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Consejos de Salud
para los padres
NOVIEMBRE DE 2015 / VOLUMEN 117
¿Será que mi hijo tiene neumonía?
Cuando un niño tiene un resfriado o gripe, el virus o la bacteria puede irritar los
pulmones, lo cual a su vez puede crear un ambiente abierto a la infección o la
neumonía (pulmonía).
Según la Dra. Sheena Kamra, pediatra de
UCLA en Torrance, “la
neumonía (o pulmonía)
es una infección de uno de
los pulmones o de ambos,
causada por virus, bacterias
o irritantes químicos. A
veces, los niños afectados por una infección de
las vías respiratorias altas (un resfriado común)
pueden luego contraer neumonía, la cual afecta
las zonas bajas de las vías respiratorias y puede
causar síntomas graves”.
La neumonía bacteriana es causada por varias
bacterias que por lo general se presentan cuando el
cuerpo se encuentra de alguna manera debilitado
—sea por enfermedad, desnutrición, edad
avanzada o inmunidad dañada— y la bacteria
logra introducirse en los pulmones.
La neumonía viral es causada por varios virus,
incluso el de la influenza (flu). Los primeros
síntomas de la neumonía viral son iguales
a los de la neumonía bacteriana; tras ellos
suelen presentarse otros como aumento de
la dificultad respiratoria, dolor de cabeza,
dolor muscular, debilidad y agravamiento de
la tos. La neumonía viral puede poner a una
persona en riesgo de contraer una neumonía
bacteriana.
Tratamiento. Muchos pacientes experimentan
una neumonía leve, por lo que es posible que
solo requieran tratamiento de apoyo (como
ser: aumento de fluidos, medicamentos
analgésicos y antibióticos, todos los
cuales pueden administrarse en casa).
No obstante, hay casos de neumonía que
pueden ser peligrosos, por lo cual requieren
hospitalización y apoyo adicional. Si usted cree
que es posible que su hijo tenga neumonía,
debería hacerlo/a ver por un proveedor médico
que pueda tomarle rayos X y verificar su nivel
de oxígeno en la sangre y sus signos vitales
para determinar qué medicamento, si alguno,
se debe recetarle.
Los síntomas de
neumonía pueden ser
los siguientes:
■
Fiebre y transpiración
■
Tos/síntomas de resfriado
■
Disminución de energía
o fatiga
■
Pérdida de apetito
■
Sibilancia o jadeo
■
Tos que produce mucosidad
verdosa, amarilla o con
sangre
■
Dolor en el pecho o dolor
abdominal que empeora al
respirar hondo o al toser.
■
Respiración rápida o
dificultad para respirar
■
Disminución de los niveles
de oxígeno
Para mantenerse sano
La Dra. Kamra señala que “la mejor manera de evitar enfermarse consiste en
minimizar el contacto con otros niños que ya están enfermos con fiebre o síntomas de
tos y practicar lavarse bien las manos”. “También —añade—, en caso de que su hijo
se enferme, es sumamente importante mantenerlo hidratado.
Toda la información sobre la salud y temas relacionados a la salud en esta publicación es de carácter general y no se debe usar con la finalidad de sustituir una consulta con un
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