunnah, que
reflejan el ambiente patriarcal y tribal en el que surgen, son el
fundamento absoluto sobre el que debe construirse la ley. Como
consecuencia, la Sharia es un sistema de ley patriarcal preocupado
principalmente por la preservación y la protección de la familia en la
- 42 -
sociedad. Por lo tanto, la ley islámica se centra mucho en los derechos
de los niños y de las mujeres en el matrimonio, el sustento justo de los
miembros de la familia, la protección de la herencia y la provisión para
aquellos que perdieron sus medios de subsistencia (viudas y huérfanos).
Las críticas modernas hacia la Sharia debido a su trato desigual de
las mujeres (particularmente en relación a la poligamia y el vestido) y
los no musulmanes ha oscurecido el grandioso avance que representaba
siglos antes de que se desarrollaran las leyes europeas. La Sharia permite
a las mujeres escoger su propio matrimonio, poseer y administrar su
propiedad, recibir herencias y rechazar un matrimonio arreglado. El
divorcio se permite pero se desalienta y está estrictamente regulado por
la ley con obligaciones financieras prescritas para el cuidado de la mujer
e hijos existentes. La poligamia también se limita mediante el requisito
de proveer para cada esposa e hijos por igual. De manera similar,
aunque ante la ley los no musulmanes no son iguales que los creyentes,
sí reciben una protección equiparable a la que solo gozan recientemente
las minorías religiosas en Europa y en otras partes del mundo.
Aún así, debido a que el Corán establece explícitamente que Dios
favorece a los hombres sobre las mujeres y otorga a los hombres la
autoridad sobre ellas, la mayoría de los intérpretes musulmanes de la
Sharia han mantenido la estricta división entre hombres y mujeres con
su resultante estructura patriarcal. Hoy, más y más mujeres
musulmanas empiezan a cuestionarse dicha jerarquía, junto con la
validez de la poligamia, la facilidad del divorcio, el matrimonio
arreglado y otras prácticas que durante mucho tiempo se han asociado
con el Islam. Hasta hoy, en la ummah se han dado pocos cambios y la
mayoría de los musulmanes siguen las costumbres tradicionales.
Más bien, está en aumento el deseo de instituir la Sharia en zonas
donde la mayoría religiosa es musulmana. Históricamente, la identidad
musulmana estaba muy vinculada con la vida en un estado estructurado
por la ley islámica. Esto se perdió con el dominio europeo y después con
el norteamericano. Hoy, el establecimiento de la Sharia plantea difíciles
problemas, en especial para los aspectos de la ley islámica que entran en
conflicto directo con las nociones modernas de los derechos humanos
(particularmente en el campo de la libertad religiosa y la igualdad de
los sexos).
- 43 -
Muchas de las interpretaciones más controversiales de la Sharia
reflejan costumbres locales que se han extendido, y no tienen su base en
el Corán o los hadith (dichos del Profeta). Un ejemplo de lo anterior es
el velo que cubre totalmente a las mujeres, que probablemente se basa
en una interpretación persa de las reglas de modestia y no en
precedentes establecidos por las esposas de Muhammad. Sin embargo,
para muchos musulmanes se ha convertido en un símbolo de la
escrupulosa observancia de la Sharia y con la ley secular se volvió el
centro de los conflictos.
Estas dificultades constituyen el centro de estudio de los eruditos
legales que buscan una forma de adaptar la ley islámica a las situaciones
y expectativas contemporáneas. Existe a menudo mucha más
flexibilidad en la ley de lo que se percibe desde el exterior (y de lo que
perciben algunos tradicionalistas) y muchos eruditos esperan que las
interpretaciones modernas puedan hacer de la Sharia una alternativa
viable para la ley europea y norteamericana.
OTRAS PRÁCTICAS
El Sufismo
Las raíces de la tradición Sufí se remontan a las experiencias
místicas atribuidas a Muhammad, pero solo empezó a formularse una
disciplina sufí en el Siglo IX. Antes de esto, algunos místicos,
incluyendo mujeres, se embarcaban en prácticas destinadas a motivar
las experiencias místicas y a llevar a la persona más cerca de Dios.
Es muy probable que el Sufismo tenga conexiones cercanas con el
monacato cristiano oriental, con su énfasis en el progreso a través de
etapas jerarquizadas, la mortificación de la carne, la pobreza, así como
la repetición de plegarias especiales. Existen algunas diferencias
importantes que hacen al Sufismo particularmente islámico. En
consonancia con la condena del celibato del Corán, los sufíes
normalmente se casan. Más aún, los sufíes viven en sociedad, incluso
cuando buscan permanecer apartados de ella. En algunos lugares, han
formado hermandades similares a los monasterios, con familias enteras
consagradas a las prácticas sufíes.
La disciplina sufí enfatiza el amor de Dios. De acuerdo con la
enseñanza tradicional, el sufí es amigo de Dios y, en señal de su amistad,
- 44 -
busca cumplir ciertas obligaciones. Por medio de constantes
evocaciones de Dios (expresadas mediante la repetición de plegarias
cortas), los sufíes se convierten en el instrumento de Dios para hacerlo
presente para otros. El mayor sistematizador del sufismo, Ibn Arabi
(1240), incorporó puntos de vista neoplatónicos para describir las
diversas etapas a través de las que se debe pasar para finalmente
contemplar a Dios como la Realidad fundamental.
Los musulmanes tradicionales a menudo han visto con
desconfianza el énfasis de los sufíes en una relación mística entre lo
humano o lo divino. El papel de la experiencia mística y la liberación
del mundo material, en particular, han estado en el centro de los
conflictos entre los sufíes y las autoridades ortodoxas. Al-Hallaj, un
famoso místico persa, fue ejecutado debido a que se identificó con Dios.
Su extremismo llevó a la formulación de estrictas reglas para la
formación de estudiantes sufíes.
El sufismo representó un papel importante en el Islam de la
Turquía Otomana y en África y fue muy popular en Europa en el Siglo
XIX y principios del Siglo XX. Hoy tiene menor significado en el
mundo musulmán, aunque algunas órdenes están aún activas en zonas
de África y Turquía.
La Jihad
Para los no musulmanes, el concepto musulmán de jihad es quizás
el aspecto más desconcertante del Islam. El término significa “esfuerzo”
o “lucha” y aparece numerosas veces en el Corán en diversos contextos.
La tradición también apoya diferentes interpretaciones, algunas de las
cuales han dominado las otras.
Con el fin de comprender el papel de la jihad en el Islam, debe
entenderse desde el principio que Muhammad siempre ha sido
venerado por los musulmanes como un brillante líder militar y que la
principal actividad de la comunidad musulmana durante su primer
siglo de vida era la expansión militar. De hecho, la rápida conquista de
tierras (predominantemente cristianas) generalmente se consideraba
como la prueba que les daba Dios de la verdad de las revelaciones de
Muhammad. La jihad militar continúa reconociéndose como una
actividad legítima e incluso necesaria para defender al Islam contra
- 45 -
aquellos que desean limitarlo o destruirlo. Al mismo tiempo, deben
observarse reglas relativas a los combatientes y siempre se prohíbe la
aniquilación indiscriminada.
Solo después el enfoque cambió de la “jihad militar” hacia el
exterior a la “jihad espiritual” hacia el interior. Especialmente con el
aumento del interés por el misticismo, algunos musulmanes empezaron
a hacer énfasis en una tradición que relata que Muhammad decía que la
jihad interior contra la falta de creencia que toda persona experimenta
es más difícil que la jihad militar. Muchos sufíes hicieron de esta lucha
el centro de su espiritualidad. En consecuencia, la jihad espiritual se
convirtió en parte importante de la vida religiosa de muchos
musulmanes.
Sin embargo, en el siglo pasado, la percepción de que el Islam se
encontraba bajo el ataque de fuerzas externas, especialmente
secularizadoras, provocó el renacimiento del interés en la jihad militar, no
para la expansión sino para la defensa. La tensión entre el deseo de
muchos musulmanes de restablecer el control sobre sus propias
sociedades e implementar la Sharia y las restricciones impuestas a la
misma por circunstancias históricas y la comunidad internacional, ha
motivado a más elementos radicales a afirmar que están comprometidos
en la jihad. Existen serios cuestionamientos acerca del legítimo llamado a
la jihad por grupos radicales.33 La mayoría de los legalistas está de acuerdo
en que los modernos ataques suicidas en nombre del Islam no constituyen
ejemplos legítimos de la jihad. Por el contrario, se alienta a los
musulmanes a promover y defender el Islam mediante medios pacíficos.
COOPERACIÓN ENTRE CATÓLICOS Y MUSULMANES EN
LA ACTUALIDAD
Actualmente, la relación entre musulmanes y católicos es de
especial interés para la Iglesia. Durante treinta años la Iglesia ha
mantenido un diálogo productivo con los líderes de diversas
comunidades islámicas y ha cooperado en una gran variedad de
esfuerzos con los musulmanes de todo el mundo.
33
Algunos de los temas más importantes se refieren a la absoluta prohibición del suicidio, quién
puede llamar a la jihad en ausencia de un califa y a la aniquilación de no combatientes.
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Después del Concilio Vaticano Segundo, se estableció en Roma la
Secretaría para las Relaciones con los no Cristianos con el fin de
supervisar las actividades interreligiosas de la Iglesia. En 1988 la
Secretaría cambió su nombre por Consejo Pontificio para el Diálogo
Interreligioso (PCID por sus siglas en inglés). Entre sus objetivos se
encuentra la promoción del respeto, el entendimiento mutuo y la
colaboración entre católicos y miembros de otras religiones, así como el
apoyo para el estudio de las religiones. El PCID cuenta con una sección
especial dedicada al Islam y es organizador y participante de numerosas
reuniones dedicadas a mejorar las relaciones entre musulmanes y
cristianos. Pro Dialogo, una publicación regular en inglés y francés,
realiza documentos, importantes discursos y disertaciones, así como
informes de las actividades del Consejo disponibles para el público.
El PCID también apoya y proporciona recursos para conferencias
regionales de obispos con el fin de motivar el diálogo y la cooperación
a nivel local. El Departamento de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos
de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos supervisa y
promueve actividades para motivar una mejor relación entre
musulmanes y católicos en Estados Unidos.
Formas y tópicos del diálogo con los musulmanes
Debido a que la Iglesia se ha comprometido en el diálogo con
miembros de otras religiones, hemos llegado a tomar conciencia de que
el diálogo tiene lugar a muchos niveles. En un documento intitulado
La actitud de la Iglesia frente a los seguidores de otras religiones: Reflexiones y
orientaciones sobre diálogo y misión,34 se identificaron diversas formas de
diálogo. Lo más importante es que reconoció que todos los cristianos
son llamados al diálogo de la vida. La vida diaria es el contexto en el
que se conoce más a menudo a los seguidores de otras religiones, y es
aquí donde el ejemplo de Cristo exige una actitud de preocupación,
respeto y hospitalidad hacia otros. A partir de este profundo sentido de
misión cristiana fluyen otros dos diálogos: el de las obras (colaboración
en proyectos comunes) y el de la experiencia religiosa (compartir con
34 Documento de la Secretaría para las Relaciones con los no Cristianos (10 de mayo de 1984), en:
Diálogo Interreligioso
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otros la propia fe). Los especialistas se interesan por el diálogo de
expertos, mismo que apoya el trabajo erudito y los intercambios sobre
problemas teológicos particulares (AC 28-35).
No todas las personas son llamadas a todas estas formas de
diálogo, pero por medio del bautismo todos los católicos son llamados
a comprometerse en el diálogo de la vida.
El Papa Juan Pablo II lo enfatizó en su discurso dirigido a los
líderes islámicos de Senegal:
Pero nuestro compromiso de cumplir con la voluntad de Dios nos
conducirá más allá del deber de vivir en armonía. Los problemas
de la vida moderna son múltiples. Nosotros, que creemos en la
bondad de Dios, tenemos el deber especial de enfrentar los
problemas de nuestro pueblo y, mediante el diálogo, buscar
juntos soluciones que hagan a la sociedad moderna más justa, más
humanitaria, y más respetuosa de los derechos, la dignidad y la
libertad humana de cada individuo.35
Desde que el diálogo oficial entre la Iglesia Católica Romana y los
musulmanes ha iniciado, se han definido numerosas áreas de
desacuerdo, así como prometedoras áreas de cooperación. Sería
imposible dar aquí una lista completa, pero algunas sí deben
mencionarse. Para los musulmanes es de particular preocupación el
conflicto entre el punto de vista cristiano sobre Jesús (como Dios
encarnado) y Dios (como Trinidad) y el que se presenta en el Corán.
También cuestionan la eficacia de los sacramentos y el papel de la
Iglesia como sacramento y como institución.
Por el otro lado, los cristianos no aceptan las restricciones
alimenticias, la poligamia y muchas otras prácticas prescritas por la ley
islámica. También existen serios desacuerdos acerca de la actividad
misionera. Los cristianos son llamados a ser misioneros (ver Mateo
28,19 y siguientes). Asimismo, los musulmanes buscan activamente
conversos al Islam, mientras que a ellos se les prohíbe convertirse a otra
religión. Aquellos que se convierten, pueden ser castigados
severamente. Más aún, la Sharia no concede la igualdad a las minorías
religiosas.
35
Dakar, 22 de febrero de 1992, Diálogo interreligioso.
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Nostra Aetate reconoció oficialmente numerosas áreas de posible
acuerdo con los musulmanes sobre el concepto cristiano de Dios, que es
uno, viviente, sabio, todopoderoso. Los musulmanes tienen un respeto
común por las Sagradas Escrituras de los cristianos y ambos enfatizan la
importancia de la comunidad y la eficacia de la oración. De numerosas
formas prácticas, los musulmanes y los cristianos cooperan en
actividades grandes y pequeñas para proteger la dignidad de la familia,
cuidar de los pobres y los necesitados y promover la justicia económica
y social. Estas áreas de cooperación continúan incrementándose a
medida que los miembros de ambas religiones reconocen fundamentos
comunes en sus respuestas a los problemas de la sociedad
contemporánea.
CONCLUSIÓN
A pesar de las diferencias históricas y del énfasis reciente en las
divisiones entre musulmanes y cristianos, en muchos lugares los lazos
que unen a estas dos comunidades de fe se han fortalecido desde el
Concilio Vaticano Segundo. Como cristianos somos llamados a
continuar esta tarea, redimiendo divisiones y trabajando juntos para
cumplir con el plan de amor de Dios para toda nación. El Papa Juan
Pablo II lo enfatizó diciendo que son particularmente verdaderos
los lazos de diálogo y confianza que se han forjado entre la Iglesia
Católica y el Islam. Mediante el diálogo hemos llegado a ver más
claramente los innumerables valores, prácticas y enseñanzas que
contienen ambas tradiciones religiosas: por ejemplo, nuestra
creencia en Dios único, omnipotente y misericordioso, el Creador
del cielo y de la tierra, y la importancia que otorgamos a la
oración, a la caridad y al ayuno. Elevo mis oraciones para que este
entendimiento y respeto mutuos entre cristianos y musulmanes,
y por supuesto entre todas las religiones, continúe y se haga más
profundo, y para que encontremos aún mejores formas de
cooperación y colaboración para el bien de todos.36
Hoy, ésta es verdaderamente la oración de toda la Iglesia.
36
“Al pueblo de Paquistán”, Karachi, 16 de febrero de 1981, Diálogo interreligioso.
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LECTURAS RECOMENDADAS
An Interpretation of the Qur’an. English Translation of the Meanings: A
Bilingual Edition. Trans. Majid Fakhry. New York: New York
University Press, 2002. Borrmanns, Maurice.
Guidelines for Dialogue between Christians and Muslims. Trans. By R.
Marston Speight. Pontifical Council for Interreligious Dialogue.
Interreligious Documents I. New York: Paulist Press, 1981. Cairo
Declaration of Human Rights in Islam (August 5, 1990). Esposito,
John L. Islam: The Straight Path. 3rd ed. Oxford: Oxford
University Press, 2004. Hourani, Albert. A History of the Arab
Peoples. Cambridge, Mass.: The Belknap Press of Harvard
University Press, 1991. Renard, John. 101 Questions and Answers
on Islam. New York: Gramercy Books, 2002. Waines, David. An
Introduction to Islam. 2nd ed. Cambridge: Cambridge University
Press, 2003.
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ayatollah
califa
dhimmi
fatwa
hadith
imán
mufti
mullah
sheikh
Sharia
Chiitas
sunnah
Sunitas
ulama
ummah
GLOSARIO
Líder chiita de alto rango.
“Sucesor” de Muhammad; líder de los musulmanes
sunitas hasta 1924.
Minorías religiosas a las que se otorga protección
según la ley islámica.
Una decisión legal formal, generalmente emitida por
un mufti (experto en la Sharia)
Recopilaciones de la sunnah que se usan para
interpretar el Corán y constituyen la base de la ley
islámica.
Director de oración; para los chiitas, el título de los
sucesores de Ali.
Un experto sunita en la Sharia
Líder religioso local
Líder tribal; para los sufíes, jefe de una orden
Cuerpo de la ley islámica basada en el precedente con
énfasis en el consenso de la comunidad más que en la
opinión judicial de un individuo
Musulmanes que creen que el líder de la ummah debe
ser miembro de la familia de Muhammad
descendientes de su hija, Fátima, y su yerno Ali.
Los actos y dichos de Muhammad que forman la base
de la ley islámica junto con el Corán.
La mayoría de los musulmanes (85%) que aceptaron a
un califa que no fuera de la familia de Muhammad.
Eruditos religiosos o miembros del clero
Comunidad islámica.
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ACERCA DEL AUTOR
Sandra Toenies es profesor asistente de Teología de Providence College
en Providence, Rhode Island. Obtuvo una Licenciatura en Teología
Sagrada en el Instituto Pontificio para Estudios Árabes e Islámicos en
Roma, y un Doctorado en teología sistemática de la relación entre
Musulmanes y Cristianos, con especialidad en los intercambios
teológicos durante el periodo medieval.
La Dra. Keating ha escrito numerosos artículos sobre aspectos de la
apologética medieval y ha publicado Defending the ‘People of Truth’ in the
Early Islamic Period (Brill, 2006) (En defensa del “Pueblo de la Verdad”
durante el primer periodo islámico). Es consultora de la Santa Sede para
la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Musulmanes en el Consejo
Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
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