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CUERPO E IDENTIDAD Estudios de género y sexualidad 1 Meri Torras (ed.) ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN Directora de la colección: Meri Torras © De los textos: Jesús Adrián, Teresa Cabruja, Isabel Clúa, Beatriz Ferrús, Sara Martín, María Ruido, Begonya Sáez, Patrícia Soley-Beltran, Meri Torras © De la edición: Edicions UAB Edicions UAB Edifici A- Campus de la UAB 08193 Bellaterra (Cerdanyola del Vallès) Tel. 93 581 27 48 Fax: 93 581 32 39 http://blues.uab.es/publicacions/ © Del diseño de la colección: Mireia Calafell, Noemí Novell, Meri Torras y Mar Valldeoriola Coordinación editorial y cuidado de la edición: Mireia Calafell, Noemí Novell, Meri Torras y Mar Valldeoriola Diseño de cubierta: Felipe Gil Gago Diseño del logo de la colección: Luci Gutiérrez Maquetación: Mar Valldeoriola Esta publicación está vinculada al grupo Cuerpo y Textualidad, grupo de investigación reconocido por el AGAUR (2005SRG-1013) y que desarrolla el proyecto Los textos del cuerpo. Análisis cultural del cuerpo como construcción genérico-sexual del sujeto (HUM20054159/FILO). Cuerpo y Textualidad: [email protected] Primera edición: octubre de 2007 ISBN: 978-84-490-2521-1 Depósito legal: B. 46328-2007 No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en ningún formato ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, en fotocopia, en grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. El delito del cuerpo. De la evidencia del cuerpo al cuerpo en evidencia Meri Torras 11 II. LOS ESTUDIOS SOBRE EL CUERPO Y LA IDENTIDAD: UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA Formas de la identidad contemporánea Begonya Sáez Cuerpo y representación. Una panorámica general Jesús Adrián 41 55 III. IDENTIDADES DE GÉNERO Los estudios de la masculinidad: una nueva mirada al hombre a partir del feminismo Sara Martín 89 IV. DISCURSO, PODER Y REPRESENTACIÓN Subjetividad, discurso y relaciones de poder Teresa Cabruja Trabajo>no trabajo. Cuerpos e imágenes de mujeres en las nuevas formas de (re)producción María Ruido 117 141 V. LAS GRAMÁTICAS DEL CUERPO Género, cuerpo y performatividad Isabel Clúa Masculino y femenino en los tiempos del cyborg: el imaginario culturista en la época de la sublimación deportiva Beatriz Ferrús 181 219 VI. CONFIGURACIÓN DE LA SEXUALIDAD COMO PRÁCTICA DISCURSIVA Una introducción a la sociología del cuerpo Patrícia Soley-Beltran 247 ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN Directora de la colección: Meri Torras © De los textos: Jesús Adrián, Teresa Cabruja, Isabel Clúa, Beatriz Ferrús, Sara Martín, María Ruido, Begonya Sáez, Patrícia Soley-Beltran, Meri Torras © De la edición: Edicions UAB Edicions UAB Edifici A- Campus de la UAB 08193 Bellaterra (Cerdanyola del Vallès) Tel. 93 581 27 48 Fax: 93 581 32 39 http://blues.uab.es/publicacions/ © Del diseño de la colección: Mireia Calafell, Noemí Novell, Meri Torras y Mar Valldeoriola Coordinación editorial y cuidado de la edición: Mireia Calafell, Noemí Novell, Meri Torras y Mar Valldeoriola Diseño de cubierta: Felipe Gil Gago Diseño del logo de la colección: Luci Gutiérrez Maquetación: Mar Valldeoriola Esta publicación está vinculada al grupo Cuerpo y Textualidad, grupo de investigación reconocido por el AGAUR (2005SRG-1013) y que desarrolla el proyecto Los textos del cuerpo. Análisis cultural del cuerpo como construcción genérico-sexual del sujeto (HUM20054159/FILO). Cuerpo y Textualidad: [email protected] Primera edición: octubre de 2007 ISBN: 978-84-490-2521-1 Depósito legal: B. 46328-2007 No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en ningún formato ni por ningún medio, sea electrónico, mecánico, en fotocopia, en grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. El delito del cuerpo. De la evidencia del cuerpo al cuerpo en evidencia Meri Torras 11 II. LOS ESTUDIOS SOBRE EL CUERPO Y LA IDENTIDAD: UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA Formas de la identidad contemporánea Begonya Sáez Cuerpo y representación. Una panorámica general Jesús Adrián 41 55 III. IDENTIDADES DE GÉNERO Los estudios de la masculinidad: una nueva mirada al hombre a partir del feminismo Sara Martín 89 IV. DISCURSO, PODER Y REPRESENTACIÓN Subjetividad, discurso y relaciones de poder Teresa Cabruja Trabajo>no trabajo. Cuerpos e imágenes de mujeres en las nuevas formas de (re)producción María Ruido 117 141 V. LAS GRAMÁTICAS DEL CUERPO Género, cuerpo y performatividad Isabel Clúa Masculino y femenino en los tiempos del cyborg: el imaginario culturista en la época de la sublimación deportiva Beatriz Ferrús 181 219 VI. CONFIGURACIÓN DE LA SEXUALIDAD COMO PRÁCTICA DISCURSIVA Una introducción a la sociología del cuerpo Patrícia Soley-Beltran 247 UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO VI La sexualidad como práctica discursiva Resumen La trascendencia del cuerpo en las culturas occidentales es de tal magnitud que ha dado lugar a un nuevo enfoque disciplinario: la sociología del cuerpo, que sitúa a éste en el centro del análisis de los fenómenos sociales. Dicha disciplina bebe de diversas fuentes tales como la antropología, el pensamiento postestructuralista, la crítica posmoderna, la sociología del consumo, la sociología del conocimiento científico y el feminismo. En este capítulo vamos a trazar una breve historia de los estudios del cuerpo como disciplina mediante una revisión de sus antecedentes conceptuales; situaremos la aparición de la sociología del cuerpo en su contexto histórico y social, introduciremos sus nociones principales y propondremos diversos ejercicios para aprehender sus premisas más fundamentales. Introducción 247 Otras corrientes de pensamiento 251 Contexto social 253 La aportación feminista 254 El cuerpo como proyecto 256 Reflexiones finales 258 Ejercicios 261 Bibliografía 264 INTRODUCCIÓN ¿Cómo se trataba el cuerpo en la sociología clásica y en la antropología? ¿Cómo situar los antecedentes de lo que se ha dado en llamar la sociología del cuerpo? En estas primeras secciones seguimos, en líneas generales, la introducción realizada por Turner.2 EL CUERPO EN LA SOCIOLOGÍA CLÁSICA 2 Bryan S. Turner es, junto El cuerpo es una «presencia silenciada» en las primeras escuelas de sociología. En sus inicios, la sociología marcó un nuevo dominio de estudio que, en el contexto de grandes transformaciones en Europa, como la Revolución Francesa o el proceso de industrialización y urbanización, trataba de comprender cómo se establece y mantiene el orden social, y cómo deviene el cambio. En la sociología S o l e y - B e l t ra n , Pa t r í c i a , « U n a i n t r o d u c c i ó n a l a s o c i o l o g í a d e l c u e r p o» . E n M e r i To r ra s (e d . ) , C u e r p o e i d e n t i d a d I . B a r c e l o n a : E d i c i o n s U A B , 2 0 0 7. 247 a Mike Featherstone y Mike Hepworth, uno de los principales teóricos en la tradición británica de estudios del cuerpo. Su libro The Body. Social Process and Cultural Theory, es uno de los volúmenes clásicos de la teoría del cuerpo de la es- cuela anglosajona. Véase su artículo introductorio «Recent Developments in the Theory of the Body» en el citado volumen. 2 El clásico volumen del pensamiento marxista es El manifiesto comunista. clásica se diferencia entre lo «social» y lo «biológico» y, en general, no se presta atención a los factores genéticos ni psicológicos. Los temas de los primeros sociólogos son principalmente: las características de las sociedades urbanas industriales, el orden social, la acción de los individuos –entendida como acción racional–, la estructura social, el marco económico y la producción material. Sin embargo, se dan excepciones a esta norma en los temas de la sociología clásica, ya que el cuerpo tenía cierta relevancia en algunos de los primeros análisis sociológicos. El darwinismo social contribuyó al estudio del cuerpo humano ya que entendía al ser humano como parte de la naturaleza y tomó el cuerpo como la base para estudiar las diferencias raciales. El darwinismo social aplicó la doctrina de la selección natural de Darwin a la sociedad para explicar el cambio social mediante la teoría de la «supervivencia del más apto». Dado que las premisas darwinianas eran muy controvertidas, algunas de las corrientes que de ella se derivaron, como por ejemplo la antropología física, se desarrollaron de forma muy lenta y desigual. A finales del siglo XIX, la teoría del evolucionismo social de Spencer estableció una analogía orgánica entre la sociedad y el cuerpo. Es decir, comparaba diferentes grupos sociales con órganos corporales, por ejemplo, a los intelectuales se les consideraba como «el cerebro» del «cuerpo» social. Karl Marx2 también trató el trabajo del cuerpo humano en el capitalismo industrial y analizó cómo el capitalismo exige la continua producción y reproducción de cuerpos humanos. Ya en tiempos más recientes, la sociobiología constituye otra excepción al tratar de explicar los universales humanos en términos de la herencia genética. Sin embargo, en términos generales, la sociología clásica se centró en el estudio de la cultura en la constitución de lo humano y, o bien se delegó el estudio del cuerpo a otras disciplinas, tales como la medicina o la bioquímica, o se le concibió como uno de los factores en las condiciones de la acción humana. En suma, el cuerpo aparece como algo externo, ya que la sociología se centra 248 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N en el estudio del Hombre2 como agente, es decir, en su capacidad de tomar decisiones y actuar. EL CUERPO EN LA ANTROPOLOGÍA En contraste con la sociología, desde el siglo XIX el cuerpo ocupa un lugar fundamental en las diversas ramas de la antropología. En efecto, el cuerpo es una de las preocupaciones clave de la disciplina y está intrínsecamente relacionado con su preocupación por la relación cultura/naturaleza. Desde el siglo XIX, la antropología otorga gran importancia al cuerpo, dado que éste ocupa un importante lugar en los rituales cosmológicos y en la estructura social, así como en los ritos de paso. En las sociedades premodernas el cuerpo era un importante vehículo para simbolizar el género, la posición y el estatus social, mediante su decoración (tatuajes, cicatrices, adornos, ropajes). Desde la antropología filosófica se trata de definir una ontología del ser humano, es decir, de precisar en qué consiste la humanidad mediante la búsqueda de cualidades universales. En otras palabras, se trata de identificar los rasgos que comparten todos los miembros de la especie. Sin duda, una de las experiencias compartidas por todos los humanos es la posesión de un cuerpo. Como consecuencia, el hecho de poseer un cuerpo se considera como un foco de universalidad y una solución al relativismo social que observa la antropología en su estudio de las diversas culturas. Con el fin de establecer en qué se diferencia el «Hombre» de otras especies, la antropología se interesa por la relación entre la cultura y la naturaleza. Algunas de las respuestas que se han propuesto a esta cuestión son: la capacidad de crear herramientas, la memoria y la autoconciencia histórica o la noción de tabú. Particularmente interesante desde el punto de vista de la sociología del cuerpo es la noción de tabú, ya que concibe UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 249 2 La utilización del término «Hombre» para referirse al conjunto de seres de la raza humana, hombres y mujeres, es heredera de la concepción racionalista y eurocéntrica del ser humano desarrollada en la Ilustración (s. XVIII ) y una de las nociones que tratan de deconstruir la crítica de la modernidad y el feminismo. 2 Alfred Kroeber es el máximo exponente de esta tendencia. Entre sus traducciones al castellano destacan Antropología general y El estilo y la evolución de la cultura. la relación entre el Hombre y la cultura en términos de contradicción entre las pulsiones humanas, particularmente la sexualidad, y las normas socioculturales. El tabú del incesto se considera como aquello que distingue el mundo cultural de la humanidad del mundo animal de la naturaleza. Se le toma también como evidencia de la institucionalización de las normas culturales que regulan el comportamiento. Freud observa que el tabú tiene un coste psíquico: conlleva restricciones que provocan la neurosis. Con base en esta noción, se establece una tradición filosófica que contempla las contradicciones entre la gratificación de los instintos y las reglas sociales, o entre la sexualidad y la civilización. Esta tradición filosófica influye en el desarrollo de la antropología fenomenológica que concibe la cultura y las instituciones sociales como un auxilio para el Hombre: teoriza la cultura, especialmente el lenguaje y la religión, como una suerte de protección que cobija al ser humano de los riesgos y amenazas del medio ambiente durante el proceso de socialización. Dicho concepto de la cultura constituyó la base teórica para la noción de la «realidad» como una construcción social de Berger y Luckmann, marco interpretativo muy influyente en diversas ramas de la sociología actual. La corriente teórica más fundamental de la antropología del siglo XX se centra en el estudio del papel de la cultura en la constitución del ser humano como tal 2 y orienta tanto la antropología como la sociología hacia lo cultural. La sociología hereda de la antropología cultural las siguientes ideas: • El cuerpo humano se contempla como restricción y como potencial a la vez. • Se establece una contradicción entre la sexualidad y los requisitos sociales. • Se considera que los «hechos naturales» se experimentan de forma diferente según el género, al que se concibe como un sistema clasificatorio que se halla en un lugar ambiguo entre la división naturaleza/cultura. Los antropólogos Émile Durkheim, Marcel Mauss y, más tarde, Lévi-Strauss, atienden a la clasificación de pa- 250 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N rentesco como base para la clasificación social y estudian la relación entre los sistemas clasificatorios y el lenguaje, es decir, entre gramática y sociedad. En la antropología del siglo XX destaca la contribución de Mary Douglas,2 que concibe el cuerpo como un sistema clasificatorio. Según Douglas, la clasificación sistemática es la respuesta humana al desorden; ante el riesgo, la incertidumbre y la contradicción, los humanos tratan de componer un orden social que les oriente y regule. El cuerpo se convierte en el principal medio clasificatorio, en una metáfora para el orden social y político. Douglas estudia la superficie del cuerpo como la metáfora principal utilizada por el sistema social para significar reglas y límites. Por ejemplo, la separación simbólica de lo puro y lo impuro (alimentos, productos corporales). La superficie del cuerpo sirve también para mostrar marcadores sociales, tales como estatus, posición familiar, filiación tribal, género, riqueza, estilo de vida. Por ejemplo, los tatuajes actúan como una marca de pertenencia a una tribu, así como los estilos de indumentaria, de peluquería, etcétera. OTRAS CORRIENTES DE PENSAMIENTO Además de la antropología clásica, existen diversas corrientes de pensamiento que influencian la sociología del cuerpo. La sociología del conocimiento Desde la sociología del conocimiento científico, se problematiza la noción de la naturaleza como un ente dado. Pensadores como Michel Foucault historizan el desarrollo de prácticas y discursos científicos con base en una concepción del poder como un sistema que aúna poder y conocimiento. Foucault concibe el poder como un sistema disciplinario cuyo objetivo es constituir cuerpos dóciles mediante los dispositivos del poder.22 Se consolida la noción del cuerpo como ente político constituido por un sistema de poder/conocimiento UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 251 2 Mary Douglas teoriza el cuerpo como una metáfora social que refleja las ansiedades y el afán de orden de una determinada sociedad, y lo convierte en una cuestión fundamental de la teoría antropológica. 22 Una de las nociones clave del pensamiento de Foucault, heredera del concepto de técnicas del yo del antropólogo francés Marcel Mauss. Las técnicas del yo son prácticas y discursos relativos al cuerpo que actúan como mecanismos reguladores del individuo. La noción de sexualidad es uno de dichos dispositivos mediante el cual se regulan las costumbres, los hábitos, la salud, las prácticas reproductivas, las estructuras del parentesco, etc. 22 Existen múltiples traducciones de los ensayos y las obras de ficción del Marqués de Sade. Una de sus obras más representativas es La filosofía del tocador. que, paradójicamente, posibilita el sujeto a la vez que lo limita. La crítica posmoderna La crítica posmoderna del proyecto racional de la modernidad, heredero de la Ilustración, se ocupa del cuerpo principalmente de dos formas: A) como objetivo para la colonización de la vida cotidiana por la razón masculina. Debemos referirnos también aquí al pensamiento de Michel Foucault, entre otros autores. B) como fuente de oposición a la razón instrumental en el debate de la relación entre deseo y razón. El cuerpo se concibe como fuente de oposición a la razón, sede del deseo, la irracionalidad, la emoción y la pasión sexual. Se redescubren los escritos del Marqués de Sade2 y la pasión se convierte en un símbolo de protesta en contra de la racionalidad capitalista y la regulación burocrática en el pensamiento de autores como George Bataille. La sociología del consumo El análisis sociológico de la explosión de la sociedad de consumo después de la Segunda Guerra Mundial conlleva la reevaluación del cuerpo, así como el estudio de las relaciones entre clase, cultura y consumo. Autores como Goffman se interesan por el papel del cuerpo en la construcción de la persona social a través del estigma y la vergüenza, aunque no desarrolla una teoría de la incorporación. El feminismo El feminismo trae consigo un aumento del énfasis en el género como sistema de clasificación social. Influye en la sociología en tanto que se asume que la clasificación en términos del estatus social depende de la forma en la que el cuerpo se presenta en el espacio social. Dada la importancia de la aportación conceptual del feminismo para la sociología del cuerpo, la estudiaremos con más profundidad en el apartado titulado «La aportación feminista». 252 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N CONTEXTO SOCIAL Los inicios de la sociología del cuerpo se sitúan en un contexto de profundos cambios sociales tras la Segunda Guerra Mundial que tienen como consecuencia un incremento de la importancia del cuerpo humano. Entre ellos destacan: • El aumento del consumo de masas. Se deja de enfatizar el trabajo como valor y se promueven los valores positivos del deporte y el ocio. Como resultado, se torna irrelevante la ética del trabajo y se desarrolla una cultura más hedonista que acentúa la importancia de la estética y el placer corporal. • La incorporación de las culturas transgresoras en el consumismo conlleva, por ejemplo, que la liberación de la sexualidad –inicialmente concebida como un rechazo a los valores burgueses– tenga como consecuencia la comercialización de la sexualidad y el erotismo, así como la promoción del cuerpo bello, joven y sano. Otro ejemplo lo ofrece la utilización de drogas psicodélicas que, de ser consideradas como medios para el autoconocimiento espiritual, derivan en el consumo de drogas con fines puramente recreativos. • El movimiento feminista ocasiona cambios importantes en la interrelación entre los sexos, aporta nuevas cuestiones teóricas en relación al estatus analítico y político del cuerpo, y critica la cultura de oposición como masculina y privilegiada. • La biopolítica,5 es decir, cuestiones relativas al cuerpo de gran importancia social, como por ejemplo el envejecimiento de la población, la pandemia del SIDA, la «política de la ansiedad» que constantemente identifica amenazas que afectan al cuerpo con el fin de atemorizar a la población, tales como la guerra nuclear o la guerra química, la destrucción del hábitat, los anuncios de futuras epidemias de virus de gripe mortales, la gripe aviar, etc. UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 253 Biopolítica. Los conceptos de biopolítica y biopoder fueron acuñados por Michel Foucault. El biopoder se refiere a un nuevo modo de dominación que Foucault sitúa en los estados modernos que subyuga a los individuos y controla la población mediante la regulación corporal a través de variadas técnicas y disciplinas de las «ciencias de la vida». Incorporación. En español, el término incorporación (o in-corporación), a veces traducido como corporeidad y también como encarnación, se corresponde con el vocablo inglés embodiment, y se utiliza para referirse al hecho de que los seres humanos tienen una existencia material, es decir, corporal. LA APORTACIÓN FEMINISTA El feminismo aporta diversas nociones teóricas relativas al análisis y al estatus político del cuerpo humano, como el concepto de incorporación5 o el de género. Dada la importancia del feminismo en la configuración de la sociología del cuerpo como disciplina, el concepto de género adquiere gran importancia analítica. Según la historiadora Joan Scott, el género comporta cuatro aspectos interrelacionados: 1. Los símbolos culturales que evocan diferentes representaciones y que configuran el orden simbólico de una determinada cultura. 2. Los conceptos normativos que se expresan en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas. Estos conceptos afirman el significado de la masculinidad y la feminidad. 3. La dimensión política e institucional del punto anterior, como por ejemplo, el sistema de parentesco, el mercado de trabajo, las instituciones educativas, la economía o la política. 4. Aquellas actividades que se llevan a término para construir la subjetividad. Las principales características del término género en el marco analítico contemporáneo son: • Interaccional • Interseccional • Performativo Interaccional La masculinidad y la feminidad se definen en interacción. Históricamente, el hombre se ha constituido en el sujeto central a través del cual se definen los rasgos universales de la Humanidad: pensad en cuán a menudo el término «El Hombre» todavía se utiliza como sinónimo de «Humanidad». La calidad interaccional del género es particularmente observable en la relación con el aspecto número 1 del género identificado por Scott, es decir, el género como aquellos «símbolos culturales que evocan 254 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N diferentes representaciones». En este sentido deben tenerse en cuenta las dicotomías que simbólicamente se asocian a la diferencia sexual jerarquizada: DICOTOMÍAS SIMBÓLICAS HOMBRE Cultura Humano Sujeto Mente Razón Objetividad Activo Productivo Civilización Occidente Logos MUJER Naturaleza Animal Objeto Cuerpo Emoción Subjetividad Pasivo Reproductivo Barbarie Oriente Mythos Interseccional El género como categoría conceptual captura la desigualdad que se deriva de la diferencia sexual. No obstante, existen otras categorías de desigualdad, tales como las diferencias de clase o etnia/raza, de gran importancia en la clasificación social y que interseccionan con el género. Por lo tanto, desde el feminismo actual se toma en consideración la interacción entre los diversos ejes discriminatorios con el fin de capturar la desigualdad social en toda su complejidad. Así pues, se estudian las complejas interacciones entre las categorías ideológicas de raza, clase y género, y las identidades que informan dichas categorías. Por ejemplo, si se le pregunta a una mujer blanca qué ve cuando se mira al espejo, ella responde: «una mujer». Ante la misma pregunta una mujer negra quizá responda: «una negra». En otras palabras, para la mujer negra la categorización racial implica una desigualdad de grado superior a la que también sufre por su condición de mujer. UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 255 2 La pensadora más repre- Performativo sentativa de esta corriente es la filósofa norteamericana Judith Butler. Véase la bibliografía al final de este apartado. La teoría performativa de género2 lleva el pensamiento de Foucault un paso más allá al entender el proceso de construcción del género como el resultado de la reiteración de prácticas que conforman a los sujetos física y psicológicamente de acuerdo con normas definidas colectivamente. La noción de performatividad trata de trascender la dicotomía sexo/género, según se utilizaba en el feminismo liberal de la segunda ola, que define el género como la construcción social de la feminidad y la masculinidad, y el sexo como un ente biológico inmutable que nos viene dado. El objetivo de la problematización butleriana de la distinción sexo/género es desvelar el proceso de naturalización de las normas de género. Es decir, se trata de entender la constitución de cuerpos, sexualidades e identidades sexualmente diferenciadas como el fruto de un proceso de citación reiterada (iterability) de una noción contingente y convencional de sexo/género. Esta citación reiterada tiene como fruto la encarnación de las normas hegemónicas de género, la matriz heterosexual, en cuerpos e identidades. Consiguientemente, dichos cuerpos e identidades se disfrazan como un hecho natural al que Butler se refiere como el «sexo» (entrecomillado). En suma, la naturalización se refiere al proceso mediante el cual una serie de normas definidas colectivamente son presentadas como un hecho natural con ánimo regulador y legitimador. EL CUERPO COMO PROYECTO Tal como hemos ido viendo en las anteriores secciones, el cuerpo puede considerarse como un ente social ya que: • Es central en las nociones del yo • Media la relación entre el yo y el otro • Refleja el sistema social 256 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N • Constituye la base para la clasificación social • Expresa el rol social • Puede desmentir actuaciones • Nos habla de desigualdades de género • Es prominente en la cultura del consumo • La vida y la interacción social se gestionan mediante el cuerpo Según Anthony Giddens, en el orden postradicional de la modernidad tardía, la identidad personal no es algo heredado o estático sino que es un proyecto reflexivo, es decir, una actividad en la que constantemente nos esforzamos y en la cual la reflexión tiene un importante papel, dado que la identidad se basa en una narrativa sobre la propia vida, el rol social y nuestro estilo de vida.2 Dada la importancia, ya señalada anteriormente, del cuerpo para manifestar la identidad individual, éste llega a convertirse en la base para el proyecto reflexivo del yo. Este fenómeno se debe a diversas causas relacionadas con las condiciones de la modernidad tardía: • Disminución de las fuentes tradicionales de identidad. Mientras que en las sociedades tradicionales la identidad personal venía marcada por la posición dentro de la estructura familiar y la pertenencia a un gremio profesional, en la modernidad tardía la identidad personal se significa en gran medida mediante la apariencia física y el estilo de vida. • La sensación generalizada de «riesgo». Las amenazas de la biopolítica, mencionadas anteriormente, se centran en la integridad corporal con el consiguiente aumento de la sensación de vulnerabilidad. El cuerpo se convierte en una responsabilidad del individuo. • El incremento de la capacidad de racionalizar el cuerpo. El desarrollo del conocimiento científico sobre el cuerpo posibilita su abstracción y su tratamiento como un artefacto. El desarrollo de técnicas como la bio- UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 257 2 En sociología un estilo de vida es la forma en la que un individuo o un grupo establece relaciones sociales, ejerce elecciones de consumo, ocio, indumentaria y apariencia física. Un determinado estilo de vida refleja las actitudes y los valores de un individuo. tecnología, la ingeniería genética o la medicina deportiva, también da lugar a una serie de cuestiones éticas que forman parte de la reflexión de la sociología del cuerpo. • La intensificación del énfasis en el consumo. La importancia del cuerpo para señalar la pertenencia social conlleva un interés creciente en las elecciones del consumo como formas de identificación personal. El cuerpo se convierte en la «percha» donde se cuelgan los signos de la propia identidad con el consiguiente «culto al cuerpo». REFLEXIONES FINALES El llamado «culto al cuerpo» no debe entenderse como una mera preocupación estética más o menos condenable en su supuesta superficialidad, sino como una dimensión crucial de nuestra existencia digna del más atento estudio sociológico. El cuerpo es clave para comprender los procesos de aculturación, puesto que la incorporación de normas culturales pasa por «domesticar» los hábitos corpóreos. Mientras que en las sociedades tradicionales la identidad personal venía marcada por la posición social del individuo, por su pertenencia a un gremio profesional y sus relaciones familiares, en las sociedades occidentales de la actualidad, el cuerpo es la clave para la construcción de la identidad, ya que expresa nuestra capacidad de autocontrol y, a través de su cuidado y nuestras opciones de consumo, se convierte en el mostrador del estilo de vida y del estatus social del individuo. La autoidentificación con nuestro propio cuerpo, más acentuada en las mujeres, puede llegar a ser tan profunda que el éxito personal se mida en relación al grado de adecuación corporal a los patrones hegemónicos de belleza que nos marcan la publicidad y la moda. La trascendencia del cuerpo en las culturas occidentales es de tal magnitud que ha dado lugar a un nuevo enfoque disciplinario: la sociología del cuerpo, que sitúa a éste en el centro del análisis de los fenómenos sociales. 258 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N Dicha disciplina bebe de diversas fuentes tales como la antropología, el pensamiento postestructuralista y la crítica posmoderna, la sociología del conocimiento científico y el feminismo. De la antropología hereda la noción de técnicas corporales como mecanismos reguladores del yo (Mauss), y la idea del cuerpo como metáfora social que refleja las ansiedades y el afán de orden de una determinada sociedad (Douglas). La sociología del cuerpo también participa del pensamiento de Foucault, por su historización de prácticas y discursos científicos, así como por su noción del poder como aquello que, paradójicamente, posibilita el sujeto a la vez que lo limita. El feminismo aporta diversas nociones teóricas relativas al análisis y al estatus político del cuerpo humano, como el concepto de incorporación (embodiment), o la noción de género entendido como una categoría interactiva que intersecciona con otros sistemas clasificatorios, como la clase y la etnia. Es también destacable la crítica del feminismo a los patrones estéticos como mecanismos reguladores del cuerpo que articulan una determinada cosmología u ordenamiento social mediante la prescripción de una organización sensorial específica. Según Turner, la sociología del cuerpo se inicia en un contexto de cambios sociales que nos sensibilizan a la importancia de la corporalidad: el crecimiento de la cultura del consumo posterior a la Segunda Guerra Mundial que valoriza el deporte y el ocio, y desvaloriza la ética del trabajo; la integración de las culturas transgresoras en el consumo de masas, con la consecuente comercialización de la rebeldía y el erotismo; el impacto del movimiento feminista en las relaciones entre hombres y mujeres, su visión crítica de las contraculturas como masculinas y privilegiadas, y su contribución teórica como el concepto de género entendido como interacccional, interseccional y performativo. Otros cambios sociales de relevancia son cuestiones de biopolítica, como el envejecimiento de la población o la pandemia del SIDA, y el desarrollo de nuevas tecnologías médicas y científicas que revolucionan nuestra forma de concebir la corporalidad. UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 259 Desde su interdisciplinareidad, la sociología del cuerpo ha hecho ya novedosas aportaciones. La rígida distinción cartesiana cuerpo/mente heredada de la Ilustración no nos permite conceptualizar nuestra existencia de una forma integrada. Dicha distinción se halla aparejada a otras categorías simbólicas, tales como hombre/mujer, mente/cuerpo, sujeto/objeto, razón/emoción, cultura/naturaleza, productor/reproductor, activo/pasivo, contenido/forma, actualidad/potencialidad, etc., que se articulan de una forma dicotómica y jerárquica en torno a la diferencia sexual. Desde la sociología del cuerpo se busca añadir complejidad a las categorías binarias que organizan nuestro conocimiento y guían nuestra conducta, con el fin de capturar mejor la diversidad humana. Así pues, se analiza minuciosamente la construcción discursiva de la «naturaleza» como causa fundacional e inapelable de un cierto orden social. En consecuencia, se problematiza la noción del cuerpo como un ente natural que nos es dado y se conceptualiza como un artefacto, un producto de la reiteración de las prescripciones sociales que lo conforman, a la par que se indaga en la rearticulación filosófica de la materialidad corporal. En suma, el «culto al cuerpo» dista, por tanto, de ser una cuestión baladí, una «superficial» obsesión estética, sino que obedece a la crucial necesidad de los miembros de toda sociedad de autorregularse para lograr la integración social y la autoestima. De ahí el reto de la sociología del cuerpo: comprender la ordenación corporal con el fin de capturar la complejidad humana en toda su riqueza e ir más allá de los estándares de la normalidad, de las rígidas categorías dicotómicas y de los lugares comunes. En suma, desarrollar un nuevo corpus de conocimiento teórico y empírico sobre el que basar una nueva cultura del cuerpo más representativa y más igualitaria. 260 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N EJERCICIOS 1. La intención de este ejercicio es reflexionar sobre el intenso trabajo que conlleva transformar el cuerpo «natural» en un ente social. TRABAJO CORPORAL TIEMPO DIARIO ESTIMADO (minutos) Higiene (ducha, lavarse los dientes, etc.) Cabello (higiene, peinado, cuidados, peluquería, compra de productos) Preparación de alimentos (compra de productos, cocinar, fregar platos, recoger, etc.) Comer Indumentaria (comprar ropa, combinarla, lavarla, plancharla, remendarla, mirar revistas de moda, etc.) Deporte Embellecimiento (maquillaje, desmaquillaje, depilación, afeitado, aplicación de cremas, compra de productos, etc.) Otros TOTAL: 6 horas aproximadamente 30 20 90 90 30 60 30 10 Por supuesto, tanto las categorías de trabajo corporal como el tiempo empleado en ellas variarán mucho según los individuos, pero en una primera estimación, ¿cuántas horas calculas que destinas diaria o semanalmente a tu propio trabajo corporal? Seguramente, el tiempo será considerable. Si también tienes en cuenta el largo entrenamiento al que todas las personas hemos sido sometidas desde la infancia para dominar y regular nuestras funciones corporales, adqui- UNA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DEL CUERPO 261 rir buenas maneras, mostrar una apariencia adecuada, etc., llegarás a la conclusión de que TODOS somos trabajadores corporales y que destinamos una elevada cantidad de tiempo y dinero a realizar trabajo corporal para convertir el cuerpo en un producto social aceptable según una serie de normas definidas colectivamente que reiteramos performativamente en nuestro comportamiento. Es importante observar que nuestro trabajo corporal involucra un gran número de poderosas industrias y organizaciones, tales como la medicina, la farmacología, la alimentación, la belleza y la moda, el deporte y el fitness, el ocio y el entretenimiento, así como disciplinas que persiguen nuestro bienestar (wellness, yoga, medicina alternativa, etc.), entre otras. En este ejercicio podemos también reflexionar sobre la tensión entre las exigencias y la presión que recibimos de la estructura social y nuestra agencia individual. Es decir, ¿hasta qué punto estamos cediendo a presiones sociales para seguir las pautas que regulan un aspecto aceptable? ¿Cuánto margen de decisión crees que gozas y/o ejerces a nivel individual? ¿Crees que el nivel de desarrollo corporal está relacionado con la localización social de un individuo en particular? 2. La fotografía de la página siguiente pertenece a una campaña publicitaria que lanzó el área de Juventud de la Generalitat de Cataluña en el año 2006 para dar a conocer el sistema de créditos financieros que se otorgan a la población joven, ya fuera para financiar estudios, iniciar una empresa o adquirir una primera vivienda. Cada uno de estos fines se representaba con una fotografía diferente. Observa la utilización de los cuerpos en relación a la noción del yo como proyecto. En esta campaña el crecimiento personal que implican las actuaciones susceptibles de ser financiadas se significa a través del cuerpo. En este ejemplo específico se 262 P AT R Í C I A S O L E Y - B E LT R A N anun anuncian créditos para financiar estudios. Los creativos publicitarios han utilizado la imagen corporal y la integridad física como recurso para representar proyectos de desarrollo del yo, en principio no directamente relacionados con el cuerpo, como la adquisición de una formación educativa. Así pues, la incorporación de miembros (brazo) o cabeza (mente) simbolizan la adquisición de una nueva capacidad. Estas figuras reflejan la noción cultural del cuerpo como lugar para realizar el proyecto del yo, a la vez que la refuerzan. ¿Crees que la categoría del género juega algún papel en la decisión de «capacitar» al hombre con un brazo y a la mujer con la cabeza? ¿Cuál es el rol del esqueleto? 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