Download Impétigo

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Índice
Temas
Pág
1. Introducción…………………………………………………………………………...……2
2. Pediculosis………………………………………………………………………………….4
3. Impétigo……………………………………………………………………………………..6
4. Sarna…………………………………………………………………………………….... ..9
5. Conclusiones………………………………………………………………………………12
6. Bibliografía…………………………………………………………………………………13
1
Introducción
La mayoría de los niños, presenta o presentará en algún momento una infección cutánea.
Las infecciones de la piel y partes blandas constituyen una causa frecuente de consulta
en la práctica pediátrica y dermatológica en todas las edades y estratos sociales. Se
presentan en distintos grados de gravedad, desde formas banales hasta otras más graves
que ponen en riesgo la vida del niño. (22)
Entre los factores que aumentan la probabilidad de contagiarse con alguna de estas
enfermedades, se encuentran la falta de higiene y las condiciones de hacinamiento. Niños
que asisten a lugares como salas cuna, en donde comparten secreciones respiratorias y
los mismos juguetes que se llevan a la boca, aumentan el riesgo de contraer infecciones y
disminuyen la posibilidad de cortar la cadena de transmisión para detener la propagación
de la enfermedad.
Otros factores son los ambientales, como la cantidad de metros cuadrados por niño, la
cercanía entre uno y otro, la contaminación causada por sus secreciones y excreciones,
etc, que influyen en la eventual aparición de algún cuadro infeccioso, por lo que el
dermatólogo, sugiere que se mantenga en correctas condiciones el aseo del niño, así
como el ambiente en el que habita frecuentemente.
Entre las lesiones cutáneas infecciosas que se presentan con frecuencia, está la
Pediculosis, enfermedad ectoparasitaria, de alta prevalencia en Chile y en el mundo, el
Impétigo, producido por bacterias como el Staphylococcus aureus y ocasionalmente el
Estreptococo, y la Sarna, cuadro pruriginoso de la piel causada por el ácaro microscópico
Sarcoptes scabiei. (21,23)
Estas enfermedades suelen darse con más frecuencia en zonas urbanas o suburbanas,
de preferencia aquellas sobrepobladas. Los piojos, la sarna y el impétigo no reconocen
barreras geográficas, socioeconómicas ni culturales. Debido a esto, se debe poner
importancia a aquellos grupos que presentan mayor riesgo, como escolares,
preescolares, y personas que viven en condiciones de hacinamiento. (21)
2
Por esto es importante conocer y reconocer estas entidades infecciosas, con el fin de
poder advertir a los padres y derivar oportunamente al niño para que sea tratado a tiempo
y así evitar la continua transmisión de la enfermedad.
3
Pediculosis
La Pediculosis es una enfermedad ectoparasitaria asociada a 3 tipos de parásitos: el
pediculus humano variedad capitis (piojo de cabeza) pediculus humano variedad corporis
(piojo del cuerpo) y el phthirus pubis (parásito de las regiones genitales o ladilla). Todos
estos representan el agente etiológico de la pediculosis. (9)
Pediculosis del cuero cabelludo (Pediculosis capitis): Los piojos de la cabeza son
insectos pequeños que viven principalmente en el cuero cabelludo, siendo una
enfermedad altamente prevalente debido a su fácil forma de contagio ya que se pueden
pegar cuando uno entra en contacto cercano con una persona infectada o a sus ropas,
gorros, peines, pinches, cintillos y tendidos de la cama.
Prevalencia: En la actualidad, a pesar de que han mejorado los estándares y la calidad
de vida, la pediculosis sigue siendo un problema de salud pública a nivel mundial y Chile
no se encuentra ajeno a esta realidad. Algunas de las prevalencias mundiales en centro y
Sudamérica son de: 56,8% en Argentina (1), 96% en Panamá(2), y hasta 100% en
Perú(3). En Chile, en la década de los años 70 se encontró en el 30% de los escolares y
en el 15% de los adultos (4). Estudios en Valparaíso entre el año 2002 y 2004 sobre la
prevalencia arrojaron una tasa promedio de 40,4%, dato que difería entre las comunas de
esa ciudad (35,1 a 51,5%) (5). Los grupos de mayor riesgo son escolares, preescolares y
personas que viven en regimenes de internado. La prevalencia es mayor en las mujeres
siendo máxima entre las niñas en edad escolar con pelo largo.
Signos y Síntomas

Prurito intenso en el cuero cabelludo (8).

Pápulas pequeñas y rojas en el cuero cabelludo, el cuello y los hombros, estas
pueden producir excoriaciones y supurar (8).

Pequeñas motitas blancas (huevos o liendres) en el fondo de cada cabello que son
difíciles de sacar (8).

Complicaciones:
Irritación
del
cuero
cabelludo,
sobreinfección
bacteriana,
Alteración de la raíz del pelo, entre otros. (9)
4
Tratamiento Pediculosis capitis: El tratamiento de elección en la actualidad es la
permetrina 1% vía tópica, debido a su mayor eficacia, efecto residual y seguridad frente al
resto de tratamientos tradicionales. (9)
 Métodos Químicos:
1. Piretrinas: Son neurotóxicos para los piojos y tienen escasa o nula acción
contra los mamíferos. Si se adiciona piperonil butóxido aumenta la
capacidad pediculicida por inhibición del metabolismo de drogas por el
sistema enzimático citocromo p450, que produce acumulación del
insecticida
2. Hexaclorociclohexanos.
Lindano:
Los
hexaclorociclohexanos
son
insecticidas organoclorados, químicamente muy estables, que permanecen
en el ambiente por tiempo prolongado. En los vertebrados se acumulan
principalmente
en
tejido
graso,
siendo
su
efecto
fundamental
la
neurotoxicidad.
3. Crotamitón: El crotamitón como pediculicida es menos efectivo que las
drogas anteriores y se usa en tratamientos de escabiosis
Otros: Cuasia, Cotrimoxazol, Vaselina azufrada al 6-10%,Benzoato de bencilo,Butóxido
de piperonilo, Ivermectina Coadyuvantes: Vinagre, Vaselina sólida
 Métodos mecánicos: existe el método del peine sobre cabello seco y el método
del peine eléctrico, este último no es muy utilizado por su alto costo.
Método del peine sobre el cabello seco. El cabello del paciente, debe ser cepillado con
un peine, que tenga una pequeña distancia entre sus dientes acanalados, luego de haber
sido bien desenredado. El cepillado debe realizarse sobre cabello seco, desde la raíz
hacia distal, evitando dejar zonas sin cepillar. El proceso debe continuar por al menos un
minuto luego de que el último piojo haya sido visto y debe ser repetido, al menos tres
veces en el primer día y luego, dos veces por día durante cinco días. Después de que la
última liendre haya sido vista, el procedimiento puede ser reducido a una vez por día, a
menos que se detecte algún piojo. Existen peines de metal y de plástico, siendo mejor los
de metal debido a que sus dientes están más juntos, son más largos y fuertes, lo que
permite un mayor arrastre de los piojos y liendres y tienen mayor durabilidad, teniendo
como desventaja su alto costo, en relación a los de plástico que vienen incluidos en las
cremas de tratamiento para pediculosis. (9)
5
Prevención
En pediculosis capitis se recomienda el uso del pelo corto o tomado, lavado frecuente de
la cabellera y un tratamiento adecuado no solo para la persona afectada, sino también
para todo el grupo familiar.
No usar nunca profilaxis con pediculicidas, porque se esta favoreciendo la aparición de
resistencia.
Lavar todas las ropas y tendidos de cama con agua caliente y detergente, esto ayuda a
evitar que los piojos se diseminen durante el corto tiempo que puedan sobrevivir fuera del
cuerpo humano.
Precauciones para la atención odontológica: si nuestro paciente presenta pediculosis
debemos informarle a él y a los adultos responsables acerca del problema que presenta y
las opciones de tratamiento que debe seguir. Además debemos suspender la atención
hasta que la infección parasitaria haya sido erradicada con el fin de proteger a nosotros,
nuestro personal y los demás pacientes. Sólo en casos de urgencia podemos atender al
paciente tomando las precauciones necesarias (lavado de manos, cubrir la zona afectada
y limpiar el cabezal del sillón) para evitar el contagio. (8,9)
Impétigo
El impétigo, una infección cutánea altamente contagiosa que generalmente cursa con
ampollas o úlceras en cara (alrededor de nariz y boca), cuello, extremidades inferiores, y
áreas de pañal.
El impétigo afecta ante todo a los niños pequeños, suele producirse durante los meses
cálidos y es más común en los países semitropicales o tropicales que en las regiones más
frías. La infección es más frecuente en los niños que viven rodeados de falta de higiene
(11,13). Máxima incidencia entre los 2 y 6 años (17).
Suele comenzar cuando las bacterias entran por una grieta de la piel, como una
cortadura, rasguño, picadura de un insecto u otras heridas o traumatismos de la piel,
causando inflamación e infección. También puede presentarse en la piel donde no hay
una ruptura visible (16).
Existen dos formas clásicas de impétigo: ampolloso y no ampolloso, en donde más del
70% de los casos corresponden a impétigo no ampolloso (10).
El impétigo no ampolloso es causado por estreptococos del grupo A (Streptococcus
pyogenes) o Staphylococcus Aureus mientras que el impétigo ampolloso es causado por
Staphylococcus Aureus (11).
6
Según un estudio del año 2001 (12) el impétigo no buloso es el más común (91%),
dejando al impétigo buloso con un 9% de los pacientes afectados.
Clínicamente es imposible distinguir el impétigo estafilocócico del estreptocócico (17).
El impétigo comienza con una úlcera roja con picazón que se ampolla, supura y
finalmente se cubre con una costra que se adhiere firmemente. Muy pocas veces forma
úlceras profundas en la piel (13),
El impétigo ampolloso se caracteriza por la aparición de bulas superficiales de 5 a 30 mm
de diámetro, las ampollas se rompen con facilidad originando una costra fina que
posteriormente se re-epiteliza (12,14). El impétigo no ampolloso presenta lesiones
polimorfas que comienzan como vesículas o pústulas de 1 a 4 mm de diámetro que
rápidamente se rompen y cuyo líquido seroso y purulento deja una costra amarillenta
gruesa de aspecto melicérico (12,14).
Signos y Síntomas (16)

Una sola o posiblemente muchas ampollas llenas de pus, fáciles de reventar y que,
al romperse, dejan una base en carne viva de color rojizo (en bebés)

Ampolla con picazón: lo que ocasiona la aparición de lesiones en la vecindad o a
distancia por diseminación por autoinoculación, debido a que
la infección es
transportada en el líquido que supura de las ampollas (14,16).

o
llena de un líquido color amarillo o miel
o
con supuración y formación de costra
Erupción que puede comenzar como un solo punto, pero si la persona se rasca,
puede diseminarse a otras áreas.

Lesiones cutáneas en la cara, los labios, los brazos o las piernas que se propagan
a otras áreas
De ordinario, las lesiones son indoloras y los pacientes no parecen enfermos, por lo tanto
en ambas patologías el hallazgo de dolor, fiebre o compromiso del estado general son
excepcionales (11,12).
El diagnóstico se fundamenta en primer lugar en la apariencia de la lesión cutánea.
Microbiológicamente en un cultivo de la piel o de la lesión de la mucosa encontraremos
por lo general estreptococos o estafilococos (16).
7
Tratamiento
Impétigo no ampolloso: (14)
 Local: aseo con suero fisiológico, descostraje, antibiótico tópico como
Mupirocina al 2% (Bactroban®), Ácido Fusídico al 2% (Fucidine®) 2 veces al
día por 7 días.
 Sistémico: indicado en lesiones múltiples: Flucloxacilina 50mg/Kg/día. c/6hrs o
Cefadroxilo 30 mg/kg/día cada 12 hrs por vía oral, y en caso de alergia a betalactámicos: Eritromicina 40 mg/kg/día c/6 hrs.
Impétigo ampolloso: (14)
 Se puede usar Cloxacilina 30-50 mg/kg en 4 dosis, Flucloxacilina 50mg/Kg/día o
Cefadroxilo 30 mg/kg/día vía oral por 10 días.
El objetivo del tratamiento es curar la infección y aliviar los síntomas. Una infección leve
se puede tratar con una crema antibacteriana recetada y los casos más severos pueden
requerir antibióticos orales. Para remover las costras y el drenaje, lave la piel varias veces
al día preferiblemente con un jabón antibacteriano (16).
Las úlceras del impétigo se curan lentamente y muy rara vez dejan cicatrices (15). La tasa
de curación es muy alta, pero con frecuencia reaparecen en niños pequeños (16).
La evidencia actualmente disponible nos indica que estos pacientes deben ser tratados
con antibióticos de uso tópico a base de Mupirocina o Ácido Fusídico por siete días (13).
Precauciones
El impétigo es altamente contagioso por lo cual estos pacientes no deben ser atendidos y
su citación debe ser diferida, a menos que el paciente presente una urgencia odontológica
(13).
En caso que el paciente deba ser atendido el equipo profesional deberá tomar las
medidas de seguridad para evitar su contagio y transmisión a pacientes posteriormente
atendidos (infección cruzada):
 Utilización de elementos protectores tales como guantes y mascarilla, tanto del
profesional como de la auxiliar.
 Se debe cuidar de no romper las ampollas cuando éstas existen y evitar tocar las
zonas ulceradas.
 Se debe desinfectar todo el instrumental y superficies que estuvieron en contacto
ya sea con el paciente o con material contaminado, previo a la llegada de otro
paciente (13).
8
Sarna (Escabiosis)
La sarna es la más frecuente de las ectoparasitosis; es producida por el Sarcoptes
scabiei, variedad hominis, y se caracteriza fundamentalmente por un intenso prurito
nocturno, la localización característica de las lesiones, un polimorfismo lesional provocado
por el rascado y la presencia de otros convivientes con la afección. Las lesiones cutáneas
son ocasionadas por la hembra del parásito, que labra un surco en la capa córnea para
depositar sus huevos. Los síntomas también son causados por la hembra. Infesta
aproximadamente 300 millones de personas por año (18). En Chile, su prevalencia
aumenta significativamente en invierno (19). En Santiago, se ha encontrado una
prevalencia de esta infestación del 5 al 7% y afecta principalmente a menores de edad de
bajo nivel socio-económico, no tiene diferencias por sexo (20).
Cuadro clínico: El síntoma fundamental del sarna es el intenso prurito nocturno y por ser
una enfermedad altamente contagiosa, lo presenta no solo el paciente, sino las personas
que conviven con él. El prurito que produce el parásito y el continuo rascado por parte del
enfermo dan lugar a excoriaciones, lesiones costrosas hemáticas e infecciones
secundarias como pústulas, furúnculos, ectima* y otras piodermitis, que en ocasiones
confunden el diagnóstico. La localización de las lesiones es típica en la mayoría de los
casos. Los sitios de elección son el pene en el hombre, los pezones y las areolas en la
mujer, y en ambos el borde anterior de las axilas, la cara anterior de las muñecas,
alrededor de las regiones glúteas, abdomen, región dorsolumbar y espacios interdigitales
de manos y pies. En el adulto respeta la cabeza, la cara y las palmas y plantas, pero en el
niño estas partes están afectadas (18).
Signos (24):

Lesiones directas :
A. Surco acarino: Lesión lineal, de varios mm de longitud, y representa la
manifestación externa del túnel que realiza la hembra fecundada en la
epidermis. (20)
B. Vesícula perlada de Bazín: Son lesiones vesiculares de 1 mm de diámetro, que
se produce en el sitio donde la hembra se introduce en el túnel, lo que genera
una reacción inflamatoria. (20)
9

Lesiones indirectas:
A. Pápulas: Son lesiones eritematosas discretamente solevantadas de distribución
bilateral, simétrica y generalizada.
B. Escamas, vesículas, bulas.
C. Nódulos acarinos: Son lesiones nodulares eritematosas de 6-10mm de
diámetro, intensamente pruriginosas, que se ve con mayor frecuencia en los
pacientes atópicos** y se localizan en codos, axilas, flancos, escroto, pene,
pliegues sub e interglúteos (20).
D. Costras y signos de grataje*** en tronco y extremidades
*Ectima: infección causada por estreptococos que atraviesa la epidermis hasta llegar a la dermis.
**Atópicos: tendencia hereditaria a desarrollar reacciones alérgicas inmediatas, como asma, dermatitis
atópica o rinitis vasomotora, debido a la presencia de un anticuerpo en la piel.
***Signos de grataje: lesión que se produce por rasparse constantemente las aéreas afectadas
Tratamiento:
Dentro de las medidas generales es importante destacar (20):
1) Es importante identificar la fuente del contagio para su correcto tratamiento y
seguimiento de la cadena epidemiológica.
2) Se debe realizar tratamiento simultáneo a todos los contactos del paciente infestado
aunque no convivan o no tengan prurito, tales como padres, hijos, hermanos, parejas,
personas que colaboran con tareas del hogar o cuidado de los niños sin vivir con ellos.
3) En el lavado de manos es importante cepillar las uñas pues el rascado de la piel en
manos afectadas lleva a acumular parásitos debajo de las mismas.
4) Se recomienda tratar primero las infecciones cutáneas piodérmicas (estafilocócicas o
estreptocócicas) con antibióticos sistémicos y después tratar la sarna.
5) Puede persistir prurito por varias semanas después del tratamiento. Se pueden usar
antihistamínicos orales o lubricación de la piel. No hay que hacer tratamientos repetitivos,
porque son de riesgo para el paciente.
6) La ropa de cama y la del paciente deben ser lavadas con agua caliente y planchadas.
El lavado en seco también mata al parásito. Además, éste muere en 4 días si no está en
contacto con el huésped humano, por lo que los artículos que no se pueden lavar deben
10
ser puestos en bolsas plásticas por 7 a 10 días (juguetes de peluche, frazadas, colchas,
etcétera).
7) Hay que dar aviso a establecimientos escolares u hospitalarios frente a un caso de
escabiosis para evitar brotes epidémicos.
8) La aplicación del escabicida (crema o loción). Debe hacerse en todo el cuerpo, desde
el cuello hacia abajo. Aplicar en todas las uñas. Es mejor usarlo después del baño pero
con el paciente seco. En los niños se recomienda la aplicación en el cuero cabelludo.
Debe repetirse la aplicación del escabicida a los 7 días, porque no hay tratamientos
ovicidas.
El lindano al 1 % (hexacloruro de gamma- benceno) es posiblemente el medicamento más
eficaz para el tratamiento de la sarna, aunque algunos consideran que es irritante y
potencialmente neurotóxico cuando se usa de manera incorrecta (18).
Más recientemente, se está utilizando la Permetrina al 5%, que es de muy baja toxicidad y
alta eficacia. Actúa como neurotoxina, que produce parálisis y muerte del ácaro. Se aplica
la loción por 12 a 24 horas, según las recomendaciones generales antes descritas, y se
reaplica en 1 semana, con lo que se ha comprobado una eficacia mayor de 92%.
Actualmente se considera como la mejor alternativa terapéutica en niños y adolescentes
(20).
Precauciones con pacientes que la presenten
Cuando un paciente nuestro presente dicha enfermedad nuestra primera medida sea
informar de esto a los padres del menor y en caso que fuese necesario realizar una
interconsulta a un medico general, pediatra o dermatólogo.
En nuestra consulta debemos realizar una desinfección correcta del sillón dental, y
material que haya estado en contacto con el menor que no sea desechable, como las
pecheras.
11
Conclusiones
Este tipo de enfermedades cutáneas son altamente frecuentes dentro de la
población general, y al no ser de notificación obligatoria, gran parte de los casos no son
referidos a los servicios de salud. Por lo cual los datos epidemiológicos existentes
subestiman la incidencia real de estas enfermedades. Al ser éstas de un carácter
altamente contagioso; se transmiten con facilidad entre los niños; y desde los niños hacia
los adultos que los rodean; haciendo que el tratamiento de estas no sea tan solo enfocado
en el niño sino que además hacia su familia y su entorno más cercano, en la mayoría de
los casos.
Es deber del odontólogo general detectar estas patologías y remitir a control
pediátrico o control sano del niño, en su respectivo centro de salid primario, este sólo será
atendido en odontología en caso de urgencia.
En la atención de urgencia el odontólogo deberá tomar todas las medidas básicas
necesarias en cuanto a su protección personal y para los pacientes que se atenderán
después, en el mismo sillón. Tales como:
-
En el caso de pediculosis, cubrir completamente el pelo del paciente y del
profesional, envolver cabecera de sillón dental con algún tipo de papel protector
desechable. Posterior a atención del niño, eliminar el papel protector y
desinfectar sillón con desinfectante de nivel alto-intermedio, como por ejemplo
una solución clorada, para evitar contaminación cruzada con otros pacientes.
-
En el caso del impétigo y la sarna; si se efectúa atención, debe realizarse con
todas las medidas de protección para el odontólogo: guantes, gorro, mascarilla,
delantal, el que debe cambiarse después de atención y lavarlo rigurosamente.
Posterior a la atención dental, desinfectar en forma rigurosa el sillón dental y
seguir los protocolos de desinfección y esterilización de los instrumentos
utilizados tanto en boca como fuera de ésta.
Es importante por parte del odontólogo conocer la etiopatogenia y tratamiento de
estas enfermedades, por la posibilidad de que sea él mismo quien deba diagnosticar y
tratar estas patologías (Ej. En poblaciones rurales donde no exista otro profesional del
área de la salud).
12
Bibliografía
(1).- Pediculosis y otras ectoparasitosis en niños urbanos del nordeste argentino - A. M. F.
Milano et al.
(2).-MEINKING T L , TAPLIN D. Comparative Efficacy of treatment for Pediculus capitis
Infestations. Arch Dermol 1986; 122 (3): 267.
(3).- TAPLIN D, MEINKING T L. Pediculosis Infestations. Pediat Dermatol 1995; 7: 1480515.
(4).- Schenone H, Falaha F, Villarroel F, Rojas A, Székely R, Rojo M, Palomino H. La
infestación por Pediculus humanus capitis en Santiago de Chile. Bol Chil Parasitol 1973;
28:31-33.
(5).- Neira P; Muñoz N, Correa A, Molina L, Henríquez C, Rojas E. Ideas UV en
movimiento. http://www.uv.cl/extension/ideasUV/004/009.html
(6).- Stanley B, Grez M, Muñoz N, Neira P. Entero y Ectoparasitosis en niños y
adolescentes de la Isla Robinson Crusoe. Libro de resúmenes X. Jornadas Anuales de
Parasitologia, Santiago 2006.
(7).- Norma General Técnica N° 101,
Guía Clínica de Sarna y Pediculosis Blanca
Campos H.,Leonor Jofré M.,Patricia Neira O., Isabel Noemi H., Tirza Saavedra U., Ana
Maria San Martín V www.minsal.cl/juridico/RESOLUCION_737_07.doc
(8) http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000840.htm
(9) http://www.redsalud.gov.cl/portal/url/item/5d26b93e3caca628e04001011e0104c7.pdf
(10)Nelson Behrman. Tratado de Pediatría. Capitulo 655, Infecciones bacteriana
cutáneas. Editorial Interamericana. 17 Edición 2003
(11)Harrison On Line en Español. Parte VI. Enfermedades infecciosas > Sección 5.
Enfermedades causadas por bacterias grampositivas > Capítulo 121. Infecciones
estreptocócicas y enterocócicas > (17 mayo 2009)
(12) “Etiología del Impétigo infantil” Lilian Pérez C., Patricia López B., Moema Barrios,
Raúl Ulloa S., Sonia Aguilera P., Cecilia Pefaur M., Clara Mayorga O. Revista chilena de
pediatría v.72 n.3 Santiago mayo 2001.
Disponible
en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-41062001000300003&script=sci_arttext (17 de
Mayo de 2009)
(13) Guía Clínica “Salud Oral Integral en Niños de 6 Años” MINSAL, 2005.
13
(14) Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Publicaciones
“Infecciones de partes Blandas” Dra. Ana maría Peña, Dra. Tamara Viviani. Disponible en
http://escuela.med.puc.cl/publ/pediatriaHosp/InfeccionesPiel.html (17 de Mayo de 2009)
(15)Pediatría Meneghello, Quinta Edición (1997) Tomo II. Pág. 2477-2478
MedlinePlus
(16)Impétigo.
Disponible
en:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000860.htm (17 mayo 2009)
(17) Asociación Española de Pediatría. “Infecciones cutáneas bacterianas” E. Sellarés
Casas,
F.A.
Moraga
Llop.
Disponible
en
http://www.aeped.es/protocolos/dermatologia/index.htm (17 de Mayo de 2009)
(18) Manzur J., Diaz Almeida J., Cortes M. DERMATOLOGIA. Editorial Ciéncias Médicas,
Año 2002. Capitulo 12 Ectoparasitosis cutáneas, pag. 173-176.
(19) Saavedra R., Javier (1); Gutiérrez V., Victoria (1); Saavedra., Tirza (1). Diagnostico
clínico de escabiosis y la necesidad del acaro-test como diagnóstico de certeza en
medicina general. 2008
(20) Pérez-Cotapos M., Sáenz de Santa María M., González.
S. Avances en el
tratamiento de la escabiosis. UDA , dermatología publicaciones
http://escuela.med.puc.cl/deptos/Dermatologia/Escabiosis/Default.html
(21) http://www.sociedad-iih.cl/articulos/SarnaRev_Final_Sept2007.pdf
(22) PREGO, Javier et al. Infecciones de piel y partes blandas en pacientes ambulatorios.
Rev. chil. pediatr. [online]. 2006, vol. 77, no. 2 [citado 2009-05-18], pp. 196-197.
Disponible
en:
<
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-
41062006000200013&lng=es&nrm=iso >. ISSN 0370-4106.
(23) LOWY F. Staphylococcus aureus infections. N Engl J Med 1998; 339(8): 520-32.
14
Universidad de Chile
Facultad de Odontología
Odontopediatría
Integrantes:
Erwin Rodríguez
Pamela Rojas
Melisa Romero
Marcela Salas
Daniela Salazar
Ariel Salinas
Mauricio Sandoval
Mauricio Santis
Docente:
Dr. Marcelo Valle
15