Download ¿Se subirá Francia al tren de la Optometría Europea?

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B U SI N E S S . L A O PTO M E T R Í A E N E U R O PA
¿Se subirá
Francia al tren
de la Optometría
Europea?
Ignacio J. de Costa González
Coleg. 3.749
Delegado del CGCOO en ECOO
Francia es uno de los países más poblados de Europa, una nación en la que existen
12.500 establecimientos sanitarios de óptica; más de 37 millones de ciudadanos, que
representan el 58 por ciento de la población total, utilizan gafas y más de tres millones,
el cinco por ciento de la población, utilizan lentes de contacto prescritas por los especialistas. En Francia trabajan 25.000 ópticos, 2.000 autodenominados optometristas,
frente a 5.600 oftalmólogos y 3.100 ortoptistas.
esde hace años que acudo a las reuniones del Consejo Europeo de Óptica y Optometría siempre me ha
llamado la atención que Francia no hubiera
aún conseguido el reconocimiento oficial a
nuestra profesión.
D
En un país en el que más de 37 millones de
ciudadanos (58% de la población) usan gafas
graduadas y más de 3 millones (5% de la población) usan lentes de contacto de receta, teniendo 12.500 establecimientos sanitarios de óptica en el país y siendo 25.000 los profesionales
ópticos más los 2.000 que se autodenominan
optometristas frente a los 5.600 oftalmólogos
y 3.100 ortoptistas, resulta muy llamativo que
nuestra práctica profesional no esté regulada.
En Francia además existen dos asociaciones
que representan a los profesionales no médicos que se encargan de practicar la óptica. Por
un lado funciona la Union des Opticiens y por
otro el menos numeroso Syndicat National
des Optometristes.
Esta situación no es agradable a la gran familia de la Óptica y Optometría Europea y es por
lo que recientemente, el 10 de diciembre del
pasado 2014, la secretaría general de ECOO,
junto con el presidente de la Union des Opticiens Jean-Francoise Marinacce, visitaron al
ministro francés de finanzas. Un interesante
intercambio de puntos de vista tuvo lugar con
el consejero del gabinete del ministro sobre
el futuro de la práctica de la Optometría en
Francia. Desde la secretaría de ECOO se aportaron un gran número de datos comparativos
y estadísticos desde una perspectiva europea
que fueron muy bien recibidos y que nutrirán
el debate sobre la regulación o no de la profesión en nuestro vecino país.
Como se reconoce en el estudio “Análisis
Comparativo de la provisión de cuidados primarios de la salud visual en tres países europeos”, más conocido como Wasem report,
desde el departamento de gestión medica de
la Universidad de Duisburg-Essen, presenta-
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do por ECOO en 2011 y 2012, la demanda del
cuidado primario de la salud visual se incrementará en todas las naciones europeas debido fundamentalmente a los cambios demográficos que se están produciendo en los últimos
años. Una amplia variedad de condiciones
oculares son relativas a la edad avanzada y el
envejecimiento de la población incrementará
su prevalencia. La posibilidad de poder atender este incremento de demanda de cuidados
visuales primarios dependerá mucho de cómo
esté organizada y regulada dicha atención
y los profesionales que la puedan prestar en
cada país.
Según dicho estudio en Francia los Opticien
(Brevet de Technicien Supérieur d’OpticienLunetier) practican dos años en una consulta
pública o privada. Su papel en el cuidado primario es básicamente la adaptación y provisión de aparatos ópticos a lo que se añadió la
capacidad de desarrollar servicios refractivos
desde 2007. Es notable el incremento que se
ha producido recientemente de la optometría
entre los ópticos franceses. Estos ópticos pasan por diferentes formas de educación y formación postgrado para ampliar sus habilidades y conocimientos en optometría. Aún así,
esta formación adicional no se ha acompañado
de competencias legales adicionales ya que la
profesión de optometrista no está oficialmente reconocida en el sistema sanitario francés
hasta el momento. El principal proveedor de
cuidados visuales primarios en Francia sigue
siendo el oftalmólogo. Esto provoca que en
muchas ocasiones las listas de espera son tan
grandes para recibir un examen primario de
salud visual que los pacientes tienen que esperar hasta 12 meses para conseguirlo.
Los Ópticos franceses son profesionales paramedicos y su titulación oficial es Brevet de Technicien Supérieur d’Opticien-Lunetier (BTSOL). En la actualidad son aproximadamente
19,575 ópticos en la áreas metropolitanas
francesas, en una proporción de 32 ópticos
por cada 100.000 habitantes [Sicart 2009b].
El número de ópticos en Francia se ha doblado
en los diez años últimos [HAS 2010]. El 99%
de los ópticos trabajan en una óptica; de éstos
el 31% son propietarios de su propio establecimiento óptico, por lo que la inmensa mayoría
(68%) son empleados. Únicamente 5 ópticos
están empleados en el sector hospitalario [Sicart 2009b]. El número de establecimientos
de óptica en Francia se ha incrementado en
un 43% desde 1997. Las últimas estadísticas
arrojan la cifra de 10.520 establecimientos sanitarios de óptica los cuales están más o menos homogéneamente distribuidos alrededor
del país [HAS 2010; L‘Opticien Lunetier
La demanda del cuidado primario
de la salud visual se incrementará
en todas las naciones europeas
debido fundamentalmente a los
cambios demográficos.
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son reflejadas por dos cambios significativos
recientes en el Code de la Santé Publique referidos al ámbito de la practica profesional de
ópticos y ortoptistas:
1) D
esde 2007, se les ha permitido a los ortoptistas determinar la agudeza visual de los
pacientes y la refracción, así como proveer
otros servicios necesarios para el examen y
determinación de la función visual y posible patología ocular [Décret 2007:1671 du
novembre 2007].
2010]. Casi la mitad de los establecimientos
de óptica están bajo el paraguas de una compañía más grande [Bour, Corre 2006; Acuité
2011a]. En estos establecimientos los ópticos
no ejercen solos, sino que también disponen
de dependientes de venta, técnicos de taller e
incluso algún otro compañero óptico. Existe
una media de 2,5 trabajadores por establecimiento de la que 1,86 son ópticos [Acuité
2011]. Un óptico está autorizado a llevar más
de una óptica pero en cada óptica debe haber
al menos uno; aún así el óptico a cargo del establecimiento no tiene porque ser el propietario [Interview AOF 2010; Bour, Corre 2006].
Así pues el sistema francés ha seguido el principio de separación total del cuidado médico
de las ventas comerciales. Las otras dos profesiones que se encargan de la salud visual
en Francia que son los oftalmólogos y los ortoptistas han sido los proveedores habituales
de cuidados oftálmicos al paciente, mientras
que los ópticos han sido los responsables de
la provisión de las gafas, lentes de contacto
y otras ayudas visuales [Audo, 2010]. Desde
hace unos pocos años la separación entre las
tres profesiones se ha vuelto menos estricta, y
más competencias han sido trasferidas desde
los oftalmólogos a las otras dos profesiones.
En 2003 un análisis comprensivo fue iniciado para evaluar las consecuencias de delegar
actividades médicas a profesionales paramédicos adecuados. Los resultados de estos
análisis mostraron que trasferir actividades
médicas a profesiones no médicas es posible
sin perder calidad en el cuidado de la salud
visual e incluso se encontró un notable avance
en la duración de los tratamientos [Berland,
Bourgueil, 2006]. Con respecto a los servicios
de cuidado primario visual, estas tendencias
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2) L
os ópticos franceses tradicionalmente no
estaban autorizados a usar instrumentos
para realizar las refracciones. Desde que se
cambió la regulación en el 2007 los ópticos
están autorizados a realizar refracciones
para la sustitución de vidrios oftálmicos
en gafas de corrección en un periodo de
menos de tres años desde la prescripción
inicial. [Décret 2007:553 du avril 2007].
Esta tendencia del desempeño de la prestación de servicios por los ópticos se refleja
igualmente en la emergente cobertura de
los servicios ópticos que prestan los ópticos por los proveedores de seguros complementarios de salud.
Integrando la práctica de la optometría en el
cuidado primario de la salud visual ofrece una
solución para mejorar los cuidados visuales
debidos a la edad para la población reduciendo el coste de formar otros profesionales que
actúen como proveedores de cuidados visuales. El estudio demuestra que la integración
de optometristas en el cuidado primario de
la salud visual es seguro, tanto en esos tres
países como en otros como España, donde los
Ópticos-Optometristas ya colaboran en ello
con los sistemas públicos de salud. Además
es rentable para la economía de los países
europeos porque el incremento de personas
mayores que requieren atención visual primaria no lleva aparejado un incremento de oftalmólogos. Trabajando mano a mano con otros
profesionales sanitarios, como ya han demostrado saber hacer los profesionales optometristas de otros países europeos, con una clara
división de tareas, funciones y competencias,
representa una oportunidad para proporcionar a la ciudadanía la atención necesaria para
obtener una correcta salud visual ahora y
también en el futuro.