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Práctica FILOSOFÍA Supuesto práctico 28-22315-13 icio c r e j de e ación a r t s Mue la prepar ctica para rueba prá p de la FILOSOFÍA práctica Theodor Adorno. Filosofía y superstición 36 Si la filosofía es necesaria todavía, lo es entonces más que nunca como crítica, como resistencia contra la heteronomía que se entiende como si fuese un impotente intento del pensamiento por permanecer dueño de sí mismo y convencer de error a la trama mitológica y a la parpadeante acomodación resignada a su medida. Propio de ella sería, mientras no se la declarase prohibida como en la Atenas cristianizada de la Antigüedad tardía, crear asilo para la libertad. No porque se pudiese esperar que sea capaz de romper las tendencias políticas que en el mundo entero estrangulan la libertad por dentro y por fuera y cuya fuerza penetra hondamente hasta los complejos de la argumentación filosófica. En lo que se consuma en el interior de la idea aparece siempre algo de movimiento real. Pero si ambas heteronomías son el error y éste se deja demostrar apodípticamente, no sólo se añade con ello un nuevo miembro a la desconsolada cadena de las filosofías, sino que se anuncia un rastro de esperanza de que la falta de libertad y la represión, el mal, que tampoco necesita una prueba filosófica de que es mal y de que existe, no será quien tenga la última palabra. Dicha crítica debería determinar ambas direcciones predominantes como momentos escindidos de una verdad que históricamente se bifurcaba por fuerza. Por muy poco que se las pueda encolar juntas, en una de esas llamadas síntesis, sí habría que reflejarlas en sí mismas. Theodor Adorno (1903-1969). Filosofía y Superstición. PREGUNTAS 1.Discuta el concepto de «heteronomía» empleado aquí por Adorno con la visión que de ella tiene Levinas. 2.Reflexione acerca del papel de la filosofía en el siglo XX a la luz de lo comentado por el autor en el texto. 3.Compare la doctrina del autor acerca del papel crítico de la filosofía, con el planteamiento a ese respecto de Kant. 3 4 FILOSOFÍA práctica SOLUCIÓN ESTRATEGIAS PARA LA SOLUCIÓN 1. Volvemos a encontrarnos con un autor que no es un primera fila de la historia de la filosofía, Adorno, y en esta pregunta en concreto, con una comparación de otro autor que tampoco posee el peso de un Platón o un Kant. Es muy bueno que nos sintamos cómodos con todo tipo de pregunta y con todo tipo de textos. Aunque no conociésemos a ninguno de los autores bien, no podemos dejar la pregunta en blanco, sería un suicidio. En primer lugar, conociendo el concepto de heteronomía en su significación coloquial, podemos aventurar que Adorno boga contra ella, a favor de la libertad. Eso puede darnos bastante juego para exponer nuestra visión de lo que se dice en el texto (y ello a pesar de que no es de fácil lectura, precisamente). Ahora bien, si no conocemos qué piensa Levinas acerca de la heteronimia, la cosa se pone un poco más cuesta arriba. Podríamos apostar a que la defiende (y acertaríamos), pero ciertamente se trata de una apuesta. Por ello hay que insistir una vez más en la necesidad de estudiar todo el temario y de adquirir el máximo nivel de erudición filosófica. Lo cierto es que Adorno opone la heteronomía, no ya a la autonomía, en la línea de Kant, de quien se hablará después, que también, sino sobre todo, al concepto de emancipación. La heteronomía es la que impide la liberación. Mientras que en Levinas, la autonomía conduce a la indiferencia, puesto que si no me rijo por otro, en el fondo, haga lo que haga, da igual. Por eso interpreta la heteronomía como una referencia ética inesquivable, la referencia al otro. 2. A una pregunta muy específica le sigue otra muy ambigua. Hay que contar con ello y adquirir la habilidad de resolver bien estas situaciones. El papel de la filosofía en el siglo XX. Algo que de lo que podríamos hablar horas es algo que hemos de sintetizar del modo más original y breve posible. Si lo tenemos que referir a lo dicho aquí por Adorno, parece que habremos de hacer alusión al intento, que tiene su origen en Marx, de hacer de la filosofía una fuerza capaz de transformar la realidad o el mundo. Pero si bien es cierto que lo mejor que ha dado el siglo XX no es una suerte de filosofía que pretenda transformar la sociedad, también es cierto que el papel crítico, del que hablaremos más abajo, en la filosofía del pasado siglo, es indudable. Está presente en las filosofías dialógicas, en los existencialismos, en la fenomenología y sus muy diversas ramificaciones. E incluso podríamos forzar diciendo que el pensamiento angloamericano, sobre todo el de corte más pragmatista (Putnam, Davidson, por ejemplo), no han sido ajenos a ese modo de entender la filosofía. En definitiva se trata de acotar el terreno, sin renuncias a la amplitud, a la generalidad que la propia pregunta plantea. De ese modo atenderemos a la necesidad de responder sin distraer la atención y, al mismo tiempo, daremos a nuestra respuesta una entidad especulativa fuerte, mostrando nuestro conocimiento de la filosofía contemporánea. FILOSOFÍA práctica 3. Ciertamente, el criticismo es una herencia kantiana que la Escuela de Francfort recibe. Con esta pregunta hemos de intentar ser, ante todo, transparentes; huir de las reflexiones densas, espesas. Porque le pregunta apunta de manera muy clara a las dos direcciones posibles: cómo se recibe el criticismo –cómo lo hace Adorno– en los francfortianos y cuáles son las diferencias esenciales. Desde luego, la racionalidad de esta escuela es una razón crítica que, a diferencia de lo que sucede en el caso de Kant, se centra casi exclusivamente en los aspectos prácticos y, más en concreto, sociales. Vendría bien poner en claro que el caso de Horkheimer y Adorno difiere del de Habermas o del de Marcuse. Llegaríamos incluso a dejar sentado que la crítica a la que se refiere Adorno va aparejada al afán emancipatorio –lo que puede encontrar su conclusión en la comunicación libre de dominio de Habermas. En definitiva, se trata de hacer ver la evolución de esa instancia de la razón kantiana hasta aterrizar en un concepto que define el filosofar mismo. Y un filosofar que asume en sí la historicidad. Esto no estaba tematizado en Kant. De este modo accedemos a nuestra respuesta, desde un esquema previo, como a una suerte de desenlace final de lo que en Kant germinó como una característica de la razón, para derivar –puede verse incluso en los objetivos de los currículos de Bachillerato– en toda una declaración de intenciones, un estilo de vida incluso; eso que denominamos «actitud crítica». IDEAS ACERCA DEL TEXTO XX Temática del texto Adorno expone que la filosofía actual debe ser crítica, asilo de la libertad, lucha contra la creciente heteronomía y contra el apologético plegarse a lo dado. XX Análisis del texto a) Su estructura: tres partes lo componen según las tres funciones de la filosofía actual. La filosofía es actualmente necesaria como: 1. Crítica (de la realidad). 2. Resistencia (doble): a) A la heteronomía. b) A la acomodación a lo dado. 3. Asilo para la libertad. b) Análisis sintáctico: con un estilo difícil, casi críptico, Adorno lo estructura en cuatro partes (las tres misiones de la filosofía actual y una posible esperanza derivada de su consecución): I. La filosofía como Crítica (juicio o discernimiento de la realidad). II. La filosofía como asilo para la libertad; ha de procurar romper las tendencias políticas que estrangulan la libertad por dentro y por fuera. III. La filosofía como doble lucha contra la heteronomía (el pensamiento no es dueño de sí mismo) y contra la acomodación a lo dado (la trama mitológica y el entorno socio-político). IV. Consecuencia esperanzadora: si logra su intento de cumplir sus misiones, la filosofía actual no será un nuevo eslabón en la desconsolada cadena de las filosofías… 5 6 FILOSOFÍA práctica c) Análisis semántico: dos palabras se perfilan en el texto como de hondo significado: Crítica: etimológicamente procede del término griego «critiqué»: arte de juzgar la bondad, verdad y belleza de las cosas. Locke intuyó que la filosofía había andado siempre por «un camino equivocado» al escoger (sin reflexionar suficientemente), un mal punto de partida: suponer que la realidad y la razón coinciden, es decir, que la razón puede conocerlo «todo». Había que empezar, por tanto, por examinar las posibilidades y límites de la razón. A partir de este momento la filosofía se convierte en crítica (examen crítico del conocimiento). La obra más importante de este período es, probablemente, «La Crítica de la razón pura» (1781) de Kant. El Prólogo de la segunda edición (1787) define bien el programa de la investigación, puesto que la matemática y la física han encontrado «el camino seguro de la ciencia» (de nuevo la metáfora del camino); se trata de averiguar qué camino es ése; y puesto que la metafísica no parece haberlo encontrado todavía, examinar por qué ha sucedido así. Las conclusiones a las que llega Kant suponen una nueva concepción de la razón: la razón ya no se identifica con la realidad, y no es capaz de conocer las cosas tal y como son en sí mismas. Por otro lado, la razón se encuentra encerrada en unos límites muy estrechos; sólo puede conocer aquello que puede experimentar. Ir más allá de la experiencia (es decir, de lo que percibimos sensorialmente) es imposible. Por ello, la metafísica es imposible. Poco antes, Hume había llegado a la misma conclusión y despertó a Kant de su sueño dogmático. De este modo, se negó la posibilidad de un conocimiento metafísico, y la filosofía (reducido ya a su campo de investigación por el avance de la ciencia física) se convirtió en crítica del conocimiento y de la sociedad, es decir, el análisis de los modos de conocimiento y de los fundamentos de la sociedad, la moral, la religión, la política y la educación. La transformación es importante: la filosofía ya no versa sobre esencias, causas y cosas del mundo, sino que se dedica a analizar y criticar lo que el hombre hace y construye. Resumiendo, en este su período crítico (el primero dentro del período postmetafísico) la filosofía abandona el estudio de la realidad «metafísica» por considerarla incognoscible y el estudio de la realidad «física» por ser ya campo exclusivo de las ciencias; se concentra toda ella en la crítica del conocimiento y la realidad. Heteronomía: etimológicamente de hetero (otro) y nomía (ley); es la condición de una persona o colectividad que recibe del exterior la ley a la cual se somete; heterónomo, consiguientemente, es el que está sometido a un poder extraño que le impide el libre y cabal desarrollo de su naturaleza. La Ilustración proclamó la autonomía de la razón: ella será la única guía para el hombre. Pero no se trata de la razón absoluta y dogmática de los racionalistas (Descartes, Leibniz y Spinoza), sino de una razón que reconoce sus propios límites y no pretende ir más allá de ellos. Es, pues, una razón que se critica a sí misma: una razón crítica. Una gran confianza en el progreso de la humanidad embarga a todos los espíritus ilustrados. Locke y Hume serán los principales representantes de la Ilustración inglesa. En Francia hay muchos nombres conocidos: Diderot, Voltaire, Montesquieu, Rousseau… Pero el más importante filósofo de la Ilustración fue, sin duda, el alemán Inmanuel Kant (1724-1804), cuyas obras más conocidas llevan un título significativo a nuestro propósito: «Crítica (de la razón pura y de la razón práctica)». FILOSOFÍA práctica XX Reconstrucción problemática y valoración crítica En 1923 se creó la Escuela de Francfort a adherida a la Universidad de Francfort y al Instituto de Investigación Social, cuyos principales miembros eran M. Horkheimer (su fundador), T.W. Adorno, H. Marcuse, E. Fromm, y en la segunda generación, J. Habermas. El Instituto se traslada a Estados Unidos debido a la persecución nazi, volviendo a Francfort en 1949. Partiendo de un marxismo revisado (piensan que la razón de ser de la filosofía no es especulativa sino práctica, al modo de Marx), y desde una perspectiva interdisciplinar (especialmente sociológica), los francfortianos elaboran una teoría crítica de la sociedad industrializada moderna. A partir de aquí las investigaciones se diversifican enormemente. De Adorno, autor polifacético y difícil, es especialmente importante el siguiente libro: «Dialéctica de la Ilustración» (hecho en colaboración con Horkheimer). La Escuela de Francfort surge ante la experiencia histórica de la irracionalidad de la sociedad industrializada y ante el sometimiento del hombre a ella; surge como crítica de la estructura represiva de la sociedad, que lleva la deshumanización hasta el extremo de que el hombre llega a ser inconsciente acerca de su estado de alienación y falta de libertad. El proceso histórico emancipativo que especialmente Horkheimer y Adorno han pensado e interpretado a partir del siglo XVII, estaba proyectado, preordenado y regido por la Razón. El término «razón» significa tanto como «ilustración». Pues bien, la Ilustración significa la aniquilación del animismo y del mito y, ayudada por las nacientes ciencias de la naturaleza, se propone la desmitologización del mundo, el dominio de la naturaleza y la realización de la libertad. Es decir, el ejercicio crítico y negativo de la razón («razón crítica») tiene un carácter «progresivo». Sin embargo, es un hecho incontrovertible que en la sociedad industrializada, hechura y resultado de aquel «proceso progresivo industrializado», cunde y reina un generalizado irracionalismo destructivo, en el que el hombre, exterminador de los «espíritus», de los «mitos» y de los «dioses», se ve sometido y esclavizado, a punto de ser exterminado por el desarrollo científico-técnico. Frente a esta realización técnica de la razón, que en cuanto tal aparece como Ideología y como el nuevo Mito, la Escuela de Francfort ha pugnado por reganar y alumbrar nuevamente, en una nueva configuración, un concepto positivo de Ilustración. Y su gran aportación ha consistido en haber ejercido la función críticonegativa de la sociedad industrializada y en haber apuntado claramente a la necesidad de la imaginación y de la utopía en la tarea de la transformación social. El influjo de H. Marcuse en la juventud francesa de mayo del 68 es ciertamente patente para todos. «La esperanza (escribió Adorno en Minima moralia), es la única categoría en la que se manifiesta la verdad. Sin la esperanza la idea de verdad sería difícilmente concebible y es falsedad capital ofrecer como verdad la existencia reconocida». Como resumen, digamos, que el punto de llegada al que aspira la Escuela de Francfort es a una transformación social que libere al hombre de la sociedad actual, industrial, represiva y totalitaria, y para ello es para lo que construye su Teoría crítica de la sociedad, que debe ir unida a una praxis revolucionaria. De hecho, el mayo francés fracasó, y, de acuerdo con la más pura dialéctica hegeliana (Hegel ha ejercido una gran influencia en la Escuela de Francfort) de un grupo de participantes en aquellas jornadas de mayo han surgido los «nuevos filósofos» franceses. Desde la Grecia clásica del siglo VI a. C. hasta hoy, el pensamiento del hombre pretende operar sobre la realidad, reflejarla, mejorarla y transformarla. 7