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Iniciativa de industria verde
INDUSTRIE VERTE
para el desarrollo industrial sostenible
Este documento no ha sido sometido a un proceso de edición formal por Naciones Unidas. Las denominaciones empleadas
en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican juicio alguno por parte de
la Secretaría de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) sobre la condición jurídica de
ninguno de los países, territorios, ciudades o zonas, ni respecto a sus autoridades, el trazado de sus fronteras o límites, su
sistema económico o su grado de desarrollo. Las expresiones “desarrollados”, “industrializados” y “en desarrollo” se utilizan
únicamente para facilitar la presentación estadística y no entrañan necesariamente un juicio sobre la etapa a la que pueda
haber llegado determinado país o zona en el proceso de desarrollo. La mención de empresas o productos comerciales no
entraña el aval de ONUDI a dichas empresas o productos.
Iniciativa de industria verde
para el desarrollo industrial sostenible
Viena, octubre de 2011
Índice de materias
1. La necesidad de una industria verde.............................................................................................................. 5
2. La industria verde: implementación del desarrollo sostenible..................................................................... 7
2.1 Definición de industria verde........................................................................................................................... 9
2.2 El reto de la industria verde: la disociación................................................................................................... 11
3. Ventajas de la industria verde........................................................................................................................ 15
3.1 Ventajas económicas: mayor innovación y crecimiento; mayor resistencia............................................... 15
3.2 Ventajas sociales: más empleo, mayores ingresos y empoderamiento...................................................... 17
3.3 Ventajas ambientales: mayor eficiencia en el uso de recursos, menos residuos y contaminación .......... 20
4. Oportunidades que presenta la industria verde........................................................................................... 23
4.1 Mitigación del cambio climático y adaptación a sus consecuencias.......................................................... 23
4.2 Gestión responsable de productos químicos............................................................................................... 26
5. Obstáculos....................................................................................................................................................... 30
5.1 Falta de recursos............................................................................................................................................ 30
5.2 Inercia institucional......................................................................................................................................... 30
5.3 Fracasos del mercado y las políticas............................................................................................................ 30
6. Iniciativa de industria verde de ONUDI......................................................................................................... 36
7. Sumario de observaciones............................................................................................................................. 39
Definiciones......................................................................................................................................................... 40
Bibliografía........................................................................................................................................................... 43
Cuadros y figuras
Figura 1: Ruta para el desarrollo sostenible.......................................................................................................... 7
Figura 2: Industria verde: una estrategia en dos frentes...................................................................................... 9
Figura 3: Disociación relativa y disociación absoluta......................................................................................... 11
Figura 4: Disociación del crecimiento económico del uso de los recursos y de la carga ambiental............... 12
Cuadro 1: Definición de industria........................................................................................................................ 10
Cuadro 2: Relación entre la disociación y cómo se mide el crecimiento económico....................................... 14
Cuadro 3: Ejemplos de iniciativas de industria verde con ventajas económicas.........................................16-17
Cuadro 4: Ejemplos de iniciativas de industria verde con ventajas sociales y ventajas económicas.............. 19
Cuadro 5: Ejemplos de iniciativas de industria verde con ventajas ambientales.............................................. 22
Cuadro 6: Ejemplos del efecto de los enfoques de industria verde sobre las emisiones de GEI.................... 26
Cuadro 7: Ejemplos del efecto de los enfoques de industria verde sobre la gestión y el uso de productos ......
químicos............................................................................................................................................. 29
Cuadro 8: Un ejemplo del valor de la capacidad nacional para las iniciativas de industria verde................... 35
Cuadro 9: Facetas de las políticas de industria verde........................................................................................ 38
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Puntos principales
1. La industrialización rápida ha sido y continúa siendo el principal motor de generación de
ingresos y creación de puestos de trabajo; por lo tanto, es esencial acelerar el desarrollo
y la reducción de la pobreza en países en desarrollo y transición.
2. La industria verde es una vía para proteger comunidades, ecosistemas esenciales y el
clima mundial frente a la escalada de los riesgos ambientales y la escasez emergente de
recursos naturales.
3. La industria verde transforma la industria manufacturera y los sectores industriales
asociados para que su contribución al desarrollo industrial sostenible sea más eficaz. De
este modo, la industria verde se convierte en la estrategia del sector para hacer realidad
la economía verde y el crecimiento verde en el sector industrial.
4. La industria verde se pone en práctica mediante la ampliación y la integración de métodos
y prácticas de eficacia probada para reducir la polución y el consumo de recursos en
todos los sectores (ecologización de industrias existentes), y mediante la expansión del
suministro de bienes y servicios medioambientales asequibles, apropiados y fiables
(creación de nuevas industrias verdes). Esto ha demostrado tener efectos positivos para
las empresas, el medio ambiente y el clima, así como para las comunidades, los
consumidores y el desarrollo en general, en miles de empresas de países en desarrollo
y transición.
5. En su mejor expresión, la industria verde libera el potencial empresarial y de innovación
resultante de un proceso de mejora continua en el uso eficiente de los recursos naturales,
la minimización de los deshechos y la reducción de las emisiones.
6. Hacer realidad la industria verde es esencial para solucionar los retos ambientales más
acuciantes de la actualidad, incluyendo la mitigación de las emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) y la adaptación al cambio climático, la gestión responsable de los
productos químicos y los residuos, y la seguridad del suministro de agua, energía y otros
recursos naturales. La industria verde puede hacerse realidad al mismo tiempo que se
generan ingresos y se crea empleo en países en desarrollo, y se garantizan contribuciones
netas al alivio de la pobreza y al desarrollo industrial sostenible.
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
1. LA NECESIDAD DE UNA INDUSTRIA VERDE
La volatilidad de los precios de la energía, las materias primas y los alimentos, el aumento acreditado
de la variabilidad del clima y el declive de la salud de los ecosistemas en todo el mundo han hecho
que los problemas energéticos, de productividad y de seguridad de los recursos estén cada vez
más presentes en la agenda política internacional (United Nations Millennium Ecosystem Assessment).
Al mismo tiempo, la comunidad internacional sigue enfrentándose al reto de la pobreza y las disparidades económicas generalizadas. Como consecuencia, los responsables políticos se ven en la
difícil posición de desear el crecimiento económico, con el aumento del nivel de vida que conlleva,
al mismo tiempo que necesitan limitar el consumo desenfrenado de recursos que ha sido el principal
motor de crecimiento en el pasado (y los daños ambientales asociados). La industrialización ha sido
la principal fuerza impulsora del crecimiento económico y el gran incremento de los niveles de vida
que el mundo desarrollado ha experimentado en los últimos doscientos años. La industrialización
es responsable de las enormes reducciones de la pobreza observadas en esta región e, independientemente de que se requiera mayor expansión o no para solucionar la pobreza que aún persiste,
en general todo el mundo acepta que el crecimiento industrial es una necesidad acuciante para
aliviar la pobreza, ofrecer bienes y servicios, crear puestos de trabajo y aumentar el nivel de vida
en los países en desarrollo (Reinert, E. 2008; Chang, H.J. 2008; Dasgupta, C. 2011). Asimismo, existe
un amplio consenso acerca de que el desarrollo económico y social es un requisito esencial para
mejorar la protección del medio ambiente (Dasgupta, C. 2011). Por consiguiente, el hecho de que
muchos países en desarrollo y transición busquen un crecimiento industrial rápido y estén aumentando su rendimiento y reduciendo los niveles de pobreza debería considerarse una buena noticia.
Sin embargo, resulta cada vez más evidente que los sistemas de producción y los niveles de consumo
del mundo desarrollado han contribuido al rápido agotamiento de los recursos, la degradación de
los ecosistemas y la amenaza del cambio climático (Stamm, A. et al. 2009; United Nations Millennium
Ecosystem Assessment). La intensificación de la competencia por recursos escasos, la desertificación, la pérdida de biodiversidad, el aumento del nivel de los mares, la frecuencia y la intensidad
crecientes de los fenómenos atmosféricos y la escasez de agua potable son algunas de las manifestaciones de estas tendencias que, en el peor de los casos, podrían provocar conflictos relacionados con el acceso a los recursos y migraciones a gran escala (UNIDO 2008). Es preciso reconocer
que los métodos actuales de expansión industrial tienen serios inconvenientes y deben aplicarse
con precaución. Sin embargo, pese al creciente reconocimiento de los riesgos y los compromisos
que acarrea la expansión industrial, el crecimiento industrial desenfrenado sigue siendo el objetivo
en muchos países y el uso de recursos, la contaminación y la degradación ambiental no dejan de
aumentar en términos absolutos (United Nations Millennium Ecosystem Assessment).
Una razón para ello es la falta de progresos en la mejora de la productividad de los recursos. Si
bien la productividad del trabajo ha aumentado considerablemente, en línea con los avances tecnológicos de los últimos 50 años, el incremento en la productividad de los recursos ha sido marginal.
De igual modo, los avances tecnológicos se han centrado principalmente en la productividad del
trabajo y el interés por la innovación tecnológica para lograr un uso más eficiente de los recursos
ha sido limitado. La importancia de la productividad de los recursos se hace cada vez más obvia.
Asimismo, se ha demostrado que mejorar la productividad de los recursos contribuye a las tres
dimensiones de la sostenibilidad: la protección del medio ambiente, la promoción del crecimiento
económico y el desarrollo social (Bleischwitz, R., Welfens, P.J.J., y Zhong Xiang Zhang 2009: cap.
‘Introduction’).
La necesidad de contar con métodos de producción sostenibles y de hacer un uso más eficiente
de los recursos, es decir, de una industria verde, es cada vez más evidente. Esto es especialmente
cierto en los países en desarrollo, que tienen una oportunidad única para evitar los errores ambientales que el mundo desarrollado ha cometido durante su desarrollo industrial, ya que pueden usar
esa experiencia para crear una infraestructura industrial verde desde el principio. Este documento
proporciona información sobre cómo centrar el foco en la industria verde para el desarrollo industrial
5
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sostenible de los países en desarrollo y transición puede contribuir a alcanzar los objetivos globales
de desarrollo sostenible. El documento pretende profundizar en la necesidad y el valor de los
enfoques orientados específicamente a la industria y fomentar un acceso más equitativo a los conocimientos, las tecnologías y los procesos productivos que se necesitan en los países en desarrollo
y transición para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible tanto allí como en el resto del mundo.
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INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
2. LA INDUSTRIA VERDE:
IMPLEMENTACIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
La progresión hacia el desarrollo sostenible se basa en la consecución simultánea y equilibrada del
desarrollo económico, el avance social y la protección del medio ambiente. Si bien el concepto de
desarrollo sostenible está incardinado desde hace décadas en los círculos de creación de políticas,
ponerlo en práctica ha demostrado ser una tarea dificultosa. La reciente aparición de conceptos
como economía verde, industria verde y crecimiento verde refleja la necesidad de disponer de estrategias u hojas de ruta que ayuden a conseguir el desarrollo sostenible y a reconducir los patrones
actuales de consumo y producción hacia vías más sostenibles a largo plazo, respetando al mismo
tiempo las restricciones de los recursos y sin perder de vista los límites de capacidad. En los párrafos
siguientes examinaremos en más detalle los conceptos de economía verde e industria verde.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de 2011 define la economía
verde como una economía "que mejora el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez
que reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas. En su expresión
más simple, puede pensarse en una economía verde como una economía baja en carbono, que
hace uso eficiente de los recursos y es socialmente inclusiva”. La economía verde es un nuevo
modelo de desarrollo económico destinado a mejorar el bienestar de los seres humanos y la equidad
social y que, al mismo tiempo, reduce los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas (ibid.). La
Figura 1, a continuación, ofrece una sencilla representación gráfica de cómo la industria verde encaja
en una jerarquía de economía verde y desarrollo sostenible.
Industria verde
En una economía verde, el crecimiento económico y el empleo son el resultado de inversiones
públicas y privadas cuyo objetivo es
reducir la contaminación y las emisiones
de GEI, promover el uso eficiente de los
Avances
recursos (energía, materiales y agua) y
sociales
evitar la pérdida de capital natural y
Desarrollo
servicios de ecosistemas (ibid.). La
sostenible
economía verde abarca la mano de
Protección
Desarrollo
ambiental
económico
obra, el capital, la tierra y los recursos
naturales, así como procesos económicos como la producción, el comercio,
la distribución y el consumo de bienes
y servicios. Esta economía requiere
Economía verde
cambios drásticos en la agricultura y el
suministro de alimentos, sistemas de
movilidad y transporte, servicios
públicos, comercio, empresa e indusConsumo y
producción
sostenibles
tria, vivienda y desarrollo urbano,
sistemas de educación, ciencia, desar• Mejorar la eficiencia del uso de los recursos
rollo e innovación y sistemas finan• Reducir la contaminación y la generación de residuos
• Minimizar los riesgos de los productos químicos
cieros. Su consecución exige cambios
fundamentales en los marcos de políticas y los sistemas de apoyo y en
FIGURA 1: RUTA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
cómo se valoran los recursos naturales
y el bienestar humano (ibid.).
La economía verde se apoya en una perspectiva de sistemas para desarrollar soluciones que integren
consideraciones económicas, sociales y ambientales. Entre otras características importantes se
cuentan la mejora de la valoración del capital natural, los servicios de ecosistemas y la contabilidad
de costes totales, es decir, la internalización de las externalidades. Las externalidades se definen
aquí como los efectos o impactos derivados de las actividades de una persona o empresa sobre
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otras que no son compensados. Así, se producen externalidades negativas cuando una empresa
contamina el medio ambiente local para producir sus bienes y no compensa a los residentes afectados. Entre otras facetas importantes, la economía verde incluye la reconciliación de metas sociales,
protección de los recursos naturales y objetivos de erradicación de la pobreza con la política económica (UNEP, 2011). Estas reformas transforman la economía en un vehículo más eficaz para el avance
del desarrollo sostenible.
Las empresas y las industrias son esenciales para el crecimiento económico, puesto que son un
instrumento para suministrar alimentos, transporte, tecnología, infraestructura, vivienda y otros bienes
y servicios. La industria verde es, por consiguiente, un componente importante de la economía verde.
Los esfuerzos por conseguir una economía verde deben incluir elementos de la industria verde.
La industria es responsable de un tercio del consumo de energía total y casi el 40 % de las emisiones
de dióxido de carbono (CO2) a escala mundial. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha
demostrado que, a escala mundial, si la industria quiere que en 2050 los niveles de emisiones
mundiales se hayan reducido a la mitad con respecto a 2005, necesitará reducir sus emisiones
directas actuales en aproximadamente un 24 % respecto a los niveles de 2007. La necesidad de
reducir el consumo energético y las emisiones es especialmente evidente en los países en desarrollo,
teniendo en cuenta que son precisamente estos países los que han dominado el crecimiento de la
producción industrial desde 1990, especialmente China e India. Juntos, estos dos países fueron
responsables del 80 % del incremento de la producción industrial durante este periodo.
Existe una necesidad acuciante de que los países en desarrollo y transición se esfuercen por implantar
la industria verde, y considerable potencial si lo hacen. Para garantizar que el progreso industrial de
los países en desarrollo no tenga como resultado un incremento desenfrenado de las emisiones y
la degradación de los ecosistemas, es esencial buscar una forma de desarrollo diferente a los modos
de industrialización tradicionales, basados en un elevado consumo energético y altos niveles de
emisiones. Para lograrlo, es preciso incrementar al máximo la eficiencia en el consumo energético
y de agua, reciclar de forma sustancial y aplicar sistemas de consumo y producción mejorados. En
muchos casos, la simple aplicación de tecnologías existentes, como las Mejores Tecnologías
Disponibles (MTD), permite lograr avances importantes. La AIE calcula que aplicar MTD a los cinco
sectores industriales de consumo energético más intensivo de la India (hierro y acero, celulosa y
papel, productos químicos y petroquímicos, cemento y aluminio) permitiría reducir el consumo energético del país entre un 10 y un 25 %.
La industria verde es el componente de la economía verde que se centra en la producción y el
consumo. Las políticas relevantes para la industria verde son similares a las políticas relevantes
para una economía verde, pero son específicas para la industria y abarcan intervenciones a escala
micro y macro que requieren cambios en políticas, instrumentos regulatorios, inversiones y operaciones empresariales, así como cambios de conducta en la sociedad (UNEP 2011). Estos tipos de
estrategias, herramientas, enfoques y estructuras institucionales ya están disponibles en algunos
lugares y pueden constituir la base de medidas rentables que orienten y allanen el camino hacia
el incremento de la sostenibilidad y aceleren el proceso de transición de la industria hacia una
base más sostenible.
La industria verde es, por lo tanto, un punto de partida y una fuerza motriz eficaz en la transición
a una economía verde y, en última instancia, al desarrollo sostenible. El enfoque de industria verde
se centra en actualizar la industria e incrementar la capacidad productiva sin el habitual incremento
asociado del consumo de recursos y las cargas contaminantes. El objetivo es capacitar a las industrias de países en desarrollo y transición para que participen de forma activa en el desarrollo de las
soluciones necesarias para la mejora continua de su rendimiento ambiental. La siguiente sección
estudia la industria verde con más detalle.
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INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
2.1. DEFINICIÓN DE INDUSTRIA VERDE
En términos simples, la industria verde puede definirse como la producción industrial y el desarrollo que no se realizan a expensas de la salud
de los sistemas naturales y que no repercuten negativamente en la salud
humana. La industria verde se orienta a integrar consideraciones ambientales, climáticas y sociales en las operaciones de las empresas.
Proporciona una plataforma para enfrentarse a desafíos mundiales interrelacionados, mediante una serie de enfoques y estrategias transversales
para la acción inmediata que permiten sacar partido de las fuerzas industriales y comerciales emergentes.
Economía verde
Industria verde
La industria verde es, por lo tanto, una vía importante para la consecución del desarrollo industrial
sostenible e incluye una estrategia en dos frentes para la creación de un sistema industrial que no
requiera un aumento constante del consumo de recursos naturales y de la contaminación para el
crecimiento y la expansión. Como vimos en la Figura 1, estos dos componentes son (1) la ecologización de la industria existente y (2) la creación de nuevas "industrias verdes".
Industria Verde
Ecologización industrial
Productividad
de los recursos
Creación de industrias verdes
Prevención de
la contaminación
Gestión segura
de productos
químicos
Tecnologías
ambientales
Servicios
ambientales
Ejemplos:
Ejemplos:
· Aerogeneradores
· Plantas de reciclaje
· Consultoría
energética
· Arrendamiento
químico
FIGURA 2: INDUSTRIA VERDE: UNA ESTRATEGIA EN DOS FRENTES
El primer componente de la industria verde se centra esencialmente en la ecologización de toda la
industria, con un enfoque a largo plazo en la mejora continua del rendimiento ambiental, independientemente del sector, el tamaño o la ubicación. Esto incluye comprometerse a reducir el impacto
ambiental de procesos y productos y actuar para conseguirlo con los siguientes métodos:
•
Mejorar la eficiencia de la producción: usar los recursos con mayor eficiencia y optimizar el
uso productivo de los recursos naturales.
•
Potenciar el rendimiento ambiental: minimizar el impacto ambiental con la reducción de la
generación de residuos y emisiones y la gestión responsable de los residuos.
•
Minimizar los riesgos sanitarios: minimizar los riesgos derivados de emisiones y vertidos, y
minimizar también el suministro de bienes y servicios que estén en el origen de esas
emisiones.
El segundo componente implica el fomento y la creación sistemáticos de industrias verdes clave
para constituir un sector diverso de la economía que abarque todo tipo de servicios y tecnologías.
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Satisfacer las necesidades domésticas con tecnologías verdes y prestar también servicio a los
mercados internacionales es uno de los principales objetivos de la industria verde. Aquí incluiríamos
empresas que fabrican e instalan equipos de energía renovable, además de una amplia gama de
empresas que desarrollan tecnologías limpias para los sectores de la industria, el transporte, la
construcción y la automoción. Las industrias de servicios, entre las que se cuentan el creciente
número de empresas de recuperación de materiales, reciclaje, gestión, tratamiento y transporte de
residuos, están también incluidas. Otros ejemplos son las empresas de ingeniería especializadas en
equipo de tratamiento de aguas residuales, control de la contaminación atmosférica y tratamiento
de residuos, así como empresas que ofrecen servicios de vigilancia, medición y análisis. El concepto
de industrias verdes abarca también a las consultoras ambientales y energéticas, así como a los
proveedores de soluciones integradas. Un ejemplo de esto son las empresas de servicios energéticos
(ESE) que ofrecen servicios de diseño e implementación de proyectos de ahorro energético, conservación de energía, externalización de infraestructuras energéticas, generación de energía, suministro
de energía y gestión del riesgo. Este sector enormemente heterogéneo de la economía es una parte
esencial del proceso de ecologización de la industria.
La intención de esta estrategia en dos frentes es dar comienzo a una era de industria verde en la cual
la producción de mercancías deje de tener un impacto negativo sobre el entorno natural y en la cual
sea posible mejorar el nivel de vida de los países en desarrollo sin dañar al clima ni al medio ambiente.
Los enfoques de industria verde giran en torno al fomento de la transferencia e implementación de
las mejores tecnologías y prácticas ambientalmente responsables de que se dispone. Si bien esto,
obviamente, incluye todo tipo de transferencias en todas las direcciones, este documento se centra
específicamente en el contexto del mundo en desarrollo y en el potencial de desarrollo que la industria verde tiene en él. Una tecnología de la industria verde es una tecnología que se ha incorporado
o integrado en el entramado de estructuras económicas, sociales y ambientales y que tiene en
cuenta los intereses de la comunidad, el país o la región que la utiliza. Por ejemplo, las tecnologías
para mejorar la productividad del agua en la industria y evitar el vertido de efluentes protegen los
recursos hídricos y reducen los impactos
lesivos asociados con la contaminación
del agua. La mejora de la eficiencia enerDefinición de industria
gética, por ejemplo, se puede implementar
En su sentido más amplio, la industria es una actividad
con relativa rapidez, tiene un impacto
económica que produce bienes o servicios. El sector
significativo en la mitigación del cambio
primario se dedica a la extracción o recogida de materias
climático y, al mismo tiempo, reduce los
primas o recursos naturales (productos primarios), es
costes, incrementa los ingresos y ofrece
decir, las actividades que preceden al procesamiento. En
él se incluyen canteras, minería, agricultura, explotación
ventajas competitivas. La industria verde
forestal y pesca. El sector secundario procesa o elabora
estimula los avances tecnológicos y la
los productos del sector primario y los convierte en otros
innovación, así como el desarrollo de
productos. Este sector abarca el procesamiento de
nuevas industrias. No solo reduce los
materias primas (p. ej., moler el grano para producir harina,
impactos ambientales, sino que además
convertir troncos en madera aserrada) y la fabricación (p.
estimula la innovación y, de este modo,
ej., producción de neumáticos o televisores). El sector
crea oportunidades empresariales y
terciario es el sector de los servicios (p. ej., tintorería,
nuevos puestos de trabajo (IEA 2009), al
consultorías, diseño, investigación, desarrollo de software).
mismo tiempo que alivia la pobreza.
El segmento de este sector cuya actividad se basa de
Otra faceta importante de los enfoques
de industria verde es que animan a las
empresas a hacerse responsables de sus
operaciones y productos, lo que puede a
su vez fomentar el diseño de productos
más duraderos, reutilizables y reciclables.
Esto suele denominarse diseño para el
medio ambiente (DfE, por sus siglas en
inglés). En muchos casos, las empresas
forma intensiva en el conocimiento se denomina en
ocasiones sector cuaternario. Normalmente, se denomina
proceso de industrialización a la expansión del sector
secundario en economías dominadas por actividades
primarias; es decir: pasar de actividades de subsistencia
(como la agricultura a pequeña escala para satisfacer
las necesidades de una unidad familiar) y la venta de
materias primas (p. ej., troncos), a crear valor añadido con
actividades de procesamiento, refino y fabricación.
CUADRO 1: DEFINICIÓN DE INDUSTRIA
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
que participan en enfoques de industria verde han tomado la iniciativa de difundir el conocimiento
de las técnicas y prácticas de producción sostenible, proporcionando orientación y asistencia a
otras empresas de los sectores, cadenas de valor y comunidades en los que operan. Las ventajas
del DfE se extienden también a los consumidores, ya que se mejora su acceso a productos y
servicios sostenibles.
Para lograr un impacto significativo en lo relativo a la reducción de la contaminación, incluidas las
emisiones de GEI, será necesario introducir cambios de gran calado en la utilización de los recursos
y el tratamiento de los residuos. El desarrollo de un sector industrial verde robusto será absolutamente esencial para conseguir esta transformación. La industria verde mejora también de manera
fundamental las condiciones sanitarias del entorno y de los ciudadanos, puesto que desarrolla
sustitutos más seguros de los productos químicos convencionales y procesos alternativos que no
utilizan productos químicos.
2.2. EL RETO DE LA INDUSTRIA VERDE: LA DISOCIACIÓN
El creciente reconocimiento de la carga ambiental de los modos tradicionales de producción industrial
ha provocado una intensificación del movimiento relacionado con el desarrollo sostenible, la economía
verde y el paso a la industria verde; existe sin embargo un consenso cada vez más extendido de
que la única forma de asegurarse de que el crecimiento económico sea sostenible pasa por disociarlo del consumo de recursos y la contaminación (Stamm, A. et al. 2009).
Hay dos tipos de disociación: disociación relativa, en la cual se incrementa la producción pero el
consumo de recursos y la contaminación no crece con la misma rapidez; y absoluta, en la cual la
producción crece pero el consumo de recursos y la contaminación disminuyen (ibid.). También es
importante distinguir entre disociación de recursos e impactos, puesto que puede ocurrir que la
producción se disocie de la contaminación pero no del uso de recursos; o que, por el contrario, la
producción se disocie del uso de recursos, pero no de la contaminación. La disociación de la que
hablamos aquí hace referencia tanto al uso de los recursos como a los impactos.
Disociación
Crecimiento económico
Disociación relativa
del uso de recursos
Disociación absoluta
del uso de recursos
FIGURA 3: DISOCIACIÓN RELATIVA Y ABSOLUTA
11
12
Se ha debatido mucho acerca de si la disociación se puede conseguir o no, y cómo hacerlo (Stamm,
A. et al. 2009; van der Voet, E. et al. 2004; Smith, M.,H., Hargroves, K., Desha, C. 2010). Si bien la
disociación relativa se puede conseguir fácilmente mediante el aumento paulatino de la productividad
de los recursos, el incremento de la generación de valor y el paso a actividades económicas que
hagan un uso menos intensivo de los recursos, la disociación absoluta podría exigir cambios tanto
en la forma de definir y medir el crecimiento económico como en la forma en que se satisfacen las
necesidades y aspiraciones de la población. Esto podría incluir cambios radicales en materia de
sistemas tecnológicos, de producción y de consumo, así como cambios culturales. La disociación
absoluta —el llamado "crecimiento verde"— es obviamente más deseable, puesto que permitiría
reducir la contaminación y el uso de recursos e incrementar la producción. Sin embargo, pese a los
progresos que se han hecho en este área, ningún país del mundo ha logrado una situación sostenible que combine elevada productividad de los recursos y altos niveles de desarrollo social y humano
con un nivel bajo o en disminución del consumo de recursos per cápita (Sustainable Europe Research
Institute e Instituto Wuppertal del Clima, el Medio Ambiente y la Energía, 2010). Aunque la tecnología
permite introducir constantemente mejoras de la eficiencia, estas mejoras nunca se han cristalizado
en una disociación absoluta, porque se han visto superadas por el ritmo de crecimiento del rendimiento económico y de la población (Stamm, A. et al. 2009). La interacción de estas tres variables
(rendimiento, población, eficiencia) determina en qué grado se produce la disociación. Según las
previsiones, la población del mundo desarrollado seguirá creciendo en el futuro próximo, por lo que
el margen de actuación en este frente es limitado. Como consecuencia, el peso de conseguir la
disociación absoluta recae sobre el rendimiento y la eficiencia. Pero, como hemos indicado más
arriba, la experiencia histórica ha demostrado que, pese a que los incrementos de la eficiencia
resultantes de la innovación tecnológica fomentan la disociación relativa, no son suficientes para
alcanzar la disociación absoluta. Por lo tanto, puesto que los países en desarrollo necesitan incrementar su rendimiento per cápita para luchar contra la pobreza y mejorar su nivel de vida, es esencial
que el tipo de rendimiento económico que se genere tenga un coste de recursos e impacto ambiental
más bajo que hasta ahora. Estas dos facetas de la disociación, la función de la tecnología y el tipo
de rendimiento producido, se abordarán consecutivamente.
Reto
Disociar el crecimiento
económico del uso de
recursos y la contaminación
Hacer más con menos:
proporcionar más valor con
menos impacto ambiental
y mayor eficiencia económica
Respuesta
ar
Desarrollo
industrial
sostenible
nt
me
re
Inc
Red
uci
r
Sanidad,
ingresos,
calidad de vida
Uso de recursos,
contaminación, residuos,
impacto en el medio
natural, impacto climático
FIGURA 4: DISOCIACIÓN DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO DEL USO DE LOS RECURSOS Y DE LA CARGA AMBIENTAL
Una razón evidente del fracaso histórico de los avances tecnológicos para conseguir la disociación
absoluta es que el papel de la industria, y en particular de la industria manufacturera, no ha recibido
suficiente atención por parte de los responsables políticos. Las mejoras de la eficiencia en el uso
de los recursos benefician normalmente a los intereses de la industria, pero, en muchas ocasiones,
la muy fundada justificación económica de reducir los impactos ambientales no recibe la misma
atención, y los responsables de las políticas consideran necesario intervenir para asegurarse de que
se utilicen tecnologías que minimicen esos impactos. Muchas de estas intervenciones en el ámbito
de las políticas son de tipo "mando y control". Si bien este tipo de intervención seguirá siendo un
componente importante del trabajo en pro de la disociación, existe también una necesidad acuciante
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
de intervenciones y políticas que inciten a la industria a asumir un papel activo en la necesaria
transformación de las tecnologías y los métodos de producción. La ecologización de la economía
y las industrias será una tarea extremadamente compleja que requerirá la participación de toda la
industria y la creación de nuevas industrias verdes para informar, apoyar e impulsar iniciativas que
desarrollen la tecnología necesaria para que los sistemas y los procesos industriales sean más
sostenibles.
Además de innovación tecnológica, la disociación absoluta requiere un cambio fundamental en la
naturaleza actual del crecimiento económico. Como se detalla en el Cuadro 2, es en parte una
cuestión de medición pero, fundamentalmente, se trata de introducir cambios exhaustivos en los
patrones de producción y consumo. La industria verde contribuye a ello mediante la ecologización
de industrias existentes y el fomento de la creación de proveedores de servicios y de tecnologías
ambientales, es decir, empresas que van desde pequeñas operaciones de reciclaje hasta empresas
de tecnología de energías renovables. El éxito o el fracaso de la disociación absoluta en países en
desarrollo vendrá determinado por si se produce o no el cambio de paradigma en la forma de crear
valor. Hay numerosos ejemplos de innovación y éxito empresarial que han sido fruto de disociar la
creación de valor económico del consumo de recursos, basándose en iniciativas del tipo de la
industria verde. Uno de ellos serían los servicios de copia e impresión, gracias a los cuales no es
necesario adquirir los equipos correspondientes. Otros ejemplos incluyen la descarga de música y
software en lugar de la compra de CD, o la posibilidad de alquilar moquetas en lugar de comprarlas
(véase http://www.dtu.dk/upload/centre/cipu/pss/031-0210-fertigung.pdf). Aparte de crear nuevas
oportunidades de crecimiento económico y proporcionar incentivos para que las empresas ofrezcan
productos físicos más reciclables y duraderos, estos sistemas de servicios de productos garantizan
que los consumidores sigan disfrutando de los mismos servicios o funciones, que en ocasiones se
ven incluso mejorados. De esta forma se rompe el vínculo entre la necesidad de utilizar cantidades
crecientes de recursos y generar más polución para satisfacer las necesidades y los deseos de los
consumidores. Sin embargo, está por ver en qué medida estas empresas podrán reemplazar a las
empresas que necesitan usar más recursos y contaminar más para incrementar su producción.
No cabe duda de que el crecimiento verde es un objetivo viable a largo plazo. Sin embargo, dado
el carácter de urgencia de la problemática ambiental actual, es esencial que la transición se haga
con rapidez, porque los impactos, tanto sobre los recursos como ambientales, siguen creciendo de
forma descontrolada. La industria verde será esencial tanto para incentivar la innovación tecnológica
que el crecimiento verde necesita como para lograr la transición más profunda hacia patrones de
producción y consumo sostenibles que determinará en última instancia cuándo y cómo se harán
realidad la economía verde y el desarrollo sostenible.
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14
Disociación y medición
El crecimiento económico se mide en términos de producto interior bruto (PIB), que hace referencia al valor
de mercado de todos los bienes y servicios finales producidos en un país durante un período de tiempo
determinado. Este concepto sirve también a menudo como indicador del nivel de vida de un país. Sin
embargo, puesto que se trata de un agregado del valor de actividades económicas, no distingue entre
costes y beneficios. Por ejemplo, el agotamiento del capital natural se trata como ingresos (beneficio) en
lugar de como la depreciación de un activo (coste). El PIB tampoco mide muchos factores de importancia
para el bienestar de una sociedad, como la calidad de la asistencia sanitaria, el acceso a la educación o
la esperanza de vida. Es más, el PIB no proporciona tampoco indicios sobre la distribución de la riqueza
en un país ni el valor del trabajo voluntario o doméstico. Con frecuencia, el nivel de vida se mide también
utilizando el nivel de ingresos (es decir, el producto nacional bruto, o PNB, per cápita) o la cantidad de
distintos bienes y servicios consumidos (p. ej., el número de televisores per cápita). Sin embargo, estos
indicadores tampoco tienen en cuenta otros factores importantes, como la calidad de vida (el bienestar
global de las personas). Medir la calidad de vida es complejo puesto que, aparte del bienestar material,
incluye factores más intangibles, como la calidad del medio ambiente y la seguridad personal.
Se han hecho y se siguen haciendo numerosos esfuerzos para diseñar indicadores que proporcionen
medidas más exhaustivas del desarrollo (véase, como ejemplo, UNDPs Human Development Reports en
http://hdr.undp.org/en). Estos nuevos indicadores probablemente tengan más capacidad para reflejar si la
disociación se ha conseguido o no.
CUADRO 2: RELACIÓN ENTRE LA DISOCIACIÓN Y CÓMO SE MIDE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
3. LAS VENTAJAS DE LA INDUSTRIA VERDE
El desarrollo de la industria verde presenta ventajas en tres frentes: económico, social y ambiental.
Esta sección describirá exactamente qué puede esperar conseguir una Administración cuando opta
por utilizar un enfoque de industria verde para sus políticas de desarrollo económico e industrial.
3.1. VENTAJAS ECONÓMICAS: MAYOR INNOVACIÓN Y CRECIMIENTO; MAYOR
RESISTENCIA
La industria verde aporta un valor económico significativo ya que capacita a las empresas para empezar
a trabajar de forma proactiva en la mejora de su rendimiento ambiental. La diversidad económica de
los países en desarrollo se mejora mediante la creación de empresas que se implican en nuevos
procesos de agregación de valor y producen una gama más amplia de productos más sofisticados
(UNIDO 2010). Convirtiéndose en empresas verdes, aumentan su rendimiento, cumplen las normas de
sostenibilidad, satisfacen las exigencias de los clientes y mejoran su acceso a los mercados globales.
La mejora del rendimiento ambiental se asocia a la generación de ingresos y empleos a base de
mejorar la eficiencia de las industrias existentes. Esto puede darse, por ejemplo, como resultado de
la recuperación de materiales valiosos en los flujos de residuos y la creación ulterior de nuevos
productos o técnicas de producción que incorporen lo que antes eran residuos para mejorar la penetración en los mercados existentes y hacer posible el acceso a nuevos mercados. A medida que las
empresas se vuelven más eficientes en sus procesos de producción y gestión de residuos, se hacen
menos dependientes de los materiales vírgenes y consiguen nuevos ahorros. Otros beneficios adicionales de la mejora del rendimiento ambiental son el incremento de la productividad del trabajo (gracias
a la mejora de las condiciones de trabajo), mejoras en la calidad de los productos, menos probabilidad
de accidentes, reducción del riesgo de costes de responsabilidad civil, restitución y reparación, y
reducción del coste de los seguros. Los cálculos realizados muestran que las inversiones en tecnologías limpias tienen normalmente plazos de amortización relativamente cortos y conducen a una reducción de los costes anuales (von Weizsäcker et al. 2009; IEA 2010). Esto significa que, después del
coste inicial, estas inversiones ayudan a que las empresas ahorren dinero (puesto que reducen el uso
de recursos) o a que generen mayores ingresos (como resultado de la mejora de la productividad).
Las técnicas de producción sostenible han demostrado tener también efectos derivados significativos.
Los ahorros de costes y los nuevos flujos de ingresos pueden utilizarse para incentivar la expansión
de la empresa, crear nuevos puestos de trabajo e invertir en nuevas mejoras de la productividad de
los recursos. La experiencia demuestra que las empresas utilizan frecuentemente los ahorros de costes
o los ingresos adicionales para invertirlos en tecnologías, actualizaciones y expansiones ambientales,
o para desarrollar nuevos procesos o productos verdes. Las empresas que trabajan de forma proactiva
para mejorar su rendimiento ambiental se encuentran en mejor posición para satisfacer las necesidades
de un entorno empresarial en constante proceso de cambio. En particular, la ampliación de las actividades manufactureras en países de bajos ingresos presenta grandes oportunidades para beneficiarse
de efectos indirectos, entre los que se cuentan efectos demostrativos, capacitación de trabajadores y
gerentes, generación de aprendizaje tecnológico, y suministro de insumos y demanda para otras actividades (Rodrik, D. 2007).
Asimismo, la producción sostenible impulsa también el desarrollo de industrias verdes, es decir, el
suministro de servicios y tecnologías verdes. El mercado potencial de bienes y servicios ambientales
crece con rapidez y podría convertirse en una importante fuente de generación de empleo, especialmente para pequeñas y medianas empresas (pymes) en países en desarrollo.
Específicamente en los países en desarrollo, existe un considerable potencial para generar oportunidades de valor añadido y empleos en la cadena de valor agrícola, que es un sector importante en
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estos países. Mientras los países con niveles de ingresos elevados agregan más de 200 USD de valor
al procesamiento de una tonelada de productos agrícolas, los países en desarrollo agregan menos de
50. Es más, mientras el 98 % de la producción agrícola en los países de ingresos elevados se somete
a procesamiento industrial, en los países en desarrollo el porcentaje es de apenas el 30 %. Al mismo
tiempo, las industrias agrícolas de los países en desarrollo generan ente el 40 y el 60 % del valor
añadido de fabricación, y los productos agroindustriales representan la mitad de todas las exportaciones en la mayoría de los países en desarrollo. Las pérdidas y los niveles de residuos después de
la cosecha son elevados, principalmente como consecuencia de la falta de eficiencia y de la ausencia
de tecnologías básicas de procesamiento (UNIDO 2008a). Los enfoques de industria verde pueden
transformar y modernizar estos sistemas de producción alimentaria (p. ej., reduciendo los residuos
mediante mejoras tecnológicas, optimización de procesos y uso de productos derivados). De esta
forma se mejora la seguridad del suministro alimentario, se incrementan los ingresos y se crea empleo.
El desarrollo de la industria verde mejora la resistencia de las economías en desarrollo y las hace
menos vulnerables a las veleidades de los precios de las materias primas a escala mundial, ya que
reduce la dependencia de los sectores extractivos y la exportación insostenible de materias primas.
Además, la industria verde, especialmente en los casos donde se orienta al crecimiento de las pequeñas
y medianas empresas (pymes) en entornos rurales y remotos, puede generar actividad económica
arraigada localmente, gracias a lo cual las economías locales serán más robustas y resistentes a los
sobresaltos y las presiones de la economía mundial y de las fuerzas económicas regionales.
En distintos aspectos, como el desarrollo de nuevas industrias, la mejora de la eficiencia de las industrias existentes o los efectos derivados, la industria verde presenta oportunidades económicas y ventajas
significativas, especialmente para los países en desarrollo. Este es precisamente el atractivo de los
enfoques de industria verde: que son buenos tanto para la economía como para el medio ambiente,
en lugar de sacrificar la una en aras del otro, o viceversa.
Ahorrar dinero y mejorar el rendimiento ambiental al mismo tiempo
La red global de centros nacionales de producción más limpia ha ayudado a miles de empresas a
implementar la producción sostenible y, al mismo tiempo, ahorrar costes y potenciar sus ingresos (UNIDOUNEP 2010). Entre otros ejemplos se cuentan:
•
El centro de Perú que ayudó a una pequeña fundición a lograr ahorros anuales por valor de casi
19 000 USD, así como a mejorar sus prácticas y condiciones laborales. La empresa se centró
principalmente en la reducción del consumo energético, pero el enfoque integrado que adoptó
hizo posible un incremento de la recuperación de materiales y redujo los niveles de sustancias
peligrosas en los residuos, así como las emisiones de GEI.
•
Con el apoyo del centro de Kenia, un fabricante de aceite alimentario y jabones logró ampliar su
capacidad de producción y mejorar su eficiencia mediante la adopción de métodos de producción
más limpios y que hacen uso más eficiente de los recursos. Entre otros, los beneficios incluyen
ahorros anuales superiores a 623 000 USD, que hicieron posible la creación de nuevos puestos
de trabajo y proyectos empresariales.
•
El centro de Sri Lanka ayudó a una planta de procesamiento de cocos a ahorrar más de
200 000 USD anuales con una inversión inferior a 5000 USD. Las alternativas identificadas por el
centro permitieron al mismo tiempo reducir las cantidades de residuos y prácticamente suprimir
las emisiones de GEI mediante el uso de los residuos para generar energía. La planta ha asumido
un papel de liderazgo en la ecologización del sector y está ayudando a otras plantas similares a
optimizar los procesos y reducir los residuos.
La industria verde incluye también enfoques orientados a problemas específicos como el uso del agua y
la generación de aguas residuales. El enfoque de transferencia de tecnologías ambientalmente responsables
(TEST) desarrollado por ONUDI es un enfoque sistemático basado en la necesidad que integra estrategias
preventivas en las operaciones empresariales. Los proyectos TEST se adaptan a las condiciones particulares
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
del sector industrial de que se trate, así como al marco institucional del país donde se implementan. Los
proyectos TEST incluyen la generación de capacidad para los socios nacionales, proyectos de demostración
en industrias piloto y la diseminación y la replicación a escala nacional y regional.
Un ejemplo de un proyecto TEST es el proyecto GEF/Danube implementado por ONUDI entre 2001 y 2004
en cinco países de la cuenca del Danubio (Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia), como resultado
del cual cuatro empresas obtuvieron la certificación ISO14001 al final del proyecto y otras tres la han
obtenido desde entonces. Se han implementado más de 230 soluciones de producción más limpias en las
17 empresas participantes, complementadas por 1,7 millones de USD de inversión en nuevas tecnologías.
Estos cambios han aportado unos ahorros estimados de 1,3 millones de USD anuales para estas empresas
y han fortalecido su competitividad. Se ha calculado que la reducción total de los vertidos de aguas
residuales al Danubio ha sido de 4,6 millones de metros cúbicos anuales. La mayoría de los sectores han
registrado una reducción del 30 % en el consumo de agua después de introducir métodos de producción
más limpios, que se ha elevado hasta un 90 % como resultado de la inversión en nuevas tecnologías.
Aunque en un contexto planetario el impacto de estos logros empresariales pueda parecer limitado, son
un claro exponente de las oportunidades asociadas con la implementación de los enfoques de industria
verde. Teniendo en cuenta el número de pequeñas y medianas empresas activas en los países en desarrollo
y el gran número de nuevas empresas que se crean todos los días, si la industria verde se integrase
plenamente y se ampliase a todas ellas, el efecto acumulativo sería extraordinario.
CUADRO 3: EJEMPLOS DE INICIATIVAS DE INDUSTRIA VERDE CON VENTAJAS ECONÓMICAS
3.2. VENTAJAS SOCIALES: MÁS EMPLEO, MAYORES INGRESOS Y EMPODERAMIENTO
Existe un consenso cada vez mayor acerca de que los esfuerzos por acelerar el crecimiento económico
sostenido deben abordar el problema del desarrollo humano, además de los problemas económicos
de incremento de los niveles de productividad, actualización de las tecnologías e integración en cadenas
de valor mundiales (Nelson, J. 2007). En el mundo desarrollado, abordar el desarrollo humano puede
implicar tanto mejorar la desigualdad y rectificar la erosión del capital social como luchar contra la
pobreza propiamente dicha. En los países en desarrollo, sin embargo, el desarrollo humano exige de
forma prácticamente inmediata la reducción de los niveles de pobreza.
Los datos indican que es esencial contar con tasas elevadas de crecimiento para reducir la pobreza
(ibid. Stamm A. et al. 2009; OECD 2004). En la última década, más de 300 millones de personas han
salido de la pobreza en el este y el sureste asiático como resultado del rápido crecimiento económico
de la región (UNIDO 2008; Stamm, A. et al. 2009). Al mismo tiempo, los datos empíricos demuestran
la existencia de una correlación general entre las tasas de crecimiento económico y la rapidez con
que mengua el capital natural (Stamm, A. et al.). Por consiguiente, si no se adoptan medidas para
garantizar que el crecimiento industrial de los países en desarrollo sea sostenible, este crecimiento
seguirá contribuyendo al agotamiento y la degradación del capital natural que constituye la base de
la actividad económica (UNIDO 2010c).
El desarrollo del sector de la industria verde crea importantes oportunidades de empleo para grupos
desfavorecidos y marginalizados, además de oportunidades para mejorar las condiciones de trabajo,
ya que proporciona las capacidades y tecnologías necesarias para actualizar las actividades de los
sectores informales (UNEP/ILO/IOE/ITUC, septiembre 2008). Los estudios indican que entre el uno y
el dos por ciento de la población urbana de los países en desarrollo, es decir, más de 15 millones de
personas en todo el mundo, participan en actividades urbanas de reciclado de materiales. Se trata de
un sector que refleja claramente las oportunidades de desarrollo humano que presenta la industria
verde. En los países en desarrollo, las actividades de gestión de residuos y reciclaje del sector informal
son fuentes importantes de ingresos para muchas personas, pero los niveles de ingresos y las condiciones de trabajo son a menudo deficientes. La industria verde pretende no solo incorporar este sector
a la esfera económica formal, sino también modernizar sus técnicas y procesos. Disponer de sistemas
nuevos o mejorados para reciclar y reutilizar materiales garantizaría que no se pierdan recursos valiosos
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y ofrecería también oportunidades para reducir la pobreza a través de la creación de nuevas industrias
y empleos formales, generadores de ingresos y con condiciones de trabajo mejoradas (Chalmin C. y
Gaillochet, C. 2009). Los cálculos más conservadores indican que, a escala mundial, las actividades
asociadas con la reutilización del flujo de agua (desde la recogida al reciclado) representan un mercado
de 300 000 millones de euros (ibid.). Asimismo, puesto que la pobreza y la falta de puestos de trabajo
y futuro económico en poblaciones en crecimiento están ligadas al aumento de la delincuencia y la
inmigración ilegal, la creación de industrias verdes que proporcionen puestos de trabajo tanto en
entornos rurales como urbanos sería decisiva para evitar esas tendencias.
Otro ejemplo de un sector que ofrece considerable potencial para grupos desfavorecidos y marginalizados gracias a la ecologización y la formalización de un sector informal es el de las fuentes de calor
para la preparación de alimentos. En muchos lugares, los alimentos se cocinan predominantemente
usando hornillos poco eficientes y fogatas. Ambos métodos tienen elevadas emisiones de GEI. La
producción y distribución de placas eléctricas y hornillos más eficientes para reemplazar los métodos
tradicionales ofrece un potencial significativo como fuente de empleo e ingresos para personas desfavorecidas, especialmente en áreas rurales, y crea al mismo tiempo una nueva industria verde (ILO
2010). Si se realizan estudios de I+D a escala nacional o regional para determinar la forma idónea de
producir estas nuevas tecnologías usando materiales locales y se introducen además programas para
incentivar la producción y la distribución, es muy posible que se pueda crear una industria de producción y distribución de placas eléctricas u hornillos arraigada localmente, lo cual contribuiría a aliviar la
pobreza y reducir las emisiones. La política de la industria verde debería centrarse en estos tipos de
resultados que benefician a los desfavorecidos y al medio ambiente. Este ejemplo podría ampliarse
fácilmente a la producción de materiales de construcción sostenibles y de origen local para el sector
de la construcción y a otras iniciativas similares que podrían crear una nueva industria beneficiosa
tanto para las personas como para el medio ambiente.
En lugar de tratar simplemente los síntomas, las estrategias de desarrollo empresarial inclusivas que
se integran en las iniciativas de industria verde atacan las causas de la pobreza en su raíz: la falta de
oportunidades para disfrutar de medios de vida sostenibles. Para ello, se debe aumentar el rendimiento
económico de los factores productivos que las personas desfavorecidas tienen a su disposición (p.
ej., elevar los ingresos de la mano de obra no cualificada), así como mejorar el acceso a las capacidades y tecnologías que permitan estimular la iniciativa empresarial y aumentar la productividad. Esto
incluye promover el desarrollo de actividades rurales no agrícolas, como la producción en microempresas y pymes (Kniivilä, M. 2007). Como hemos apuntado arriba, en muchos casos el desarrollo de
nuevas empresas verdes (e industrias verdes) puede consistir simplemente en formalizar actividades
económicas informales preexistentes. Los vendedores (de todo tipo) son un ejemplo clásico de pequeñas
y medianas empresas que son una fuente importante de empleo para personas desfavorecidas (Women
in Informal Employment: Globalizing and Organizing, 2011). Formalizar esos negocios y proporcionar
otras formas de asistencia y apoyo permitiría a muchos de estos comerciantes ampliar sus operaciones;
esto aumentaría el empleo para incrementar la productividad, lo que minimizaría el uso de insumos
destructivos del medio ambiente y permitiría también una gestión más eficiente del inventario, que a
su vez podría reducir las emisiones resultantes del transporte. Modernizar y ecologizar las industrias
agrícolas y otros sectores vitales para los países en desarrollo es otra forma de capacitar a las personas
desfavorecidas para que se valgan por sí mismas y aumenten sus ingresos. Muchas personas pobres
que viven en áreas rurales son pequeños agricultores. El rendimiento de sus explotaciones podría
incrementarse combinando su experiencia con tecnologías verdes emergentes. Esto ofrece un potencial
considerable para alejarse de insumos agrícolas de altas emisiones y, en muchos casos, cada vez
más caros (United Nations, Economic and Social Commission for Asia and the Pacific. A Feasibility
Study on the Application of Green Technology for Sustainable Agriculture Development).
La promoción de las iniciativas empresariales entre las mujeres es otro aspecto clave de la capacitación de las personas con pocos recursos. El Grameen Bank es un ejemplo importante en este sentido.
El banco, que ha orientado sus microcréditos a las mujeres (el 98 % de sus prestatarios lo son), ha
mejorado la capacidad de estas mujeres para iniciar y ampliar sus negocios y ha obtenido un éxito
considerable en la promoción de iniciativas empresariales femeninas en países en desarrollo (Wahid,
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
A. 1999). Es fácil concebir iniciativas similares que podrían orientarse también a las mujeres, como,
por ejemplo, programas especiales que les proporcionen las capacidades y los conocimientos necesarios para crear y gestionar con éxito una empresa. Los enfoques de industria verde contribuyen de
manera significativa a la reducción de la pobreza, especialmente cuando en su concepción se tiene
en cuenta la faceta del desarrollo humano. Para hacerlo, crean puestos de trabajo dignos, con salarios
más elevados, mediante la promoción de las inversiones empresariales, el estímulo de la actualización
y el dinamismo tecnológicos y la mejora de la capacitación humana (UNIDO 2009b; UNIDO 2009c;
UNIDO 2008).
Sin embargo, es preciso señalar que contar con fuentes de energía fiables y asequibles es indispensable para conseguirlo. La pobreza energética retrasa significativamente el desarrollo económico en
muchos países en desarrollo. Sin embargo, las soluciones energéticas limpias, descentralizadas y sin
conexión a la red principal que ofrece la industria verde pueden abordar eficazmente los problemas
de pobreza energética y estimular el crecimiento de las actividades productivas, además de ofrecer
un potencial considerable para la creación de empleo en zonas rurales y contribuir al mismo tiempo
a la mitigación del cambio climático. (UN Energy 2005). Estos sistemas también crean oportunidades
para la introducción de tecnologías modernas (p. ej., tecnologías de información y comunicación) en
las zonas rurales de los países en desarrollo. En las comunidades pobres sin acceso normal a servicios
energéticos fiables, la mejora de la electrificación o la disponibilidad de combustibles limpios basados
en fuentes de energía renovables reducen la pobreza, mejoran las condiciones sanitarias y aumentan
el nivel de vida.
Se ha demostrado que la industria verde ofrece la oportunidad de perseguir objetivos económicos sin
que ello suponga hacerlo a expensas de otras esferas importantes como, en este caso, el contexto
social. Normalmente, el desarrollo industrial tradicional ocasionaba importantes trastornos sociales,
pero los enfoques de industria verde bien concebidos pueden proporcionar trabajo y mejorar la calidad
de vida, y al mismo tiempo complementar y fortalecer las redes sociales existentes. De hecho, el
Generación de capacidades para desarrollar actividades productivas verdes
En Guinea, ONUDI está implementando un proyecto del Fondo para la Consolidación de la Paz destinado
a contrarrestar la escalada del conflicto mediante la implicación de jóvenes en situación de riesgo en
actividades productivas. Para ello, ONUDI proporciona la formación práctica y las tecnologías básicas
necesarias para el reciclaje de plásticos, papel y metal. Esto contribuye a la estabilidad, crea puestos de
trabajo, afianza la capacidad local, desarrolla las capacidades empresariales, fomenta la eficiencia en el
uso de los recursos y contribuye a solucionar los problemas ambientales asociados con los vertederos y
los vertidos indiscriminados de residuos. También ayuda a otras empresas a ser más limpias y más eficientes
con los recursos, ya que proporciona acceso a materiales susceptibles de reemplazar las materias primas
vírgenes (United Nations Peace Building Fund, www.unpbf.org/index.shtml).
Acceso a energía limpia
El proyecto de generación de electricidad basada en fuentes renovables para miniredes aisladas de ONUDI
/PNUMA/GEF en Zambia está creando tres miniredes rurales basadas en tecnologías de energía solar, de
biomasa e hidroeléctrica a pequeña escala con el fin de mejorar la capacidad manufacturera nacional
basándose en tecnologías de energía renovable. El proyecto ha estimulado la creación de alianzas privadas
con intervención de las comunidades, servicios públicos, inversores y empresas. Al mismo tiempo, el
proyecto está contribuyendo al establecimiento de un marco legal, institucional y político para fomentar
una mayor implementación de la energía renovable.
Otras iniciativas similares al proyecto arriba mencionado están haciendo posible la difusión y la adopción
de tecnologías de comunicación de la información en zonas rurales y proporcionando de este modo una
solución verde al problema de la brecha digital, es decir, están contribuyendo a garantizar el acceso universal
a las tecnologías modernas.
CUADRO 4: EJEMPLOS DE INICIATIVAS DE INDUSTRIA VERDE CON VENTAJAS SOCIALES Y VENTAJAS ECONÓMICAS
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carácter descentralizado de muchos enfoques de industria verde garantiza que sea posible reducir la
pobreza allí donde se encuentra, en lugar de fomentar la migración a centros manufactureros, como
solía ocurrir tradicionalmente. El desarrollo de soluciones con arraigo local a los problemas económicos,
sociales y ambientales contribuye a evitar que se fomente una cultura de la dependencia en las áreas
geográficas que necesitan desarrollarse. El resultado son economías locales y regionales más dinámicas, en las cuales los individuos tienen mayor capacidad para contribuir al desarrollo económico y
social de sus comunidades y están más implicados en él.
3.3. VENTAJAS AMBIENTALES: MAYOR EFICIENCIA EN EL USO DE RECURSOS, MENOS
RESIDUOS Y CONTAMINACIÓN
Las proyecciones actuales indican que la producción industrial global se multiplicará por cuatro de
aquí a 2050 (UNIDO 2010d). A escala mundial, el sector industrial usa más energía que cualquier otro
sector de uso final y consume en la actualidad más de un tercio del total de la energía suministrada
en el mundo (http://www.unido.org/index.php?id=1000474). Casi un tercio de todas las emisiones de
CO2 mundiales pueden atribuirse al sector manufacturero (International Energy Agency, 2007). El sector
es responsable igualmente de casi el 20 % del uso mundial de agua (World Business Council for
Sustainable Water Development 2009) y la mayoría de las materias primas utilizadas (según el estudio
piloto sobre uso de recursos y eficiencia de recursos en economías emergentes encargado por ONUDI
en el marco del Programa de la Industria Verde y realizado en 2010 por el Instituto Europeo de
Investigación para una Europa Sostenible y el Instituto para el Clima, el Medio Ambiente y la Energía
de Wuppertal). Los sistemas de producción industrial actuales se caracterizan por su ineficacia a gran
escala en lo relativo al uso de materiales, agua y energía. Según este estudio, menos del 10 % de los
recursos extraídos o recogidos acaban en los productos finales. Muchas empresas, especialmente en
países en desarrollo, consumen más materiales, energía y agua de la que los procesos de producción
requieren, porque usan tecnologías obsoletas e ineficientes y no tienen capacidad para adoptar sistemas
de gestión adecuados (UNIDO 2008a). En el mundo se generan anualmente miles de millones de
toneladas de residuos (incluidos residuos industriales y municipales), aproximadamente 10 millones de
toneladas diarias. Sin embargo, menos de una cuarta parte de estos residuos se recuperan o se
reciclan (Chalmin, C. and Gaillochet, C. 2009).
Mejorar la eficiencia en el uso de los recursos (es decir, hacer un uso más eficaz de la energía, los
materiales y el agua) permite conservarlos. Si hacemos un uso más eficiente de las materias primas
y reducimos su demanda, reduciremos también los impactos asociados con su obtención (Peck, M.
and Chipman, R. 2007). El reciclaje de los materiales de desecho para reincorporarlos a la producción
industrial, por ejemplo, reduce los requisitos de extracción y procesamiento de recursos naturales
vírgenes (que pueden acarrear una considerable carga ambiental), ahorra gran parte de la energía
utilizada para la extracción y el procesamiento, reduce los niveles de residuos y la contaminación (ibid.)
y disminuye la necesidad de invertir en sistemas de tratamiento de fin de proceso. Usar chatarra de
acero se asocia con una reducción general de entre el 60 y el 70 % del consumo energético; en el
caso del aluminio, este ahorro supone el 95 %; en el del papel el 65 %; y en el de los plásticos entre
el 80 y el 88 %. En algunos casos, los materiales reciclados también reducen los requisitos energéticos
de los procesos de producción. Por ejemplo, reciclar vidrio reduce el consumo general de energía en
un 70 % y el de agua en un 50 %, y además disminuye la contaminación asociada, con una reducción
del 20 % en las emisiones y del 50 % en la contaminación del agua (von Weizsäcker et al. 2009). Los
cálculos efectuados indican que el coste de la ineficiencia asociada con los residuos, es decir, los
subproductos de producción, puede suponer entre el 10 y el 30% del coste total de producción, como
vemos por ejemplo, en GTZ–Profitable Environmental Management (http://www.gtz.de/de/dokumente/
en-instruments-of-prema.pdf). Reducir los residuos y la falta de eficiencia en todas sus formas permite
a las empresas atenuar su impacto ambiental y al mismo tiempo disfrutar de ahorros significativos.
Cuando las empresas utilizan el DfE se obtienen también importantes beneficios ambientales. Los
productos verdes ofrecen normalmente mayor funcionalidad y facilidad de uso, una vida útil más
prolongada, mayor facilidad de desmontaje o reciclabilidad y mejoras en la obtención y la producción
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
de materiales, todo lo cual puede reducir el impacto ambiental asociado con su producción y uso.
Las empresas pueden influir en todas las fases del ciclo de vida de los productos y servicios. Las
decisiones que adoptan las empresas determinan en gran medida los impactos ambientales de los
productos y servicios, puesto que el diseño de dichos productos y servicios determina entre el 80 y
el 90 % de los costes económicos y ecológicos asociados con su ciclo de vida (Hawken et al. 1999).
El ciclo de vida de un producto incluye la extracción o recogida de materiales, el transporte, el procesamiento la producción, la venta, el uso y la eliminación. Con el DfE y la producción sostenible, las
empresas toman medidas para incrementar la eficiencia de los recursos y reducir las cargas ambientales en la totalidad del ciclo de vida de los productos. Para ello es necesario pasar de los sistemas
lineales a sistemas más eficientes de ciclo cerrado y adoptar formas de ofrecer funcionalidad y servicios
que hagan un uso menos intensivo de los recursos y desperdicien menos. Usar recursos renovables
o reciclados, disminuir la cantidad de recursos utilizados y mejorar el diseño de los productos o servicios (por ejemplo, ampliando la vida útil de los productos o produciendo electrodomésticos de bajo
consumo) permite reducir los impactos.
La industria verde es un requisito previo para avanzar hacia el consumo y la producción sostenibles
(CPS). La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) de las Naciones Unidas está trabajando para
que se haga un seguimiento eficaz de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo. La CDS ha reconocido que el CPS es un elemento esencial del desarrollo sostenible. En
2011, el foco se centra en identificar e implementar las opciones políticas que han surgido en el
contexto de un programa marco de CPS con una década de recorrido. Los enfoques de industria
verde crean las condiciones necesarias para que las industrias trabajen de forma proactiva en la
ecologización de sus operaciones y en la creación de productos y servicios que hagan posible la
adopción de patrones sostenibles de producción y consumo (es decir, patrones eficientes con los
recursos y la energía, bajos en carbono, con pocos residuos, no contaminantes, seguros y cuyos
productos se gestionen de forma responsable durante la totalidad de su ciclo de vida). Aunque el
comportamiento, las decisiones y los estilos de vida de los consumidores son factores clave, el CPS
solo puede hacerse realidad si las industrias asumen un papel activo en la reducción del uso de los
recursos y de sus impactos negativos (incluyendo la eliminación de sustancias peligrosas y la reducción
de la contaminación y los residuos) en todo el ciclo de vida de sus productos y servicios. La industria
verde será uno de los principales motores del cambio al CPS.
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Asegurarse de que las actividades productivas no dañen a las comunidades ni al medio ambiente
La extracción de oro artesanal o a pequeña escala en países en desarrollo es una actividad forzada por
la pobreza, cuyos practicantes están a menudo marginalizados socialmente. La subida del precio del oro
en todo el mundo está incitando cada vez a más personas a dedicarse a esta actividad y, como
consecuencia, se está intensificando su impacto negativo sobre la salud y el medio ambiente.
El programa Mercury de ONUDI ofrece demostraciones de distintos métodos para eliminar los vertidos de
mercurio en las operaciones de extracción de oro artesanales o a pequeña escala mediante el uso de
técnicas más eficientes y limpias para la recuperación del oro, como la concentración gravimétrica, la
amalgama en circuito cerrado y la quema de la amalgama en recipientes cerrados, lo que permite reciclar
el mercurio. Asimismo, recientemente se han añadido al programa iniciativas de comercio justo para el
mercado del oro. Este programa ofrece garantías de reducción de la contaminación ambiental y del impacto
sanitario, mayores ingresos gracias al reciclaje y a la adopción de técnicas más eficientes, y precios más
elevados como resultado de las iniciativas de comercio justo. Estos últimos aspectos son importantes para
la población rural de escasos recursos que participa en la actividad y para el entorno natural donde se
desarrolla (para obtener más información sobre el proyecto global del mercurio, consulte: www.unido.org/
index. php?id=1000770).
CUADRO 5: EJEMPLOS DE INICIATIVAS DE INDUSTRIA VERDE CON VENTAJAS AMBIENTALES
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
4. OPORTUNIDADES QUE PRESENTA LA INDUSTRIA VERDE
Además de las ventajas económicas, sociales y ambientales descritas arriba, la industria verde
también presenta oportunidades para abordar dos problemas ambientales persistentes: el cambio
climático y la contaminación química. Esta sección describe en líneas generales las aportaciones
que la industria verde ofrece para solucionar estos problemas y qué pueden esperar en estos frentes
los países y las regiones que desean adoptar estrategias de desarrollo basadas en la industria verde.
4.1. MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y ADAPTACIÓN A SUS CONSECUENCIAS
Las negociaciones sobre el cambio climático están aún muy lejos de alcanzar un acuerdo global
que permita garantizar el nivel de reducción de emisiones de GEI necesario para estabilizar el clima.
En su informe "Energy Technology Perspectives 2010", la AIE afirma que, según el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (GIEC), será
necesario reducir las emisiones de CO2 en al menos un 50 % con respecto a los niveles de 2000
para el año 2050 si se desea limitar el aumento de la temperatura media global a largo plazo a entre
2 y 2,4 oC. Sin embargo, estudios recientes sugieren que el cambio climático está avanzando incluso
con mayor rapidez de lo previsto inicialmente y que hasta el objetivo del "50 % para 2050" podría
resultar inadecuado para evitar niveles peligrosos de cambio climático.
Aunque los acuerdos de Cancún señalan a los gobiernos una senda mejor definida hacia un futuro
de bajas emisiones y apoyan la intensificación de las acciones contra el cambio climático en el
mundo desarrollado, las promesas de las partes implicadas han demostrado ser, hasta la fecha,
inadecuadas para limitar el calentamiento global. Si bien es cierto que contar con fuentes de energía
fiables y asequibles es un requisito previo para el desarrollo industrial, también lo es que las fuentes
utilizadas no deben dañar más aún el medio ambiente.
La industria es el mayor usuario final de energía y uno de los principales contribuyentes a las
emisiones de CO2. Casi un tercio del consumo energético mundial y el 36 % de las emisiones de
CO2 pueden atribuirse a las industrias manufactureras (IEA 2007). Los sistemas industriales se han
diseñado para que suministren productos anteponiendo la fiabilidad a la eficiencia energética.
Además, los sistemas de producción industrial están sujetos a variaciones en lo relativo a los volúmenes de producción o cambios en los tipos de productos producidos. Esto significa que incluso
los sistemas diseñados inicialmente para hacer un uso eficiente de la energía pueden resultar inadecuados si los volúmenes o la composición de la producción cambian. La eficiencia energética de
los sistemas industriales no solo depende de la eficiencia de los equipos individuales, sino de cómo
los distintos equipos funcionan colectivamente cuando se integran en un sistema. El potencial de
mejora de la eficiencia energética de la industria es considerable. El potencial de reducción del CO2
industrial se sitúa entre el 7 y 12 % de las emisiones de CO2 mundiales en la actualidad (ibid.). Las
mejoras relativas que pueden conseguirse en los países en desarrollo son considerables, ya que
una proporción importante de los procesos e infraestructura de estos países pueden hacerse más
eficientes.
La industria también contribuye al cambio climático con emisiones de GEI no asociadas con la
energía. Las emisiones de GEI no asociadas con la energía son las que se producen durante la
fabricación pero que no son resultado del uso de combustible para generar energía, sino de actividades como el uso de solventes o tratamientos químicos. Aproximadamente el 10 % de las emisiones
industriales de CO2 directas e indirectas son emisiones relacionadas con los procesos que no se
deben al uso de combustibles fósiles (ibid.). La industria genera también otras emisiones de GEI
(metano, óxido nitroso y CFC, gases con mayor potencial de calentamiento global que el CO2). Las
tendencias indican que las emisiones de GEI no asociadas con la energía resultantes de procesos
industriales, agricultura y residuos están aumentando a gran velocidad en los países en desarrollo
(Masanet, E. and Jayant S. 2009; Jolley, A. 2006). Se espera que estas tendencias sigan en aumento
23
24
a menos que se produzca un incremento de la adopción de procesos y tecnologías bajos en carbono
(p. ej., tecnologías de gestión de residuos con menos emisiones).
La industria verde fomenta la capacidad de las empresas para liderar el desarrollo y la aplicación
de tecnologías, productos, procesos y enfoques bajos en carbono y resistentes al clima. Ahorrar
recursos reduce los costes de las empresas. A su vez, la reducción en el uso de recursos las protege
del alza de precios desmedida en el futuro. Trabajar de forma proactiva para reducir las emisiones
de GEI permite a las empresas posicionarse mejor para enfrentarse a posibles normativas futuras,
participar en programas comerciales y satisfacer las demandas de mercados y clientes. Las iniciativas de industria verde no solo pueden paliar el cambio climático, sino que pueden hacerlo de forma
económicamente razonable para las industrias participantes.
Como hemos descrito anteriormente, existe un consenso creciente acerca de que la forma más
rápida y eficaz de reducir las emisiones de GEI es concentrarse en mejorar la productividad de los
recursos, adoptando para ello métodos más responsables de producción que incorporen enfoques
de industria verde. Esto incluiría:
•
Desmaterialización de productos: desarrollar nuevos productos que requieran menos recursos
(agua, materiales y energía) en todo su ciclo de vida.
•
Incremento de la eficiencia de los procesos: reducir la intensidad del uso de energía, materiales, productos químicos y agua en los procesos de producción.
•
Minimización de las emisiones de los procesos: adoptar tecnologías limpias para reducir las
emisiones de GEI no asociadas con la energía.
•
Cambio a insumos bajos en carbono: usar fuentes de energía renovables y otras fuentes
bajas en carbono.
•
Cierre del ciclo de materiales: recuperar materiales para reutilizarlos para generar energía y
fabricar nuevos productos (UNIDO 2010b). Si desea obtener más información sobre las
ventajas asociadas con la reutilización y el reciclaje (incluyendo la mitigación de GEI), consulte
la sección 6.
Centrarse en la eficiencia energética en particular aporta las mayores y más rentables reducciones
en las emisiones de GEI. En un contexto industrial, la eficiencia energética se basa en optimizar el
uso de la energía tanto en el proceso de producción como fuera de él. Esto implica extraer el
máximo valor o servicio energético de cada unidad energética utilizada. La eficiencia energética en
la industria se alcanza mediante la adopción de una serie de medidas, entre las cuales se cuentan:
reparar las fugas y mejorar el aislamiento; mejorar el rendimiento de los equipos (p. ej., sustituir o
actualizar los motores); cambiar o eliminar procesos para optimizar los sistemas (asegurarse de que
la energía que se suministra al sistema se utilice eficazmente); cambiar las rutinas (incluyendo las
de control y mantenimiento); y diseñar productos para cuya fabricación se requiera menos energía
y que requieran menos energía para utilizarse. Si bien optimizar los sistemas y rediseñar los procesos
y los productos puede exigir inicialmente más esfuerzo que la simple actualización del equipo, la
experiencia demuestra que este enfoque produce niveles más elevados de eficiencia y reducción de
las emisiones de GEI. Además, los periodos de amortización de los proyectos de optimización de
sistemas son normalmente breves (dossier de formación de REEP/ONUDI). Sin embargo, el uso
industrial de la energía es diferente al de otros sectores de uso final, puesto que los productos
almacenan cantidades considerables de energía y carbono. Por consiguiente, mejorar la eficiencia
a escala de ciclo de vida, incluyendo el reciclado, la recuperación de energía y el uso eficiente de
materiales, será una parte importante del esfuerzo por mejorar la eficiencia energética (IEA 2007).
La eficiencia energética constituye un valioso centro de convergencia de los esfuerzos de reducción
de las emisiones de GEI, tanto en el mundo en desarrollo como en el mundo desarrollado.
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
Además, con frecuencia existe una correlación entre las estrategias industriales para reducir las
emisiones de GEI distintos al CO2 y la mejora de la productividad energética. Por ejemplo, la sustitución de refrigerantes convencionales por sustancias más respetuosas con el medio ambiente aporta
ahorros considerables de energía (von Weizsäcker et al. 2009). Como muestra, en India se ha desarrollado un nuevo método para producir frigoríficos respetuosos con el medio ambiente. Basándose
en la producción de un millón de frigoríficos domésticos, las reducciones de GEI durante el ciclo
de vida de los productos equivalen a entre dos y tres millones de toneladas de CO2 como resultado
de la mejora de la eficiencia energética y a entre 0,5 y 1 millón de toneladas de CO2 como resultado
del uso de refrigerantes más respetuosos con el medio ambiente, según el proyecto "CDM
Methodologies for Manufacturing of Climate Friendly Refrigerators", respaldado por la Secretaría de
Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO) y ONUDI. Por consiguiente, vemos que los
esfuerzos relacionados con la eficiencia energética y la reducción de emisiones de GEI se complementan mutuamente.
De igual forma, abordar el problema de los residuos mediante enfoques de minimización de residuos
o cero residuos, evitando que los residuos sólidos lleguen a los vertederos (p. ej., con actividades
de reciclado o recuperación de la energía, o ambos) y mejorando las tecnologías de gestión de
residuos y tratamiento de aguas residuales, no solo reduce las emisiones de GEI no asociadas con
la energía, sino que además contribuye a un uso más productivo de los recursos. Otras ventajas
adicionales incluyen el estímulo del desarrollo tecnológico y el desarrollo empresarial (p. ej., empresas
de reciclaje a pequeña escala y otras industrias verdes). Aumentar el reciclaje también reduce la
necesidad de extraer o recoger materias primas, así como los requisitos de energía y las emisiones
de GEI asociados. La simbiosis industrial y la cooperación urbano-industrial ofrecen nuevas oportunidades para desarrollar soluciones empresariales bajas en carbono viables, hacer un uso más
eficiente de los recursos y reducir las emisiones.
Mejorar la productividad de los recursos también contribuye al proceso de adaptación a los probables
efectos del cambio climático. Reducir la dependencia de combustibles y materiales cada vez más
escasos contribuirá a hacer las economías y las industrias más resistentes ante las fluctuaciones
futuras en el precio de las materias primas. Los nuevos modelos de negocio, productos y mercados
verdes contribuyen a la diversificación y a la agregación de valor y permiten que las economías
abandonen su dependencia de actividades económicas vulnerables ante el cambio climático. Las
estrategias de industria verde logran resultados deseables en relación con el cambio climático, sin
imponer costes a la industria. De hecho, preparan la industria de los países en desarrollo para
participar en las industrias del futuro y liderarlas, y fortalecen la capacidad de esos países para
enfrentarse a los cambios climáticos que se produzcan, cualesquiera que sean.
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Mitigación del cambio climático con normas, asistencia sobre el terreno e implementación de
acuerdos ambientales multilaterales
Desde 2007, ONUDI ha promocionado y apoyado el desarrollo de una norma internacional para los sistemas
de gestión de la energía con iniciativas de concienciación y reuniones de expertos. Desde febrero de 2008,
cuando la Organización Internacional de Normalización (ISO) estableció el comité de proyecto 242 de Gestión
de la Energía, UNIDO ha apoyado el proceso de desarrollo de la norma ISO 50001: Sistema de Gestión
de la Energía con aportaciones técnicas para la redacción de la nueva norma y facilitando la participación
de los países en desarrollo y emergentes en el proceso mediante estudios industriales y talleres
regionales.
Los sistemas de motor son responsables de más del 50 % del uso de electricidad en todo el mundo.
Aproximadamente el 40 % del consumo industrial de combustibles fósiles se destina a la producción de
vapor. La optimización del rendimiento energético de los sistemas de motor, los sistemas de producción
de vapor y otros sistemas es una de las principales áreas de interés de ONUDI en su enfoque de la
eficiencia energética industrial. En el marco de su programa de ahorro energético en sistemas de motor
en China, ONUDI colaboró con el gobierno de este país para controlar el crecimiento de las emisiones de
gases de efecto invernadero y ahorrar energía a través de la mejora de la eficiencia de los sistemas de
motor. UNIDO estableció una metodología para fomentar la eficiencia en las fábricas de todo el país y
formó a expertos locales para su implementación. En un periodo de dos años, se formó a más de 1000
trabajadores, se evaluaron 38 plantas industriales y se identificaron casi 40 millones de kWh de ahorros
energéticos anuales (UNIDO 2009: www.unido.org/fileadmin/user_media/Publications/Pub_free/UNIDO_and_
energy_efficiency.pdf)
En el periodo 2011-2014, ONUDI formará y asistirá a empresas de más de 20 economías emergentes y
países en desarrollo para implementar y optimizar sistemas de gestión de la energía.
En China, gran parte del total de las emisiones de GEI corresponde a emisiones de empresas industriales
en aldeas. El proyecto de ahorro de energía y reducción de emisiones de GEI en empresas de aldeas
chinas trabaja por eliminar las barreras que impiden mejorar la eficiencia energética de este sector, y ha
contribuido a transformar el mercado y a la difusión generalizada de tecnologías de eficiencia energética
en fundiciones, coquerías y fábricas de cemento y ladrillos. En los ocho proyectos pilotos y de demostración
implementados se logró una reducción de 193 192 toneladas de emisiones de CO2 anuales.
UNIDO ayuda a los países en desarrollo a cumplir sus obligaciones internacionales, asistiendo con el
abandono progresivo de la producción y el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono. El tipo
de asistencia proporcionada va desde formular planes nacionales de abandono paulatino y ajustar la legislación, a desarrollar y fomentar la adopción de soluciones alternativas como las tecnologías de hidrocarburos
para la refrigeración o las alternativas no químicas a los pesticidas. Los enfoques de industria verde en
este sector contribuyen a establecer la capacidad nacional mediante el fortalecimiento y la creación de
instituciones y la transferencia de tecnologías, que incluye conocimientos, formación, control de calidad y
análisis de costes. Los proyectos del Protocolo de Montreal liderados por ONUDI han contribuido a generar
ahorros equivalentes a 359 millones de toneladas de CO2 y al abandono progresivo de más de un tercio
del consumo total de sustancias que agotan la capa de ozono en países en desarrollo (UNIDO, Montreal
Protocol Branch 2011).
CUADRO 6: EJEMPLOS DEL EFECTO DE LOS ENFOQUES DE INDUSTRIA VERDE SOBRE LAS EMISIONES DE GEI
4.2. GESTIÓN RESPONSABLE DE PRODUCTOS QUÍMICOS
Las sustancias químicas y sus derivados se usan de forma generalizada en muchos sectores económicos y de desarrollo. Los productos químicos son esenciales para convertir materiales en productos,
mejorar la seguridad de los productos, tratar las aguas para impedir la difusión de enfermedades,
mejorar la productividad agrícola, tratar enfermedades y mejorar las condiciones sanitarias. En los
últimos cincuenta años se ha producido en todo el mundo una liberación acelerada de productos
químicos artificiales en el medio ambiente. Muchos países en desarrollo y transición están importando
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
cantidades crecientes de productos químicos y de productos que los contienen, mientras sus propias
industrias químicas no dejan de crecer. Se prevé que esta tendencia se mantenga en línea con el
crecimiento económico, el aumento de la población, la industrialización y la urbanización. El uso (y
el abuso) de los productos químicos puede provocar accidentes cuyas repercusiones son a menudo
de largo alcance, contamina el medio ambiente y afecta a la salud y al bienestar de trabajadores y
comunidades (Magash, A. 2010). Lo más probable es que estos riesgos vayan en aumento, puesto
que la industria química global ha crecido de manera sostenida en los últimos 35 años y gran parte
del crecimiento futuro, que según los cálculos será sustancial, traerá aparejado un incremento de la
producción y el consumo en el mundo en desarrollo. Este cambio, que ya se está produciendo, se
atribuye al auge de las multinacionales químicas, el bajo coste de la mano de obra en los países
en desarrollo y, lo que es más importante, "un entorno productivo menos regulado en los países en
desarrollo". Es por lo tanto imperativo que el inevitable crecimiento de la industria química en estos
países se produzca de forma segura y sostenible, para minimizar el impacto negativo sobre el medio
ambiente y la salud humana de las operaciones industriales (Manda, N. and Mohamed-Katerere, J.:
cap. 11).
Como respuesta a los riesgos asociados con la producción, el uso y la dispersión de productos
químicos, se han establecido una serie de convenciones y tratados internacionales, entre los que
se cuentan la Convención de Estocolmo para la eliminación o reducción de los contaminantes orgánicos persistentes (COP), la convención de Rotterdam para garantizar que el comercio internacional
de productos químicos peligrosos no sea lesivo para la salud humana y el medio ambiente, y el
Protocolo de Montreal para la protección de la capa de ozono mediante el abandono paulatino de
la producción de numerosas sustancias asociadas con el agotamiento de la capa de ozono. Para
acelerar el avance y la cooperación en esta materia se creó el enfoque estratégico para la gestión
de los productos químicos a nivel internacional (SAICM), un marco de políticas que promueve la
gestión responsable de los productos químicos y busca garantizar que, para el año 2020, los
productos químicos se produzcan y se utilicen de forma que se reduzcan al mínimo sus impactos
adversos significativos sobre el medio ambiente y la salud humana.
Los enfoques de industria verde se destinan a garantizar un uso más responsable de los productos
químicos en la producción, es decir, usar los productos químicos de forma segura, evitar su uso
excesivo, abandonar paulatinamente el uso de sustancias peligrosas y sustituirlas por otras no peligrosas y mejorar las prácticas de manipulación y gestión de los productos químicos, además de
introducir medidas destinadas a reducir los riesgos y el número de accidentes. Los enfoques de
industria verde contribuyen a garantizar que los productos sean seguros y no presenten riesgos
durante su uso, retirada y eliminación. Estos enfoques fomentan la aplicación de prácticas recomendadas en la totalidad de las cadenas de suministro de valor a escala mundial y estimulan la investigación y el desarrollo de nuevos productos químicos eficaces ecológicamente, nuevos usos para
productos químicos benignos existentes y la implementación de nuevos modelos de negocio. Entre
las ventajas más habituales de mejorar la gestión de los productos químicos se cuentan: mejores
condiciones de trabajo y mayor seguridad laboral, aumento de la productividad, reducción de los
costes y disminución de los riesgos y la responsabilidad civil. Al centrarse en identificar y aprovechar
las ventajas de gestionar mejor los productos químicos para las empresas, la producción responsable
se convierte en una oportunidad empresarial en lugar de un coste.
Asimismo, la mejora en la gestión de los productos químicos también influye positivamente en el
uso de la energía y las emisiones de GEI. En la actualidad, el sector químico y petroquímico es
responsable de más del 30 % del total del consumo energético industrial mundial (incluidas las
materias primas). Los cálculos del ahorro viable en el sector se sitúan alrededor del 35 %, con una
reducción correspondiente de entre el 30 y el 35 % en las emisiones de CO2, basándose en el mix
actual de uso de combustibles y materias primas sin cambios (IEA 2009). Las oportunidades para
mejorar la gestión de los productos químicos y estimular simultáneamente la creación de nuevas
industrias, empresas y actividades económicas son numerosas. Un ejemplo ilustrativo es el arrendamiento químico: un nuevo modelo de negocio que beneficia tanto a usuarios como a proveedores
de productos químicos mediante un cambio de la base de tarificación. Normalmente, las industrias
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pagan a los proveedores de productos químicos por las cantidades suministradas. Esto significa
que el proveedor está interesado en vender grandes cantidades de productos químicos. Con el
nuevo modelo, sin embargo, el proveedor de productos químicos cobra no por la cantidad de
producto suministrado, sino por el servicio que el producto presta. De este modo, el proveedor está
interesado en reducir la cantidad de productos químicos utilizados e incrementar los niveles de
reciclaje, puesto que ello contribuirá a reducir sus costes. Entre otras ventajas adicionales características de este modelo se cuentan además la mejora de los procesos, la reducción de las emisiones,
el aumento de la seguridad y la mejora de la calidad de los productos. Este es un ejemplo típico
de cómo tanto el proveedor de productos químicos como el usuario y el medio ambiente pueden
beneficiarse de la mejora en la gestión y la utilización de los productos químicos. Las oportunidades
para la creación de nuevas soluciones e industrias verdes en el área de la gestión responsable de
los productos químicos van desde la restauración de los lugares contaminados al tratamiento de
aguas y el desarrollo de nuevos procesos y productos químicos que no ocasionen daños ambientales
y climáticos. Los enfoques de industria verde presentan la oportunidad exclusiva de gestionar mejor
los productos químicos y mejorar la salud humana sin costes económicos netos.
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
Promoción de la gestión sostenible de productos químicos
Desde 2001, ONUDI ha ayudado a más de 40 países a desarrollar planes de implementación de la
Convención de Estocolmo (UNIDO 2003). Para garantizar el uso compartido de conocimientos y
experiencias se han creado redes y foros regionales de mejores prácticas. Una de estas redes es la red
nacional de información y producción segura de pesticidas de Asia y el Pacífico. Esta red fomenta las
tecnologías respetuosas con el medio ambiente con actividades que van desde la promoción del uso de
equipos de protección individual apropiados, al desarrollo de biopesticidas seguros o a prestar asistencia
a las industrias para que puedan satisfacer los estándares de seguridad. Las industrias reciben también
apoyo adicional a través de la red mundial de centros nacionales de producción más limpios, que trabajan
directamente con las empresas para ayudarlas a usar los productos químicos de forma más sostenible.
Entre otras cosas, dicho apoyo consiste en asegurarse de que las empresas no utilicen más productos
químicos de lo necesario, abandonen progresivamente las sustancias peligrosas, mejoren la seguridad,
rediseñen procesos y productos e implementen nuevos modelos de negocio, como el arrendamiento de
productos químicos. La implementación eficaz depende también de la generación de capacidad y del
establecimiento de metodologías para sustancias específicas como, por ejemplo, la gestión de productos
con mercurio. Para abordar este problema en Uruguay se ha iniciado un proyecto orientado a reducir el
impacto ambiental y los riesgos sanitarios asociados con los productos con mercurio, en particular las
lámparas de mercurio. Las actividades clave del proyecto incluyen una evaluación exhaustiva de las
emisiones, los riesgos y las alternativas, así como un análisis de los canales de distribución y las prácticas
de gestión de los residuos. Se espera que este proyecto, junto con otros semejantes, siente las bases
para el desarrollo de políticas integradas de gestión de productos químicos.
Promoción de la implementación del Protocolo de Montreal
ONUDI ha adoptado un papel de liderazgo en la prestación de servicios rentables para la supresión de
sustancias que agotan la capa de ozono (SAO). Desde 1993, ONUDI ha implementado más de 1217
proyectos del Protocolo de Montreal, que han contribuido al abandono progresivo de 69 302 toneladas
de PAO de consumo y producción anual de SAO en pequeñas y medianas empresas de los sectores
industrial, agrícola y de mantenimiento de equipos de refrigeración. Hasta la fecha, los proyectos del
Protocolo de Montreal implementados por ONUDI han conseguido ahorrar el equivalente a 359 millones
de toneladas de CO2. El total de sustancias abandonadas supone más de un tercio del consumo en los
países en desarrollo. Estos proyectos también contribuyen al etiquetado ecológico y la certificación de
la Organización Internacional de Normalización (ISO) para mejorar el acceso a nuevos mercados.
Acceso a mercados a través de cambios de proceso verdes
Mejorar la gestión de productos químicos es un requisito cada vez más importante para acceder a los
mercados. Mounir Miku es un productor de tomates de Agadir, Marruecos. Tradicionalmente, Mounir, al
igual que otros productores, utilizaba un pesticida llamado bromuro de metilo para sus cultivos de tomates.
Recientemente, sin embargo, le comunicaron que el bromuro de metilo agota la capa de ozono, por lo que
el Protocolo de Montreal exige que se abandone y prohíbe su uso a partir de 2015. Al mismo tiempo, a
Mounir le comunicaron también que en la Unión Europea (UE), uno de los principales mercados de exportación de productos alimentarios de Marruecos, el uso de ese pesticida estaba prohibido desde marzo de
2010. Como consecuencia, los agricultores marroquíes necesitaban una alternativa que les permitiese continuar cultivando y exportando sus tomates sin usar bromuro de metilo. En su calidad de agencia de implementación del acuerdo del Protocolo de Montreal, ONUDI contribuyó a proporcionar el apoyo necesario
para introducir los cambios que se precisaban y encontrar alternativas. Con el apoyo de ONUDI, Mounir
logró cambiar el bromuro de metilo por un pesticida con etiqueta ecológica que no afecta a la capa de
ozono. ONUDI ha formado de este modo a más de 150 000 agricultores de distintos países en el uso de
alternativas no químicas al bromuro de metilo.
También ha establecido centros de formación para ayudar a los agricultores a adoptar nuevas tecnologías
respetuosas con la capa de ozono. La organización ayuda a las empresas a adquirir nuevas tecnologías
y también a estudiar aspectos relacionados con la seguridad y el mantenimiento (UNIDO 2011). Además,
el programa de abandono paulatino del bromuro de metilo está garantizando el acceso a nuevos mercados,
puesto que ayuda a las empresas a suprimir esta sustancia tóxica de sus productos (UNIDO Times,
marzo 2011).
CUADRO 7: EJEMPLOS DEL EFECTO DE LOS ENFOQUES DE INDUSTRIA VERDE SOBRE LA GESTIÓN Y EL USO DE
PRODUCTOS QUÍMICOS
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5. OBSTÁCULOS
Aunque es posible argumentar de manera convincente que la industria verde genera ventajas sostenibles para el desarrollo industrial en todos los dominios (económico, ambiental, social), su adopción
generalizada no es necesariamente una propuesta sencilla. Esta sección describe en líneas generales
los obstáculos para lograr niveles significativos de adopción y desarrollo de la industria verde en
países en desarrollo.
5.1. FALTA DE RECURSOS
Es indiscutible que para lograr la transición completa a una economía verde será preciso implantar
una nueva infraestructura. Por lo general, esto acarrea importantes costes iniciales. En muchos casos,
los países en desarrollo no dispondrán de los recursos necesarios para apoyar el desarrollo de una
industria verde (tecnología, conocimientos y experiencia o, simplemente, capital). Sin financiación y
transferencia de conocimientos, capacidades y tecnologías hacia los países en desarrollo, la transición mundial a una economía verde se hará a un ritmo muy lento. La necesidad de abordar los
problemas ambientales es más acuciante cada día. Si se quieren evitar graves daños en los ecosistemas y el clima, los países desarrollados deben realizar un esfuerzo importante para facilitar la
transición de los países en desarrollo hacia una economía verde.
5.2. INERCIA INSTITUCIONAL
En los gobiernos, la industria y las organizaciones sindicales existe en ocasiones cierta tendencia
natural a mantener el statu quo. Para enfrentarse a los problemas ambientales, sin embargo, se
requiere compromiso, concentración y un importante empaque político por parte de los gobiernos.
Los sistemas políticos de algunos países en desarrollo, sin embargo, pueden no estar equipados
para enfrentarse al reto que la industria verde representa o, simplemente, es posible que estén tan
abrumados por la carga de otros asuntos urgentes que no les quede capital político suficiente para
conducir al país hacia una industria verde. Incentivar el cambio necesario en algunos países requerirá
el compromiso, la asistencia y, en ciertos casos, la presión de los países desarrollados y otros países
en desarrollo.
Las industrias de estos países pueden ser reacias al cambio. Aunque la industria verde beneficia en
última instancia a todo el sector industrial en su conjunto, es indudable que habrá ganadores y
perdedores. Los sectores industriales que perciban la industria verde como una amenaza ejercerán
presiones intensas en su contra. Por eso es importante que la industria en su conjunto participe
como socio de pleno derecho en las iniciativas de industria verde. La implicación de la industria no
es solo importante por la valiosa perspectiva y la capacidad de liderazgo que puede aportar, sino
porque, de hecho, es esencial no convertir a la industria en un oponente, debido a su enorme
capacidad para ralentizar u obstaculizar la aplicación eficaz de importantes iniciativas de industria
verde. Lo mismo puede decirse de las organizaciones sindicales, que en ocasiones perciben los
cambios en las políticas ambientales como una amenaza para el empleo.
5.3. FRACASOS DEL MERCADO Y LAS POLÍTICAS
Los fracasos del mercado pueden distorsionar los precios y enviar a los actores económicos señales
erróneas sobre los costes, constituyéndose así en un obstáculo para el desarrollo de la industria
verde. Los fracasos del mercado pueden tomar la forma de externalidades, pueden deberse al poder
de los mercados o pueden ser el resultado de intervenciones gubernamentales desafortunadas. Si
los mercados y las políticas no se calibran adecuadamente, pueden entorpecer los esfuerzos por
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
fomentar y apoyar las iniciativas de industria verde. Contar con políticas eficaces que aborden los
fallos inherentes a los mercados y procuren intervenir únicamente con la máxima prudencia (por
ejemplo, sin ofrecer subsidios de efectos perniciosos a industrias basadas en combustibles fósiles)
es esencial para el éxito de las iniciativas de industria verde.
Avanzar hacia la industria verde
La ecologización es un proceso de mejora continua, no un estado final. Ecologizar una empresa o
una industria no es una acción única: es un proceso continuo de cambios a veces incrementales y
a veces drásticos que conducen a una mejora creciente del rendimiento. Por consiguiente, garantizar
la existencia de condiciones que promuevan la ecologización de las industrias y la creación de
industrias verdes es un proceso que no se puede ejecutar con una intervención aislada, una única
política o un solo instrumento.
La industria verde bien entendida es una estrategia sectorial para la consecución de la economía
verde y el crecimiento verde en el ámbito industrial. La transición al crecimiento verde exigirá no
solo un compromiso a largo plazo, sino también utilizar un completo abanico de enfoques de forma
innovadora y establecer sinergias entre distintos tipos de intervenciones e instrumentos. Asimismo,
para abordar con eficacia los retos emergentes y los cambios en las condiciones imperantes, será
necesario desarrollar constantemente nuevas formas de fomentar el progreso. Esto incluye usar
enfoques complementarios e integrados que creen incentivos para las empresas y estimulen actuaciones industriales proactivas y soluciones impulsadas por las empresas; concienciar mejor acerca
de las posibilidades y las ventajas; proporcionar acceso a la movilización de los conocimientos, el
know-how y las tecnologías; y promover la creación de condiciones previsibles para un marco propiciador. Para ello se requieren cambios de base amplia en los marcos de políticas y los sistemas de
apoyo, incluidas la ciencia, la educación y la financiación, así como cambios en las empresas
propiamente dichas. En esta sección describiremos a grandes rasgos las condiciones previas que
se precisan, los distintos tipos de intervenciones disponibles en el ámbito de las políticas y varias
políticas útiles para la acción que pueden aplicarse para desarrollar la industria verde de forma
significativa y efectuar la transición a una economía verde. Esta presentación de las políticas concretas
disponibles para la promoción de la industria verde es una descripción general a grandes rasgos
de las opciones disponibles. Para obtener un comentario más completo de estas herramientas,
consulte la publicación "Policies for Supporting Green Industry" de ONUDI.
Antes de usar instrumentos políticos concretos, es esencial disponer de las estructuras de gobierno
y las condiciones habilitadoras necesarias para proporcionar a la jurisdicción correspondiente la
capacidad institucional de instaurar políticas de industria verde con éxito. En algunos casos, es
necesario reformar las estructuras de gobernanza o crear nuevos organismos o comités que supervisen el proceso de creación de la política. Si no se dispone de estructuras de gobernanza firmes
y robustas, lo más probable es que los esfuerzos para crear condiciones habilitadoras e instituir
políticas eficaces para la industria verde no fructifiquen. Si, por el contrario, sí se dispone de estructuras de gobernanza eficaces y condiciones habilitadoras, los responsables políticos podrán emplear
diversos tipos de instrumentos para implementar su visión. Estos instrumentos pueden dividirse en
las siguientes cuatro categorías principales.
Mando y control: consisten en intervenciones directas en los resultados del mercado por
parte de los responsables políticos, que pueden tomar la forma de normativas tecnológicas
de obligatorio cumplimiento o la prohibición de métodos, materiales o procesos específicos.
El inconveniente de este tipo de intervención es que coarta la innovación en las industrias
reguladas dado que, por ejemplo, las empresas no tienen incentivos para desarrollar tecnologías mejoradas si corren el riesgo de verse obligadas a adoptar una tecnología diferente.
Basados en el mercado: este tipo de políticas se basan en establecer límites de referencia
u objetivos obligatorios y dejar después que la industria decida la forma idónea para alcanzarlos (p. ej., sistemas de límites máximos y comercio). Si están correctamente calibradas,
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32
este tipo de políticas pueden dar los mismos resultados que las intervenciones de mando
y control, pero sin el inconveniente de coartar la innovación.
Voluntarios: en algunas ocasiones, resulta ventajoso no obligar a la industria a actuar de
una manera determinada y, en lugar de ello, animar a los agentes del mercado a que tomen
la iniciativa y desarrollen soluciones para los problemas que los responsables políticos desean
resolver. Los responsables políticos pueden hacerse a un lado y permitir que la industria
adopte el liderazgo, o bien pueden proporcionar un marco de referencia para quienes deseen
participar en iniciativas voluntarias.
Informativos: la importancia de las políticas orientadas a desarrollar, recopilar y difundir
información no debe subestimarse. El propio gobierno, o los organismos independientes que
se creen a tal efecto, pueden constituir un punto de contacto eficaz para los agentes industriales que deseen informarse acerca de procesos, métodos o tecnologías verdes
específicos.
Como hemos señalado arriba, estos tipos de herramientas son más eficaces cuando se usan de
forma concertada. Recurrir únicamente a un tipo de políticas para propiciar la industria verde funcionará solo en contadas ocasiones. Los responsables políticos deben explotar las sinergias que se
establecen entre los diversos tipos de intervenciones (o no intervenciones).
El impulso para la transición a la industria verde debe provenir tanto de agentes estatales como de
agentes industriales. La tabla siguiente recoge un amplio abanico de medidas que los gobiernos
pueden y deben adoptar para impulsar la transición a la industria verde, así como una gama de
medidas que competen exclusivamente a la industria. Sin embargo, existe un área clave en la que
se requiere la implicación tanto de los gobiernos como de la industria: un respaldo tecnológico de
base amplia. Si no cuenta con el apoyo decidido de los gobiernos en el frente tecnológico y con la
participación activa de la industria, lo más probable es que la industria verde no logre prosperar.
Esta área esencial pone de manifiesto la importancia de la implicación continuada de todos los
interesados en las distintas esferas de las políticas de la industria verde, de la cual se ofrecen
ejemplos a continuación.
Además de medidas concretas, los gobiernos también deben desarrollar políticas de base amplia
para fomentar la industria verde. Para que estas tengan éxito, sin embargo, es preciso que se reconozca la importancia de los agentes de la industria, involucrándolos en el proceso de elaboración
de las políticas y apoyando sus iniciativas. Un amplio marco político proporcionado por el gobierno,
sumado a las iniciativas de la industria y al diálogo entre esta y el gobierno, permitirá avanzar hacia
la consecución de una industria verde y una economía verde.
Como se describe en la publicación "Policies for Supporting Green Industry" de ONUDI, el marco
político general para la industria verde consta de cinco componentes: En primer lugar, el gobierno
debe asegurarse de proporcionar "un marco integrado para apoyar la ecologización de las industrias".
También debe trabajar para "crear un entorno habilitador" y desarrollar "conjuntos de instrumentos
para estimular la ecologización de las industrias". Como hemos comentado antes, el gobierno y la
industria deben cooperar para "aprovechar las tecnologías ambientales" y, por último, deben existir
"iniciativas lideradas por la industria". La tabla siguiente recoge en líneas generales estos componentes del marco político global y describe las acciones que cada componente implica, las opciones
disponibles para lograrlas y un ejemplo de cada una de ellas en el mundo real. Es importante tener
en cuenta que muchas de las opciones políticas descritas en la tabla no son mutuamente excluyentes.
De hecho, su aplicación sinérgica es esencial para que tengan éxito.
Abarca políticas que permiten coordinar y
organizar los esfuerzos de diversos agentes
gubernamentales y de las partes interesadas.
Dada la complejidad y la escala de la tarea de
establecer políticas eficaces para la industria
verde, es esencial contar con un marco de
coordinación de las diferentes iniciativas y
esfuerzos que abarque toda la labor de un país
en pro de la transición a la industria verde. Para
que estas políticas tengan éxito, el gobierno
debe estar implicado y comprometido al más
alto nivel.
Los responsables políticos pueden hacer
muchas cosas para crear las condiciones que
permitan a la industria verde crecer y prosperar.
Proporcionar un entorno de políticas estables
y precisas y hacer que la información fluya
puntualmente hacia la industria y otras partes
interesadas es la piedra angular de una política
de industria verde.
Marco integrado para
apoyar la ecologización de
las industrias
Creación de un entorno
habilitador
Agente principal: Gobierno
Requiere: Condiciones, leyes
y normativas habilitadoras
Agente principal: Gobierno
Requiere: Gobernanza y
capacidad institucional
Descripción
Componente del marco
político, tipo de política,
agentes principales
Entre las muchas cosas que se pueden hacer
para proporcionar un entorno habilitador se
cuentan medidas basadas en el mercado,
como proporcionar acceso a financiación,
suprimir los subsidios perniciosos e introducir
políticas relativas a la demanda. Los
gobiernos también pueden buscar acuerdos
y políticas comerciales internacionales, crear
infraestructuras ecológicamente eficientes y
servir de fuente de información. Además, las
medidas para apoyar la acción local y fomentar
la base de capacitación de los trabajadores
también pueden ser condiciones habilitadoras
importantes.
En muchos casos, estos tipos de políticas
requieren el establecimiento de estrategias
de alto nivel, bien sobre el desarrollo
sostenible, la reducción de la pobreza, el
consumo y la producción sostenibles u otros
temas relacionados. También pueden exigir
el establecimiento de marcos normativos u
organismos de coordinación, como comités
ministeriales o foros interinstitucionales, así
como el desarrollo de estrategias sectoriales
integradas de alto nivel.
Opciones políticas
En 2009, el Consejo de Gobiernos Australianos
introdujo un "acuerdo de capacitación verde"
que se emplearía para fomentar una economía
sostenible y baja en carbono mediante la
expansión de la educación y la formación
profesional de individuos y empresas. Al poner
al día sistemáticamente las capacidades y los
conocimientos de los trabajadores, el Consejo
está haciendo acopio de capacidad para facilitar
la transición del país a la industria verde.2
La ley de energía verde de Ontario es un
excelente ejemplo de marco político, puesto
que se trata de un instrumento legislativo de
amplio alcance que emplea de forma sinérgica
una serie de medidas diferentes para alcanzar
sus objetivos, que son: fomentar una cultura de
conservación y desarrollar un sector energético
sólido en la provincia. Para alcanzar esta meta,
la legislación define objetivos ambiciosos de
diálogo y contenido local, establece procesos
de aprobación ambiental simplificados, crea un
programa de tarifas de distribución y funda una
oficina de facilitación de las energías renovables
que ayudará a desarrollar el sector.1
Ejemplo
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
33
1
Como hemos comentado antes, las
intervenciones de tipo mando y control y la
creación de políticas orientadas a la gestión
ambiental no son suficientes para el desarrollo
de la industria verde: la industria debe
participar activamente. Los elementos de la
columna siguiente no son "opciones políticas"
propiamente dichas, sino más bien distintos
tipos de iniciativas que la industria puede
adoptar y que los responsables políticos pueden
estimular.
Entre las opciones que el sector puede tener
en cuenta en relación con la industria verde
se cuentan normativas como el etiquetado o
los indicadores ecológicos; analizar los ciclos
de vida para avanzar hacia el CPS; ampliar
la responsabilidad de los productores sobre
productos y materiales y sobre el impacto
ambiental en general; y fomentar el uso de
sistemas de gestión e instalaciones de apoyo
ambientales para firmas del sector.
Esta categoría de políticas puede implicar
la participación directa del gobierno con la
introducción programas de I+D estratégicos
y el desarrollo de la capacidad técnica, o su
participación indirecta a través de la financiación
de tecnologías ambientales y de medidas para
mejorar la transferencia de conocimientos y
la difusión de tecnologías. Otra opción política
importante que los gobiernos deben considerar
son las medidas para el establecimiento de un
sistema integrado y estratégico de ciencia e I+D.
Por definición, esta categoría abarca una
amplia gama de opciones políticas, que
incluyen impuestos ambientales, permisos
comercializables, subsidios de base ambiental,
marcos normativos, programas compensatorios,
acuerdos voluntarios y normativas robustas,
entre muchas otras. Lo principal es que estos
instrumentos se utilicen de forma concertada
y eficaz y que el mix global de instrumentos y
políticas se diseñe con cuidado.
Opciones políticas
Ontario Power Authority (2010) ; 2 Grey E. and Talberth J. (2011) ; 3 Ibid. ; 4 Green, Duncan ; 5 EFP Initiative (1996).
Agente principal: Industria
Requiere: Acción voluntaria
de la industria
Iniciativas lideradas por la
industria
Agentes principales:
Gobierno, industria
Requiere: Condiciones
habilitadoras, diversos
instrumentos políticos,
implicación de la industria y
acción voluntaria
Aprovechamiento de
tecnologías ambientales
Agente principal: Gobierno
Como se describe a grandes rasgos en la
sección sobre la disociación, la tecnología
será un factor determinante en el cambio a
la industria verde. El gobierno puede facilitar
en gran medida el desarrollo tecnológico y su
adopción por parte de la industria, apoyando
la I+D para desarrollar nuevas tecnologías
o estimulando la difusión de tecnologías
existentes. La predisposición al cambio por parte
de la industria también es importante.
Hay una serie de intervenciones específicas en
el mercado que pueden revelarse eficaces a la
hora de estimular el desarrollo de la industria
verde y sobre cuya eficacia se dispone de un
volumen creciente de estudios. En algunos
casos, estas distintas herramientas pueden
ser increíblemente eficaces a la hora de
intentar orientar la industria y los mercados en
la dirección más favorable para los intereses
de la industria verde. Los tipos específicos
de intervenciones que se precisen y su
combinación dependerá de cada contexto
político.
Mix de instrumentos para
apoyar la ecologización de
las industrias
Requiere: Diversos
instrumentos políticos: mando
y control, basados en el
mercado, informativos
Descripción
Componente del marco
político, tipo de política,
agentes principales
La iniciativa del plan de granjas ambientales
de las provincias atlánticas de Canadá es
un proyecto a largo plazo, impulsado por
la industria, para ayudar a que las granjas
familiares de la zona desarrollen planes
prácticos para funcionar de forma responsable y
respetuosa con el medio ambiente. Su objetivo
es garantizar la salud del medio ambiente y
de las comunidades de la región, así como
hacer realidad las ventajas de marketing
asociadas con la "industria verde". Se trata
de un magnífico ejemplo de cómo la industria
puede contribuir a liderar la ecologización de sus
operaciones.5
En Brasil, se ofrecieron subsidios a la
industria de los biocombustibles para
incentivar el desarrollo de la tecnología, con
una comunicación clara de los objetivos y el
calendario de la política. El gobierno trató a
la industria como un socio de pleno derecho,
tuvo cuidado de no decantarse por ninguna
empresa en particular y permitió que la
industria se desarrollase de forma orgánica para
después retirar su asistencia paulatinamente.
En la actualidad, Brasil es el productor de
combustibles renovables más competitivo del
mundo.4
La ecotasa alemana, un instrumento basado en
el mercado e introducido en 1999, ha tenido
mucho éxito. La ecotasa se empleó para aliviar
la carga impositiva del trabajo y trasladarla al
uso de los recursos ambientales, principalmente
a través del aumento de los precios del petróleo
y la electricidad. Los ingresos provenientes
del impuesto se han utilizado para financiar
iniciativas de energía renovable. Esta política
ha conseguido reducir el uso de combustible,
ha rebajado las emisiones, ha fomentado el
crecimiento de las energías renovables y ha
creado puestos de trabajo verdes.3
Ejemplo
34
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
Promoción de la industria verde mediante el establecimiento de la capacidad nacional
Un instrumento clave de la industria verde es la red mundial de centros nacionales de producción más
limpios. Estos centros, establecidos por ONUDI y PNUMA, forman parte de una red global que abarca
más de 50 países en desarrollo y transición. Los centros no solo garantizan que se disponga de la
capacidad nacional necesaria y su fortalecimiento continuo, también son ejemplos prácticos de sociedades
verdes público-privadas, con consejos de administración integrados por representantes del sector
empresarial, el gobierno y la sociedad civil, que se financian mediante contribuciones de los gobiernos
nacionales e ingresos procedentes de servicios de asesoramiento empresarial y proyectos de asistencia
técnica e innovación (UNIDO-UNEP 2010a).
La red mundial de centros está cada vez más implicada en la cooperación Sur/Sur, que consiste en que
los centros más experimentados apoyen a los centros de nueva creación y los centros que desarrollan
nuevos conjuntos de capacidades específicas las compartan luego con otros centros. Los centros
participan activamente en mesas redondas regionales sobre el consumo y la producción sostenibles. La
red mundial se formalizó en 2010/2011 y cuenta con estatus legal desde entonces. Esto mejora las
condiciones para la gestión del conocimiento, el intercambio de experiencias y la intensificación de la
cooperación. Los centros han pasado de realizar proyectos a ser agentes clave a escala nacional e
internacional y constituir una plataforma eficaz para la implementación de proyectos e iniciativas (UNIDOUNEP 2010).
CUADRO 8: UN EJEMPLO DEL VALOR DE LA CAPACIDAD NACIONAL PARA LAS INICIATIVAS DE INDUSTRIA VERDE
35
36
6. INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE DE ONUDI
ONUDI es un proveedor especializado y eficaz de servicios de apoyo para enfrentarse a los retos
de reducir la pobreza a través de actividades productivas, el fomento de la integración de los países
en desarrollo en el comercio global mediante la generación de capacidad, y la mejora del acceso a
la energía, al tiempo que se fomenta la sostenibilidad ambiental en la industria. En línea con este
mandato, ONUDI ha desarrollado una iniciativa de industria verde para ubicar el desarrollo industrial
sostenible en el contexto de los retos del desarrollo sostenible a escala mundial y contribuir a la
transición hacia una economía verde. La iniciativa se presentó en Asia, en el Congreso Internacional
sobre Industria Verde de 2009. El congreso, celebrado en Manila (Filipinas), entre el 9 y el 11 de
septiembre, fue organizado por ONUDI y el gobierno filipino, la Comisión Económica y Social para
Asia y el Pacífico de las Naciones Unidas (ESCAP) y el Programa de las Naciones Unidas para El
Medio Ambiente (PNUMA). Los altos funcionarios gubernamentales de los 21 países de la región
asistentes adoptaron por unanimidad la Declaración de Manila y Marco de Acción sobre la industria
verde en Asia, que insta a gobiernos, el sector privado y las organizaciones internacionales a que
colaboren en el fomento del desarrollo de la industria verde. Entre las acciones de seguimiento del
congreso por parte de ONUDI se incluye la redacción de estrategias nacionales para la industria
verde y la preparación de perfiles de eficiencia ecológica nacionales y un paquete de políticas de
industria verde, que se han integrado desde entonces en los proyectos y actividades de ONUDI
(UNIDO 2010a).
La iniciativa se centra en habilitar a los países en desarrollo para que alcancen un crecimiento
económico equitativo que no afecte negativamente al medio ambiente y al clima, creando, para ello,
las condiciones necesarias para que las industrias reduzcan de forma significativa la contaminación
y el uso de recursos mientras continúan proporcionando bienes y empleos dignos al mismo tiempo.
Con este fin, ONUDI participa activamente en el fomento de la concienciación, impulsa el compromiso y el desarrollo y presta su apoyo para la implementación de estrategias, el desarrollo de planes
de acción, la preparación de marcos de trabajo, estudios e investigaciones y la implementación de
proyectos. La iniciativa de industria verde pretende ayudar a los países en desarrollo a sacar partido
de las oportunidades asociadas con un desarrollo industrial más sostenible y la creciente demanda
mundial de soluciones verdes. Esto se consigue trabajando en estrecha colaboración con gobiernos
nacionales y otras partes interesadas con el fin de integrar la industria verde en las políticas y las
instituciones públicas, y mediante la introducción de mecanismos de gobernanza en empresas y
mercados, así como entre los consumidores y las comunidades. Asimismo, también implica estímulo
del desarrollo y la transferencia de tecnología, creación de proyectos de demostración, generación
de capacidad y formación, creación de instituciones de apoyo y mejora del acceso a los mecanismos
financieros. El Cuadro 2 al final de esta sección proporciona una visión de conjunto de las facetas
interrelacionadas de la política de industria verde.
Como parte de esta iniciativa de industria verde, ONUDI ha desarrollado un conjunto claro de estrategias y enfoques prácticos que se pueden utilizar para acelerar la progresión hacia una economía
verde incluyente, baja en carbono, segura y eficiente con los recursos, a través de la promoción de
soluciones impulsadas por las empresas. Este completo marco de estrategias, instrumentos,
programas y enfoques se destina a rellenar las posibles lagunas existentes en el marco político, en
el sistema de apoyo y en los conocimientos y capacidades del sector industrial. Además, ONUDI
ha iniciado la preparación de una serie de informes de situación a escala nacional sobre el uso de
los recursos, que servirán como base de referencia para monitorizar los progresos realizados. A
continuación, ONUDI empezará a colaborar con los distintos países para formular estrategias nacionales de industria verde. Como señalábamos más arriba, el marco de políticas normativas que ONUDI
ha desarrollado para que los gobiernos puedan identificar políticas eficaces y mejores prácticas se
presenta en un documento de orientación sobre el desarrollo de la industria verde (UNIDO 2011,
Policy Frameworks for Supporting the Greening of Industries; UNIDO 2008).
Si bien los enfoques de industria verde de ONUDI son relevantes para empresas de todos los tipos,
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
tamaños y sectores, el foco principal se centra en las pymes que participan en el procesamiento y
la fabricación industrial, así como en los proveedores de servicios. Estas pymes son cruciales en
las fases iniciales de la industrialización y son generalmente las principales generadoras de empleo.
Las pymes representan más del 90 % de las empresas de todo el mundo y son responsables de
entre el 50 y el 60 % del empleo mundial (UNIDO 2002).
Las intervenciones de las distintas unidades y sucursales de ONUDI, tanto desde sus oficinas principales como sobre el terreno, se coordinan para sacar partido a las sinergias y lograr un enfoque
exhaustivo y eficaz. Las actividades en los sectores objetivo se vinculan entre sí para proporcionar
un paquete completo que permita abordar múltiples prioridades. Este enfoque fomenta la colaboración intersectorial tanto en el seno de ONUDI como con otras agencias de las Naciones Unidas,
partes interesadas nacionales y otros socios de desarrollo. UNIDO ha forjado alianzas y trabaja
constantemente en estrecha colaboración con la Organización para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) de las Naciones Unidas y con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) en materia
de desarrollo empresarial; con el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) sobre el
desarrollo del sector privado y la representación sobre el terreno; con el Programa de las Naciones
Unidas para El Medio Ambiente (PNUMA) sobre la producción más limpia y la implementación de
acuerdos ambientales multilaterales; con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo (UNCTAD), la Organización Mundial del Comercio (OMC), El Centro de Comercio
Internacional (CCI) y la Secretaría ejecutiva del Marco Integrado mejorado (MIM) sobre la generación
de capacidad comercial; y con el Banco Mundial sobre medio ambiente y energía. Asimismo, como
parte del sistema de las Naciones Unidas, ONUDI participa también de forma activa en iniciativas
y mecanismos de coordinación que abarcan todo el sistema a escala mundial, regional y nacional
y busca sinergias con agencias de ayuda bilaterales, empresas privadas, la sociedad civil y el sector
académico (UNIDO 2008).
La iniciativa de industria verde es esencial para el objetivo global de ONUDI de fomentar el desarrollo
industrial para reducir la pobreza y promover la globalización inclusiva y la sostenibilidad ambiental,
y tiene el potencial de servir de punto de encuentro para la coordinación entre agencias de la ONU
hacia un desarrollo sostenible.
37
38
Facetas de las políticas de industria verde (UNIDO 2010a)
Producción eficiente con los recursos y más limpia: requiere un enfoque de conjunto, basado en
sistemas, que disocie el crecimiento económico de la degradación ambiental acelerada y del uso de los
recursos mediante sistemas de gestión ambiental y energética; optimizar el ciclo de vida de los productos
y optimizar los procesos; desarrollar y adoptar tecnologías limpias (p. ej., tecnologías de energías
renovables); estrategias de uso mejorado de recursos, reducción de la polución, minimización de residuos
y "cero residuos"; y sistemas de ciclo cerrado y simbiosis industrial (UNIDO-UNEP 2010).
Eficiencia energética en la industria: requiere un enfoque sistemático y centrado para mejorar
continuamente el rendimiento energético y la productividad, así como para reducir el impacto ambiental
y climático, mediante la implementación de normativas de gestión de sistemas energéticos, la optimización
de los sistemas de energía (vapor, motores, aire comprimido), el diseño energéticamente eficiente y una
innovación tecnológica incremental y rentable (UNIDO 2009e).
Responsabilidad social corporativa y producción responsable: consiste en la gestión responsable desde
el punto de vista ambiental de los productos químicos y los residuos (peligrosos) y la sustitución o
reducción al mínimo del uso de sustancias peligrosas (como las sustancias que agotan la capa de ozono
y los contaminantes orgánicos persistentes (COP)) para mejorar la gestión del riesgo y aumentar la
seguridad de los trabajadores, las comunidades y los consumidores. Incluye la gestión sostenible de la
cadena de valor, la gestión ambiental, la información, la comunicación, las etiquetas ecológicas, etc.
(Nelson, J. 2007).
Producción baja en carbono y resistente al clima: implica el uso de enfoques innovadores para paliar
el impacto de empresas y cadenas de valor sobre el cambio climático incrementando el uso de energías
renovables. Estos enfoques impiden la pérdida de carbono en las cadenas de valor y conllevan la
introducción de cambios en los procesos y la eliminación de emisiones de GEI no asociadas con la
energía, además de mejorar la capacidad de las industrias para adaptarse a los impactos del cambio
climático (UNIDO, 2010b; UNIDO 2009e; UNIDO 2009a).
Desarrollo empresarial inclusivo: permite el desarrollo de actividades productivas, la creación de nuevos
puestos de trabajo a través de la formación específica, la generación de capacidad, el desarrollo de
clústeres, el desarrollo de nuevos conceptos de industria verde y el acceso mejorado a los recursos
(incluyendo la financiación y las tecnologías). La asistencia con proyectos de desarrollo empresarial se
orientaría especialmente a grupos vulnerables, como las mujeres, los jóvenes y las personas en zonas
que hayan sufrido conflictos (Nelson, J. 2007).
Agricultura y agroindustria sostenibles: consiste en fomentar la productividad agrícola, la seguridad del
suministro alimentario y la reducción de las cargas ambientales (incluidas las emisiones de GEI) mediante
la mejora del acceso a conceptos, prácticas y tecnologías respetuosos con el medio ambiente y la
reducción del uso de productos químicos potencialmente peligrosos.
Gestión responsable de productos químicos: requiere la adopción de enfoques y modelos de negocio
preventivos que ayuden a las empresas a reducir el riesgo y los impactos asociados con el uso de
productos químicos. Incluye el control y la gestión de productos químicos peligrosos para aumentar la
seguridad global y proteger el medio ambiente, a los trabajadores y las comunidades (UNEP 2009), así
como la sustitución, que consiste en reemplazar o reducir las sustancias peligrosas de productos y
procesos sustituyéndolas por sustancias menos peligrosas o logrando una funcionalidad equivalente a
través de la adopción de medidas tecnológicas u organizativas. Un aspecto importante de la gestión de
productos químicos es el desarrollo de la química verde, es decir, el desarrollo de productos y procesos
más seguros y más eficientes con los recursos.
Energía limpia para usos productivos: consiste en la promoción de soluciones de energía y tecnología
renovables para satisfacer las necesidades energéticas de las industrias locales, en particular en zonas
rurales, y para abordar de forma sostenible el problema de la pobreza energética.
CUADRO 9: FACETAS DE LAS POLÍTICAS DE INDUSTRIA VERDE
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
7. RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES
Adoptar un patrón para el desarrollo industrial bajo en carbono y eficiente con los recursos puede
reconciliar la necesidad urgente de proteger el entorno natural y el clima con la necesidad también
urgente de una rápida industrialización que cree puestos de trabajo y riqueza y alivie así la pobreza.
Usar los recursos de forma más productiva es esencial para lograr una serie de objetivos políticos,
entre los que se cuentan la mitigación del cambio climático y la adaptación a sus consecuencias,
la protección del medio ambiente, la seguridad de los recursos y el suministro alimentario, la reducción
de la pobreza mediante la creación de puestos de trabajo, el estímulo de la actividad económica y
el fomento de la competitividad.
Sin embargo, hasta la fecha, la transición a una industria eficiente con los recursos ha sido lenta.
Siguen existiendo diversos obstáculos para la implantación y la difusión de tecnologías y experiencias
responsables con el medio ambiente, como la falta de concienciación, la rigidez, la ausencia de
políticas y marcos regulatorios apropiados y la insuficiente inversión en la infraestructura que las
nuevas tecnologías requieren. La industria verde ofrece enfoques rentables que ayudan a los países
en desarrollo a avanzar hacia vías de desarrollo industrial robustas que permitan mejorar las
condiciones de vida y crear riqueza sin dañar el medio ambiente, las comunidades o el clima.
Existen oportunidades significativas para utilizar el enfoque de industria verde para ayudar a los
países en desarrollo y transición a enfrentarse a inquietudes sociales acuciantes y, al mismo tiempo,
garantizar que estos países disfruten del crecimiento verde. Los países en desarrollo con
infraestructuras industriales emergentes y en expansión tienen una oportunidad especialmente
interesante de mejorar su competitividad aplicando desde el primer momento las prácticas
recomendadas de eficiencia en materia de recursos a sus nuevas instalaciones industriales, en lugar
de seguir la ruta, más lenta, de invertir primero en infraestructuras tradicionales para después
actualizarlas. A menudo se argumenta que, utilizando la tecnología moderna disponible y
comercializando los nuevos conocimientos, los países en desarrollo y transición pueden saltarse
varias etapas del desarrollo y alcanzar un grado de industrialización más elevado con rapidez.
Sin embargo, es esencial que las tecnologías, las prácticas y los métodos de producción que se
apliquen en estos países sean sostenibles y adaptables (es decir, que no impidan el aumento de la
eficiencia en el uso de los recursos). Si no aprovechan la oportunidad actual para integrar enfoques
y tecnologías de producción sostenibles en su necesaria actualización y desarrollo, estos países se
enfrentarán a costes y pérdidas de elevada cuantía en el futuro, puesto que se verán obligados a
limpiar la contaminación generada, a reemplazar sus bases tecnológicas y a subsanar las
oportunidades empresariales perdidas, la escasez de recursos, los ecosistemas agotados y su
incapacidad de competir en el mercado mundial.
Si bien se han logrado numerosos éxitos a escala empresarial y se han desarrollado tecnologías y
enfoques para mejorar la productividad de los recursos, aún queda mucho por hacer en esta materia
La replicación y la ampliación a gran escala siguen siendo una asignatura pendiente. Para aprobarla,
se deben subsanar las lagunas y superar los obstáculos existentes, crear las condiciones para un
marco habilitador tanto a escala nacional como internacional, intensificar la transferencia de
tecnologías, potenciar la cooperación Sur/Sur, fortalecer los sistemas de innovación y generar
capacidad nacional. La iniciativa de industria verde de ONUDI proporciona una sólida base para
ayudar a los países en desarrollo a que aborden estos problemas.
Es necesario intensificar los esfuerzos nacionales e internacionales para responder de manera eficaz
a la escala y el alcance de los retos globales interrelacionados y cada vez más urgentes. Es necesario
ir más allá de la retórica de "son todo ventajas" y tomar medidas. La industria verde desempeña un
papel crucial en el tránsito hacia una economía verde en la cual las industrias no solo participen,
sino que sean una fuerza motriz para la solución de los problemas económicos, ambientales y
sociales del mundo.
39
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DEFINICIONES
Producción más limpia: “La aplicación continua de una estrategia ambiental integrada a procesos,
productos y servicios para incrementar su eficacia global y reducir los riesgos para el ser humano
y el entorno”. UNEP (2002). Puede aplicarse a los procesos industriales, a los productos propiamente
dichos y a diversos servicios (UNIDO-UNEP 2010).
Disociación: la OCDE define la disociación como la "ruptura del vínculo entre los 'males ambientales'
y los 'bienes económicos'". La disociación se produce cuando la tasa de crecimiento de una presión
ambiental es inferior a la de su fuerza económica impulsora (medida, por ejemplo, en términos de
PIB) en un periodo determinado. La disociación puede ser absoluta o relativa. La disociación absoluta
se produce cuando la variable ambiental relevante permanece estable o se reduce y la fuerza
económica impulsora crece. La disociación relativa se produce cuando la tasa de crecimiento de la
variable ambiental relevante es positiva, pero es inferior a la tasa de crecimiento de la variable
económica (OECD 2002; Stamm, A. et al. 2009).
Gestión de productos químicos: se trata del desarrollo de enfoques y modelos de negocio preventivos
para ayudar a las empresas a reducir los riesgos y los impactos asociados con el uso de productos
químicos. Incluye la producción segura y responsable y la sustitución de productos químicos.
Sustitución de productos químicos: sustitución o reducción de las sustancias peligrosas de los
productos y los procesos recurriendo a sustancias menos peligrosas o sin peligro, o logrando una
funcionalidad equivalente a través de la adopción de medidas tecnológicas u organizativas.
Eficiencia energética: abarca los cambios cuyo resultado es reducir la cantidad de energía utilizada
para producir una unidad de rendimiento económico (p. ej., la energía utilizada por unidad de PIB) o
para obtener determinado servicio energético (p.ej., iluminación, calefacción). Entre las medidas para
potenciar la eficiencia energética se cuentan los cambios tecnológicos, organizativos y de conducta.
Enfoque de ciclo de vida: aborda la totalidad del ciclo de vida de un producto, proceso o actividad
(p. ej., un servicio), incluyendo la investigación y el desarrollo, la extracción y el procesamiento de
materias primas, la fabricación, el transporte y la distribución, la utilización, reutilización y
mantenimiento, y el reciclaje y la eliminación final. Es una herramienta para conducir un análisis
sistemático e integral del ciclo de vida y calcular las consecuencias ambientales de las distintas
alternativas de materiales, diseños, procesos de fabricación, patrones de uso y opciones de final de
vida útil (Weiser, G.M. and Magraw, D.B. 2005; UNEP 2009).
Producción baja en carbono: en términos industriales, la producción baja en carbono describe la
reducción neta continuada de las emisiones de GEI por unidad de servicio o producto suministrado.
Las industrias bajas en carbono son esenciales para abordar las adaptaciones a los impactos
potenciales del cambio climático, incluidos los cambios sociales, ambientales y económicos (UNIDO
2010b).
Industria: producción industrial, en la cual las materias primas se transforman en productos
terminados a gran escala. La fabricación abarca todos los procesos intermedios necesarios para la
producción y la integración de los componentes de un producto.
Industria manufacturera: se refiere a las industrias dedicadas a la fabricación y el procesamiento
de artículos y que participan bien en la creación de nuevas mercancías o en la agregación de valor.
Industria de procesamiento de materias primas: industria que trata o prepara materias primas en
una serie de fases, p. je., usando procesos químicos. Entre las industrias de procesamiento se
cuentan las refinerías de petróleo, las industrias petroquímicas, las potabilizadoras y el tratamiento
de aguas residuales.
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
Simbiosis/ecología industrial: la idea central de la ecología industrial es optimizar el flujo de materiales
y energía entre diferentes industrias para optimizar la utilización de los recursos, crear nuevos
productos y reducir la polución.
Innovación: las innovaciones incluyen los productos, los procesos y los modelos organizativos nuevos
y mejorados. En lo que a los países en desarrollo se refiere, también incluye la primera utilización
de tecnologías nuevas en el contexto doméstico (Dahlman, C. 2007).
Equidad intergeneracional: la generación actual tiene derecho al uso y disfrute de los recursos del
planeta, pero tiene también la obligación de tener en cuenta el impacto a largo plazo de sus
actividades y de preservar la base de recursos y el medio ambiente mundial para beneficio de las
generaciones futuras de la humanidad. (Weiser, G.M. and Magraw, D.B. 2005).
Internalización de costes (principio "quien contamina paga"): el uso de instrumentos de mercado
o normativos para garantizar que los responsables de la contaminación o de actividades productivas
o procesos que puedan resultar contaminantes en último término soporten los costes ambientales
y sociales de sus actividades en su totalidad, y que dichos costes se reflejen en el precio de mercado
de los productos y servicios (ibid.).
Producción más limpia y eficiente con los recursos: se aplica a estrategias, procesos, productos
y servicios integrados y preventivos que incrementan la eficiencia de los productos y reducen los
riesgos para el ser humano y el medio ambiente. Esto se consigue mediante la eficiencia de los
productos, la gestión ambiental y el desarrollo humano (UNIDO-UNEP 2010).
Productividad de los recursos: es la medida de la eficacia con que se utilizan los recursos, es decir,
cuánto producto se produce por unidad de energía, agua o material utilizado (UNIDO-UNEP 2010b).
Producción responsable: consiste en la mejora, el control y la gestión de los productos químicos
peligrosos. La producción responsable incrementa la seguridad global, reduce las incidencias
relacionadas con los productos químicos y protege el medio ambiente y la sociedad (UNEP 2009).
Consumo y producción sostenibles: consiste en "la producción y consumo de servicios y productos
que responden a las necesidades básicas y mejoran la calidad de vida, al mismo tiempo que
minimizan el uso de recursos naturales y materiales tóxicos, así como la generación de residuos y
contaminantes, en todo el ciclo de vida de un producto o servicio, de forma que no comprometan
la satisfacción de las necesidades de generaciones futuras" (UNEP 2002).
Sostenibilidad: el concepto de sostenibilidad significa que los esfuerzos de desarrollo, incluyendo
los destinados a la protección de la salud y el medio ambiente, deben emprenderse de forma que
"satisfagan las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de generaciones futuras
para satisfacer sus propias necesidades" (Bruntland, G. ed. 1987).
Transferencia de tecnología: el proceso por el cual la experiencia o los conocimientos relacionados
con la tecnología se transfieren de un usuario a otro para beneficio de la economía (incluida la
mitigación de costes futuros asociados con los daños ambientales). Incluye la adquisición, adaptación,
diseminación y uso en contextos locales diversificados de la tecnología (Ockwell et al. 2008; Dahlman,
C. 2007).
Cero residuos: gestión de productos y procesos para reducir y eliminar sistemáticamente los niveles
de materiales de desecho, reutilizando y recuperando los recursos mediante el reciclaje, el compostaje
y la recuperación de energía (Alianza Internacional para los Residuos Cero http://www.zwia.org/).
41
42
INICIATIVA DE INDUSTRIA VERDE PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL SOSTENIBLE
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