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Picaduras de Medusas
La presencia de medusas en verano en las playas de nuestra
Comunidad Autónoma, se ha convertido en un hecho
desgraciadamente frecuente, que afecta especialmente a los
bañistas que sufren picaduras. Los temporales de Levante suelen
acercar en verano bancos de medusas que incordian a los
turistas. Entre las especies existentes, que son empujadas
desde aguas interiores hacia las playas, destaca la
Noctiluca Pelágica, apenas visible debido a su
transparencia y cuya picadura resulta especialmente
molesta. Este es un fenómeno natural que no solo ocurre
en Murcia, sino que afecta a toda la costa mediterránea. La
Administración medioambiental poco o nada puede hacer
por evitar estos episodios. De la misma forma que no se le pueden poner
puertas al campo, no se pueden llenar de redes las zonas de baño porque
serían arrasadas por los mismos temporales de Levante que acercan las
medusas hasta las playas. Por ello los bañistas deben respetar las señales que
avisan del peligro.
La palabra medusa tiene su origen en una de las tres hermanas
Gorgonas, Medusa, divinidad marina de la mitología griega, que poseía
serpientes en lugar de cabellos y que recuerda la forma de estos curiosos
animales.
Las medusas son cnidarios ("Cnida" = ortiga, en griego) como las
anémonas, gorgonias y corales. Este grupo animal presenta
células urticantes conocidas como cnidocistos o nematocistos que
usan para capturar presas y como defensa. Estas células
contienen una cápsula en cuyo interior hay un filamento enrollado
y un veneno. Cuando una presa contacta con la superficie de la
medusa, se abren los cnidocistos y los filamentos se eyectan y se
clavan en la presa donde inyectan el veneno.
Los tentáculos destruidos, encontrados en la orilla de la
playa, constituyen un peligro, porque aún son capaces de
envenenar por varias semanas.
Su cuerpo, casi siempre transparente, está formado por un 95% de
agua, hecho que les proporciona un camuflaje perfecto. Consta de tres partes
principales: la umbrela, los brazos orales (que rodean la boca) y los
tentáculos urticantes. Son animales de simetría radial. Presentan una cavidad
interna, donde se realiza la digestión, denominada cavidad gastrovascular y
que tiene una sola abertura que realiza las funciones de boca y ano. Las
medusas están formadas por dos capas de tejidos, el ectodermo o capa
externa y el endodermo o capa interna, separadas por una capa de tejido
conjuntivo, la mesoglea.
Poseen un sistema nervioso primitivo, con las células nerviosas
agrupadas formando dos anillos que rigen la pulsación rítmica. En el margen de
la campana o umbrela, existen órganos sensoriales: los ocelos (que les
permiten detectar diferentes intensidades de luz) y los estatocistos (órganos del
equilibrio muy simples).
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Viven surcando los mares desde hace más de 650 millones de años. Las
medusas aunque pueden propulsarse gracias a
movimientos rítmicos de su umbrela, se
mueven básicamente arrastrados por las
corrientes marinas.
Con más de 10.000 especies en el
océano, las medusas son responsables de
unos de los envenenamientos humanos
más comunes. Más de 1.000 especies son
tóxicas para la especie humana, y el
contacto con éstas causa una serie de
síntomas, desde enrojecimiento cutáneo
hasta cuadros más graves. Aunque no son
auténticos cuadros alérgicos, las manifestaciones
clínicas pueden ser muy similares (urticaria aguda, dificultad respiratoria, etc.).
La reacción inmediata al veneno suele tóxica y sólo muy raramente
alérgica, y el dolor ocurre inmediatamente después de la exposición. Mientras
más rápido llega el veneno a la circulación, más alta es la concentración a nivel
sanguíneo y más rápida es la aparición de los síntomas. Reacciones tardías a
las picaduras de medusas pueden ser por mecanismo inmunológico.
La toxicidad y la variedad de síntomas dependen de diversos factores:
salud y edad del paciente. Peso y cantidad de toxina inyectada. Superficie
expuesta a picadura (compromiso de extremidad: si la superficie afectada es
mayor del 50%, suele estar asociado a envenenamiento severo). Grosor de la
piel en áreas expuestas (mayor resistencia en palmas y pies). Sitio de picadura
(si está cerca de cabeza y dorso la absorción del veneno a la circulación central
es más rápida). Especie, potencia del veneno y número de nematocistos
descargados.
Las picaduras de medusas, en inmensa mayoría, suelen ser leves, salvo
las causadas por especies en el Pacífico sur, como la medusa Cubo o el
Sifonóforos Carabela portuguesa, comúnmente confundido con las medusas
dado
su aspecto transparente. La morbimortalidad exacta no
se
conoce debido a los innumerables casos no
reportados, y a la falta de un registro
internacional de picaduras de medusas.
El veneno de las medusas Cubo tiene
una dosis letal mediana de 40 mcg/kg,
lo cual la hace una toxina marina muy
potente. Puede matar a una persona de
70 kilos a los pocos minutos de la
picadura. Se han descrito 72 muertes
por parálisis respiratoria secundaria,
inmersión por parálisis neuromuscular y
colapso cardíaco. La picadura por Carabela
portuguesa es más dolorosa que la picadura de la medusa común. Se han
descrito 2 muertes por este tipo de medusa. La medusa Ártica es la más grade
de todas.
En España la picadura de medusas aunque generalmente no reviste
gravedad, es muy molesta y dolorosa.
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¿Qué hacer si hay un gran número de medusas en aguas
costeras?
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Cerrar la playa al público al menos durante 24 horas.
Tomar precauciones, incluso si las medusas proliferan lejos de la línea
de costa. No confiarse, pues las olas rompen los tentáculos, y las células
de los fragmentos flotantes de medusa pueden estar activas.
Sacar fuera del agua, con precauciones, tantas medusas como sea
posible. Recoger con cuidado aquellas que han varado en la playa. Un
periodo de un día de sol es necesario para inactivar las células
urticantes localizadas en los fragmentos.
Avisar a los bañistas no familiarizados con estos organismos que no los
toquen incluso si éstos parecen muertos. Especial atención deben de
prestar aquellos niños y personas con un historial de alergias atópicas,
personas ya picadas por medusas con anterioridad y con problemas
cardíacos.
No pasear por la playa en el rompiente de las olas donde pueden
abundar fragmentos de medusa.
¿Qué hacer si has sido picado por una medusa?
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No frotar la zona afectada, ni con arena ni con la toalla.
Nunca limpiar la zona afectada con agua dulce, ya que el cambio de
osmolaridad puede hacer que las células urticantes adheridas a la piel
se rompan y liberen el líquido urticante. El ideal es limpiar la zona con
suero fisiológico, y como mal menor con agua salada.
Aplica frío sobre la zona afectada durante 15 minutos usando una bolsa
de plástico que contenga hielo. Nunca aplicar hielo directamente a no
ser que sea de agua marina. Si el dolor perdura, aplicar de nuevo la
bolsa de hielo durante 15 minutos.
Extraer cualquier resto de tentáculo que permanezca adherido a la piel
con una pinza, y nunca con los dedos. Si el estado de la víctima
empeora progresivamente después de aplicar hielo, con el inicio de
complicaciones respiratorias, convulsiones o alteraciones cardíacas,
ésta ha de ser llevada inmediatamente al Centro Médico más próximo
para que apliquen las medidas adecuadas.
Administrar un antihistamínico de acción rápida preferentemente por vía
intramuscular, y seguir tomando antihistamínicos de segunda generación
al menos dos o tres días tras la picadura. Hay que tener especial
cuidado a la hora de administrar antihistamínicos en las mujeres
embarazadas, por lo que puede ser útil consultar el tema
correspondiente
en
el
Área
de
Temas
divulgativos
de
www.alergomurcia.com
Para el dolor debe de administrase un analgésico.
¿Qué hacer cuando se divisan medusas en aguas abiertas?
Si usted es pescador o navegante y avista un gran número de
medusas cerca de la costa, por favor telefonee a Protección
Civil (teléfono de emergencias: 112) e indique la posición y la
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dirección que toman las medusas. Esta información permitirá establecer una
acción preventiva en las playas afectadas.
José Mª Negro Alvarez
Servicio de Alergología. H.U. “Virgen de la Arrixaca”. Murcia (España).
Profesor Asociado de Alergología. Facultad de Medicina. Universidad de Murcia. Murcia
(España).
Última actualización: Julio de 2005
© 2005 AlergoMurcia
Este folleto proporciona una visión general de este problema y puede no ser aplicable a todo el mundo.
Para averiguar si los consejos de este folleto pueden aplicarse a usted y para conseguir más información
de este tema, hable con su Médico de Familia o su Alergólogo.
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