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Desarrollo costero sustentable
Línea vital del futuro en México
Ing. Héctor López Gutiérrez
Revista “Ingenería Civil” # 437, CICM, México, 2005.
En este artículo se pretende destacar la importancia del aprovechamiento de las zonas
costeras según él principio universalmente aceptado del desarrollo sustentable y el grado
de complejidad que ello representa; proponer una organización de los litorales nacionales
en sistemas o conjuntos regionales que ofrezcan afinidad por sus características para su
aprovechamiento sustentable, y exponer el papel que podría desempeñar la ingeniería
civil mexicana en el aprovechamiento integral de las zonas costeras nacionales.
Aprovechamiento de las zonas costeras según los principios del desarrollo
sustentable.
Las zonas costeras en todo el mundo han sido, históricamente, de las más explotadas
debido a la riqueza de sus recursos. Se estima que hoy en día la mitad de la población
total de la mayoría de los países costeros desarrollados vive en las zonas costeras,
fenómeno creciente por la migración de las partes tierra adentro, lo cual genera un agudo
conflicto entre la necesidad de consumos inmediatos usando los recursos costeros y la
necesidad de asegurar un suministro de largo plazo de esos recursos. Lo anterior significa
una doble responsabilidad para los gobiernos, como responsables de la planeación del
uso sustentable de dichas zonas y de su administración.
¿Qué es la zona costera?
La zona costera comprende las dunas, las islas, los promontorios y los acantilados, los
arrecifes, los humedales, las planicies costeras y las cuencas hidrográficas de los ríos que
desembocan en las aguas costeras. Costa afuera puede extenderse hasta los límites de
la zona exclusiva y el mar patrimonial. Estos diferentes espacios encierran varios tipos de
ecosistemas, que producen cada uno de ellos bienes duraderos: los terrenos llanos se
prestan a actividades agrícolas e industriales y son atractivos para desarrollos turísticos y
habitacionales. Los humedales ofrecen un hábitat a todo tipo de especies animales,
insectos, pájaros y animales marinos y vegetales y, recientemente, son atractivo para el
turismo ecológico; la vegetación de las dunas ayuda a fijarlas constituyendo una primera
línea de defensa contra los temporales.
La zona costera es importante para la repoblación piscícola (papel de lugar delicado a la
cría de alevines) y ofrece además alimentación y hábitat. Existe una interacción entre la
zona costera y alta mar, en el sentido de que ciertas especies de peces desovan en las
aguas costeras y después emigran hacia alta mar para volver sólo más tarde hacia la
costa. Los minerales y los hidrocarburos que se encuentran en el fondo del mar
constituyen otro recurso.
Los ecosistemas de aguas superficiales interiores ofrecen un amplio abanico de bienes
renovables y de servicios, ya se trate de agua corriente para uso doméstico o industrial,
de agua de riego, de áreas recreativas o de hábitat para las especies acuáticas, criadas o
en condiciones naturales.
Las aguas costeras, al igual que las aguas superficiales interiores, reciben las aguas
residuales. Pueden soportar estas aportaciones hasta un cierto punto gracias a su
capacidad natural de adsorción y de asimilación, a condición de que la carga de
contaminantes no sea demasiado importante.
Los límites de la zona costera, en lo general, pueden fijarse tierra adentro y hacia el mar
tan lejos como lo exija la mayor parte del potencial de aprovechamiento de los recursos
contenidos en ella. Del lado de tierra, su límite es muy variable, ya que será función de las
características topográficas y morfológicas que definirán el efecto de la penetración del
agua salada debido a la marea como factor más relevante y, en forma secundaria, el
régimen de drenaje superficial. De manera complementaria, es importante señalar que,
considerando las posibilidades de desarrollo, dicho limite queda condicionado al tipo y
tamaño del plan de uso que se puede dar a la franja costera.
Es importante señalar que esta división de los componentes de lo que se considera la
zona costera tiene un carácter meramente convencional, ya que el comportamiento y las
características de ellas pueden o no tener efecto sobre las áreas oceánicas vecinas. Así
por ejemplo, la porción terrestre de la zona costera de la Península de Baja California no
tiene prácticamente influencia sobre el amplio potencial pesquero del Golfo de California.
Desarrollo ecológico sustentable
En forma simplificada puede decirse que el desarrollo ecológico sustentable se logra
manteniendo un equilibrio dinámico entre desarrollo económico, desarrollo social y
protección ambiental.
El concepto de sustentabilidad plantea tres objetivos básicos:
•
Ecológico: Representa el estado natural (físico) de los ecosistemas, los cuales no
deben ser degradados y tienen que mantener sus características principales
esenciales para una supervivencia a largo plazo.
•
Económico: Organizar una economía productiva que proporcione ingresos
suficientes para garantizar la continuidad en el manejo sustentable de los
recursos.
•
Social: Los beneficios y costos deben distribuirse equitativamente.
El desarrollo económico depende de la administración eficaz de los recursos naturales y
del mantenimiento a largo plazo de la producción de los ecosistemas. Esto equivale a
admitir implícitamente que el crecimiento del bienestar económico por habitante sólo es
realizable a largo plazo si se consideran los objetivos de crecimiento económico y de
protección del medio ambiente como complementarios.
Hablar del desarrollo ecológico sustentable considera preservar los recursos naturales, sin
dejar de cubrir las necesidades de la población actual y sin sacrificar la satisfacción de las
necesidades de las futuras generaciones. De esta manera, se integra lo económico con lo
eco lógico con una mejor administración de los recursos naturales.
En un escenario de desarrollo sustentable, la producción derivada de la explotación de los
recursos renovables estará asegurada en la medida en que tal explotación se haga a un
ritmo que permita la adecuada recuperación de los recursos. Si el aprovechamiento
rebasa el umbral crítico de recuperación, la sustitución o rehabilitación puede resultar
antieconómica, y adquirir, en términos prácticos, el carácter de daño irreversible.
La explotación-extracción desmedida de los recursos naturales ocasiona problemas de
deterioro, renovación y agotamiento de dichos recursos (suelo, agua, aire, biodiversidad,
etc.) y es la causa del incremento de problemas económicos y sociales de grandes
consecuencias, como la distribución desigual del ingreso.
Planeación de las zonas costeras
En la planeación de las zonas costeras debe considerarse que éstos son sistemas
dinámicos en los que pueden identificarse dos opciones esenciales de decisión:
1. Cuando el plan de desarrollo responde a un análisis integral del sistema, y como
resultado de ese análisis se identifican y jerarquizan los desarrollos potenciales
compatibles y los que no lo son.
2. Cuando el plan forma parte o es resultado de una estrategia general de
desarrollo regional.
Conviene puntualizar que en ambas opciones se presenta la posibilidad de que exista
compatibilidad entre dos o más formas de desarrollo, por ejemplo, la pesca con el turismo
o los puertos comerciales con la industria costera, lo cual es deseable, ya que
probablemente con las mismas acciones de instrumentación o con adiciones menores se
incrementen los beneficios del aprovechamiento sustentable de la zona.
Es indiscutible que la segunda opción puede ofrecer mayores problemas en cuanto. al
impacto sobre el sistema original, en virtud de que no por fuerza las demandas de uso
que impone el plan serán coincidentes con la vocación del sistema; por tanto, debe
otorgarse particular relevancia al hecho de plantear el manejo de los sistemas costeros
bajo un principio de equilibrio general, incluido el del ecosistema.
El manejo del ritmo de explotación y preservación según un principio de sustentabilidad
puede basarse en una planeación estratégica cuyas partes componentes pueden
comprender:
•
Definir las normas de crecimiento demográfico, acordes con la capacidad potencial
de la zona costera.
•
Orientar el progreso tecnológico hacia un crecimiento limpio y ecológico.
•
Fijar políticas en materia de precio de los recursos, teniendo en cuenta su
disponibilidad y ritmo de recuperación.
•
Adecuar la organización institucional para asegurar la complementariedad de las
políticas de medio ambiente y de desarrollo.
•
Mejorar calidad y cantidad del conjunto de los factores que contribuyen al
bienestar social (trabajo calificado y educación, por ejemplo).
•
Modificar las estructuras de producción y de consumo para mantener las reservas
de recursos escasos con criterios que combinen la sustentabilidad en la
explotación del recurso con su comercialización, sin afectar con ello la economía
de los grupos dedicados a dicha explotación.
•
Racionalizar el grado de capacidad de sustitución deseable entre los recursos
naturales y los producidos por el hombre, mediante procesos como la acuacultura
o la maricultura.
Administración de las zonas costeras
En cuanto a la administración integral de las zonas costeras, estamos frente a un proceso
complejo de participación de actores públicos y privados que requiere integrar un marco
institucional necesario para asegurar que los planes de desarrollo, su instrumentación,
explotación y administración estén integrados con metas sociales, ambientales y de
negocio, y elaborados con la participación de todos aquellos afectados. El propósito de la
administración integral es maximizar los beneficios económicos y financieros provistos por
la zona costera y minimizar los conflictos y daños de una actividad sobre otra, sobre los
recursos y sobre la zona en lo general.
Aun en los países donde existe una cultura marítima y un amplio uso y aprovechamiento
de las costas, resulta a menudo difícil saber cuáles son las dependencias o los
organismos responsables principales de la puesta en práctica de las estrategias para el
desarrollo de las zonas costeras y de los recursos costeros. Hay dos razones para esta
situación:
•
Se consideraba hasta hace poco que las aguas costeras tenían una capacidad de
asimilación ilimitada de factores de deterioro.
•
No se reconocían ciertas características de los recursos costeros: reservas
limitadas, evolución del sistema, usos múltiples de los recursos,
complementariedades e incompatibilidades, conciliación de objetivos públicos y
privados.
Estas cuestiones hacen que recaigan responsabilidades muy significativas sobre los
organismos encargados de la administración de la zona costera, pues los sistemas
económicos y de medio ambiente considerados son competencia de diversos niveles de
la administración nacional y local, y ocasionalmente internacional.
Se propone fundamentar un manejo sustentable de los aspectos eco lógicos en las zonas
costeras con un análisis muy completo de los recursos costeros y con un dispositivo
institucional apropiado para integrar las diferentes actividades. A lo anterior deberá
sumarse la disponibilidad de recursos financieros suficientes y una participación activa y
significativa de la iniciativa privativa en la comercialización de dichos recursos con
criterios racionales.
Organización de los litorales nacionales en sistemas o conjuntos regionales
Se propone organizar los litorales del país por regiones cuyas características guarden
cierta similitud, tanto en lo que se refiere a la disponibilidad de recursos naturales como
en lo relativo a su compatibilidad para el desarrollo de actividades económicas diversas, lo
cual puede constituir una sinergia en la consecución de resultados, a la vez que se
considera deberían ser motivo de atención prioritaria.
Debe señalarse, sin embargo, que el hecho de no involucrar a ciertos estados en regiones
prioritarias no cancela la posibilidad de identificar programas igualmente destacables en
alguna porción del litoral del estado en cuestión. Tales serían los casos de desarrollos
turísticos como el de Bahía de Banderas, Ixtapa, Acapulco o Bahías de Huatulco.
Litoral del Pacífico
a) Sistemas de alta productividad alimentaria, de atracción turística y ecológica.
•
Bahías y lagunas del Pacífico en la Península de Baja California, involucrando,
San Quintín, las lagunas de Ojo de Liebre, San Ignacio y el sistema de Bahía
Magdalena, desde la boca norte en el puerto de López Mateos hasta su extremo
sur.
•
Golfo de California y Pacífico centro-norte, comprendiendo el litoral del Golfo de
California de la Península de Baja California, los estados de Sinaloa y Nayarit, con
énfasis en los siguientes ecosistemas costeros: la desembocadura del río
Colorado, las bahías del norte y, las lagunas del sur de Sinaloa; el sistema de la
laguna de Agua Brava y el conjunto estuarino del río Santiago.
•
Pacífico sur, desde los límites de Guerrero y Oaxaca hasta Puerto Madero,
destacando la importancia del turismo eco lógico relacionado con las lagunas de la
Pastoría y Chiautengo, la Superior e Inferior y del Mar Muerto, además de las de
Buenavista y La Joya en el litoral chiapaneco.
Litoral del Golfo de México y el Caribe
a) Sistemas de alta productividad alimentaria, de atracción turística y mejoramiento
ecológico.
•
Sistema de lagunas de Tamaulipas, referido particularmente a la Laguna Madre y
la de San Andrés.
•
Costas de Yucatán, combinando la atención al dragado para el acceso a los
puertos pesqueros del sistema con el de restauración de las playas del estado.
b) Sistemas de alta productividad alimentaria, con posición estratégica para el comercio,
la agroindustria, el turismo ecológico y la protección civil.
•
Litoral veracruzano en toda su extensión, destacando la laguna de Tamiahua, el
aprovechamiento integral de las cuencas bajas de los ríos Pánuco y Papaloapan y
sus afluentes y la región de los Tuxtlas.
•
Litoral tabasqueño, haciendo énfasis en el manejo de los problemas de inundación
del río Samaria y del uso del sistema fluvial Grijalva-Usumacinta.
•
El litoral campechano desde sus límites con Tabasco, el sistema de laguna de
Términos, los ríos que desembocan en ella y el sistema del estero de Sabancuy.
c) Sistemas de alto potencial turístico.
•
Sistemas arrecifales y reservas de la biosfera de la costa del estado de Quintana
Roo.
d) Campos petroleros marinos de la sonda de Campeche y costa tabasqueña.
•
Zona de 2,500 km2, aproximadamente, comprendida entre 15 y 80 metros de
profundidad.
Debe señalarse que en esta agrupación intencionalmente no se han mencionado los
puertos de distintos tipos e importancia ubicados en esas regiones, como tampoco los
principales conjuntos turísticos. Lo anterior responde a la necesidad de crear un plan que
sirva como marco de referencia para ubicar, en su momento, el papel que deberán asumir
los desarrollos consolidados, ya sea en apoyo o en complemento de las nuevas unidades
productivas manteniendo, por principio, la filosofía del desarrollo eco lógica mente
sustentable.
Papel de la ingeniería civil mexicana en el desarrollo costero
Es incuestionable que, si hay una profesión que tiene la preparación básica para la
planeación, la instrumentación, el desarrollo y la administración de proyectos de
aprovechamiento sustentable de las costas, ésa es la ingeniería civil. Para el profesionista
especializado en el ámbito costero es familiar, por no decir parte de su esencia, el manejo
de:
•
Información básica. Estudio de los factores oceanográficos y meteorológicos,
fluviales, de dinámica costera, morfología y evolución estacional de costas;
fenómenos de difusión y mezclado, etc.
•
Formulación de proyectos. Estudios topobatimétricos. Estudios de ingeniería de
costas e hidráulica marítima y fluvial; uso de modelos físicos y matemáticos para
simulación de fenómenos costeros. Análisis de dinámica de estuarios y lagunas
costeras. Rompeolas, espigones, muros de protección, dragados, restauración de
playas. Estudios de riesgo e impacto ambiental. Mecánica de suelos. Diseño de
plataformas de perforación petrolera, etcétera.
•
Instrumentación y operación de proyectos. Construcción y operación de puertos;
obras marítimas diversas; manejo de sistemas lagunarios en proyectos de
acuacultura; obras de mantenimiento y mejora ecológica de estuarios, esteros y
lagunas; infraestructura para proyectos de maricultura.
•
Administración de proyectos costeros de diversa índole con sistemas
convencionales de evaluación, monitoreo y actualización de los mismos.
Desafortunadamente, desde las escuelas y facultades del país donde se impar.te la
carrera de ingeniería civil, especialmente las ubicadas en los estados litorales, la
orientación hacia los aspectos relacionados con el desarrollo costero no son lo amplio ni
lo importante que deberían ser. En otro artículo se tratará este aspecto fundamental para
el futuro sustentable del país.
"Desgobierno en el mar"
Hemos tratado de destacar la importancia que tiene otorgar atención prioritaria al
desarrollo costero del país; sin embargo, y como motivo de reflexión, quisiéramos
transcribir unas líneas en un artículo recientemente aparecido en un diario de circulación
nacional. (Gabriel Quadri de la Torre, "Desgobierno en el mar", El Economista, julio 2005)
"Nuestros antepasados prehispánicos tenían recelo del mar, a diferencia de los pueblos
mediterráneos y orientales. El océano les infundía temor y supersticiones ominosas, al
grado de que nunca llegaron a conocer la vela. Salvo los esforzados remeros
mayachontales, y la plaza de Tulum [...]. Al final, la privatización portuaria, la creación de
las API ' s y el vuelco de la economía mexicana hacia el exterior durante el gobierno de
Carlos Salinas obligaron a los mexicanos, casi a regañadientes, a entablar relaciones más
formales con el mar.
"Paradójicamente, la vinculación tenue y ambivalente de los mexicanos con el mar no ha
impedido su depredación [...] Menos del 5% de las especies aprovechables aún ofrecen
potencial de crecimiento; el 75% están bordeando la sobreexplotación y el derrumbe
biológico, mismos que ya han sufrido más del 20% de las pesquerías en México. La pesca
en nuestro país ha sido el dominio de subsidios irracionales, irregularidad y corrupción.
[...] No sorprende que la ambivalencia y la indiferencia frente al mar tengan una expresión
jurídica e institucional de confusión, fragmentación, abandono y desgobierno. No existe
una legislación integrada de mares y costas, y menos aún sistemas de gobierno para el
mar territorial y patrimonial.
"Los mares y costas mexicanos son una torre de babel jurisdiccional [...] Son tres millones
de kilómetros cuadrados de mar territorial y patrimonial (50% más que el territorio terrestre
de México), 13 mil kilómetros de costas, cientos de islas y arrecifes, y 150 municipios que
albergan al 23% de la población nacional. Ahí coexisten en conflicto permanente
ecosistemas estratégicos, pesca, petróleo, turismo, industria y expansión urbana. Sin
gobernación coherente, sin una visión integrada, y sin una institucionalidad funcional, le
seguimos dando la espalda al mar."