Download el nuevo modelo de empresa y de su gobierno en la economía actual

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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
PROPUESTA DE DOCUMENTO MARCO:
EL NUEVO MODELO DE EMPRESA Y DE SU
GOBIERNO EN LA ECONOMÍA ACTUAL
Ponente:
Eduardo Bueno Campos
(Catedrático de Economía de la
Empresa de la UAM y
Presidente de la Comisión)
Febrero, 2007
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
INDICE
1. Justificación del Documento Marco
2. Introducción
3. La transformación de la sociedad y de la economía: la era de los intangibles
3.1. Ciencia y tecnología; globalización y competencia.
3.2. Los pilares de la “sociedad red” o de la información.
3.3. Caracteres de la sociedad y economía del conocimiento
4. Emergencia de un nuevo modelo de empresa y de forma de gobierno
corporativo.
4.1. Los retos de la empresa ante la sociedad y economía del conocimiento
4.2. Emergencia de un nuevo modelo de empresa: caracteres estructurales
y conductuales.
4.3. Crisis del modelo tradicional de gobierno de la empresa o de naturaleza
financiera-mercantil.
4.4. Nuevos planteamientos de modelo de gobierno de la empresa:
Perspectivas estratégica-social.
4.5. Principios básicos y mejores prácticas de buen gobierno corporativo
5. Agenda de desarrollo temático del Documento Marco
5.1. Gobierno corporativo y desempeño y retribución del capital humano
5.2. Desarrollo y control estratégico
5.3. Transferencia de conocimiento: Barreras y facilitadores
5.4. Innovación y emprendimiento
5.5. Aprendizaje organizativo: La organización inteligente
5.6. Gobierno electrónico y sistemas de información
5.7. Cultura y empresa familiar
5.8. Alianzas estratégicas: Cooperación y competencia empresarial
6. Referencias Bibliográficas
7. Índice de Términos
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
1.- JUSTIFICACIÓN DEL DOCUMENTO MARCO
A principios de 1983 se creó la tercera Comisión de Estudio de la AECA
para analizar, desarrollar y proponer principios básicos y recomendaciones en
el ámbito de la Dirección y Administración de Empresas, dado el gran avance y
los diferentes enfoques que ha venido protagonizando esta área de
conocimiento de las ciencias sociales, con el ánimo de ir construyendo un
marco conceptual que oriente y facilite el quehacer de académicos y
profesionales trabajando en dicho conocimiento, tanto de España como de los
países de América Latina. Con este propósito y con similar composición que
las anteriores Comisiones, en representación de los diferentes colectivos
integrantes de la Asociación, se produjo la primera reunión de la Comisión de
Organización y Sistemas en febrero de 1983.
En dicha reunión se definió un programa de trabajo que pretendía
abordar los temas de actualidad para llevar a cabo una eficaz y eficiente
gestión de la organización y un análisis de los problemas que caracterizan
aquélla, con el fin de presentar los correspondientes sistemas de solución. En
concreto, se fijaron como objetivos de la Comisión tratar los siguientes temas
generales, con el ánimo de ir publicando los Documentos correspondientes que
divulgarán entre los socios y el entorno social de la Asociación los resultados
de los trabajos o estudios realizados:
⇒ Los objetivos de la organización: concepto y medida de la
eficiencia de la empresa
⇒ Estrategias y políticas empresariales
⇒ El elemento humano de la organización
⇒ La función de control en la empresa
⇒ La competitividad empresarial.
El programa de trabajo delineado fue dando sus frutos y los primeros
temas de ámbito general se estudiaron, evolucionaron y se concretaron en un
conjunto de Documentos, en total y hasta la fecha diecisiete títulos
correspondientes a otros tantos temas, que muestran un primer balance de los
veinticuatro años transcurridos desde que iniciara su andadura la Comisión de
Organización y Sistemas.
Es evidente que en el tiempo transcurrido la evolución y los cambios
protagonizados por la economía y la dirección de las empresas han sido uno de
los caracteres relevantes de la actual sociedad, que viene siendo denominada
como “del conocimiento”, precisamente por el papel destacado que en su
devenir y en su evolución ha tenido, tiene y tendrá el conocimiento científico y
tecnológico. En consecuencia, y respondiendo al escenario y proceso de
cambio descrito y que seguirán protagonizando las organizaciones en el siglo
XXI, la Comisión en Sesión Plenaria de 20 de junio de 2006 decidió iniciar una
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
nueva etapa, fijándose nuevos objetivos para ir respondiendo al reto que
representa la actual sociedad del conocimiento y adaptando los principios y
recomendaciones que deba emanar a los nuevos enfoques rectores del
gobierno de la economía y de las organizaciones que la integran, con el fin de
poder establecer las mejores prácticas y diseñar los sistemas de gestión
empresarial más eficientes y eficaces ante la nueva realidad. Para alcanzar
estas metas también se ha rediseñado la metodología de trabajo de la
Comisión, en el sentido de tratar los temas de estudio a través de ponencias
colegiadas, en las que, además, se prevé la posibilidad de poder ser
patrocinadas por instituciones o entidades interesadas en el desarrollo de las
actividades de AECA y, más en concreto, de la propia Comisión. De esta forma
se asegura tanto el desarrollo armónico de los trabajos programados por
aquélla como su divulgación social y profesional en el entorno de referencia de
las correspondientes organizaciones patrocinadoras.
En consecuencia, en la citada Sesión Plenaria del pasado 20 de junio se
acordó iniciar la nueva etapa de la Comisión con un programa de desarrollo
temático a desarrollar a partir de 2007 y que tendrá su punto álgido de
comienzo simultaneo de las ponencias principales en el año 2008,
aprovechando la celebración del veinticinco aniversario de existencia de la
Comisión de Organización y Sistemas. Desarrollo temático que se especifica,
como programa de arranque en el punto 5 de este Documento y que se puede
concretar con los temas y ponencias siguientes:
⇒ Gobierno corporativo, desempeño y retribución del capital
humano (Antonio Aragón- Universidad de Murcia)
⇒ Desarrollo y control estratégico (Francisco Ibisate – Tea Cegos)
⇒ Transferencia de conocimiento: Barreras y facilitadores (Eduardo
Bueno – IADE – CIC)
⇒ Innovación y emprendimiento (Antonio Aragón
Eduardo Bueno (IADE-CIC)).
(U de Murcia) –
⇒ Aprendizaje organizativo: La organización inteligente (Nekane
Aramburu (ESTE) – Víctor García Morales ( U. de Granada).
⇒ Gobierno electrónico y sistemas de información (Mar alonso
(UAM) – Fermín García Puertas (IMC)
⇒ Cultura y Empresa Familiar (Ramón Sabater (U. de Murcia) –
Tomás Bañegil (U. de Extremadura).
⇒ Alianzas estratégicas: Cooperación y competencia empresarial
(Fernando Casani (UAM)).
Como es obvio, los temas anteriores propuestos solo representan el
compromiso inicial o el mapa del trabajo que se desea desarrollar en los
primeros momentos de la nueva etapa, por lo que es de esperar que su
despliegue y concreción irá produciendo otros temas más o menos
relacionados a los previstos para su estudio y comunicación social.
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
2.- INTRODUCCIÓN
El proceso de globalización de la economía ha sido el protagonista de
las dos últimas décadas del siglo XX y ha acelerado sus efectos hasta nuestros
días, provocando un conjunto de convergencias de toda naturaleza entre los
agentes sociales que en este momento componen el mercado global y que se
van incorporando al mismo, tanto en lo que hace referencia a su estructura
como a su comportamiento. Esta globalización ha incrementado las
condiciones de la competencia y modificado sus formas, en gran medida por el
impacto singular del desarrollo tecnológico y, sobre todo, de las tecnologías de
la información y las comunicaciones (TIC), lo que ha provocado la construcción
de la llamada sociedad red, la cual continúa desarrollándose y penetrando en
todos los procesos del sistema económico, en una evolución hacia la llamada
sociedad del conocimiento.
Ante esta situación la empresa tiene que saber actuar y responder con
eficiencia y efectividad a los retos que generan la globalización y la
competencia actuales. Debe aprender a actuar en la sociedad red y aprovechar
las oportunidades que se le brindan y apostar por una mayor innovación en el
nuevo contexto. (Bueno, 2002b y 2005)
Durante la década de los noventa del siglo pasado han surgido al primer
plano del interés socio-económico y a la palestra de la economía y de la
gestión empresarial dos cuestiones relevantes, las cuales han impactado a
nivel internacional de una forma muy destacada. Estas cuestiones son: a) el
Gobierno de la Empresa (Corporate Governance) o las recomendaciones,
siguiendo las mejores prácticas, para un eficiente y eficaz funcionamiento de
los Consejos de Administración de las sociedades que cotizan en el mercado
de valores y de las que apelan para su financiación a los mercados de
capitales, y b) el Gobierno del Conocimiento y del Capital intelectual, como
expresión de la evolución del proceso tradicional de creación de valor basado
en activos tangibles hacia el proceso actual que lo logra gracias a los
“intangibles”, derivados de las actividades intelectuales o que ponen el
conocimiento en acción, poseídos por los sujetos involucrados en dicho
proceso. (Bueno, 2004).
En consecuencia, las empresas en particular y las organizaciones en
general se enfrentan el reto de responder al nuevo escenario que representa la
sociedad actual de la información y la denominada economía del conocimiento.
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
Dicha respuesta está definiendo un nuevo modelo de empresa, una nueva
forma organizativa y un nuevo modo de gobierno más estratégico y social, en el
que los intangibles basados en conocimiento y los contratos relacionales o
implícitos que se producen entre los partícipes de la organización protagonizan
una realidad nueva y que viene concretándose en unos rasgos que tipifican las
empresas de nuestro tiempo como “inteligentes” o pensantes”, trabajando en
red y basadas en la importancia del conocimiento en sus procesos de negocio.
3.- LA TRANSFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD Y DE LA ECONOMÍA: LA
ERA DE LOS INTANGIBLES
En las últimas décadas del siglo XX surgió el concepto de sociedad de la
información o de la “sociedad red”, como expresión del valor de aquélla como
recurso o factor critico en los procesos de transformación económica y en el
comportamiento de los agentes que integran la sociedad que se ha ido
construyendo a lo largo del siglo pasado, dando lugar a una forma más global e
interdependiente de actuación de los agentes que componen los espacios del
sistema económico. Este nuevo funcionamiento de la economía basado en el
protagonismo de la globalización de ésta, tal y como ha sido introducido en las
páginas anteriores, ha representado una relación causa-efecto que ha
transformado de manera muy acelerada en pocas décadas la estructura y
comportamiento de la sociedad, de su economía y de la forma de gobierno de
las instituciones u organizaciones que las componen. Transformación que se
ha ido apoyando en el proceso de transferencia de información para la creación
de conocimiento organizativo, que sumado al gran avance del conocimiento
tecnocientífico, es decir de la ciencia y la tecnología a lo largo del siglo XX, ha
ido creando una nueva sociedad definida como del conocimiento, con una
economía basada en éste como recurso intangible de naturaleza intelectual y
creador básico del valor que en ella se reconoce, una vez que el mismo se
pone en acción en el seno de la organización, gracias a la función del
empresario, en los mercados en que se estructura la economía actual. Todo
este cambio ha ido definiendo la nueva “era de los intangibles” (Bell, 1973;
Bueno, 1998; Drucker, 1965, 1973 y 1993; y Machlup, 1980), era que profetizó
hace ya mucho tiempo Alfred Marshall (1890), aunque tuvieron, que pasar
bastantes décadas hasta que la misma comenzará a tomar cuerpo y a
proyectarse de la mano de las uniones o relaciones “virtuosas” y “sinérgicas”
entre ciencia y tecnología y entre globalización y competencia, para ir
configurando la actual sociedad y economía del conocimiento, tal y como se irá
desarrollando en los epígrafes siguientes.
En definitiva, la llamada “era de los intangibles” de la nueva sociedad y
economía se configura como una época que se ha iniciado en los ultimos años
del siglo pasado, en la que los conceptos más importantes en que se ha
apoyado el sistema socioeconómico, todos ellos interrelacionados y de
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naturaleza intangible, tales como: datos, información y conocimiento,
competencias, capacidades, talento, confianza e innovación, entre otros, son
de naturaleza intelectual o derivados de la puesta en acción del conocimiento
humano, en sus vertientes científicas y técnicas y, en suma de la inteligencia
en las diferentes escalas o proposiciones cognitivas en que la misma se puede
manifestar y en su aplicación al desarrollo de la estructura productiva de la
sociedad. Era que seguirá siendo la protagonista en el siglo XXI, desde la
perspectiva de la sociedad del conocimiento.
En consecuencia, dadas las dimensiones y caracteres del conocimiento la
nueva sociedad se construye en torno a los ejes de la complejidad, la
diversidad, la coevolución y como un sistema social abierto, tal y como se irá
tratando.
3.1. Ciencia y tecnología; globalización y competencia.
El siglo XX ha dejado una importante herencia científica y tecnológica
a la sociedad del milenio actual. Ha sido una centuria que pasará a la
historia de la humanidad por muchas razones, positivas y negativas, pero
de gran trascendencia para la ciencia, para la técnica y para la sociedad.
En dicha época se han sucedido acontecimientos que han ido dando
luces y sombras a su discurrir, pero que sin ninguna duda han
colaborado al gran avance que el siglo protagonizó en los tres ámbitos
antes apuntados (ciencia, técnica y sociedad). El siglo XXI toma el testigo
de esta evolución, aceptando el reto sin par del siglo precedente,
bautizado como “el de la ciencia” (Sánchez Ron, 2000).
Durante las diez décadas precedentes la ciencia, técnica y sociedad
han caminado en ciertos momentos en armonía, pero las más de las
veces lo han hecho de forma disjunta, con secuencias diferentes y con
ausencia de sintonía en sus procesos evolutivos, cuestiones que
provocaron determinados conflictos, generando inquietudes e
incertidumbres sociales y haciendo aflorar crisis en las sociedades que
han configurado nuestro universo. De cualquier manera, ha sido una
época en que el conocimiento científico ha sido la estrella, se ha
convertido en la clave del arco que ha construido la bóveda de los
avances científicos y técnicos del siglo, de tal modo que este conjunto de
saberes contrastados y presuntamente ciertos han definido la sociedad
moderna, delineado las coordenadas de las sociedades de la ciencia y de
la cultura de nuestra época (Lamo de Espinosa et al., 1994), en las que
actúa en un estrato superior a la sociedad de la información, tal y como
ser irá desarrollando en los epígrafes siguientes.
Es evidente que vivimos una época de profunda revolución
científica. Como dice Sánchez Rón (2001): “Nos encontramos, en
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definitiva, justo en medio (al principio tal vez) de una revolución con
profundas implicaciones no solo en el dominio de la ciencia y la técnica,
sino también en el social. Estamos asistiendo, y siendo creadores al
igual que objetivos, de uno de esos períodos en los que, por decirlo de
alguna manera, el suelo se mueve bajo nuestros pies, en el que nos
damos cuenta de que el futuro será diferente del presente y de que el
propio presente cambia, debido precisamente a los instrumentos que se
van creando dentro de esta revolución”.
Estas palabras de Sánchez Rón parten de la observación del efecto
de la última y reciente revolución científica: la biología molecular. Una
aportación al conocimiento científico universal con características
diferentes y especiales que anteriores revoluciones científicas –como la
newtoniana, la lavoisieriana, la planckiana o la einsteniana, como más
relevantes- ya que ésta tiene que ver de forma directa con nosotros
mismos, con la vida humana, ya que el sujeto y el objeto de
investigación es la vida. Siguiendo con ideas de este autor las
revoluciones científicas de tiempos pasados, y más en concreto las más
recientes de la Física como la “relativista” y la “cuántica” se han centrado
en los temas protagonistas siguientes: “espacio-tiempo”, “átomos”,
“fisión nuclear”, “niveles energéticos”, “principio de incertidumbre”, “caos,
indeterminación y fractales”, “agujeros negros” o “universo en
expansión”; mientras que la revolución biológica molecular en curso los
temas protagonistas que aborda son:“ADN”, “genes”, “vida transgénica”,
“células madre” o “clonación”; todos ellos, en su inmediatez, mucho más
cercanos a la persona.
Siguiendo esta relación dinamizadora entre ciencia y tecnología
que ha ido transformando la sociedad y su economía, no se puede dejar
de lado, los efectos que dicha relación ha provocado en la nueva forma
en que vienen actuando los mercados y los agentes que en ellos
interactuan, proceso de globalización que ha sido introducido y que
caracteriza, a la vez que ha sido su causa la llamada “sociedad red”.
Globalización que se puede explicar por un conjunto de procesos de
convergencia de distinta naturaleza que influyen de forma capital en las
organizaciones o agentes que componen dichos mercados y, en
especial, en la manera de competir en ellos o las distintas dinámicas
para llevar a cabo las competencias de cada uno de los agentes de
referencia, los cuales, a su vez, son definidos como sujetos de
conocimiento, en los que la ciencia y la tecnología son sus armas o los
recursos y capacidades principales para competir en los nuevos
espacios globales.
3.2. Los pilares de la “sociedad red” o de la información.
A lo largo de las últimas décadas del siglo XX se ha ido
construyendo una nueva era o una nueva sociedad, especialmente en
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
los países de la OCDE. En este sentido Castells (2000) indica que el
impacto en las sociedades de las tecnologías de la información y de las
comunicaciones han definido la “era digital” o la “sociedad red”,
cuestiones que desde un plano económico configuran la “economía
digital” o la “economía red” (Tapscott, 1997 y Terceiro y Matías, 2001)
La sociedad red es la consecuencia de un conjunto de procesos
sincrónicos y diacrónicos que subyacen en las relaciones entre la
sociedad, la ciencia y la técnica, necesarias para crear las capacidades
sociales para abordar la demanda tecnológica del presente y del futuro.
En esta línea argumental Castells (2000) dice: “En efecto, la capacidad o
falta de capacidad de las sociedades para dominar la tecnología, y en
particular las que son estratégicamente decisivas en cada período
histórico, define en buena medida su destino, hasta el punto de que
podamos decir que aunque por sí misma no determina la evolución
histórica y el cambio social, la tecnología (o su carencia) plasma la
capacidad de las sociedades para transformarse, así como los usos a
los que estas sociedades, siempre en un proceso conflictivo, deciden
dedicar su potencial tecnológico”.
En el último tercio del siglo pasado se ha ido creando y
desarrollando Internet, como “combinación única de estrategia
empresarial, cooperación de grandes proyectos científicos, espíritu
empresarial tecnológico e innovación contracultural” (Castells, 2000).
Fue la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA:
Advanced Research Projects Agency) del Departamento de Defensa de
Estados Unidos la que lanza un sistema de comunicaciones y,
posteriormente, gracias a la tecnología digital y la pura lógica reticular,
se desarrollan las condiciones técnicas para una comunicación
horizontal y global en una primera red de ordenadores: Arpanet. Esto
ocurrió un primero de septiembre de 1969, con cuatro nodos
establecidos en la Universidad de California en Los Ángeles, en el
Standford Research Institute, en la Universidad de California en Santa
Bárbara y en la Universidad de Utah. Red abierta a los centros de
investigación que colaboraban con el Departamento de Defensa. Los
científicos comenzaron a utilizarla para sus fines, separando aspectos
de investigación oficial, con comunicación científica y charlas
personales. Ello llevó a la creación de una red de redes durante los años
ochenta hasta que el 28 de febrero de 1990 se clausuró Arpanet y
comenzó la era Internet.
Durante este tiempo las sociedades comenzaron a vivir la “era de la
información” y se acuñó la expresión “sociedad de la información”, como
forma de entender los cambios sociales y económicos que conforman la
sociedad digital o la sociedad red (Castells, 2001). Esta nueva sociedad
ha alterado las formas de producción e intercambio de bienes y servicios
y “el tipo de relaciones humanas cuantitativa y cualitativamente Nuevas
relaciones que están siendo reforzadas, además, por el nacimiento de
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
infraestructuras y superestructuras más adecuadas a ellas. Ambas son
cada vez más globales, gracias a diversas convergencias económicas y
sociales: tecnológica, sectorial, empresarial y financiera, cultural,
política, institucional, etcétera...” (Terceiro y Matías, 2001). Una sociedad
que ha lanzado el término de nueva economía en la que la información y
las tecnologías que la tratan y transportan son las protagonistas. La
economía actual se desarrolla con un pensamiento también nuevo, de
carácter integrador de muchas corrientes pasadas y actuales, que crea
la plataforma adecuada para que las convergencias citadas encuentren
la estructura cognitivo – activa y efectiva para la evolución social del
siglo XX al siglo XXI (Bueno, 2001 y 2005). En los últimos momentos del
siglo pasado e iniciales del actual, la llamada nueva economía atraviesa
una crisis de adaptación y de ajuste de su verdadero futuro, el cual se
hará más claro en los próximos años de la nueva centuria.
La sociedad red es en cierta medida dinamizadora de la
globalización, como ésta provoca la consolidación de aquélla. En esta
relación el papel de la red es fundamental para provocar una mayor
interdependencia en la economía de nuestro tiempo y la de los próximos
años (Kelly, 1998). En consecuencia, las telecomunicaciones actúan
como agente principal en los procesos de globalización, los cuales, a su
vez, son procesos de convergencia que se están produciendo ante la
citada relación, y que de forma sintética son los que siguen:
⇒ Convergencia tecnológica o digital, debida a la naturaleza y papel
de las TIC, y de redes o de las plataformas de comunicaciones.
⇒ Convergencia sectorial y empresarial, provocado por ciertas
tecnologías, estrategias y sistemas transversales
⇒ Convergencia
financiera,
consecuente
con
interdependencia de los mercados de capitales
la
mayor
⇒ Convergencia institucional y reguladora, debido a la armonización
internacional y a las mejores prácticas en los códigos de conducta
⇒ Convergencia política, concretada por los efectos del desarrollo del
“E-Gobierno”
⇒ Convergencia científica, debida al despliegue e influencia sobre la
teoría general del conocimiento sobre su creación, distribución y
gestión
⇒ Convergencia cultural, consecuente con la interdependencia e
integración de valores y prácticas sociales.
⇒ Convergencia ecológica, a partir de la mayor sensibilidad y
solidaridad medioambiental y por el mayor conocimiento sobre el
papel que juega el bioma y la biodiversidad.
En suma, se puede afirmar que la evolución natural de la sociedad
red o sociedad de la información es hacia la sociedad del conocimiento,
10
COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
en la que la creación, distribución, medición y gestión del mismo en el
conjunto de las organizaciones o agentes que integran aquélla
representan un gran reto. Cuestión que viene obligando al diseño y
desarrollo de un modelo de empresa y de una nueva forma de gobierno
de la misma, aspectos que serán abordados sucintamente más
adelante.
3.3. Caracteres de la sociedad y economía del conocimiento.
La sociedad del conocimiento como etapa avanzada de la sociedad de
la información puede ser caracterizada utilizando como línea argumental el
conjunto de aportaciones que un grupo de expertos e investigadores de las
ciencias sociales han venido realizando en las postinerias del siglo pasado
e inicio del actual, junto al devenir de la génesis y evolución de la sociedad
de la información o de la “era de los intangibles” (Bueno, 2005). En concreto
los argumentos mencionados son los que se sintetizan a continuación:
o «Una sociedad que se transforma basada en la importancia de los
trabajadores y organizaciones de conocimiento» (Drucker, 1965 y 1973).
o «Una sociedad que se apoya en la creación, distribución y significado
económico del conocimiento» (Machlup, 1980).
o «Una sociedad en la que primero adquirió primacía el conocimiento
teórico sobre el empírico, basada en las sociedades de la ciencia y la
cultura» (Bell, 1973).
o «Una sociedad que inicia una etapa de capitalismo postindustrial basada
en el conocimiento como medio de producción principal» (Drucker, 1992
y 1993).
o «Una sociedad que trabaja en red y procesa gran cantidad de
información, gracias a las tecnologías de la información y las
comunicaciones» (Bueno, 1997).
o «Una sociedad cuya convergencia tecnológica se extiende cada vez
más hacia una interdependencia creciente de las revoluciones de la
biología y la microelectrónica, tanto desde la perspectiva material como
metodológica» (Castells, 2000).
o «Una sociedad que viene protagonizando un espiral creciente de nuevos
conocimientos» (Nonaka y Takeuchi, 1995).
o «Una sociedad que ha pasado a la creación y dirección del
conocimiento, especialmente tácito más que el explícito» (Nonaka,
1991).
11
COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
o «Una sociedad en que el valor en la economía se crea básicamente con
recursos intangibles, basados en conocimiento en acción» (Bueno,
1998).
o «Una sociedad en la que el recurso básico es el conocimiento y la clase
social dominante será la de los trabajadores del conocimiento» (Drucker,
2001) y
o «Una sociedad en la que los ejes que construyen su estructura y
comportamiento se basan en el conocimiento, en todas sus
dimensiones, en el talento y en la imaginación» (Bueno, 2000 y 2002a).
Una vez expuestos los argumentos explicativos y justificadores de la
génesis y desarrollo de la sociedad del conocimiento y siguiendo al autor
austriaco Peter Drucker, fallecido el 11 de noviembre de 2005 en EEUU a la
edad de 96 años, posiblemente el economista e intelectual que con mayor
claridad expuso las dimensiones sistémicas y el futuro de la nueva
sociedad, se van a identificar las tres características mas relevantes de la
misma, las cuales darán pie a la siguiente caracterización de la economía
basada en el conocimiento (Drucker, 2001):
a) Una sociedad sin fronteras, debido a que el conocimiento se
difunde y puede circular con menor esfuerzo que el dinero
gracias a las tecnologías actuales de la “Red”.
b) Una sociedad con movilidad ascendente debido a que el
conocimiento puede ser adquirido fácilmente por todos a
través del sistema educativo y de sus procesos de aprendizaje
presenciales y de e-learning.
c) Una sociedad en la que el potencial de fracaso es igual que el
de éxito. Todos podemos adquirir los medios de producción
necesarios, por ejemplo el conocimiento requerido para el
desempeño de determinada tarea o trabajo, pero no todos
pueden vencer o ganar.
Con el argumentario expuesto se pueden ir resaltando y concretando
los rasgos fundamentales que caracterizan la nueva economía o la
economía basada en el conocimiento. Es evidente que la nueva sociedad
ha ido configurando un modo de producción en torno al conocimiento que
sumó a los tres clásicos (Tierra, Trabajo (físico) y Capital (financiero))
Alfred Marshall en 1890. dado que este conocimiento está encarnado en las
personas, el papel protagonista en la sociedad actual, según los autores
antes citados en este punto, es el de los trabajadores o sujetos del
conocimiento, lo cual ha transformado el concepto y función del mercado de
trabajo y, consecuentemente la estructura y comportamiento de las
organizaciones, las cuales también se basan en el conocimiento, si son
consideradas como sistemas sociales que incorporan el conocimiento de las
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
personas a través de determinados contratos formales, del tipo que sea, e
informales (relacionales) o morales (Bueno 2004).
En consecuencia, se ha venido observando que, en la medida, que la
organización o la empresa ha sabido poner en acción el conocimiento
poseído por las personas que integran la misma a través de una forma
eficiente de gobernar los procesos de conocimiento y aprendizaje del mismo
entre aquellas y con el intercambio de conocimientos y experiencias en los
grupos sociales que pueden configurar la organización, se ha creado
conocimiento como un valor reconocido por el mercado y que se ha
concretado o tangibilizado en los productos e innovación generados por
aquélla. En palabras de Drucker, el papel protagonista de la nueva sociedad
la tienen los trabajadores del conocimiento y las organizaciones que hacen
de éste su misión y el factor productivo crítico, generador del poder del
mercado perseguido y rasgo diferenciador del nuevo capitalismo, en el que
los trabajadores intelectuales son los propietarios del medio de producción
más valioso (Drucker, 1973 y 1993).
Es evidente que la última o tercera característica relevante antes
expuesta introduce algo importante en la dirección estratégica de las
organizaciones basadas en conocimiento, cual es el papel del conocimiento
tácito poseído por las personas, a partir de la experiencia, de la existencia
de un talento en las mismas o. en definitiva, de ciertas capacidades y
habilidades, que sumadas a los conocimientos explícitos poseídos dan lugar
a personas con evidentes competencias para abordar los retos que
desafían a las organizaciones o empresas que integran la economía actual.
El conocimiento, en suma, ocupa hoy en día un papel destacado en la
economía, siendo el exponente del valor añadido más importante para la
empresa o del factor o activo de producción de las empresas más valioso,
tanto desde la perspectiva estratégica de recurso como desde la de
capacidad dinámica, para dirigir mejor aquél y lograr competencias
esenciales, mayor valor o sostener mejor las ventajas competitivas (Bueno,
2005)1.
Resumiendo las aportaciones de los autores ya citados, además de las
opiniones de otros relevantes economistas como pueden ser, por ejemplo,
las de Davenport y Prusak (1998), Stewart (1997) o las contenidas en los
Informes de la OCDE (1999), los rasgos o caracteres fundamentales de la
economía basada en el conocimiento son los siguientes:
ü La economía del conocimiento esta integrada por empresas y
trabajadores “intelectuales” o sujetos del conocimiento, es decir que
1
A estos efectos puede verse también el Documento nº 16 de la Comisión de Organización y
sistemas: “Dirección del Conocimiento en las Organizaciones”, AECA, Madrid, 2004, cuyo
ponente fue el mismo del documento actual: Eduardo Bueno
13
COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
adquieren, incorporan, producen, crean, difunden, intercambian,
almacenan, memorizan, aprenden, consumen y reutilizan
conocimientos propios y ajenos. En suma son agentes sociales que
actúan y trabajan con el intelecto o con la mente, y que según las
últimas estadísticas de la OCDE, así desempeñan sus tareas 9 de
cada 10 trabajadores de sus países miembros.
ü Los productos actuales que protagonizan las transacciones básicas
en los mercados son básicamente un conjunto de desarrollos o de
aplicaciones tecnocientíficas, por lo tanto, de un valor en términos
de coste del recurso o factor de producción utilizado de origen
intelectual o cognitiva y de naturaleza intangible.
ü La economía del conocimiento se basa, en suma, en la
consideración del conocimiento, tanto observado como recurso,
como en su perspectiva de capacidad o de competencia, como un
activo empresarial valioso y crítico, por lo que la integración o suma
de los activos intelectuales o de naturaleza intangible, se están
definiendo con el concepto de Capital Intelectual, el cual, junto al
Capital Físico - Financiero expresa el valor actual de las empresas
y el exponente de las auténticas competencias esenciales de éstas
en la economía globalizada (Bueno, 1998 y 2005).
ü Finalmente, la economía del conocimiento es el nuevo modo de
producción y de intercambio de bienes y servicios basados en
conocimiento, es decir, en que el valor con que estos se expresan o
concretan en las transacciones de mercado tiene su explicación en
la inversión del Capital Intelectual, según sus diferentes
componentes (Capital Humano, Estructural organizativo y
tecnológico y Relacional de negocio, cultural y social) que poseen
tanto las organizaciones como los espacios o territorios, es decir:
empresas, ciudades, regiones y naciones (Bueno-CIC, 2003).
Nuevo enfoque que permite entender mejor los procesos de
globalización y los cambios en la competitividad empresarial.
4. EMERGENCIA DE UN NUEVO MODELO DE EMPRESA Y UNA NUEVA
FORMA DE GOBIERNO ORGANIZATIVO
Decía hace pocos años Prahalad (1998) que ante la nueva realidad que
presenta la economía, la dirección de la empresa debe incorporar criterios
nuevos para orientar su pensamiento y acción. Resumiendo son los siguientes:
•
Preocuparse por expandir sus negocios por el mundo entero, dejando
de lado las perspectivas tradicionales de carácter local.
•
Procurar una diversificación competitiva, como consecuencia de lo
anterior.
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•
Estar, por lo tanto, abierto a todo tipo de alianza y cooperación,
pensando en que son temporales en función de las ventajas que
puedan dar a los partícipes y socios
•
Considerar el tiempo como un recurso crítico o como una cuestión
primordial en la sociedad red de nuestra época
•
Reevaluar el modelo de gestión empleado en los países
desarrollados ante el cambio económico y a partir del conocimiento
de las mejores prácticas existentes en la economía global.
Estas consideraciones llevan a plantear nuevas claves para caracterizar
la emergencia de un nuevo modelo de empresa, coherente con las exigencias
que plantean la globalización y la sociedad red, la economía del conocimiento
y, en suma, la nueva competencia económica .
Este modelo nuevo puede ser caracterizado de la forma siguiente:
•
La importancia de la internacionalización de la empresa, es decir de
sus actividades productivas, comerciales y financieras.
•
La importancia de la internacionalización de la dirección y la
transculturalidad de sus equipos.
•
La importancia de las alianzas y la cooperación empresarial a nivel
nacional e internacional.
•
La importancia de los cibernegocios, como característica de la
sociedad red, y que lleva a la empresa a potenciar las actividades en
el entorno e-business, e-commerce y e-gobernance.
•
La importancia del gobierno del conocimiento, de la innovación y del
aprendizaje organizativo que lleva a un rediseño estructural y
funcional de la organización empresarial.
•
La importancia de la ética, de la transparencia y del compromiso
social de la empresa.
Estos caracteres o vienen demandando una nueva forma de gobierno
de la empresa, que acelera a partir de las crisis recientes por las que han
venido atravesando el modelo tradicional que hasta ahora ha sido el imperante,
pero que ha demostrado sus puntos débiles y críticos en cierta medida, por una
interpretación inadecuada de lo que es la globalización y una utilización
discutible de las facilidades y posibilidades que este proceso ofrece a la
empresa, como consecuencia de la nueva estructura y funcionamiento de la
“sociedad red” y el desarrollo de la sociedad y economía del conocimiento.
Crisis que afectó a la llamada nueva economía en el último año del siglo
pasado, tal y como se verá en un epígrafe posterior, por lo que dicho modelo
tradicional se ve, poco a poco, sustituido por una nueva forma de gobierno de
la empresa.
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4.1.- LOS RETOS DE LA EMPRESA ANTE LA SOCIEDAD Y LA
ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO
Los epígrafes anteriores han servido para poner de manifiesto el marco
conceptual en que se inscribe el nuevo papel de la empresa, así como las
coordenadas en las que ésta debe l evar a cabo sus estrategias y acciones
productivas.
En primer lugar las citadas coordenadas se recogen en la figura 1.
Figura 1.- las coordenadas de actuación de la empresa actual
CAMBIO
COMPETITIVO
CAMBIO
ESPACIAL
CAMBIO
CULTURAL
CAMBIO
ECONÓMICO
CAMBIO
TECNOLÓGICO
CAMBIO
ORGANIZATIVO
ECONOMÍA BASADA
EN CONOCIMIENTO
(ERA DE LOS
INTANGIBLES
(Fuente: Bueno, 2002b)
Como se puede observar el cambio económico actual, que se concreta en
la llamada economía del conocimiento, protagonista de la “era de los
intangibles”, es la combinación de cinco procesos de cambio. El cambio
competitivo, espacial, tecnológico, organizativo y cultural que, como se ha
visto en páginas precedentes, son en gran medida influidos por la propia
globalización, a la vez que son fuerzas atractoras y dinamizadoras de dicha
globalización y, consecuentemente, de la configuración de la sociedad red.
Retomando las claves antes apuntadas por Prahalad que conforman o
influyen el diseño del nuevo modelo de empresa en la economía actual, se
puede indicar que estas claves pasan por la construcción de una empresa
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COMISIÓN DE ORGANIZACIÓN Y SISTEMAS
“inteligente” o “pensante” (Rubinstein y Firstenberg, (1999)), basada en
conocimiento, trabajando en red y, en consecuencia, con una configuración
más plana y con modos más colaborativos y relacionales entre sus
miembros y con los agentes sociales vinculados con ella.
Esta organización “pensante” o “inteligente” presenta los rasgos
siguientes, los cuales comienzan a delinear una nueva forma de gobierno
empresarial:
•
La empresa debe aceptar que su gobierno se llevará a cabo en un
mundo económico en el que el caos y la incertidumbre son los ejes
en que se viene desenvolviendo
•
La empresa debe pensar hacia atrás, desde la percepción del futuro
y vinculándolo a su acción en el presente
•
La toma de decisiones deberá ser distribuida entre las personas y
unidades organizativas con un determinado nivel de responsabilidad,
otorgándoles autoridad y razones para aceptar sus aciertos y errores
•
Hacer de los errores la base de la estrategia de aprendizaje de la
organización
•
Facilitar los procesos que permitan la formación de estrategias
basadas en la creatividad y la innovación
•
Actuar como comunidad de mejores prácticas, gestionando de forma
relacionada entre los miembros de la organización y en estructura de
red
•
Cultivar la confianza, el respeto, la honestidad la lealtad y la
integridad de las personas que integran la empresa
•
Crear un ambiente y unos espacios en los que las personas puedan
compartir sus conocimientos, colaborar y lograr que el espíritu
humano puede elevarse y los valores puedan desarrollarse
Ante esta situación la empresa debe aprender a gestionar dichos
cambios. En concreto en relación al cambio competitivo debe centrar sus
esfuerzos organizativos en saber generar competencias esenciales o
básicas distintivas que faciliten la creación de ventajas competitivas
sostenibles y que gracias al enfoque de capacidades dinámicas (Eisenhart y
Martin, 2000) permitirán formular estrategias de diversificación y de
diferenciación efectivas. En relación al cambio espacial ha de tener en
cuenta la influencia de la mayor internacionalización de los procesos
económicos y los efectos de la globalización en los mercados. En cuanto al
cambio tecnológico, dada su mayor presencia en la actividad económica y
los efectos de las TIC en el desarrollo de la sociedad red, exige un análisis
concreto para llevar a cabo un adecuado gobierno de la innovación y
aprovechamiento de sus ventajas para generar estrategias de diversificación
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y diferenciación. En lo relativo al cambio organizativo debe afrontar los retos
de la flexibilización y de la virtualización de sus procesos de negocio y
administrativos. Finalmente el cambio cultural obliga a gestionar orientando
sus acciones a la presencia de la mayor transculturalidad y de la alineación
evidente de ciertos valores y prácticas provocada por la globalización.
En estos retos cobra especial relevancia el saber dirigir eficiente y
efectivamente las TIC como fuentes evidentes de ventaja competitiva
empresarial. Aquéllas a través de la construcción de redes de información y
de comunicación, pueden facilitar nuevas estrategias para la empresa,
basadas en una nueva perspectiva de la innovación tecnológica. Más en
concreto el saber aprovechar el papel de la red o, en otras palabras, las
ventajas de las TIC puede llevar a que la empresa aplique tecnologías
innovadoras en sus procesos y logre nuevos productos que ofrecer a nuevos
clientes, gracias a los nuevos canales de comercialización que la red
proporciona y, en suma, acceder a nuevos mercados, por lejanos que éstos
estén, en condiciones ventajosas y competitivas si sabe gestionar los retos
antes expuestos y soportar sus estrategias en dichas tecnologías.
4.2.-
EMERGENCIA DE UN NUEVO MODELO DE EMPRESA:
CARACTERES ESTRUCTURALES Y CONDUCTUALES.
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